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Paraguay: Universidad Georgetown asistirá al MEC en reforma integral de Educación Superior

Paraguay/Ministerio de Educación y Cultura/ 13 de Julio de 2016.

El Gobierno del Paraguay con el objeto de atender de manera inmediata e integral la crítica situación de la Educación Superior del País ha decidido instituir una Alianza estratégica con el Center For Intercultural Education and Development CIED de la Universidad de Georgetown.

Mediante esta asociación  implementaremos  un programa de asistencia técnica que tendrá por meta  adelantar una reforma integral de la Educación Superior  del país para  asegurar  la calidad de la: investigación, docencia,  extensión, de los  servicios a la comunidad  universitaria y de la gestión administrativas de las Universidades e institutos superiores  del Paraguay.

La Universidad de Georgetown también ha sido invitada a colaborar con el proyecto que adelanta la Secretaría Técnica de Planificación y Desarrollo  Económico y Social  STP para la creación de la Universidad Científica  y Tecnológica del Paraguay. Igualmente hemos requerido su asesoría para el Programa Nacional de becas de Postgrado en el exterior,  Don Carlos Antonio López BECAL

El Gobierno del Paraguay se propone consolidar un  sistema de Educación Superior que  en su conjunto  responda a las demandas de generación y promoción de conocimiento de calidad y  pertinencia que sea espacio adecuado para  la  formación del capital humano necesarios para cumplir   las metas de desarrollo económico, bienestar social  e incremento de la cultura del pueblo paraguayo que nos hemos  trazado en el Plan Nacional de Educación 2024 y el Plan Nacional de desarrollo Paraguay 2030

Para alcanzar los objetivos planteados,  la Universidad de Georgetown colocará al servicio del la Educación Superior del Paraguay  toda su experticia  y excelencia en materia educativa y de gestión Universitaria, mediante la estrategias innovadoras de última generación susceptibles de responder y adaptarse a nuestra realidades locales y nacionales.

En ese sentido, un Sistema de Información de la Educación Superior SIES será una de las primeras herramientas que resultarán de esta cooperación. Con esta herramienta contaremos con una plataforma tecnología que registrará de forma confiable, eficaz, transparente y continua los datos reales de las Instituciones de la Educación superior del país.

El proyecto denominado Programa para la Actualización y proyección de la Educación en Superior del Paraguay, contempla además varias etapas sucesivas que incluyen un  diagnostico y una hoja de ruta para la implementación de la propuestas.

La contraparte  paraguaya  será el Ministro de Educación Enrique Riera quién contará con la asistencia de un Consejo Consultivo encabezado por el Padre Jesús Montero Tirado.  El grupo de profesores de la Universidad de Georgetown CIED estará encabezado por el Decano de Post grado Dr. Norberto Grzywacz.

Fuente: http://www.mec.gov.py/cms/

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Logremos una reforma, no una guerra.

América del Norte/México/Fuente:http://www.excelsior.com.mx/

Por:Vidriana Rios.

Me dirijo al secretario Osorio y al secretario Nuño para reiterar que en Nochixtlán no hubo villanos, sólo víctimas. La reforma debe seguir adelante reconociendo esto. El costo no puede ser sangre. El costo debe ser un paquete compensatorio amplio que atraiga y pacifique a los maestros a costa de sus líderes corruptos. Explico y propongo cuatro puntos.

En Nochixtlán no hubo villanos. En Nochixtlán todos fueron víctimas, policías y maestros lo fueron. Víctimas de una economía precaria y desigual en donde para muchos la única opción para acceder a un salario digno es aferrarse y serle leal a un sindicato docente corrupto. Víctimas de un sistema de justicia pauperizado y débil cuyos miembros sostienen armas con miedo y disparan sin ton ni son, entrenados en el coraje más que en la estrategia. Detrás de los actos vandálicos de los maestros, hay miedo a no poder acceder a un empleo digno y seguro. Detrás de los actos represivos de la policía, hay miedo a no saber cómo reaccionar ante ataques.

