“Perverso”, ubicar la evaluación magisterial como un mecanismo de control laboral: Gil Antón (Video)

México / 15 de julio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Aristegui Noticias

Ante el dilema del futuro gobierno de AMLO de modificar, derogar, revocar o revisar las leyes secundarias de la Reforma Educativa o la propia Constitución, el investigador del Colmex pidió «serenidad».

La Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto confundió la evaluación magisterial con un mecanismo de control laboral y con ello “le dio en la torre” a la necesidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de ejercer autoridad sobre los maestros, denunció Manuel Gil Antón.

El profesor-investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México apuntó en entrevista en #AristeguiEnVivo que la actual administración partió del argumento de que los resultados en la materia no son adecuados, “y en eso tiene razón”.

Sin embargo, cometió el error de culpar exclusivamente a los profesores de esta deficiencias, “cuando representan una proporción muy pequeña” del proceso de aprendizaje.

“Si lo que se dijo es que la culpa es de los profes (sic) y hay que evaluarlos y de eso depende su permanencia, (se transforma a la evaluación) en un requisito laboral”, apuntó.

Y añadió: “Cuando una reforma educativa confunde a la evaluación con un mecanismo de control laboral, le da en la torre a la necesidad de ejercer la autoridad”.

El experto en temas educativos advirtió que la reforma en la materia de Peña Nieto generó un efecto cobra, es decir, los maestros están más preocupados en aprobar los exámenes que en lo que ocurre en las aulas.

Citando a Roberto Rodríguez Gómez, sociólogo de la UNAM y del Colmex e integrante del Seminario de Educación Superior de la Universidad Nacional, “es muy distinto aprender lo que se va a evaluar que aprender lo que se va a enseñar”.

Apuntó: “Si la evaluación es la forma de permanecer en las aulas, el profesor se preparará para la misma, no para las aulas”.

Incluso, apuntó que si cada año se evalúan a “cientos de miles” de maestros, “es muy probable que dicha evaluación sea estandarizada y superficial” y se comentan muchos errores.

Reforma Educativa, ¿sí o no?

Ante el dilema del futuro gobierno de Andrés Manuel López Obrador de modificar, derogar, revocar o revisar las leyes secundarias de la Reforma Educativa o la propia Constitución, Manuel Gil Antón pidió serenidad.

Esta nueva administración debería serenarse para poder hacer una revisión de la situación de la educación, para luego hacer una propuesta“, puntualizó.

El profesor-investigador del Colmex puntualizó que si se el nuevo gobierno decide modificar la Constitución, sería totalmente legítimo, pues en la actual administración se realizaron unas 58 reformas.

“Si hay que corregirla, la palabra que me gusta es que necesitamos pensar en una nueva manera de transformación educativa que mejore el aprendizaje“.

Pero aclaró que los cambios que se planteen en el nuevo gobierno, deben evitar un error: “Si algo caracterizó a la reforma de Enrique Peña Nieto es que no le dio voz a los profesores. El nuevo gobierno debe establecer un diálogo. Tenemos maestros ejemplares, hay que hablar con ellos”.

Manuel Gil Antón manifestó que es un error plantear un debate “Reforma Educativa, sí; Reforma Educativa, no” pues lo que está en juego es el futuro del país, “no un partido de futbol” y concluyó: “la educación no resuelve todos los problemas pero sin educación, ningún problema se va a resolver bien”.

Ver entrevista completa:

 

 

Fuente de la Entrevista:

“Perverso”, ubicar la evaluación magisterial como un mecanismo de control laboral: Gil Antón

ove/mahv

 

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México: La Reforma Educativa de EPN y el “efecto cobra”: Gil Antón (Video)

Redacción: AN

Manuel Gil Antón, investigador de El Colegio de México, comenta que la evaluación magisterial se convirtió en un mecanismo «perverso» de control laboral y pidió al futuro gobierno de AMLO «serenarse» antes de decidir si modifica, deroga, revoca o revisa las leyes secundarias de la Reforma Educativa o la propia Constitución.

