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Docentes, Nicaragua, Cooperación genuina, educación rural

Universidad en el Campo busca ampliar cobertura escolar en Nicaragua

Centroamérica/Nicaragua/28 Mayo 2020/prensa-latina.cu

El programa Universidad en el Campo (Unicam) fue lanzado hoy en Nicaragua como parte del Plan Nacional de Desarrollo, que pretende ampliar la cobertura escolar fuera de las ciudades con modalidades flexibles y pertinentes.
Divulgado por el Gobierno a través de los principales medios estatales, la iniciativa prevé la incorporación de 40 mil estudiantes de las zonas rurales de los 153 municipios del país en el cuatrienio 2020-2024.

Entre sus objetivos principales tiene la intención de fortalecer el sistema educativo nacional, su vinculación y presencia en las familias y comunidades, al contribuir a la eliminación de la pobreza.

Otro aspecto que persigue es continuar la implementación de los planes estratégicos para la transformación de la realidad social y construcción de una educación para el bien común y la paz.

La Unicam intentará también evitar la migración del campo a la ciudad, al mejorar los niveles de vida en las zonas rurales mediante una educación que brinde competencias para transformar el entorno de las personas que formen parte.

El programa tiene como antecedente el de Secundaria a Distancia en el Campo, puesto en práctica en 2014 y que brindó acceso educativo a miles de jóvenes y adultos que viajaban distancias largas para asistir a las escuelas de secundaria regular.

Cuatro sedes universitarias asumirán la iniciativa, encabezadas por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, con sus dos sedes en Managua y León, y se ofertarán de 22 carreras universitarias.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=368905&SEO=universidad-en-el-campo-busca-ampliar-cobertura-escolar-en-nicaragua
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Colombia: Los retos de la educación superior después de la Covid-19

América del Sur/Colombia/24-05-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co

El mundo virtual tomó importancia durante la coyuntura del coronavirus.

La Covid-19, sin duda, llegó al planeta para cambiar el mundo como lo conocíamos. Todos los sectores tuvieron que hacer un alto en el camino para encontrar nuevas opciones y la educación, por supuesto, no es la excepción.

Según un estudio realizado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, en Colombia el acceso a Internet desde el hogar llegó al 64%, y al menos el 72% de los colombianos ya cuentan con un teléfono inteligente para utilizar herramientas digitales.

Por esta razón y entendiendo que la llegada del coronavirus cambió todo, las instituciones educativas se vieron en la necesidad de transformar sus aulas y llevar las clases al mundo virtual, esto como una medida de precaución y que por lo menos en universidades llevó a que el primer semestre de este 2020 se desarrollará en los ecosistemas digitales.

Al menos 500 instituciones educativas en el país innovaron en su sistema de enseñanza para lograr dictar clases virtuales sin alejar a los estudiantes de ese aprendizaje que necesita un acompañamiento de docentes y planeación.

El Ministerio de Educación se unió a la causa y dispuso 1.5 billones de pesos para crear una línea de crédito que permita fortalecer el sistema educativo colombiano. Otra de las medidas del Ministerio fue crear un fondo solidario con el objetivo de apoyar a los estudiantes de educación superior que pertenezcan a los estratos uno y dos.

IMPORTANCIA DEL MUNDO VIRTUAL

Por otra parte, la Comisión de Regulación de Comunicaciones reveló que en Colombia, en las últimas semanas, el tráfico de Internet en el país incrementó en más del 30 %, debido a que las personas realizan teletrabajo o desarrollan sus estudios desde casa, demostrando que sí se puede evolucionar el nivel educativo con un ecosistema digital pertinente y útil para los estudiantes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha entendido la importancia de la educación virtual, y por eso decidió recomendar a las instituciones educativas mantener un sistema de datos seguro para los estudiantes, además de planificar programas de aprendizaje online que no inviten al aislamiento sino, por el contrario, sean una posibilidad de crear vínculos sociales con el uso de herramientas digitales.

Es aquí donde el reto para las instituciones está en que enseñar a distancia se convierte en una ayuda para que los estudiantes puedan aprender desde cualquier lugar con conexión a Internet. Por otra parte, la independencia y la disciplina toman un papel importante y los buenos hábitos de estudio ayudan a las personas que no quieren dejarse vencer por las barreras, como la de la COVID-19.

Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/05/22/feria-expo3du-colombia-15-al-19-junio-2020.html

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OVE Entrevista a Laura García Tuñón “Es necesaria la autonomía de las organizaciones sociales y sindicales respecto a los gobiernos”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para Otras Voces en educación

 

En los tiempos turbulentos de la Argentina post dictadura, la voz y praxis de Laura García Tuñón nos muestra un Sur insumiso y rebelde que se resiste a la hegemonía neoliberal. La conocimos entre tejidos de resistencias anticapitalistas y hoy continúa siendo una arquitecta de alternativas.

En México, el fallecido amigo Sergio Quiroz del Instituto McLaren nos decía que cuando se estableciera una coordinación continental de las resistencias educativas, Laura tendría que formar parte de ella. Le hemos seguido los pasos y los encuentros han reforzado la enorme valoración que de ella tenía Sergio.

En la actualidad forma parte del colectivo Grupo de Contacto internacional (GCI), un espacio horizontal de diálogo y encuentro entre educadores populares, pedagogos críticos y dirigentes gremiales del magisterio nuestro americano.

Laura García Tuñón, es trabajadora de la educación jubilada de escuelas primarias de la Ciudad de Bs As, Argentina. Fue diputada porteña (MC), parte de la comisión directiva del sindicato docente UTE- CTERA y de la Central de Trabajadores de la Argentina de la ciudad (CTA A) de la ciudad de Bs As. Militante por la educación popular y feminista. Forma parte del equipo de Coordinación del ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadorxs Populares), experiencia que desde hace más de 10 años construyo, colaboro y asesoro a distintos colectivos y movimientos que toman la educación en sus manos desde la educación popular. Su perspectiva nos pareció importante para los lectores y colaboradores del portal Otras Voces en educación, y a continuación le dejamos el diálogo que sostuvimos con ella

 

Laura, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste al sindicalismo magisterial y a las educaciones populares

Nací en la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, en una familia numerosa de clase media. Soy la 6º de 9 hermanos. Perdí a mi padre a los 13 años, lo que hizo que nos mudáramos de casa a la Ciudad de Bs As y que mi madre tuviera que salir a trabajar.