Nochixtlán fue el vergonzoso espectáculo de dos ejércitos de trabajadores precarios, maestros y policías, enfrentándose unos a otros bajo las órdenes de funcionarios públicos trajeados y de líderes sindicales enriquecidos. Nochixtlán es el triste espectáculo de las élites que dirigen, la clase media que tuitea y las clases bajas que empuñan las armas.

Es equivocado decir que los maestros luchan por no querer ser evaluados. Luchan porque fueron contratados bajo el entendimiento de que su trabajo era serle leal a un sindicato y ahora tendrán que ser maestros, por primera vez en su vida. Luchan porque no saben si podrán serlo. Luchan por quedarse con cheques de aviadores porque no saben si encontrarán otras formas de obtener ese ingreso. No es coincidencia que las protestas se den en los estados más pobres.

Es equivocado decir que los policías son represores sanguinarios. Reaccionan con violencia porque no conocen otra forma. Son presas de un entrenamiento pobre e inconstante, de turnos de trabajo inhumanos, de salarios condicionados a actos de corrupción, de violencia por parte de sus superiores, y de burlas y faltas al respeto por parte de ciudadanos. El que los policías hayan muerto, perdido dedos y quedado más heridos que los maestros es prueba de que no sabían ni lo que hacían. No es coincidencia que en México los policías siempre mueran más que los ladrones.

La solución, por tanto, tiene que venir de la compasión más que de la fuerza:

1. Se tiene que abrir un canal de comunicación directo con los maestros, sin la mediación conflictiva y perversa de sus líderes. A los maestros se les debe permitir organizarse en sindicatos nuevos y democráticos, que les permitan tener fuerza negociadora en el futuro. Hoy sienten, con justa razón, que la Reforma Educativa los deja vulnerables.

2. Se tiene que crear una salida económica viable para todos los que se verán afectados por la reforma. A los aviadores se les debe capacitar y ayudarlos a colocarse en trabajos nuevos. Es el costo del cambio. A los maestros se les debe permitir organizarse en sindicatos nuevos y democráticos, asegurarles salarios dignos y representación adecuada. El poder de la CNTE es dar seguridad salarial a muchos. Para quitárselo hay que darle oportunidad de empleo a muchos más.

3. Se tiene que crear un cuerpo policial profesional en el manejo de la propuesta. Legislar restricciones a la protesta es retrógrado y autoritario. Las protestas en un país cambiante como México sólo aumentarán, se debe entender a la protesta como una muestra de salud democrática. La policía no debe ser “anti-motines” sino “anti-violencia”.

4. Se tiene que transitar hacia un modelo de más educación pública y menos educación privada. Mientras las clases medias y altas continúen siendo espectadores, y no usuarios, de los servicios públicos, no existirá una presión verdadera para mejorar la calidad de ésta. Quiero ver qué pasaría si se exigiera que los hijos de los políticos y líderes sindicales fueran a la escuela pública. Ese día comenzaría una reforma verdadera.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/viridiana-rios/2016/07/03/1102605

Imagen: http://www.resumenlatinoamericano.org/wp-content/uploads/2016/06/2658-mexicos-maestros-reforma-300×194.jpg

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Ingobernabilidad y poca educación

 Alberto Sebastián Barragán

Los acontecimientos recientes han subrayado, una y otra vez, el vacío de la propuesta educativa; y se han tornado cada vez más negligentes y aberrantes. La atrocidad se presenta, de día y de noche, en la represión de movimientos que están en contra de la aplicación de la reforma laboral, para el sector educativo.

La evaluación docente en México llegó desde la década de los 80, emulando modelos extranjeros para la educación superior. Y con ajustes entre bonos y obligaciones,  entre disposiciones y acuerdos, el modelo universitario funcionó hasta cierto punto, durante treinta años, en donde las modificaciones tuvieron un rasgo profesionalizante que  incrementó la producción académica y mejoró la calidad del servicio educativo en las universidades. Pero nunca amenazó ni castigó a los docentes universitarios, por eso tuvo éxito.

