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Una educación para el buen vivir

Son la mejor gente del mundo y sobre todo la más amable, no conocen el mal – nunca matan, ni roban -, aman a sus vecinos como a ellos mismos y tienen la manera más dulce de hablar del mundo, siempre sonriendo.  Serían buenos sirvientes.

Con 50 hombres podríamos dominarlos y obligarlos a hacer lo que quisiéramos”.

Carta de Cristobal Colón a Isabel de Castilla (luego del primer viaje) – Archivos de Sevilla.

El Estado asume y promueve como principios ético–morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa (no seas flojo, no seas mentiroso ni seas ladrón), suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble).”

Artículo 8° de la CPE- Bolivia

Por: Alberto Croce, Fundación VOZ, Seretario Nacional de la CADE

América Latina (y el Caribe- ALC) es un verdadero crisol de historias, culturas e identidades. Algunas originarias y otras llegadas de fuera o traídas por la fuerza. Hoy, el continente en el que vivimos y el que somos, es una fuente inagotable de riqueza cultural extraordinaria en donde confluyen las de los pueblos indígenas, afros y migrantes de diferentes oleadas en su larga historia, que excede por mucho los cinco siglos que la conquista europea contabiliza.

            La “América Latina unida”,  la “Abya Yala”,  la “Patria Grande”, soñada por nuestros próceres y por la que han dado sus vidas, desde entonces hasta nuestros días, miles de latinoamericanos enamorados por este proyecto, no es percibida por quienes la habitan como una mera oportunidad de ampliación de mercados. Es identificada como un sueño que está anclado en la Cruz del Sur y desde allí tracciona un futuro diferente para todos los que vivimos en esta tierra “Pachamama”.

El sueño de América Latina se alimenta de aquel sueño guaranítico de “la tierra sin males”. Esa utopía originaria que atraviesa nuestras tierras enredando historias desde el Cuzco hasta el Teyatepec, desde el Tihuantisuyo al Corcovado, es fuente de sentido y direccionalidad. Es la construcción o reconstrucción de la Abya Yala que anunciaron los pueblos kunas de Centro América y que hoy se expresa en esa hermosa Wiphala llena de mensajes para transmitir y que hacen ondear los pueblos andinos de América pero que se va haciendo patrimonio común de las luchas populares en todo el continente.

 América Latina es una fuente de agua fresca que salta desde las estrellas y se desparrama suavemente hasta llegar a las profundidades de las raíces de nuestro continente. Cruz del Sur y Pachamama se encuentran generando los colores de esa Wiphala, con los sonidos de las quenas y los atabaquis, los movimientos vibrantes de las capoeiras, la danza melodiosa de las guaranias, los atrevidos tangos, los provocativos mariachis y los hondos loncomeos.

Maíz que se convierte en arepas, tacos y chichas embrujadas. Cacao caliente y “sucos gelados” que encierran el trópico vibrante.

América Latina es una canción que cantamos entre todos, que vamos hilvanando desde las soledades hasta las multitudes. Canción que se alza al viento desde el faro central del Machu Pichu, con corazón de oro, madera y agua dulce.

Todo nos habla de fuerza y de identidad. Una identidad compartida más allá de las lenguas diversas y los territorios extensos y fecundos.

América Latina es una región con un futuro abierto en el mundo. Aquí no está todo dicho ni mucho menos. Desde sus Andes y sus Pampas, desde sus Selvas y Deltas, hemos parido páginas de literatura singular, la educación popular, la teología de la liberación. Todas son un grito fantástico de rebeldía frente a la injusticia, la desigualdad y la exclusión. Nuestro continente entero es un clamor irreverente llamando a un amanecer nuevo y a la tierra sin males que no se resigna, a pesar de todo…

EL BUEN VIVIR

            Una de las propuestas que tiene la posibilidad de reunir en pocas palabras muchas de las dimensiones que señalamos más arriba es la del “Buen Vivir” o el  “Vivir Bien”.

            El “Buen Vivir – Vivir Bien” proviene de las palabras indígenas Sumak Kawsay (en quechua) – Suma Qamaña (en aymara), que significan vida en plenitud, en armonía y equilibrio con la naturaleza y en comunidad, por lo que también algunos lo traducen como “el Buen Convivir”.

            El Buen Vivir es una manera de vivir, una filosofía de vida, una cosmovisión integradora de todas las relaciones: con los demás, con la naturaleza, consigo mismo. Quienes se proponen “Vivir Bien” deciden vivir de una manera diferente, como veremos más adelante.

            En nuestros tiempos, la expresión apareció y se fortaleció oponiéndose conceptual y prácticamente, a otros conceptos contemporáneos. Uno de ellos, con el que más se ha confrontado,  es el de “Desarrollo”. Este último muchas veces está ligado al crecimiento económico, casi siempre fundado en una explotación irracional de los bienes que la tierra nos ofrece y que su propia cosmovisión denomina “recursos materiales”.

            De esta manera, desde América Latina y el Caribe, se levantó una voz muy fuerte respecto de esta perspectiva desarrollista, que animaba y sigue inspirando a la mayoría de foros internacionales. “No buscamos el desarrollo, queremos Vivir Bien”, repetían una y otra vez en los distintos foros los militantes de esta cosmovisión.

            Por otro lado, el Buen Vivir también apareció presentándose como alternativa a modelos socialistas y capitalistas, procurándo ocupar un lugar propio proveniente de los anhelos y culturas de los pueblos originarios.

            En sus definiciones más radicalizadas, el Buen Vivir privilegia a la naturaleza sobre la misma persona humana. La prioridad es la vida y ésta está presente en toda la naturaleza, la “Madre Tierra”, de la que somos parte, no dueños, ni señores.

            Para su mejor comprensión, recopilamos  aquí los 25 aspectos que David Choquehuanca, ex-canciller de Bolivia y especialista en esta cosmovisión, señalaba como constituyentes de la concepción boliviana del Buen Vivir. (Los encomillados son textuales de Choquehuanca).

Priorizar la vida

Vivir Bien es buscar la vivencia en comunidad, donde todos los integrantes se preocupan por todos. Lo más importante no es el humano (como plantea el socialismo) ni el dinero (como postula el capitalismo), sino la vida. Se pretende buscar una vida más sencilla. Sea el camino de la armonía con la naturaleza y la vida, con el objetivo de salvar el planeta y da prioridad a la humanidad.

Llegar a acuerdos en consenso

Vivir Bien es buscar el consenso entre todos, lo que implica que aunque las personas tengan diferencias, al momento de dialogar se llegue a un punto neutral en el que todas coincidan y no se provoquen conflictos. “No estamos en contra de la democracia, pero lo que haremos es profundizarla, porque en ella existe también la palabra sometimiento y someter al prójimo no es vivir bien”

Respetar las diferencias

Vivir Bien es respetar al otro, saber escuchar a todo el que desee hablar, sin discriminación o algún tipo de sometimiento. No se postula la tolerancia, sino el respeto, ya que aunque cada cultura o región tiene una forma diferente de pensar, para vivir bien y en armonía es necesario respetar esas diferencias. Esta doctrina incluye a todos los seres que habitan el planeta, como los animales y las plantas.

Vivir en complementariedad

Vivir Bien es priorizar la complementariedad, que postula que todos los seres que viven en el planeta se complementan unos con otros. En las comunidades, el niño se complementa con el abuelo, el hombre con la mujer, etc.

Equilibrio con la naturaleza

Vivir Bien es llevar una vida de equilibrio con todos los seres dentro de una comunidad. Al igual que a la democracia, a la justicia también se la considera excluyente,  porque sólo toma en cuenta a las personas dentro de una comunidad y no a lo que es más importante: la vida y la armonía del hombre con la naturaleza. Es por eso que Vivir Bien aspira a tener una sociedad con equidad y sin exclusión.

Defender la identidad

Vivir Bien es valorar y recuperar la identidad. Dentro del nuevo modelo, la identidad de los pueblos es mucho más importante que la dignidad. La identidad implica disfrutar plenamente una vida basada en valores que se han resistido por más de 500 años (desde la conquista española) y que han sido legados por las familias y comunidades que vivieron en armonía con la naturaleza y el cosmos.

Uno de los objetivos principales del Vivir Bien es retomar la unidad de todos los pueblos

Aceptar las diferencias

Vivir Bien es respetar las semejanzas y diferencias entre los seres que viven en el mismo planeta. Va más allá del concepto de la diversidad .”No hay unidad en la diversidad, sino es semejanza y diferencia, porque cuando se habla de diversidad sólo habla de las personas”, Este planteamiento se traduce en que los seres semejantes o diferentes jamás deben lastimarse.

