La Universidad Estatal de Haití y la Secretaría para la Alfabetización firmaron un convenio que permitirá a unos cuatro millones de personas aprender a leer y escribir, se informó hoy.
Ambas instituciones se comprometieron a hacer posible la alfabetización para todos como está estipulado en la Constitución de 1987.
Fritz Deshommes, rector de la Universidad Estatal, recordó que la carta magna obliga a realizar una ‘verdadera campaña de alfabetización’ y brindar educación a todos los niños sin distinción, así como encontrar los recursos necesarios para su participación igualitaria en el desarrollo nacional.
Actualmente casi uno de cada tres haitianos aún no sabe leer y escribir, y la tasa de alfabetización adulta no supera el 60 por ciento, según cifras de Naciones Unidas (2018).
En septiembre pasado, el presidente Jovenel Moïse pidió ampliar los programas de enseñanza en todo el territorio nacional, lo que permitirá que todos los ciudadanos adquieran las habilidades mínimas, aseguró.
Actualmente, el programa de enseñanza a adultos recibe apoyo de especialistas cubanos a través del método Yo sí puedo, y se encuentra vigente en cuatro de los 10 departamentos.
Haití fue pionero en la región al instaurar la Ley de Educación Obligatoria, sin embargo, su sistema educativo es uno de los más privatizados, con alrededor del 90 por ciento de las escuelas bajo la dirección de las iglesias, organizaciones no gubernamentales o pequeños empresarios.
Entre los principales náufragos de la pandemia destacan los niños y jóvenes (https://bit.ly/3ekj5qP) despojados del espacio público que les brinda la escuela y de la educación como mecanismo de socialización y construcción de ciudadanía.
Con el confinamiento global, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que más de 1600 millones de estudiantes fueron afectados por la parálisis y cierre temporal de las escuelas en más de 160 países (https://bit.ly/2Y6NymV). 40 millones de niños en edad preescolar son privados, con la pandemia, de cursar su primer año en ese nivel educativo (https://bit.ly/3g05zcW). En tanto que, se calcula, como mínimo, alrededor de 24 millones de niños y jóvenes que podrían abandonar definitivamente su enseñanza a raíz de los impactos de la crisis económica que se cierne. Ante esta situación, António Guterres, Secretario General de este organismo internacional, acusa que con ello se perfila “una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas” (https://bit.ly/3iQ73Z7).
A ello se suma el rezago –previo a la pandemia– de 250 millones de niños en edad escolar que vivían excluidos de la alfabetización y de la escolarización. Lo cual, en sí, es una crisis social de grandes magnitudes que se relaciona con los procesos de desigualdad extrema global y con los múltiples mecanismos de exclusión social que se territorializan de manera diferenciada entre las naciones.
Con la gran reclusión, los niños y jóvenes no solo son privados de un espacio físico como la escuela, sino del andamiaje institucional y simbólico que les permite participar en el proceso de enseñanza/aprendizaje y en la construcción de imaginarios y significaciones para representar el mundo y la realidad que les circunda. Es la educación –tras la familia– el principal mecanismo de socialización y de cultivo de las relaciones cara a cara de infantes y adolescentes que hoy día son relegados, sin alternativa, al ámbito de la privacidad y el anonimato. Imponiéndose con ello la atomización, la resignación, el social-conformismo, y la postración de la imaginación.
Ante el riesgo pandémico, desde el mes de marzo ganó terreno el proceso de formación en el Internet Way of Life. Pero este sistema de educación a distancia obvia las necesidades materiales y emocionales específicas de niños y jóvenes. A la ansiedad, estrés y angustia que, por sí mismo, supone el inducido encierro de los últimos meses, se suma la soledad y desconcierto de este grupo etario de cara al proceso de enseñanza/aprendizaje mediado por las tecnologías de la información y la comunicación. A ello se agrega también la mayor exposición de estos niños y jóvenes a la televisión y a sus oleadas publicitarias y propagandísticas que inundan con noticias falsas carentes de contenido didáctico y que enfatizan en un entorno negativo y en la entronización de un estilo de vida que estimula evasiones y adicciones como la junk food (comida basura o comida chatarra) y que los expone al debilitamiento del sistema inmunitario y a morbilidades como la obesidad y la diabetes.
Es en las sociedades subdesarrolladas donde se expresan de manera más radical los impactos de la pandemia y del confinamiento global. Particularmente, la brecha digital exacerba los tradicionales mecanismos de exclusión que prevalecen en los sistemas educativos nacionales, en lo que viene a conformar una era de la desconexión con 346 millones de niños y jóvenes (29% del total) sin acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (dato proporcionado por una UNICEF para el año 2017; https://bit.ly/2Y2J7te). La sociedad paradojal que vivimos es inédita por la vorágine de innovaciones tecnológicas, pero también por la creciente exclusión en torno al uso y disfrute de las mismas. Y ello marcha a la par de la propia ignorancia tecnologizada que supone, para aquellos ciudadanos que tienen las posibilidades materiales, accesar a la era de la información, pero no usar sus dispositivos para cultivar el proceso de enseñanza/aprendizaje y la formación de la cultura ciudadana.
