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Los afectos en la vida escolar

Por: 

  • La educación de los afectos tiene un modo particular de proceder en cada escenario educativo, en el aula, en las agrupaciones de nivel, de materias curriculares; en los contextos formales o informales… Todos ellos son espacios donde tomar en consideración cada decisión de enseñanza, desde las que abordar la incertidumbre que significa poner en relación la vida emocional de unos y otros.

Una ‘buena educación’ permite no sólo acceder al conocimiento. Debe permitir también significarlo éticamente, gozarlo y compartirlo.

No siempre se ha entendido de esta manera.  Se ha asociado a erudición, elocuencia, ‘buenas formas’, dominio técnico, gestión estratégica… Todo ellos aprendizajes necesarios, pero que no agotan el concepto. Podríamos afirmar, sin temor a esquivarnos, que “a los adultos que trucaron los motores de Volkswagen no les faltaba competencia lectora, ni matemática, ni científica. Probablemente, de todo ello andaban bien sobrados. Lo que les faltaba era, pura y sencillamente, ética.” (Guadalupe Jover y otros, 2020) y nosotros añadimos… ‘empatía’.

La vida escolar y el ejercicio de la docencia no se entienden sin los afectos

Es difícil imaginar que la educación en las instituciones de enseñanza pueda desplegarse en un clima relacional ‘afectivamente neutral’. No es posible una relación educativa sin un escenario emocional de acogida, simpatía, dignidad y empoderamiento; alejada de toda humillación.

La experiencia de vida escolar así lo pone en evidencia. Costaría encontrar un estudiante que calificara su vida escolar de ‘emocionalmente neutral’. El debate no está, por tanto, en la existencia o no de los afectos en las relaciones educativas, sino en si el componente emocional debe ser objeto o no de educación formal. Curioso cuestionamiento para unas instituciones que tradicionalmente no desdeñan trabajar los afectos desde la vertiente más represiva, la disciplinaria.

“Yo estoy aquí para enseñar, no para educar…” es una expresión frecuente entre algunos docentes, apoyados en corrientes de opinión contrarias al cambio de los procedimientos de enseñanza. “Para educar, ya están los padres”, apostillan también algunas familias. Quizá no sea fácil apreciar que la aplicación a la vida escolar de estas afirmaciones que, por reiteradas, escapan a una consideración en profundidad, inhabilitaría al docente para el ejercicio de su profesión. Obstaculizaría la vinculación afectiva de deseo con el conocimiento; se haría difícil despertar en el estudiante las ansias de aprender.

Una educación plena necesita del ‘deseo por conocer’

Las conclusiones de la investigación educativa coinciden con nuestras propias vivencias, al considerar que, sin curiosidad, sin deseo de aprender, es difícil abrirse al estudio de la realidad y de nosotros mismos.

Tradicionalmente, para tratar de despertar ese interés, hemos utilizado —y lo continuamos haciendo— la presión externa, el miedo a la sanción… cuando todos sabemos que el miedo no promueve aprendizajes en profundidad. El deseo surge de una vivencia emocional positiva con el objeto de estudio, con las personas que lo orientan y con las que lo compartimos. Con “la pandemia nos (…) estamos dando cuenta de lo que deberíamos haber sabido todo el tiempo: que (la presión) no puede crear un camino hacia un aprendizaje poderoso, que las relaciones son fundamentales para el aprendizaje, que los intereses de los estudiantes deben estimularse y ellos mismos deben ser reconocidos.” (Jal Mehta, 2020)

Despertar y apoyar el deseo de conocer practicando una relación basada en el temor y en el miedo es, para algunos, sinónimo de ‘mantenerse neutral’, permanecer en el plano cognitivo, en el de la razón. Curiosa cirugía ésta, que se pretende entronizar.

La crítica que hacemos a esta posición no aboga, sin embargo, por la cosificación disciplinaria de la educación de los afectos. Nos referimos a un tratamiento más cultural, transversal e incorporado ‘con naturalidad’ en la vida escolar. Tendría que ver con crear escenarios educativos democráticos, favorables al estudio indagatorio y riguroso, donde poner en juego acciones de cuidado y atención a los afectos que surgen en las relaciones de enseñanza y aprendizaje. Supone considerar el conocimiento en toda su complejidad cognitiva, emocional y social; significar el aprendizaje en su entorno vital y favorecerlo en un marco ético y empático de actuación.

La tradición escolar no juega a favor

Los sistemas escolares nacen en plena revolución industrial, a mediados del siglo XIX, en respuesta a la enorme demanda de mano de obra ‘cualificada’. Se necesita un aparato institucional (disciplinario, en términos foucaultianos) para ‘formar’ a los operarios disciplinados y obedientes de esta industria.

Además de enseñar a leer, escribir y las cuatro reglas aritméticas había que trabajar determinadas rutinas comportamentales relacionadas con respetar horarios, mantener la uniformidad de las respuestas, ‘ser funcionales’ en una cadena de producción, acatar las consignas procedimentales y las jerarquías organizativas y sociales… La aceptación o, digámoslo claro, la sumisión a un orden económicamente rentable, que genera beneficios; sobre todo para un sector de la sociedad. En este marco escolar era preciso legitimar un clima afectivo de obediencia, de temerosa evitación de la sanción y de la posible expulsión del prometido paraíso laboral, abierto solo para los estudiantes ‘más educados’.

Los más ‘negacionistas’ de la educación de los afectos defienden que los profesionales de la enseñanza deben centrarse en la instrucción, en impartir ‘doctrina’, en reforzar los comportamientos más adaptados mediante buenas calificaciones, y sancionar otros que pudiesen resultar conflictivos, aquellos que alteran la premisa de la eficacia y rentabilidad de los aprendizajes, para el mejor y más ‘adecuado’ desempeño laboral. Este era, y de alguna forma sigue siendo, el comportamiento primordial exigido al aparato escolar y demandado incluso por algunas familias y el propio alumnado.

Sin perder el propósito, aunque enmascarando su puesta en escena, se encuentra hoy en su máximo esplendor un discurso revisionista, a nuestro juicio igualmente espurio. Nos referimos a un conjunto de referencias prácticas que apoyan explícitamente la incorporación de los afectos, pero con propósitos contrarios al pleno desarrollo personal. Apuestan por trabajar los afectos en el ámbito escolar, a beneficio, esta vez, de la ‘formación’ de operarios para la nueva revolución, en este caso, la tecnológica.

