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Educación, ciencia y género: un futuro global del que todos podamos formar parte

Por: Melina Furman/El español

En la escuela de la maestra Elisa se rompió la cañería que daba agua a la huerta que cultivaba con sus estudiantes de quinto grado. De pronto, no tenían cómo regar las hortalizas que habían estado cuidando con esmero y dedicación por varias semanas mientras estudiaban sobre el crecimiento de las plantas en distintos tipos de suelo.

Buscando la solución, a Juana, una de las alumnas, se le ocurrió una idea: podían recoger el agua de lluvia que caía sobre los techos de la escuela y guardarla para usarla en su huerta.

Pusieron entonces manos y mentes a la obra. Empezaron por recorrer la escuela y dibujar en grupos un esquema del edificio, buscando en qué techos podía acumularse agua que pudieran recoger.

Melina Furman: Las brechas de género de acceso a profesiones relacionadas con ciencia y tecnología de a poco se van cerrando

Melina Furman: «Las brechas de género de acceso a profesiones relacionadas con ciencia y tecnología de a poco se van cerrando»

El proyecto duró varias semanas. Los niños tomaron fotos, midieron y construyeron maquetas de la escuela y prototipos de canaletas para recoger el agua de los techos. Aprendieron a crear filtros para que el agua no se ensuciara con las hojas y tierra que caían.

Estudiaron sobre cuánta agua iba a requerir cada tipo de cultivo para sostenerse en el tiempo. Construyeron sus canaletas finales, y, junto con el profesor de arte, armaron una película en video contando cómo había sido su proceso de invención, que mostraron al resto de la comunidad.

En 2015, Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 sobre el desarrollo sostenible. Una oportunidad para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de la población mundial, buscando no dejar a nadie atrás.

La educación de calidad es uno de los grandes objetivos de ese desarrollo sostenible. En particular, fortalecer la educación en ciencia y tecnología de todos los estudiantes, y especialmente, de las niñas y adolescentes, es hoy una prioridad. Aunque en muchas partes del mundo, es una deuda aún no resuelta.

Los proyectos como el de la escuela de Elisa que combinan ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (o proyectos STEAM, por sus siglas en inglés) ofrecen una maravillosa opotunidad de acercar a los niños y niñas, desde pequeños, al conocimiento en ciencia y tecnología. Brindan terrenos fértiles para despertar vocaciones y animar a los estudiantes a pensarse como futuros profesionales en estas áreas.

Los desafíos locales y globales hacen que el compromiso con la comunidad sea un objetivo educativo urgente

En estos proyectos los niños son protagonistas en la resolución de problemas auténticos que los conducen a un camino de exploración, creación, debate, reflexión individual y colectiva de la mano de sus profesores.

En ese recorrido tienen que resolver problemas, aprender contenidos relevantes, discutir sobre posibles alternativas a seguir, evaluar los resultados, equivocarse y seguir adelante.

Así, van construyendo los saberes que van a necesitar para ejercer una ciudadanía plena en el siglo XXI. En tiempos en que los desafíos locales y globales hacen que la capacidad de pensar en otros, el compromiso con la comunidad y la creatividad sean objetivos educativos más urgentes que nunca.

Hemos visto una vez más en la pandemia de la covid-19 la importancia de la ciencia y la tecnología para resolver los grandes problemas de la humanidad. En particular, necesitamos inspirar a los niños y niñas de hoy en el estudio de carreras científicas y tecnológicas para el mundo en el que les va a tocar vivir.

La emergencia climática pone sobre la mesa la necesidad de seguir innovando para generar energías limpias a gran escala. Vamos a necesitar mucha inspiración y conocimiento colectivo para hacer frente a los problemas globales de energía, pobreza, alimentación y salud pública que siguen creciendo cada día.

Necesitamos más que nunca llenar las aulas de preguntas y de proyectos

Hoy, sin embargo, la ciencia que se aprende en muchas escuelas se parece muy poco a este escenario de nuestro ejemplo. Por el contrario, las clases suelen estar llenas de datos e información, de respuestas a preguntas que nunca ningún estudiante se hizo, de conocimiento acabado que los jóvenes repiten sin comprender del todo.

Diversos estudios muestran que los estudiantes, y especialmente las mujeres, no se imaginan a sí mismos en un futuro profesional relacionado con las ciencias o la tecnología porque no las consideran actividades apasionantes o sienten que no son para ellas.

En el mundo, las brechas de género de acceso a profesiones relacionadas con la ciencia y tecnología de a poco se van cerrando, pero aún queda mucho terreno por recorrer. En muchas áreas como la informática, las ciencias físicas o las ingenierías las mujeres aún tienen mucha menor presencia que los varones.

Por eso, necesitamos más que nunca llenar las aulas de preguntas y de proyectos. De invitaciones a desarrollar la curiosidad y el pensamiento crítico de cada estudiante. Un buen maestro, decía el filósofo inglés Alain de Botton, es alguien que logra quitarnos el miedo. El miedo de no poder.

Los desafíos locales y globales hacen que el compromiso con la comunidad sea más urgente que nunca

En el caso de la educación científica y tecnológica, tenemos la responsabilidad intergeneracional de ayudar a niños, niñas y adolescentes a que puedan ser y hacer más de lo que se imaginan para sí mismos.

A construir una plataforma de despegue para sus vidas. A darles herramientas para ser artífices de un futuro sostenible del que todos podamos ser parte.

