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CLADE: Especialistas reclaman un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe

Por: Thais Iervolino.

En un evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020, representantes de Estados, organizaciones y redes de sociedad civil de la región analizaron las respuestas a los impactos socioeconómicos del COVID-19.

44 millones de personas sin empleo, 230 millones de personas en situación de pobreza y 96 millones viviendo en condiciones de pobreza extrema. Ese fue el escenario presentado por Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al analizar los impactos de la pandemia en la región.

Bárcena expuso en el evento paralelo al Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas 2020 (HLPF, por sus siglas en inglés), que se desarrolla virtualmente este mes de julio y se denomina “La Agenda 2030 en el nuevo contexto global y regional: escenarios y proyecciones para América Latina y el Caribe en la crisis actual”. El evento fue organizado el 10 de julio por la CEPAL y la Misión Permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La secretaria ejecutiva de la CEPAL instó los Estados a garantizar el acceso a la información, a la participación y a la justicia con respeto a los derechos humanos y con base en una gobernanza democrática, y subrayó la importancia de extender el apoyo financiero a los países de ingreso medio a través de mayor liquidez (derechos especiales de giro), financiamiento concesional y alivio a la deuda, especialmente a los países del Caribe. “Debemos avanzar hacia una mayor integración regional frente a una geografía económica global distinta”, subrayó.

Junto a Alicia Bárcena también participó del evento Laura Giannecchini, coordinadora de Desarrollo Institucional de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE), en nombre del Mecanismo de participación de la sociedad civil en la Agenda 2030 y en el Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible.

Laura Giannecchini: «Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas»

Para Laura Giannecchini, la pandemia del COVID-19 desnudó y profundizó tendencias que la CLADE y otras organizaciones y movimientos sociales habían observado en la región, como el estancamiento o regresión económica, el aumento de la pobreza y de las desigualdades, el debilitamiento de los sistemas públicos de educación, salud y protección social, y el crecimiento de tendencias autoritarias.

“Creemos que esta crisis sanitaria, que es también económica, social y política, pone en evidencia la urgencia de un cambio radical en la acción de nuestros gobiernos, camino a la adopción de nuevos modelos de desarrollo. Esta pandemia es también una oportunidad para que los Estados implementen acciones urgentes contra el deterioro del planeta y en favor de la promoción de vidas dignas”, afirmó.

En su exposición, elaborada a partir de reflexiones colectivas que tuvieron lugar en el Marco del Mecanismo de Participación de la Sociedad Civil y que culminaron el la declaración «América Latina y el Caribe: Pocos avances y nuevos desafíos para la Agenda 2030lanzada en mayo del 2020″, Giannecchini destacó la importancia de realizar ocho cambios para mitigar los impactos de la crisis a la hora de garantizar los derechos humanos. Entre ellos están: la necesidad de fortalecer los sistemas democráticos, incorporando a los movimientos sociales, colectivos de la sociedad civil y poblaciones históricamente excluidas del debate y de la toma de decisión en las políticas públicas; la necesidad de fortalecer los sistemas públicos de educación, salud y protección social; la contención del avance de los fundamentalismos religiosos en los espacios políticos, que niegan evidencias científicas, fomentando el odio y dificultando la implementación de políticas con perspectiva de derechos; y el establecimiento de un compromiso financiero, político y normativo de largo plazo, y de cooperación internacional, para asegurar el cumplimiento integral de la Agenda 2030.

“Consideramos que es hora de establecer un nuevo pacto de justicia socioambiental y económica para los pueblos de Latinoamérica y el Caribe. Un pacto de desarrollo inclusivo, que coloque a las personas en el centro, e inste a los Estados a la acción, de manera que podamos salir de esta pandemia con nuevos paradigmas, basados en la solidaridad, la felicidad y en el bienestar de todas y todos”, subrayó.

Además de Bárcena y Giannecchini, intervinieron en el evento el embajador Juan Ramón de la Fuente, representante permanente de México ante la ONU; Pilar Garrido, ministra de Planificación Nacional y Política Económica de Costa Rica; Luz Keila Gramajo Vílchez, secretaria de Planificación de Guatemala; y Markova Concepción Jaramillo, comisionada presidencial para el Examen Nacional Voluntario y representante permanente designada de Panamá ante la ONU. Participaron también Juan Daniel Oviedo, director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia y Rochelle Whyte, asesora técnica superior del director general del Instituto de Planificación de Jamaica.

Mira la grabación del panel con la exposición de todos los participantes:

Fuente de la reseña: https://redclade.org/noticias/especialistas-reclaman-un-nuevo-pacto-de-justicia-socioambiental-y-economica-para-los-pueblos-de-latinoamerica-y-el-caribe/

 

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Tiempos de definiciones para la Educación Intercultural Bilingüe

Por: Antonio Gaspar. 

