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La Manuela de Simón

El ser feminista es una cualidad de los verdaderos revolucionarios. En las letras orladas de la Historia, el expósito Simón no figura con su apellido paterno, Carreño, sino con el materno, Rodríguez, el de Rosalía, la mujer que lo acogió y el honró.

En el periódico Porvenir de Cartagena del 10 de agosto de 1849 hay una nota a manera de editorial en la que se afirma no sólo que «la mujer es inferior al hombre», sino que «no ha sido criada la mujer para gobernar a los hombres, para regir la sociedad, para dominar los mares, para establecer y mantener la unión de los mundos, sino para una vida quieta y modesta entre ocupaciones domésticas bajo el mando amoroso del hombre».

En el mismo año, pero entre abril y mayo en el periódico Neogranadino de Bogotá, capital de la República de la Nueva Granada, Simón Rodríguez en su»Extracto sucinto de mi obra sobre la Educación Republicana» escribe: «después de las aves, las plantas son las que más se parecen a las mujeres, en su previsión para después del parto». El hombre más extraordinario del mundo da dos ejemplos: el primero, «la mujer más pobre corta sus enaguas viejas para mantillas, y de las pretinas hace fajas»; y el segundo, «las plantas más desnudas sacuden sus hojitas para que sus semillas se abriguen mientras germinan».

Simón Rodríguez en su «Nota sobre el Proyecto de Educación Popular» (Arequipa, 1830) dice: «se daba instrucción y oficio a las mujeres para que no se prostituyesen por necesidad, ni hiciesen del matrimonio una especulación para asegurar su subsistencia».

En 1847 Rodríguez escribe desde Túquerres, pueblo al sur de la Nueva Granada, al señor Pineda, noble amigo que se encuentra en Pasto: «La casualidad ha traído aquí un médico naturista suizo, que anda explorando, y me ha hecho el favor de dar algunos remedios a Manuelita».

En la partida de defunción de Róbinson (1854) que reposa en el Archivo parroquial de Amotape dice: «fue casado dos veces y que era hijo de Caracas, y la última mujer finada se llamó Manuela Gómez, hija de Bolivia, y que sólo dejaba un hijo que se llama José Rodríguez».

El historiador ecuatoriano Alfonso Rumazo González, nacido en Latacunga en 1903 y fallecido en Caracas en 2002, presume que «la señora falleció en Túquerres, o en el camino de retorno del educador, poco después, al Ecuador» ya que «cuando llega a Latacunga, en 1850, ya no le acompaña sino su hijo José».

Este profesor de la Universidad Central de Venezuela escribe en 1976 una hermosa semblanza de esta mujer aymara: «Esa boliviana Manuela Gómez fue extraordinariamente valerosa: sufrió con intrepidez junto a su esposo la adversidad, la miseria, la desesperada angustia. Batalló con él en acto de sombra que se desdobla y protege; que busca todas las posibles salidas; que compite con él en austeridad y desinterés, situándose así a la altura del hombre noble que la había escogido. No decae, sino que triunfa sobre todo acoso y sobre todas las innumerables presiones negativas». La Revolución tiene nombre de mujer. ¡Manuela vive!

Fuente: http://www.aporrea.org/ideologia/a226774.html

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México. Women’s Forum (día 1): Cuando la unión hace la fuerza

El famoso encuentro feminista tuvo su primera edición mexicana y convocó a Carlos Slim, Josefina Vázquez Mota y más personalidades para analizar cómo lograr la equidad de género.

México/28 abril 2016/Autor: Gustavo Bracco @Quien/ Fuente: Quién

El tan esperado Women’s Forum for the Economy and Society desembarcó en México y arrancó con todo. Bajo el lema «Co-creando junt@s», más de 500 mujeres se dieron cita en el Hyatt Regency Polanco para intercambiar ideas, experiencias y empoderar -verbo muy recurrente por estos foros- a las féminas mexicanas.

Cerca de las 10.30 am, la maestra de ceremonias Altaír Jarabo dio la bienvenida a las asistentes mientras Beyoncé cantaba de fondo y preguntaba quién domina en el mundo. La primera en subir al estrado fue Jacqueline Franjou, la CEO del Women’s Forum de Deauville, Francia, quien se mostró muy feliz de haber traído este importante foro feminista a México y sentenció que «si alguien quiere construir muros entre hombres y mujeres, el Women’s Forum quiere construir puentes».

La Secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, observaba en primera fila y asentía a cada uno de los comentarios de la líder francesa. Cuando tuvo la palabra, la canciller se encargó de destacar las reformas educativas, energética y en telecomunicaciones emprendidas por el gobierno del cual forma parte y cómo estas impactan en el empoderamiento y las oportunidades para la mujer. También subrayó que «la igualdad nos conviene a todos, porque si le va bien a las mujeres, le va bien a toda la sociedad». Palabras más, palabras menos, su discurso fue bastante similar al que lanzara a fines de enero de este año en Mérida, en el Encuentro Internacional Mujeres en la Economía del Conocimiento y la Innovación.

Entrevistada luego del discurso de la canciller, Gina Diez Barroso señaló que está en la misma línea que Ruíz Massieu y destacó los beneficios de la reforma educativa, así como también se mostró contenta de que este congreso se haga en la Ciudad de México, porque sirve para desterrar la mala prensa que existe sobre el país y muestra que la ciudad es el foro de increíbles eventos.

Entre los asistentes nos a la escritora Gaby Vargas, Magdalena Carral, Laura Baños, Johanna y Vanessa Slim, Bárbara Berger, Diego Fernández de Cevallos y Marinela Servitje, que nos confesó que le fascina la parte informal de este tipo de congresos, sobre todo por el networking que se hace en los breaks, «que te permiten relacionarte con mujeres muy valiosas, que quizá nunca habías tenido conocimientos de ellas, y después terminas proyectando cosas juntas».

