Paraguay/03 de Marzo de 2018/Autora: Alina Dieste/La Nación
Reducir el embarazo adolescente es un reto para América Latina y el Caribe, la región del mundo que presenta la segunda tasa más alta del mundo de gestación precoz, dijo el miércoles la OPS, al recomendar más educación sexual y un mayor uso de anticonceptivos.
“Los programas nacionales deben abandonar lo que no funciona y ampliar o reforzar lo que sí funciona, con el fin de llegar de modo eficaz a las adolescentes que viven en condiciones de vulnerabilidad”, indicó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe realizado con UNICEF y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En la región, el 15% de los embarazos anuales ocurre en menores de 20 años. Y mientras la tasa mundial de embarazos adolescentes se estima en 46 nacimientos por cada 1.000 madres de entre 15 y 19 años, en América Latina y el Caribe es de 66,5/1.000, solo superada por la de África subsahariana, con 110,4/1.000.
En la región, cerca de 1900 adolescentes fallecieron en 2014 por problemas de salud durante el embarazo, el parto y el posparto, señala el reporte, que recalca que “a menor edad materna, menor edad gestacional del hijo, menor peso al nacer, peor estado de nutrición infantil y menor nivel de escolarización alcanzado”.
En Centroamérica, Guatemala, Nicaragua y Panamá tienen las tasas más elevadas de embarazo adolescente. En el Caribe, lideran República Dominicana y Guyana; en Sudamérica, Bolivia y Venezuela.
La tasa más baja de embarazo adolescente en toda la región está en Guadalupe, territorio francés de ultramar en el Caribe. En América Central y del Sur, Costa Rica y Chile registran respectivamente las mejores estadísticas.
El informe muestra además que aunque en los últimos 30 años bajó el número de hijos por mujer en la región, entre las adolescentes la disminución de la tasa de fecundidad ha sido más lenta. El embarazo en menores de 15 años también es un problema: América Latina y el Caribe es la única zona del mundo que registra una tendencia ascendente.
Analfabetas, pobres, indígenas
Aunque no existe un único retrato de una madre adolescente en la región, las analfabetas o las que tienen apenas educación primaria, las que provienen de los hogares más pobres, y las que viven en zonas rurales, más aún si son indígenas, tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de concebir hijos antes de los 20 años que el resto.
Muchas causas confluyen para que la tasa de embarazo adolescente se mantenga tan alta, a pesar de su descenso en los últimos 15 años, según los expertos.
El informe menciona la falta de información sobre salud sexual y reproductiva, el acceso restringido a los métodos anticonceptivos, la persistencia de la violencia sexual y el matrimonio infantil, la renuencia de padres o autoridades religiosas a reconocer el inicio de la actividad sexual en las jóvenes, y grandes desigualdades por motivos de género, riqueza y nivel educativo.
“Reducir la pobreza y aumentar el acceso a las oportunidades de educación y desarrollo sin duda sería una parte importante en el camino para reducir los embarazos no planeados en adolescentes, pero no sería suficiente”, dijo a AFP Sonja Caffe, experta de la OPS en la materia.
“También es necesario que los adolescentes tengan acceso a la información y a servicios de salud sexual y reproductiva eficientes y de calidad”.
De India a EEUU, con escala en Colombia
Caffe dijo que es necesario derribar tabúes con respecto a la educación sexual. “Hay ejemplos de programas exitosos en comunidades muy religiosas de India y Bangladesh, donde se implementaron intervenciones para reducir el matrimonio infantil y aumentar el acceso de las niñas a la educación sexual y a los anticonceptivos”, explicó.
Pero la solución puede estar incluso más cerca. El estudio subraya que Estados Unidos y Canadá tienen tasas por debajo del promedio mundial, con un descenso sostenido en el último decenio. Estados Unidos, en particular, registró una disminución récord en todos los grupos étnicos, con una baja del 8% entre 2014 y 2015, hasta un mínimo histórico de 22,3 nacimientos por 1.000.
“Eso fue debido a un esfuerzo específico para llegar a las niñas vulnerables con anticonceptivos, acompañado de educación sexual y consejería”, explicó Caffe.
El informe destaca la experiencia de Colombia, que implementó 800 “consultorios amigables” para jóvenes.
Cada año en el mundo quedan embarazadas alrededor de 16 millones de adolescentes de 15 a 19 años, y dos millones de niñas menores de 15 años.
Según el informe, cubrir la necesidad insatisfecha de anticonceptivos en las adolescentes permitiría evitar cada año 2,1 millones de nacimientos no planificados; 3,2 millones de abortos y 5.600 muertes maternas.
Diálogo para poner fin a los estereotipos y acciones que funcionen como ejemplo son los caminos que eligen padres y docentes.
