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Concluye en La Habana Congreso Internacional Universidad 2018

Centro América/Cuba/16 Febrero 2018/Fuente: Prensa Latina
La formación permanente e inclusiva a lo largo de toda la vida y la ecología del conocimiento serán algunos de los temas a debatir hoy en la última jornada del Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2018.
Otros puntos de la agenda serán las alternativas docentes en la formación de profesionales y la filosofía de la Educación del líder de la Revolución, Fidel Castro, entre otros aspectos.

En la jornada anterior, la doctora en Ciencias de la Educación, Lluvia Ofelia Palomino declaró a Prensa Latina que lograr que los jóvenes opten por el magisterio por vocación es un reto de la enseñanza en México.

Siempre nos referimos a la identidad de otras profesiones, pero la docente fue descuidada y es uno de los rasgos deseables del perfil de egreso de nuestros educandos, explicó Palomino.

Queremos -manifestó la experta- que todos los que ingresen a una escuela normalista tengan la vocación por la carrera.

En ocasiones las condiciones culturales, sociales y económicas conspiran contra esa intención y es entonces cuando eligen esta vía porque no les queda otro camino que optar por el magisterio, lamentó la delegada del estado de Aguas Calientes.

Por su parte, la profesora Maribel del Carmen Aveldaño de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua afirmó que su país exhibe progresos en el diseño curricular en la Educación Superior.

‘Mostramos avances en el diseño curricular especialmente los que están relacionados en la formación docente’.

También estamos trabajando en un proyecto de homologación de los currículos de las carreras de formación docentes, adelantó Aveldaño.

‘Hemos realizados varias investigaciones simultáneas que le dan cuerpo a este currículo en construcción’ agregó la maestra con 36 años de experiencia en el sector.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=153037&SEO=concluye-en-la-habana-congreso-internacional-universidad-2018
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Reforma de Normales: otra vez postergada

Por: Alberto Sebastián Barragán

Las Escuelas Normales tienen una larga trayectoria en la historia de la educación mexicana. Se fundaron como instituciones que formaban a los docentes en las primeras etapas del desarrollo de nuestro país. Desde sus orígenes, estuvieron impulsadas por ideales liberales, y arroparon una consigna relevante: impulsar el desarrollo de la sociedad. Sin duda, los momentos del Normalismo, se han estudiado en función de periodos sexenales, o de generaciones de políticas educativas. En todos los episodios han estado presentes.

Es necesario voltear la mirada hacia estas instituciones, porque han sobrevivido más de un siglo en la conformación de nuestro país. Y desde sus áreas locales de injerencia, se convirtieron en sembradoras de ideales y de proyectos que impulsaron mejoras en los contextos sociales donde laboraron sus egresados. Ser profesor, era un oficio de alto reconocimiento social. Los profesores normalistas, han sido pieza clave de la configuración social y económica del ámbito urbano y del  rural.

Las Escuelas Normales surgieron en la recta final del Siglo XIX, y posteriormente se incorporaron a la política posrevolucionaria. Cuando la educación se volvió un derecho social prescrito por el artículo tercero, las Normales se convirtieron en el principal eslabón para aterrizar las aspiraciones de la nueva política educativa, tanto para la formación de docentes, como para la expansión de la educación básica.

Recordemos que la Secretaría de Educación Pública, se creó en 1921, cuando la tarea educativa era una demanda social de grandes magnitudes, y un proyecto para el que las políticas educativas tuvieron que complementarse por otras más vigentes. Muchas acciones educativas sexenales, e incluso el plan de once años, se han agotado, y han tenido que reelaborarse de manera constante. Administraciones van y vienen. Los secretarios entran y salen. La educación se convierte en botín político, pero las Normales, se han mantenido en pie firme durante todos estos años.

Los beneficios de las escuelas normales, han tenido una profundidad que cada vez ha venido a menos. Cada vez son más criticadas, y cada vez son menos apoyadas. Cuando el analfabetismo era la condición mayoritaria de la sociedad mexicana, el normalismo impulsó la habilitación de la sociedad por medio del trabajo de enseñanza. Y como parte de las políticas educativas, el analfabetismo empezó a reducirse con el trabajo constante de muchas décadas.

