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México: Cómo preparar a los niños para los empleos del futuro

América del norte/México/08 Agosto 2019/Tecreview

Las aulas actuales deben utilizar más dispositivos y tecnologías para preparar a los niños para empleos que probablemente no existen.

Un informe del Foro Económico Mundial señala que el 65% de los niños que ingresaron a la escuela primaria en 2017 tendrán trabajos que aún no existen y para los cuales su educación no los preparará.

¿Cuáles son las profesiones del futuro?

La educación debe adaptarse en consecuencia. Heather McGowan, una estratega de futuro laboral que ayuda a preparar a personas y organizaciones para la Cuarta Revolución Industrial, dice verá el mundo remodelado por la inteligencia artificial, la robótica y otros avances tecnológicos.

McGowan piensa que esto significa menos enfoque en la transferencia de conocimiento y más en la capacidad de aprender por uno mismo.

“El conocimiento fundamental del futuro es tu propia capacidad de aprender y adaptarte, porque si no lo haces, tu carrera se detendrá después de un par de años”, dice.

Herramientas para el futuro

Esta nueva era de la educación también exige un nuevo conjunto de herramientas. Por ejemplo, Cubetto, un pequeño robot de madera que se mueve sobre una tabla cuando un niño inserta bloques con comandos como izquierda, derecha o adelante en una base conectada.

El kit Cubetto, que cuesta 225 dólares, está siendo utilizado por escuelas y padres para enseñar a niños de apenas tres años a crear código .

“Es una habilidad que puedes aplicar a cualquier cosa: básicamente aprendes a pensar de una manera muy lógica y racional”, dice Filippo Yacob, fundador y CEO de Primo, el fabricante de juguetes que desarrolló Cubetto.

“Para nosotros, se trata de hacer que los niños sean a prueba del futuro”, agrega.

Sin embargo, la efectividad de tales herramientas depende de mantener la capacidad de atención de un niño pequeño.

Para Tim Cook, aprender a codificar es más importante que aprender inglés. El CEO de Apple dice que en la actualidad, tener conocimiento en desarrollo y código es muy importante -incluso más que hablar inglés- por las oportunidades que esto representa.

“Debe ser algo divertido y aventurero, no solo tarea”, dice Alex Klein, CEO y fundador de Kano, una compañía de tecnología educativa.

El producto insignia de Kano —el kit de computadora Kano— es una computadora o tablet que uno mismo crea. Los estudiantes siguen una guía paso a paso para conectar las partes, y una vez que está en funcionamiento pueden jugar en varias aplicaciones que van desde aprender a codificar hasta crear música y juegos.

“Kano ofrece oportunidades de un cambio de paradigma para enseñar Ciencias de la Computación”, dice Allen Tsui, profesor de una escuela en Londres que usa el dispositivo. “(También) permite oportunidades de aprendizaje basadas en proyectos para ampliar las habilidades de colaboración, creatividad, comunicación y pensamiento crítico”.

En Reino Unido, los educadores están recibiendo bien el uso de la tecnología. Según una encuesta realizada por Promethean, el 54% de los profesores está usando tecnología educativa este año, y el 94% reconoce que puede mejorar la participación entre los estudiantes.

No solo para enseñar

La tecnología no solo ayuda a enseñar a los niños , sino que también crea un mejor ambiente de aprendizaje.

Las compañías danesas Velux y Leapcraft han estado trabajando juntas para introducir sensores en el aula. Desarrollaron el Ambinode, una pequeña caja blanca que monitorea el ruido, la temperatura, las partículas de aire y los niveles de CO2.

Luego, los datos se envían a una aplicación de teléfono inteligente, de modo que un profesor o un gerente del lugar pueda monitorear el entorno y asegurarse de que sea lo más cómodo y productivo posible.

Un informe de la Universidad de Salford encontró que factores físicos como la luz natural, la temperatura y la calidad del aire pueden aumentar el progreso del aprendizaje de los alumnos de primaria hasta en 16% en un año.

“El peligro es, si no se comprendes bien estas cosas, esos niños realmente se verán obstaculizados en su aprendizaje y estarás socavando sus esfuerzos para progresar académicamente”, dijo el profesor Peter Barrett, quien dirigió el estudio.

Fuente: https://tecreview.tec.mx/preparar-a-los-ninos-los-empleos-del/

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Italia: Los niños de Turín no podrán llevar sus propios alimentos al comedor escolar

Europa/Italia/08 Agosto 2019/El país

El Tribunal Supremo dictamina que llevarse el almuerzo a la escuela puede comportar una “posible violación de los principios de igualdad y de no discriminación»

Los niños en Turín no podrán llevar comida de casa y consumirla en el comedor escolar en el horario de las comidas. Deberán alimentarse solo con los menús que ofrece el servicio del colegio o salir del centro para almorzar y regresar por la tarde a clase. El Tribunal Supremo considera que llevarse el almuerzo de casa al comedor de las escuelas y almorzar allí con el resto de estudiantes, una tendencia cada vez más extendida, no es un derecho. Se resuelven así más de cinco años de lucha entre un grupo de familias y el Ayuntamiento (responsable de los comedores de los colegios) de Turín, la ciudad que ha encabezado en Italia la llamada “revuelta del bocadillo” para conseguir normalizar el táper en los comedores escolares.

