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México: Paro activo de maestros de la UPN para exigir pago de estímulos

América del Norte/ Mexico/ Por: Laura Poy Solano/ Fuente: 

 

Profesores de base de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)-Ajusco realizan un paro administrativo y cierre de las oficinas de rectoría por 24 horas para exigir el pago de sus estímulos salariales suspendidos desde el pasado mes de abril.

Miguel Ángel Vertiz, integrante de la Asamblea de Académicos de la UPN, señaló que ante la falta de respuesta a su demanda por parte de las autoridades de esa casa de estudio se solicitó una audiencia con el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, para que “se haga una revisión y se vea con la Secretaría de Hacienda la posibilidad de destinar estos recursos, porque el argumento es que ya no se canalizaron y que la UPN no tiene nada que hacer”.

Agregó que la protesta se realiza sin interrumpir las actividades docentes de la institución, pues insistió en que “no buscamos afectar a nuestros alumnos, pero es una necesidad real que el estímulo ayuda a nuestro ingreso de forma muy importante, por lo que si no hay una solución continuaremos con las actos de protesta, los que puede ir escalando”, advirtió.

El paro administrativo concluirá este martes a las 19:00 horas, informó, pues están a la espera de que la subsecretaría de Educación Superior “nos dé una respuesta y pueda atender a una delegación de nuestros compañeros”.

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Cuba: Universidad de Cienfuegos, eje transformador de la sociedad

Cuba / 19 de mayo de 2019 / Autor: Julio Martínez Molina / Fuente: Granma

El centro –visitado en enero de este año por el Presidente cubano Díaz-Canel– tiene entre sus líneas básicas incrementar aún más su aporte en las innovaciones de las empresas, ello aparejado al desarrollo de proyectos internacionales, nacionales y del vínculo universidad-empresa

En el año 40 de su fundación, la Universidad de Cienfuegos fortalece su rol en el desarrollo de la ciencia y la innovación; además de constituir eje de transformación de las comunidades y sectores económicos del territorio.

El centro –visitado en enero de este año por el Presidente cubano Miguel Díaz-Canel– tiene entre sus líneas básicas incrementar aún más su aporte en las innovaciones de las empresas, ello aparejado al desarrollo de proyectos internacionales, nacionales y del vínculo universidad-empresa. Una muestra loable en tal sentido es su relación de trabajo con la Oleohidráulica de Cienfuegos.

Su rectora, la Doctora en Ciencias Orquídea Urquiola Sánchez, explicó que en la actualidad tienen aprobados 15 programas de posgrados, 13 de maestrías y dos doctorados, en pos de favorecer el desarrollo científico.

«Los niveles de acreditación son los que nos dan rango de calidad, y por ello nuestro empeño de dirigir los próximos pasos hacia ese eje. La maestría de
Estudios Socioculturales fue acreditada de Excelencia; mientras que la carrera de Cultura Física no solo se acreditó, sino que le dieron la condición de Certificada. De esos resultados son los que queremos nutrirnos y expandirlos en la Universidad», sostuvo la Rectora.

De cara a su aniversario 40, el próximo 6 de diciembre, la Universidad de Cienfuegos desarrolla acciones que incluyen remodelación de los espacios físicos, reconocimiento a personalidades, la creación de la Brigada Aniversario 40 y de un gran centro de convenciones, entre otras.

Fuente de la Noticia:

http://www.granma.cu/cuba/2019-05-14/universidad-de-cienfuegos-eje-transformador-de-la-sociedad-14-05-2019-22-05-48

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¿Por qué ha disminuido el ingreso a la educación superior en Colombia? Esto dicen los expertos

Colombia / 19 de mayo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Noticias Caracol

 

 

 

 

Las cifras revelaron, además, que las más afectadas por esta tendencia a la baja en matriculas fueron las universidades privadas con un decrecimiento del 10%.

Los problemas económicos del país, las atractivas ofertas en universidades extranjeras, las pobres expectativas de emplearse después de ser profesional y las dificultades económicas de los estratos más bajos para acceder a universidades privadas son, según los expertos, algunas de las causas de la reducción.

En el año 2017 se matricularon 487.511 estudiantes, 42.023 menos que en 2016; esto lo dicen las más recientes cifras del Sistema Nacional de Educación Superior y según los expertos, son varias las razones de dicha disminución.

