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Docentes latinoamericanos resisten en cruzada contra los que profesan la fe en el conocimiento

Por: Javier Tolcachier 

No estoy en el mundo simplemente para adaptarme a él, sino para transformarlo

 Paulo Freire

Profesan la fe en el conocimiento, lo declaran y practican públicamente y a diario. Son los que llamamos “profesores”. Maestros, que en cada rincón del planeta se ocupan de que cada niña o niño se sume en corto tiempo a la corriente milenaria del progreso humano. Docentes, que viven en el intento de acompañar, contener, ayudar a resolver o a mitigar las contradicciones acumuladas por ese mismo proceso.

¿Quién podría perseguir o reprimir, quién osaría cercenar los derechos de este pueblo del conocer? ¿Podría acaso alguien poner en entredicho su dedicada entrega, limitar o desfavorecer su sagrada vocación? ¿Quién se arrogaría criticar tan elevada misión? ¿Quién obstaculizar su cometido? Y sin embargo…

En Honduras, el sector magisterial es violentamente reprimido mientras sostiene protestas y paros desde hace varias semanas. La derogación de los decretos que abrían la puerta a despidos masivos y privatización de la educación no conforma a un amplio sector de maestros, quienes descreen que el gobierno inconstitucional de Juan Orlando Hernández tenga interés en fortalecer el sector público de la educación.

En Chile, los profesores iniciaron el 3 de Junio un paro nacional indefinido luego de las reiteradas negativas del Ministerio de Educación a dar respuestas a la crisis de la Educación Pública. Con la medida de fuerza los docentes reclaman que el gobierno se retracte del cambio curricular que hace optativas las materias de Historia, Artes y Educación Física, repare la Deuda Histórica, remedie el agobio y mejore las condiciones laborales de los maestros.

Cientos de miles salen también a la calle para repudiar los dramáticos recortes de presupuesto para la educación y la investigación científica en Brasil. A ello se suma la línea ideológica con la que el gobierno de Bolsonaro pretende censurar la práctica académica, limitar derechos, eliminar contenidos progresistas y ensalzar la sangrienta dictadura de 1964.

El reclamo por mayores recursos para infraestructura escolar, protección a la salud de los docentes, garantías al acceso a la educación gratuita y jerarquización de la educación pública movilizan a los docentes en Colombia, mientras que en Ecuador maestros jubilados debieron iniciar una huelga de hambre en la Asamblea Nacional para exigir el pago de haberes atrasados.

En Puerto Rico, un amplio arco de organizaciones nucleadas en el Frente Amplio en Defensa de la Educación Pública (Fadep) marchó en Marzo de este año en rechazo a las “escuelas chárter”, al tráfico de influencias y contra el mal manejo de fondos públicos para beneficiar intereses privados.

En Costa Rica los sindicatos docentes luchan contra la intención gubernamental de declarar a la educación como “servicio esencial”, subvirtiendo así el Derecho a huelga de los trabajadores de la educación.

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realizó un plantón en el Congreso mexicano contra la sanción de lo que consideran una apenas remozada nueva-vieja Reforma educativa, rechazando las evaluaciones compulsivas como mecanismo que pone en riesgo su estabilidad laboral.

En Argentina, la pérdida de poder adquisitivo de los maestros, la represión de la protesta, la difamación y amenazas a la dirigencia sindical han sido moneda corriente en el gobierno de Macri.

Más allá de los matices locales, la homogeneidad de este cuadro en los países gobernados por la derecha en América Latina y el Caribe responde sin duda a un patrón global.

¿Dónde están, cuántos son, los valientes del pizarrón?

Según consignan las estadísticas de la UNESCO, en el nivel preprimario de la región latinoamericano caribeña hay algo más de un millón de docentes, poco más de 3 millones en la primaria y 3.9 millones en la secundaria. El perfil de género es significativo: las educadoras constituyen un 95% en la etapa inicial, 78% en la primaria y algo menor, pero todavía mayoritaria, es la participación femenina de un 57% en el escalón secundario.

En promedio regional, por aula cada docente se ocupa de unos 20 párvulos, de casi 22 alumnos en la escuela primaria y de algo más de 16 educandos en el nivel secundario. Las disparidades, sin embargo, son elocuentes: Mientras el número de estudiantes por profesor es bajo en Cuba (9), Uruguay (11) o Costa Rica (12), revelando el enorme papel que históricamente tiene la educación en estas naciones, en países como Nicaragua (30, según último dato 2010), El Salvador (28), México (27), Honduras (26) o Colombia (24) la proporción aumenta enormemente, dando cuenta de las dificultades de docentes y educandos para avanzar con el aprendizaje.

Esto guarda directa correlación con el presupuesto que destinan los gobiernos a la misión educativa en relación al PBI. Mientras Cuba se sostiene invicta en la cúspide con casi un 13%, naciones como Panamá o Guatemala rondan un magro 3%; mientras Bolivia o Costa Rica invierten más del 7% del PBI (2015), Chile, Paraguay, Nicaragua, Colombia o Uruguay no llegan al 5%.

Las 7 plagas neoliberales en la educación

El Banco Mundial, por ejemplo, –entidad cuyos principales accionistas son Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y Estados Unidos – opina que “realizar inversiones inteligentes y eficaces en las personas resulta imprescindible para desarrollar el capital humano con el que se pondrá fin a la pobreza extrema.” Entiéndase bien: capital humano no es aquí un dinerillo del que todos pueden disponer, sino la increíble visión que reduce lo humano a un factor económico.

En la misma introducción, el Grupo -cuyo actual presidente David Malpass se desempeñó antes como subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos- dice que “trabaja con los países para fortalecer y alinear sus sistemas educativos, de manera que se haga hincapié en garantizar que todos los niños aprendan.” Entre otros elementos “benéficos” este banco, uno de los pilares centrales del esquema financiero y de desigualdad internacional de la posguerra, “ayuda a los países a definir las competencias y los conocimientos que se deben enseñar, a brindar apoyo a los docentes y a los establecimientos educativos para establecer estrategias de instrucción eficaces, y a medir el aprendizaje de los alumnos.”

Esta mirada, alineada (y alienada) con los intereses de los más altos estamentos del poder financiero mundial, permite entender porqué entidades como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), conformada por 36 países del capitalismo occidental, ha desarrollado un sistema de evaluación internacional de estudiantes conocido como PISA, a través del cual, directa o indirectamente, se pondera también el desempeño del cuerpo docente y de los Estados.

