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Entender cómo funciona el cerebro, clave para un cerbro

Por: Nacho Meneses

La neuroeducación y la psicología cognitiva aportan las estrategias y circunstancias necesarias para conseguir un aprendizaje más profundo y eficiente a lo largo de la vida

Sin duda, no es lo mismo comer lo que nos gusta que comer lo que nos conviene. Y, sin embargo, cuando se trata del aprendizaje, muchos estudiantes tienden a confundir la forma en que les gusta estudiar con la que les proporcionaría los mejores resultados: leer y releer, ponerse música, repasar compulsivamente… Por eso, resulta esencial comprender la manera en que aprende el cerebro (qué mecanismos, qué neurotransmisores y qué circuitos intervienen), así como las acciones y circunstancias, internas y externas, que favorecen un aprendizaje más duradero. Neurociencia, psicología y educación confluyen en el aula “para que el profesor sepa cómo adaptar la clase a cada niño, porque no todos tienen las mismas habilidades cognitivas ni las mismas sensibilidades, y que consiga un aula lo más diversificada posible”, afirma Mario Fernández, especialista en neurociencia de la Universidad Autónoma de Madrid. “La neurociencia puede ayudarnos a saber cómo tenemos que aprender, a olvidarnos de memorizar esos tochos increíbles, relacionar mucho más y aprender más visualmente”.

De fondo, el objetivo último es conseguir que el aprendizaje proporcione herramientas y conocimientos que luego se puedan implementar a lo largo de la vida personal y profesional. Y en este sentido, la neuroeducación permitirá a los docentes “identificar de manera precoz las dificultades que presentan niños y niñas dentro del aula, así como los métodos más adecuados para manejar esas dificultades”, explica Carla Carvalho, psicóloga general sanitaria y fundadora de la web Hablemos de Neurociencia.

Desmentir falsas ideas

Efectivamente, aprender como más nos gusta no es necesariamente sinónimo de eficiencia. Normalmente, nadie nos enseña a estudiar, y cada uno desarrolla espontáneamente sus propios hábitos, según las preferencias que pueda tener sobre el tiempo que se dedica al estudio. Pero lo cierto es que “realmente hay una serie de acciones y circunstancias que nos ayudan a todos a la hora de aprender. Lo que pasa es que no son intuitivas, ni tampoco tienen por qué ser las más agradables”, sostiene Héctor Ruiz Martín, especialista en neurociencia y psicología cognitiva y autor del libro Aprendiendo a aprender (editorial Vergara).

También es necesario aclarar la idea de los diferentes estilos de aprendizaje, ampliamente extendida, y que lleva a pensar que cada uno tiene un cerebro distinto que aprende de manera distinta. Algo que, apunta Ruiz Martín, la ciencia ha estudiado repetidas veces y no ha conseguido probar nunca: “Es tan sencillo como hacer primero una explicación visual a los estudiantes, y entonces ponerles una prueba con eso. En principio, dirías que los que sacan mejores resultados son los visuales, porque la explicación ha sido visual. Si a continuación haces otra lección, en este caso auditiva, y les pones una prueba a todos, ¿Qué esperarías? Que destacaran otros, ¿no? Si existen los estilos de aprendizaje… Pues no: vuelven a destacar los mismos”.

Emoción y motivación

Entonces, ¿QuéP estrategias proporcionarán una experiencia de aprendizaje más completa? Para identificarlas, es necesario tener en cuenta tanto aspectos cognitivos (sobre cómo funciona la memoria) como emocionales, porque las emociones determinarán si estamos dispuestos a hacer el esfuerzo necesario, cuando podríamos estar haciendo otra cosa. Entre los primeros, lo más importante es recordar que el aprendizaje, más que un proceso receptivo, debe ser generativo: “Claro que se tiene que empezar por incorporar información a través de los sentidos. Pero a partir de ahí, tienes que implicarte en dar significado a lo que aprendes y en utilizarlo, es decir, explicarlo con tus palabras, interpretar nuevas situaciones, resolver problemas con lo que has aprendido…”, ilustra Ruiz Martín.

Hoy en día, la neurociencia ha demostrado que todos nuestros procesos cognitivos se basan en la emoción. Un niño triste, ansioso, estresado o deprimido no puede aprender igual que uno contento, y por eso “es muy importante tener en cuenta que, en esas edades, las emociones afectan mucho. A nuestra edad, un evento negativo puede afectarnos dos, tres, cinco días… Pero a un niño de seis años puede fastidiarle toda la vida o modificar su carácter, porque en ese momento su cerebro es tan plástico que ese suceso emocional modifica sus neuronas y sus conexiones”, explica Fernández. Por eso, crear un contexto en la clase donde haya un buen ambiente es fundamental para aprender. “Hoy en día, hay muchos profesores que hacen hincapié en comprender el estado emocional de la otra persona”.

Las emociones, además, mantienen una relación estrecha con la motivación por aprender. Y esta depende, según Héctor Martín, de tres factores principales: el interés, la autoeficacia y un esfuerzo adecuado. “El interés influye, pero debemos recordar que no es algo innato, sino que se puede generar. El tema sobre lo que vas a aprender es muchísimo menos importante que la forma en que te lo acercan. ¿Cuántas veces hemos vivido esa situación en la que un profesor de una materia que de entrada no nos interesaba, ha hecho que nos gustara? Y lo mismo sucede al revés”.