Nuestra editora Laura Manzo entrevistó a la política y activista Eufrosina Cruz Mendoza. Foto:Quién
Uno de los momentos más sobresalientes del día fue la entrevista que nuestra editora Laura Manzo le realizó a la política y activista Eufrosina Cruz Mendoza quien, entre anécdotas simpáticas, habló de la dura realidad que vivió y sigue padeciendo su comunidad en Oaxaca y disparó que «los indígenas también podemos aportar al desarrollo económico, social y cultural del país».

Luego del almuerzo y teniendo como eje de discusión «la responsabilidad de las mujeres en los puestos de poder», Josefina Vázquez Mota destacó que «las mujeres tenemos que ayudarnos entre mujeres, pero a la vez debemos entender que es difícil ejercer un liderazgo genuino si no tenemos libertad económica».

El empresario mexicano Carlos Slim. Foto:Quién

Algo que momentos más tarde retomó el ingeniero Carlos Slim, al comparar las sociedades agrícolas, donde las mujeres eran marginadas, con esta nueva civilización, la actual, donde las mujeres pueden tener capacidad de compra y un lugar más preponderante. Asimismo, lanzó que «el empresario que no sabe aprovechar la capacidad y talento de una mujer, es un tonto».

Sin dudas, la ex candidata a presidenta por el PAN y el ex hombre más rico del mundo fueron los rockstars de esta primera jornada. Acapararon casi todas las selfies y la admiración de todas aquellas mujeres que los escucharon atentamente y que también aprovecharon su presencia para contarles sus proyectos y buscar apoyo y asesoramiento.

Tras una larga jornada, a eso de las 21 horas, la automotriz Nissan agasajó a más de 400 invitados con una cena inaugural donde el róbalo chileno a la plancha con salsa de azafrán y vainilla fue el plato principal, acompañado por vinos de la Casa Domecq. La velada estuvo amenizada por la presencia de Alondra de la Parra y acabó cerca de la medianoche.

«Alzar la voz», «creérsela», «libertad económica», «educar desde la igualdad», fueron algunas de las frases que retumbaron en el coqueto hotel de Polanco. El segundo día promete más ponencias, más casos de éxito y muchas más mujeres que buscan empoderar a sus pares.

Fuente de la Noticia:

http://www.quien.com/sociales/2016/04/28/women39s-forum-dia-1-cuando-la-union-hace-la-fuerza

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Educadores/as africanos/as intensifican la lucha para erradicar la violencia basada en el género en la escuela .

www.ei-ie.org/28-04-2016/

En África oriental y meridional, los/las líderes sindicales de la educación han puesto en marcha una nueva iniciativa sobre la violencia basada en el género relacionada con la escuela (VBGE) a fin de eliminar la amenaza que pesa sobre las niñas y las mujeres en sus sociedades.

Los días 21 y 22 de abril tuvo lugar en Nairobi, Kenia una reunión de los secretarios generales de los sindicatos afiliados a la Internacional de la Educación (IE): Basic Education Teachers’ Union of Zambia (BETUZ), Association (ETA), Ethiopian Teachers’ Association (ETA), Kenya National Union of Teachers (KNUT), National Professional Teachers’ Organisation of South Africa (NAPTOSA), South African Democratic Teachers’ Union (SADTU), Uganda National Teachers’ Union (UNATU) y Zambia National Union of Teachers (ZNUT).
Estos siete sindicatos participarán en la nueva iniciativa desarrollada conjuntamente por la IE y la Iniciativa para la Educación de las Niñas de la ONU (UNGEI): Education Unions Take Action to End School-Related Gender-Based Violence (Acción de los sindicatos de la educación para poner fin a la violencia basada en el género relacionada con la escuela).
Un obstáculo importante para la educación de las niñas
La violencia de género relacionada con la escuela es una preocupación a escala mundial que impide a millones de niños y adolescentes en todo el mundo ejercer su derecho a una educación en condiciones de seguridad, inclusiva y de calidad. Alumnos/as, educadores/as y personal de apoyo educativo pueden ser igualmente víctimas y autores de este tipo de violencia. Pese a que afecta tanto a hombres como mujeres, a niñas y niños, las más vulnerables a este tipo de violencia son las niñas y las mujeres.
Aun cuando un número creciente de agentes de desarrollo están trabajando para hacer frente a la violencia de género relacionada con la escuela, los sindicatos de la educación se han mantenido esencialmente al margen de estos esfuerzos. Los educadores y sus sindicatos son claramente agentes clave en los planes, acciones y políticas significativas de múltiples partes interesadas en la escuela y la comunidad para eliminar esta violencia de género relacionada con la escuela.
En su discurso de apertura, Wilson Sossion, Secretario General del KNUT y Presidente del Comité Regional Africano de la IE señaló que “la violencia basada en el género en la escuela es una amenaza para las niñas en nuestras sociedades”.
Asimismo, añadió que los sindicatos tienen “una gran responsabilidad con la comunidad y deben unirse con el fin de erradicar por completo este tipo de violencia” y “para lograr una coexistencia sostenible, los sindicatos no deben contentarse solamente con su desaceleración o su minimización”.
Los sindicatos de la educación toman medidas para poner fin a la violencia de género relacionada con la escuela
Esta es la primera iniciativa de este tipo destinada a aplicar la resolución de 2015 de la IE sobre la violencia basada en el género relacionada con la escuela. La financiación proviene del Gobierno de Canadá (Global Affairs Canada) y se ha asignado a mejorar las capacidades de los sindicatos participantes y de sus miembros para participar en la lucha encaminada a erradicar la violencia de género relacionada con la escuela ensayando, reproduciendo y difundiendo de manera sistemática enfoques innovadores a múltiples niveles dentro de sus respectivos contextos.
Los socios técnicos de la iniciativa UNGEI, Gender at Work, guiarán a los sindicatos en la aplicación de la metodología de aprendizaje activo. El aprendizaje activo es un enfoque que permite a los grupos encontrar soluciones nuevas a problemas complejos. Fue desarrollado inicialmente por expertos científicos, posteriormente fue adoptado por el sector privado y ahora es practicado por organizaciones del sector público y sin fines de lucro de todo el mundo. Gender at Work ha diseñado e implementado procesos de aprendizaje activo con más de 50 organizaciones en todo el continente africano, incluyendo un extenso trabajo con varias grandes organizaciones sindicales en Sudáfrica.
Los siete sindicatos de África oriental y meridional pasarán por el proceso de aprendizaje activo en materia de violencia de género relacionada con la escuela durante un período de 18 meses (hasta octubre de 2017).
También participó en la reunión el personal encargado del trabajo relativo a la igualdad de género de los siete sindicatos, al igual que la Coordinadora Principal Regional de la IE, la Sra. Assibi Napoe y la Sra. Nora Fyles, Responsable de la Secretaría de UNGEI, así como los socios de Gender at Work.
De las palabras a la acción
La resolución de la IE sobre la violencia basada en el género en la escuela fue aprobada por unanimidad en el 7º Congreso Mundial de la IE en Ottawa, en julio de 2015, y mediante ésta, las organizaciones miembros de la IE afirman que “no es posible ofrecer una educación de calidad sin abordar las cuestiones relativas a la protección del menor y la seguridad del personal en los entornos educativos, así como en el camino hacia ellos, dado que los niños pequeños, las mujeres y las personas LGBT son particularmente vulnerables”.
Los afiliados también expresaron su preocupación de que este tipo de violencia sea “un obstáculo fundamental para la consecución de los ODM y de la EPT, y, a menos que se hagan esfuerzos serios para eliminar la violencia de género relacionada con la escuela, también seguirá siendo un obstáculo después de 2015”. Por lo tanto, en virtud de esta resolución, se dio mandato al Consejo Ejecutivo de la IE de “colaborar con las agencias de la ONU y otros socios estratégicos de la sociedad civil que trabajen en torno a cuestiones de VBGE a nivel nacional, regional e internacional para garantizar que el conocimiento, las experiencias y las perspectivas de los docentes, los educadores y el personal de apoyo educativo se incluyen de forma consistente y se reflejan en dicho trabajo”.
Fuente: http://www.ei-ie.org/spa/news/news_details/3948
Imagen: https://www.google.com/search?q=Educadores/as+africanos/as+intensifican+la+lucha+para+erradicar+la+violencia+basada+en+el+g%C3%A9nero+en+la+escuela&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwi30JbIibPMAhWJ_R4KHV5gA0EQ_AUICCgC&biw=1366&bih=623#imgdii=ZTq5-LpXjnnp7M%3A%3BZTq5-LpXjnnp7M%3A%3BLOURsASsD9w3JM%3A&imgrc=ZTq5-LpXjnnp7M%3A
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EEUU/ Nancy Fraser: Clinton defiende un tipo de feminismo neoliberal, solo para mujeres privilegiadas