Plantean como objetivo la capacidad de ‘gestionar las emociones’ para adaptarse, con ‘menor sufrimiento’, a la arbitraria e interesada modificación de los desempeños laborales, a la obsolescencia del puesto de trabajo y que se asuma ‘con resiliencia’ la penuria, por ejemplo, de los contratos-basura… Se implantan técnicas de liderazgo estratégico conducentes ‘al éxito’ (sin plantearse el bienestar emocional y la justicia social), técnicas de colaboración para el desarrollo de procesos de producción de ‘bajo coste’ (sin margen para cuestionar el sentido de la tarea que se quiere ‘optimizar’) … y un largo etcétera, conocido por todos.

Al defender el desarrollo pleno de las personas hablamos de un enfoque transformador y crítico de la educación de los afectos. Queremos trascender los requerimientos productivos, mercantiles, de consumo, de compra y venta… a los que se quiere reducir la tarea docente.

¿Quiénes deciden qué afectos deben ser promovidos y cuáles ignorados?

Las argumentaciones anteriores pretenden ayudar a reflexionar en torno a la necesidad de reconocer y trabajar los afectos en las actividades relacionales y de estudio. La pregunta que nos surge ahora es ¿Quiénes deciden qué afectos, orientación y versión de éstos deben ser trabajados desde las escuelas?

Esta cuestión es importante, porque el contenido de la respuesta, sus consideraciones y validación, configuran el modelo de persona que se defiende. No es una decisión neutral. El marco cultural dominante es quien ejerce mayor presión para orientar la respuesta y relega a un según plano la reflexión sobre la medida en que la respuesta supone un avance o no a la formación, éticamente considerada, del buen ciudadano.

De ahí la necesidad de la construcción colectiva de la respuesta, en cada contexto particular, dentro un marco común de definición y sentido de la educación de los afectos, orientado hacia el bien común y la protección de los más débiles, sin concesiones a la injusticia. Presidido por los enunciados de las convenciones internacionales de derechos comunes, la constitución y las leyes educativas, pero significado y validado colectivamente en cada realidad escolar, en cada escenario de aprendizaje.

Una cuestión clave de este proceso sería decidir qué se considera ‘apropiado’ en la expresión de los afectos. Por ejemplo, ¿se admite, o no, mostrar enojo y cuestionar la autoridad?…

Otras preguntas colectivas podrían ser… ¿A favor de quiénes se establece una determinada orientación de los ‘buenos’ afectos y a expensas de quiénes otros? ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de considerar ‘apropiados’ determinados comportamientos para aquellos que sufren las decisiones de injusticia social?…  “La noción de afecto tiene las connotaciones de intensidad y dinamismo que alimentan las fuerzas de la sociabilidad. No se puede pensar fuera de las complejidades, reconfiguraciones y rearticulaciones del poder.” (Athena Athanasiou y otros, 2009, p.6)

En la educación de los afectos consideramos por tanto que “la tarea principal no es enseñar a los jóvenes cómo deben sentirse, sino permitirles entender por qué sienten determinadas emociones en un contexto social y político en particular; por qué, quizás, no se supone que se sientan de otra manera; y cómo imaginar de manera crítica otras condiciones en las que podrían darse alternativas muy diferentes.”(Michalinos Zembylas, 2019, p.20)

La educación de los afectos, a nuestro juicio, tiene más que ver con generar condiciones de posibilidad. Configurar marcos de relaciones de enseñanza- aprendizaje que propicien la construcción de personalidades analíticas que cuestionan las normas culturales e históricas sobre las que se han construido las emociones, cómo se expresan, quiénes pueden y logran expresarlas, y bajo qué circunstancias.

Resistirse al sometimiento y crear nuevos escenarios de aprendizaje

Entonces ¿Cómo crear los mencionados escenarios y promover esas condiciones de posibilidad? ¿Qué hacer para configurar entornos en los que sea posible entender la resistencia emocional de los estudiantes, reconocer la insolidaridad afectiva dominante y contribuir a su paulatina transformación?

Mientras la pedagogía de los afectos estudia las referencias culturales, históricas, de poder… la práctica educativa necesita para su desarrollo de muchas más referencias y condiciones estructurales. La educación de los afectos desde una óptica explicativa y transformativa tendrá más posibilidades en un sistema educativo que plantea un currículo abierto, que permite y facilita su desarrollo ajustado a cada realidad. Con un profesorado, que se comporta como ‘intelectual crítico’, acorde con el pensamiento de Giroux, que problematiza el supuesto de que las escuelas son vehículos de democracia y movilidad social, sensible a la diferencia y a la desigualdad, conocedor de las relaciones de poder dentro y fuera de las instituciones educativas y de su vinculación con los “regímenes emocionales” establecidos y legitimados.

La educación de los afectos necesita docentes que construyen su desarrollo profesional con el resto de colegas, afrontando colegiadamente las dificultades que plantean las relaciones de enseñanza-aprendizaje. Profesionales que comprenden el significado emocional del estudio, ponen en práctica un estilo investigativo de enseñanza y aprendizaje, son rigurosos y minuciosos en la detección de las barreras al estudio y capaces de abordar la enseñanza de cuestiones importantes.

Instituciones escolares que fomentan del deseo por conocer, donde los estudiantes aprenden a ser sujetos conscientes de su realidad y aprenden las habilidades necesarias para configurar y vivir verdaderas democracias. “En lugar de considerarlas extensiones del lugar de trabajo, o como instituciones de vanguardia en la batalla de los mercados internacionales y de la competencia extranjera.” (Henry Giroux, 2002, p.34)

Escuelas que no se consideran únicas depositarías del conocimiento y del modo ‘adecuado’ de conducir las relaciones sociales y los consiguientes flujos emocionales. Se definen como un nodo de formación que, junto al resto de agentes socio-educativos, son capaces de colaborar para construir, en su relación con los más jóvenes, proyectos formativos de barrio, ciudad….

Sin olvidar, además, el valor que en la educación de los afectos tiene el modo particular de proceder en cada escenario educativo, en el aula, en las agrupaciones de nivel o de niveles, de materias curriculares; en los contextos formales y académicos o informales. Todos ellos son espacios donde tomar en consideración cada decisión de enseñanza, desde las que abordar la incertidumbre que significa poner en relación la vida emocional de unos y otros.