México no está al margen de esos comportamientos y tendencias mundiales. Con un sistema educativo preñado de variados rezagos, centralista y culturalmente homogéneo por antonomasia, y capturado por múltiples intereses creados que subordinan la formación a lo faccioso, no solo enfrenta la insuficiencia de inversión pública (se destina 4.3% del PIB nacional y el 17% del presupuesto federal) en varios rubros como la infraestructura (escuelas rurales sin sanitarios y energía eléctrica; escuelas radicadas en regiones calurosas sin aire acondicionado; escuelas urbanas y rurales aún dañadas por los efectos de sismos de años pasados), el material educativo y la capacitación de los docentes de niveles básicos, sino que persisten en él limitaciones pedagógicas y didácticas que posicionan al país en los peldaños más bajos de las evaluaciones entre países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Hacia el año 2018, según estudios del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), alrededor del 85.6% del gasto público destinado a educación es absorbido por el pago de nóminas; pero, agregamos, ello desprotege la inversión en la llamada formación inicial del docente y en el uso efectivo de tecnologías de la información y la comunicación.
Cabe apuntar que con la pandemia y los confinamientos, en el país azteca se suscitó un fenómeno de deserción escolar masiva por diferentes causas, tras la experiencia del programa oficial “Aprende en casa”, con el cual se intentó finalizar –desde el mes de marzo– el ciclo escolar 2019-2020. Funcionarios del gobierno federal indican que alrededor de 800 mil adolescentes entre los 15 y los 17 años y que cursaban el tercer grado de su formación secundaria, no podrán continuar su formación de bachillerato (https://bit.ly/2PVjHtf). En ello incide el desinterés en su propia formación, pero también la necesidad impuesta por la crisis económica de contribuir al ingreso familiar a través de su trabajo. En el nivel de educación superior (licenciatura y posgrado) se calcula una deserción de 593 mil jóvenes (de un total de 4 millones 538 mil matriculados). Para el nivel básico (pre-escolar y primaria) y medio básico (secundaria), se calcula que 2.5 millones de niños y jóvenes (el 10% del total inscritos) abandonarán la escuela definitivamente en medio de la pandemia (https://bit.ly/3avETiM). Cabe mencionar también que en el ámbito de la educación privada –que atendía a 5.5 millones de estudiantes–, con la pandemia se vieron obligadas a cerrar 30% de las escuelas; al tiempo que se proyecta una reducción del 35% en sus matriculas dentro de los niveles básico, medio básico, y medio superior (https://bit.ly/311rHPL).
Esta deserción escolar tendrá impactos en la desigualdad de género y en problemas de salud pública como la nutrición y los embarazos no deseados. En este último rubro, el Consejo Nacional de Población proyecta que con la pandemia existirán alrededor de 171 mil embarazos no deseados más entre mujeres de 15 y 34 años de edad; y de ese total, 35 mil 813 embarazos corresponden a adolescentes en el rango de edad de los 15 a los 19 años (https://bit.ly/2YajA1r), y que se suman a los 390 mil 89 mujeres entre 9 y 19 años que fueron madres en años previos. Es muy probable que exista una correlación entre este fenómeno y la deserción escolar de los últimos meses.
Ante estos antecedentes mínimos, el pasado 3 de agosto la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció el inicio del ciclo escolar en los niveles básico, medio básico y medio superior para el día 24 del mismo mes. Oficialmente, se apela a las posibilidades que abre la difusión de contenidos educativos a través de la televisión y la radio.
Al 15 de agosto se registraron en México 511 269 casos de contagio por Covid-19 y 55 908 muertes a causa de esta enfermedad; cifras aceleradas por la presencia de co-morbilidades como la diabetes, la hipertensión y la obesidad. Y con una proyección, hacia noviembre y diciembre, de entre 140 mil y 153 mil 189 muertes –respectivamente– por el nuevo coronavirus, en caso de relajarse las medidas preventivas (https://bit.ly/2PDKzxJ), son –en realidad– pocas las opciones reales con que cuenta el país para continuar con el despliegue del proceso de enseñanza/aprendizaje entre los grupos etarios en cuestión.
Aunado ello a la brecha digital ahondada con la pandemia, pensar en una comunicación sincrónica a través de la Internet entre el sistema educativo, los docentes y los estudiantes, resultaría una opción inviable y hasta imposible. Quienes padecen la pobreza extrema, sea en el medio rural o en las urbes, no solo son víctimas de este flagelo social, sino que están al margen del teletrabajo, la educación a distancia, el comercio electrónico y del entretenimiento en línea. La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019, levantada por el INEGI, indica que solo 23.4% de los hogares rurales cuenta con acceso al Internet; en tanto que en el medio urbano es el 65.5% de los hogares los que cuenta con conexión a esta tecnología. A su vez, solo el 45% de la población que ocupa el estrato económico bajo es usuaria de internet (en contraste con el 92% en los estratos económicos altos). Y aun cuando la población pobre cuente con algún ordenador en sus hogares, no accesan al Internet por carencia de ingresos y porque en su localidad no se provee dicho servicio.