Las escuelas primarias eran la piedra angular del desarrollo social. Poco a poco se fueron cubriendo los seis grados para culminarla. Después se fue invirtiendo en la apertura de escuelas secundarias, y después en educación media superior. En todas las décadas que han significado crecimiento del sector educativo, las escuelas normales han estado presentes en la prestación de servicios de enseñanza, pero también en la organización social y política en todos los rincones del país.

Por décadas se fue formalizando la educación pública. Se fue consolidando la oferta de otros niveles educativos hasta llegar a la educación superior. El trabajo de los profesores normalistas ha sido la base de todas las profesiones que se forjaron en el siglo XX. Por décadas, la población ha incrementado sus niveles de escolaridad, y logro de careras técnicas o de profesionales. Pero las normales, habían permanecido relegadas, rezagadas de las nuevas generaciones de políticas educativas. Incluidas en el discurso, pero seriamente desatendidas.

Desde 1978 la Ley para la Coordinación de la Educación Superior, ya incluía a las escuelas normales, pero no se percibieron beneficios para la formación de docentes. Luego, desde 1984, se impulsó una reforma, por medio de la cual, las normales empezaron a otorgar títulos de licenciatura para la profesión docente. Sin embargo, el desarrollo profesional de las escuelas normales empezó a enfrentar una serie de obstáculos, inercias y contradicciones, de los cuales todavía no ha salido bien librado.

Las reformas a la educación normal se concentraron en las modificaciones curriculares de 1997 y de 2012. Pero ha faltado un conjunto de acciones sistemáticamente organizadas que trasciendan la profesionalización de los docentes de educación básica. Más allá de la infraestructura y de la actualización pedagógica, hay temáticas serias, como la tutela del estado, o el régimen jurídico de las instituciones, o la inversión en investigación, o los regímenes contractuales, o la descentralización de los servicios educativos de formación docente.

En estos momentos de “estrategias nuevas” para la educación normal, hay que recordar las relatorías de los foros de consulta de 2014 sobre las escuelas normales, hay que consultar las Directrices para mejorar la formación inicial docente publicadas por el INEE desde 2015, o el diagnóstico de las escuelas normales, que hicieron en la Subsecretaría de Educación Superior desde ese mismo año.

Todo está dicho. Pero el secretario de educación, invitó a todos a su fiesta, para anunciar, que próximamente anunciará la Estrategia Nacional de Transformación y Fortalecimiento de las Escuelas Normales. Esa estrategia irá de la mano del modelo educativo de educación básica, con la misma inseguridad de que sea aplicada en el próximo sexenio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/reforma-de-normales-otra-vez-postergada/

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Los normalistas, la educación pública y México

Por: Francisco Lemus 

Una de las muy escasas oportunidades para salir de la marginación la representan las escuelas Normales rurales, que para muchas familias campesinas son la posibilidad de que sus hijos puedan aspirar a una vida mejor. Primero despojados de oportunidades en la marginación del campo, ahora en las aulas de clase gracias a las contrarreformas neoliberales.

La historia de las Normales rurales en México ha estado marcada por la lucha social, desde su nacimiento, con el proyecto de educación socialista, hasta el auge de las acciones guerrilleras en la década de los 70.

Esto las convierte en una amenaza viviente para el Estado que preferiría que los Normalistas se integraran a la apatía que caracteriza en este momento a la mayor parte de los estudiantes.

Pero aún en los momentos en que los estudiantes han buscado hacerse escuchar hay algo que distingue a los normalistas. El ejemplo más notable es el del movimiento #YoSoy132, al que bastó una acción represiva por parte del gobierno federal el 1º de diciembre de 2012 para desmovilizarlo y sumarlo a las luchas del pasado.

Una historia de lucha no se puede subestimar tan fácilmente, y a pesar de sus errores tácticos y estratégicos, hay que reconocer que los normalistas han tenido el temple de salir una y otra vez después de las acciones represivas del Estado, ya sea mediante el gobierno federal, estatal y a veces hasta municipal.

