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Educación Pública o Macri

Mariano Rosa

Coordinador nacional de la Juventud Socialista del MST

Finalmente pasó. Impresionante movilización educativa con más de 40 mil estudiantes, docentes y no-docentes ocupando las calles. La marcha del jueves 12 de mayo prueba que sobra fuerza en el movimiento surgido desde abajo para torcer el rumbo del ajuste PRO. La perspectiva, tareas y una orientación para la continuidad.

Se respiraba en los días previos. Había «perfume a rebelión educativa». Decenas y decenas de clases públicas, asambleas en dinámica creciente. Algunas primeras tomas de facultades, Filosofía, Sociales y Psicología. Así se fue perfilando el punto de inflexión que alteró la relación de fuerzas. La gota que rebalsó el vaso fue la orientación provocadora de eficientismo neoliberal a destiempo, que multiplicaron en declaraciones públicas funcionarios del gobierno de PRO-Cambiemos. Los decanos de la UBA, por su parte, explicando que así «no se llegaba a pagar los servicios de las facultades y había que cerrar». El ministro Bullrich tuiteando con desparpajo que «no hay crisis, es un conflicto provocado». Esto sumado a las condiciones de ajuste general, fueron los detonantes. Primero arrancó como conflicto salarial docente con fuerte acompañamiento estudiantil.

Pero con el correr de las semanas, el ascenso se fue gestando y tomó forma de movimiento en defensa de la educación pública. Miles y miles ocupamos las calles de Buenos Aires ante la indiferencia de las empresas mediáticas y la sobreactuada despreocupación de la política tradicional. Sin embargo, esos actores saben que Macri abrió varios frentes de tormenta con despidos, tarifazos y ajuste, pero que con el movimiento estudiantil se metieron con un sector muy sensible de la población que, desde el punto de vista de su predisposición a luchar, tiene todas las marcas de la generación del 2001. ¿Cómo sigue la pelea? El rol de las conducciones y nuestros planteos Para empezar ya se sabe que el PRO operó contrarreloj para desactivar el proceso. Obviamente cuenta con aliados en el movimiento. Ya Barbieri, rector de la UBA, recibió su cuotaparte para bajar la guardia: 150 millones para servicios y 500 millones más para el funcionamiento de hospitales.

Además, un compromiso de palabra de reactivar las obras en -casualmente- las 3 facultades tomadas la semana pasada. Se sabe que la Franja Morada-Nuevo Espacio en la UBA-, con eso pretende dar por cerrado el conflicto. El kirchnerismo por su parte, mostró su orientación estratégica. En la marcha multitudinaria que pasó por el Ministerio de Educación y siguió hasta Plaza de Mayo, al corazón del poder político, dejó a las agrupaciones, funcionarios y diputados K en el camino. No siguieron hasta la Plaza del Pueblo. La consigna de este sector es «que se doble, pero que no se rompa». Es decir: esmerilar a Macri, para desgastarlo electoralmente de cara al 2017 y ganar «algo» en el conflicto para poder justificar la salida del mismo. Sin embargo, lo central es que la fuerza de arrastre del proceso impuso una unidad de acción en las calles que logró arrancar al macrismo lo que no quería dar: 1000 millones de presupuesto y, lo cualitativo, una nueva oferta salarial a la docencia que mejora sustancialmente el ridículo 15% inicial.

Esa es una moraleja de esta etapa del movimiento: con unidad plural en las calles y paro sostenido en los lugares de estudio, se puede torcer el rumbo capitalista ajustador del gobierno nacional.

A la Plaza otra vez: construir una nueva Marcha Nacional Educativa
La docencia universitaria está discutiendo en asambleas de todo el país cómo seguir. En la UBA ganó el rechazo a la nueva oferta del PRO y profundizar la unidad docente-estudiantil por más salario, presupuesto y boleto gratuito. Las asambleas estudiantiles en la UBA están votando profundizar con una nueva Marcha Nacional Educativa a Plaza de Mayo la semana que viene. Eso propusimos como moción central. En todo el país empieza a crecer el proceso de ascenso. Hay que tonificarlo y unificar el movimiento a escala nacional. Planteamos a las direcciones de Centros y Federaciones que impulsen, que convoquen a luchar y en el caso de la FUBA, que el PO y Patria Grande convoquen urgentemente un Congreso Extraordinario para discutir desde abajo como desenvolver el movimiento hasta ganar. Hay orientaciones opuestas -obviamente- en la Franja Morada y el PJ en el interior del país, y en la UBA.

Pero lo llamativo también es la reticencia y hasta negación de las conducciones de izquierda a abrir el juego, a democratizar el proceso por la base. Vamos a insistir a fondo: unidad para ocupar las calles y debate colectivo desde abajo para decidir entre todos y todas. Esa es nuestra línea central.

A la universidad se viene a estudiar y a hacer política

Desde que arrancó el gobierno de Macri está aplicando un ajuste muy severo sobre trabajadores, sectores medios y ahora la educación. Este gobierno actúa sostenido más que por fortaleza propia, por apoyos ajenos. Las centrales sindicales no llaman a parar y en la gestión del ajuste, son todos aliados: Massa, el PJ, los gobernadores. En el movimiento estudiantil y universitario, los aliados privatistas de Macri la tienen más difícil para maniatar el proceso. Intentan por arriba, pero les cuesta. Instalan en la opinión pública con sus voceros orgánicos de Clarín y La Nación el cuestionamiento a la gratuidad y el ingreso irrestricto, conquistas claves de la universidad Argentina.