A los pocos años, se instauró la dictadura militar, que desapareció a amigos, que persiguió e implantó el terror y que despidió a mis hermanos y a mi madre de su trabajo por tener tío preso político.

La dictadura militar nos tocó bastante de cerca, cambiando nuestras vidas. Y fue justamente eso lo que hizo que me convirtiera en militante.  En el último año de la dictadura, con 23 años y con mis tres pequeños hijos nacidos, recién pude conseguir mi primer cargo como maestra de grado de una escuela primaria estatal, ya que estaba en una especie de lista negra o roja, que me impedía trabajar.

Me afilié al sindicato de maestros ese mismo día. Y también comencé a militar en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), siguiendo los pasos de mi tío, que ya vivía exiliado en España.

En 1983 llamaron a elecciones y viví toda la efervescencia de la apertura democrática. Iba a casi todos los actos de campaña, que se hacían en el obelisco, en el centro de Bs As y que está a dos cuadras de la escuela en donde trabajaba. Un poco para ver qué decían y repartir volantes del PRT y otro poco para sentirme cerca de nuestro pueblo movilizado.

Ya en democracia me metí de lleno a participar de la vida sindical, siendo delegada de mi escuela y luego representante del distrito escolar. Y en paralelo a reconstruir el PRT que había sido diezmado en la dictadura, recibir a los compañeros y compañeras que salían de las cárceles.

Participé activamente de la 1º Marcha de la Resistencia, organizada por las Madres de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos. Aún conservo un dibujo de la marcha de un alumnito de 1º grado que también había ido porque su papá estaba desaparecido, y lo dibujó en su cuaderno. Y a la vez me dedicaba a criar a mis hijas e hijo, con mucha ayuda de la abuela.

Fueron años de mucho agite y construcción, pero también de muchas defecciones de los gobernantes, que traicionaron la voluntad popular, perpetuando el sistema económico y el modelo productivo de los militares, el hambre y la desocupación.

En el sindicato, al participar en una agrupación de izquierda, me enfrenté a la conducción. Al ser joven, eso lo vivía con alegría y fortaleza.

Siempre fui delegada de mi escuela. El sindicato se amplió y unificó con otros sectores de trabajadores y trabajadoras de educación secundaria y superior, incorporando a los y las docentes de todos los niveles, que lo hizo crecer y abrirse a distintas experiencias.

Como mis estudios de maestra fueron durante la dictadura, tuve que buscar otras perspectivas educativas, formación y saberes en distintas experiencias. A leer y  entender a los distintos pedagogos de la educación popular como Freire y Fals Borda,   intenté llevarlas sus ideas a la escuela y a la vida sindical, que no estaba muy abierta a esas ideas, más preocupados por la lucha gremial y no pedagógica.

Siempre traté de elegir escuelas en donde pudiera trabajar con sectores vulnerables. Fui cambiando de escuelas, siendo suplente, hasta que logré ser maestra titular en una escuela de una de los barrios carenciados más grandes de la Ciudad.

Participé fuertemente de la Carpa Blanca de los maestros, que estuvo instalada en la Plaza frente al Congreso Nacional, 1003 días, desde el 2 de abril de 1997 hasta el 30 de diciembre de 1999.

La Carpa Blanca fue una herramienta de lucha sindical, ante la cantidad de paros provinciales que no alcanzaban a lograr el éxito. El sindicato Nacional CTERA, ideó la instalación de esa carpa en donde distintos grupos de maestros, maestras y profesores, dormían, vivían y ayunaban exigiendo presupuesto para la educación y la derogación de la Ley Federal de Educación que había destruido el sistema educativo nacional.

Los docentes venían de distintas provincias y ayunaban entre 15 y 25 días, sólo consumiendo líquidos como forma de protesta. La carpa se transformó en el correr de los días en un espacio de lucha para distintos sectores. Se hacían festivales inmensos con artistas reconocidos y partidos de fútbol.

Nos visitaban artistas internacionales que venían a apoyar nuestro reclamo. Llegaban denuncias por violencia institucional de todo el país. Pero lo más emotivo eran las visitas de los pibes y pibas de las escuelas y las clases públicas.

Toda esa lucha terminó con una Ley de Incentivo docente, en donde el gobierno nacional hasta el día de hoy paga una parte del salario, ya que, por las reformas educativas, cada provincia se hace cargo de la educación, presupuesto y salarios docentes. No conseguimos hasta 2006 que se derogara la ley de educación.

Yo participé activamente ayunando 3 veces y siendo parte de los equipos de colaboración de la Carpa. Y a la vez siendo delegada distrital, recorriendo las escuelas y armando asambleas quincenalmente.

A partir de esa militancia formé parte de la conducción del sindicato, haciéndome cargo de la Secretaría de Educación y Estadísticas. Y luego de la secretaría de formación de la Central de los Trabajadores de la Argentina de la Capital.

Es allí en donde me conecto mucho más con la Educación Popular, participando de los Forum Sociales Mundiales de Porto Alegre y a los Forum de Educación. Construyendo iniciativas de educación popular con los movimientos sociales y de formación de militantes, delegados y delegadas promovidas por la CTERA de ese entonces.

Me alejé de la conducción del sindicato docente por diferencia políticas, ya que no acordaba con la falta de autonomía frente al gobierno de Kirchner. Estoy convencida de la necesidad de autonomía que deben tener las organizaciones sociales y sindicales respecto a los gobiernos de turno, por más que sean del signo político de ellos. Y esa falta de autonomía, justamente fue uno de los problemas que vivieron y vive el sindicalismo en con los gobiernos progresistas.

Cuando se abren desde la CTA Bachilleratos Populares y jardines comunitarios populares, fui aportando con debates y asesoramientos a las organizaciones en pensar en una educación emancipatoria en manos de los movimientos sociales y los sindicatos.

En 2009, fui elegida diputada de la Ciudad de Bs As. Continuaba militando en la CTA y conformamos un partido político con las organizaciones sociales y sindicales como instrumento electoral. Como diputada intenté aportar en la legalidad de los Bachilleratos Populares en su reconocimiento, en el sostenimiento de los jardines  comunitarios y en la defensa de la educación pública y de los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Desde ese lugar institucional construimos muchas jornadas, seminarios y aportes a la experiencia de los movimientos que toman en sus manos la educación, a la par de seguir formándonos colectivamente en las concepciones de la educación popular.