***Melina Furman es bióloga, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), profesora asociada de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés en Argentina, y miembro del Consejo Asesor de la Organización de Estados Iberoamericanos. 

https://www.elespanol.com/enclave-ods/opinion/20210921/educacion-ciencia-genero-futuro-global-podamos-formar/613568646_13.html

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Paulo Freire está siendo

Por: Colectivo de Educadorxs Desde el Sur

Fuentes: La Tinta

El próximo fin de semana, se presenta “Paulo Freire. Semillas por otras educaciones”, un compilado a cargo del Colectivo Educadorxs Desde el Sur y editado por Ecoval Ediciones. Escrito en pandemia, el libro incluye veinticinco artículos de relatos, reflexiones y experiencias de más de 40 educadorxs, una entrevista al educador y referente Nano Balbo, y el arte gráfico de Noe Gaillardou. Un homenaje al maestro y una oportunidad para dialogar sobre los modos en los que el legado freireano atraviesa el presente

Paulo Freire hubiera cumplido este 19 de septiembre 100 años de vida, y todo el 2021 viene siendo un festejo. A lo largo y ancho del planeta, se celebran jornadas, congresos, encuentros. Podemos pensar, a propósito de esta fecha, que Freire no deja de nacer en cada uno de los diálogos que se realizan homenajeándolo, poniendo en el centro su obra como algo vivo, en movimiento, resignificada y perenne. Como una especie de coincidencia cabulera, en el 2020, se cumplieron 50 años de la primera edición del libro “Pedagogía del Oprimido” en 1970. Este libro, escrito por el pedagogo brasilero durante su exilio en Chile, al calor de las experiencias de alfabetización y educación popular, es una referencia fundamental en la formación de cualquier educadorx. Marcó un camino político y pedagógico fundamental, no solo en el Abya Yala, sino también en el mundo. Las fechas a veces nos remiten a ciclos largos y nos traen de vuelta, desde el pasado, momentos luminosos. La tarea de recordar, de resignificar y la invitación a escribir semillas es una manera de zambullirnos también nosotrxs en esa pedagogía viva que supimos conocer de la mano de sus libros.

Desde el Colectivo de Educadorxs Desde el Sur, durante el año 2020, en plena pandemia, convocamos a educadorxs y organizaciones, a recuperar y recrear en textos propios, reflexiones pedagógicas, sindicales y políticas del maestro. Una pregunta como puntapié, ¿qué aportan las palabras freireanas a nuestras prácticas educativas?, invitó a recuperar las propias experiencias, más que a discusiones conceptuales. Con el propósito de comunicar y visibilizar que la educación popular se encuentra en movimiento, y que, especialmente en Córdoba, numerosos espacios se reconocen en el camino de las pedagogías freireanas. 

¿Por qué Freire?

“No podemos existir sin interrogarnos sobre el mañana, sobre lo que vendrá,
a favor de qué, en contra de qué, a favor de quién, en contra de quién vendrá;
sin interrogarnos sobre cómo hacer concreto lo ‘inédito viable’
que nos exige que luchemos por él”.
(Freire, Pedagogía de la esperanza) 

Paulo Freire ha insistido en que las prácticas educativas no son neutrales, sino de naturaleza política. Su indudable vigencia se mantiene entre otros aportes, en las críticas a la educación bancaria y sus pedagogías, desocultando la matriz colonial que atraviesa al modelo pedagógico hegemónico, en los modos de vinculación con el saber y en las prácticas educativas. Estas ideas se actualizan ante un presente de crisis, que algunos llaman sistémica o planetaria, lo que no parece estar en crisis es el modelo neoliberal que la desencadenó, profundizando todas las desigualdades -de género, raza, clase, edad- y la exclusión brutal que existía previamente.

El libro “Paulo Freire. Semillas por otras educaciones” propone un diálogo con lxs lectorxs, para recuperar el debate profundo en relación a la urgencia de una Educación Transformadora en este tiempo. Que ubique en el centro de ese diálogo la condición de lxs oprimidxs de hoy y las formas de educarnos y construir el mundo que soñamos; más en estos momentos en que la derecha liberal capta exitosamente voluntades en los sectores populares, a través de un discurso que oculta el origen de la riqueza concentrada en unxs pocxs, provocando enfrentamientos entre lxs de abajo y desdibujando las relaciones de explotación.

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(Imagen: New Frame)

La pandemia y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio hicieron polvo el trabajo en espacios de formación colectiva, tal como estábamos acostumbradxs. Lxs docentes estábamos saturadxs de trabajo y lejos de lxs estudiantes así como de nuestrxs compañerxs, entonces, consideramos que era un momento importante para encontrar algún proyecto que nos mantuviera en movimiento, desde el diálogo, la producción de saberes valiosos que pocas veces nos detenemos a elaborar, sistematizar y socializar. Casi como una cuestión de supervivencia de los lazos, comenzamos una serie de intercambios y un trabajo que se acompañaba con las reuniones donde invitamos al maestro y educador popular Orlando Nano Balbo. De ahí surgió el texto de la Primera Parte: “Lo pedagógico en el centro: Freire no deja de interpelarnos”, que recoge las entrevistas que le hicimos.

Lo demás, fue osadía: le preguntamos a la genia de la Noe Gaillardou si nos diseñaba la tapa y, sorpresivamente, no tardó más que unos minutos en sumarse al proyecto. Luego, empezamos el trabajo de convidar a muchas de las personas con quienes compartimos la escuela y la militancia. Semana a semana, fue creciendo y armándose, con el entusiasmo de sumar participación y con la incertidumbre de no saber si íbamos a llegar con los tiempos. Se armó un grupo de trabajo que se puso al hombro la tarea de materializar el libro, para muchxs, la primera experiencia de este tipo.

Los aportes de más de 40 compañerxs militantes, educadorxs, docentes en los 25 artículos reunidos muestran -como dice el Nano Balbo- que Freire hoy “está siendo” y que nuestra forma de homenajearlo es asumir el enorme desafío de no parafrasearlo livianamente, sino de ser creativxs y responsables a la hora de comprender e intervenir en nuestra propia realidad. Participan compañerxs educadorxs principalmente de Córdoba, pero también de diferentes provincias del país, de México y Uruguay.

