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Egreso y Deserción… ¿Satisfacción y Frustración?

Por: Pluma Invitada

En estos días, durante el proceso de actualización de información sobre alumnos, una idea se ha ido perfilando y tiene que ver con la importancia de cerrar ciclos.

Es muy común escuchar esta expresión aplicada a diferentes campos o eventos como por ejemplo, a cerrar la etapa laboral o, simplemente, cambiar de área; concluir un noviazgo o relación afectiva; cambiar de casa o ciudad; concluir estudios de algún nivel, etcétera. También, escuchamos decir que el cierre de un ciclo viene acompañado de nuevas situaciones, nuevos aprendizajes, nuevas experiencias y nuevas oportunidades.

Y algo muy importante, que el cierre de cada uno de estos u otros eventos, nos da la oportunidad de enfrentarnos y decidir por lo menos de entre dos opciones: reconocer, agradecer y utilizar a nuestro favor lo bueno que se vivió en esa etapa o bien, guardar resentimiento por lo vivido y permitir que nos cause daño de manera permanente.

Esta idea, va ligada al interés por el tema de conocer el comportamiento académico que tienen los alumnos de la Universidad y los factores que lo determinan, como base para proponer acciones de intervención. Y, a decir verdad, tanto si hablamos de egreso como de deserción, se está haciendo mención a que una fase o etapa de vida, concluye. Lo que nos lleva a preguntarnos si en todos los casos de egresados ¿se puede hablar de satisfacción? y, si en todos los que abandonaron sus estudios, ¿se puede hablar de frustración?

Sabemos que no siempre es así. Tanto en unos como en otros casos se presentan ambas situaciones. Lo que no sabemos realmente es en qué medida se da este fenómeno entre nuestros estudiantes. Podríamos acercarnos un poco a esos datos si conocemos más de cerca a nuestra fuente más valiosa: el alumno mismo.

Si bien en la mayoría de los egresados, existe un sentimiento de satisfacción por haber concluido sus estudios, en algunos casos podría haber frustración por no haber tomado tan en serio su papel de estudiante desde el inicio de la carrera trayendo como consecuencia haber obtenido bajos promedios; en algunos otros, tal vez porque no estudiaron la carrera que realmente querían estudiar y cursaron otra, o bien porque no pudieron obtener su título y cédula profesional; así como éstas, puede haber otras razones para no estar tan satisfecho a pesar de haber concluido su licenciatura. Por otra parte, los que abandonan sus estudios, también experimentan esas sensaciones; se sienten frustrados si su deseo era haber sido un buen profesionista pero las condiciones familiares y económicas, no se los permitieron, o bien, quienes conscientemente tomaron la decisión de dejar de estudiar por darse cuenta que no era lo que ellos buscaban y consideraron conveniente buscar y emprender otras acciones; éstos, seguramente, se sienten satisfechos.

Aunque mis análisis se han circunscrito a los alumnos que cuentan con algún tipo de beca como PRONABES, Oportunidades y Verano de la Investigación Científica, en esta ocasión se ha considerado conveniente incluir a alumnos no becarios para conocer, de manera natural cómo se fue dibujando su paso por la Universidad y compararlo con los alumnos que tienen como característica distintiva el ser becarios.

Por esa razón, se dan a conocer algunos resultados obtenidos en un estudio comparativo efectuado en el año 2012, mediante una muestra pareada entre becarios y no becarios, y actualizado al mes y año en curso.

El dato que determinó la muestra seleccionada fue el número de becarios de la primera generación (2001-02) del Programa Nacional de Becas para la Educación Superior (PRONABES) que fue de 138 alumnos. De hecho, es la generación más pequeña de las 16 que a la fecha ha habido. Tomando este número como base, se eligieron, al azar, 138 de la segunda generación (2002-03) quedando, de esta manera, un grupo de 276 becarios.