La semana pasada hubo una reunión clave en la definición del futuro de la Educación Intercultural Bilingüe (EIB) para todo el país.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, mantuvo una reunión virtual con los referentes educativos de pueblos originarios de todo el país en la cual quedó el compromiso del Gobierno nacional de separar la EIB y la Educación Rural.
La Educación Intercultural Bilingüe (EIB) es una propuesta educativa latinoamericana nacida con el fin de que los pueblos originarios continúen conservando sus lenguas nativas y prácticas culturales.
En el año 2006, con la Ley de Educación Nacional 26.206, la EIB pasó a ser una modalidad estructural en el sistema educativo argentino, garantizando el accedan al derecho constitucional de la preservación de la identidad étnica para sus habitantes.

Durante la administración del presidente Mauricio Macri la modalidad fue desmantelada. La EIB fue clausurada y en el caso de Salta fue mantenida por el Gobierno provincial como se pudo.

Con el cambio de Gobierno las cosas no mejoraron ya que Ministerio de Educación de la Nación propuso su fusión con el sistema educativo adaptado para las poblaciones rurales, lo cual implicaba el desconocimiento del valor de la cultura originaria.
En otras palabras, EIB no puede estar dentro de la rural por que hay muchos habitantes originarios dentro de las ciudades. El ministro Trotta recogió el guante y aceptó una reunión de trabajo virtual para una revisión de la decisión con una comisión del pueblo mapuche integrada por Jorge Nawel, de la Confederación Mapuche de Neuquén; Orlando Carriqueo, de la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Río Negro; Cristina Marín, como responsable del programa de EIB de Río Negro; y Celia Rañil, como integrante de CEAPI pueblo mapuche Santa Cruz.
Por el lado del ministro Trotta, sumó a Adriana Puiggrós, y a la presidenta del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), Victoria Donda.
Producto del debate y análisis que realizó el Gobierno con los representantes del mundo indígena, el ministro informó en la reunión que, la decisión política tomada, es “reafirmar y organizar la modalidad EIB con una coordinación propia y específica como forma de valorizar la enorme contribución que realiza la presencia de conocimientos, práctica y cosmovisión de 40 naciones indígenas en el país”.
“Nosotros ya tenemos el compromiso del ministro Trotta de revisar y reactivar la EIB como una modalidad específica. Ahora vamos a comenzar a trabajar para lograr aspectos que están contemplados pero que no se cumplen”, dijo la referente de EIB por las comunidades mapuche de Río Negro, Cristina Marín.
Lo que se sabe es que los referentes de todo el país quieren avanzar hacia la consulta para que cada pueblo elija a sus referentes para la EIB. También quieren trabajar en la determinación del financiamiento y de los presupuestos para su funcionamiento. “Estos lograría mayor representatividad y autonomía”, dijo Marín.

Esto necesariamente llevará a realizar un mea culpa, especialmente para los referentes que llegaron hasta Buenos Aires y que no fueron elegidos ni tienen representación.
De cualquier manera hay preparadas reuniones para el futuro inmediato donde se sumará la representación del Consejo Educativo Autónomo de Pueblos Indígenas (CEAPI), que es la instancia creada por Resolución del propio Ministerio de Educación.

Fuente de la reseña: https://www.eltribuno.com/salta/nota/2020-6-30-11-32-0-tiempos-de-definiciones-para-la-educacion-intercultural-bilingue

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¿Cómo afecta COVID-19 a la educación de las personas con discapacidad en Ghana?

Por: Wunpini Fatimata Mohammed.

 

Inesperadamente, estudiantes con discapacidad tuvieron que cambiar al aprendizaje en línea.

En Ghana, la educación ha sido objeto de una serie de reformas, pero las experiencias educativas de personas con discapacidad suelen dejarse de lado.

Cuando el coronavirus llegó a Ghana, los investigadores examinaron su impacto en los estudiantes de la clase obrera y en los estudiantes de las zonas rurales, pero no de manera especifica en los estudiantes con necesidades especiales, sobre todo en lo que respecta al aprendizaje en línea.

Los estudiantes con discapacidad auditiva y visual se enfrentaron a varios retos técnicos, económicos y sociales cuando el COVID-19 llegó y la escuela tradicional se convirtió en una escuela en línea.

Actualmente, esos estudiantes con discapacidades de muchas instituciones de educación superior utilizan Zoom, Telegram y WhatsApp para el aprendizaje. Son plataformas digitales que no fueron creadas para el aprendizaje virtual ni para personas con discapacidad.