Priorizar derechos cósmicos

Vivir Bien es dar prioridad a los Derechos Cósmicos antes que a los Derechos Humanos. “Cuando el gobierno boliviano habla de cambio climático, también se refiere a los derechos cósmicos, Por eso el Presidente (Evo Morales) dice que va a ser más importante hablar sobre los derechos de la madre tierra que hablar sobre los derechos humanos”.

Saber comer

Vivir Bien es saber alimentarse, saber combinar las comidas adecuadas a partir de las estaciones del año (alimentos según la época).

Saber beber

Vivir Bien es saber beber alcohol con moderación. En las comunidades indígenas cada fiesta tiene un significado y el alcohol está presente en la celebración, pero se lo consume sin exagerar o lastimar a alguien. “Tenemos que saber beber, en nuestras comunidades teníamos verdaderas fiestas que estaban relacionadas con las épocas estacionales. No es ir a una cantinas y envenenarnos con cerveza y matar las neuronas”.

Saber danzar

Vivir Bien es saber danzar, no simplemente saber bailar. La danza se relaciona con algunos hechos concretos como la cosecha o la siembra. Las comunidades continúan honrando con danza y música a la Pachamama,principalmente en épocas agrícolas; sin embargo, en las ciudades las danzas originarias son consideradas como expresiones folclóricas.

Saber trabajar

Vivir Bien es considerar el trabajo como fiesta. “El trabajo para nosotros es felicidad”,

Retomar el Abya Yala

Vivir Bien es promover que los pueblos se unan en una gran familia. Esto implica que todas las regiones del país se reconstituyan en lo que ancestralmente se consideró como una gran comunidad.

Reincorporar la agricultura

Vivir Bien es reincorporar la agricultura a las comunidades.Hay que recuperar las formas de vivencia en comunidad, como el trabajo de la tierra, cultivando productos para cubrir las necesidades básicas para la subsistencia.

Saber comunicarse

Vivir Bien es saber comunicarse. Se pretende retomar la comunicación que existía en las comunidades ancestrales. El diálogo es el resultado de esta buena comunicación

El Vivir Bien no es “vivir mejor” como plantea el capitalismo. Entre los preceptos que establece el nuevo modelo del Estado Plurinacional, figuran el control social, la reciprocidad y el respeto a la mujer y al anciano.

Control social

Vivir Bien es realizar un control obligatorio entre los habitantes de una comunidad. “Este control es diferente al propuesto por la Participación Popular, que fue rechazado (por algunas comunidades) porque reduce la verdadera participación de las personas”.

Trabajar en reciprocidad

Vivir Bien es retomar la reciprocidad del trabajo en las comunidades. En los pueblos indígenas esta práctica se denomina ayni, que no es más que devolver en trabajo la ayuda prestada por una familia en una actividad agrícola, como la siembra o la cosecha. “Es uno más de los principios o códigos que nos garantizarán el equilibrio frente a las grandes sequías”,

No robar y no mentir

Vivir Bien es basarse en el ama suwa y ama llulla (no robar y no mentir, en quechua ). Es fundamental que dentro de las comunidades se respeten estos principios para lograr el bienestar y confianza en sus habitantes. “Todos son códigos que se deben seguir para que logremos vivir bien en el futuro”.

Proteger las semillas

Vivir Bien es proteger y guardar las semillas para que en un futuro se evite el uso de productos transgénicos.

Respetar a la mujer

Vivir Bien es respetar a la mujer, porque ella representa a la Pachamama, que es la Madre Tierra poseedora de dar vida y cuidar a todos sus frutos. Por estas razones, dentro de las comunidades, la mujer es valorada y está presente en todas las actividades orientadas a la vida, la crianza, la educación y la revitalización de la cultura. Los pobladores de las comunidades indígenas valoran a la mujer como base de la organización social, porque transmiten a sus hijos los saberes de su cultura.

Vivir Bien y NO mejor

Vivir Bien es diferente al vivir mejor, que se le relaciona con el capitalismo. Vivir mejor se traduce en egoísmo, desinterés por los demás, individualismo y solamente pensar en el lucro. Considera que la doctrina capitalista impulsa la explotación de las personas para la captación de riqueza en pocas manos, mientras que el Vivir Bien apunta a una vida sencilla que mantenga una producción equilibrada.

Recuperar recursos

Vivir Bien es recuperar la riqueza natural del país y permitir que todos se beneficien de ésta de manera equilibrada y equitativa. La finalidad de la doctrina del Vivir Bien también es la de nacionalizar y recuperar las empresas estratégicas del país en el marco del equilibrio y la convivencia entre el hombre y la naturaleza en contraposición con una explotación irracional de los recursos naturales.

Ejercer la soberanía

Vivir Bien es construir, desde las comunidades, el ejercicio de la soberanía en el país . En ese marco se reconstruirán las comunidades y naciones para construir una sociedad soberana que se administrará en armonía con el individuo, la naturaleza y el cosmos.

Aprovechar el agua

Vivir Bien es distribuir racionalmente el agua y aprovecharla de manera correcta. El agua es la leche de los seres que habitan el planeta.

Escuchar a los mayores

Vivir Bien es leer las arrugas de los abuelos para poder retomar el camino. Una de las principales fuentes de aprendizaje son los ancianos de las comunidades, que guardan historias y costumbres que con el pasar de los años se van perdiendo. “Nuestros abuelos son bibliotecas andantes, así que siempre debemos aprender de ellos”

Hacia una Educación para el Buen Vivir.

América Latina y el Caribe tienen una larga historia en la construcción de propuestas pedagógicas innovadoras y muy potentes. Quizás su punto más alto fue el surgimiento de la “Educación Popular”, en aquellos círculos de alfabetización que impulsaba el maestro Paulo Freire. Pero han habido, antes y después, interesantes propuestas pedagógicas que construyeron una fecunda historia de la educación en América Latina y el Caribe. [1]

En esta historia, los distintos movimientos y organizaciones sociales han sido determinantes. Algunos con una trayectoria muy importante, tanto respecto de sus propias historias, como a la expansión territorial de sus iniciativas, propuestas y postulados.

El Buen Vivir resulta una cosmovisión de alguna manera unificante de estas diversidades. Por ello, hablar de una educación para el Buen vivir es encontrar un punto importante de encuentro para muchas luchas y causas de la Abya Yala.

Así como el Buen Vivir se construye también en confrontación con otras corrientes ideológicas contemporáneos, una pedagogía del Buen Vivir también lo hace.

Quizás el paradigma educativo que hoy aparece como más confrontado o interpelado por la concepción del Buen Vivir es el de la “Calidad de la Educación”.

Cuando surge esta propuesta allá por la mitad de los años 80 , empieza a postular el concepto de “Calidad” y de “Excelencia” para aplicarlo a la educación[2]. Conceptos que surgieron de ámbitos de la producción y de la gestión institucional y que, de pronto, empezaban a ser trasladados casi sin escalas al campo educativo. Junto con estas visiones, aparecían los procesos de privatización (endógena o exógena) del sistema educativo o de sus partes, la mirada de que la educación podía ser una mercancía de intercambio en el mercado, los “ránkings” ligados a los procesos de evaluación estandarizada y a la idea del “éxito” como gran motivador de aquello que se buscaba para los alumnos que se pretendía educar. Éxito que se entendía desde lograr que un alumno pudiera llegar a tener poder y riqueza, valores a los que se ligaba este concepto. Este tipo de propuesta educativa resulta funcional a modelos capitalistas y neoliberales que hoy atraviesan América Latina y el Caribe.

En este contexto, proponer otro tipo de educación se vuelve indispensable. Y la Educación para el Buen Vivir es una de las mejores respuestas y propuestas que surgen desde las mismas entrañas de nuestra historia latinoamericana y caribeña.

Por una parte, se apoya en algunos valores y principios que están en armonía con los que hemos podido conocer algunos párrafos más arriba. Además suma algunas características propias desde lo pedagógico que la hacen también muy potente.[3]

La Educación para el Buen Vivir es una propuesta de educación emancipadora, que busca que los estudiantes puedan cuestionarse críticamente sus propias visiones y miradas de la realidad e identificar estrategias para modificarla o transformarla.

Los que proponen la Educación para el Buen Vivir tienen como meta de sus esfuerzos pedagógicos, el educar a los estudiantes para que sean personas de bien, o, dicho de otra manera, personas buenas. Personas que hagan el bien a los que lo rodean, a la naturaleza a sí mismos. Personas que sean reconocidas por eso y no por ser exitosas en los términos del poder o del mercado.