La televisión y la radio cuentan con una cobertura e impacto masivos en el país (32.2 millones de hogares poseen el primer aparato; algo así como el 92.9% del total), y se presenta –mucho más que la Internet– como una opción viable para hacer llegar contenidos educativos a los estudiantes de primaria y secundaria. Sin embargo, surgen varios inconvenientes, a saber:
a) La televisión y la radio no son sustitutos del proceso de enseñanza/aprendizaje que precisa de la relación cara a cara y de todo el proceso de socialización que le circunda. No sustituyen al docente ni el ejercicio y adopción de metodologías pedagógicas y didácticas porque, en esencia, se trata de una comunicación unidireccional donde el estudiante es un simple receptor pasivo de contenidos.
b) Si no existe un encauzamiento dado por el docente y los padres de familia, se corre el riesgo de que estos medios masivos cumplan más una función de entretenimiento y –bajo el supuesto de que los niños y jóvenes no pierden el tiempo– de falso confort, que de fuente de aprendizaje real y de asimilación de nuevos conocimientos. Entonces se abriría la posibilidad de que solo sean asumidos los contenidos como una opción para “tener ocupados a los niños y jóvenes” mientras los padres de familia se descargan de su responsabilidad en el proceso educativo.
c) A primera vista, parece ser que no será aprovechado el potencial del magisterio y la experiencia adquirida por este gremio entre marzo y julio del presente año durante las distintas fases del programa “Aprende en casa”. Entonces, será la televisión la que llevará la voz cantante en la transmisión de contenidos educativos; y aunque ello garantiza un alcance y cobertura masivos, no asegura en lo más mínimo –por sí misma– un aprendizaje sustancioso, corriéndose el riesgo de nulificarse sus efectos. Entonces, se diluye toda posibilidad de mediación pedagógica entre los conocimientos emitidos y el sujeto que aprende, pero que es reducido a receptor pasivo de contenidos unidireccionales.
d) Se le otorga centralidad a la televisión en el proceso de enseñanza/aprendizaje cuando su papel sería el de erigirse en un instrumento o herramienta de cobertura masiva, en un vehículo que acerque a conocimientos generales, pero que no reemplaza la relación humana que supone la formación escolar, ni atiende las especificidades y necesidades de las comunidades locales.
e) Como no existirá proceso de enseñanza/aprendizaje en estos meses de educación a través de las pantallas de televisión, el pensamiento crítico será lapidado y desterrado de toda acción orientada a la formación escolar. Lo que se presentará será un ejercicio de difusión unilateral de información que no incentiva el ejercicio del razonamiento y de juicio fundamentado.
f) Para adoptar este programa de educación a distancia y de transmisión de contenidos escolares a través de la televisión, ese mismo día del anuncio se firmó un Acuerdo Nacional por la Educación entre el gobierno federal y cuatro emporios privados de la comunicación masiva (Televisa, Tv Azteca, Imagen y Grupo Multimedios). Un acuerdo que les reportará –en un proceso de transferencia de riqueza pública a manos privadas– 450 millones de pesos (alrededor de 22.5 millones de dólares); lo cual no solo incrementa el precio de sus acciones en los mercados de valores (Televisa tuvo, tras la firma del Acuerdo, un incremento bursátil del 15% y Tv Azteca del 18%; véase https://bit.ly/3126aGO), sino que les posiciona –a través del ejercicio de su capitalismo filantrópico– como entidades protagónicas en la agenda educativa nacional, y les brinda respiración artificial ante la retracción y agonía –durante los últimos años– de este negocio privado (https://bit.ly/3g1k6oL) y la emergencia de otras opciones de entretenimiento para la población. Con más de 30 millones de estudiantes, un millón y medio de docentes, y varios millones de padres de familia atentos al televisor, estos consorcios conformarán una nueva audiencia cautiva para sus contenidos.
En ello, los riesgos son evidentes: los propietarios de las concesiones de estos medios no solo son los hombres más ricos del país, sino que son los líderes de las campañas de desinformación y tergiversación semántica a que está sometida diariamente la población. Entonces, la comunicación será directamente entre estos mass media privados y los estudiantes reducidos a receptores pasivos, en el marco de prácticas verticales y unidireccionales sin mínima mediación pedagógica y didáctica. En suma, evidencia la claudicación del Estado en el esfuerzo de transmitir contenidos educativos desde las concesiones públicas y los tiempos públicos oficiales, así como la entronización de la racionalidad tecnocrática en la gestión de la educación como bien público.