Muchos de los estudiantes con discapacidad auditiva fueron separados de sus intérpretes de lengua de signos y no tenían dispositivos de asistencia, como audífonos. Esto impactó mayormente los estudiantes con conocimiento limitado del lenguaje de señas. Los estudiantes invidentes fueron separados de sus amigos “videntes” que normalmente los asisten.

En una conversación por WhatsApp con Global Voices, Esinam Aleawoubu, estudiante con problemas auditivos del Colegio Presbiteriano de Educación de Akropong, contó sus experiencias con el aprendizaje electrónico:

 

A veces, algunos tutores utilizan audios en vez que textos; pero yo soy sorda, no puedo escuchar audios. Esto significa que hay un intérprete que se supone debe traducirlo a las personas sordas. Tengo que reunirme con el intérprete a través de Zoom. Desafortunadamente, no podemos reunirnos a menudo por problemas de conexión de red y algunos problemas de teléfono.

Cuando los tutores se dieron cuenta de que las conferencias audiovisuales en video aplicaban el gasto de los datos de internet a los estudiantes, cambiaron a otros métodos, como conferencias de audio de PowerPoint que seguían utilizando elementos audiovisuales pero reducían el gasto de Internet. En Ghana, en promedio, un gigabyte de datos de Iiternet cuesta 10 cedis (1.72 dólares estadounidenses).

Según Julius Yaw Klu, estudiante con discapacidad visual del Colegio Presbiteriano de Educación de Akropong, su teléfono de cuatro años es anticuado y no permite un acceso fácil a las conferencias en línea:

El problema al que me enfrenté con lo audiovisual es el mismo que tengo con PowerPoint. A veces necesito media hora para poder acceder a la conferencia. A veces tengo que esperar a que la clase termine para poder pedir prestado un computador y utilizarlo para acceder a la conferencia.

Daniel Kwarko, otro estudiante con discapacidad visual del mismo colegio, contó un problema similar con el uso del móvil para participar de las clases en línea:

El móvil puede abrir la mayoría de los documentos que recibimos, pero no puede leerlos, y es difícil para los que son ciegos. A veces no encuentras a nadie que te lo lea. No puedes encontrar a alguien que siempre esté para leer tus notas. Los teléfonos no pueden leer PowerPoint ni las diapositivas, pero el computador portátil hace todas esas funciones. Incluso puedes usarlo para convertir documentos para que sean accesibles para JAWS [programa lector de pantalla].

Estos estudiantes dicen que proporcionar tecnología actualizada para computadores portátiles podría facilitar enormemente el aprendizaje en línea.

Hacía la inclusión en la educación

La política de educación inclusiva de Ghana de 2015 “garantiza un entorno de aprendizaje sin barreras y permite a todos los alumnos, incluidos los discapacitados, desplazarse con seguridad y libertad, utilizar las instalaciones y participar en el aprendizaje y en todos los aspectos de la vida escolar”.

Sin embargo, los estudios muestran que uno de cada cinco niños de 6 a 24 años con alguna discapacidad “no asiste a la escuela y los que lo hacen a menudo son estigmatizados y enfrentan discriminación”.

Pese a los esfuerzos de hacer que la educación sea más inclusiva, los estudiantes con discapacidad audiovisual enfrentan una brecha digital sobre el aprendizaje en línea. Esta brecha no solo margina a los estudiantes discapacitados sino que exacerba aún más las desigualdades en el sistema de formación de docentes de Ghana.

Mohammed Salifu, profesor y secretario ejecutivo del Consejo Nacional de la Educación Superior, dijo en una entrevista telefónica a Global Voices que las partes interesadas están aplicando medidas para abordar las necesidades de aprendizaje electrónico de los estudiantes con necesidades especiales:

Tenemos que asegurarnos que todas las intervenciones que estamos haciendo está realmente adaptadas a sus necesidades. Así que los directores de la universidad han sido proactivos en comunicarse con nosotros. Nos estamos asociando con varias organizaciones para abordar estas intervenciones. En estos días hay socios globales que vienen a hacer presentaciones sobre cómo pueden ayudar. Incluso la UNESCO [Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura] está tratado de proporcionar estos fondos para apoyar a los estudiantes con necesidades especiales. No diría que hemos abordado todos los temas de manera integral, pero estamos trabajando para lograrlo.

El proyecto Transforming Teacher Education and Learning (T-TEL) también está trabajando en Ghana para garantizar un aprendizaje en línea inclusivo para los estudiantes con discapacidad auditiva y visual. Por ejemplo, asignan fondos para el material de los planes de estudio en Braille, proporcionan teléfonos inteligentes para el acceso digital y ponen a disposición convertidores de texto a voz.