Las propuestas de esta educación hoy pueden encontrarse tanto en la educación formal como también en experiencias de educación no formal y alternativa. Dependerá de las circunstancias, de las relaciones de poder, de las situaciones de las comunidades en las que surgen y de las necesidades de los diferentes colectivos. Las organizaciones y movimientos sociales han creado a lo largo de los años experiencias educativas que comenzaron siendo no formales pero algunas veces llegaron a alcanzar el reconocimiento oficial de las propias autoridades educativas en sus diferentes países y fueron penetrando la educación formal.[4]

Veamos algunos de los criterios que están inspirando y orientando esta propuesta:

  • Una educación llevada adelante por instituciones con un proyecto político pedagógico propio. La Educación para el Buen Vivir no es una educación neutra (en realidad, no existe la educación “neutra”). Postula claramente cuáles son sus principios, valores y orientación. Respeta la posibilidad de cada uno de elegir sus propias opciones pero presenta abiertamente cuál es la suya.
  • Una educación para todos. Atender a la inclusión educativa es reconocer los derechos de los sujetos, en igualdad de oportunidades y una intencionalidad de construcción de caminos para efectivizarlos. Desde el concepto de ciudadanía, se hace especial énfasis en los derechos a la educación, a la expresión, a la participación, a la gratificación, a la no discriminación por cualquier causa, al afecto, al involucramiento de adultos significativos, a tener un proyecto de vida….
  • Una educación contextualizada. El conocimiento se construye en la interacción con los demás, la naturaleza, las circunstancias y el auto registro de la experiencia personal. La acción educativa debe apuntar a estimular estas interacciones. Por esa razón, se debe intervenir elaborando situaciones altamente significativas, en situación de identidad con la idiosincrasia de la comunidad local. Tomar como punto de partida la realidad familiar y barrial que contextualiza el proyecto educativo. Promover aprendizajes vinculados con el trabajo y la vida cotidiana, contenidos y saberes contextualizados, cotidianos, necesarios, reales.
  • Una educación donde los sujetos del aprendizaje son protagonistas. Se reconoce como fundamental el lugar de los estudiantes en el proceso educativo. La educación que se busca reconoce que todos pueden enseñar y todos pueden aprender. Confía en el protagonismo de los sujetos del aprendizaje en la producción de procesos de cambio. Esto conlleva el desarrollo de acciones de acompañamiento personalizado, la posibilidad de diferenciar ritmos de aprendizaje y métodos, la concreción de programas adecuados a las capacidades de cada uno, etc. Supone un fuerte sentimiento de respeto por los saberes, las culturas, las formas de aprender, los procesos y la historia de cada persona y de cada pueblo.
  • Una educación que recupera la identidad positiva. Esta educación busca producir un impacto positivo en la subjetividad; intentando desarrollar la potencialidad de los sujetos. Por esa razón, evidencia mucho esfuerzo para lograr: trabajar sobre la auto-percepción de los estudiantes; fortalecer su autoestima; desarrollar en ellos el sentimiento de potencia para enfrentar nuevos desafíos; trabajar en la construcción de la identidad; conocer el lugar en el cual se vive; desarrollar la capacidad afectiva; establecer límites claros que contribuyan a desarrollar la seguridad y la confianza en sí mismos en los educandos; crear hábitos; enfatizar la dimensión del cuerpo en los aprendizajes posibles; promover la autonomía, los aprendizajes auto-gestionarios, el interés, la creatividad y el ingenio. En este sentido, adquiere nueva significación la evaluación: se la asume como una ayuda para la auto-regulación, un trabajo para el diagnóstico permanente, una mediación entre pares, el registro de los progresos cualitativos en el proceso de aprendizaje, una orientación para el diseño de nuevas actividades escolares.
  • Una educación que recupera la conciencia colectiva e histórica. Otorga una importancia central al desarrollo de experiencias áulicas, escolares y organizacionales tendientes a la convivencia democrática, comunitaria y horizontal. Estas experiencias señalan también el efecto de empoderamiento que el grupo ofrece al sujeto en el proceso de enseñanza y aprendizaje, entendiendo que el conocimiento es una construcción colectiva. Por lo tanto, promueve aprendizajes cooperativos, comunitarios, tutorías solidarias que reconstruyan los lazos del alumno con su comunidad, expresiones grupales cooperativas y solidarias, actividades de resolución cooperativa, actividades tendientes a la consideración de las dinámicas institucionales donde niños y jóvenes se encuentran insertos, actividades de auto-gestión comunitaria, etc. Todo ello inspirado en el sentido comunitario de los pueblos originarios.
  • Una educación que recupera valores. Enfatiza el desarrollo de actitudes solidarias, conciencia crítica, tolerancia, respeto por las diferencias y esfuerzo por la inclusión de las mismas como riqueza, cultura local y regional, identidad, paz. Promueve cambios en aquellas actitudes que impactan negativamente en la posibilidad de inclusión activa del sujeto en su medio social. Un aspecto considerado como fundamental  es la interacción respetuosa con la Madre Tierra Pachamama.
  • Una educación que parte de los saberes previos. No se trata de una declamación de discursos comunes; efectivamente, busca partir de los saberes previos, retomando las prácticas tradicionales para aplicarlas y mejorarlas. Tales son las condiciones iniciales del aprendizaje: aquellos saberes previos, valiosos y posibilitadores. Desde este lugar, cobra mayor relevancia el rescate y la preservación de los conocimientos y tradiciones regionales, la cultura local, las expresiones recreativas y celebrativas locales. En el marco de la experiencia áulica se hace referencia a la consideración de las experiencias de vida, las experiencias escolares devenidas en una trayectoria facilitadora u obstaculizadora; considerando que a través de estas experiencias, cada uno ha construido sus propios conocimientos y esquemas de aprendizaje y desde estos esquemas se atribuye significado a los nuevos contenidos.
  • Una educación que enfatiza el desarrollo simbólico. Enfatiza especialmente el desarrollo lingüístico; estimula el juego simbólico, el uso de juegos dramáticos que estimulen el desarrollo de la oralidad, actividades de interacción con material escrito, diverso tipo de intercambios, etc. Otorga un lugar fundamental a la discusión sobre las situaciones problemáticas y al diálogo entre los sujetos del aprendizaje. La intención permanente es ayudar a que los estudiantes tomen distancia sobre su propia realidad para interrogarse; pretende, por lo tanto, colaborar en el proceso de constitución y afianzamiento del pensamiento.
  • Una educación que se nutre del trabajo humano. Para el Buen Vivir, el trabajo es un eje organizador. “Ama Qhilla”, llama el mandato andino. “No seas holgazán”, o dicho positivamente, “Trabaja”. El estudiante del Buen Vivir es, fundamentalmente, un trabajador. El trabajo no ocupa el lugar de “formación para el trabajo” o capacitación laboral, sino de educación del hombre trabajador. O el trabajador que se educa. No se piensa en la “inclusión al mundo del trabajo” porque no hay otro mundo que no sea el del trabajo.
  • Una educación para la inclusión. Desde los proyectos educativos, procura colaborar en la adquisición de competencias, habilidades para poder participar activamente en los cambios con los que nos desafía el mundo presente; pretende colaborar en la construcción de conocimientos generadores y enriquecedores de la comprensión del mundo y el desenvolvimiento en él, con contenidos globales e integradores. Intenta ayudar a comprender colectivamente las dificultades para la inclusión reconocidas en la experiencia personal y del grupo de pertenencia; Se vuelve necesario poder consensuar estas acciones pedagógicas que posibiliten el acceso a un saber más amplio, en una línea de continuidad que no separa la cultura popular y la realidad local de la cultura escolar y que posibilite la integración social. Esta educación no pierde de vista que muchas veces es necesario ayudar a los estudiantes a salir de sus propios límites materiales y simbólicos mediante la participación en eventos colectivos de pares, en eventos culturales, etc., como estrategias de apropiación del espacio comunitario y público y estrategias de inclusión.
  • Una educación que enraizada territorialmente: Intenta promover estrategias viables para mejorar las condiciones de vida, acciones innovadoras, acciones que favorezcan la vida en todas sus dimensiones, adquisición de habilidades orientadas al Buen Vivir. La educación debe integrar a diferentes actores locales, con diversos niveles de participación en el desarrollo de propuestas puntuales y del proyecto educativo, en general: familias, niños, miembros de la comunidad, municipios, redes vecinales, etc. La misma comunidad puede organizar respuestas a sus problemas y necesidades a partir de la valorización de sus recursos. La escuela debería colaborar en la capacitación, el crecimiento, la organización y el desarrollo de grupos y proyectos comunitarios. Por otra parte, desde esta visión, la responsabilidad del proceso de aprendizaje es compartida por las organizaciones del barrio, la escuela, la familia, etc. Es necesario promover formas de articulación circunstanciales y permanentes.

