Page 945 of 2587
1 943 944 945 946 947 2.587

Colombia: Acoso sexual en universidades: estudiantes ponen el tema sobre la mesa

América del Sur/ Colombia/ 02.04.2019/ Fuente: www.eltiempo.com.

Grupos de apoyo en redes sociales, denuncias públicas y hasta mensajes en las paredes son algunos de los mecanismos que han tenido que implementar estudiantes para exigir que se tomen acciones concretas ante las situaciones de acoso o abuso sexual en las universidades del país, que cada vez se hacen más visibles.

Aunque no sabe con exactitud cuál es el tamaño del problema, EL TIEMPO consultó ocho de las principales universidades del país para tomarle el pulso a esta situación. De las instituciones consultadas (Universidad de los Andes, Externado, Nacional de Colombia, Distrital Francisco de Caldas, del Valle, Cauca, Rosario y Pedagógica Nacional), solo la mitad respondió cuántos casos había registrado de acoso sexual y laboral.

De las cuatro que contestaron, el número de casos oscila entre cuatro y 18 quejas en los últimos dos años, que involucran a profesores y estudiantes. Por su parte, la Fiscalía tampoco tiene datos precisos sobre este tipo de sucesos y argumentó que “por el sistema de información que tiene no puede clasificar de una manera tan específica esos datos (delito de abuso sexual en universidades)”.

Aun así, el número de testimonios, a veces anónimos, sigue creciendo. “Me seguía en el campus y me esperaba después de las clases para decirme cosas abusivas. Incluso recuerdo que, una vez, yo estaba en un pasillo, y él me tomó violentamente de los brazos para que lo escuchara y dejara de ignorarlo”, relató una estudiante víctima de acoso, a través de una página de Facebook a la que tuvo acceso este diario.

Precisamente, las redes sociales se han convertido en una herramienta masiva de denuncia. Florence Thomas, activista feminista, explica que, entre otras razones, eso es una consecuencia del movimiento mundial #MeTooque invita a las mujeres a denunciar sus casos de abuso y acoso a través de redes sociales con dicho ‘hashtag’. “Como es natural, en Colombia, las réplicas a esas tendencias han crecido, y los estudiantes tienen ahora más fuerza para manifestarse en contra de esa violencia contra la mujer”, dice.

Uno de los casos de denuncia más sonados en las dos últimas semanas es el del profesor Freddy Monroy, de la Universidad Nacional de Bogotá, quien en medio de una investigación por presunto acoso sexual a la estudiante Lizeth Sanabria, fue ascendido a profesor titular (máxima categoría). Aunque el hecho no se había dado a conocer públicamente, un documento filtrado en Twitter generó dudas de ese proceso.

Por eso, profesores y estudiantes de esa institución presentaron una carta, con más de 800 firmas, en la que le piden al Consejo Superior Universitario suspender la promoción del docente hasta que se resuelva el caso disciplinario. “Las personas y organizaciones firmantes realizamos esta solicitud dada la contundencia de las pruebas conocidas, y como gesto decidido de la voluntad de las directivas de la universidad de enfrentar decididamente todo tipo de violencia basada en el género, así como el acoso sexual dentro y fuera del campus”, reza la misiva.

Entre tanto, como respuesta a este tipo de casos se han creado diferentes colectivos, sobre todo liderados por mujeres, que buscan visibilizar situaciones de violencia.

Una de estas iniciativas es No es Normal, que se creó en la Universidad de los Andes para dar a conocer dicha problemática. “Iniciamos publicando testimonios en Facebook, y muchas estudiantes comenzaron a sentirse identificadas. Luego nos preguntaban por las rutas de denuncia”, señala María A. Díaz, integrante de la iniciativa.

Esta semana, este colectivo fue noticia debido a un video que circuló en redes sociales y en el que se mostraba a algunos estudiantes leyendo denuncias anónimas en un acto público en la U. de los Andes. El evento, llamado ‘La olla comunitaria de denuncias’, se realizó en el Día de la Mujer y llamó la atención una historia que reveló presuntos acosos de Adolfo Amézquita, actual director de Ciencias Biológicas de esa universidad.