Fuente: ctxt España/ 27 de Abril de 2016

ÁLVARO GUZMÁN BASTIDA / TRADUCCIÓN: ADRIANA M. ANDRADE

Nancy Fraser (Baltimore, 1947) milita al frente de la lucha feminista y la teoría crítica desde finales de los años 60. Crítica de lo que ella denomina “feminismo neoliberal”, sus teorías sobre el reconocimiento y redistribución como términos para entender las desigualdades sociales son muy influyentes. Fraser recibe a CTXT en su oficina del departamento de filosofía de la New School for Social Research, en el East Village de Manhattan, para hablar de la preeminencia de las políticas de identidad, la importancia de Bernie Sanders, Donald Trump y Hillary Clinton, y las razones por las cuales sintió la necesidad de introducir un tercer concepto — el de ‘representación’ en su último libro Fortunas del feminismo(Traficantes de sueños,  2012) para explicar los males de la sociedad contemporánea y dónde debería centrarse la lucha para arreglarlo.

Hace veinticinco años escribió sobre el término “reconocimiento”, que tomó prestado de Hegel, explicando que fue la palabra clave de aquella época a la hora de entender cuestiones de diferencia e identidad. ¿Cómo lo entendía Hegel y por qué es importante para entender el presente?

En Hegel tenemos, esencialmente, dos actores que se encuentran y que son sujetos; pero para ser un sujeto completo, cada uno de ellos debe ser reconocido por el otro. Cada uno reafirma al otro como sujeto en su propio derecho, que es a la vez igual y diferente de mí mismo. Si los dos pueden afirmar eso, entonces hay un proceso de reconocimiento recíproco, igualitario y simétrico. Pero, como es sabido, en la dialéctica amo-esclavo se encuentran el uno al otro en términos desiguales y asimétricos, en términos de dominación y subordinación. Entonces hay un reconocimiento no recíproco.

¿Por qué está tan en boga desde el principio de los años 2000?

Tiene que ver con lo que en ese momento llamé la condición postsocialista. Fue el momento de la historia de las sociedades de posguerra en el cual la problemática de la justicia distributiva había perdido la capacidad hegemónica de articular la lucha y el conflicto social de las mayorías. Hasta ese momento, durante la posguerra, el paradigma de la redistribución había sido hegemónico, y casi todo el discurso social y el conflicto se organizaban en esos términos. Esto significaba que era difícil que muchos problemas salieran a la superficie. Muchas reivindicaciones fueron relegadas a los márgenes porque no encajaban con la gramática distributiva. Básicamente, lo que vemos ahora al mirar atrás es que las políticas del reconocimiento coinciden con el auge del neoliberalismo. El neoliberalismo está, de hecho, desplazando el imaginario socialdemócrata y su ataque contra la justicia distributiva igualitaria está destruyendo el modelo socialdemócrata; si no completamente, al menos se está deteriorando y perdiendo su influencia, su habilidad para organizar el espacio político y el discurso; y de alguna manera esto abre un espacio a las diversas reivindicaciones y luchas del reconocimiento.

¿Se le ocurre algún ejemplo de esto?