Ampliar el acceso a la educación

La ley sobre las personas con discapacidad de 2006 estipula que los edificios públicos deben ser accesibles, pero un estudio mostró que la mayoría no están adaptados a las necesidades de esas personas.

Los espacios educativos convencionales no son ptropicios para personas con discapacidad, y en Ghana, las pocas escuelas especializadas no tienen fondos ni recursos suficientes.

En las Escuela para Ciegos de Akropong, tres estudiantes comparten el mismo equipo para aprender el Braille porque los fondos son limitados, según un informe de la Corporación de Radiodifusión de Ghana (GBC, en inglés). Simon Adedeme, jefe del departamento de enseñanza primaria, describió la situación como obstáculo para la enseñanza y al aprendizaje.

En muchas instituciones de enseñanza superior, personal docente, administradores y estudiantes suelen tener conocimiento muy limitado y carecen de los recursos necesario para lidiar con la marginación estructural de los estudiantes con discapacidad.

Se alienta a muchos discapacitados a que sigan una formación profesional y otros tipos de trabajo físico, y a la vez se les disuade de la formación intelectual en distintos rubros de la educación superior.

Solo tres de los 46 colegios de educación de Ghana han sido designados como centros de educación inclusiva donde los discapacitados pueden obtener una licenciatura en educación y capacitarse para convertirse en maestros de escuela básica.

La inscripción a esas tres instituciones sigue siendo muy baja a pesar de los recientes esfuerzos por mejorar las estructuras y atraer a más gente con discapacidad a la profesión de maestro.

Es imperativo trabajar en estrecha colaboración con estos estudiantes para asegurar que la inclusión y el acceso genuinos se realicen y se mantengan. Esto requiere trabajar activamente para aplicar todas las políticas pertinentes a fin de que las personas con discapacidad no queden al margen de la educación en Ghana, durante o después de la pandemia.

Fuente del artículo: https://es.globalvoices.org/2020/07/14/como-afecta-covid-19-a-la-educacion-de-las-personas-con-discapacidad-en-ghana/

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Webinar: Educación Integral en Sexualidad en tiempos de COVID-19

Por: Agrupación Ciudadana.

La Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, te invita a la retransmisión del foro «Educación Integral en Sexualidad en tiempos de COVID-19». Panelistas:
○ Lissett Alas – Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto.
○ Angélica Alvarado – Colectiva Feminista para el Desarrollo Local.
○ Marta Alicia Hernández Recinos – Colectiva Feminista para el Desarrollo Local.
Síguenos en nuestras redes sociales: Facebook: https://www.facebook.com/AbortoPORlaVIDA
Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=zbhqEsR4sNM
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Los claroscuro de la educación a distancia

Por: Urania Cecilia Molina.

Al menos 400 mil estudiantes del sistema de educación oficial del país retomaron ayer el período escolar correspondiente al año lectivo 2020, el cual estaba suspendido desde el pasado 11 de marzo por la emergencia sanitaria causada con la llegada de la enfermedad Covid-19.

El regreso a clases —esta vez bajo la modalidad a distancia— representa un desafío para todos los actores del sistema, porque no todos tienen acceso a los diferentes dispositivos que necesitarán para conectarse y acceder a los contenidos o a las clases virtuales.

Por ejemplo, para asistir a las clases virtuales no solo se requiere el acceso a internet, sino también mantener la conectividad a través de una computadora. En el caso de la educación por televisión o radio se debe tener un aparato con señal y los cuadernillos y guías para las áreas en las que se requieran.

Durante la rueda de prensa en la que se oficializó el retorno al año escolar –que culminará el próximo 30 de diciembre–, la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, informó que desde el pasado 6 de julio, cuando comenzó la semana de organización escolar, están levantando la data sobre la cantidad de escuelas que se está registrando para formar parte del proceso.

El trabajo que realizan, liderado por los directores de los planteles, les permite decir que hasta ayer tenían el 60% de las escuelas registradas, unas mil 635, lo que representa una cobertura de 350 mil a 400 mil estudiantes, expresó Gorday de Villalobos.

Acotó que todos los viernes actualizarán y publicarán la data, como parte de un proceso de transparencia y comunicación con la comunidad educativa.

La titular de Educación dijo estar consciente de que hay padres de familia preocupados porque aún no han sido contactados por los docentes. Aunque les pidió que esperen a que los educadores los contacten, también les dijo que pueden hacerlo ellos a través de los directores regionales.

El trabajo que se está realizando es para “no dejar a ningún estudiante atrás”, expresó.

Virtual & distancia

Una de las principales quejas de los padres de familia es la manera en que se van a conectar sus hijos. Las siguientes son algunas de las expresiones más comunes entre padres de familia e, incluso, docentes. “En mi casa no tengo internet”. “Soy del grupo de trabajadores con los contratos suspendidos, por lo que no tengo para comprar tarjetas de celular”. “El Meduca debió tener la internet para todos”.