“Esta historia se inició en 2015, cuando vi la materia Fisiología Animal, dictada por el profesor Adolfo Amézquita. Debido a mi gusto por la fisiología, comenzamos a hablar con mayor frecuencia (…). En una salida de campo en el 2016, él me dijo que estaba preciosa por una camisa rosada que estaba usando. Luego, recostados en una roca viendo las estrellas, me tomó una fotografía. Ahí decidí dejarle en claro que no quería tener nada con él, porque para mí él era casi una figura paterna”, reza la historia que leyó un estudiante durante el acto público.

EL TIEMPO se comunicó con Amézquita para conocer su opinión al respecto y negó las acusaciones en su contra. “Jamás tuve ni expresé algún interés personal por ella (denunciante), no recibió una propuesta de mí, jamás una invitación, insinuación ni cualquier otro comportamiento inapropiado de mi parte”.

Luego de las denuncias de presunto acoso laboral y sexual en dicha universidad, Pablo Navas anunció que se realizarán las investigaciones pertinentes.

El de los Andes y la Nacional son algunos ejemplos de lo que han logrado los estudiantes. Según Alba Nubia Rodríguez, directora del Centro de Estudios de Género, Mujer y Sociedad de la Universidad del Valle, las denuncias por parte de los estudiantes están creciendo porque “hay mayor formación de género, y ese conocimiento lleva a una mayor sensibilización ante esos casos”.

Otro de los colectivos que se han creado para visibilizar ese tipo de violencia es Malva, de la Universidad Nacional, sede Medellín. Manuela Gómez, una de las líderes del colectivo, dice que la falta de acción de la institución en donde estudia es uno de los motivos que la llevaron a ella y a otras dos compañeras a crear un colectivo para “poner en tela de juicio las situaciones, la violencia de género o sexual, que se vive en el plantel”.

Para Gómez, las universidades todavía no saben cómo lidiar con los casos que se empiezan a hacer públicos. Un ejemplo de eso fue lo que ocurrió en el Día Internacional de la Mujer de este año –parecido a lo que pasó en los Andes–, cuando unas representantes estudiantiles de la U. Nacional, sede Medellín, hicieron una actividad de sensibilización y pegaron unos papeles con nombres de profesores que presuntamente eran “acosadores” en las instalaciones del ‘alma mater’.

Ante ese hecho, la universidad respondió en un comunicado, dirigido a toda la comunidad educativa, que “el escarnio público no tiene lugar ni como sanción social ni como práctica pedagógica. La justicia, para serlo, tiene que ser objetiva y no puede buscarse por mano propia”, señala el comunicado.

Ante la pregunta de qué deberían hacer las universidades en este tipo de manifestaciones públicas, Rodríguez cree en la necesidad de que exista una entidad que vigile el cumplimiento de los protocolos universitarios.

¿Existe una norma?

Una de las alertas que han lanzado los expertos al respecto es que mientras exista una ley sancionada en el 2008, la 1257, que le dicta al Ministerio de Educación que se encargue de velar porque las instituciones de educación superior, implementen políticas y programas para sensibilizar a la comunidad académica en la violencia contra las mujeres.

Sin embargo, por la naturaleza autónoma de las universidades, no hay manera de obligarlas a cumplir creando dichas estrategias. Una de las pioneras en la implementación de una política de equidad de género fue la Universidad Nacional, la cual entró en marcha en el 2012. No obstante, el resto de instituciones todavía tienen esa tarea pendiente, y hasta el momento solo se han diseñado unos protocolos de atención y prevención. “Después de varias situaciones en las que me sentí acosada, nunca intentamos reportarlo a la universidad porque los procesos son larguísimos. Yo siento que realmente no hay una ruta a seguir”, puntualiza una joven que decidió permanecer en el anonimato.

Los pasos por seguir: expertos

Teniendo en cuenta que todavía queda mucho por hacer con respecto a los casos de acoso y abuso sexual y laboral en las universidades, este diario consultó algunas voces de expertos sobre cuáles deberían ser los pasos por seguir para enfrentar esta problemática.

“Las violencias contra las mujeres en los ambientes universitarios deben ser identificadas y caracterizadas como un asunto fundamental, ya que estas situaciones repercuten en las dinámicas laborales y se convierten en actos que vulneran los derechos humanos”, opina un experto de la U. Pedagógica.