Como lo analizamos en otro espacio (https://bit.ly/3fPmlfz), la universidad enfrenta serios desafíos con la pandemia, y ello se extiende a los procesos de enseñanza/aprendizaje suscitados en los niveles básicos de la formación escolar. Justo en la educación primaria y secundaria se precisa del retorno a lo local para evitar reproducir esquemas unilaterales, unidireccionales y centralizados de gestión educativa. La escuela solo será rescatada desde esa escala territorial y desde la participación activa de autoridades educativas, docentes, padres de familia y estudiantes, si existe una oposición a modelos pedagógicos verticales, uniformes y homogéneos creados desde el escritorio y sin referencia a las necesidades específicas de los niños, jóvenes y comunidades. México es un país culturalmente megadiverso en sus regiones y sitiado por problemas públicos multifactoriales y de distinta índole. Ello exige el despliegue de la imaginación creadora por parte de los docentes, más que su papel de simples apéndices de la televisión y de vigilantes de las instrucciones recibidas por los estudiantes a través de la pantalla.
Se trata de ir a contracorriente de la verticalidad y unilateralidad, y apostar a crear espacios y experiencias de comunidad a través de distintos medios y dispositivos para restablecer el vínculo pedagógico. En ello jugarían un papel central los consejos escolares y demás órganos colegiados para que, desde cada escuela, colonia o pueblo, se elijan los contenidos y didácticas acordes a las necesidades de los niños y jóvenes. En suma, restarle protagonismo a la televisión en el proceso de formación, es un asunto de imaginación y metodología, pero –sobre todo– de voluntad política de todos y cada uno de los implicados en el sistema educativo nacional.
Investigador, escritor mexicano y autor del libro La gran reclusión
y los vericuetos sociohistóricos del coronavirus. Miedo, dispositivos
«Es importante la prevención de la violencia, tanto de la victimización como de la agresión, ya que los datos indican que la violencia es un círculo vicioso; ser agresor o víctima conlleva un alto riesgo de desarrollar el rol inverso, consolidando y aumentando la violencia dentro y fuera de la escuela», señala Raquel Espejo, alumna de doctorado de la Universidad de Córdoba que ha realizado esta investigación.
La Universidad de Córdoba y la Universidad de Cambridge colaboran desde hace mucho tiempo para investigar aspectos relacionados con la violencia y así ayudar a disminuir los riesgos y prevenirla. Y una de sus recientes investigaciones detectaron que ser víctima de acoso escolar es un factor de riesgo para desarrollar conductas violentas en casa hacia la familia y en el colegio.
Ambas entidades llevan tiempo analizando la violencia, que se manifiesta de múltiples formas en distintos ámbitos de la vida y sigue genera graves consecuencias en diferentes áreas (sociedad, la economía, la salud de las personas y las relaciones). El inicio de comportamientos violentos puede ser visible desde la infancia y la adolescencia por lo que estudiar qué aspectos motivan el desarrollo de estas conductas y cuáles los frenan son, para los investigadores, elementos claves para su prevención.
Así, en esta investigación investigación, los autores han estudiado posibles factores de riesgo y protección para la violencia y han comprobado de este modo si se pronostican comportamientos violentos meses o incluso años antes de que se desarrollen.
Concretamente, el estudio se ha centrado en conocer si la moralidad, la victimización, la empatía y las competencias sociales y emocionales predicen la expresión de diversas conductas violentas en niños y adolescentes en diferentes contextos, incluyendo la escuela y el entorno familiar. «Estas conductas se refieren, por ejemplo, a conductas problemáticas en casa, incluyendo violencia física contra los padres, hermanos y hermanas; en la escuela, incluyendo violencia física contra el profesorado y compañeros; y otros entornos, incluyendo mala conducta en público», explica Raquel Espejo Siles, alumna de doctorado de la Universidad de Córdoba que ha realizado esta investigación durante su estancia en el Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge gracias a una de las becas ELMER de la Diputación de Córdoba.
En la investigación participaron 871 estudiantes de diferentes centros educativos de Andalucía de entre 10 y 17 años, a los que se le han realizado dos cuestionarios, uno en junio de 2017 y otro en junio de 2018.
Entre las conclusiones que vieron los expertos está que ser víctima del «bullying» es un factor de riesgo para desarrollar conductas violentas en casa hacia la familia y en el colegio. Se evidenció asimismo que aquellas personas que eran violentas en público o en clase tenían puntuaciones más alta en desconexión moral, lo que significa que solían buscar excusas para que estos actos parecieran menos graves de lo que en realidad eran.
«Encontramos que la violencia empleada directamente hacia las personas se relacionaba con la tendencia a tomar decisiones impulsivas y con una motivación ciega para lograr los propios objetivos, sin pensar en las desventajas o consecuencias negativas del uso de la violencia», revela Raquel Espejo.
En la escuela se verifica que puntuaciones altas en competencias socioemocionales como la conciencia social, la autogestión, la motivación y la toma de decisiones son, sin embargo, factores de protección contra la violencia.