La autoeficacia, por su parte, se refiere a la creencia que tiene una persona sobre si va a ser capaz o no de aprender una cosa. “Si tu autoeficacia es baja, afectará a tu motivación, y probablemente no le vayas a dedicar el tiempo necesario para aprender, por lo que es muy probable que no lo consigas”, añade. En esto, es importante no confundir nuestra habilidad inicial con la supuesta capacidad para aprender o no una determinada cosa. Y también es necesario esforzarse empleando las estrategias adecuadas, lo que facilitará el aprendizaje, la consecución de los objetivos y un aumento de la confianza en nosotros mismos y en nuestra motivación.

La forma en que los docentes enseñan tiene también un fuerte impacto en la motivación: “Si utilizamos métodos obsoletos y arcaicos, obtendremos una baja motivación por parte del alumnado. Pero si incorporamos las nuevas tecnologías a este proceso, aumentaremos de manera exponencial su motivación, debido en gran parte a las emociones derivadas de este tipo de enseñanza”, afirma a su vez Carvalho.

¿Cómo funciona la memoria?

En el proceso de aprendizaje intervienen, fundamentalmente, dos tipos de memoria: la memoria a largo plazo y la memoria de trabajo. La primera es el espacio, en algún lugar del subconsciente, donde almacenamos los conocimientos que adquirimos. No somos conscientes de todo lo que sabemos y solo podemos serlo cuando lo evocamos. “Si yo te pregunto: ¿de qué color es un oso panda? Pues ¡pum! Ese oso panda, que hasta ahora no tenías en ninguna parte, acaba de saltar a tu mente, lo has sacado de tu memoria a largo plazo. Y cuando lo evocas, lo llevas a lo que técnicamente llamamos la memoria de trabajo, un espacio mental en donde situamos la información a la que estamos prestando atención en cada momento, y que es muy limitado”, ilustra Ruiz Martín.

Es importante distinguir entre estos dos tipos de memoria, porque todo lo que queramos aprender ha de pasar por la memoria de trabajo, el lugar donde evocas algo, le prestas atención, le das significado y lo interpretas a la luz de tus conocimientos. Allí se establecen las conexiones entre lo que ya sabes y lo que estás percibiendo: cuanto más sepas, más relaciones podrás hacer, y más profundo, duradero y transferible será ese conocimiento. “Nosotros prácticamente nacemos con las mismas neuronas con las que morimos. Lo que cambia en el cerebro son las conexiones entre esas neuronas, que pueden ser pobres o ricas. Los miles de millones de conexiones entre las neuronas pueden favorecer que entre una y otra zona de tu cerebro haya una autovía de comunicación o una carretera de un solo carril”, sostiene Fernández.

Un proceso cognitivo, como pueda ser leer o entender matemáticas, puede ser realizado en neuronas que se comunican por carreteras de un solo carril o por carreteras de ocho carriles, y esas conexiones son las que facilitan el aprendizaje: algo que, explica, puede entrenarse: “Te pongo un ejemplo: cuando cambias de marchas en un coche, las primeras 1.000 veces lo haces conscientemente; unas neuronas que se comunican con otras y dicen: vamos a meter la primera marcha, y van creando un camino. Pero llega un momento en que lo automatizas, y ya no piensas en ello”. En el caso de un niño pasa lo mismo, ya que puede aprender a automatizar tareas de cálculo, de lectura, de comprensión… Si las practica tanto que las automatiza, podrá aprender cosas mayores.

Estrategias para aprender mejor

Si antiguamente lo normal era estudiar con el libro que debías memorizar, sin duda hoy se estudia más relacionando conceptos y desarrollando en el cerebro toda una red que contribuirá a que no se te olviden. “El principio fundamental es que debes pensar sobre lo que estás aprendiendo, y tratar de darle significado”, apunta Ruiz Martín. Algo que puede hacerse tratando de explicarlo con tus propias palabras (con un resumen, por ejemplo); buscando ejemplos de tu propia cosecha y comparándolos; o incluso haciendo un mapa conceptual que te sirva para explicarte a ti mismo lo que estás aprendiendo. “Todas estas cosas son mucho más eficaces cuando no las copias, sino que te esfuerzas por sacarlas de tu memoria, de lo que has leído. Cuando haces un resumen mirando continuamente el texto del que lo estás sacando, no te va a ayudar”, cuenta.

Por supuesto, a la hora de aprender, es de vital importancia situarte en un entorno carente de distracciones, solo o colaborando con otras personas. Pero, sobre todo, optar por acciones que faciliten el que, en un futuro, puedas recordar lo que estás aprendiendo ahora. “Y cada uno hace lo que cree que debe hacer, desde leer, leer y releer a recitar, hacerse esquemas, hacerse tal… Ahí está la cuestión. Esos esfuerzos y ese tiempo podemos dedicarlo de una manera que sea mucho más eficaz para nuestra memoria. Por ejemplo: según las encuestas, muchísimos estudiantes (de hecho, la mayoría) estudian leyendo y releyendo lo que tienen que aprender. Incluso si se trata de procedimientos (por ejemplo, de matemáticas), en vez de volver a hacer los ejercicios, miran cómo los hicieron en su momento. Y eso es muy poco eficaz”.

Si se trata de adquirir ideas y conceptos, lo mejor es hacer uso de estrategias más efectivas como explicarlos con tus palabras, proponer ejemplos, crear analogías y hacer comparativas. Si se trata de hechos, vocabulario o fechas, pueden emplearse reglas mnemotécnicas o, también, tratar de visualizar mentalmente lo que se está tratando de aprender, o emplear recursos visuales. «Nuestra memoria tiene una enorme preferencia por las imágenes. En realidad, todos somos visuales», dice Ruiz.