El gobierno federal sabe que tiene en ellos y en los profesores sindicalizados a sus adversarios más fuertes en su plan de llevar a cabo una contrarreforma que le ponga fin de una vez por todas a la idea de educación pública que México ha tenido hasta ahora, para entonces poder seguir con otros contrincantes menores en número y en organización: los estudiantes y profesores universitarios.

La educación pública y gratuita tenía un fin en la era del modelo de sustitución de importaciones, generar mano de obra capacitada para inversionistas nacionales o extranjeros, ahora que es más negocio vender servicios, se ha decretado que la educación, aún esa que genera obreros, debe ser un bien de mercado, y quien “se esfuerce” debe ser quien acceda a ella.

El normalista asume, hoy más que nunca, que para poder sobrevivir tendrá que enfrentarse al Estado para el que es un estorbo. No sólo reconoce que es el heredero de una lucha de casi 100 años, también reconoce que para el Estado sus padres y abuelos fueron instrumentos y ahora son estorbos, que si no luchan van a desaparecer no sólo figurativamente, también físicamente.

El problema es que el resto de la sociedad se niega a aceptar que si los normalistas desaparecen, y con ellos el modelo de educación pública, las repercusiones en el aumento del costo de la vida y los retrocesos en la vida democrática del país no se harán esperar, afectando a los sectores más precarios que, vale aclarar, son ya más del 60 por ciento de los mexicanos.

La retirada del Estado mexicano de sus obligaciones sociales sólo puede dar pie a pensar que prefiere tener un país cada vez más desfragmentado, con altos índices de pobreza y delincuencia, que empezar a reconstruir condiciones para un verdadero desarrollo nacional.

Fuente:  http://www.cambiodemichoacan.com.mx/columna-nc25390

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México: Una lucha histórica por el derecho a la Educación

América del Norte/méxico/17 Junio 2017/Fuente: La Jornada

Existe una deuda histórica con las escuelas normales rurales de nuestro país, que después de la revolución mexicana fueron concebidas como un proyecto encaminado a generar actores clave para relación entre el gobierno y el sector campesino. Constantemente en pie de lucha debido a los condicionamientos de recursos (basta con comparar la infraestructura y equipamiento de cualquier universidad o instituto tecnológico con las escuelas normales), las y los estudiantes reclaman entre otras cosas: las malas condiciones de las escuelas, la insuficiencia de sus becas y los topes a la matrícula. Adicionalmente, cargan con el estigma social que se les ha creado por levantar la voz, denostando su capacidad y la legitimidad de sus peticiones.

 Lo que ha sucedido en los días recientes contra las estudiantes de la Escuela Normal Justo Sierra Méndez en la exhacienda de Cañada Honda en nuestro estado, no es la excepción. Militantes de partidos políticos e integrantes de medios masivos de comunicación y gran cantidad de gente en las redes sociales han expresado opiniones hostiles que las descalifican, vilifican y agreden; se les amenaza con violencia sexual y destrucción; se les describe como seres que sobran en la sociedad. Se circulan infografías y datos descontextualizados sobre el presupuesto destinado a la Escuela, pareciera con el ánimo de exaltar la opinión social en contra de las normalistas, sin hacer un análisis completo  de la situación compleja en el origen, función e impacto que esta escuela normal ha representado para las comunidades rurales en las que sus egresadas se han insertado.

Por  otro  lado,  el  gobierno  estatal  quiere  imponer  la  medida  de  hacer  la  Escuela Normal mixta, haciendo una mala interpretación de la equidad de género y sin considerar las razones de fondo por las cuales es conveniente que este plantel permanezca  como  una  opción  educativa  específica  para  mujeres.  Esta  escuela funciona  como  un  internado  en  el  que  las  estudiantes,  mujeres  jóvenes  rurales, cuentan con pocos o nulos recursos para acceder a otras modalidades educativas fuera de su comunidad.   Esta medida vertical   y no   consensuada, sin considerar el contexto y características de las estudiantes, no puede ser bienvenida.

