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Educación y amor: revisitando a Fromm

Por: Andrés García Barrios.

 

Basado en los cuatro elementos básicos de El Arte de Amar, de Erich Fromm, Andrés García Barrios señala cómo estos elementos pueden tender lazos entre educación y amor.

Difícil pensar en la educación sin el amor. En cualquiera de sus significados, “educar” supone una búsqueda del bienestar del otro, búsqueda que ―a todos nos queda claro― es muy parecida al amor. Sin éste, el término correcto no sería “educar” sino amaestrar: quien “educa” sin pensar en el beneficio del otro, amaestra.

A continuación me basaré en las ideas de Erich Seligmann Fromm (expresadas en su libro El Arte de Amar, que en ciertos sentidos más de sesenta años después sigue siendo insuperable) para tender lazos entre educación y amor. Especialmente me detendré en los cuatro elementos básicos que para él son comunes a todas las formas de amor: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento. ¿Qué son estos?

El cuidado es vigilar que el otro tenga todos los bienes necesarios para su supervivencia. Por amor, alguien cuida que el bebé coma y que a la planta (en el caso de quienes aman a sus plantas) le caiga agua de vez en cuando y se nutra. En la educación (me concentraré a partir de aquí en la educación escolar), el maestro ―o la institución educativa― cuida que el alumno cuente con el ambiente y los recursos intelectuales, emocionales y físicos (libros, utensilios, un espacio adecuado donde aprender, etc., y a veces también comida) para que los “nutrientes” de la educación que le está brindando caigan en tierra fértil y rindan sus frutos.

“Educar es un acto que implica amor para llenar lo incierto”.

En la verdadera “educación”, este cuidado del alumno no se cumple nunca como una obligación impuesta desde afuera sino como un acto completamente voluntario. Fromm le llama a esto responsabilidad, a la que describe como “responder por”: el que ama ―aquí diremos el que educa― responde voluntariamente por el ser amado ―el alumno―, haciendo suyas “las necesidades expresadas o no” de éste. Pero, siempre prudente, Fromm también nos advierte que el sentirnos responsables del otro fácilmente puede caer en posesividad o en dominación sin el cultivo del tercer componente del amor: el respeto.

“Respeto ―escribe el psicoanalista alemán― denota, de acuerdo con la raíz de la palabra (respicere = mirar), la capacidad de ver a una persona tal cual es, tener conciencia de su individualidad única.” Supone, pues, considerar a aquel al que quiero educar como alguien diferente a mí, alguien con su propio proceso de vida y sobre el cual sólo puedo incidir a través de herramientas de comunicación que respeten su autonomía y asuman que nuestra relación es ante todo un intercambio libre (incluso el ejercicio de la autoridad debe verse como un acto de comunicación, en el sentido de que la aplicación de reglas y sanciones moviliza al sujeto que las recibe y motiva en él una respuesta, la cual, si no se puede manifestar de inmediato, se manifestará tarde o temprano).  «L’amour est l’enfant de la liberté», el amor es hijo de la libertad, dice Fromm, citando una vieja canción francesa. Lo mismo debemos decir de la educación.

Que amar es también conocer se desprende de los tres elementos anteriores. Cuidar, responder y respetar implican identificar las necesidades del otro, y por lo tanto, conocerlo. En este proceso, el maestro o la institución empieza por establecer un estándar de las necesidades humanas para crear un espacio educativo adecuado; pero tarde o temprano el que educa se topa con las necesidades de los individuos reales (no estandarizados), y se ve en la necesidad de conocerlos a cada uno más profundamente, identificando sus particularidades, es decir la individualidad que los hace únicos.

Pero, ¿qué tan profundo puede conocerse al otro? Aquí llegamos al que es ―a mi parecer― el punto más brillante y siempre actual del texto de Fromm en torno a estos cuatro elementos básicos. Tiene que ver con los límites del conocimiento, específicamente del conocimiento científico, que aquí podemos aplicar a las llamadas ciencias de la educación. Para Fromm, el conocimiento racional tiene un límite, y hay que aceptar que los modelos de la ciencia y la filosofía no pueden abarcar el misterio entero de la realidad y de la existencia. Así, el educador tiene que aceptar que, por empeñoso que sea su intento por controlar las variables del proceso educativo y guiarse por una verdadera ciencia del mismo, al final ―cuando ya todas las variables estén bajo control― aún quedará frente a él un territorio no sólo desconocido sino incognoscible (digámoslo así: trascendente), al que sólo podrá ingresar si está dispuesto a correr ciertos riesgos. Para reducir éstos, sabios como Fromm nos brindan herramientas y nos explican términos como cuidado, respeto, responsabilidad y conocimiento, pero al final nos dejan solos ante la necesidad de aceptar que siempre habrá un punto donde la razón quedará en silencio. A partir de ahí, cada educador deberá acometer por si solo esa misteriosa forma de expansión humana que conocemos como Amor y que en el territorio de la auténtica educación es, en última instancia, su único salvoconducto.

Fuente del artículo: https://observatorio.tec.mx/edu-news/educacion-y-amor-fromm

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El día Cívico para fomentar el amor a la patria.

Por: Vicente Blanco.

La práctica pedagógica llevada a cabo diariamente, aunado a mi desempeño laboral docente  de 23 años de servicio ininterrumpidos  entre el sector privado y público de la educación,  en diversos niveles y modalidades del Sistema Educativo Venezolano (SEV), pero más que todo en el Nivel de Media General, me ha permitido en los últimos cinco años de mi vida el ejercicio de la supervisión y del acompañamiento pedagógico y administrativo , mediante visitas a varias instituciones educativas de toda la geografía municipal, cumpliendo con la responsabilidad asignada por mi jefe inmediato de monitorear la realización del Día Cívico, como actividad de obligatorio cumplimiento en todos los centros de enseñanza, señalada cada Año Escolar en los lineamientos y orientaciones del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE),  como política educativa en la forja de un sólido sentido de valores ciudadanos y patrios a los estudiantes en el país.