Como de manera arrogante se indica en su sitio web, este programa “busca determinar qué es importante que los ciudadanos sepan y puedan hacer”. La explicación continúa así:”PISA evalúa hasta qué punto los estudiantes de 15 años de edad que se encuentran cerca del final de su educación obligatoria han adquirido los conocimientos y habilidades que son esenciales para la plena participación en las sociedades modernas”. El test en cuestión contiene pruebas de lectura, matemáticas y ciencias, pero además, en algunos países se han incluido recientemente problemas de “literatura financiera y competencia global”.

Lejos de restringirse a sus miembros, el programa se ha extendido ya a 80 países. Sin duda que el muestreo no da cuenta de la real capacidad estudiantil o de los sistemas educativos, sino que revela el grado de vasallaje de los países que lo aplican de someterse al monitoreo global de la educación por parte de los centros del capital.

Según la integrante del Grupo de Trabajo de CLACSO sobre Reformas y Contrarreformas Educativas Iliana Marina Lo Priore Infante, con esta estandarización jerarquizadora se induce “la aceptación de escalas estratificadoras socioculturalmente en la educación que se correspondan con la división social y jerárquica que reproduce la sociedad capitalista” y “ se pretende que los países que presuntamente salieron rezagados en las posiciones “deben” imitar en sus políticas y prácticas educativas a los países que resultaron mejor ubicados, con base a las orientaciones de la OCDE.”

La investigadora agrega que así se asimila la educación a la noción de capacitación y no se ve como un proceso holístico, integral, global, humanizado, además de invisibilizar los avances de inclusión educativa en algunas regiones, como es el caso de América Latina, al sobrevalorar criterios de calidad tecnocráticos de la educación.

Es evidente que los resultados de las evaluaciones son consistentes con su propósito, que es hacer llover sobre el mundo educativo las siete plagas del dios dinero.

Mercantilización y Privatización

La Educación pública y gratuita es un logro histórico colectivo hacia la nivelación de oportunidades. El tratamiento de la educación como mercancía y su direccionamiento privatizador representan un ataque directo a la posibilidad de ascenso y cohesión social.

Desfinanciamiento educativo del sector público

Los gobiernos de derecha asumen políticas de desinversión pública, amparados en el supuesto cuidado de no incurrir en déficits presupuestarios. La educación, junto a la salud, suelen ser sus primeros blancos. Por lo demás, si bien el monto global de recursos destinados por el Estado a la educación es un primer indicador, la desagregación de su destino es fundamental. En muchos países los recursos públicos se transfieren a entidades privadas ya sea mediante convenios o cubriendo los salarios de personal en sus establecimientos. Algo similar ocurre con la compra de bienes y servicios. Éstos se tercerizan a empresas cuyas prestaciones, enfocadas en la maximización de beneficios, colocan al sector educativo en calidad de rehén.

En el mismo sentido actúa la municipalización, la que escondida bajo el manto de descentralización administrativa y posibilidad de incluir contenidos locales, impide compensar las dificultades presupuestarias de comunas más pobres, eliminando la mediación niveladora del Estado entre distintos segmentos sociales.

Estandarización, difamación y premio-castigo

Junto a los testeos estudiantiles, se han implantado sistemas de evaluación a la docencia, con punición o recompensa según los resultados. Es frecuente la utilización de estas pruebas estandarizadas para difamar al magisterio, culpándolo del fracaso del sistema. Esta visión tecnocrática y competitiva de la educación, agrega inestabilidad y presión, abriendo la puerta a la precarización, el despido, la enfermedad y el malestar de miles de maestros.

Cosificación al servicio del mercado

El capital exige que el sistema educativo sirva a sus necesidades inmediatas y mediatas. Se “enseña” para conseguir mano de obra “apta”, se instalan en el imaginario individual y colectivo “virtudes” como innovación o eficiencia, se fomenta la potenciación unilateral de capacidades en desmedro de un desarrollo integral y armónico, se apadrinan la competencia y el mérito, se potencian actitudes de tecnificación, se desprestigia lo público y lo colectivo. Los educandos son cifras en planilla tecnocráticas y objetos sin intención, conciencias vacías que hay que llenar. Los docentes, en este esquema, son apenas ejecutores de un plan de sometimiento acrítico a los parámetros existentes.

Gobernanza corporativa en la definición de la política pública educativa

A través del tráfico de influencias, donativos, prácticas de lobby o presión sobre la opinión pública a través de los medios masivos (cuyos grupos hegemónicos están fuertemente ligados al negocio educativo), el sector privatista incide crecientemente en las decisiones públicas. Como lo indica el Mapeo sobre Tendencias de la Privatización en América Latina y el Caribe (CLADE: 2014) mediante la “participación de empresas o redes empresariales en la elaboración de la agenda educativa nacional y regional; la presencia de programas desarrollados por el sector empresarial y la presencia directa de este segmento en órganos públicos y cargos estratégicos para definir dicha agenda, lo que implica un conflicto de intereses manifiesto.”

La financiarización educativa

El informe de la CLADE citado anteriormente señala incluso modalidades tales como la negociación de matrículas en forma de “commodities” en la bolsa de valores, a modo de activos que garantizan rendimientos a futuro. A lo que hay que sumar el endeudamiento forzado del estudiantado en algunos países, como único modo de afrontar el costo de onerosas carreras universitarias.

El sometimiento cultural

Al estar impregnadas por el virus globalizador, las empresas de educación privadas tienden a formar parte de redes internacionales. Los programas pasan a depender de contenidos fabricados en los países centrales, los que a través de nucleamientos como la OCDE, dictaminan los modos y criterios de evaluación. Todo el esquema conspira contra la afirmación e integración de la multiplicidad de identidades propias, implica una mengua de soberanía, de diversidad cultural y la degradación de la lógica democrática, pública y participativa.

La cruzada oscurantista

A los flagelos anteriores se agregan los vientos de irracionalismo que surcan la época. La exclusión sistemática de una porción significativa de la sociedad de los circuitos de protección social, la cerrazón de futuro individual y colectivo junto a la velocidad de transformaciones que resulta arduo digerir, configuran un malestar que es captado por corrientes retrógradas para engrosar sus filas. Este fenómeno, expandido de modo mercantil, pisa sobre terreno fertilizado por el abandono y ha cobrado fuerza en las periferias tanto urbanas como rurales.

La clave de su avance está en la proposición de “volver el tiempo atrás”, a tiempos de una “moralidad” falsamente idealizada pero de perfil más reconocible y ciertamente más estable. Tal imposibilidad histórica arroja sin embargo arcaísmos monstruosos sobre la superficie política, los que rápidamente actúan sobre el aparato educativo para volverlo afín a sus propósitos. De trasfondo actúa la idea de un retroceso civilizatorio a épocas pretéritas, en las que el conocimiento libre, el pensamiento racional y crítico no debían rebasar los límites doctrinales determinados por el poder eclesiástico.

