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México: Hasta un 98% de participación de docentes en evaluación nacional

México/03 julio 2017/Fuente: El Sol de México

La Secretaría de Educación Publica (SEP) informó que este sábado y domingo fueron evaluados más de 43 mil docentes en desempeño, lo que representa 98 por ciento de participación a nivel nacional.

En un comunicado se precisó que 43 mil 259 docentes y técnicos docentes de educación básica y media superior participaron en este proceso central de la Reforma Educativa.

“El 1 y 2 de julio se presentaron a la Evaluación del Desempeño al término del segundo año en Educación Básica y Media Superior 43 mil 259 de los 44 mil 111 programados, lo que representa el 98 por ciento de participación”, indicó.

En Oaxaca fueron evaluados casi mil 500 maestros que, sumados a los que participaron el 27 y el 28 de mayo pasado representan dos mil 591 sustentantes en evaluación del desempeño, mientras que en Chiapas se alcanzó la meta de participación de 100 por ciento.

Las entidades federativas con más participación fueron Campeche, Colima, Estado de México, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala y Yucatán.

La Secretaría de educaicón Pública informó que las pruebas de la Evaluación del Desempeño al término del segundo año en Educación Básica y Media Superior en 305 sedes de aplicación de 29 entidades federativas se han aplicado en condiciones óptimas de normalidad, eficacia, transparencia y alta participación.

En la Evaluación de Desempeño al término del segundo año en Educación Básica se programaron 43 mil 562 aplicaciones, y hubo 42 mil 739, es decir, 98 por cierto.

En Educación Media Superior se evaluaron 520 de los 549 programados, equivalente a 95 por ciento.

Adicionalmente, se llevó a cabo la Evaluación del Desempeño en Educación Básica y Media Superior en 26 entidades federativas con 44 por ciento de participación; fueron evaluados mil 639 de tres mil 729 programados.

En Educación Básica participaron mil 601 de los tres mil 654 contemplados, lo que equivale a 44 por ciento. En cuanto a Educación Media Superior, la participación fue de 51 por ciento, se programaron 75 y se evaluaron 38.

Con estas acciones, la Secretaría de Educación Pública y las entidades federativas avanzan con paso firme para contribuir a la calidad del aprendizaje de nuestros niños y jóvenes del Sistema Educativo Nacional.

Fuente: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad-mex/696247-hasta-un-98-de-participacion-de-docentes-en-evaluacion-nacional-sep

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En Bolivia: Sentencia obliga a docentes a dar examen de competencia en la “U”

America del Sur/Bolivia

A raíz de la titulación de docentes interinos sin examen alguno en la Universidad de San Simón de Cochabamba, una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) dispone que el Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) adecúe sus normativas sobre este aspecto.

Las repercusiones no se dejaron esperar y aseguran que los catedráticos deben dar examen de competencia. La sentencia dice:

“Se dispone de manera inmediata, el CEUB en sus próxima conferencia de universidades, en el marco de su autonomía, active medidas correctivas necesarias para la implementación obligatoria de la docencia ordinaria en el marco del Reglamento de Régimen Docente y el fundamento jurídico III 4 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional”.
En otras de sus partes especifica lo siguiente:

“Se exhorta al CEUB en el marco de su autonomía, en el menor plazo posible, deberá proceder con la adecuación de su normativa interna, para que de manera estructural, esta sea compatible con los postulados del nuevo modelo constitucional de Estado y los derechos y garantías previstos en la norma fundamental”.

La Federación Departamental de Profesionales de Tarija (FDPT), en su cuenta Facebook, calificó de excelente la Sentencia Constitucional que garantiza los exámenes de competencia como único medio legal para ingresar a la docencia universitaria, además que conmina a las universidades a actualizar sus Estatutos y Reglamentos a la nueva Constitución Política del Estado.

El presidente de la FDPT, Jorge Bacotich, manifestó que como federación vigilarán su estricto cumplimiento. Por lo cual, el 3 de julio enviarán una nota formal a la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS).

Para el estudiante Paolo Martínez, con esa sentencia todo docente debe entrar por examen de competencia y para ser autoridad deben ser catedráticos titulares bajo la misma modalidad.
El presidente ejecutivo de la Federación Universitaria de Docentes (FUD), Efraín Torrejón, señaló que aún están en análisis de las Sentencia Constitucional, por lo que posteriormente se referirán sobre este asunto.

