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Entrevista a Paul B. Preciado: «El colegio y el ámbito doméstico están idealizados pero son dos de los espacios más violentos»

27 febrero 2017/Fuente: El Diario

  • Entrevista al filósofo Paul B. Preciado, que considera la escuela como un espacio de reproducción de violencias y propone una «red de escuelas transfeministas y queer» que permita superar este modelo
  • «No me creo que los docentes no experimentan cotidianamente los efectos de la violencia sexual y de género en la escuela»
  • «El problema no es la silla de ruedas sino la arquitectura no accesible».

Paul B. Preciado (antes conocido como Beatriz Preciado) es un filósofo feminista dedicado a los estudios de género y a la teoría queer, que entiende que la identidad sexual y de género de las personas es una construcción social. El suicidio del joven trans Alan ha vuelto a poner sobre la mesa la preocupación sobre el acoso escolar y la transfobia, y la semana pasada los  colectivos LGTBI se manifestaban en Barcelona para reclamar la implicación de la comunidad educativa en la respuesta al acoso vinculado a cuestiones de identidad sexual y de género. Preciado habla con El Diari de l’Educació sobre una escuela que considera un espacio de reproducción de violencias y propone un modelo educativo que permita superarla.

¿La escuela reproduce conductas homófobas o transfóbicas?

Tenemos una visión todavía idealizada del colegio, como un espacio para el aprendizaje de los niños, como si fuera realmente un espacio de libertad. No se trata simplemente de que el colegio reproduzca conductas homófobas, transfóbicas o estereotipos machistas, sino que es una de las instituciones claves donde se lleva a cabo el proceso de normalización de género o de sexualidad. Y éste es un proceso violento. Curiosamente dos de los espacios más violentos, el doméstico y el colegio, son aquellos que están más idealizados en nuestro imaginario como espacios de protección de la infancia. Hay que desmitificar estos espacios. En los años 60 se inicia una crítica, desde los movimientos feministas, homosexuales y más tarde movimientos transsexual y transgénero, de la violencia inherente a estos espacios pedagógicos, pero hay todavía mucho trabajo por hacer.

Hoy la institución colegio está en una crisis profunda. Por una parte, la transformación neoliberal ha supuesto un derrumbe de una institución que era fundamentalmente pública y vinculada a la regulación estatal. Nos encontramos por tanto en una situación inédita. Por una parte, tenemos que defender la institución colegio, como un derecho universal, pero al mismo tiempo, necesitamos criticar las violentas normas de género y sexuales en las que históricamente se apoya.

¿Y se está abordando este problema?

Hay ya mucha gente que está llevando a cabo esta crítica, pero necesitamos hacer visibles estas luchas y establecer alianzas. En el contexto actual del Estado español hay en cierta forma un retorno a los valores normativos, que son invocados en algunas ocasiones por la iglesia católica. El colegio es también espacio de fabricación de la identidad nacional, de normalización racial y religiosa… Necesitamos un colegio más abierto a la crítica, porque ¿qué significa una pedagogía que no acepta la crítica?

Tendríamos que hacer una marea de colegios para pensar colectivamente cómo queremos ser educados y educar a nuestras generaciones futuras. Nos falta creatividad, imaginación política cuando pensamos en el colegio. Me gustaría que hubiera un colegio que fuera suficientemente plástico, capaz de trabajar con la riqueza de todas las subjetividades posibles.

¿Cuál ha sido su experiencia en la escuela?

Yo crecí en un colegio católico de Burgos sólo para niñas, en el que yo era un caso de fracaso escolar. Gracias a una profesora que tenía un hijo autista y montó un grupo de ocho personas con una educación experimental, con una atención personalizada, de mucho respeto, yo pude salir adelante. Esa experiencia me cambió radicalmente la vida, no sólo porque en el colegio tradicional hubiera fracasado a nivel académico, sino también porque quizás no hubiera sobrevivido.

¿Lo que hacen falta son experiencias como esa?

Ese ideario de género, sexual, nacional, no se acaba en el instituto, se sigue reproduciendo. En el Programa de Estudios Independientes del MACBA que dirigí hasta el año pasado me sorprendía ver a mis alumnos, que estaban en nivel de doctorado, y que eran sociólogos o psicólogos pero nunca habían estudiado nada de feminismo ni de luchas anticoloniales. Reivindico la posibilidad de crear una red de colegios, institutos, pero también de centros de formación universitaria, donde se estudien el conjunto de tradiciones de resistencia minoritaria que han hecho posible construir una sociedad más democrática. Necesitamos una pedagogía radical para tiempos de crisis que nos ayude a construir un ciudadano crítico. Esta debería ser la tarea del colegio y no tanto la de reproducción.

Es crítico con el modelo de escuela inclusiva por el que se viene luchando desde hace unos años.