 Las normalistas de Cañada Honda hoy requieren de la sociedad de Aguascalientes un juicio más justo, una atención más empática, una mirada más abierta, una actitud más  imparcial, de la que en los últimos días se ha manifestado en medios de comunicación,  redes   sociales   y   declaraciones   gubernamentales.   Bloqueos,   marchas,   pintas   y presencia de normalistas de otras entidades son la respuesta a la falta de escucha social en general y a la falta de receptividad y habilidades de negociación del gobierno en particular.  Son la reacción -quizá no la más afortunada, sobre todo la del bloqueo de las vías de comunicación‐ de un sector de las comunidades rurales, que busca defender una   opción formativa y laboral que   ha representado para sus familias la posibilidad de mejorar generacionalmente sus condiciones de vida.

Lamentable e históricamente también, la estrategia del gobierno ha sido cortar los suministros  cuando están en paro, ya que conocen las condiciones tan limitadas de sobrevivencia con las que cuentan, además de amenazar con medidas impositivas no contextualizadas, sin resolver las condiciones de origen.

El enfoque de las normales rurales se ha fortalecido en medio de la adversidad, del clasismo y del desprestigio, formando líderes, personas autónomas, responsables y con autonomía, jóvenes que son observadoras de las necesidades del medio rural. El recuerdo presente de Ayotzinapa, debe servir para que repudiemos cualquier respuesta  violenta  del  estado,  que  tiene     la  obligación  de  elevar  su  nivel  de negociación para resguardar ante todo la integridad física y psicológica de las jóvenes, con pleno respeto a sus derechos humanos, demostrando su comprensión histórica y social de la situación de las normalistas de Cañada Honda.

Exigimos un gobierno que esté a la altura de ello,  demostrando su capacidad de conciliar por vía pacífica. Lo contrario significaría un agravio a la ciudadanía de Aguascalientes y dejará en entredicho su habilidad para gobernar ante los retos que se le presentan sin la tentación del uso desproporcionado de la fuerza pública.

Todas y todos estaremos observando.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/una-lucha-historica-por-el-derecho-a-la-educacion/

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México: Activistas recriminan la represión contra alumnas normalistas de Cañada Honda, Aguascalientes

México/Junio de 2017/Fuente: Proceso

Defensores y observadores de derechos humanos, activistas, organizaciones sociales y gremiales se pronunciaron en contra de la represión a las alumnas de la Escuela Normal Rural “Justo Sierra Méndez”, de Cañada Honda, en Aguascalientes.

En una carta abierta dirigida al gobernador del estado, Martín Orozco Sandoval; al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer; al director del Instituto de Educación de Aguascalientes, Raúl Silva Pérezchica, y medios nacionales e internacionales, los firmantes reprobaron el uso ilegitimo de la fuerza para callar la voz de un grupo de alumnas cuyo único interés es la difusión de la convocatoria de ingreso para el siguiente ciclo escolar.

“Denunciamos una política de hostigamiento contra las instalaciones de la Normal por parte de fuerzas policiales, una serie de ataques desde los principales medios de difusión masiva y la evidente negativa al diálogo para resolver el conflicto por parte de la dirección del Instituto de Educación de Aguascalientes y el Gobierno del Estado de Aguascalientes”, constata la carta.

Acusan que la política basada en la represión no es nueva, por lo que denunciaron una estrategia gubernamental para estigmatizar y desarticular las escuelas normales rurales.

El colectivo afirmó que son estos tiempos donde se pretende lucrar con la educación, y la existencia de escuelas como las rurales incomoda a quienes venden o hacen de los derechos una mercancía al mejor postor.

“Exigimos a la dirección del Instituto de Educación de Aguascalientes y al Gobierno del Estado de Aguascalientes no sumarse a la estrategia del gobierno federal para atacar al digno normalismo rural, una solución al pliego petitorio presentado por las alumnas de la Normal Rural y el cese inmediato a la represión y hostigamiento contra las instalaciones de la normal”, remata el texto.

Este sábado se difundieron imágenes y videos, en donde se aprecia una muralla de policías que son instruidos para disolver la protesta de las alumnas, que termina en un breve enfrentamiento y la disolución de la manifestación.