Años después de impulsar programas de evaluación docente en educación superior, se quiso implementar un programa para evaluar a los profesores de básica, y surgió el programa de Carrera Magisterial, que tuvo buenos objetivos pero malos resultados. Desde entonces, el rasgo de la evaluación se ha mantenido latente en educación básica, pero el esfuerzo por profesionalizar a los maestros ha sido insuficiente. La preparación no ha ido de la mano de la evaluación. Es como si en escuelas públicas y privadas, se impartieran clases de un tema, y se les evaluara otra temática.

Odio hacia todos

La política educativa se justifica en un sentimiento de repulsión hacia todos. No tiene sustento pedagógico. Y la antipatía es para todos, incluso para quienes no están, y quienes no existen todavía.

Odio hacia los maestros normalistas. La política educativa no evalúa el Plan 2012, y ya lo quieren cambiar. No prepara bien a los futuros profesores, y así, es posible que tengan bajos resultados después. Ha retrasado el Plan de Fortalecimiento de las Normales. En cambio, la convocatoria abierta, es una estrategia contra “el monopolio”. Son instituciones que no lucran con la formación docente, como es el caso de las instituciones particulares. Lo que se percibe es que la intención es abrir campo para universidades públicas (que no lucran) y privadas (que sí lucran con el servicio que ofrecen).

Odio a los universitarios. La idea de que todos los que cuenten con un título de educación superior podrán ser profesores, tiene un alto grado de irresponsabilidad. Primero, porque hay formación docente sin costos para gobierno; segundo, porque el sistema educativo tiene deficientes mecanismos de profesionalización en el servicio. No hay formación docente, pero sí evaluación.

Odio a los alumnos. Porque no llegarán profesores preparados, con los recursos pedagógicos y didácticos adecuados para la enseñanza. Tal vez con un cúmulo de saberes, pero sin formas de transmitir. Además, se estará despidiendo a profesores que no entran en esta lógica de medición, y dejan, de inmediato, desatendidos a los alumnos. Recordemos los grupos vacíos durante semanas mientras se asignaban las plazas en orden de prelación.

Odio a los maestros de dos años de servicio. Los maestros de nuevo ingreso, según la Ley General del Servicio Profesional Docente, debieron recibir tutoría, y en muchos casos no fue así. El sistema educativo fue insuficiente para atender este rasgo que se evaluará en unas semanas. Y existe incertidumbre, porque no hay claridad, no se sabe si ellos tendrán las tres oportunidades de evaluación que marca la LGSPD, o sólo una.

Odio a los maestros de más de tres años de servicio. No se ha impulsado una política para actualizar y mejorar el perfil de los maestros en servicio. Y cuando llegue la evaluación de permanencia, no se evaluará el desempeño.

Odio a los futuros maestros jubilados. Ya no hay régimen de pensiones. Y los servicios de salud, que son imprescindibles para los profesores que batallaron tantos años en condiciones adversas, se vuelven precarios y negados.

Odio a las autoridades locales. Porque tienen que aplicar una Ley negligente, y se tienen que enfrentar contra los compañeros de trabajo de años, y ahora se tienen que enemistar por la aplicación de la Ley.

Odio a los padres de familia. Los que apoyan a los maestros inconformes, y los que tendrán que velar por sus hijos cuando sean atendidos por profesores que no tienen el perfil para la docencia.

Odio a los maestros callados. Son maestros que también se sienten sometidos y evaluados en medio de la fuerza pública. Pero que se han mantenido en silencio, mientras llega la oportunidad de ejercer un voto de protesta.

Odio a los resultados electorales. Porque han castigado al partido en el gobierno, y han perfilado una debacle previsible.