Hay iniciativas tanto pedagógicas como políticas muy respetable de aquellos que trabajan con una voluntad de crear una escuela inclusiva, pero somos muchos los que venimos de movimientos minoritarios y criticamos la idea de inclusión, porque supone tolerar al otro e integrarlo con la condición de que sea marcado como otro. Esto es lo que Foucault llamaba la “exclusión incluyente.” Uno de los grandes problemas de la escuela inclusiva es que el otro queda como una nota a pie de página en una escuela que no cambia. Se sigue practicando la misma pedagogía: se añade simplemente una silla para el “diferente”, el “discapacitado”, pero no se pone en cuestión la epistemología normativa de la escuela.

Lo radical sería hacer una crítica a la norma como eje de la pedagogía, hacer una pedagogía anti-normativa, en vez de incluir al que es diferente. En el caso de las normas de género y sexuales, no se trata de “incluir” al niño homosexual o transexual, sino de cuestionar la norma heterocentrada y machista del colegio que hace que toda disidencia de género y sexual sea percibida como patológica.

El modelo de escuela inclusiva no evita un caso como el de Alan.

El caso de Alan no es puntual ni es único, es uno entre tantos. Ahora se está hablando más de los casos de jóvenes trans, pero en el caso de niños y niñas queer, niños afeminados, niñas masculinas, niños y niñas son objeto de acoso y vejaciones. ¿Qué significa hacer una escuela inclusiva con una norma heterocentrada? Hace falta una pedagogía radical que incluya la increíble heterogeneidad de todos los alumnos. No se trata de incluir al que es diferente, sino de crecer en un ámbito pedagógico en el que la heterosexualidad no es la norma.

Lo que me asusta con el planteamiento inclusivo son los tratamientos excesivamente patologizantes o médicos de la diferencia: reducir la inclusión a la silla de ruedas o la transexualidad a disforia de género. El problema no es ese, el problema es la arquitectura no accesible y la normativa de género. Ahí está la diferencia entre una pedagogía inclusiva y la pedagogía crítica. Y no hablo de acabar con toda disciplina, sino de pensar colectivamente como construir un conjunto de contra-disciplinas críticas.

¿Hay escuelas que apuesten por un modelo así?

Como profesor en la New York University he tenido la suerte de conocer y he tenido alumnos que han estudiado en el instituto Harvey Milk. Me contaban su experiencia, la sensación de libertad, de por fin llegar a un lugar donde no tenías que sentirte diferente, fuera de un ámbito heteronormativo en el que tenías que explicar quién eras.

Pero son muy pocos los que tienen acceso a un colegio de este tipo.

Es un caso experimental, colegios singulares que pueden servir en un caso de emergencia para alguien que está sufriendo una situación de violencia. Yo defiendo más bien la creación de una red de colegios transfeministas y queer. No hablo de colegios que salgan de la nada, sino de colegios que ya existen, que salgan, por así decirlo, políticamente del armario, que digan que el alumno tiene derecho a experimentar con su propia subjetividad, colegios que se declaren abiertamiente no-heteronormativos y feministas, colegios donde los alumnos tengan derecho a procesos de cambio sin ser objeto de violencia por utilizar códigos masculinos o femeninos, que no se castigue al niño que con 7, 12 o 16 años se pone una falda. Lo pedagógico debería ser trabajar con esta plasticidad que es la base de la creatividad y la transformación social.

¿Entonces su propuesta es que los colegios den un paso adelante en defensa de un nuevo modelo?

Me parecería maravilloso que hubiera un conjunto de colegios que apostaran por una pedagogía queer y dijeran que apuestan en su currículum por una educación feminista. ¿Qué significa esto? Invocar las tradiciones feminista, anticolonialista, … Ahí radica el único cambio político en el que creo realmente. ¿Dónde están los cuerpos pedagógicos, las escuelas, los institutos, que decidan dar un paso al frente y decir que quieren constituir una red de colegios transfeministas y queer? A veces pasa por incluir en el currículum pequeños elementos que puedan hacer que se hablen de las cosas que no se hablan. Y si hay esta red podemos organizar, por ejemplo, toda una serie de talleres de formación.

Por ejemplo, en mi docencia de historia y teoría feminista en la universidad París VIII-Saint Denis en Francia yo incluí una serie de talleres de género en los que los alumnos y alumnas hablaban de su experiencia de normalización y experimentaban encarnando roles masculinos o femeninos. Era mucho más difícil hablar con los alumnos chicos, que creían que las cuestiones de feminismo y sexismo no les afectaban, hasta que se daban cuenta de que también se les estaba imponiendo un determinado modelo de masculinidad. Pero en el caso de las alumnas chicas, resultaba sorprendente ver que la mayoría de ellas hablaban de ser objeto de violencia.

La realidad es que la mayoría de docentes no ha oído hablar de teoría queer. ¿No les queda muy lejos esta propuesta de una red de escuelas transfeministas y queer?