Actualmente soy parte de la coordinación del ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadores Populares), que se conformó en 2015 con un conjunto de organizaciones sociales que toman en sus manos a la educación, educadores y educadoras populares, docentes de distintos niveles y docentes de Institutos de Formación Docente.

Aspirábamos a desatar los nudos y evidenciar las tensiones que existen entre los espacios formales de educación, que brinda el Estado, y los espacios de educación popular, autogestivos, que están en manos de los movimientos sociales como una apuesta no solo a la integración, sino a la transformación.

Lo pensamos como espacio de resistencia y de lucha frente a las reformas educativas, para generar el diálogo entre docentes y los educadores y educadoras populares y para contribuir en la construcción de una educación pública emancipadora desde la concepción de la educación popular y la pedagogía crítica. Propiciamos y alentamos actualmente además, a la Formación Docente en Clave de Educación Popular a través de cátedras abiertas, especializaciones y seminarios con educadores y educadoras populares internacionales y de Argentina.

Laura ¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Argentina?

El sistema educativo argentino se caracteriza por contener a casi el 96 % de la población en edad escolar, siendo obligatoria la educación en el nivel inicial, primario y secundario.

Es decir, desde los 4 años hasta los 17/18 años de edad. Pero el 45% de los y las estudiantes, no llega a terminar la escuela secundaria por diferentes causas. Por ello, una enorme población de jóvenes y adultos, vive sin finalizar sus estudios y con mayores dificultades para conseguir la inserción laboral.

Hoy nos encontramos con una infinidad de trabajadores y trabajadoras de la Educación que todos los días se esfuerzan y lo ponen todo para intentar cambiarles la vida a sus estudiantes. Como también tenemos docentes que sólo van a enseñar lo que el currículum impuesto les marca, como un mero trabajo de oficina.

A su vez, por fuera del sistema educativo formal, existen más de 100 Bachilleratos Populares autogestionados y experiencias de educación popular en barrios vulnerables de todo el país, a cargo de educadores y educadoras populares.

La crisis la podemos observar en que la mayoría de los docentes piensa que lo que enseñan no le interesa a nadie. Los estudiantes piensan que lo que aprenden no les sirve y los padres que sus hijos e hijas no aprenden nada.

La comunidad educativa argentina está enfrentando una serie de reformas que destruyen la concepción de la educación como práctica y derecho social y cultural, pero fundamentalmente como concepción política de transformación política y social.

El ajuste, el achique presupuestario y la destrucción de los estatutos del docente y los derechos laborales, son algunas de sus expresiones más urgentes e inmediatas.

Con estas reformas, están reactualizando uno de los aparatos ideológicos del Estado, la escuela. Hoy ya no se piensa a la escuela como único espacio de control social, ya que los avances del capitalismo a través de las innovaciones tecnológicas, colocan en juego a otros escenarios, como las redes sociales y las conexiones de comunicación.

Por eso se piensa a las escuelas como formadoras para ese escenario mundial y local, manejado por las tecnologías y un mundo en donde la concepción del trabajo se pone en cuestión.

Justificándose en los cambios del tiempo y modificando los sentidos tradicionales de la educación, adecuándola a los nuevos criterios productivistas de la globalización, construyendo una nueva idea de capital humano. Pero para ello, también necesitan un debilitamiento de las organizaciones sindicales.

Todo esto continúa con la desigualdad educativa y la profundización de la crisis educativa. Crisis porque no le da respuestas al mundo tecnocrático globalizado y mucho menos a nuestro pueblo.

Pero principalmente está en crisis porque propone un modelo educativo que profundiza un modelo de país para el capital concentrado, con mayor exclusión y desigualdad para nuestro pueblo. Porque no tiene en cuenta a los y las estudiantes ni a los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Esta crisis la puedo enumerar en estas situaciones:

  • Desigualdad: Ya no sólo es entre la educación estatal y la privada, sino entre las escuelas de educación estatal, por la segmentación de la población. Encontrando escuelas estatales en las ciudades o zonas céntricas, a las que acceden los estudiantes de clase media y escuelas de las periferias con la poblaciones vulnerables, en donde casi 1 hora de clases se destina a la asistencia alimentaria. Con sobrepoblación en las aulas y falta de condiciones materiales e inmateriales como libros y útiles, conexión a internet y computadoras.
  • Cambios en la escuela secundaria: vacíos de contenidos pedagógicos y de conocimientos, para responder a las directivas de los organismos internacionales, en donde lo que prevalece es la formación para la adaptación, la transmisión y la adecuación. La pregunta es adecuado y adaptado a qué concepción.
  • Formación docente desarticulada: cada provincia tiene sistemas distintos de formación docente. Algunas lo dictan en las Universidades. Otras provincias en Institutos Terciarios. Si bien hay un Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), el gobierno anterior, cerró institutos, lo desfinanció y le quitó responsabilidades. Intentó transferir todos los Institutos a las Universidades. A su vez no recupera ni reconoce los saberes sobre el enseñar y el aprender acumulados por las instituciones de formación y los sujetos que las habitan. Desconoce el valor que la Formación docente ha tenido históricamente en nuestro país como garante del derecho a la educación.
  • Sistema de Evaluación: en la Argentina desde su creación se aplican las pruebas PISA. Además de esas pruebas, se aplican pruebas estandarizadas nacionales a los y las estudiantes de primaria y secundaria. El gobierno neoliberal de Mauricio Macri instauró también pruebas estandarizadas de medición de los aprendizajes a los y las estudiantes de formación docente y a los docentes. En muchas escuelas del país fomentan que los maestros enseñen para “aprobar” las pruebas PISA y nacionales, pasando muchos meses del año en este objetivo.
  • Currículum: totalmente alejado de las necesidades e intereses de los y las estudiantes. Construido por técnicos en cada ministerio de educación provinciales con ninguna participación de los docentes.
  • Educación de los pueblos originarios: Si bien existe la educación bilingüe, sigue siendo la población más abandonada, en donde se continúa hoy negando su cultura, su lengua y costumbres.
  • Mercantilización de la educación: se utilizan una serie de plataformas educativas en distintas provincias y niveles. Se promocionan y dan puntaje para la carrera docente cursos de capacitación privados. Se promueve la meritocracia y la articulación educación/trabajo es sólo vista desde las empresas.
  • Condiciones laborales: existen estatutos laborales diferentes por provincia. En todo el país el salario docente es muy bajo. En algunas, apenas llega al salario a superar la línea de indigencia. En otras no cubre la canasta familiar. Esto hace que existan docente con sobrecarga de trabajo para llegar a tener un salario que le sirva para vivir. A su vez en varias provincias han cambiado la forma de designación de los y las docentes, lo que hace peligrar la libertad de cátedra por la injerencia del gobierno de cada provincia en las designaciones.
  • Representación sindical: La fragmentación es lo que rige en el sindicalismo docente. La CTERA es el sindicato más poderos y fuerte en la Argentina, teniendo un sindicato de base en cada una de las 24 provincias. Cuenta con alrededor de 500.000 afiliados de todo el país, teniendo representación en todas las ramas y sectores, sobre los 954.000 docentes que trabajan en el país. Pero existen además otros 4 sindicatos nacionales. Pero todos ellos cada día están más alejado de sus afiliados, no debatiendo ni formando en cuestiones pedagógicas ni discutiendo una educación emancipatoria. En algunos territorios, como la Ciudad de Buenos Aires, se armaron 17 sindicatos, que representan a los casi 100 mil trabajadores de la educación. A lo largo de los años y en las diferentes gestiones de gobierno, los sindicatos fueron fragmentándose y conformándose en nuevos sindicatos. La mayoría de estas conformaciones obedecieron a injerencias de los distintos gobiernos. Por supuesto, no hay mayor pluralidad y participación de las bases docentes ante ese número de sindicatos.
  • El constante menoscabo, desprecio y cuestionamiento a la tarea de enseñar. Los trabajadores y trabajadoras de la educación son impugnados por los gobernantes y por los medios de comunicación, responsabilizándolos de todos los males de la educación, siendo sospechados todo el tiempo de su mal desempeño

