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España: 23 institutos públicos estrenarán el nuevo Bachillerato General en Asturias con 173 estudiantes

Europa/España/22-07-2022/Autora: OLGA ESTEBAN/Fuente: www.elcomercio.es

Es una de las grandes novedades de la nueva ley educativa. El Bachillerato General llega para dar una salida a todos aquellos alumnos que, al llegar a esta etapa, no tienen claro aún qué harán después, que no se deciden por un área de conocimiento concreta. El Gobierno lo presentó como una excelente oportunidad para muchos estudiantes y así lo ha defendido la consejera de Educación, Lydia Espina. Pero directores y familias habían mostrado muchas dudas, entre ellas, si realmente la nueva modalidad les abrirá todas las puertas, ya que se desconoce cómo ponderará la Universidad las materias que cursen. Sea como fuere, era una incógnita hasta qué punto llegaría el interés de los estudiantes y la incógnita ya se ha despejado. 173 alumnos asturianos estrenarán el Bachillerato General en 23 institutos públicos de la región.

En realidad, la demanda fue algo mayor. Se registraron 194 solicitudes en 33 centros, pero diez de ellos no alcanzaron el número mínimo de cuatro alumnos que se fijó para poder implantar la modalidad. Aunque la intención de la consejería era que todos los centros que tuvieran demanda pudieran ofertarlo, finalmente los propios centros solicitaron, por cuestiones de organización, que se fijara un número mínimo.

En cualquier caso, las cifras son provisionales, ya que en Bachillerato sí hay recuperaciones en septiembre y la matrícula puede aumentar. Hay, de hecho, cinco institutos que han recibido tres solicitudes, con lo que con sola una más estrenarían modalidad.

Los 23 centros que ofrecerán el nuevo Bachillerato están en Gijón, Oviedo, Avilés, Siero, Langreo, Laviana, Castrillón, Llanes, Colunga, Villaviciosa, Vegadeo y Gozón. Los que contarán con mayores grupos son el IES Jovellanos de Gijón y el Isla de la Deva, de Piedras Blancas (Castrillón), con 13 estudiantes cada uno. El Víctor García de la Concha de Villaviciosa tendrá 12; el Doña Jimena, también de Gijón, el David Vázquez Martínez de Laviana y el Pérez de Ayala de Oviedo tendrán diez cada uno.

La consejera de Educación, Lydia Espina, aseguró ayer que las cifras «son positivas para el primer año de implantación» y se mostró convencida de que «irán creciendo en los próximos cursos, una vez que esta modalidad se vaya consolidando». Ya dijo hace unos días que, a corto plazo, está segura de su éxito entre la comunidad educativa. También destaca la consejera que con la oferta que ya está garantizada se cubre una gran parte del territorio asturiano: la zona central, las alas y las cuencas.

El nuevo Bachillerato General tendrá las mismas materias comunes y optativas que el resto de modalidades, pero se diferenciará por las asignaturas de modalidad. Será obligatorio cursar Matemáticas Generales en primero y Ciencias Generales en segundo. Luego podrán elegir dos más entre todas las que se ofrezcan en esta etapa. Además, se han creado dos específicas: Economía, Emprendimiento y Actividad Empresarial, en primero, y Movimientos Culturales y Artísticos, en segundo.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/institutos-publicos-bachillerato-asturias-estudiantes-20220720002222-ntvo.html

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El nuevo decreto de mínimos para centros deja las ratios como estaban y marca las del 0-3 años

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Esta es una de las pocas novedades de un texto legal que viene a actualizar la legislación en cuanto a condiciones, titulación docente y requisitos esperables y exigibles a los centros educativos que imparten enseñanzas desde la educación infantil hasta la formación profesional.

Pocas son las novedades del RD de requisitos mínimos de los centros (espacios, ratios, titulación del personal, etc.) que rige en los centros desde la educación infantil hasta la FP. Uno de los detalles novedosos es la puesta negro sobre blanco de las ratios en el primer ciclo de infantil. Unas ratios que, en la mayor parte de las comunidades autónomas ya estaban finadas.

Ahora, las aulas de 0 a 1 año, podrán tener un máximo de ocho criaturas; las del segundo curso (1 a 2 años), hasta 12, y las de tercero (de 2 a 3 años) no deberán sobrepasar las 18 niñas y niños. En la mayor parte de las autonomías esta era la ratio que ya estaba manejándose. Una cantidad de criaturas por unidad que sobrepasa, con mucho, las recomendaciones de la Unión Europea para estas edades, como señalaba CCOO hace unos días en un informe, precisamente, sobre el primer ciclo de esta etapa: 0-1 años, cuatro criaturas; 1 a 2 años, seis, y, de 2 a 3 años, ocho. Es decir, la ratio en España sería el doble o más alta de lo recomendado.