Lo que no me creo es que los docentes no experimentan cotidianamente los efectos de la violencia sexual y de género en el colegio, porque son absolutamente transversales. Un docente que esté atento es consciente que hay alumnos que son objeto de vejación constante, la niña gorda, el tonto de la clase, el niño afeminado, la marimacho… Cualquier docente es consciente de que es urgente, que hay que actuar, que lo que ha pasado con Alan está pasando constantemente en todos los ámbitos de la educación. No puede ser como hasta ahora un acto heroico de un profesor aislado que decide incluir un tema en su trabajo pedagógico, tiene que ser una tarea colectiva.

La cuestión es que para llevar a cabo esta crítica el docente también tiene que criticar su propio modelo de género. En Francia, donde he trabajado más, hasta los años 80 una persona abiertamente homosexual no podía ser docente. Esto revela el alto grado de normalización heterocentrada de la escuela. También requiere un examen de autocrítica de los docentes y un examen de sus propias ideas heterosexistas o machistas.

Todo esto choca con un modelo escolar muy concreto. Lucas Platero nos recordaba  en una entrevista que desde la educación infantil el currículum evalúa si los niños y niñas pueden identificar su género y el de otros.

En lugar de un espacio de reproducción de la norma hay que pensar la escuela como un espacio de crítica. Puedes explicar que la sociedad funciona según estas normas, pero que dentro de este espacio nos vamos a permitir cuestionar esta norma para imaginar otras formas menos violentas de vivir. En mi caso la escuela permitió crear un mundo que era disidente con respecto a mi propia educación familiar, mis padre pudieron acceder a muy poca educación, y en cambio yo me convertí en un ávido lector, algo que no me aportaba mi entorno familiar. El colegio debería ser un espacio de disidencia crítica, un espacio experimental. Luego sería ideal que el parlamento funcionara de la misma manera, que todas las instituciones pudieran funcionar de este modo, en lugar de como dispositivos de reproducción de la violencia. ¿Cómo se hace? Que el conjunto de profesores que no quieren seguir reproduciendo este tipo de normas sociales y de género se unan para pensar cómo hacerlo de otra manera. Que den un paso adelante para elaborar una pedagogía queer. Es utópico, pero no imposible. Si no queremos que el caso de Alan se repita, no hay tiempo que perder, lo imposible es hoy lo necesario.

Fuente:http://www.eldiario.es/catalunya/educacion/espacio-domestico-idealizados-espacios-violentos_0_479802838.html

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Cuba espera ampliar su colaboración con la UNESCO

Cuba/27 febrero 2017/Fuente: spanish.china

Cuba espera ampliar la cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), informó hoy la cancillería de la isla.

Una nota publicada en el sitio web de la cancillería cubana, se informó de una reunión sostenida entre el presidente de la Comisión Cubana de la UNESCO (CNCU), Oscar León, y los jefes de las direcciones ministeriales vinculadas con la organización.

En la reunión, León y las autoridades dialogaron «acerca de las prioridades de trabajo conjunto para el futuro cercano», «repasaron el escenario actual de la UNESCO y marcaron los principales desafíos de esta etapa de trabajo en la Organización».

En el encuentro se conoció que la CNCU desarrollará en los próximos meses un conjunto de actividades para conmemorar el aniversario 70 del ingreso de Cuba a la UNESCO, el 29 de agosto del año 1947.

Dos meses y medio después, el 17 de noviembre, se fundó la CNCU, institución adscrita al ministerio de Relaciones Exteriores de la isla que tiene entre sus funciones servir al gobierno como órgano de consulta en las cuestiones referentes a la UNESCO en el país. F

Fuente noticia: http://spanish.china.org.cn/international/txt/2017-02/26/content_40360505.htm

Fuente imagen:http://www.venicethefuture.com/images/base/1708.jpg

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México: Niños construyen aula sustentable

México/27 febrero 2017/Fuente: El Siglo de Torreon

EL PROYECTO SURGIÓ A PARTIR DE LA INICIATIVA DEL ALUMNO MÁS INQUIETO DE LA CLASE, DE SÓLO SEIS AÑOS.

La maestra de primaria Diana Laura Cavazos junto a sus alumnos construyeron la primera aula sustentable del país. Un salón hecho de botellas de plástico que se alimenta de energía solar. Cuesta 70 mil pesos, es decir, 230 mil pesos menos que uno de concreto.

Diana es maestra de primero de primaria e imparte clases en el municipio de Matamoros, Tamaulipas. El proyecto surgió a partir de la iniciativa de su alumno Ricardo, de 6 años, quien es el niño más inquieto de su clase. Cuando la educadora Cavazos le propuso a la madre de Ricardo que fuera partícipe, ella dudó. «Maestra, pero Ricardo es muy inquieto, ¿cree que sí pueda?», le preguntó. La profesora no titubeó: «Un niño inquieto hace al maestro, siempre es bueno».

Diana decidió creer en el menor, puesto que no lo ve como un obstáculo. «Una de las problemáticas en México es creer que todos los niños inquietos sufren de déficit de atención», lo cual niega el neurólogo Ricardo Sevilla Castillo. En muchas escuelas no les permiten la entrada o no les prestan la misma atención que a los niños que destacan en clase.

