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Solo el 5,5% de quienes abandonan el secundario lo completa en escuelas para adultos

Telam

Esto se desprende del informe «Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, ¿un derecho que llega a todos?», realizado por el Observatorio Educativo y Social de la Universidad Pedagógica Nacional.

Uno de cada cinco egresados de la escuela secundaria culmina estos estudios en la Educación para Jóvenes y Adultos, sin embargo, solo 5,5% de los estudiantes que abandonan sus estudios decide concluirlos bajo esta modalidad, advirtió un informe del Observatorio Educativo y Social de la Universidad Pedagógica Nacional (Unipe).

«Es un dato relevante el hecho de que uno de cada cinco egresados de nivel secundario argentino haya hecho la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA), mientras la atención que el sistema educativo le presta a esta necesidad no está a la altura ni en financiamiento, ni en formación docente, curricular o en apoyos para revertir la la brecha digital, entre otras cosas», señaló a Télam la coordinadora del equipo de EPJA de la Unipe, Florencia Finnegan.

Los datos se desprenden del estudio «Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, ¿un derecho que llega a todos?», realizado por las especialistas Delia González, Daniela Valencia junto a Finnegan y el Observatorio Educativo y Social de esa institución.

El informe resalta que «la población objetivo se encuentra aún cuantitativamente lejos de acceder» al sistema educativo para adultos «lo cual pone en evidencia la magnitud del desafío que enfrentan las políticas estatales en este sentido».

A lo largo del período 2010-2019, la tasa agregada para el conjunto de la modalidad varía en torno al 5%.

«Es una representación cuantitativa y aproximada, solo un 5,5% de la población del nivel secundario que no lo terminó, asiste a la EPJA, el resto no lo está terminando», aclaró Finnegan.

La Educación para Jóvenes y Adultos constituye, según reseña el informe, un circuito educativo orientado al cumplimiento de la escolaridad obligatoria fuera de las edades teóricas pautadas por la normativa.

Sobre el recorrido histórico de EPJA, Finnegan resaltó la relevancia que le dio la Ley de Educación Nacional 26.206 al restituirla al estatus de modalidad educativa en 2006 para «garantizar la alfabetización y el cumplimiento de la obligatoriedad escolar […], a quienes no la hayan completado en la edad establecida reglamentariamente, y a brindar posibilidades de educación a lo largo de toda la vida».

El estudio releva también la creciente brecha digital en hogares de alta y media vulnerabilidad, en base a los resultados de la Evaluación Nacional de los Procesos de Continuidad Pedagógica realizada por el Ministerio de Educación de la Nación en 2020.

Allí se advierte que el 87% de niñas, niños y adolescentes de entre 4 y 19 años de hogares con alta vulnerabilidad socioeconómica, no cuentan con computadora en sus casas y el 89% tienen acceso a internet a través de un celular.

En tanto, solo 19% de quienes pertenecen a hogares con baja vulnerabilidad no disponía de ese dispositivo en su casa y el 100% tenía acceso al uso fijo de internet en su hogar.

Estos datos se combinan con un retroceso de 41% de la escolaridad del nivel primario del EPJA entre 2010 y 2017, caída que revirtió la tendencia en el último año relevado.

El 87% de niñas, niños y adolescentes de entre 4 y 19 años de hogares con alta vulnerabilidad socioeconómica, no cuentan con computadora en sus casas y el 89% tienen acceso a internet a través de un celular

Por el contrario, el volumen de estudiantes del nivel secundario se incrementó de manera sostenida a lo largo del período, alcanzando en el último año, un 11% más que en 2010.

En el último año relevado, 2019, unos 176.435 alumnos cursaban la primaria en esta modalidad y, más del triple, 580.402, el secundario, lo que representa un 15% del total de alumnos del nivel, considerando a la educación común.Sobre estos datos, se aclara que que son variados los factores socioeconómicos que influyen a la deserción del nivel primario.

«Muchos tienen dificultades económicas, viven en el campo y además cuentan con alguna discapacidad, lo cual dificulta la continuidad de los estudios sino es accesible», aclara la especialista.

«Queremos visibilizar la propia dinámica del sistema de EPJA, si bien hay una finalidad académica de producir conocimiento científico, es una puesta política aportar toda la información sobre esta modalidad educativa y resulta estratégico para trabajar en la democratización de la educación», dijo la coordinadora de EPJA de la institución.

En cuanto a posibles políticas públicas que focalicen en mejorar esta modalidad educativa, Finnegan remarcó «fortalecer las plantas docentes en centros de jóvenes y adultos, y el personal que atiende problemáticas psicopedagógicas».

«Todo requiere financiamiento, desde generar espacios hasta diversificar y flexibilizar la modalidad EPJA, por ejemplo, pensar en otras alternativas a la nocturnidad, debido a que hay datos que confirman mayor porcentaje de asistencia de mujeres cuando las cursadas son en su territorio, en horarios donde sus hijos van a la escuela», apuntó la especialista.

Otro punto que resalta el estudio es que la oferta se encuentra mayormente a cargo del Estado: en 2019, en promedio, el 99% de quienes asistieron al nivel primario de EPJA lo hizo en escuelas de gestión estatal, una cifra que alcanza el 92% para los estudiantes de escuelas secundarias.

https://www.telam.com.ar/notas/202108/566841-secundario-abandono-escuelas-adultos-educacion.html

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Argentina: El Consejo Federal de Educación aprobó la propuesta nacional para intensificar la presencialidad

Se trata de cambios en los protocolos sanitarios que se encuentran vigentes.

El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, encabezó la 109° asamblea del Consejo Federal de Educación con la presencia de las ministras y los ministros de las 24 jurisdicciones, en la cual se aprobaron por mayoría los cambios en el protocolo para las escuelas, con el objetivo de intensificar la presencialidad a partir del 1 de septiembre.

Al concluir el encuentro, el titular de la cartera educativa aseguró: “El paso que hemos dado hoy es muy importante porque nos permite intensificar la presencialidad en nuestro sistema educativo. Tenemos la responsabilidad de garantizar el cuidado de la salud de toda la comunidad educativa. Hoy consideramos que se puede avanzar de manera segura y proponemos este paso porque contamos con el aval de las y los especialistas del campo sanitario y epidemiológico, luego de trece semanas de mejora de los indicadores. Estos cambios se aplicarán manteniendo y, en algunos casos, incrementando las medidas de cuidado ya que la pandemia aún no ha terminado”.