Los Educadores para el Buen Vivir

La educación para el Buen Vivir requiere de comunidades que educan. No se trata de educadores solitarios o individuales. Sin comunidad educadora, en cualquiera de sus formas, no es posible esta orientación educativa.
Esas comunidades están formadas por diversidad de integrantes que interactúan entre sí.

Entre otros, están los docentes o educadores, con responsabilidades diferenciadas y que tienen que estar consustanciados y comprometidos con esta manera de vivir. No se puede formar para el Buen Vivir como si se tratara de un mero contenido curricular. Los educadores para el Buen Vivir, sean docentes formales o no formales, tienen un perfil particular dentro de estas comunidades educadoras,  que podemos delinear con los siguientes rasgos:

  • Son animadores socioeducativos. Son quienes generan conciencia social en la comunidad; quienes recuperan críticamente los saberes locales y facilitan la apropiación de nuevas tecnologías y experiencias útiles para el desarrollo del medio. Promueven la construcción de conocimientos ,enseñan a aprender. Se involucran en la tarea de construcción de base. Consideran que los espacios de aprendizaje van más allá de los ámbitos formales: realizan visitas, reuniones y gestionan espacios informales. Valorizan la existencia y potencialidad de otros espacios educativos no escolares. Favorecen el desarrollo, ofreciendo herramientas simbólicas y diferente tipo de interacciones.
  • Son personas sensibles y cercanas. Promueven una matriz vincular afectiva, actitudes solidarias y participativas. Dialogan y tienen capacidad de escucha. Son personas cercanas. Ayudan a descubrir las riquezas y cualidades personales, resaltándolas con estima y respeto, con sinceridad. Rescatan lo positivo y lo explicitan. Ayudan a reconstruir, reparar y resignificar identidades y auto-imágenes. Valorizan palabras y acciones de los niños y jóvenes. Son sensibles a la injusticia. Comparten emociones, vivencian el dolor ajeno como propio, intentan compensar y contener. Tienen iniciativa, creatividad y autonomía. Son flexibles, tienen una mentalidad abierta. Pueden descentrarse, tienen posibilidad de entrar y salir del lugar del referente. Comparten y ceden protagonismo. Son personas sólidas y armónicas, coherentes en su discurso y su acción. Enfrentan conflictos, socializan dificultades. Sus valores son: solidaridad, responsabilidad, tolerancia y perseverancia. Ayudan a recuperar la esperanza, el futuro y la dignidad personal.
  • Son personas reconocidas por la comunidad en la que educan. Tienen buena relación con los miembros de la comunidad y son respetados por ellos. Se relacionan con las culturas locales. Buscan códigos y formas adecuadas de relación con el contexto local. Comprenden su contexto y sus realidades familiares, porque los conocen. Respetan las diferentes culturas. Desarrollan la capacidad de ver, escuchar, comprender la cotidianidad del otro que es diferente. Están abiertos a la diversidad.
  • Son auto-críticos y con actitud de vigilancia epistemológica. Tienen capacidad reflexiva. Construyen espacios de discusión y vigilancia epistemológica, sometiendo a crítica las acciones y las lecturas que hace de los niños y jóvenes y sus familias, para no caer en idealizaciones, justificaciones, reproducciones de prácticas paternalistas, etc. Priorizan los espacios de reflexión en común. Reflexionan escuchando el aporte de los estudiantes. Se auto – evalúan y aceptan críticas. Reconocen sus preconceptos sobre la realidad local y la caracterización de la gente que vive en circunstancias desfavorables, sus saberes y vivencias que propicien o dificulten la tarea, su conocimiento de la historia y los valores culturales locales, su conocimiento de los factores socio-políticos con relación a la situación de exclusión, sus propios valores, expectativas, prejuicios y déficit, etc., para lograr mayor honestidad y libertad en sus intervenciones. Participan en instancias de capacitación permanente y colectiva. Buscan nuevos marcos teóricos. Buscan profesionalizarse y especializarse. Poseen actitud investigadora.
  • Son personas comprometidas con un proyecto colectivo. Hacen junto con sus compañeros un análisis sociopolítico de la realidad. Buscan comprender la complejidad de la realidad social local. Acompañan y apoyan las iniciativas que está llevando adelante la comunidad. Están involucrados con el futuro de los niños. Confían en que los proyectos educativos pueden crear las condiciones necesarias para el aprendizaje. Promueven el rol de los dirigentes elegidos democráticamente en la comunidad. Buscan trabajar participativamente y en equipo. Trabajan en red, registran otros escenarios de acción, con la comunidad. Tienen voluntad de transformar. Pueden trascender su formación unidisciplinar y el aislamiento profesional.. Aceptan determinados riesgos en función del proyecto colectivo. Pueden animar grupos de aprendizaje. Ayudan a lograr una experiencia de grupo y de comunicación.
  • Son educadores con habilidades para la planificación participativa. Tienen capacidad para negociar y para identificar el aprovechamiento de los recursos de la comunidad. Pueden facilitar la comunicación y la articulación de los actores locales. Están dispuestos a coordinar esfuerzos con diferentes actores e instituciones del medio local. Tienen habilidad para mediar. Facilitan que la comunidad identifique sus problemas y tome decisiones para resolverlos. Pueden realizar diagnósticos. Tienen conocimientos de planificación. Pueden operar procesos de monitoreo y evaluación. Respetan tiempos y plazos. Poseen claridad en cuanto a etapas y tiempos de los procesos de aprendizaje.

A manera de conclusión

Educar para el Buen Vivir implica acompañar pedagógicamente una opción política, una cosmovisión y una manera de entender al ser humano. No se trata solo de un camino metodológico o didáctico activo o participativo. Es, como vimos, mucho más que ello: abrazar un proyecto político pedagógico con eje en la propia identidad.

Esta perspectiva encuentra hoy expresiones muy fuertes en diferentes experiencias educativas latinoamericanas. Desde las Escuelas Do Campo, del Movimiento Sem Terra del Brasil, los Bachilleratos Populares de Argentina, la UNIBOL de Bolivia, el Movimiento Pedagógico Latinoamericano, de los Sindicatos Docentes y las golpeadas y persistentes Comunidades Eclesiales de Base, desparramadas por muchos rincones de América Latina y el Caribe.

Pero, además, de manera no siempre muy pública ni visible, esta educación resiste hoy desde miles de aulas y de escuelas del continente que no se rinden, no se arrodillan, no bajan los brazos y siguen creyendo en las utopías, como lo enseñaba a hacer el gran Eduardo Galeano.[5]

Quizás, el icono más fuerte de esta propuesta, no sea nuevo: es la escuela ayllu de Warisata, en donde educadores formales y populares en forma conjunta y participativa, construyeron una escuela que dejó marcas en América Latina allá por los años 30 del siglo XX. Allí, aquellos sueños del Buen Vivir se hicieron aulas y patios. Y esos sueños persisten hasta hoy.[6]

“Entonces la capilla se pobló

Con la risa de más de trescientos niños

Ahora no había más santos de cartón

En vez de anatemas

Se escucharon lecciones de amor

Traídas por un nuevo viento

Que se cruzó con la glacial angustia del Illampu.

Era Warisatta Escuela

La campana llamaba a los trabajadores

Los clérigos sintieron que les robaban

La propiedad de aquel tañido.

Los InDios vieron nacer un augurio en los altares

 y es que había otro santo demiurgo de la liberación

Elizardo Pérez llamado.

 Avelino fue el primero que asomó a su alma

Entre ambos cantearon

La piedra de la entraña redentora.”

(En Warisata Mía,, Carlos Sebastián Mostajo)

[1] ADRIANA PUIGGRÓS, Educación y sociedad en América Latina de fin de siglo: del liberalismo al neoliberalismo pedagógico  Universidad de Buenos Aires  http://eial.tau.ac.il/index.php/eial/article/view/1046/1078

[2] ACCESO Y PERMANENCIA EN UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD El paradigma de la calidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje: ¿La Educación se puede asignar a un Modelo? Claudio Alejandro Sosa,: Cristina Ramírez. en Congreso Iberoamericana de Educación, Bs. As., 2010

[3] Hay que mencionar también que, desde algunos sectores para diferenciarse del concepto de “Calidad de la educación”, se habla de “Educación de calidad”, buscando alterar el centro del enfoque al que hacemos referencia y generar un debate más adaptado a las condiciones que hoy nos plantean los medios de comunicación masivos.

[4] Experiencias como la UNIBOL, en Bolivia, las escuelas do Campo, del MST en Brasil, diferentes programas de terminalidad de algún ciclo educativo que lograron reconocimientos en diferentes países por sus ministerios de educación…dan cuenta de este proceso.

[5] “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para avanzar.” Eduardo Galeano.