Odio al cargo de secretario. Porque es el que tiene que dar la cara de opresor. Aplicando una Ley que no diseñó, pero que tiene que defender. Mientras detrás opera la maquinaria de la represión, que también va oprimiendo su aspiración política.

Odio al INEE, porque se le encargó una evaluación docente minuciosa y pormenorizada. Pero sólo ocupó el nombre y prestigio de los académicos, para imponer un examen estandarizado, y decir que así se evalúa el desempeño.

Odio a los manifestantes y líderes. Que “casualmente” tenían órdenes de aprensión, y ahora están en proceso penal.

Odio a los que no aceptan el calendario escolar de 185 días.

Odio al tiempo, que se agota y que no dará espacio para odiar a más.

La ingobernabilidad salta a todas luces. La poca educación es de las autoridades federales que no aplican los principios democráticos y el respeto a los derechos humanos. Hay una hipnosis entre los funcionarios por pensar que esta ley arbitraria puede operar con una sana relación entre gobernantes y gobernados. Así como se propusieron  modificaciones a la legislación educativa, así se puede perfeccionar la propuesta.

Muchos piden negociar la reforma. Los profesores callados, los profesores en las calles, los investigadores y académicos universitarios han pedido mesa de diálogo. Los de experiencia educativa se oponen, los expertos en la materia reprueban la reforma. Y el secretario ha fallado en más de tres oportunidades.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/ingobernabilidad-y-poca-educacion/

Fuente de la imagen:  http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/06/cnte-tabasco-enfrentamiento-300×199.jpg

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¿El último ultimátum?

América del Norte/México/Fuente:http://www.cronica.com.mx/

Por: Rafael Cardona

Los aviones “Hércules” son máquinas de guerra. Son gigantescos, parecen enormes ballenas voladoras. Ruidosos, de apariencia tosca y arcaica, se reconocen fácilmente por la rampa de timón. Por ahí se baja la carga. Fueron  construidos por la empresa Lockheed y México tiene siete de ellos. Pueden transportar cualquier cosa: desde tanques hasta tropas o alimentos.

En México se usan casi siempre para lo último.Ahora se han usado para salvar un sitio, tomada esta palabra no como sinónimo de lugar, sino como zona cercada por tropas enemigas. Como aquel  de Cuautla cuya ruptura inmortalizó a Morelos. Sitiar una ciudad o una región tiene como finalidad impedir el acceso de alimentos. Rendir por hambre a sus pobladores, como los franceses hicieron en Puebla durante dos meses, hasta la llegada de Díaz.

Hoy los rebeldes del magisterio, auxiliados por Morena, han sitiado varias ciudades de Oaxaca y Chiapas. La aviación militar les pasó por arriba y con auxilio de los aviones Hércules C-130, se han  comenzado a distribuir alimentos básicos de esa manera transportados. Por aire llegan el maíz elemental, el frijol indispensable, el arroz bienhechor.

Como todos sabemos la estrategia de tomar caminos, cerrar carreteras y adueñarse de autopistas es básica en cualquier avance guerrero o guerrillero. Liberar los caminos y restablecer los suministros es necesidad fundamental de quien quiera recobrar plazas o control sobre un territorio. Esas son cosas de la guerra. Lo saben hasta quienes no saben nada de batallas y lucha armada y han leído las solapas del librito de Tsun Tu.

Lo único extraño es estar hablando de esta cosas en tiempos de paz. Por eso nos debemos preguntar si de verdad estamos viviendo en tiempos de paz, cuando un “ejército” irregular de 10 o 20 mil activistas del magisterio ponen al gobierno contra la pared, con el auxilio de la opinión favorable de los políticamente correctos, los bien  portados, los defensores de Derechos Humanos, la Iglesia jesuítica, las organizaciones internacionales y los acusadores eternos, esos cuya careta favorita es contra la represión.
Represión. Acto de reprimir, de someter. Vaya horrible verbo.