Por su parte, el director Ejecutivo del Instituto Nacional de Educación Tecnológica, Diego Golombek, expresó: “Debemos ser muy conscientes y tratar de sostener el distanciamiento máximo con todas las medidas que sean necesarias, que las excepciones sean realmente excepciones, y en esos casos intensificar de manera obligatoria al resto de las medidas de cuidado como los testeos, el uso de barbijos, la ventilación cruzada permanente, la utilización de medidores de CO2; el control de las condiciones sanitarias de la localidad, entre otras”.

Las modificaciones propuestas responden a la mejora de los indicadores epidemiológicos de las últimas 13 semanas, junto al avance en el proceso de vacunación y el aumento de las temperaturas en el territorio argentino, lo cual ofrece una posibilidad de dar paso a nuevas instancias que continúen fortaleciendo la presencia en las aulas.

En la Asamblea fueron presentadas las sugerencias de las diferentes jurisdicciones educativas y de las instituciones sanitarias. La confección del protocolo surge de la firme convicción de que es necesario intensificar la presencialidad escolar sin renunciar al cuidado de la salud. Se debe enfatizar que la flexibilización del distanciamiento físico se dará siempre y cuando se incrementen aún más el resto de las medidas, las cuales son condiciones mínimas, sobre las cuales cada jurisdicción podrá adicionar otras medidas que considere convenientes:

  • Condición óptima: En el caso de que las escuelas puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo un distanciamiento físico de 1.5 m entre estudiantes, sin dejar de ventilar, asegurando el uso de mascarillas y la higiene de manos. Para mantener esta distancia es necesario aprovechar al máximo el mobiliario escolar en toda su extensión.
  • Condición admisible: Solo en el caso de que no sea posible asegurar el distanciamiento de 1.5 m para una presencialidad plena, se tomará una distancia física de 0.90 m entre estudiantes en las aulas, manteniendo el requerimiento de 2 m en los espacios comunes y con el cuerpo docente. En este caso, aumenta el requisito de ventilación, no solamente manteniendo abiertas ventanas y puertas, sino incrementando el tiempo de ventilación entre clases.
  • Excepciones: Solo para los casos en los que no sea posible mantener un distanciamiento físico de 0.90m entre estudiantes y permitir una presencialidad plena bajo esta condición, se podrá mantener una distancia mínima de 0,50 m. Las excepciones podrán aplicarse en contextos de bajo y medio riesgo epidemiológico y con adecuada cobertura de vacunación en la población general. En el caso de que el riesgo epidemiológico pase a ser alto, no se podrán establecer estas excepciones.
    Del mismo modo, estas excepciones deberán ser acompañadas de las siguientes medidas obligatorias: Mantener e incrementar el resto de las medidas de prevención; la distancia mínima entre estudiantes será de 0.50 m; la distancia entre estudiantes y docentes, así como entre docentes, se mantendrá en 2 m; el distanciamiento en zonas de uso común, no podrá ser menor a los 2 m. Asimismo, se deben agregar estrategias preventivas adicionales que incluyen: la realización de testeos en aquellas secciones escolares que estén contempladas por estas medidas excepcionales de distanciamiento; uso de barbijos doble o triple capa; asegurar que la superficie mínima por estudiante en el aula sea de 1 m2; la utilización de medidores de CO2 y la obligación de informar al Ministerio de Educación de la Nación los CUEs de las instituciones que son afectadas a estas condiciones excepcionales.

En cuanto a los testeos, podrán consistir en pruebas de presencia de antígenos correspondientes al virus SARS-CoV-2. El tipo de muestreo (censal, aleatorio, por muestra predeterminada, etc.) será determinado por cada jurisdicción, y deberá realizarse con una frecuencia semanal. En el caso de detectar los antígenos correspondientes se procederá a suspender las clases presenciales en la cohorte que los haya presentado, procediendo al aislamiento preventivo de estudiantes y docentes que hayan estado en contacto estrecho de aquellos que presenten resultados positivos.

Por último, todo lo que se refiere al uso de medidores de CO2, su implementación y recomendaciones se encuentran detallados en la guía presentada como Anexo de la resolución CFE 398/21.

La asamblea contó con la participación del secretario General del Consejo Federal de Educación, Mario Oporto; la secretaria de Educación, Marisa Díaz; el secretario de Cooperación Educativa y Acciones Prioritarias, Pablo Gentili; el director Ejecutivo del INET, Diego Golombek y la subsecretaria de Gestión Educativa y Calidad, Verónica Piovani.

También estuvieron presentes de manera virtual las ministras y ministros de Educación de las 24 jurisdicciones: María Agustina Vila, directora General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires; Brenda Hidalgo, subsecretaria del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Catamarca; Soledad Acuña, ministra de Educación e Innovación Tecnológica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Daniela Torrente, ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Chaco; María Florencia Perata, ministra de Educación de Chubut; Walter Grahovac, ministro de Educación de Córdoba; Susana Benitez, ministra de Educación y Cultura de Corrientes; Martín Müller, presidente del Consejo General de Educación de Entre Ríos; Isolda Calsina, ministra de Educación de Jujuy; Pablo Daniel Maccione, ministro de Cultura y Educación de La Pampa; Ariel Martínez, ministro de Educación, Ciencia y Tecnología de La Rioja; José Manuel Thomas, director General de Escuelas de Mendoza; Miguel Sedoff, ministro de Cultura y Educación de Misiones; Cristina Storioni, ministra de Educación de Neuquén; María de las Mercedes Jara Tracchia, ministra de Educación y Derechos Humanos de Río Negro; Matías Cánepa, ministro de Educación de Salta; Felipe de los Ríos, ministro de Educación de San Juan; Pablo Andrés Dermechkoff, ministro de Educación de San Luis; María Cecilia Velázquez, presidenta del Consejo Provincial de Educación de Santa Cruz; Juan Manuel Pusineri, el Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Santa Fe -en representación de Adriana Cantero Llanes, ministra de Educación de la provincia que participó de manera virtual-; Mariela Nassif, ministra de Educación de Santiago del Estero; Analía Cubino, ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Tierra del Fuego; y Isabel Amate Pérez, secretaria de Gestión Educativa de Tucumán.