Si tienes buena memoria, añade, esto puede funcionarte a corto plazo; pero es mucho más eficaz que vayas leyendo y que cada página, o cada dos párrafos, te vayas preguntando y explicando lo que acabas de leer. “En ese momento tienes la capacidad, puedes acordarte perfectamente, y ese gesto de sacarlo hacia afuera te lo está consolidando más”, esgrime Ruiz. “Otra cosa que puedes hacer es ir creándote preguntas sobre lo que estás leyendo, a medida que lees. Las famosas flashcards, por ejemplo”. Un enfoque que resultará útil aunque el objetivo prioritario sea simplemente aprobar unos exámenes: «Si tus conocimientos son efímeros, pierdes esa ventaja, pudiendo dedicar el mismo tiempo no solo a pasar esa evaluación, sino a que, con el mismo esfuerzo, lo que has aprendido te dure más y te sirva para otros exámenes».

Para conseguir que esos conocimientos que adquirimos sean lo más transferibles posible en el futuro, otro factor a tener en cuenta es el de la diversificación, tanto respecto al contexto físico en el que aprendes como a la hora de aplicarlo en situaciones distintas. Porque cuanto más diversificas, más contextos y más pistas hacen que te sea posible encontrar lo que aprendiste en tu memoria. “No dejes algo vinculado únicamente a un solo contexto. Eso es terrible para el cerebro, porque al cerebro le encantan las anécdotas, y aprende vinculando de manera fuerte lo que está aprendiendo al contexto en el que lo ha adquirido”, argumenta Ruiz Martín.

La neurociencia, además, aporta información con respecto a los horarios de aprendizaje: no se aprende igual por la mañana que por la tarde, ni antes que después de comer. “Se ha demostrado que retrasar la hora de entrada de los chavales al colegio mejora su aprendizaje. Si les obligan a entrar a las 8 de la mañana, como toda la vida, aprenden menos y llegan dormidos, por lo que retrasar la hora de entrada al colegio hace que las notas y los rendimientos cognitivos y escolares sean mejores”, apunta Fernández. “No pueden evitarlo, porque sus hormonas de sueño se segregan más tarde. Por tanto, si se levantan a las siete de la mañana para ir a aprender, todavía tienen melatonina en el cuerpo y el cerebro medio dormido”.

Estudiar con música, ¿sí o no?

En principio, la música es un estímulo ajeno que compite por tu atención y por tus recursos cognitivos. Por lo tanto, de entrada, constituye una distracción que convendría evitar. Ahora bien: ¿Y si el entorno es ruidoso? En ese caso, la música puede ser un mal menor, contribuyendo a enmascarar ese otro ruido, más aleatorio y molesto, por uno que resulta más sencillo de ignorar. Si una persona se ha acostumbrado a estudiar con música, además, quitársela podría ocasionarle incomodidad e incluso ansiedad. Si ya te has acostumbrado, resulta un hábito difícil de quitar, por lo que, al menos, tendríamos que asegurarnos de recurrir a una música suave, relajante y sin letra que puedas entender.

“Dicho de otra manera: quien lo haga por necesidad, que lo siga haciendo; pero si lo hace porque le aburre estudiar y cree que de esa manera va a pasarlo mejor… Es mucho mejor ir haciendo pausas. Concéntrate, dedica tu tiempo a estudiar (aunque sea media hora) y entonces te tomas un descanso y te pones música. Y luego otra vez. Es mucho mejor hacerlo de esa manera que no tratar de hacer dos cosas a la vez, escuchar música y estudiar”, insiste Ruiz Martín. Y no conviene olvidar un detalle importante: el hecho de escuchar música para concentrarse, para tapar ruidos u otros tipos de desconcentraciones, no sale gratis, ya que necesitas inhibirla e ignorarla para poderte enfocar en lo que estás haciendo. Y esa inhibición tiene un coste cognitivo que hará que el cansancio por estudiar llegue antes.

Para aprender, usa el olvido

De entrada, evidentemente, suena paradójico. ¿Olvidar para aprender? Lo que pasa es que, queramos o no, el olvido siempre va a actuar: desde el momento en que has aprendido una cosa, ya la estás olvidando. De lo que se trata, entonces, es de conseguir que la tasa de olvido sea lo más lenta posible, tan lenta como para que pueda durar toda la vida. “Cuando dejas que lo que has aprendido se te olvide un poco antes de volverlo a practicar o evocar, resulta mucho más eficaz que hacerlo justo después de haberlo aprendido”, puntualiza Ruiz Martín.

“Masificar la práctica es algo muy habitual que tanto estudiantes como profesores piensan que es muy efectivo. Cuando ya has demostrado que sabes hacer una cosa, repetirla en el momento no sirve prácticamente de nada”, continúa. “En cambio, si dejas que pase un tiempo para volverla a practicar, y luchas contra el olvido que se ha generado, esa señal que envías al cerebro es mucho más poderosa y hace que se consolide mucho mejor ese aprendizaje”. Esa masificación, además, llevará a un aprendizaje engañoso, porque te hará pensar que te lo sabes perfectamente. “Y claro que al momento te lo sabes. Pero una cosa es saberlo al minuto de haberlo estudiado, y otra al día siguiente”. La estrategia más adecuada, por tanto, es ir espaciando la práctica cada vez más.