Gorday de Villalobos indicó que la educación que comenzó ayer en el país es a distancia, y de esta parten los diferentes mecanismos que se utilizarán para conectar a los estudiantes.

El exministro de Educación Miguel Ángel Cañizalez afirma que existe una confusión en los conceptos de educación a distancia y educación virtual, que se refieren a estas como si fuera una misma cosa.

Cañizales recordó que la educación a distancia es la no presencial, es decir, la separación de los estudiantes de sus educadores.

De hecho, recordó —como dato histórico— que la educación a distancia comenzó con la correspondencia, es decir, mandando por correo el material de lo que se debía estudiar.

Sobre estas inquietudes, la directora nacional de la Organización de Estados Iberoaméricanos, Melissa Wong Sagel, considera que la educación a distancia tendrá sus retos, pero con los esfuerzos de todos, docentes, padres, alumnos, sector privado e incluso medios de comunicación será posible.

Wong Sagel dijo que confían en el trabajo que ha realizado Meduca, con respaldo de los organismos internacionales, en desarrollar un currículum de emergencia que garantice que los alumnos puedan adquirir, en este año escolar sin precedentes, los conocimientos más importantes según su nivel escolar.

Además, valora como positivo la inclusión de temas psicoemocionales que son fundamentales en estos momentos tanto para los alumnos como para los docentes, así como también el hecho de que en paralelo se esté trabajando en la modernización de la educación con la implementación de herramientas digitales que “poco a poco aumentarán su alcance para ir cerrando la brecha digital”.

Familia -docentes

El secretario general de la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá, Fernando Ábrego, explicó que ayer la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp fue la más usada por los estudiantes.

Ábrego precisó que los docentes formaron grupos para poder comunicarse con sus estudiantes, y saber cuáles se pudieron conectar a la plataforma Ester y cuáles no. “La formación de los docentes es humanista, por lo que su deber es ayudar a los estudiantes”, indicó.

Mientras tanto, la Asociación de Padres y Madres organizados de Panamá se negó a que se den módulos a sus hijos como método de estudio, y exigió a las autoridades del Meduca una educación virtual en la que el docente y el estudiante puedan interactuar.

El grupo reconoció el trabajo realizado con las clases televisivas y radiales, pero consideró que los estudiantes merecen aún más de un país que ha gozado de mucha riqueza.

Fuente del artículo: https://www.prensa.com/impresa/panorama/los-claroscuro-de-la-educacion-a-distancia/

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Chile: Estado subsidiario y colapso del sistema sanitario

Por: Sergio Martín Páez.

A julio de 2020, Chile lidera el trágico ranking de muertos por habitantes por causa de la pandemia Covid-2019 en América del Sur. Este resultado está vinculado, sin dudas, con la velocidad con la que se adoptaron las medidas de aislamiento social y las capacidades efectivas de la sociedad de cumplirlas.

Sin embargo, estos no son los únicos elementos; también es necesario considerar las capacidades del sistema de salud, en particular del público, para dar respuesta en una emergencia generalizada. Como han puesto de manifiesto las revueltas populares desde octubre de año pasado, el modelo neoliberal chileno tiene dos caras y cruje por dentro. En esta nota mostraremos algunos números de las dos caras y cómo el Estado subsidiario en salud ha segmentado a la ciudadanía chilena y hoy pone en riesgo la capacidad de respuesta a la pandemia.

Lado A: el modelo chileno “exitoso”

Desde 1990, Chile sufrió solo dos años de recesión y, en términos macroeconómicos, ha sido considerado un “éxito”. Ha mantenido una tasa de crecimiento anual de 3,6 por ciento y 2,8 por ciento per cápita, superando las tres principales economías de la región (Brasil, México y Argentina) y los valores promedio regionales. Estos buenos resultados macroeconómicos serían la base para la expansión del gasto público en salud de la última década (tabla 1), pasando de significar 3,5 por ciento a 4,9 del PBI.

Goyenechea (2019) señala que, desde una mirada externa, el sistema de salud chileno parece ser un modelo a seguir dado que ha conseguido mantener sus macroindicadores sanitarios con buenos resultados, y lo logra con uno de los gastos sanitarios más bajos de la OCDE (por lo que, además, resulta ser eficiente). Sin embargo, como comentaremos más adelante, el investigador también advierte que bajo esos promedios se esconden inequidades y una creciente segmentación de la población, según criterios de riesgo a enfermar y de ingresos.