          Desde esa perspectiva, es que  las  visitas de acompañamiento institucional  las realizo todos los días Lunes.  llego  a la institución seleccionada antes de la hora de entrada al plantel, establecida según sus acuerdos de convivencias, presencio plenamente la realización de la actividad desde el inicio hasta el fin, aplico la observación en todo su desarrollo y utilizo un cuaderno de anotación de lo apreciado,  levanto el acta según formato elaborado por el Comité Permanente para Instrucción Premilitar en el Estado Portuguesa,  producto del convenio establecido hace más de treinta  y cinco años entre el MPPE y el Ministerio del Poder Popular para la Defensa (MPPD), para inmediatamente comentarlo con el directivo  que amablemente me atiende en la visita y una vez señaladas las debilidades apreciadas y enaltecer las fortalezas encontradas,  procedo a emitir las sugerencias pertinentes para la reconducción del proceso en su transformación fundamental del es al deber ser, bajo la concepción gnoseológica de acercar más el hecho de hacer las cosas como se deben hacer para el bienestar colectivo, el cumplimiento de la exigencia  educativa del Estado y la contribución profunda y sólida de dar valores al participante en el proceso educativo  en la búsqueda y obtención del ser social como un nuevo individuo en la patria que soñamos.

          El acompañamiento semanal que llevo a cabo, en las diferentes instituciones me permite señalar que tanto docentes como discentes llegan tarde, incluso después de la holgura convenida por los actores educativos en las normas de convivencia que deben actualizar al comienzo de cada año escolar, los estudiantes de liceo o de las unidades educativas no se saben el Himno Nacional plenamente  puesto que, en la mayoría de los planteles visitados mencionan en el coro la virtud de honor  cuando debe ser “la virtud y honor”,  tienen confusión en la segunda y tercera estrofa ya que no saben si es “y desde el empíreo el supremo autor” o si es “y si el despotismo levanta la voz”, cantan abajos cadena cuando es “abajo cadenas” dicen templo  de pavor en vez de “tembló de pavor”, mantienen las manos en los bolsillos, hablan, bailan,  tiran papeles en la formación, no se descubren la cabeza, no cantan en voz alta, por lo tanto se incumple con lo indicado para con el respeto hacia ese símbolo patrio que debe ser entonado con la mayor gallardía y entusiasmo como escolares venezolanos.

          De igual manera, no hay comprensión, interpretación y  entendimiento en la letra del Himno Nacional debido a que no saben la connotación histórica de “abajo cadenas” y  “la fuerza es la unión”, que significa la palabra empíreo y más aún cual será ese ejemplo que Caracas dio y que hay que seguir si el despotismo se le ocurre equivocadamente levantar la voz, además en algunas prácticas en el aula se asigna escribir el Himno Nacional y lo hacer de manera incorrecta, eso evidencia claramente la falta de apego a ese importante símbolo patrio.

          Asimismo, no preparan la disertación correspondiente a la efeméride de la semana bien sea nacional, regional e incluso local, no llenan el formato de reporte semanal del Día Cívico correctamente, no envían el correo electrónico en la fecha prevista que es antes de las 21 horas  del tercer día hábil de la semana, no asisten a las reuniones mensuales de  Instrucción Premilitar (IPM) convocadas por la Coordinación Municipal fijadas al principio de cada lapso, los docentes no están pendientes de los participantes en el momento de estar cantando nuestra canción soberana  y sus malas actuaciones en la formación, para hacer las respectivas correcciones que contribuyan de manera formativa en el educando y varios centros educativos ni siquiera  llevan a cabo la realización de por lo menos una vez a la semana el Día Cívico.

          Entre los elementos teóricos que sustentan esta investigación se pueden señalar las definiciones de Día Cívico  encontradas  en el Diccionario Enciclopédico (2009), “relacionado con los deberes de los habitantes de un país o pueblo una obligación cívica” (p.25) o la otra acepción que lo señala en la misma obra citada  como “Relativo a la ciudadanía o a los ciudadanos como colectividad política” (p.25), indicando con ello que es un deber obligatorio del ciudadano en el ejercicio de la ciudadanía la participación en las actividades que fortalezcan el civismo en lo pobladores de las naciones.

          En ese mismo orden de ideas, cabe  referirme a  Pineda  (2014),  para quien el Día Cívico

               Es la celebración social y ciudadana de un acontecimiento importante,

              durante  un día  libre  de compromisos laborales, según las fiestas cívicas

            conmemoran  la creación  y   desarrollo  de  Colombia  como   nación,

            debido   a  sus diversas  batallas    de  independencia  y   celebraciones

              ciudadanas  como  el  Grito  de la  Independencia   el 20 de julio. (p. s/n).

            Por lo tanto, el Día Cívico consiste en celebrar o conmemorar esas fechas que hayan tenido que ver con nuestro glorioso pasado histórico,  en lo relativo al  avance como república, incluyendo a los personajes que en ello participaron, para irse apropiando de ellas y hacerlas significativas en la comprensión del presente histórico a la vez de seguirlas preservando hacia el futuro del país y que mejor que las instituciones educativas para tal fin, donde todos sus miembros aporten a la conservación colectiva de la memoria histórica de los pueblos.

          Por otra parte, asumiré  como  categoría sujeta al estudio el Amor a la Patria, como una actuación  de sentimiento afectivo hacia el país que nos vio nacer, a la vez que conjuga lo teórico que tenemos acerca del conocimiento de la historia de Venezuela y  las acciones que realizamos, enmarcadas en los valores morales  y ciudadanos que estamos dispuestos a ejercer cotidianamente para el mejoramiento del país, su bienestar y el nuestro,  así como su engrandecimiento,  es por ello que   Bolívar, nuestro Libertador, en su extraordinario Discurso de Angostura ofrecido el 15 de febrero de 1819 en la ciudad de Santo Tome de Angostura hoy en día Ciudad Bolívar, señaló “El amor a la patria, el amor a las leyes, el amor a los magistrados son las nobles pasiones que deben absorber exclusivamente el alma de un republicano” .

          Cabe considerar que, en lo legal se fundamenta principalmente en nuestra Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (1999), específicamente en lo que reza el Artículo 107 “Es de obligatorio cumplimiento en las instituciones públicas y privadas, hasta el ciclo diversificado, la enseñanza de……..los principios del ideario bolivariano”.

