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¿Estamos preparados para el regreso a clases?

Por: Roberto Patiño

¡Al fin!, desde este lunes 25 de octubre volvieron las clases presenciales en el país, después de casi dos años de haberse suspendido por la pandemia. Es una buena noticia que esperaban los padres. Sin embargo, esta alegría viene empañada de dudas en medio de un debate nacional que podemos resumir en la siguiente pregunta: ¿estamos preparados para el regreso a las aulas?

En ausencia de datos confiables sobre el verdadero alcance y letalidad de la pandemia en el país, a razón de la política de hermetismo que maneja el régimen de manera criminal, muchos venezolanos nos preguntamos si es seguro la vuelta al colegio. Nos cuestionamos, con suficientes razones, el ánimo de celebración que tiene la red de medios públicos al anunciar una llamada “inmunidad de rebaño” que no coincide con las alertas que han lanzado las Academias de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales y de Medicina, periodistas y ONG, que han mostrado retazos de una realidad sanitaria que no tiene muchos argumentos para celebrar.

Desde esta inquietud nos preguntamos, además, si las condiciones de los liceos y universidades en el país permitirán este regreso en condiciones seguras. No es posible un retorno a la normalidad educativa si no contamos con los servicios de agua y limpieza necesarios para la convivencia de los estudiantes con un virus que sigue en las calles. Más allá de la propaganda proselitista del régimen, ¿están preparadas las infraestructuras?, ¿hay suficiente dotación de equipos de bioseguridad?, ¿podemos volver a educar en medio de una pandemia que no ha sido vencida?

En un ámbito más cercano, tras casi dos años de parálisis educativa, es más que evidente que muchos de nuestros niños y jóvenes se han desconectado del proceso formativo aumentando la temible curva de la deserción escolar. La llamada “educación a distancia” o el programa “Cada familia una escuela” no fueron paliativos suficientes en medio de una condiciones técnicas tan precarias para las familias venezolanas (poca conexión a internet, problemas de luz, falta de equipos técnicos), una realidad que nos hace dudar sobre el nivel alcanzado por los estudiantes durante estos dos años. Era necesario, antes de abrir las puertas de los colegios, pensar con el apoyo de todos, una estrategia intensiva para lograr la nivelación de  los estudiantes.

La formación de los venezolanos debe responder a intereses mayores a la exposición de estadísticas “alegres” y a la ambición de un régimen que quiere imponer una “normalidad” a menos de un mes de las elecciones del 21 de noviembre. No se puede permitir que se inocule, a los niños y jóvenes, drogas que no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud, las llamadas “candidatas vacunales” cubanas no han cumplido, de momento, con las rigurosas pruebas que exigen los organismos multilaterales para que sean aplicadas como vacunas.

Se están tomando decisiones muy graves a espaldas de la opinión pública del venezolano, desconociendo y despreciando el trabajo de profesionales sobre el terreno y, lo que es peor, sin contar con el apoyo de un gremio, el de educadores, que no disponen del respaldo suficiente para volver a clases en medio de una pandemia y de una crisis económica sin precedentes.

El verdadero apoyo al sistema educativo venezolano no se logra con micros propagandísticos por la señal de VTV, requiere de un compromiso real, en sueldos, salarios, infraestructuras adecuadas y personal capacitado. Se necesitan planes acordes con la verdadera situación del país, trabajar con una hoja de ruta que sea planificada y ejecutada con el apoyo de los mejores talentos que tenemos.

Nosotros seguiremos acompañando y apoyando el trabajo que realizan nuestros líderes en las comunidades para garantizar la vuelta a clases en condiciones seguras, desde Caracas Mi Convive llevamos años apuntalando el esfuerzo de acompañar a las familias, con recursos y habilidades en la formación constante de los niños y jóvenes en la escuela y en sus hogares, un esfuerzo importante, pero que no puede, ni pretende sustituir el rol rector del Estado y de la sociedad civil en materia educativa.