El resto de las etapas quedan como hasta ahora: 25 estudiantes para primaria; 30 para secundaria y 35 para bachillerato. Sobre estas ratios, el RD estipula que deberan tener «un número acorde con sus necesidades educativas», las de los alumnos, se entiende. Pero no se especifica cuáles son esas necesidades y de qué manera podrían variar la ratio por unidad.

En este sentido, CCOO habla de que el alumnado con necesidades cuente como dos al calcular las ratios. Y en este sentido señala que como necesidades habría que computar las siguientes: «Necesidades educativas especiales, retraso madurativo, trastornos del desarrollo del lenguaje, trastornos de atención, dificultades específicas de aprendizaje, desconocimiento grave de la lengua, situación de vulnerabilidad socioeducativa, altas capacidades intelectuales, incorporación tardía al sistema educativo y otras condiciones personales o de historia escolar o con necesidades de compensación educativa».

A esto hay que sumar que tampoco se especifican los apoyos, sean humanos o materiales, para hacer una atención correcta a estas chicas y chicos y quedan al albur de las comunidades autónomas.

Sobre la educación infantil, portavoces de la Plataforma en Defensa del 0-6 critican que la etapa siga dividida en dos ciclos diferentes y que se mantengan titulaciones diferenciadas. Desde la entidad llevan años luchando para unificar los estudios universitarios y los de formación profesional, por razones de lo que en cada uno se estudia y, además, por la influencia negativa en las condiciones laborales que han de sostener las y los profesores técnicos de Educación Infantil.

También se estipulan algunas medidas mínimas sobre la oferta de vías de bachillerato que deben cumplir los institutos teniendo en cuenta los cambios establecidos por la Lomloe.

El RD también hace un guiño a los centros que imparten educación a distancia. Son solo un par de artículos que obligan a que el profesorado tenga la misma cualificación que en la modalidad presencial, así como que posean instalaciones adecuadas para que el alumnado pueda realizar las prácticas correspondientes a sus estudios. También señala el nuevo artículo 21 que las autorizaciones autonómicas para centros a distancia solo afectarán a sus territorios. Queda sin legislar, en este sentido, la ratio máxima que un docente, por ejemplo, de algún ciclo de FP a distancia, puede tener al mismo tiempo.

Flexibilidad y autonomía

El texto del RD hace un par de menciones que parecen dar mayor carta de naturaleza a actividades y organizaciones dentro de los centros educativos en los últimos años. Particularmente, a algunas que fomentaba ya la LOE, también la Lomce y, ahora, con mayor peso, la Lomloe y que, comunidades como la Valenciana, han llevado a sus últimos términos.

La organización de las enseñanzas de primer curso de la ESO en ámbitos, que ha generado y genera un debate muy acalorado y enconado en aquel territorio, recibe un nuevo empujón de apoyo desde el Ministerio, al menos, con una nueva disposición adicional, la décima, en la que se hace referencia expresa a agrupaciones de alumnos para cosas como experimentaciones, innovaciones pedagógicas, programas, planes de trabajo, ampliaciones del horario lectivo de ámbitos, áreas y materias, codocencia o grupos flexibles, entre otras posibles organizaciones. Todas ellas son posibles pero, dice la norma, «no pueden superar el máximo ( de ratio de alumnado) establecido por unidad».

Hasta el próximo viernes 15 de julio se pueden enviar las aportaciones o alegaciones necesarias al correo gse.educacion@educacion.gob.es del Ministerio de Educación y FP.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/07/12/el-nuevo-decreto-de-minimos-para-centros-deja-las-ratios-como-estaban-y-marca-las-del-0-3-anos/

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Tenemos que hablar de la repetición

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La repetición, aunque ha descendido en los últimos años, es una herramienta que, sobre todo en la secundaria obligatoria, miles de chicos y chicas «sufren». Al punto de que uno de cada cuatro chavales de 15 años está en, al menos, un curso por debajo del que le correspondería por edad. Intentamos arrojar un poco de luz sobre las causas y posibles soluciones.

