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Los educadores también necesitan apoyo para controlar su estrés

Por: Paulette Delgado

Las instituciones se enfocan en el bienestar socioemocional de los estudiantes pero, ¿y el de los educadores?

Según un estudio de la fundación Robert Wood Johnson y la Universidad Estatal de Pennsylvania (Penn State), la docencia es una de las profesiones más estresantes en Estados Unidos. El estrés que sufren los profesionales de la enseñanza afecta su salud, compromiso, rendimiento y satisfacción, convirtiéndola en una de las profesiones con más alta rotación de la historia.

El bienestar mental de los educadores afecta profundamente en el de los alumnos sin embargo, aunque existen muchos programas para apoyar el bienestar mental de los alumnos, se descuida el del docente.

Cerca de un 46 % de los maestros reportan sentirse estresados diariamente durante el año escolar, teniendo un mayor nivel de estrés incluso, que los médicos (45 %). Esto afecta el amor por su trabajo ya que menos de un tercio de los maestros de nivel K-12 (primaria y secundaria) encuestados se sienten comprometidos con su trabajo. Según el mismo estudio, el desempeño empieza a disminuir durante los primeros años de enseñanza.

Otro estudio, este de la Universidad Federal do Rio Grande do Norte sobre los hábitos del sueño, reportó que 46 % de los maestros de bachillerato fueron diagnosticados con somnolencia diurna excesiva. Aunado a eso, el 51 % reportó mala calidad de sueño, afectando su desempeño y además impactando en los resultados de sus estudiantes.

En el caso de  maestros de primaria, un estudio demuestra que aquellos con mayor estrés y que demuestran síntomas de depresión, perjudican negativamente a sus alumnos porque crean un ambiente negativo y de bajo rendimiento en los estudiantes.

Cuando los docentes están muy estresados, sus alumnos presentan más dificultad en su ajuste social y rendimiento académico. De acuerdo a una encuesta de más de 78,106 estudiantes de 5to a 12vo grado, entre menos compromiso tengan los maestros, peor es el rendimiento académico de los alumnos.

Entre 1988 y 2008, el 41 % de los docentes abandonan la profesión según el Departamento de Educación de Estados Unidos. Aunque este número incluye a los jubilados, entre el 23 al 42 por ciento dejan de enseñar en los primeros cinco años.

Los efectos negativos de la rotación docente

Cuando los maestros rotan constantemente el rendimiento en matemáticas y en lenguaje disminuyó en los alumnos, especialmente para aquellos con bajas calificaciones en estas materias, según un estudio llevado a cabo en Nueva York.

La Comisión Nacional de Enseñanza y el Futuro de Estados Unidos estima que se pierde más de 7 mil millones de dólares cada año a causa de la rotación de maestros en escuelas públicas. Esto además incrementa la desigualdad en el acceso a la educación en escuelas de bajos ingresos porque pierden comunidad en las relaciones entre maestros, estudiantes y padres, resultando en un bajo rendimiento por parte de los alumnos.

Factores principales que contribuyen al estrés en la docencia

La organización en la escuela (liderazgo, clima y cultura laboral): una cultura laboral de apoyo, un buen liderazgo y un ambiente de colaboración brindan mayor satisfacción laboral entre los docentes. Cuando el maestro está insatisfecho con alguno de estos factores, aumenta el estrés del maestro. También las políticas federales y estatales escolares pueden aumentar o restar el estrés del maestro y su efectividad.

Demandas de trabajo: manejar un grupo grande de estudiantes, lidiar con alumnos conflictivos, atender a los padres de familia, especialmente aquellos difíciles, produce estrés crónico en los docentes. Lamentablemente, la mayoría de los programas de educación y desarrollo profesional no cuentan con programas que los preparan para enfrentar fuertes cargas laborales.

Recursos de trabajo: muchos docentes sienten que no tienen autonomía o poder de decisión en su trabajo. Y no es algo inusual. Según un estudio, comparado con otras profesiones, los docentes califican más bajo cuando se les preguntó si sentían que sus opiniones son tomadas en cuenta en el trabajo. Pero esto ha ido aumentando en los últimos años, pasó de un 18 % en 2004 a un 26 % en 2012. Para evitar la rotación docente se necesita garantizar que la voz del maestro sea escuchada al tomar decisiones institucionales.

Competencias sociales y emocionales (SEC por sus siglas en inglés): tener estas competencias es clave para influir positivamente en el alumno. A pesar de esto, son pocos los docentes que reciben capacitación en el área social y emocional. En Estados Unidos ya se han creado varios programas y políticas que buscan cambiar esta deficiencia ofreciendo tutoría e inducción a docentes, programas de bienestar y de atención o de manejo de estrés. Aquellos con altas SEC suelen tener mayor apoyo de sus directivos, satisfacción laboral y se sienten más realizados laboralmente.

Si un maestro no aprende a manejar su estrés, su institución también se ve afectada, impactando el rendimiento estudiantil. En contraste, si un docente tiene mejor control de sus emociones, refuerzan el comportamiento positivo del estudiante y los ayuda a manejar mejor sus propias emociones negativas. Es por eso que los profesionales de la enseñanza cuenten con programas de formación en estas habilidades.

Intervenciones para reducir el estrés

Según el estudio, Teacher Stress and Health, las intervenciones que se pueden llevar a cabo para ayudar a los maestros se dividen en tres grandes categorías:

  1. Organizacionales: aquellas cuyo enfoque es cambiar la cultura de la organización.

  2. Interfaz de organización individual: se refiere a incluir la construcción de relaciones y apoyo en el lugar de trabajo.