Arriba los que creen en el conocimiento y luchan por él

El azote que propina el sistema capitalista a los que acercan diariamente a niños, niñas y jóvenes a beber de la fuente del conocimiento, es una muestra de su lógica cruel. Cuanto menos redituable para el poder, más fuertes son los latigazos. De nada sirven aquí la súplica, el consentimiento, la inacción, ni la adaptación a la injusticia flagrante. Así lo indican las luchas en curso, en las que profesores y educandos defienden un derecho humano inviolable.

Pretender que los frutos del conocimiento colectivo sirvan tan sólo a la voracidad particular es un barbarismo que debe ser desechado. Por eso es en la educación donde se juega la bifurcación de senderos entre una real igualdad de oportunidades y la perpetuación de un mundo de segregación y violencia, entre la posibilidad de transformar la realidad en sentido humanista o sucumbir a ella.

Tenemos profunda confianza en que triunfarán los que proclaman la fe en el conocimiento. Convicción fundada, más allá de las coyunturas, en su historial de victorias ante la opresión.

Fuente: http://rebelion.org/noticia.php?id=257038

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Escritores de la libertad (Reseña + Trailer)

Redacción: El Siglo de Torreón

Educar es dirigir, encaminar, apoyar al desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales de una persona. Implica poner en práctica un proceso de aprendizaje aplicado con técnica, disciplina y método, precisamente para que esa enseñanza sea aprendida, asimilada y de alguna forma perfeccionada.

No cualquier persona puede educar, tal vez tampoco pueda instruir. El profesor, sin embargo, tiene la responsabilidad de, con ejemplo y acción, hacer ambas, y mostrar a otros aquellas reglas, conceptos, conocimiento y experiencia, vitales en la formación de una persona.

¿Qué significa para un profesor asumir su responsabilidad de enseñanza y educación? La película Escritores de la libertad (Alemania-EUA, 2007) se lo pregunta, tomando como ejemplo a Erin Gruwell, una mujer que en 1994 llegó a la escuela preparatoria de Woodrow Wilson, en Long Beach, California, a enseñar la materia de lengua, con un interés u objetivo principal en mente: ayudar a la formación de los estudiantes adolecentes durante su etapa de desarrollo hacia un crecimiento de independencia y maduración, en un contexto de racismo muy marcado, agravado por la cotidiana violencia que prevalece en las calles de esa localidad estadounidense

La reciente política de inclusión en las escuelas, sin embargo, aunque tomada por el gobierno como medida de reajuste de integración social, necesario, obligatorio, importante, correcto y de equidad en cuanto a oportunidades de educación para la sociedad, resultado además de una serie de protestas sociales llevadas a cabo un par de años antes, no entusiasma a otros profesores como sí lo hace para Erin, y es que la diversidad de culturas también crea un conflicto social que se transporta de la calle a las aulas y choca con el sistema escolar burocrático que funciona a partir de normas y reglamentos estrictos ajenos a la nueva realidad social. Pandillas que pelean con violencia por el que todos reclaman como ‘su territorio’ es una de las cotidianeidades que viven las personas de esta comunidad, y si el conflicto persiste, lo que los jóvenes aprenden es esa relación de enemistad entre razas y personas: latinos, asiáticos, afroamericanos y caucásicos, todos peleando por sobrevivir, pocos dispuestos a convivir.

La mayoría de los profesores se ciñe a cumplir con la exigencia más básica de su empleo, esperando un modelo escolar perfecto, utópico e ideal, que a sus ojos alguna vez tuvieron, previo a los conflictos de 1992, por lo que ahora, de muchas maneras, se limitan a la función de impartir clase con el simple propósito de cumplir con un programa de estudios, independientemente de lo que puedan aprender los alumnos. Erin no quiere sólo eso, pues desea enseñarles a los estudiantes que a través de conocimiento y preparación pueden encontrar las bases para crecer y superarse, pero ello implica compromiso, disciplina, razonamiento, interés, comprensión, paciencia y reflexión, muchas habilidades y valores que nadie se ha preocupado por inculcar a estos chicos, ni en su casa ni en la escuela.

En un principio Erin batalla para conectar con los muchachos, para entender cómo hacerles ver qué tan valioso es su paso por la escuela, porque es más que exámenes, calificaciones, ejercicios, tareas, sentarse en una banca o pasar el grado. Si eso es para ellos (o ni siquiera eso) es porque no ven en la educación una puerta al futuro, una carrera, una profesión, una forma de mejorar su vida y la vida de las personas con quienes viven y la cultura con la que crecieron.

Finalmente la profesora encuentra un terreno común, la realidad misma de violencia que viven los estudiantes, producto del ambiente sociocultural, muchas veces hostil, en el que habitan. Todos conocen el miedo, la opresión, la aflicción, el abandono, la vulnerabilidad, porque lo viven a diario en su contexto, no importa cuál sea su ascendencia o a qué pandilla pertenezcan, ellos o sus familiares y amigos.

Entonces Erin encuentra algo con lo que los jóvenes pueden relacionarse, entender y empatizar, para, a través de ello, entender el significado y la importancia de los valores sociales, ya sea la tolerancia, inclusión, solidaridad, unión, superación o la lucha por un vivir diferente, por ejemplo, y ese algo es el Holocausto. La mayoría de los estudiantes no saben qué es, qué ocurrió históricamente ni qué representó para la humanidad esta etapa de cambio, por lo que la maestra se preocupa por hablarles de la historia pero también de algo más que el hecho histórico (específicamente les asigna leer El diario de Ana Frank), entiéndase lo que le rodea en cuanto a historias de vida, ética, cultura, aprendizaje o crecimiento: qué es la violencia para alguien que pasó de vivirla a sobrevivirla, y, específicamente, qué es y que representó para alguien vivir en un mundo de agresión, discriminación, violencia y muerte, para luego encontrar fuerzas para seguir luchando por seguir adelante, a pesar de todos los obstáculos en su contra.

El paralelismo que la profesora propone entre ese pasado y el presente mismo de los jóvenes permite crear un puente de comunicación, en donde la realidad de la guerra y la persecución de los judíos por los Nazis se convierta en una ventana para los estudiantes desde donde entender que su realidad no tiene por qué definirlos; es parte de ellos pero no los limita, especialmente cuando deciden actuar no con base en el miedo, o el control, o la voz de alguien más, sino según sus valores, apoyándose en otros y entendiendo al prójimo, en lugar de pelearse con él sin fundamento.