Después de 1989*, tras el colapso del comunismo y el bloque soviético. ¿Qué pasó? Muy rápidamente hubo un aumento del antagonismo religioso, del antagonismo nacionalista – y ahí entramos en el terreno del reconocimiento. Antes, esas reivindicaciones se reprimían –se excluían. Por tanto, existía una versión comunista del discurso distributivo, que quedó destruida. En Occidente, supone la derrota de la hegemonía socialdemócrata. Aparte del ascenso del neoliberalismo, parte de esto tiene que ver con los nuevos movimientos sociales que estallan en los años sesenta. La Nueva Izquierda tenía un ethos radical, o mejor dicho anticapitalista; ponía énfasis en la redistribución y el reconocimiento de manera muy radical. Pero cuando el tiempo pasó y el espíritu radical anticapitalista de la nueva izquierda empezó a desvanecerse, los movimientos sucesivos –un nuevo tipo de feminismo, un nuevo anti racismo, las políticas sexuales del movimiento LGTB– tendieron a ignorar la visión política económica y a centrarse en las cuestiones que yo definiría en términos de status o reconocimiento.

Usted conecta estas cuestiones con las políticas de identidad. ¿Hasta qué punto es un término peyorativo?

Una parte de lo que intento hacer en mi análisis es evitar una identificación rápida entre las políticas de identidad y las de reconocimiento. Lo que he tratado de explicar es que las políticas de reconocimiento son una dimensión legítima de la justicia, y que las reivindicaciones para superar las injusticias del reconocimiento son importantes; y que simplemente no se pueden reducir a reivindicaciones de redistribución como lo haría el marxismo común, de brocha gorda. Quería defender la importancia, la legitimidad, la autonomía relativa de las reivindicaciones del reconocimiento. Intento sugerir que hay más de una manera de entenderlas – que no tienen por qué adoptar la forma de políticas de identidad. Es cierto que, con frecuencia, las reivindicaciones de reconocimiento adquieren formas de políticas de identidad. Y esto, desde mi punto de vista, es desafortunado. Crea todo tipo de problemas, y normalmente es mejor si se puede encontrar una visión no identitaria de lo que significa la lucha por el reconocimiento.

¿Y qué debería significar?

Un movimiento como el feminismo no debería luchar por la idea de que hay una identidad o ethos feminista diferente, que requiere de un reconocimiento afirmativo para equipararse con la masculinidad. No; diría que las políticas del reconocimiento en un movimiento feminista deberían ser las luchas contra las formas del estatus de desigualdad ligadas a los términos de género. Y eso deja muy abierta la posibilidad de revalorizar “lo femenino”, sea lo que fuere. Por eso intento desligar las políticas de reconocimiento de las políticas de identidad.

Mirando atrás, me da la sensación –corríjame si es un análisis equivocado-  de que en Estados Unidos ha habido un gran avance en términos de reconocimiento, como el matrimonio homosexual, e incluso en temas de visibilidad, como tener un presidente negro. ¿Ha habido demasiado de eso y muy poco énfasis en la redistribución? Sigue habiendo mucha desigualdad, y no parece que esté mejorando…

No es una cuestión de demasiado o muy poco, sino de que no ha habido un equilibrio. Ha habido un desequilibrio y mucha parcialidad. Por ejemplo, el movimiento homosexual y el movimiento LGTB se centran en la igualdad en el matrimonio y en el acceso al servicio militar. No me parecen las mejores opciones para enfocar la lucha. En cualquier caso, las dos tienen, y eso es interesante, un elemento distributivo. El Ejército es una de las pocas vías que tienen los trabajadores para pagar las matrículas universitarias, por ejemplo, o sea que genera beneficios económicos. Y tener el derecho a casarse conlleva derechos económicos y sociales, además de los simbólicos, de reconocimiento…

¿Cuáles habrían sido las rutas alternativas? 

Hubiera preferido luchar para conseguir que los derechos sociales básicos fueran simplemente derechos individuales, independientemente del estado civil; hubiera preferido una sociedad que no enfatizara el hecho de estar o no casado. En vez de decir “¡nosotros también queremos casarnos!”, ¿por qué no decir, “te damos derechos sanitarios, fiscales y todos los demás beneficios por ser simplemente una persona, un ciudadano, un residente en el país?”.

Entiendo que se refiere a que esos derechos están en pie de igualdad en términos de redistribución, pero ponen el acento en el estatus. ¿Es por eso por los que los prefiere? 

Sí. Porque la cuestión igualdad en el matrimonio introduce odiosas comparaciones de estatus entre los que están casados y los que no. No debiéramos reforzar eso…   

A principio de los años 2000 escribió sobre el problema del “desplazamiento”, en el cual “las cuestiones de reconocimiento se usan para marginalizar y ‘exclusivizar’ las luchas redistributivas”. Han pasado ya casi dos décadas. ¿Qué balance hace de este periodo?

El paisaje del conflicto social y de las reivindicaciones, al menos en Estados Unidos, es muy diferente de cuando escribí aquello. El ejemplo más espectacular es la campaña electoral de las primarias presidenciales, donde por un lado está Bernie Sanders, que se presenta como un “socialista democrático”, y está lanzando un discurso de clase abrumadoramente centrado en la desigualdad. También apoya todas las buenas causas progresistas de reconocimiento, pero el verdadero centro de gravedad lo pone en la cuestión de la clase billonaria, el uno por ciento y todo eso…

¿Le sorprende que Sanders haya llegado tan lejos en las primarias enfatizando su discurso sobre las clases sociales?

Si. Es una sorpresa fantástica. Estoy muy contenta; nunca lo hubiera pensado, y demuestra lo lejos que hemos llegado desde el final de la Guerra Fría. El hecho de que puedas usar el término socialismo y que eso ya no implique o inspire la locura y la estigmatizacion de los ‘rojos’ que imperaba entonces es muy interesante. En el otro lado, está Donald Trump, que presenta un cierto tipo de populismo autoritario, nacionalista de derechas que evoca también una problemática de clase pero la colorea de una manera excluyente, cuasi racista, y ciertamente nacionalista. Es como si estas dos figuras difirieran considerablemente sobre las políticas de reconocimiento –así como en sus propuestas programáticas– pero los dos expresan la relevancia de la distribución. Esto es nuevo. Cuando escribía a mediados de los noventa la distribución estaba en los márgenes, y todo era reconocimiento, reconocimiento, reconocimiento. Esto ya no es así. El reconocimiento no desaparece, y no debería hacerlo, pero creo que ahora estamos ante un equilibrio muy diferente.