El vicepresidente de la Confederación Universitaria de Bolivia (CUB), Roberto León, manifestó que en Tarija pasó algo similar a la Universidad San Simón, se quiso aprobar en el Honorable Consejo Universitario (HCUA), en referencia a la cuarta política de titulación, pero se opusieron como estamento.

El rector interino de la UAJMS, Javier Bladés, señaló que ese recurso es de estricto cumplimiento, por lo tanto espera que el CEUB convoque a una Conferencia Nacional de Universidades o se analicen los alcances y cumplimiento de la sentencia en el Congreso que se desarrollará el 2 de septiembre en Potosí.

“Mediante la cuarta política de titulación los docentes dieron examen de suficiencia u oposición, presentaron sus currículum para entrar al examen de méritos. Se tuvo cuestionamiento en algunos aspectos como que algunas personas que deberían estar en la cuarta política no fueron incluidas o viceversa. Entonces se tiene que revisar las situaciones especiales para corregirlas. Si es que hubo una indebida inhabilitación de alguien, se lo tiene que retirar. Si hubo alguien que fue inhabilitado de manera injusta, se lo tiene que restituir, pero no se puede anular toda la política por eso, porque hay colegas que cumplieron con la normativa”.

Estudiantes presentarán memorial ante el TCP

El estudiante Paolo Martínez manifestó que preparan un memorial para presentar al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), a fin de que se aplique en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS) la misma resolución de la Universidad San Simón, en referencia a la cuarta política de titulación, que permitió a los docentes dar examen de suficiencia y no de competencia en estatal tarijeña

Fuente: http://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/local/item/259655-sentencia-obliga-a-docentes-a-dar-examen-de-competencia-en-la-u

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Diez principios para la evaluación del profesorado

Por: Miguel Ángel Santos Guerra

No hay argumentos sólidos para sostener una postura contraria a la evaluación del profesorado. Por racionalidad, por responsabilidad, por ejemplaridad y por perfectibilidad de la acción solo se puede decir sí.

La evaluación se asocia, casi de forma inexorable, a los alumnos y a las alumnas. Casualmente, las piezas más frágiles del sistema educativo. Cuanto más se desciende en la jerarquía, más aumenta la evaluación hasta el punto de no imaginarnos siquiera que pudiera no existir. El alumno, por definición, es evaluable. Mientras más se asciende en la jerarquía del sistema, más van aumentando los sueldos y más va disminuyendo la evaluación. De modo que el nivel de jerarquía es inversamente proporcional a la intensidad de la evaluación. Me refiero a una evaluación sin paliativos, con repercusiones de todo tipo.

Hablo de evaluación pura y dura. De la que tiene consecuencias. No para mejorar, no para aprender, no para dialogar. Evaluación para clasificar, seleccionar, controlar, comprobar y jerarquizar.

Lo que se ve con tanta claridad para los alumnos y las alumnas empieza a tener problemas cuando se va ascendiendo en la jerarquía del sistema.

Creo que es necesario hacer la evaluación del profesorado, que no es igual hacerlo bien que hacerlo mal, esforzarse o no esforzarse, formarse o no formarse, relacionarse bien o relacionarse mal, trabajar en equipo o destruir la colegialidad con una actitud insolidaria y egoísta.

Dado el espacio reducido de que dispongo voy a concretar en diez principios mi postura sobre esta cuestión que frecuentemente, levanta ampollas.

Primer principio: Creo que debe establecerse algún tipo de evaluación del profesorado. Por muchos motivos. Uno amarrado a las funciones positivas que puede tener la evaluación como son la comprensión, el diálogo y la mejora. Otra de carácter social, ya que no es lo mismo actuar con esfuerzo y responsabilidad que hacer las cosas de cualquier manera. No es justo que existan profesionales que causen víctimas un año tras otros sin que nadie intervenga. Una tercera es el uso de estímulos o incentivos. Los profesores tienen el techo tan cerca de la nuca que les obliga a mirar siempre hacia abajo.

Segundo principio: Es fundamental determinar la finalidad de la evaluación: ¿para qué hacer esa evaluación? Hay finalidades pedagógicamente ricas, pedagógicamente pobres, finalidades vacías y finalidades perversas. Mientras más ricas sean las pretensiones, mejor. Aunque, como diré luego, habrá que revisarlas.

