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“Estos niños nunca tuvieron una fotografía en sus manos”

Por: Tamara Smerling

Erica Voget y Ber Greco llevan adelante, desde hace seis meses, un proyecto, Memoria Escolar, con el que recorren las escuelas rurales de parajes alejados. Fuera de las grandes ciudades, con sus cámaras y una impresora, buscan retratar a los niños y las niñas de diferentes regiones de Argentina y propiciar la memoria y el recuerdo de su paso por la educación pública. Se plantean, en definitiva, la fotografía escolar como un documento histórico.

La fotografía siempre estuvo asociada a la memoria. Solo que, a principios del siglo XX, el registro de las imágenes se coló también en las aulas: un modo de inmortalizar, quizás, la maestra, el guardapolvo blanco, el pizarrón, las láminas, el patio de la escuela, los alumnos dentro del salón de clases. Dejar, en otras palabras, la imagen –fija, almidonada– del paso por la educación formal. Ahora, sin embargo, donde los diferentes dispositivos y soportes tecnológicos afloran por todas partes, de manera casi paradójica, la memoria escolar aparece en ciertos lugares remotos como un bien escaso, sobre todo en las escuelas de los parajes rurales, alejadas del mundo, del papel y, también, claro, de la imagen.

Fue por todo eso que Erica Voget –37 años, licenciada en Caligrafía por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y con una diplomatura en Investigación y Conservación Fotográfica Documental en la Facultad de Filosofía y Letras también por UBA– y Ber Greco –43 años, diseñador en Comunicación Visual egresado de la Universidad Nacional de La Plata y director de Arte–, fotógrafos, que viven en La Plata, a sesenta kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, se propusieron un proyecto de fotografía documental donde la imagen recupere el valor institucional como un documento social de las propias escuelas.

El comienzo fue en la Escuela El Simbolar y la EPEP N°89 de Punta del Agua, en un paraje olvidado, Las Lomitas, Formosa, rodeado de pantanos, en agosto del año pasado. La experiencia les abrió la puerta hacia otros viajes en las diferentes provincias de la Argentina. El fin era entregarle, en forma gratuita, la fotografía escolar a los niños y las niñas y a los docentes de esas escuelas. “Muchos protagonistas de escuelas rurales no han tenido la oportunidad de tener acceso a material fotográfico que registre su paso por la educación pública. La razón principal son las condiciones de marginalidad en que se desenvuelven muchas de estas escuelas y también la ausencia de iniciativas de personas o instituciones que deseen hacer este trabajo”, dicen los autores.

¿Cómo surgió el proyecto Memoria Escolar? ¿Cuáles fueron las provincias que visitaron y cómo planean continuar con la experiencia?

(Greco) El proyecto radica en hacer un registro y entregar imágenes escolares, individuales y grupales, en forma gratuita, a los niños y las niñas que de otra manera no tienen acceso a estos recuerdos. Uno de nuestros principales objetivos fue revalorizar el paso por la educación pública y gratuita, y la importancia de la etapa escolar en el desarrollo de los chicos.

(Voget) La idea era hacer un trabajo documental y social en las escuelas rurales de los alrededores de la ciudad de La Plata y, rápidamente, nos dimos cuenta que era preciso buscar otros espacios y regiones. El empujón inicial fue, además, la donación de una impresora (que era muy buena y muy cara, en el proyecto original estaba como una opción y se volvió una herramienta fundamental) de una persona que nos incentivó a volar un poco más con este proyecto. Fue, en ese momento, donde decidimos realizar estos viajes de cuatro o cinco jornadas a diferentes provincias.

Retrato Escolar – Jujuy

Las escuelas rurales o de albergue que eligieron para las primeras tomas están en sitios de muy difícil acceso, ¿cómo llevan adelante el proceso de selección de las escuelas? ¿En función de qué criterios?

(Greco) Lo que buscamos es hacer un registro de la labor de las escuelas que están en el fondo de cada provincia, las más alejadas, en regiones inhóspitas. No nos interesan las escuelas que están al costado de una ruta. Por eso buscamos que sean escuelas de difícil acceso, alejadas de las ciudades, donde haya pocos alumnos. Sería imposible retratar a cuarenta niños en dos jornadas de trabajo. Ahora, por ejemplo, nos escribieron desde Catamarca, donde los chicos van a la escuela a lomo de mula durante cuatro horas. En Neuquén nos pasó que estábamos en un paraje a seis horas de la capital de la provincia y nos hablaron de otra escuela en la Cordillera, donde los chicos van veinte días a clases y descansan diez, y no pudimos por falta de movilidad: aún quedaban cuatro horas más de viaje. Esas son las experiencias que nos interesa retratar con este trabajo, en un registro de esas ruralidades más duras. De hecho, esperamos la llegada del invierno, en algunos distritos, para mostrar la crudeza de ir a clases con la nieve.

(Voget) Sí, solo buscamos jardines y primarias, y que es un trabajo en el que vamos experimentando por diferentes situaciones. No es lo mismo una escuela de media jornada, un paraje rural, alejado, que las escuelas albergue donde los chicos se quedan a dormir y comer por toda la jornada. En esos casos hasta retratamos a los docentes, las cocineras, el portero. Nos convocaron desde Santa Fe, también, para retratar las escuelas de las islas, en el Litoral. Nos interesa la variedad de experiencias y registros: desde las escuelas donde asisten chicos de pueblos originarios hasta una colonia alemana en Entre Ríos o los menonitas de La Pampa.

Las cocineras de escuelas rurales – Abra Colorada, Jujuy

¿Cómo se plantean los recorridos por cada paraje?