[6] Para conocer más sobre la Escuela Ayllu de Warisata, ver http://www.transformarlasecundaria.org/la-escuela-ayllu-de-warisata/

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Ecuador: Buen vivir se analiza desde el feminismo

Ecuador/Julio de 2017/Fuente: El Tiempo

El libro titulado, Feminismo y Buen Vivir: utopías decoloniales, es la nueva publicación que presenta la línea editorial del Grupo de Investigación en Población y Desarrollo Local, PYDLOS, de la Universidad de Cuenca.

En total, 10 voces abordan esta temática con el objetivo de desmitificar el término y “mostrar que es algo a lo que no hay que temer” señaló Sofía Zaragocín, coautora del texto. Ella sugiere, por ejemplo, que el feminismo es importante desde el campo de la interculturalidad, con el estudio del feminismo comunitario, en el que Lorena Cabnal ha señalado la importancia de repensar los fundamentos filosóficos que sostiene el término «Buen Vivir» desde las mujeres originarias.

Asimismo, Margarita Manosalvas señala que, para encontrar políticas públicas que ayuden a entender este concepto, se requiere identificar los obstáculos que enfrentan las personas para ejercer sus derechos, con el fin de diseñar herramientas más efectivas y aplicables. (FCS) (F)

Fuente: http://www.eltiempo.com.ec/noticias/cuenca/2/417434/buen-vivir-se-analiza-desde-el-feminismo

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Descolonizando saberes y despertando imaginarios en américa latina.

Por:Mateo Aguado.

A pesar de haber recibido juicios variables a lo largo de la historia, la noción de bienestar ha sido considerada prácticamente siempre como la meta común y universal del ser humano. Tal y como sostenía Aristóteles, constituye el fin último de la actividad humana, el bien perfecto por excelencia, pues es algo que elegimos siempre por sí mismo y nunca por otra cosa.

En los últimos años, sin embargo, la preocupación social hacia el bienestar humano ha trascendido los ámbitos filosóficos para incorporarse de lleno a las agendas políticas de numerosos países a lo largo y ancho del planeta. Un buen ejemplo de ello lo encontramos en Ecuador y Bolivia, en donde el Buen vivir ha sido formalizado como un concepto alternativo de progreso social alejado del PIB y enraizado en los saberes ancestrales de los pueblos originarios del país y en los derechos de la naturaleza.

El Buen vivir: una vida en plenitud, respeto y armonía

A través de diferentes expresiones, los planteamientos sobre el buen vivir han estado presentes en los pueblos originarios del mundo entero desde hace miles de años. No ha sido sin embargo hasta hace poco cuando, con las nuevas Constituciones de Ecuador y Bolivia, la noción del Buen vivir ha sido expresamente incorporada al constitucionalismo mundial a través, respectivamente, de los términos sumak kawsay (“buen vivir”) y suma qamaña (“vivir bien”).

Según Gudynas (2011), la idea del Buen vivir surgió en base a dos empujes fundamentales: la postura discrepante frente al desarrollo convencional, por un lado, y la búsqueda de alternativas para mejorar el bienestar y proteger la naturaleza, por otro. Sea como fuere, el hito político que ha supuesto la inclusión del Buen vivir en las leyes ecuatorianas y bolivianas ha permitido que por vez primera en la historia hayan sido contemplados como sujetos de derechos y de bienestar los pueblos originarios andino-amazónicos (tradicionalmente olvidados) y la propia naturaleza (oPacha Mama), configurando con ello un nuevo tipo de contrato social más amplio, justo y sostenible.

En términos generales, y en sintonía con las ideas de la Antigua Grecia, el Buen vivir podría entenderse como una vida en plenitud: una vida en armonía, respeto y equilibrio con la naturaleza y con el resto de seres humanos (Houtart, 2011; Mamani, 2010). Su noción se relaciona así con la cohesión social, con los valores comunitarios y con la participación activa, factores todos ellos clave en la búsqueda comunitaria de la felicidad y de la realización humana. Pero además, como destaca Ramírez (2010), el Buen vivir también tiene que ver con la disposición de tiempo libre: tiempo para la contemplación y la emancipación así como para que nuestras libertades, oportunidades, capacidades y potencialidades reales se amplíen y florezcan de modo que nos permitan alcanzar aquello que valoramos como deseable en la vida. Para Gudynas (2011) son principalmente cinco los objetivos del Buen vivir: i) buscar la calidad de vida; ii) construir un sistema económico justo, democrático y solidario; iii) fomentar la participación y el control social;iv) recuperar y conservar la naturaleza, y v) promover un ordenamiento territorial equilibrado.

El Buen vivir y los Derechos de la Naturaleza

La perspectiva conservacionista de las últimas cuatro décadas ha estado caracterizada por una tensión constante entre el desarrollo socioeconómico, por un lado, y la conservación de la naturaleza, por otro. Este panorama ha sido, al fin y al cabo, el resultado de una concepción antropocéntrica de la naturaleza que ha tendido a contemplar los ecosistemas como un almacén inagotable de recursos a disposición de los seres humanos.

Frente a este tipo de posturas antropomórficas, los Derechos de la Naturaleza recogidos en el Capítulo Séptimo de la nueva Constitución ecuatoriana abrazan un enfoque biocéntrico de la naturaleza centrado en asumir los valores intrínsecos que poseen los ecosistemas como un sujeto propio de derechos, aceptando con ello, de forma inherente, el derecho a existir que tienen todas las especies (y no sólo la nuestra). El paso dado en este sentido por Ecuador ha supuesto un acontecimiento sin precedentes en la forma en que un Estado soberano concibe sus ecosistemas y su patrimonio natural, abriendo con ello la puerta a reconocer la existencia de límites biofísicos al crecimiento humano.

La filosofía del Buen vivir ha logrado de este modo romper con la idea clásica de concebir el bienestar humano como un asunto relacionado con los ingresos y las posesiones materiales inclinándose, por el contrario, a entender la vida desde una ética de lo suficiente (Boff, 2009); una ética que, basada en promover una vida sencilla, equilibrada y espiritual, transcurra y florezca en comunidad y en hermandad con el resto de seres vivos. Bajo el prisma del Buen vivir lo importante no es por tanto el ser humano o el crecimiento económico, sino la armonía misma con la naturaleza y la vida. Como sostiene Albó (2009), el propósito final no es otro que vivir y convivir bien, no vivir cada vez mejor a costa de otros y de la naturaleza.

El Buen vivir como noción exploratoria de alternativas al desarrollo occidental

Aunque existen numerosos enfoques respecto a lo que debe contemplarse bajo el paraguas conceptual del Buen vivir(una noción teórica y compleja que -conviene no olvidarlo- aún está en fase de construcción), parece existir un consenso bastante razonable en concebirlo como una alternativa al actual modelo de desarrollo capitalista (Acosta, 2013; Gudynas, 2011; Mamani, 2010). En esta línea, autores como Acosta (2013) han sostenido que el Buen vivir podría concebirse como una ventana de oportunidad a través de la cual pensar y debatir sobre nuevas formas de organizar la vida en sociedad; pudiéndose convertir incluso, con el paso del tiempo, en un nuevo paradigma civilizatorio mediante el cual dar respuesta a los grandes retos que en materia de sostenibilidad y justicia el ser humano tiene por delante en los albores del nuevo milenio.

Desde esta óptica contra-hegemónica podríamos interpretar la filosofía del Buen vivir como un importante aporte de las culturas ancestrales andinas orientado a recuperar propuestas tradicionalmente silenciadas por las élites del poder y encaminado a asumir profundas transformaciones sociales que superen los estrechos marcos cognitivos del capitalismo basados en el crecimiento económico y en la acumulación de artefactos como un fin en sí mismo. El Buen vivir trataría así de romper con la imposición monocultural del saber occidental-neocolonial a través de un reencuentro entre el ser humano y la naturaleza basado en el libre florecimiento de vidas buenas y armónicas que no excedan los límites de los ecosistemas.

Tras rebasar las fronteras latinoamericanas, el debate surgido en torno al Buen vivir y a losDerechos de la Naturalezaestá comenzando a impulsar una interesante reflexión política y académica a escala global que podría llegar a sentar las bases para la construcción de un paradigma alternativo al capitalismo que sea capaz de armonizar un desarrollo humano coherente con una naturaleza resiliente y sana. Para lograr tal objetivo será necesario que el Buen vivir se articule con otras iniciativas similares que están comenzando a surgir con fuerza en otras partes del mundo: desde proyectos sociales y comunitarios en Asia y África hasta los discursos críticos con el capitalismo que comienzan a cobrar vigor en occidente (como la corriente delDecrecimiento). A fin de cuentas la noción del Buen vivir podría actuar como un catalizador de nociones dispersas sobre el bienestar, la justicia y la sostenibilidad que ayude a construir una nueva identidad del ser humano sobre el planeta Tierra. Interculturalidad, saberes ancestrales y conocimientos modernos están llamados a entenderse durante el siglo XXI para ayudar a germinar este nuevo paradigma civilizatorio que la lógica humana demanda.