Una de las inquietudes de Ricardo es la cantidad de basura en Matamoros y las inundaciones que ocasiona; la mayor parte de los residuos son botellas de plástico PET, éstas están hechas de polietileno tereftalato, material que sirve de envase para productos, como jugos y refrescos, por su resistencia y peso ligero.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), las botellas PET tardan 500 años en degradarse. En México, 8 de cada 10 botellas no son reaprovechadas. La Comisión Especial de Desarrollo Sustentable de la Cámara de Diputados sostiene que de las 800 mil toneladas de envases utilizados, sólo el 15 % se recicla, a diferencia de otros países europeos donde reutilizan hasta 90 %.

Con esta iniciativa, Laura participó en ‘Diseña el cambio’, una convocatoria a nivel nacional cuyo objetivo es que el maestro transforme su comunidad. La idea debe surgir de los niños y ser apoyada por los padres de familia. Además, en todo el proceso se involucra a la sociedad cercana a la escuela.

En un principio pensó en intervenir con un mural que reflejara los valores de la escuela, pero su alumno tenía un proyecto más ambicioso: «Un salón hecho de botellitas de refresco».

 LOS RETOS PARA DISEñAR EL CAMBIO

El salón no podía ser hecho únicamente de botellas PET, porque Matamoros se encuentra a 10 metros sobre el nivel del mar y el suelo no es firme. Para asegurar la integridad física de los niños, Diana buscó asesoría. En la ciudad, algunos arquitectos donan diseño, la profesora buscó uno dispuesto a ayudarle y así encontró a Rigoberto Leal Caballero, quien le advirtió de la dificultad del proyecto, pero la animó a hacerlo.

Requerían 8 mil botellas de dos y tres litros con forma cilíndrica. Según Rigoberto las botellas de 600 mililitros no les servían, puesto que son muy pequeñas.

En septiembre de 2015, comenzó el sueño que por momentos fue una pesadilla. Afuera de la casa de Diana y de los niños, los vecinos y conocidos llevaban bolsas llenas de envases, de todos tamaños, sucias y limpias.

Ricardo y sus compañeros de primaria asistían a posadas como ‘meseritos’ para recaudarlos, e inflaron los aplastados. Durante este periodo juntaron aproximadamente mil botellas.

En un primer intento por conseguir botellas, Diana acudió a Coca-Cola y ellos le rechazaron la ayuda. La profesora se sintió derrotada, pero no se rindió, después fue con Pepsi y no la dejaron pasar. En un último intento se dirigió a la empresa mexicana Big Cola, quien le brindó su apoyo. La empresa se comprometió a darle la merma de sus industrias en Puebla y Monterrey.

Cuando el proyecto estaba a la mitad. Coca Cola, quien en un principio se negó a brindar su ayuda, le dijo que tirara toda el aula y ellos asumían los costos para reconstruirla y le daban todo el material. Diana se negó a vender su proyecto: «Este sueño no se vende», dijo.

 UNIÓ A LA CIUDAD MÁS GRANDE DE TAMAULIPAS

A Diana, sus padres siempre le enseñaron a tirar la basura en su lugar. Su padre murió cuando ella iba en la preparatoria, por eso su madre se hizo cargo de ella y de sus cuatro hermanos. En el momento de elegir su profesión se inclinó por la docencia.

Por los pocos recursos con los que contaba su familia, tenía que estudiar y trabajar. Fue educadora de kínder hasta que estuvo en la universidad.

Como es profesora de tiempo completo, Diana impartía sus materias de ocho de la mañana a las cuatro de la tarde y después juntaba las botellas con Ricardo, sus amigos y algunos padres de familia. Diana es madre de dos niños, e incluso sus hijos le ayudaban a rellenar las botellas con arena y materiales de construcción, para que fueran más resistentes y duraderas; además, le pidió comprensión a su esposo y él le dio todo su apoyo.

Los 36 niños de su grupo ayudaron a rellenar los envases con ayuda de sus padres; no faltó la abuelita, el tío y los primos, todos convencidos del objetivo. Además, Ricardo y sus compañeros de clase elaboraron sus bancas con tablas y ropa usada que ellos mismos pintaron.

La educadora también organizó un reciclatón, donde una banda de Matamoros dio un show sin costo alguno para amenizar la recaudación. En este evento logró colectar 3 mil de las 8 mil botellas que necesitaba.

La educadora al ver que la cantidad de botellas necesarias era demasiada, también buscó apoyo de los medios locales de comunicación. Gracias a eso, logró conseguir el material. Incluso, uno de sus alumnos de preescolar se puso en contacto con ella para ayudarla.

La convocatoria fue muy grande y la cervecería Carta Blanca le propuso hacer el aula completamente de vidrio; aunque Diana los rechazó, no descarta la posibilidad de hacer más aulas. Además, Oxxo les donó los paneles solares, las baterías y la instalación, así se convirtió en un salón completamente funcional.