(Greco) Les presentamos el proyecto, de manera directa, a las autoridades de las escuelas rurales. En principio, buscamos algún contacto con las escuelas o con los docentes, no seguimos los caminos institucionales y burocráticos habituales. El registro documental que hacemos abarca desde las fotos individuales de cada niño hasta las grupales, donde buscamos que también se dé cuenta del entorno donde está enclavada esa escuela. En algunos casos hasta tratamos de hacer los recorridos que transitan los niños en el camino hacia las escuelas, hablamos con sus padres, visitamos sus viviendas, a la forma de ensayo documental. Nos quedamos, al menos, un par de jornadas completas en cada escuela. La impresora, que siempre nos acompaña, nos permite regalar en ese momento o, en la jornada siguiente, todas las imágenes. Es un momento mágico: la mayor parte de esos niños o niñas nunca tuvo una foto en papel en sus manos.

La fotografía escolar como un documento histórico, tal como la plantean estos autores, es potente, arrasadora. No nombra la pobreza y, sin embargo, está latente, en esos parajes desheredados, donde el Estado está ausente. En el proyecto, después de la experiencia en Punta del Agua (a sesenta kilómetros de Las Lomitas y cinco horas de la capital de Formosa); le siguieron Chocoite (a sesenta kilómetros de La Quiaca), Abra Colorada y La Ciénaga, en Jujuy; la Escuela N°222 “Dionisio Morán”, en Los Chañares, a cuarenta kilómetros de Merlo y doce de la Ruta 23, en San Luis; en Colipilli, en la Comunidad Huayquillan, a sesenta kilómetros de la Ruta Nacional N°40, en Chos Malal, Neuquén.

“El fin es que la fotografía genere un recuerdo, y se convierta en un producto iconográfico que permanezca en espacios del recuerdo familiar o institucional, y que en consecuencia influya en la construcción de una memoria escolar tanto individual como colectiva, ya que los recuerdos reafirman la identidad, crean una mayor autodefinición y un sentido de pertenencia con las raíces, convirtiéndola en un certificado de presencia, inseparable de la memoria. El paso de los niños por la edad escolar, es una marca en su desarrollo. Las amistades, la vestimenta, los juegos, sus maestros, el espacio físico de la institución, marcan una época vital de su crecimiento, por ello creemos que documentar esta etapa es tan necesario como importante”, dicen.

Nico. Ensayo Documental Casa _ Escuela. Punta del Agua, Formosa 4

Ahora, para 2019, preparan diferentes recorridos: en un principio, en marzo, a Tucumán. En los meses siguientes planean sumar Entre Ríos, Catamarca, Chaco y Santa Fe. El sueño: seguir por diferentes regiones de América latina. El financiamiento del proyecto está a cargo de la gestión de los propios fotógrafos, que reciben fondos para la impresión de las copias, las carpetas que dejan a los niños y las niñas en las escuelas, los útiles escolares o libros que cargan en sus mochilas para llevar de regalo además de la Nikon 810 y la Sony, y cuatro lentes (un 85 y otro 55, fijos, y dos zoom, 24/70 y 70/200 milímetros).

Las imágenes escolares son una tradición en las escuelas de Argentina, que perdura desde el siglo pasado. ¿Hicieron, previamente, algún trabajo genealógico en relación a esta práctica?

(Greco) No, no encontramos mucho material en relación con esta práctica. Solo pensamos que era un proyecto para dos años, por todas las provincias de Argentina: una por mes. Nos pusimos a investigar y cuando vimos escuelas rurales en otras regiones empezamos a pensar en América latina, África o Asia.

(Voget) Solo encontramos un estudio sobre Fotografía en las Escuelas en la Argentina. No encontramos más que las historias orales, familiares, que recuerdan las imágenes de la escolaridad de nuestros abuelos o nuestros padres, la propia infancia, pero no mucho más y siempre centrado en las escuelas urbanas. En la ruralidad se complica mucho más el acceso, porque quizás no conviene que un fotógrafo circule por una escuela donde hay cinco, ocho o diez alumnos, que queda a tres horas de viaje y donde puede hacer muy pocas imágenes. Es una labor que implica tanto esfuerzo que quizás hasta económicamente ni le conviene como soporte.

Foto Grupal, Chocoite, Jujuy

¿Tienen conocimiento sobre qué ocurre con estas prácticas en otros países?

(Greco) En un momento nos topamos con un fotógrafo inglés que trabaja con retratos de adolescentes en escuelas secundarias de todo el mundo. Es un ensayo documental, muy interesante, dentro de las aulas, pero sin la formación tradicional que conocemos aquí en el registro de las escuelas locales.

¿De qué manera se realiza el financiamiento de los viajes y las producciones fotográficas que quedan como recuerdo en las escuelas?

(Greco) Nos procuramos también el financiamiento y la llegada a esos espacios: en algunos sitios fue por donaciones, otras por sindicatos o el mismo gobierno de la provincia. Nos interesa, en 2019, viajar a Cuba, por ejemplo, para retratar la ruralidad y sus escuelas, porque tienen una tradición muy importante, pero todavía no conseguimos el dinero para este emprendimiento.

(Voget) En el caso de las carpetas de cartón donde colocar las imágenes (con el logo del proyecto) para regalárselas a los chicos, por ejemplo, una empresa nos donó una gran cantidad que nos queda de back up para muchas de estas experiencias. El papel (que además es importado) lo conseguimos a precio de costo en La Plata y entregamos una copia a cada alumno de 15 por 22 centímetros. Lo mismo a los directores de la escuela y a sus maestros en el caso de las grupales. Los útiles a veces sacamos de las propias donaciones para comprarlos y llevarles a los niños. En un primer momento llevábamos ropa pero era agotador llevar tanta carga y nos cobran sobrequipaje en los aeropuertos. En Formosa nos pasó que no tenían lápices y por eso arrancamos también por llevar útiles: se vuelven locos con las reglas, las gomas de colores, los cuadernos.