Toda la sociedad venezolana tiene un compromiso con las nuevas generaciones, el Estado, la sociedad civil, los empresarios, deben entender la importancia en la formación de nuestros niños y jóvenes, la calidad de su formación nos afectará a todos a largo plazo y, lo que es más importante, hay que tener presente que ellos son el vivero de la esperanza para Venezuela y el motor del cambio que todos queremos y buscamos.

www.rpatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/estamos-preparados-para-el-regreso-a-clases/

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Mundo: Agencias de la ONU respaldan plan de comidas saludables en escuelas

Mundo/19-11-2021/Autor(a) y Fuente: ultimasnoticias.com.ve

Las agencias de la Organización de Naciones Unidas (ONU) anunciaron hoy su apoyo a una coalición internacional con el objetivo de mejorar rápidamente la nutrición, la salud y la educación de los niños en edad escolar en todo el mundo tras el cierre de escuelas provocado por la pandemia.

En una declaración conjunta, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) aportarán un conjunto específico de conocimientos especializados a la coalición, reseñó la Agencia Venezolana de Noticias.

Más de 50 socios, incluidas ONG, la sociedad civil, fundaciones y otras organizaciones han dicho que también brindarán apoyo a las cinco agencias se comprometieron a ayudar a School Meals Coalition, una agrupación de más de 60 países liderada por Francia y Finlandia, cuya visión es brindar a todos los niños necesitados la oportunidad de recibir una comida nutritiva en la escuela para 2030.

La coalición también está comprometida con programas de comidas escolares «inteligentes», que combinan comidas regulares en la escuela con intervenciones complementarias de salud y nutrición para el crecimiento y el aprendizaje de los niños.

En 2020, la pandemia de Covid-19 causó una gran interrupción en las escuelas y la educación en todo el mundo y millones de niños no pudieron obtener sus comidas escolares o beneficiarse de los servicios de salud y nutrición en las escuelas, como la desparasitación, la vacunación y el apoyo psicosocial. A nivel mundial, más de 150 millones de niños siguen sin recibir comidas y servicios esenciales de salud y nutrición.

«Los programas de salud y nutrición escolares son intervenciones impactantes para apoyar el crecimiento y desarrollo de los escolares y adolescentes», dijeron los líderes de las agencias de la ONU en su declaración.

Además, enfatizaron que todas estas acciones «Pueden ayudar a combatir la pobreza infantil, el hambre y la desnutrición en todas sus formas. Atraen a los niños a la escuela y apoyan el aprendizaje de los niños y la salud y el bienestar a largo plazo».

Los escolares no son los únicos que se benefician

Los líderes de las cinco agencias señalaron que las comidas escolares pueden servir como «trampolín» para la transformación del sistema alimentario.

«Siempre que sea posible, pueden utilizar alimentos cultivados localmente, apoyando los mercados y sistemas alimentarios nacionales y locales, mejorando las oportunidades para los pequeños agricultores y las empresas de catering locales, muchas de ellas dirigidas por mujeres. Estos programas pueden contribuir al logro de al menos siete de los ODS».

La coalición trabajará para restaurar las comidas escolares y otros programas de salud y nutrición que estaban vigentes antes de la pandemia de Covid-19, expandirlos para llegar a 73 millones de niños que no estaban cubiertos antes de la pandemia y mejorar su calidad en parte mediante el establecimiento de estándares y vinculándolos a la producción local de alimentos cuando sea posible.

En su declaración de apoyo, los líderes de las cinco agencias de la ONU se comprometieron a trabajar con los gobiernos para lograr los objetivos de la coalición, brindando apoyo técnico y operativo donde fuera necesario, además de abogar por la financiación y ayudar a recopilar mejores datos sobre el impacto de la escuela. programas de salud y nutrición.

Fuente e Imagen: https://ultimasnoticias.com.ve/noticias/general/agencias-de-la-onu-respaldan-plan-de-comidas-saludables-en-escuelas/

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China se protegerá de COVID-19 en escuelas, según funcionario

Asia/China/19-11-2021/Autor(a) y Feunte: Spanish.xinhuanet.com 

Las autoridades educativas chinas están renovando sus esfuerzos para salvaguardar las escuelas ante la COVID-19 y otras enfermedades infecciosas, anunció este sábado un funcionario.

Actualmente, la propagación de la COVID-19 coincide con los riesgos de enfermedades respiratorias estacionales, explicó Wang Dengfeng, funcionario del Ministerio de Educación de China, en una conferencia de prensa.

Según Wang, el ministerio ha instado a todas las escuelas a tomar la temperatura de todo el personal que ingresa y vigilar de cerca la salud de los mismos. También se les solicitó implementar medidas de prevención de epidemias de forma estricta y responder con rapidez cuando ocurran emergencias.