Posteriormente, se solicitó al área administrativa correspondiente, la matrícula existente en la propia Institución en agosto 2001 y agosto 2002. De cada generación se eligieron, también al azar, 138 alumnos no becarios, logrando de esta forma identificar y contar con igual número de casos en cada grupo, para proceder a su estudio: 276 becarios y 276 no becarios, dando un total de 552 casos.

El estudio de seguimiento realizado tiene como principales características las de ser longitudinal y retrospectivo, con el propósito de sentar un precedente para un posterior estudio con enfoque prospectivo. Para lograrlo, se construyó una base de datos con variables comunes a ambos grupos de alumnos, cuya validación nos brinda la confianza de poder compartir los resultados obtenidos.

El perfil general de los grupos en estudio, es el siguiente:

En cuanto a grupos de edad, en ambos tipos de estudiantes se detecta mayor presencia del grupo de 18 a 24 años, al momento de ingresar a la Universidad, que es el promedio para estudios de licenciatura;

El 56.30% son mujeres y el 43.7% son hombres; no obstante cabe señalar que en los becarios se observa mayor presencia de mujeres y en el de no becarios, de hombres.

El mayor número de becarios procede de la región Centro del Estado siguiendo las regiones Mante, Sur, Fronteriza, Valle de San Fernando, Altiplano y en menor medida se detecta presencia de alumnos de otros estados; en los no becarios se observa un comportamiento distinto, en mayor número proceden de la región Sur y le siguen la Fronteriza, Centro, Otros Estados, Mante, Valle de San Fernando y Altiplano.

Las áreas de conocimiento preferidas por los becarios son Ingeniería y Tecnología, Educación y Humanidades así como Ciencias Agropecuarias, mientras que los no becarios eligen las de Sociales y Administrativas, Ciencias de la Salud y, Naturales y Exactas.

Los becarios presentan un mayor número de casos sin reprobación durante sus estudios y a partir de la primera clase con reprobación (1 a 5 materias), hasta la última,  (31 o más) la tendencia a reprobar favorece a los no becarios.

El promedio obtenido por el 58.33% de los becarios al concluir su primer año, oscila entre 10.0 y 8.5; mientras que el 75.36% de los no becarios obtuvo un promedio que va del 8.49 al -6.

El promedio obtenido por el 58.69% de los becarios al término de sus estudios oscila entre 10.0 y 8.5; mientras que el 76.08% de los no becarios obtuvo un promedio que va del 8.49 al -6. Es decir, se detecta que los becarios no sólo conservaron sus buenos promedios durante la carrera, sino que los incrementaron ligeramente, encontrándose el mismo comportamiento en los no becarios, pero con promedios más bajos.

El 64.49% de becarios obtuvieron cédula de licenciatura y el 6.88% de un posgrado; en contraparte, el 55.08% de no becarios obtuvieron cédula de licenciatura y el 5.79 de algún posgrado.

Por otra parte, en el grupo en estudio se detecta un 78.26% de egreso y un 21.74 de deserción. Y de manera desagregada por tipo de alumno, tanto el egreso como la deserción, presentan el siguiente comportamiento:

En cuanto al egreso, un mayor porcentaje de becarios presenta egreso oportuno y menor egreso con rezago que los no becarios; asimismo, éstos tienen mayor número de casos de deserción.

Respecto a la deserción, un mayor porcentaje de becarios tiene estatus de baja voluntaria es decir, que académicamente no tuvieron problema y que en algún momento pueden reiniciar sus estudios; los no becarios, estatus de baja por sistema, que se entiende como baja de la Universidad por haber agotado el número de inscripciones o de oportunidades de examen razones por las que ya no son susceptibles de reanudar sus estudios universitarios en esta misma Universidad presentando además , menor porcentaje de egreso.

Conjuntamente con los datos mostrados,  se ha considerado abordar el tema de la deserción o abandono de estudios (definitivo o temporal) desde la perspectiva del porcentaje de avance logrado en los mismos. La forma más objetiva de hacerlo es a través de conocer el número de créditos aprobados por cada alumno.