Los Chañares – Excursión

¿Por qué el registro de las escuelas rurales y públicas?

(Greco) Porque antes de empezar este trabajo estábamos convencidos que la educación pública fomenta la igualdad entre los chicos. Después que arrancamos el proyecto nos convencimos aún más de esto. Es decir, conocimos, a partir de esta experiencia, el caso de alumnos en las escuelas rurales albergue que los viernes no quieren regresar a sus casas. ¿Por qué? Porque en algunas familias durante los sábados y domingos los obligan a trabajar en el campo, a varear animales por más de doce horas, a volver a su casa con la piel curtida por el sol, y llegar el lunes a las escuelas muy cansados y sin ganas de nada. Son muy pocos los que pueden acceder, después, a las escuelas secundarias en las grandes ciudades y, por caso, menos a una universidad. Eso nos dio la certeza que sin la educación pública estos chicos no tendrán otros futuros posibles.

¿Cómo es el registro de las fotografía? ¿Qué métodos utilizan? ¿Y qué dicen los chicos cuando ven las fotografías impresas en el papel?

(Greco) Yo creo que dentro del aula somos fantasmas. Tratamos de no hacer ruido, de pasar completamente desapercibidos. Hasta le quité el sonido del obturador a mi cámara. Nos han ofrecido hasta enlaces con otras organizaciones que hacen experiencias muy parecidas pero nos parece que le quitamos intimidad al momento del registro si vamos con más fotógrafos o más cámaras dentro de las escuelas. Le propusimos hacer entrevistas o un diario de viaje a una amiga, que es periodista, pero tampoco pudimos conciliar todavía esos espacios.

(Voget) Las fotografías son siempre con luz natural, en blanco y negro. Usamos la luz de las ventanas, el rebote, frente al pizarrón. Es una foto fija, clásica. La foto grupal, en cambio, tratamos de hacerla en el contexto de la escuela. Es decir, mostrar de alguna manera el paisaje donde está ubicada, la región, para marcar las diferentes geografías de nuestro país. Las grupales son las más interesantes: algunas cuentan toda una escuela en una sola foto.

¿De qué modo creen que se concilia lo educativo con la imagen y, desde ya, con la memoria?

(Greco) Nos interesa, claro, transmitir el amor por la Fotografía. Les contamos un poco cómo funciona una cámara de fotos, el revelado, el rebote y las luces, montamos un pequeño laboratorio en la escuela. Si tenemos tiempo, sobre todo en las escuelas albergue, les mostramos todo el sistema de impresión de las copias. Se quedan con los ojos bien abiertos viendo cómo se coloca el papel, qué fotos salen primero. En Formosa, por ejemplo, hicimos un resumen de las imágenes del día, sin editar, y las proyectamos sobre la pantalla todos reunidos en el comedor con los alumnos, los docentes, las auxiliares, los cocineros. En algunos casos, como después nos invitaron a sus viviendas, las vimos colgadas, en un marco, en el espacio principal de la casa. Fue un gran orgullo compartir ese momento. Fue como confirmar la importancia del recuerdo y la memoria en el papel, el valor la educación a partir de una imagen: esa impronta que nos deja el paso por la escuela pública y gratuita.


Más información:

Erica Voget: www.vogetfotografia.com
Instagram: voget_fotografia

Bernardo Greco:
Facebook: Ber Greco

Imagen:  http://eldiariodelaeducacion.com/wp-content/uploads/2019/01/Retrato-Escolar-Jujuy-1-768×512.jpg

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/01/25/estos-ninos-nunca-tuvieron-una-fotografia-en-sus-manos/

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La escuela para afrancesar a los niños

África/Senegal/04 Abril 2019/Fuente: El país

Cuando el director Assane Ndiaye entra en el aula, los 59 alumnos agolpados en un cuarto de la planta baja se levantan al compás para saludarle, sin esconder su alegría por la inesperada interrupción de la clase de francés. Desde que colapsó hace unos años el balcón que ornamentaba la parte alta del edificio y que obligó a vaciar las dos plantas superiores, los estudiantes de la escuela Khayar Mbengue de Saint Louis (Senegal) tienen que arrimar —literalmente— el hombro. Solo el portal y algunas decoraciones de cerámica francesa quedan como testigos de la elegancia y el prestigio de la antigua École des Otages [Escuela de Rehenes], que desempeñó un papel importante en la colonización de toda África.

El gobernador francés Faidherbe creó la escuela con el objetivo de vigilar a los hijos de los jefes locales para, de paso, mantener a sus padres a raya.

A medida que la relación con el entorno mejora, los franceses deciden librarse de ese nombre siniestro para borrar cualquier mención a los rehenes. Un grupo selecto de alumnos recibía formación para ocuparse de los cargos menos importantes de la maquinaria pública, como los intérpretes. Así, en 1861, la institución pasó a llamarse Escuela para Hijos de los Jefes y Traductores.

“Tenían que reconocer la superioridad del blanco, cuya civilización les ha salvado de la crueldad sanguinaria y profesarle reconocimiento y, sobre todo, obediencia”, escribió en un artículo el profesor Mamadou Moustapha Dieng, del departamento de Historia de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar.

“No se sabe mucho de la época de la École des Otages”, asegura Ndiaye. “Tenemos constancia de que los primeros enseñantes eran militares y que todos los alumnos eran jóvenes sobre los 15 años que se quedaban unos cuatro años para aprender francés, un poco de derecho, economía, administración… Los lugareños estaban contentos porque sus hijos podían estudiar y los colonos podían contar con una administración autóctona preparada para enviar también a otras regiones bajo su mando”.