Además, por parte de la Comisión de Educación de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación, Cristina Valverde, presidente de la Comisión, y por parte de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Blanca Osuna, presidente de la misma. También participaron Rodolfo Tecchi en representación del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN); Rodolfo de Vincenzi del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP); y los representantes de los cinco sindicatos docentes: Sonia Aleso (CTERA), Roberto Baradel (CTERA), Noemí Tejeda (CTERA), Mariana Jaureguiberry (SADOP), Norberto Cabanas (UDA), Ernesto Cepeda (AMET) y José Gea (CEA).

Fuente: https://www.argentina.gob.ar/noticias/el-consejo-federal-de-educacion-aprobo-la-propuesta-nacional-para-intensificar-la

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República Dominicana: Ministro Ceara Hatton sugiere repensar sistema educativo dominicano

El Ministerio de Economía presenta Boletín de Competitividad Sectorial que destaca fortaleza y debilidades asociadas a los sectores económicos de RD.

El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Miguel Ceara Hatton, plantó este jueves que primer desafío que tiene República Dominicana es de cómo reformular y repensar el sistema educativo para que se adapte más a este nuevo mundo. 

El economista e investigador también sostuvo que la productividad y la competitividad es un gran tema que “nos debe llevar a reflexionar en el marco de la complejidad que estamos viviendo en la sociedad de hoy.

En el acto en el salón Carlos Ascuasiati, del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, el ministro Ceara Hatton se refirió a los dilemas que plantea la competitividad y el cambio tecnológico en un país que ha sufrido grandes choques por el cambio tecnológico a nivel mundial.

Cera Hatton hizo tales afirmaciones durante la presentación del Boletín de Competitividad Sectorial (BCS) 2021 que compila indicadores nacionales e internacionales en lo relativo a la competitividad, enfocando cada sector económico de manera independiente.

Se trata de un informe producido por la Dirección de Análisis Económico Sectorial (DAES) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo que tiene como objetivo destacar las fortalezas y debilidades asociadas a los sectores económicos, así como su posición frente a los países de la región y el resto del mundo, con el fin de que sirvan de apoyo para la formulación de políticas públicas que promuevan la competitividad.

En sus palabras de bienvenida, el viceministro de Análisis Económico y Social del Ministerio de Economía, Alexis Cruz, destacó la importancia de la primera versión del Boletín de Competitividad que servirá de insumo para evaluar las políticas públicas de la economía dominicana.

En representación del Consejo Nacional de Competitividad, la directora Técnica, Laura del Castillo, dijo que el boletín es un hito en información y data para el desarrollo competitivo del país.

Asimismo, la directora de Análisis Económico Sectorial del Ministerio de Economía, Evalina Gómez, presentó el boletín que esta primera versión, se analizan ocho grandes sectores: agropecuaria, industrias, energía, turismo, transporte y logística, educación, salud y administración pública.

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Entrevista a Cristina Groeger: «No, la educación por sí sola no resuelve la pobreza»

Por: Mike Stivers

Durante más de un siglo, una de las ideas más persistentes en la política de EE UU ha sido que la educación es la mejor solución frente a la desigualdad. Pero no es persistente porque sea cierta, sino que lo es porque constituye un mito útil  para las élites políticas y económicas que custodian celosamente su dinero y su poder.

Desde mediados del siglo XIX, el número de niñas y niños que asisten a la escuela en EE UU ha aumentado de modo constante; la igualdad económica, no. Sin embargo, la idea de que la educación escolar es la mejor manera de reducir la pobreza y de reducir la distancia entre ricos y pobres casi ni se discute. En su nuevo libro, The Education Trap [La trampa de la educación], la historiadora Cristina Groeger aborda este mito sin rodeos.

Basándose en el caso concreto de Boston y aplicando la lupa a la situación de finales del siglo XIX y comienzos del XX, Groeger examina la relación entre la escuela y la desigualdad en una época en que la educación pública se expandía con rapidez. En conjunto, la conclusión es clara: el crecimiento masivo de la educación pública no generó prosperidad económica generalizada. Las escuelas formaron a algunos trabajadores que consiguieron empleos bien pagados en la creciente burocracia empresarial. Sin embargo, al socavar las bases de los poderosos sindicatos de oficio y establecer un sistema de acreditación, las escuelas también consolidaron la estratificación social existente.

El libro de Groeger muestra la escabrosa historia de la educación como instrumento de lucha contra la pobreza. Tal vez lo más importante es que ayuda al personal enseñante y a la militancia sindical a pensar en las coas que realmente reducen la desigualdad: programas de gobierno universales y sindicatos fuertes. Mike Stivers, autor asiduo de Jacobin, ha hablado con Cristina Groeger, historiadora que enseña en la Lake Forest College, sobre su nuevo libro y lo que puede lograr o no la educación en una sociedad desigual.

Mike Stivers: La idea básica que abordas en el libro es la que dice que la educación es un instrumento político de lucha contra la pobreza. ¿Qué teoría subyace a esta idea?

Cristina Groeger: La visión de la educación como solución para la pobreza tiene una larga historia, que se remonta a Horace Mann, quien a mediados del siglo XIX califica la educación de la gran igualadora. Sin embargo, en los debates políticos más contemporáneos, el marco dominante es la teoría del capital humano, que proviene de la ciencia económica. Considera que la retribución en el mercado de trabajo refleja el grado de cualificación de una persona, que suele medirse en términos de educación y formación. El argumento de economistas como Claudia Goldin y Lawrence Katz es que en las últimas décadas el cambio tecnológico que favorece al personal altamente cualificado se ha acelerado y que el número de personas inscritas en la educación no ha mantenido el paso, por lo que el número de personas que pueden acceder a los empleos mejor pagados es limitado. Así, la solución para abordar la desigualdad social ahora pasa por incrementar el acceso a la educación.