  3. Individuales: enseñar prácticas individuales para controlar el estrés.

El estudio también menciona otras políticas comprobadas para reducir el estrés de los maestros, mejorar su bienestar, ahorrar dinero institucional y mejorar el rendimiento académico de los alumnos. Algunas de estas políticas son:

Implementar programas de tutoría e inducción que pueden ayudar a mejorar la satisfacción del docente y su retención. Según investigaciones, los maestros que participan en este tipo de programas han proliferado. Los apoyos para nuevos maestros producen mayor satisfacción, compromiso, retención de docentes, mejores prácticas en el aula y mejores resultados de sus estudiantes.

Implementar programas de aprendizaje emocional (SEL), que también puede impactar a los alumnos. Según un estudio de 350 maestros de nivel K-5 en 27 escuelas en zonas urbanas de Estados Unidos, los docentes capacitados para implementar un programa basado en SEL reportaron una mayor eficacia para controlar a su grupo y un aumento en sus niveles de satisfacción personal.

En su punto más alto, el estrés puede afectar la salud física del docente por lo que es clave reducir el estrés, mejorar el bienestar y rendimiento de los docentes. Los datos muestran que han aumentado las escuelas que cuentan con programas de bienestar. En una escuela piloto, se llevó a cabo un programa de bienestar de 2011 a 2012 que incluyó planificación administrativa, campañas de cambios e incentivos. Más de la mitad de los participantes no sólo reportaron tener menos estrés pero también mejor salud. El 46 % de los docentes bajaron su índice de masa corporal, en el 34.7 % de ellos bajó su presión arterial sistólica, 65.6 % bajó la glucosa en sangre y 38.6 % vio un decrimento de sus niveles de colesterol.

Cada vez son más las escuelas que se preocupan por brindar apoyo socioemocional a los alumnos. Pero muchas veces, esa responsabilidad recae en los maestros quienes no suelen tener la preparación necesaria para lidiar con estas problemáticas, por lo que acaban ellos mismos emocionalmente agotados y estresados. Se vuelve una carga demasiado grande que muchas veces lleva a los docentes a desertar.

Al igual que las instituciones buscan cuidar el bienestar emocional de los alumnos, se debería cuidar el de los educadores ya que afecta directamente a su salud, la institución y el rendimiento de sus alumnos. Establecer los elementos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable en los centros de trabajo son acciones necesarias.

Con eso en mente, en México se aprobó la Norma Oficial Mexicana (NOM) 035, cuyo objetivo es “implementar mantener y difundir en el centro de trabajo una política de prevención de riesgos psicosociales”. Entrará en vigor en octubre 2020, obligando a las empresas de todos los tamaños a prestar atención y atender factores de riesgo psicosociales y emocionales de sus empleados como el estrés, ansiedad y desequilibrio del sueño. La norma se enfocará en detectar fatiga por exceso de trabajo, un mal liderazgo, acoso laboral o violencia. En caso de no atender estos problemas, las empresas podrán ser sancionadas por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).

Este tipo de propuestas son de suma importancia para prevenir problemas de salud de los profesionistas. Esperemos que esta norma impacte positivamente a los docentes y que se replique en el resto del mundo. ¿En tu institución educativa tienen algún tipo de programa de bienestar integral para el profesorado? Comparte tus experiencias en la sección de comentarios.

Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/salud-mental-docentes

Imagen: Robin Higgins en Pixabay

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Vídeo. Neuroeducacion: Educando las emociones por Mariana Guedea

Por: TEDx Talks.

Mariana nos habla sobre como educar nuestras emociones y las de nuestros seres queridos, así como las técnicas para mantener activas nuestras redes neuronales. Mariana considera que debemos revolucionar el sistema educativo.

Born in Monterrey, Nuevo Leon Mexico., she has a degree in Marketing, a Master’s Degree in Business Administration with a major in finance, and a Master’s Degree in Education. She has also taken workshops in the area of education in countries such as Mexico, Colombia, Peru, and the USA, where she recently attended Harvard graduate school. She has worked for more than 14 years in the area of education. She is the founder and director of MERAKI, a social project in education that aims to include programs of emotional education based on neuroscience with a focus on entrepreneurship, for children and young people.

Fuente del documento: https://www.youtube.com/watch?v=DkXedPzvbeQ

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Entrevista a Federica Trombetta: “Las técnicas de memorización permiten emocionarse estudiando”

Por: Educación 3.0

Federica Trombetta, coach profesional certificada, mostrará en SIMO EDUCACIÓN 2019 diferentes técnicas concretas de memorización que ayudan a aprender de manera creativa, eficaz y sin memorizar. Ella misma nos cuenta en qué consisten y cuáles son sus objetivos.

‘El palacio de la memoria’ es una técnica de memorización pensada para aprender textos de manera más creativa, eficaz y motivadora y, de esta manera, emocionarse estudiando. Se trata de una de las propuestas de Federica Trombetta, coach profesional certificada que cree que el aprendizaje es más efectivo cuando hay algún elemento de motivación, y que existen muchas posibilidades para llevarlo a cabo en el aula. En SIMO EDUCACIÓN 2019 ofrecerá un taller (poner fecha y sala) en el que los docentes participantes podrán descubrir algunas de estas técnicas y diferentes claves para usarlas con sus estudiantes. ¡Consulta la agenda de actividades completa!

Pregunta: ¿De qué tratará su taller en SIMO EDUCACIÓN?