          Entonces, en todas las instituciones educativas desde el Nivel Inicial hasta el de Media General y Técnica, y por qué no también  implementarlo en el Nivel Universitario, debe haber actividades que inculquen, obligatoriamente, el conocimiento del pensamiento del Padre Bolívar, lo cual da una oportuna realización del Día Cívico para Fomentar el Amor a la Patria a la vez que aporta sentimientos de respeto hacia los símbolos patrios, sus maestros, sus compañeros y la sociedad donde convive.

          Por otro lado, se compagina plenamente con el literal l del numeral 01 del Artículo  06 de la Ley Orgánica de Educación (2009), que informa es obligatorio en los planteles dependientes del MPPE garantizar “respeto y honores a los símbolos patrios, a la memoria de nuestro Libertador Simón Bolívar y a los valores de nuestra nacionalidad”, lo que sigue haciendo una práctica obligatoria la realización del Día Cívico,  lo cual plenamente se ratifica con el numeral 03 del Artículo 15 del mismo instrumento  jurídico en referencia, que esgrime que uno de los fines de la educación es “Formar ciudadanos y ciudadanas a partir del enfoque geohistórico con conciencia de nacionalidad y soberanía, aprecio por los valores patrios….” Por lo tanto  es indeclinable esa responsabilidad que debe asumir la escuela como mandato obligatorio en la búsqueda del nuevo ciudadano y ciudadana.

          De igual manera, existe una relación favorable con el literal a del Artículo Número 93 de la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y Adolescente (2007) (LOPNNA) el cual refiere “Honrar a la patria y sus símbolos”, todo ello como una muestra evidente y sin discusión del amor que se debe profesar al punto geográfico donde se nace y por el cual debemos dar todo lo mejor de nosotros mismos,  para enaltecerlo con toda la dedicación y compromiso que sea necesario.

         Una vez aplicadas las visitas institucionales  todos los días lunes de cada semana de manera aleatoria y constante  como actividad del Plan de Acción a seguir para darle  cumplimiento al cronograma de acompañamiento a las diversas instituciones educativas, y habiendo partido del paradigma sociocritico, ( entendiendo a este como parte de un intento de revisión de las ciencias sociales en su sentido más amplio y general, el cual  se remonta a la Alemania de después de la Segunda Guerra Mundial, desde la Escuela de Francfort)  para sustentar el estudio  como indica Lanuez (2008), “ ha sido apoyado desde un principio por los agentes de la educación con deseos de transformar las prácticas educativas” (p.35).

     En ese orden de ideas, las visitas de acompañamiento que se realizan a los planteles donde se imparte educación Media en el Municipio, buscan es lograr incentivar al docente para un cumplimiento cabal de su papel en la transformación de los individuos y en los participantes de dicho nivel para que sean asuman con vehemencia el hecho de ser  transformados en ciudadanos con un sentido colectivo de la historia más arraigado en lo que ha sido nuestro pueblo.

     Posteriormente, se   suministra  al  personal directivo todas las orientaciones necesarias impartidas por el MPPE como órgano rector de la política pública educativa, dando así aplicabilidad al Estado Docente, para que se procediera a la realización de las acciones transformadoras de lo apreciado y se pudo constatar que: Los docentes están siendo un poco más puntuales a la hora de llegada a su sitio de trabajo, los discentes de cuarto y quinto  están cantando el Himno Nacional más alto que el resto de población estudiantil, hay entusiasmo, muchos llegan directamente al sitio de la actividad, los disertadores en algunos casos son los mismos estudiantes quienes las hacen, se aprecian docentes imprimiendo gran empeño en la ejecución de un buen Día Cívico como una contribución para con el rescate del acervo histórico y una práctica de cumplimiento con el mandato del respeto que se debe guardar a nuestros símbolos patrios.

          Realizada la investigación del contexto, y apreciado el estado ontológico del lineamiento ministerial del Día Cívico como actividad semanal en las instituciones educativas, puedo considerar que los nudos críticos que inciden en un desarrollo y cumplimiento pleno de esa actividad obedece a la ausencia  de mística en el desempeño laboral docente del maestro de hoy en día, la falta de convicción del personal que funge como facilitador que imparte la teoría de la  unidad curricular IPM en lo que hace y la carencia de compromiso por parte del personal directivo de los planteles que son los responsables de darle cumplimiento a la política educativa en la institución que direccionan, situación que  sin vacilación alguna lleva a formular la siguiente interrogante ¿estarán claros los docentes del papel que juegan en la forja del hombre nuevo y en la transformación de los pueblos mediante la educación?.

          Ahora bien, la práctica diaria permite apreciar que no hay la suficiente claridad política e intelectual, no hay la formación académica necesaria en los maestros, como señaló la importante consulta nacional hecha en el 2014, en un 53% de los más de siete millones de venezolanos que sirvieron de muestra,  no hay una manifestación de valores y ética aunada al desempeño laboral del maestro, que lo lleve a estar pendiente del cumplimiento de su rol en las diversas aristas como investigador, orientador, planificador,  evaluador  a la  vez que este centrado en su condición de líder, conductor de las nuevas generaciones con un estricto desempeño  enmarcado en la investigación, la innovación y la creatividad que le permitan atinar a una labor  cabal en su aporte al cambio social, pudiendo considerar la ausencia de una importante dosis de nacionalismo en su formación profesional en la universidad de donde fue egresado, por lo que las instituciones universitarias que aún tengan esos pregrados deberían hacer más hincapié

en la formación en valores patrios de sus  futuros docentes a egresar, para que estos asuman con responsabilidad manifiesta la realización del Día Cívico en todas las instituciones del Municipio Esteller.

 CONCLUSIONES

          Con el cumplimiento real, objetivo y fehaciente del Día Cívico como actividad que fomenta en el educando el amor a la patria, se contribuye en cambios en la práctica educativa puesto que, en el proceso de construcción colectiva del aprendizaje se suman elementos históricos locales que no  todos están en los libros de la colección bicentenario, el estudiante de Media sigue cantando el Himno Nacional por lo menos una vez a la semana, para emular la práctica que realizaba todos los días en los niveles anteriores de Primaria e Inicial  de su etapa de formación académica , el acervo histórico y cultural de nuestro país se mantiene latente, se recuerda y enaltece mejorando con ello la condición de patriotas de todos los venezolanos que queramos al país.