“El país venía perdiendo un poco la dinámica de crecimiento, eso afectó. De otra parte tenemos un problema estructural demográfico, la caída de la demografía del número de hijos en algunos estratos como 3,4,5,6”, dice Luis Felipe Gómez, rector de la Universidad Javeriana de Cali.

Además, para muchos estudiantes han dejado de ser atractivos los programas académicos de las universidades en Colombia.

“Hay muchos jóvenes que estudiaban en las privadas colombianas, ahora se están movilizando a estudiar en países de América Latina como México, Argentina y Chile que tienen programas de educación pública gratuito con mucho acceso”, manifiesta Édgar Varela, rector de la Universidad del Valle.

Ni qué decir de las pocas probabilidades de empleo para los profesionales: “Mucha gente siente que el diploma no les ha servido por las tasas de desempleo”, añade Varela.

Ambos expertos coinciden en que el gobierno y las mismas universidades deben hacerle frente a esta situación.

“Un esfuerzo como se hizo en Ser Pilo Paga, que era con esa posibilidad de estudiar bien sea en la universidad pública o en la privada”, puntualiza Luis Felipe Gómez.

Esa reducción en la matrícula de universitarios no se había vuelto a registrar desde el año 2013; ahora se espera conocer las cifras del año 2018 para saber si la tendencia a la baja continúa.

Fuente de la Noticia:

https://noticias.caracoltv.com/valle/por-que-ha-disminuido-el-ingreso-la-educacion-superior-en-colombia-esto-dicen-los-expertos

ove/mahv

 

 

 

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Expansión de la educación superior y desigualdad social

México / 19 de mayo de 2019 / Autor: Rodolfo Tuirán / Fuente: Campus Milenio

Es sabido que la distribución de las oportunidades de acceso a la educación superior está fuertemente condicionada por el origen social de los estudiantes. Se estima que en México la tasa de cobertura de los alumnos de ese nivel educativo provenientes de familias situadas en el primer quintil de ingresos era de aproximadamente 19.6 por ciento en 2016, en contraste con 89.5 por ciento de quienes pertenecen al quintil más alto; es decir, una diferencia de casi 70 puntos entre el grupo más pobre y el más rico. Esto significa que un estudiante del segmento más próspero registraba en 2016 una probabilidad 4.6 veces mayor de participar en la educación superior que un joven de escasos recursos. Esta brecha, aunque aún elevada, se ha venido reduciendo de manera significativa en el último cuarto de siglo, gracias al creciente acceso a la educación superior de los estudiantes en situación de desventaja. La envergadura de este cambio puede advertirse en el hecho de que en 1992 un joven del quintil más rico tenía una probabilidad casi 16 veces mayor de asistir a la educación superior que uno del quintil más pobre.

La dinámica indicada sugiere que transitamos desde hace varias décadas de un modelo elitista, en el cual los estudiantes del nivel superior provienen principalmente de las clases ubicadas en la cúspide de la pirámide social, a un modelo en el que el origen social de la matrícula es crecientemente heterogéneo, con un peso cada vez mayor de los jóvenes de familias de menores ingresos y de otros segmentos tradicionalmente excluidos.
Desde el punto de vista de la desigualdad en el ingreso, los rasgos de esta transición se han dibujado en el país con cierta nitidez en las últimas décadas. De acuerdo con los datos de las encuestas de ingresos y gastos de los hogares de 1992 y 2016:
• La proporción de la matrícula total de educación superior representada por estudiantes de los dos primeros quintiles de ingreso aumentó de 10.3 a 23.8 por ciento.
• A su vez, el peso relativo del tercero y cuarto quintil (que integran los segmentos intermedios) se elevó de 43.8 a 48.6 por ciento de la matrícula total.
• Finalmente, el peso relativo del último quintil disminuyó de 46 a 27.6 por ciento de la matrícula total en ese periodo.
Esta presencia creciente de los segmentos de menores ingresos en la educación superior probablemente se verá acentuada en los años por venir. Los mandatos de obligatoriedad y gratuidad —derivados de la reforma a los artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos— podrían convertirse, de ser aprobados en fecha próxima, en un poderoso impulso de la masificación de la educación terciaria, al tiempo que favorecerían la presencia de un alumnado más heterogéneo y con mayor diversidad de orígenes sociales y culturales.