Los partidos políticos también la ayudaron, con mano de obra o en especie. La profesora nunca quiso recibir dinero, siempre pidió botellas, cal, cemento y todo lo que pudiera aportar al sueño de sus alumnos.

Su proyecto movió a Matamoros, la ciudad más grande de Tamaulipas: empresarios del municipio donaron todos los techos, gente mandaba camiones con arena y con blocks para la construcción.

 EL EJÉRCITO TERMINÓ DE CONSTRUIR EL AULA

Diana y sus alumnos tenían cinco meses para hacer el salón, faltaba una semana y aún no estaba terminado. La docente fue con el Ejército y les dijo: «Ustedes están aquí para ayudarme, háganlo». 80 jóvenes fueron a colaborar. Cuando el almirante conoció el aula, le dijo que era la más segura de Tamaulipas y probablemente del país, pues las botellas están rellenas con arena sílica, una mezcla hermética a prueba de balas. Un sábado por la mañana mientras construían el salón, ocurrió una balacera, el salón aún no tenía techo y «corrieron a donde pudieron». La escuela Franklin D. Roosevelt, de donde es maestra, se encuentra en el centro de Matamoros, por su ubicación es vulnerable.

Los principales cárteles se pelean por la «plaza principal», la delincuencia y el ajuste de cuentas es algo común para sus alumnos.

Según reportes del Semáforo Delictivo, Tamaulipas es el tercer estado más violento del país. Por eso la profesora quiere dar a conocer otra cara de Matamoros, «una más alegre».

La maestra y sus alumnos confían en que su iniciativa se replique en todo el país, fueron uno de los ganadores a nivel primaria del programa Diseña el Cambio. No recibieron remuneración, pero el proyecto transformó la vida de Ricardo. «Estoy muy emocionado por ganar, pero también porque nuestro mundo no va a estar lleno de basura», dijo.

Aunque la idea fue de Ricardo, el salón no hubiera sido posible sin sus amigos y el apoyo de Diana. Su alumno motivó a sus compañeros y a la maestra a crear el aula, un sueño que imaginó y que junto a su profesora se consolidó.

Actualmente a Diana la han invitado a participar en diferentes proyectos, como canchas ecológicas y le propusieron convertir el aula en una biblioteca de libros reciclados. Durante el proyecto, tuvo miedo, pero la unión la motivó a seguir adelante, «los maestros mexicanos somos guías para los niños, la escuela pública tiene la misma calidad que la privada y confío en mis alumnos como líderes de la transformación».

Cuatro pasos para el cambio

Cada año, en el mes de septiembre y con apoyo de la Secretaría de Educación, Diseña el Cambio lanza una convocatoria a nivel nacional, en la que se invita a todas las escuelas de Educación Básica (Preescolar, Primaria y Secundaria) públicas y privadas, a participar desarrollando proyectos que impacten de manera positiva a sus escuelas y comunidades, a través de una metodología de 4 palabras: Siente, Imagina, Haz y Comparte.

Estos pasos permiten a los niños y jóvenes demostrarse a sí mismos que el cambio es posible al adaptar la ideología «Yo puedo» y al expresar sus propias ideas para cambiar el mundo y ponerlas en acción. Gracias a su simplicidad, el día de hoy está presente en más de 40 países, siendo México el país número uno en participación.

⇒ Se organizó un reciclatón donde una banda de Matamoros dio un show sin costo alguno.

⇒ Se buscó apoyo de empresas refresqueras, una de ellas apoyó con la merma de dos de sus plantas.

⇒ La maestra solicitó el apoyo de medios de comunicación.

⇒ Una cadena de tiendas de conveniencia donó paneles solares, baterías y la instalación.

⇒ 80 miembros del Ejército ayudaron en la construcción del aula.

Fuente:https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1315893.ninos-construyen-aula-sustentable.html

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Venezuela: Las «Madamas» abren carnaval venezolano Patrimonio de la Unesco

Venezuela/27 febrero 2017/Fuente: El Nacional

Ataviadas con elegantes trajes multicolores, turbantes y collares, decenas de mulatas de un pueblo minero del oriente de Venezuela llamadas las ‘Madamas’ abrieron este domingo el Carnaval de El Callao, recientemente galardonado por la Unesco.

 Con cantos religiosos a ritmo de calipso, se celebró la tradicional Misa de las Madamas, que da el banderazo de salida a la centenaria festividad de este pueblo, ubicado a 850 km al sureste de Caracas y cuya población de 21.000 habitantes se triplica con la masa flotante que llega de todo el país en busca de oro a esta zona del estado Bolívar.

 «Estamos muy orgullosos. El reconocimiento de la Unesco nos compromete a seguir trabajando para engrandecerlo, no dejarlo caer pese a la situación del país», dijo a la AFP la recién coronada reina de las «Madamas» Josefina Briceño, una secretaria jubilada de 63 años, con traje dorado y turbante rojo que resaltan el color negro de su piel.