Concretamente hay una situación de alta tensión entre dos estudiantes, Eva, de origen latino, y la refugiada de Camboya, Sindy, pues un conocido de Eva disparó y mató accidentalmente a un conocido de Sindy, durante un enfrentamiento en el que el que disparó tenía como objetivo matar a alguien más. Se espera de Eva que proteja a sus allegados y mienta a favor de sus conocidos durante el juicio, lo que termina poniéndola en un predicamento al preguntarse qué es para ella hacer lo correcto: defender a los suyos o decir la verdad. Eventualmente decide que decir la verdad es defender a los suyos, no encubriendo la culpa, sino haciendo justicia, evitar acusar injustamente a un tercero y obligando al responsable a asumir las consecuencias de sus actos, pretendiendo así romper el ciclo de venganzas, represalia, confrontación, riñas y peleas provocadas por la inercia, o por la simple negativa al diálogo sustentada en el individualismo, sectarismo, discriminación, odio y aversión, que los chicos sólo repiten porque es lo que saben y con lo que crecieron. Desafortunadamente la historia no profundiza en el efecto de su decisión, porque en principio ella sufre las consecuencias de su postura al ser amenazada por sus correligionarios y repudiada por su familia. Aquí lo importante es el valor de decidir actuar conforme a sus valores.

Casi recién llegada a la escuela, Erin se da cuenta de una situación particularmente llamativa que le toca vivir, los estudiantes de su aula (esto mucho antes de que comiencen a llevarse bien), se encuentran sentados en el salón de clase, divididos por grupos según su etnicidad. De pronto, una riña en la escuela se desata en el patio y todos salen de los salones hacia la pelea. Erin nota que los mismos jóvenes que tenía sentados minutos antes frente a ella, todos bajo un mismo techo y un ‘terreno común’, aislados y divididos en grupos (tribus o pandillas) pero en paz, ahora se están golpeando los unos a los otros indiscriminadamente.

¿Cómo ayudar al estudiante, a los jóvenes, cómo dejar salir esas preocupaciones, encauzar su ira, inconformidad, dudas y frustraciones, sin tener que recurrir a la violencia, el enojo y el odio en sí? Erin lo logra a través de la escritura, como medio de expresión, y les pide a sus estudiantes escribir un diario, en los que cada uno desahogue todo aquello que piensa, se pregunta, reflexiona, teme o anhela. Ella les dice que sólo los leerá si ellos se lo permiten y para su sorpresa, todos le entregan sus libretas, porque la realidad es que todos quieren ser escuchados, tal vez porque nunca antes se les dio la oportunidad de dar a conocer su voz y su pensamiento, o la oportunidad de la expresión, el aprendizaje, el crecimiento, el diálogo y la comunicación, de escucharlos para entenderlos, en lugar de ser inquisitivo con ellos.

Con esta serie de acciones, aparentemente pequeñas pero significativas Erin se compromete, incluso si la gente a su alrededor no entiende cómo valorarlo, o si las autoridades lo ven más como un conflicto potencial que como algo positivo; y tal vez se compromete demasiado, pero al final hace lo que dijo que quería hacer: ayudar a los jóvenes en su desarrollo y aprendizaje. Y tal vez, en este caso, para tener éxito se requerían sacrificios propios, porque la situación misma lo pedía. La narrativa también aquí refuerza la idea de que los cambios positivos implican esfuerzo, dedicación, esmero. La realidad social, cultural y económica del lugar y la época pedían de alguien dispuesto a ir más allá del programa de estudios, porque el programa mismo no se adaptaba a las necesidades del estudiantado. Y eso es lo que hace Erin, romper barreras para acercarse a la gente que había sido aislada por esos mismos prejuicios sociales.

La propia jefa del departamento escolar, por ejemplo, se niega a prestarles a los alumnos material de lectura, sabiendo que hay una enorme posibilidad de que los libros no sean devueltos, o que lo sean pero dañados, rayados y deteriorados. Su razón tiene una lógica, pues el material servirá después para otros alumnos que cursen el mismo nivel en un futuro inmediato, pero la insistencia de Erin para dar a los jóvenes una oportunidad, darles la mano a personas a quienes nunca se les ha ofrecido, es también importante para hacer posible esa responsabilidad de enseñanza que tienen con ellos.

“Para ganar respeto primero debes respetar”, recalca Erin en un punto de la historia, y esa es la clave de todo; eso hace ella para con sus alumnos, no tratándolos como inferiores, no dándoles la espalda, sino manifestándose dispuesta a escucharlos y aprender también de ellos. Eso es exactamente lo mismo que ellos aprenden en el aula para con sus compañeros, y que tiene un eco en la comunidad, diversa culturalmente hablando, pero similar en cuanto a situaciones de lucha, que no pueden disiparse mientras no haya en efecto respeto entre personas de una misma comunidad. Es así como de alguna forma unos terminan aprendiendo de otros, algo sólo posible gracias a un mediador, a un facilitador, dispuesto a educar, aprender y enseñar, instruyendo. No es fácil de lograr pero sí necesario, en unos contextos sociales más que en otros. Lo notable aquí no es sólo la disposición de la persona al frente, sino también la de aquellos dispuestos a escuchar. En suma, el diálogo y la comunicación interpersonal como fundamento del proceso de enseñanza aprendizaje.

La película, que se basa en el propio libro El diario de los escritores de la libertad, de la auténtica profesora Erin Gruwell, quien publicó la historia anexando extractos de los diarios de sus estudiantes, está escrita y dirigida por Richard LaGravenese, y protagonizada por Hilary Swank, Scott Glenn, Imelda Staunton, Patrick Dempsey, April Lee Hernández y John Benjamin Hickey, entre otros.

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/blogs/cine/3115-escritores-de-la-libertad

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5 buenos documentales feministas

Redacción: organizaciondemujeres.org

Para ayudar a dejar claros y afianzar algunos conceptos, así como para desarrollar de una forma más didáctica nuestro discurso feminista, estos documentales son perfectos. Dale al play y no pierdas detalle.

She’s beautiful when she´s angry.

Fundamental para conocer cómo comenzaron y se formaron los primeros grupos feministas en los años 60 y 70. Con imágenes originales de la época y entrevistas a algunas de sus fundadoras, este documental realiza un recorrido por dos décadas definitivas en la lucha por la igualdad.