Los datos muestran que la reducción de la victimización en el ámbito escolar podría ser eficaz para disminuir la violencia en diferentes contextos en el futuro. «Es importante la prevención de la violencia, tanto de la victimización como de la agresión, ya que los datos encontrados en esta y otras investigaciones indican que la violencia es un círculo vicioso; ser agresor o víctima conlleva un alto riesgo de desarrollar el rol inverso, consolidando y aumentando la violencia dentro y fuera de la escuela», señala Raquel Espejo, que ha trabajado junto a Izabela Zych, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba y parte del grupo de investigación LAECOVI – Laboratorio de Estudios sobre Convivencia y Prevención de la Violencia en cuya línea de investigación se enmarca este estudio. El estudio también ha contado con la participación de David P. Farrington, catedrático de criminología de la Universidad de Cambridge, y Vicente J. Llorent, profesor del Departamento de Educación de la Universidad de Córdoba.
Según refleja esta investigación, capacitar a los adolescentes para que revalúen sus metas y las consecuencias de su comportamiento violento podría tener un impacto en la disminución de la violencia más adelante. Además, enseñar diferentes estrategias para resolver los problemas de forma diferente podrían ayudarlos a comparar y hacerles ver el alto coste individual y social que tienen los comportamientos violentos.
Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-victimas-acoso-escolar-tienen-mas-riesgo-desarrollar-conductas-violentas-202010280111_noticia.html
América del Sur/Uruguay/01-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy
El Ministerio de Salud Pública publicó en su web un informe sobre los casos de covid-19 que se confirmaron desde el inicio de la pandemia hasta el 28 de octubre en menores de 15 años.
Según el Departamento de Vigilancia en Salud en total son 219 los niños y niñas que dieron positivo de coronavirus. La mayor cantidad se presenta en Montevideo con 83 y Rivera con 68, y los siguen Canelones con 22, Colonia y San José con 11, Maldonado con 7, Artigas con 6, Treinta y Tres con 5, Cerro Largo con 3, Soriano con 2 y Río Negro con solo un caso.
El informe además describe que en «205 casos se identificó que tuvieron contacto con un caso positivo (10 brote en centro educativo), 1 caso se identificó al retorno de viaje, en 13 no se identificó nexo epidemiológico». Es decir, que de los 219 niños contagiados, solo 10 se contagiaron en centros educativos.
Del total, 128 fueron sintomáticos, 91 asintomáticos y solo dos requirieron internación, un bebé de 2 meses y un niño de 14 años con una comorbilidad, que según el informe han tenido una buena evolución . Asimismo, 116 son niñas y 103 son varones.
El documento finaliza con la aclaración que hasta la fecha son 35 casos los que se encuentran activos.
Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/covid-19-en-menores-de-15-anos-solo-10-se-contagiaron-en-centros-educativos-id796384/
América del Sur/Colombia/01-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.publimetro.co
Encuentra el mejor lugar para hacer tus estudios.
Se dice que de las crisis surgen las oportunidades. Actualmente, la educación virtual no estaba a la orden del día en las universidades y llegó abruptamente para quedarse, debido a que aún no se sabe a ciencia cierta hasta cuándo desaparecerá la actual pandemia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que las vacunas no van a acabar con el virus de la Covid-19 y se prevé que algunas servirán para pocos y la logística será una pesadilla. Según Hans Kluge, director europeo de la OMS, el fin de esta enfermedad será el momento en que, como comunidad, hayamos aprendido a vivir con ella. Y eso depende de nosotros.
Lo que nos hace pensar que la educación virtual y semipresencial será la manera de acceder a la educación superior y continuará por lo menos tres semestres más. Por lo tanto, aplazar los estudios no es la solución sino más bien la oportunidad de ser parte del engranaje para sacar adelante la economía del país, debido a que las empresas necesitarán en la pospandemia personal capacitado para salir a flote.
Las universidades están preparadas
Afortunadamente, las universidades se fortalecieron con la experiencia inicial de la pandemia, debido a que tuvieron la una oportunidad para mejorar el aprendizaje en línea. La tecnología está evolucionando rápidamente e incluso la disrupción actual ha dado lugar a una nueva era de herramientas tecnológicas. Los programas de tutoría habilitados por la tecnología que ayudan a los estudiantes a terminar a tiempo, las plataformas en línea que brindan contenido de manera experta de miembros de la facultad de clase mundial y una nueva generación de soluciones para compartir cursos ahora están disponibles para servir a los estudiantes universitarios.
Según Fidel Mauricio Ramírez Aristizábal, PhD. y director de posgrados en Educación de la Universidad El Bosque «hemos aprendido acerca de las posibilidades de flexibilización que nos ofrece la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la consolidación de ambientes de formación sincrónica y asincrónica, lo que nos posibilita repensar el modelo tradicional de la educación presencial. Proceso en el que no estamos solos, sino que hace parte de las apuestas planteadas por los rectores de las universidades líderes en América Latina».
“Estos cambios han sido una excelente oportunidad para nuevos aprendizajes, hemos aprendido que no es necesario viajar cientos de kilómetros para llevar a cabo reuniones o congresos, que podemos ser eficientes y productivos desde casa, que los obstáculos desafían nuestra creatividad y que las ganas de estar juntos superan cualquier distanciamiento físico. Hemos aprendido a estar de otras maneras”, asegura Ramírez.