          De igual manera, el estudiante recibe una información semanal sobre un acontecimiento político, histórico, cultural, económico, social, ambiental o militar que debe recordarse para entender su aporte al presente, así como la comprensión del futuro y el mantenimiento de la memoria histórica de los pueblos, a la vez que surge la relación a todos los estudiantes de la actividad realizada con el contenido programático que está, según la planificación del docente, recibiendo en ese momento.

          En relación a las Ciencias Educativas, me permito sumar al debate la obligatoriedad legal y la  concepción filosófica e histórica  de realizar el Día Cívico diariamente, como un acontecimiento que a la larga permitirá en el individuo la valoración de su identidad nacional, conocer a profundidad  el aporte de nuestros héroes a la gesta emancipadora, los hechos históricos acaecidos y su importancia para tener la independencia que como pueblo libre y soberano hoy en día disfrutamos, y que finalmente es una responsabilidad  histórica incomparable por ser el bien adquirido al más altos de los precios de unos doce años de luchas y un número superior a los treinta mil muertos, por lo que  debemos amarla y quererla para poder preservarla y lograr dejarla como legado incólume a las futuras generaciones de nuestra propia descendencia para que sigan sin menoscabo alguno ejerciendo su soberanía y liberación.

REFERENCIAS

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.(1999, 30 de diciembre).  Ga

          ceta Oficial de la República, Nº 36.860.[Extraordinaria], Marzo 24, 2000

.Día Cívico. (2009) Diccionario Enciclopédico (p. 10) España. Larousse Editorial, S.L.

Lanuez, M. y otros (2008) La Investigación Educativa en el Aula. Ciudad de la  Haba

          na Cuba. Editorial Pueblo y Educación

Ley Orgánica de Educación (2009,15 de agosto). Gaceta Oficial de la República  Bo

          livariana de Venezuela Nº5929 (Extraordinaria)

Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (2007, 10 de Diciembre).

          Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº 5859 (Extraordina

         ria)

Pineda, C. (2014) qué es día cívico. Documento  en línea  disponible: http//noticias.

          terra.com.co/Colombia/,2bff523fda.7f.htlm (consulta  2014 Julio 15)

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-SW_Iq-SBGdo/UFybfQ09viI/AAAAAAAAD9Y/XpInSRYjYDY/s1600/MI+PATRIA.jpg

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La difícil tarea de humanizar.

Por: Victor Corcoba Herrero.

Educar nunca ha sido una tarea fácil, pero hoy aún es más compleja, en un orbe tan injusto como desigual. Si en verdad queremos instruir para sentirnos más libres, quizás antes tengamos que adquirir conciencia de la justicia para que no se pierda corazón alguno por falta de oportunidades, pues lo fundamental es animar a convivir desde la cooperación de unos para con otros.

Precisamente, un reciente informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO nos advierte de esa necesidad de cooperación entre sectores, para ayudarnos a coexistir, a templar el alma, y así, poder afrontar de manera coordinada las dificultades de la vida, acrecentando un mayor espíritu comprensivo y tolerante. Cuesta entender que, ante esta atmósfera de deshumanización, los sistemas de educación hagan bien poco, por no decir nada, a la hora de transmitir valores en lugar de acrecentar contenidos que, más que ayudarnos a despertar, nos adoctrinan como marionetas en un horizonte de luchas inútiles. Olvidamos que el objeto de enseñar es formar personas humanas aptas para auxiliarse unas a otras, y no para ser insensibles y competitivas unas contra otras. Por eso, la educación, seguramente sea la forma más humana de reencontrarse; ¡de hallarse humano de verdad!

Lo importante no es aprender a leer o hacer cuentas, sino saber cohabitar, gobernarse por sí mismo, aprender a respetar. Ciertamente, resulta preocupante que no se preste más atención a nuestro espíritu solidario, y, únicamente se premie el intelecto de la formación. Por ello, necesitamos a mi juicio tomar acciones mundiales que prioricen la tarea de humanizarnos, con programas educativos verdaderamente ejemplarizantes y de transformación de almas, lo que conlleva otro lenguaje bien distinto a lo que hoy se ofrece en los centros escolares. La única educación que nos hace avanzar como especie pensante es aquella que es capaz de obtener lo mejor de uno mismo, tal vez para poder abrazar unidos esa trascendencia de unidad y unión que, como linaje, todos nos merecemos para sentirnos alguien en la vida. Difícilmente va a dignarse acceder a ese noble sentimiento de alianza, quien no ha sido educado para el amor y por el amor, o va a amar el planeta, si previamente apenas tiene conocimientos básicos sobre medio ambiente y cambio climático. Si fundamental es prestar más atención a las cuestiones ambientales, también es vital propiciar una sana atmósfera de virtudes, a fin de convertirse en un ser humano; ¡sí, en efecto, humano de verdad!

No hay educación si no hay humanidad que transmitir, si todo es más o menos producción de máquina, lo que conlleva el activo de una generación estúpida, creída y altanera. La UNESCO acaba de acentuar el requerimiento de una transformación profunda educativa para hacer frente a los desafíos que afronta la humanidad y el planeta. Personalmente, uno hace tiempo que lo viene demandando a través de sucesivos artículos sembrados por todo el globo, pero la irresponsabilidad de algunos, hasta ahora lo han impedido, sabiendo que un mundo humanizado es un mundo liberado, ya que la ignorancia, siempre inhumana, nos desciende a la esclavitud más servil. Pensemos que la formación es por lo menos una forma de realizarse, de culto de la voluntad, de cultura humanitaria que ha de servirse a lo largo de la vida, como activo imprescindible, porque humanizar es como sentirse parte de los demás antes que de uno mismo; ¡humano hasta las entretelas!

Sinceramente, pienso, que el valor educativo no es el aprendizaje de muchos datos, sino el ejercicio de la mente para pensar y no dejarnos aborregar; pero también, de igual modo, el adiestramiento de nuestros latidos para poder encauzar fraternalmente nuestra existencia. Todos deberíamos nacer en una familia, nacer del amor, y crecer sustentados por una sociedad hermanada. Los tiempos actuales son todo lo contrario, lo separan todo, lo dispersan todo y también lo confunden todo, por lo que la tarea de humanizar se nos complica, y máxime cuando los sistemas educativos del astro, responden más a intereses que a humanidad. ¡Dignifiquémonos!