El fallo, que se hizo público el pasado 30 de julio, sienta jurisprudencia para todo el país y deja en manos de las instituciones educativas y de las autoridades locales la “autonomía organizativa” para gestionar todo lo relativo a las comidas de los estudiantes. Sin embargo, los jueces consideran que llevar “el bocadillo de casa”, puede comportar una “posible violación de los principios de igualdad y de no discriminación, en base a las condiciones económicas, así como del derecho a la salud, teniendo en cuenta los riesgos higiénicos y sanitarios de un almuerzo individual y no controlado”.

En cambio, las familias que comenzaron la batalla en 2013 para que sus hijos pudieran llevar un bocadillo al colegio creen que la decisión del tribunal es “un paso atrás”, como explica a este diario su abogado, Giorgio Vecchione. Se quejan de la calidad de los alimentos que ofrece el comedor escolar y del elevado precio del servicio, que varía de 1,27 euros hasta los 5,3 euros y en algunos casos llega a los 7,2 euros por comida.

En 2014 solicitaron al Ayuntamiento y al Ministerio de Educación que permitieran a quienes llevaban la comida de casa comerla en las instalaciones. Presentaron una demanda, que fue desestimada en primer grado, y en 2016, el Tribunal de Apelación de Turín les dio la razón y dictaminó que los padres tenían derecho a elegir entre el almuerzo del comedor escolar y la comida preparada en casa. “El problema ahora es que la sentencia del Supremo entra en conflicto con las resoluciones de otros tribunales que han reconocido el derecho de libertad individual”, explica Vecchione, que baraja dirigirse al Tribunal de Estrasburgo.

En su momento, la decisión del tribunal turinés tuvo gran repercusión en el resto del país y animó a otras escuelas nacionales a aprobar el ya famoso “panino da casa” [bocadillo de casa]. Otros padres e incluso algunos directores de colegios de Milán, Benevento, Ferrara, Génova o Venecia han conseguido normalizar que los escolares accedieran al comedor con la fiambrera.

El revuelo fue tal que el Ministerio de Educación y el Ayuntamiento de Turín presentaron entonces un recurso a la sentencia, alegando que si los niños llevan la comida de fuera, no sería posible saber quién se hace cargo de los productos que están consumiendo en el colegio. Mientras que de los alimentos que están dentro del menú oficial del comedor, el responsable es siempre la empresa adjudicataria. También apuntaban que el consumo de las comidas de casa resultarían una prestación gratuita para los beneficiarios “pero onerosa para la colectividad”, en particular para la Administración, que debería costear los gastos de logística, limpieza, etc., y también para las familias que pagan el comedor.

En la educación primaria y secundaria italiana, se puede elegir entre varias modalidades de escolarización que se distinguen entre sí en función de las horas semanales lectivas. Una de estas modalidades, la llamada “a tiempo completo” consiste en 40 horas semanales, que incluyen 10 horas de comedor. El Ministerio de Educación considera que quien ha elegido esta tipología debe cumplirla de forma íntegra, con comedor escolar incluido, porque de lo contrario “se pondría en peligro el proyecto formativo, que también incluye la educación alimentaria”, según señala en su recurso. E invita a los padres contrarios al comedor a que elijan una modalidad que no incluya ese servicio. “Los niños cuyos padres no puedan permitirse pagar el servicio, serán excluidos porque estarán obligados a abandonar el colegio durante el tiempo de la comida, aunque se considere horario lectivo. Es el colmo de la discriminación”, sentencia el letrado de las familias.

Creen que el uso obligado de los servicios de pago del comedor atenta contra el principio de educación gratuita. Alegan que si el almuerzo escolar constituye un momento importante para socializar y computa en el total de horas lectivas, entonces debería reconocerse el derecho de los alumnos a llevar comida de casa, sin que estén obligados a utilizar el servicio de comedor.

El Supremo ha tumbado su tesis y ha dado la razón al Ministerio de Educación y al Ayuntamiento de Turín apelando al espíritu de comunidad: “La institución escolar no es un lugar en el que se ejercen libremente los derechos individuales de los alumnos ni los servicios se connotan en términos de mera negociación, sino que es un lugar en el que el desarrollo de la personalidad de los alumnos y la valoración de las diferencias individuales deben llevarse a cabo dentro de los límites de compatibilidad con los intereses del resto de alumnos y de la comunidad”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/08/01/actualidad/1564676382_951587.html

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Costa de Marfil: Menos desperdicios y más escuelas, con un ladrillo de plástico a la vez

Redacción: The New York Time

La mujer salió antes del amanecer. Sus cuatro hijos todavía estaban dormidos en su casa de bloques de hormigón en Abobo, un laberinto de tiendas y viviendas lleno de trabajadores portuarios, conductores de taxi, obreros de fábricas y vendedores callejeros.