Pero están lejos de poder imponerse. Hasta un juez federal falló a favor de las autoridades peronistas de la UNLAM -La Matanza- habilitando el examen de ingreso, con el aplauso entusiasta del ministro Bullrich. Pero, no van a poder. Hay que desarrollar el movimiento conscientes de los obstáculos por «arriba» en las cúpulas dirigenciales que enfrentamos. Por eso, la tarea que tenemos para encarar es doble. Por un lado, impulsar la más amplia unidad en la lucha para ganar todos nuestros reclamos. Ahí, en esa trinchera caben sin distinciones todos los que estemos por presupuesto, salario docente y boleto gratuito. Pero a la vez, tenemos que ir construyendo nuestra propia organización política para no tener que lidiar con estas cúpulas a las que hay que «obligar» o cuidarse siempre de que no nos entreguen, porque juegan para el otro equipo.

Los estudiantes junto con los trabajadores y trabajadoras, el movimiento de mujeres, sectores medios, intelectuales, activistas socioambien-tales, tenemos que construir nuestra propia herramienta por otro modelo de universidad -masiva, abierta, sin injerencias capitalistas- integrado a otro modelo social. ¿Alrededor de qué planteos? Nosotrxs pensamos -y proponemos- que esa organización para luchar por otra Argentina tiene que ser anticapitalista y socialista, profundamente antipatriarcal y feminista, ecosocialista, democrática y que luche por la unidad plural de la izquierda para ser alternativa de poder. La Juventud Socialista del MST, con presencia militante en todo el país, plantea ese desafío.

Somos una organización en construcción, de puertas abiertas a toda la rebeldía que está dispuesta a construir colectivamente otro presente, otra perspectiva. Y sí, hacemos política. Estudiamos, luchamos y hacemos política, y de la buena, la revolucionaria. Porque nosotros nos ocupamos de eso, nosotros ocupamos ese terreno, el de la decisión de nuestro futuro. Es un buen momento, empezá a militar con nosotros, porque dar vuelta todo es una tarea de muchos y de muchas.

Fuente del articulo: http://www.aporrea.org/educacion/a228640.html
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Un nuevo rumbo para la educación en América Latina

 El sistema educativo en México y América Latina en general está fallando y reconocerlo es el primer paso para comenzar a cambiarlo

La educación pública es financiada por todos, sin importar si el contribuyente hace uso de ella o no. (UCN)

La educación es el medio más eficaz de un país para salir adelante. No es mentira que entre más educado sea un pueblo, más difícil será  controlarlo o engañarlo, como tampoco lo es el hecho de que una sociedad sin educación está condenada al estancamiento económico y humano.

Actualmente es muy común aceptar la idea de que la educación debe ser proporcionada por el Estado. En México, por ejemplo, el artículo tercero de la Constitución Mexicana nos habla de que la educación tiene que ser “laica, gratuita, obligatoria y de calidad” y hemos crecido repitiendo dicho principio y dándolo por hecho sin siquiera poder atrevernos a cuestionarlo.

Aunque de modo moral y legislativo, garantizar la educación universal pareciera ser un proyecto válido y de elemental justicia, en la práctica terminan por imponerse argumentos de mayor peso en el mundo real como lo son la simple lógica económica o la baja efectividad generalizada por parte de las instituciones gubernamentales.

Lo “gratuito” no existe. Cuando un Gobierno nos ofrece alguna solución o apoyo, no se está financiando por arte de magia ni por las generosas aportaciones de los funcionarios públicos; es sólo a través de nuestros impuestos que dichas iniciativas pueden llevarse a cabo y la educación no es la excepción a esta aseveración.

Por más que quisiéramos que la educación fuese gratuita, la realidad es que no lo es. Para poder brindar educación es necesario pagar salarios de profesores, construir y mantener infraestructura y contratar prestadores de servicios administrativos entre muchos gastos y costos más.

Tenemos pues que la educación pública parte del principio de quitarle a alguien una parte de su riqueza a través de impuestos para entregársela después a un tercero en forma de educación. Si bien se puede argumentar que tal vez la importancia del tema en cuestión podría justificar dicho intercambio involuntario, lo que no se puede negar es que el sistema no está funcionando como debería: en un estudio realizado por la OCDE, en el año 2015, México ocupó el lugar 36 de 36 países evaluados en materia educativa y al resto de países latinoamericanos no les fue mucho mejor.

Todo pareciera indicar que el tema tiene que ver con asuntos presupuestarios y es verdad en parte, pero no por falta de recursos como se podría suponer. El presupuesto que México invierte per cápita en educación, es similar al que invierte un país puntero en el rubro como lo es Corea del Sur. La diferencia radica en la efectividad del presupuesto: mientras que en México el presupuesto se gasta mayoritariamente en salarios, lujos y burocracia ejercida por líderes sindicales, maestros y administrativos, en el país asiático se invierte en infraestructura, tecnología y en el desarrollo de modelos educativos eficientes.