Respuesta: Tiene como propósito que los docentes tomen conciencia, a través de la experiencia, de cómo mejorar el aprendizaje apoyándonos en la parte visual y emocional de la mente. Para ello, empezaré con una pequeña introducción teórica seguida por ejercicios prácticos. Explicaré y practicaremos técnicas concretas de memorización como:

  • El palacio de la memoria para memorizar textos.
  • La película mental para recordar números.
  • La visualización PAV para memorizar lenguas extranjeras.

Acabaré explicando que otras técnicas existen y cómo aplicarlas en las diferentes asignaturas.

P: ¿Cómo lo pueden aplicar los docentes en el aula?

R: Las técnicas se pueden aplicar a cualquier asignatura ya que se basan todas en el uso de la creatividad y de la fantasía. Creo que la mejor manera de hacerlo sería que cada profesor creara en su clase un pequeño taller parecido a este. Por ejemplo, podría guiar a sus estudiantes en una visualización, creando un ‘Palacio de la Memoria’ enfocado en memorizar algo concreto de su asignatura. Solo después, les explicaría el significado y la técnica concreta, con la idea de sorprenderlos y de encender su curiosidad. A continuación, podrían aplicar la técnica a otros temas.

Me gustaría hacer hincapié en una cosa: las técnicas de memorización son como una paleta de colores. No hay reglas establecidas. Una vez que se aprenden sus pilares, se pueden adaptar, incluso crear otras nuevas.

técnicas de memorización

P: ¿Es posible estudiar de memoria de una manera efectiva?

P: ¿Hasta qué punto podemos dominar nuestra mente?

R: Gracias a la neurociencia, hoy en día sabemos que el aprendizaje cambia nuestro cerebro cambiando las conexiones entre las neuronas. Dicho de otra manera, aprender cambia nuestras conexiones neuronales y entonces nuestra mente. Tomar conciencia de esto hace que podamos moldear nuestra mente, tomar de alguna manera sus riendas. En programación neurolingüística se trabaja mucho esto: cambiar los patrones automáticos mentales que no nos apoyan y crear nuevos, que nos ayuden a mejorar nuestro bienestar mental, físico y emocional. Así que identificar pensamientos o creencias limitantes y dar espacio a nuevos pensamientos potenciadores, aprender a poner el foco en las soluciones en vez que en el problema, mantener la mente activa y alimentar la curiosidad, son todas acciones que están en nuestras manos para moldear nuestro cerebro y sentirnos mejor.

P: ¿Qué relación hay entre memoria y emociones?

Como dije antes, el aprendizaje no es nada más que el establecimiento o la potenciación de determinadas conexiones entre neuronas, que incluyen distintas zonas del cerebro. Entre ellas destaca la amígdala, que es el centro gestor de las emociones. Así que todo aprendizaje debería contemplar las emociones. Y si lo pensamos bien esto es muy intuitivo: lo que tiene un impacto emocional en nuestra vida lo recordamos fácilmente. ¿Quién se va a olvidar de la primera vez que se enamoró, del día de su boda, del nacimiento de un hijo, de un viaje maravilloso? Podríamos decir que lo que nos emociona deja una huella indeleble en nuestro corazón o, mejor dicho, en nuestro cerebro. Creo firmemente que las técnicas de memorización son una valiosa herramienta para que los alumnos puedan emocionarse estudiando y entonces, disfrutar del proceso de aprendizaje a lo largo de toda su vida.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/tecnicas-memorizacion-emocionarse-estudiando/116907.html

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El proceso de adaptación en la educación infantil

Por: Junta de Portavoces

Llega un día, en que cada uno sale al mundo y, aunque da un poco de miedo, se abren nuevas y maravillosas posibilidades. Crecer cuesta, pero merece la pena.

La “primera vez” que hacemos algo, que tenemos una nueva experiencia de cualquier tipo, se nos produce una cierta inquietud: cuando vamos de viaje a algún lugar desconocido; cuando quedamos por primera vez con personas desconocidas; un nuevo trabajo…

Esta inquietud es el resultado de las emociones que se nos producen internamente, al enfrentarnos a estas nuevas situaciones, que al ser desconocidas nos generan inseguridad, aprensión e incluso miedo.

Estamos en el momento de preparación del próximo curso, el momento de tomar decisiones sobre el futuro de nuestros niños, el cual puede conllevar la incorporación al ámbito escolar de numeroso pequeños, que se enfrentarán, igualmente, a esta nueva experiencia con los sentimientos asociados que conlleva. Cada vez salimos del regazo más temprano, en pequeños viajes de ida y vuelta.

Algunas familias optan por llevar a sus hijos a distintos centros de educación infantil, de primer o segundo ciclo. Existen distintas posibilidades, pero todas ellas tienen un denominador común: los niños y niñas han de superar una de estas experiencias vitales: “el periodo de adaptación”.

¿Qué entendemos por periodo de adaptación?

Entendemos por periodo de adaptación, el tiempo que los centros educativos organizan para la incorporación de los niños y niñas, por primera vez, al entorno escolar. Puede tener distintas características, en función de la tipología de centros, algunas de las cuales pueden ser: incorporación paulatina, horarios y grupos reducidos, aumento progresivo de la estancia en el centro, acompañamiento en el aula,… todas ellas valiosas herramientas que facilitarán la consecución del objetivo que nos interesa: la adecuada y correcta adaptación.

Sin embargo, todos estos aspectos mencionados, dependen de los adultos, es decir, son los adultos los que tomarán las decisiones pertinentes con respecto a la escolarización, horarios, calendarios, etc. Los niños serán sujetos pasivos de estas decisiones. Es por ello, que nosotras en la Asociación Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6, queremos establecer la diferencia entre periodo y proceso de adaptación.

¿Qué entendemos por proceso de adaptación?