Enfermada el alma, convertida en tumba del cuerpo, es bastante complicado entender la realidad; y, como tal, concebirnos a nosotros mismos. Ojalá hubiese muchas escuelas, sobre la faz de la tierra, que desarrollen otro civismo, otro lenguaje más del corazón que de la vida. Sería una buena manera de propiciar ese ansiado cambio en el planeta, donde todas las culturas se acogen, acompañan, saben discernir e integrarse, en un ambiente humano, donde cada cual sea el mejor aliento de su análogo; es cuestión de apreciarse, ¡no de repudiarse!

Fuente: http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article101383822.html

Imagen: http://elimparcialnews.com/wp-content/uploads/2016/09/Humanizacion.jpg

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Inspiración en Fidel para una obra de amor.

Centro América/Cuba/Fuente:http://www.tiempo21.cu/

Por: Maira Castro Lora

Casi cinco décadas pasaron cuando se acogió a la jubilación, pero en el  dos mil el Comandante en jefe Fidel hizo el llamado a los educadores a reincorporarse a las aulas, ante la necesidad de cobertura docente.

Ahora suma otros 16 años a su trayectoria, pero con la relevancia de  cumplir ya 80 años este 22 de julio, fecha de su natalicio en la provincia de Matanzas, lejana en el tiempo para quien ha devenido una tunera más.

Y es que para esta profesión de amor, María Elena Díaz Suárez ha tenido la inspiración en el líder histórico, a quien felicita por su cumpleaños 90. De su inclinación hacia el magisterio solo la apartó temporalmente el cierre de la escuela del Hogar donde estudiaba, durante la etapa insurreccional contra la tiranía batistiana.

A partir de entonces incursionó 12 años en la enfermería, hasta que al triunfar la Revolución llegó el primer llamado de Fidel y retomó a su formación pedagógica, incluso con dos años compartiendo labores muy sensibles; como define ella, la enfermería que cura el cuerpo, y la educación que moldea el alma.

«Son dos profesiones de vida, me siento orgullosa de haber contribuido con las dos. Tuve casos de niños nacidos en la clínica Loreto que atendí a sus madres cuando nacieron, incluso algunos que les abrí hasta las orejas, y luego los encuentro en un aula de quinto grado».

Para ella el trabajo con niños y jóvenes es algo que la llena diariamente porque son los más agradecidos, y tiene un valor extraordinario el hecho de poder contribuir con el esfuerzo y dedicación a su formación futura.

Tiene otras satisfacciones al haber contribuido a la preparación de muchos docentes noveles, y de trasmitir la ética pedagógica, durante el ejercicio de cargos como directora alrededor de 20 años en el centro escolar «Mártires del 28 de diciembre, y antes en la labor sindical».

A esta consagrada pedagoga la honran reconocimientos como la Orden Frank País de Primer y Segundo grado, el Premio del Ministro, la medalla Hazaña Laboral, la de Alfabetización y la José Tey, así como la Distinción por la Educación Cubana, las más alta del sector  Educacional.

Con ocho décadas a cuestas no se concibe fuera de la escuela. «A veces me preguntan hasta cuándo, y digo es una pregunta que no la puedo contestar, mientras me sienta con fuerza, aunque ya el andar es lento la memoria todavía da».

«Pienso que aún podemos dar un poquito más, ya sea reincorporada o desde el momento en que no podamos seguir por la causa que sea, pero sí, el maestro siempre puede aportar hasta los últimos días».

El mensaje de agradecimiento especial es para la Filial Provincial de la Asociación de Pedagogos de Cuba, a las tres hijas –una de ellas adoptiva- por el apoyo que le han dado para poder continuar, a los compañeros de trabajo,  y  «a mi escuela, como digo mi hogar».

Fuente: http://www.tiempo21.cu/2016/07/24/inspiracion-fidel-una-obra-amor/

Imagen: http://www.tiempo21.cu/wp-content/uploads/2016/07/maria_elena.jpg

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El consejo de sabios universitarios

Europa/España/Fuente:http://www.farodevigo.es/

Sandra Penelas.

Siete catedráticos de larga trayectoria y destacada valía profesional han renunciado a la jubilación para seguir trabajando como eméritos.

Cuarenta años bregándose en aulas, bibliotecas y laboratorios saben a poco cuando la curiosidad por el conocimiento se lleva en el ADN. El trabajo es su pasión y el retiro no entra en los planes de los siete profesores eméritos de la Universidad. Liberados de las responsabilidades burocráticas y de la rigidez de los planes de estudio, ahora disponen de más tiempo para investigar, asesorar a sus colegas y seguir prestando servicio a la institución que contribuyeron a crear.

Cuando los soldados romanos se licenciaban con honores eran nombrados eméritos y se retiraban a las tierras que les entregaba el Imperio como recompensa a sus esfuerzos. Fue así, recuerda el catedrático Luis Rodríguez Ennes, como nació la ciudad de Mérida y también su nombre, Augusta Emérita. En nuestros días, los docentes universitarios con las mejores hojas de servicio comparten el título con aquellos militares aunque, lejos de disfrutar del merecido reposo del guerrero, aprovechan esta etapa de su vida académica para continuar investigando y transmitiendo su conocimiento a colegas y estudiantes.

La Universidad de Vigo cuenta actualmente con un «consejo de sabios» integrado por siete catedráticos que, finalizada su vida laboral y tras acreditar los méritos y apoyos necesarios, continúan acudiendo a sus facultades a diario. Además de vocación y entusiasmo por su trabajo, todos ellos forman parte del club de fundadores de la institución. Han sido decanos, miembros del equipo de gobierno e incluso rector en el caso de Luis Espada. Han visto «cómo se ponían los ladrillos y la cimentación», destaca Federico Vilas, lo que intensifica el sentimiento de que ésta forma parte de su propia historia.

El jurista Rodríguez Ennes es una de las últimas incorporaciones a este comité de veteranos. Su nombramiento como emérito fue aprobado días después de ser distinguido como decano honorífico de la facultad ourensana de Derecho que fundó en 1990. «Para mí la jubilación no sería jubilosa; yo solo sirvo para esto y estoy encantado. Ya no corro como antes pero mentalmente me encuentro bárbaro», bromea.