En 1872, la escuela cerró por falta de fondos hasta volver a abrir en 1892 y trasladarse, una década después, al edificio que ocupa en la actualidad. “El objetivo de la Escuela de Hijos de los Jefes es impregnar de civilización francesa los cerebros de los jóvenes en un entorno que la tradición local rodea de respeto, para hacer de ellos más adelante unos colaboradores de nuestro comando territorial”, decía el gobernador Lamothe en 1893, según relata el profesor Dieng en sus investigaciones.

En 1909, la institución se convirtió en madrasa [centro de enseñanza superior musulmana] y desde los años treinta se consagró a la enseñanza femenina. En 1965, adoptó el nombre y la función que sigue llevando hoy en día, cuando, en una única clase, reúne a 59 alumnos, el mismo número que sumaba en total en 1903.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/02/05/planeta_futuro/1549380506_350599_1549386373_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/02/05/planeta_futuro/1549380506_350599.html

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Falta de docentes en Paraguay deja a 40 mil estudiantes sin clases

América del sur/Paraguay/04 Abril 2019/Fuente: Prensa Latina

Alrededor de 40 mil estudiantes paraguayos se encuentran sin asistir a clases debido a una jubilación masiva de docentes no avizorada por el Ministerio de Educación, una situación sin solución inmediata, informaron hoy fuentes estudiantiles.
Los jóvenes plantearon al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) la contratación de profesionales de forma interina para destrabar el conflicto, pero hasta el momento no tienen respuesta, dijeron las autoridades.

Alumnos del nivel básico y medio de los departamentos de Alto Paraná, Itapúa, San Pedro y Central, tomarán medidas de manera simultánea desde mañana miércoles, para protestar contra la grave crisis que afecta al sistema educativo y el abandono del que se sienten víctimas, dijeron las fuentes.

Los jóvenes se refirieron a la falta de previsión en el nombramiento de los docentes, lo que hace que muchos estudiantes pierdan horas de clases y no puedan desarrollar los programas, señalaron autoridades educativas.

La representante de la Federación Nacional de Estudiantes (Fenaes), Karina Gill, indicó que algunos estudiantes harán sentatas, otros cerrarán calles y otros irán al paro.

No quiso confirmar si se llevarán a cabo nuevas tomas de escuelas y colegios porque sostuvo que eso dependerá de la decisión de los alumnos de cada institución.

Agregó que en el transcurso de la mañana del miércoles varios colegios realizarán asambleas para tomar determinaciones al respecto.

Por otra parte, Sindicato Nacional de Directores de Instituciones Educativas de Gestión Oficial (Sinadi) presentó dos notas ante la Cámara de Senadores.

Se supo que esas autoridades escolares señalaron la falta de más de 500 nombramientos docentes, que afecta cerca de 10 mil horas/cátedra.

También destacaron a los 40 mil alumnos sin poder recibir sus clases, por lo cual apuntaron directamente a la falta de idoneidad, capacidad y experiencia del ministro de Educación, Eduardo Petta, y de su equipo de confianza.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=266773&SEO=falta-de-docentes-en-paraguay-deja-a-40-mil-estudiantes-sin-clases
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Con menos plástico también hay vida placentera; defendámoslo desde la escuela

Por: Carmelo Marcén Albero

El tiempo dirá el camino recorrido personal o socialmente, si nos hemos instalado en la “crisis de comodidad” a la que antes hemos aludido, si se ha avanzado más en la recogida o en la eliminación de nuestra dependencia de los plásticos.

Era por junio de 2015 cuando propuse al alumnado de secundaria un asunto que por entonces parecía de ciencia ficción: Es posible vivir en un mundo sin apenas plásticos. Para motivar los posicionamientos apelé a la ciencia, que siempre ayuda al reconocimiento de lo que uno dice. Les conté que la prestigiosa revista Science había publicado una investigación que estimaba que en 2010 se vertieron entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de basura plástica a los océanos de todo el mundo. Sin duda era una cantidad enorme –difícilmente imaginable para quienes pocas veces medimos o pesamos las cosas- pero que taparía con una altura de varios metros el césped de un campo de fútbol; eso sí que tenemos idea de lo que abarca. Tal cantidad, aunque enorme, representaba una pequeña parte de los 275 millones de toneladas que aquel año se generaron solo en los países que tienen costa. También decía el artículo que la producción mundial de plástico se había incrementado un 500% desde 1980.

Como no quería que cundiese ni la indiferencia ni la impotencia, les propuse imaginar cómo vivían sus abuelos hace 60 años. Entonces el tema dejó de ser tan ajeno, más todavía cuando empezamos a enumerar los objetos plastificados que nosotros utilizamos cada día y no tendrían entonces. En torno a lo visto o leído en lugares diversos, organizamos un debate sosegado para preguntarnos si vivir en el plastificado mundo actual era bueno o malo, si podía seguir ese ritmo de plastificación. Hubo intervenciones de todo tipo, la mayor parte para justificar la imposibilidad de resolver las cuestiones cotidianas –desde que nos levantamos hasta la hora de ir a dormir- sin el plástico; algunos alumnos no veían ninguna desventaja en el hecho, o no encontraban justificaciones rápidas para dejar de usarlo. La clase ya estaba inicialmente plastificada pero distintos avatares obligaron a dejar el tema, como pasa muchas veces en la escuela donde lo normativo impone su ritmo y aparta los asuntos que procura la vida.

Pasado un tiempo, cuando a comienzo de curso seleccionábamos en el departamento los temas de interés de la programación, alguien sugirió hablar sobre los plásticos; parecía que el asunto preocupaba y además encajaba con el desarrollo curricular. Las noticias televisivas de aquellos días informaban sobre las grandes islas plastificadas que se habían formado en el océano; el sabelotodo Google las encuentra enseguida y las muestra en todo su esplendor.

Además, conocimos por entonces que el 3 de julio era el Plastic Bag Free Wolrd, señalado por la ONU para recordar la necesidad de librarnos de las bolsas de plástico; también que los europeos consumíamos más de 200 bolsas de media al año de las de usar y tirar. El hilo social del polímero plástico siguió y llegó a ser proyecto de trabajo para todos grupos de 3º de secundaria.

