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España: Los docentes españoles son los que más años precisan para alcanzar el salario máximo

Europa/España/29-04-2022/Autor: ANTONIO PANIAGUA/Fuente: www.elcomercio.es

Según un estudio de UGT con 14 países, un maestro de primaria necesita 39 años para alcanzar la retribución más elevada, que un holandés logra en solo 18.

Un profesor español de enseñanza primaria necesita 39 años para alcanzar el salario máximo, que un holandés logra en solo 18. Así consta en un informe de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT, que pide abordar una subida salarial con motivo de la entrada en vigor de la reforma educativa, negociar el desarrollo de la carrera profesional de número de alumnos por cada docente y la reducción de la carga lectiva.

De acuerdo con un informe del sindicato que compara los salarios de 14 países de la Unión Europea y la OCDE, la remuneración inicial de los maestros españoles, que se cifra en 30.550 euros, se halla solo por encima de los docentes de Francia (26.537), Italia (24.297) y Portugal (22.351). Sin embargo, los ingresos máximos al final de su carrera profesional (43.526 euros) están por debajo de todos ellos, salvo sus homólogos de Italia (35.373), y solo ligeramente por encima de los de los docentes finlandeses (43.273), si bien estos alcanzan su punto más alto tras veinte años de trabajo.

Los docentes de educación primaria de Luxemburgo y Suiza son los que registran los salarios máximos más altos, 119.057 y 114.246 euros. Llama la atención la retribución de los Países Bajos (73.201), que casi dobla el sueldo máximo de los maestros españoles (43.526) al cabo solo de 18 años de servicio.

Los docentes españoles de la ESO y Bachillerato, encuadrados en el mismo grupo funcionarial y con el mismo salario, tienen, al igual que de primaria, un salario inicial (34.121 euros) superior al de Francia (29.065), Italia (26.114) y Portugal (22.351). No obstante, al conseguir el salario máximo, Francia queda por arriba (49.514) de España (48.447) e Italia por debajo (40.597). Mientras, las diferencias con Portugal (48.245) apenas llegan a 250 euros anuales y aumentan con Finlandia (50.439) en casi 2.000 euros al año. Tal cosa solo se produce en la ESO, puesto que los docentes finlandeses que imparten Bachillerato reciben también retribuciones superiores.

Finlandia

Además, en todos los niveles, la retribución máxima llega en Finlandia al cabo de 20 años y de 34 en Portugal, y no tras 39, como sucede en España. UGT subraya que, a efectos de jubilación, las cotizaciones máximas se alcanzan con 35 años de servicio, por lo que, en la práctica, muchos docentes españoles llegan a la edad de retiro sin haber podido alcanzar tal remuneración.

Los datos sitúan a España, en todas las etapas educativas, en el undécimo lugar de los 14 países analizados, posición que se convierte en la duodécima al final de la carrera docente, salvo en el caso de la ESO, en la que se mantiene el undécimo lugar.

Por añadidura, el incremento salarial se realiza en un porcentaje muy diferente. Mientras en Francia aumenta más del 70% y en Portugal alcanza casi un 116%, en España el salario solo aumenta un 42% a lo largo de toda la carrera docente. En Italia, el único país significativamente por debajo, los incrementos para alcanzar el salario máximo se cifran en un 50% y se adquieren cuatro años antes que los docentes españoles.

Al igual que sucede en la comparativa a nivel europeo, las retribuciones del profesorado en España varían significativamente según la comunidad autónoma en la que realicen su labor. Estas diferencias se agrandan en muchos casos a lo largo de la carrera profesional, llegando a superar los mil euros mensuales en primaria y los 800 en secundaria.

El estudio pone sobre el tapete la realidad del desequilibrio que existe entre unas comunidades y otras en todos los cuerpos docentes. Sin tener en cuenta a las comunidades insulares y a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que presentan características especiales, los salarios más altos los obtienen los docentes de Asturias, Murcia y Euskadi, mientras que los más bajos se encuentran en Extremadura, Andalucía y Castilla y León.

Destaca la situación del profesorado madrileño de secundaria y FP. Estos profesionales, a pesar de ir incrementando significativamente el importe que perciben a lo largo de su carrera, no pueden compensar el hecho de percibir unas retribuciones iniciales de las más bajas. Esta desventaja supone que, pese a ser una de las comunidades autónomas más ricas, sus docentes perciben unas retribuciones inferiores al resto, exceptuando al profesorado extremeño -el que menos retribuciones tiene-, andaluz, castellano y leonés y aragonés. Estas discrepancias superan los 200 euros mensuales respecto al profesorado vasco, 320 en FP y 120 euros mensuales respecto a los docentes asturianos.

Como constata el estudio, las diferencias a partir del año 2010 entre los salarios percibidos por los docentes en España y los de la OCDE y la UE no han hecho más que aumentar. De hecho, mientras que a partir de 2014 se recuperaban los niveles anteriores a la crisis en la media de la OCDE y de 2015 en la UE, en España aún no se alcanzado dicho nivel de ingresos.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/salarios-profesores-espanoles-20220426131036-ntrc.html

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España: Los alumnos españoles dedican 18,2 horas semanales a hacer deberes y estudiar

Europa/España/22-04-2022/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es

Desde 2015 el Informe PISA contabiliza tanto los deberes mandados por los profesores como el estudio personal y las clases particulares.

El tiempo total que declaran dedicar los estudiantes españoles semanalmente a hacer deberes es de 18,2 horas, mientras que el promedio de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de 17,1 horas.

En una respuesta escrita a Vox, el Gobierno señala que el análisis del tiempo dedicado a los deberes por el alumnado es un «trabajo complejo, limitado principalmente por la dificultad de concretar qué se entiende por deberes escolares». No obstante, las evaluaciones del programa PISA lo han tenido en cuenta desde el año 2003 hasta 2018, con modificaciones en el concepto.

Según se recoge de la contestación, a la que ha tenido acceso Europa Press, entre 2003 y 2012 el tiempo dedicado a «deberes escolares» está referido al tiempo dedicado en casa. En este año, la estimación del número de horas semanales que los estudiantes declaraban hacer deberes en casa fue, en España, de 7,4 horas, y el promedio de países OCDE de 5,9 horas.