Luis Rodríguez Ennes :
«Para mi la jubilación no sería jubilosa; yo solo sirvo para esto
Con más de 200 publicaciones científicas, 17 libros y numerosas tesis doctorales dirigidas en España y América, asegura que la experiencia que aportan enriquece a la Universidad. «Cuánto más has viajado por el mundo, leído y escrito, mejor puedes dar las clases, impartir conferencias y escribir. La nuestra es una formación a muy largo plazo», señala.

Tras casi 50 años a pie de encerado, Ennes se dedicará a labores «más placenteras» como son la lectura y el estudio, aunque también seguirá «prestando ayuda» a los profesores y dando clase a los alumnos de máster y doctorado, las etapas donde pueden seguir ejerciendo los eméritos, además de dedicarse a la investigación.

Él se muestra crítico con un sistema inconstante en el que el nivel «ha bajado muchísimo» y se impone «la cultura del no esfuerzo». «El problema es que la educación está mal reglada desde preescolar y si no es estable desestabiliza a toda la sociedad. Hay alumnos brillantísimos, fundamentalmente mujeres, pero la generalidad tiene un nivel más bajo», lamenta.

Pedro Merino, catedrático de Ciencia e Ingeniería de los Materiales, prefiere hablar de un «perfil distinto». «Los alumnos de ahora no son mejores ni peores, tienen otras virtudes y formas de trabajar. Su inquietud por viajar a otros países para estudiar y trabajar es mayor y otro factor de cambio destacado en nuestra escuela ha sido el aumento de alumnas», destaca.

Miembro de la Academia Gallega de Ciencias, Merino fue director de la escuela, vicerrector y director xeral de I+D en la Xunta. Éste ha sido su segundo curso como emérito y ha impartido clase en los másteres de Automoción y Mecatrónica. «Ahora tengo un contacto más directo con el ingeniero joven que ya ha tenido experiencia en la empresa y vuelve para adquirir conocimientos más especializados. Y también dispongo de más tiempo para dedicarme a la investigación. Es un periodo de transición para no cortar bruscamente con una obra a la que has contribuido», señala.

En su ámbito, la experiencia pierde valor ante la rapidez con la que avanza la tecnología, pero los veteranos pueden aportar «otros factores a tener en cuenta como la capacidad de negociar y formar equipo».

También disponen de un conocimiento profundo de la institución como el que atesora su primer rector, Luis Espada. Además de dirigir proyectos fin de carrera ha coordinado tres estudios sobre inserción laboral de los antiguos alumnos y actualmente está inmerso en la puesta en marcha del Observatorio de Egresados tras contactar en 40 países con todas las promociones forjadas durante los 25 primeros años de la Universidad de Vigo.

«Era un cordón umbilical que teníamos roto. En el 95 publiqué un libro sobre el nacimiento de la institución y ahora cierro un ciclo contando dónde están los alumnos. Estoy dedicado a esta faceta en cuerpo y alma y muy ilusionado. Ellos también quieren mantener contacto con la Universidad», destaca.

Espada, que ha firmado a mano las 42.000 cartas enviadas a estudiantes cuando no se disponía de correo electrónico, también agradece la labor del personal de Administración y Servicios: «Estoy orgulloso, han colaborado muchísimo».

Además de contar con el respaldo de sus respectivos departamentos, los eméritos deben entregar un plan de trabajo para poder disfrutar de esta condición. Federico Vilas quiere dar a conocer a la sociedad el trabajo realizado por su grupo de investigación en Geología Marina y Ambiental (Geoma), dentro del que ha coordinado proyectos del plan nacional y participado en más de una veintena de campañas oceanográficas, incluida la Antártida.

«La docencia y la atención al alumno diarias ocupan mucho tiempo, mientras que como investigador debes tener un rendimiento en artículos publicados. No dispones de tiempo material, por eso ahora es el momento oportuno para hacer cosas que vas dejando pendientes y divulgar todo el trabajo científico realizado. Son investigaciones relacionadas con la contaminación o la gestión del litoral y estar al día de lo que pasa a su alrededor es un beneficio para la sociedad», sostiene.

Federico Vilas:
«Una de mis tareas será divulgar todo el trabajo científico realizado
Vilas, que se ha estrenado este curso como emérito, también tiene entre sus propósitos incrementar su actividad como miembro de la Real Academia de Ciencias de España y del Instituto de Estudios Vigueses.

Admite que ser uno de los socios fundacionales -fue el primer vicerrector de Investigación- genera cierta «nostalgia» a la hora de pensar en jubilarse. Su decisión de continuar, como en el caso de todos los eméritos, no sorprendió a su familia. «Lo contrario sí les resultaría chocante. Vigo es una universidad joven y, por tanto, nosotros estamos en la madurez de la juventud», comenta entre risas.

«Hasta hace poco todos éramos muy jóvenes, pero ahora la institución ya está asentada y tiene un poso. Yo empecé dando clase en Artes y Oficios y en el 77 subimos al campus cuando todavía era colegio universitario. Lo vi nacer y siento que es una parte muy buena de mi vida. Dar clase en Bachillerato es muy difícil pero el nuestro es un trabajo muy bonito y con el tiempo lo haces cada vez mejor. Pensé que podía seguir y en el departamento las relaciones son muy buenas. Yo lo fundé y me siento un poco la madre de todos, de hecho, algunos profesores fueron mis alumnos», expone la catedrática de Lengua y Literatura Gallega Camiño Noia.

Ella se estrenará como emérita en septiembre y ya ha empezado a revisar todo el material acumulado en su despacho: «Lo guardo todo: trabajos, libros, documentación de cuando era decana, cartas…». Tarea no le va a faltar, pues además de seguir con su labor de investigación en el grupo Gael de estudios literarios, Noia forma parte de la comisión que organizará un congreso académico vinculado a la exposición del Pergamino Vindel en el MARCO el próximo año.

La experta, que sostiene que tras la firma de Martín Códax podrían estar mujeres, anima al público a acudir al simposio: «Queremos que también se celebre en el museo para que los vigueses conozcan la importancia tremenda que tenía nuestra lengua en el siglo XIII y les dé cierta autoestima. Deben reivindicar su pasado y estar orgullos de su idioma».