Existía, más o menos, un consenso de que el asunto era importante como para sentir que todos debíamos implicarnos en la búsqueda de alternativas. Como primera actividad, se organizó un debate en clase que no se limitaba a hablar de las bolsas de un solo uso, cuya eliminación ya llevaban entre manos los comercios y tiendas; en unas ya las cobraban y en otras daban de papel, sino sobre los objetos de plástico. Se apuntaron en la pizarra las ventajas e inconvenientes que el alumnado encontró. Después, se propuso que cada cual pusiese encima de la mesa su mochila y todos los materiales que guardaba que estuviesen fabricados totalmente o con algo de plástico; el muestrario fue de lo más variado. Resultó muy ilustrativo para repensar la consecución de un mundo con o sin plásticos, de un solo uso o de varios. Argumentos que nos permitieron diferenciar entre recogida de los plásticos para ser reciclados y disminución paulatina de su uso. Se comentó en clase que Greenpeace avisa de que aunque algunas grandes marcas como Coca-Cola, Danone, Mars, Pepsi y Unilever, entre otras, han mostrado su buena disposición para reducir los plásticos, están pensando más en el reciclaje -que siempre conlleva algunas dificultades en su tránsito en España en donde solo se recicla según la misma ONG una tercera parte de lo que va a los contenedores amarillos- que en su sustitución o progresiva eliminación de nuestras vidas. Por eso, redactó el informe “Crisis de comodidad”, del cual animamos a leer algunos párrafos y comentarlos en sus clases.

A continuación se propusieron varias líneas de investigación; se aportaron datos y acciones sumamente interesantes, de esas que animan a pensar que algo se mueve en el mundo e invitan a seguir el camino. Supimos que 250 grandes empresas se habían unido a la iniciativa de la ONU para reciclar todo el plástico en 2050, en un proyecto que habían bautizado como New Plastics Economy Global Commitment (Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos); que las bolsas de un solo uso iban a desaparecer en la UE en enero de 2020, en algunos países ya lo habían hecho; que la mayoría de las grandes cadenas de distribución estaban preparadas para cambiarlas por otros sistemas de almacenaje. Como tras un trabajo pedagógico siempre se busca la aplicación, se les mostraron sugerencias para empezar a salir de la era del plástico, como #yousomibolsa, que nos anima a la participación activa; otra llamada “Labolsadepapel”, impulsada por los fabricantes del gremio para convencer a empresas y consumidores, pero que nos interesa conocer.

Pareció que se había generado un sentido crítico a la hora de abordar los usos del plástico –enfrentar lo que nos aporta con los desastres que genera su uso- y una manifestación de la intención personal de usar el mínimo posible. De hecho, a propuesta de uno de los grupos, se adhirieron un par de hojas grandes en el pasillo de secundaria. En ellas se invitaba a que quien circulase por allí escribiese en una las ventajas y por qué, y en la otra los inconvenientes y sus razones. Queda pendiente el trabajo de análisis de todo lo realizado. Una vez más, el inconveniente curricular que nos acosa nos impidió hablar sobre otros plásticos que nos acompañan: menaje de usar y tirar, vasos incluidos; los usados en la sobreprotección alimentaria, los que portan los animales que nos alimentan o no, etc.

El tiempo dirá el camino recorrido personal o socialmente, si nos hemos instalado en la “crisis de comodidad” a la que antes hemos aludido, si se ha avanzado más en la recogida o en la eliminación de nuestra dependencia de los plásticos, si ya hemos comenzado la andadura hacia el fin del plástico superfluo. Por último, y el reto va dirigido especialmente al profesorado: ¿Qué van a hacer en su centro para plantear la batalla al plástico? Pero de verdad. Pónganle plazos a cada acción y ¡suerte!

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/ecoescuela-abierta/2019/03/22/con-menos-plastico-tambien-hay-vida-placentera-defendamoslo-desde-la-escuela/

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Venezuela: Un apagón en la educación

Por: Efecto Cocuyo/ Fernando Pereira/ 03-04-19

Comencé a escribir estas líneas apenas uno de los bombillos de la casa se activó. Con la incertidumbre de si lograré terminarlo antes de que un nuevo apagón nos vuelva a poner a oscuras.

Se ha hecho hincapié de contar con un kit de emergencias para estos momentos: linterna, velas, radio de pilas e incluso lámparas artesanales que nos permitan bandearnos en la oscuridad. Sacando provecho de la previsión escucho en mi radiecito que un nuevo apagón ensombrece al país.

“Se trata de un nuevo atentado terrorista…” se escucha a los voceros oficiales. Surgen las preguntas: ¿dónde? ¿cómo? ¿cuánto?… Urge la necesidad de tener respuestas técnicas que permitan conocer la dimensión de la falla y las acciones que se están implementando para solventarlo y en cuánto tiempo. Interrogantes para las que no ha habido respuesta y que ensombrecen con el apagón informativo.

Por el radio nos enteramos que las actividades laborales y escolares fueron suspendidas. ¿Por cuánto tiempo? La prórroga se va anunciando día a día y mientras tanto los niños deben permanecer en sus casas.

La ansiedad, el estrés, la hostilidad se hace presentes en los hogares y las familias no saben cómo hacer para autoregularse emocionalmente.

En este espacio hice una serie de recomendaciones en “Vivir el apagón con los niños” haciendo énfasis en no crear falsas expectativas; no generar ansiedad; no mentir; por ejemplo: “Tranquilo, que la luz o el agua ya van a llegar”. Es importante escucharlos y hablar sobre lo que piensan y sienten.

¿Cómo han reaccionado las escuelas?