Nueve años después, en 2012, el tiempo que los estudiantes dicen que dedicaron a los deberes se redujo significativamente, tanto en el promedio de países OCDE, con 4,9 horas, como en España, con 6,5 horas.

El Ejecutivo precisa que, tal vez motivado por la dificultad de concretar qué se entiende por «deberes escolares» en las diferentes culturas y la diversidad de «tareas» que pueden llegar a incluir, desde las estrictamente «prácticas» a aquellas otras que pudieran incluir apoyo de la familia o de profesor particular o, incluso, horas dedicadas al estudio para la preparación de exámenes o pruebas o, sencillamente, por interés personal, a partir del año 2015 se modifican las cuestiones que se referían a los deberes escolares.

Así, a partir de 2015 el Informe PISA incluye, además de los deberes (tareas encargadas específicamente por los profesores), el estudio personal y las clases particulares.

De este modo, los resultados a partir de dicho año no son comparables con los de las ediciones anteriores, ya que incluían otros aspectos. Por tanto, con estas modificaciones, el Gobierno recuerda que el tiempo total que declaran dedicar los estudiantes, en España, es de 18,2 horas, mientras que el promedio de países OCDE es de 17,1 horas, según el Informe PISA.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/alumnos-espanoles-dedican-20220417105253-ntrc.html

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Protocolos para la prevención del suicidio en los adolescentes: qué son y cómo funcionan

Por: Laura Román

El suicidio es un problema real que, en ocasiones, también afecta a los estudiantes. Conocer los protocolos de prevención destinados al ámbito educativo es clave para saber cómo actuar ante un caso de intento de suicidio.

Según el informe de UNICEF ‘En mi mente. Promover, proteger, y cuidar la salud mental en la infancia’, el suicidio es la quinta causa de muerte en el mundo entre los adolescentes de edades comprendidas entre los 10 y los 19 años de edad. En España, y según el Observatorio del Suicidio en España, el suicidio es, después de los tumores, la principal causa de muerte entre la juventud española de 15 a 29 años.

Con estos datos sobre la mesa, y teniendo en cuenta el impacto que la pandemia ha tenido sobre la salud mental de la sociedad en su conjunto y de los estudiantes en particular, los centros educativos pueden ser una pieza clave para tratar de prevenir y evitar este problema entre el alumnado. Para ello, es necesario conocer y activar los protocolos para la prevención del suicidio.

La función de los protocolos para la prevención del suicidio en educación

En los centros educativos, este tipo de protocolos funcionan como una herramienta de información para todo el personal docente en torno a un grave problema que puede darse tanto en la infancia como en la adolescencia.

Son directrices que ya funcionan en algunas comunidades autónomas como AragónBalearesComunidad Valenciana o Galicia, y ejercen de guía para que los docentes conozcan las diferentes pautas de actuación si un estudiante se encuentra en esta situación. También promueven mecanismos de protección frente al alumnado y facilitan diferentes actuaciones de carácter preventivo dentro de la comunidad educativa. Es decir, tratan de aportar toda la información necesaria para actuar de forma rápida y eficaz ante un posible caso de intento de suicidio de un estudiante.

Protocolo para la prevención del suicidio en adolescentes

Así, y para entender fácilmente qué tipo de información ofrecen, nos fijamos, por ejemplo, en el caso de Aragón, uno de los más recientes. El documento se divide en diferentes apartados en los que tanto los docentes como el personal educativo pueden profundizar en esta problemática conociendo algunos de los conceptos asociados al suicidio, como ‘riesgo de suicidio’ (posibilidad real de llegar a hacerlo), ‘ideación suicida’ (pensamientos relacionados), ‘tentativa autolítica (acto fallido)’, ‘suicidio consumado’ o ‘autolesiones no suicidas’ (lesiones autoinflingidas sin intención suicida). Estos términos van acompañados de una serie de mitos en torno al suicidio como que no se puede prevenir, que las personas menores de edad no se suicidan o que hablar sobre este tema puede incrementar el riesgo, entre otras. Todos ellos desmontados con argumentos contrapuestos.

De esta manera, y en cuanto a la utilidad en las aulas, Miguel Guerrero, psicólogo y responsable de la Unidad de Prevención e Intervención Intensiva en Conducta Suicida (UPII) Cicerón del Servicio Andaluz de Salud, considera que estos protocolos contribuyen a reconocer explícitamente la magnitud y la importancia del suicidio en las aulas. “Además, es una herramienta de mucha utilidad ya que permite saber en todo momento cómo debemos actuar, qué tenemos que hacer y sobre todo qué no deberíamos hacer ante una situación de este tipo”, señala.

Cómo detectar, prevenir y actuar

La parte principal de estos protocolos se centra en la detección, prevención y actuación. En el caso del protocolo de Aragón, y en el apartado de la detección, se establecen una serie de factores de riesgo (personales, familiares, del entorno escolar y social) y señales de alerta verbales, como sentimientos de desesperación, comentarios relacionados con la muerte o expresiones directas sobre el deseo de quitarse la vida, entre otras, y no verbales como cambios en el comportamiento, descuido en la apariencia personal o dificultades en la concentración, la atención… que pueden ayudar al docente a identificar si algún estudiante está pasando por una situación de riesgo.

Guerrero coincide con las señales expuestas y afirma que la más evidente es “cuando el estudiante explicita sus pensamientos, ideas o intencionalidad suicida”. Aunque también destaca otras: se muestra retraído, triste o excesivamente ansioso, aislado, rechaza ir al centro escolar, abandona sus responsabilidades y baja su rendimiento académico de forma súbita o se percibe una conducta de agresividad, impulsividad u hostilidad desmedida por su parte. Para ello, añade que es importante “estar preparados y educados para poder sostener una conversación con un estudiante que está sufriendo de forma desesperada”.

En segundo lugar y en el apartado de prevención, se pone sobre la mesa la importancia del factor familiar, personal y del entorno social y escolar a través de una serie de estrategias que prevengan el problema. De este modo, adquirir competencias socioemocionales, disponer de relaciones de apego y de referencia dentro del entorno familiar o construir relaciones positivas con el profesorado son algunos de los ejemplos que ofrecen en el protocolo puesto en marcha en Aragón. Asimismo, en el ámbito educativo se considera relevante darle importancia a la educación emocional, la inclusiva o los programas educativos que refuercen la relación entre el estudiante y el docente.