El trabajo de prevención y control de epidemias en las escuelas debe realizarse siguiendo las políticas locales, expresó Wang, y añadió que las escuelas deben realizar un seguimiento de las situaciones locales de prevención epidémica, mantener sus suministros abastecidos suficientemente y estar preparados para trasladar las actividades educativas en línea cuando sea necesario.

El ministerio también alienta a las escuelas a organizar y promover la vacunación entre sus estudiantes y profesores, según Wang.

Fuente: http://spanish.news.cn/2021-11/13/c_1310308987.htm

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Chile: [TVU] «clases presenciales serán obligatorias en 2022»

América del Sur/Chile/17-11-2021/Autor(a) y Fuente: www.colegiodeprofesores.cl

Noticiero central de TVU informó de decisión del MINEDUC. «En particular la Provincia de Concepción ha retrocedido de fase, se han disminuido los aforos, por lo tanto nos parece irresponsable el Ministro. Estando a cuatro meses del mes de Marzo no sabemos como va a estar el virus al inicio del año escolar del próximo año», plantea Jorge Barriga, Presidente del Regional Bio-Bio del Colegio de Profesoras y Profesores.

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España: El uso del catalán en las escuelas se desmorona

Europa/España/12-11-2021/Autor(a): CRISTIAN REINO/Fuente: www.elcomercio.es

Solo una quinta parte de los alumnos de Cataluña se relaciona siempre en catalán.

Más de cuarenta años de inmersión lingüística en Cataluña no están dando los resultados deseados por los defensores de la lengua catalana. La Generalitat ha presentado este jueves un informe sobre el estado de la lengua catalana en los centros educativos. Y su conclusión es que la situación es muy «preocupante». Su uso registra a día de hoy porcentajes que son una tercera parte que los que se daban hace 15 años. Así, por ejemplo, si en 2006 el 67% de los alumnos se relacionaba siempre o casi siempre en catalán en sus actividades grupales, en 2021 lo hace el 21,4%, solo uno de cada cinco estudiantes. Y el número de alumnos catalanes que dice no usar el catalán ‘nunca’ o ‘casi nunca’ en las actividades en grupo en el aula es del 28,4% mientras que en 2006 era del 10,9%. Ambos datos reflejan el descenso a una tercera parte de la posición que se registraba en 2006.

En cuanto a la evolución del uso del catalán entre el profesorado para dirigirse a toda la clase, también ha habido una disminución, ya que en 2006 el 63,7% de los docentes se dirigía a su grupo en catalán siempre o casi siempre, y en 2021 el dato ha disminuido hasta el 46,8%. Las cifras sobre los usos y resultados académicos hacen referencia al alumnado de 4º de la ESO. Dentro del aula, el 39% del alumnado se dirige siempre o casi siempre en catalán al profesor, cuando en 2006 la cifra era del 56%. El catalán es la lengua vehicular en la enseñanza de las asignaturas en la escuela de Cataluña, pero el idioma que más emplean los estudiantes para relacionarse es el castellano. «La situación social del catalán es preocupante», ha afirmado el consejero de Educación, Josep Gonzàlez-Cambray, que ha culpado a los gobiernos anteriores.

Para intentar revertir esta situación, el Govern ha presentado un plan, que busca promover el compromiso de la comunidad educativa hacia el catalán. Como paso previo, fija como necesario conocer cuál es la realidad lingüística de cada centro y comunidad educativa. Por eso, cada escuela hará un diagnóstico de los usos lingüísticos. Creará grupos impulsores formados por docentes de los diferentes niveles educativos y un miembro del equipo directivo, con el acompañamiento de los equipos de asesoramiento en lengua. A partir de la información recogida, se formará al profesorado para aplicar acciones que mejoren el uso del catalán. Una vez detectada la realidad de cada centro, se podrá incluso proponer la revisión del proyecto lingüístico de cada colegio.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/catalan-escuelas-desmorona-20211104150555-ntrc.html

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Los afectos en la vida escolar

Por: 

  • La educación de los afectos tiene un modo particular de proceder en cada escenario educativo, en el aula, en las agrupaciones de nivel, de materias curriculares; en los contextos formales o informales… Todos ellos son espacios donde tomar en consideración cada decisión de enseñanza, desde las que abordar la incertidumbre que significa poner en relación la vida emocional de unos y otros.