(*) Esta reflexión es fruto de la participación en el debate colectivo mantenido a lo largo del 2020 en el Grupo de Trabajo online ‘Darnos aire’. Educación y laboratorios ciudadanos. Medialab-Prado

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2021/11/08/%e2%80%aflos-afectos-en-la-vida-escolar/

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Fin de las restricciones en Reino Unido y EE.UU.: ¿qué debes tener en cuenta para estudiar en estos países?

Por: ABC

Miles de familias españolas optan por enviar a sus hijos al extranjero durante su etapa escolar para que tengan una completa inmersión y formación del idioma. Este tipo de aprendizaje marca una diferenciación clave tanto en el ámbito académico transformándose en mejores oportunidades de cara al futuro como en el desarrollo personal del alumno generando más independencia, autonomía y madurez. Asimismo, este tipo de cursos académicos ayudan al estudiante a desarrollar habilidades sociales y conocer nuevas culturas.

Con la llegada del Covid-19, la demanda de formaciones en el extranjero comenzó a disminuir. Sin embargo, la evolución de la pandemia, en términos de vacunación y descenso de los casos ha ido devolviendo la normalidad a las aulas. De hecho, con el levantamiento general de las restricciones, desde el centroapuntan que han registrado un aumento del 35% de las solicitudes para este tipo de cursos escolares.

Entre los destinos educativos favoritos de las familias españolas se encuentran EE.UU. y UK, pero algunas pueden estar reticentes a la hora de iniciar las gestiones para enviar a sus hijos a cursar sus estudios en el extranjero porque desconocen cuál es la situación actual de estos colegios y cuáles son los trámites necesarios para acceder a estos países puesto que sus medidas se van flexibilizando de una forma diferente.

Relajación de las restricciones

En el inicio de la pandemia, EE.UU. no permitió durante un período de tiempo la entrada a personas que no tuvieran un visado y este hecho dificultaba el acceso al país como turista o para estudiar allí. Con la mejora de la situación, desde este 1 de noviembre, Estados Unidos ya admite la entrada al país sin necesidad de tener un visado.

En el caso de Reino Unido, el país ha ido eliminando las restricciones progresivamente y, en este momento, no se necesita ningún tipo de prueba para entrar al país. La única medida que se mantiene se trata de la realización de una prueba de antígenos al día siguiente de la llegada. Esto incrementa la entrada tanto de nuevos alumnos como de la planificación de las familias para visitar a sus hijos.

¿Cómo es la actividad en estos centros?

La situación actual de los colegios en ambos países es bastante similar y se asemeja también al estado actual de las escuelas españolas. Las actividades han vuelto completamente a la normalidad, las extraescolares, la convivencia en residencias o bien, las excursiones y viajes fuera de los colegios.

En Estados Unidos, los colegios están muy bien supervisados y existen muy pocos casos de Covid-19. En los espacios cerrados es obligatorio el uso de mascarilla pero, si el alumno está vacunado y ha estado en contacto estrecho con un infectado, no es necesario aislamiento o cuarentena.

Por el contrario, el uso de mascarilla en espacios cerrados se ha eliminado en Reino Unido y ya no se hacen grupos burbuja en las aulas. En su caso, para controlar la incidencia se realizan test periódicos para conocer la salud de los alumnos y detectar posibles casos positivos.

¿Por qué son los destinos favoritos?

En el caso de Reino Unido, es un destino educativo destacado principalmente por su larga tradición académica de reconocido prestigio por organismos como la Quality Assurance Agency. La educación británica es el modelo base para el resto de sistemas angloparlantes: aprendizaje personalizado y diversidad cultural. Asimismo, los más de 500 internados británicos se distinguen por sus instalaciones de calidad y por su disciplina organizativa.

El sistema estadounidense es popularmente conocido por su educación práctica, dinámica y personalizada. Los colegios cuentan con clases muy reducidas de alumnos internacionales e hispanoparlantes para fomentar la integración entre los alumnos y la multiculturalidad. Las escuelas de EE.UU. cuentan con medios más avanzados y son pioneros en el uso y aplicación de las tecnologías. Además, proporciona opciones diversas y ajustadas a las necesidades de cada alumno, desde los más brillantes a los que necesitan un programa más específico.

«La mejora de la situación sanitaria ha hecho que muchas familias pierdan el miedo a que sus hijos viajen y vivan fuera de casa, apostando por este tipo de formación que otorga a los jóvenes unas competencias y habilidades en su desarrollo personal, además del idioma, que posteriormente les puede abrir muchas oportunidades laborales», afirma Ana Pedrero, directora de Año Escolar en Astex.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-restricciones-reino-unido-y-eeuu-debes-tener-cuenta-para-estudiar-estos-paises-202111040111_noticia.html

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Mundo: Escuelas privadas como impulsoras de la segregación social: ¿Por qué hay que regularlas?

Mundo/12-11-2021/Autor(a) y Fuente: redclade.org

La proporción de estudiantes que se matriculan en escuelas privadas está aumentando a nivel mundial y el acceso a las mismas es socialmente desigual. Los Estados tienen el poder para regular y controlar las escuelas privadas

El porcentaje de estudiantes que asisten a escuelas privadas ha aumentado considerablemente en las últimas tres décadas. Esta expansión se observa no sólo en los países en desarrollo y emergentes, sino también en algunos países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El estudio Private schools as drivers of social segregation, de Rita Nikolai y Marcel Helbig, muestra que incluso en Alemania – país considerado con una baja proporción de estudiantes en escuelas privadas según los estándares internacionales – la asistencia a escuelas privadas ha aumentado en las últimas dos décadas.

En todo el mundo, de acuerdo al documento, la proporción de matriculación a escuelas primarias privadas ha aumentado en 10 puntos porcentuales, del 9% (1990) al 19% (2019). En la educación secundaria, la proporción de estudiantes en escuelas privadas es aún mayor (27% en 2019). Los colegios privados, a los que los Estados conceden importantes subvenciones y que reciben subsidios por más del 50% de sus costes, son los que se están expandiendo más rápidamente.  En el caso de Alemania, a menudo es el propio Estado el que contribuye a la expansión de las escuelas privadas subvencionándolas. En general, solo las subvenciones estatales hacen posible la fundación de nuevas escuelas privadas, especialmente si las mantienen organismos financieramente débiles (por ejemplo, iglesias libres, comunidades religiosas, iniciativas de padres y madres, fundaciones no confesionales, etc.).