Protocolo para la prevención del suicidio

En tercer lugar, los protocolos de prevención ante el suicidio establecen unas pautas y estrategias de actuación que, en el caso del documento aragonés, se dividen en dos grandes cuestiones: ‘¿qué no hacer?’ y ‘¿qué hacer?’ ante un posible caso de suicidio. En el primer apartado se muestran algunas acciones que no hay que llevar a cabo, como no tomar en serio las amenazas o la información del estudiante, ocultar información a la familia o no tratar de discutir ni criticar al alumnado. En el segundo apartado se establecen las actuaciones inmediatas (dependiendo de si hay un riesgo inminente o no), además de proponer una serie de actuaciones en el propio centro como proteger al menor evitando que se encuentre solo o la posibilidad de encontrar en clase recursos y teléfonos de ayuda, entre otras cuestiones.

Con toda esta información, ¿cuáles son las primeras acciones, y más inmediatas, que debe llevar a cabo un docente que identifica un posible caso de intento de suicidio en el aula? Para el psicólogo Guerrero resultan esenciales tres pasos: “Primero hay que acercarse a la persona y ofrecerle un espacio de seguridad y respeto en el que pueda expresar su dolor y las emociones que le están haciendo sufrir. Después hay que explorar la red familiar de apoyo del estudiante, animándole a que pida ayuda y exprese su situación a sus padres, hermanos, amigos…Y, en tercer lugar, es fundamental conectar al estudiante con la red de salud mental escolar y sanitaria para habilitar un apoyo, seguimiento o intervención especializada, si lo precisa, a la mayor brevedad posible”.

Ayudar a entender lo que ocurre

En definitiva, estos protocolos ayudan al personal educativo a conocer y entender todos los matices de la situación por la que está pasando el estudiante. Algo que puede ayudar, y mucho, a los jóvenes que lo necesiten.

Protocolo para la prevención del suicidio en adolescentes

Asimismo, y además de hacer uso de esta herramienta cuando se precise, también es esencial hablar con todos los estudiantes sobre el suicidio.“No debemos negar esta realidad en las aulas. Hay que hablar normalizando la salud mental, la importancia de la educación socio-emocional y las habilidades para resolver conflictos. Hablar abiertamente no aumenta el riesgo de suicidio sino todo lo contario, permite crear un clima sano en las aulas donde se pueda expresar el malestar emocional sin miedos ni rechazos”, afirma Guerrero.

Sobre la necesidad de hablar sobre ello también coincide Silvia Melero, periodista y creadora del proyecto Luto en Colores, facilitadora de talleres sobre el duelo y la muerte y del espacio ‘¡Conéctate a la Vida!’: “Las aulas son el reflejo de lo que pasa fuera, en las familias, en la sociedad, en el mundo que construimos. El simple hecho de abrir espacios en el aula para nombrar, hablar, visibilizar, tender puentes, caminos, escucha, herramientas de apoyo… ya es mucho. Los tabúes los tenemos los adultos, y se los pasamos a las siguientes generaciones. A los adolescentes les estamos pidiendo que hablen, que no se callen sus emociones y sus problemas, que pidan ayuda… Si al otro lado encuentran adultos que hayan hecho ese trabajo interno, tender esos puentes es más fluido porque hay menos barreras”.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/protocolos-suicidio-adolescentes/

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España: Aprueban la fórmula para convertir a los docentes interinos en fijos

Europa/España/15-04-2022/Autor: ALFONSO TORICES/Fuente: www.elcomercio.es

Educación diseña una oposición excepcional hasta 2024 que prima que las plazas ahora temporales se las quede quien acredite una mayor experiencia.

El Consejo de Ministros aprobó este martes el real decreto que busca que la salida a concurso y adjudicación pública de las actuales plazas de profesores con contratos temporales terminen por convertir en funcionarios a quienes ahora son interinos.

En otras palabras, la norma, propuesta por el Ministerio de Educación, diseña un procedimiento y unas reglas de asignación de plazas excepciones que tratan de conseguir que estos puestos permanentes en los colegios e institutos públicos españoles se los queden en su inmensa mayoría quienes ya los ocupan de forma precaria desde hace meses o años e, incluso, décadas.

El real decreto será el que regirá la cobertura de las decenas de miles de plazas funcionariales para docentes que convocarán desde este año hasta 2024 las comunidades autónomas para convertir en fijos buena parte de los puestos de profesor de Infantil, Primaria, ESO y FP Básica que están ocupados por interinos.

Estas convocatorias extraordinarias, que podrían suponer hasta el 70% de todas las plazas de funcionario que saquen a concurso en los próximos tres años las autoridades educativas, tienen por objetivo cumplir lo dispuesto en la ley aprobada en 2021, que ordena que en 2024 no sean temporales más del 8% de los puestos de las administraciones públicas. En el caso de la educación, con un 23% de docentes interinos, habrá que dar plaza de funcionario a un 15% de los profesores que hoy dan clases en la pública.

Los sindicatos docentes calculan que, aunque a estas convocatorias públicas podrá presentarse cualquiera que quiera intentarlo, dado el diseño tan específico de las exigencias, serán copadas en cifras superiores al 90% por interinos de centros públicos.

Dos procedimientos

El decreto diseña dos procedimientos de adjudicación distintos. El primero, que regulará el proceso para asignar las plazas cubiertas por temporales desde 2016, será un concurso oposición, pero primará los años de experiencia docente en centros públicos, para favorecer las opciones de los interinos.

La fase de oposición, a diferencia del procedimiento ordinario, no será eliminatoria (hasta ahora suspender una prueba impide seguir) y desaparecerá el examen práctico. Para ir a la segunda fase, la de concurso, bastará con una media de 5 en las pruebas de conocimientos y pedagógica. Y, de los 10 puntos del concurso de méritos, 7 se otorgarán por años de experiencia docente en una especialidad concreta en centros públicos, 2 por formación académica y 3 más por méritos, en los que primará haber aprobado oposiciones anteriores.

El segundo procedimiento, aún más favorable a los interinos, otorgará las plazas temporales previas a 2016. No habrá fase de oposición y la de concurso repartirá 15 puntos, de los 7 serán por años de experiencia docente, 3 por formación académica y 5 por otros méritos, incluido haber aprobado otras oposiciones y la formación permanente.