Ya que ha hablado de las elecciones, ¿qué hay de la otra candidata demócrata, Hillary Clinton? Varias feministas de la ‘segunda ola’ como Gloria Steinem han declarado que las mujeres deben votarla porque es una mujer y la candidata feminista. ¿Lo es?

Yo no diría que es la candidata feminista. Pero está pasando algo muy interesante. Clinton lleva décadas presumiendo de ser una feminista de carné. Empezó su carrera abogando por las mujeres y los niños; es famosa por su discurso en el que equiparaba los derechos de las mujeres y los derechos humanos ante la ONU; y ha defendido con consistencia el derecho al aborto. Entonces, si eso encaja con la parte del reconocimiento, ella ha estado en eso de una manera más explícita y central que Sanders. Pero, por otro lado, ¿qué tipo de feminismo es ese? Clinton representa un tipo de feminismo neoliberal centrado en romper el techo de cristal. Eso significa eliminar los obstáculos que impiden a mujeres más bien privilegiadas, con buena formación, y que ya poseen grandes cantidades de capital cultural y de otro tipo, subir en los escalafones de gobiernos y empresas. Las principales beneficiarias de este feminismo son mayoritariamente mujeres privilegiadas, cuya posibilidad de ascender depende en buena medida del enorme grupo que se encarga del servicio doméstico y el cuidado familiar, también muy feminizado, además de muy mal pagado, muy precario y racializado. Y a la vez, Hillary Clinton, como su marido, está muy implicada con Wall Street, con la desregulación financiera y la neoliberalización de la economía. Así que el tipo de feminismo que Sanders representa tiene más posibilidades de ser un feminismo para todas las mujeres, para las mujeres pobres, para las mujeres negras, para las mujeres de la clase obrera… Y esto se acerca más a mi tipo de feminismo.

En su libro Fortunas del feminismo introduce un tercer término; ya no solo habla de reconocimiento y redistribución sino también de representación. ¿Por qué sintió esa necesidad?

Porque conceptualiza, de una manera explícita, la idea de que más allá de las cuestiones de la distribución, estatus y reconocimiento, hay una serie de cuestiones que tienen que ver con lo político como dimensión fundamental de la sociedad. Creo que en este momento la cuestión de quién tiene standing político en un mundo de refugiados, solicitantes de asilo, inmigrantes sin papeles se convierte en una cuestión muy importante. Esto no es específico del reconocimiento o la redistribución, aunque esté interrelacionado. También tiene que ver con tener voz política.

¿Hasta qué punto trascienden fronteras esas ideas?

Cuando pensamos sobre la voz política, sobre quién la tiene y quién no, creo que deberíamos pensar en una comunidad política acotada a un determinado estado- nación, como Estados Unidos u otros, pero también en un contexto más amplio, internacional, transnacional y global. Vivimos en un mundo en el que los estados están empoderados muy desigualmente. Imagina que eres un ciudadano de Somalia, y que tienes, si no un estado fallido, un estado muy frágil sometido al yugo de los poderes y las instituciones financieras globales, como el FMI –hay cuestiones sobre la voz política que tienen que ver con un nivel más alto, no solo en tu propio estado sino en el sistema mundial. Creo que la única manera de atacar eso es a través del concepto de representación. Ahora habría que pensar en las tres dimensiones de la justicia — o tres formas diferentes de injusticia, si prefieres: una pobre redistribución, el des-reconocimiento y la mala o inexistente representación. No hacerlo supone afrontar los problemas políticos desde el marco equivocado.

¿Y cómo se articula esto en términos de movimientos sociales o políticos? Estoy pensando en Europa, por ejemplo, dónde hay un debate sobre cómo articular las subjetividades políticas, sobre si esto puede pasar sin que las políticas de identidad se afiancen, o incluso se impongan. Usted introduce el concepto de representación o transnacionalización. ¿Se puede construir poder político en un mundo globalizado sin enfatizar la identidad y poniendo de relieve, por ejemplo, la representación? ¿Cómo cree que se podría hacer?

Creo que de alguna manera la estructura y el problema de la Unión Europea es en parte una cuestión de representación. Me refiero al hecho de que el Banco Central Europeo y las instituciones financieras globales, en conexión con lo que comúnmente se llama Troika, tienen en sus manos una gran cantidad de poder, tanto que tienen la capacidad, a través de la imposición de medidas de austeridad, de invalidar elecciones. Pueden decirle a los griegos: “¡No nos importa a quién votasteis, no podéis poner en marcha esas políticas!”. Hay cuestiones básicas sobre dónde  reside el poder y la voz política en la Unión Europea, ya que interactúa con el orden financiero global. Todo esto está por encima, o al menos se cruza con problemas de reconocimiento y redistribución. Hay un tipo de problema de reconocimiento en Europa dónde los países ricos del norte miran por encima del hombro a los llamados PIGS — los países del sur– por ser vagos y evasores de impuestos. Esta es una vieja historia familiar de reconocimiento. Pero se convierte en letal cuando interactúa con el problema estructural –que por supuesto tiene que ver con la misma creación del euro– en el que se impone la austeridad sobre la voz democrática.

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English version

1.En la entrevista original Fraser dice «leaning in», en referencia al libro Lean In (Vayamos Adelante: Las Mujeres, el Trabajo y la Voluntad de Liderarde Sheryl Sandberg, directora operativa de Facebook y Nell Scovell, escritora y directora de televisión.

*En la primera versión, se decía 1999. La fecha correcta es 1989.