Ella y una amiga cruzaron al lujoso vecindario de Angré, hogar de médicos y hombres de negocios. Allí recolectaron los desperdicios plásticos de esos consumidores en unas bolsas que colgaban de sus hombros, mientras los gallos anunciaban el amanecer que se reflejaba en los muros cubiertos de buganvilias de las residencias.

Mariam Coulibaly forma parte de una legión de mujeres en Abiyán que se ganan la vida recogiendo desperdicios plásticos en las calles y vendiéndolos como material reciclable. Ahora son las impulsoras de un proyecto que convierte la basura en ladrillos de plástico para construir escuelas en todo el país.

Están trabajando con una compañía colombiana para convertir los desperdicios plásticos —una plaga de la vida moderna— en un activo que ayudará a que algunas mujeres ganen un salario decente mientras limpian el medio ambiente y mejoran la educación.

Lo considera una oportunidad para mejorar su vida e incluso para ascender a la clase media. Los compradores actuales “no nos pagan bien”, dijo Coulibaly. “Este proyecto nos ayudará”.

Durante el año pasado, con el proyecto se construyeron nueve salones de clases utilizando ladrillos de plástico reciclado en Gonzagueville, un rústico vecindario en las afueras de Abiyán, y en dos pequeñas aldeas campesinas, Sakassou y Divo. Las primeras escuelas fueron construidas con ladrillos importados de Colombia. No obstante, en otoño, una fábrica que se está construyendo en el parque industrial de Abiyán comenzará a producir ladrillos en esta localidad.

Los nuevos salones de clases que fueron fabricados con ladrillos de plástico son muy necesarios. Actualmente, algunos salones albergan hasta noventa estudiantes, según el ministro de Educación del país. La empresa que está construyendo la fábrica, Conceptos Plásticos, tiene un contrato con Unicef para terminar 528 salones de clases para atender a unos 26.400 estudiantes, con un estimado de cincuenta alumnos por salón.

Tirangue Doumbia, directora de un preescolar, les da la bienvenida a sus estudiantes en un nuevo salón de clases construido con ladrillos de plástico en la escuela de Gonzagueville. CreditYagazie Emezi para The New York Times

Estudiantes y residentes observaban los ladrillos de plástico afuera de la escuela del pueblo de Sakassou.CreditYagazie Emezi para The New York Times

En la pequeña aldea de Sakassou, los habitantes extraen agua del pozo con una bomba de pedal, crían cerdos y pollos, y cocinan con leña. Hasta este año, la escuela a la que iban los niños estaba en un edificio tradicional que fue construido con madera y ladrillos de adobe. El adobe se erosiona por el sol y la lluvia, y debe repararse constantemente.

Sin embargo, los nuevos salones de clases de plástico prácticamente podrían durar para siempre. Los ladrillos interconectados parecen piezas de Lego negras y grises. Retardan la acción del fuego en posibles incendios y permanecen frescos durante la temporada de calor. El otro día, los aldeanos usaron uno de los salones de clases con decoración colorida para hacer una reunión de la aldea.

“Esto es diez veces mejor”, dijo Joachim Koffi Konan, director de la escuela en Sakassou.

Una vieja aula hecha de adobe en mal estado. Los ladrillos de adobe son más difíciles de mantener. Yagazie Emezi para The New York Times
El interior de la primera aula construida con ladrillos de plástico en la escuela de Gonzagueville.Yagazie Emezi para The New York Times

El proyecto no sería posible sin la capacidad de organización de Coulibaly, presidenta de una asociación comunitaria para mujeres con doscientas integrantes llamada The Fighting Women (las luchadoras).

Ella ha recolectado basura durante casi veinte años, desde que tenía 15. Su esposo es conductor de woro-woro, un taxi colectivo.

Mariam Coulibaly está lista para salir a las cinco de la mañana y recorre los barrios de Abiyán en busca de plásticos para reciclar. CreditYagazie Emezi para The New York Times

Coulibaly y las integrantes de su asociación comunitaria llamada The Fighting Women (las luchadoras) recogen plásticos en el Mercado Adjame durante varias horas por la noche. CreditYagazie Emezi para The New York Times

Una mañana reciente, después de recoger basura, fue a casa para realizar los quehaceres y luego regresó a trabajar de noche, en esa ocasión en el enorme mercado al aire libre de Adjamé, a la hora del cierre.

Ella y otras mujeres iban y venían por los callejones de luz tenue, pasando incluso por los locales del pescadero y el sastre, quien aún estaba trabajando frente a su máquina de coser. Recogían hasta las pequeñas bolsas triangulares de plástico usadas para vender un trago rápido de agua en la calle.