En una primera tabla (Tabla N°1) podemos observar que de los 120 alumnos que desertaron de sus estudios, 39 (32.5%) aprobaron más de la mitad de los créditos de su respectiva carrera; de ellos, 17 son becarios y 22, no becarios. Los 81 restantes aprobaron menos del 60% de créditos.

Tabla N°1. Becarios PRONABES – No Becarios UAT 2001-03. Por Tipo de Deserción y N° de Créditos Aprobados.

% Créditos Aprobados Egreso Baja por Sistema Baja Voluntaria Total
Becarios No Becarios Becarios No Becarios Becarios No Becarios
100% 220 212 0 0 0 0 432
90 a 99% 0 0 1 3 4 13 21
80 a 89% 0 0 2 0 2 2 6
70 a 79% 0 0 1 0 4 2 7
60 a 69% 0 0 0 2 3 0 5
-60% 0 0 5 20 34 22 81
Total 220 212 9 25 47 39 552

En una segunda tabla (Tabla N°2), se observa que de los 39 casos mencionados con antelación, 10 alcanzaron promedios entre 8.0 y 10.0; en tanto que 28, entre 6 y 7.99; sólo uno tenía promedio menor a seis.

Tabla N°2. Becarios PRONABES – No Becarios UAT 2001-03. Por N° de Créditos Aprobados y Promedio Final.

Promedio final Créditos Aprobados Total
100% 90-99% 80-89% 70-79% 60-69% -60%
Becario No Becario Becario No Becario Becario No Becario Becario No Becario Becario No Becario Becario No Becario
9.5 o + 37 11 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 48
9 – 9.49 54 13 0 1 0 0 0 0 0 0 3 0 71
8.5 – 8.99 61 39 0 0 1 0 1 0 1 0 4 2 109
8 – 8.49 42 54 1 4 0 0 1 0 0 0 5 3 110
7.5 – 7.99 21 54 2 1 2 0 2 0 0 0 4 3 89
7 – 7.49 2 32 1 5 0 0 0 0 1 0 2 5 48
6 a 7 3 9 1 5 1 2 1 2 1 1 7 8 41
-6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 14 21 36
Total 220 212 5 16 4 2 5 2 3 2 39 42 552

Estos últimos datos nos permiten preguntarnos ¿qué sucedió con los 21 alumnos que cursaron y aprobaron del 90 al 99% de los créditos de la carrera de su elección? ¿Por qué no concluyeron sus estudios si sus promedios eran de aceptables a muy buenos y lo que es mejor, estaban a punto de egresar? ¿Por qué no los detectamos a tiempo y con ello quizá haberlos apoyado para lograr su permanencia y egreso?

Las mismas preguntas aplican para el resto de alumnos que habiendo cursado y aprobado más del 60% de sus créditos con promedios aprobatorios, abandonaron sus estudios; sólo se señala especialmente el primer caso, por el avance tan evidente que habían logrado.

Mediante este estudio podemos constatar que si bien la condición de ser becarios ayuda a ingresar y continuar por un tiempo determinado en la Universidad, no es suficiente para garantizar que el alumno concluya sus estudios. Hace falta implementar acciones institucionales que permitan atenderlos en forma oportuna, para mejorar significativamente la permanencia y con ello, los índices de egreso y deserción. En cuanto a los no becarios, se encontró un mayor número de casos en esta situación. Es decir, logran un avance importante  en sus estudios pero no los concluyen.

De lo anterior se desprende la necesidad sentida de vigilar el avance que los alumnos, becarios o no, tengan en sus estudios y, cuando se observe que ya no se inscriben en el semestre inmediato posterior o por lo menos dos ciclos después, se les localice para conocer la causa que los llevó a esa situación y, si institucionalmente se les puede apoyar, no dudar en hacerlo. Estas acciones redundarían en convertir las posibles frustraciones en grandes satisfacciones en el cierre del ciclo que nos corresponde atender como instituciones educativas contribuyendo fehacientemente, al desarrollo social.