Tercer principio. Los profesores evaluados tienen que ser parte activa del proceso. Tienen que autoevaluarse. Y tienen que conocer los criterios por los que van a ser evaluados. Tienen que tener la posibilidad de discutirlos y de dialogar sobre su aplicación. He visto muchos instrumentos de evaluación de profesores que reproducen, como modelo, la imagen de un docente tradicional.

Cuarto principio: En esa evaluación deben participar, como evaluadores imprescindibles, los alumnos, los directivos, las familias, los colegas y los expertos. Cada uno de estos agentes tiene una peculiar perspectiva y tiene condicionantes e intereses diversos. Tienen, como es lógico también, prejuicios y distorsiones que conviene tener en cuenta.

Quinto principio: Los métodos tienen que ser diversos, pero no puede haber evaluación rigurosa sin observación directa de la práctica. Tienen que ser también sensibles para captar la complejidad. No se puede evaluar una realidad compleja a través de métodos simples

Sexo principio: Los resultados deben ser negociados. La evaluación es una visión de la realidad, pero no la única. No es indiscutible. Para que se convierta en un proceso de mejora es preciso que los evaluados/as comprendan y acepten la racionalidad de los criterios aplicados.

Séptimo principio: Hay que difundir y debatir experiencias que ya están en marcha y que están teniendo resultados positivos. No para trasladarlas de manera mimética a otro contexto o a otro momento sino para adaptarlas de manera inteligente. Ya hay mucha experiencia acumulada, mucha reflexión escrita que se puede (y se debe) aprovechar.

Octavo principio: La cultura de la evaluación no se improvisa. Hay reticencias que se deben a miedos más o menos racionales y a vivencias negativas que se han experimentado o se han oído. Hay mitos y mitomanías que generan inquietud y rechazo.

Noveno principio: Existe cierta alergia a la evaluación cuando se entiende que va ser un juicio y no una ayuda, un mecanismo de control más que un camino de comprensión y de mejora, una invitación a la competitividad y al cultivo de la apariencia. No se puede olvidar la tendencia a artificializar el comportamiento cuando se es evaluado. Un profesor que era muy vanguardista (entraba en clase y se ponía a leer La Vanguardia, dejó de serlo durante los días que duró la evaluación). Cuanto más control tenga el evaluado sobre el proceso, menor será su tendencia a romper la espontaneidad. Hay, por otra parte, recursos para detectarla: la persistencia de la observación, la honestidad del evaluador y las referencias del alumnado sobre el comportamiento habitual del profesor/a.

Décimo principio: Conviene establecer procesos de metaevaluación de las evaluaciones que se emprenden. Iniciativas que parecían racionales en un inicio se pueden pervertir por motivos diversos. No hay nada más estúpido que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada.

No hay argumentos sólidos para sostener una postura contraria a la evaluación del profesorado. Por racionalidad, por responsabilidad, por ejemplaridad y por perfectibilidad de la acción solo se puede decir sí. Otra cuestión es decidir qué condiciones y qué exigencias ha de tener para que consiga objetivos ambiciosos para los docentes y para el sistema

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/19/diez-principios-para-la-evaluacion-del-profesorado/

 

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Los mil y un fracasos de la Reforma Educativa de México.

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. Integrantes del Cuerpo Académico: Intervención y Formación en Gestión  Educativa. Área Política Educativa, Procesos Institucionales y Gestión. Universidad Pedagógica Nacional. Sede: Ajusco. 

En abril, la reforma educativa se declaró muerta. Fracasó, dijeron sindicalistas, opinólogos, expertos, padres de familia, conferenciantes, periodistas, opositores y, quién lo dijera, antiguos colaboradores, como diputados y senadores del PAN y el PRD.

No es un tema nuevo, aparece una y otra vez, al final, durante o previo a las movilizaciones de los maestros inconformes; en eventos, en foros o en la presentación de programas, informes y evaluaciones parciales. Casi podría decirse que, como diagnóstico o profecía, el fracaso ha acompañado a la reforma desde un principio.