Venezuela sufre una severa crisis económica y una desbordada criminalidad que golpea con fuerza a El Callao y a otros pueblos de esta región rica en oro, donde operan bandas de mafiosos que se dividen el control de las minas.

Como todo en el país, el carnaval tampoco escapa a la polarización política. El gobernador de Bolívar, Francisco Rangel, es chavista y el acalde de El Callao, Coromoto Lugo, opositor. A la misa asistió la ministra de Turismo, Marleny Contreras, esposa de Diosdado Cabello, uno de los dirigentes más poderosos del gobierno, y representantes del Ministerio de Cultura, quienes entregaron a cultores del pueblo la distinción de la Unesco.

Pero más allá de la crisis y la política, la catarsis del pueblo empezó. Tras la misa, las «Madamas» (del vocablo francés «madame» (señora), con sus trajes elaborados en finas telas y vivos colores, desfilaron por las calles del pueblo, bailando calipso.

Esas mujeres, que recuerdan a las antillanas de habla francesa e inglesa que atendían las casas de los mineros, son los principales personajes del carnaval, junto con los diablos que resguardan las comparsas con látigos y enormes máscaras de cuernos y colmillos.

El Carnaval realza la fusión cultural de este pueblo fundado a mediados del siglo XIX por venezolanos, africanos, antillanos, ingleses, españoles, brasileños y franceses que exploraban la zona, rica en oro. Haciendo honor al carácter multiétnico y multicultural del Venezuela, el Carnaval de El Callao fue declarado el pasado 1 de diciembre Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Fuente:http://www.el-nacional.com/noticias/sociedad/las-madamas-abren-carnaval-venezolano-patrimonio-unesco_82862

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El Gobierno vasco prevé elaborar 28 leyes, entre ellas Educación, Cajas de Ahorros y modificación de la RGI

País Vasco/27 febrero 2017/Fuente: El Mundo

El Gobierno vasco tiene previsto aprobar 28 leyes a lo largo de la legislatura que acaba de arrancar. Según ha comunicado este domingo el Ejecutivo de Iñigo Urkullu, el martes se aprobará en el Consejo de Gobierno el denominado «Programa Legislativo de la XI Legislatura» que incluye un total de 28 proyectos que deberán ser remitidos al Parlamento Vasco para conseguir su aprobación y entre los que destacan una nueva Ley de Educación, la de Cajas de Ahorros, la de Medio Ambiente y Cambio Climático y la de modificación de la norma de Garantía de Ingresos e Inclusión Social.

Con este documento de trabajo sobre normas con carácter de Ley, el Gobierno vasco completa la presentación de sus intenciones para los próximos cuatro años tras aprobar en 17 de enero el programa de planes estratégicos y el programa de gobierno «Euskadi 2020» que puso en escena el lehendakari junto a todos los consejeros el pasado viernes.

El departamento de Lehendakaritza prevé enviar al Parlamento dos proyectos de Ley, una para erradicar la violencia contra las mujeres y otra para regular los centros de culto en la Comunidad Autónoma.

La consejería de Josu Erkoreka, junto al de Cultura, es el que prevé elaborar más leyes, cinco, en concreto la de empleo público vasco, la de transparencia, participación ciudadana y buen gobierno, la de organización y funcionamiento del sector público, la de modificación de la ley que regula las disposiciones de carácter general y la de modificación de la capacidad sancionadora de las administraciones públicas.

Desarrollo Económico e Infraestructuras llevará al Parlamento el proyecto de sostenibilidad energética de las administraciones públicas, la de movilidad sostenible, la de modificación de la anterior norma de desarrollo rural y la de puertos y transporte marítimo.

El departamento de Empleo y Políticas Sociales elaborará la Ley del sistema vasco de empleo, la de modificación de la Ley de garantía de Ingresos y para la inclusión social y la de atención y protección de la infancia y la adolescencia.

El departamento del socialista Iñaki Arriola únicamente prevé elaborar el proyecto de ley general de medio ambiente, cambio climático y conservación de la naturaleza.

Hacienda y Economía ha propuesto cuatro normas: la ley de aportaciones 2017-2021, la de Cajas de Ahorros y fundaciones bancarias, la del régimen de subvenciones y la del plan de estadística 2018-2021.

La consejera Cristina Uriarte llevará a la Cámara dos proyectos, el de Formación Profesional y el de Educación.

Cultura elaborará cinco leyes, la de patrimonio cultural, la actualización de la ley del deporte, la ley contra el dopaje en el deporte, la de gestión documental integral y la de acceso y ejercicio de las profesiones del deporte.

Seguridad y Justicia únicamente llevará una ley cada uno, la de modificación de la ley de Policía y la de Cooperativas, respectivamente.

El departamento de Salud de Jon Darpón no prevé elaborar ninguna ley en esta legislatura.