Acosta, A. (2013).El buen vivir: Sumak Kawsay, una oportunidad para imaginar otros mundos. Icaria.

Albó, X. (2009). Suma qamaña = el buen convivir. Revista Obets, 4, 25-40.

Boff, L. (2009). ¿Vivir mejor o “el Buen Vivir”?Revista Fusión.

Gudynas, E. (2011a). Buen Vivir: Germinando alternativas al desarrollo. América Latina en movimiento, 462, 1-20.

Houtart, F. (2011). El concepto de Sumak kawsay (buen vivir) y su correspondencia con el bien común de la humanidad.Revista de filosofía, 69(3).

Mamani, F. H. (2010). Buen vivir/Vivir bien: Filosofía, políticas, estrategias y experiencias regionales andinas.Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas-CAOI.

Ramírez, R. (2010). La transición ecuatoriana hacía el Buen Vivir. En I. León (Ed.), Sumak Kawsay/Buen vivir y cambios civilizatorios (pp. 125-141). Quito: SENPLADES.

Para citar este artículo: Aguado, M. (2016). Descolonizando saberes y despertando imaginarios en América Latina.Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales VI, pp. 30 – 32. Recuperado en: http://iberoamericasocial.com/ descolonizando-saberes-despertando-imaginarios-america-latina.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/descolonizando-saberes-y-despertando-imaginarios-en-america-latina/

Imagen: http://www.contextolatinoamericano.com/media/magazine/articles/buen_vivir.jpg.240x160_q85_crop_upscale.jpg

 

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¿Es posible vivir bien?: Un libro de Pablo Solón

Por Pablo Solón

Resultado de imagen para es posible vivir bien pablo solonEstamos viviendo una crisis sistémica que sólo puede ser resuelta con alternativas sistémicas. Lo que la humanidad enfrenta no es sólo una crisis ambiental, económica, social o institucional. Esta es una crisis de la humanidad y del sistema de la Tierra. Es una crisis sistémica provocada por un conjunto de factores entre los cuales destaca la búsqueda incesante de ganancias del sistema capitalista a expensas del planeta y la humanidad. Este sistema está llevando a la extinción de especies, a pérdidas importantes de la biodiversidad, a la degradación del ser humano y a sobrepasar los límites absolutos de la naturaleza. Esta no es una crisis cíclica, más del capitalismo, en la que después de sufrir una depresión se recupera con cifras récord de crecimiento para continuar su expansión. Esta es una crisis mucho más profunda que se ha extendido a todos los aspectos de la vida en la Tierra y que ahora tiene dinámica propia sin posibilidades de revertirse en el marco del sistema capitalista.

No hay una sola alternativa. Hay muchas alternativas.  Algunas vienen de los pueblos originarios como el “Vivir Bien”. Otras, como el “Decrecimiento”, se construyen en las sociedades industrializadas que han sobrepasado los límites del planeta. La “Desglobalización” es una reacción al proceso de globalización de las transnacionales. El “Eco-socialismo” es un intento de repensar las alternativas desde una perspectiva no antropocéntrica. La “Soberanía alimentaria” es una
propuesta que desarrolla las alternativas concretas que nacen desde los pequeños agricultores, los campesinos y los pueblos indígenas. El “Eco-feminismo” aporta la dimensión de las mujeres esencial para superar el patriarcado que se enlaza con el antropocentrismo. Los “derechos de la Madre Tierra” buscan construir nuevas formas de relacionamiento con la naturaleza. La propuesta de “los comunes” enfatiza la autogestión de las comunidades humanas. La “economía solidaria”, la “economía para la vida”, la “economía de transición”…todas aportan desde diferentes perspectivas. Todas tienen fortalezas, limitaciones, contradicciones y puntos en común. Todas son propuestas en construcción. Son piezas de un rompecabezas que tiene múltiples respuestas y que se altera con el agravamiento de la crisis sistémica. Nuestro propósito es entender estas alternativas en su devenir, identificar sus potencialidades y buscar la complementariedad entre estas distintas visiones para hacer frente a la crisis sistémica.

En esta publicación nos centraremos en una de estas propuestas: el Vivir Bien (Bolivia), Buen Vivir (Ecuador), el sumaq qamaña (aymará) o el sumak kawsay (quechua). Nuestro objetivo es analizar el proceso de construcción del concepto del Vivir Bien, destacar algunos de sus elementos esenciales para la construcción de Alternativas Sistémicas, evaluar lo que ha sido su implementación en Bolivia y Ecuador, -con mayor énfasis en el primer país por el involucramiento y conocimiento del autor- e intentar dar una respuesta a una pregunta que muchos se hacen después de una década de gobiernos progresistas en los Andes ¿Es posible el Vivir Bien más allá de la comunidad indígena?
¿Después de una década de gobiernos que abrazaron esta visión indígena, nos hemos acercado a su comprensión
e implementación? Y si nos hemos perdido en el camino ¿cómo retomar la senda del Vivir Bien?

Para descargar el libro: http://www.rebelion.org/docs/213302.pdf

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Argentina: La suerte de los PEBA.

América del Sur/Argentina/28.06.2016/Autor y Fuente:http://noticiasyprotagonistas.com/

Desde que asumió el intendente Carlos Arroyo, uno de los temas más polémicos fue la continuidad de los llamados PEBA, talleres barriales de educación no formal para chicos y jóvenes de zonas periféricas, que no tendrían a mano la formación en diversas disciplinas artísticas o deportivas fundamentalmente por razones económicas.

El actual programa tiene su antecedente en el plan Educare (Educación Abierta y Recuperación Escolar), puesto en práctica por el exintendente radical Elio Aprile. Como oportunamente recordaba el concejal de Cambiemos Luis Rech, “el programa Educare significó la apertura, desde la educación no formal, a múltiples perspectivas educativas organizadas en cuatro áreas, a saber: apoyo escolar, expresión artística, capacitación laboral y actividades deportivas. El hecho de que funcionara en distintos ámbitos de la comunidad como sociedades de fomento, entre otros, significó un programa que logró amplia y extendida inserción social en la comunidad. El programa originario tuvo como destinatario al conjunto de la población en todas las etapas de la vida: niños, adolescentes, adultos y ancianos, atendiendo tanto a personas que concurrían al sistema educativo formal como a aquellos que nunca concurrieron al mismo o que llevaban años sin participar de actividades formativas. En definitiva celebramos que el PEBA como continuador conceptual del Educare haya sido ratificado, y cualquier idea de optimización del mismo no debe entenderse sino como la posibilidad de mejorar, en la medida de lo posible, un instrumento que le permita a las personas descubrir nuevos ámbitos de capacitación”.

Pero ante la inminencia de los hechos, y de que en efecto una gran parte de la oferta no formal de proyectos formativos barriales no tenía continuidad, tanto en el PEBA como en los Almacenes Culturales, integrantes del Consejo de la Niñez acudieron a la justicia con el fin de conseguir un ampro, para que se impida lo que para ellos era una limitación del acceso al derecho a la educación para los chicos de los barrios marplatenses.

Y si bien había un ánimo entusiasta entre los reclamantes, ahora la conciliación convocada por el Juzgado en lo Civil y Comercial N° 9 hizo que la discusión pasara a un cuarto intermedio hasta el 9 de agosto.

A la audiencia estaban convocados el intendente Carlos Arroyo, la secretaria de Educación, Ana María Crovetto, y la de Cultura, Silvana Rojas. Es decir, los tres funcionarios mencionados en el recurso de amparo que presentó el Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño, Niñas y Adolescentes contra la disminución de las actividades en los barrios. Pero ninguno de los tres acudió. En cambio, representaron a la comuna el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, y el subsecretario legal y técnico, Gustavo Gil de Muro.
Para las autoridades del Consejo la reunión había sido “positiva”, y creyeron posible mantener la esperanza de que hubiera modificaciones en el criterio utilizado por el municipio para distribuir las horas PEBA (Programa Educativo Barrial) y los programas culturales en los barrios.

Pero el secretario de Gobierno municipal, Alejandro Vicente, aseguró que la atribución de determinar esas políticas es exclusiva del municipio: “Tuvimos una larga charla, con un debate bastante profundo, y quedó muy en claro que es el municipio el que desarrolla las políticas culturales y educativas porque justamente la atribución que tiene el municipio es la de imponer estas políticas”, dijo en una rueda de prensa. Y agregó: “No obstante, se acordó un cuarto intermedio hasta el 9 de agosto a los fines de ir informándole a esta gente que interpuso el amparo las políticas que se van a ir implementando”, agregó.