España es una rara avis, nos guste o no, en muchos aspectos. El uso de la repetición de curso como un elemento de atención a la diversidad (o como un castigo por falta de compromiso con el propio itinerario educativo) es uno de esos factores que más nos separan de otros países. Se constata desde una gran cantidad de posiciones cada poco tiempo. Ya sea PISA, ya sean las cifras estadísticas europeas. España sigue haciendo repetir a miles de chicos y chicas que no mejoran sustancialmente su rendimiento académico y que, en no pocos casos, acaban en abandono escolar temprano.

«Repetir no ayuda a quien repite. Es innegable». Juan Fernández es profesor de secundaria, de Biología. Además, tiene una pasión personal y profesional: la traducción de estudios relacionados con la educación. La traducción y resumen. Todo lo publica en su blog. A esto se suma que ha publicado un libro en solitario y hace poco, otro junto a Mariana Morales, sobre evaluación formativa.

Juan tiene claro que la repetición no ayuda en nada a quien repite. O no impacta en su aprendizaje o lo hace negativamente (ojo, al aprendizaje), incluso cuando alguien habla del primo de un vecino que repitió y le fue muy bien después. La evidencia está de su parte, la repetición afecta a determinadas personas más que a otras y no relaciona con buenos resultados, sino que es un buen predictor de las trayectorias adacémicas. O mejor dicho, de las no trayectorias, puesto que quien repite tiene muchas más posibilidades de abandonar más pronto que tarde sus estudios.

Cuestión cultural y normativa

Esta relación con el abandono escolar temprano, aunque ha podido cambiar en los últimos años, está presente. Para Javier Rujas, sociólogo y profesor de la Complutense especializado, entre otros temas, en educación, desigualdades y abandono, sigue habiendo una correlación entre ambas cuestiones. Pero, al mismo tiempo, ve dos elementos importantes que están también presentes. La primera es una vertiente más administrativa, que se refleja en las leyes y normas que regulan la repetición.

«Las leyes tampoco han cambiado tanto los requisitos de repetición. Han sido bastante parecidos» a lo largo del tiempo, comenta. Al menos, hasta noviembre pasado, cuando se cambiaron ciertos criterios sobre el número de suspensos («los efectos no los veremos hasta el año que viene»). El número de suspensos y aprobados para pasar de curso «se ha mantenido bastante constante, creo, desde la Logse hasta ahora».

Lo escabroso aparece en la otra vertiente, la más «cultural, entre comillas», matiza Rujas. Se relaciona con la cultura evaluativa del profesorado. Algo que puede verse cuando se miran las diferencias entre primaria y ESO. En el último curso de primaria hay, de media, un 2,5 % de repetición. El curso siguiente alcanza el 10 %, cuatro veces más.

«Estoy de acuerdo en que se diga que es cultural, dice Rujas, porque tiene que ver con lo que piensa el profesorado, con las juntas de evaluación en las que se pueden oír (lo he observado haciendo trabajo de campo): ‘Este tiene que repetir porque no ha hecho nada / porque no ha satisfecho los objetivos / porque me parece que su actitud es horrible’».

Una idea con la que está de acuerdo el investigador Lucas Gortázar: «Es bueno para los chavales», es algo que quien más o quien menos ha escuchado alguna vez hablando de repetición. Una cultura que no está solo presente en una parte del profesorado, explica, sino que también se ve en esas familias más preocupadas por las notas que por otra cosa, «pero es que tienen 12 años», lamenta. A lo que se suma el hecho de que no se ha hecho gran cosas desde las políticas públicas para frenar la situación.

El investigador suma a esto el hecho de que, cuando se comparan los datos de rendimiento competencial en PISA y se cruzan los datos con los de repetición puede observarse que el alumnado repetidor español, si hubiera nacido en otro país, no habría repetido. Chicas y chicos en España repiten a pesar de tener el mismo desempeño en la evaluación internacional que sus homólogos de otros países que, cruzando porcentajes, no han tenido que cursar, de nuevo, el mismo año.

Mariana Morales, docente y formadora en temas de evaluación formativa también opina que hay un componente importante de «cultura del profesorado». «Ven la repetición como una solución pero no lo es, sino que agrava el problema», asegura. Para ella sería interesante que el profesorado pudiera observar las calificaciones que las y los repetidores tienen en ambos cursos, el ordinario y el que vuelven a hacer. Así notarían el impacto.

Días atrás, en Twitter hubo cierta discusión a cuenta de las repeticiones y hubo quien defendió que servían como acicate para todo el grupo para esforzarse para no repetir. Una especie de motivación extra. Juan Fernández opina que éticamente tiene problemas con esta manera de entender la repetición, puesto que la coerción no parece una gran herramienta motivacional. Además de esto, el problema radica en que la táctica para evitar esta situación por parte del alumnado no será aprender más, sino «empollar la noche antes. Vale para el desempeño, no para el aprendizaje», asegura Fernández.