La presentación se realizará el sábado 25/09 a las 18 horas en Ecoval Librería Café, ubicada en la vieja estación de trenes de Unquillo. Se solicita reservar con anticipación y confirmar asistencia, debido a los protocolos vigentes para eventos y la capacidad del lugar. Pueden comprar el libro aquí.

Este libro es un homenaje al maestro que nos abrió caminos en nuestra América para hacer otra educación posible y una oportunidad para encontrarnos en la urdimbre de lo que vamos construyendo desde nuestros territorios.

*Por Colectivo de Educadorxs Desde el Sur para La tinta / Imagen de portada: Cultura Inquieta.

Fuente: https://latinta.com.ar/2021/09/paulo-freire-siendo/

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¿Qué son las referencias APA?

Por: EcoPortal

Todo proceso de pre o post grado termina cuando se realiza un trabajo de investigación. El documento en el que se exponen los resultados alcanzados por este trabajo de investigación teórico y experimental, se lo denomina tesis y se debe ajustar a un formato específico que podrás encontrar en Normas APA 2021, y que más adelante en este artículo te contaremos de que se trata.

Una tesis tiene dos partes destacadas: la escritura y la defensa. En esta última, ante generalmente un tribunal académico y acompañado de un tutor, el aspirante busca demostrar y convencer con sus argumentos la veracidad de los resultados que obtuvo en su investigación.

Con respecto a la forma de escribir una tesis, existen normas que deben respetarse, como por ejemplo, el estilo editorial que regula el formato de la escritura para asegurar una presentación clara y consistente ante el tribunal evaluatorio.

En toda tesis debe recurrirse a realizar citas y referencias para reforzar una idea o ampliar un texto. También para dar definiciones o argumentar sobre otros trabajos que complementan tu propia investigación

En este sentido, la American Psychological Association, fundada en 1892, creó estándares denominados normas APA, los cuales unifican una forma de presentar los trabajos escritos de investigación. Son reglas a nivel internacional diseñadas especialmente para proyectos de grado y trabajos de investigación en general.

La organización científica y profesional de psicólogos estadounidenses, dispuso para la presentación de las tesis, las siguientes reglas de trabajo con normas APA

Formato de los trabajos

Tipo de letra: Times New Roman

Tamaño de letra: 12

Interlineado: a doble espacio (2,0), con excepción en las notas a pie de página

Márgenes: 2,54 cm por todos los lados de la hoja

Sangría: marcada con el tabulador del teclado o a 5 espacios.

Alineación del texto: en margen izquierda.

Citas

Una cita en el texto en formato APA es transcripta y luego se pone a continuación el apellido del autor y el año de publicación separados por una coma entre paréntesis antes del punto final de la oración. Por ejemplo:

La cultura futbolística argentina se ha transformado en un espacio en el que la violencia se vuelve un estilo, un modo de actuar, una forma de entender la vida y de marcar la relación con el mundo (Alabarces Pablo 2012).

No es necesario indicar el nombre completo del autor ni el título de la fuente en la oración ya que entorpece la lectura y el lector puede consultar la fuente directamente buscando los datos completos en la lista de referencias, al final de la tesis.

Si le parece más destacado mencionar  el nombre del autor en la redacción, la cita en formato APA sería solo el año de publicación inmediatamente después del nombre. Por ejemplo:

Según Alabarces Pablo (2012), la cultura futbolística argentina se ha transformado en un espacio en el que la violencia se vuelve un estilo, un modo de actuar, una forma de entender la vida y de marcar la relación con el mundo.

Cabe aclarar que para evitar el plagio, siempre debe citar la fuente original cuando resume o parafrasea una idea que no es propio ni de conocimiento común. Cometer plagio no solo tiene una sanción moral sino que también es sancionado legalmente. El docente, alumno o investigador que incurra en esta práctica queda expuesto al desprestigio académico y sanciones institucionales establecidas.

Referencias

Al final de la tesis van las referencias bibliográficas, que son ni más ni menos que un listado con información completa de las fuentes citadas en el texto, que permite identificarlas ​y localizarlas  para cerciorarse de la información contenida allí o complementarla, en caso de ser necesario. Todo autor citado en el cuerpo de la tesis, debe figurar en esta lista de referencias.

Por ejemplo, la referencia de un libro en formato APA, lleva nombre del autor, año de publicación entre paréntesis, título del libro en cursiva, ciudad de publicación y editorial:

Alabarces Pablo, (2021), Crónica del aguante: fútbol, violencia y política, Buenos Aires, Capital Intelectual

https://www.ecoportal.net/temas-especiales/que-son-las-referencias-apa/
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La educación en España en 2021: fortalezas y oportunidades, según la OCDE

Redacción de Educaweb

Atraer a más personas para que estudien una FP de grado medio y disminuir el número de repetidores son algunas recomendaciones del informe Panorama de la Educación 2021: indicadores de la OCDE.

Contenido

Los retos del sistema educativo español

1.      Aumentar el porcentaje de personas con un título de FP de Grado Medio
2.      Reducir los ‘ninis’: España es el segundo país de la UE que tiene más
3.      Bajar el número de repetidores
4.      Renovar al profesorado
5.      Incrementar la inversión en educación

Los puntos fuertes de la educación en España

1.      España, reconocida por mantener la educación presencial en pandemia
2.      La población con educación superior supera a la que solo tiene estudios básicos
3.      Altas tasas de escolarización en Educación Infantil
4.      El 54% de las mujeres españolas cuentan con estudios superiores
5.      Disminuye menos la formación de adultos en España que en la OCDE durante la pandemia

¿Sabías que…?

Ficha técnica

 

¿Qué mejoras o dificultades ha tenido la educación en España en el último año? ¿Cómo ha afectado la pandemia al sistema educativo? El informe Panorama de la Educación 2021: indicadores de la OCDE, publicado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) intenta responder estas cuestiones.