Ya sea un pregrado o un posgrado los estudios en línea te permitirán aprender a profundidad el manejo de herramientas tecnológicas y te dará una gran ventaja competitiva al momento de salir al campo laboral.
Igualmente, expertos en psicología han dicho que al estar progresando y perseverando en circunstancias adversas, las personas estarán adquiriendo habilidades blandas que le ayudarán al desarrollo personal e incluso al crecimiento profesional.
Además, por la crisis algunas universidades redujeron las matrículas entre un 5 y 20 % y las dejaron más atractivas, ofreciendo formas de pago flexibles y sin intereses.
El optimismo crece gracias a que las instituciones de educación superior se comprometieron con una mejora real en las oportunidades de aprendizaje y brindándole las herramientas adecuadas para que puedan comenzar y continuar con los estudios de pregrado. Estamos a las puertas de una revolución del aprendizaje.
Las instituciones que estarán presentes en esta segunda versión de EXPO3DU hasta el momento son: Uniagustiniana, Universidad de La Salle, Universidad El Bosque, UDCA, Área Andina, Unitec, Corporación Universitaria Cenda, Porvenir y Universidad América.
Fuente e Imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2020/10/27/feria-virtual-gratuita-donde-estudiar-colombia.html
Cuando la conoció, ella llevaba una cresta punk. En la vieja Facultad de Filosofía de Zorroaga, en el País Vasco, en cuyos pasillos se vendían vino y bocadillos de tortilla, la muchacha se acercó una mañana al joven profesor. Destacaba entre la multitud y no por su cabellera excéntrica que le valió el nom de guerre Pelo Cohete. Llamaba la atención de modo tan natural, recuerda su gran amor, “como perfuman las flores o sobresaltan los truenos”. Fernando Savater (San Sebastián, 1947) describe este momento clave de su existencia. “He estado en tu clase. ¡Y no me ha gustado nada!”, le dijo Sara Torres. Lejos de irritarse con esta impertinencia, él entendió que era solo una manera de entablar conversación. Así nació una relación que se extendió durante 35 años hasta que ella murió de un cáncer fulminante. La peor parte. Memorias de amor (Ariel) es el himno de un sobreviviente, la carta de amor sin cursilería de una pluma excelsa, una oda a la desolación, un perfil sobre el motor que desde las sombras del anonimato enciende una lúcida voz del pensamiento, la biografía de una mujer desconocida por la historia, una pancarta contra el escepticismo y las bondades de los fármacos y del psicoanálisis para sobreponerse al dolor. “Con la pérdida de mi amada, perdí también el afán de futuro y sobre todo el regocijo de la vida, pero seguí sintiendo la habitual antipatía por la muerte. Es como cuando padecemos un fuerte catarro nasal que embota nuestro sentido del gusto: seguimos teniendo apetito y nos atrae el aspecto de los platos preferidos, pero al probarlos vemos que han perdido su sabor y así nos aburrimos pronto de comer”, escribe en el libro que demoró en publicar casi cuatro años.
Es domingo por la mañana y la voz de tenor de Fernando Savater inunda el living del hotel donde se encuentra. Es uno de los invitados estrella del Hay Festival Segovia, que se celebra en la ciudad castellana, uno de los oradores más convocantes, que junto con el historiador polaco Adam Michnik indaga sobre las amenazas nacionalistas que azotan Europa.
Durante los meses en los que se extendió el confinamiento por el Covid-19, Savater estuvo recluido en su casa en San Sebastián, donde algunas ventanas miran al mar. El filósofo es autor de Ética para Amador, con el que tantos jóvenes hispanoamericanos han estudiado, y muchos otros ensayos sobre la ética (Invitación a la ética, Ética de urgencia, Ética como amor propio, Ética para la empresa, etcétera). Su compromiso político y el amor por su esposa no son esferas divisibles. Era Pelo Cohete quien estimulaba a Savater a escribir sus ideas políticas, a combatir contra el atropello de los violentos, de los nacionalistas, y en particular contra la agrupación terrorista ETA.
Define al populismo como “la democracia de los ignorantes”. ¿Se refiere a los líderes o a los votantes?
Son los ciudadanos. La mayoría de las personas no sabe hacer una operación a corazón abierto y eso no tiene nada de malo. El problema es si tú vas al hospital y tienes que hacerte una operación y te toca una de esas muchas personas que no saben hacerlo. El problema no es el político en sí, que suelen ser demagogos e ignorante, sino el problema está en la gente que lo elige. Hay otras formas de populismo, los que se imponen por la fuerza. Hay dictadores que se imponen por medios populistas, por ejemplo, pero el problema es cuando los ciudadanos eligen al populista.
¿De qué modo se puede educar para no votar al populismo?
Se puede educar ciudadanos con sentido de su libertad y de sus posibilidades, derechos y deberes. Algunos nos hemos pasado 35 años tratando de educar a la gente.