El año de la pandemia

La pandemia y el confinamiento empujaron el último trimestre del curso 2020-21. Complejísima temporada en la que todo el profesorado se vio desbordado de muchas maneras y en las que desde el Ministerio se insistió incansablemente en, de alguna manera, «levantar la mano» para salvar el curso. En hacer la media con los dos primeros trimestres del año, en hacer valer, de manera clara, el carácter extraordinario que tiene la repetición históricamente pero que tanto cuesta cuando uno baja a las prácticas del aula.

Tal vez, una de las claves de aquel tiempo es la que ha quedado expresada en las estadísticas de idoneidad a los 15 años en las comunidades autónomas, y en la media de todo el Estado. La tasa de idoneidad se refiere al número de personas de 15 años que están en el curso que les corresponder por edad.

Si se observa el gráfico se puede ver la variación desde una década antes, un lustro antes y qué pasó entre el curso 2019-20 y 2020-2021. La tasa de idoneidad en España mejoró en 4,4 puntos porcentuales, al pasar del 71,1 % al 75,5 %. Ocho comunidades autónomas presentan datos todavía mejores.

Caso aparte merece Aragón. En la tierra de la actual ministra de Educación y FP la mejoría de los datos fue espectacular, puesto que la tasa de idoneidad era del 59,8 % en 2021-20 y un curso después mejoraron en 14,4 puntos porcentuales, hasta el  74,2 %, igualando virtualmente a la media estatal y mejorando, en un curso, a ocho territorios. Aragón tenía hasta ese curso las peores tasas de idoneidad de todo el país (sin contar Ceuta y Melilla). Este salto es el mismo que ha vivido la tasa media para todo el país entre 2010 y 2020.

Muchas personas, en la esfera pública, se llevaron las manos a la cabeza ante la reducción (o esa fue la interpretación) de la cultura del esfuerzo y el mensaje que mandaría a chicos y chicas a la hora de enfrentar aquel final de curso, pero las mejoras vividas en las tasas de idoneidad, en cualquier caso, dieron en ese curso un mejor recultado que, por ejemplo (de media) entre 2015-16 y 2019-20 (+3,6 puntos frente a 4,4 puntos de 2019-20 a 2020-21).

¿Soluciones?

Como recuerda Morales, en varios países, durante la pandemia, se prohibió que el alumnado repitiese debido a la excepcional situación. En España no se hizo, aunque como hemos visto, las diferentes declaraciones de las administraciones y la situación empujaron a una mejora de los índices aquel curso. Lucas Gortázar cree que en años venideros podremos ver qué efectos tiene la pandemia y las nuevas medidas sobre suspensos, pero no le extraña que hubiese un efecto rebote en el porcentaje de repetición.

En cualquier caso, hay diferentes niveles de posibles soluciones a la repetición. A su disminución. Máxime cuando de lo que se habla es de etapas obligatorias de la educación.Para Morales podrían realizarse acciones de evaluación formativa a lo largo de todo el curso para así aumentar el nivel de aprendizaje del alumnado y evitar la repetición. Desde luego, es consciente del impacto de los recortes en educación y de cómo esto impacta sobre la posibilidad de realizar estos procesos de evaluación formativa y continua.

También señala algunas otras cuestiones como la posibilidad de no concentrar un gran número de chicos y chicas repetidoras en las mismas aula. «Concentrar ‘los problemas’ no es una buena idea», ejemplifica. Sería más interesante evitar las agrupaciones por resultados y separar los grupos de repetidores para así mejorar también los resultados.

En opinión de Morales, la repetición es vivida por el alumnado como un castigo, lo que tiene unas consecuencias en las expectativas que el propio estudiante tiene de su trayectoria académica. El hecho de juntar a varios repetidores en el mismo aula puede suponer temas de desafección, mal comportamiento o desánimo que no ayudan a nadie.

Otra solución posible, dentro de la organización de los centros, sería la de evitar que en los primeros cursos de la ESO las tutorías y los grupos más complejos, aquellos que nadie quiere, recayesen en el personal interino o con menos experiencia.

Juan Fernández tiene claro que si la repetición no funciona, como se ha demostrado, hay que quitarla, pero para ello hacen falta alternativas para atender a la diversidad en las aulas cuando toca. Medidas en dos sentidos, en la actuación política y en la acción de aula. Entre las primeras, toma el ejemplo de Reino Unido, «a las escuelas con peores resultados se les da una mayor inversión para mejorar los datos».