 

El estudio, en el que ha colaborado el Ministerio de Educación y Formación Profesional, analiza los aspectos educativos que España necesita mejorar, como disminuir la tasa de repetidores y de población que no estudia ni trabaja, y da a conocer los puntos fuertes o resultados positivos del sistema educativo español, entre los que destaca el aumento de personas adultas con educación superior, por ejemplo.

 

Los retos del sistema educativo español

 

Algunos aspectos en los que el sistema educativo español debe mejorar cuanto antes, según el informe, son los siguientes:

 

1. Aumentar el porcentaje de personas con un título de FP de Grado Medio

En España solamente el 23,2% de los adultos tiene como titulación máxima la ESO o un título de FP de Grado Medio, mientras que la media de la OCDE alcanza el 42,5% de la población y el 46% en los 22 países de la Unión Europea que forman parte del organismo. Esto repercute en la desigualdad de oportunidades laborales e ingresos de la población española, advierte la OCDE.

«Sin embargo, tras varios cursos en los que la tasa de acceso a ciclos formativos de grado medio ha decrecido, los últimos datos apuntan a un ligero crecimiento que, de consolidarse, podría favorecer la reducción de las diferencias y un mayor equilibrio en el nivel de educación de la población adulta española«, indica el informe.

El informe también hace hincapié en que la pandemia ha aumentado el desempleo entre los adultos jóvenes, en particular entre los menos formados. Así, la tasa de paro en España entre los adultos de entre 25 y 34 años sin estudios de secundaria postobligatoria ha subido cuatro puntos en un año, hasta el 27,6% en 2020. En la media de la OCDE, esta misma cifra presenta un incremento en dos puntos, hasta el15,1%.

«Las tasas de desempleo en España son de las más altas de los países analizados y, para todos los niveles de formación, son más elevadas que las de la media de países de la OCDE y de la UE22. Un mayor nivel educativo supone una disminución en la tasa de desempleo«, apunta el informe.

2. Reducir los ‘ninis’: España es el segundo país de la UE que tiene más

La OCDE advierte a España que debe reducir el número de personas de 18 a 24 años que ni estudian ni trabajan, los llamados ‘ninis’, que ya son el 22% de los jóvenes de esas edades. De hecho, el país es el segundo de todos los estados miembros de la Unión Europea que forman parte de la OCDE con las tasas más altas de jóvenes en estas condiciones, después de Italia (24,8%),

Además, el aumento de ‘ninis’ se ha incrementado en un año más que en otros países de la UE22. Mientras que en el país el porcentaje de jóvenes que no estudian ni trabajan ha pasado del 19,2% en 2019 al 22% en 2020, en la media de la OCDE este incremento ha sido del 14,4% en 2019 al 16,1% en 2020.

Gráfico sobre la evolución de la formación de la población adulta en el 2000, 2010 y 2020

Imagen: Panorama de la Educación 2021: indicadores de la OCDE

3. Bajar el número de repetidores

España es el país de la OCDE con las tasas más altas de repetición del alumnado de 1º a 3º de la ESO: un 8,7% de estudiantes repiten curso, mientras que en

la OCDE solo lo hacen el 1,9% de los estudiantes y el 2,2% en la Unión Europea.

 

En 4º de la ESO, Bachillerato, Formación Profesional Básica y de Grado Medio, el porcentaje de alumnado repetidor también es mayor que en el resto de los países de la OCDE: repiten curso el 7,9% de los alumnos en España, cuando la media de la OCDE es del 3% y la de la Unión Europea del 3,3%.  Resulta imprescindible para el país reducir la repetición del alumnado porque esta se relaciona con el abandono escolar temprano y, por consiguiente, con la exclusión educativa y social.

 

4. Renovar al profesorado

 

La OCDE advierte que en los próximos años un grupo importante de docentes se jubilará en todos los países que forman parte del organismo, por lo que es importante realizar esfuerzos para atraer a la docencia a los profesionales más jóvenes y competentes, pues «la calidad del profesorado es uno de los indicadores determinantes del rendimiento de los estudiantes».

 

En España en particular, el profesorado de Educación Primaria con más de 50 años representa el 32,1% del total, inferior al 32,6% de la OCDE y al 35% de la Unión Europea. Y en secundaria, este porcentaje se sitúa en el 37,9% en España, el 36,4% en la OCDE y el 42% en la UE (ver gráfico).

 

El envejecimiento de los docentes puede aumentar los costes escolares, lo que a su vez limitaría los recursos disponibles para otras iniciativas, según el informe.

 

Gráfico sobre el porcentaje de profesorado en función de su edades por países

 

Imagen: Panorama de la Educación 2021: indicadores de la OCDE

5. Incrementar la inversión en educación

 

España ha invertido menos en educación que la media de los países de la OCDE. La inversión en educación resulta significativa en todos los países de la OCDE y de la UE22: en 2018, estos países han destinado una media del 4,9% y del 4,4% de su PIB, respectivamente, a educación, cuando en España esta proporción ha sido del 4,3%.

 

En Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato, la media de países de la OCDE redujo la inversión en educación entre 2012 y 2018 en 2,7 puntos porcentuales (p.p.), mientras que para España fue de 3,4 p.p. Asimismo, entre 2012 y 2018, el gasto en educación con fondos públicos se ha reducido en 3,8 puntos porcentuales en el país, mientras que en la media de la OCDE la reducción del gasto público en educación ha sido de 0,9 puntos porcentuales.