Simone de Beauvoir. “No se nace mujer…”

52 minutos para analizar la figura de esta mujer vital para comprender lo que ahora entendemos por igualdad entre géneros. Si quieres saber por qué no se nace mujer, sino que nos convertimos en ello.Un documental de Virginie Linhart del año 2007 producido por Zadig Productions en colaboración de con Sofiber y la participación de France 5 en donde se conmemora la publicación del “Segundo sexo” y se valora la figura de Simone de Beauvoir.

The punk singer

Gracias a este maravilloso documental podemos adentrarnos y conocer de cerca la carrera de Katheleen Hanna, la cantante del mítico grupo punk Bikini Kill desde el que dio voz a los abusos e injusticias sufridos por la mujer. Porque el punk no solo fueron los Ramones ni los Sex Pistols, he aquí un retrato de las mujeres más influyentes de la escena. El video es la versión original, en inglés, que en este ENLACElo puedes ver con subtítulos en castellano.

 

 

 

https://youtu.be/DdTHg4SQNGE

The hunting ground

Esta película documental busca destapar el tabú y abrir el debate sobre las violaciones que acontecen en los campus universitarios de Estados Unidos. El primer paso era informar a la sociedad sobre lo que realmente está pasando en las universidades y cómo la cultura de la violación está totalmente instaurada en estas.

Dir. Kirby Dick | Estados Unidos | 103 minutos

Sinopsis: Aclamado documental que relata los frecuentes pero poco conocidos casos de violaciones a estudiantes en los campus universitarios, unos terribles hechos que en muchos casos son silenciados u ocultados incluso por las propias autoridades de las universidades, ante el posible desprestigio y perjuicio económico que el acoso sexual y sobre todo las violaciones a jóvenes conllevan para la imagen de la institución donde se produce. (FILMAFFINITY)

Existe una opinión generalizada de que las universidades estadounidenses son lo máximo, no sólo por oferta académica, sino por todo ese prestigio que rodea sus nombres. Todos hemos soñado en algún punto de nuestras vidas en asistir a HarvardCambridge o Yale, pero pocos nos hemos cuestionado -más allá de los costos- ¿en verdad es todo tan idílico como lo pintan?.

The Hunting Ground recopila los valientes testimonios de una serie de mujeres y hombres, a los que se les nombra sobrevivientes, que fueron victimas de abuso sexual dentro de las instalaciones de diversas universidades de Estados Unidos, las cuales no sólo se han encargado de demeritar las denuncias de las y los estudiantes, sino que además han buscado culpar a las propias victimas por lo sucedido, todo con el afán de proteger la imagen de la institución.

CNN Films, quien está detrás de toda la investigación, nos explica a detalle las razones que llevan a tan prestigiadas casas de estudios a encubrir estos delitos llevados a cabo por parte de sus mismos alumnos, y todo por supuesto termina siendo por razones económicas. ¿A quién le interesa pagar cantidades estratosfericas para mandar a su hija a cualquiera de estas instituciones educativas si ésta puede ser violada incluso antes de que comiencen las clases?. Exacto. Además, ¿van a correr el riesgo de perder las aportaciones multimillonarias de sus benefactores?. Lo dudo mucho. Todo es cuestión de proteger una marca a como dé lugar.

The Hunting Ground es un filme brutalmente revelador que deja expuesto un sistema que durante décadas ha manipulado la información en pro de sus intereses, importándole poco que esta serie de atropellos le hayan costado la vida a más de una persona. Lo dicen muchos de los sobrevivientes, el modo tan irresponsable de actuar de las universidades se vuelve una experiencia aún más traumática que el abuso en sí.

Encuentro bastante triste que este documental haya sido dejado de lado por la Academia de Hollywood en la categoría de mejor documental y sólo haya obtenido la nominación a mejor canción (Lady Gaga de por medio), creo que una candidatura en dicha terna le habría dado un alcance mayor para llegar a oídos del público en general, pero insisto, como nos han dejado muy claro, hay gente que no quiere que esto ocurra. De cualquier manera te invito a checar The Hunting Ground (disponible en Netflix para México), créeme, te hará ver el sueño americano educativo de una manera completamente diferente.

Fuente: cineparrafos.wordpress.com

!Women Art Revolution (!WAR)

La historia y evolución del movimiento artístico feminista surgido en USA en los años 60, documentado meticulosamente durante años por una de las partícipes activas del movimiento, Lynn Hershman. Una maravillosa manera de acercarnos a uno de los momentos artísticos más significativos de la segunda década del SXX. El video está en lenguas originales y substitulado en inglés.

https://youtu.be/azdUcyCkpYI

Fuente: http://organizaciondemujeres.org/5-buenos-documentales-feministas/

 

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Región de Asia-Pacífico corre el peligro de no alcanzar ningún ODS (incluyendo educación)

Redacción: IPS Noticias

Un nuevo informe de  la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (Cespap) alerta que la región que alberga a los dos países más populosos del mundo, China e India, “no logrará” ninguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) si mantiene “su trayectoria actual”.

La región, al igual que el resto de la comunidad internacional, se comprometió a alcanzar los 17 objetivos y sus 169 metas y los respectivos indicadores, a completar para 2030.

El estudio de la Cespap  considera que “el progreso se ha estancado o se ha estado dirigiendo en la dirección equivocada en más de la mitad de los ODS”, que conforman la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, acordada en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015 y que los países comenzaron a implementar en 2016.

La secretaria ejecutiva de la Cespap, Armida Alisjahbana, pidió medidas urgentes para revertir estas tendencias negativas, al lanzar el 28 de mayo el “Informe sobre el progreso de los ODS de Asia y el Pacífico en 2019”, durante la 75 sesión de la agencia de la ONU, realizada en Bangkok, su sede central.

“Espero que este informe contribuya a orientar nuestros esfuerzos para acelerar el progreso hacia todos los Objetivos y para fortalecer el compromiso de la región de mejorar la calidad de los datos y estadísticas esenciales para medir el progreso”, dijo.

Según el estudio, la situación se está deteriorando en el logro del ODS 6, enfocado en proporcionar agua potable y saneamiento, al igual que el ODS 8, que promueve el trabajo decente y el crecimiento económico, y lo mismo sucede con el ODS 12, destinado a apoyar la producción y el consumo responsables.

La región si ha mostrado avances, así sean limitados, en el fin de la pobreza (ODS 1) y a garantizar que todos tengan acceso a una educación de calidad y al aprendizaje a lo largo de toda la vida (ODS 4). También hay logros en las medidas para alcanzar una energía asequible y no contaminante (ODS 7).