En términos regionales, el gasto público en salud se encuentra en niveles medios en América del Sur, rondando el 5 por ciento, en la misma línea de otros estados regionales que vociferan a favor del neoliberalismo (como Colombia) y notablemente más que Perú (2,5 por ciento). De esta forma, los números macro no parecerían indicar elementos fuera de la curva.

Lado B: el Estado subsidiario y la “libertad de elegir”

El modelo neoliberal en Chile ha significado la instauración de un Estado subsidiario que promovió la privatización de los servicios sociales y, con ello, el desmantelamiento de la provisión estatal o una reducción considerable en su capacidad instalada en salud, previsión, educación, vivienda y obras públicas.

En términos específicos de salud, la Constitución de 1980 garantiza la posibilidad de acceder a un sistema público o a un régimen privado, sin ninguna mención al carácter colectivo, y la salud pasa ser entendida como responsabilidad individual (Cid & Uthoff, 2018). De esta forma, los chilenos pasaron a cotizar con un porcentaje de sus salarios/ingresos para acceder a servicios de salud y pensiones en forma individual (o familiar). La contrapartida fue la emergencia de holdings de servicios de salud y las AFP, los ganadores del modelo.

Estas directrices han recreado desde los años ’80 un sistema de salud dual que segmenta y segrega sus pacientes de acuerdo a su capacidad de pago y los riesgos de enfermedad. Por un lado, una minoría de mayores ingresos se concentra en las Instituciones de Salud Previsional (ISAPRE-Clínicas) que funcionan como un esquema de seguros y, por otro lado, una mayoría de la población (alrededor del 75 por ciento), de menores ingresos, que son atendidos por el Fondo Nacional de Salud (Fonasa-Red Pública de Salud). La información disponible sugiere que el sistema público atiende a pacientes con mayores requerimientos de cuidados de salud por ser adultos mayores, a la vez que alrededor del 20 por ciento se encuentra por debajo de la línea de pobreza (Castillo-Laborde et al., 2017).

A su vez, la red pública ha comenzado a funcionar con reglas similares a las del mercado a partir del arancelamiento de las atenciones de salud, externalizando servicios al interior de hospitales, buscando el autofinanciamiento de los hospitales, así como asumiendo modelos de gestión propios del sector privado. De la misma manera, la lógica de los subsidios a la demanda han significado una política constante de mecanismos de traspaso de recursos y pacientes a prestadores privados (Goyenechea, 2019).

Producto de los subsidios a la demanda, la estructura de ingresos y gastos del sistema ha quedado desfasado a favor del sistema privado (Tabla 2). El Fonasa recibe USD 50,94 por beneficiario y tiene un gasto de USD 51,43, mientras que las ISAPRE recaudan USD 94,79 y gastan USD 69,63 mensuales por beneficiario, lo que configura claramente un fuerte nicho de acumulación en el sector privado sustentado con fondos públicos (Castillo-Laborde et Al, 2017).

Por último, existe un tercer elemento que tradicionalmente se deja fuera de los análisis, que son los sistemas de salud diferenciados, dispuestos de forma exclusiva para las Fuerzas Armadas y de Orden. Este sistema es no contributivo y se financia mediante impuestos generales, lo que implica una suerte de transferencia de ingresos del resto de la sociedad a los cuerpos armados (Boccardo et al., 2020).

En definitiva, el rol subsidiario del Estado ha servido para producir nichos de acumulación para los grupos empresariales que controlan la salud, como el Grupo Said o el grupo Penta, donde la política o los diseños y marcos institucionales han contribuido a fortalecer y acrecentar el negocio privado en la salud en detrimento de la red pública.

El neoliberalismo y el Covid-19

A inicios de julio, los informes indican que la capacidad hospitalaria en Santiago opera prácticamente al tope, mientras que los fallecidos continúan en aumento. La respuesta del Estado subsidiario ha sido decepcionante y peligrosa. Por un lado, no se presentan modificaciones presupuestarias para otorgar fondos adicionales al sistema de salud, al menos, hasta el 30 de abril, cuando el país ya registraba alrededor de 19 mil casos y 227 muertos (Goyenechea, 2020). Por otro lado, los anuncios del Gobierno solo se han enfocado en flexibilizar las condiciones para el acceso al crédito como “protección a la clase media”, alimentando la perversidad de endeudarse para cubrir gastos básicos. Por otro lado, se ha dedicado a proteger a los “ganadores del modelo”, evitando que se cobre el impuesto a los súper ricos y, hasta su fracaso legislativo, militó rabiosamente por el veto a la extracción del 10 por ciento de las cuentas individuales de las AFP.

El espíritu neoliberal de la Constitución ha alimentado la tendencia general a endeudarse para cubrir los servicios básicos de la vida moderna, lo que ha llevado a altos indicadores de endeudamiento familiar. La desigualdad no solo ha sido evidente en las diferencias de ingresos y riqueza, sino también en el papel ausente del Estado para garantizar condiciones de vida dignas y proteger a los chilenos de la pandemia.