En lo que se abre la fábrica, las mujeres les venden su plástico a intermediarios —la mayoría son hombres— en un mercado de reciclaje en Abobo-Baoulé.

El salario mínimo oficial del país es de aproximadamente 25 dólares a la semana, aunque muchas personas ganan bastante menos. Las mujeres dicen que ganan de 8,50 a 17 dólares a la semana.

Coulibaly destina su dinero a las colegiaturas en una escuela privada para sus tres hijos de edad escolar: uno dice que quiere ser piloto, otro quiere estudiar medicina y a otro le gustaría ser policía.

Las mujeres de la asociación destinan algo de dinero a un fondo que después se redistribuye, lo cual asegura que, si una de ellas se enferma, aun así reciba algunos ingresos.

El proyecto fue idea de Aboubacar Kampo, un médico que acaba de terminar un periodo como representante de Costa de Marfil en Unicef. Reclutó a Conceptos Plásticos, una empresa comercial de reciclaje de plástico que tiene la misión social de construir viviendas y generar empleos para personas pobres. Los fundadores, Óscar Andrés Méndez e Isabel Cristina Gámez, su esposa, acordaron trabajar con Kampo después de visitar Costa de Marfil el año pasado.

Óscar Méndez, al centro, trabaja con recolectores y compradores de plástico en Costa de Marfil, donde se construirá una fábrica especializada en ladrillos de plástico reciclado. CreditYagazie Emezi para The New York Times

La pareja se mudó a Abiyán en junio para comenzar el proyecto y planean llegar a otros lugares de África occidental.

Esperan emplear a treinta personas en la fábrica y comprar el plástico de casi mil mujeres en su primer año de operaciones.

Los primeros salones de clases costaron aproximadamente 14.500 dólares cada uno, en comparación con los 16.500 dólares por cada salón de clases de concreto, dijo Méndez. Se espera que el precio baje un 20 por ciento cuando los ladrillos se fabriquen localmente.

No hay escasez de desperdicios plásticos. Abiyán produce cerca de 300 toneladas de plástico al día, pero solo un cinco por ciento se recicla, dicen los organizadores del proyecto. Cada salón de clases necesita alrededor de cinco toneladas de plástico para su construcción.

Mujeres de la asociación de Abobo clasifican los plásticos que están acumulando para venderlos a la fábrica de ladrillos que les pagará un mejor precio. CreditYagazie Emezi para The New York Times

Kampo imagina un futuro en el que también se construyen viviendas de plástico para los profesores y letrinas para las escuelas. Los profesores de Sakassou comparten casas, pues sus familias viven en otras aldeas. En Gonzagueville hay catorce letrinas para 2700 niños y sus profesores.

Antes de que todo esto pasara, la lideresa de The Fighting Women había estado considerando una nueva línea de negocio: vender bebidas frías.

Ahora, dice Coulibaly: “Creemos que hay futuro en el plástico”.

Fuente: https://www.nytimes.com/es/2019/07/30/plastico-ladrillos-escuelas/

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Costa Rica: En la pobreza un 34 por ciento de niños y adolescentes ticos

Centro América/Costa Rica/01 Agosto 2019/Prensa Latina

Un 34 por ciento de los 1,4 millones de niños y adolescentes que viven en Costa Rica vive hoy en la pobreza monetaria, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares y Propósitos Múltiples (Enaho) 2018.
La Enaho 2018 señala que de esos 476 mil niños y adolescentes en la pobreza monetaria, un 12 por ciento está en pobreza extrema y un 34,4 por ciento sufre privaciones multidemensionales relacionadas con su condición de vida.

Citada por el informativo digital crhoy.com, la gerente técnica del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Patricia Hernández, afirmó que la niñez y la adolescencia lideran los principales indicadores de vulnerabilidad y exclusión social.

‘Se reconoce el esfuerzo permanente que desarrolla la Unicef (Organización de Naciones Unidas para la Infancia) por coadyuvar en la creación, desarrollo e implementación de mecanismos idóneos para disminuir las desigualdades que impiden una efectiva garantía de cumplimiento de los derechos de nuestros niños, niñas y adolescentes’, indicó Hernández.

De acuerdo con la Enaho 2018, de los 1,4 millones de niños y adolescentes -del total de cinco millones de habitantes de Costa Rica-, 64 mil son migrantes, 38 mil afrodescendientes y 12 mil indígenas, mientras unos 18 mil tienen algún tipo de discapacidad.

Las cifras oficiales, mencionadas por crhoy.com, reflejan además que un 24 por ciento de los niños y adolescentes migrantes y un 12 por ciento de los indígenas carecen de probabilidades de recibir educación primaria y secundaria.

Asimismo, los datos más recientes del Ministerio de Salud refieren que en 2017 el embarazo en niñas y adolescentes marcó un 14,8 por ciento, al tiempo que la Encuesta Continua de Empleo 2018 arrojó que más de 175 mil niños y adolescentes de Costa Rica no estudian ni trabajan y más de 126 mil no completaron la educación secundaria.