 

Laura, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Estoy convencida de que la formación docente en Argentina, a pesar de los esfuerzos de muchos de sus docentes, no logra resolver los desafíos de formación que requieren los y las trabajadores de la educación y tampoco los chicas y chicas que asisten a las escuelas de todos sus niveles.

Los Institutos de Formación Docente y Universidades, siguen siendo instituciones piramidales, jerárquicas, poco democráticas y excesivamente disciplinares.

Además de estar bastante alejadas de las escuelas en donde los estudiantes van a desempeñarse en el futuro. En su mayoría, tienen pocos trayectos de investigación educativa y casi nulo trabajo colectivo de los y las docentes que trabajan en ellas. Muchas veces por tener demasiadas horas de trabajo en diversas instituciones y con demasiados cursos y estudiantes a cargo.

Si a todo esto le sumamos, una imposibilidad de pensar en otra escuela, podemos ver la actual crisis educativa. Imposibilidad de pensar en una escuela emancipadora. De pensar en otra forma de aprender y enseñar diferente de la que ellos mismo aprendieron o vivieron.

En donde sufrieron la imposición de competencias a lo largo de su escolarización que destruyeron sus capacidades. Capacidades para ser investigadores, artistas, deportistas, artesanos, cocineros, pedagogos o creativos. De divertirse con el aprender.

Para reconfigurar la formación docente creo que tenemos que recuperar la pedagogía. Como siempre nos enseña el Maestro y educador popular argentino Nano Balbo, “si los docentes no somos capaces de retomar el debate pedagógico para que la educación sea nombrada con lenguaje pedagógico, estamos perdidos.

Es la pedagogía la que le da sentido e identidad a mi práctica. Si entrego el saber pedagógico, habré dejado de ser un trabajador para pasar a ser un empleado. Porque voy a perder el control sobre mi trabajo.  Entonces enseño lo que otros decidieron. Por ello intentan sustituirnos por facilitadores, acompañantes y no docentes, destruyendo nuestra autoridad como trabajadores y trabajadoras de la educación”.

Para ello como parte del colectivo del ENDYEP, creemos que es fundamental que la formación docente entre otras cosas asuma las concepciones de la educación popular y de la pedagogía crítica.

Por ello, en 2016 hicimos con más de 500 estudiantes, educadores y docentes, el 1º Encuentro Internacional entre Docentes y Educadorxs Populares en un Instituto de Formación Docente, en donde el eje fue: “La Formación Docente en clave de Educación Popular”.

El objetivo fue reflexionar sobre los desafíos de la Formación Docente en el marco de la Educación Popular, intercambiar prácticas educativas y sus contextos en torno a la Formación Docente, y propiciar espacios genuinos de construcción colectiva del conocimiento propia de la Educación Popular.

Allí partimos de pensar a la formación como un proceso continuo de transformación subjetiva, de desarrollo pedagógico, técnico, político, social y ético. Esto nos remitía a la construcción, al desarrollo, a la transformación, en oposición a la capacitación, instrumentación y asimilación, que nos lleva a la reproducción acrítica de formatos y prácticas.

La formación docente en clave de educación popular, requiere de un trabajo sobre uno mismo, de un trabajo de re-flexión. De volver sobre nuestras ideas, creencias, sentimientos y categorías desde las cuales interpretamos nuestras experiencias.

Resulta necesario enfatizar el carácter político y ético de la tarea de enseñar. Si los docentes en el aula somos autómatas, que repetimos libretos, difícilmente despertemos curiosidad. Necesitamos recuperar la alegría del trabajo, el compromiso con la tarea, la esperanza, el deseo de educar y la confianza en que esto es viable, que no hay destinos sociales prefijados. Nuestra tarea requiere pasión, requiere estar maravillados con el conocimiento y acompañar a otros a que se incorporen en él.

Pensar el aula no sólo como un lugar, no sólo como un espacio físico donde se transmite contenidos. Sino como escena, como espacio de interacciones, lugar de encuentros y desencuentros, lugar de emergencia del individuo y la sociedad, y a su vez, producto de ellos.

Espacio de poder, de producción, de comunicación y de conocimiento. Donde el contexto social, al igual que el contexto educativo no es algo definitivo, inmodificable, pre-existente, en el que la acción social y educativa se inserta, sino que es creado por la propia praxis a través de la concreción de patrones de conductas colectivas.