Los desafíos en puerta
Para valorar la profundidad y alcances de esta eventual transformación, en un estudio reciente sostengo que un escenario de ampliación de las oportunidades educativas de tipo superior, congruente con las promesas de campaña y los mandatos de obligatoriedad y gratuidad, es el que propone alcanzar una cobertura de al menos 56 por ciento en 2024 (con una matrícula de 6 millones 122 mil estudiantes) y de 70 por ciento en 2030 (con 7 millones 580 mil alumnos). La trayectoria que sigue este escenario, que podríamos denominar de obligatoriedad, implicaría llevar a cabo un esfuerzo inédito en la historia de la educación superior mexicana.
La evolución de la matrícula y la cobertura marcada por este escenario trae necesariamente aparejado un esfuerzo por corregir el desbalance de oportunidades educativas entre ricos y pobres por un imperativo de justicia social. Con esta idea en mente, se asume que la tasa de cobertura de los dos primeros quintiles de ingreso se elevaría rápidamente: de 25.1 por ciento en 2018 a 40.2 por ciento en 2024 y a 57.6 por ciento en 2030, propiciando una reducción significativa de la brecha que separa al quintil más rico del más pobre desde el punto de vista de la probabilidad de acceso a la educación superior.
Como resultado de esta dinámica, los jóvenes provenientes de los dos primeros quintiles de ingreso aumentarían de casi 1 millón 100 mil en 2018 a 1 millón 778 mil en 2024, en tanto que en el futuro más distante, en 2030, la cifra se elevaría a 2 millones 500 mil. Como se puede advertir, el escenario de obligatoriedad no podría ser viable sin incorporar en forma masiva a los jóvenes en desventaja. De hecho, ellos aportarían en el periodo 2018-2024 alrededor de 40 por ciento del aumento de la matrícula y cerca de 56 por ciento en 2024-2030.
Esta dinámica sería suficiente para incrementar de manera significativa el peso relativo de los grupos desfavorecidos en la matrícula total (de 25 en 2018 a 33 por ciento en 2030), en contraste con la reducción en la proporción representada por los jóvenes provenientes de familias provenientes del último quintil (de 26.4 a 19.9 por ciento en ese mismo periodo) y la leve caída —en términos relativos— prevista para los quintiles intermedios (de 48.4 a 47.1 por ciento). Bajo el escenario de obligatoriedad, para el 2039, año en el que se prevé que el país alcanzaría una cobertura en el nivel superior de 85 por ciento e ingresaría a la etapa de “acceso universal”, la proporción de la matrícula total representada por los jóvenes de los dos primeros dos quintiles de ingreso se elevaría a casi 40 por ciento. Las cifras enunciadas sugieren pues que, en el futuro, el perfil de los estudiantes mexicanos de educación superior no sería el mismo de aquel que las universidades suelen atender en la actualidad.