Sin embargo, esto sólo sería posible si se trabajara intensamente y con denuedo, en la concentración, organización, validación y sistematización de la información en bases de datos muy potentes en cada institución ya que a decir de Minguillón (2015), (citado en “La Inteligencia Institucional y los Programas Becarios”, publicado el 08 de junio 2016 en Campus Milenio), “las analíticas académicas requieren de datos históricos para propósitos específicos, pero estas series históricas deben ser flexibles y multidimensionales de acuerdo al nivel de análisis al que se quiera llegar”.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/egreso-y-desercion-satisfaccion-y-frustracion/

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En Venezuela: Mppeuct garantiza derechos de personas con discapacidad mediante jornada de certificación

América del Sur/Venezuela/Prensa Mppeuct/ Eliana Sosa

El Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct), en conjunto con su par para la Salud y el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis), desarrolla una Jornada de calificación y certificación de personas con discapacidad.

La idea es que las personas con discapacidad porten su certificado y accedan a los beneficios y derechos que estipula y garantiza la Ley y formen además parte del Registro Único de Personas con Discapacidad, explica Oswaldo Suárez, del equipo organizador de la Oficina de Gestión Humana del Mppeuct.

Emely Flores, joven con discapacidad motora, expresa que la actividad es muy positiva debido a que contribuye con el reconocimiento y respeto a esta población.

José Medina, médico calificador del Ministerio para la Salud, señala que en la jornada el paciente llena una planilla con sus datos y la entrega con los requisitos exigidos. Seguidamente, el médico evalúa al paciente mediante un chequeo sencillo, avalado por el análisis exhaustivo del informe médico emitido por el especialista del área afectada, a partir del cual determina el tipo y grado de discapacidad que posee la persona y la remite al módulo de Conapdis para que le emita la certificación.

Fuente: https://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/mppeuct-garantiza-derechos-de-personas-con-discapacidad-mediante-jornada-de

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Costa Rica: Acuerdo pone fin a toma de edificio administrativo en la Sede de la UCR en San Ramón

America Central/Costa Rica/Informa-Tico

Un acuerdo entre los representantes estudiantiles y las autoridades regionales y nacionales de la Universidad de Costa Rica permitió poner fin a la toma del edificio administrativo de la Sede de Occidente. La toma del edificio por los universitarios fue una medida de presión en defensa del Fondo Especial para la Educación Superior pública (FEES) que este jueves será discutido en la Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa.

El acuerdo al que arribaron autoridades y representantes estudiantiles incluye una cláusula para impedir la aplicación de medidas disciplinarias así como la devolución ordenada de las instalaciones que durante una semana ocuparon los estudiantes en la Sede de Occidente de la UCR.

Otro de los acuerdos establece la creación de una comisión Tripartita: administración, funcionarios y estudiantes, para trabajar en forma permanente por un presupuesto justo para la regionalización.

En este mismo sentido, se acordó gestiona con el Consejo Universitario una sesión pública en la Sede de Occidente, en un plazo no mayor a 22 días, para que se discuta sobre ampliamente el FEES y la distribución interna del presupuesto. Los estudiantes pidieron que esta sesión se transmita en directo a toda la comunidad universitaria.

Además, se acordó la firma de un manifiesto oficial por parte de la Sede de Occidente que señale que la negociación del FEES no es justa, no facilita el crecimiento de la educación pública ni la Regionalización de la Educación Superior Pública en Costa Rica.

Por otra parte, los universitarios anunciaron que harán presencia en las barras del Congreso para exigir a los diputados  que se respete la norma constitucional que establece que el gobierno debe destinar el 8% del PIB para financiar el sistema de educación pública costarricense, del cual, un porcentaje es para las universidades públicas.

El balance de los estudiantes resalta los resultados positivos que tuvo la protesta en defensa del presupuesto universitario, que concluirá formalmente en la mañana del jueves cuando se haga la entrega del edificio a la directora de la Sede, Roxana Salazar, aunque el documento del Finiquito de la negociación se firmó ayer, martes, en la Ciudad Universitaria Carlos Monge Alfaro, en San Ramón de Alajuela.