Otro factor relevante es el hecho de que el tiempo formativo típico para los alumnos en México es de 562 horas al año, mientras que en otros países como Corea del Sur es 1.195, en Finlandia 1.172, en Estados Unidos 710 y en Francia 875.

El monopolio de los programas de estudio por parte del Estado es otro factor a considerar. Sin importar si la institución educativa es privada o pública, las mismas no pueden brindar servicios de educación oficialmente si sus programas de estudio no han sido previamente aprobados por la Secretaría de Educación Pública. Esto genera el sometimiento de las instituciones educativas a las ocurrencias y decisiones de algunos pocos funcionarios públicos y un constante cambio de rumbo de acuerdo al periodo político en el que el país se encuentre.

El adoctrinamiento institucional es otro tema preocupante. Algunos ejemplos claros son la excesiva carga de oficialismo que manejan los libros de historia en los niveles de primaria y secundaria o el adoctrinamiento estatista en las universidades públicas por parte de carismáticos y queridos profesores “revolucionarios” que promueven la importancia de luchar contra un sistema del que ellos mismos forman parte.

La educación pública es financiada por todos, sin importar si el contribuyente hace uso de ella o no. Por eso nadie debe ser indiferente ante el mal uso que se dan a los recursos en dichas instituciones cuando sin ninguna clase de remordimiento, deciden irse a huelga en respuesta a la más mínima provocación.

Las instituciones privadas no se van a huelga, porque entienden que sería comprometer su prestigio como organización y el de sus alumnos egresados, y sobre todo porque saben que se vería reflejado en una pérdida significativa de alumnos matriculados y eventualmente en pérdidas económicas. Mientras tanto, en las instituciones públicas se crea una falla de mercado artificial, porque políticos y burócratas saben que se pueden ir a paro por un tiempo indefinido sin dejar de recibir presupuesto ni salarios y que los alumnos no abandonarán la institución porque no tienen otra opción realmente viable.

Lo más grave, desde un punto de vista cultural, es el tipo de formación y el ejemplo que están recibiendo miles y miles de alumnos, quienes crecen defendiendo este tipo de sistemas y personajes, y cuando salen al mercado laboral están acostumbrados a lograr objetivos a través de la fuerza o negociaciones políticas y no a través de capacidades y méritos propios.

Estamos formando luchadores sociales en un país que necesita de forma desesperada un sinfín de científicos, ingenieros y sobre todo emprendedores que se atrevan a materializar sus metas a través de una vida productiva.

Es importante no cerrar los ojos ante lo evidente: el sistema educativo en México y América Latina en general está fallando y reconocerlo es el primer paso para comenzar a cambiarlo.

Necesitamos encontrar mecanismos para dar incentivos a los alumnos para escoger y dar su mejor esfuerzo por formarse en carreras productivas y crear métodos de sanción para aquellos profesores e instituciones que no cumplan con su misión principal, que es dar herramientas a sus alumnos para competir y valerse por sí mismos. Liberalizar el mercado educativo proveería de ambos.

Tomado de: http://es.panampost.com/rafael-ruiz-velasco/2016/05/26/nuevo-rumbo-educacion-america-latina/

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Un nuevo rumbo para la educación en América Latina

México/26 de Mayo de 2016/panampost

Por: Rafael Ruiz Velasco

El sistema educativo en México y América Latina en general está fallando y reconocerlo es el primer paso para comenzar a cambiarlo.

La educación es el medio más eficaz de un país para salir adelante. No es mentira que entre más educado sea un pueblo, más difícil será  controlarlo o engañarlo, como tampoco lo es el hecho de que una sociedad sin educación está condenada al estancamiento económico y humano.

Actualmente es muy común aceptar la idea de que la educación debe ser proporcionada por el Estado. En México, por ejemplo, el artículo tercero de la Constitución Mexicana nos habla de que la educación tiene que ser “laica, gratuita, obligatoria y de calidad” y hemos crecido repitiendo dicho principio y dándolo por hecho sin siquiera poder atrevernos a cuestionarlo.

Aunque de modo moral y legislativo, garantizar la educación universal pareciera ser un proyecto válido y de elemental justicia, en la práctica terminan por imponerse argumentos de mayor peso en el mundo real como lo son la simple lógica económica o la baja efectividad generalizada por parte de las instituciones gubernamentales.

Lo “gratuito” no existe. Cuando un Gobierno nos ofrece alguna solución o apoyo, no se está financiando por arte de magia ni por las generosas aportaciones de losfuncionarios públicos; es sólo a través de nuestros impuestos que dichas iniciativas pueden llevarse a cabo y la educación no es la excepción a esta aseveración.

Por más que quisiéramos que la educación fuese gratuita, la realidad es que no lo es. Para poder brindar educación es necesario pagar salarios de profesores, construir y mantener infraestructura y contratar prestadores de servicios administrativos entre muchos gastos y costos más.