Igualdad de oportunidades
Para atraer y retener a los jóvenes de los segmentos de menores ingresos en las universidades, sería necesario, como primera condición, fortalecer los programas de becas. Una intervención de esta naturaleza constituye una herramienta poderosa para impedir que el origen social de los estudiantes condicione su destino educativo.
Si bien la gratuidad en las instituciones públicas de educación superior resolvería parte del problema, pues eliminaría colegiaturas y cuotas, resulta necesario, para asegurar igualdad de oportunidades, contar con programas sólidos de becas que ofrezcan financiamiento adecuado y suficiente a los jóvenes en desventaja para cubrir diversos costos directos e indirectos de la educación (como materiales escolares, libros, transporte o cambios de residencia, entre otros). De no contar con este tipo de apoyos, el esfuerzo financiero recaería sobre sus familias, quienes en muchos casos, por su propia condición, difícilmente podrían sostenerlo, lo que tarde o temprano haría inevitable el abandono escolar.
Afortunadamente, los programas de becas en el nivel superior han experimentado un gradual fortalecimiento en los últimos años. En el periodo 2006-2012 se otorgaron un promedio de 402 mil becas por año a estudiantes en situación de desventaja. La cifra se elevó a cerca de 600 mil becas por año en el periodo 2012-2018, lo que significó una cobertura de más de 6 de cada 10 jóvenes pertenecientes a los dos primeros quintiles de ingreso. Además de universalizar estos apoyos a los estudiantes de escasos recursos, se requiere aumentar de manera significativa el monto de estas becas.
El énfasis en los propósitos de equidad de la iniciativa de reforma constitucional que se debate aún en el Congreso de la Unión haría imprescindible continuar avanzando en la configuración de un sólido y generoso programa de becas para que los jóvenes en desventaja no encuentren barreras financieras que les impidan continuar con su educación en el nivel superior.
Entre sus promesas de campaña, el ahora Presidente López Obrador (AMLO) dijo originalmente que todos los estudiantes en situación de desventaja que cursaran estudios de nivel superior tendrían acceso a una beca (véase por ejemplo los 10 compromisos que presentó al magisterio en Oaxaca el 12 de mayo de 2018). Más recientemente, AMLO al parecer abandonó esa idea y en su lugar anunció la creación del programa Jóvenes escribiendo el futuro, que contempla inicialmente hasta 300 mil becas a jóvenes de escasos recursos por un monto de 4,800 pesos bimestrales, sin que hasta la fecha se haya dado a conocer las metas de este programa. Conviene precisar que, para financiar las 300 mil becas, el programa debería tener previsto un monto aproximado de 8,600 millones de pesos. Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2019 sólo están contemplados alrededor de la mitad de los recursos, los cuales alcanzarían para apoyar a 150 mil jóvenes durante todo el año. Surge pues la duda: ¿300 mil becas otorgadas a los beneficiarios los doce meses del año? ¿150 mil becas asignadas en el mismo periodo? o ¿300 mil becas o más por unos cuantos meses del año?
Además, la SEP ha informado que seguirá asignando —al parecer temporalmente hasta concluir el ciclo escolar 2018-2019— un total de 290 mil becas adicionales de manutención, consistentes en un apoyo económico por un monto de 9 mil pesos distribuidos en 5 pagos bimestrales por la cantidad de 1,800 pesos cada uno, lo que apunta a una disponibilidad del orden de 2 mil 600 millones de pesos. Sin embargo, esta decisión plantea algunos dilemas: ¿Qué sucederá con el resto de los jóvenes en desventaja que estudian en las universidades y no cuentan con una beca? ¿El nuevo gobierno tiene entre sus prioridades cubrir con el nuevo (o el viejo) programa de becas a los segmentos que se encuentran en situación de desventaja? De ser el caso, ¿En qué plazos se buscaría alcanzar esta meta? ¿Cómo se prevé resolver el problema de contar con un programa nuevo que coexiste con otro ya antiguo que otorga a los beneficiarios becas por un monto casi tres veces menor?
Sobre las becas y la importancia de reforzar el papel de la educación terciaria en la movilidad social, el gobierno federal deberá adoptar definiciones precisas de política pública consistentes con el escenario emergente de obligatoriedad y gratuidad. Aquí, en este renglón, no cabe “hacer más con menos”. La opción es simple: se apoya a los jóvenes con becas para intentar, junto con otras acciones complementarias, retenerlos en la educación o se corre el riesgo de que la abandonen, con los enormes costos sociales que eso implica.
En el nivel medio superior ya se instrumenta el programa de Becas para el Bienestar Benito Juárez, el cual aspira a beneficiar a 4.2 millones de estudiantes de instituciones públicas (con 1,600 pesos bimestrales). De estar acompañado de medidas orientadas a fortalecer la oferta educativa y a dar un acompañamiento integral a los beneficiarios, el programa podría contribuir a favorecer la transición del bachillerato a la educación superior y ejercer cada vez mayor presión sobre el ingreso a este nivel educativo.
A su vez, en el nivel superior, si con el programa Jóvenes escribiendo el futuro se optara por alcanzar en 2024 cobertura universal de los estudiantes en desventaja, incorporando 300 mil nuevos becarios por año (con un monto de 4,800 pesos bimestrales, como aparentemente se está haciendo en 2019), la presión presupuestal sería muy significativa. Sería necesario adicionar alrededor de 8,600 millones de pesos por año, hasta acumular, en el escenario de obligatoriedad, un monto total de 51 mil millones de pesos en 2024 para financiar las becas de casi un millón 800 mil potenciales beneficiarios.
Como se podrá advertir, el componente de becas es estratégico y debe ser definido por el nuevo gobierno como un asunto prioritario. Implicaría una inversión cuantiosa de recursos adicionales por año, equivalente a un tercio del impacto financiero de la obligatoriedad (estimado de manera preliminar en alrededor de 25 mil millones de pesos adicionales por año, sin considerar la previsión correspondiente debido a la gratuidad).