De ahí que el más reciente informe de la Unicef apunta que la pobreza constituye el principal reto para que Costa Rica alcance un nivel alto en el cumplimiento de los derechos de sus menores.

Entre las consecuencias de la pobreza destacan la falta de acompañamiento parental, violencia (física, psicológica y sexual) en la familia y escuela, así como un mayor riesgo de involucramiento en actividades ilícitas y conflicto con la ley, exclusión educativa y fracaso escolar.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=295103&SEO=en-la-pobreza-un-34-por-ciento-de-ninos-y-adolescentes-ticos
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¿Será barbados la primera nación caribeña en abolir el examen de ingreso a las escuelas de secundaria?

Centroamérica/Barbados/01 Agosto 2019/Insurgencia Magisterial

Los exámenes de ingreso a las escuelas de educación secundaria del Caribe han existido por más de un siglo, un vestigio colonial que data de 1879 en algunos territorios. A pesar de que su nombre ha sido reestructurado modificado en varias ocasiones, continúan siendo lo que muchos expertos consideran como una evaluación irrelevante que genera tensión y roba la alegría de aprender a los niños de 11 años en toda la región.

Ahora, al menos un Gobierno de la región está dispuesto a hacer algo al respecto. De acuerdo con Barbados Today, “se aproximan cambios radicales” para el sistema educativo del país –que incluyen eliminar el controvertido examen universal de admisión– en un esfuerzo por crear más oportunidades educativas diversas y equitativas para los alumnos.

En una sesión pública en la ciudad capital de Bridgetown el 2 de junio, 2019, la primera ministra, Mia Mottle.y relacionó el predominio de los delitos violentos con un sistema educativo que no valora el talento de todos, por lo que afirmó que ya era tiempo de rechazar ese enfoque.

Según la estructura actual del examen de admisión a la escuela secundaria, únicamente los estudiantes de alto rendimiento –básicamente, los que obtienen buenas calificaciones– tienen acceso a las mejores escuelas. La clase social se convierte también en un factor, puesto que los padres con buenas conexiones sociales a menudo utilizan sus influencias para ayudar a sus hijos ingresar a la escuela de su elección. La postura de la primera ministra Mottley consiste en que Barbados debe “crear un sistema educativo que convierta a cada escuela en una escuela de excelencia”.

Los datos estadísticos la respaldan. Los resultados de la Evaluación de Ingreso para las Escuelas Secundarias de Barbados de 2019 (BSSEE) señalan la necesidad de una reforma que deje a un lado el plan de estudios que se inclina fuertemente al aspecto académico para incorporar más las artes, y la formación técnica y vocacional.

También se ha exigido una mayor inclusión para niños con necesidades especiales, quienes a menudo no reciben el apoyo adecuado del sistema escolar público.

En realidad, las escuelas privadas son las que a menudo demuestran un mejor desempeño en la evaluación, lo que plantea nuevamente el problema de los recursos y la clase social. La pedagoga barbadense Rhonda Blackman mencionó que “muchos padres son de la opinión de que el Examen de Ingreso Común es el único sistema justo para que los niños ‘pobres’ ingresen a una ‘buena escuela’”. Ella desafía esa : “No es la escuela lo que importa sino lo que los niños realizan cuando asisten a las escuelas respectivas”. Blackman recomienda evaluaciones periódicas en lugar de realizar un único examen, distribuidas por zonas, con lo que se erradicará la “jerarquía” de las escuelas. También propone un plan de estudios “general y equilibrado” que tome en consideración la diversidad de habilidades de los estudiantes.

Si la gestión de Mottley logra implementar este cambio, estaría haciendo historia; otros Gobiernos en otras naciones de la comunidad caribeña (CARICOMprometieronabolir el examen antes y fracasaron. En realidad, la incapacidad (o la renuencia) para abolirlo –a pesar de los efectos dañinos que generan en la salud mental y el autoestima de los niños– produjo industrias derivadas en forma de publicación de libros de texto y lecciones adicionales. Esto, a su vez, crea un efecto dominó, ya que el bienestar de los niños se ve comprometido por tener que cargar bolsos pesados para asistir a clases. Además, tienen menos tiempo para jugar, elemento que se ha establecido extensamente como parte integral del desarrollo saludable de la niñez.