Enlace original: http://ctxt.es/es/20160420/Politica/5507/Nancy-Fraser-feminismo-Hillary-Clinton-Bernie-Sanders-reconocimiento-Hegel-redistribucion-representacion-Estados-Unidos-Entrevistas-Elecciones-en-Estados-Unidos.htm#.Vxz3_3f1a9Q.facebook

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Vietnam. Aborto selectivo por sexo: ni siquiera existir, ¿solo por ser mujer?

Vietnam/26 abril 2016/Autora: Mila Francovich desde Vietnam/ Fuente: http://www.marcha.org.ar/

El aborto selectivo por sexo es una práctica frecuente en distintos países del sudeste asiático. Motivadas por la preferencia de hijos varones, muchas familias deciden interrumpir el embarazo al enterarse que el feto es de sexo femenino. China, India y Vietnam están entre los países con más casos de abortos selectivos a nivel mundial.

En Vietnam, donde el aborto es legal desde 1989, la cantidad de los mismos se ha ido incrementando en los últimos años, pese a las campañas educativas sobre el uso de anticonceptivos. La razón por lo que se cree que este incremento en la tasa de interrupciones de embarazos está ligada al aborto selectivo. En el caso de India, según la revista médica The Lancet, se registran medio millón de abortos selectivos al año, un número que equivale a 10 millones tan solo en las últimas dos décadas. En China la situación es similar; según estadísticas nacionales durante el 2014 se registró una proporción antinatural en el número de nacimientos debido a este tipo de abortos; 116 niños por cada 100 niñas.

En los tres países mencionados, el aborto no punible ha sufrido limitaciones debido a este tema; se han prohibido los abortos motivados por el sexo del bebé y en consecuencia, son ilegales los estudios prenatales que permiten conocer el sexo del feto. Sin embargo, distintos revelamientos y la desproporción antinatural entre el número de personas biológicamente masculinas y femeninas dan cuenta de que los abortos selectivos no han disminuido.

Ante esta situación, aparecen múltiples voces que buscan adjudicar responsabilidades. Están quienes culpan a la legalidad del aborto, los que señalan a las tecnologías que permiten conocer el sexo del feto de forma más rápida y fiable y los análisis que van más allá de lo superficial y cuestionan la estructura social que ha llevado a la preferencia de los hijos varones. En cuanto a las consecuencias, la mayoría de los análisis centra sus conclusiones –y preocupaciones– en el desequilibrio entre cantidad de hombres y mujeres que se está generando, y por lo tanto, en la dificultad que tendrán estos hombres para encontrar esposa y madre para sus hijos.

Para lograr una comprensión profunda de este fenómeno es necesario leer en el entramado social no sólo cuales son los determinantes que han llevado a escoger al hijo del sexo masculino por sobre el femenino, sino también entender el valor monetario que otorga a nuestros cuerpos el sistema económico actual.

¿Qué factores han generado la preferencia de hijos varones?

En primer lugar debemos tener en cuenta un factor común a los tres países mencionados (y en realidad a la mayoría de los países del mundo); el determinante económico. En la sociedad los varones son considerados un “activo” debido a su fuerza de trabajo y por tener mayores posibilidades de ingresar al mercado laboral en comparación con las mujeres. En contraposición, a las mujeres se les adjudica el rol “pasivo”, no solo con menores posibilidades laborales, también con salarios inferiores aun realizando las mismas tareas que un hombre.

A lo dicho anteriormente debemos sumarle el rol doméstico atribuido tradicionalmente a las mujeres: al casarse, pasarán a ser el ama de casa de la familia de su esposo. Por lo tanto el hijo varón es el que permanecerá en la casa familiar, aportando estabilidad económica y será la esposa de éste el que cuide de sus padres en la vejez.

Tan arraigada está la visión de la mujer como un ser pasivo relegado a las tareas del hogar no remuneradas, que existe un antiguo refrán Hindú (religión predominante en India y tercera más extendida en el mundo) que dice: “Tener una hija es como plantar una semilla en el jardín de otro”. Este refrán hace alusión al dote matrimonial que deben pagar los padres de la novia al esposo, que será encargado de administrarlo para la manutención de la mujer. Otra de las razones por las cuales, tener una hija mujer es considerada una pérdida económica; se debe pagar para que la desposen.

Desde un punto de vista cultural, debemos mencionar el hecho de que en India y China sigue muy arraigada la tradición de que el hijo varón es el responsable de conservar el linaje familiar. A esto se le suma que en países como India, las personas confiesan tener miedo de traer más mujeres a una sociedad en la cual están tan seriamente desprotegidas y vulneradas. Recordemos que en este país, según la Oficina Central de Investigación de India, hay más de un millón de niñas que son obligadas a prostituirse y cada día, aproximadamente 200 niñas y mujeres son introducidas al tráfico de personas.

Otro de los  factores está relacionado a las políticas de control de natalidad que permiten tener uno o dos hijos. Esto ha empeorado la situación, ya que las familias hacen lo posible por conseguir el hijo varón.

Consecuencias

Al intentar informarnos sobre la situación del aborto selectivo por sexo, los primeros análisis que se encuentran esgrimen como principal consecuencia el desequilibrio entre la cantidad de hombres y mujeres que se genera y que se ha ido incrementando en los últimos años. La gran preocupación desde esta perspectiva es como hará una mayoría de hombres para encontrar esposa y madre para sus hijos. Esta es una perspectiva machista que no considera como una prioridad el bienestar de la mujer y reproduce la heteronorma, dando por sentado que todas las personas, además de ser heterosexuales, desean casarse y tener hijos. También, continúa atribuyendo a la mujer un rol de objeto, algo que “hay que conseguir”.

En contraste, es interesante el aporte de Lena Edlud, economista estadounidense, quien deja en claro que esta perspectiva es un error y que debe haber una preocupación por la situación de la mujer y un análisis sobre cómo son discriminadas las niñas.