La expansión mundial de las escuelas privadas hizo que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH) adoptara en 2016, por primera vez en su historia, una resolución en la que se pedía a los Estados miembros del CDH que regularan más estrechamente su educación privada. En esta histórica resolución influyó el temor a los efectos negativos de la creciente mercantilización de la educación y expansión de la segregación social.

Teniendo en cuenta la declaración del CDH y el caso de Alemania, el estudio mencionado analiza qué pueden hacer los Estados para regular la actuación del sector educativo privado y cuáles son algunas de las motivaciones que promueven la privatización educativa. La investigación decide enfocarse en Alemania porque (todavía) tiene una cuota baja de escuelas privadas en comparación internacional, pero subvenciona generosamente a las escuelas privadas.

La elección de escuelas privadas

En el artículo, también se identifican diversos motivos de los padres y las madres de familia por elegir escuelas privadas. Tal como varios estudios señalan, a las escuelas privadas acuden más los niños y las niñas cuyos padres y madres tienen un estatus social más alto, un nivel de educación superior y/o unos ingresos más elevados, lo que genera una segregación social. Sobre todo, en las zonas urbanas, donde los padres y las madres tienen más posibilidades de elegir entre distintos tipos de escuelas, perfiles escolares y proveedores, los estratos sociales más altos tienden a matricular a sus hijos e hijas en escuelas privadas en lugar de en escuelas públicas, con lo que se aíslan socialmente.

Otro factor que a menudo puede influir en la decisión de las familias es la creencia de los y las acudientes en que los colegios privados prometen una mejor educación escolar y/o un mejor ajuste entre su propio entorno familiar y los valores que se enseñan en un colegio privado. La distinción social, es decir, la separación consciente de ciertos grupos especiales, también puede ser un motivo para la elección.

El estudio también detalla que las reformas destinadas a reducir las desigualdades sociales en el sistema escolar siempre pueden desencadenar reacciones de los estratos sociales más altos. Los padres y las madres de los estratos sociales más altos sólo aceptan esas reformas escolares si obtienen opciones para reproducir su estatus social. En Alemania, madres y padres han recurrido en los últimos años a las opciones de escolarización privada y han agravado las desigualdades sociales entre las escuelas públicas y las privadas. En las zonas urbanas, la segregación social de las escuelas también refleja siempre la segregación social de los barrios residenciales. Si hay muchos niños y niñas en situación de pobreza viviendo en un barrio, también habrá muchos niños y niñas en esta misma condición en la escuela local. Esto mismo ocurre en barrios residenciales más adinerados donde se encontrarán niños con la misma condición en la escuela local. Así pues, la segregación social de las escuelas es siempre una expresión de las desigualdades sociales de una sociedad.

Segregación social

En vista de la creciente expansión de las escuelas privadas y sus impactos en la segregación social, se plantea la cuestión de la política educativa de cómo reducir las desigualdades educativas y crear igualdad de oportunidades educativas. En el caso de Alemania, los autores recomiendan que, si hay escuelas privadas subvencionadas por el Estado, sean completamente transparentes y, en caso de accesibilidad social, las escuelas privadas podrían suprimir completamente las tasas escolares o eximir a las familias con bajos ingresos del pago de las tasas escolares, si no pueden pagarlas.

Como forma de regulación, también recomiendan que haya un límite en los ingresos totales de las escuelas privadas. Si los desequilibrios financieros entre las escuelas públicas y las privadas son demasiado grandes, las escuelas privadas serán más atractivas y atraerán aún más dinero. Demasiados ingresos privados conducen a una disminución de la financiación estatal.

Para leer más sobre el caso de Alemania y cómo el Estado puede controlar y regular la proliferación de escuelas privadas, puede acceder al estudio de Nikolai y Helbeig aquí (disponible en inglés): Private schools as drivers of social segregation.

Fuente: https://redclade.org/noticias/escuelas-privadas-como-impulsoras-de-la-segregacion-social-por-que-hay-que-regularlas/

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La escuela está atrapada

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

Está acorralada y atrapada para no alcanzar los propósitos que ella misma define y que la sociedad espera que lleven a cabo.

Con el ajusticiamiento de Trujillo hace ya 60 años, la escuela se convirtió en uno de los espacios preferidos de la “lucha política de oposición”. Los maestros, como otros profesionales, fueron concebidos como “frente de masas”, espacios sociales desde los cuales se procuraba el apoyo del pueblo hacia determinadas causas político – ideológicas. Así nacieron los diversos frentes “estudiantiles”, como de “profesores y otros profesionales”, impulsando, de ese modo, las luchas y movilizaciones políticas. Cursaba el sexto grado de primaria en la Escuela República Dominicana del Barrio de Villa Juana entonces, cuando eliminada la tiranía, Esta fue prácticamente destruida, como una manera de “borrar” la memoria trujillista. Incluso, años más tarde, los murales de José Vela Zanetti, pintor y muralista español exiliado en nuestro país por más de una década, que adornaban las paredes del fondo de las aulas, fueron borrados con pintura de aceite. Muchos de sus murales aún hoy permanecen en varios edificios gubernamentales y en la sede central de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Esta escuela era considerada un modelo de educación con sus talleres (electricidad, ebanistería y carpintería, repujado de piel y otras actividades manuales), su piscina, el gimnasio bajo techo, su gran salón de acto, su biblioteca y sus aulas. A pesar de las diferentes reformas educativas, ésta no sido recuperada como en aquel entonces era.

Desde aquella época, la escuela dominicana fue acorralada y, finalmente, atrapada por la actividad política partidaria. De mis conversaciones con maestros y directores de escuelas, afloran muchos ejemplos de esta triste realidad. Y triste, porque lo que impera en muchas escuelas no tiene nada que ver con aquello de que los niños, niñas, adolescentes y jóvenes adultos aprendan, se desarrollen plenamente para la vida. La escuela, en sentido general, pasó a ser un espacio de trabajo público para recibir un salario, dejando de lado y como una cuestión secundaria, la función de enseñar.