Reformas pendientes
La cambiante composición social de la matrícula de educación superior y el creciente peso relativo de los jóvenes de escasos recursos y en situación de vulnerabilidad (personas con discapacidades, estudiantes procedentes de las poblaciones originarias, afro-descendientes y de otros orígenes) constituirían, como se puede advertir, desafíos clave para la política educativa y para el funcionamiento adecuado de las instituciones del sector en los años por venir. En particular, las  instituciones públicas, que si bien han albergado hasta ahora a la mayoría de los alumnos en situación de desventaja y con menores capitales culturales, verían en el futuro transitar por sus aulas a un flujo inédito de jóvenes con este perfil.
La experiencia internacional enseña que todos los sistemas que atraviesan por procesos de masificación y recomposición social de su alumnado suelen verse  obligados a impulsar reformas dirigidas a transformar la arquitectura institucional de la educación superior, articular el sistema educativo entre tipos y modalidades, transformar las políticas y prácticas de las instituciones educativas, fortalecer los mecanismos de inclusión e igualdad de género, y revisar el modelo de financiamiento, el andamiaje normativo y las pautas regulatorias de la educación superior para adaptarlos a las nuevas realidades.
El nuevo contexto obligaría a las instituciones de educación superior a hacer un esfuerzo sistemático, con nuevos y más eficientes modelos de organización, gestión y administración de las instituciones educativas, con el fin de atender y dar respuesta, sin distinción de ningún tipo, a la diversidad de necesidades educativas de los jóvenes pertenecientes a diversos colectivos. Sería necesario, por ejemplo, llevar a cabo desde adecuaciones a las instalaciones universitarias para facilitar la accesibilidad hasta cambios significativos en el modelo educativo para darle una orientación inclusiva e intercultural, y evitar altas tasas de abandono, reprobación y repetición. Con esa finalidad, constituiría un imperativo acercar a los jóvenes cursos propedéuticos, de nivelación, tutorías y otros apoyos, porque crecientemente se reconoce que estas acciones son necesarias para acompañar los programas de becas, que no son suficientes por sí mismos para mejorar el desempeño escolar de los jóvenes y contener el problema del abandono. Además, se necesita adecuar la oferta educativa a una demanda crecientemente heterogénea, y fortalecer la capacitación y actualización docente, a través de modelos de formación que les permitan construir, en los procesos de aprendizaje, interacciones sustantivas con los alumnos.
Desde el punto de vista social, la creciente incorporación al ámbito universitario de segmentos tradicionalmente excluidos podría constituir una oportunidad extraordinaria para activar y “aceitar” los procesos de movilidad social en el país. Recuérdese que, de acuerdo con el estudio Desigualdades en México 2018, publicado por el Colegio de México, los mexicanos que provienen de hogares situados en el quintil más bajo de la distribución del ingreso registran una probabilidad de alrededor de 76 por ciento de mantenerse, de una generación a la siguiente, en éste o en el siguiente quintil más desfavorecido. Con miras a superar este obstáculo invisible, Savater nos recuerda que la educación es quizá el camino más eficaz para “luchar contra la fatalidad social que hace que los hijos de los pobres sean siempre pobres”.
Para lograr que la educación superior sea motor de una mayor movilidad social en México, será preciso impedir a toda costa que el avance de la masificación redunde en una oferta educativa de baja calidad y poco pertinente para los jóvenes de escasos recursos. Una precaria asignación presupuestal a las universidades no dejaría margen alguno para evitarlo. Todos sabemos lo que está en juego: ofrecer una educación de baja calidad a los jóvenes de escasos recursos no haría más que reproducir un círculo vicioso que acentúa e incluso profundiza la desigualdad. Si la educación que recibirían estos jóvenes no conduce a una formación sólida, difícilmente podrían superar más tarde la fatalidad social a la que se refiere Savater.

Fuente del Artículo:

http://campusmilenio.mx/index.php?option=com_k2&view=item&id=16088:expansion-de-la-educacion-superior-y-desigualdad-social&Itemid=140

ove/mahv

 

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Universidades de Chile se comprometen contra el cambio climático y firman convenio de colaboración a nivel nacional

Chile / 19 de mayo de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Energía Limpia XXI