También interviene la ética a la hora de votar. Por ejemplo, ¿voto a un corrupto, a pesar de que lo sea, si me beneficiará con una política?
Sí. Claro. Ahí está la libertad de cada uno y por eso hay que educar sobre la ética.
Hay una figura, la del militante. ¿Es dañino? ¿Atenta contra la libertad en una sociedad?
No, ser militante está bien si hay una buena causa. Me gustan las personas que se comprometen y no las que ven pasar las ideas, como las vacas ven pasar el tren, y no se mueven. Me gusta la gente que viaja en el tren.
Cuando hay una sociedad tan polarizada, ¿qué se puede hacer para proponer el diálogo, para acercar posiciones y que no haya un abismo?
En una democracia, la unanimidad es sospechosa. La polémica no es mala, siempre que esté sometida a las pautas de la democracia, que no tiene que crear la armonía, sino civilizar la desarmonía y las discrepancias. Una cosa es que uno discrepe con el otro y otra que el otro le pegue un tiro. Lo malo también en este caso no es la discrepancia, sino el tiro. La democracias se llaman parlamentarias porque están basadas en la palabra. Dice Montesquieu: “Si uno acerca al oído a un país y no oye nada, puede estar seguro de que es una dictadura. Si uno se acerca y escucha gritos, insultos y polémicas, es una democracia”.
Fernando Savater Fuente: EFE – Crédito: Cézaro de Luca
¿De qué modo se puede recomponer un tejido social?
Con educación y libertad, pero lo importante es que entendamos que somos, a pesar de todas nuestras diferencias, seres semejantes. ¿En qué? Somos seres vulnerables, somos frágiles, un mecanismo con grandes posibilidades, pero que se estropea fácilmente. En sociedad nos defendemos mejor, es nuestro mejor instrumento para luchar contra nuestra vulnerabilidad. Somos tan sociales que las enfermedades son sociables, como las epidemias, y por eso hay que separarnos.
Pero también hay muchedumbres, un concepto que usted estudia.
La muchedumbre es cuando cada cual se dedica a sí mismo, cuando se atropella, patea, y también se deja asustar, porque son personas inseguras las que la integran. La solidaridad es lo que convierte a una muchedumbre en una sociedad.
Hay algunos líderes que utilizan las redes sociales para despotricar, para acusar de modo nada diplomático.
Sí, hay algunos muy conocidos…
¿Cómo interpreta esta acción?
Cuando los líderes son malos lo que hay que hacer es cambiarlos. Votar a otros. Y si el líder sigue siendo malo, la culpa es tuya porque no lo has cambiado.
Decía Éric Vuillard en el Hay Festival, parafraseando a Voltaire, que cuando surgen estas expresiones populares, generalmente hay un líder en las sombras con resentimiento y frustración. ¿Está de acuerdo?
Hay momentos donde los movimientos populares expresan un descontento objetivo. La gente se queja porque la economía va mal, la salud va mal, se pisotean derechos colectivos o individuales. No hace falta rascar mucho. Pero a veces se lanza un falso pretexto, que parece vital, pero quiere cambiar la democracia. Así ocurre a menudo en la historia.
Usted ha expresado siempre de modo muy valiente su voz y repudio ante las acciones de ETA.
Ya menos, estoy bastante jubilado.
¿Vio el polémico cartel que anticipaba la serie Patria, basada en la novela homónima de Fernando Aramburu [se equiparaba a un terrorista con una víctima]? ¿Qué sintió?
Un poco de rabia, porque traicionaba la novela. La novela no es eso. Es excelente. Eso fue una operación comercial, probablemente hecha con esta intención de ahora “Aquí todos somos malos para que no sea malo ninguno”. La novela no es así, sino todo lo contrario. Me fastidió. Afortunadamente la serie responde a la novela y no al cartel.
Usted habla y cita a menudo, desde hace décadas, a Celia Amorós. Ella es una referente indiscutida del feminismo. ¿Ha sido atacado por el feminismo?
Celia ha sido compañera mía mucho tiempo. He tenido ataques por todas las razones que puedas imaginar. Di una y seguro he tenido un ataque. Con Celia ambos compartíamos en un momento un gran interés por Sartre. Actualmente no nos vemos, pero siempre le he tenido un gran respeto intelectual y procuro respetar intelectualmente a quienes se expresan intelectualmente. Pero extender ese respeto a esas encuestas que hace el Ministerio de Igualdad, a veces, no puedo.
Hablaba de los sartreanos, y pienso en Mario Vargas Llosa, que también lo fue en un momento. Junto a él ha adherido al manifiesto de un grupo de intelectuales de Estados Unidos, publicado en la revista Harper’s, donde condena la intolerancia de algunas esferas, así como también la hoy denominada “política de la cancelación”. ¿Alguna vez la ha practicado?
Personalmente, sí. Lo que no me gusta, lo cancelo, pero no por eso voy a tirar la estatua. Tengo en el mundo muchas personas canceladas, pero es a nivel personal. En fin, es inevitable. Tener cierta capacidad de eliminar cosas que uno no quiere es un poco limpiar el desván de la cabeza.