“Sin embargo, incluso cuando se ha logrado un buen progreso, este es muy lento para que estos objetivos se alcancen en 2030″, plantea el informe regional.

Stuart Kempster, analista de políticas de monitoreo y responsabilidad de la organización internacional WaterAid, dijo a IPS que “es sorprendente que, en su trayectoria actual, Asia y el Pacífico no alcancen ninguno de los 17 ODS para 2030”.

“Estamos especialmente alarmados de que algunas naciones pasarán años para lograr el cumplimiento del derecho humano al agua y al saneamiento, los componentes básicos de cualquier comunidad estable y próspera”, añadió el especialista de la organización con base en Estados Unidos, que se ocupa de ayudar a alcanzar ese derecho básico.

Kempster destacó que a las tasas actuales de avance, todos los países de ingresos bajos y medios de la región no gestionarán el agua de forma segura hasta 2064 y en el caso del saneamiento esa meta solo se alcanzará en 2107.

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en que las regiones y países trabajan desde el comienzo de 2016, con el objetivo de alcanzar sus 169 metas específicas para 2030. Crédito: ONU

Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en que las regiones y países trabajan desde el comienzo de 2016, con el objetivo de alcanzar sus 169 metas específicas para 2030. Crédito: ONU

“Solo nos quedan 11 años para mantener la promesa hecha a quienes viven sin agua limpia o un inodoro decente. Los gobiernos deben priorizar el agua limpia, el saneamiento decente y una buena higiene, asegurando que se establezca el financiamiento adecuado para construir un mundo más sostenible ahora y para las generaciones futuras “, señaló.

Arman Bidarbakhtnia, jefe de la División de Estadísticas de la Unidad de Gestión de Datos Estadísticos de la Cespap, dijo a IPS que el informe solo evalúa el progreso regional y subregional y no pretende realizar una evaluación de cada país.

A pesar de que hay muchas referencias a casos de países a nivel de indicadores, explicó, las conclusiones sobre los ODS no deben generalizarse a los países.

El análisis se basa en agregaciones a nivel regional y subregional, no ponderadas a nivel nacional. Por ello, los resultados no son representativos de China y la India como los países más grandes, subrayó.

Además, los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID) son tan importantes como China e India en este análisis de la región.

El funcionario de la Cespap señaló también que por “la región” no debe entenderse a la región entera o a la mayoría de su población, sino que significa un “país típico en la región” o “la mitad o más países de la región (valores promedio)”.

El informe lanzado en mayo, detalló además, solo se enfoca en el progreso y no apunta a un análisis de “causa-efecto”.

El informe muestra diferencias importantes en el progreso entre las subregiones de Asia y el Pacífico que han registrado diferentes éxitos y enfrentan diferentes desafíos.

Pero, en cualquier caso, cada subregión necesita revertir las tendencias existentes para al menos tres ODS.

Por ejemplo, la subregión del este y el noreste de Asia está retrocediendo en objetivos como el de ciudades y comunidades sostenibles (ODS 11), acción por el clima (ODS 13) y la vida de los ecosistemas terrestres (ODS 15).

En tanto, el sudeste asiático ha retrocedido en los ODS 8 y ODS 13, al igual que en el de alcanzar la paz, justicia e instituciones sólidas (ODS 16).

Por su parte, el sur y el suroeste de Asia se está moviendo en la dirección equivocada en los ODS 6, ODS 12 y ODS 13.

Desde el año 2000, ha habido un descenso en el objetivo de la igualdad de género (ODS 5), junto con los ODS 8 y ODS 11 en Asia del Norte y Central. Por su parte, la  subregión del Pacífico ha retrocedido en los objetivos de hambre cero (ODS 2) y vida submarina (ODS 14), junto con los ODS 8 y ODS 16.

“La falta de datos confiables en todos los ODS y en todas las subregiones es uno de los mayores desafíos de Asia y el Pacífico”, asegura el informe de la Cespap.

A pesar de un aumento significativo en la disponibilidad de los indicadores de los ODS desde 2017, permanecen brechas en los datos de dos tercios de esos indicadores de los ODS.  Según el informe, casi una cuarta parte de todas las metas de los ODS que carecen de evidencia se relacionan con asuntos ambientales.

Bidarbakhtnia puntualizó a IPS que no se puede deducir por los reveses que se observan en el informe, que exista una falta de voluntad política o un déficit en la ayuda al desarrollo para que los países del Sur en desarrollo alcancen los ODS.

Definitivamente, a su juicio, esos reveses obedecen a causas diferentes según el país, incluidas la falta de voluntad política, de recursos financieros, de ayuda para el desarrollo, de prioridades y de modelos de desarrollo, entre otras.

Sin embargo, dijo, “puede inferirse de la publicación de la Cespap que el costo de cerrar estas brechas es asequible para los gobiernos, y definitivamente no todos los problemas son debidos a la falta de recursos financieros”.

Sobre la conclusión de la “falta de datos confiables en todos los objetivos”, que incluye el informe, el jefe de Estadísticas de la Cespap aseguró que se fundamenta en un análisis riguroso de la disponibilidad de datos que se presenta en la parte 3 del informe. La misma parte también proporciona algunos consejos para cerrar la brecha y superar los desafíos.

En particular respecto al ODS 1, reafirmó que “la tasa actual para poner fin a la pobreza no es suficiente para alcanzar las metas 2030”.

Puntualizó que el informe permite ver que la región, incluyendo a China e India, está en vías de erradicar la llamada “pobreza de ingresos”, si pueden mantener el mismo ritmo de progreso hasta ahora.

Pero recordó que el ODS 1 va más allá de esa pobreza de ingresos y que la región está rezagada en otras dimensiones de las metas incluidas en ese transversal objetivo, especialmente en cuanto al gasto gubernamental en servicios básicos (educación y salud) y la capacidad de recuperación ante desastres naturales.

El informe no presenta cifras específicas sobre China e India, pero “nuestros datos muestran que a ambos les está yendo mejor que a la región (en promedio) en el ODS 1 y van por buen camino si mantienen el actual nivel de progreso”, dijo Bidarbakhtnia.

Pero también, como el resto de la región,  “necesitan acelerar el gasto en servicios básicos”, indica. Además, hay varias otras dimensiones, como la protección social y la pobreza multidimensional, donde no hay datos que permitan medir la situación, agregó.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2019/06/region-asia-pacifico-corre-peligro-no-alcanzar-ningun-ods/

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Política, ideología y educación en Colombia

Por: Carlos David Martínez Ramírez

“Debemos exigir claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean agentes de cambio”

Mediante la educación se transmiten ideologías y posturas políticas. Esta es una realidad de la cual se habla muy poco en Colombia, excepto cuando algún grupo con poder siente que existe un riesgo de que esa transmisión pueda afectar sus intereses. Ejemplos recientes son el proyecto de ley con el que se intentó limitar la libertad de cátedra y cuando se acusó al Ministerio de Educación Nacional de querer transmitir una supuesta ideología de género.