En una reunión con el equipo nacional de las escuelas de Fe y Alegría a la que fuimos convocados para pensar el reinicio de clases después del pasado mega apagón, hubo un consenso de que el rol de la escuela en estos momentos debe darle prioridad al impacto socioemocional que estos eventos han generado en la comunidad educativa, en especial a los niños y adolescentes.

Se recalcó que la recreación y el juego son importantes recursos válidos para que los estudiantes puedan drenar sus tensiones y reforzar la resiliencia, la capacidad de superar las adversidades y salir fortalecidos.

Se consideró clave crear espacios en los que el personal directivo pudiese expresar sus angustias y preocupaciones sobre cómo lidiar con las tensiones, expectativas y demandas en una situación en donde la impotencia y la frustración están presentes.
Lo ideal sería que las escuelas se mantuvieran abiertas como espacios de protección para los estudiantes. Para ello el Ministerio de Educación debería asumir su rol como ente rector orientando al personal directivo y docente sobre qué hacer con las demandas propias de esta contingencia: proponiendo estrategias flexibles en los horarios, una programación especial. Para ello es fundamental garantizar el suministro de alimentos, agua potable a través de cisternas y alternativas de transporte para los docentes, especialmente en las zonas más vulnerables.

Este deber ser no se corresponde con la realidad cuando la única salida que se plantea es cerrar los centros educativos.

La angustia generada por los efectos de la suspensión de clases por los asuetos extendidos, por falta de agua, transporte, apagones impide que se cumpla con los programas. Se corre el riesgo de que para recuperar el tiempo perdido se atosigue a los estudiantes de contenidos curriculares o con la asignación de tareas y trabajos especiales.

Las familias se sienten desesperadas porque no tienen la capacidad para apoyarlos y que cumplan con estas exigencias.

La emergencia eléctrica no es la causa

Las palabras que toman fuerza en este momento son: creatividad, solidaridad, la participación de las familias en el proceso educativo, la flexibilidad que deberían ser planteadas y apoyadas por las autoridades educativas.

El apagón educativo no es la consecuencia de la emergencia eléctrica; estos eventos agravan el drama preexistente por años de deterioro y adquiere dimensiones dramáticas en la medida en que ha mermado la calidad de vida de la ciudadanía y la escuela no da las respuestas suficientes y eficientes desde el punto de vista académico y social.

Valdría la pena poner sobre la mesa como el estado utiliza la red escolar para la aplicación del Plan República pero no hay la misma voluntad para mantenerlas abiertas en momentos donde la educación y la protección deben ser la prioridad.

* * *

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

*fuente: http://efectococuyo.com/opinion/un-apagon-en-la-educacion/

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Esther Secanilla: “Hay que dar luz a la invisibilidad de las altas capacidades”

Redacción: 3.0

¿Cómo se reconoce a un estudiante de altas capacidades? ¿Están los docentes preparados para atenderlos? Esther Secanilla, doctora en Psicología por la UAB, ha escrito un libro que trata de responder a las dudas que suscita este tema.

El currículo de Esther Secanilla, doctora en Psicología por la Universitat Autònoma de Barcelona es amplísimo: miembro del grupo de investigación en infancia y adolescencia en riesgo social (IARS) de esta universidad, profesora de Psicología y Educación en la Universitat Oberta de Catalunya, formadora, consultora de empresas…

Asimismo, es la autora de ‘Supermentes’ (Editorial Gedisa), obra que ofrece una visión multidisciplinar sobre las altas capacidades y que, además, proporciona herramientas para reconocerlas en la infancia y adolescencia, así como pautas de actuación. En su opinión, las altas capacidades siguen siendo un asunto pendiente de la sociedad, colegios y políticas educativas.

¿Por qué un libro dedicado a las altas capacidades en la infancia?

Los motivos son varios. Sobre las altas capacidades aun existen dudas, poco abordaje desde las escuelas, comprensiones erróneas, diagnósticos poco efectivos, desconocimiento por parte de los profesionales, desconcierto de las familias… Como explico en su introducción, tenía guardado material y decidí sacarlo precisamente por estas dudas. Investigué, me actualicé y reelaboré. Sigue siendo un tema pendiente en la sociedad, en los centros educativos y en las políticas educativas. Por esta razón, mi principal objetivo es dar luz a la invisibilidad de las altas capacidades.

A pesar de que parezca que hemos avanzado tanto en la forma de abordar la inclusión de tod@s, la realidad es que muchos profesionales y familias carecen de las herramientas para abordar estos casos. La consecuencia es que dejamos escapar verdaderos potenciales que muchas veces derivan en problemas y falsos diagnósticos.
Estudiante de altas capacidades

¿Qué herramientas y recursos ofrece para docentes y  familias?

El libro pretende ser en sí mismo una herramienta para profesionales, familias y cualquier persona interesada. Abordo recursos como, por ejemplo, unos cuestionarios individuales y en grupo. También herramientas para utilizarlas de forma conjunta que ayudan a hacer una primera detección y valoración inicial desde las propias escuelas, así como por parte de la familia y del propio alumno; cuestionarios que incluyen las inteligencias múltiples.

” Los mitos sobre estas personas que sugieren unas características comunes para todos los casos son perjudiciales “

La información recogida en el centro es el primer paso para un buen diagnóstico. Además, hablo de las expectativas tanto de docentes como de familias, de la resiliencia, de lasemociones, de la necesaria formación de los profesionales, del trabajo interdisciplinario…

¿Cómo hay que actuar ante estos alumnos?

Hay que partir de la base de que los estudiantes de altas capacidades tienen un cerebro diferente. Procesan los inputs de forma diferente al resto, almacenan las informaciones de forma distinta, y aplican dichas informaciones de otra manera. Poseen, pues, otro modo de resolver las situaciones y de aprender. Hay que poner en marcha todos los recursos que nos sean posibles para que se desarrollen adecuadamente.