Además de identificar los casos, es necesario socializar los derechos de las víctimas y su acompañamiento. “También es una obligación sensibilizar a la comunidad universitaria en los temas de sanción existente y prevención”, señala Deibar René Hurtado, vicerrector de Cultura y Bienestar de la U. del Cauca.

En esos procesos también creen que es clave que haya campañas y estrategias de prevención. “Como parte de estos planes se crean espacios de discusión y reflexión con el objetivo de mantenernos en una constante autoevaluación sobre nuestro actuar frente a este tipo de situaciones”, plantea Ana María Restrepo, decana del Medio Universitario de la Universidad del Rosario.

Fuente de la noticia: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/acoso-sexual-en-universidades-343888

Comparte este contenido:

Lo que la CNTE le exige a AMLO

Por: Eduardo Backhoff.

 

El día 20 de marzo pasado estaba programada una sesión de la Cámara de Diputados para discutir el “Proyecto de decreto por el que se abrogan las diversas disposiciones de la Reforma Educativa 2013 contenidas en la Constitución y sus respectivas leyes secundarias, que modifican los artículos 3o, 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”. Sin embargo, los diputados no contaban que integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se trasladarían y cerrarían las instalaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro, para obligar al gobierno de AMLO a sentarse a negociar dicha iniciativa, antes de que se discuta y se apruebe por el pleno de la Cámara.

La estrategia de los líderes de la CNTE tuvo efecto, ya que AMLO acaba de anunciar que la secretaria de Gobernación y el secretario de Educación se reunirán con ellos en una mesa de diálogo (o negociación). Lo curioso es que los diputados de la CNTE participaron en los foros convocados por la Comisión de Educación de dicha cámara. Esto comprueba que la CNTE ejerce diversas formas de presión para obligar al gobierno a cambiar el contenido de dicha iniciativa. Pero ¿qué es lo que quiere la CNTE?

La postura de la CNTE se plasma en el documento (marzo de 2017) Bases para una propuesta de educación alternativa en México (64 páginas), que aborda una cantidad importante de aspectos filosóficos, operativos y organizativos de la educación. Por ahora me concentraré en tres diferencias irreconciliables de los dos documentos, aunque debo decir que también tienen mucho en común.

Primero, el PD tiene un enfoque de derechos humanos y de igualdad sustantiva, con el que se busca desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentar el amor a la patria, así como el respeto a las libertades, la dignidad de las personas, la justicia, la cultura de paz y la solidaridad internacional. Por su parte, la CNTE propone que la educación tenga un carácter revolucionario cuyo objetivo principal es la formación de una conciencia crítica en contra del sistema capitalista y cuya visión del mundo es la liberación de la clase trabajadora explotada.

Segundo, en cuanto a la concepción de la “calidad” de la educación, el PD cambia la narrativa (de la reforma educativa de 2013) a una de “excelencia”. En ambos casos se busca la promoción del “máximo logro de los estudiantes”, para lo cual el Estado debe de garantizar la actualización de sus planes y programas de estudio, promover la superación académica, así como el mejoramiento de su infraestructura y equipamiento. Por su parte, la CNTE ve con muy malos ojos que se hable de calidad o excelencia, conceptos que no son adecuados en el campo educativo y que encubren intereses mezquinos, tramposos e ideológicos y que sirven para imponer estándares empresariales (al estilo de la OCDE, el BM y el BID). La CNTE tampoco habla del máximo logro de aprendizaje de los estudiantes.

Tercero, el tema más controversial es el de la evaluación de los docentes. Para el PD la evaluación es un elemento que sirve para la admisión, promoción y reconocimiento del personal que ejerza la función magisterial, directiva y de supervisión. Para ello, se prevé la realización de procesos de selección de aspirantes, los que serán públicos, transparentes, equitativos e imparciales y considerarán los conocimientos, aptitudes y experiencia necesarios para el aprendizaje y el desarrollo integral de los educandos. Igualmente, la evaluación servirá para instalar un sistema voluntario de carrera docente, directiva y de supervisión. Corresponderá a la Federación su rectoría y, en coordinación con las entidades federativas, su implementación. Por su parte, para la CNTE toda evaluación: estandariza, empobrece, clasifica, certifica y se utiliza para eliminar los derechos laborales y para señalar a los docentes como aptos o no aptos. Igualmente, la evaluación es percibida como un mecanismo de control gubernamental de los maestros, que limita sus libertades. Una premisa de la CNTE es abolir los concursos de ingreso, promoción y el sistema de carrera magisterial. La evaluación debe ser colegiada y no individualizada; debe de ser horizontal y democrática, y no vertical y autoritaria.