Tenemos pues que la educación pública parte del principio de quitarle a alguien una parte de su riqueza a través de impuestos para entregársela después a un tercero en forma de educación. Si bien se puede argumentar que tal vez la importancia del tema en cuestión podría justificar dicho intercambio involuntario, lo que no se puede negar es que el sistema no está funcionando como debería: en un estudio realizado por la OCDE, en el año 2015, México ocupó el lugar 36 de 36 países evaluados en materia educativa y al resto de países latinoamericanos no les fue mucho mejor.

Todo pareciera indicar que el tema tiene que ver con asuntos presupuestarios y es verdad en parte, pero no por falta de recursos como se podría suponer. El presupuesto que México invierte per cápita en educación, es similar al que invierte un país puntero en el rubro como lo es Corea del Sur. La diferencia radica en la efectividad del presupuesto: mientras que en México el presupuesto se gasta mayoritariamente en salarios, lujos y burocracia ejercida por líderes sindicales, maestros y administrativos, en el país asiático se invierte en infraestructura, tecnología y en el desarrollo de modelos educativos eficientes.

Otro factor relevante es el hecho de que el tiempo formativo típico para los alumnos en México es de 562 horas al año, mientras que en otros países comoCorea del Sur es 1.195, en Finlandia 1.172, en Estados Unidos 710 y en Francia 875.

El monopolio de los programas de estudio por parte del Estado es otro factor a considerar. Sin importar si la institución educativa es privada o pública, las mismas no pueden brindar servicios de educación oficialmente si sus programas de estudio no han sido previamente aprobados por la Secretaría de Educación Pública. Esto genera el sometimiento de las instituciones educativas a las ocurrencias y decisiones de algunos pocos funcionarios públicos y un constante cambio de rumbo de acuerdo al periodo político en el que el país se encuentre.

El adoctrinamiento institucional es otro tema preocupante. Algunos ejemplos claros son la excesiva carga de oficialismo que manejan los libros de historia en los niveles de primaria y secundaria o el adoctrinamiento estatista en las universidades públicas por parte de carismáticos y queridos profesores “revolucionarios” que promueven la importancia de luchar contra un sistema del que ellos mismos forman parte.

La educación pública es financiada por todos, sin importar si el contribuyente hace uso de ella o no. Por eso nadie debe ser indiferente ante el mal uso que se dan a los recursos en dichas instituciones cuando sin ninguna clase de remordimiento, deciden irse a huelga en respuesta a la más mínima provocación.

Las instituciones privadas no se van a huelga, porque entienden que sería comprometer su prestigio como organización y el de sus alumnos egresados, y sobre todo porque saben que se vería reflejado en una pérdida significativa de alumnos matriculados y eventualmente en pérdidas económicas. Mientras tanto, en las instituciones públicas se crea una falla de mercado artificial, porque políticos y burócratas saben que se pueden ir a paro por un tiempo indefinido sin dejar de recibir presupuesto ni salarios y que los alumnos no abandonarán la institución porque no tienen otra opción realmente viable.

Lo más grave, desde un punto de vista cultural, es el tipo de formación y el ejemplo que están recibiendo miles y miles de alumnos, quienes crecen defendiendo este tipo de sistemas y personajes, y cuando salen al mercado laboral están acostumbrados a lograr objetivos a través de la fuerza o negociaciones políticas y no a través de capacidades y méritos propios.

Estamos formando luchadores sociales en un país que necesita de forma desesperada un sinfín de científicos, ingenieros y sobre todo emprendedores que se atrevan a materializar sus metas a través de una vida productiva.

Es importante no cerrar los ojos ante lo evidente: el sistema educativo en México yAmérica Latina en general está fallando y reconocerlo es el primer paso para comenzar a cambiarlo.

Necesitamos encontrar mecanismos para dar incentivos a los alumnos para escoger y dar su mejor esfuerzo por formarse en carreras productivas y crear métodos de sanción para aquellos profesores e instituciones que no cumplan con su misión principal, que es dar herramientas a sus alumnos para competir y valerse por sí mismos. Liberalizar el mercado educativo proveería de ambos.

Fuente: http://es.panampost.com/rafael-ruiz-velasco/2016/05/26/nuevo-rumbo-educacion-america-latina/

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Chile: Financiamiento de la educación pública será el centro del debate en el Senado

Chile/25 de mayo de 2016/ Fuente: Diario financiero.

Ministra Delpiano ratificó que tema se discutirá en legislación aparte y parlamentarios piden que fórmula sea vía matrícula.

Un anticipo del debate que enfrentará en el Senado el proyecto de ley que fortalece la educación pública, más conocido como la desmunicipalización, se registró ayer en el marco de un seminario realizado por la Universidad. de Chile, donde participaron los senadores Ignacio Walker (DC), Carlos Montes (PS), el diputado Giorgio Jackson y la ministra de Educación, Adriana Delpiano, a quien le correspondió participar en el primer panel, por lo que no se encontró con los parlamentarios.

Ahí la secretaria de Estado ratificó un aspecto de la iniciativa que -está adportas de pasar a la Sala de la Cámara de Diputado- ya genera diferencias entre los parlamentarios del oficialismo, como es lo relacionado con la fórmula del financiamiento de la que será la futura educación pública. Y es que pese a que la titular del Mineduc admitió que el sistema el voucher “tocó techo y esto de financiar por asistencia es un tema”, sostuvo que se trata de un aspecto que estudia el Mineduc y que no se incorporará en la acual discusión legislativa.