 Fuente: http://www.proceso.com.mx/489444/activistas-recriminan-la-represion-contra-alumnas-normalistas-canada-honda-aguascalientes-video
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¿Modalidades de titulación en Normales?

Por: Abelardo Carro Navas

En esta ocasión, he querido abordar un tema que se me hace de lo más pertinente en estos momentos, dado que las instituciones educativas de todos los niveles, se acercan a la culminación de un ciclo escolar más. Como parece obvio, me referiré de manera específica a las escuelas normales y a las modalidades de titulación que tienen contempladas las licenciaturas en educación preescolar y primaria, en su Plan de Estudios, las más de 200 escuelas públicas de mi México querido.

Para iniciar, deseo comentar que así como he señalado en reiteradas ocasiones (en este mismo espacio), que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y sus titulares, han mantenido en el olvido a las normales del país; ésta, la reforma que sufrió el Plan de Estudios de normales en el año 2011 – primero en escuelas piloto – y, posteriormente, para todas las instituciones a partir del 2012, fue un acierto. Y fue un acierto que operó la Dirección de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), instancia encargada de estas escuelas.

Como seguramente tendrá conocimiento, los planes de estudios 1999 y 1997 de las licenciaturas en educación preescolar y primaria, respectivamente; tenían contemplado una única modalidad de titulación, el documento recepcional. Éste, era un ensayo mediante el cual el estudiante normalista, con base a sus argumentaciones derivadas de la experiencia obtenida de sus jornadas de prácticas profesionales durante el último año de su carrera, construía un documento con cierto rigor teórico-metodológico, en el que plasmaba dichas vivencias relacionadas con su trabajo docente en los jardines de niños y escuelas primarias, mismas que eran el resultado de la puesta en marcha de una propuesta pedagógica.

Se pensaba en ese entonces, que al interior de las aulas en las que el practicante ponía en juego sus conocimientos, habilidades, actitudes y valores, los problemas se encontraban en sus alumnos, en sus aulas, en sus escuelas, no así en el ejercicio de su práctica profesional.

Años pasaron y tal propuesta de titulación llegó a “pulirse” en las escuelas normales de tal manera, que los temas recurrentes bajo los cuales se titulaban los estudiantes – y que los docentes asesoraban –, estaban relacionados con el desarrollo de un juego, una propuesta didáctica, el seguimiento de un caso, el análisis de la gestión escolar; en fin, de aquellas situaciones que aludían a la propuesta, seguimiento y análisis de una problemática en particular.

Para el logro de este propósito, los docentes que fungían como asesores, integraban sendos colegiados en los que, bajo una estructura que año con año se “renovaba”, diseñaban todo un esquema de trabajo que les permitiera orientar a sus estudiantes. Así, todos los docentes – éste es un supuesto porque en los hechos no acontecía de esta manera por las dinámicas institucionales – podían participar en el proceso de titulación como asesores.

Con el Plan de estudio 2012, la estructuración de una malla curricular, las normas de control escolar, y las orientaciones para la elaboración del documento de titulación, la cosa cambió; la DGESPE, dio un salto monumental en la forma en que podrían titularse los estudiantes normalistas. Su propuesta radicó en tres modalidades: tesis de investigación, informe de prácticas profesionales, y un portafolio de evidencias. Modalidades que los alumnos pueden elegir al momento que culminan el 5º semestre.

Sobre la primera modalidad no abordaré mucho, considero que sabemos lo que significa elaborar una tesis a partir de los enfoques y de la metodología que la misma investigación ofrece. Lo importante a rescatar aquí es que tal modalidad, plantea la enorme necesidad de generar conocimiento sobre los distintos fenómenos que en el campo educativo acontecen día con día. A diferencia del documento recepcional, en la construcción de ésta, el rigor científico y metodológico, es fundamental para el logro de tal objetivo.