Es el conjunto de situaciones, emociones y procesos psicoafectivos que se producen, en los niños y niñas, como conjunto de respuestas ante una nueva situación desconocida para ellos.

Al ser un proceso, ellos serán los protagonistas, puesto que tendrán que elaborar sus propias y peculiares estrategias de afrontamiento: elaborar el proceso de separación de sus figuras de apego, establecer nuevos vínculos afectivos con adultos y otros niños, emprender relaciones con el nuevo entorno y sus dinámicas, iniciarse en la expresión de sus emociones y necesidades,…

Este proceso comprende desde que los niños y niñas se incorporan al centro educativo, hasta que se consigue el equilibrio, la tranquilidad, la confianza y la formación de vínculos emocionales. No tiene una temporalización concreta, sino que depende de cada niño, por ser un proceso único y personal.

La incorporación a la escuela, un lugar desconocido, produce sentimientos de abandono y pérdida. Pérdida de su mundo de referencia, de sus personas de apego, en definitiva, su casa y su familia, donde se sienten seguros y queridos. De abandono, porque carecen de noción temporal desarrollada, por lo que no tienen capacidad para predecir cuando van a volver a buscarlos sus familiares. Expresar estos sentimientos es una reacción totalmente sana, no debemos intentar evitarla. Solo los protagonistas podrán superarla, convirtiéndose en su conquista personal.

Cada pequeño reacciona de una manera: pueden darse comportamientos de timidez, algunos se quedan pegados al adulto, otros se aíslan o inhiben, no quieren relacionarse con otros niños; pueden expresar tristeza, llantos, rabietas, rechazo al adulto, en los momentos de separación de la familia, en la entrada, durante el día o en la salida; incluso fuera del centro, pueden darse comportamientos atípicos como no querer separarse ni un instante de los familiares más directos, no comer o dormir bien, despertar bruscamente, tener pesadillas, regresión en el control de esfínteres; expresar sus conflictos a través del cuerpo (tener fiebre, vómitos,…).

Frente a este conflicto interno que están viviendo, les ayudará la serenidad de los adultos que les cuidan, proporcionándoles la seguridad y el apoyo que contribuirá a ir calmando sus temores. La familia y los centros de educación infantil compartimos la grata tarea de cuidar y educar a los niños y niñas.

Todos estos comportamientos irán desapareciendo paulatinamente, a medida que el pequeño vaya evolucionando en su proceso y vaya, por lo tanto, resolviendo su adaptación. En poco tiempo se sentirán seguros, confiados, tendrán nuevos amigos, volverán a comer con ganas, dormirán a pierna suelta, jugarán alegremente y comenzarán a mantener relaciones de afecto con sus educadores e iguales, formando parte su primer grupo social, aceptando el medio educativo voluntariamente, percibiendo que es un contexto en el que disfrutar.

Necesitan tiempo, contextos enriquecedores y apropiados en la escuela, el mantenimiento de las rutinas, que les ayuden a anticipar lo que va a ir ocurriendo a lo largo del día y en qué momento se dará el reencuentro con sus familias.

Este proceso, tan complejo para niños y niñas, también lo es para madres y padres. La decisión de escolarizar a los hijos puede provocar sentimientos ambivalentes: siendo conocedores de lo idóneo de llevar a los niños a un centro de educación infantil, puede producir tristeza, angustia, pérdida e incluso celos, provocados por un sentimiento de culpabilidad, derivado de no atenderles ellos en exclusiva, ya sea por decisión propia o por exigencias de la situación familiar.

Observar las dificultades de los hijos y las propias puede hacernos dudar de si merece la pena.

Es conveniente aceptar y tolerar estos sentimientos como naturales y humanos, no negarlos ni tratar de evitarlos, sino tratar de aliviarlos depositando nuestra confianza plena en el centro educativo y sus profesionales. Siempre queremos lo mejor para nuestros hijos: confiemos en nuestras propias decisiones, sobre todo si están basadas en el conocimiento de los criterios pedagógicos, la organización, la metodología, las posibilidades de comunicación, las instalaciones, … del centro elegido.

Por otra parte, los centros de educación infantil deben tratar de adaptarse a la individualidad de cada niño y niña, respetando su propio ritmo y tratando de acogerles con comprensión y cariño; estableciendo un clima de buena comunicación, en el que se sientan entendidos en la expresión de sus sentimientos y estando cerca de ellos para transmitirles seguridad.

No todos los centros son iguales. Desde la Asociación Junta de Portavoces de Educación Infantil 0-6 abogamos por la Escuela Pública, siendo profundamente conocedoras del excelente trabajo que se realiza en las Escuelas Infantiles y Casas de Niños de la Red Pública. En estos centros se tiene en consideración todos los aspectos mencionados anteriormente, para dar respuesta a las necesidades de todos los implicados en el proceso.

A modo de conclusión…

¿Qué supone este proceso para las familias, los niños y los centros educativos infantiles?

Es el tiempo que necesitan los niños y niñas para lograr sus propias conquistas, conocer y dominar otros espacios y descubrir nuevos amigos.

Es el tiempo que necesitan las familias para dejarlos confiados en manos de los profesionales.

Es el tiempo que necesitan los profesionales para conocer a los niños y adecuarse a sus características y necesidades, y también conocer a sus familias.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/25/el-proceso-de-adaptacion-en-la-educacion-infantil/

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Documentales para trabajar las emociones en Secundaria

Por: Educación 3.0.

 

Se puede trabajar en el aula la gestión de las emociones con estudiantes de todas las edades. Con ayuda de estos documentales disponibles en Internet, los estudiantes podrán comprender mejor cómo funciona el cerebro humano y cómo se gestionan las emociones.