Como se podrá apreciar, el PD conserva varias premisas de la RE de 2013: partir del principio de los derechos humanos, buscar la calidad o excelencia educativa, regirse por el principio de la meritocracia para el ingreso, promoción y reconocimiento de los docentes. La CNTE parte de un principio revolucionario en contra del capitalismo y se opone fuertemente en el tema de la calidad y de la evaluación docente, así como de un sistema centralizado de carrera magisterial. Será interesante ver hasta dónde AMLO y la CNTE están dispuestos a negociar.

Fuente del artículo: http://www.educacionfutura.org/lo-que-la-cnte-le-exige-a-amlo/

Comparte este contenido:

4 libros infantiles para trabajar los miedos

Por: ayudaparamaestros.com.

 

El miedo convierte en extraños a aquellos que de otra manera podrían ser amigos. Estos cuatro libros nos ayudan y animan a enfrentarnos a nuestros miedos para vencerlos, sean cuales sean.
1. TENGO UN DRAGÓN EN LA TRIPA: más que un libro es un verdadero tesoro. Cuando llegó a mis manos rápidamente me di cuenta de que era un libro fantástico para niños y extraordinario para adultos. Todos tenemos dragones en la tripa, tanto los niños como los no tan niños. Nos enseña donde está la fuerza que todos necesitamos para vencer a esos dragones (miedos) que se esconden dentro de nuestra tripa. El protagonista acaba venciendo a su dragón que le roba y come las palabras que tiene que decir en una función escolar. ¿Cómo lo hace? Sacando el escudo y haciendo frente a sus miedos. Al final se da cuenta de que tal vez eso que parecía imposible de superar e invencible no lo era tanto.  Es un libro imprescindible para trabajar los miedos con niños, jóvenes o adultos.
Ilustradora: Lucía Serrano.
Editorial: Everest.
2. YO MATARÉ MONSTRUOS POR TI: Martina tiene miedo por las noches. Cree que bajo el suelo de su habitación se esconde un mundo habitado por monstruos que caminan con la cabeza hacia abajo. ¿Qué pasaría si la frontera entre ambos mundos se rompiera? A veces tenemos miedo de algo o de alguien simplemente porque no lo conocemos en profundidad.
Autor: Santi Balmes.
Ilustradora: Lyona.
Editorial: Principal de los libros.
3. A TODOS LOS MONSTRUOS LES DA MIEDO LA OSCURIDAD: un libro ideal para los pequeños que tienen miedo a la hora de irse a dormir, que ven seres amenazadores moviéndose en las sombras y que están absolutamente convencidos de que hay monstruos rondando por el cuarto. Los niños se partirán de risa al ver a los monstruos más asustados que ellos, corriendo de aquí para allá con la boca abierta, página tras página. Un álbum muy divertido, presentado en exquisitos tonos oscuros y un moderno texto blanco. Este libro será como dejarles una lucecita encendida en la mesilla de noche.
Autor: Michäel Escoffier.
Ilustradora: Kris Di Giacomo.
Editorial: Kókinos.
4. DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS: publicado por primera vez en el año 1963 fue un libro polémico y controvertido; sin embargo un año más tarde ganó un premio y cautivó a todos los lectores. Un libro de múltiples lecturas: la aventura del viaje, la búsqueda de uno mismo, la necesidad y el placer de regresar donde nos quieren y nos esperan, la importancia de enfrentarse a los miedos para vencerlos, etc. En el año 2009 se estrenó  la película inspirada en el libro.
Fuente de la reseña: http://www.ayudaparamaestros.com/2016/05/4-libros-infantiles-para-trabajar-los.html
Comparte este contenido:

El Gobierno porteño pedirá que se cambie una ley para que las prácticas laborales educativas sean obligatorias

Por: Ricardo Braginkski.

