América del Sur/Colombia/04 de noviembre de 2016/www.elespectador.com
Marta Losada es una mujer acostumbrada a abrirse paso en territorios tradicionalmente dominados por hombres. Primero estudió física, luego física de altas energías. El Espectador conversó con la nueva vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Universidades.
La semana pasada, en Barranquilla, se reunieron representantes de más de 60 universidades. El Consejo Nacional de Rectores tenía la misión de elegir una nueva junta directiva y al tiempo discutir avances y problemas en educación superior. El auditorio estaba repleto de hombres. Pocas mujeres se colaron en esa reunión. Entre ellas estaba Marta Losada, una mujer acostumbrada a abrirse paso en territorios tradicionalmente dominados por hombres. Primero estudió física, luego física de altas energías. Universos poblados de hombres. Y ahora es rectora de la Universidad Antonio Nariño. El Espectador conversó con la nueva vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Universidades.
¿Cuántas rectoras de universidades existen en Colombia?
Creo que somos 10 o 12. Hay unas 86 universidades.
¿Es difícil para una mujer abrirse paso hasta la rectoría de una universidad?
No es sólo en Colombia. A nivel mundial, a medida que aumenta la jerarquía universitaria, disminuye la proporción de mujeres de manera muy fuerte. Es un tema que ha mejorado, pero sigue prevaleciendo una diferencia.
Es curioso, porque las mujeres hoy tienen más éxito que los hombres en acceso a cupos de pregrado.
A nivel de pregrado en el mundo el porcentaje de mujeres puede ser un 53 %. Pero si pasas a maestría, es menor y en doctorado mucho menor.
Cuéntenos un poco de su carrera.
Hice mi pregrado en física. Luego maestría, doctorado y postdoctorado en física. Mi área de especialidad es física de altas energías, donde se estudian las interacciones fundamentales de la materia a escala de energía muy alta. Trabajo en algunos proyectos internacionales. En este momento en el proyecto Atlas del CERN en Suiza con el Gran Colisionador de Hadrones.
¿Cuál cree que es el mayor reto del país en ciencia y educación superior?
Es necesario cambiar algunas políticas para acelerar el tiempo que nos está tomando cerrar brechas.
¿A qué política específicamente se refiere?
Son varias. El porcentaje de I+D (Investigación y Desarrollo). En Colombia estamos por debajo del valor que tienen algunos de los países más pobres. También es necesario aumentar la contribución del sector empresarial. En los países más desarrollados ese sector aporta mucho. El sector empresarial tiene que vincular personas con altas cualidades. Para que se complejice. Para que el sector manufacturero sea de alto valor agregado. En Colombia, solo el 10 % de exportaciones en manufactura tienen alto valor agregado.
¿Esto es un problema de política o cultura empresarial y científica?
Son todas las cosas combinadas. Colombia ha venido construyendo capacidades, pero está lejos de lo que necesita. Es importante encontrar esos nichos de mercado en que Colombia puede tener una oferta internacional que tenga un diferencial ganador. Eso es importantísimo. Hay que cambiar las políticas, pero también la cultura, que es muy difícil.
¿Y si esa es la tarea qué tanto margen de maniobra tiene una rectora como usted?
Hay que participar de manera bien argumentada para apoyar al sistema del país. Y dentro de la universidad tiene que tomar decisiones sobre cuáles son las mejores apuestas. No quedarse en la mirada nacional sino internacional. Lo que he hecho es trabajar alianzas internacionales. No solo en mi especialidad. El reto es poner a todas las áreas en cooperación y alianzas internacionales. Otra de las cosas es mirar a nivel gremial. Como asociación de universidades nos hemos acercado a las organizaciones de otros países. Por ejemplo, a la conferencia de rectores franceses, a los rectores de España. Tenemos problemas similares. A veces encontramos buenas prácticas que nos puede servir.
¿Cómo ha sido su experiencia con Colciencias y los problemas de gestión de recursos? Dicen que no saben qué hacer con 1,2 billones de pesos.
El espíritu de la ley de regalías es muy bueno. Pero quedó limitado de tal manera que la ejecución en la práctica y los recursos que llegan a las universidades es muy bajo. Ahí hay un problema estructural grande. Hay que hacer ajustes para que los que más hacemos investigación podamos acceder a recursos. Eso no significa que se deba dejar de empujar al sector empresarial para que haga ciencia.
Tomado de: http://www.elespectador.com/noticias/educacion/empresarios-deben-aportar-ciencia-rectora-universidad-a-articulo-663632