Si los estudiantes reciben información sobre el funcionamiento del cerebro y el origen y objetivo de las emociones, les será más fácil identificar sus sentimientos y regularlos por sí mismos. Los documentales y reportajes son un formato muy útil para transmitir información verídica sobre este asunto. A continuación, recopilamos algunas piezas que se pueden mostrar en el aula de Secundaria.

Consciencia, el poder de la mente

Consciencia, el poder de la mente

La consciencia es la principal protagonista en este documental. Es posible entender qué es la consciencia y cómo funciona el cerebro humano, estando despiertos o dormidos, para adentrarse en el aprendizaje emocional y así gestionar y regular los sentimientos. El documental hace una reflexión científica en la que se explica cómo sienten las personas y cómo reaccionan a los estímulos que les rodean.

El aprendizaje social y emocional: habilidades para la vida

El aprendizaje social y emocional: habilidades para la vida

En este capítulo de ‘Redes’, la serie de documentales presentados por
Eduard Punset en TVE, Elsa Punset entrevista al psicólogo y experto en educación emocional René Diekstra. Comprueba que si un estudiante entiende y gestiona sus emociones correctamente tendrá mejores resultados académicos y estará más preparado para el mundo laboral. Afirma que es muy saludable identificar los problemas del día a día y saber reaccionar, ya que los más jóvenes tendrán que lidiar con situaciones diversas que les conducirán a la madurez.

Fobias

Fobias trabajar las emociones en Secundaria

Las fobias son temores angustiosos e incontrolables ante ciertos actos, ideas, objetos o situaciones. Canal Sur presenta un documental en el que se trata este trastorno de salud emocional: varios especialistas, entre los que se encuentran psiquiatras, psicólogos y coaches, explican qué tipo de fobias existen, cómo se clasifican, cómo se desarrollan y sus posibles soluciones con apoyo profesional.

Cerebro Místico

Cerebro Místico trabajar las emociones en Secundaria

Un equipo de la Universidad de Montreal, en Canadá, ha investigado sobre el bienestar emocional de las personas ‘místicas’ que meditan de forma diaria. Defienden que la meditación beneficia a la salud mental y física, es una experiencia transformadora que fortalece la salud. Entrevistando a personas que meditan, este grupo de pedagogos y psicólogos investigan sobre los beneficios del estado de paz mental y descubren cómo puede proteger al organismo. Se encuentra en francés, subtitulado en inglés, aunque hay versiones subtituladas en la red.

El poder de las emociones

Una buena educación afectiva puede ser beneficiosa para la salud. Este documental, dirigido por Dionny Baez, tiene como objetivo investigar sobre las emociones y sus consecuencias basándose en testimonios de profesionales que profundizan acerca de cómo afectan los sentimientos al cerebro humano. Para conseguir hábitos que mantengan el bienestar mental es importante identificar cada emoción y tratar de encontrar una forma de gestionarlas.

Fuente de los documentos: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/documentales-trabajar-las-emociones-en-secundaria/115860.html

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José Carlos Ruiz: «El pensamiento crítico es la cara oculta de la felicidad»

Redacción: Levante

José Carlos Ruiz, doctor en Filosofía Contemporánea, señala que con los hijos «lo primero es construir un ambiente de diálogo constante sin necesidad de forzar situaciones».

José Carlos Ruiz es doctor en Filosofía Contemporánea, estudió Filosofía en la Universidad de Sevilla y en la Sorbona de París. Lleva 20 años como docente y ha escrito artículos y libros en los que acerca la filosofía a todos los públicos. Está especializado en el pensamiento crítico, temática que abordará el 5 de octubre en el Palau de Congressos de València en el evento «Gestionando hijos».

Para la gente que no ha oído hablar nunca del pensamiento crítico, ¿cómo explicaría a qué se refiere con este concepto?

El pensamiento crítico es la capacidad que tenemos de entender nuestro mundo en relación con el mundo de los demás. Mientras mejor trabajemos el pensamiento crítico de nuestros hijos e hijas, más les facilitaremos la creación de una identidad sólida y equilibrada, a la vez que les dotaremos de las herramientas necesarias para comprender las identidades de los demás.

¿Qué peligros o problemas conlleva la falta de pensamiento crítico?

Serían muchos. Tenemos que destacar que el hecho de no pensar bien puede provocar que terminemos tomando decisiones bajo el amparo exclusivo de las emociones. Esto conlleva la adopción de una identidad o personalidad ligera que podría entrar en una espiral de drogodependencia emocional en la que en la toma de decisiones que nuestros hijos realicen se impongan las emociones positivas, subordinando su capacidad de análisis exclusivamente a su faceta sentimental.

Para que aprendan a tomar buenas decisiones, tenemos que trabajar con ellos un correcto desarrollo del pensamiento crítico que les posibilite el equilibrio entre su faceta emocional y la faceta racional. Esto nos llevaría a un segundo problema, la sociedad en la que vivimos no cesa de generar estímulos bien diseñados, potenciando las emociones positivas y poniéndolas a su alcance. Tras lograr cubrir un estímulo, se genera otro de fácil acceso de manera instantánea y, así, entran en una espiral de acción imponiéndose una vida plagada de actividad donde no se deja espacio ni tiempo para la reflexión.

Tanto es así, que la hiperactividad y los problemas de atención empiezan a ser cada vez más preocupantes. En este mundo la acción parece haberle ganado la batalla a la reflexión, de ahí que haya querido trabajar de manera concreta con una metodología fácil y accesible: la recuperación del pensamiento crítico para compensar el desequilibrio que genera una sociedad intelectualmente anestesiada.