Hasta que el examen sea abolido, los niños continuarán sufriendo de un sinfín de formas –incluido el abuso de los padres en un intento por hacer que ingresen en una escuela de su elección. Este ciclo vicioso hizo que Nazma Muller, escritora que vive en Jamaica, a culpar no a los padres desesperados sino a los Gobiernos de la región que están plagados de “perros viejos que se rehúsan aprender trucos nuevos”:

Por qué el Ministerio de Educación permite la continuidad de este abuso y discriminación contra los niños que no pueden obtener 99 % en SEA [Examen de Ingreso para la Escuela Secundaria] – porque eso es lo que necesitas para ingresar a una escuela de prestigio. […]

Eliminen los SEA, el examen de ingreso común y toda la discriminación que hay en la educación en el Caribe. Todos los niños merecen recibir una educación de buena calidad que les prepare para la VIDA, no para los CXC [Concejo de Evaluación del Caribe, comité que administra exámenes diferentes] o para un trabajo en el Gobierno. Vida. Investiguen qué está sucediendo con la educación en Finlandia, Noruega y en todos los países donde la calidad de vida es de las mejores, y las personas no pierden los estribos ni golpean a sus hijos […]

¿Por qué tenemos un sistema que hace a nuestros niños sentirse estúpidos si no logran ingresar a una ‘buena escuela’? ¿Por qué no todas las escuelas son buenas?

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/sera-barbados-la-primera-nacion-caribena-en-abolir-el-examen-de-ingreso-a-las-escuelas-de-secundaria/

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Entrevista a Stefania Giannini: “No todos han entendido que la convivencia nace en los pupitres”

Entrevista/Autora: Patricia Peiró/Fuente: El país

Stefania Giannini, directora general adjunta de Educación de la Unesco, asegura que cuando se ataca a las escuelas en los conflictos, en realidad se está agrediendo a la indentidad de un pueblo

Stefania Giannini (Lucca, Italia, 1960) es la número uno del sector de la Educación en las Naciones Unidas. En 2018 fue nombrada directora general adjunta de esta área de la Unesco y antes ocupó el cargo de ministra de Instrucción en su país. Giannini, lingüista de formación, se convirtió en 2004 en la segunda rectora mujer de Italia, en la Universidad de Perugia. Acaba de visitar España para participar en la tercera Conferencia Internacional de Escuelas Seguras, un encuentro para abordar la problemática de los ataques a instituciones académicas en situaciones de conflicto y emergencia.

Pregunta. ¿Se ataca más en los conflictos actuales a los colegios y universidades que antes?

Respuesta. Los datos muestran un incremento, ahora mismo hay agresiones en al menos 18 países a instituciones educativas. La idea de dañar una escuela, biblioteca o universidad es un signo de agresión directa a la identidad y a una civilización. Este fenómeno se ha reforzado en los últimos años.

¿Por qué ahora?

Parafraseando al Papa Francisco parece que ahora vivimos una guerra por etapas. Ya no hay grandes conflictos mundiales en los que todo se destruye por bombardeos masivos. El tipo de enfrentamientos que hay ahora son puntuales, a veces ligados a grupos terroristas informales. Esto da lugar a situaciones imprevisibles.

En esta conferencia se ha hablado de que muchas veces los colegios se convierten en búnkeres o cuarteles por parte de milicias ¿Da la sensación de que ya no existen reglas en los conflictos?

La guerra ya de por sí es una ausencia de reglas, es un ataque a la vida. Pero sí, está claro que organizaciones como Daesh o Boko Haram obviamente no respetan ningún estatuto, por así decirlo.

¿Qué marcó el antes y el después a la hora de fijarnos en la protección de los centros educativos en los conflictos?

No sé si hubo un hecho en concreto que pusiera este tema en la agenda, pero creo que el primer avance se produjo precisamente cuando se realizó el primer recuento de escuelas atacadas y qué tipo de agresiones sufrían, algo que hizo la Unesco en 2007. Otro hito importante se dio cuando en 2015 el reto de conseguir una educación de calidad se incluyó en la hoja de ruta de la ONU.

¿Qué se puede hacer para proteger las escuelas y universidades?

Para empezar, la comunidad internacional pone a la educación como uno de los elementos fundamentales en la agenda. La educación inclusiva y de calidad es parte de la agenda 2030 (hoja de ruta de desarrollo marcada por la ONU en 2015) y el ataque a las escuelas es un obstáculo tangible. La recogida de datos, la monitorización y la denuncia son otras de las acciones. Un ejemplo práctico es el programa que hemos puesto en marcha en el norte de Nigeria (donde más actúa Boko Haram) en el que ya participan más de 50.000 chicas. Hemos dado dispositivos digitales para que las alumnas que no pueden desplazarse a la escuela, sean capaces de completar su educación en casa. Los motivos por los que dejan su educación son los matrimonios y embarazos precoces. Creo que esta puede ser una buena solución no solo en situación de conflicto sino también durante las emergencias.

¿Hay un esfuerzo real por parte de todos los países para proteger la educación?

No de todos y no todos del mismo modo. Cuando la situación no es democrática y no tiene determinados valores de base no es tan fácil actuar. En estos lugares se hace más difícil la recolección de información. Pero lo cierto es que cuántos más datos tenemos, más presión externa se puede ejercer a estos Gobiernos.

En su intervención ha hablado de la reconstrucción de Mosul en la que está participando la Unesco como un símbolo.