Pensarnos como formadores y no como capacitadores, y mucho menos como los “iluminadores”. Por eso es necesario concebir a la educación, y a la formación docente como parte del sistema educativo. Como un proceso social que permite a todos incorporarse a las tradiciones, historias y mundos culturales que favorezcan la construcción de los proyectos de vida individual y colectiva y no reducirla a una cuestión técnica de desenvolvimiento de competencias y habilidades.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio argentino? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

El calendario escolar en Argentina siempre es desde los primeros días de marzo hasta fines de noviembre o diciembre, según el nivel o provincia. Por lo cual la pandemia y el aislamiento nos tomaron al comienzo del año escolar, con apenas dos semanas de clases en inicial, primaria y secundaria.

No habían comenzado aún las clases en formación docente ni en la Universidad cuando el 13 de marzo se suspendieron las clases presenciales.

Los primeros días, hasta el día 20 de marzo, en donde se decreta nacionalmente el aislamiento social obligatorio, los y las docentes, tenían que asistir a las escuelas y armar materiales para entregar a los chicos. Como así también ayudar en el reparto de los alimentos que habitualmente se consumen en las escuelas.

A partir del 20, comenzaron las clases en las casas. Esto hizo que la inmensa mayoría de docentes comenzara a trabajar contra reloj en pensar cómo hacer sus clases virtuales. En conseguir los contactos de cada familia, y las formas de comunicarse con ellos.

Desde los ministerios provinciales, poca información les llegaba. Sólo que debían continuar con sus clases. Las autoridades no tuvieron en cuenta, por ejemplo, que muchísimas familias, aún en las grandes ciudades como Buenos Aires, sólo contaban con un teléfono celular y poca carga de internet para que hicieran las tareas todos sus niños y niñas.

Desconocían que la inmensa mayoría de los docentes no cuentan con formación en TICs y muchísimo menos en clases y plataformas virtuales. Y que inclusive, muchos docentes no cuentan con internet, salvo en sus teléfonos, al igual que las familias de sus alumnos. Y algunos con viejas computadoras.

A lo largo de estos 2 meses de clases desde las casas, lo trabajadores y trabajadoras de la educación, han visto recargadas sus tareas. Lo que prevalece es el malestar docente.

No sólo trabajan más horas y en horarios que no son los habituales, sino que a su vez deben encargarse de que sus propios hijos e hijas sigan con sus clases. Y si a esto le sumamos que a lo largo de estos días, las autoridades han cambiado varias veces las directivas sobre cómo dictar las clases, qué plataformas usar o por qué medios hacerles llegar las actividades a los y las alumnos, el cansancio y estrés que esto les ha ocasionado, es enorme.

Muchos han tenido que aprender rápidamente a utilizar algunas plataformas que jamás habían visto ni usado. Otros y otras comentan que para poder conectarse con tranquilidad y para tener conectividad, lo hacen a las dos o tres de la madrugada.

Se les exige, además de pensar cómo dar sus clases, contactarse con cada familia para ver cómo les llega a los chicos esa información. Si no responden, tienen que llamarlos y averiguar los motivos. Se les exige llevar un registro sistemático y una valoración del proceso pedagógico desarrollado en forma remota e informar a las familias y a las y los estudiantes sobre la misma. Hacer planillas administrativas.

Además de todas estas tareas, como acción de compromiso militante, algunas y algunos, van a la escuela cada quince días a entregarles las canastas alimentarias a las familias para paliar el hambre existente.

Por otro lado, en algunas provincias se les advierte que al regreso a las escuelas, se evaluará lo realizado en la cuarentena. Esto crea incertidumbres tanto en docentes como en las familias, ya que no se sabe qué evaluarán, cómo realizarán este seguimiento pedagógico sin haber garantizado los recursos mínimos. Cómo evaluarán sin tener en cuenta las condiciones en las que viven los sectores más vulnerables.

Claramente estas medidas educativas no garantizan el derecho a la educación de la mitad de la población escolar en la Argentina, que vive bajo la línea de pobreza.

La falta de insumos básicos como computadoras, conectividad, libros y en muchos caso útiles escolares que casi siempre son provistas por las escuelas. La falta de espacios para realizar las actividades escolares, ya que muchísimas familias conviven hacinadas sin acceso al agua y en pequeñas casas precarias.

La casi imposibilidad de acompañar y ayudar a los niños y niñas por parte las madres y padres, que apenas saben leer. Y la grave crisis económica, que ocasiona que la preocupación mayor de las familias es procurar un plato de comida, haciendo largas filas diarias en los comedores comunitarios, claramente nos muestra que el COVID no sólo perpetuará sino que profundizará la desigualdad y exclusión educativa.

Y por eso, tenemos que seguir exigiendo condiciones para todos y todas. Pero además tenemos que velar por la salud mental y afectiva de los estudiantes. Cuando esto termine, habrá que antes de volver a las matemáticas y las distintas materias, saber que los niños y niñas necesitarán correr, ensuciarse y reír. Reencontrarse con sus amigos, jugar, empujarse y pelear con ellos. Hablar, dibujar, llorar y gritar lo que tienen guardado en sus corazones. Necesitarán contar lo que sintieron y ser escuchados por otros que no son su familia con los que estuvieron mucho tiempo.

Tanto encierro, noticias de enfermedad y muerte no será gratis para ellos. Y si no somos capaces, en cada escuela de poder abrazarlos y entenderlos, dejarlos volver a ser niños libres, sueltos y autónomos y rescatar la pedagogía de la ternura, de la escucha y la paciencia, los condenaremos a tapar y esconder debajo de la alfombra lo que les pasó. Les enseñaremos que no hay que detenerse para sentir y pensar cómo seguir. Les enseñaremos que la enfermedad del aislamiento y la negación, llegó para quedarse.

A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

Cuando el mundo salga de esta crisis, estaremos frente a un cambio mundial cultural, económico y social. Y seguramente, va a cambiar la forma de trabajar, con más teletrabajo y con condiciones de mayor flexibilidad, que habrá que poner en discusión. Y la educación no estará ajena a estos cambios.

Pero esto no nació con el coronavirus. La crisis y fragilidad ya eran parte del capitalismo y el modelo neoliberal, y como siempre, la sufríamos y seguiremos sufriendo la clase trabajadora y el pueblo.

Ante esto, tenemos el desafío de construir otra escuela y otra educación para nuestro pueblo. No basta denunciar un modelo que es profundamente injusto. Tenemos que sumar a la protesta la propuesta. La denuncia tiene que ir acompañada de un anuncio.

A pesar de la crisis en la que vivimos, creo que se abren condiciones para pensar en otra educación. En otra forma de construir conocimientos y en otra manera de pensar una escuela que le sirva a nuestro pueblo y deje de dar respuesta al mundo globalizado. Que nos permita construir otro mundo.