Hace casi un año, después de las grandes protestas de 2016, que tuvieron en la masacre de Nochixtlán su momento límite, la propia CNTE extendió el certificado de muerte de la reforma educativa. En el Foro Hacia la construcción del proyecto de educación democrática, realizado en agosto de 2016, en el que participaron académicos e investigadores habituales, las razones del fracaso se explicaron en cuatro puntos: el diagnóstico limitado de la problemática educativa; la concepción mercantilista de la educación; el desconocimiento de las potencialidades de participación de los maestros; y la versión equivocada de la evaluación punitiva (Regeneración, 10 Agosto de 2016. http://regeneracion.mx/cnte-realiza-foro-hacia-la-construccion-del-proyecto-de-educacion-democratica/).

Lo cierto es que, tras ese diagnóstico terminal, la reforma educativa siguió. Aunque moderando su velocidad, como en las evaluaciones obligatorias, convertidas en voluntarias (por el momento), en la administración de despidos, en las negociaciones con algunos dirigentes (como en la sección 9 y la 22) y en el reconocimiento de problemas de aplicación y diseño (como en las mismas evaluaciones, sobre todo en cuestiones de notificaciones, reactivos mal hechos e infraestructura tecnológica deficiente e insuficiente). Pero siguió, evaluando y despidiendo profesores, continuó con Escuelas al CIEN, Escuelas al Centro, la normalidad mínima, la autonomía de gestión, el control del tiempo, y todos los demás programas de la reforma, que no se ven tanto, pero ahí están, operando en el cotidiano escolar.

Siguió, también, como respuesta a una demanda reiterada de la crítica, una reforma curricular. Desde mediados de 2016 ya circulaba una versión del Nuevo Modelo Educativo, que fue presentado formalmente el 13 de marzo de 2017.  En este momento, junto a otras cuestiones de coyuntura, reapareció el tema del fracaso de la reforma. Una vez más.

¿Deseo o realidad? El nuevo diagnóstico del fracaso ¿es terminal?, ¿ahora sí? O como en las otras ocasiones ¿veremos nuevas iniciativas, nuevos procesos, nuevos programas? ¿Se trata de un diagnóstico o de un deseo? Porque, hay que decirlo, en muchas ocasiones el triunfalismo y el wishful thinking conducen a la desmovilización y/o al encubrimiento.

¿Pero qué es la reforma?

No es un tema fácil, quizá aquí se encuentre uno de los principales problemas de cualquier diagnóstico. Para muchos opinantes, la reforma educativa es la evaluación docente; a partir de aquí, se elaboran silogismos muy simples. Si no se han cumplido –y ya no se pueden cumplir- las metas de la evaluación de permanencia, entonces la reforma es un fracaso. La reforma está en agonía. Su muerte es prematura y está anunciada.

Desde luego, se pueden achacar múltiples responsabilidades: que si estuvo mal hecha; que intentó abarcar demasiado; que no se pudo aplicar; que son los cangrejos de siempre; que fue por las resistencias de los maestros, sobre todo los de la CNTE; por separado, o en varias combinaciones, estas han sido las más mencionadas. Por eso, dicen, ya no va, es el gran fiasco de EPN. Lo que falta es esperar que termine el sexenio, y cuando venga otro gobierno (el de AMLO, por ejemplo), se acabará con esta pesadilla.

Nada nos gustaría más que así fuera. Sin embargo, el camino al infierno está empedrado con buenas intenciones. Este diagnóstico que da por muerta a la reforma está errado, más aún, es peligroso por dos razones fundamentales, aunque hay otras que por cuestiones de espacio no podemos tratar.

La primera es que no hay una evaluación, sino varias evaluaciones. La de ingreso es una, la de diagnóstico otra, la de promoción y permanencia, otras más. Y estas no se han detenido, siguen, aunque ralentizadas y con engaños, por ejemplo eso de que ahora serían voluntarias o que habría aumentos hasta del 30% en los ingresos de maestros con resultados destacados. No es cierto, ni son voluntarias, ni se han detenido, en muchos casos, los docentes no han recibido el estímulo prometido. Mientras la evaluación docente siga en la legislación y, sobre todo, en la Constitución, será muy complejo, en la actual composición legislativa, cambiarlas. Son constitucionales, cualquier conflicto será interpretado a la luz de ellas. Tendrán la fuerza del derecho. Es lo que siempre hacen los neoliberales: modificar las instituciones y las reglas, a su imagen, semejanza y conveniencia.