En un año clave para el cambio climático y en el marco de la antesala a la realización de la COP25 que se realizará en nuestro país durante las dos primeras semanas de diciembre, 16 instituciones de educación superior, que son parte de Red Campus Sustentable, firmaron un compromiso para gestionar la sustentabilidad y generar cambios para avanzar hacia una economía circular y baja en carbono.
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La alianza entre la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC) y Red Campus Sustentable busca desarrollar proyectos de investigación interdisciplinaria para la generación de nuevos conocimientos a fin de hacer frente a los problemas derivados del Cambio Climático, como también impulsar proyectos de difusión y extensión como seminarios, congresos y cursos especializados en esta materia. El Informe de ASCC recogido por Energía Limpia XXI destaca que se espera gestionar la transferencia tecnológica de conocimientos científicos y tecnológicos para desarrollar nuevos productos, aplicaciones y servicios, los cuales son clave para el proceso de innovación y competitividad. En esta materia, la ASCC cuenta con una vasta experiencia que espera poner en práctica por segunda vez en esta COP25, al ser parte del equipo negociador de Chile en transferencia tecnológica.

El convenio, que tendrá vigencia hasta 2023, fue formalizado por el Director Ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, Giovanni Calderón Bassi, y la Vicepresidenta de Red Campus Sustentable, Nélida Ramírez Naranjo, en una ceremonia encabezada por la Intendenta regional Karla Rubilar, junto a los seremi de Medio Ambiente, Educación y Economía y Maisa Rojas, Directora del Centro del Clima y la Resiliencia.

“Firmar este compromiso con la Red Campus Sustentable, en un año tan importante para el cambio climático en nuestro país, es sumamente relevante para nosotros como Agencia vinculante en este tipo de acuerdos. La realización de la COP25 en Chile, nos impulsará a todas las empresas e instituciones a dar nuestro mejor esfuerzo por generar acciones de contribuyan a cuidar nuestro ecosistema y educar a la ciudadanía al respecto”, señaló Giovanni Calderón, Director Ejecutivo de la Agencia.

En tanto, Francisca Sandoval, Directora Ejecutiva de Red Campus Sustentable, junto con valorar el apoyo de la Agencia en el impulso de una educación para la sustentabilidad, sostuvo que “esta es una importante muestra de colaboración público privada para cambiar paradigmas en la educación. A través de este acuerdo, la Agencia reconoce la urgencia de formar a profesionales que se hagan cargo de sus impactos, que impulsen, desarrollen y ejecuten buenas prácticas en su día a día para aportar a la mitigación del cambio climático”.

La iniciativa permitirá también aunar esfuerzos en la búsqueda, a nivel nacional e internacional, de recursos financieros complementarios a los fondos nacionales para la investigación y difusión de temáticas sustentables vigentes en Chile, así como explorar y hacer uso de los instrumentos de cooperación internacional para implementas las acciones propuestas.

La Intendenta Karla Rubilar expresó que “es una muy buena noticia, una vez más, desde la Agencia de Sustentabilidad. Lo cierto es que desde una casa con una mirada de la economía, pero sustentable, el llamar a quiénes son probablemente fundamentales para transmitir, explicar, enseñar, como son nuestras universidades, de qué estamos hablando en el marco de la COP 25, de generar cambios en las personas que son los ejes más relevantes es una tremenda noticia. Vamos por el camino correcto en este tipo de asociatividad”.

Universidades comprometidas

Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Academia Humanismo Cristiano, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), Universidad Católica del Norte, Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Austral de Chile, Universidad de Los Lagos, Instituto Profesional DUOC, Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), Universidad de Talca, Universidad Nacional Andrés Bello (UNAB), Universidad Católica del Maule, Universidad Aconcagua, Universidad de Santiago de Chile (USACH), Universidad de Concepción y Universidad de la Frontera, son las instituciones socias de Red Campus Sustentable que han asumido el compromiso con la sustentabilidad y el cambio climático.

Mediante este convenio de colaboración se busca profundizar el trabajo público privado iniciado con el Acuerdo de Producción Limpia que certificó en 2017 a 14 instituciones de educación superior del país, al incorporar la sustentabilidad como parte de la cultura organizacional de los campus universitarios, desde buenas prácticas en gestión de energía, agua y residuos. Medición de huella de carbono, hasta cambios en el currículum académico, investigación y extensión.

Fuente de la Noticia:

https://energialimpiaparatodos.com/2019/05/14/universidades-de-chile-se-comprometen-contra-el-cambio-climatico-y-firman-convenio-de-colaboracion-a-nivel-nacional/

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 19 de mayo de 2019: hora tras hora (24×24)

19 de mayo de 2019 / Autor: Editores OVE

 

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 19 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

00:00:00 – Miles de brasileños protestan en defensa de la educación

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309665

01:00:00 – II Simposio Internacional de Inteligencia Artificial Educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309668

02:00:00 – Universidades de Chile se comprometen contra el cambio climático y firman convenio de colaboración a nivel nacional

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309693

03:00:00 – Ya sé que la personalización del aprendizaje mejora los resultados pero ¿cómo se hace sin morir en el intento?