Como espacio de construcción de ciudadanía, desde la perspectiva de las sociedades democráticas y de enfoque de derechos, enfocada desde la concepción curricular que prevalezca, no tengo la menor duda de su dimensión política. Esa es una cosa, la otra es “mellar” su función de enseñar y aprender, aún en lo que respecta a la dimensión señalada anteriormente.

A pesar de los extraordinarios esfuerzos desarrollados por dotar al sistema educativo de los planteles escolares necesarios, todavía hoy muchas escuelas carecen de los recursos más elementales, como son agua potable y energía eléctrica permanente. A esas carencias se le suman muchas otras que están relacionadas directamente con el desarrollo de los aprendizajes, tales como espacios suficientes para correr y ejercitarse, bibliotecas y materiales didácticos, laboratorios, instrumentos musicales, etc, etc, etc.  La escuela, en sentido general, y pese al 4% del PIB, se mueve aún en la precariedad y la pobreza.

Qué decir de la escuela, como cuerpo docente. En ese ámbito la Evaluación del Desempeño Docente 2017-18, muestra un menú de carencias todas ellas sustantivas y propias de un profesional de la educación, empezando por el dominio de la herramienta de planificación del trabajo de aula, cuestión esta fundamental; pero además, la activación en los alumnos de los conocimientos previos necesarios para la comprensión de la clase a impartir, el desarrollo de normas claras de convivencias en el grupo de alumnos, el uso óptimo del tiempo destinado a la clases, la vinculación y relación de los contenidos tratados en la clase con los de otras asignaturas, la utilización de los errores cometidos por los propios estudiantes para profundizar en el aprendizaje, el adecuado cierre evaluativo de la clase, entre otros aspectos que son herramientas elementales de la didáctica. Estas falencias también se han verificado en quienes deben supervisar y hacer el acompañamiento pedagógico del cuerpo docente escolar.

En el ámbito de la gestión escolar, también se han verificado limitaciones y dificultades en quienes tienen la responsabilidad de gestionar la escuela como una unidad e institución para los aprendizajes. Sus directivos no han desarrollado todas las competencias y habilidades necesarias para gestionar los procesos de supervisión y acompañamiento al maestro de aula, quedándose atrapados en las cuestiones burocráticas y administrativas de la escuela. Muchas de estas cuestiones surgían y eran analizadas en el marco de la “Escuela de Directores”, programa que estuvo funcionando por varios años y en el cual los mismos directivos de las escuelas tenían la oportunidad de analizar su gestión, puntualizando tanto en los aspectos positivos como negativos, al mismo tiempo que generando nuevas posibilidades para el cambio de gestión.

Por otra parte, la escuela está atrapada ante unos líderes gremiales que entienden tener el privilegio de decidir, qué se puede y qué no se puede hacer, de los proyectos y acciones que provienen de los organismos centrales del ministerio. Directivos de esos distritos educativos, en varias ocasiones, me ponían de manifiesto que las directrices provenientes de la dirección provincial o nacional del gremio no han dado autorización para que dichos programas sean ejecutados en “sus escuelas”. Algunos maestros, por temor a las “represalias”, decían sentirse impotentes ante tales situaciones. Aunque no de manera generalizada, en algunos distritos se ha impedido que un docente, que mediante concurso aprobó y le fue asignada la dirección de una escuela, pueda asumirla, pues el director o directora distrital tenía ya a otra persona para dicho cargo.

En los cuestionarios sobre factores de contextos de los aprendizajes de los estudios nacionales e internacionales, aparece la información del porcentaje de inasistencia de estudiantes y docentes, incluso con niveles bastante significativos, dándose como razones para explicar lo segundo, reuniones de la cooperativa de maestros o del sindicato, como incluso, jornadas de capacitación organizadas desde el propio ministerio.

Si cada dirigencia del sistema, con independencia de si se trata o no de un cambio de partido en el gobierno, decide cambios esenciales en las políticas, lo único que se logra es interrumpir procesos e iniciar nuevas líneas de acción, que por supuesto, mandarán un mensaje muy claro al cuerpo docente de las escuelas: en educación no hay que tomarse muy en serio las políticas educativas, estas se abandonan y cambian por el simple cambio del incumbente de turno.

Desde el Plan Decenal de Educación 1992-2002 a la fecha, son millones de pesos y dólares invertidos en el desarrollo de políticas que no terminan, que no se evalúan, y que son sustituidas por nuevas políticas provenientes de los “buenos deseos” de los nuevos funcionarios. Así, el barco de la educación no tiene un rumbo claro. Los maestros y docentes acuñan una frase muy precisa y clara, y que pone de relieve esta situación cada vez que hay cambio de autoridad: “estamos en espera de lo que van a bajar del ministerio”. Eso significa que ellos ya saben que las políticas van a cambiar.

Ése y no otro, es el drama de la escuela dominicana, está acorralada y atrapada para no alcanzar los propósitos que ella misma define y que la sociedad espera que lleven a cabo.

Como bien dice un estimado amigo: “a nadie en el país parece que le duelen si los niños, las niñas y jóvenes, como los jóvenes adultos pobres, aprendan, pues al final de cuentas, esos seguirán siendo pobres toda su vida”.

Termino con dos preguntas por el momento:

¿Cuándo las autoridades del ministerio o las autoridades nacionales entenderán que la escuela debe preservarse por encima de los intereses políticos corporativos y personales, por el bien de la propia sociedad y de su propia gestión política?

¿Cuándo la sociedad en su conjunto exigirá respeto a la institucionalidad de la escuela y a su misión sagrada de enseñar?

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-escuela-esta-atrapada-9003524.html
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Aprendizajes fundamentales imprescindibles. Las tablas de Moisés

Por: Sergio Martínez Dunstan 

El primer periodo de evaluación del ciclo escolar 2021-2022 fue objeto de análisis en la colaboración anterior de mi autoría. Sobre el mismo asunto, días después, la Secretaría de Educación Pública (SEP) expidió un documento. Encuentro puntos convergentes con el artículo de opinión que escribí derivado de su lectura. Verbi gratia la sucesión de los acontecimientos a partir del sustento normativo. A fin de contrastar con mi artículo de opinión, transcribo el proceso de evaluación expuesto a través de una línea del tiempo.