 

Los puntos fuertes de la educación en España

 

El informe Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2021, que analiza cómo se ha desarrollado la educación en España durante el curso 2020-2021, destaca algunos puntos fuertes del país en el ámbito educativo. Conoce algunos de ellos…

 

1. España, reconocida por mantener la educación presencial en pandemia

 

España ha sido uno de los países, junto con Costa Rica, Japón, Corea, Nueva Zelanda, Noruega y Suiza, que menos días ha cerrado sus centros escolares entre el 1 de enero de 2020 y el 20 de mayo de 2021. Así, los centros españoles de Educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato estuvieron cerrados una media de 45 días en ese periodo; en comparación, los cierres fueron de 55, 78, 92 y 101, días de media, respectivamente, en los países de la OCDE.

 

También es uno de los 16 países que han aprobado ayudas específicas dirigidas al alumnado con mayores necesidades y forma parte del 40% de los países analizados que ha reforzado el número de profesores durante la pandemia, con la contratación de 30.000 docentes, según el informe.

 

2. La población con educación superior supera a la que solo tiene estudios básicos

Por primera vez en España, la población con educación superior (un ciclo de grado superior o un grado universitario) ha superado a la que solo cuenta con estudios básicos (los tres primeros cursos de la ESO).  Así, el 39,7% de la población de 25 a 64 años cuenta con un nivel formativo superior, frente al 37,1% que ha estudiado los tres primeros cursos de la ESO y un 23,2% con estudios de 4º de la ESO, Bachillerato o ciclo formativo de grado medio.

 

A pesar de esta evolución positiva, que revela que el nivel educativo de la población española continúa subiendo, el porcentaje de adultos con estudios superiores continúa por debajo de la media de los países de la OCDE (42,5%) y de los 22 países de la Unión Europea que forman parte del organismo (46,0%).

 

Cabe señalar que la proporción de personas con un nivel educativo superior varía significativamente entre las comunidades autónomas. Por ejemplo, la proporción de población adulta de entre 25 y 64 años con un nivel de educación terciaria (estudios universitarios y ciclos de grado superior) varía del 26% en Ceuta al 53% en el País Vasco, una de las mayores variaciones regionales entre los países de la OCDE con datos disponibles.

 

3. Altas tasas de escolarización en Educación Infantil

El informe reconoce que España destaca por sus altas tasas de escolarización en Educación Infantilen comparación con la media de la OCDE y los 22 países de la Unión Europea que forman parte del organismo (UE22): el 39,6% de los niños de 0 a 3 años asisten a un centro educativo, según datos de 2019, mientras que en los países que forman parte del organismo esta proporción es del 24,9%, y en la UE del 22,4%.

 

En el caso de la segunda etapa de Educación Infantil, España presenta mejores resultados todavía: un 97,3% del alumnado de 3 a 5 años está escolarizada en un centro, frente al 87% de los países de la OCDE y el 90,9% de la UE22.

 

 

4. El 54% de las mujeres españolas cuentan con estudios superiores

Mujeres con estudios superiores aumenta en 2020

El país supera a la media de la OCDE en el porcentaje de mujeres de 25 a 34 años con estudios superiores: 54% de ellas han obtenido una titulación terciaria en 2020 frente al 52% de la media del organismo.

 

Asimismo, esta proporción de chicas con una titulación universitaria o de FP de grado superior supera a la de los hombres: en España, solo el 41% de ellos cuenta con estos estudios, frente al 39% de los países de la OCDE.

 

En general, en todos los países de la OCDE los hombres tienen menos probabilidades de ingresar y graduarse en la educación terciaria que las mujeres, afirma el informe. «Si los patrones actuales continúan, se espera que el 46% de las mujeres jóvenes de los países de la OCDE se gradúen con un título terciario por primera vez antes de cumplir los 30, 15 puntos porcentuales más que los hombres».

 

A pesar de los logros más altos, la tasa de empleo de las mujeres es más baja que la de los hombres, con una brecha mayor en los niveles educativos más bajos. Ellas también ganan en promedio el 76% al 78% de los salarios de los hombres, independientemente del nivel educativo.

 

5. Disminuye menos la formación de adultos en España que en la OCDE durante la pandemia

El aprendizaje permanente se ha convertido más que nunca en algo fundamental para que los adultos mejoren sus habilidades y vuelvan a capacitarse en un mundo cambiante; sin embargo, el porcentaje de personas adultas interesadas en recibir formación formal y/o no formal ha disminuido por la pandemia. Aun así, en España esta reducción ha sido mucho menor que en el resto de los países de la OCDE, apunta el informe.

 

En los países que forman parte del organismo, el número de personas adultas que se forman se ha reducido en un 27% de media entre el segundo trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2020 (es decir, durante el pico de la primera ola de COVID-19). Sin embargo, en España, la participación de la población adulta en formación y educación formal y no formal en este periodo solo se redujo un 5%.

 

Dado que el informe de la OCDE deja claro que aprender permanentemente puede ayudar a evitar el desempleo, desde Educaweb te invitamos a formarte y conocer algunos de los cursos formativos que te permitirán mejorar tus habilidades.

 

¿Sabías que…?

  • El informe de la OCDE apunta que las diferencias en el nivel educativo de las personas conducen a una desigualdad de ingresos muy marcada. Así, las personas con estudios superiores perciben retribuciones más elevadas que aquellas con estudios de la segunda etapa de educación secundaria, un 45% en España, un 53% en la media de los países de la OCDE y un 49% en los países de la UE. Además, la ventaja salarial de la población con nivel de educación terciaria se incrementa con la edad, los años de experiencia y mayores responsabilidades.

  • En España, entre la población adulta con educación terciara, están empleados el 82% de los españoles nativos y el 68% de los extranjeros. En los países de la OCDE, el porcentaje de personas nativas empleadas es del 86%, en comparación con el 79% de la población adulta extranjera con estudios superiores.

  • El salario del profesorado en España es, para todos los niveles educativos, superior al salario medio de los países de la OCDE. Sin embargo, esta retribución es alta al inicio de la carrera docente y moderada al final. De hecho, España es uno de los países en el que los docentes necesitan más tiempo, en concreto 39 años, para alcanzar el máximo en la escala salarial.