Hay un montón de datos que demuestran que un alto nivel educativo no se traduce automáticamente en un salario más elevado. Pero la relación entre educación y desigualdad también es más compleja. En comparación con otros países, EE UU ha tenido durante mucho tiempo una de las tasas más altas de acceso a la educación del mundo, pero también tiene una de las tasas de desigualdad más elevadas. Esto constituye una paradoja si pensamos que la educación es la mejor vía para reducir la desigualdad.

Podemos hallar un temprano predecesor del modelo de capital humano en los reformadores progresistas de comienzos del siglo XX, que pensaban que el motivo por el que el personal subalterno percibe salarios bajos es la falta de cualificación. Así, si puedes formar a trabajadoras domésticas en escuelas de administración de tareas domésticas, no solo aumentarán sus salarios, sino que también se transformará la ocupación en algo más parecido a una profesión. El problema era que muchas trabajadoras domésticas y otros trabajadores poco cualificados no tenían tiempo para asistir a esas escuelas. Tampoco se tenían en cuenta los motivos por los que muchas personas afroamericanas permanecieron estancadas en empleos mal pagados: no se debía a que no estuvieran suficientemente cualificadas o a su bajo nivel educativo, sino al racismo imperante en el mercado de trabajo u otras clases de desigualdad que estructuran este mercado.

Mike Stivers: Tu libro comienza en la Gilded Age, cuando Boston y muchas otras grandes ciudades de EE UU decidieron invertir masivamente en la educación pública. ¿Por qué la expansión de la escuela pública se convirtió en el buque insignia de la reforma frente a otras opciones que había sobre el tapete?

Cristina Groeger: Había una amplia coalición de apoyo a la educación pública. Los reformadores progresistas pensaban que la educación era la mejor manera de sacar de la pobreza a la clase trabajadora menos cualificada y de integrar a la inmigración. Para las empresas, la educación pública era un medio atractivo para reducir sus costes de formación ‒podían descargarlos en el sistema escolar‒ y además reducía las presiones de que eran objeto para que mejoraran las condiciones de trabajo o aumentaran los salarios. Pero también sostengo que había un amplio apoyo por parte de la clase obrera a favor de la educación pública, especialmente de la que impartiera formación de cara al sector de oficinas, que crecía explosivamente: administrativos, secretarias, mecanógrafas, contables.

Este es el único sector en que el modelo de capital humano viene muy bien para describir la dinámica. Montones de estudiantes, en su mayoría mujeres blancas e inmigrantes de segunda generación, utilizaron las escuelas, especialmente los institutos públicos, para acceder a nuevos tipos de empleos de cuello blanco. Esta fue la base material de la ideología de la educación como instrumento de movilidad social, aunque solo describe a un conjunto específico de estudiantes que accedían a un sector de empleo específico en aquel periodo histórico.

Mike Stivers: Había gente de izquierda que decía que al preparar a la futura fuerza de trabajo, la escuela pública estaba subvencionando la formación para el empleo a las empresas privadas. La alternativa, señalan, sería que se formara a la mano de obra a expensas de las empresas, algo así como una formación práctica. Pero esto era exactamente lo que muchas empresas trataron de hacer a comienzos del siglo XX, mientras que los sindicatos de la época se oponían con uñas y dientes a ello. ¿Por qué?

Cristina Groeger: En aquel entonces casi no había sindicatos en el trabajo de oficina y básicamente ninguna oposición a la expansión de la formación. El sector profesional y el industrial ya eran otra historia. La fuerza de trabajo profesional estaba organizada en sindicatos de oficio y su fuerza se derivaba de su capacidad de controlar el acceso a determinados oficios a través del proceso de aprendizaje sindical. Las empresas que contrataban a profesionales pretendían eludir a los sindicatos y el proceso de aprendizaje, tanto porque regulaba los salarios que tenían que pagar a los y las aprendices como porque a las empresas no les gustan los sindicatos y querían socavar las bases de su poder.

La fuerza de trabajo profesional consiguió cerrar muchas escuelas de oficios privadas y alejar el plan de estudios de las cualificaciones profesionales específicas en la educación industrial pública. El sector de la construcción es todavía uno de los pocos oficios en que existe el aprendizaje sindical y esto se debe a que los sindicatos no cedieron el control de la formación a una entidad externa como el sistema escolar.

Mike Stivers: También señalas que no es cierto que las empresas impartieran la formación a título gratuito. Apareció toda una nueva categoría de escuelas privadas que impartían formación a título oneroso. Esto se parece a lo que ahora llamamos academias privadas con fines lucrativos.

Cristina Groeger: Sí, y esto también varía según el sector. Había algunas escuelas de oficios privadas, en muchos casos relacionadas con empresas. Sin embargo, el crecimiento real del sector con fines lucrativos a comienzos del siglo XX se dio en el trabajo de oficina, donde las escuelas podían ofrecer formación sin apenas oposición por parte de una fuerza de trabajo que no estaba organizada. Estas escuelas de formación profesional, o escuelas comerciales, acapararon una parte importante del panorama educativo hasta que fueron desplazadas los institutos públicos de enseñanza.

Mike Stivers: Cuando las escuelas públicas pasaron a impartir formación práctica, después de años de lucha entre sindicatos y empresas, los empresarios estaban más interesados en que esas escuelas enseñaran lectoescritura y aritmética básicas. Los empresarios no querían que las escuelas impartieran cualificaciones profesionales como, digamos, carpintería o mecánica. ¿Por qué?

Cristina Groeger: En el libro sostengo que podemos contemplar el ascenso de la producción masiva, especialmente alrededor de la primera guerra mundial, en parte como una estrategia encaminada a reducir el número de trabajadores profesionales en general y desplazar al conjunto de la fuerza de trabajo a nuevos tipos de trabajo en que tengan menos fuerza. Se trata también de trabajadores y trabajadoras que no cursan la mayor parte de su formación en el puesto de trabajo, sino en escuelas. Esto incluye a maquinistas inmigrantes que tienen nociones básicas de lectura, escritura y cálculo, que pueden adquirir en la escuela primaria, pero que por lo demás pueden formarse muy rápidamente en el puesto de trabajo.