Los profesores novatos (sin experiencia docente) deberán concentrarse hasta 2024 en las convocatorias de plazas de nueva creación y de cobertura de vacantes de jubilación, en las que regirá el diseño habitual, que al menos les da alguna opción real de conseguir el puesto si hacen unos buenos exámenes de oposición.

El Ministerio de Educación, que había pactado con los sindicatos cubrir también las más de 35.000 vacantes por jubilación hasta 2024 con el modelo de concurso oposición extraordinario, ha tenido que dar marcha atrás porque el Consejo de Estado en su informe preceptivo avisó que se trataba de una medida ilegal porque perjudicaba en una convocatoria ordinaria los derechos y posibilidades de los aspirantes sin experiencia docente.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/gobierno-limita-sistema-20220412143823-ntrc.html

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España: Nuevo Bachillerato, más modalidades y a selectividad con un suspenso

Europa/España/08-04-2022/Autor: ALFONSO TORICES/Fuente: www.elcomercio.es

Recupera Historia de la Filosofía como obligatoria, oferta nuevas asignaturas, salva las recuperaciones finales y permite cursar la etapa en tres años en excepciones.

El Consejo de Ministros aprobó hoy el real decreto que fija y ordena las enseñanzas mínimas -los saberes básicos y su traducción en horas de clase por materias- que tendrá en todo el país el nuevo Bachillerato diseñado por la Lomloe, que comenzará a aplicarse en septiembre en primer curso y un año después también en segundo.

Se trata del currículo académico estatal con el que se completa la guía de aplicación de la reforma educativa en todas las etapas educativas, después de que en semanas previas el Gobierno aprobase los de Infantil, Primaria y ESO. El currículo real de Bachillerato se completará con los saberes y competencias específicas que decidan las autonomías y los centros, que deben fijar el 40% restante del horario lectivo (el 50% en caso de las comunidades con lengua cooficial).

Recupera la Historia de la Filosofía como materia obligatoria, permite a los alumnos de forma excepcional obtener el título y presentarse a la selectividad con un suspenso, la etapa podrá realizarse en tres cursos en vez de los dos ordinarios en casos concretos, estrena una quinta modalidad, Bachillerato General y varias asignaturas, y pide a autonomías y centros que den protagonismo a las tutorías y servicios de orientación psicológica y profesional, para ayudar a los estudiantes en la elección de modalidad y materias y para guiarlos hacia los estudios más afines a sus intereses y capacidades.

Exigencias para titular con un suspenso

Para obtener el título de Bachillerato se debe aprobar todo, pero también se conseguirá con un suspenso si el estudiante cumple cuatro condiciones. Que sus profesores coincidan en que ha alcanzado los objetivos y competencias de la etapa, no haber inasistencia injustificada a la materia, que se presente a todas las pruebas (incluida la recuperación) y que su nota media, contando el suspenso, sea de 5 o superior.

Se repite con más de dos

De primero a segundo curso solo se podrá pasar con un máximo de dos suspensos. En caso de terminar segundo con más de un cate, el alumno podrá elegir entre matricularse solo de esas materias y obtener el título o repetir segundo completo.

Hay recuperaciones finales

En esta etapa, a diferencia de la nueva ESO, se mantiene la convocatoria extraordinaria para quien suspenda en la evaluación final, las conocidas como pruebas de recuperación, que según la autonomías se realizan en junio o septiembre.

Bachillerato en tres años

Habrá un Bachillerato de tres años, en el que se repartirán las asignaturas de los dos cursos entre uno más. Sus beneficiarios están tasados. Solo está permitido para alumnos con alguna necesidad específica de apoyo educativo (discapacitados), para jóvenes que cursen en paralelo enseñanzas profesionales de música, para deportistas de alto nivel y para alumnos que puedan justificarlo.

Cinco modalidades

La secundaria superior se podrá estudiar a través de cinco modalidades, cada una con su propio itinerario de materias, orientadas a la rama universitaria a la que se aspire. Son las ya existentes de Humanidades y Ciencias Sociales, de Ciencias y Tecnología y de Artes -que se divide en Música y Artes Escénicas y Artes Plásticas, Imagen y Diseño- y de nueva creación, el General.

Cuatro troncales y tres específicas

Cada alumno tendrá siete asignaturas en cada curso, cuatro comunes a todas las modalidades y tres específicas -entre las que habrá obligadas y de elección-, más las optativas que fijen la autonomías o los propios centros. Entre las comunes destacan Lengua Castellana y Literatura e Idioma Extranjero, de las que se darán tres horas semanales cada curso, y el área filosófica, con dos horas semanales por curso, con Filosofía, en primero, e Historia de la Filosofía, en segundo. El listado autonómico, además de otras disciplinas, debe ofertar específicas de las que se cursan en otras modalidades y un segundo idioma.

Bachillerato General

La nueva modalidad incorpora conocimientos de humanidades, ciencias y arte y está pensada para quienes pueden orientarse a carreras mestizas como Psicología, Sociología o Periodismo. Además de las cuatro materias comunes, en el primer curso será obligado estudiar Matemáticas Generales y, en el segundo, Ciencias Generales. Ambas son de nueva creación. Las dos asignaturas específicas se elegirán entre cualquiera de las materias de otras modalidades o de dos de nueva creación: Movimientos Culturales y Artísticos (en primero) y Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial (en segundo).

Cinco asignaturas nuevas

Entre las 42 materias que describe el real decreto, incorpora, además de las dos anteriores, otras tres asignaturas nuevas. Literatura Dramática, de elección en Música y Artes Escénicas, Dibujo Técnico aplicado a las Artes Plásticas y el Diseño, posible en esa modalidad, y Coro y Técnica Vocal, en la rama de Música y Artes Escénicas.

Religión voluntaria e inocua

La asignatura de Religión solo la estudiará quien lo desee, no contará para la nota media de selectividad y se impartirá una hora o dos a la semana, según se dé en un solo curso o en los dos.

Nueva selectividad en 2024

La EBAU de este curso y la del próximo serán idénticas a las de los dos últimos años, repetirá el modelo pensado para evitar los daños docentes de la pandemia. Una selectividad flexible -que permite al alumno elegir las preguntas que mejor se sabe al darle el doble de opciones de temas a desarrollar- y, por lo tanto, algo más sencilla. Pero, al final del curso 2023-24, según establece la Lomloe, tendrá que realizarse una prueba de acceso a la universidad de nuevo cuño, en cuyo diseño ya trabajan grupos del ministerio de Educación, el de Universidades y representantes de la Conferencia de Rectores (CRUE).