El estudio Panorama de la educación 2021. Indicadores de la OCDE (Education at a Glance 2021. OECD Indicators) analiza y compara las estadísticas nacionales referentes a educación de los 38 países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), así como de Arabia Saudita, Argentina, Brasil, China, Costa Rica, Federación de Rusia, India, Indonesia, y Sudáfrica.

En su edición 2021, el informe se centra en la equidad y el impacto del COVID-19 en la educación. Para ello, analiza el progreso de la igualdad educativa en los países de la OCDE y cómo se ha visto afectado en función del género, el estatus socioeconómico y el país de nacimiento.

https://www.educaweb.com/noticia/2021/09/21/educacion-espana-2021-fortalezas-oportunidades-19666/

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«No estamos aprovechando ni un 10% de los beneficios de la Educación Física en Infantil»

abc.es

Víctor Arufe, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de A Coruña y director Unidad de Investigación del Deporte Escolar, Educación Física y Psicomotricidad, explica en este artículo las cuatro esferas de mejora de la práctica de la actividad física.

El aula de Educación Infantil sigue siendo «un todo vale» para las autoridades políticas. Pese a que existen sólidas evidencias científicas de los beneficios de programas de Educación Física en la primera infancia está ausente en las aulas. Nuestros últimos estudios confirman que solamente se imparte una única sesión de 50 minutos de psicomotricidad o Educación Física en la mayoría de los centros de Educación Infantil, y generalmente mal impartida.

Esto implica, en muchos casos, que los niños pasen múltiples horas sentados en sus pupitres a lo que hay que sumarle las horas de inactividad física en el propio hogar, lo que provoca un excesivo tiempo del menor en posición de sedentación, con los problemas que conlleva, no solo a nivel motriz sino emocional o psíquico.

Al final, estamos cometiendo uno de los mayores crímenes contra la salud de los niños, siendo el sistema educativo y las propias familias cómplices de él.

Para cambiar esta situación necesitamos un currículo educativo que apueste sólidamente por el movimiento corporal en el aula de Educación Infantil, garantizando al menos a cada niño 90 minutos de actividad física diaria, a lo que habría que sumar como mínimo otros 90 minutos de actividad física en el hogar. De esta forma estaríamos cumpliendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que incide en la necesidad de que los menores de 6 años realicen al menos 180 minutos de actividad física diaria. Esto no es una recomendación, es ya una obligación política-educativa.

La nueva ley de educación sigue sin hablar de Educación Física en Educación Infantil, pese a su importancia en el desarrollo psíquico, motórico, social y afectivo-emocional de los niños. Además, es en la etapa de 0 a 6 años donde se instauran muchos hábitos de vida, incluso hay estudios que confirman que los niños que practican actividad física de forma regular tienen trayectorias positivas de actividad física en la vida adulta, disminuyendo así el riesgo de obesidad y potenciando un peso corporal saludable.

«Estamos primando en muchos casos nuestro interés como progenitores frente a los derechos del niño»

Debemos «airear» más a los niños. Si pusiésemos un podómetro a cada niño nos sorprenderíamos al ver cómo al final del día muchos no consiguen alcanzar la cifra de 10.000 pasos. Invito desde aquí a las familias con hijos pequeños a comprar un reloj de actividad física y medir la actividad física de sus hijos.

Nos interesa más comprarle un móvil o un dispositivo de pantalla para tenerlo entretenido y que no moleste, que inscribirlo en una escuela deportiva o llevarlo al parque a jugar, ambas actividades requieren de un esfuerzo por parte de los padres. Estamos primando en muchos casos nuestro interés como progenitores frente a los derechos del niño, su derecho a jugar en la calle, su derecho a tener una vida sana y su derecho a jugar con otros niños.

Limitar la actividad física en la etapa de 0 a 6 años es atentar contra la salud en la infancia. Diversos estudios confirman que la práctica de actividad física de forma regular produce mejoras hasta en 4 esferas del desarrollo humano:

Mejora a nivel motriz

La actividad física en niños se relaciona con una mayor competencia motriz, favorece el desarrollo psicomotor y el crecimiento y mejora el nivel de condición física de los escolares. La mejora de la condición física está relacionada a su vez con la felicidad, autoestima y salud emocional.

Mejora a nivel psíquico

Diversos estudios confirman que el ejercicio físico potencia y activa las funciones cognitivas, memoria, atención, concentración, favorece la neurogénesis, la plasticidad cerebral, la velocidad del pensamiento, disminuye diversos problemas vinculados a la salud mental como la depresión, ansiedad o estrés, además de favorecer diferentes variables psicológicas como la motivación, resiliencia, liderazgo, actitud, o la autoestima, tan importante en la población infantil. Algunos estudios confirman que 1 hora de actividad física diaria reduce un 10% la probabilidad de padecer síntomas depresivos.

Mejora a nivel social

La práctica de actividad física ha demostrado que favorece el trabajo de valores, ética y moral. A través de ella se potencia el cumplimiento de normas y reglas que tendrá transferencia a la vida adulta y favorecerá la convivencia social. A través de la Educación Física se puede trabajar de forma interdisciplinar aspectos tan importantes como la igualdad de género, habilidades comunicativas, educación vial, o el respeto a los otros.

Mejora a nivel afectivo-emocional

La actividad física es el mayor vehículo para potenciar la salud emocional de los niños. Durante los juegos motores y tareas motrices los niños experimentan una serie de emociones que solamente fortalecerán su salud emocional. El deporte es el mejor medio para potenciar y trabajar la ira, el miedo, la frustración, tristeza, la alegría, la rabia…además de otros valores como la empatía, cohesión grupal, entre otros.

El mejor fármaco para mejorar la salud emocional no lo fabrica ningún laboratorio lo producen los propios niños realizando actividad física.