Ahí está incluida la nueva fuerza de trabajo de cuello blanco, en su mayoría estudiantes que han obtenido el bachillerato y que nutren la burocracia que acompaña a las industrias de la gran producción masiva. Y las escuelan capacitan asimismo a un número muy reducido de administradores educados en la universidad e ingenieros superiores. Así vemos que las empresas pueden apoyarse en distintos tipos de escuelas para diferentes segmentos de su fuerza de trabajo, pero ya en las décadas de 1920 o 1930 se trata también de una fuerza de trabajo que en su gran mayoría no está sindicada y tiene menos poder que sus contrapartes en los tipos de trabajo profesional de antaño.

Mike Stivers: Así es. Señalas que este surgimiento de una clase supervisora ‒hablas mucho de ingenieros de alto nivel, altamente cualificados‒ está estrechamente relacionado con el taylorismo y la descualificación sistemática de la mano de obra.

Cristina Groeger: Podemos ver estas dos caras de la misma moneda. A medida que las empresas pasan a un modelo industrial de producción masiva, que depende del personal de montaje en la base y una nueva fuerza de trabajo de cuello rosa que está ampliamente feminizado, vemos un grupo masivo de trabajadores y trabajadoras que tienen muy poco poder y una nueva clase directiva en lo alto. Esta fuerza de trabajo es mucho más barata. A menudo, las mujeres que realizan estos trabajos cobran la mitad de lo que perciben los hombres, y se trata de una fuerza de trabajo que carece fundamentalmente de sindicatos, de fuerza organizada. Y a medida que se expande la fuerza de trabajo de cuello blanco, deja de ser un tipo de aprendizaje mercantil muy exclusivo y prestigioso a lo que ahora llamaríamos una categoría de cuello rosa.

Mike Stivers: También documentas que la mano de obra afroamericana alcanzaba algunos de los máximos niveles educativos, pero que aun así permanecía en los puestos más bajos de la escala salarial.

Cristinta Groeger: Sí, y no me esperaba descubrir esto, pero si comparamos el grado de matriculación de niños y niñas de clase obrera, las menores afroamericanas mostraban continuamente niveles superiores de escolarización que sus homólogas blancas nativas o inmigrantes. Sin embargo, siempre acababan en los puestos peor pagados. Este es el ejemplo más claro de la incapacidad de la teoría del capital humano para justificar la retribución en el mercado laboral. La gente afroamericana quedó casi completamente excluida del trabajo administrativo, pese a tener estudios secundarios.

Mike Stivers: Mucha gente piensa hoy en EE UU que un título universitario es un pasaporte a la riqueza y buenos ingresos, pero demuestras que históricamente la implantación de los títulos de bachillerato y universitarios cimentó la desigualdad en la misma medida en que la redujo. ¿Cómo pudo ocurrir esto?

Cristina Groeger: A medida que se masifica la escuela secundaria en este periodo y que nuevas poblaciones ‒inmigrantes, mujeres‒ ocupan puestos de trabajo administrativo, vemos una fuerte reacción por parte de la elite económica y profesional bostoniana. Establecen relaciones con universidades privadas para convertir un título universitario en una importante credencial para los puestos de trabajo mejor pagados en la nueva economía empresarial, cuando en el siglo XIX la mayoría de propietarios y administradores de empresas no tenían ningún título universitario, tal vez ni siquiera el bachillerato. Podemos ver esto mismo también en otras profesiones de salarios elevados, como el desarrollo del derecho mercantil.

En el libro examino la correspondencia entre empresarios y consultores universitarios que ayudan a las personas licenciadas a encontrar un empleo. Es una buena fuente para comprender por qué las empresas prefieren a los titulados universitarios. Observo que parte de su conversación tiene que ver con la cualificación, o capital humano, pero que también tiene que ver con las preferencias de las empresas en materia de raza o clase u otras características personales. Esto significa que las universidades de elite son capaces de reproducir la elite tradicional en estos nuevos puestos empresariales, pero ahora las elites tienen una credencial meritocrática para legitimar sus posiciones en la economía.

Mike Stivers: A pesar de su escasa contribución a la reducción de la desigualdad, la idea de que la educación es un instrumento político para superarla sobrevive en todas partes. ¿Por qué es la educación un instrumento político tan atractivo para resolver problemas económicos?

Cristina Groeger: Creo que en parte se debe a que muchas de las personas que promueven la educación pueden imaginar que esta hace tantas cosas diferentes. Vemos lo mismo en el comienzo del siglo XX. Hay una gran coalición de apoyo, a menudo con intereses opuestos en otros terrenos, pero que se unen en torno a la idea de la educación. La idea también persiste porque no cuestiona a algunos de los sujetos más poderosos de la economía. No cuestiona la facultad de los empresarios de pagar el salario que quieran o de establecer las condiciones laborales que se les antoje. Es muy fácil hablar de nobles ideales y propósitos dentro del sistema educativo, pero lo que esta puede lograr tiene sus limitaciones. Y en muchos casos puede correr un tupido velo sobre desigualdades en el mercado de trabajo que desempeñan un papel mucho más importante en la configuración de las desigualdades que vimos a comienzos del siglo XX y que volvemos a ver hoy.

Mike Stivers: Mucha gente de izquierda rechaza que las escuelas sean simplemente un lugar de formación para el empleo, pero la preparación para el empleo sigue siendo también una parte esencial de la finalidad de la educación pública. ¿Cómo debería concebir el movimiento socialista la finalidad de la escuela en el siglo XXI?

Cristina Groeger: En la medida en que la educación es importante para acceder a un puesto de trabajo ‒y en el plano individual, por supuesto, la educación importa‒, no creo que debamos denigrar a los y las estudiantes que acuden a la educación por este motivo. Hay una tendencia a rechazar el carrerismo, o la profesionalización de la juventud estudiantil, lo que en mi opinión le echa la culpa por la economía a que se enfrentan. Si la izquierda desea liberar la educación para otros propósitos creativos o emancipatorios, primero hemos de crear una economía que asegure la subsistencia de todos y todas. Las demandas de gratuidad de la universidad y de universidades no endeudadas son buenas demandas socialistas, pero no son suficientes. Hemos visto cómo las elites pueden crear siempre nuevas barreras utilizando credenciales todavía más elevadas.