Fuente: http://www.elmundo.es/pais-vasco/2017/02/26/58b2b963ca47413a708b466e.html

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Atgentina: Deben cooperativas aportar a escuelas

Argentina/27 de Febrero de 2017/ elmundodeorizaba

El 80 por ciento de los recursos económicos de las cooperativas escolares concesionadas en escuelas de nivel medio superior, serán destinados a acciones de construcción y mantenimiento en infraestructura de la institución educativa, esto de acuerdo a la Gaceta Oficial emitida hace unos días por Gobierno del Estado.

En entrevista con el supervisor de la zona 023 nivel primera Estatal, Edgardo Odilón Martínez Vásquez, reconoció que no es el caso de las cooperativas de las instituciones de jardines de niños y nivel primaria porque en esta todos los alumnos son socios, pero sí en el caso de las cooperativas concesionadas de secundaria y bachillerato.

Sin embargo, de acuerdo a lo estipulado en la Gaceta Oficial del Estado emitida hace unos días y puesta en vigor el 17 de febrero del presente año por parte del Gobierno del Estado, dijo que es para las cooperativas concesionadas, que son las de nivel secundaria y bachillerato, las cuales fueron licitadas a través de una convocatoria y son los que cumplen ciertos requisitos.

Misma en la que se hizo hincapié que el 80 por ciento de los recursos obtenidos por la venta de alimentos deberán ser destinados para el mantenimiento de los planteles y conservación de la infraestructura física de los mismos, recursos que serán administrados por las autoridades de cada plantel educativo.

Y el 20 por ciento restante se aplicará para las tareas de superación educativa y apoyo a la actividad docente entre los sectores de la zona, y serán recibidos y administrados por las jefaturas de sector, inspecciones y jefaturas de enseñanza correspondientes.

“Por lo que bajo ninguna circunstancia, los recursos que se obtengan por los conceptos previstos en el decreto, se considerará como sustitutivos de la obligación de las autoridades financieras o educativas competentes a presupuestar y aplicar los recursos que el Congreso autorice para las tareas de mantenimiento y de superaciones escolares en los planteles educativos públicos en el Estado”, aclara el decreto.

En el caso del nivel preescolar y primaria, las utilidades que se generan las cooperativas escolares y de acuerdo al Reglamento de Cooperativas señala que el 40 por ciento debe ser utilizado en material de mantenimiento de la escuela, como papelería, productos de limpieza, entre otros.

Así como para traslados de los alumnos a viajes de competencia de los niños ya sea nacional o estatal y lo que decida el consejo de administración, pero no puede agarrarse para hacer convivimos o regalos ni viajes a Xalapa y demás.

El otro 40 por ciento se reparte entre los socios, es decir entre los alumnos al final del ciclo escolar y el 20 por ciento restante se guarda como un “fondo de reserva” que de acuerdo a lo que determine el Consejo Escolar algunos en la zona han comprado proyectores, computadoras, mobiliario, copiadoras entre otras.

No sin antes realizar un oficio al supervisor escolar competente y este debe autorizar la compra de ese fondo.

Aunó que de por sí, la escuela no recibe presupuesto de partida federal ni estatal, por lo que se sostienen en un 95 por ciento de las aportaciones de los padres de familia, el 5 por ciento de gestiones ante Espacios Educativos para la construcción de un aula, explanada o de programas de Reforma o al Cien.

Fuente: https://www.elmundodeorizaba.com/index.php/regional/regional-conten-ini/27327-Deben-cooperativas-aportar-a-escuelas

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Preguntas sobre xenofobia y educación

Por: Enrique Samar

No alcanza en las escuelas con decirles a los alumnos «no hay que discriminar». Tenemos un enorme reto.

Poco tiempo atrás, la comisión de Educación de la Cámara de Diputados reclamó a los rectores de todas las universidades públicas del país que informen la cantidad de alumnos extranjeros que cursan, en qué carreras lo hacen y de qué países provienen. Nunca fue explicitado el motivo. El diputado Eduardo Amadeo, (Unión Pro) uno de los impulsores de la medida, se limitó a decir: «Queremos saber a quién le ponemos la plata».