  • 22 de junio, Acuerdo Número 16/06/21;
  • 20 de agosto, Acuerdo Número 23/08/21;
  • 30 de agosto – 10 de septiembre. Evaluación diagnóstica;
  • 13 de septiembre – 29 de octubre. Primer momento: Plan de Atención;
  • 29 de octubre. Primera Sesión CTE: Análisis de la evaluación diagnóstica;
  • 03 – 23 de noviembre. Segundo momento: Plan de atención y aplicación de proyectos en primaria y secundaria;
  • 30 agosto – 30 de noviembre. Primer periodo de evaluación.
  1. Propuesta y
  2. Propuesta del docente.
  • 26 de noviembre. Adecuaciones al Plan de atención para el segundo y tercer trimestre:
  1. Identificación de los alumnos no alcanzados en el periodo de recuperación.
  2. Identificación de aprendizajes fundamentales al grado.

Por otra parte, coincido en la relevancia del tema pero tengo mis dudas en las tres últimas viñetas de la relación anterior. Hace falta mayor información.

En otro orden de ideas, los periodos de evaluación y comunicación de resultados lo identifican según la fecha de publicación en el Diario Oficial de la Federación (29/03/2019). Convendría llamarlo como se le conoce oficialmente, Acuerdo Número 11/03/19. Asimismo, recomiendan tomar en cuenta el logro de los educandos conforme a los criterios para la evaluación de los aprendizajes establecidos en el Título Tres del Acuerdo Número 26/12/20 relativos al tipo de comunicación y participación que se mantiene con las alumnas y los alumnos de preescolar, primaria y secundaria (sostenida, intermitente o prácticamente inexistente).

Según lo referido en la lámina 06, los aprendizajes a tomarse en cuenta son aquellos que por su naturaleza son esenciales para avanzar en el trabajo cotidiano y construir nuevos aprendizajes más especializados y complejos. Más adelante, se habla del “reforzamiento para la recuperación de aprendizajes fundamentales no alcanzados en el grado anterior” y reitera la posibilidad de que el plan de atención de los educandos podrá ampliar sus alcances por lo que resta el ciclo escolar. En la última diapositiva, titulada “Características”, refiere la selección de contenidos fundamentales, viñeta 4, y en la siguiente refuerza la misma idea de contenidos fundamentales. ¿Estamos hablando de lo mismo? ¿aprendizajes esenciales? ¿aprendizajes fundamentales? ¿aprendizajes imprescindibles? ¿contenidos fundamentales? ¿Y dónde quedan los aprendizajes fundamentales imprescindibles? Sería conveniente evitar este revoltijo de palabras distintas que aluden al mismo concepto y definición. De lo contrario, habría que clarificar lo necesario. Yo sólo veo Aprendizajes Fundamentales Imprescindibles (AFI) y, siendo concordante en la expresión, los Contenidos Fundamentales Imprescindibles. De no ser así, que la SEP aclare lo que tenga que aclarar.

En este mar de confusiones, surgen más. Si los AFI abarcan los campos formativos de pensamiento matemático así como lenguaje y comunicación en el caso de preescolar. Y las asignaturas de Lengua Materna, Español y Matemáticas para los casos de primaria y secundaria. ¿Cómo se evaluaría y se asentarían las calificaciones en el resto de las áreas curriculares establecidas en las boletas de evaluación? Una colega, me respondió la interrogante: los docentes elaboraron los AFI en el seno del Consejo Técnico Escolar. ¿Y eso?, ¿fue una instrucción generalizada? Luego entonces, ¿la SEP realizó un trabajo incompleto? ¿Porque la existencia de AFI en ciertas áreas? ¿Los podemos tomar como AFI? ¿Fue sólo una ocurrencia de cierta autoridad educativa? En teoría, los AFI tienen fecha de caducidad: el 30 de noviembre. Salvo en lo previsto en el Acuerdo 22/06/21 que contempla la ampliación del plan de atención de los educandos. Si ese fuera el caso, ¿cuál plan de estudios se atendería? ¿La RIEB 2011? ¿los aprendizajes clave? ¿la nueva escuela mexicana? ¿Los AFI? ¿Todos? ¿O sólo algunos de ellos? En dado caso, ¿cuáles tendrían razón de ser o existir?

Aunado a lo anterior, en el Acuerdo 16/06/21 dice que “en todos los grados y niveles se priorizará un enfoque que fortalezca y asegure los aprendizajes fundamentales para garantizar la permanencia y tránsito de las alumnas y alumnos”. Resultaría por demás esclarecedor contrastarlo con lo establecido en el Acuerdo 11/03/19, Artículo 6, en donde se sitúan a los aprendizajes esperados como los referentes de evaluación.

Por encima de todo, la relación que guardan con los aprendizajes esperados (unidad mínima curricular). Y ni qué decir de los aprendizajes clave entendidos como las competencias que deben mostrar y demostrar los estudiantes al término de sus estudios también conocidos como los rasgos del perfil y el perfil de egreso.

Hay maestros que me han dicho que no conocían y no sabían nada de los AFI. Otros refieren que sólo les dieron la referencia para que los consultaran en línea y por su propia cuenta. Algunos mas han expresado que les dieron el archivo electrónico sin más explicación al respecto. Supuestamente, la evaluación diagnóstica, promovida por la SEP en colaboración con las entidades federativas y el Mejoredu, toma como base los aprendizajes fundamentales. Pero una revisión somera a las tablas descriptivas utilizadas para dicha evaluación, los aprendizajes fundamentales de la evaluación diagnóstica guardan poca relación con los AFI. Quizá un análisis más profundo pudiera aclarar la situación. Muy probablemente se encuentren ciertas relaciones por su  origen, los planes y programas de estudio oficiales.

Pienso en los Aprendizajes Claves para la Educación Integral porque el Plan de estudios del 2011 dejó de utilizarse por indicaciones de la propia SEP. Es el momento de aclararlo y, de una vez por todas, que se cumpla con lo prometido: elaborar el modelo educativo de la Nueva Escuela Mexicana. ¿O ya desistieron en dicha empresa?

Los aprendizajes fundamentales imprescindibles son, a final de cuentas, aprendizajes esperados. Sí, pero del grado anterior al que se encuentre cursando el alumno. Hubiera sido conveniente brindar la fundamentación teórica y metodológica.