Por lo que respecta al informe de prácticas profesionales; éste, sienta sus bases en la investigación-acción, necesaria para analizar el proceso de enseñanza y de aprendizaje pero, sobre todo, del ejercicio o de la práctica docente. La idea de que los problemas se encontraban en los niños, el aula, la escuela, la comunidad, quedó atrás. Pensar y repensar la función y práctica educativa en esta modalidad, lleva a los estudiantes  – a decir de la DGESPE –, a poner en marcha una propuesta que le permita atender sus debilidades y fortalecer aquellos elementos de su quehacer en el ámbito educativo, específicamente, en el aula en la que realiza sus prácticas profesionales.

Finalmente, el portafolio de evidencias – escasamente seleccionado en estos días por los estudiantes en las normales –, plantea la posibilidad de demostrar el desarrollo de las competencias adquiridas a los largo de los seis semestres que antecedieron al inicio del proceso de titulación. Como parece obvio, el alumno, recaba todas aquellas evidencias de aprendizaje con las que construye un documento a través del cual, da cuenta de los logros alcanzados pero, también, de aquellas áreas de oportunidad que tiene para mejorar su quehacer docente.

Para el logro de estas tres modalidades de titulación, resulta fundamental el trabajo previo que los docentes de las normales, tuvieron que haber desarrollado con sus alumnos. La malla curricular, ofrece cinco trayectos formativos y varios cursos que le permiten al estudiante y al profesor, ese acercamiento para que los aprendizajes y experiencias, se vean plasmados en su documento de titulación.

Por ello, y por las características de la nueva propuesta de titulación, a las normales se les estableció – normativamente – que aquel profesor que deseara ser asesor de titulación, contara con maestría a fin al campo educativo. Asunto más que importante si consideramos que una licenciatura debe estar a cargo de docentes con un grado superior de estudios.

Las bondades que tienen consigo dichas modalidades de titulación, son muchas y muy variadas. No obstante, también existen ciertos problemas en su implementación, pero esas cuestiones serán motivo de otra entrega, más por falta de ganas, de espacio en estos momentos.

De esta forma mi apreciable lector, culminó estas ideas expresando lo que al inicio señalé con claridad: así como he marcado ciertos errores en los que ha incurrido la SEP en varios rubros relacionados con la educación normal, éste, por parte de la DGESPE, ha sido y es un acierto.

Ahí tenemos los normalistas, motivo de investigación para el desarrollo de proyectos vinculados con los procesos de titulación en la educación normal que nos arrojen luz y conocimiento para la toma de decisiones.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/modalidades-de-titulacion-en-normales/

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El Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN): un espacio para la reflexión

Por Abelardo Carro Nava

Dentro de los enfoques de la investigación, sea ésta educativa o no, existe un método que es conocido por quienes tenemos la maravillosa oportunidad de dedicar un poco de nuestro tiempo a la indagación de los diversos fenómenos que en el mundo acontecen; me refiero a la etnografía.

Si consideramos que un estudio etnográfico parte de la idea de obtener información directamente del campo en que ocurre cierto fenómeno, debemos considerar entonces, que éste es fiable en la medida en que el que investiga, se involucra con el objeto de estudio, independientemente del problema de que se trate. Para ello, resulta fundamental la recogida de datos a través de una observación participante, así como también, las entrevistas que se realicen a los sujetos que son parte de ese objeto de estudio. De esta forma, es como los hallazgos pueden presentarse de una manera objetiva y confiable, hecho que hace en sí mismo, relevante el tema de investigación que se esté abordando.

Pues bien mi estimado lector, en esta ocasión he querido hacer esta breve introducción con el propósito de exponerle, algunas reflexiones que he formulado con relación al 1er. Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal (CONISEN), que tuvo lugar el pasado 8, 9 y 10 de marzo, en la bella ciudad de Mérida, Yucatán.

Pues bien, como seguramente usted recordará, en anteriores entregas, di cuenta de la acertada decisión que tuvo la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), sobre la organización de este evento. Como en dichas líneas lo exprese, ya era hora de que alguien voleara su mirada hacia las escuelas normales que, por años, se han mantenido en el olvido, y bueno, como docente normalista y apasionado de mi elección profesional, no dude ni por un instante en inscribirme a tal evento.