Una ‘buena educación’ permite no sólo acceder al conocimiento. Debe permitir también significarlo éticamente, gozarlo y compartirlo.

No siempre se ha entendido de esta manera.  Se ha asociado a erudición, elocuencia, ‘buenas formas’, dominio técnico, gestión estratégica… Todo ellos aprendizajes necesarios, pero que no agotan el concepto. Podríamos afirmar, sin temor a esquivarnos, que “a los adultos que trucaron los motores de Volkswagen no les faltaba competencia lectora, ni matemática, ni científica. Probablemente, de todo ello andaban bien sobrados. Lo que les faltaba era, pura y sencillamente, ética.” (Guadalupe Jover y otros, 2020) y nosotros añadimos… ‘empatía’.

La vida escolar y el ejercicio de la docencia no se entienden sin los afectos

Es difícil imaginar que la educación en las instituciones de enseñanza pueda desplegarse en un clima relacional ‘afectivamente neutral’. No es posible una relación educativa sin un escenario emocional de acogida, simpatía, dignidad y empoderamiento; alejada de toda humillación.

La experiencia de vida escolar así lo pone en evidencia. Costaría encontrar un estudiante que calificara su vida escolar de ‘emocionalmente neutral’. El debate no está, por tanto, en la existencia o no de los afectos en las relaciones educativas, sino en si el componente emocional debe ser objeto o no de educación formal. Curioso cuestionamiento para unas instituciones que tradicionalmente no desdeñan trabajar los afectos desde la vertiente más represiva, la disciplinaria.

“Yo estoy aquí para enseñar, no para educar…” es una expresión frecuente entre algunos docentes, apoyados en corrientes de opinión contrarias al cambio de los procedimientos de enseñanza. “Para educar, ya están los padres”, apostillan también algunas familias. Quizá no sea fácil apreciar que la aplicación a la vida escolar de estas afirmaciones que, por reiteradas, escapan a una consideración en profundidad, inhabilitaría al docente para el ejercicio de su profesión. Obstaculizaría la vinculación afectiva de deseo con el conocimiento; se haría difícil despertar en el estudiante las ansias de aprender.

Una educación plena necesita del ‘deseo por conocer’

Las conclusiones de la investigación educativa coinciden con nuestras propias vivencias, al considerar que, sin curiosidad, sin deseo de aprender, es difícil abrirse al estudio de la realidad y de nosotros mismos.

Tradicionalmente, para tratar de despertar ese interés, hemos utilizado —y lo continuamos haciendo— la presión externa, el miedo a la sanción… cuando todos sabemos que el miedo no promueve aprendizajes en profundidad. El deseo surge de una vivencia emocional positiva con el objeto de estudio, con las personas que lo orientan y con las que lo compartimos. Con “la pandemia nos (…) estamos dando cuenta de lo que deberíamos haber sabido todo el tiempo: que (la presión) no puede crear un camino hacia un aprendizaje poderoso, que las relaciones son fundamentales para el aprendizaje, que los intereses de los estudiantes deben estimularse y ellos mismos deben ser reconocidos.” (Jal Mehta, 2020)

Despertar y apoyar el deseo de conocer practicando una relación basada en el temor y en el miedo es, para algunos, sinónimo de ‘mantenerse neutral’, permanecer en el plano cognitivo, en el de la razón. Curiosa cirugía ésta, que se pretende entronizar.

La crítica que hacemos a esta posición no aboga, sin embargo, por la cosificación disciplinaria de la educación de los afectos. Nos referimos a un tratamiento más cultural, transversal e incorporado ‘con naturalidad’ en la vida escolar. Tendría que ver con crear escenarios educativos democráticos, favorables al estudio indagatorio y riguroso, donde poner en juego acciones de cuidado y atención a los afectos que surgen en las relaciones de enseñanza y aprendizaje. Supone considerar el conocimiento en toda su complejidad cognitiva, emocional y social; significar el aprendizaje en su entorno vital y favorecerlo en un marco ético y empático de actuación.

La tradición escolar no juega a favor

Los sistemas escolares nacen en plena revolución industrial, a mediados del siglo XIX, en respuesta a la enorme demanda de mano de obra ‘cualificada’. Se necesita un aparato institucional (disciplinario, en términos foucaultianos) para ‘formar’ a los operarios disciplinados y obedientes de esta industria.