La segunda razón es más profunda. La reforma NO es la evaluación docente. Las evaluaciones SON PARTE de la reforma; pero no SON la reforma. En realidad, la reforma es un dispositivo complejo, un conjunto de acciones, instituciones, discursos, organizaciones, iniciativas, campañas que tienen como propósito reconfigurar el sistema educativo nacional, en sus fundamentos operativos, constitucionales, estratégicos y subjetivos. Su propósito central -más no el único-, es modelar la conformación de sujetos neoliberales, crear individuos que subjetiven la incertidumbre, la precariedad, la flexibilidad, la obediencia a los códigos del hipermercado educativo, útiles a la fase cognitiva del desarrollo capitalista que estamos viviendo.

Por eso la reforma inició con el magisterio, para transformar la base subjetiva de la enseñanza y cortar todas las modalidades colectivas de contratación; por eso inició doblegando a los maestros, de la CNTE, del SNTE y de todos los demás sindicatos educativos. Pero la reforma no quedó ahí, siguió con el SIGED, con la centralización de nómina mediante el FONE, con la autonomía de gestión, con las Escuelas al Centro, con la Normalidad Mínima, con las Escuelas al CIEN, con la panoplia de cursos, talleres, diplomados, seminarios y cursos a cargo de múltiples organizaciones que trabajan en red (como mostraremos en un libro próximo), que expanden e introyectan el mercado educativo, que están modificando las prácticas, los hábitos y el perfil de los docentes, y que ahora adelantan otro LADRILLO en esta reconfiguración: el Nuevo Modelo Educativo. En él se continúan los objetivos y los propósitos de la reforma: mercado educativo con  sujetos flexibles, ordenados, desafiliados de toda organización colectiva y precarizados. Justo como antes se hizo en la reforma laboral.

Política de la desmovilización y del compromiso

Es comprensible que en una lucha política se pretenda minar al adversario, atacarlo por su mediocridad y sus inconsecuencias, desvalorizar sus conquistas y reducir sus alcances. Es comprensible. Del mismo modo, se entiende que las fuerzas de las resistencias necesiten valorar sus esfuerzos, reivindicar sus luchas, incluso magnificar sus logros, recordar sus víctimas y sus hazañas. Se entiende. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando en una guerra –¡y la reforma lo es, sin duda alguna!- los diagnósticos están errados, se minimiza al adversario, se leen mal las señales, se ignoran sus movimientos? Nada bueno. Y eso es lo que muchos críticos, incluyendo los analistas de los fallos didácticos del modelo, militantes y promotores de la educación alternativa, quizá sin verlo ni quererlo, están contribuyendo a hacer.

La reforma no ha muerto, la reforma va, sigue por muchos más caminos que los de la evaluación, ciertamente ralentizada por la lucha de los maestros, y también, hay que decirlo, por las prisas del INEE y de la SEP, por sus diferencias internas, incluso por sus incompetencias. Pero la reforma va, pausada y en revisión, no precisamente para cambiar sus objetivos y estrategias, sino para adecuarlas, refinarlas y profundizarlas.

La reforma, por desgracia, no se agota en la evaluación, cada día se despliegan más acciones, más microiniciativas, más avances tácticos que pasan por instrumentales, es el caso de toda la parafernalia de cambios en la reorganización escolar, el manejo del tiempo a través de nuevos calendarios y horarios, de reuniones de consejo técnico hiper reguladas, de la priorización de ciertos contenidos y actividades en detrimento de otros, de la incorporación de nuevas figuras directivas, y recientemente también, a despecho de lo que digan quienes piensan que la reforma se hizo al revés, a través del nuevo modelo educativo. Cabe recordar que tres de los cinco ejes que lo conforman, ya estaban considerados en las leyes y en marcha en las escuelas, con la diferencia de que aumentará la batería de cursos posibles, gracias a ese amplio espectro de posibilidades de intervención que da la autonomía curricular, para introducir desde la programación neurolingüística, educación financiera, en valores (del mercado), emprendedurismo, cultura empresarial, superación personal, etc.

Los objetivos de la reforma, sus tácticas y estrategias, incluso sus instrumentos, no están muertos ni oxidados, sino en constante evolución. Las críticas de los expertos han servido, pero para llamar la atención del poder en las fallas, para exigirle eficacia, eficiencia y congruencia. Esas críticas son funcionales al poder; le sirven de acicate y de cobertura.

Pareciera que esta crítica, al concentrarse, contradictoriamente, en lo que no logró alcanzar la reforma pero no quisiéramos que sucediera, clama estar al frente para modular alcances, logros y metas, como si le interesara gobernar la reforma con otros colores y otros partidos.