Y no olvidemos que la práctica de actividad física en la infancia y de los progenitores está asociadas con niveles de práctica mayores en la adultez, lo que fomenta la doble vertiente de los beneficios del ejercicio físico, su función preventiva de patologías y enfermedades asociadas al sedentarismo y su función rehabilitadora de múltiples patologías.

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Another brick in the wall

Por: Eduardo Hernández de la Rosa

La migración forzada hacia lo virtual que se ha experimentado por parte de la educación como parte de las estrategias de continuidad educativa frente a un confinamiento crónico, se ha convertido en un espacio para prolongar la modelación cívico técnica que desarrolla la educación para la incorporación de las juventudes dentro del contexto laboral.

Esta migración “caería como anillo al dedo” ante los vaticinios de las megatendencias de automatización y digitalización que se planteaban por parte de la OCDE, no obstante, estos procesos traen consigo resistencias por parte de las juventudes que han mostrado la necesidad de realizar críticas y mostrar el desacuerdo existente sobre las formas de mantener la formación y las claras deficiencias de los sistemas educativos para hacer frente a la pandemia.

Así, la migración a lo virtual además de forzada y accidentada, también se convirtió en “otro ladrillo más en el muro” que acrecentó no solo las desigualdades estructurales, sino también las que corresponden a las distancias entre la juventud y el mundo adulto.

Recordemos que con la aparición de la universidad como institución que promovía el conjunto de procesos que alargaban la estancia del joven en su condición de imperfección y que buscaban dotar de una “función” práctica y útil a la sociedad a través de las “carreras universitarias” la institución educativa parcializó y se especializó aún más la modelación de las subjetividades juveniles generando campos en dónde se asignaron los talentos para beneficio de la sociedad.

Es por ello que la universidad es también un espacio que permite a ciertos sectores sociales, la emergencia de la juventud como condición social diferenciada respecto de la juventud en general, en tanto hay jóvenes no universitarios, la categorización de joven universitario inclusive expresa tensiones de clase y de consumos culturales, que dan cuenta de su identidad y su propia experiencia, por lo que un contexto universitario privado o un público  influyen en las experiencias juveniles, así como el contexto político-social donde se manifieste.

Recientemente, hemos podido constatar cómo es que los movimientos juveniles han causado ecos que impulsan la difusión de ideas o la pugna por acciones que a juicio de los movimientos deben realizarse encausados por manifestaciones de diferentes racionalidades y estéticas.

Si bien la juventud fue un efecto no deseado de la tecnología del biopoder expresado en la escolarización tanto en sus elementos masivos-biopolíticos, como en los disciplinarios-anatompolíticos, ha sido justo la omisión de la adaptación que ha dejado ver, que las experiencias juveniles desarrollan lo que Maffesoli propone como “socialidad” y que otorga cohesión entre los jóvenes más allá de la modelación de subjetividades que impulsa la socialización.

El escenario de la socialidad manifiesta procesos fraternos y que engloban un aprendizaje experiencial horizontal en detrimento de lo vertical. Así aún cuándo existen comportamientos que son disciplinados por pare de la tecnología del poder y que se expresan en la escolarización por medio del Curriculum, el Cuerpo y el Espacio.

La virtualidad provocó que  el Curriculum fuera dosificado en lo virtual, que el cuerpo se acoplara a los mecanismos de comunicación, tal como lo son las redes socioditales, al comportamiento se le disciplina mediante los requerimientos de poder mirar al cuerpo en determinados horarios y con determinadas posturas frente a los dispositivos de conectividad para “asegurar” la transferencia de los procesos de modelación formativa en lo cívico y en lo técnico, finalmente en el espacio, emergen la necesidad del profesor de observar a todos los miembros de su clase conectados desde una sola pantalla a modo de proceso de vigilancia panópticos que doten del cumplimiento de su labor modeladora para los dispositivos institucionales.

En este sentido, desde la juventud, las redes sociodigitales aparecen como una expresión que engloba un territorio y, con ello, una forma de ser y estar con otros, socialidad en la que aparece todo un lenguaje, una forma de atender, entender, comprender e interpretar, todo ello impulsa alcanzar una identidad dentro de la vivencialidad que otorgan las relaciones expresadas por la criptografía de la red, las identidades construidas, asimismo, se piensan las emociones, las relaciones y todo lo que nos construye como parte de una organización armoniosa pero efímera en la red, dejando entrever la posibilidad de la vida en lo artificial, de la emoción en los códigos y del cuerpo en virtualidad.

Esto trajo consigo la comprensión de los limites entre las redes sociodigitales institucionales y las privadas, cuyos limites eran impuestos al menos en dos sentidos, el primero, el juicio personal y de pugna al rechazar la comunicación institucional dejando “en visto” la información sin responder en el caso de aquellas que mostraban la entrega de la información, como lo puede ser whatsapp y telegram, pero también aparecen los limites por el tiempo, al mantener un cerco que ayudará a frenar lo coercitivo de la institución y sus tiempos desmedidos en la comunicación con las personas, al suponer que al mantenerse en confinamiento se mantiene una disponibilidad permanente.

Estas son dos manifestaciones de las resistencias establecidas por la juventud, las cuales tienen un impacto en las transformaciones e intercambios de los consumos culturales que los jóvenes realizan durante la pandemia y que permitieron la exploración de la experiencia juvenil desde lo íntimo, en los hogares.

No obstante, resta por analizar las tensiones que aplican los dispositivos institucionales a la cotidianidad escolar y su flexibilidad, la cual tuvo como principal propósito asegurar la continuidad de matricula y su consecuente egreso para insertarse en el cuerpo laboral.

Las adaptaciones que se hacen dentro del contexto familiar durante la pandemia y postpandemia serán dimensiones de análisis que deberán revisarse para efectos de conocer los impactos que se han tenido por la acción prolongada del confinamiento y la tensión por medio de las redes sociodigitales institucionales. De igual forma, esta migración generó estéticas para la comunicación entre pares y las relaciones estudiante-docente.