Pero leyendo la historia de México, ahora cuando el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio ha advertido cómo el tiempo se ha acabado (el tiempo de la tolerancia ante los bloqueos, debo entender) veo las palabras del benemérito Juárez, quien en enero de 1858 advertía desde Guanajuato:
“Mexicanos: el gobierno constitucional de la República, cuya marcha fue interrumpida por la defección de quien fue depositario del poder supremo, queda restablecido. La carta fundamental del país ha recibido una nueva sanción, tan explícita y elocuente que solo podrán desconocerla los que voluntariamente quieran cerrar los ojos ante las evidencia de los hechos.
“…Los hombres que de buena o de mala fe repugnaban aceptar las reformas sociales que aquel código establece para honor de México y para el bien procomunal, han procurado todos sus esfuerzos a fin de destruirlo…
“… dictaré las medidas que las circunstancias demanden para expeditar la marcha de la administración en sus distintos ramos, y para restablecer la paz.
“Llamaré al orden a los que con las armas en la mano o de cualquier manera niegan la obediencia a la ley y a la autoridad y si, por una desgracia lamentable, se obstinaren en seguir la senda extraviada que han emprendido, cuidaré de reprimirlos con toda la energía que corresponde, haciendo respetar las prerrogativas de la autoridad suprema de la República.”
Obviamente esta columna no intenta comparar (sería imposible) a Juárez el “Impasible” con el señor licenciado Osorio Chong. Tal atrevimiento resultaría ridículo. Su única cercanía es cuando se sienta en el salón de ese nombre en el edificio de Bucareli. La cita tiene como finalidad exponer, a la luz de la vida mexicana  actual, algunos conceptos inmutables en el ejercicio del poder.
El primero, el carácter constitucional del gobierno. El segundo la resistencia a las reformas. Aquella y estas. A fin de cuentas la Reforma Educativa no es un proyecto; es un sistema sustentado en la Constitución y las leyes de la instrucción pública.
Son legales y legítimas por haber seguido el camino legislativo correcto y –además—, en tanto la mayoría de los maestros (más de un millón y medio en el país) las han acatado. Sólo una minoría (así sea una minoría visible, pugnaz y con “buena prensa”)  se oponga a ellas.
Si el gobierno aceptara un recuento, los maestros “regulares” superarían en opinión favorable a los disidentes. Pero ni así los aplacaría
Y el tercer punto de esa cita, la legitimidad en el uso de la fuerza.
Hoy el problema no es magisterial. Es social. La disidencia quiere visibilizar su postura mediante el sabotaje, el pillaje y el incendio.
El cierre de caminos no es un asunto pedagógico; es una estrategia guerrillera. O militar. O política, escoja usted.
Hoy lo educativo ha pasado a segundo o tercer plano. El problema es un “Estado de Sitio”, aplicado por quien  carece de las facultades para decretarlo.
Esas facultades a las cuales don Benito se refería como “Las prerrogativas de la autoridad suprema de la República”.
Y mientras esa usurpación disfrazada de “libre expresión y manifestación”  no se resuelva, no tiene caso insistir en la tomadura de pelo de un “diálogo”.
Veamos las palabras del “último ultimátum”.
“Por semanas  -dijo el viernes MAO—, Oaxaca y Chiapas han vivido una situación compleja. La sociedad, en ambas entidades, ha sido víctima de actos que le han lastimado profundamente. Se trata de actos que han afectado la normalidad y la vida de millones de personas.
“De acciones que han obstaculizado la libre circulación y el abastecimiento de bienes, impidiendo que comerciantes abran las puertas de sus negocios.
“Que trabajadores ganen el sustento para mantener a sus familias.
“Que cientos de enfermos puedan recibir su atención y por supuesto los medicamentos que necesitan.
“Que han evitado que los apoyos sociales lleguen a las familias que más lo necesitan.
“Y muy importante, se trata de actos que han impedido que miles de niñas y niños, reciban una educación.
“Los daños han sido muchos y todos para los ciudadanos.
Ante ello, el Gobierno de la República ha abierto el diálogo, ofreciendo soluciones y alternativas para distender el conflicto.
“En los últimos días, me he sentado personalmente con las y los representantes de las maestras y maestros inconformes.
“Hemos estado en la mesa por horas, escuchando con apertura y atención sus planteamientos.
“Analizando cada uno de ellos para definir en cuáles, el Gobierno puede ofrecer una respuesta; y en qué otros, podemos abrir canales con las instancias y Poderes responsables, para dar cauce institucional a su conflicto.
“Pero siempre dejando claro, siempre que en una negociación, no puede ser todo o nada.
“Que en el diálogo se trata de buscar puntos de acuerdo, acercar posturas y que por definición, requiere que ambos lados pongan de su parte.
“La única condición de nuestro lado, ha sido que se deje de afectar a los ciudadanos.
“No obstante, no ha habido respuesta y se ha seguido afectando a la sociedad.
“Se ha puesto a los ciudadanos en medio de este conflicto, lastimándoles y lesionándoles.
“Se ha agotado el tiempo”.
Ultimátum. He dicho. O sea, “resolución terminante y definitiva comunicada por escrito.”
Pero todo ultimátum genera un desiderátum, o sea: un deseo aun incumplido. Y hoy vivimos en el no logrado deseo de retirar el bloqueo. O los bloqueos.
La única pregunta es, ¿podrá el gobierno del Presidente Peña, como lo advirtió en su tiempo el presidente Juárez, “reprimirlos con toda la energía que corresponde, haciendo respetar las prerrogativas de la autoridad suprema de la República?”.
Eso, eso está por verse.
Obviamente Carolina Monroy desempeña un interinato en la presidencia del PRI, pero sus palabras trascienden la coyuntura. No importa si lo dijo en torno al caso de Veracruz o por qué, pero estas palabras quedan para siempre:
“… El partido está tomando (hubiera sido mejor decir, siempre ha tenido) una posición muy clara: nosotros no tenemos porqué responder, mucho menos avalar aquello que no pudiera estar alineado (hubiera sido mejor decir, fuera de…) a los principios institucionales y sobre todo en la legalidad”.

Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2016/970362.html

Imagen: http://cdn.proceso.com.mx/media/2015/07/nte1.jpg

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¿Problema o solución?

America del Norte/Mexico/Fuente:http://www.debate.com.mx/

Por:Manuel Gil Antón

“La reforma (educativa) no es el problema, es la solución”. Un conjunto de organizaciones empresariales y de la sociedad civil lo afirman frente a la coyuntura de tensión y conflicto sociales que enfrentamos. El manifiesto, de acuerdo con sus redactores, se basaba en la defensa de la educación de los niños y la evaluación al magisterio con base en el cumplimiento de la ley.

Se pueden usar los mismos términos en sentido contrario: “la reforma es el problema, no la solución”. A mi juicio, en el fondo, así es. ¿Por qué? Varias razones dan sustento a la ubicación de la reforma (ya claramente no educativa, sino de la administración gerencial y centralizada del sistema escolar) como raíz de las dificultades severas que suceden hoy.

1. Las enmiendas a la Constitución, y los mecanismos legales que se derivaron, tienen un vicio de origen: conciben al magisterio como obstáculo, estorbo y causa exclusiva de las fallas educativas. Por tanto, es un insumo a manejar para que llegue la calidad. Cosas, objetos —acusados todos de ignorantes, pendencieros e impresentables—, era preciso, desde arriba, “profesionalizarlos”.

2. Entonces se cometió otro error de gran calado: si hay algo que destroza la posibilidad de la existencia de una profesión, es que no se organice por parte de los que tienen un saber especializado y realizan una labor de relevancia social. Cuando alguien es profesionalizado (sic) por otro, ocurre todo lo contrario: se impide la emergencia de un sector profesional que se haga cargo de regular la calidad de su trabajo. Se consigue la sumisión a reglas ajenas y externas.