Trastornos del neurodesarrollo

“En los últimos años, la cifra de menores que padecen algún tipo de trastorno del neurodesarrollo ha aumentado de manera significativa, siendo el TDAH (de déficit de atención e hiperactividad) y los trastornos del aprendizaje los más prevalentes en la actualidad”, llama la atención Carvalho. Unas patologías que requieren un enfoque adecuado y multidisciplinar, desde el neuropediatra hasta los docentes. “Un manejo inadecuado de estos niños y niñas puede traducirse, en un alto porcentaje de casos, en abandono escolar prematuro (…), al no poder alcanzar el rendimiento académico esperado según su edad y grupo normativo”. Entre los posibles signos de alarma, el retraso en los hitos del desarrollo: la no consecución de distintos objetivos relacionados con el área motora, cognitiva y social dentro de la ventana temporal determinada por los profesionales del neurodesarrollo. Un contexto en el que la labor de los docentes es, junto a la de la familia, fundamental.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/12/02/actualidad/1606918081_087843.html

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Los estudiantes lideran la protesta que ha tumbado dos presidentes en Perú

Por: El diario de la Educación

  • Miles de jóvenes peruanos han salido a las calles a manifestar su indignación con un régimen político que ha demostrado su incapacidad para superar las crisis sociales y económicas. El resultado: tres presidentes en siete días.

Perú ha vivido en las últimas semanas una crisis política que supera la ficción: tres presidentes en siete días, una vacancia y protestas multitudinarias en todo el país sudamericano. Esta, sumada a la crisis sanitaria y todos sus efectos en la economía, se ha convertido en el mayor reto de los peruanos de cara al bicentenario de su independencia.

La crisis se acentuó cuando el Congreso de la República aprobó la moción de vacancia del presidente peruano, Martín Vizcarra. Pero es acertado afirmar que el conflicto y la indignación de los peruanos empezó desde mucho antes. Algunos lo atribuyen a 2016, cuando Pedro Pablo Kuczynski ganó las elecciones por corta diferencia a su principal contendora, Keiko Fujimori, hija del dictador Alberto Fujimori y líder del partido Fuerza Popular.

Desde entonces, la mayoría de los escaños del Congreso ha sido conformada por partidos de la oposición, lo que ha impedido una fluida gobernanza por más de dos años. Kuczynski enfrentó dos mociones de vacancia bajo el supuesto legal de “incapacidad moral”, amparado por la Constitución de 1993. Un término que ahora es cuestionado por constitucionalistas y expertos por su amplia interpretación. Antes del debate de la vacancia, Kuczynski presentó su renuncia tan solo dos años después de haber asumido como primer mandatario del país, dando paso a que su primer vicepresidente, el entonces embajador de Perú en Canadá, Martín Vizcarra, jurara el cargo como nuevo presidente.

Sin embargo, el Congreso continuó asumiendo una posición hostil y poco accesible a la comunicación, imponiendo una barrera entre los poderes legislativo y ejecutivo. Este fue el mayor reto de Vizcarra desde un inicio. En solo dos años de gobierno existieron cinco presidentes del Consejo de Ministros y, por lo tanto, cinco gabinetes, que cambiaban por los procesos de investigación que iniciaba el Congreso en contra del gobierno y que representaba una presión política para que renunciaran a sus cargos ante el presunto delito de corrupción o por la negación al voto de confianza que debían otorgar los congresistas a cada cartera de ministros.

Es imposible no regresar a estos hechos —que fueron aún más conflictivos y complicados de lo que parecen— cuando se pretende entender la indignación de los jóvenes que marchan ahora. Según diversos especialistas, son universitarios y recién licenciados que tienen entre 20 y 30 años. No tienen una ideología particular que los integre, ni posiciones políticas, solo malestar e indignación social y política, el signo de los tiempos y de la juventud en el mundo entero.

La pandemia, que agravó las diferencias sociales y económicas en el país, cumplió también un papel en el agotamiento y frustración. Así como ocurrió en Chile, Guatemala y Estados Unidos, el confinamiento o toques de queda no fueron impedimento para que los jóvenes salieran a protestar ante lo que consideraban injusto y antidemocrático. En una semana de protestas intensas, con enfrentamientos violentos con la policía y el atropello de su derecho a la protesta, empujaron la renuncia de Manuel Merino tras cinco días como presidente de facto, luego de la vacancia de Vizcarra.

Pero lejos de contentarse, los estudiantes continuaron con su protesta, esta vez con mensajes claros: la formación de una Asamblea Constituyente encargada de hacer una nueva Constitución, reformas en el cuerpo policial y justicia para Inti Sotelo y Bryan Pintado, asesinados por la policía en medio de los enfrentamientos.

La noche del 14 de noviembre, la primera marcha convocada a nivel nacional, Inti de 24 años recibió cuatro proyectiles de armas de fuego en el tórax; mientras que Bryan, estudiante de derecho de 22 de años, recibió 10 perdigones: cuatro en la cabeza, dos en el cuello, dos en el tórax y dos en el brazo izquierdo. Ambos llegaron sin vida al hospital. Días antes, los manifestantes inundaban las redes sociales con imágenes que prueban la violencia policial desmedida usada durante su recorrido por el centro de la ciudad. Decenas denunciaron el uso de perdigones, uso abusivo de bombas lacrimógenas (incluso desde un helicóptero), policías sin identificación encubiertos como civiles (conocidos como “grupo terna”) y desapariciones de hombres y mujeres participantes en la marcha.