Mosul llegó a tal grado de destrucción que se acabó con el sentimiento de comunidad. Más allá de la acción humanitaria, que es la inmediata, cuando la población regresa a sus casas no existen las condiciones para que vuelva a haber un ritmo de vida normal. Por eso digo que volver a la escuela es el primer signo de la vida que continúa. En un paso más para reconstruir el sistema, tanto la parte psicológica como la propia actividad diaria.

Y para aquellos niños que no pueden volver a sus aulas porque están destruidas o no es seguro. ¿Se está haciendo un esfuerzo para su integración en el sistema europeo?

Se intenta, pero no todos han entendido que la convivencia nace en los pupitres. Hemos visto que los terroristas jóvenes que han atentado en Europa tienen pasaporte local. Han sido educados en nuestras escuelas así que claramente algo no ha funcionado en el proceso integrador. No quiero decir que la educación es la solución, eso es muy simplista, pero por ejemplo cuestiones que parecen tan prácticas como enseñar la lengua a los niños que llegan es fundamental.

¿El panorama político actual favorece esta convivencia?

Como ciudadana europea e italiana y ahora como representante de la Unesco solo puedo tener la esperanza de que se entienda que, más allá de las ideologías, la integración favorece a la comunidad

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/05/28/planeta_futuro/1559070864_975742_1559071325_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/05/28/planeta_futuro/1559070864_975742.html

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Educación inclusiva en Ecuador: hay ley, pero falta formación

América del sur/Ecuador/El universo

Como el proceso de identificar y responder a la diversidad de necesidades especiales de todos los estudiantes a través de la mayor participación en el aprendizaje, las culturas y en las comunidades, a fin de reducir la exclusión en la educación. Así define a la Educación Inclusiva la Ley Orgánica de Educación Intercultural.

La misma ley determina que todos los establecimientos de educación escolarizada ordinaria deberán adoptar las medidas necesarias para permitir la admisión de aquellos estudiantes con necesidades educativas especiales asociadas o no a una discapacidad.

Aunque la ley lo ordenaba, es a partir del 2010 que se comienza a contar en Ecuador con  un proyecto modelo de educación inclusiva, cuyo objetivo es asegurar que el sistema educativo cumpla con las demandas de la Constitución, es decir, hacer posible la escuela para todos, atendiendo a aquellos sujetos con necesidades educativas especiales, asociadas o no a la discapacidad.

Las leyes, reglamentos y normativas detallan todo. Así, se establece  que son necesidades educativas especiales no asociadas a la discapacidad las siguientes: Dificultades específicas de aprendizaje: dislexia, discalculia, disgrafía, disortografía, disfasia, trastornos por déficit de atención e hiperactividad, trastornos del comportamiento, entre otras dificultades.

También situaciones de vulnerabilidad: enfermedades catastróficas, movilidad humana, menores infractores, víctimas de violencia, adicciones y otras situaciones excepcionales. También la dotación superior: altas capacidades intelectuales.

Mientras tanto, son necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad las siguientes: discapacidad intelectual, física-motriz, auditiva, visual o mental; multidiscapacidades; y trastornos generalizados del desarrollo (autismo, síndrome de Asperger, síndrome de Rett, entre otros).

Para efectos de planificación y organización dentro de los establecimientos de educación escolarizada ordinaria, se considerarán por cada discapacidad los siguientes equivalentes de atención necesaria con relación a estudiantes sin discapacidad: un estudiante con discapacidad visual equivale a 3 estudiantes sin discapacidad, uno con discapacidad auditiva equivale a 2, con discapacidad intelectual a 4, física a 2 y con autismo a 5 estudiantes sin discapacidad. 

“La inclusión estaba en las leyes, pero nadie la cumplía, Rafael Correa (expresidente de la República) la obligó a cumplir, pero no se instrumentó  a nadie para que pueda la inclusión funcionar; se hizo al revés; la gente no estaba preparada y no hay quién forme, que es peor”, dice Soledad Ramírez, psicopedagoga terapeuta, una de las fundadoras del Liceo Los Andes,  hace 37 años, un colegio icónico de Guayaquil en materia de educación inclusiva, y donde es la coordinadora del área de comunicación, que atiende a niños con autismo, síndrome de Asperger, entre otras necesidades especiales de aprendizaje.

“Es muy difícil hacer inclusión por decreto, porque hay que estar formados es verdad, pero la inclusión tiene que ver con las ganas, tiene que ver  con la cultura escolar y no todas las culturas escolares se compaginan bien con el espíritu de la inclusión”, dice María Ortega, coordinadora del área de Psicopedagogía de la misma unidad educativa.

En el Liceo Los Andes, que fue creado con la filosofía de la inclusión, hay un equipo de psicopedagogas, psicólogas clínicas, terapistas de lenguaje, terapistas de educación, entre otros especialistas. Desde maternal hasta tercero de bachillerato hay actualmente 1.200 alumnos, y solo para el área de maternal, educación inicial y escuela hay 7 adultos (no área administrativa) por cada niño.