¿Qué se puede hacer para frenar esto?

Trabajar con ellos su capacidad de análisis. Tenemos que insertar rutinas de pensamiento en su día a día, tanto en casa como en el colegio. Nosotros hemos creado un método de pensamiento crítico con niños de múltiples edades en seis colegios, una hora a la semana durante un curso escolar, y con familias. Un método que no requiere formación y que consiste en modificar pequeños detalles de su cotidianidad para que vayan acostumbrándose a realizar análisis por su cuenta.

Por ejemplo, insertar en las rutinas familiares el proceso de la mayéutica socrática, que no es otra cosa que hacerles las preguntas adecuadas y acostumbrarlos a que ellos también vayan cultivando el arte de preguntar.
Es necesario que recuperen lo que nosotros hemos denominado el proto-pensamiento, que está compuesto por tres elementos que se enlazan consecutivamente: el asombro, la curiosidad y el cuestionamiento.

Tras tres meses de trabajo, los resultados de aplicar el método fueron esperanzadores, pero a partir del cuarto mes pudimos observar que el progreso en la capacidad de análisis de ellos (cómo elegían y analizaban sus amistades, cómo eran capaces de hacer preguntas que se enfocaban más allá de lo superficial o lo evidente, o el modo en el que empezaban a tener criterios propios por encima de la opinión del grupo) creció exponencialmente de manera asombrosa.

¿Cómo pueden unos padres poner en práctica el pensamiento crítico con sus hijos desde que son pequeños?

Lo primero es construir un ambiente de diálogo constante sin necesidad de forzar situaciones. Es conveniente que ellos sean conscientes de cuáles son las circunstancias reales que les rodean para que su pensamiento parta de una realidad familiar. Así, cuando vayan construyendo su identidad, tendrán unas raíces asentadas en lo real. De lo contrario, el peso de lo virtual puede hacer que su pensamiento se proyecte sobre elementos que no formen parte de su entorno.

Poco a poco, tendremos que trabajar con ellos el proto-pensamiento. Nuestros hijos, cada vez más, están perdiendo la capacidad de asombrarse. La saturación visual y de estímulos a la que les sometemos hace que presten menos interés por las cosas y se cansen rápido de las novedades. Hay que recuperar la capacidad de asombro, pero hay que hacerlo dentro de su cotidianidad, con las cosas comunes, elementos simples como hacerles ver que un simple movimiento del grifo provoca que el agua salga caliente o fría y, a partir de ahí, despertar la curiosidad que termine en un cuestionamiento. En mi libro «El arte de pensar para niños» pongo muchos ejemplos que han resultado ser de utilidad para esto.

Un momento importante y que temen muchos padres es cuando sus hijos ya quieren su propio móvil, estar en redes sociales, etc. ¿Qué se hace en esas situaciones? ¿A qué edad cree que ya pueden estar bien formados?

No es cuestión de edad, depende de la madurez del niño. Lo que recomiendo es que cuando vean que ya tiene la madurez para tener móvil o para abrirse un perfil social, que se haga conjuntamente, hacerlo con él o ella. Nosotros lo hicimos así en casa con mi hijo mayor. De hecho, nada más abrirse la cuenta en Instagram le dijimos que durante un día mirase los perfiles de sus amigos y que analizase lo que subían, le pedimos que nos dijese qué es lo que había visto, qué le parecía, si le aportaban alguna cosa interesante las fotografías y los comentarios.

Si hemos hecho del pensamiento crítico el eje que vertebra su educación, entonces descubriremos que con 12 años, por ejemplo, son muy capaces de analizar la superficilidad que a veces se presenta en Instragram o el afán de protagonismo, la egolatría€ Después le dijimos que antes de subir una foto se tenía que realizar una pregunta: ¿qué beneficio saco de subir esta foto y qué perjuicios puede provocar o provocarme?

Habla de la necesidad de educar el pensamiento crítico visual. ¿Algún ejemplo?

Qué duda cabe que nuestro mundo y, sobre todo, su mundo es eminentemente visual, estamos rodeados de pantallas, de lo que algún filósofo como Lipovetsky ha denominado la Omnipantalla. Por eso creo que es muy importante que les eduquemos la mirada, que sean capaces de tener un pensamiento crítico visual. El caso de Bután es un ejemplo muy significativo de lo que pasa cuando la realidad virtual de las pantallas se inserta en la vida real de las personas, de manera tan arraigada que condiciona hasta el modelo de felicidad. Bután era uno de los países que se consideraba más felices del mundo hasta el año 2000. El objetivo del rey de Bután era que sus habitantes fueran felices y poco a poco quería que el país se fuera modernizando sin occidentalizarlo. Cada dos años les pasaba una encuesta a todos sus ciudadanos (700.000 personas) en el que se les preguntaba por su bienestar y felicidad.

El problema fue que en el año 2000 decidieron introducir, por primera vez, la televisión y en 2001, Internet. Cuando pasaron las encuestas en 2002, descubrieron que el índice de felicidad de sus habitantes había bajado drásticamente. Dos años después, cayó en picado. En apenas cuatro años, sus ciudadanos parecían no estar satisfechos con la vida que habían estado llevando hasta entonces. Se presentaron los primeros casos de violencia grave y de tráfico de drogas, y el divorcio apareció con mucha fuerza. En este breve periodo de tiempo modificaron hasta sus cánones de belleza. La mujer de Bután era una mujer fuerte que podía acompañar al hombre en las labores del campo a la vez que cuidaba de los niños. Al introducir la televisión en las casas, se empezó a imponer el canon de belleza femenino virtual que condiciona la autoestima de las mujeres y el canon estético de los hombres, provocando una insatisfacción en ambas partes.