Historia desde ‘La Pepa’

La asignatura Historia de España de segundo curso solo repasará los principales hechos desde 1812, con la expulsión de los franceses y la aprobación de la primera constitución, ‘La Pepa’. El importante acotamiento de la materia ha causado polémica. El ministerio defiende que no es la única historia de España que estudiarán los alumnos desde Primaria y que es el enfoque de historia contemporánea que tienen la mayoría de países en esta etapa.

Fuente: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/nuevo-bachillerato-modalidades-20220405132114-ntrc.html#

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Así muere un colegio público en España

POR: J. A. AUNIÓN

El cierre por falta de alumnos de una escuela en un barrio humilde de Mérida evidencia el incipiente problema que la caída de natalidad extiende por toda España. Padres y docentes rechazan los argumentos de la Junta, que asegura que el centro no garantiza la inclusión

El colegio público Juan XXIII ocupa un edificio enorme en mitad del barrio de San Juan, uno de los más humildes de Mérida. El jueves, en el recreo, solo un puñado de alumnos ocupa el patio, que incluye una pista de baloncesto y otra de fútbol. Construido en 1985 con capacidad para más de 400 estudiantes, hoy solo están matriculados allí 39, repartidos entre todos los cursos de infantil y primaria. Esa es la parte que nadie discute; a partir de ahí, sin embargo, parece que la Consejería de Educación de Extremadura y los padres del centro estuvieran hablando de colegios distintos. La Administración describe una especie de gueto que hay que cerrar (ha decidido hacerlo al final de curso) porque, con altas tasas de absentismo y repetidores, no garantiza la “igualdad de oportunidades ni la inclusión” de los pocos chicos, todos “especialmente vulnerables”, que se concentran allí. Ana León, empleada pública, madre de una niña con altas capacidades, y Mari Carmen Muñoz, auxiliar de enfermería, madre de un chico con discapacidad intelectual, defienden que, muy al contrario, se trata del único colegio que ha sabido garantizarles una buena educación. Explican que el compromiso de los profesores y, precisamente, lo exiguo del alumnado lo convierten en un “laboratorio de buenas prácticas” que merece la pena conservar, igual que se mantienen abiertos centros rurales con muy pocos estudiantes para no matar a los pueblos.

Pero las cuentas no salen —el centro “está funcionando al 8,7% de su capacidad”, dice una portavoz de la consejería— y la decisión —”necesaria y responsable”, aunque también “dolorosa y de último recurso”, continúa— ya está tomada. La directora del colegio, Cecilia Chamorro, admite con dolor que “quizás es ya tarde”, aunque probablemente “se podrían haber intentado muchas cosas antes”. El Juan XXIII lleva más de 20 años desangrándose, poco a poco, con esa imagen de puertas adentro y la otra, infinitamente peor y más poderosa, hacia fuera, perdiendo alumnos por el descenso de la natalidad y la competencia de dos colegios concertados que hay, a 350 y 800 metros, en los dos extremos del barrio.

Patio del colegio Juan XXIII, en la barriada de San Juan de Mérida. Patio del colegio Juan XXIII, en la barriada de San Juan de Mérida.ROBERTO PALOMO

Una reflexión que puede servir para Mérida, para toda Extremadura y en casi cualquier punto de España. En las próximas dos décadas, la curva descendente de natalidad hará que el alumnado de enseñanza obligatoria (hasta 16 años) disminuya un 23,4%, según los cálculos del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. El ambicioso informe del Gobierno España 2050, que trata de fijar una estrategia de país a medio y largo plazo, va más allá: prevé que a mitad de siglo el país “tendrá unos 800.000 estudiantes menos de entre 3 y 15 años”, lo que “equivale a tener unas 33.000 aulas de 24 alumnos menos que en 2019″. El texto propone aprovechar ese descenso para mejorar la calidad de la enseñanza. Pero, en el camino, puede significar el cierre de muchos colegios.

Ya está ocurriendo. En Badajoz todo el mundo tiene en la cabeza la clausura en 2020 del colegio público El Cristo de Villanueva de la Serena, un centro de características similares al Juan XXIII. En la Comunidad de Madrid, cerraron el curso pasado dos colegios públicos y un instituto de secundaria en Alcalá de Henares. En Huelva, hará lo mismo el año que viene el colegio Tres Carabelas, en La Orden, el barrio más poblado de la ciudad. Y en toda Andalucía se suceden desde el año pasado las protestas por el cierre de aulas públicas.

En el País Vasco, el debate ha sido tan intenso que uno de los puntos del pacto educativo que acaban de firmar los partidos que representan el 88% del Parlamento autónomo habla de “la racionalización de la planificación que, en este contexto de bajada de natalidad, haga una oferta ajustada a las necesidades de la demanda, evitando las sobreofertas, y las infraofertas, que puedan dar ocasión a un aumento de la segregación”.

El recrudecimiento de las clásicas tensiones entre la pública y la concertada parece inevitable, pues en muchos lugares la supervivencia de unos u otros dependerá de las decisiones que se tomen a partir de ahora. De hecho, uno de los grandes conflictos durante la tramitación de la ley educativa aprobada en diciembre de 2020 fue la eliminación de una frase que había introducido la anterior norma, del PP, que decía que la programación de la oferta escolar tendría en cuenta “la demanda social”. Esto, en la práctica, significaba reconocer el derecho a obtener o mantener un concierto siempre que haya demanda.

Menos alumnos por clase

La frase se eliminó, pero lo cierto es que la pública sigue en desventaja a la hora de decidir dónde aplicar la tijera, opina el profesor de Sociología de la Universidad de Barcelona Xavier Bonal. “La pública se rige por decisiones políticas y la concertada, por contrato y, si le quieres cerrar una o dos líneas, se van al juez y en 10 minutos las tienen otra vez puestas. Los conciertos, o los retocas cuando tienen que renovar, cada seis años, o durante ese periodo, aunque haya alteraciones demográficas, tienes muy poco que hacer”. Bonal aboga por una buena planificación que ajuste la oferta de plazas a la demografía. “Lo que es negativo para la desigualdad y la segregación es hacer un mero seguimiento de la demanda, hay que tener capacidad de planificar y para ello hay que jugar con las ratios”, dice en referencia a las bajadas del número máximo de alumnos que por ley puede haber en un aula, que además pueden servir para intentar mejorar la educación. El problema, de nuevo, es que los concertados tienen que aceptar voluntariamente esa reducción si se produce antes de la revisión de sus contratos, añade.