«Vos partí de la base de que todo es un no». Así de rotunda fue la frase que Alejandra, mamá de Ramiro, de 16 años, le dijo en medio de una charla surgida a raíz del caso de la alumna del Nacional de Buenos Aires que denunció haber sufrido un abuso por parte de un chico de 5° año durante una de las últimas tomas del colegio. «No es no, así de simple. No quiere decir ni sí, ni tal vez, ni quizás. Un no de una chica es siempre no. Y si vos no parás, entonces podés tener un problema serio», le dijo, sin dejar lugar para las dudas.
Desde pequeñas, a las chicas les abrimos los ojos acerca de los cuidados que tienen que tener porque lamentablemente se sabe que pueden sufrir este tipo de situaciones. «No hagas nada que no quieras hacer»; «no te dejes presionar por tu novio o tus amigas». Hasta les pedimos que sean ellas las que sean responsables y se cuiden de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual. Pero no suele pasar lo mismo con los varones. «Como padres les enseñamos a las niñas a prevenir el abuso, pero no les enseñamos a los varones a no cometerlo. Si yo tuviera un hijo varón, sin duda haría que se cuestionara ciertas actitudes -sostiene la autora de Diván King Size para padres-. Por ejemplo, si una chica que está alcoholizada te dice que sí, ¿vale? Si una chica te dice primero que sí, pero después te dice que no, entonces ese primer sí ¿cuenta? Por supuesto que no, hay que parar. Me parece importante invitar a los chicos a ponerse del otro lado, a ser empáticos con el otro. Algo que sirve mucho es plantearle la situación con la hermana como posible víctima: «¿Te gustaría que eso se lo hicieran a ella?»», propone Russomando.
Para Russomando, es ideal que estas charlas en las familias empiecen a darse de forma más temprana, ni bien los chicos entran en la pubertad, cuando empiezan a despertar el interés sexual. «Sirve tomarnos de cosas que pasan en la realidad, como lo del Buenos Aires, o las series que ven los adolescentes -dice la especialista-. En 13 Reasons Why, por ejemplo, a la chica la violan en una fiesta después de que arranca una situación íntima y ella no quiere seguir. Pero el chico sigue. Es un buen ejemplo para señalar que una puede decir que sí y después que no cuando se le antoja y que el otro debe respetarlo. Hace poco, en la novela Las estrellas, volví a escuchar esa frase tan remanida «cuando una minita dice que no, está diciendo que sí». Es preocupante, porque estamos habilitando a todos los hombres a dar el paso pese a un no dicho. Por eso como padres, si estamos viendo eso con nuestros hijos, tenemos que reaccionar y decir que lo que están diciendo está mal».
Marcela Bordenave, mamá de Augusto y Oriana, sostiene que la línea de respeto que bajan en la casa no es con las chicas en particular, sino a nivel general. «La que más habla es Oriana, ella está todo el tiempo señalando cosas que están mal. Pero que a raíz de todo lo que está pasando con temas de violencia de género lo estamos abordando bastante más. Una de las charlas que tuvimos fue a raíz de lo del Buenos Aires. Discutimos si era o no era abuso y llegamos a la conclusión de que mientras uno no quiera, lo es. El abuso en sí no tiene que ser algo violento, para mí es no tener registro de lo que quiere el otro, aprovecharse de tu lugar de poder para jorobar a los demás».
Marcela reconoce que habla de temas de género más con Oriana que con Augusto. «Charlamos mucho de todas las cosas que te pasan por ser mujer. La mujer no está en un lugar de poder, por eso suceden este tipo de cosas -plantea-. Augusto sin duda tiene mayor empatía con lo que puede sentir una chica por tener una hermana, que además es mayor. Pero ni siquiera es necesario tener una hermana, si vas a un colegio mixto una compañera tuya puede ocupar ese lugar. Los que fueron a colegios de varones o mujeres no saben cómo tratar o relacionarse con los del otro sexo», reflexiona.
Machismo y más
Según los especialistas, no sólo el machismo que pervive en varios sectores e instituciones de la sociedad explica que las mujeres sigan sufriendo abusos de todo tipo. También habría que sumar a las causas padres ausentes o con poca autoridad y el acceso de los adolescentes a situaciones que antes eran propias del mundo adulto y que aceleran los tiempos de maduración. «Hay chicos que se sienten muy solos y buscan el cariño fuera de casa y acceden a contactos que los exceden en su edad biológica y psíquica. Hablar sólo no alcanza, hay que acompañarlos, estar pendientes de lo que los chicos miran. Hoy ven pornografía a muy temprana edad, son películas con escenas muchas de ellas violentas donde el hombre es el que avanza y la mujer la que está siempre dispuesta. Los chicos están sobreexcitados. Hay una erotización que los padres no registran y los hijos viven situaciones que no corresponden a la edad», plantea Eva Rotenberg, miembro didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y directora de Escuela para padres.