“La subvención escolar son cerca de US$ 5.600 millones y es un tema complejo y no es que yo diga que vaya a cambiar asistencia por matrícula o esto por lo otro. Estamos estudiándolo”, señaló Delpiano, para luego precisar que “hemos iniciado el estudio para ver cómo debiera ser la subvención, cuáles son las variables más significativas en que la asistencia es una parte, pero también está la complejidad del sostenedor (…) Son todas variables a estudiar para hacer una propuesta seria, en un proyecto de ley separado que no va a ir en este proyecto y en el cual, con seriedad, le digamos a este país esta es la fórmula a cual queremos cambiar, entendiendo que lo que está ya en este proyecto es un cambio sustantivo respecto a lo que tenemos hoy en el sistema municipal”.

Al respecto el senador Montes (PS) indicó que en el actual debate del proyecto tienen que quedar claros los conceptos “si no, se hace inconsistente el sistema. Si se posterga para después no se entiende el rol del servicio local de educación”, manifestándose partidario de un financiamiento de acuerdo a la matricula, por mantención de los establecimientos y por crecimiento, entre otros, lo que habría que diferenciar del tema de los montos donde “también hay una discusión que hacer”, dijo.

A su turno, el diputado Jackson sostuvo que “sin un cambio a la estructura del voucher y de subvención a la demanda, tenemos el problema de que la educación sigue manteniéndose en una lógica no entre el estudiante y la institución, sino que entre las instituciones y quién paga que es el Estado, lo que es una relación de cuasi mercado”.

“Una contradicción”

Por su parte, el senador Ignacio Walker y actual presidente de la comisión de Educación de la Corporación, además de ser partidario de un sistema de financimiento mixto “público-privado, a la oferta y la demanda, que permita siempre atender las preferencias de las personas y las familias y esa es la subvención”; acusó una contradicción en la institucionalidad que se propone en el proyecto del gobierno.

“Hay una contradicción con una suerte de macrocefalia político administrativa que se está creando con esta Dirección de Educación Pública y un supuesto Servicio Local de Educación Pública que terminan, de alguna manera, marginando lo que es el papel central de la escuela, el Consejo Local de Educación y los directores. No vaya a ser cosa que por desmunicipalizar -lo que está bien en muchos sentidos-, vayamos a irnos al extremo opuesto que es concentrar mucho poder político-administrativo en Santiago, en una estructura borbónica”, advirtió el legislador.

En lo que sí estuvieron de acuerdo los parlamentarios con la ministra, fue en condenar la ofensiva anunciada por los estudiantes que ayer irrumpieron en La Moneda. Mientras Delpiano calificó como “destemplado” el actuar de los jóvenes y ofreció diálogo, Walker acusó una profanación a la casa de los presidentes y Montes llamó a diversificar las formas de movilizarse. Jackson en tanto, dijo que haber llegado a este punto no era deseable y que debe ser entendido como un llamado de urgencia ante las expectativas que se han creado.

Fuente: https://www.df.cl/noticias/economia-y-politica/actualidad/financiamiento-de-la-educacion-publica-sera-el-centro-del-debate-en-el/2016-05-25/210649.html

Imagen: http://static.t13.cl/images/sizes/1200×675/1440542104-auno565024.jpg

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México: El Senado respalda acciones de la SEP; benefician a miles de niños, afirman

México/23 de Mayo de 2016/Elselcior

El líder de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, señala que la educación es el vehículo para transformar a México.

El presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Emilio Gamboa, respaldó las acciones emprendidas por el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, en beneficio de los miles de niños y adolescentes que tienen derecho a una educación de calidad en todas las escuelas públicas del país.

Emilio Gamboa, también líder de los senadores del PRI, explicó que los legisladores federales saben bien que “todo cambio genera resistencias e inconformidades, en razón de que se afectan intereses que nada tienen que ver con el interés superior de la educación; todas estas reacciones deben atenderse mediante el diálogo y la aplicación de la ley, porque la educación de los niños y la juventud es la prioridad de México”.

Hace dos años, cuando el Senado aprobó las reformas en materia educativa, la mayoría de los senadores coincidió en que el sistema educativo requería de un cambio y de poner fin a los excesos que se registraban entre el magisterio; que era fundamental devolver la rectoría de la educación al Estado y quitárselo a los gremios magisteriales, el oficial y el disidente.

Ayer, Emilio Gamboa recordó que desde la visión de los legisladores del PRI, la reforma educativa es la madre de todas las reformas, porque la educación es el vehículo para transformar este país.

Consideró que el gobierno del presidente Peña Nieto revolucionó el Sistema Educativo Nacional para proporcionar novedosas herramientas a los maestros y a las nuevas generaciones y potencializar sus capacidades en la construcción de espacios de realización personal, que se reflejarán en una mejor calidad de vida con empleos dignos y mejor pagados.

Añadió que el grupo parlamentario del PRI respalda el más profundo cambio que vive México a través de la educación, porque “nos exige a todos responsabilidad, compromiso y determinación para dar resultados.