Así fue, formalmente fui aceptado y registrado en dicho Congreso en los últimos días del mes de febrero. Los pormenores del encuentro, no los abordaré a detalle, más por falta de espacio que de ganas, pero si quisiera exponer, lo que desde mi perspectiva, resultó ser un exitoso Congreso.

  1. Más de doscientas ponencias que abordaron diversos aspectos relacionadas con la investigación educativa en las escuelas normales, fueron expuestas por docentes pertenecientes a alguna de las más de doscientas normales públicas del país. Los temas fueron tan variados, que le permitieron a los asistentes, ampliar su visión y conocimiento con relación a las grandes problemáticas que atañe la formación de docentes en mi México querido.
  2. No obstante este dato, algunos más que puedo ofrecerles, fue la realización de talleres, exposición de cárteles y libros, con temas de vital importancia para quienes nos encontramos en el complejo mundo de la docencia.
  3. Por lo que respecta a las conferencias magistrales, hablar de que asistió el Dr. Ángel Díaz Barriga o la Dra. Rosa María Torres, sería un tanto difícil, y no refiero esto por el desconocimiento que pueda tener sobre tal o cual tema, sino porque su presencia y exposición de ideas vinculadas con el medio educativo, hablaron por sí solas.
  4. La participación del artista plástico Ángel Pahuamba en la elaboración de un Mural Itinerante denominado “Educación Expandida”, fue extraordinaria, dado que durante los tres días que estuvimos por la bella Mérida, fuimos testigos de su creación. Obra artística que encierra un cúmulo conocimientos relacionados con las escuelas normales.

De manera general, éste podría ser un breve pero sustancial bosquejo de lo que ocurrió en tierras Yucatecas pero, en ese ánimo de formular una breve interpretación, producto de esa investigación a la que hago referencia al inicio de estas líneas, destaco lo siguiente:

  1. La participación de estudiantes en este Congreso. Un asunto nada menor puesto que si hablamos de la formación de docentes investigadores, el escenario fue propicio para que los jóvenes normalistas, observaran el trabajo que decenas de colegas realizan como parte de su quehacer docente.
  2. La presencia discreta del Dr. Mario Chávez, Director General de la DGESPE, y de su equipo de trabajo, entre ellos, el Mtro. Abraham Sánchez Contreras, Director de Políticas Educativas de la misma Dirección; lo cual fue favorable, porque sin protagonismo ni llamamiento de los reflectores, capitalizaron sus energías para que el evento como tal, funcionara adecuadamente. En este sentido cabe señalar, que la apertura hacia la crítica, reflexión y análisis de estas autoridades educativas fue meritorio, porque si algo sabemos quienes nos dedicamos a la docencia, es que la educación en su conjunto no está muy bien que digamos en un país tan vapuleado como el nuestro; y con toda apertura, insisto, escucharon cada una de las propuestas que ahí se formularon.
  3. El intercambio de experiencias, fue el elemento principal que permeó este Congreso. Un hecho por demás significativo pero que dejo ver que los maestros y maestras de las escuelas normales, conocen su quehacer y, en consecuencia, saben de lo que están hablando cuando trabajan con sus alumnos en cada una de las aulas de sus escuelas.
  4. Ciertamente, es menester reconocer que, como todo en la vida, en el medio normalista existen sus “prietitos en el arroz”; sin embargo, en esta ocasión quise dedicar buena parte de estas líneas, a esos colegas que tuve la oportunidad de conocer en tal Congreso.

Espero, y lo digo con el corazón en la mano, que foro como estos, en los que prevalece tema académico, se mantengan y continúen para beneficio de los formadores de formadores. Ciertamente, el gran reto fue echar andar este proyecto pero, para quienes dirigen los destinos del subsistema normalista, les espera un reto mayor, organizar el 2º Congreso Nacional de Investigación sobre Educación Normal.

Estoy seguro, porque en palabras del Dr. Mario Chávez, el evento sobrepaso las expectativas. Ello, me congratula porque si de algo estamos cansados los mexicanos, es de falsas promesas y metas incumplidas.

¡Soy normalista de corazón y por ello, llevo el normalismo en la sangre!

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