Russomando coincide y agrega que muchas veces los adolescentes se encuentran en situaciones en las que después no saben bien qué hacer. «No tienen las herramientas para manejarse en algunos escenarios. Lo ideal sería que ningún chico se encuentre en una situación que no pueda discernir si está bien o mal. Aveces, en su afán por parecer más grandes, las chicas de 12, 13 años se lookeany parecen más grandes de lo que en realidad son, entonces viven situaciones que no corresponden con su edad y no saben cómo manejarlas», resume la especialista en crianza y familia.
«Cuando avanzan en situaciones que no son para su edad se están exponiendo mucho y después lo sienten, tanto chicos como chicas. Para el varón es un riesgo muy grande el que corre si no puede detenerse. Hay algunos que no creen cuando la chica dice basta y puede quedar marcado en su círculo cercano como el que abusó -advierte Rotenberg-. Es importante que los hijos sepan los riesgos, enseñarles a que desarrollen recursos internos para decir que no. Como padre uno puede ver si ante determinados «no» que le ponemos a nuestro hijo actúa de forma reflexiva o impulsiva. Si ellos se sienten respetados, si comprenden los límites en casa, es más probable que sepan respetar al otro». En este sentido también es fundamental no forzar el contacto físico: si el chico no quiere ser besado o abrazado, no hay que insistir. Nadie debería recibir un beso que no desea, por más que sea el padre el que lo dé.
Desde chiquitos
Criar hijos con conciencia de género es uno de los desafíos que se plantean los padres que buscan desterrar mitos arraigados en la sociedad. Se calcula que hacia los 3 años los niños ya son conscientes del propio género y hacia los 5 o 6 ya empiezan a separarse según él. Por eso es importante en esta etapa no reforzar estereotipos. Si bien es cierto que todavía siguen mandando el rosa para las nenas y el celeste para los varones o las cocinitas para ellas y los autitos de carrera para ellos o las princesas y los superhéroes, algo está cambiando. Cada vez hay más padres que buscan una crianza lejos de lo que la cultura le atribuye a lo femenino y lo masculino. Hay padres que piden, incluso, que los regalos a sus hijos sean juguetes «neutros», que no puedan asociarse con uno u otro género.
Sin embargo todavía falta mucho, y varios expertos señalan que se ha evolucionado bastante más en términos de educación hacia las mujeres pero no tanto en lo que se refiere a los varones. «Hoy es más probable que le digamos a nuestras hijas que pueden ser lo que quieran pero no hacemos lo mismo con nuestros hijos. Ellas tiene más opciones para elegir, pero el mundo de los varones sigue siendo muy limitado. Se los desalienta cuando tienen intereses considerados femeninos. Se les dice que tienen que ser rudos a toda costa. Si queremos una sociedad equitativa, también debemos darles más opciones a los nenes», dijo Tony Porter, un activista norteamericano que combate las ideas arraigadas en el imaginario popular de lo que es «ser hombre» en un artículo reciente publicado por The New York Times.
Entre otras cosas, Porter, que creció en Nueva York entre Harlem y el Bronx, creó la fundación A call to men a través de la que intenta combatir lo que él llama «el kit de la masculinidad». «A los chicos se les permite el enojo o la ira cuando son pequeños, pero no tienen permitido llorar. No se espera de ellos que muestren otros sentimientos como la vulnerabilidad -dice-. Sin duda, hay que redefinir y reconstruir nuestra masculinidad», clama cada vez que toma la palabra, ya sea en las charlas TED o las que organiza a través de su fundación.
En la Argentina, el debate está más abierto que nunca, sobre todo a partir de las leyes de género y el colectivo Ni una menos. «Una de las peores consecuencias de criar a un niño o niña bajo estereotipos socialmente adjudicados a varones o mujeres es la reducción de las posibilidades de desarrollo y libertad -dice Paula Chinelato, docente universitaria y directora de comunicación de Latinlab, plataforma desde donde se abordan este tipo de temas-. No es el sexo de los chicos y chicas el que determina sus gustos, actividades o preferencias, sino los caminos que van trazando, influidos por aquello que los adultos habilitan o censuran desde pequeños. Esta mirada, aunque pueda parecer inofensiva, genera fuertes desigualdades.»
Conscientes de la importancia de empezar a trabajar estos temas desde chicos, varios padres están atentos a no caer en los típicos estereotipos de género. Valeria Feder, mamá de Theo, de casi 12 años, intenta generar en él conciencia no tanto desde las charlas -aunque las tienen cada vez que la realidad impacta en la casa como el caso de Micaela García-, sino desde los hechos. «En casa confiamos más en las acciones que en las conversaciones. Theo es el más chico de tres hermanos, un varón y una mujer. Acá no hay roles o funciones enquistadas, todos hacemos todo. El padre y yo trabajamos y asistimos siempre a las marchas de Ni una menos y él está atento, pregunta, sabe de qué se trata. En el colegio tiene dos o tres compañeritas que juegan al fútbol y las incluyen en los partidos y los festejos de cumpleaños donde el fútbol es protagonista con total naturalidad. Jamás escuché de él o de los amigos un comentario machista o discriminador, al contrario.»