“Éstos, son posibles gracias a la participación activa de las y los buenos maestros de México, que son la inmensa mayoría  y que día a día refrendan en las aulas su compromiso con la educación”, resaltó.

APLICACIÓN DE LA LEY

  •  Conforme a la ley, en los ocho meses que Nuño lleva al frente de la SEP, nueve mil 200 profesores han sido cesados.
  • De éstos, 46.22 por ciento, es decir cuatro mil 253, fueron puestos en capilla entre jueves y viernes de la semana pasada cuando se fueron a paro en Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas.
  • El pasado 17 de marzo, se anunció el despido de tres mil 360 profesores que no presentaron su evaluación en 28 estados, y tan sólo hace cuatro días se confirmó el despido de tres mil 19 maestros en Oaxaca, Michoacán y Guerrero.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/05/23/1094346

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Chile: Lucha por la educación y por la nueva Constitución

Chile/19 de mayo de 2016/ Fuente: entorno inteligente/ Publicada 19/05/2016

En 2016 celebramos 10 años de la revolución pingüina. Aquel movimiento tuvo el mérito de unir el reclamo por la educación, que concentra el sueño de millones de chilenos a una vida mejor, con una crítica de fondo al régimen político. El «No a la LOCE» nos enseñó que, para cambiar la educación, hay que cambiar la Constitución. Antes de 2006 los intentos de cambio del modelo -desde «dentro» y desde «fuera»- habían fracasado por igual. La novedad fue la irrupción de una amplia fuerza social, que recordó a la política que la sociedad seguía existiendo. El nuevo Chile que creció en el seno del mercado, y que era apuntado como «juventud apática», tomaba en sus manos la política. De entonces fue posible pensar en nuevas fuerzas políticas de cambio, que expresaran vitalmente a esa sociedad.

Tras 2006 vino 2011, demostrando la raíz estructural del problema. La vieja política respondió reponiendo la división de lo social y lo político. Para las reivindicaciones sociales, se recetaron cambios tecnocráticos a la enseñanza en nombre de la calidad, que implicaban más recursos públicos a privados (más bonos, vouchers o créditos), y las reivindicaciones políticas simplemente se ignoraron. Irónicamente la derogación de la LOCE terminó haciendo más fuerte a la Constitución de 1980. Hubo más lucro y menos educación pública.

Ante el 2011 la receta fue distinta en discurso, pero similar en los hechos. El aumento de recursos públicos a privados no sería en nombre de la calidad sino -paradójicamente, según Eyzaguirre- de la «desmercantilización». Se profundiza el carácter subsidiario del Estado, aumentando vouchers y controles al mercado educativo, sin reconstruir sustancialmente la educación pública. En contrapartida, se levantó un proceso constituyente de baja intensidad, sin contenidos claros y sin dar la soberanía al soberano.

La separación entre reformas y cambio constitucional terminó estancando ambas cuestiones, pues impidió que la energía de la sociedad, en su malestar con el mercado, se expresara como fuerza política refundacional. La élite intenta torcer así la mano del 2006 y 2011. Invita luego a incidir en reformas de ajuste y en un proceso constitucional prefigurado cuando se trata ya de cuestiones totalmente disociadas, cada una de la otra, y ambas de la sociedad. Es tal separación el retroceso de las fuerzas de cambio. Esta autocrítica es necesaria e insoslayable.

Si la demanda de la sociedad es superar los abusos del mercado, el cambio político y social que cabe es reemplazar el mercado por derechos sociales, ampliando lo público. Es decir, acabar con el principio subsidiario del Estado, que consagra el mercado de los derechos, y ampliar los servicios públicos democráticamente construidos y administrados.

En el caso educativo, reconstruir y ampliar (en positivo) la educación pública y gratuita como prioridad, por sobre el control (negativo y prohibicionista) del mercado. Imponer el derecho a la educación y su carácter público en la nueva Constitución. Una expansión real de la democracia como contracara de una constricción del mercado. Constitucionalizar la salida del neoliberalismo.

Es hora de recuperar iniciativa y unidad. La lucha educacional sigue ahí, en un esfuerzo loable. Pero también hay otras manifestaciones sociales. Urge conducir tales luchas, como horizonte de sentido, a bregar por un cambio constitucional. Si no, quedarán como suma de intereses corporativos fragmentados. No es posible, para las fuerzas de cambio, alterar el balance del proceso constituyente si no se articulan y conducen las luchas sociales realmente existentes en una dirección de cambio constitucional, corolario de la conquista de sus demandas. Se trata, como en 2006, de politizar lo social y socializar lo político.

Esto no ocurrirá de la noche a la mañana. La constitucionalización de la lucha social es un proceso y no un «todo o nada». Pero si se unifica presión social y política, se pueden obtener avances más relevantes que lo que hasta hoy hemos visto en la regulación de mercado, imponiendo algunos puntos en una reforma educacional hoy empantanada. Fundamentalmente, es posible una reconstrucción más vigorosa de la educación superior pública, que concentre el esfuerzo del país en lugar de pagar la cuenta del mercado. Hay que reponer la idea de una educación superior masiva y pública, como horizonte, aquella cuyo proyecto desarticuló violentamente la dictadura, e invisibilizó la transición.