La concertada, en todo caso, parece que está por la labor. “La caída de la natalidad afecta a todos. Todo el mundo está muy preocupado”, dice Pedro Huerta, secretario general de Escuelas Católicas, entidad mayoritaria en la red concertada, antes de abogar por esas bajadas de ratio como una de las posibles soluciones. Esa medida no solo permitiría mantener las mejoras producidas durante la crisis de la covid —“Se atiende mucho mejor, los profesores están más a gusto y los alumnos reciben una atención mucho más personalizada”—, sino que también serviría “para evitar que esto se acabe convirtiendo en una guerra, a ver quién se lleva más alumnos, a ver quién convence a más padres…”, asegura. “Dejar las cosas como están y que sean las familias las que al final resuelvan solas el tema no hace ningún favor ni a la educación ni a las mismas familias”, añade. Eso sí, si se bajan ratios, opina que debería ser de forma flexible —“La caída de natalidad no afecta a todas las zonas igual”— y que los centros que las apliquen deberían recibir más subvención. En todo caso, cree imprescindible que se llegue a un acuerdo entre el ministerio y todas las comunidades para que las medidas sean consensuadas. “Ahora mismo, cada Administración autonómica está tomando decisiones con criterios diferentes”, protesta.

De momento, si uno se fija en cómo ha caído el alumnado de tres a cinco años desde que empezó a notarse en la estadística de 2012-2013 la curva de natalidad, la bajada de alumnos en la pública hasta 2020 fue del 14% y del 7,9% en la concertada. En primaria, donde los estudiantes empezaron a descender en el curso 2017-2018, la caída ha sido del 1,3% y del 0,5%, respectivamente.

Lo que parece claro es que si no se reorganiza la oferta con una mirada de conjunto y a medio plazo, cuando lleguen las situaciones al límite, el centro más débil tendrá todas las de perder. Sin más. Tal y como ha ocurrido con el Juan XXIII de Mérida. Un jueves, cuando suena allí a las 14.00 el timbre, no sale ningún niño; todos se quedan al comedor. A quien se ve pasar es a media decena de chicos y chicas con el uniforme de uno de los centros concertados del barrio camino de sus casas. Una de ellas, justo enfrente del colegio público.

Calle de San Pedro de Mérida, que conduce al Juan XXIII en la barriada de San Juan.
Calle de San Pedro de Mérida, que conduce al Juan XXIII en la barriada de San Juan.ROBERTO PALOMO

Cuando hace algo más de dos años Ana León y Raúl Fernández decidieron llevar allí a su hija, M., multitud de amigos y conocidos les llamaron para tratar de convencerles de que no lo hicieran. “Nos decían que si estábamos locos”. La mala fama del centro, de conflictivo, casi marginal, se extendía desde mucho tiempo antes por toda la ciudad. Pero no siempre fue así.

Aislada entre una carretera nacional (la avenida de Felipe VI) y el río Albarregas, en el límite noreste de Mérida, el visitante despistado puede pensar que está entrando en un polígono al llegar a la barriada de San Juan, por la cantidad de talleres que encontrará a la entrada. Una vez dentro, sin embargo, aunque siguen menudeando las naves y edificios que albergan alguna tapicería, distribuidora de bebidas o artículos de hostelería; se abren paso las casas de dos plantas, modestas pero en su mayoría bien cuidadas. Todo habla de sus orígenes, los de un barrio levantado de forma irregular, como en tantas ciudades de España, por emigrantes llegados de los pueblos en los años sesenta en busca de los trabajos que prometía la industria. Con el paso del tiempo, los hechos consumados obligaron a las administraciones a ir legalizando las construcciones y dotando al barrio de los servicios básicos de agua, luz, alcantarillado…

El colegio llegó a finales de los sesenta, con la ayuda de la parroquia local y el esfuerzo de los vecinos, que lo construyeron en un solar donado por uno de ellos. Con la fórmula público-privada de aquellos tiempos —la gestionaba un patronato y el Estado pagaba a los maestros—, el centro fue ganando fama y creciendo, atrayendo a alumnos de barrios vecinos. Hasta que en los ochenta, convertido ya en colegio público, se trasladaron a un flamante nuevo edificio, sin duda uno de los más grandes del vecindario, que es el que ocupa ahora. En esta página de Facebook, se puede recorrer la historia sentimental del centro a través de las fotografías que cuelgan antiguos profesores y antiguos alumnos.

Algunas de las imágenes del grupo de Facebook Escuela de la Campana, cedidas por su administradora.
Algunas de las imágenes del grupo de Facebook Escuela de la Campana, cedidas por su administradora.

Sería difícil saber exactamente en qué momento empezaron las dificultades a hacerse evidentes. Y sería injusto echarle la culpa a una sola cosa, o a dos, pues seguramente son muchas y entremezcladas las razones. El envejecimiento del barrio y la falta de niños porque las segundas generaciones crecen y se van a vivir a otra parte, los realojos que se produjeron en los noventa en el vecindario de al lado, la nueva legislación que resta dos cursos (7º y 8º de EGB se van al instituto como 1º y 2º de ESO), la presión creciente de los concertados del barrio, que van ganando la fama que poco a poco pierde el Juan XXIII…

Un plan de mejora del centro redactado por el propio colegio en 2008 lo explica así: “Alumnado: con bastantes problemas de aprendizaje […] Poca capacidad para el estudio y con expectativas muy limitadas. Porcentaje significativo de alumnos de etnia gitana. Las dificultades del alumnado se han ido acrecentando en los últimos años, disminuyendo progresivamente los alumnos procedentes de las familias de la barriada y llegando otros de las limítrofes, más marginales y, consiguientemente, con más problemas educativos. Se observa también un creciente absentismo escolar.