Cada alumno es diferente. Ahora bien, tal y como he comentado, estos chavales procesan, almacenan, resuelven de forma diferente las informaciones. Por ello, a nivel académico y emocional requieren una serie de estrategias determinadas para desarrollarse. Será necesario saber si hablamos de precocidad intelectual, de talento o superdotación.

altas capacidades en el aula

Por otra parte, existen una serie de mitos sobre estas personas que sugieren unas características comunes para todos los casos. Por ejemplo, pensar que todos son unos vagos, o que se aburren, o que son raritos, o que no necesitan atención porque si son tan inteligentes no es necesario hacer nada. Esto es perjudicial. Hacer un listado de características puede resultar muy dañino para el niño o la niña, y para las altas capacidades en su conjunto, pues deriva muchas veces en errores de diagnósticos, de percepción por parte de profesionales y familiares, y errores de atención.

Cada caso es diferente, pero sí es posible partir de algunas premisas básicas sobre estos conceptos. Es importante hacer un buen diagnóstico para valorar qué hacer en cada caso y para ofrecer las estrategias necesarias. Para hacernos una idea sobre el concepto de altas capacidades, éste se aplica a la población que está en edad escolar y que precisa medidas para desarrollarse según sus capacidades. Engloba las capacidades por encima de la media de los alumnos en una o diferentes áreas. Incluye, pues, conceptos de precocidad intelectual, de superdotación y de talentos, así como los niños que son diagnosticados de alta capacidad sin que en su momento evolutivo se pueda precisar la especificidad a la que pertenecen.

¿Están preparados los centros escolares para responder a las necesidades de este alumnado?

Lamentablemente, no todos los centros educativos apuestan por una educación que potencie el talento de todos los alumnos o que valore la especificidad de cada uno y permita las diferencias; una escuela respetuosa con la diversidad, que sea equitativa, heterogenea, que apueste por proyectos innovadores curricularmente…  una escuela plural. Aunque es verdad que existen experiencias en nuestro entorno que lo ponen en práctica con muy buenos resultados.

” Es importante hacer un buen diagnóstico para valorar qué hacer en cada caso y para ofrecer las estrategias necesarias “

Algo muy importante es la percepción, las expectativas, el interés del propio profesional que atiende las altas capacidades. Maestros implicados que estén dispuestos a los retos y que creen un clima idóneo para el aprendizaje de todos sus alumnos, tengan las capacidades que tengan. Hay que reconocer el valor que tiene educar y reconocer la gran tarea que realizan los profesionales de la educación desde la sociedad.

Muchas veces surge inseguridad, miedos sobre cómo atender a estos alumnos, y una de las causas es la falta de formación del profesorado. Para ello es necesario también estar dispuesto a formarse. La formación es necesaria, tanto una formación inicial en los grados universitarios de maestros, pedagogos, psicólogos, educadores sociales, como una formación permanente a lo largo de la carrera profesional. También sobre las altas capacidades, aunque la realidad nos dice que formaciones entorno a éstas existen pocas. Las formaciones que permitan conocer mejor el desarrollo intelectual y emocional de los alumnos de altas capacidades son necesarias.

Es fundamental un diagnóstico biopsicosocial y multidimensional que contemple aspectos cognitivos, motivacionales y emocionales, pues la configuración de las altas capacidades es de naturaleza biológica, neuropsicológica y ambiental. Realizar este diagnóstico permitirá ofrecer las estrategias necesarias para abordar la alta capacidad desde la propia escuela. Es necesario un trabajo interdisciplinario donde intervengan y se responsabilicen los profesionales que trabajan con la persona. El mayor riesgo es no ofrecerles la atención que precisan para que puedan gestionar su capacidad intelectual y emocional.

educación y altas capaidades

Por último, un pequeño test. ¿Qué le sugieren las siguientes palabras?

  • Escuela: lugar donde relacionarse, aprender, disfrutar, entusiasmarse… Uno de los espacios más importantes en la vida y crecimiento de una persona.
  • Alumno: entidad propia y creatividad en estado puro. El futuro de nuestra sociedad.
    Inteligencia: concepto amplio, dinámico y singular como describe Sir Ken Robinson, que permite valorar el talento y los estilos individuales de aprendizaje de cada alumno. Howard Gardner habla de capacidades potenciales que se activan o no en función de los valores de una cultura determinada y de las oportunidades disponibles en esa cultura. También de las decisiones tomadas por cada persona o su familia, por sus maestros y por otras personas que intervienen. Para mí es un término que ofrece muchas posibilidades pero que debemos acompañar precisamente para ofrecer oportunidades de desarrollo.
  • Altas capacidades: conocer y dar a conocer. Reconocerlas. Sensibilizarse. Aprender con sentido. Posibilidad de ser lo que uno es sin temor al rechazo. Un largo camino por recorrer que empieza por el conocimiento y por la aceptación social. En definitiva: ¡visibilizarlas!

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/esther-secanilla-altas-capacidades/102171.html

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Entrevista a Luz Broto: “La educación es un campo muy propicio para la experimentación artística, se llevan muy bien”

Entrevista/20 Marzo 2019/Autora: Mónica Bergós/Fuente: El diario la educación

Luz Broto es una artista que lleva algunos años haciendo propuestas y trabajando con centros educativos. Sus últimos proyectos hablan de la idea de vacío de autoridad, de dejar al alumnado sin docentes durante un cierto tiempo. Y sobre qué ocurre en ese tiempo.