3. La reforma se basa en que hay una, y nomás una, solución: evaluar, con consecuencias en la permanencia, a esos que “se dicen” profesores o maestras. Subyace a este proceso de examinación masiva y apresurada un supuesto: al eliminar la estabilidad en el empleo e incluir la inseguridad como un rasgo permanente (pues la precaria condición laboral garantiza esfuerzo constante) se orilló al magisterio a someterse o perder el trabajo. La amenaza amedrenta, sirve para sojuzgar, pero no para poner las bases de un proyecto educativo. El miedo no es el camino para expandir la “cultura” de la evaluación. Reduce la evaluación a mecanismo de control, no de aprendizaje.

4. Por ello, hacer cuentas alegres y suponer que quienes asistían a las evaluaciones aceptaban sus bondades, subestimó la capacidad crítica de los docentes. Es cierto, un sistema de ingreso pautado es mejor que la venta, herencia o condicionamiento político para obtener una plaza, pero de eso no se sigue que se les acepte como herramienta adecuada para hacer mejor el trabajo diario. Tiende a ser un requisito laboral, un muro a saltar, sin ser arado para sembrar la parcela del trabajo en las aulas.

Estas razones son suficientes para entender por qué la reforma es un problema. La ausencia de oficio político complicó las cosas. Se consideró que habría resistencia en ciertos estados, pero que en los demás pasaría como agua en grifo abierto. Falso: Monterrey, Chihuahua, Juárez, Xalapa, Coahuila, por dar cuenta de algunos sitios, han mostrado que el disgusto y el rechazo a la arrogancia son más amplios. La crítica de los expertos en educación, conocedores del magisterio y su diversidad, fue entregada a la SEP en febrero: no ha merecido respuesta.

Sin reformar la reforma no habrá solución al problema que suscitó. Abrir, en el Legislativo, un espacio para ponerla en pausa y discutirla (como debió haberse hecho) es posible y necesario. Si de ello se sigue cambiarla de plano, o ajustarla, será resultado del debate informado. Es preciso.

Fuente: http://www.debate.com.mx/opinion/Problema-o-solucion-20160701-0270.html

Imagen:

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Papua Nueva Guinea: Schools face problems with education system changes in PNG

Oceanía/Papua Nueva Guinea/Julio de 2016/Papua Nueva guinea Education News

Resumen: El funcionario de educación morobe ha admitido que las escuelas tienen problemas para hacer frente con los cambios en el sistema educativo.
Huon Distrito Golfo gerente de educación Moisés Wanga dijo que no había problema con la implementación de las reformas educativas.
«Los maestros, los estudiantes y las escuelas no pueden hacer frente con facilidad a los cambios en el sistema de educación, dijo Wanga.

A MOROBE education official has admitted that schools have problems in coping up with changes in education system.
Huon Gulf District education manager Moses Wanga said there was problem with implementing education reforms.
“Teachers, students and schools cannot cope up easily with changes in education system, and implementing it was very difficult,” Wanga said.
He said the government’s two policies of students speaking English in schools and reading books at library were not fully applied or may not adhered by schools.
He said it is evident with students not reading, understanding and coping up with English words in exams of all subjects.
“And English was worse”.
Wanga highlighted this during a day workshop organised, funded and facilitated by Bilum Books publishers Ray O’Farrell and Irene Sawczak in Lae last Wednesday.
The trainers training for teachers by Bilum Books will see teachers conduct training for other teachers in their respective schools on how to use English books published by Bilum Books as supplementary to teach students using Standards based curriculum.
Wanga said content of Bilum Books are simple and easy, but needs time and commitment from teachers in elementary.
He said in outcomes based education (OBE), teachers create their own curriculum and lessons.
“But SBC (standard base education) is simple, once you know content of Bilum Books, you know SBC. We will implement standards in Huon Gulf district using Bilum Books as an alternate before government produce SBC curriculum books for schools.”
He said Huon Gulf will train teachers and implement SBC in the best way it could.