Fuente del artículo: https://www.telesurtv.net/opinion/Chile-Estado-subsidiario-y-colapso-del-sistema-sanitario-20200720-0029.html

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Covid-19 problema sanitario: Crisis en la educación

Por: Telesur.

Unesco ha alertado que existen 258 millones de niños y jóvenes totalmente fuera del sistema educativo.

La crisis sanitaria mundial ha obligado al cierre de escuelas y universidades, afectando a un número sin precedente de estudiantes. Maestros y padres han sentido también el peso de la Covid-19.

El cierre de las escuelas en más de 180 países ha mostrado las desigualdades en materia de educación.

Es tiempo para que los garantes de la educación consigan experiencias de este periodo.

Covid-19: ¿Crisis del aprendizaje?

En 2017, Jim Yong Kim, médico surcoreano nacionalizado en Estados Unidos, y presidente en ese entonces del Banco Mundial, detallaba sobre lo que definía como una crisis del aprendizaje. Kim hacía referencia a que “la escuelas primarias y secundarias no les ofrecen a los estudiantes las herramientas necesarias para prosperar en la vida”. Y es que, según una investigación del propio Banco, se apreciaba ya, desde entonces, lo que definían como “una escolarización sin aprendizaje”.

Kim decía que “no es solo una oportunidad desaprovechada, sino también una gran injusticia para los niños y los jóvenes de todo el mundo”. La investigación mostraba cómo, por ejemplo en Kenya, Tanzanía y Uganda, cuando se les pidió a los alumnos de tercer grado que leyeran una frase sencilla como “El perro se llama Fido”, en inglés o en suajili, el 75 por ciento de los evaluados no entendió lo que leía. En las zonas rurales de la India, casi el 75 por ciento de los alumnos de tercer grado no pudo resolver una resta con números de dos dígitos como 46 − 17, y en quinto grado, la mitad aún no era capaz de hacerlo.

En Brasil, si bien las habilidades de los estudiantes de 15 años habían mejorado, al ritmo actual de avance les llevaría 75 años alcanzar el puntaje promedio en matemática de los países ricos. En lectura, les llevará 263 años. Si bien en 2017 se alertaba sobre la crisis en el aprendizaje, ¿qué sucede ahora cuando una pandemia ha obligado al cierre de todos los niveles formales de educación en 189 países, debido al confinamiento?

Antes de la pandemia… ¿ya había pandemia?

Según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el mundo hay, estadísticamente, 670 millones de analfabetos. En su discurso ante la reunión anual de la Unión Interparlamentaria en la sede de la ONU, en enero de 2020, el presidente de la Asamblea General, el nigeriano Tijjani Muhammad-Bande, lamentó que, actualmente, uno de cada cuatro países no asigna el 4 por ciento de su producto interno bruto (PIB) ni destina el 15 por ciento de la inversión pública a la educación.

Por su parte, la presidenta de la Unión Interparlamentaria, la mexicana Gabriela Cuevas Barrón, expuso que 258 millones de niños no estarán escolarizados en 2030; que en la actualidad se necesitan 69 millones de docentes en todo el mundo; y que se requieren 39.000 millones de dólares en el mundo para construir escuelas y mejorar capacidades.

Era enero de 2020, cuando la pandemia del coronavirus no había transmitido golpes tan fatales en todas las regiones del planeta. ¿Qué sucede hoy, apenas seis meses después?

La internet: ¿Solución para todos?

Hubo un momento –el 12 de abril de 2020- en que, según la Unesco, más de 1.578 millones de educandos, el 90.1 por ciento de la matricula mundial, cesaron las actividades docentes. Una de las primeras medidas –léase soluciones- tras el cierre de escuelas y universidades en todo el mundo, fue la educación virtual. Pero las diferencias, que aparecían por todas partes, también se mostraban aquí.

El sitio de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) – agencia de Naciones Unidas especializada en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) – muestra, en su último informe, no solo al equipamiento y los costos, sino también al estado del conocimiento y las aptitudes necesarias para avanzar con las tecnologías en el mundo.

En el informe, es fácil observar las enormes brechas digitales que existen, lo que hace pensar que el planeta no está preparado para la educación virtual. Pero… ¿cuál era, según el informe, la situación del acceso a internet en el momento mismo de aparecer la pandemia?