En cualquier caso, Fernández cree que las evidencias deberían guiar, no solo la actuación del profesorado en las aulas y en los centros, sino también a las administraciones a la hora de poner en marcha sus políticas educativas.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/07/06/tenemos-que-hablar-de-la-repeticion/

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España: Al ritmo actual harán falta 25 años para escolarizar a todos los niños de 0 a 3

Europa/España/15-07-2022/Autor: ALFONSO TORICES/Fuente: www.elcomercio.es

Para universalizar estas enseñanzas se necesitan diez veces más plazas públicas de las que se ha comprometido a crear Educación.

Si el Ministerio de Educación, las consejerías y los ayuntamientos mantienen el actual ritmo de inversión pública para el desarrollo de la Educación Infantil las familias españolas tendrán que esperar entre 25 y 30 años para ver como el Estado garantiza una plaza escolar gratuita a todos los niños de 0 a 3 años de este país.

Se trata de la principal conclusión de una estudio monográfico realizado por la federación de enseñanza de CC OO que considera «inasumible» que las administraciones públicas condenen a varias generaciones de españoles a prescindir de una etapa formativa clave para su futuro éxito educativo y personal, especialmente a los hijos de las familias que no pueden pagarse un centro privado.

Los expertos son unánimes al subrayar que la habilidades y destrezas que los chicos adquieren en las aulas de 0 a 3 años son una auténtica vacuna contra el fracaso escolar (mejora su rendimiento académico posterior), contra el riesgo de pobreza (el mayor beneficio se da en hijos de familias modestas) e, incluso, en la lucha por cerrar las distintas brechas de género. Es un instrumento fundamental para la igualdad de oportunidades y la puesta en marcha del ascensor social.

España tiene al 56% de sus pequeños fuera de las aulas del primer ciclo de Infantil, pese a registrar una alta tasa de matriculación en comparación de sus vecinos europeos.

La escasez de plazas públicas tampoco puede justificarse por la ausencia de demanda. Un estudio de la UNED desveló hace pocos meses que al menos un tercio de los padres de los 650.000 pequeños que no cursan en España el primer ciclo de Infantil sí que querrían llevar a sus hijos a estas aulas, pero no lo hacen porque no pueden. Por la gran escasez de plazas y ayudas públicas y por su incapacidad material para pagar los precios privados.

Pese a que la nueva ley del educación, la Lomloe, se marca como objetivo de los poderes públicos la universalización del primer ciclo de Infantil, en España, en la actualidad, solo acuden a esta etapa el 42% del más de un millón de niños menores de 3 años. No es una tasa baja, de hecho está entre las más altas de la UE, pero si se aspira a la universalidad hace falta crear más de 52.750 nuevas aulas para acoger a los 650.000 niños sin escolarizar (si se marca como ratio media razonable los 12 pequeños por docente). Para hacer realidad este objetivo, además de las inversiones en centros, habría que formar y crear plazas para algo más de 100.000 profesionales entre profesores de infantil y técnicos superiores.

Esa es la necesidad, pero la realidad es que el actual compromiso de las autoridades educativas es crear hasta finales de 2023 aulas públicas para añadir a esta etapa a 65.382 niños, lo que elevaría la tasa de escolarización al 56%. Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CC OO, recuerda que para llegar a la universalidad hacen falta diez veces más plazas nuevas de las que van a crear ministerio y consejerías, lo que, a este ritmo, significa casi tres décadas más de espera para que todos los niños tengan garantizado un puesto preescolar público.

García entiende que la inversión actual es «manifiestamente insuficiente» y que hace falta «un esfuerzo de país por parte de Gobierno, municipios y autonomías» para acelerar la implantación general de la etapa y porque los fondos con los que se crearán las 65.000 nuevas plazas proceden de la Unión Europea, lo que no garantiza su continuidad.

Dos escenarios posibles

CC OO reclama que el esfuerzo de país si no puede ser el deseable, el que llevaría a rozar en pocos años la universalización del ciclo, sea al menos el mínimo exigible para asegurar desde la red pública una plaza de 0 a 3 años a los hijos de las familias más modestas.