Fuente: http://edu.pngfacts.com/education-news/schools-face-problems-with-education-system-changes-in-png

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Tiempo de dialogar.

 Manuel Gomez Granados

América del Norte/México/Fuente:http://www.cronica.com.mx/

Hace justo una semana, Nochixtlán, Oaxaca, se unió a la indigna lista de las localidades mexicanas que han sido testigos de la violencia desmedida de las autoridades. El saldo de los enfrentamientos en esa localidad todavía está en disputa pero, más allá del número de personas heridas o muertas, en Nochixtlán murieron lo poco de confianza que quedaba en el gobierno federal, así como las posibilidades reales, prácticas, de aplicar tal y como fue aprobada en el congreso la reforma educativa. Días después, por razones muy parecidas, la presidencia de la República debió anunciar el veto parcial de las leyes que teóricamente darían vida al Sistema Nacional Anticorrupción, SNA.

El común denominador que explica ambos fracasos es que aunque el Congreso de la Unión cuida algunas de las formas cuando vota y aprueba reformas, en general son procesos autoritarios en los que los acuerdos cupulares entre partidos políticos  sustituyen al trabajo político serio. Por ello,  los legisladores no deberían sorprenderse de que tanto la reforma educativa como la reforma del SNA y otras, lejos de motivar reconocimiento o admiración (como ellos quisieran) enfrenten la férrea oposición de distintos grupos. Que los empresarios, que con tanto desprecio hablan de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, se opongan al SNA y amenacen con reducir las inversiones, deja ver que a pesar de las diferencias entre maestros y empresarios, hay denominadores comunes que hablan del descontento con la democracia.

Ese malestar no tiene que ver ya con las formas. Ya no hay un gran elector al estilo de Porfirio Díaz o Carlos Salinas de Gortari que decida quienes serán diputados. Hay elecciones, sí; pero seguimos muy lejos de contar con una democracia que vaya más allá de los formalismos y sea capaz de escuchar a las personas. No es que no se cumplan requisitos formales como convocar a foros y actividades similares. Es que a veces muchos de los invitados a esos foros son personas tan cercanas a los partidos o a los legisladores que es casi imposible distinguir sus opiniones de los partidos. Muchos de los foros se convocan para legitimar decisiones tomadas de antemano. Lo mismo se puede decir de mucho del trabajo en comisiones legislativas.

Y algo muy grave que deberían considerar el gobierno federal y  los de las entidades es que ya no son sólo uno o dos movimientos aislados. Vivimos en muchos estados de la República, Chiapas y Oaxaca son los mejores ejemplos de ello, crisis sistémicas, muy profundas, que han contaminado a la reforma educativa y que, si se insiste en la lógica de la represión, corren el riesgo de extenderse a otras entidades, incluida la capital de la República. Ya hay signos de contagio en Michoacán, Guerrero, Morelos,  Tabasco y la capital del país. Otras entidades como Quintana Roo podrían contagiarse de manera muy grave por caprichos como la aprobación en el Congreso en Chetumal de un “paquete de impunidad” para proteger al gobierno saliente y algo similar podría ocurrir en Campeche donde la quiebra de Pemex ha disparado el desempleo y el descontento.

Hay que dialogar. Hay que hacerlo de buena fe, admitiendo que nada en las leyes está escrito en otra cosa que no sea papel. Qué bueno que el presidente haya admitido que hubo errores y haya usado el veto para evitarnos más conflictos. Ojalá se haga algo similar en los campos de la educación y la salud y se evite que, por ejemplo, el conflicto se extienda a las instituciones de educación de la Ciudad de México (como ya empieza a ocurrir con la UAM-Azcapotzalco).

Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2016/969018.html

Imagen: http://www.expedientenoticias.com/siteimg/big/CNTE-2-31718-36488.JPG

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