Como Theo es fanático del fútbol, Valeria aprovechó el caso de Alexis Zárate, jugador de Temperley, que fue separado del plantel luego de que la Justicia lo hallara culpable del delito de violación para abordar el tema de la violencia de género. «Estuvo bueno conversarlo con él, que es tan futbolero, en el momento en que surgió el tema. Theo puede separar su admiración por el futbolista de lo que hizo. El decía que era uno de los mejores, pero estaba de acuerdo en que se lo separe del plantel».
En los colegios, el tema del respeto hacia el otro género también está en el centro del debate entre padres, alumnos y docentes. En el Lenguas Vivas los alumnos formaron una comisión de género donde se debaten todas cuestiones relacionadas con el respeto a la diversidad y los derechos en relación con la sexualidad. Con bastante actividad en las redes sociales, en el Facebook de la comisión se difunden actividades, charlas y hasta se juntan firmas para terminar con el acoso verbal que sufren las alumnas para que haya «un colegio libre de violencia de género».
En el nivel primario, varias escuelas también están abordando la temática. Una de ellas es el Beth School. La idea es romper con los estereotipos de feminidad y masculinidad tradicionales. «Le damos mucha importancia al cuidado de uno mismo y del otro, a la valoración y aceptación de lo diferente. Y ponemos en cuestión estereotipos de género -describe Alejandra Mizrahi, directora del colegio-. También trabajamos sobre las maneras que tenemos de manifestar el afecto haciendo especial hincapié en que esas formas no vulneren los derechos de nadie».
Aunque el trabajo con los chicos se da en el marco de la Ley de Educación Sexual Integral, el colegio venía planteando el tema desde antes de la ley. «No es una actividad o charla aislada, sino un eje que atraviesa todas nuestras propuestas. Desde el nivel inicial hasta séptimo grado se proponen proyectos, modos de nombrar, intervenciones en lo cotidiano, que apelan a complejizar lo socialmente dado», enfatiza Mizrahi.
Por supuesto, el cambio no es automático ni inmediato. Pero tal vez algo de él empieza a divisarse en acciones mínimas aunque determinantes. «Hace poco a mi hija le levantaron la pollera en la escuela y un compañerito salió a defenderla. Cuando fui a agradecerle, me quedé duro con la contestación -relata un padre de un colegio de Belgrano-. Me dijo que además de que estaba mal, él tenía una hermanita y que no le gustaría que le hicieran lo mismo. Me quede helado. A mí jamás se me hubiera ocurrido decir algo así.»
Consejos para aplicar en casa
Conversar
Se puede tomar un hecho de la realidad o una serie de las que miran para tratar de tocar el tema del abuso o del respeto de género. Lo ideal es empezar desde chicos.
Acompañarlos
Las charlas no sirven si no van acompañadas de acciones concretas. Evitar que en casa los roles estén fijos y no refuercen estereotipos de género.
Contacto respetuoso
El contacto entre padres e hijos es esencial y marcará, en muchos casos, cómo serán esos contactos futuros. No forzar a que el hijo dé un beso, no robarle uno o respetar cuando dice que no quiere ser besado o abrazado porque probablemente él reproduzca esa actitud en un futuro.
Con motivo del Día Mundial de la Niña, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles que el matrimonio infantil «arruina la vida de millones de niñas» e impide su acceso a una educación de calidad, siendo la principal barrera a la que se enfrentan las menores en el mundo.
«Hasta que los gobiernos no actúen de manera decisiva, el número de matrimonios infantiles y de mujeres que se han casado siendo niñas seguirá aumentando, privando tanto a las niñas como a sus países de alcanzar todo su potencial», ha asegurado la directora de Derechos de la Mujer de HRW, Liesl Gerntholtz.
La organización también ha advertido de que los progresos globales por parte de los distintos gobiernos para poner fin al matrimonio infantil y garantizar el acceso igualitario de las niñas tanto a la educación primaria como a la secundaria son «muy lentos».
Las menores que se casan normalmente abandonan la escuela de forma prematura debido a la presión social, las responsabilidades del hogar o incluso debido al embarazo y cuidado de sus hijos.
En muchos países, las creencias religiosas y culturales estigmatizan los embarazos de jóvenes solteras, muchas de las cuales son obligadas a casarse de manera temprana.
SUDESTE ASIÁTICO Y ÁFRICA, A LA CABEZA DE MATRIMONIO INFANTIL
HRW ha subrayado que el sudeste asiático es la región donde se producen más matrimonios infantiles y donde una de cada dos niñas se casa antes de los 18 años.
Por otro lado, en África subsahariana el 40 por ciento de las niñas se casan antes de los 18 años, mientras que los países africanos representan 15 de los entre los 20 países con los mayores índices de matrimonios infantiles.