El movimiento social por la educación debe asumir que su radicalidad -ir a la raíz del problema- no está en lo drástico con que se regula al mercado educativo (Estado subsidiario), sino en su capacidad de imponer que tal mercado sea reemplazado por la reconstrucción y ampliación de la educación pública (Estado garante), cuya definición está dada más por su carácter democrático y abierto a la ciudadanía que por su sola condición estatal.

Así el movimiento asume una direccionalidad constituyente, como en 2006, pues altera el sentido de la Constitución de 1980 -el carácter subsidiario del Estado-, y paso a paso hace retroceder al mercado. Aunque sus conquistas no tengan de forma inmediata un rango constitucional, acumula fuerza en tal sentido, y proyecta su maduración política, haciéndose parte de la discusión de la totalidad del país y rebasando el interés corporativo.

Se conforma como una fuerza social madura, como un motor democrático de la sociedad que no solo exige «gratuidad» o becas, sino que construye en los hechos la nueva educación. Una fuerza social y cultural que se activa y moviliza también solidariamente por otras causas y movimientos, en tanto no es corporativa, y así estimula el desarrollo de un amplio movimiento popular por los derechos sociales universales, con la densidad histórica que este desafío requiere. Sin tal movimiento, todavía por construir, no hay nueva Constitución posible.

Las fuerzas de cambio deben entender que su proyección como actores políticos relevantes no está en una suerte de canje electoral del malestar contra la vieja política, sino en su capacidad de imponer transformaciones. Es decir, en desarrollarse juntas con el movimiento social en su maduración y politización, sin reducirlo a una base electoral de descontento inorgánico.

Si son tentadas al electoralismo, si el desarrollo y maduración del movimiento social deja de ser prioritario para ellas, las fuerzas de cambio descubrirán, una vez en las instituciones, que el Estado no es fuente mágica de poder sino expresión de poderes sociales. Así, su desarrollo político no se cuenta solo en votos ni encuestas. Se juega en cuánto alteren hoy, a fin de cuentas, la vida cotidiana de los chilenos. Y la incorporación de los chilenos a la política se juega en cuánto pueda esta alterar su vida cotidiana. Esta transformación supone un intrincado proceso de lucha social y política, en una combinación de movilización social y participación institucional, sin descuidar ninguna de las dos.

En lo inmediato, se trata de incidir en las reformas desde las luchas sociales, proyectándolas políticamente -incluida la lucha electoral cuando corresponda- hacia una transformación constituyente, que no será inmediata.

A 10 años de la revolución pingüina, y del surgimiento del nuevo movimiento popular chileno, quienes hemos sido parte de sus luchas sociales y de sus intentos de refundación política, tenemos la responsabilidad de transformar el «No a la LOCE» en una propuesta afirmativa: en la reconstrucción de los derechos sociales y del espacio público como ampliación democrática. Es de tal proceso, en la medida que avance en transformaciones reales, que se construirá en caliente una nueva y plural fuerza política democrática, en el seno del movimiento popular del siglo XXI.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8427154/Lucha-por-la-educacion-y-por-la-nueva-Constitucion-19052016

Imagen: http://www.educacion360.org/media/k2/items/cache/00e7056ec788d5b42162a6c13dbba43c_XL.jpg

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Brasil: Com Mendonça Filho, ministério sinaliza para privatização na educação

Trabalhadores do setor veem com «surpresa e preocupação» indicação do parlamentar do DEM para comando do MEC

«Mendonça Filho nunca teve nenhuma ação, nunca falou ou pensou na perspectiva da educação», diz Heleno Araújo, coordenador do Fórum Nacional de Educação (FNE), que reúne 50 entidades representantes da sociedade civil e do poder público no setor, e secretário de Assuntos Educacionais da Confederação Nacional dos Trabalhadores em Educação (CNTE/CUT).

«O ponto mais preocupante de tudo isso é a diminuição dos recursos para a Educação», afirma o presidente da Associação Nacional de Política e Administração da Educação (Anpae), João Ferreira de Oliveira, em referência à proposta de desvinculação de recursos orçamentários para a área, constante do programa oficioso do PMDB «Uma ponte para o futuro», desobrigando estados e municípios, bem como a União, a cumprirem com percentuais mínimos em gastos como a Educação, como determina a Constituição.

Representantes de importantes entidades que atuam na formulação de políticas públicas para a Educação dizem que a nomeação de Mendonça Filho para o ministério da Educação sinaliza um viés privatizante a ser adotado nos próximos anos, com o enfraquecimento da proposta inclusiva que vinha sendo adotada até então, com programas como o Fies, o ProUni e a expansão das universidades federais. A meta de aplicação dos 10% do PIB no ensino público a ser alcançada em 2024, conforme definição do Plano Nacional de Educação, aprovado em 2014, também deve ficar ainda mais distante.

Heleno Araújo, pernambucano como o novo ministro, destaca que durante a gestão do governador Jarbas Vasconcelos, com Mendonça Filho como vice, e mais especificamente em 2005, quando Jarbas sai do governo para se candidatar ao Senado, e Mendonça assumiu o governo, ganhou força o processo de privatização das escolas estaduais do estado, projeto «experimental» que alcançou 14 unidades e depois foi alterado e expandido por Eduardo Campos.