A través de sus estudios sobre artistas gallegos como Maruja Mallo, Luis Seoane y Castelao, en el que es una experta, María Victoria Carballo-Calero también ha contribuido a poner en valor la cultura gallega desde el campus ourensano. «Quise continuar en la Universidad porque sentía que podía seguir aportando y rindiendo. También soy miembro de la Academia de Bellas Artes de Galicia y una enriquece a la otra. Tengo una relación fantástica con mis compañeros, los asesoro siempre que puedo, y los alumnos de doctorado están contentos porque les puedo facilitar el acceso a muchos centros o expertos».

Mª Victoria Carballo-Calero:
«Quise continuar porque sentía que podía seguir aportando
Hija del intelectual galleguista Ricardo Carballo-Calero, la catedrática de Historia del Arte, que fue la primera decana de su centro, también es madre de profesores: «La Universidad es parte de mi vida».

«En primera fila»

La presencia de eméritos en Humanidades, la más elevada, se completa con el catedrático de Escultura Juan Fernando de Laiglesia, que, a igual que Noia y Ennes, iniciará su nueva etapa en septiembre: «Tuve el honor de colaborar en primera fila en la creación de Bellas Artes hace 25 años. Las tareas de fontanería ya están resueltas y ahora puedo colaborar de una manera mucho más responsable. No es nostalgia, sino que responde a la voluntad de todos mis compañeros de departamento que me han animado a estar cerca».

Ha asumido como responsabilidades recopilar textos y ordenar la «joya académica» que constituyen las 200 tesis de 10 universidades españolas que ha dirigido para que sean un legado a la facultad. También pretende terminar un informe sobre la transmisión del conocimiento escultórico en Europa y «aprender» de sus compañeros: «El grupo es maravilloso y voy a matricularme en sus asignaturas».
Juan Fernando de Laiglesia

«Voy a matricularme en las asignaturas de mis compañeros
Como artista, De Laiglesia prepara tres exposiciones en la Sala Alterarte de Ourense, el Pazo de Torrado en Cambados y otra junto a su coetáneo Fernando Casás en la Sala X de la facultad pontevedresa que se titulará «70 x 2 = 0».

Su condición de emérito también le va a permitir «leer plácidamente sin tener que memorizar para dar clase» y retomar asignaturas pendientes. «No he leído El Quijote, el Ulises de Joyce, El hombre y sus atributos, Ana Karenina ni Rojo y Negro. No tengo más remedio que hacerlo», reconoce.

De La Iglesia resume lo que supone este nuevo recorrido que está a punto de iniciar: «Multiplicar el disfrute de aquello para lo que parece que estamos llamados».

Fuente: http://www.farodevigo.es/gran-vigo/2016/07/03/consejo-sabios-universitarios/1491750.html

Imagen: http://fotos00.farodevigo.es/2016/07/03/318×200/consejo-sabios.jpg

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El Pequeño Salvaje

EducaciónTresPuntoCero/01 de julio de 2016

El Pequeño Salvaje es un clásico de François Truffaut estranado en 1970 transmite de un modo conmovedor el amor y la confianza que está en la base de la educación. Permite reflexionar sobre las relaciones entre adiestramiento y aprendizaje significativo sobre un caso real ocurrido en 1800, cuando un niño de once años es encontrado en un bosque francés donde había vivido y crecido entre animales, sin ningún contacto con la civilización, y que no sabía hablar.

El doctor Jean Itard intentará educarlo y socializarlo, algo que pasa por cierta pérdida de la ingenuidad y la pureza. Kant estaría encantado con la demostración de su aserto: “Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él”.

Tomado de: http://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/peliculas-figura-del-docente/17274.html

Imagen: https://www.google.com/imgres?imgurl=https://lh4.googleusercontent.com/-F27RzR_YZVU/TW-fTQ1LVuI/AAAAAAAAAFk/RFEwN_8ickw/s1600/El_Pequeno_Salvaje_Caratula.jpg&imgrefurl=http://enticine.blogspot.com/2011/02/el-pequeno-salvaje.html&h=1426&w=1009&tbnid=fnxKlkCkUZwk0M:&tbnh=186&tbnw=131&docid=KFbfk8FJ9JjDFM&itg=1&usg=__Y2jAOfRVGpqOnu7ZPnwBMeRjTqw=

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Luchar contra la violencia de género pasa por la educación.

     Juan Carlos Vasquez.

Europa/España/Fuente:http://letralia.com/

Irse, rehacerse con la probabilidad de un sueño, con todas las disposiciones enfrentarse al cambio que surge como una necesidad imperiosa.

Basada en hechos reales, Patricia C. Beltrán nos narra la historia de Valentina. Nos introduce en su mundo exponiendo la fragilidad, los secretos, el tránsito como desgaste a través de muchas geografías donde el agitado juego de la vida abre el problema. Una premonición, ese sueño recurrente en que la protagonista enloquecía: convertirse en Saturno, tragarse a sus hijos, le arrancaba las piernas y los brazos a mordiscos. Como en una de las pinturas negras de Goya. Un anuncio que definiría parte de su futuro.

El fiel reflejo de la nada: una novela que transgrede la ilusión, que avanza con los sutiles deseos de una joven esperanzada que descubre una cruenta realidad de la manera más violenta.

Mis lectores me trasmiten que el final del libro les causa impacto, conmoción.

Partiendo de un entorno familiar sensato, apacible y solidario, de una vida divertida. Entre amistades y relaciones prueba los deseos y llega un mensaje, un consejo, cuanto más sensible, cercano, por las características de la voz, y se abre el mundo como un abanico de posibilidades. Una idea que ejerce un poder absoluto, una entonación que desde el momento exacto dirigirá la búsqueda incansable.

Todas las distancias posibles con esas cargas añadidas de los recuerdos, de la familia. Una experimentación inevitable y laberíntica que la hace percibir sorprendiéndose “al viajar” las magnificencias de la historia que no conocía, con esa latente y visible vulnerabilidad de estar sola, desprotegida, en un tiempo diferente que concluyo y empezó con Sébastien, deteniéndose abruptamente después de un arduo recorrido.

Me la jugué en un brutal empujón y noté cómo salían sus hombros y deslizaba después el resto del cuerpo. Ya estaba aquí.