Sin embargo, tal y como ha destacado la organización, el matrimonio infantil es un fenómeno que también se produce en países desarrollados como Estados Unidos o Reino Unido. Algunos de los países donde peores consecuencias tiene el matrimonio de menores son Nepal, Bangladesh, Malawi, Tanzania, Zimbabue, Sudán del Sur o Yemen.
HRW ha denunciado que concretamente en Malawi, Sudán del Sur, Nepal y Bangladesh una vez que las niñas se han casado o han dado a luz sufren presión por parte de sus familias para que abandonen la escuela ante la falta de dinero para poder pagarla y frente a la necesidad de que se encarguen de las tareas del hogar.
La ONG ha denunciado que la incapacidad de los gobiernos para garantizar una verdadera educación gratuita y accesible a todos los ciudadanos incrementa la presión sobre aquellos en mayor riesgo de sufrir este tipo de situaciones.
DOS TERCIOS DE LAS PERSONAS ANALFABETAS DEL MUNDO SON MUJERES
HRW ha señalado que el escaso acceso a la educación es tanto una causa como una consecuencia del matrimonio infantil. En todo el mundo, unas 32 millones de niñas en edad escolar no tienen acceso a la educación infantil y otros 29 millones de ellas no pueden acceder a secundaria.
Según los datos presentados en el informe, dos tercios de las personas analfabetas del mundo son mujeres. Las niñas que no están escolarizadas afrontan un mayor riesgo de sufrir un matrimonio infantil.
En muchas ocasiones, las políticas discriminatorias de los gobiernos prohíben a las niñas casadas o embarazadas acudir a la escuela. En Tanzania, por ejemplo, HRW ha denunciado la existencia de colegios en los que se realizan pruebas de embarazo forzadas y se expulsa a las menores que estén embarazadas.
Además, el Gobierno se ha estancado en su compromiso de aumentar la edad legal para contraer matrimonio a los 18 años, algo aplicable tanto para los niños como para las niñas.
«Las niñas escolarizadas no deberían tener el miedo de que el matrimonio las privara de su educación», ha asegurado el director de Derechos del Niño para HRW, Zama Neff.
«Los gobiernos deberían aprobar leyes y políticas que prohíban el matrimonio infantil y garanticen el acceso gratuito de todas las niñas a la educación primaria y secundaria», ha concluido.
Una organización que conglomera a varios grupos de adolescentes y jóvenes exigen una mejora de la educación integral de la sexualidad en la sociedad y centros educativos. Como argumento, dan alarmantes datos sobre abusos y embarazos de adolescentes.
Alejandra Amarilla, coordinadora juvenil “Somos Pytyvõhára”, conversó con radio ABC Color y explicó de qué se trata la reunión. “Son grupos de adolescentes y jóvenes organizados, movimientos estudiantiles, comité de niños y niñas que conversan sobre la educación integral de la sexualidad”, contó.
“Nos parece importante a raíz de los embarazos de adolescentes, de los abusos sexuales. Este año hicimos un proceso, con talleres, y este sería como el cierre”, detalló.
Según datos oficiales dados a conocer por los organizadores del evento, cada día nacen, en promedio, 54 bebés de madres adolescentes de entre 15 y 19 años y dos bebés de niñas menores de 15 años. En los últimos 10 años, hubo un incremento del 62,6% de embarazos en estas niñas menores de 15 años.
La violencia sexual es, muchas veces, la causante de los embarazos prematuros. En el 2015 hubo 668 partos de niñas menores de 15 años. En Clínicas, por ejemplo, hubo en 2016 1.995 partos de los cuales 263 fueron de adolescentes. Cada año hay 150.000 embarazos y el 20%, es decir, 30.000, son de mujeres adolescentes.
“Son cifras alarmantes. Hay una falta de información”, afirmó Amarilla, quien dijo además que dada la experiencia de la conversación con los adolescentes y jóvenes recabaron la información que la educación sexual en las escuelas y colegios es deficiente. “Hay información desfasada, incompleta. Muchos docentes no están preparados para enseñar. Se habla con muchos mitos, tabúes. Nosotros, como adolescentes y jóvenes exigimos la educación integral de la sexualidad”, concluyó Amarilla.
El grupo “Somos Pytyvõhára” y la Base Educativa y Comunitaria de Apoyo (BECA) hacen este sábado un taller llamado “Ñemongeta Guasu por nuestros derechos”. El encuentro, que se realiza en el hotel Santo Domingo de Asunción hasta las 16:00, aborda el tema de la educación integral de la sexualidad.
Bayer lanzó desde 2007 una campaña llamada World Contraception Day, con el objetivo de crear conciencia entre los jóvenes sobre las diferentes alternativas anticonceptivas que existen para que ellos puedan tomar decisiones inteligentes sobre su salud sexual y reproductiva.
Conversar de sexo con adolescentes puede ser embarazoso, pero es importante a fin de prevenir un embarazo no planificado. Las conversaciones personales favorecen la relación adultos/jóvenes y permiten la enseñanza de un modo sensible, flexible y efectivo.