Esto me lleva al título del libro, La trampa de la educación. En todo el espectro político se contempla la escuela como la solución de tantos problemas sociales, pero poner el acento en las escuelas puede convenir a quienes gozan del mayor poder económico, porque echa la carga de la reforma sobre las espaldas del estudiantado, del profesorado, lejos de lo que es la causa real de la desigualdad: la falta de poder de la clase trabajadora en la economía y la política.

Las y los profesionales de la educación desempeñan un papel importante en la lucha por el poder de la clase trabajadora. Lo hemos visto en Chicago, donde vivo. Los sindicatos de enseñantes han luchado no solo por sus propias condiciones de trabajo, sino también por un amplio programa político y por inversiones públicas en sus estudiantes y sus comunidades. Y creo que como socialistas, si interpretamos el papel de la escuela en sentido amplio, deberíamos entender que estas campañas de organización también son formas realmente importantes de educación política. Deberíamos promoverlas tanto dentro como fuera de las escuelas.

14/04/2021

https://jacobinmag.com/2021/04/cristina-groeger-interview-education-trap-solution-inequality-social-mobility

Traducción: viento sur

https://vientosur.info/no-la-educacion-por-si-sola-no-resuelve-la-pobreza/

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Argentina: Crear dos, tres, muchas universidades públicas

Por Horacio Raúl Campos/Pagina12

Ya avanzan los proyectos para establecer casas de estudios superiores en Cañuelas, Pilar, Tigre y Saladillo, y nacionalizar la que funciona en Ezeiza. Desde distintos sectores coinciden en la necesidad de ampliar derechos en materia educativa, una política de Estado ignorada por el gobierno anterior.

La creación de nuevas universidades nacionales en la provincia de Buenos Aires ya cuenta con el apoyo político y académico para convertirse en realidad en un futuro cercano. El impulso definitivo lo dio el presidente Alberto Fernández cuando en abril pasado ratificó la intención del Gobierno de respaldar el nacimiento de universidades en Cañuelas, Pilar y Tigre, y la nacionalización de la de Ezeiza. Los proyectos se encuentran en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, donde se sumó una iniciativa para fundar una casa de estudios superiores en Saladillo. En consonancia con esa situación, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) aprobó hace un mes esas iniciativas durante un plenario de rectoras y rectores.

“A diferencia de lo que otros creían, que los pobres no estudiaban, nosotros creemos que si les damos oportunidades a los que menos tienen, a cada oportunidad la aprovechan”, aseguró el Presidente en aquella ocasión y aprovechó también para marcar distancias ideológicas con el macrismo: “Esas universidades del conurbano, que otros decían que no servían para nada, están llenas de primeras generaciones de estudiantes universitarios e hijos de trabajadores, y eso es lo que nos diferencia”.

Los referentes que impulsan la instalación de nuevas universidades son los intendentes e intendentas de cada uno de los municipios bonaerenses involucrados y referentes políticos de las regiones, quienes ya tuvieron reuniones con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y con el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

“Como las universidades públicas se crean por ley, los casos están adquiriendo estado parlamentario y al momento son todos proyectos que están ingresados en la Cámara de Diputados”, explicó a este suplemento el secretario de Políticas Universitarias, Jaime Perczyk, y señaló que “al día de hoy no se pueden dar mayores precisiones sobre fechas de inauguración o inicio de clases, porque son proyectos”.

Con respecto a la Universidad Provincial de Ezeiza (UPE), Perczyk precisó que “el camino a recorrer es el mismo” que con las otras casas de estudios proyectadas, aunque el fin sea “crear una universidad nacional a partir de la base de una institución ya en funcionamiento”.

El circuito que debe atravesar la creación de una universidad nacional es el siguiente: en el Congreso, un legislador presenta un proyecto de ley; después la Comisión de Planeamiento del CIN evalúa sobre su factibilidad; la iniciativa vuelve al Parlamento para su tratamiento y una vez convertida en ley el Ministerio de Educación designa a un rector organizador, que es “el encargado de presentar el proyecto institucional a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU)”, explicó Danya Tavela, que integra el directorio de ese organismo y es vicerrectora de la Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA).

En declaraciones a este suplemento, Tavela precisó que “una vez que la CONEAU se expide, vuelve al Ministerio de Educación, que dicta la resolución para que la universidad empiece a funcionar”.

Dinamizar cada región

El proyecto de la Universidad Nacional de la Cuenca del Salado, cuya sede central estará en Cañuelas, es el que llegó más lejos: en octubre de 2015 tuvo aprobación de la Cámara de Diputados, pero al año siguiente quedó frenado en el Senado, que debía convertirlo en ley cuando Mauricio Macri ya era presidente.

“Lamentablemente, durante 2016 perdió el estado parlamentario por el desinterés de llevar adelante políticas públicas de educación superior inclusivas que brinden iguales oportunidades a aquellos que menos tienen”, explicó a este suplemento la intendenta de Cañuelas, Marisa Fassi.

Entre 2007 y 2015 “se abrieron 16 nuevas universidades nacionales y ninguna de ellas le restó matricula a las existentes; eso explica a las claras la necesidad de invertir en la creación de nuevas instituciones de educación superior”, destacó Fassi.

“La descentralización propone la radicación de sedes en diversos municipios, respondiendo de forma orgánica a la sede central, que se encontrará emplazada en el municipio de Cañuelas”, argumentó.

El plan de estudios de la futura universidad de la Cuenca del Salado contempla carreras relacionadas a las ciencias agrarias y veterinarias, de la salud y empresariales.

Los partidos donde se asentarán las nuevas universidades poseen realidades sociales, laborales y económicas disímiles, y los referentes de cada uno de los lugares apuran el debate parlamentario, que recién podría concretarse el año próximo.

El intendente de Pilar, Federico Achával, dijo que la creación de la universidad “es un sueño de la comunidad que está cerca de concretarse para que nuestro jóvenes e hijos de trabajadores tengan la posibilidad de trabajar y estudiar en el mismo distrito”.