Una de las consecuencias más preocupantes del desequilibrio entre hombres y mujeres es el hecho de que, en un mundo en el que las mujeres son consideradas un objeto de consumo, la escasez de las mismas aumentará su demanda, y por lo tanto su valor. Esto puede tener serias repercusiones, aumentando la cantidad de violaciones y la trata de personas con fines de explotación sexual.

A través de la nota “Prohibido nacer mujer”, el periodista español Jon Sistiaga deja sentado que en muchas aldeas de India se compartan esposas entre hermanos y se busquen niñas cada vez más jóvenes para casarse. “La mitad de las mujeres indias se han casado, o las han casado, antes de los 18 años. Y eso provoca un efecto dominó: dejan de ir a la escuela, perpetúan la sumisión, y se quedan embarazadas siendo apenas niñas. ¿Resultado? Una de cada cinco mujeres en India muere durante la gestión del embarazo o en el parto”.

Otra de las consecuencias con la que nos encontramos viene aparejada con las medidas impuestas por los gobiernos de China, India y Vietnam, con la intención de encontrar una solución a este tema; la prohibición de los ultrasonidos mencionada en párrafos anteriores. Esta medida coercitiva, que no afecta ningún rasgo estructural de la sociedad, ha repetido la historia de dividir a la sociedad en dos: de un lado están quienes cuentan con el dinero para pagar una coima al médico, lo que les permitirá conocer el sexo del bebé y decidir sobre el aborto sin dejar en evidencia los motivos de su decisión. Del otro lado están quienes no cuentan con ese dinero y por lo tanto, no accederán a las mismas posibilidades.

De esto deviene una reproducción de la situación de pobreza. Las familias de clase bajas son las que tienen hijas mujeres, en una sociedad en la que se naturaliza cada vez más que el mundo laboral es para los hombres. En esta situación de desempleo y pobreza se encontrarán más vulnerables a convertirse en un objeto de consumo para hombres ricos. Edlund apunta que algunas familias pobres de Vietnam han comenzado a preferir a las hijas mujeres con la intención de venderlas, confinándolas a una permanente “subclase”.

Responsabilidades y reflexiones

 Luego de todo lo dicho, ¿cuáles son los factores responsables de esta situación? Si hacemos un análisis a nivel general vamos a encontrar dos grandes responsables. En primer lugar la estructura patriarcal de la sociedad que por años ha mantenido a la mujer en una relación de desigualdad con respecto a los hombres, y la ha subordinado a las tareas del hogar. En segundo lugar, el sistema económico y social capitalista, en el cuál el ser humano vale lo que vale su fuerza de trabajo.

Estos dos sistemas, en relación, parecen haber determinado que el valor que le han impuesto a las mujeres por año ya no es suficiente, preferible es que directamente no existan. O peor aún: que existan en una proporción mínima, incrementando así su valor como objetos de consumo.

Pero no debemos caer en un error: no solo debemos exigir igualdad de posibilidades laborales para las mujeres y mejores condiciones de vida. También debemos luchar contra la noción de que el valor de nuestras vidas depende –tan solo– del éxito con el que podamos ser vendidxs en el mercado.

Nada tiene que ver la legalidad del aborto con esta situación una vez que comprendemos las raíces de este problema ¿Por qué? Porque no estamos hablando de personas que eligen entre ser madres o no, estamos hablando de mujeres que habiendo elegido la maternidad se encuentran limitadas por determinantes principalmente económicos.

Las mujeres deben ser libres de decidir sobre su cuerpo, de elegir si quieren ser madres o no, y si quieren ser madres de niñas, no podemos permitir que resignen este deseo por temor a su futuro económico o por miedo a la vida que llevará su hija. Parte de esa libertad consiste en contar con las condiciones dignas de vida, para que las elecciones sean realmente libres. Por eso, de lo que se trata es de garantizarle derechos a la mujer, no de quitárselos.

La realidad de aborto selectivo, con sus causantes y consecuencias, suena lejana. Tan lejana que sucede en Asia, tan cerca como que la viven otros seres humanos. Y los hechos más tremendos con los que nos encontramos son comunes a cualquier lugar del mundo; trata de personas, violaciones, mercado laboral excluyente, roles de género impuestos. Más y más razones por las que un cambio en las sociedades es necesario y por sobre todo, urgente.

Fuente de la Noticia:

Aborto selectivo por sexo: ni siquiera existir, ¿solo por ser mujer?

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El tendedero de palabras contra la violencia sexual, el trabajo de Mónica Mayer en México

La artista y activista, referente del feminismo en México, habla sobre su exposición El tendedero, que se exhibe en el MUAC.

Animal Político/ Eréndira Aquino/ abril 24 2016

Mónica Mayer es la “artivista” –artista y activista– mexicana que, desde la década de los setenta, ha sido referente a nivel nacional e internacional del arte feminista. Su más reciente exposición, Si tiene dudas… pregunte, comienza con un grantendedero lleno de papeles rosas en los que mujeres comparten experiencias en torno a la violencia sexual que han vivido en espacios públicos de la Ciudad de México.

“El tendedero es una pieza que empezó en 1978, fue una de las primeras exposiciones de arte contemporáneo en el Museo de Arte Moderno. Le preguntamos a mujeres de distintas edades, clases sociales y rumbos de la ciudad qué detestaban de la ciudad”, explica Mónica.

“No era una pregunta ingenua, era para hablar del tema, porque muchas veces cuando preguntas ‘¿qué es lo que más detestas?’ contestan cosas como ‘nada, la basura’, pero cuando profundizas cuestionando ‘¿no te molesta cuando te manosean en el transporte o en la calle?’ ya dicen cosas como ‘¡Sí, eso es horrible!’ Así, se convierte en una cuestión activista, de concientización para quien participa y para quien lo lee después”, cuenta sobre la obra.

Mujeres narran cómo fue la primer situación de acoso que sufrieron

Después de haberse presentado en el Museo de Arte Moderno viajó a San Francisco, California, donde fue realizado una vez más y posteriormente “guardado”.