1.- En términos generales, la mitad de la población mundial usa Internet y menos de la mitad de los hogares tiene una computadora.
2.- Estimaciones globales sugieren que 826 millones de estudiantes no tienen computadora en casa, 706 millones no tienen acceso al Internet en casa y 56 millones no tienen cobertura de redes móviles 3G/4G» (Instituto de Estadísticas de la Unesco, 2020).
3.- En 2018, 57,8 por ciento de los hogares tenía conexión de Internet, 48,3 por ciento en los países en desarrollo y 17,8 por ciento en los países menos desarrollados.
4.- En 2019, Internet tenía una penetración de 53,6 por ciento en el mundo. 86,6 por ciento de los usuarios estaba en los países desarrollados y 19,1 por ciento en los PMD.
5.- 6.500 millones de personas (85,5 por ciento de la población mundial) carecen de una conexión fiable a Internet de banda ancha (PNUD, abril 2020).
6.- En 40 de los 84 países para los cuales hay datos, menos de la mitad de la población tiene competencias digitales básicas, como copiar un archivo o enviar un correo electrónico con un adjunto.

Quizás pueda pensarse que las mayores insuficiencias están en el África subsahariana, pero el informe muestra que notables diferencias hay por todo el planeta, incluso en los países desarrollados donde existen también notables disonancias. Un mundo así no ha podido responder por igual a los embates de una pandemia.

Sistema de respuesta en América Latina: Mapeo regional-país por país 

24 países de América Latina y el Caribe, actualizado al 17 de junio de 2020.

Los que nunca han asistido a un aula

Por estos días, es común en los medios leer cifras de estudiantes que están fuera de las aulas a causa de la pandemia… pero ¿cuál es la cifra de estudiantes que, independientemente de la pandemia, no ha asistido nunca a un aula?

Según el estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). el dato más voluminoso es que hay 258 millones de niños y jóvenes totalmente fuera del sistema educativo, y la pobreza fue el principal obstáculo para su acceso.

De ellos, 93 millones (31 por ciento de población en edad escolar) están en África subsahariana; 94 millones en Asia meridional y central (21 por ciento); 33 millones en Asia oriental y sudoriental (9 por ciento); 15 millones en África del norte y Asia occidental (17 por ciento); y casi 12 millones en América Latina y el Caribe. De la población no escolarizada, 15 por ciento son niños y niñas con discapacidades.

La ONU, en un documento titulado “Shared responsibility, global solidarity: Responding to the socio-economic impacts of Covid-19″ (Responsabilidad compartida, solidaridad global: Respuesta a los impactos socioeconómicos de Covid-19), ha estimado que, entre 42 y 66 millones de niños y niñas podrían caer en la pobreza extrema como resultado de la crisis de este año.

En las poblaciones vulnerables, los niños y jóvenes tienen mayores dificultades para acceder a una educación a distancia. I Foto: elsoldepuebla.com.mx

De igual forma, las Naciones Unidas, en un texto publicado este 2020 bajo el título “The Impact of Covid-19 on Children” (El impacto de Covid-19 en los niños) ha proyectado que, en solo un año, se pueden revertir los últimos dos a tres años de avance en la reducción de la mortalidad infantil, y se espera que la desnutrición ascienda a 368.5 millones de niños en 143 países que normalmente dependen de los Programas de Alimentación Escolar.

Ya en marzo de 2020, el Programa Mundial de Alimentos calculaba que 300 millones de alumnos de primaria habían dejado de recibir sus alimentos al haberse suspendido sus clases. Unesco ha señalado, además, que la inactividad física, el acceso restringido a espacios al aire libre, la escasez de espacios interiores abiertos y un mayor tiempo frente a las pantallas, debilitará de manera general el sistema inmunológico. Stefanía Giannini, subdirectora general de Educación de la Unesco, y Anne-Birgitte Albrectsen, directora ejecutiva de Plan Internacional por la Covid-19, han agregado que es posible el aumento en las tasas de deserción escolar que afectará de manera desproporcionada a las niñas adolescentes, a la vez que se arraigarán las brechas de género en la educación y llevará a un aumento en el riesgo de explotación sexual, embarazo precoz y matrimonio infantil forzado.

Las preguntas que rondan

Ante estadísticas y previsiones de organismos internacionales que pueden resultar alarmantes, y teniendo en cuenta, además, el contraste de algunos países u organismos que sí han ofrecido respuestas acertadas, varias preguntas comienzan a rondar:

¿Qué estrategias o modalidades educativas, una vez reabiertas las escuelas, van a perdurar? ¿Qué habilidades tendrán el vigor de programar trasformaciones en los sistemas educativos del mundo? ¿Qué hacer con los millones de niños para los que siempre –no solo ahora, en tiempos de pandemia- la escuela ha permanecido cerrada?

Fuente de la reseña: https://www.telesurtv.net/telesuragenda/covid-problema-sanitario-crisis-educacion-20200720-0063.html

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