“Debe haber un montón de maestros encantados de hacer inclusión, pero si en la institución educativa no hay un soporte psicológico y pedagógico para que se haga inclusión, es difícil que funcione”, dice Ramírez.

Para la educación inclusiva, las escuelas y colegios deben hacer modificaciones en enfoques, contenidos, estructura, estrategia, dependiendo de cada caso de necesidad educativa especial, y como dice Mariuxi Rodríguez, rectora del Crear, otro colegio icónico de la inclusión, el Ministerio de Educación, a través de la Dirección Nacional de Educación Especial e Inclusiva, hace seguimiento de cada caso y pide evaluaciones periódicas a los colegios particulares y fiscales.

Educación fiscal

En el caso de las fiscales, en todo el país hay actualmente 4.857 instituciones educativas ordinarias, que atienden a estudiantes con necesidades educativas especiales asociadas a la discapacidad, según un informe conjunto de Lorena Salazar, directora nacional de Educación Especializada e Inclusiva,  y de Isabel Maldonado, subsecretaria de Educación Especializada e Inclusiva.

La formación de maestros empezó en el 2014 a través de cursos de sensibilización en discapacidades, inclusión educativa, educación especial inclusiva y actualización pedagógica, inclusión educativa y aprendizaje sostenible. Desde el 2014 hasta el 2018 se han capacitado 94.348 maestros, según el mismo informe.

La  Dirección Nacional de Educación Especializada e Inclusiva cuenta con un grupo de docentes pedagogos de apoyo a la inclusión, que se podrá requerir, en particular, en relación con los niños y adolescentes con necesidades educativas asociadas a la discapacidad que estén en un colegio regular. Su labor, indica el informe, es velar por el aprendizaje, participación, permanencia y culminación de estudios mediante un abordaje integral. (I)

La inclusión, si no es bien llevada, puede hacer más daño que bien

No todos los casos de necesidades educativas especiales con discapacidad son “escolarizables” en un sistema regular. En eso coinciden Soledad Ramírez, del Liceo Los Andes, y Mariuxi Rodríguez, del Crear, ambos colegios pioneros en inclusión.

“Por ejemplo, no pueden estar en una escuela regular niños con discapacidad intelectual profunda, una parálisis o disfunción motora muy fuerte, enfermedades con espasmos y disfunciones psiquiátricas que generen un conflicto social, una falta de integración, pues hay que preservar al resto de alumnos”, expresa Rodríguez.

Ramírez dice que no cree mucho en la frase de que la inclusión es para todos, pues hay casos que no se pueden llevar en la escuela regular. “También hemos tenido casos de chicos con crisis muy serias y no los hemos podido sostener diariamente en la institución, lo que hemos hecho es escolarizarlos unos días en casa y otros en el colegio o hacer un programa que tiene que ver mucho con la calle”, dice Ramírez. Estos mismos chicos, prosigue, seguramente no van a ir a la universidad. “Pero para que se vuelvan autónomos los llevamos a la calle y aprenden matemáticas, comprando, o aprenden a leer en el Burger King. Se trata de un sistema de aprendizaje en el cual el chico se siente más cómodo”.

No pueden estar en una escuela regular niños con discapacidad intelectual profunda, una parálisis o disfunción motora muy fuerte,  disfunciones psiquiátricas que generen un conflicto”.
Mariuxi Rodríguez, del Crear

María Ortega, del Liceo Los Andes, indica que mientras más pronto se atienda alguna necesidad de aprendizaje especial habrá más posibilidades de éxito. “Los primeros años, las primeras experiencias en las cuales un niño se enfrenta al aprendizaje son vitales para sus ganas de aprender, si se siente útil, si tiene esa sensación de niño empoderado que puede, pero si esas primeras experiencias son nefastas, si estas le devuelven como espejo, que no puede, se le hace mucho daño”.

Las primeras experiencias en las cuales un niño se enfrenta al aprendizaje son vitales para sus ganas de aprender, si se siente útil, de lo contrario se le hace mucho daño”.
María Ortega,  Liceo Los Andes

“Lo que no forma deforma”, sostiene Rodríguez, rectora del Crear, donde tienen un niño con síndrome de Down por aula, aparte de otras necesidades especiales de aprendizaje.

En ambos colegios tienen sus limitaciones. “Yo recibo niños en tanto tenga algo que ofrecer, de lo contrario no”, dice Ramírez, mientras Rodríguez expresa que también es una cuestión de cupos, y de preservar al resto de alumnos, que también ganan con la inclusión, pues aprenden a ser tolerantes, pacientes, respetuosos con la diversidad. “Yo digo que para trabajar en Crear se necesita un corazón especial, es un aprendizaje maravilloso para cualquier ser humano”.

En el Liceo Los Andes hay una cultura tan inclusiva que los chicos regulares buscan aprender formas de relacionarse con los chicos especiales; para comer, pasear.

Fuente: https://www.eluniverso.com/noticias/2019/07/23/nota/7438443/educacion-inclusiva-ecuador-hay-ley-falta-formacion

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