“En mi colegio aprendo. Me gustan mis maestras”

El caso es que para cuando Ana León y Raúl Fernández decidieron llevar allí a su niña en noviembre de 2019, tuvieron que vencer muchas resistencias de gente cercana. Pero estaban decididos, después de una larga y mala experiencia en un colegio público del centro de Mérida, donde los resultados y el comportamiento escolar de M. nunca fueron buenos, aseguran sus padres, porque nunca tuvo la atención que requería por sus altas capacidades, ni siquiera cuando por fin le fueron diagnosticadas. “Un conocido, que había formado parte del equipo de orientación del Juan XXIII, nos comentó que allí trabajaban muy bien. Llamé a Cecilia, la directora, un día a las 11.00 y a las 14.00 estábamos en el centro hablando con ella. No nos lo podíamos creer. Al director del otro colegio nunca llegamos a conocerle”, cuenta Fernández. “Nos dijo: ‘Yo no tengo ninguna experiencia con altas capacidades, pero si la traéis me formo y formo a mi equipo”. No hizo falta más, de un día para otro, con el 4º de primaria ya empezado, M. se cambió al Juan XXIII.

Hoy está en sexto y sus padres aseguran que la niña está muchísimo mejor en todos los sentidos, académica y personalmente. Por todo esto, mandaron un escrito a la consejería pidiendo que no se cierre el colegio. El texto contiene la siguiente reflexión de la propia chiquilla: “En mi colegio aprendo. Me gustan mis maestras, su cariño. Siempre te ayudan y no te gritan. Me quieren. Hablo mucho con ellas y me escuchan. Las actividades que hacemos son divertidas. Me gusta hacer los trabajos que nos mandan. Saco buenas notas. Mi mejor amiga es una niña refugiada, de Georgia, leo mucho y rápido. El último libro ha sido Harry Potter y las reliquias de la muerte. De mayor quiero ser diseñadora de moda y psicóloga porque me gusta solucionar los problemas de mis amigos y se me da bien”.

Desde hace algunos años, las clases no están divididas por cursos, sino por etapas: una de todo infantil, otra de 1º y 2º de primaria, otra de 3º y 4º y otra más de 5º y 6º. La segunda planta hace tiempo que no se utiliza, y han reaprovechado muchas de las aulas que aun así sobran para hacer una biblioteca, sala de informática, taller… Tenían un huerto, pero no se les daba muy bien, admite Chamorro, que destaca algunos proyectos que han puesto en marcha, como las cotutorías, las tertulias dialógicas (todos los niños van leyendo y comentando un libro al mismo tiempo) o su iniciativa de aprendizaje de servicio, que trata de integrar proyectos escolares en la vida de un barrio donde el único servicio público es el colegio. “Los niños seleccionaron y prepararon, por ejemplo, una exposición de fotografía en el local de la asociación de vecinos sobre el empoderamiento de la mujer rural. Ellos mismos contactaron con la autora”, cuenta Chamorro.

Algunos de los profesores del Juan XXIII. Desde la izquierda, Mercedes Galán, Izaskun Gil, Juani Ramírez, María José Delgado, Cecilia Chamorro, Ina Fuerte (conserje) y David Casco.
Algunos de los profesores del Juan XXIII. Desde la izquierda, Mercedes Galán, Izaskun Gil, Juani Ramírez, María José Delgado, Cecilia Chamorro, Ina Fuerte (conserje) y David Casco.ROBERTO PALOMO

La clave de su trabajo, insiste, es dar a cada niño lo que necesita. “A veces se enfadan porque permito a uno algo que no permito a los demás, o regaño a otro por una cosa que le dejo hacer a su compañero… Yo siempre les digo: ‘No sois todos iguales. Sois todos distintos. Pero eso es lo bonito”. Ella es cotutora de la clase de 5º y 6º, donde están tanto M. como A., un chico diagnosticado con trastorno generalizado del desarrollo (TGA) y discapacidad intelectual.

Su madre, Mari Carmen Muñoz, también relata una mala experiencia previa, en su caso, en un concertado donde se resistieron, asegura, a diagnosticarle la discapacidad. Además, describe algunos espeluznantes episodios de acoso. Explica que, por sus apreturas económicas —en su casa solo cuentan con su sueldo de auxiliar de enfermería—, hubo momentos en que no pudo comprar material escolar para sus cinco hijos. “O comíamos o comprábamos libros. Y en el otro colegio me tuvieron a dos niños un curso entero sin ellos. En el Juan XXIII no hemos tenido ningún problema y, si alguna vez no he tenido para un lápiz o un cuaderno, pues se lo han dado”. Desde este curso, los cinco van al colegio de San Juan. El padre, Marco Antonio Caballero, que admite que él era el que tenía más dudas sobre si llevarlos allí —”Es que se oían tantas cosas…”—, es hoy uno de los más movilizados para intentar que la consejería no cierre el centro.

Tanto su familia como la de León y Fernández apoyan la propuesta del sindicato del profesorado PIDE, que además de revisar y eliminar todos las plazas concertadas innecesarias de la ciudad, reclama mantener el colegio abierto, reflotándolo por medio de un plan que incluya cambiar desde el nombre hasta convertirlo en una comunidad de aprendizaje (un modelo que aplica experiencias de éxito en la mejora del aprendizaje y la convivencia). Además, reclaman, para atraer a más familias, integrar en el colegio el primer ciclo de educación infantil (menos de dos años) y 1º y 2º de ESO. Dos medidas que el propio centro ha pedido en distintos momentos, pero la Administración ha rechazado.

La Consejería de Educación no ha permitido a este diario entrar en el Juan XXIII. Tampoco ha respondido a la pregunta de si han valorado la propuesta para mantener abierto el centro ni ha aportado los datos solicitados de oferta y demanda de plazas en los colegios concertados cercanos del barrio.

Fuente de la información e imágenes: https://elpais.com

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3.000 menores ucranianos ya están escolarizados en España mientras las administraciones intentan organizarse

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  • Poquísimo más de 3.000 chicas y chicos de Ucrania han sido escolarizados en España entre Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid, las tres autonomías que más población de este país tenían antes del conflicto que cumple estos días un mes. Las administraciones intentan responder de manera rápida a las necesidades de escolarización y atención emocional de estos menores a la espera de conoceer la inversión desde Europa para hacer frente a esta situación.