Es preciso recordar que ningún mal diagnóstico gana nunca la guerra; por el contrario, desmoviliza y crea falsas expectativas; en este caso, porque la reforma está ahí, opera silenciosamente en los cambios de reglas, en los nuevos programas, aún con buenas intenciones, como parecen ser todos esos cursos de convivencia, manejo de emociones, educación para la paz, resiliencia, visitas al Museo Interactivo de Economía, talleres de resolución de conflictos, talleres de cómputo y demás acciones no evaluadoras, cada vez más relevantes de la reforma educativa; los críticos parecen no observarlas, y aún quienes se niegan a evaluarse, las realizan cotidianamente.

Por todo esto decimos: un diagnóstico que se anticipa a declarar muerta la reforma educativa, realizado en medio de una confrontación, sirve como reafirmación política y como salida declarativa ante una situación caótica y limítrofe. Su fuerza es la de la convicción y la de la apuesta. Nada más. Pero sus riesgos son mayores: encubrir los efectos metalaborales de la reforma, dejarla avanzar en las iniciativas micro que ya están modelando las prácticas, los perfiles y la identidad docente, ya se irradia en la formación de los educandos y en la organización de las escuelas. En este proceso, insistir en la muerte de la reforma, es propiciar la desmovilización y el triunfalismo. La reforma sigue, y se preparan nuevas batallas. Mejor tenerlo claro antes de que nos vuelvan a sorprender y someter.

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República Dominicana: Educación y ADP inician evaluación de desempeño de profesores

Centro América/República Dominicana/10 Junio 2017/Fuente: El caribe

La meta es verificar los logros y debilidades de los más de 90 mil docentes que tiene el país para desarrollar planes de mejora en el sistema educativo del país.

Cumpliendo con una demanda educativa exigida desde hace nueve años, el Ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP)  iniciaron la Evaluación de Desempeño Docente que abarcará todos los centros educativos del país.

La meta es verificar los logros  y debilidades de los más de 90 mil docentes que tiene el país para desarrollar planes de mejora en el sistema educativo de la República Dominicana.

La evaluación  se hará a docentes de todos los niveles, modalidades y sub-sistemas de enseñanzas, directores de centros educativos, coordinadores  docentes y pedagógicos.

También entran los equipos técnicos docentes distritales y regionales y de la sede del Ministerio de Educación.

El ministro de Educación, Andrés Navarro, estimó terminar esta evaluación en octubre del presente año.

Para el presidente de la ADP, Eduardo Hidalgo, esta iniciativa será una gran oportunidad para dar a conocer al mundo que República Dominicana toma decisiones importantes en procura de mejorar la calidad en su sistema educativo.

Un tema que no pasó desapercibido durante la rueda de prensa fue  la violencia escolar.  En ese sentido, el ministro Andrés Navarro dijo que la institución que rige el sistema educativo está tomando medidas internas para evitar que ocurran  casos de violencia dentro de las escuelas como es ampliar el departamento de consultoría y trabajar con el personal destinado asuntos de conductas en los centros de enseñanzas.

Fuente e imagen: http://www.elcaribe.com.do/2017/06/08/educacion-adp-inician-evaluacion-desempeno-profesores#sthash.YPHxS9tQ.dpuf

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Mexico: Niega SEE, plaza a maestra mejor evaluada.

Por: Dulce María Díaz. La Voz De La Frontera. 09/06/2017

Después de una ardua preparación que llevó a cabo la maestra Ámbar Isis Valencia Herrera, quien presentó ante el Servicio Profesional Docente el examen para aspirar a una supervisión y de llevarse el primer lugar sobre todos los maestros aspirantes, le fue retirado éste por parte de la Secretaría de Educación.

La maestra, quien labora en la escuela secundaria “18 de Marzo”, indicó que después de aplicar el examen de acuerdo a la convocatoria 2016-2017 para una supervisión a nivel secundaria y cumplir a cabalidad con los requisitos expuestos, aplicó el examen de selección, del cual salió con el primer lugar, logrando la mejor calificación de entre los docentes aspirantes a esta plaza.

“Cuando me dan los resultados me doy cuenta que quedé en primer lugar en la lista de prelación, de hecho soy la única que obtiene la calificación más alta”.