El evidente enfoque discriminador, casi policial, forma parte de una ola que se extiende por todo el planeta, y algunos en nuestro país están presurosos de mostrarse como abanderados. En lugar de plantear que es un orgullo para el país que hermanos latinoamericanos nos elijan para su formación, para algunos retrógrados es un problema.
Preguntas para el señor Amadeo y sus compañeros: ¿ Dónde estudiaron Juan José Paso, Mariano Moreno, Juan José Castelli, Bernardo de Monteagudo? Cuando en los manuales de la primaria leyeron «Universidad de Chuquisaca» ¿dónde creían que estaba ? ¿Juan José Paso, hijo de un panadero, se hubiera destacado en el Cabildo abierto? o ¿Juan José Castelli se habría convertido en el «Orador de Mayo» si no hubieran estudiado en la Universidad de Chuquisaca ? ¿Bernardo de Monteagudo hubiera redactado la proclama de la Revolución del 25 de mayo de 1809, el «Diálogo entre Atahualpa y Fernando VII», fundado el periódico «Mártir o libre», participado de la Asamblea del Año XIII…? ¿Podemos imaginar a Mariano Moreno como fundador de La Gazeta y miembro fundamental de la Primera Junta si no hubiera estudiado en la Universidad de Chuquisaca?
Pero esas expresiones no son una sorpresa en realidad, porque se suman al proyecto de cárcel para migrantes, la deportación y el aumento de los operativos contra extranjeros, la desarticulación del programa Patria Grande, que permitía regularizar la documentación de habitantes de Estados del Mercosur, y la arremetida contra los ciudadanos de países vecinos por utilizar los servicios de salud.
Roberto Samar, docente de la Universidad Nacional de Río Negro, en el artículo «Xenofobia y violencia», contó recientemente que según el Mapa de la Discriminación del Inadi, en la Argentina, de cada 100 personas, 71 considera que se discrimina mucho o bastante a las personas migrantes de los países limítrofes.
¿Por qué siempre hay un «ellos»? ¿Por qué siempre una discriminación en el sentido de jerarquización de los seres humanos: negros, indios, jóvenes, judíos, islámicos, armenios, gays, comunistas, mujeres, inmigrantes, pobres…? Porque, como dice Raúl Zaffaroni en el libro «La palabra de los muertos», son necesarios los prejuicios para poder dar verosimilitud al chivo expiatorio. Si el que no se aviene al respeto a las «jerarquías» es diferente se lo erige en enemigo de la sociedad más fácilmente, pero si es muy parecido es necesario elaborar la diferencia, crear al extraño, al extranjero, que por extraño siempre genera sospecha y desconfianza.
Entonces surgen otros interrogantes. ¿Hay xenofobia en la escuela? La cuestión es inquietante. Xenofobia en la escuela implica hacernos preguntas que van más allá de decirles a los alumnos y alumnas «No hay que discriminar». Por supuesto que todos sabemos de docentes maravillosos en todos los niveles, pero también es bueno reconocer que muchas veces, para muchos, los chicos son «bolivianos» aunque sean jujeños, aunque sean salteños, aunque sean porteños. En las escuelas tenemos por delante un enorme desafío.
La poetiza Adrienne Rich escribió: «Cuando alguien, con la autoridad de un maestro, describe el mundo y tú no estás en él, hay un momento de desequilibrio psíquico, como si te miraras en el espejo y no vieras nada». Jacques Rancière, cuando habla de los dispositivos que construyen sentido y visibilidad dice: «Vemos demasiados cuerpos que son contados por otros sin tener ellos mismos la palabra. El sistema funciona seleccionando las voces que interpretan».
Llevado a la escuela, nos encontramos muchas veces, como dice la escritora Mercedes Mainero, con chicos silenciosos y silenciados. ¿Los escuchamos realmente o los silenciamos? ¿Les damos la palabra?
En el libro Wiphay cuento cómo saludaba muchos veces a los chicos en la Escuela Nº 23 del barrio de Flores Sur en la Ciudad de Buenos Aires. «¿Kamisaki?», «Cómo estás» en aymara o con el saludo incaico «Ama Sua, Ama llulla, Ama quella» o con el tradicional mapuche «Mari Mari». A veces también los felicitaba en guaraní «Mayteí viapavé». No era un capricho o simple extravagancia. Era una forma de reconocer los idiomas que muchos de ellos escuchaban en sus casas. Era desde la autoridad de un director de escuela pública reconocer su existencia, valorar los idiomas de los pueblos originarios. Son nuestros idiomas.
¿Y con las cuestiones de género cómo andamos? ¿En cuántas escuelas se forman filas separadas de nenas y de varones? Si muere en la Argentina una mujer por día por femicidio, ¿no es urgente que nos pongamos a pensar qué más podemos hacer?
Mónica Santino, directora técnica de fútbol de chicas de barrios marginados, de villas, en «Historias debidas» de Ana Cacopardo dice: «El fútbol en los barrios es un elemento poderosísimo, indispensable por la manera en que ayuda a construir vínculos por cómo genera pertenencia, por cómo hace sentir que el aporte de cada uno es valioso, por la alegría que genera… Poder jugar, tener derecho a jugar, ya implica para las mujeres de los barrios una toma de posición. Superar los condicionamientos, romper con la división de tareas y atribuciones cristalizadas y naturalizada en años, para ganar el derecho al ocio y al juego, implica sacudir toda una estructura. Así, el fútbol, sin dejar de ser una diversión, resulta un catalizador para cuestionarse las condiciones cotidianas de vida». ¿Y si lo tomamos como una bandera en nuestras escuelas, para que las chicas dejen de mirar cómo juegan los varones?
De todas estas preguntas, surge la urgencia de una educación intercultural crítica y de una educación sexual integral que atraviesen todas las instituciones educativas.
(*) Autor de Whipay y de «Encuentros. Historias de luchas, desvelos y preguntas en la escuela pública».
Fuente: http://www.lacapital.com.ar/preguntas-xenofobia-y-educacion-n1346908.html

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