 

Aunque ya funciona en 44 escuelas de la Ciudad, la “Secundaria del Futuro” sigue generando polémica. Y promete abrir más discusiones próximamente. Despejados los principales cuestionamientos al proyecto -que llevó a una sucesión de tomas en las escuelas a mediados de 2017-, el principal tema de debate pasa ahora por el carácter que tendrán las prácticas educativas laborales que los alumnos tendrán que hacer en el último año de la secundaria. ¿Deben ser obligatorias o voluntarias?

El debate vuelve porque este miércoles, un fallo judicial le ordenó al Gobierno que se “abstenga de implementar prácticas educativas de carácter obligatorio”, con el argumento de queestaría violando la ley 3541 (de la Ciudad) que en uno de sus artículos dice que esas actividades formativas deben ser voluntarias.

La sentencia fue firmada por la jueza porteña Cecilia Lourido, que hizo lugar a un amparo que plantearon los asesores tutelares Mabel López Oliva y Gustavo Moreno, en representación de estudiantes; más algunos padres y docentes. Las prácticas educativas arrancarán en 2022, cuando los más de 2.700 alumnos que el año pasado comenzaron con la nueva modalidad educativa lleguen a su quinto año de estudio.

Según pudo saber Clarín, desde el Gobierno apelarán la sentencia de la jueza Lourido, pero además pedirán a la Legislatura que modifique la ley 3541, de modo de garantizar que las prácticas sean obligatorias, y así permitir que se lleve adelante el proyecto de Secundaria del Futuro tal cual fue diseñado por el oficialismo.

Para el Ministerio de Educación porteño este debate “es central” porque -entienden- “la educación debe estar vinculada al mundo del trabajo”. “Queremos dar este debate, queremos que todos los alumnos tengan la posibilidad de pasar por estas prácticas que, desde hace años, ya tienen los estudiantes que van a las escuelas técnicas y que son muy útiles”, dijeron fuentes oficiales a Clarín.

Con respecto a la sentencia, afirman que “no nos puede ordenar a que nos abstengamos de implementar algo que aún no está sucediendo. Faltan tres años para empiecen las prácticas laborales. Lo que surge del fallo es que hay que modificar la ley 3541, y eso es lo vamos a pedir”, dicen desde el oficialismo. Y agregan que “nuestro Norte es ir a prácticas obligatorias, es una discusión que hay que dar, que merecemos darnos”.

La llamada “Secundaria del Futuro” no implica un cambio de contenidos sino, principalmente, en la forma en que se organizan las clases. Es, en rigor, una profundización de la Nueva Escuela Secundaria (NES), en la línea de modificaciones que estableció el Consejo Federal de Educación, con la llamada “Secundaria 2030”. Cada jurisdicción debe darse su propio formato, y éste es el que eligió la Ciudad de Buenos Aires.

De acuerdo a los documentos oficiales, el último año de estudios en la secundaria porteña (que puede ser quinto o sexto, según la modalidad) “los estudiantes deben cursar todos los espacios curriculares indicados en el Diseño Curricular”, teniendo en cuenta que el objetivo de la secundaria es preparar a los jóvenes para la continuidad de los estudios (en la universidad o terciarios) y también prepararlos para el mundo del trabajo.

Por eso, se les hará a los estudiantes –dicen- un “acercamiento al mundo del trabajo mediante prácticas educativas que cada escuela desarrollará, de acuerdo con su Proyecto Escuela”, en empresas y organizaciones académicas, científicas, tecnológicas, humanitarias, artísticas, entre otras.

Las prácticas educativas deben estar no solo integradas a la propuesta curricular, sino también deben tener como objetivo que los estudiantes consoliden, integren y amplíen conocimientos y habilidades relacionados con el perfil profesional en el que se están formando. Y deben tener como lógica que los alumnos “aprendan en la práctica”, dentro de las organizaciones laborales.

Grupos de padres, estudiantes y sectores políticos critican duramente este enfoque, bajo el argumento de que podría tratarse de un “fraude laboral” o una forma que tengan a disposición las empresas para obtener mano de obra “sin los costos e implicancias de un contrato de trabajo”.