Además de enseñar a leer, escribir y las cuatro reglas aritméticas había que trabajar determinadas rutinas comportamentales relacionadas con respetar horarios, mantener la uniformidad de las respuestas, ‘ser funcionales’ en una cadena de producción, acatar las consignas procedimentales y las jerarquías organizativas y sociales… La aceptación o, digámoslo claro, la sumisión a un orden económicamente rentable, que genera beneficios; sobre todo para un sector de la sociedad. En este marco escolar era preciso legitimar un clima afectivo de obediencia, de temerosa evitación de la sanción y de la posible expulsión del prometido paraíso laboral, abierto solo para los estudiantes ‘más educados’.

Los más ‘negacionistas’ de la educación de los afectos defienden que los profesionales de la enseñanza deben centrarse en la instrucción, en impartir ‘doctrina’, en reforzar los comportamientos más adaptados mediante buenas calificaciones, y sancionar otros que pudiesen resultar conflictivos, aquellos que alteran la premisa de la eficacia y rentabilidad de los aprendizajes, para el mejor y más ‘adecuado’ desempeño laboral. Este era, y de alguna forma sigue siendo, el comportamiento primordial exigido al aparato escolar y demandado incluso por algunas familias y el propio alumnado.

Sin perder el propósito, aunque enmascarando su puesta en escena, se encuentra hoy en su máximo esplendor un discurso revisionista, a nuestro juicio igualmente espurio. Nos referimos a un conjunto de referencias prácticas que apoyan explícitamente la incorporación de los afectos, pero con propósitos contrarios al pleno desarrollo personal. Apuestan por trabajar los afectos en el ámbito escolar, a beneficio, esta vez, de la ‘formación’ de operarios para la nueva revolución, en este caso, la tecnológica.

Plantean como objetivo la capacidad de ‘gestionar las emociones’ para adaptarse, con ‘menor sufrimiento’, a la arbitraria e interesada modificación de los desempeños laborales, a la obsolescencia del puesto de trabajo y que se asuma ‘con resiliencia’ la penuria, por ejemplo, de los contratos-basura… Se implantan técnicas de liderazgo estratégico conducentes ‘al éxito’ (sin plantearse el bienestar emocional y la justicia social), técnicas de colaboración para el desarrollo de procesos de producción de ‘bajo coste’ (sin margen para cuestionar el sentido de la tarea que se quiere ‘optimizar’) … y un largo etcétera, conocido por todos.

Al defender el desarrollo pleno de las personas hablamos de un enfoque transformador y crítico de la educación de los afectos. Queremos trascender los requerimientos productivos, mercantiles, de consumo, de compra y venta… a los que se quiere reducir la tarea docente.

¿Quiénes deciden qué afectos deben ser promovidos y cuáles ignorados?

Las argumentaciones anteriores pretenden ayudar a reflexionar en torno a la necesidad de reconocer y trabajar los afectos en las actividades relacionales y de estudio. La pregunta que nos surge ahora es ¿Quiénes deciden qué afectos, orientación y versión de éstos deben ser trabajados desde las escuelas?

Esta cuestión es importante, porque el contenido de la respuesta, sus consideraciones y validación, configuran el modelo de persona que se defiende. No es una decisión neutral. El marco cultural dominante es quien ejerce mayor presión para orientar la respuesta y relega a un según plano la reflexión sobre la medida en que la respuesta supone un avance o no a la formación, éticamente considerada, del buen ciudadano.

De ahí la necesidad de la construcción colectiva de la respuesta, en cada contexto particular, dentro un marco común de definición y sentido de la educación de los afectos, orientado hacia el bien común y la protección de los más débiles, sin concesiones a la injusticia. Presidido por los enunciados de las convenciones internacionales de derechos comunes, la constitución y las leyes educativas, pero significado y validado colectivamente en cada realidad escolar, en cada escenario de aprendizaje.