Al igual que en el periodismo, quienes se desempeñan en el campo educativo no deberían jugar a ser neutros sino aclarar sus ideologías y plantear posturas que permitan contradicciones y discusiones críticas. De esta manera, vale aclarar que el hecho de que se transmitan ideologías y posturas políticas en la educación, no es equivalente a plantear que se pretenda siempre el adoctrinamiento de los estudiantes en función a las creencias del docente.

Napoleón fue uno de los primeros en hablar de un cuerpo docente como la punta de lanza para adoctrinar a la población mediante los procesos educativos. Incluso en la Francia contemporánea también se han hecho acusaciones relacionadas con la intención de transmisión de una ideología de género (allá la denominan teoría de género).

En el caso de la historia reciente colombiana, en la década de 1980 se reguló ampliamente los lineamientos curriculares que debían seguir las instituciones educativas; después, el Movimiento Pedagógico reaccionó exigiendo, entre otras cosas, libertad de cátedra; esta situación, unida con las políticas neoliberales en  la década de 1990, confluyó para que entre 1991 y 1994 se estableciera una normatividad que apostaba por la descentralización en la educación. De esta manera, resulta casi imposible pensar en el siglo XXI que el gobierno central pueda exigir una transmisión ideológica mediante las escuelas. Quien conoce esta historia no se come ese cuento de la ideología de género.

Un ejemplo muy claro de transmisión ideológica mediante la educación en Colombia lo podemos encontrar en el siglo XIX, cuando los liberales radicales buscaron promover mediante la educación convencional las bondades del federalismo en los Estados Unidos de Colombia (como se denominó el país en 1863). Paradójicamente se pretendía una educación descentralizada (con la lógica federalista), pero con la centralización en la ideología que se buscaba promover: que el federalismo era la mejor opción para el país.

En el caso de algunas élites ricas o la aristocracia, como se prefiera, en diferentes países se prefiere optar por la educación en casa, usualmente con excelentes profesores, los “mejores” de cada disciplina o haciendo énfasis en los campos que a la familia más le conviene de acuerdo a sus intereses económicos y/o políticos. Otrora una práctica común era el tour, un viaje mediante el cual los jóvenes conocían otras regiones, por lo general países más avanzados que el propio y aprendían las mejores prácticas administrativas o de gobierno, las cuales replicarían al volver a su país de origen en las empresas o los negocios familiares.

En el caso de Colombia recientemente se han adelantado investigaciones sobre la educación sin escuela. Algunos critican que los padres no deben reemplazar la labor de la escuela, otros critican que estos enfoques pueden buscar que la educación convencional pierda poder. Lo cierto es que el Estado debe garantizar diferentes opciones educativas para todas las familias, sin importar si sus decisiones se basan en criterios políticos o de otro tipo.

Pretender que la educación sea neutra políticamente es una muestra de desconocimiento e incluso de ignorancia con relación al funcionamiento de las lógicas políticas. Si exigimos una educación neutra estamos promoviendo una educación mediocre. Lo que debemos exigir es claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean verdaderos agentes de cambio.

Fuente: https://www.las2orillas.co/politica-ideologia-y-educacion-en-colombia/

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Voto, educación y aborto: más de 150 años de lucha feminista en Argentina

Redacción: El País

La muestra ‘Emancipadxs’ de la Biblioteca Nacional traza el camino recorrido por las mujeres: de ser consideradas incapaces respecto del hombre a las últimas marchas de Ni Una Menos.

En 1830, Argentina hacía sólo 14 años que era un país independiente cuando desde La aljaba lanzaron las primeras flechas feministas contra una sociedad profundamente patriarcal. Esta primera revista escrita por mujeres en Argentinadefendía el derecho a la educación femenina y la igualdad entre géneros, pero sus autoras la veían tan lejana que sacaron la publicación con el subtítulo: «Nos libraremos de las injusticias de los hombres solamente cuando no existamos entre ellos». En ese momento la mayoría de mujeres estaban confinadas al hogar, como amas de casa o criadas, bajo la potestad masculina. La Biblioteca Nacional Argentina parte de esos pasos iniciales de la lucha feminista para llegar hasta la actualidad en la muestra Emancipadxs, que abre hoy sus puertas al público.

Ejemplar de la revista La aljaba.
Ejemplar de la revista La aljaba. MARCELO HUICI / BIBLIOTECA NACIONAL

Otros títulos de la época que figuran en la exposición, como Álbum de señoritasLa Flor del Aire y Siempre-Viva, también pusieron el énfasis en la educación de las mujeres, lideradas por la escritora, traductora y maestra Juana Manso. En 1885 la argentina Élida Passo se convirtió en la primera mujer de América del Sur en terminar una carrera superior, Farmacia, pero le negaron el acceso a Medicina. Ese muro lo derribó Cecilia Grierson, quien se licenció cuatro años después.

A caballo entre el siglo XIX y XX, en plena efervescencia de las ideas anarquistas y socialistas traídas por los inmigrantes, el diario La voz de la mujer defendía la necesidad de mejoras laborales a la vez que predicaba el amor libre y el placer sexual. «Hastiadas de ser el juguete, el objeto de los placeres de nuestros infames explotadores o viles esposos, hemos decidido levantar nuestra voz en el concierto social y exigir, decimos exigir, nuestra parte de placeres en el banquete de la vida», escribieron las autoras de esta publicación anarquista en 1896.

La Biblioteca Nacional rinde homenaje a las primeras universitarias argentinas, pioneras del movimiento por la conquista de derechos de la mujer. Feministas como la médica Alicia Moreau de Justo redoblaron la exigencia de emancipación civil e iniciaron la campaña para el voto femenino. Su colega Julieta Lantieri «buscó vacíos legales para burlarse de las leyes y fue la primera mujer en votar en Argentina», explica Jorgelina Nuñez, una de las coordinadoras de la muestra. Lantieri ejerció ese derecho cívico en 1911 autorizada por un juez, pero el Gobierno modificó después la ley para impedir que lo repitiese u otras copiasen su ejemplo. El veto se mantuvo hasta 1947, cuando el peronismo aprobó el voto femenino por iniciativa de la primera dama, Eva Duarte de Perón.