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309674

04:00:00 – Argentina: En 90 escuelas de Moreno no hay gas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309706

05:00:00 – Conferencia de Henry Giroux en el CCCB

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309671

06:00:00 – Libro: Educaciones y pedagogías Críticas desde el Sur (Cartografía de la Educación Popular). PDF.

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309715

07:00:00 – Expansión de la educación superior y desigualdad social

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309681

08:00:00 – Libro de Paulo Freire: Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309718

09:00:00 – El fraude de la Reforma Educativa de la 4T – A Contracorriente (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309703

10:00:00 – Libro de Oscar Jara-La sistematización de experiencias: práctica y teoría para otros mundos posibles (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309721

11:00:00 – Usar las series en clase, ¡es posible!

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309684

12:00:00 – Uno de cada quince estudiantes estadounidenses han pensado en suicidarse por elevado endeudamiento

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309724

13:00:00 – Philippe Meirieu: “La escuela debe asumirse como un espacio de desaceleración”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309690

14:00:00 – ¿Por qué ha disminuido el ingreso a la educación superior en Colombia? Esto dicen los expertos

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309730

15:00:00 – Con este juego, tus alumnos aprenderán geografía con estudiantes de todo el mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309687

16:00:00 – México: Inauguran Seminario Internacional sobre Reformas Educativas en América Latina

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309736

17:00:00 – Entrevista a Pep Aparicio: “Las profesoras y profesores de educación creo que han sido incapaces de leer a Paulo Freire”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309696

18:00:00 – Estudio proyecta que al 2025 faltarán 32 mil profesores idóneos en Chile

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309727

19:00:00 – De la escuela sola no puede a la escuela sola no quiere

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309677

20:00:00 – México: Publican en el Diario Oficial de la Federación nueva reforma educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309712

21:00:00 – La UNESCO apoya a Ecuador para asegurar la educación a personas en situación movilidad humana

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309733

22:00:00 – Cuba: Universidad de Cienfuegos, eje transformador de la sociedad

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309709

23:00:00 – David Calle: «Los chicos, a veces, ven mis videos durante el examen. Son chuletas tecnológicamente avanzadas» (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/309700

En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.

ove/mahv

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Estados Unidos: Millones de estudiantes han sido aceptados en la universidad, pero ¿terminarán sus estudios?

América del norte/Estados Unidos/16 Mayo 2019/Fuente: Univision

En su más reciente reporte la Fundación KIPP pide al Congreso que se enfoque en cinco reformas a la Ley de Educación Superior que ayudarán a crear un camino más fácil para que millones de estudiantes puedan entrar en la universidad y continuar sus carreras.

El Sueño Americano está basado en la idea fundamental de que el lugar donde nace uno no tendría que determinar dónde acaba en la vida. Y conseguir un diploma de la universidad es uno de los mejores caminos para llegar a ese sueño. Mi madre, de origen panameño, no solo me inculcó eso cuando era niño, sino que dedicó toda su vida como profesora a ayudar a miles de estudiantes más. Yo pude asistir a Universidad de Harvard y estudiar leyes en la Universidad de Yale, pero no todos los estudiantes que ingresan a la universidad completan sus estudios. A nivel nacional, solo uno de cada 10 estudiantes de bajos ingresos obtiene un diploma universitario. Para estudiantes latinx, ese número es 21%, por debajo del 37% que es el promedio para todos los estudiantes entre 25 y 29 años de edad.

En KIPP, la red nacional de escuelas chárter más grande del país, donde el 95% de los estudiantes son afroamericanos o latinx y el 89% son de bajos recursos, conocemos muy bien estos obstáculos. Es por eso que hace una década desarrollamos un sistema para ayudar a nuestros estudiantes a graduarse de la universidad. Empezamos por introducir la idea de atender a la universidad desde el jardín de infancia; les ofrecemos un currículo comprensivo y riguroso; les proveemos consejos a nuestros estudiantes sobre cómo escoger la universidad adecuada con costos asequibles y apoyos emocionales y sociales.