El primer escenario, el deseable, contemplaría alcanzar en el medio plazo una tasa de escolarización del 92%, con la creación de 325.196 nuevas plazas públicas, cinco veces más de las previstas hoy. El coste adicional anual al final del proceso sería de unos 3.315 millones de euros. Su exigencia más posibilista, la que estima como el mínimo necesario, significa escalar hasta una escolarización que roce el 70%. Supondría la incorporación de 175.606 chicos de meses, 1 y 2 años a la Educación Infantil, con un coste adicional aproximado para las arcas públicas de 1.790 millones de euros.

Una inversión rentable

El desembolso público que exigiría la universalización es importante, pero el mismo estudio monográfico de los expertos de la UNED citado indica que no solo sería socialmente beneficioso, sobre todo para el aumento de la equidad, sino incluso rentable. La cobertura universal y gratuita de 0 a 3 años generaría unos 3.900 millones de euros de beneficios directos anuales para el país, calcula el trabajo de estas investigadoras. La mayor parte por nuevos empleos y el resto por una mayor disponibilidad de gasto de las familias.

Pero es que, además, el estudio estima entre 1.800 y 6.200 millones más la generación de recursos por universalizar la etapa educativa infantil gracias a la mayor participación de las mujeres en el mercado de trabajo que permitiría, pues quedarían liberadas de unos cuidados que ellas asumen en la mayoría de casos en una sociedad española todavía muy patriarcal.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/ritmo-actual-haran-20220707125804-ntrc.html

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Canal Sur condenada nuevamente por atentar contra el Derecho a Huelga el 8M

Por: Tercera Información

El “Kanalillo” de las andaluzas y andaluces recibe una nueva sentencia de la Sala de lo Social del TSJA en Sevilla contra las prácticas ilegales de sus gestores en el desarrollo de la Huelga del 8M 2022 en el centro territorial de Córdoba, declarándose violado el Derecho Fundamental a la Huelga de CGT Andalucía, convocante de la jornada de paro general en nuestra comunidad autónoma el día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Sevilla, 11 julio 2022. La Sentencia 1992/2022 de la sala de lo Social del TSJA de Sevilla es tajante en su fallo y en la exposición que se realiza en los hechos probados y fundamentos de derecho de la misma, es preciso resaltar que el Ministerio Fiscal pidió la estimación de la demanda de CGT Andalucía en el acto de juicio y así lo contempla también la sentencia.

“declaramos vulnerado el Derecho a Huelga de la parte actora como consecuencia del establecimiento de turnos de trabajo para el 8 de marzo 2022 en el que Doña Isabel García, Delegada de CGT, ejerció su derecho a la huelga y condenamos a la Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA) y a su filial Canal Sur Radio y Televisión S.A. a abonar al Sindicato actor una indemnización de 7500€ en concepto de daño moral y a proceder a la lectura del fallo de esta sentencia en el informativo de la tarde de Canal Sur Televisión”.

La actuación de Canal Sur en el mismo centro territorial de Córdoba es reincidente y ya fue condenada por sentencia de la misma sala por sustitución de trabajadores en huelga el 8M 2021, circunstancia que lleva a CGT a exigir públicamente el cese del responsable de personal de Canal Sur en Córdoba ante sus actuaciones contrarias a los principios constitucionales básicos como el respeto al Derecho Fundamental a la huelga de sus trabajadores/as.

Las recientes sentencias referidas de Canal Sur o en la agencia AGAPA por conculcarse el derecho a huelga de sus trabajadores/as y del Sindicato CGT vienen a evidenciar como el ejecutivo de Moreno Bonilla está inculcando en la Administración andaluza y en sus agencias públicas un clima de totalitarismo contra los derechos fundamentales de sus plantillas pese a la imagen pública que se pretende dar de suavón y comedido, demostrándose con estas resoluciones judiciales que el gobierno del PP en Andalucía “MUERDE CON LA BOCA CERRADA”

CGT Andalucía, se congratula de esta nueva sentencia condenatoria a la Junta de Andalucía y al Kanalillo, Canal Sur, lamentando que en pleno siglo XXI se sigan produciendo prácticas atentatorias contra los derechos fundamentales por las Administraciones Públicas, que debieran ser garantes y exquisitas en el cumplimiento de la Constitución Española.

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La mitad de los alumnos con altas capacidades ha sido víctima de acoso escolar

Por: ABC

Una investigación liderada por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) señala que es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado por sus compañeros que otro sin altas capacidades.