Francisco Sagasti, presidente peruano, tomó posesión el pasado 17 de noviembre. Fotografía: Presidencia de la República de Perú

El pasado lunes, el congresista Francisco Sagasti asumió como presidente del Congreso y, por lo tanto, como Presidente de la República. Si esta estabilidad continúa, será el último mandatario antes de las elecciones generales planeadas para abril del 2021. Por lo pronto, las manifestaciones en el país no han cesado. Aún sin responsables por el asesinato de los jóvenes y un Congreso manchado por investigaciones de corrupción y otros delitos, los colectivos permanecen en contacto y comunicación permanente.

Las redes sociales, su principal canal, siguen acaparadas con las convocatorias de nuevas marchas, consejos sobre cómo actuar frente a las detenciones, rechazo a la cobertura de medios tradicionales y mensajes hacia sus autoridades. Dentro de las múltiples voces de las redes, una de ellas remarca: “Se metieron con la generación equivocada”.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/11/30/los-estudiantes-lideran-la-protesta-que-ha-tumbado-dos-presidentes-en-peru/

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Mayoría de estudiantes de Haití carece de acceso a internet

Centroamérica/Haití/Diciembre 2020/prensa-latina.cu

El 79 por ciento de los niños haitianos en edad escolar carecen hoy de acceso a internet en sus casas, lo que limita su aprendizaje en tiempos de pandemia, advirtió la Unicef.
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La brecha digital impide a los niños y jóvenes acceder a la educación de calidad y a oportunidades en línea, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia junto a la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

A nivel mundial, dos tercios de los infantes no cuentan con conexión en sus viviendas, mientras que 759 millones de jóvenes entre 15 y 24 años corren con la misma suerte.

En Haití, el azote de la Covid-19 negó el derecho a la educación durante cuatro meses, por lo que un acceso más equitativo a la red de redes es una alternativa viable para el aprendizaje a distancia, señaló Raoul de Torcy, representante de la Unicef.

Destacó, además, que la brecha digital perpetúa las desigualdades existentes, en especial para quienes provienen de hogares pobres y comunidades rurales, quienes casi no tienen forma de ponerse al día.

El panorama es aún más complejo en la nación caribeña, donde los disturbios sociales y el descontento con el gobierno en 2019 privaron a los estudiantes de al menos dos meses de clases.

Se suma el creciente clima de inseguridad y la multiplicación de secuestros, particularmente en esta capital y otras ciudades departamentales.

A mediados septiembre la ONU expresó su preocupación por el impacto de la inseguridad y la crisis sanitaria en el sistema educativo nacional, además de las huelgas de los profesores.

También insistieron en el derecho a una educación con calidad, inclusiva y equitativa, que priorice a quienes se encuentran en situaciones vulnerables.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=415169&SEO=mayoria-de-estudiantes-de-haiti-carece-de-acceso-a-internet
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Estas son las claves para involucrar a las familias en el aula

Por: Educación 3.0

Encontrar un horario adecuado para las familias, cooperar y entenderse con ellas, hacer que asuman distintos roles y ofrecerles un apoyo extra en Secundaria es fundamental para que las familias participen de la educación de sus hijos dentro del aula. Nos lo cuenta Francesc Vicent Nogales, docente en el colegio San Enrique de Quart de Poblet, en Valencia.

Durante los últimos años hemos vivido una auténtica vorágine metodológica en las aulas: aprendizaje basado en proyectosgamificación, aprendizaje-servicio, o los proyectos cooperativos, entre otros. Tras mucho tiempo aplicando estas estrategias metodológicas, hay una constante que siempre nos ha dado garantías de éxito: la implicación de las familias en la realidad del aula. Las familias llevan décadas reconocidas como miembros de la comunidad educativa, pero también llevan años relegadas al apoyo en el hogar, con estudio y deberes, y con una importante desconexión del aula.

Involucrar a las familias enseñándoles cómo aprenden sus hijos

Pero, ¿cómo pueden apoyar la educación de sus hijos si aplicamos unos métodos que ellos mismos desconocen? Es incoherente esperar que comprendan cómo reforzar contenidos con el método ABN (Algoritmo Basado en Números) si aprendieron con una metodología diferente cuando eran estudiantes. Un ejemplo: un cirujano de hace 80 años se sentiría completamente inútil en un quirófano actual, y a las familias les sucede algo similar si entran ahora en un aula en la que se encuentran a los estudiantes trabajando en cooperativo o desarrollando una sesión de ABP. La mayoría de las familias desconocen las rutinas de pensamiento que hoy son habituales en nuestro día a día, y nos miran con extrañeza cuando sus hijos les dicen: “Hemos estado jugando en clase”.

Familia y escuela

Por ello, es fundamental permitirles ser miembros activos dentro del aula haciendo que comprendan el aprendizaje basado en juegos, la gamificación o las matemáticas manipulativas, entre otras metodologías. A estos beneficios debemos añadir la importante carga motivadora que supone para los estudiantes y, por supuesto, la tarea y responsabilidad compartida con los padres y madres.

¿cómo pueden las familias apoyar la educación de sus hijos si aplicamos unos métodos que ellos mismos desconocen?

En el momento en el que abrimos las aulas y las familias entran, ven y observan su punto de vista cambia completamente. Las familias comprenden que no jugamos, sino que es aprendizaje basado en el juego o que ‘Lápices al centro’ o ‘Folio giratorio’ son herramientas muy potentes para gestionar el trabajo cooperativo dentro de clase.