Gracias a estas iniciativas hemos progresado. El porcentaje de estudiantes que se gradúa de las escuelas secundarias de KIPP y completan la universidad es de 45%, cuatro veces más alto que el promedio de los estudiantes en Estados Unidos con antecedentes socioeconómicos similares. Pero estos números no son suficiente, témenos que hacer más. Este año tenemos la oportunidad de hacerlo.

A través de la reautorización de la Ley de Educación Superior (HEA), Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer cambios significativos, ya que esta ley federal gobierna los programas de educación superior.

En nuestro más reciente reporte pedimos al Congreso que se enfoque en cinco reformas dentro del HEA que ayudarán a crear un camino más fácil para que millones de estudiantes puedan entrar en la universidad y continuar sus carreras.

Con la reautorización de la HEA, tenemos que crear un programa federal de subvenciones que reduzca significativamente la proporción de estudiantes por consejero, incentive la adopción de prácticas de asesoramiento basadas en evidencias y responsabilice a los beneficiarios de los resultados. A nivel nacional, la relación de consejero universitarios a estudiantes es de casi 1 a 500, lo cual significa que los estudiantes se reúnen con su consejero no más de una o dos veces antes de elegir su universidad, una de las decisiones más importantes de la vida. Eso no es suficiente para nadie; en nuestras escuelas el porcentaje de consejeros a estudiantes es de 1 a 100.

Los estudiantes necesitan de alguien que les guie a través del proceso de mandar solicitudes a la universidad y entender con qué se encontrarán en cuanto lleguen al campus, especialmente si son de primera generación y sus padres no saben cómo ayudarles.

Segundo, tenemos que reducir las barreras financieras para obtener un título universitario. Según Education Trust, las familias con ingresos altos y medios destinan del 24% al 27% de su ingreso para pagar los costos universitarios de sus hijos. En comparación, las familias de bajos ingresos destinan el 72% de su sueldo. En una encuesta reciente, el 43% de nuestros alumnos de KIPP dicen que a veces se saltan comidas para poder pagar por sus libros, costos de matrícula y otros gastos en la universidad.

Esto tiene que cambiar. Cualquier programa que intente reducir el costo de la universidad tiene que estar acompañado de programas que ayuden a los estudiantes a pagar sus préstamos escolares, para que las deudas no sigan años después de empezar su carrera, y ofrecer mini becas para pagar los costos de libros, comida y residencia.

Tercero, deberíamos incentivar el gasto en educación superior a través de una sólida asociación entre el gobierno federal y los estados que dé prioridad a los programas de ayuda basados en las necesidades y que creen una garantía de asequibilidad universitaria para los estudiantes de familias de bajos y medianos ingresos. El gobierno también debería ofrecer ayuda financiera a estudiantes indocumentados y aprobar de una vez una reforma de inmigración que incluya una solución permanente para los dreamers/soñadores en este país.

La cuarta recomendación es que deberíamos incrementar la inversión en universidades que históricamente han atendido a estudiantes de color y de minorías. Estas instituciones sirven a casi cinco millones de estudiantes de color en Estados Unidos, un cuarto de todos los estudiantes inscritos en estudios postsecundarios. Estas instituciones se merecen más fondos para que puedan seguir ayudando a los estudiantes a mejorar su posición económica y social.

Y la última recomendación es que tenemos que mejorar la forma en que integramos los consejos sobre distintas carreras y no solo sobre la universidad, empezando en el jardín de infancia. Deberíamos modernizar y amplificar el programa federal de estudio y trabajo para que los estudiantes consigan experiencia conectada con lo que están estudiando en las universidades o con sus intereses de trabajo.

Para que estas recomendaciones funcionen, todas las instituciones involucrados tienen que ser transparentes en el proceso. Los estudiantes tienen que entender cuánto cuesta de veras la universidad, cuánta deuda tendrán cuando se gradúen y que tipos de trabajo consiguen los estudiantes después de los estudios. Estos datos tienes que estar desagregados por ingresos, raza y género. Tener toda esta información ayudará a estudiantes, familias, educadores y políticos a tomar mejores decisiones.

Si priorizamos cómo incrementar las tasas de graduación podremos ayudar a nuestros estudiantes a dar un paso más para conseguir el sueño Americano.

Fuente: https://www.univision.com/noticias/opinion/millones-de-estudiantes-han-sido-aceptados-en-la-universidad-pero-terminaran-sus-estudios

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