Los aprendizajes fundamentales imprescindibles (AFI) los determinó la SEP. La Ley General de Educación faculta a la SEP para la determinación de los planes y programas de estudio y recomienda considerar la opinión de los gobiernos de los Estados y de diversos actores sociales. Los AFI no son precisamente otros planes y programas de estudio pero sí hubiera sido conveniente que se derivaran de una previa consulta o someterlos por dicho tamiz. Aunque comprendo que fue una situación emergente que se atendió de manera urgente y prioritaria.

Tal parece que hizo falta una campaña de divulgación para darlos a conocer y capacitar a las maestras y los maestros amén de los directores y supervisores escolares y el resto de las figuras educativas implicadas en los procesos de enseñanza y aprendizaje como por ejemplo los asesores técnicos pedagógicos. Los AFI son y existen porque la SEP lo dijo la SEP, punto. Al menos lo hubiera decretado para que se hubiera cubierto con las formas. Son las tablas de Moisés del siglo XXI.

Carpe diem quam minimun credula postero

Facebook: SergioDunstan
Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net

Fuente: http://www.educacionfutura.org/aprendizajes-fundamentales-imprescindibles-las-tablas-de-moises/
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Chile: [Senado noticias] «En comisión de educación rechazan veto a estatuto de profesionales de educación»

América del Sur/Chile/12-11-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Noticiero semanal del Senado de la República informa del rechazo al veto presidencial producido en la Comisión de Educación de la Cámara Alta el 3 de Noviembre pasado.

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Educación canina centrada en el tándem perro-humano

Por: Karina Fuerte

Charlamos con Patricia Guerrero, creadora de Pat Educadora Canina, una comunidad y plataforma que alberga un gran número de recursos educativos sobre formación canina centrada en las personas, no únicamente en el perro.

México tiene mucho que aprender en el tema de derechos y protección de los animales. En un país donde el 70 % de los perros viven en situación de calle y el abandono de perros y gatos en áreas naturales es tan elevado que ha puesto en peligro muchas especies protegidas, la formación se hace indispensable. Y no me refiero a escuelas de adiestramiento canino al estilo César Millán (quien utiliza no solo teorías anticuadas, sino que fomentan la agresividad), me refiero a una formación centrada en las personas, en los humanos que conviven y cohabitan con los animales de compañía.

Hace unos meses tuve la fortuna de que me presentaran a Patricia Guerrero y su proyecto Pat Educadora Canina. Más que una educadora canina, Patricia se considera una divulgadora, improvisadora canina y formadora de “piracanes” (un piracan “es un perro que se siente libre, feliz y de vez en cuando rebelde”). El objetivo detrás de su proyecto es que humanos y perros aprendan a convivir y a comunicarse, a “conVIVIR a lo perro”. Nos presentó un colega en común no solo porque sabe que el tema me interesa personalmente, sino porque es consciente de que existe una enorme carencia de formación y sensibilización sobre los derechos de los animales en la educación formal. En el aula no se habla, o se habla poco, sobre este tema.

Charlé por un largo rato con Patricia, Pat como le llaman de cariño, vía Zoom y me presentó su proyecto y al equipo de formadoras que la apoyan. El sitio Pat Educadora Canina cuenta con cursos gratuitos y de paga, retos y mini cursos sobre temas clave como lenguaje canino, juegos de olfato y cómo viajar con perros. Además del Club Bienestar a lo Perro, una comunidad para “personas que se quieran sentir acompañadas en su proceso de mejorar su relación perro-humano”, Pat cuenta también con un podcast y una newsletter semanal a la que te puedes apuntar de forma gratuita. La plataforma que ha creado es, además de una comunidad, un verdadero repositorio de recursos educativos sobre aprendizaje canino.

Sobre esto último quise profundizar con ella para compartir con toda la comunidad del Observatorio la importancia que tiene fomentar desde temprana edad (¿y por qué no?, desde el aula) el respeto a los animales.

A continuación, comparto la entrevista que ha sido editada para este medio.

¿Por qué PAT es una escuela para las personas y no únicamente para los perros?

Mi visión respecto a la relación entre perro y humano es de equipo. Dependiendo su bienestar de nosotros, ya que somos los que decidimos sobre sus necesidades: salidas, comida, estimulación mental (sí, el perro también la necesita) y descanso.

El perro observa y conoce muy bien al humano. De hecho, se comunica continuamente con él. En cambio, el humano no tiene el mismo conocimiento sobre el perro. De manera que a quien hay que ayudar a entender, construir confianza, motivar y guiar es a los humanos.

¿Cuál es la diferencia entre este enfoque humano y el adiestramiento canino tradicional?

La historia nos demuestra que el adiestramiento canino sin tener en cuenta el bienestar del perro, no es una vía de respeto, y si hacemos el paralelismo con la formación, estamos discutiendo en la actualidad la urgente necesidad de dejar atrás la instrucción para emerger una formación centrada en las personas, por tanto, ¿por qué no plantear lo mismo para otro tipo de relaciones, como es la de humano – perro?

Cuéntanos sobre la metodología que utilizan, ¿cómo combinan la formación online con el juego?

Empecé este proyecto centrando todo el aprendizaje desde el juego canino, una manera divertida, amena y muy formativa de aprender.  Ahora le damos la misma importancia al juego canino como al humano.

La formación online te ofrece un abanico de infinitas posibilidades para llegar a todo tipo de personas y crear experiencias más allá de la pantalla. Así que, a través de aplicaciones, ejercicios, reuniones virtuales, grupos de conversación, entre otros, motivo a los humanos a jugar. También con sus perros :).

¿Es posible realizar una formación canina a distancia? ¿Cómo funciona?

La realidad supera a la ficción. Hace ocho años emprendí este proyecto con un sueño: llegar a muchísimos perros (a través de sus familias humanas) sin importar su contexto ni ubicación, de manera accesible y asequible. En aquel momento no fue fácil que el resto visualizara lo que tenía en la cabeza. Ahora es una realidad.

Los alumnos tienen acceso a múltiples formatos: vídeos prácticos tipo reto, audios, infografías, juegos, sesiones en directo… todo para enseñarles y motivarles a ponerlo en práctica en la vida ‘offline’. Y también diferentes tipologías de cursos: en directo (en tiempo real conmigo y sus compañeros), diferido (lo consumen a su ritmo y cuando quieren) y en acompañamiento a largo plazo (comunidad para sentirte guiado, apoyado y motivado a lo largo del tiempo).