En la firma de los acuerdos entre la Asamblea General Autónoma de la Sede de Occidente y la Administración de la Sede de Occidente para concretar la devolución del Edificio Administrativo estuvieron los representantes estudiantil, el Consejo de Sede de la Sede de Occidente, la representante ante el Consejo Universitario por las Sedes Regionales, el Vicerrector de Administración y la Vicerrectora de Vida Estudiantil.

El documento lo firman los representantes estudiantiles Laura Vega Molina, Mariana Garro Fallas, Néstor Madrigal Flores, Wanda Hidalgo Aguilar y Javier Carvajal Monterrey.

Por el Consejo de Sede de Occidente suscriben la directora Roxana Salazar Bonilla, Carlos Ulate Ramírez, Jeannete Morales Zumbado, Henry Vargas Benavidez, Damaris Madrigal López y Milagro Piñeiro Ruiz.

Firman como testigos de la representación estudiantil Grégory Garro Jiménez, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) y Esperanza Tasies Castro, de la Sede de Occidente.

Los testigos del Consejo de la Sede de Occidente fueron la Vicerrectora de Vida Estudiantil, Ruth De la Asunción Romero, el Vicerrector de Administración, Carlos Araya Leandro y Marlen Vargas Gutiérrez, representante de Sedes Regionales ante el Consejo Universitario.

Conoce el documento firmado entre las partes:Acuerdo

Fuente: http://informa-tico.com/27-09-2017/acuerdo-pone-fin-toma-edificio-administrativo-sede-ucr-san-ramon

Documento del acuerdo enviado a redacción OVE

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Universitarios colombianos rechazan nuevos cobros en matrículas

Colombia/28 septiembre 2017/Fuente: Telesurtv

Estudiantes de la UPTC (noroeste de Bogotá) continuarán en asamblea permanente, sin clases y evaluando todas las variables alrededor de este nuevo sistema.

El nuevo sistema de cobro de matrículas en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), de Tunja (noreste de Bogotá), generó malestar en estudiantes, profesores y padres de familia, por lo que manifestaron su rechazo este miércoles con movilizaciones.

Medios locales indicaron que la nueva fórmula para el cobro de las matrículas estará basada en la capacidad socioeconómica de los estudiantes. Uno de los organizadores de las manifestaciones, Johnathan Comba, aseguró que la nueva medida afectaría las finanzas directas de los estudiantes de estratos 1, 2 y 3 , que es actualmente el 70 por ciento.

Por ello, el Consejo Superior de la UPTC decidió no aprobar este miércoles el nuevo sistema de cobros de matrículas para estudiantes nuevos y decidieron aplazar la definición del nuevo modelo para “revisar con la comunidad universitaria una propuesta que favorezca a todos”.

Tras la reunión del Consejo Superior de la UPTC que tuvo lugar en la rectoría de la universidad, el Tribunal Administrativo de Boyacá ordenó al rector del centro universitario, Alfonso López y al Consejo Superior, hacer una audiencia pública el próximo viernes 29 de septiembre con la propuesta del proyecto final para efectuar los costos de matrículas para el 2018.

Según el Tribunal, ese espacio deberá servir para que toda la comunidad universitaria participe y convenga lo más conveniente para los educandos.

Pese a que por ahora no se aprobó el nuevo sistema de cobros de matrículas, los estudiantes de la UPTC continuarán en asamblea permanente, sin clases y evaluando todas las variables alrededor de este nuevo sistema, por lo menos hasta el viernes 29 de septiembre.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/Universitarios-colombianos-rechazan-nuevos-cobros-en-matriculas-20170927-0051.html

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Perú : CALIDAD DE LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

Perú / www.expreso.com.pe / 27 de Sepiembre de 2017

La calidad de la educación superior debe ser el tema de debate y práctica institucional para poder transitar en el derrotero hacia una mejor universidad en nuestro país. Existe hoy una fuerte presión por impulsar el concepto estandarizado de calidad educativa, sustentada en la actual Ley Universitaria (Ley Nro. 30220), también preocupación por el manejo de los recursos públicos que financian a las universidades estatales. Han surgido nuevos actores en este contexto, hasta la propia UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) propone retomar el verdadero fin social de la universidad.