A menudo, el tema de la sexualidad hay que hablarlo primero en la etapa preadolescente y luego volver al mismo las veces que sean necesarias en la adolescencia. La franqueza acerca del sexo previene embarazos no planificados juveniles. Así lo consideran el ginecólogo José Alejandro León y Katherine Gómez, psicóloga y directora de la ONG Agentes de Cambio en Salud Sexual, a propósito del Día Mundial de la Prevención de Embarazos No Planificados en Adolescentes, a conmemorarse el 26 de septiembre.
Cada año, hasta 16 millones de mujeres adolescentes de 15 a 19 años de edad dan a luz, según elestudio global denominado La juventud y la anticoncepción de GFK Healthcare del año 2017, respaldado por Bayer, el cual analizó las actitudes de los jóvenes de 13 a 25 años con respecto a la sexualidad y la anticoncepción en 15 países.
“Los padres y representantes deben saber que los niños y jóvenes tienen diferentes etapas sexuales y no deben asustarse o apenarse con eso. Mantener en tabú el tema indica que nos da ansiedad, lo cual los niños perciben y es ahí cuando dejan de hablar y/o preguntar, buscando información en otros espacios”, comentó Gómez. Según su criterio esen esa exploración del mundo cuando el joven está más vulnerable y se encuentra ante muchos riesgos como un embarazo no planificado.
Según información publicada por el programa de Telemedicina de la Universidad Central de Venezuela en 2015, una de cada cuatro mujeres embarazadas anualmente es adolescente. De esta manera, el país se sitúa en el primer lugar de los países de Sudamérica con mayor índice de adolescentes embarazadas y el tercero en Latinoamérica, detrás de Honduras y Nicaragua. Aún hay más: Gómez recordó queel Fondo de Población de las Naciones Unidas indicó en 2015 que aproximadamente cada tres minutos una adolescente venezolana menor de 19 años se entera de que tiene un embarazo no planificado.
“Lo más importante es la educación sexual, y más si proviene de los padres y no de la calle o del Internet. Los padres deben hablar lo más claramente posible. La pregunta es ¿Cuándo hablar con los hijos de sexo? Mi recomendación es que desde el primer momento en que los niños, independientemente de la edad, empiecen a tener curiosidad por el tema. Ese es el instante en que se debe hablar claro, con un lenguaje acorde con la edad y responder solo lo que preguntan”, indicó José Alejandro León, ginecólogo y adjunto especialista en el Servicio de ginecología del hospital Domingo Luciani.
La falta de educación y formación desde temprana edad sobre el uso correcto de los anticonceptivos, es una de las causas que conllevarían por ejemplo a que 41% de los 208 millones de embarazos que ocurren en el mundo cada año no estén planificados (1).
Por tal motivo, en esta fecha se hace un llamado no solo a los padres, representantes y cuidadores, sino también a otros actores importantes en esta labor como las autoridades pertinentes, líderes comunitarios, proveedores de atención médica y educadores para que ayuden a los jóvenes a construir sus planes de anticoncepción.
Campaña que impacta a millones de jóvenes
Bayer fue una de las organizaciones que impulsó celebrar el Día Mundial del Embarazo No Planificado. Ya la empresa lleva 10 años impactando en jóvenes y su entorno con la campaña mundial llamada World Contraception Day, la cual busca generar conciencia en los muchachos sobre la anticoncepción, la salud sexual y reproductiva a fin de prevenir el alto índice de embarazos no planificados. Tal iniciativa global, que promueve Bayer desde 2007, ha permitido llegar a unos 110 millones de personas en todo el mundo.
Los objetivos de la creación de esta campaña tienen que ver con:
Aumentar la disponibilidad de información balanceada y recursos enfocados específicamente para los jóvenes.
Facilitar la discusión abierta sobre salud sexual y reproductiva, y opciones anticonceptivas.
Trabajar en conjunto con los aliados estratégicos en una causa común para lograr que todos los embarazos sean planificados.
Resaltar ante la agenda de salud pública la necesidad de brindar mayor y mejor información sobre salud sexual y reproductiva, y la importancia del acceso a opciones de anticoncepción.
Promover el diálogo de joven a joven; de igual manera, entre los jóvenes y sus parejas, padres y profesionales de salud.
Bayer continuará comprometido con la educación sobre la salud sexual y reproductiva, promoviendo la aceptación, conocimiento, uso y adherencia de los métodos anticonceptivos modernos, seguros y confiables para los jóvenes del país para evitar los embarazos no planificados.
Cuba/18 septiembre 2017/Fuente: Correo del Orinoco
La libre elección para decidir sobre su reproducción y su futuro es sin duda uno de los grandes logros que ha tenido la mujer cubana dentro de la Revolución.