Vicente:

¿Quién es “esta gente”? El secretario de Gobierno se refiere de esta manera al Consejo de la Niñez, cuyas autoridades no son reconocidas por el gobierno actual, ya que debieron renovar sus funciones y cargos durante la gestión del exintendente Pulti, y tal acción no fue llevada a cabo. Por lo tanto sus mandatos están vencidos.
En respuesta al recurso de amparo, el municipio detalló y acreditó las horas PEBA que se están cumpliendo y los programas culturales que se están desarrollando en cada una de las secretarías.
Por una parte, Vicente negó que se estuvieran afectando los derechos de los niños de la ciudad y menos en la cifra que estableció el Consejo, que alcazaba los 13.200, obviamente partiendo del número de chicos que aparecían matriculados en los diferentes talleres durante el año anterior: “El intendente Arroyo siempre tiene como política atender a los sectores más vulnerables, entre los cuales están los niños y los ancianos”, mencionó.
El funcionario defendió el derecho del gobierno municipal de tomar las decisiones políticas que considerara pertinentes en todas las áreas, y dejó en claro que no tenía por qué consensuar criterios con nadie: “el que gana las elecciones toma las decisiones”, dijo. Y aclaró que quería dejar en claro que no iban a erradicar los PEBA ni a reducir la oferta: “lo que se está haciendo es redireccionar los programas y las políticas culturales”, afirmó.
Ese redireccionamiento implica tomar como punto de partida el criterio imperante  durante la gestión del ex intendente Pulti: ”En la gestión anterior hubo una sobreejecución de los programas culturales y educativos. ¿Qué significa sobreejecución presupuestaria? Significa ni más ni menos que se llevaron a cabo programas que no se pudieron pagar. Es decir, había más programas que dinero para poder sustentarlos. Entonces, los programas se van a ejecutar en la medida de los presupuestos, y este presupuesto educativo y cultural es superior al del año pasado”.

Pero lo más sustancial de las declaraciones de Vicente fue que, según su punto de vista, no es posible establecer un amparo para una acción política por la vía judicial. “La realidad es que es el municipio es el que define las políticas culturales y educativas, de salud, de producción, etcétera. No podemos sostener la imposición de decisiones políticas cuando es justamente el gobierno que resultó elegido el que debe desarrollar las políticas”, insistió. Es decir que el que ganó decide, y más en este caso, ya que no puede aceptar que el Consejo sea para él un interlocutor válido: dijo que el organismo fue creado por ordenanza para ser un órgano consultivo del ejecutivo, y no para actuar como si fuera independiente y se pudiera presentar ante la justicia a reclamar.

La reducción:

De la reunión donde se discutieron las políticas de educación no formal en los barrios participó Leticia González, profesional de amplia trayectoria desde diferentes funciones de la política local. Luego, en entrevista con la 99.9 expuso: “Me ha tocado vivenciar de manera directa cuáles han sido los beneficios de poder participar de talleres de educación no formal para chicos en situación de vulnerabilidad”. Detalló que los talleres abarcaban actividades tanto educativas como culturales y artísticas de manera gratuita, sobre todo en barrios periféricos de la ciudad, pero –a su criterio- hay objetivamente una decisión del gobierno actual de dejar de impartirlos. “Cuando la política pública cierra esa oferta, algunos sectores podrán seguir teniendo acceso porque pueden pagarlo, pero otros sectores se quedarán definitivamente sin acceso“, agregó. También contó que ella, durante mucho tiempo, trabajó con chicos que realizan tareas en el basural, y que, en esos casos, recursos como los Programas Educativos Barriales (PEBA) y Almacenes Culturales eran fundamentales. “Esto no es una monarquía”, dijo, explicando que los derechos adquiridos por una comunidad debían ser protegidos.

En cuanto al tema particular de elevar a la justicia el reclamo, lo defendió expresando  que le parece “innovador” reclamar derechos intangibles en la justicia, y al mismo tiempo, que esta podía ser una vía para alcanzar una mesa de discusión. Para graficar vivamente las diferencias profundas de perspectiva, González también habló de “esta gente”, pero para ella, el tratamiento se aplica a las secretarias de Educación y Cultura, que a su criterio no han tenido capacidad de diálogo ni conocimiento de las necesidades de la ciudad: “No es posible hablar con esta gente. Tanto la secretaria de Educación como la de Cultura no atienden, no se sientan, eluden, van diciendo cosas que no son ciertas. Si el Consejo determinó que esa era una estrategia para poder sentarse a hablar, bueno, bienvenida sea, y bienvenidas sean otras en el marco de lo que es la convivencia institucional”.

González niega que el reclamo por los PEBA sea una cuestión de política partidaria y de un sector embanderado en el FPV o Acción Marplatense. Explicó que la reunión en la que ella participó fue multisectorial, y que también participaron personas de la izquierda, de unidades académicas, e incluso figuras nacionales. Recordó que ella misma, en muchas ocasiones criticó, la política social de Pulti por no estar de acuerdo, y que esta discusión va más allá de la disputa por el poder local: “Yo recuerdo cuando los distintos participantes del Plan Estratégico plantearon un modelo de ciudad equitativa, que utilizara la educación, la cultura y el deporte como herramientas igualadoras, para construir una sociedad lo más equitativa posible“, recordó, y también agregó: “aquellas cosas que discutimos como sociedad hace un montón de años, que adquirimos como sociedad a pesar de las políticas sociales de Pulti, que en muchos casos no han sido buenas, lo que se avanzó y es patrimonio de todos no puede volver atrás por gente que no tiene la menor idea de lo que es la cosa pública de esta ciudad“.

Sin embargo, para Alejandro Vicente todo sigue siendo un “show mediático”, ya que, según aseguró, “tener que dar explicaciones ante un juzgado por las políticas implementadas en un gobierno no tiene ningún sentido, en tanto y en cuanto no haya arbitrariedad manifiesta o una violación de un derecho constitucional. Creo que el motivo es político, se trata de crear un show, montar un espectáculo”.  A su criterio, está instrumentado por quienes “han perdido las elecciones”.

Finalmente, aseguró: “este gobierno tiene asignado mayor presupuesto educativo, mayor presupuesto en cultura y ha comprometido y ejecutado más presupuesto que el gobierno pasado“. Así llamó a ser democráticos, y a aceptar las medidas que legítimamente toma un gobierno.

Fuente: http://noticiasyprotagonistas.com/central/la-suerte-de-los-peba/

Imagen: http://noticiasyprotagonistas.com/wp-content/uploads/2016/06/Central-978.jpg

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Entrevista a Frei Betto: «Buen vivir no es autoayuda»

19 Junio 2016/Fuente:Alainet /Autor:Miguel Ángel Gullón Pérez

A Carlos Alberto Libânio Christo, más conocido como Frei Betto le quita el sueño “que Latinoamérica pueda volver a tener gobiernos autoritarios de derecha” y “que el Papa no pueda lograr hacer reformas profundas en la Iglesia”.

En esta entrega de la entrevista que concedió en exclusiva a ALER, nos comparte sus opiniones sobre el Buen Vivir, sus sueños, montaña.

Como es sabido en la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), en cada una de nuestras socias y coordinadoras nos inspira el Buen Vivir de los pueblos originarios y hemos hecho la opción política por aportar a la construcción a esa otra alternativa al desarrollo.

E: Creemos que el Buen Vivir es vivir en armonía con cada uno de nosotros mismos, con las demás personas y con la naturaleza. Lo pensamos como una alternativa “al” desarrollo. No una alternativa “de” desarrollo. ¿Cómo lo ve? ¿Cómo lo reflexiona y comparte con todos los pueblos y comunidades que usted visita?

FB: Yo pienso que hay que advertirle a la gente que el Buen Vivir no es una medida de retroceso social. No queremos volver a las aldeas indígenas. Queremos mantener las aldeas que existen pero la sociedad en su conjunto no tiene que volver a esa situación.  Segundo, no se puede confundir el Buen Vivir con autoayuda.

El Buen Vivir implica cambiar el modelo de desarrollo. No puede ser un modelo modernizador: que el desarrollo signifique tener cada seis meses un nuevo celular o poder cambiar el automóvil cada dos años. No es por ahí. El Buen Vivir es garantizar los derechos humanos esenciales y oportunidades de mejora de vida de una sociedad, priorizando a todo el conjunto de la población. Por ahí es que entiendo el Buen Vivir.

E: ¿Qué relación tiene con las bienaventuranzas de Jesús?