Se había introducido el mundo virtual de las pantallas sin trabajar el pensamiento crítico visual previamente y, al final, el poder de la imagen virtual se apoderó de las emociones reales. De ahí que tengamos que cuidar mucho esta faceta si queremos que nuestros hijos sean capaces de educarse de manera equilibrada, porque no podemos perder de vista que el pensamiento crítico es la cara oculta de la felicidad.

Fuente: https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2019/09/19/pensamiento-critico-cara-oculta-felicidad/1923312.html

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Vuelta al cole: cómo empezar bien el nuevo curso y no morir en el intento

Por: Rafael Guerrero Tomás 

Las vacaciones de verano ya han terminado e irremediablemente comienza un nuevo curso escolar para los más pequeños y los no tan pequeños

Las vacaciones de verano ya han terminado e irremediablemente comienza un nuevo curso escolar para los más pequeños y los no tan pequeños. En este artículo me voy a centrar en los niños de la etapa de Educación Infantil, pues son los que más suelen sufrir al incorporarse a las clases una vez concluido la etapa de piscinas, playas, juegos y casi ausencia de horarios. La gran mayoría de niños se suelen adaptar bien a la nueva etapa, pero no siempre es así.

No hay más que ir a las nueve de la mañana a la puerta de un colegio, una escuela infantil o guardería para ver lo mal que lo pasan algunos niños en estos primeros días de clase. Llantos, gritos, mocos y súplicas. Algunos niños van relativamente tranquilos el primer día de clase hasta que se encuentran con otros compañeros que están llorando desconsoladamente. El efecto contagio no suele ayudar. Debemos entender que esta etapa supone una nueva adaptación que requiere tiempo, cariño y paciencia. Es un duelo en el que tenemos que acompañar a nuestros hijos para favorecer una adaptación lo menos difícil o traumática posible. Además, cada niño es un mundo, debiendo amoldarnos a sus ritmos, características y momento evolutivo. Por si todo esto no fuera poco, son muchos los niños que cambian de colegio, de etapa educativa y de profesor. Algunos pasan al colegio de mayores. El aula es nueva y seguramente haya compañeros nuevos. Todo esto, metido en un mismo recipiente y agitado, tiene distintos resultados. Algunos de nuestros hijos y alumnos no digieren bien esta mezcla de tantos ingredientes y la consecuencia son algunos días algo agitados y convulsos. Ya sé que muchos padres se plantearían como objetivo de estos primeros días que sus hijos no sufran, pero debemos ir más allá. Mirar más a largo plazo. El objetivo debería ser hacer de la experiencia un aprendizaje. Seamos conscientes de que este será uno de los primeros cambios significativos de los muchos que tendrán en su vida. Aprovechemos la oportunidad de construir aprendizaje y resiliencia.

Son muchas las emociones que nos asaltan a padres e hijos en estos primeros días de colegio: nervios por el comienzo de la nueva etapa, tristeza por dejar atrás el verano, alegría por volver a ver a los compañeros de clase, curiosidad por cómo será el nuevo profesor, miedo a no encontrarme cómodo en clase y a la separación, etc. Todas estas emociones son normales y deben ser reconocidas, permitidas y legitimadas. No podemos hacer nada para que estas emociones tan variopintas surjan. Los niños más pequeños tienen miedo a la separación de sus padres. No pasa nada, es normal. Es un miedo universal. Miedo a ser separados de las personas de las que depende su supervivencia. Este miedo se activa, evidentemente, cuando la situación es novedosa o desconocida, cuando hay un potencial peligro. Y todo aquello que es nuevo para un niño puede ser concebido como peligroso. Es por ello por lo que el periodo de adaptación suele ser más llevadero para los niños que siguen en la misma clase, con el mismo profesor y con los mismos compañeros que aquellos que entran “de nuevas”. Lo ideal sería que nuestros hijos comenzaran el colegio de manera progresiva. En verano están con nosotros las 24 horas al día y, de repente, se separan bruscamente de nosotros. Sería fantástico que el primer día, en vez de estar de sopetón seis u ocho horas, estuvieran un par de horas acompañados por sus padres, pero desgraciadamente son pocos los centros que así lo organizan.

A continuación se desarrollan algunas ideas u orientaciones que os pueden resultar de interés para preparar de manera anticipada estos primeros días de colegio:

Legitimar todas las emociones que experimenten: como veíamos antes, son muchas y variadas las emociones que pueden vivir en estos primeros días. Es fundamental que todas ellas sean permitidas y reconocidas. Las emociones no se pueden controlar, lo que sí que podemos gestionar es la conducta asociada a la emoción. Es normal que el niño no quiera ir al colegio los primeros días, es normal que lloren, que estén más nerviosos, etc. Todo esto debe ser legitimado y permitido.

– Expresa tus emociones de manera controlada: las emociones son un denominador común a todos los mamíferos. Por esa razón debemos normalizarlas. Y qué mejor manera que seamos los padres los que manifestemos nuestras sensaciones y emociones ante esta nueva etapa que en breve comenzará. No hay ningún problema en que los padres les digamos frases como “yo también estoy un poco nervioso por el comienzo del curso”. Eso sí, la expresión de las emociones debe estar acompañada de firmeza y serenidad para evitar el descontrol y el caos.

– Comunicación emocional durante las cenas y comidas: podemos aprovechar los momentos de estar juntos alrededor de la mesa para hablar de los diferentes acontecimientos, sensaciones y emociones que surgen con relación al comienzo del curso (hablar de cómo habrá pasado nuestro profe el verano o, si es nuevo, cómo nos imaginamos que será). Podemos normalizar pero sin ser pesados con el tema.