“Pilar tiene el parque industrial más grande del país y con la universidad tendrá aún más un perfil productivo e industrial y dará lugar a nuevas tecnologías, con una mirada humana”, aseguró Achával a este suplemento. Y destacó: “Asumí con el compromiso de zanjar la profunda desigualdad que hay en el distrito y este proyecto político sabe que la educación implica generar más oportunidades. Además, la universidad funcionará en el Instituto Pellegrini, que es símbolo de lucha por la educación en Pilar”.

Quienes hacen fuerzas para que el Parlamento apure los proyectos de ley confían en los referentes proclives a ese tipo de iniciativas. “Estamos entusiasmados porque Trotta y Massa han dado un enorme impulso al proyecto, así como también confiamos en el apoyo que dará Cristina Fernández” en el Senado, se esperanzó Achával.

Subsedes y zonas de influencia

El proyecto de la Universidad Nacional del Delta incluye a los partidos de Tigre –donde estará la sede central–, Escobar y San Fernando. En esos dos últimos distritos se prevé instalar sedes regionales. En la iniciativa se destaca que esos tres municipios albergan en conjunto, según el Censo 2010, poco más de 700 mil habitantes.

“Las características de esos municipios, principalmente por la ubicación geográfica de la zona, las localidades lindantes, su fácil acceso y circulación regional, son variables que permitirán que concurran estudiantes de toda la región”, se argumenta en el proyecto de ley.

En cuanto a la nacionalización de la UPE, la diputada Cristina Álvarez Rodríguez había presentado un proyecto de ley en 2020 y lo propio hizo la exdiputada y concejal de ese distrito Dulce Visconti. Ese tipo de iniciativas, si no son tratadas por algunas de las cámaras del Congreso durante el año legislativo, pierden el estado parlamentario y tienen que volver a presentarse en comisión.

El área de influencia de la universidad de Ezeiza abarca gran parte de la zona sur del conurbano bonaerense. Los municipios aledaños de Esteban Echeverría, Cañuelas, Lobos, Presidente Perón y San Vicente, y con menos incidencia en localidades de la zona sur de La Matanza.

Acerca de la futura Universidad Nacional de Saladillo, la zona de influencia contemplada en el proyecto de ley está conformada por los distritos de Bolívar, Chivilcoy, Bragado, Tapalqué, Lobos, San Miguel del Monte y 9 de Julio, cuyas distancias oscilan con respecto a la sede central entre 100 y 150 kilómetros.

Desde hace alrededor de 30 años, en Bolívar y Saladillo existen extensiones áulicas de distintas universidades. En 1991, por ejemplo, comenzó a funcionar el Centro Regional Universitario Bolívar-CRUB de las universidades de Quilmes (UNQ) y Tres de Febrero (UNTREF). Cuatro años después, comenzó a gestionarse el Centro Universitario Regional Saladillo “Dr. Hugo Daniel Salomón”, que funciona desde 2018 con la participación de la UBA, la UNLP y el municipio.

Desde la experiencia

Para el titular de la Comisión de Planeamiento del CIN y rector de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ), Ernesto Villanueva, el nacimiento de una universidad “crea efectos en la población y no sólo entre los jóvenes, sino que dinamiza lo cultural y productivo”.

“Las experiencias en estos años de las nuevas universidades, como la Arturo Jauretche, fueron todas positivas. Incluso estas nuevas instituciones a crearse no les quitarán estudiantes a otras universidades”, justificó el rector de la UNAJ, que fue creada en 2010.

En declaraciones a este suplemento, subrayó que otro de los aspectos que se analiza en un proyecto “es ver cómo una universidad favorece el desarrollo científico y tecnológico del propio territorio, porque en las casas de estudio se encuentra mucha investigación que se va generando y en varios años se mejora la región”.

“En estos casos, en sus ciudades, existen instituciones que son subsedes de otras. Por los tanto, no se parte de cero. Es decir que no se crean desde la nada, porque ya hay académicos y profesionales en condiciones de cubrir los cargos. Lo digo por experiencia propia. Hay muchos profesionales en las cercanías”, argumentó Villanueva.

Consultado sobre los plazos de concreción, aclaró que “para crear una universidad se necesita una cierta maduración y lleva tiempo”, y recodó que “en el mundo ha sido así, porque se van creando desde la comunidad, desde abajo”.

Página 12

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Argentina: La UBA celebró sus 200 años

América del Sur/Argentina/15-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.pagina12.com.ar

Se entregaron distinciones a 200 personalidades destacadas de la universidad pública, entre ellas, Alberto Fernández.

«Toda mi vida estaré agradecido a lo que esta universidad me ha dado, toda la vida. Porque si algo soy, en gran medida se lo debo a esta universidad», señaló el presidente Alberto Fernández. Fue al cerrar el acto de conmemoración por los 200 años de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que se llevó a cabo en la Facultad de Derecho y contó con la presencia de 200 personalidades destacadas ligadas a la UBA que, por su trayectoria en el campo profesional, académico, científico, cultural y empresarial y/o de gestión, recibieron una distinción simbólica de la universidad. Fernández compartió escenario con el rector de la institución, Alberto Barbieri, y el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Ramiro Fernández Sarraf. “Hicimos 200 años de historia. Sigamos formando el futuro que nuestro país necesita”, dijo el rector en el acto.

En el Salón de Actos de la Facultad de Derecho, doscientas personalidades egresadas de la UBA, representantes de los docentes, no docentes y estudiantes, también funcionarios de distintas áreas, se reunieron para celebrar el bicentenario de la Universidad de Buenos Airesfundada el 12 de agosto de 1821 en la Manzana de las Luces por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez, y su ministro de gobierno, Bernardino Rivadavia.

La ceremonia fue conducida por les periodistas Luciana Rubinska y Marcelo Bonelli, y fue transmitida en vivo a través de las redes sociales oficiales de la UBA. Incluyó un show artístico, en el que Elena Roger interpretó el Himno Nacional acompañada por su orquesta Escalandrum. Como cierre del acto, cantó «Yo vengo a ofrecer mi corazón».

Egresado y docente de la Facultad de Derecho, Alberto Fernández definió a la Universidad de Buenos Aires como la «prueba ejemplar de cómo se puede construir una sociedad con una escala social ascendente«, y consideró a la institución un «lugar magnífico donde se puede encontrar respeto en la diversidad y pluralidad en grado extremo».