Me gusta esa metáfora, sobre el “desván de la cabeza”. La memoria es limitada.
Es que tienes que vaciar a veces tu cabeza para que tenga sentido todo lo demás.
¿A qué autores no quiere sacar nunca del desván?
Ídolos literarios, Borges o Samuel Beckett. Luego, como soy muy aficionado a las carreras de caballos, soy muy burrero, Jorge Valdivieso. Y algunos ídolos cinematográficos.
¿Quiénes son sus héroes del cine?
Charles Laughton, John Wayne, Gene Kelly.
En 2012, en la televisión argentina, tuvo un programa que vinculaba la literatura y lo urbano [Las ciudades y los escritores, por TN]. En la actualidad estamos en un escenario donde la autoficción, o la ficción del yo, ocupa un papel relevante. ¿Qué dice este fenómeno, no tanto en términos literarios, sino del contexto en el que estamos?
Ahora hay mucha más gente que escribe que gente que lee. Lo difícil es encontrar lectores. Aunque siempre ha sido así, no es algo exclusivo del presente. Los buenos lectores son más preciosos que los escritores. A mí me gustan mucho estos libros, la literatura del yo. Según qué “yo”, claro.
La peor parte, su último libro, está dedicado a su mujer. Allí escribe que usted muchas veces escribía para que ella lo quisiera más.
Sí, me suelen preguntar qué es el amor. Y pienso que es dejar de vivir para algo y vivir para alguien. Hacía las cosas que sé hacer, que no son muchas, no pensando que me iban dar el Nobel, sino que ella me iba a sonreír. Con eso me bastaba. Las cosas que vienen del amor no tienen precio, mientras que todo lo demás está en venta.
Entonces, ¿qué es el amor?
Es un giro que da tu vida. Tu vida funciona en un cauce de rutina, de imitación, y el amor hace que veas al mundo con otros colores, para bien y para mal. El amor te da una intensidad nueva en el mundo, y por otra parte te deja un poco inerme ante muchas cosas, sobre todo ante el miedo de perder al amado. De perder al objeto de amor, porque si se muere la persona que amas, el amor sigue.
¿El amor platónico realmente existe?
No, no. Esa es una tontería que se inventaron los provenzales. Es como la gente que ahora dice que está en contra del amor romántico. ¡Pero si es que no hay más que amor romántico!
Se habla de las relaciones y del amor tóxico…
No. Hay gente a la que todo se le vuelve tóxico porque no ha nacido para vivir, sino solamente para padecer. Entonces la literatura, el amor, la religión, la política, se les vuelven tóxicos.
¿Cuál es su opinión sobre el concepto de las relaciones líquidas y el amor líquido [una tesis que propone el sociólogo Zygmunt Bauman]? ¿Piensa que realmente existe algo así?
A mí eso del amor líquido… No hay que hacer caso. Son cosas que nos inventamos los profesores.
¿Teme a la muerte?
Creo que mucho no estoy pensando en ella. Spinoza en su Ética dice:. “El hombre libre nada piensa menos que en su muerte y todas sus reflexiones son sobre la vida”. He procurado aplicar esa norma. La muerte propia no me preocupa, la de los demás sí. Para mí la muerte siempre ha sido eso que les pasa a los demás. Aquello que dice la tumba de Marcel Duchamp, en Ruan: “Por otra parte, son siempre otros los que mueren”.
¿Qué podemos sacar como positivo de este momento tan complejo en lo social y en lo personal, marcado por la pandemia?
De todos los males puede sacarse algo provechoso. Tenemos libros que se nos olvida leer, tenemos tiempo para hacerlo, y para ver películas y series. Y también está la conversación, porque a veces vivimos con personas a las que apenas saludamos. No hay que perder tiempo lamentándose sobre aquello que no podemos hacer. También debemos desarrollar una virtud que hemos perdido: la gratitud.
América del Norte/México/01-11-2020/Autor: Arturo Sánchez Jiménez/Fuente: www.jornada.com.mx
Ciudad de México. La Universidad Nacional Autónoma de México UNAM y su sindicato de trabajadores administrativos acordaron un incremento de 3.4 por ciento directo al salario y 1.8 por ciento en prestaciones, ofrecido por esta casa de estudios, que regirá del 1 de noviembre de 2020 al 31 de octubre de 2021.
También se acordó la revisión integral del Contrato Colectivo de Trabajo para el periodo 2020-2022.
El secretario Administrativo de la Universidad, Luis Álvarez Icaza Longoria -acompañado por la titular de la Oficina de la Abogacía General, Mónica González Contró- suscribió el acuerdo la representación sindical.
El objetivo primordial, remarcó Álvarez Icaza, es que la Universidad Nacional siga cumpliendo con su misión vital para el país; que pese a las actuales condiciones siga operando en beneficio de millones de jóvenes mexicanos que han pasado y seguirán pasando por sus aulas.
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