Calidad educativa difiere de calidad empresarial (en sentido estricto). La buena educación transforma al individuo y lo convierte en persona, basado en tres pilares: el carácter (congruencia entre pensar y actuar); la inteligencia (haber aprendido a pensar y a aprender, poseer y manejar conocimientos especializados, sobre todo los indispensables para poder desempeñarnos); y los sentimientos, estos muchas veces relegados por los racionalistas, y que nos sirven para cultivar la imaginación, la intuición, la sensibilidad, la compasión, entre otros.

Educación superior, considerada más como bien público que como servicio (dentro de la lógica del mercado), lo que hace que su desarrollo y resultados no solo se limiten a una definición de procesos y productos estandarizados. La calidad educativa es una construcción social, es dinámica y exige consenso entre sus actores, tanto de la situación presente como la proyección al futuro, con visión prospectiva y cimentada en valores.

Dicho esto, la calidad se puede percibir, inferir y medir, pero la medición no se debe limitar a lo cuantitativo, ni a la medición de resultados ni a la estandarización de procesos. El Estado, en su rol de control y supervisión a las casas superiores de estudios, necesita de estructuras y procesos diferentes de los procesos y normas establecidas para la calidad estandarizada, acordes con la naturaleza misma de la universidad: dinámica y autogestora.

Calidad educativa universitaria es adaptación y readaptación permanente de la institución a su entorno, en una cultura de autoexigencia y de superación, el ideal que la empuja a avanzar, cumpliendo con ello su rol en la sociedad. Pero, se tienen algunos aspectos que podrían desviar el rumbo: la sobrevaloración de lo económico, la competitividad desmesurada y la devoción a la excelencia; es innegable que el mundo de los negocios tiene un gran poder en la sociedad y, en algunos casos, define las políticas públicas e institucionales en el ámbito universitario.

Fuente:http://www.expreso.com.pe/opinion/willy-ramirez-chavarry/calidad-la-educacion-universitaria-willy-ramirez-chavarry/

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Venezuela: Universidad: ¡última trinchera!

Venezuela / www.elnacional.com / 27 de Septiembre de 2017

Por: Pablo Aure

La grave crisis de la educación en Venezuela es una de las grandes preocupaciones que nos aquejan. No abarcaré toda el problema ni mucho menos todos los niveles del sistema educativo, solo me referiré a algunos aspectos de la educación superior en la cual me he desempeñado como gerente en la Universidad de Carabobo desde hace más de tres lustros. En efecto, desde director de la Escuela de Derecho, pasando por el decanato de su facultad primogénita (la de Ciencias Jurídicas y Políticas) y ahora ocupando el cargo de secretario. La Secretaría de las universidades de acuerdo con la ley son las encargadas de certificar los documentos que de ellas emanan. Pudiéramos decir que casi todos los documentos que emite la universidad pasan por las manos del secretario.

Hago esta introducción para que se entienda que no escribiré sobre especulaciones, sino con pleno conocimiento de causa. Es decir, relataré lo que he vivido, no solo como gerente sino también como docente, pues estoy activo en mis horas de clases desde hace casi treinta años. La universidad de ayer no se parece en nada a la que tenemos hoy. Sus carencias y dificultades cada día se multiplican. Gerenciar la universidad del pasado –cuando en Venezuela se invertía en la educación– no es ni la sombra de esta universidad de guerra. Hoy, literalmente: sobrevivimos. Son muchas las causas para decir esto. Desde lo económico hasta cualquier otro motivo que ustedes se puedan imaginar. A pesar de la gravedad existente, nuestros trabajadores están allí, llenos de preocupaciones al igual que los estudiantes. Todos sabemos que estamos muy mal, pero lamentablemente nos quedamos solo en la preocupación y no logramos avanzar, por lo que hemos retrocedido. Las constantes luchas son para exigir salarios o becas dignas, que sinceramente están muy lejos de la dignidad en el trato que merecen trabajadores y estudiantes.