Fernández recordó que recién durante el gobierno de Juan Domingo Perón se garantizó la gratuidad de los estudios superiores. “La gratuidad fue central para el desarrollo del conocimiento argentino porque permitió que los hijos de los obreros pudieran estudiar”, subrayó. Asimismo valoró que el ex presidente Raúl Alfonsín “hizo irrestricto el ingreso a la universidad y así se amplió el espacio de libertad para acceder al estudio universitario”.

«Estoy orgullo de poder estar en los 200 años de la universidad a la que más amo, a la que todo le debo«, expresó conmovido el Presidente. Y agregó: «Aquí conocí a mis amigos, a mis mentores, aquí me eduqué. Toda mi vida estaré agradecido a lo que esta universidad me ha dado».

«Felices 200 años mi querida Universidad de Buenos Aires», concluyó el presidente Fernández.

Alberto Barbieri, quien ejerce como rector de la UBA desde el 2014, dijo no encontrar “ningún ejemplo de desarrollo sostenido en el tiempo en donde la universidad no haya tenido un rol central. Es por eso que hoy, a 200 años de nuestra fundación, vengo a proponerles que construyamos una sociedad más justa e inclusiva”, dijo.

Participó también de la ceremonia, en representación de los alumnos, el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires, Ramiro Fernández Sarraf. “Hoy me toca ser la voz de miles de estudiantes, y me pone muy contento y me llena de emoción estar delante de toda esta gente tan importante por lo que representan dentro de la universidad. La UBA es patrimonio de la humanidad. ¿Qué duda puede caber?».

La distinción

Durante la ceremonia, se entregó una distinción a 200 personalidades destacadas de la universidad pública, en reconocimiento a su trayectoria y compromiso con los valores de la casa de altos estudios. El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, subió al escenario en representación del conjunto a recibir una medalla, que le fue entregada por el Presidente y el rector Alberto Barbieri.

«Hemos elegido a los que evidencian la pluralidad y la diversidad que conforman el mosaico de nuestra comunidad, la UBA forma profesionales con espíritu y pensamiento crítico y queremos una universidad que no deje de mirar las necesidades de su pueblo», enfatizó Barbieri.

Enter los distinguidos se cuentan el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la cofundadora de Madres de Plaza de Mayo y psicóloga social Nora Cortiñas; el exjuez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni; el expresidente Eduardo Duhalde y la pedagoga Adriana Puiggrós. También fueron reconocidos el médico infectólogo Pedro Cahn;  el abogado y periodista de Página/12 Mario Wainfeld; la viróloga Andrea Gamarnik y el ex rector Guillermo Jaim Etcheverryentre muchos otros.

Además, en el acto estuvieron presentes acompañando al Presidente, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; los ministros de Educación, Nicolás Trotta; del Interior, Eduardo de Pedro, el canciller Felipe Solá; y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Los festejos de la UBA por sus 200 años continuarán. Este sábado 14 se inaugurará una muestra fotográfica con un recorrido por los dos siglos de la UBA, que se exhibirá al aire libre y para toda la comunidad en Plaza Houssay, ubicada en avenida Córdoba 2100, en la Ciudad de Buenos Aires.

El acto en la Facultad de Derecho

El listado completo de las 200 personalidades distinguidas

Fuente e Imagen: https://www.pagina12.com.ar/361213-la-uba-celebro-sus-200-anos
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México: Escuelas públicas, sin insumos para limpieza ni capacitación al personal para evitar contagios

Sin acceso a insumos de limpieza ni equipo de protección, personal de intendencia denunció que en este regreso a clases “somos los más olvidados. No hemos tenido apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) ni para darnos un cubrebocas o una careta, todo lo hemos comprado nosotros”.

En el inicio de la jornada de limpieza de las escuelas, en el que la mayoría de los planteles permanecieron cerrados, como se observó en un recorrido realizado por La Jornada, manifestaron: “no se nos ha dado ninguna capacitación que permita evitar contagios durante las tareas de higiene diaria que se deberán realizar en los centros escolares, una vez que se regrese a clases presenciales”.

En entrevista, asistentes de apoyo a la educación de escuelas primarias, señalaron que “son pocos los padres de familia que vienen a apoyar para recuperar las instalaciones. En nuestro plantel todo lo hicimos nosotras, con lo que trajimos de casa, y con todo el temor, porque son más de 15 meses con los edificios cerrados, y ahora nos dicen que también estaremos en el primer filtro de control sanitario en el ingreso a los planteles, y sin cómo cuidarte, porque hasta la careta la compramos de nuestro bolsillo”.

Rechazan participar en la jornada profesores y padres

Por su parte, directores, profesores y padres de familia rechazaron participar en la jornada de limpieza convocada por la SEP del 11 al 13 de agosto ante el creciente número de contagios de Covid-19 registrados.

“En la escuela determinamos que era un gran riesgo que acudiéramos maestros, padres de familia y cuerpo directivo, así que se convocó a sesión extraordinaria de Consejo Técnico Escolar, para escuchar qué opinan los padres sobre el riesgo de acudir a limpiar la escuela”, destacó un director de primaria.

A pesar de que el calendario escolar 2021-2022, aprobado por la SEP, establece que a partir de este miércoles debían reactivarse los Comités Participativos de Salud Escolar e iniciar la limpieza de todos los centros escolares del país, en un recorrido por diversas alcaldías de la Ciudad de México se constató que la mayoría de las escuelas públicas de prescolar, primaria y secundaria permanecieron cerradas.

Rafael Martínez, padre de familia de la Secundaria Técnica 30, en la colonia San Felipe de Jesús, destacó que “no es por falta de voluntad, pero tampoco te puede pedir la SEP que te arriesgues a un contagio en plena tercera ola, y cuando no son pocos los vecinos y conocidos que se han enfermado del Covid, además de que a media semana ni cómo dejar la chamba”, expresó.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/08/12/politica/escuelas-publicas-sin-insumos-para-limpieza-ni-capacitacion-al-personal-para-evitar-contagios/

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