Anticipación: ya decía hace casi un siglo Freud que uno de los mecanismos más efectivos que tiene el ser humano es la anticipación. Por eso, habla con tus hijos con total naturalidad los días previos al comienzo del curso. También podemos adelantarles que, dado que el primer día es un día cargado de emociones, es posible que algunos niños lloren, incluso ellos. Explicarles paso a paso cómo será el primer día: nos levantamos, desayunamos, nos vestimos, vamos hacia el colegio, nos despedimos, tú te quedas en el cole con tu profe y tus amigos, mamá y papá se van a trabajar y por la tarde iremos a recogerte.

Poner palabras a su caos emocional: para muchos niños, los primeros días de colegio son un verdadero suplicio. No pueden soportar separarse de mamá y de papá. Por eso es conveniente los días previos hablar con ellos de cómo viven ese primer día de colegio. Es fundamental ponerle palabras y orden a su caos y sus miedos. Podemos hablarles de cómo vivimos nosotros de pequeños los primeros días de cole. Por lo tanto, normalizar y explicitar todo lo que sienten o lo que pueden sentir el primer día de colegio.

Ajustar las expectativas: es importante no crear falsas ideas o expectativas del estilo “mañana va a ser un gran día” porque a lo mejor no lo es. Decirles lo que puede ocurrir y normalizar las emociones desagradables que puedan experimentar. Es posible que el niño se muestre triste o tenga miedo. Nunca caer en el error de mentirles: “enseguida vengo”.

Una vez que ya hemos preparado el terreno en los días previos, ya solo queda esperar a que todo lo que hemos trabajado con nuestros pequeños tenga su efecto positivo. ¿Qué cosas debemos tener presente para el primer día de colegio?

Despedida rápida y firme: no conviene prolongar más de lo debido la entrada al colegio y a la clase. Debemos estar seguros y mostrarnos firmes en la decisión de llevar a nuestro hijo a su aula, a la vez que cariñosos y comprensivos con su estado anímico.

Recuerda, es normal que llore: ten presente que es posible que prefiera estar contigo que quedarse en el colegio. Es normal y legítimo. Esto es una buena señal Qué mejor noticia que nuestros hijos quieran estar con nosotros. Esto implica que la relación de apego entre nosotros es segura.

Amabilidad y firmeza: como venimos diciendo a lo largo de todo el artículo, es importante que estemos tranquilos, seguros y convencidos de lo que estamos haciendo. Como bien establece la disciplina positiva, debemos mostrarnos amables pero firmes con nuestros hijos en la tarea de llevarles al colegio. Entendemos y respetamos sus miedos pero deben ir al colegio.

¿Y qué cosas debemos tener en cuenta para el momento de ir a recogerles los primeros días de colegio? Veamos algunas ideas:

No somos salvadores: es importante evitar darles el mensaje de que somos los que les “salvamos” del profesor y del colegio. Una cosa es que lo pasen mal y que lloren, y otra bien diferente es que aparezcamos como las figuras que les salvan de los “malos del cole”.

Evitar los chantajes emocionales: decíamos antes que el objetivo es aprender estrategias y sacar fortalezas de esta nueva experiencia. Por ese motivo no debemos caer en el error de decirles “como te has portado muy bien en clase te voy a comprar una bolsa de chuches”. Recordemos que el mejor refuerzo para nuestros hijos somos nosotros.

Reconoce el gran esfuerzo que ha hecho: estar todas las horas que están los niños en el colegio no es tarea sencilla, y menos los primeros días. Por ello es por lo que resulta muy efectivo felicitarle por el gran esfuerzo realizado. Mejor reforzar actitudes (“te has esforzado mucho”) que conductas (“te has portado muy bien”).

¿Qué podemos decirles cuando los recogemos?: Lo mejor que podemos hacer al recoger a nuestros hijos en la puerta de su clase, además de recibirles con una gran sonrisa y los brazos abiertos, es preguntarles por cómo lo han pasado. Dejemos a un lado su comportamiento, si han pegado o no, lo que han comido, etc.

Consecuencias de los primeros días de colegio: es probable que las consecuencias de estos primeros días tan cargados de emociones se vean reflejados en otras áreas del desarrollo del niño. Por ejemplo, es probable que el patrón de sueño pueda cambiar. Les puede costar más dormir, no solo por el cambio horario de verano a ahora, sino por lo emocionante del día. Aunque estén cansados, puede ser que no caigan rendidos en la cama debido a su excitación emocional. Además, pueden tener sueños y pesadillas sobre estos momentos de separación. No os preocupéis, son consecuencias naturales y sanas de la adaptación. En cuanto a la alimentación, es posible que tengan menos hambre o que devoren la nevera. Ambos extremos son normales. Cada niño lo exterioriza de una manera diferente y única. Y los más pequeños de la casa pueden experimentar regresiones como que vuelvan a querer el chupete, que se hagan pis en la cama, que estén más agresivos de lo normal, etc.

Para concluir, seamos conscientes que nuestros hijos pasarán por esta etapa de la mejor manera posible (y lo harán con nota) pero necesitan nuestro apoyo, cariño y paciencia. Son días muy difíciles y complejos para todos, sobre todo para los más pequeños. Como dice mi cuñada, para estos días debemos recetarnos a nosotros mismos muchas tortillitas de paciencia. Mucho ánimo para estos primeros días de curso. Recordad que sois los mejores padres que pueden tener vuestros hijos.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/09/06/mamas_papas/1567766371_825256.html

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