Estamos en condiciones porque a pesar del malestar y agobio que produce este aislamiento y el trabajo desde nuestras casas, también nos ha hecho repensar en lo que hacemos a diario. Ha hecho que las familias vuelvan a valorar y comprender que no es fácil y sencillo el trabajo de los maestros, maestras y profesores.

Pero también, es momento de que las organizaciones sindicales hagan una seria autocrítica. Que puedan pensar que no sólo las reivindicaciones del magisterio son el salario y las condiciones laborales. Que puedan imaginar y construir otro modelo sindical pedagógico y una educación emancipatoria, también son parte de las acciones sindicales.

Que no sólo los males los trae el COVID o los gobiernos con sus políticas. Que tienen que ser parte de la construcción de herramientas horizontales y democráticas para pensar en otra escuela y en otra educación. Que tienen que abrazar a la docencia para hacerlas parte de una propuesta político-pedagógica alternativa.

Por ello, los educadores y educadoras y las organizaciones sindicales tenemos una gran oportunidad y un gran desafío. Podemos y somos capaces de producir un despertar distinto. Es momento de armar más redes virtuales, hasta que podamos hacerlas presenciales, de debate y reflexión. Desde abajo. Desde los colectivos de las escuelas y espacios educativos de cada rincón de nuestro país.

De construir de conjunto para abrazar nuevos conocimientos que nos permitan interpelarnos y pensar en el para qué educar, el cómo hacerlo, para quiénes, en dónde y en qué escuela queremos y necesitamos.

Que no intente maquillar una escuela que no nos sirve. Que genere el diálogo de saberes con aquellos a los que pretendemos educar. Que incluya las concepciones de vivir el mundo del movimiento feminista, de los movimientos ambientales y de los pueblos originarios.

Que rescate las experiencias históricas y actuales de la pedagogía crítica y de la educación popular latinoamericana y argentina para pensar en otra sociedad.

Es hora de devolvernos nuestra identidad como educadores y educadoras, capaces de construir una escuela que parta de los intereses de los sectores populares, de una sociedad distinta, con una concepción del mundo con y desde su mirada.

Una educación que se vincule con el planeta, los bienes comunes y la naturaleza con respeto, cuidado y complementariedad, sin depredarla.

Es hora de recuperar la pedagogía. Es hora de que pensemos en los desafíos del siglo XXI, no para estar a la moda sino para pensarlos desde otros paradigmas del conocimiento. Es hora de construir desde nuestras utopías.

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México: IPN sancionará a docentes que no den clases virtuales durante pandemia

América del norte/México/21 Mayo 2020/lajornada.com.mx

En un oficio dirigido a su personal docente, el Instituto Politécnico Nacional (IPN) anunció que todos aquellos profesores que no impartan clases virtuales a los grupos en esta etapa de emergencia sanitaria por el Covid-19, sufrirán descuentos en su salario y prestaciones, e incluso se impondrá “medidas disciplinarias”.

En respuesta, profesores de esa casa de estudio, agrupados en diversas organizaciones, calificaron este anuncio como una “amenaza”, que se “contrapone con el decreto presidencial que manifiesta la no afectación del salario al servidor público”.

En una carta enviada al presidente Andrés Manuel López Obrador, que será entregada este mismo día en Palacio Nacional, los profesores del IPN señalan que no es que el docente haya abandonado sus funciones, sino que el propio Instituto ha sido incapaz de generar los mecanismos para la educación a distancia al no proporcionar las herramientas necesarias para ello.

A este respecto, acusan la falta de capacitación necesaria a docentes y alumnos para el uso y acceso a las diferentes plataformas digitales que el Instituto ha habilitado para las clases no presenciales, además de la saturación que impide la entrada a los contenidos.

También cuestionan el pago que hace el Instituto para el uso de dichas plataformas y licencias, como si esa casa de estudios no tuviera los recursos humanos y la capacidad necesaria para generarlos. “El IPN durante el periodo neoliberal nunca desarrolló una tecnología pedagógica que pudiera resolver este problema, siempre se privilegiaron los negocios millonarios y corruptos que las compras de licencias dejaban a la administración en turno”, señala la misiva de los docentes.

El aviso de los posibles descuentos y “medidas disciplinarias” al personal docente que no imparta clases digitales está suscrito por el director de Asuntos Jurídicos del IPN, Mario Duana Espín, con fecha de 18 de mayo.

A su vez, la carta al primer mandatario está suscrita por las organizaciones “En defensa de la seguridad laboral de la base trabajadora del Instituto Politécnico Nacional”, “Frente Sindicalista Lázaro Cárdenas”, “Unidad Politécnica”, “Maestros por México”, “CNTE Politécnico”, y “Red Social Fuerza Politécnica”.

En esta misiva, se señala que gran parte de los maestros y alumnos no cuentan con una computadora ni los conocimientos para dar y recibir clases vía virtual, siendo falsas las afirmaciones de que los programas académicos tienen un avance del 70 por ciento en esta emergencia sanitaria. Estos datos manipulados por parte de la Dirección General no tienen sustento en la realidad.

Además, advierte que la actitud de castigo asumida por las autoridades del IPN se enmarca en la idea que el docente es quien tiene la responsabilidad del desastre educativo, dejado por el desmantelamiento de la educación superior pública del país.

“Por solo poner un ejemplo: el programa de dotación de una laptop para los docentes por parte de la administración y la representación sindical tiene más de 10 años que no se ha cumplido para todo el personal docente afiliado a la Sección 60 del SNTE IPN. Este inaceptable comunicado no toma en cuenta que existe una cantidad considerable de estudiantes que carece de computadora, acceso a internet, y sin los recursos económicos para poder acceder a clases virtuales”, se señala en la carta.

Además, asegura que esta “amenaza” de descontar salarios e imponer sanciones administrativas, “es un insulto para todas las maestras y maestros que día a día intentan, con sus propios medios y recursos, sacar adelante lo que la autoridad educativa no ha podido hacer”, no solo en esta etapa de emergencia sanitaria, sino también en la normalidad académica.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/05/20/ipn-sancionara-a-docentes-que-no-den-clases-virtuales-durante-pandemia-3165.html

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CLADE Ecuador: Contrato Social por la Educación respalda decisión judicial que suspende el recorte de financiamiento para la educación superior

América del Sur/ Ecuador/ 19.05.2020/ Fuente: redclade.org.