Hoy es imposible pensar que un profesor haga sus estudios de cuarto o quinto nivel en una institución de Europa. Es impensable porque el euro y el dólar al cambio son inaccesibles. Antes, que los profesores viajaran era lo común durante los años sabáticos o planes conjuntos. Mis profesores, casi todos, hicieron sus maestrías o doctorados en Italia, Inglaterra, Francia o España. Estudié Derecho. Daba gusto escuchar una exposición de mis maestros recién llegados de cursar estudios en el exterior, nos traían exquisitas enseñanzas. Criterios con experiencias vividas en el primer mundo. Con dolor lo digo: esa universidad desapareció. Hoy nuestros colegas profesores estudian en la misma universidad y aunque son de buena calidad esos estudios, no es lo recomendable, porque se produce lo que los colombianos llaman “la promiscuidad académica”. Lo interesante del posgrado es realizarlo en otras universidades y si es posible en otros países.

Universidad, herida de muerte

La universidad venezolana, si se mantiene bajo el mismo esquema, está condenada a morir. Lo escribo con angustia. El desvelo de sus autoridades no puede ser mendigar que le asignen presupuesto para poder mantenerlas abiertas. Eso es lo que a diario hacemos. Suena feo, pero debo decirlo. La mayoría de los salones tienen los aires acondicionados dañados, las oficinas prácticamente igual, a oscuras o con poca iluminación, las becas de los estudiantes son miserables: 15.000 o 18.000 bolívares, dependiendo del tipo de beca. ¿Sabrá el régimen cuánto cuesta alquilar un cuarto, o el pasaje en autobús, sin pensar en un cachito, una empanada, un sándwich, un jugo o cualquier otra chuchería? La respuesta es: sí lo sabe, pero ellos, el régimen, insiste en su propósito de destruir la moral burguesa. Para ellos –el régimen–, quienes estudian y se superan son burgueses y en consecuencia su moral deben destruir.

Hablar del sueldo de los trabajadores, solo por mencionar el de los profesores, es vergonzoso. Claro que da pena si lo comparamos con lo que gana un docente en los países donde valoran la educación. Al cambio amigos míos, un profesor universitario en Venezuela no gana ni siquiera un dólar diario.

Todos los días hablo con mis alumnos, con los empleados, obreros y profesores, también lo discutimos en las reuniones de autoridades. Concluimos que hay que asumir la verdadera lucha, no solo para defender la UC, mantenerla abierta y reimpulsarla, sino para rescatar la democracia en Venezuela.

He hablado muchísimo con mi rectora y amiga Jessy Divo de Romero, a quien la historia reconocerá como una ciudadana ejemplar, honesta, universitaria que dedica el tiempo que sea necesario para mantenernos unidos (a las autoridades). Solo así ha sido posible que la UC continúe activa. Nuestra UC se mantiene funcionando por ella, por su dedicación y por su permanente acercamiento con los distintos gremios. Su regio, decente y convincente discurso ha hecho posible lo que para otros quizá era irrealizable. A ella, nuestra rectora, mi respeto y admiración. Pues bien, en esas conversaciones siempre el tema que sale al tapete es la falta de recursos, la renuncia de trabajadores y la deserción estudiantil. Esos aspectos, al igual que los constantes hurtos, falta de transporte, deficiencia proteica para el comedor, reparación de la infraestructura, falla de los servicios públicos como el agua o la luz eléctrica; ya parecen una letanía, pero son problemas que debemos atender constantemente. Desde luego, una universidad en esas condiciones difícilmente puede ser productiva; y eso para no tardar en explicar los mecanismos para la reposición de material que cada vez son más engorrosos. Lo son, porque la UC, por ser una institución pública, debe regirse por procesos de contratación que están regulados en la Ley de Contrataciones y, tal como está el costo de la vida, con una inflación exorbitante, hasta para comprar una caja de papel bond hay que hacer un llamado a licitación. En definitiva amigos, la gerencia de esta universidad es una tarea cuesta arriba. A eso también hay que sumarle las rendiciones periódicas de cuentas a la auditoría interna y luego a la Contraloría General de la República. De cada bolívar que ingresa a las arcas universitarias debe explicarse cuál será su destino final. Eso está muy bien, si los recursos fueran suficientes y no viviéramos agobiados por la inflación. El presupuesto que hoy nos dan para adquirir un producto tiene una vigencia a lo sumo de tres días, lo que quiere decir que, cuando se abre el proceso de contratación, el precio ha variado y bastante.