Una cuestión clave de este proceso sería decidir qué se considera ‘apropiado’ en la expresión de los afectos. Por ejemplo, ¿se admite, o no, mostrar enojo y cuestionar la autoridad?…

Otras preguntas colectivas podrían ser… ¿A favor de quiénes se establece una determinada orientación de los ‘buenos’ afectos y a expensas de quiénes otros? ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de considerar ‘apropiados’ determinados comportamientos para aquellos que sufren las decisiones de injusticia social?…  “La noción de afecto tiene las connotaciones de intensidad y dinamismo que alimentan las fuerzas de la sociabilidad. No se puede pensar fuera de las complejidades, reconfiguraciones y rearticulaciones del poder.” (Athena Athanasiou y otros, 2009, p.6)

En la educación de los afectos consideramos por tanto que “la tarea principal no es enseñar a los jóvenes cómo deben sentirse, sino permitirles entender por qué sienten determinadas emociones en un contexto social y político en particular; por qué, quizás, no se supone que se sientan de otra manera; y cómo imaginar de manera crítica otras condiciones en las que podrían darse alternativas muy diferentes.”(Michalinos Zembylas, 2019, p.20)

La educación de los afectos, a nuestro juicio, tiene más que ver con generar condiciones de posibilidad. Configurar marcos de relaciones de enseñanza- aprendizaje que propicien la construcción de personalidades analíticas que cuestionan las normas culturales e históricas sobre las que se han construido las emociones, cómo se expresan, quiénes pueden y logran expresarlas, y bajo qué circunstancias.

Resistirse al sometimiento y crear nuevos escenarios de aprendizaje

Entonces ¿Cómo crear los mencionados escenarios y promover esas condiciones de posibilidad? ¿Qué hacer para configurar entornos en los que sea posible entender la resistencia emocional de los estudiantes, reconocer la insolidaridad afectiva dominante y contribuir a su paulatina transformación?

Mientras la pedagogía de los afectos estudia las referencias culturales, históricas, de poder… la práctica educativa necesita para su desarrollo de muchas más referencias y condiciones estructurales. La educación de los afectos desde una óptica explicativa y transformativa tendrá más posibilidades en un sistema educativo que plantea un currículo abierto, que permite y facilita su desarrollo ajustado a cada realidad. Con un profesorado, que se comporta como ‘intelectual crítico’, acorde con el pensamiento de Giroux, que problematiza el supuesto de que las escuelas son vehículos de democracia y movilidad social, sensible a la diferencia y a la desigualdad, conocedor de las relaciones de poder dentro y fuera de las instituciones educativas y de su vinculación con los “regímenes emocionales” establecidos y legitimados.

La educación de los afectos necesita docentes que construyen su desarrollo profesional con el resto de colegas, afrontando colegiadamente las dificultades que plantean las relaciones de enseñanza-aprendizaje. Profesionales que comprenden el significado emocional del estudio, ponen en práctica un estilo investigativo de enseñanza y aprendizaje, son rigurosos y minuciosos en la detección de las barreras al estudio y capaces de abordar la enseñanza de cuestiones importantes.

Instituciones escolares que fomentan del deseo por conocer, donde los estudiantes aprenden a ser sujetos conscientes de su realidad y aprenden las habilidades necesarias para configurar y vivir verdaderas democracias. “En lugar de considerarlas extensiones del lugar de trabajo, o como instituciones de vanguardia en la batalla de los mercados internacionales y de la competencia extranjera.” (Henry Giroux, 2002, p.34)

Escuelas que no se consideran únicas depositarías del conocimiento y del modo ‘adecuado’ de conducir las relaciones sociales y los consiguientes flujos emocionales. Se definen como un nodo de formación que, junto al resto de agentes socio-educativos, son capaces de colaborar para construir, en su relación con los más jóvenes, proyectos formativos de barrio, ciudad….

Sin olvidar, además, el valor que en la educación de los afectos tiene el modo particular de proceder en cada escenario educativo, en el aula, en las agrupaciones de nivel o de niveles, de materias curriculares; en los contextos formales y académicos o informales. Todos ellos son espacios donde tomar en consideración cada decisión de enseñanza, desde las que abordar la incertidumbre que significa poner en relación la vida emocional de unos y otros.

(*) Esta reflexión es fruto de la participación en el debate colectivo mantenido a lo largo del 2020 en el Grupo de Trabajo online ‘Darnos aire’. Educación y laboratorios ciudadanos. Medialab-Prado

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/porotrapoliticaeducativa/2021/11/08/%e2%80%aflos-afectos-en-la-vida-escolar/

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Fin de las restricciones en Reino Unido y EE.UU.: ¿qué debes tener en cuenta para estudiar en estos países?