La mitad de los alumnos diagnosticados con altas capacidades en España ha sido víctima de acoso escolar, frente a uno de cada cuatro alumnos sin altas capacidades, según concluye el estudio llevado a cabo por el grupo de investigación Ciberpsicología de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) con la colaboración de más de 50 asociaciones de alumnado con altas capacidades del país . Según esta investigación es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado que otro sin altas capacidades. Asimismo, plantea que los alumnos con altas capacidades son susceptibles de padecer mayores niveles de estrés, ansiedad y depresión a causa del acoso por parte de sus compañeros.

El estudio, realizado en colaboración la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), comparó la prevalencia de victimización y perpetración de acoso escolar entre una muestra con alumnado con altas capacidades y sin ellas. Participaron 449 adolescentes diagnosticados con altas capacidades de todo el territorio nacional y 950 estudiantes, sin diagnóstico de altas capacidades, de 14 centros de siete comunidades autónomas. Los resultados señalan que el alumnado con altas capacidades presenta una prevalencia de victimización significativamente mayor. Un 50.6% está implicado en problemas de victimización, frente a un 27.6% en alumnado sin altas capacidades. De esta forma, es tres veces más probable que un alumno con altas capacidades sea victimizado que otro sin altas capacidades.

Por el contrario, el número de agresores en ambas muestras no presenta diferencias estadísticas (un 1.1% en alumnado con altas capacidades y 2.4% en alumnado sin altas capacidades ). Además, el estudio sugiere que ser víctima, tanto para el colectivo de altas capacidades como aquellos que no lo son, supone altos niveles de estrés, ansiedad, depresión y una menor calidad de vida relacionada con salud . No obstante, las víctimas que presentan altas capacidades reportaron significantemente mayor estrés que las víctimas sin altas capacidades.

«Estos hallazgos son especialmente pertinentes en el ámbito educativo y social, ya que ponen de manifiesto que este importante colectivo sufre los envites de la violencia de una forma especialmente relevante . Es tarea de todos los estamentos trabajar en pro de un entorno escolar seguro. Debemos seguir trabajando para reducir la discriminación dentro de las aulas (ya sea por orientación sexual, religiosa o cualquier otra característica particular) y por una verdadera integración de todo el alumnado», indica Joaquín González-Cabrera, autor principal del estudio e investigador principal del Grupo Ciberpsicología de UNIR.

Por su parte, el experto nacional en altas capacidades Javier Tourón, profesor emérito de UNIR y corresponsable del estudio, señala que «estos resultados ponen de manifiesto la urgente necesidad de apoyar el desarrollo del talento y la salud psicosocial de este grupo de estudiantes al que es preciso, como exige la ley, identificar de manera temprana a fin de poder establecer las medidas educativas adecuadas para su progreso personal, pues constituye el capital social más importante de este país».

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-mitad-alumnos-altas-capacidades-sido-victima-acoso-escolar-202207010010_noticia.html

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España: ¿Hay que ayudar a los escolares a hacer los deberes en casa?

Europa/España/08-07-2022/Autora: MÓNICA RODRÍGUEZ ENRÍQUEZ/Fuente: www.elcomercio.es

El título del tutorial en Youtube suena perfecto: «Raíz cuadrada superfácil». «Sí, este vídeo quizás nos sirva», pensamos. Nuestra hija de 12 años debe entregar para mañana tres problemas sobre raíces cuadradas. Venimos agotados del trabajo, pero sentimos que debemos ayudarla. Es esto lo que hacen las madres, los padres y adultos implicados, ¿no?

Es difícil acordarse de cómo se hace una raíz cuadrada después de tantos años sin hacerlo, pero seguro que con este tutorial lo refrescaremos lo suficiente. Así mañana su profesor le pondrá el visto bueno, nuestra hija estará más contenta y será el primer ladrillo de un futuro académico prometedor.

Pero antes de dar al play deberíamos pensarlo mejor. Quizá sea algo contraintuitivo, pero olvidarnos de ese vídeo y de ayudar a nuestra hija puede ser lo mejor para su rendimiento y motivación.

A mayor control, peor rendimiento

La investigación sobre la ayuda directa de los padres con los deberes apunta a que es contraproducente. En concreto, controlar la tarea y verificar los resultados de los deberes se asocia a un peor rendimiento académico.

Los jóvenes que realizan los deberes por sí mismos aprenden a planificarse y autorregularse. Sienten que ellos son los artífices de sus éxitos, se sienten más autónomos y responsables, y esto es clave para sentirse motivado y continuar en el futuro haciendo sus deberes.

Esto no quiere decir que como madres o padres no tengamos ningún papel. Hay modos de implicarnos en la educación de nuestros hijos que mejoran de modo significativo su aprendizaje.