Despertar feliz, entre dos realidades totalmente opuestas, finalmente y después de tanto coger un cuchillo, defenderse. Ver más allá de la ventana y centrar una luz casi imperceptible, un flujo continuo que en su grandiosidad le muestra un nuevo mundo, el verdadero.

Me desplomé en el suelo. Algo viscoso corrió hasta mi ojo derecho y probé el dulce y caliente sabor de la sangre. Con la valentía del cobarde, remató mi cuerpo inerte con su puño letal.

Entre el racismo y la intolerancia del establismento una violencia física y psicológica que termina afincándose en la vida de Valentina, infringiéndole culpas que pertenecen a su agresor, Sébastien. Una actitud que progresa silente ante la indefensión creando un vínculo traumático del que ella lucha por desatarse una y otra vez.

Ya no siente necesidad de ver o vivir más cosas de las ya vividas. Con Sébastien nace una contradicción reflejada en su hijo. Una historia donde intervienen personajes de todo tipo. Desde la candidez más plena hasta los sucesos más perturbadores. Situaciones que la narradora describe de una manera ágil, directa, por medio de una tensión gradual y sistemática que va en aumento.

—Tu novela El fiel reflejo de la nada nos adentra en la complejidad de las uniones afectivas. ¿Cómo se inicia tu relación con Valentina?

—Mi relación con Valentina se inicia hace aproximadamente una década, cuando yo vivía en Madrid. Mi compañero de piso y yo buscábamos a alguien para que ocupase la habitación que nos quedaba libre y apareció ella. Conectamos enseguida y la relación entre nosotras se fue estrechando hasta convertirse en una buena amistad.

—¿Cuándo y por qué te decides a plasmar su historia?

—Valentina solía contarme anécdotas sobre su vida que me hacían pensar en cómo era posible que en una única persona se condensaran tantas aventuras y batallas, la mayoría con carácter surrealista. Sin embargo, en aquella época Valentina no había comenzado aún su descenso a los infiernos. Fue años después de venirme a vivir a Galicia cuando ella me fue revelando pequeños episodios de su vida, pero no fui consciente del drama que había padecido hasta que le pedí que me contase su historia.

—¿Cual parte del libro prefieres, ya sea por la conexión cíclica de la historia o por la construcción de una escena?

—Hacia la mitad, el libro sufre un giro drástico tanto en forma como en fondo; creo que a partir de ese momento el lector experimenta una necesidad de protección respecto a la protagonista, no puede separarse de ella, grita “¡NO!” sin cesar, pero Valentina hace caso omiso y se precipita hacia el vacío en caída libre. Lo que me trasmiten los lectores es que, llegados ese punto, no pueden parar de leer hasta conocer el desenlace final de la historia.

—Como escritora, ¿qué es lo que más le interesó saber de Valentina?

—Pienso que lo mismo que al resto de las personas que han leído el libro: saber el porqué. Esa es la pregunta que todos tenemos en la cabeza y a la que puso voz Leonor, un personaje de inmenso valor en la novela. A día de hoy, no tengo la respuesta.

—Todos los escritores tienen un proceso. ¿Cuál es el tuyo?

—Necesito tener muy claro qué es lo que voy a contar. Realizo esquemas sobre la trama capítulo a capítulo, hago un análisis de los personajes, sitúo los lugares de la historia y elijo el punto de vista narrativo. Tiendo a escribir de un modo muy cinematográfico; es decir: creo las escenas como si fueran a ser plasmadas en una película. Además, dedico mucho tiempo a las revisiones del texto.

—Las secuelas psicológicas y los problemas de salud mental que ocasiona la violencia de género en Valentina fueron irreparables, acepta reiteradamente volver con su agresor.

—Sí. Creo que las heridas, sobre todo psicológicas, se traducen en una inseguridad que la lleva a regresar una y otra vez al punto de partida. Pero el papel de su hijo es crucial en la decisión de Valentina: no hará nada que pueda alejarlo de él.

—¿Qué lo que más te conmovió de este caso?

—Sin duda, el instinto maternal de Valentina, el amor por su hijo. Cuando Sébastien se lleva a Diego a París sin el consentimiento de su madre, la capacidad de reacción de ella es brutal. Valentina ha sido, es y será una gran madre.

Desgraciadamente, creo que hay muchos más Sébastien en el mundo de los que a todos nos gustaría.

—Es un caso real, pero tu mirada no es periodística. ¿Dónde ubicas la principal diferencia entre el tratamiento que hace un periodista y el que puede darle un escritor?

—Supongo que la diferencia radica, principalmente, en la implicación emocional del autor. Aunque el germen de este libro se encuentra en un relato de unas diez páginas, siempre tuve claro que tarde o temprano de aquí saldría una novela; no me planteé la crónica periodística en ningún caso. Mi objetivo era emocionar con la historia de Valentina.

—Con esta temática, la novela dispara uno de los recursos más fuertes que es el interrogar al espectador, imbuirlo en una reflexión profunda.

—Así es. Mis lectores me trasmiten que el final del libro les causa impacto, conmoción. En primer lugar, el desenlace es ese y no otro porque se corresponde estrictamente con la vida de la protagonista. Otro final no hubiera sido otra cosa que maquillar la realidad que nos azota día tras día.

—A pesar de las penurias a las que Valentina se ve expuesta, hay personajes como Axel, Leonor o los chicos que la rescatan de la calle. Éstos invitan a esperanzarse a pesar de la intolerancia y violencia de Sébastien. ¿Albergas optimismo, alguna posibilidad real de cambio dentro de la sociedad?

—Desgraciadamente, creo que hay muchos más Sébastien en el mundo de los que a todos nos gustaría. Creo que la prevención a la hora de luchar contra la violencia de género pasa, en primer grado, por la educación. Por ejemplo, hay muchas chicas jóvenes que asumen el machismo como condición natural y esto es realmente dramático y triste. La problemática hay que atajarla desde abajo, desde los cimientos.

—¿Tienes algún nuevo proyecto entre manos?

—Acabo de terminar con la documentación de mi próxima novela. Se trata de una historia de amor ambientada entre Galicia y Estados Unidos.

Fuente: http://letralia.com/entrevistas/2016/06/26/patricia-c-beltran-luchar-contra-la-violencia-de-genero-pasa-por-la-educacion/

Imagen: http://letralia.com/wp-content/uploads/2016/06/reflejo.jpg

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