Por: ABC

Miles de familias españolas optan por enviar a sus hijos al extranjero durante su etapa escolar para que tengan una completa inmersión y formación del idioma. Este tipo de aprendizaje marca una diferenciación clave tanto en el ámbito académico transformándose en mejores oportunidades de cara al futuro como en el desarrollo personal del alumno generando más independencia, autonomía y madurez. Asimismo, este tipo de cursos académicos ayudan al estudiante a desarrollar habilidades sociales y conocer nuevas culturas.

Con la llegada del Covid-19, la demanda de formaciones en el extranjero comenzó a disminuir. Sin embargo, la evolución de la pandemia, en términos de vacunación y descenso de los casos ha ido devolviendo la normalidad a las aulas. De hecho, con el levantamiento general de las restricciones, desde el centroapuntan que han registrado un aumento del 35% de las solicitudes para este tipo de cursos escolares.

Entre los destinos educativos favoritos de las familias españolas se encuentran EE.UU. y UK, pero algunas pueden estar reticentes a la hora de iniciar las gestiones para enviar a sus hijos a cursar sus estudios en el extranjero porque desconocen cuál es la situación actual de estos colegios y cuáles son los trámites necesarios para acceder a estos países puesto que sus medidas se van flexibilizando de una forma diferente.

Relajación de las restricciones

En el inicio de la pandemia, EE.UU. no permitió durante un período de tiempo la entrada a personas que no tuvieran un visado y este hecho dificultaba el acceso al país como turista o para estudiar allí. Con la mejora de la situación, desde este 1 de noviembre, Estados Unidos ya admite la entrada al país sin necesidad de tener un visado.

En el caso de Reino Unido, el país ha ido eliminando las restricciones progresivamente y, en este momento, no se necesita ningún tipo de prueba para entrar al país. La única medida que se mantiene se trata de la realización de una prueba de antígenos al día siguiente de la llegada. Esto incrementa la entrada tanto de nuevos alumnos como de la planificación de las familias para visitar a sus hijos.

¿Cómo es la actividad en estos centros?

La situación actual de los colegios en ambos países es bastante similar y se asemeja también al estado actual de las escuelas españolas. Las actividades han vuelto completamente a la normalidad, las extraescolares, la convivencia en residencias o bien, las excursiones y viajes fuera de los colegios.

En Estados Unidos, los colegios están muy bien supervisados y existen muy pocos casos de Covid-19. En los espacios cerrados es obligatorio el uso de mascarilla pero, si el alumno está vacunado y ha estado en contacto estrecho con un infectado, no es necesario aislamiento o cuarentena.

Por el contrario, el uso de mascarilla en espacios cerrados se ha eliminado en Reino Unido y ya no se hacen grupos burbuja en las aulas. En su caso, para controlar la incidencia se realizan test periódicos para conocer la salud de los alumnos y detectar posibles casos positivos.

¿Por qué son los destinos favoritos?

En el caso de Reino Unido, es un destino educativo destacado principalmente por su larga tradición académica de reconocido prestigio por organismos como la Quality Assurance Agency. La educación británica es el modelo base para el resto de sistemas angloparlantes: aprendizaje personalizado y diversidad cultural. Asimismo, los más de 500 internados británicos se distinguen por sus instalaciones de calidad y por su disciplina organizativa.

El sistema estadounidense es popularmente conocido por su educación práctica, dinámica y personalizada. Los colegios cuentan con clases muy reducidas de alumnos internacionales e hispanoparlantes para fomentar la integración entre los alumnos y la multiculturalidad. Las escuelas de EE.UU. cuentan con medios más avanzados y son pioneros en el uso y aplicación de las tecnologías. Además, proporciona opciones diversas y ajustadas a las necesidades de cada alumno, desde los más brillantes a los que necesitan un programa más específico.

«La mejora de la situación sanitaria ha hecho que muchas familias pierdan el miedo a que sus hijos viajen y vivan fuera de casa, apostando por este tipo de formación que otorga a los jóvenes unas competencias y habilidades en su desarrollo personal, además del idioma, que posteriormente les puede abrir muchas oportunidades laborales», afirma Ana Pedrero, directora de Año Escolar en Astex.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-restricciones-reino-unido-y-eeuu-debes-tener-cuenta-para-estudiar-estos-paises-202111040111_noticia.html

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