Las feministas luchamos para que todas las mujeres puedan tomar las decisiones sobre su reproducción de forma libre, y esto significa que interrumpir el embarazo debe ser un derecho social. Los Estados deben garantizar las condiciones para ser madre y también las condiciones para que un embarazo no continúe si la mujer lo decide. Si no existe el aborto seguro y gratuito, el aborto nunca será un derecho para todas las mujeres.
En Cuba, a partir del triunfo de la Revolución, se promovieron leyes fundamentales que obedecieron al cambio, entre ellas, el Código de Familia, aprobado en el I Congreso del Partido Comunista de Cuba que estableció la eliminación de toda discriminación hacia las mujeres y la introducción de la educación sexual en el sistema de enseñanza del país.
Antes de la Revolución en Cuba, el aborto era una práctica legal, pero marcada por una fuerte desigualdad social y económica. Se realizaba en exclusivas clínicas privadas y solo podían pagarlos mujeres de la clase media-alta de Cuba, y muchas del resto del continente y de Estados Unidos, que llegaban a la isla para hacerlo.
Por esa razón, en 1965 el Gobierno cubano instituyó la práctica libre y gratuita de la interrupción del embarazo para todas las mujeres cubanas que lo requirieran y estableció por ley cuatro requisitos:
– Es la mujer la que decide.
– Debe realizarse en una institución hospitalaria.
– Debe ser realizado por manos expertas.
– Es totalmente gratuito.
La interrupción voluntaria del embarazo por libre decisión de la mujer se realiza hasta las ocho semanas de gestación o 10 semanas de falta de menstruación contada a partir del primer día de la última regla. Las mujeres no tienen que dar ninguna razón para solicitar un aborto. Desde 1989 Cuba comenzó a utilizar, además, una forma menos invasiva de aborto que llaman “regulación menstrual”, que se realiza hasta las seis semanas de un posible embarazo mediante la aspiración del útero, no requiere de anestesia general o transfusión de sangre, ni del consentimiento de los padres en el caso de menores de 18 años.
El Ministerio de Salud Pública garantiza los servicios de aborto con una alta calidad y seguridad, por lo que existe un número importante de hospitales y otras unidades acreditadas para ello con personal adecuadamente calificado y entrenado.
Paralelamente se ha priorizado la educación sexual, el conocimiento y acceso a los anticonceptivos y la planificación familiar, por lo que la mujer cubana ha alcanzado conocimientos acerca de su cuerpo, la posibilidad de regular su reproducción y la garantía de acceso a los recursos para conseguirlo.
El aborto es un problema fundamentalmente de las mujeres, pero también lo es de clase, son las mas pobres las que mueren en su práctica insegura.
Pensemos que el capitalismo usa la familia como forma de reproducción gratuita de la clase trabajadora y por eso establece control sobre ella. El cuerpo de la mujer cumple así un papel fundamental para el sistema, porque sobre ella está el peso de la reproducción.
La lucha antiimperialista también incluye el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. El imperialismo usa el cuerpo femenino como territorio de guerra, con violaciones, trata y tráfico, prostitución y esclavitud laboral. Grandes industrias chupan la sangre de millones de obreras; su sufrimiento produce ropa a bajo coste para todo el planeta.
El capitalismo, y el imperialismo están profundamente ligados con el patriarcado, que se expresa, por ejemplo, en que las mujeres no son consideradas libres para decidir, y son obligadas a continuar embarazos no deseados, o productos de violación, con riesgos importantes de salud personal.
Falta de recursos y desinterés en aprender destacan entre las causas
Organización recomienda atender primera infancia para mejorar éxito.
Karol Gómez forma parte de una clase social que, según las estadísticas, tiene muy pocas probabilidades de llegar hasta la universidad.
Creció en la comunidad indígena de Boruca, en Puntarenas. Allí cursó primaria y secundaria con la ayuda de una beca. Su familia carecía de dinero para pagar su educación.
Aún así, accedió a la Universidad Nacional (UNA) gracias a un programa que le permitió ingresar a la carrera de Educación Rural sin hacer el examen de admisión y, de nuevo, con una beca socioeconómica.
A sus 24 años, Gómez representa la excepción en la estadística que indica que, en Costa Rica, solo uno de cada diez alumnos pobres logra cursar una carrera universitaria.
Esta realidad fue revelada, la semana pasada, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante la presentación de un informe sobre la enseñanza en nuestro país.
La OCDE explicó que el número de alumnos de bajos recursos económicos que no ingresan a la instrucción superior está muy por debajo de los 34 países que integran la Organización, a la que Costa Rica está en proceso de adherirse.
Según el informe, en el caso de las universidades públicas, solo el 7,5% de los alumnos con ingresos más bajos están matriculados, muy por debajo de los estudiantes de contextos acomodados, que representan el 54% de la población de la educación superior pública.
¿Por qué? La Encuesta Nacional de Hogares, 2015, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló que 41.300 jóvenes de entre 15 a 17 años no asistía a la eseñanza formal. La mayoría, 19.400, solo tenía la primaria completa y, 14.400 la secundaria incompleta.