A partir de entonces, Mónica se dedicó a realizar performance y obras de técnicas como pintura, dibujo y medios mixtos, acerca de diferentes temas relacionados con la agenda política del feminismo en México, que van de la violencia sexual en espacios públicos a la legalización del aborto y los diferentes significados de la maternidad.

40 años después, ¿Un contexto distinto?

Según la encuestadora Parametría, siete de cada diez personas han visto que acosan a una mujer en la calle.

Asimismo, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) de 2015, indica que más de 979 mil personas han sufrido algún abuso y hostigamiento, estupro, violación o acoso sexual; de ellos, sólo el 91% de las víctimas acudió a denunciarlo.

Conforme los resultados obtenidos por Parametría, 14% de los encuestados dicen que las mujeres son culpables, por provocarlo, 67% respondieron que “es un problema de la sociedad” y sólo 16% consideran que es culpa de los hombres que las acosan.

“A mí me preocupaba mucho cómo presentar una obra de hace cuarenta años en un contexto en el que la situación esta igual, o no sé si peor, porque parece estar normalizada”, comenta Mónica acerca de El tendedero.

Y es que después de casi cuarenta años, la obra fue “revivida” en 2007; a partir de entonces, se presentó en cuatro ocasiones: en el MOCA (Museum Of Contemporary Art) de Los Ángeles, en la Universidad Iberoamericana, frente al Palacio de Bellas Artes y en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo de la UNAM.

Sin embargo, las preguntas que presenta actualmente “El tendedero” son diferentes, “porque el arte es 80% su contexto y 20% lo que se propone como artista”.

Las preguntas que actualmente se presentan en la obra son: ¿cuándo fue la primera vez que te acosaron?, ¿te han acosado en la escuela o la universidad?, ¿cuál es tu experiencia de acoso más reciente? y ¿qué has hecho o qué harías frente al acoso?

El acoso en el transporte público: las mujeres llevan las de perder al denunciar

Llamado a la acción

“La última pregunta se incorporó para llamar a la acción y no nada más quedarnos en la queja, porque en México tenemos un problema de pasividad aprendida ante el acoso. Tenemos una cultura de no responder, muchas veces por miedo, un miedo justificado”, agrega.

“Nosotras tenemos que cambiar nuestro comportamiento en términos de no quedarnos calladas, porque si te están acosando y nunca dices nada, tampoco se comprenderá que eso no es un comportamiento adecuado. Tenemos que cambiar nuestra presencia en el espacio público, que sea más segura y encontrar mecanismos sociales para estar mejor”, explica.

Actualmente, El tendedero, así como otras piezas se encuentran en la exposición Si tiene dudas… pregunte, dentro del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, ubicado en el Centro Cultural Universitario de la UNAM.

Fuente: http://www.animalpolitico.com/2016/04/el-tendedero-de-palabras-contra-la-violencia-sexual-el-trabajo-de-monica-mayer/

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En México: Las mujeres no gozan las mismas oportunidades vocacionales: académica

Redacción/Quadratín / MORELIA, Mich., 24 de abril de 2016.-

En México, el derecho a la educación es excluyente y no se ha garantizado, porque en los últimos 100 años las mujeres se han dirigido hacia carreras tradicionales como el magisterio, la enfermería, la música y la odontología, afirmó Judith Zubieta García, investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo a información de un comunicado, durante su conferencia magistral “Subrepresentación, subempleo y subvaloración de las mujeres en la ciencia y la tecnología”, la académica destacó que esta realidad impone limitaciones serias y onerosas a nuestro país, pues aunque la Constitución Política establece que la educación es un derecho de las y los mexicanos, la escolaridad promedio de la población es de 8.8 años. Detalló que las mujeres no tienen las mismas oportunidades vocacionales que los hombres, pues desde la infancia existen barreras sociales, gubernamentales y estereotipos que influyen en su desempeño y vocación, al momento de cursar licenciaturas, posgrados e incluso cuando forman parte del Sistema Nacional de Investigación.

Al respecto, Norma Inés Aguilar León, Cuarta Visitadora General de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), informó que este Organismo Nacional impulsará campañas que promuevan la perspectiva de género para que las mujeres puedan hacer efectivo su derecho a la educación, así como conocer y decidir por las opciones vocacionales en las áreas de ciencia y tecnología. Al inaugurar, el Segundo Ciclo de Conferencias Elvia Carrillo Puerto 2016, organizado por la CNDH y el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, mencionó que el objetivo es crear un espacio de debate, diálogo y reflexión sobre la labor conjunta que se debe realizar desde la administración pública, la academia y la sociedad civil, para hacer visibles nuevos escenarios de propuestas en materia de políticas públicas y dejar atrás los patrones culturales que propician la desigualdad de género, la discriminación y la violencia contra la mujer.

Judith Zubieta coincidió en la necesidad de emprender campañas de concientización que promuevan la perspectiva de género en la educación, la ciencia, la tecnología y el desarrollo, y en crear acciones afirmativas hacia la equidad de género en la fuerza laboral, pues aunque existen mujeres que logran llegar a lugares destacados aprenden a aceptar un tipo de “invisibilidad” y la supuesta “neutralidad” de la ciencia, afectando su autopercepción y su grado de satisfacción en el trabajo. Sostuvo que en general, las mujeres están subrepresentadas, subempleadas y subevaluadas en la mayoría de los campos de acción donde se desempeñan, el de la innovación y desarrollo no es la excepción, en él enfrentan marcadas desigualdades, desde su proceso de formación hasta su ingreso, permanencia y promoción en la academia.

No menos importantes son las diferencias que también se advierten en la percepción del grado de satisfacción laboral, en los niveles salariales y en el reconocimiento proveniente de colegas y de la sociedad en general. El Segundo Ciclo de Conferencias Elvia Carrillo Puerto 2016 consta de ocho conferencias magistrales que se realizarán entre abril y noviembre, en el Centro Nacional de Derechos Humanos (CENADE) de la CNDH.

Fuente de la noticia: https://www.quadratin.com.mx/sucesos/Las-mujeres-no-gozan-las-mismas-oportunidades-vocacionales-academica/

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