Según la coalición, la reducción de más de 98 millones de dólares del presupuesto destinado a las universidades llevaría a impactos como la precarización del trabajo docente, deterioro de la calidad educativa e investigación, supresión de becas, suspensión de carreras, etc.

Tras la medida cautelar de la Corte Constitucional de Ecuador, que deja sin efecto la reducción de más de 98 millones de dólares del presupuesto destinado a las universidades y que obliga al Ministerio de Economía y Finanzas de abstenerse de hacer modificaciones que puedan tener un impacto negativo en las instituciones de educación superior del país, el Contrato Social por la Educación (CSE) divulgó una nota pública, en la que respalda la decisión y exhorta a la Corte para que falle de manera definitiva contra el recorte presupuestario por el gobierno.

“Consideramos crucial esta decisión porque respalda las voces de protesta de diferentes sectores frente a las medidas económicas y el inminente riesgo que estas conllevan para las universidades: despido y precarización del trabajo docente, masificación estudiantil, deterioro de la calidad educativa e investigación, supresión de becas, suspensión de carreras, entre otros”, dice la nota.

Según informaciones de la Agencia Pressenza, el recorte de casi 100 millones de dólares afectaría a 31 universidades públicas y un organismo del sistema de educación superior del país. Pressenza también informa que las medidas cautelares de la Corte Constitucional del Ecuador responden a una acción de incumplimiento interpuesta por el colectivo Acción Jurídica Popular y disponen al Ministerio de Economía y Finanzas, así como a las autoridades de la función ejecutiva pertinentes, que suspendan y se abstengan de realizar modificaciones presupuestarias que puedan tener un impacto negativo en el presupuesto de las instituciones de educación superior. Adicionalmente, la Corte detuvo los efectos de la Circular Nro. MEF-VGF-2020-0003-C, emitida por el Ministerio de Economía, en relación a los presupuestos de las instituciones de educación superior.

En las próximas semanas, la Corte Constitucional analizará los argumentos de fondo y determinará si, en efecto, ha habido incumplimiento a los parámetros constitucionales que deben regir lo referido al presupuesto para la educación en estado de excepción. La Corte también deberá decidir sobre otras causas pendientes de resolución por el mismo tema, entre ellas una acción por incumplimiento interpuesta por varias universidades.

“Es indispensable que organizaciones sociales, movimientos, estudiantes y docentes mantengan activas las formas de exigibilidad social y también la recopilación de información y envío de escritos de amicus curiae a la Corte Constitucional. Todos estos elementos serán de utilidad para que este órgano jurisdiccional adopte la decisión más favorable en la protección del derecho a la educación”, afirma el artículo publicado por Agencia Pressenza.

Educación básica y regular

Para el Contrato Social por la Educación, el recorte de financiamiento a las universidades es parte de una serie de acciones que han afectado la educación regular y básica en el país, así como el bachillerato de Educador, generando despidos de docentes con contratos ocasionales, disminución de dos categorías en el escalafón y baja de sueldos, recortes en los niveles preescolares y ajustes en programas emblemáticos de educación de personas adultas.

“Reiteramos la premisa de que el Estado es el garante del derecho a la educación y tiene la obligación de protegerla en todos sus niveles. Sin embargo el sistema educativo desde inicial, básica y bachillerato está debilitado por la situación actual del país y las decisiones económicas adoptadas”, subrayó el CSE en su nota.

Lee a continuación el posicionamiento completo:

Respaldo a la decisión de la Corte Constitucional

La educación es un derecho humano fundamental que promueve el ejercicio de otros derechos. Es un bien público y estratégico que se debe proteger y potenciar.

Como Contrato Social por la Educación respaldamos la decisión de la Corte Constitucional del Ecuador de suspender el recorte presupuestario a las universidades y la disposición al Ministerio de Economía y Finanzas de abstenerse de hacer modificaciones que puedan tener un impacto negativo en las instituciones de educación superior.

Consideramos crucial esta decisión porque respalda las voces de protesta de diferentes sectores frente a las medidas económicas y el inminente riesgo que estas conllevan para las universidades: despido y precarización del trabajo docente,  masificación estudiantil, deterioro de la calidad educativa e investigación, supresión de becas, suspensión de carreras, entre otras.

Reiteramos la premisa de que el Estado es el garante del derecho a la educación y tiene la obligación de protegerla en todos sus niveles. Sin embargo el sistema educativo desde inicial, básica y bachillerato está debilitado por la situación actual del país y las decisiones económicas adoptadas.

Afectación a programas de alfabetización, despidos de docentes con contratos ocasionales, recortes en los niveles preescolares, ajustes en programas de educación de adultos son algunas de las consecuencias.

Exhortamos a la Corte Constitucional por una sentencia definitiva frente al recorte presupuestario y a las autoridades de gobierno que canalicen esfuerzos que protejan y garanticen el derecho a la educación como herramienta de desarrollo.

Quito, mayo 2020

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/ecuador-contrato-social-por-la-educacion-respalda-decision-judicial-que-suspende-el-recorte-de-financiamiento-para-la-educacion-superior/

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Ecuador: Universidades de Ecuador y España apuestan por formación digital

América del Sur/Ecuador/17-05-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

La Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y 22 universidades de Ecuador anunciaron ayer un programa por la internacionalización y los estudios superiores en línea en tiempos de la actual pandemia por coronavirus.

«Es una excelente herramienta» en tiempos de coronavirus, «en los que la movilidad ha quedado recortada», aseguró el director académico de Relaciones Internacionales de UNIR, Manuel Herrera.

Herrera explicó que se trata de una experiencia en la que los participantes podrán «estudiar en una universidad online junto a alumnos de más de 90 países».

22 universidades del Ecuador se unieron a la UNIR para presentar la nueva modalidad de estudios.Los estudiantes de estas universidades podrán optar por una beca del 100% de la matrícula y cursar varias asignaturas en línea, que podrán elegir entre más de 10 grados, que serán validadas en su universidad de procedencia.

El plan pretende ofrecer una enseñanza virtual con clases magistrales, contenidos digitalizados y tutores personalizados a aquellos universitarios que, por sus obligaciones familiares o laborales, o falta de recursos, no pueden desplazarse, detalló UNIR en un comunicado online.