Fuente: https://aristeguinoticias.com/1207/mexico/la-reforma-educativa-de-epn-y-el-efecto-cobra-gil-anton-video/

 

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Evaluación magisterial y sismos

Por: Lev M. Velázquez Barriga

De manera conjunta, el gobierno gederal, la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación decidieron posponer la evaluación del ­desempeño en Ciudad de México y otras nueve entidades de la República, si los docentes así lo solicitan. El principal motivo es que se trata de zonas afectadas por los sismos; sin embargo, aunque ciertamente lo están, existen otras explicaciones de carácter político que no deben ser desestimadas.

Cuatro de las entidades federativas en cuestión corresponden a lo que se puede nombrar como el territorio histórico de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE): Guerrero, Michoacán, Chiapas y Oaxaca; sobra decir que en este corredor geográfico se encuentra el foco rojo de la oposición a la reforma educativa, ahí la participación en los procesos evaluativos es mínima, al grado de que la autoridad ha tenido que violar la legislación para convocar en más de tres oportunidades a los maestros, para intentar obligarlos o convencerlos con prebendas y aun así la asistencia ha sido insignificante, lo demuestra la realidad sin importar las maquilladas cifras oficiales.

La lectura de esta decisión, que particularmente me parece la más engañosa, es que el régimen esté enviando señales para una tregua política de cese al fuego con los maestros disidentes, en la idea de garantizar la estabilidad de todo el proceso electoral; es decir, hasta septiembre de 2018, en los últimos meses del presente gobierno, cuando se reanudaría la evaluación con la que se define la permanencia de los trabajadores de la educación.

Tal medida, también debe ser interpretada como una táctica de aislamiento hacia la CNTE, cuyo objetivo es acordonar el foco rojo de la disidencia magisterial a la evaluación y arrancarle lo que había levantado como estandarte de lucha nacional: que la reforma es de carácter federal y afecta por igual a todos los profesores del país, independientemente de su simpatía con cualquiera de las expresiones gremiales.

Con el aislamiento se busca mediatizar las demandas de la CNTE a la solución de sus problemas regionales o particulares de cada sección sindical; además, con ello se desprotegería a los maestros que están fuera de la franja geográfica en la que se ubica la desobediencia hacia la evaluación y que no han logrado consolidar una organización fuerte para defender por medio de la movilización social su estabilidad laboral.

En el mismo sentido y de manera complementaria a la táctica política del Estado, se puede leer la intención de desarticular las oleadas magisteriales del centro del país, que por su cercanía o pertenencia a Ciudad de México, pueden desplazarse en grupos pequeños, y en ocasiones numerosos, con mayor facilidad a los puntos de concentración, o bien, de dispersión de las movilizaciones callejeras contra la reforma educativa.

Todas estas pretensiones juntas –la supuesta tregua en periodo electoral, aislamiento de la CNTE, descobijo de los sectores educativos con mínima organización, así como la desarticulación de los profesores de las regiones cercanas a Ciudad de México– conforman la estrategia para la desmovilización del magisterio. Intentan recrear el efecto mediático y político presumido por Aurelio Nuño desde el ciclo escolar anterior, cuyo mensaje es que la reforma educativa se estabiliza y en consecuencia avanza sin resistencias ni descontentos y, si acaso hubiera, están focalizados.

La estrategia gubernamental coloca a la capital del país, en el centro neurálgico de los poderes y de la política nacional, fuera del escenario para la lucha de los maestros, pero también de su posible integración en la confrontación contra todo el régimen de corrupción y despojo que está tomando cuerpo en torno de la Asamblea Ciudadana por la Reconstrucción Nacional después de los desastres provocados por los sismos y las lluvias.