Claves para que las familias participen en clase

Por otra parte, muchos docentes siguen sintiéndose más cómodos sin la presencia de otros adultos en la clase. En los centros es fácil encontrar mitos que giran en torno a la participación de las familias como: “No pueden venir al aula”, “están trabajando”, “no nos apoyan”, “no podemos permitir que nos cuestionen, nosotros somos los expertos en educación” o “en Infantil las familias siempre están disponibles, vente a Secundaria y verás la realidad”. Pero, la realidad es totalmente distinta. Muchas familias pueden acudir al aula, pero hay que ir probando distintas alternativas y claves, como las siguientes:

  • Encontrar un horario adecuado para las familias: Hace siete años, en mi centro empezamos invitando a las familias a las nueve de la mañana, una hora ideal porque los niños están más tranquilos, pero la asistencia no solía ser mayor de cuatro o cinco personas por sesión. Otro año probamos a hacerlo de cuatro a cinco de la tarde, y desde entonces la asistencia siempre supera las diez personas por sesión.
Familias y aulas
  • Cooperación. Las familias son expertos respecto a sus hijos y nosotros a veces les cuestionamos afirmando, por ejemplo, que no ponen límites, pese a que no estamos presentes en sus casas. Familias y docentes estamos llamados a entendernos y cooperar, sin prejuicios ni juicios, sin cuestionar. Si ellos nos cuestionan no debemos entenderlo como una amenaza sino como oportunidad de mejora. Si una familia no entiende una actividad, nos están ofreciendo una oportunidad para explicarla de forma más clara, para darles a conocer lo que vivimos en clase, para crecer juntos.
  • Asignar distintos roles. Invitando a las familias a la clase, les enseñamos cómo hacerlo. Les invitamos a ser partícipes asumiendo en unos momentos el rol de observador de la sesión, el de explicar o exponer desde su experiencia personal o un papel dentro de un equipo cooperativo, por ejemplo.
  • Secundaria: una ayuda extra. En este nivel educativo, las familias necesitan toda la ayuda para comprender a sus hijos, y ahí es aún más importante nuestra labor. El problema puede ser que desde hace años han recibido un mensaje que no respondía a sus necesidades. ¿Nos sentimos cómodos si siempre recibimos mensajes negativos? ¿Acudiríamos a una reunión si me van a contar algo muy similar a lo que escuché los últimos tres años? En Secundaria los padres siguen necesitando ayuda, necesitan comprender cómo gestionar los cambios de sus hijos, cómo acompañarles y a la vez dejar el espacio que reclaman, o cómo generar corresponsabilidad, ahí el papel del profesorado es vital.

Implicar educativamente a las familias es una necesidad y no siempre sabemos cómo hacerlo. Para ello el libro ‘Escuela y familia: misión posible’ ofrece 27 proyectos educativos con actividades, pautas, programaciones y todo lo necesario para lograr que las familias quieran venir a clase con sus hijos y nosotros, como docentes, sepamos convertirlos en los agentes educativos que son.

En definitiva, si creamos un modelo de escuela en el que todos estamos implicados, y en el que todos tenemos ‘voz y voto’, lograremos implantar ese modelo de educación de 360 grados, en el que la escuela y su entorno cooperan generando espacios abiertos de aprendizaje.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/estas-son-las-claves-para-involucrar-a-las-familias-en-el-aula/

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¿Regreso a clases presenciales a las escuelas?, ¡ni pensarlo!

 Abelardo Carro Nava

¿Cuántas escuelas de educación básica han recibido recursos económicos en los últimos meses para la habilitación o rehabilitación de sus espacios físicos con la intención de que se ofrezca un regreso seguro a todos los actores que en ellas concurren? Con excepción de las instituciones educativas que participan en el programa “La Escuela es Nuestra”, ninguna.

Esta pregunta, y la afirmación subsecuente, viene a colación porque en las últimas semanas, a través de diversas cápsulas “informativas” que trasmite Tv Azteca, ha insistido en el regreso a clases de manera presencial en nuestro país puesto que, según se argumenta, la estrategia “Aprende en Casa” que implementó la Secretaría de Educación Pública (SEP), como parte de las acciones educativas que echó andar para que los estudiantes no interrumpieran sus estudios, no está dando resultado y, por tal motivo, prácticamente mediante estos “episodios televisivos”, le exige a la SEP y el Gobierno Federal, den la indicación para que se retorne a clases de esta manera.

Lo anterior podría no ser nuevo; al fin de cuentas, Tv Azteca y Televisa, a través sus noticieros, han buscado la forma de incidir en la percepción que sus televidentes tienen con relación a tal o cual hecho. ¿Acaso durante el sexenio peñanietista se cansaron de enviar mensajes a su audiencia en los que se denostaba al magisterio? Nunca se cansaron porque, indiscutiblemente, nunca dejaron de recibir dinero del gobierno, pero bueno, volviendo al tema que me ocupa, y que realmente me preocupa, me llama la atención que en lo que va de la contingencia sanitaria decretada por el gobierno mexicano en marzo de este año a la fecha, pocas escuelas públicas hayan recibido algún recurso con la intención de habilitar y/o rehabilitar sus espacios físicos. Tal es el caso de aquellas que están incorporadas al programa “La Escuela es Nuestra”. De hecho, sobre este asunto, el pasado 28 de octubre, Eunice Arias, Directora de Evaluación y Monitoreo de los Programas Sociales de la Secretaría del Bienestar, en conferencia de prensa sostuvo, que de los 57 mil 799 centros escolares que forman parte de este programa – que entrega recursos económicos a las comunidades para la mejora de infraestructura –, 97 por ciento ya dispusieron del dinero, por lo que muchas de las instituciones seleccionadas – conforme a una base de datos – se vieron favorecidas puesto que, como tales, se encontraban en zonas indígenas y, con la pandemia, no tenían baños y agua (Xantomila, 2020).