La Universidad Católica Santiago de Guayaquil, la Escuela Superior Politécnica del Ejército y la Universidad de Cuenca son algunas de las que participan en este programa, según Herrera, quien resaltó el papel de servicio de la universidad en línea junto con la sociedad y la educación superior ecuatoriana.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102318418/universidades-de-ecuador-y-espana-apuestan-por-formacion-digital

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Universidad de Arizona lanza Campus Global para estudiantes internacionales afectados por COVID-19

Por: Paola Estrada Villafuerte

El Campus Global de la Universidad de Arizona es una experiencia remota académica para aquellos estudiantes en medio de restricciones de viajes y visas internacionales.

A raíz de la crisis sanitaria, distintas opciones se han ofrecido a los estudiantes para continuar con el ciclo escolar vía online. Sin embargo, sectores estudiantiles en situaciones más vulnerables, como aquellas alumnas y alumnos internacionales sin posibilidad de regresar a su país de origen o a quienes se les efectuaron moratorias de visa, se encuentran varados frente a un panorama delicado.

Afortunadamente, vías como la implementación de campus globales, ofrecen iniciativas oportunas para todos aquellos estudiantes afectados tras las medidas aplicadas a causa del COVID-19. Este sistema, según lo explica Yong Zhao, supone la transformación del entorno de aprendizaje desde aulas físicas tradicionales hacia un entorno híbrido. Igualmente, permite a las y los alumnos, aprender con y de cualquier persona, donde sea que se encuentren ellos o los docentes. También sugiere cambios en la organización estudiantil en grupos de personas de la misma edad, ofreciendo proyectar equipos compuestos por personas de diferentes edades, antecedentes y niveles de habilidades desde distintas ubicaciones. La premisa es reformular el concepto de educación superior al combinar las ventajas del campus tradicional con las virtudes del  campus virtual, afirma Francesc Pedro para la biblioteca digital de la UNESCO.

¿Cómo funciona un Campus Global?

El funcionamiento de este concepto se vuelve vivencial ya en algunas instituciones, tales como en la Universidad de Arizona, donde su Campus Global fue lanzado apenas el pasado 4 de Mayo. Este se extiende a través de cinco continentes en 34 países y más de 130 ciudades como China, Irlanda, México, Emiratos Árabes Unidos, India y Japón. Además, asociándose con las mejores universidades en el mundo para proporcionar una experiencia universitaria completa a estudiantes internacionales en cualquier parte. De esta manera, se logran ofrecer programas en ubicaciones exclusivas de todo el mundo para poder obtener un título completo de Estados Unidos, o créditos de la Universidad de Arizona, en una ciudad cercana a cualquier alumno.

“Global Campus se basa en dos fortalezas existentes: nuestra red de ubicaciones de microcampus y nuestro sistema Arizona Online de primer nivel”.

Este Campus Global, ofrece 10 rutas de grado personalizadas para más de 200 carreras de pregrado, 10 certificados de posgrado y 60 títulos completamente en línea tanto en los niveles de pregrado como de posgrado. Para los alumnos matriculados en este sistema, se ofrecería una mezcla de cursos virtuales en la Universidad de Arizona y experiencias vivenciales en las universidades asociadas, que incluyen instituciones de primer nivel como la Universidad Amrita, la Universidad Jindal Global en India y el Tecnológico de Monterrey, en México. Aquellos que escojan formarse a través de clases presenciales, tendrán acceso a apoyo académico en persona, laboratorios de computación de la escuela asociada, áreas de estudio, bibliotecas, instalaciones recreativas, clubes y actividades estudiantiles. Así, teniendo un acercamiento a las mejores modalidades tanto en línea como residenciales, tal como lo explica el UA News.

Además, otra de las alternativas ofrecidas es vivir y estudiar en comunidades residenciales en otras 58 ubicaciones de Campus Global, donde se encuentran alojamientos especialmente diseñados para estudiantes, que ofrecen una comunidad segura y atractiva a través de asociaciones con Global Student Accommodations, Uninest, The Student Housing Company y Nexo, líderes mundiales en alojamiento para estudiantes en España, Inglaterra, Alemania, Irlanda, Australia, China, Japón y Dubai.

«El Campus Global es un esfuerzo a largo plazo para cumplir con el objetivo de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para proporcionar educación de calidad accesible al mundo», dijo el presidente de la Universidad de Arizona, Robert C. Robbins para UA News. «Realmente ponemos a disposición de los ciudadanos de todo el mundo una educación asequible y de clase mundial y, en este momento de la pandemia de COVID-19, nunca se ha necesitado más.”

Este lanzamiento fue acelerado para proveer una opción inmediata a aquellos estudiantes internacionales cuyos planes fueron interrumpidos por la pandemia y que no pueden comenzar sus estudios en el extranjero. Brent White, decano de Global Campus y vicerrector de asuntos globales de la Universidad de Arizona, menciona que “este programa está diseñado para satisfacer las necesidades de los estudiantes internacionales. Muchos no pueden darse el lujo de asistir a la universidad en los Estados Unidos; algunos no tienen acceso a Internet de alta velocidad para tomar clases en línea; y casi todos no pueden viajar internacionalmente, debido a la pandemia COVID-19. Global Campus aborda todos estos problemas.”

“Ponemos a disposición de los ciudadanos de todo el mundo una educación asequible y de clase mundial”.

Este sistema ya contaba con precedentes marcados dentro de la institución. Su primer microcampus fue iniciado en la Ocean University of China en el 2015, y el concepto de Campus Global fue alcanzado tras las ofertas de cursos online otorgados a los estudiantes. Igualmente, en latinoamérica, el proyecto fue puesto en pie con un esquema de este tipo dentro de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Su exitosa y repentina presentación, fue gracias a que “Global Campus se basa en dos fortalezas existentes: nuestra red de ubicaciones de microcampus y nuestro sistema Arizona Online de primer nivel», dijo Liesl Folks.

Por lo pronto, la Universidad de Arizona está comenzando sus procesos de admisión para el otoño de 2020. Este contará con la oferta del Campus Global a cualquier estudiante interesado, otorgando diversas opciones de ruta de grado o incluso trabajar con un asesor para crear un plan personalizado.

La transformación educativa global nos ha obligado a buscar los recursos más útiles y equitativos que hagan frente a la crisis actual y justo soluciones como estas, nos ayudan a visualizar un horizonte mucho más claro para el futuro del aprendizaje y la enseñanza.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/campus-global-universidad-de-arizona-covid19

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