Con este panorama, pensar en la educación será también pensar en los efectos que tiene este proceso de modelación dentro de una migración forzada hacia los espacios de las redes sociodigitales, esperando por supuesto, encontrar más que que solo un simple ladrillo mas en el muro.

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La educación pospandémica: Tras el shock, quedémonos con lo bueno

The Conversation

Hay quien piensa, y defiende, que el siglo XXI comenzó en marzo de 2020. Si analizamos esa aseveración desde el ámbito educativo, podemos concluir que no va mal encaminada. Vivíamos (y vivimos) en la sociedad de las comunicaciones, de la información y las tecnologías, con multitud de recursos a nuestro servicio (plataformas telemáticas, aplicaciones de videoconferencia, recursos multimedia, etc.) que no se estaban utilizando de forma generalizada hasta que llegó la pandemia.

Una terrible crisis sanitaria a nivel mundial, y un confinamiento domiciliario de varios meses, han forzado a las instituciones educativas y, sobre todo, a los diferentes agentes de la comunidad educativa (profesorado, alumnado, familias, etc.) a adaptarse a la era de las tecnologías.

Si a ello sumamos la necesidad de asimilar, desde el curso pasado, interminables protocolos escolares repletos de indicaciones sobre distancias de seguridad, grupos burbuja, horarios de acceso y salida de los centros, limitaciones y prohibiciones, higienización, etc., tenemos que asumir que la educación pospandemia ha conllevado multitud cambios. Cambios de los que se pueden extraer muchas lecciones, algunas de las cuales nos deben servir para mejorar todo aquello que antes de la pandemia no se hacía correctamente.

¿Cómo se ha adaptado la comunidad educativa?

Si hubiera que realizar una clasificación sobre qué agentes educativos se han adaptado mejor a los cambios asumidos en la educación pospandémica, sin duda, los niños y niñas se llevarían el primer puesto. Aunque suene tópico, los menores nos han dado una lección al profesorado y a las familias en lo que a la asimilación de normas derivadas de la pandemia se refiere.

Sin quejas, asumiéndolo como algo intrínseco a la nueva normalidad escolar, y comprendiendo que es lo mejor para su proceso de enseñanza-aprendizaje, los pequeños han soportado horas con la mascarilla, han adaptado sus juegos en el patio del recreo, han normalizado la higiene de manos a todas horas, han realizado trabajos online si se requería, etc. En definitiva, han continuado con cierta normalidad su escolarización.

El shock de docentes y familias

Sin embargo, tanto docentes como familias sufrieron un fuerte shock, sobre todo durante la etapa de confinamiento. Fue necesario adaptar de un día a otro una docencia completamente presencial a una enseñanza 100 % online, algo que supuso grandes tensiones.

En el caso de los docentes, el confinamiento aireó diferentes grados de carencias en competencia digital. Tener que utilizar recursos TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación), plataformas LMS (del inglés Learning Management System) o sistemas de videoconferencia para impartir clase, y cambiar la metodología tradicional por metodologías activas, entre otros aspectos, han puesto de manifiesto la falta formación del profesorado en competencias digitales.

Durante el curso pasado, también tuvieron que soportar estoicamente muchas horas con mascarillas, estar constantemente pendientes del cumplimiento de normas y protocolos, acudir a formaciones específicas anticovid y asumir la incertidumbre de la vacunación con AstraZeneca (que estuvo varias semanas parada por los organismos sanitarios). A lo que se añadía la tensión vivida con respecto a los casos positivos acaecidos en los centros. Todo esto hizo que los docentes llegaran más cansados que otros años a final de curso.

Shutterstock / Oranzy Photography

La multitarea llevada al extremo

Por su parte, las familias se vieron, durante la primera fase de la pandemia (el confinamiento domiciliario), con la obligación de aumentar su carga de trabajo, perdiendo, en muchos casos, las redes de apoyo familiar (abuelos, tíos, etc.) con las que contaban y que suponían un magnífico soporte en muchas de estas situaciones. Esto provocó que padres y madres, además de afrontar sus quehaceres diarios, tuvieran que convertirse en profesores particulares, en técnicos informáticos, en expertos sanitarios, etc., viéndose además obligados a convertir sus hogares en aulas y oficinas.

Los núcleos familiares, que no estaban acostumbrados a pasar tantas horas juntos, se enfrentaron a tensiones crecientes. Este último curso, aunque los niños han acudido al colegio, las familias también han tenido que acatar protocolos centrados en los horarios y lugares de acceso al centro, distancias de seguridad en las puertas, higienización de materiales y vestuario, etc.

Lecciones positivas

A pesar de las tensiones y dificultades recientes, son varias las cuestiones que se han mejorado gracias a la pandemia. Mejoras que deberíamos mantener.

En primer lugar, ha mejorado la formación de los docentes, que en pocos meses se tuvieron que actualizar para mejorar la competencia digital. Debemos seguir teniendo como uno de los principales objetivos que todos los docentes estén al día con respecto al uso de las TIC y las metodologías activas, y no esperar a que llegue una nueva situación límite para hacerlo.

En segundo lugar, la optimización de tiempos y recursos. ¿Cuántas reuniones innecesarias se han evitado por no poder estar físicamente? Las reuniones y tutorías online con las familias han sido muy bien acogidas.

También se debe quedar la higienización continua de manos, la organización de accesos y salidas de los centros, las prohibiciones a los padres de acceder a los centros sin control, etc.

La educación postpandémica será, sin duda, más personalizada, tecnológica y adaptada al siglo XXI.

https://theconversation.com/la-educacion-pospandemica-tras-el-shock-quedemonos-con-lo-bueno-167381

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