La sentencia de la jueza Lourido también establece que la “Secundaria del Futuro” debió ser aprobada por un acto administrativo, cosa que el Gobierno no hizo. Y que, si sigue con este proyecto, deberán hacerlo antes del 1 de julio de 2019.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/sociedad/gobierno-porteno-pedira-modifique-ley-practicas-laborales-educativas-obligatorias_0_qG93lIANk.html

Comparte este contenido:

Argentina: Imputaron a madres y padres de estudiantes que tomaron escuelas en Buenos Aires

América del Sur/ Argentina/ 02.04.2019/ Fuente: redclade.org.

La Justicia imputó a madres y padres por no haber impedido que sus hijas e hijos protestasen contra reformas curriculares

El año pasado, estudiantes de varias escuelas de la ciudad de Buenos Aires tomaron sus colegios para protestar contra las reformas curriculares que planteaba el gobierno municipal. Estos cambios, que influenciarían en las distintas especializaciones que tiene la secundaria en cuanto a materias y cargas horarias, también llevarían al cierre de clases del período nocturno.

La Fiscalía Nº 31 de la Ciudad Autónoma imputó a 43 madres y padres de estudiantes que tomaron ocho escuelas y las/os responsabilizó por no haber impedido que sus hijas e hijos participasen en las protestas. Con una acusación por impedimento al ingreso o salida de lugares públicos, el gobierno porteño intenta conseguir un precedente para evitar futuras tomas en las instituciones educativas. De resultar culpables, las madres y padres podrán afrontar multas de hasta 10 mil pesos argentinos o tendrán que realizar trabajos comunitarios.

En una nota pública, la Campaña Argentina por el Derecho a la Educación (CADE) señala que la decisión de la Justicia porteña es “una medida claramente intimidatoria y que atenta abiertamente contra derechos reconocidos tanto por la legislación nacional como por convenios internacionales que el país ha suscrito”. También afirma que las y los estudiantes poseen el derecho a organizarse para defender y asegurar el cumplimiento y pleno ejercicio de sus derechos, así como el beneficio conjunto de la comunidad, mientras que no debe exigirse a sus padres y madres que limiten el ejercicio de este derecho. “Entendemos que es dentro del ámbito escolar y junto a los actores de la comunidad educativa, el espacio donde se deben generar las instancias necesarias para reflexionar, proponer y resolver estas situaciones propiciando la participación de las y los estudiantes”, subraya la CADE en su nota.

Las madres y padres fueron citadas/os para hacerles saber que están imputadas/os y deberán presentarse los días 18, 19 y 20 de marzo. Luego, deberán designar abogada o abogado de defensa, o podrán recibir la asistencia de la Defensa Pública.

 

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/imputaron-a-madres-y-padres-de-estudiantes-que-tomaron-escuelas/

Comparte este contenido:

Katia Hueso: “La sobreprotección de los padres arrincona el juego al aire libre y lo convierte en un bien escaso”

Por: Adrián Cordellat.

 

Katia Hueso, fundadora de la primera escuela infantil al aire libre de España, aprendió desde su infancia que “jugar era una cosa muy seria”. El juego aire libre del que tanto disfrutamos los niños de generaciones anteriores está hoy en peligro de extinción. La sobreprotección, los miedos, la falta de tiempo, la presencia creciente de la tecnología, la alta exigencia académica y los cambios acontecidos en nuestra sociedad lo han arrinconado hasta convertirlo, para desgracia de los niños, en un bien escaso y preciado. “Crecer es un oficio muy duro y los niños consiguen superarlo mediante el juego. Si les privamos de jugar, ¿qué sociedad estamos construyendo?”, se pregunta la bióloga madrileña, que presenta estos días su segundo libro, Jugar al aire libre (Plataforma Editorial), una reivindicación del juego libre como una “poderosa” herramienta para el desarrollo de la personalidad y para el bienestar físico y mental de los niños.

Pregunta. Leyendo la introducción de Jugar al aire libre me he acordado de un poema de Karmelo C. Iribarren. Se titula Que la vida iba en serio… Y arranca: “Fue lo único que me enseñó mi padre”. Tú, en tu infancia, dices que aprendiste que “jugar era una cosa muy seria”.