FB: Tengo un libro sobre eso, “Ocho vías para ser feliz”, que mucha gente piensa que es un libro de autoayuda, (y quizás el editor puso ese título a propósito para vender más). Ahí indica que Jesús dijo: “si tú quieres ser feliz abraza estas ocho vías que son las bienaventuranzas”.

E: ¿Y dónde construimos este Buen Vivir? ¿Desde la educación, desde la comunicación…? ¿Cómo podemos aportar a esa educación del Buen Vivir?

FB: Diría que hay que priorizar dos medios. Primero pensar en nuestras comunidades de trabajo, escuela, familia, sindicales, políticas, organizaciones no gubernamentales; adoptar como método de esas comunidades el Buen Vivir. Y segundo, la comunicación. Hay que ayudar a tener conciencia crítica del mal vivir en esta sociedad capitalista, que cada vez más destruye la naturaleza y deshumaniza la humanidad, y después decir: “mira, hay una alternativa en estos principios del Buen Vivir».

E: Buen vivir y fe, fe y política. ¿La política es pecado? ¿Son realidades opuestas la fe y la política? ¿Se puede vivir dentro de la iglesia la política? ¿Debemos ser políticos? ¿Podemos caminar juntos en fe y política?

FB: Todo cristiano es un discípulo de un prisionero político. Que yo sepa, Jesús no murió en la cama ni en una esquina de Jerusalén. Murió como muchos hoy mueren bajo dictaduras. Fue detenido, torturado, condenado por dos poderes políticos y asesinado en la cruz.

La pregunta es otra: ¿qué calidad de fe tenemos nosotros hoy que no cuestiona este desorden establecido? ¿Qué calidad de fe que no incomodan los privilegios, que no defiende los derechos de los pobres? Por eso, siempre digo que cuando una persona llega y dice «tengo mucha fe en Jesús» no significa nada. Pinochet tenía fe en Jesús; Hitler tenía fe en Jesús; Bush tiene fe en Jesús. Yo quiero saber si tu tienes la fe de Jesús. Ahí está el punto. Tener la fe de Jesús. Esto cambia todo.

E: ¿Qué sueños le quitan el sueño?

FB: En cuanto a los sueños verdaderos, lo que me quita el sueño es que América Latina pueda volver a tener gobiernos autoritarios de derecha. Esto me quita el sueño. Cuando pienso que el Papa Francisco puede no lograr hacer reformas profundas en la Iglesia.

También me quita el sueño pensar que por muchos siglos vamos a tener desigualdad social. Ahora, los sueños (y no los verdaderos), me ayudan a dormir tranquilo porque en la vida tengo dos principios: primero: hay que guardar  el pesimismo para días mejores, y segundo, ya estoy convencido de que con mi lucha, mi trabajo y mi compromiso  no voy a participar de la cosecha  pero quiero sí morir como semilla.

E: Para reflexionar, para escribir, ¿Dónde encuentra su montaña como Jesús cuando se retiraba con los discípulos?

FB: Tengo un principio hace mucho tiempo, 30 años se van a cumplir en el próximo. Mi año no tiene 365 días. Porque una tercera parte la tomo para subir a la montaña y voy a un lugar retirado y ahí me pongo a orar y a escribir. Es mi momento de un largo retiro espiritual y literario. Es lo que me ha permitido hasta ahora producir 60 libros. Entonces, todo el resto de la agenda se condensa en los 240 días que me quedan para hacer los compromisos que no son propiamente de creación literaria. Este es mi modelo de vida y pretendo seguirlo hasta mis últimos días.
Fuente de la entrevista: http://www.alainet.org/es/articulo/178192

Fuente de la imagen: http://www.alainet.org/sites/default/files/styles/articulo-ampliada/public/frei_betto_dos_mobile.jpg?itok=eTv_Xxl8

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Ética Utópica para el Buen Vivir

Por Lupita Barradas

De acuerdo al “Diccionario de Filosofía” de Ferrater Mora (2009), el término “ética” y “moral” se han empleado, a veces, indistintamente de igual forma. Sin embargo, la etimología y la historia semántica de estos términos nos dicen que ethos (ἦθος), alude a aquel comportamiento de los individuos que pueda ser derivado de su propio carácter (etología), mientras que mos, moris alude a las <<costumbres>> que regulan los comportamientos de los individuos humanos en tanto son miembros de un grupo social.

Corominas nos dice que:

La moral es el dinamismo de apropiación de posibilidades que entrañan a la apertura de la realidad de la acción humana. Y justamente, este dinamismo de apropiación de posibilidades es el objeto de la ética. Los seres humano no sólo actuamos moralmente, es decir, realizamos ciertos actos y no otros, nos apropiamos de determinadas posibilidades o nos acoplan a las mismas, sino que también reflexionamos sobre este comportamiento práctico, buscando una cierta acoplación. Es justo lo que llamamos Ética (2000, p. 263).

De lo anterior se puede inferir que la moral y la ética se complementan, mientras la primera está más involucrada a lo afectivo y sociocultural, la segunda está más comprometida a la razón, a la reflexión e incluso busca la reflexión del primero, teniendo ambos términos un solo objetivo: La construcción del carácter del hombre.

Savater, en su libro de “Ética para Amador”, nos dice que nuestro pensamiento está condicionado por el lenguaje y que el resultado de la vida depende en gran medida de lo que cada uno quiere. Somos educados con ciertas tradiciones, hábitos, formas de comportamiento. Los hombres y las mujeres somos capaces de decidir, a pesar de que nuestra vida ya esté determinada (2011).

Al igual que Corominas y Savater, considero que los hombres y las mujeres somos “libres”, ya que somos capaces de responder a todo lo que nos acontece. Somos capaces de intentar conseguir lo que queremos y cuando no lo logramos nos recuperamos para volverlo a intentar porque tenemos voluntad.

Como personas podemos equivocarnos, inventar, elegir y, otra vez, equivocarnos. Tenemos libertad, entendiendo como libertadel saber decidir adecuadamente y con responsabilidad, pensando en un bien común para vivir satisfactoriamente, puesto que tenemos consciencia para saber por qué estamos decidiendo.

Como humanos, tenemos la facultad de reflexionar sobre lo que hacemos para así darle sentido a nuestra vida, a la vida que queremos vivir.

Reflexionamos, comprendemos, tenemos conciencia y por eso podemos:

  • Saber que queremos vivir humanamente
  • Examinar lo que hacemos para saber si corresponde a lo que en verdad queremos o no.
  • Desarrollar el buen gusto moral.
  • Ser responsables de nuestros actos. Entendiendo ser responsable, como el saber que cada uno de nuestros actos se van construyendo, definiendo, inventando con un solo propósito: transformarnos a nosotros y al mundo.Ya que cada una de nuestros actos va dejando huellas en nosotros mismos, porque la vida tiene sentido, un sentido único hacia adelante, en donde las jugadas no suelen repetirse pero sí corregirse.

La ética para mí, es una disciplina que permite a todos los seres humanos la realización del orden de la vida, los valores, la justicia, el respeto, el amor, la amistad: es la conjunción de la inteligencia, la razón, la prudencia y la sabiduría.

En la ética todo tiene justificación del ser, nos lleva a la felicidad, puesto que ésta es un sí espontáneo; una aceptación de lo que somos o de lo que sentimos ser, entendiendo a la felicidad como una experiencia transitoria de placer y dolor, de muerte y vida.

A través de la ética se intenta ser mejor con uno mismo y con los demás. El arte de elegir para vivir lo mejor posible. Es la base de la buena vida, tanto individual como social. Es el querer bien, en contraste con la política para la cual lo único que cuenta son los resultados de las acciones.

Como seres humanos tenemos dignidad y debemos desear la vida de acuerdo a un proyecto ético, en donde la vida en comunidad esté basada en la libertad, la justicia, el respeto, la solidaridad y la armonía. En otras palabras, la ética da sentido a nuestra vida porque es la capacidad de razonamiento, de elección, de reflexión y de decisión para vivir nuestra propia vida.

Porque a final de cuentas, somos nuestros propios artistas. Esculpimos para conocer y precisar lo mejor posible el sentido de la buena vida que queremos tener para conseguir nuestra felicidad.

Referencias

Coromina, Jordi. (2000). Ética primera. Madrid, España: Descleé.

Ferrater Mora. (2009). Diccionario de filosofía. Madrid, España: Alianza.

Savater, Fernando. (2011). Ética para Amador. México: Editorial Ariel.

Shopenhauer. (1983). El arte del buen vivir. Madrid, España: Biblioteca Edaf de Bolsillo.

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2016-06-15/etica-utopica-para-el-buen-vivir

Imagen tomada de: http://mm.queaprendemoshoy.com/wp-content/uploads/2016/02/cu%C3%A1l-es-la-diferencia-entre-etica-y-moral.jpg

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