Nacida en Barcelona en 1982, Luz Broto ha desarrollado su carrera artística en relación a una idea no canónica del arte basada en la experimentación. Desde 2014, la artista está vinculada a diversos proyectos educativos, entre ellos el programa POSTDATA, que ha sido una de las múltiples experiencias tratadas en el seminario ‘Allez! Prácticas ambulantes y museos dispersos’, como un ejemplo de propuesta artística que se despliega más allá de los muros de la institución. Este encuentro en torno a experiencias artísticas y pedagógicas móviles, vinculadas a la tradición del arte postal, se ha llevado a cabo en la capital catalana, y ha sido organizado por el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y la Fundación Daniel y Nina Carasso.

¿En qué ha consistido su participación en el programa POSTDATA de arte en las escuelas?

El encargo era una pieza de mail art, algo que llegara en un sobre por correo a 60 institutos de Catalunya. Hice unas instrucciones para que lo recibiera un profesor o profesora, que decían: “Cuando haya empezado la clase di: ‘Ahora vuelvo’, sal de la clase, espera 2 minutos, vuelve a entrar y sigue con la clase. Repite esto durante varios días aumentando el tiempo de espera hasta que se haya completado el tiempo de la clase”.

¿Qué perseguía la propuesta?

Buscaba generar un vacío, una situación de excepción en la que los roles de profesor y alumno se alteraran. Dentro de un marco protegido, que es el arte, se puede entender como un juego. Es la idea de perder el control, dejar de ejercer el rol del profesor, por parte de quien controla la clase, y ver también qué pasa con el alumnado cuando se produce una ausencia de autoridad.

¿Cómo respondieron alumnos y profesores?

Una de las condiciones del proyecto era que los artistas no iríamos a las aulas, ya que se decidió que lo que allí ocurriera era algo autónomo, del reino de quien lo vive. No obstante, los profesores sí que han compartido sus experiencias. Hubo quien siguió la propuesta muy a rajatabla, otros decidieron aportar otras cosas, y hubo quien grabó la experiencia con una camarita.

¿Y qué le han contado los docentes?

Me han contactado varios profesores. Uno de ellos la semana pasada para decirme que está planteando al equipo directivo un tipo de ejercicio parecido, inspirado en aquella propuesta, y para ver qué me parecía.

¿Es un ejemplo de que este tipo de experiencias empodera al profesorado?

Vemos que este tipo de dispositivos son algo vivo. Generan algo que sucede a tiempo real. Los participantes son los agentes principales de lo que sucede, lo están haciendo ellos. Es diferente a ver una obra cerrada, que podemos interpretar o mirar, pero no la generamos nosotros.

Las propuestas educativas móviles se diferencian de otras experiencias en las que el artista visita el centro escolar, como Creadors en Residència, un programa impulsado por el Instituto de Cultura de Barcelona (ICUB) y la asociación cultural A Bao A Qu, en colaboración con el MACBA, entre otras entidades. Usted también ha participado en ese proyecto.

En ese caso estuve un curso escolar trabajando con el grupo de 1º de ESO del instituto de secundaria Doctor Puigvert de Barcelona. Ellos decidieron qué querían hacer. La idea era estar un día sin profesorado. Se inspiraron en otra experiencia que proponía un día sin carteles en la universidad. Lo llevaron a cabo. Hicieron todo el trabajo de hablar, exponer la idea, convencer, hacer reuniones en asamblea, y finalmente la dirección del colegio concedió dos horas para la experiencia.

Dani Canto

Fotografía: Dani Canto

¿Cómo lo vivieron?

Todo quedó registrado en la película ‘Un día sin profes’. Está colgada en mi página web www.luzbroto.net. Se acaba cuando van a entrar en el instituto ese día. Lo que pasa luego allí ya no es nuestro, porque nos dimos cuenta de que la cámara pasaba a ser un elemento de control. Pero yo estaba por ahí, y fue una fiesta. Unos veían una peli, otros bailaban, otros caminaban por el patio.

¿Cómo dialoga esa experiencia con la propuesta que ha hecho para POSTDATA?

Esa misma idea de vacío. La pregunta era si podían estar sin una figura de control, ellos mismos autogestionándose, y sin actividades programadas, porque también consideraban que éstas significaban un control del tiempo.

¿En qué referentes se inspira su trabajo artístico?

Uno de ellos es el movimiento Fluxus de la década de los 70. Se basaba en cosas efímeras, que sucedían en espacios no artísticos, en grupo. El arte salió de su lugar canónico para expandirse, probar otros formatos, experimentar con cómo se relacionaba con el público, cuál era su valor, qué quería generar. Se abrió un montón el campo. Mi trabajo va mucho de eso. Otro referente podía ser Yoko Ono y su Libro de instrucciones. En este seminario hemos traído el libro y hemos trabajado en torno a él en un taller.

¿Por qué el arte debe estar en la educación?

El arte puede estar en cualquier lado, pero la educación es un campo muy propicio para la experimentación artística, se llevan muy bien. Yo me siento muy cómoda trabajando en ámbitos educativos porque no hay presión de tener que formalizar, de que aquello tenga que tener un producto, un resultado, que luego se pueda vender. Es muy el aquí y el ahora y qué podemos hacer juntos, qué podemos aprender. Y si el arte al final genera preguntas, genera pensamiento, pues la educación también es eso.

¿Vivimos un buen momento para el arte en las escuelas?

Sí, está mejor que estaba. Se están generando espacios para otros formatos, más libres, más abiertos, menos jerárquicos, aunque aún queda mucho por hacer. También depende mucho del contexto económico y cultural.

Ha estudiado el doctorado Arte en la era Digital de la Universitat de Barcelona. ¿Cuál es el sentido del arte en unos tiempos tan marcados por las tecnologías?

Yo creo que el arte da igual en la era que esté. Siempre es contemporáneo a su época, habla de ella, la pone en duda, la cuestiona.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/arteyeducacion/2019/03/18/la-educacion-es-un-campo-muy-propicio-para-la-experimentacion-artistica-se-llevan-muy-bien/

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