Respuesta. De alguna manera intuí que el juego era una herramienta muy poderosa para el desarrollo de mi personalidad. No me dedicaba a analizar lo que hacía, claro, está, pero sí era consciente de que el momento de juego era algo sagrado, íntimo, trascendente. El tiempo y el espacio dejaban de existir y me encapsulaba en aquello que estuviera haciendo, ya fuera sola o acompañada. Tenía la sensación de pasar mucho tiempo jugando, de tener océanos de tiempo a mi disposición. Había momentos de actividad frenética, de inspiración… y también los había de transición, de vacío. Y sin embargo no me aburría. Aunque era una niña más bien callada y tranquila, creo que fui esencialmente feliz. Y tal vez ahí radicaba mi percepción de esa trascendencia.

P. Con ese aprendizaje temprano intuyo que era en parte normal que cuando te hicieses mayor, vieras el juego como objeto de estudio. ¿Qué has aprendido estudiándolo?

R. La verdad es que no reparé en el juego como objeto de estudio hasta que fui madre y me dediqué a observar a mis hijas y a otros niños jugando. Me lo sigo tomando casi como una actividad de investigación antropológica. Intento averiguar qué hay detrás de cada gesto, de cada palabra, de cada movimiento. Veo, por ejemplo, cómo lo usan para procesar eventos que, de una u otra manera, les han causado impresión, como una visita al médico. Observo cómo son capaces de repetir una acción una y otra vez, adquiriendo por el camino una nueva destreza. Interpreto las relaciones sociales, incluso de poder, que se disfrazan en el juego. En fin, percibo el juego como un velo de magia detrás del cual se esconde el secreto y fascinante mundo de la infancia, que solo nos dejan vislumbrar en contadas ocasiones, como lo haría un prestidigitador con sus trucos.

P. Fruto de ese estudio y de esa observación que dedicas al juego dices que aparece tu preocupación “por el devenir de tan importante actividad”. ¿Está el juego libre en peligro de extinción?

R. Es un asunto que me preocupa, en efecto. Muchos niños tienen una agenda tan apretada que apenas les queda tiempo para jugar, salvo algunos huecos entre una actividad y otra. Además, supervisamos el juego de los niños de tal manera que pierden la capacidad de decidir por sí mismos qué hacer, cuando por fin pueden disponer de tiempo para ello. Nos pasamos el día proponiendo cosas que hacer, planes de fin de semana, campamentos de verano, extraescolares…

P. Y cuando no hay nada que hacer aparece la tecnología.

R. Ofrecerles medios electrónicos tampoco ayuda, pues cercenamos con ellos su autonomía y creatividad. El otro día alguien me comentaba que dónde quedaron esos niños que tanto molestan al correr entre las mesas de un restaurante. Ahora tienen todos la nariz pegada a un móvil. Al final, nos encontramos con un segmento amplio de la población infantil que ya no sabe jugar en libertad.

P. Hablas incluso en el libro del “síndrome de déficit de juego”. ¿En qué se manifiesta? ¿Caminamos hacia su generalización?

R. La falta de libertad en el juego trae como consecuencia una falta de autonomía y de autoconocimiento en el niño, no le damos herramientas para ser capaz de solucionar sus conflictos, sus problemas. Podrá adquirir destrezas, conocimientos y habilidades, pero ¿son las que él o ella desea alcanzar, o somos los padres los que proyectamos nuestras expectativas en ellos? Si a esto añadimos la falta de juego como tal–por la falta de tiempo a la que me refería–, el asunto se agrava, porque no hemos permitido al niño procesar esos eventos impactantes, adquirir competencias físicas y sociales a su ritmo, o simplemente disfrutar de la vida. Crecer es un oficio muy duro y los niños consiguen superarlo mediante el juego. Si les privamos de él, ¿qué sociedad estamos construyendo?

P. En ese sentido me he quedado muy impactado con dos conceptos: “profesionalización del juego” y “adultización” de la infancia. Suenan tan mal que lo explican todo.

R. Los niños de hoy realizan muchas más actividades programadas que antes. Nos dicen que “aprenden jugando”, pero en realidad lo que estamos haciendo es profesionalizar su juego, convertirlo en algo tan dirigido y rígido que deja de ser juego como tal para ser, como mucho, una actividad lúdica. Si nos venden que nuestro hijo va a aprender arte jugando, no le podemos obligar a pintar una flor azul (¡y sin salirse de los márgenes!). Eso es una clase en toda regla, no un juego. Paralelamente, la exposición a los medios y a la publicidad hace que tengan acceso a contenidos poco adecuados para su edad. En fin, que estamos acelerando a los niños para que se conviertan en pequeños adultos cuanto antes.