Nos han llamado para preguntar si tenemos espacio para acoger alumnado ucraniano». Esta frase ha sido pronunciada en los últimos días por muchos equipos directivos de territorios que van desde Castellón hasta Leganés, pasando por media Cataluña. Las administraciones educativas andan en busca de centros para poder escolarizar alumnado provinientde Ucrania. No es tarea fácil. Recortes sobre recortes, aumento de ratios y restricciones pandémicas se lo han puesto muy complicado.

Desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid confirman que han pasado días haciendo «batidas» para conocer la capacidad de los centros de la región para escolarizar a estos menores. Hasta la fecha, según sus datos, hay 763 chicas y chicos. Buena parte, según parece, en el distrito obrero de Villaverde, en la capital.

En localidades como Torrevieja (Alicante), en la que hay varios miles de ucranianos residentes, llevan días preparando la llegada de decenas de chicas y chicos. La labor conjunta de la Conselleria de Educacación, el Ayundamiento, la Asociación local de ucranianos, los centros educativos y hasta las y los comerciantes ha hecho posible que esta llegada tenga cierto sentido. En la Comunitat Valenciana, según datos oficiales, se ha matriculado a 1.067 menores ucranianos hasta la fecha.

Horacio Antonio Moralejo es director del IES Las Lagunas. Explica a este periodista que el pasado viernes organizaron una suerte de jornada de puertas abiertas, de momento de presentación para las seis personas que han matriculado en su centro y para sus familias. Además de un acto por la paz en el que participaron, les enseñaron el centro, les explicaron qué harán durante las próximas semanas y les facilitaron material escolar para poder comenzar su escolarización en el centro.

El objetivo primero y primordial es que esas chicas y chicos aprendan lo antes posible el castellano. Lo harán, según explica, en grupo en los que estarán estos alumnos con docentes que se contratarán de manera específica del ámbito sociolingüístico y cientifico y que tengan, además, certificación en inglés para tener las mayores posibilidades de comunicación.

Mascarillas FFP2, mochilas, manuales de español o material de papelería es lo que entregaron en el IES La Laguna de Torrevieja a los chicos y chicas venidas de Ucrania. Imagen cedida

Les han preparado también, una especie de pack de bienvenida con todo el material de papelería que les pueda hacer falta, desde mochilas, cuadernos, bolígrafos o lápices (una papelería de la localidad ha donado la mitad del coste para hacerlo posible), y material para el aprendizaje del español.

Además de preparar el terreno en lo educativo, cuenta Moralejo, uno de los puntos clave será el acompañamiento socioecmocional. No dejan de ser chavales y chavalas venidos de un territorio en guerra. De momento no saben en qué condiciones les van a llegar estas chicas y chicos. Es algo que tendrán que ir gestionando con el paso de los días y de las semanas.

Álvaro Ferrer es especialista en Equidad Educativa de Educación en Save the Children. La organización no hace incidencia en relación a las personas que piden ayuda internacional, pero sí están haciendo trabajo en las fronteras de Ucrania con Rumanía y Polonia, además de tener proyectos en España que puedan ser utilizados para atender a quienes vienen desde el país eslavo.

Ferrer explica que lo idóneo sería agrupar a este alumnado dentro del grupo de referencia y no por separado porque el efecto protector del grupo puede llegar a ser muy importante. También lo sería el hecho de que, además de centrarse en la enseñanza del español, no se dejase a un lado el resto de las materias. Eso sí, haría falta personal suficiente para que las ratios previas no fueran un problema. A pesar de que el sistema elegido de esa especie de grupos de acogida que ya anunciara también Pilar Alegría hace unos días no es por el que apuestan desde Save the Children, ven que si la opción es esta por la altura del curso en la que están los centros y no se alargarse más allá del mes de septiembre, sería factible.

Desde Cataluña, según fuentes de la Conselleria de Educación, se está haciendo el esfuerzo de matricular a todo el alumnado independientemente de que no tenga toda la documentación que habitualmente es necesaria para hacerlo. Hasta ahora, según datos oficiales, hay 1.187 menores. La premisa es escolarizar a todo el mundo lo antes posible, no separar a las y los hermanos y favorecer en la medida de lo posible el reagrupamiento familiar.

También se quiere hacer el esfuerzo de que las y los niños sean escolarizados de la manera más equilibrada posible evitando que los posibles guetos urbanos se ceben en unos centros frente a otros. Desde Torrevieja, Horacio comenta que allí se ha hecho lo mismo, de manera que los centros de secundaria (cinco en la localidad) tengan un cierto equilibrio en la recepción de las y los chicos, para «evitar que uno tenga a 30 o otro a dos», comenta.

La dificultad de esas decisiones empieza ya a llegar al terreno. Ya hay varios miles de menores escolarizados, la mayor parte en centros públicos a pesar de las condiciones en las que muchos se encuentran. Entre los recortes de hace una década y las restricciones impuestas por la pandemia. Desde la patronal Escuelas Católicas aseguran que algunos territorios han publicado normativa para que estsa escolarización se haga en centros sostenidos con fondos públicos, aunque no pueden confirmar que se haya realizado ya alguna matriculación en centros concertados.

Se esperan semanas complicadas y un final de curso en el que presumiblemente, esta infancia, además de recibir formación en español, no tendrá un acceso especialmente normalizado al currículo escolar. Ferrer explica que Save the Children pone en marcha en zonas de conflicto, así como en campos de refugiados, modelos «acelerados» de enseñanza en los que se recorta el currículo con el objetivo de que chicas y chicos puedan alcanzar unos mínimos que les permitan estar con su grupo de iguales. Llevaron a cabo este tipo de experiencias en Ceuta con la entrada de decenas de menores hace unos meses y creen que sería interesante pensar en medidas similares ahora.

El próximo día 30, está prevista la celebración de una Conferencia Sectorial entre Ministerio y comunidades autónomas en la que se hablará de esta situación. Todo el mundo espera conocer entonces cuál es la cifra de inversión venida desde Europa, que ha destinado parte de los fondos no utilizados para la crisis causada por la pandemia. Hasta la fecha, solo la Comunitat Valenciana ha realizado contrataciones adicionales para dar apoyo a los centros educativos que escolarizan menres ucranianos. Desde Cataluña se estudiará en los casos en los que sea necesario, según fuentes de Educación. En Madrid no se sabe.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/03/28/3-000-menores-ucranianos-ya-estan-escolarizados-en-espana-mientras-las-administraciones-intentan-organizarse/

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