Los reformadores neoliberales no hicieron más que un stop en la dimensión evaluativa de la reforma educacional, donde ya sabían que se iban a encontrar con resistencias que la ponen en riesgo; incluso, ven una oportunidad para borrar las letras en rojo que demeritan los informes oficiales. Paralelamente al aplazamiento focalizado de la evaluación, el gobierno federal se dispone a continuar con el proceso de despojo de los derechos laborales en los otros 22 estados de la República.

En la gran mayoría de las entidades, los profesores no tendrán ni esa miserable opción de posponer para el próximo ciclo escolar la guillotina de su estabilidad en el empleo. No es suficiente la suspensión temporal de la evaluación obligatoria, para que sea un verdadero momento de júbilo tiene que ser una decisión definitiva y además que se aplique para todos sin excepción geográfica; para que eso sea posible, será necesario romper con la estrategia desmovilizadora del régimen que se presenta como acto de voluntad y sensibilidad social.

Fuente del artículo:  http://www.jornada.unam.mx/2017/10/10/opinion/018a2pol

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Políticas –no ministros– de educación

Perú / 1 de octubre de 2017 / Autor: Rafael Roncagliolo / Fuente: La República

Ojalá que superada la deleznable campaña contra los dos últimos ministros de educación pueda, ahora sí, recuperarse un debate público sobre la naturaleza, política y alcances de la educación peruana, y retomarse una polémica sustantiva que tiene larga data.

En materia de educación hay, entre varios otros, dos dilemas centrales y complementarios que no pueden dejarse de lado: uno atañe a la función social de la escuela y el otro a su lógica financiera.

La escuela puede entenderse, y se entiende en la mayor parte del mundo, como un mecanismo de movilización y democratización de la sociedad. El caso paradigmático es el de la República de Corea, donde un esfuerzo intenso y sostenido en el largo plazo ha llevado al país a promedios de ingreso per cápita y medianas de ingreso insospechables décadas atrás. Esta concepción, por supuesto, supera la idea según la cual la educación es ante todo un buen negocio, limitado a los alumnos cuyas familias pueden financiar sus elevados costos. Un detalle muy importante para entender la educación coreana consiste precisamente en la escasa diferencia de calidad existente entre la escuela privada y la pública. El estado coreano es un Estado volcado a la educación. Emulados por su ejemplo nos propusimos, en el Acuerdo Nacional, llevar la inversión peruana en educación a un modestísimo 6 % del Producto Bruto Nacional.

El segundo, y complementario, dilema, corresponde a la alternativa entre entender la educación como un mecanismo de acceso y movilización sociales o, por el contrario, como una manera de incrementar y / o perpetuar las diferencias. Parafraseando a Pierre Bourdieu, la educación sirve, desde esta última y tradicional perspectiva para asegurar el capital cultural, la legitimidad y la distinción de los que están arriba frente a los que están abajo. Cuando alguien pregunta “¿En qué colegio estudiaste?” está preguntando por el origen social de la familia, sus habilidades culturales, sus antecedentes económicos y, en el Perú, hasta raciales.

Hay un dato muy interesante para la actual discusión peruana sobre la evaluación magisterial. Se trata de una referencia que utiliza Andrés Oppenheimer (cuya perspectiva general es por supuesto, más que controversial) en un artículo reciente en el que se refiere a las calificaciones de los profesores coreanos. “Solo aquellos que están en el 5 por ciento de los graduados universitarios con los mejores promedios pueden aspirar a ser maestros en Corea del Sur. En América Latina, los sindicatos consideran a los maestros “trabajadores de la educación”, en lugar de profesionales”.

Nuestro desafío consiste en considerar a los maestros como trabajadores, por supuesto, pero también (como ocurría tiempo atrás, cuando ser llamado profesor era un símbolo de status) como élite de los trabajadores más destacados. Devolver a los maestros esta dignidad implica, por supuesto y entre otras cosas, mejorar de manera progresiva y constante sus niveles salariales.

Fuente del Artículo:

http://larepublica.pe/politica/1101833-politicas-no-ministros-de-educaciOn

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