P. ¿Y qué culpa tenemos en ello los padres? ¿Estamos sobreprotegiendo demasiado a nuestros hijos por miedo al hombre del saco, a que se hagan daño, a que se ensucien…?

R. Sin duda pecamos de sobreprotección. Los padres tenemos, evidentemente, mucha culpa. La sobrexposición a malas noticias hace que nuestra percepción del peligro sea mayor de lo que realmente es con los datos en la mano. No hay más que recordar hasta qué nivel fuimos expuestos al caso de Julen, algo impensable hace algunos años. La presión de nuestros pares (el resto de los padres), hace también mucho daño. Si nadie deja salir a sus hijos a jugar solos a la calle, ¿cómo lo vamos a hacer nosotros? Nos justificamos con las noticias en la mano, o compramos algún gadget de vigilancia remota para saber qué hacen y dónde están los niños. Estamos entrando en una espiral del temor que no beneficia a nadie, ni a los niños ni a sus familias. Pero a ver quién es el guapo que rompe esa tendencia sin ser tachado de temerario.

P. Mi infancia me suena mucho a la que cuentas en la introducción. Mucha calle, mucha libertad, mucho juego natural. Hoy la veo imposible incluso en el pueblo donde yo crecí. Hay coches por todas partes, han desaparecido los descampados y han sido sustituidos por parques vallados, no hay sensación de comunidad, de barrio, en la que todos protegen a todos… No toda la culpa la tienen los padres, ¿no?

R. En efecto, la sociedad ha cambiado mucho. Ya no quedan solares o descampados abandonados. Los pocos que hay están vallados o colonizados por personas que no serían, tal vez, compañeros muy recomendables para nuestros hijos. El tráfico rodado es más abundante, ubicuo y agresivo, por lo que se limita mucho la movilidad autónoma de los niños. Y si a eso le añadimos un estilo de vida suburbano, en el que los lugares de encuentro como plazas o parques están alejados de las viviendas y necesitamos un vehículo para acudir a ellos, pues los chavales lo tienen complicado. No es de extrañar que los centros comerciales se hayan convertido en los nuevos lugares de juego, pero de una forma mucho más perversa.

P. Contra todo este panorama tú propones la recuperación del juego libre y al aire libre. ¿Qué beneficios tiene para los niños?

R. El juego libre al aire libre es una forma de recuperar la esencia de la infancia. Salir al campo, a la plaza, al monte y confiar en el niño, son elementos imprescindibles para dejarles crecer como personas. No digo que haya que soltarles con una patada en el trasero y la consabida frase “¡y no te quiero ver hasta la hora de cenar!”. Eso forma parte de otros tiempos. Se trata de buscar tiempos y espacios para salir, relajarse, dejar que jueguen con un mínimo de supervisión, la justa y necesaria para su edad, pero sin agobios. Estar al aire libre les ayudará en su bienestar y en su salud física y mental.

P. Hace unos meses entrevistaba a Richard Louv y me insistía en que los padres “debemos convertir el tiempo al aire libre con nuestros hijos en una prioridad”. ¿Por qué nos cuesta tanto salir de casa, sacarlos a jugar al aire libre, a la naturaleza?

R. Supongo que estamos más a gusto en casa, con todas las comodidades a mano. Tenemos también horarios más apretados, como decía antes, y eso tiene como efecto secundario que estamos más cansados. En el poco tiempo de ocio que nos queda, nos falta la energía que se necesita para salir a patear por el monte o a aguantar un día de lluvia al aire libre. Creo que debemos ser valientes y liberar espacios y tiempos de tanta obligación autoimpuesta. Tiempo tendrán los chavales de aprender chino o ajedrez cuando lo deseen. Ahorremos dinero y salgamos ahí afuera. No requiere de equipamiento alguno, solo de unas ganas de jugar que los niños ya llevan de serie.

Fuente de la entrevista: https://elpais.com/elpais/2019/03/28/mamas_papas/1553785714_462774.html

Comparte este contenido:
Page 945 of 2587
1 943 944 945 946 947 2.587