Iniciador dessa experiência que envolvia parceria com a iniciativa privada, o Ginásio Pernambucano, um dos maiores e mais tradicionais colégios de Recife, que recebia em torno de 2.200 alunos até então, passou por reforma financiada por empresas como a Philips e o EuroBank, e reabriu atendendo a apenas 300 alunos. Os outros 1.900 alunos foram «reorganizados» e transferidos para outras unidades.

Para Heleno, o caso é ilustrativo do tipo de política de Educação acreditada por Mendonça Filho, de «políticas focalizadas» e «atendimento restrito». Além de reformar as unidades, as empresas privadas reunidas noInstituto de Corresponsabilidade pela Educação (ICE) indicavam os gestores e selecionavam os alunos. Além de apresentar resultados questionáveis do ponto do desempenho, a implementação das 14 «escolas experimentais» mascarava a realidade das mais 1.200 escolas do estado, em condições muito piores de infraestrutura.

Para João Ferreira (Anpae), a tendência é que entidades privadas como a Fundação Lehman e o Instituto Ayrton Senna passem a ter maior protagonismo na gestão da Educação. Ou ainda, como ocorre em Goiás, estado natal de Ferreira, em que a administração de uma parte das escolas públicas deverá ficar a cargo de organizações sociais, modelo amplamente em voga na administração dos hospitais por todo o país.

«A tendência é fortalecer a presença de setores e entidades privadas na condução e realização efetiva de programas, o que seria uma espécie de privatização da educação, com o enfraquecimento da educação pública», diz.

Ferreira afirma que essa orientação traz impactos negativos que vão desde a formação de professores, currículos, sistema de avaliação, além do próprio padrão de gestão das escolas. «A gente estava num processo de construção social em que a educação estava assumindo um protagonismo, com ampliação de recursos, de metas, de desenvolvimento da sociedade. Isso tudo tende a ser abortado», diz o presidente da Anpae.

Sobre as propostas de adoção de um modelo de bonificação atrelado ao desempenho dos professores, João Ferreira aponta contradição, e diz que, em vez de tal modelo «meritocrático», o caminho para a valorização da carreira do magistério passa, dentre outras coisas, pela aplicação da Lei do Piso Nacional dos Professores.

Com a carreira cada vez menos atrativa, por conta dos baixos salários e da falta de condições adequadas de trabalho, a Anpae alerta para o risco de um «apagão» na formação de professores, ainda mais no momento em que a Emenda Constitucional 59/09 passa a garantir a obrigatoriedade do ensino para crianças e jovens de 4 a 17 anos.

«Precisamos urgentemente de um crescimento da formação dos professores para atender à demanda da educação infantil e do ensino médio. É uma carreira que precisa se tornar interessante, senão o país não tem futuro. Isso não se resolve com bônus, se resolve com salário digno que torne a profissão mais atraente. O professor não funciona assim. Ele trabalha engajado, num projeto coletivo da escola. Precisa ser valorizado não por bônus, mas por salário e condições de trabalho. Escola não é empresa. É outra coisa», detalha João Ferreira.

O coordenador do FNE comenta que, durante as Conferências Nacionais de Educação, ocorridas em 2010 e 2014, os debates e deliberações apontavam para a necessidade de ampliação dos recursos para a educação, com o aumento da vinculação de impostos e contribuições. «Aí vem o PMDB propor a desvinculação desses recursos, na contramão daquilo que foi apontado em amplo debate nacional», destaca Heleno.

O documento final da Conferência realizada em 2014 apontava para a necessidade de aumentar os gastos obrigatórios da União, que passaria de 18% para 25%, e de estados e municípios, de 25% para 30%. João Ferreira lembra que foi justamente um parlamentar do PMDB o autor da emenda constitucional que determinava os gastos mínimos de cada ente federado.

Heleno Araújo frisa ainda que, no ano em que assumiu o governo de Pernambuco, Mendonça Filho nem sequer cumpriu a obrigação constitucional e terminou o ano de 2006 com gastos de 24,67%, segundo dados do Tribunal de Contas.  Ele lembra  ainda que o DEM se opôs de maneira sistemática a políticas de democratização do acesso ao ensino superior, como o ProUni, o Fies e a política de cotas.

Os especialistas também temem que a falta de diálogo com o novo ministério possa enfraquecer iniciativas como o Fórum Nacional de Educação e as conferências da área, com etapas de organização prévia e conferências municipais e estaduais que se iniciam neste ano, com vistas à realização da Conferência Nacional de Educação em 2018.

«Infelizmente, temos uma elite que não só quer ganhar mais, mas quer impedir que outros passem a ter direitos. Pessoas que têm muito, mas que não basta ter. Também querem impedir que o outro tenha. O mundo viu, durante a votação (que aprovou o impeachment da presidenta Dilma Rousseff na Câmara dos Deputados), como é a postura dessas pessoas que pensam só no privado. Não pensam no público, apesar de assumirem um cargo em que juraram defender a Constituição Federal e o povo, mas, na verdade, a sua atuação é bem privada», diz Heleno.

Fonte: Tiago Pereira, da Rede Brasil Atual

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