«Hay excepciones, pero en general los hombres no acompañaron, no es como ahora. Ante cada avance hubo muchos hombres que escribieron en los medios en contra, en algunos casos con notas muy machistas y ofensivas», dice Evelyn Galiazo, una de las investigadoras de la Biblioteca.

Los diarios y revistas de mayor circulación no salen muy bien parados y menos aún la industria publicitaria. La mujer se incorporó de forma masiva al mundo laboral, en 1987 se aprobó el divorcio, en 1991 la ley de cupos, en 2007 asumió la primera presidenta electa, pero la publicidad quedó rezagada respecto a esos grandes cambios sociales.

«La publicidad reproduce los estereotipos y sorprendentemente los mantiene pase lo que pase. No encontrás hombres en avisos de productos de limpieza hasta hace muy pocos años y el cuerpo femenino se usa aún para vender productos», denuncian las organizadoras de la exposición. En una sala que emula una peluquería pueden verse revistas destinadas a un público femenino con títulos como «Lo que las novias inteligentes nunca hacen», «Tratamientos y cirugías para hacer ya» y «Es feo sentirse gorda todo el tiempo». Hay también anuncios de maquillaje y trucos de belleza.

El tramo final de Emancipadxs está dedicado a luchas emblemáticas lideradas por mujeres y movimientos LGBT+ en las calles de Argentina. Entre ellas destaca la que encabezaron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en plena dictadura para denunciar la desaparición de sus seres queridos, la que culminó con la aprobación del matrimonio igualitario en 2010 y la ley de identidad de género en 2012, la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito -iniciada hace tres décadas y ahora abanderada por las más jóvenes– y el movimiento Ni Una Menos contra los feminicidios.

En 2019, una mujer argentina es asesinada en promedio cada 31 horas. Miles sufren otras formas de violencia machista como abusos sexuales, humillaciones y acoso. Casi medio centenar muere por abortos realizados en la clandestinidad con métodos inseguros. Las mujeres cobran menos que los hombres en sus trabajos. Ocupan menos cargos directivos. Dedican más horas a tareas no remuneradas de cuidados y en el hogar. Quedan grandes obstáculos por superar, pero empequeñecen al mirar el largo camino recorrido.

Fuente: https://elpais.com/cultura/2019/06/06/actualidad/1559826755_889728.html

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El mundo deseado de los niños refugiados de Azraq

Asia/Jordania/20 Junio 2019/Fuente: El país

Los jóvenes participantes en los talleres de fotografía del proyecto Restoring Hope, que Plan International lleva a cabo en este campo de Jordania, han aprendido Photoshop para poder expresar cómo les gustaría que fuera su vida

Más de 35.000 personas refugiadas sirias viven en Azraq, un campo de refugiados en Jordania. De ellas, el 60% son niños, incluidos 240 menores de edad no acompañados. Su vida en este lugar es complicada y muchos chavales cuentan que les gustaría que fuera de otra manera. Esta vez lo han hecho con imágenes. ¿Cómo? La ONG Plan Internacional ha formado a 25 adolescentes de entre 14 y 16 años en fotografía, en el marco de su programa Restoring Hope, para que tomaran instantáneas de su realidad. Después, recibieron clases de edición para poder expresar cómo les gustaría que fuera esa realidad.

La temática de las imágenes tomadas por los participantes incluye situaciones a las que se enfrentan diariamente: trabajo infantil, violencia, abusos, dificultades en el acceso a la educación, falta de instalaciones médicas y deportivas, y necesidad de escapar de un horizonte sin demasiadas expectativas.

Plan International España, con el apoyo de la organización Nous Cims, ha organizado talleres para que 25 chicos y chicas de entre 14 y 16 años del Village 3, recibieran formación básica sobre fotografía en un taller con profesionales que les explicaron las técnicas, los equipos y cómo utilizar las imágenes para expresar sus opiniones. No han salido del campo en mucho tiempo, pero su creatividad no tenía límites.

En las sesiones, cada joven recibió una pequeña cámara y aprendió a tomar fotos con diferentes técnicas. Las chicas y los chicos traspasaron las fronteras de la fotografía tradicional y propusieron nuevas formas de compartir las fotos para expresar sus sentimientos.

Los participantes usaron su imaginación para transformar las fotografías y plasmar, mediante programas de edición, cómo querrían que fuera su vida cotidiana en el campo. Muchas veces, sus deseos eran tan simples como tener una habitación bonita en la que sentirse cómodos para leer sus cuentos y desplegar su imaginación.

Las imágenes transmiten el sufrimiento y los sueños de libertad y cambio de los adolescentes en los campos de refugiados. El anhelo de poder cambiar el carro de trabajo por una mochila y que aparezca un autobús para ir a la escuela.

Los niños quieren seguir siendo niños y recuperar la normalidad en sus vidas que perdieron al huir de su país, y así lo demuestran en la mayoría de sus fotos. Sus sueños son muy similares a las de cualquier otro chaval de su edad: una vida normal. El joven Mohammad fantasea con tener un estudio de música en el campo de refugiados de Azraq.

Convertirse en una gimnasta exitosa es uno de los mayores deseos de Yara, quien sueña con tener un espacio y los materiales apropiados para entrenar cada día. A través de su mirada, un campo seco se convierte en una pista de entrenamiento en la que imagina que, si entrenase duro, podría ganar muchas competiciones.

Mohamad sabe que la música es lo suyo. Por eso, este joven refugiado sueña con tener un estudio de música con diferentes instrumentos y mobiliario más cómodo que le ayude a desarrollar todo su potencial.

Si Manar no hubiera sido obligada a casarse cuando era solo una niña, la joven, hoy madre de un pequeño al que tiene que sacar adelante, hubiera seguido yendo a la escuela para convertirse en una arquitecta y poder contribuir a su comunidad.

Conseguir que los niños refugiados puedan disfrutar de su infancia es uno de los principales objetivos del trabajo de Plan International que proporciona, a través de diferentes proyectos, atención psicológica y apoyo emocional a miles de pequeños refugiadas.

En Jordania, la ONG empezó a trabajar en 2016 para abordar las necesidades de la infancia, con especial foco en las niñas, que se han visto obligados a huir de sus países de origen como consecuencia de una de las peores crisis migratorias de la historia.

Al final del taller, los jóvenes organizaron una exposición con Plan International, titulada What if… (¿Y si…?), a la que acudieron muy ilusionados ya que, para la mayoría, era la primera vez que salían del campo de refugiados desde que llegaron de Siria.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/19/planeta_futuro/1560938647_652535.html
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