Consultados sobre los motivos de no estar estudiando, 14.700 afirmaron no tener interés en el aprendizaje formal, 7.000 dijeron que les costaba el estudio, 3.900 no podían pagar la formación y 3.400 alegaron problemas de acceso al sistema.
Además, 3.770 preferían o tenían que trabajar, 2.300 por un embarazo y matrimonio, y el resto, por motivos de cuido, enfermedad, discapacidad o falta de requisitos.
Razones. La OCDE determinó que las brechas en oportunidades educativas entre diferentes grupos sociales son muy grandes, y que la desigualdad empieza en las edades tempranas y se amplía conforme los alumnos avanzan en la educación.
La preocupación de la OCDE es que la atención en la primera infancia, sistema clave para que los niños tengan un buen comienzo y éxito escolar, es el sector más subdesarrollado del sistema educativo de Costa Rica.
“La inversión pública en primera infancia (0,4% del PIB –producto interno bruto–) está muy por debajo del promedio de la Organización (0,6%), considerando que los niños menores de 6 años representan el 10% de la población costarricense y más de la mitad (60%) de estos niños viven en pobreza y sus padres tienen bajos niveles de educación”, dice la Organización.
Para José Aguilar, presidente de la Fundación Acción Joven, una ONG dedicada a prevenir la exclusión estudiantil, hay que preguntarse ¿qué hace que un joven pierda interés en la educación luego de avanzar en el sistema de enseñanza?
“Muchos jóvenes con situaciones de vida muy adversas deben enfrentar violencia intrafamiliar, drogas, hogares monoparentales. Ante esas necesidades afectivas, los centros educativos no poseen recurso para dar atención psicosocial. Los jóvenes no van a tener cabeza para Matemáticas si deben enfrentar situaciones difíciles”, añadió.
Renata Villers, directora de la organización Amigos del Aprendizaje (ADA), indicó que la poca presencia de jóvenes de bajos recursos en la universidad tiene una explicación en la “baja calidad” del sistema educativo previo a la universidad.
“Cuando solo 4 de cada 10 estudiantes logran concluir la secundaria, sabemos que hay un tema de calidad en el sistema educativo. Esto se confirma por los resultados que arroja la prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), que demuestra que 40% de los estudiantes de 15 años carecen de la mínima comprensión de lectura necesaria”, detalló Villers.
Según el Ministerio de Educación Pública (MEP), durante el 2016 se registró la cifra más baja de deserción de los últimos 10 años. En preescolar, el abandono pasó de un 2,2% en 2015, a un 1,7% en el 2016; en primaria de un 1,3% a un 1 %, y en secundaria el porcentaje bajó de un 9,2% a un 8,4%.
La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, cree que esto se debe a que poco a poco el MEP ha ido subiendo la cobertura de programas de equidad para mantener a los jóvenes en las aulas y ofrecer becas a quienes estén en situación de pobreza.
“Hemos promovido cambios en los planes de estudio para que desarrollen habilidades; hemos logrado una estrategia contra la exclusión escolar; todos esos cambios sin duda van en el camino de una preparación de los chicos y un respaldo para que permanezcan en el sistema educativo”, agregó Mora .
Según el V Informe del Estado de la Educación 2015, la vulnerabilidad económica, la repitencia, los problemas familiares y el bajo clima educativo son factores determinantes en el abandono estudiantil.
Población universitaria estatal [side_to_side]
Entrada a la ‘U’. En el caso de Karol Gómez, ella había perdido sus esperanzas de entrar a la universidad cuando perdió los exámenes de admisión de la Universidad de Costa Rica y la UNA. El programa de la Universidad Nacional de admitir estudiantes a la carrera de Educación Rural, sin hacer el examen de admisión, le cambió la vida.
“Mi mamá jamás tenía dinero para pagar una universidad privada. Yo en un momento me resigné a quedarme en la casa; para mí, ahí todo había terminado. Por dicha salió esta oportunidad , que de fijo va a mejorar mi calidad de vida para mí y mi hija” contó la joven.
Actualmente, 350 estudiantes de la UNA forman parte de este programa.
Justamente, en aras de que las poblaciones desfavorecidas puedan acceder a la enseñanza superior, es que dichos centros ofrecen este tipo de programas de admisión y becas. Un 52% (48.829) de los todos los estudiantes de universidades públicas (94.000 personas) lo hacen con apoyo de una beca.
Sin embargo, la OCDE considera que, en general, el gasto en el sistema universitario no se asigna de forma equitativa, ya que la mayoría de los alumnos beneficiados son de contextos acomodados.
La entidad pide que los estudiantes pobres de universidades privadas también tengan derecho a una beca estatal. Considera que el país tendría mejores resultados educativos si reduce el gasto universitario, en favor de la inversión en enseñanza preescolar, primaria y secundaria. Colaboraron los corresponsales
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