Universidad, cuna de libertades

Hemos venido diciendo que la universidad hay que reinventarla, pero es menester decir también que ninguna modificación que le hagamos podrá subsistir bajo este sistema político que padece el país. Mientras estemos en dictadura, quizá seguiremos administrando nuestra alma máter con los parámetros que nos impone una especie de economía de guerra, pero sin embargo urge cambiar nuestro comportamiento personal. Me explico. Si queremos salvar la universidad y transmitir nuestro reflejo hacia el país, cada miembro de la comunidad universitaria debe convertirse en un líder para los cambios. Ustedes se preguntarán ¿cómo es eso? Muy sencillo: cumplir con nuestros deberes laborales y estudiantiles hasta convertir la universidad en nuestra trinchera de lucha para vencer la indiferencia ciudadana, para alertar el peligro que acecha no solo al alma máter sino también al país de continuar este régimen de oprobio que ha empobrecido al pueblo venezolano.

La universidad no se rinde

Sin miedo tenemos que defender las ideas, sin miedo hay que alzar nuestra voz libertaria: en los salones, en los laboratorios, en el transporte, en los pasillos y en las comunidades donde residamos. No nos detengamos en pensar que no hay condiciones mínimas para el trabajo o para el estudio, lo que tenemos que tener es agallas y talento para esgrimir nuestras ideas, que trasciendan más allá de los espacios universitarios. Tenemos que estar muy claros que el principal enemigo de los regímenes de talante dictatorial son los universitarios. Somos los llamados a recuperar el país.

No perdamos más tiempo. ¡Es ahora o nunca! Que nadie falte a clases, que nadie falte a sus puestos de trabajo, solo así recuperaremos y transformaremos nuestra UC y desde allí conquistaremos la libertad venezolana. Todavía podemos decir que el único espacio con indicio republicano lo tenemos en nuestras universidades. ¡A estudiar y a luchar!

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/universidad-ultima-trinchera_205160

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Estudiantes exigen presupuesto para educación en Costa Rica.

Estudiantes de todo el país marcharon en defensa del presupuesto para la educación pública, que podría ser recostado el 2018.

Centroamérica/Costa Rica/26.09.2017/Autor y Fuente: http://www.hispantv.com

Una movilización nacional de estudiantes de todo el país demanda el presupuesto constitucional del 8 % del producto interno bruto para la educación pública y del 1,5 % para las universidades estatales, sin embargo un acuerdo firmado a puerta cerrada aprobaría recortes para el 2018.

Los estudiantes de la Universidad de Costa Rica marcharon por las calles capitalinas al encuentro del resto de las universidades en la Asamblea Legislativa, para entregar un pliego de peticiones.

Los sonados casos de corrupción en la administración pública y la excesiva evasión fiscal que supera el 8 % se contraponen al mensaje de austeridad que justificaría los recortes.

Esta lucha de los estudiantes por un justo y constitucional 8 del PIB para la educación se mantendrá vigilante de las discusiones que se darán en la comisión de hacendarios durante este mes de septiembre para la aprobación del presupuesto nacional.

Fuente: http://www.hispantv.com/noticias/centroamerica/353305/estudiantes-exigen-presupuesto-educacion-costa-rica

Imagen: https://i.ytimg.com/vi/Wma096wx_1o/maxresdefault.jpg

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