Las creencias sobre nuestros hijos

Los hijos perciben la realidad en gran medida a través de los ojos de sus padres. Aquellos niños cuyos padres creen que pueden tener éxito, tienen efectivamente más éxito.

Así, si mi madre está segura de que acabaré aprendiendo con éxito a hacer raíces cuadradas, aunque ahora aún no sepa ni por dónde empezar, me seguiré esforzando, porque si ella lo cree significa que puedo hacerlo.

Las altas expectativas deben estar dirigidas hacia el dominio de nuevas habilidades o de conocimientos y no a las notas. El éxito es aprender algo nuevo, no es sacar un notable o un sobresaliente.

En el rendimiento y la motivación de los niños influyen también otras actitudes y creencias de sus progenitores o adultos que los acompañan, como el estilo comunicativo que tengan o las creencias que les transmitan a través de sus actos.

Las creencias sobre la educación

Un padre que lee un libro delante de su hijo está enviándole el mensaje de que la lectura forma parte de la vida y que puede ser fuente de aprendizaje y entretenimiento.

Las madres y padres que se interesan por el aprendizaje, la cultura y la ciencia transmiten a sus hijos el valor de que el aprendizaje es relevante.

Además, las investigaciones han encontrado que los padres que menosprecian el sistema de enseñanza tienen hijos con una menor motivación hacia el estudio y peor rendimiento académico.

El estilo comunicativo

Hablar con nuestros hijos sobre los logros y aprendizajes que van adquiriendo fomenta su capacidad reflexiva y ayuda a poner en valor lo que hacen. Al tener una comunicación fluida con ellos sobre qué se les resiste y las dificultades que tienen con respecto a profesores y compañeros, creamos una vía de comunicación que mejora la confianza en ellos mismos.

En cambio, si basamos la comunicación en aspectos sobre las notas, fechas de entrega o comparaciones con otros niños, ya sean más o menos exitosos, es más probable que su rendimiento y motivación empeoren.

Crear un contexto adecuado

Podemos ayudar a nuestras hijas a hacer las raíces cuadradas sin tener que hablar sobre las raíces cuadradas.

Favorezcamos que tengan un entorno adecuado donde hacer los deberes.

Asegurémonos de que tienen todos los materiales que necesitan, y que no tienen distracciones que puedan hacer que pierdan la concentración. Ayudémosles a que piensen qué precisan para la tarea y a que reflexionen sobre qué les ayuda y qué no a hacer los deberes o a estudiar.

Enriquecer el aprendizaje

Mostrar interés sobre los contenidos que están viendo en clase y hacer actividades relacionadas enriquece el aprendizaje y le da un sentido. No busquemos evaluar lo que saben nuestros hijos, simplemente dejémonos llevar y mostremos una mente abierta a aprender con ellos y a disfrutar.

Antes de los 6 años, podemos leer cuentos con ellos, sin presionarlos a que lean, sino simplemente compartiendo un espacio lúdico relacionado con la lectura, que permita que la vean como una actividad motivadora.

Si en primaria están estudiando los dinosaurios, podemos acudir al museo a ver a estos reptiles gigantes, aprender juntos y permitirles a ellos que sean los que nos enseñen a nosotros lo que han aprendido en la escuela.

En la adolescencia, podemos tratar de fomentar el diálogo sobre lo que sucede en el mundo y sobre lo que estudian, preguntándoles su opinión sobre aspectos históricos o científicos.

Debemos intentar no juzgarles y permitirles que argumenten o contraargumenten. Aunque no estemos de acuerdo con sus ideas, la evolución vendrá de la reflexión, no de la imposición.

Dificultades persistentes con los deberes

Algunos niños y niñas pueden tener dificultades persistentes con los deberes. El primer paso es ver qué sucede: ¿hay alguna limitación cognitiva o psicológica? ¿Son demasiado difíciles los deberes para su etapa evolutiva? ¿Es el entorno de estudio adecuado?

Para dar respuesta a estas cuestiones es importante hablar con nuestros hijos sin juzgarles y sin reñirles, mostrándonos tranquilos, abiertos, comprensivos y en actitud de ayuda. Hablar con sus profesores es el segundo paso.

En ocasiones, también puede ser preciso contactar con un psicólogo o psicopedagogo que pueda hacer una evaluación de las necesidades e indicarnos cómo debemos actuar. Una vez detectada la causa, es más fácil ponerle solución.

Este artículo ha sido publicado en ‘The Conversation‘.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/educacion/ayudar-escolares-deberes-20220704113257-ntrc.html
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