Interesante dado fue éste y, desde luego, presentarlo, así como así, podría haber generado cierto entusiasmo en propios y extraños; sin embargo es preciso mencionar que, según las cifras expuestas en el documento “Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019” que elaboró la Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto de la SEP en 2019 (SEP, 2019), se advierte que el total de escuelas públicas, en su modalidad escolarizada, por tipo, nivel y sostenimiento, asciende a 216 mil 564. De éstas, 198 mil 731 corresponden a educación básica. Ahora bien, si a este total le restamos los 57 mil 799 centros escolares que participan en “La Escuela es Nuestra”, tendríamos 140 mil 932 instituciones que no están inscritas en dicho programa y que, como bien lo explicaría y fundamentaría Rogelio Alonso, en su texto titulado “Tv Azteca: la desafiante exigencia de regresar a la escuela” (Alonso, 2020), presentan ciertas problemáticas en cuanto a su infraestructura se refiere. ¿Nos entusiasmamos entonces?

Ahora bien, un dato que no es menor es que en esas 198 mil 731 escuelas, acuden a prestar sus servicios profesionales un millón 40 mil 588 docentes de quienes, desde luego, no se conoce su estado de salud porque, si bien es cierto que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en meses anteriores venía “levantando” una encuesta que tenía por objetivo conocer el estado de salud y laboral del personal agremiado a éste, así como las condiciones básicas en las que se encuentra cada escuela (Jiménez, 2020), la verdad de las cosas es que, hasta el momento en que cierro estas líneas, nada se sabe sobre ello. ¿Casualidad? No lo creo.

Y bueno, por lo que respecta a lo que cada escuela necesitaría para que pudiera hablarse de un regreso “seguro” a las aulas, habría que revisar el texto de Reyna Campuzano titulado “Regreso a Clases”, donde se especifica que, entre otros insumos con los que deberían contar las instituciones educativas como lo es el agua potable de manera constante, se tendría que dotar de cubrebocas y caretas (personales), termómetros infrarrojos, tapetes sanitizantes, gel antibacterial suficiente, material para señalizar la escuela (y cumplir de esta forma la sana distancia) (Campuzano, 2020), además de todo el material necesario para la limpieza e higiene, tanto de salones como de sanitarios. Hecho que, desde luego, implica destinar un recurso económico que, desafortunadamente, no se vio reflejado en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2021 aprobado en este año.

¿Cómo se exige que se retorne a las aulas escolares cuando se sabe que está en puerta la temporada invernal y, con ello, se agudice o incremente el número de contagios por el SARS CoV-2 en los mexicanos? Al menos, eso es lo que han advertido las autoridades de salud, especialistas en esta materia. Luego entonces, caer en simplezas, como en las que viene sosteniendo esta televisora es por demás ruin y mezquino.

Es cierto, la estrategia “Aprende en Casa” ha enfrentado diversas problemáticas desde que inició, y de las cuales, varios investigadores, académicos, maestros y colegas, hemos dado cuenta de ello en diversos espacios, pero también es cierto, que los docentes han venido trabajando de manera favorable para que sus estudiantes no vean interrumpido su proceso formativo. De hecho, sobre este último asunto, es muy importante el dato que se ofrece en el documento que hace unos días la Comisión Nacional para la Mejora de la Educación (MEJOREDU) publicó sobre las “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por Covid-19” (Profelandia.com, 2020), y en el que se especifica, que el 75.4% de las y los docentes, diseñaron actividades y materiales por su propia cuenta con el propósito ya señalado.

En suma, considero que hablar de un posible regreso a clases a las escuelas no es incorrecto; de hecho, hace unos meses formulé algunas propuestas relacionadas con este asunto, con la intención de aportar un granito de arena a esta idea, lo incorrecto en todo caso es, trasmitir la idea errónea de que es posible regresar a las aulas en estos momentos sin que se hayan otorgado las condiciones de infraestructura mínimas para ello, así como también, de cerciorarse el estado de salud de todos los actores, insisto, que en ellas concurren. ¿Acaso en esta televisora no están enterados de lo que viene sucediendo en el mundo con relación a los contagios por coronavirus? Habría que recomendarles el estudio realizado en Corea del Sur y que, hace unos días, el portal Aristegui Noticias difundió con relación a que los niños pueden trasmitir el coronavirus al mismo ritmo que los adultos (Aristegui Noticias, 2020).

Quienes nos encontramos dentro del Sistema Educativo Nacional (SEN), sabemos que éste adolece de varias cuestiones; una de ellas ya la he referido: los recursos económicos para mejorar su infraestructura; pero también sabemos, porque lo hemos padecido, que cuando un alumno llega con síntomas de gripe al salón de clases que atendemos, el grupo de alumnos que lo conforman se contagia de inmediato. Regresar a clases a las escuelas en estos momentos, insisto, ni pensarlo, aunque es necesario seguir formulando propuestas y exigir se destinen recursos para ello o… ¿acaso se piensa que los padres de familia y maestros absorberán los costos de dichas habilitaciones o rehabilitaciones a los espacios físicos educativos?