Aprendes a través de la pantalla para aplicarlo al aire libre junto a los perros.

No creo que la diferencia esté en si nos relacionamos online u offline, sino de la profundidad de esa relación. Con las herramientas virtuales puedo guiar y enseñar en más profundidad que cuando solo era presencial. El seguimiento es mucho más cercano, y los alumnos pueden repetir y asentar los conceptos con más tranquilidad y eficacia.

¿Qué metodologías de enseñanza innovadoras utilizan?

La clave del aprendizaje canino es la práctica, así que, a través de retos, misiones caninas motivamos a pasar a la acción. Se tratan de ejercicios prácticos: cortos y muy poderosos. Enseñando al humano a conocer el porqué, y así saber aplicarlo en su caso en particular. Ahí reside la dificultad en la educación canina, saber ajustarlo correctamente a cada perro. De ahí que, potenciemos el sentido crítico y el conocimiento profundo de lo que se está haciendo.

Algo que difiere de lo que he podido observar en mi sector, es el trato de tándem en el equipo humano-perro. Ofrecemos herramientas para ambos, con el apoyo de profesionales en la psicología, didáctica y comunicación humana.

Así como en muchos otros aspectos de nuestras vidas, la comunicación es la base para relacionarnos. La convivencia con nuestros perros no es la excepción, la comunicación es clave y para lograrlo necesitamos entender el lenguaje canino. ¿Qué es el lenguaje canino y cómo podemos aprenderlo?

Igual que cualquier otro idioma requiere de conocimientos de las normas, observación y mucha práctica. En el caso de los perros la mayor parte de su comunicación es no verbal. A pesar de que el humano también se comunica muchísimo a través de gestos y posturas. En nuestro caso, la mayoría de las veces captamos los gestos de otros humanos de manera inconsciente.

Con los perros es fundamental poner conciencia y atención para entender lo que está comunicando. Igual que hacen ellos con nosotros, los que convivís con perros habréis notado el alto nivel de observación que nos ofrecen nuestros compañeros caninos. ¿Lo justo sería darles la misma atención, ¿no?

Con la pandemia y el confinamiento se dio un boom de adopciones y compras de mascotas, especialmente cachorros, y ahora que todos estamos regresando poco a poco a la “nueva normalidad” muchas personas están abandonando a sus perros. Lamentablemente esta es una situación que se viene dando desde mucho antes de la pandemia, ¿cómo podemos crear conciencia de que los animales no son juguetes ni objetos que pueden regresar?

La clave es empatía y conocer lo que requiere compartir la vida con un perro. Muchos humanos no conocen las necesidades reales de un perro. Eso junto a no ponerse en sus patas, provoca que tengan una visión distorsionada de lo que es convivir con un perro. Si a eso le sumamos el egocentrismo, tenemos perros llevando mochilas que no les corresponden.

Para mí la salvación es la educación desde la motivación. Creo que aprendemos mucho mejor enfocándonos en lo que sí y dejando de lado lo que no. Cuando un humano se siente juzgado, recriminado se cierra en banda, y al final toma decisiones drásticas como abandonar al perro. En cambio, cuando le ofrecemos alternativas, le comprendemos, apoyamos y no juzgamos… puede convertir esa situación desbordante en un reto divertido que superar en familia. Así que, la empatía y el conocimiento sería para todos: profesionales, familias, instituciones y un largo etcétera.

Sueño y trabajo por una sociedad con una cultura canina de base potente, donde la propia población condene ese tipo de prácticas desde el cariño. Y esto está en la mano de todos.

En este tema, me parece súper importante que el respeto a los animales, a las plantas y otras especies se enseñe desde casa y en la enseñanza básica. Muchas veces estas malas prácticas vienen desde el hogar, ahí las niñas y niños aprenden que un perro puede ser un regalo, un juguete más. ¿Tienen algún programa de formación o divulgación para niños?

A lo largo de los años he colaborado con múltiples proyectos educativos. Sobre todo, enfocados a niños en riesgo de exclusión social. Y es increíble como los propios niños reflexionan sobre prácticas de sus abuelos y padres respecto a los animales. Incluso son ellos mismos los que educan en casa.

Algunos entienden que sus abuelos no han sabido hacerlo mejor. Donde vivo, en Galicia, todavía es frecuente ver perros atados a cadenas toda su vida. Es algo que siempre se hizo así. A la par, observas como jóvenes tratan a los perros desde el respeto. El impulso desde las generaciones más jóvenes será la clave.

Estamos trabajando para entrar en las instituciones educativas con programas cortos, en formato taller, donde ofrecemos dos opciones:

  1. Material didáctico y guía didáctica para que puedan trabajar autónomamente con sus alumnos.

  2. Taller virtual en donde evidenciamos la necesidad de construir relaciones de respeto entre el ser humano y los animales, ya sean perros o cualquier otra especie. La educación es la única vía para cambiar las cosas.

Por último, cuéntanos sobre tu libro “El mejor educador para tu perro eres tú”, y danos alguna pista sobre el nuevo que estás escribiendo.

El libro ‘El mejor educador para tu perro eres tú’ es muy divulgativo. Una visión general del gran abanico de posibilidades que se abren ante uno cuando convive con un perro. Busca que humano y perro vivan una experiencia conjunta. Es un libro híbrido, combina contenido escrito y online. Es una manera fantástica de complementar y nutrir los dos mundos.

Y con esa misma premisa viene el nuevo, que empezó siendo un diario y ha evolucionado en algo diferente. Es un compendio de 50 retos caninos híbridos. Cada ficha tiene una propuesta por escrito complementada con contenido online. A través de juegos, vídeos, lecciones, muros virtuales para compartir experiencias además de la unión del juego canino y humano.

El libro ‘50 retos caninos’, pensado para iniciar a cualquier persona al mundo del canino y construir una relación increíble con su perro, ya está disponible en pre-venta en nuestra web pateducadoracanina.com. Ideal para regalar estas navidades 😉

Puedes encontrar más información sobre PAT Educadora Canina en:

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Y en pateducadoracanina.com

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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