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Sabiéndose segura del lugar a ocupar, Valencia Herrera llama al Servicio Profesional Docente donde le comentan que el puesto para el que aspiró no cuenta con techo presupuestal por el momento por parte de la Secretaría de Educación, para indicarle posteriormente que espere unos meses para que el área de Planeación libere esa plaza, a lo que ella se entera meses después que a nivel federal liberaron dos plazas para este puesto en Baja California, además de una que se había liberado por parte de una supervisora que se jubiló en el Municipio de Tecate, siendo ya tres plazas por ocupar.

“Me dijeron que nivel federal había soltado dos plazas más de inspector o supervisor, por lo que aunado a la plaza de Tecate ya eran tres, una en ese Municipio, otras más en Mexicali y una en Tijuana, viendo con ello ya la posibilidad de ingresar al puesto para el cual había concursado”.

Para el 14 de febrero de este año la maestra Ámbar Isis recibe una llamada del Servicio Profesional Docente en la que le informan que a pesar de haber sido la única en contar con la calificación más alta y de haber ya presentado la totalidad de sus documentos ante esa instancia que los había verificado, había sido dada de baja del proceso por no cumplir en su totalidad con los requisitos establecidos en la convocatoria, lo cual no es verdad.

“En cuanto llegó allá, el licenciado Gustavo Ortiz me entrega un oficio donde me dan por enterada de mi baja del proceso, pues según en la convocatoria dice que tiene que tener 19 horas frente a grupo, ya después me la cambiaron no frente a grupo, sino con función docente; yo tengo 42 horas, tiempo completo, tengo en secundaria, 30 horas yo las tengo en orientación, que también es en contacto directo con alumnos y 12 con la materia de Formación Cívica y Ética y mi clave de pago 363 está estipulado que es para los maestros”.

Después de esto, la maestra inició una serie de movimientos legales e investigaciones para poder acceder por lo que ella tanto había esperado, mismas que arrojaron como resultado que el maestro Rosas, quien había quedado en cuarto lugar de prelación y quien está a un paso de la jubilación, buscó las herramientas para impugnar a alguno de los tres primeros lugares, siendo ella la perjudicada, en tanto que él obtuvo el puesto que a ella le correspondía.

“Hasta que el número cuatro en la lista de prelación se empieza a mover es que me empiezan a notificar, mismo al que le asignaron dicho puesto; al final de cuentas no respetaron las leyes del Servicio Profesional Docente”.

Por ello, Valencia Herrera exhorta a las autoridades educativas y del Servicio Profesional Docente a actuar con justicia en este caso, para el cual ella ya interpuso un recurso de revisión e incluso un amparo para poder obtener lo que por designación es suyo.

“Yo no le quiero quitar el puesto a nadie, a mí no me interesa, al final de cuentas que hagan lo que se tiene que hacer para que a mí me respeten un derecho que yo me gané, que nadie me regaló, que yo me gané por esfuerzo y mérito propio”.

Fuente: https://www.lavozdelafrontera.com.mx/mexicali/plaza-de-maestra-mejor-evaluada-se-da-a-profesor-de-cuarta

Fotografía: La voz de la frontera

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¿Cómo se evalúa a los maestros?

Por: Revista Semana Educación 

El año pasado cambió la evaluación docente. Semana Educación le explica en qué consiste el nuevo sistema y hace un balance.

En 2015, el Ministerio de Educación y Fecode llegaron a un acuerdo: definieron cómo cambiar la evaluación docente. Ya no se trataría, como ocurrió entre 2010 y 2014, de una prueba escrita elaborada por la Universidad Nacional de Colombia. La nueva evaluación, se esperaba, empezaría a medir las prácticas del aula, las competencias y las habilidades, para que los exámenes se convirtieran en herramientas formativas, que sirvieran para mejorar el desarrollo profesional de los docentes, según lo afirmaron voceros del Ministerio de Educación.

Así fue como se estructuró la Evaluación con Carácter Diagnóstico Formativa (ECDF), una prueba voluntaria que tiene como finalidad el ascenso y la reubicación salarial, influida en parte por la experiencia chilena. Según el viceministro de Educación Preescolar, Primaria y Media, Víctor Saavedra, el objetivo era identificar las condiciones de los docentes, los aciertos y las necesidades en las actividades del aula, con una prueba implementada por el Icfes. Así, para los docentes que no pasen el examen, existe la opción de tomar cursos de nivelación en facultades de educación acreditadas, con una financiación del Ministerio de Educación de un 70 %.