Referencias:

Alonso, R. (2020). Tv Azteca: la desafiante exigencia de regresar a la escuela. Educación Futura. Recuperado de: http://www.educacionfutura.org/tv-azteca-la-desafiante-exigencia-de-regresar-a-la-escuela/

Campuzano, R. (2020). Regreso a Clases. El Mercurio. Recuperado de: https://elmercurio.com.mx/editoriales/regreso-a-clases

Jiménez, A. (2020). Realiza SNTE encuesta nacional para conocer estado de salud de maestros. MVS Noticias. Recuperado de: https://mvsnoticias.com/noticias/nacionales/realiza-snte-encuesta-nacional-para-conocer-estado-de-salud-de-maestros/

-Redacción Aristegui Noticias (2020). Los niños pueden trasmitir el coronavirus al mismo ritmo que los adultos: Estudio. Recuperado de: https://aristeguinoticias.com/2311/mundo/los-ninos-pueden-transmitir-el-coronavirus-al-mismo-ritmo-que-los-adultos/

Redacción Profelandia.com (2020). MEJOREDU presenta estudio sobre experiencias durante la contingencia por… Profelandia.com. Recuperado de: https://profelandia.com/mejoredu-presenta-estudio-sobre-experiencias-educativas-durante-la-contingencia-por-covid-19/

SEP (2019). Principales cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019. Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto. Recuperado de: https://www.planeacion.sep.gob.mx/Doc/estadistica_e_indicadores/principales_cifras/principales_cifras_2018_2019_bolsillo.pdf

Xantomila, J. (2020). El 97% de centros escolares disponen recursos de “La Escuela es Nuestra. La Jornada. Recuperado de: https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/10/28/dispersa-la-escuela-es-nuestra-10-mil-mdp-para-centros-escolares-3165.html

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/regreso-a-clases-presenciales-a-las-escuelas-ni-pensarlo/

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Venezuela: Jóvenes larenses recibieron títulos como investigadores penales

América del Sur/Venezuela/29-11-2020/Autora: /Fuente: ultimasnoticias.com.ve

112 jóvenes recibieron sus acreditaciones como Técnicos Superiores Universitarios en Investigación Penal, programa de formación avalado por la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) Lara.

El Gobernador de la entidad, Adolfo Pereira, presidió el acto solemne de grado, en el auditorio “Julio Pérez Rojas” en la sede gubernamental ubicada en Barquisimeto.

Se trató de la octava cohorte de graduandos en la entidad que se incorporan al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), según informó Pereira, y quienes pasarán “a reforzar las filas de los organismos de seguridad  larenses”, recalcó.

Por su parte, el comisionado jefe Franklin Aguilar, director de la Unes resaltó que luego de dos años de formación y a pesar de la pandemia por covid 19, cada uno de los jóvenes lleva consigo todos los conocimientos necesarios para ponerlos en práctica.

Uno de los graduandos, Bryan Reynold, señaló su agradecimiento por el logro de la meta de estudio a la oportunidad brindada por el Presidente Nicolás Maduro. Mientras, Mariangel Peraza, indicó que como investigadora penal, ella y sus compañeros, se encuentran “comprometidos con el servicio del pueblo”.

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Uruguay: Institutos educativos deberán cumplir protocolos sanitarios en actos de fin de cursos

América del Sur/Uruguay/29-11-2020/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy

Se recomienda que se haga al aire libre y que se identifique a cada uno de los asistentes para facilitar el rastreo en caso de detectar casos de coronavirus.

El Consejo Directivo Central (Codicen) dio algunas recomendaciones a los institutos educativos para evitar contagios por el virus Covid-19 en los actos de fin de cursos, según informó Subrayado. Se deberá cumplir el protocolo sanitario: uso de tapabocas y el distanciamiento social. Se recomienda que se haga al aire libre y que se identifique a cada uno de los asistentes para facilitar el rastreo en caso de detectar casos de coronavirus.

La presencia de familiares está permitida “en la medida que se puedan cumplir los protocolos”, dijo Robert Silva, presidente del Codicen. La cantidad de personas dependerá de la capacidad locativa de los centros educativos, aunque hay casos que los actos se harán en clubes deportivos o teatros. Agregó que están habilitados los actos protocolares no así los culturales, ceremonias, kermés o las fiestas tradicionales. La habilitación rige para 6º de escuela, 3º y 6º del liceo, y 3º de UTU. “Cuando culminan los ciclos educativos y hay cambios de abanderados”, indicó Silva.

El Codicen exhortó a que, en la medida de lo posible, estos encuentros se hagan en espacios abiertos y con el distanciamiento físico correspondiente. «Se podrá disponer la concurrencia de público, siempre y cuando se respete el protocolo sanitario de aplicación, especialmente en cuanto al distanciamiento de un metro y medio, y el uso de tapabocas en todos los casos y en todo momento», añade la resolución del Codicen.

Días atrás a través de un comunicado, el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Administración Nacional de Educación Pública -ANEP- exhortaron a la población, especialmente a los estudiantes, a no realizar fiestas de fin de cursos que convoquen a numerosas personas. En el comunicado dice que “en los últimos días, se ha detectado un creciente número de brotes de Covid-19. Es una situación delicada que solo podremos controlar entre todos. Por esta razón, las autoridades sanitarias y educativas exhortan a la población, y especialmente a los estudiantes, a abstenerse de realizar festejos de fin de año que reúnan a numerosas personas”.

“Sabemos que la celebración y el encuentro son actividades muy humanas, y que la socialización es especialmente importante para los jóvenes. Pero en este momento hay un bien superior a proteger, que es la salud de todos los uruguayos”, agregan. “Hoy más que nunca, necesitamos un ejercicio responsable de la libertad y una convivencia solidaria. Solo podremos cuidarnos si nos cuidamos entre todos. Confiamos en que, en 2021, podremos celebrar el fin de año como siempre”, finaliza el comunicado.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/institutos-educativos-deberan-cumplir-protocolos-sanitarios-en-actos-de-fin-de-cursos-id799953/

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