¿Qué evalúa?

Desde 2015, alrededor de 36.000 profesores han sido evaluados mediante cuatro mecanismos.

– El primero y más importante es la presentación de un video que registre el contexto real de su desempeño durante una clase, en el que se estudia la planeación de los contenidos, la didáctica para transmitir los conocimientos efectivamente, la relación con los estudiantes, y el ambiente del aula (80 %).

– Luego vienen dos encuestas, una realizada por los estudiantes (5 %) y otra, por los compañeros de trabajo (5 %).

– En la última parte, se considera una autoevaluación en la que el educador valora críticamente su desempeño (10 %).

¿Cuál es el balance?

“La nueva evaluación fue un progreso”, así lo aseguró Germán Darío Hernández Rojas, asesor pedagógico del Centro de Innovación Educativa de la Universidad Nacional y el Ministerio de Educación Nacional. Según Hernández, la Universidad Nacional había construido muy juiciosamente unas preguntas que eran cada vez más pertinentes; sin embargo, evaluaban únicamente las capacidades académicas de los profesores. En cambio, la nueva evaluación se enfoca, con más pertinencia, en un aspecto más importante: la práctica docente. Así lo sostuvo el viceministro Saavedra. Según Hernández, “con el acuerdo entre Fecode y el Ministerio de Educación se llegó directamente a la práctica del aula, lo que significa un paso gigante, porque es posible apreciar los contextos y la relación con los estudiantes”.

Evaluar para formar

No obstante, si se compara con Singapur, en donde también se evalúa la práctica en el aula, hace falta trabajar una parte fundamental del proceso evaluativo: el establecimiento de metas, impuestas autónomamente por cada profesor, en un ejercicio autocrítico por mejorar su desempeño y formación. El reto está entonces en que con el tiempo, se logre deslindar la evaluación de la promoción y el aumento salarial, para convertirla en un elemento formativo. Desde luego, para lograrlo es necesario mejorar la remuneración, como lo hicieron en Finlandia, Corea del Sur, Singapur, Ontario —Canadá—, para que la cuestión económica no sea la primera necesidad de los profesores. En Corea del Sur, por ejemplo, los docentes se encuentran entre profesionales mejor remunerados, junto a los médicos, ingenieros y abogados, según lo asegura la Fundación Compartir.

Registrar todas las partes de la docencia

Por otra parte, aunque la nueva evaluación se acercó al ejercicio del aula, solo se concentró en una faceta: las dinámicas internas. Hace falta entender y medir la práctica docente de una manera más amplia, para enriquecer la evaluación. Según Hernández, la prueba no evalúa al docente que planea actividades futuras, con horizontes que van más allá de la clase, que reflexiona sobre el desempeño y la comprensión de sus estudiantes y construye estrategias para mejorar la efectividad del aprendizaje, que sistematiza la información obtenida en la corrección de cuadernos y en las prácticas del aula, y que piensa en cómo evaluar a sus estudiantes holísticamente. Así que cuando Fecode le ganó el pulso al Ministerio de Educación y excluyó al Portafolio de la evaluación, en el que se incluían reflexiones pedagógicas sobre la planeación y la evaluación, se limitaron variables para medir las diferentes facetas del ejercicio docente.

¿Cómo conseguir examinar con retroalimentación?

Por último, es necesario seguir trabajando en el sistema de retroalimentación. Para Sandra Peña, profesora de Ciencias de la Educación de la Universidad Icesi, hay que entender la evaluación como una herramienta para actualizar, mejorar y reestructurar las prácticas pedagógicas. Y si bien el Icfes construyó un banco de preguntas que de acuerdo con los resultados envía recomendaciones, se corre el riesgo de homogeneizar con los mismos estándares para todos los docentes y de limitar el diálogo. El reto es descentralizar la evaluación, llevarla al colegio, para que se discuta y se piense con los pares sobre la pertinencia de las estrategias pedagógicas. Las encuestas de los pares y estudiantes no necesariamente permiten el intercambio de experiencias, y suele pasar que entre pares y directivos “se den suave”, en las pruebas, por el ambiente laboral y para mejorar las posibilidades de ascenso, según afirmó un profesor de un colegio oficial.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/como-funciona-la-evaluacion-docente/526926

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