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¿Cuándo será el Día de las y los Maestros?

Por: Manuel Gil Antón

Dicen que es hoy. En 1917, el Congreso acordó conmemorar el 15 de mayo a quienes laboran en las aulas del país. Las crónicas señalan que se hacía coincidir el festejo con el día que, en 1867, se tomó la ciudad de Querétaro para dar fin al Segundo Imperio. Hace, ya, 104 años.

Dados a tener días para celebrar, conmemorar, festejar o evocar cientos de cuestiones, variopintas en importancia y sentido, se acumularán en los diarios, y todos los medios, odas a las personas dedicadas a la docencia. El arco para la veta declamatoria es amplio: aparecerá la idea del sentido apostólico de su trabajo y la atribución rimbombante de ser la guía de la niñez, el faro que ilumina el futuro del país. Los discursos por parte del poder político, sindical y económico no serán pocos ni escatimarán toneladas de reconocimientos. Palabras, ceremonias, declaraciones, remembranzas y elogios. Inició ya la consabida cohetería desde los altos atriles, mas la pirotecnia es, por definición, fuego artificial.

No es lo mismo el abrazo o la gratitud sencilla de las niñas y niños, sus madres, padres y abuelos, o la de cada quien en su recuerdo a esas maestras y maestros que nos ayudaron a entender las cosas y, no pocas veces, a tratar de entendernos.

Me refiero a esa otra maniobra, hipócrita y repleta de oropel, más falsa que un billete de cuatro pesos: celebrar al gremio un día, sin que llegue el día en que se le respete como una profesión crucial para el desarrollo y consolidación de las condiciones intelectuales y afectivas en nuestra tierra, necesarias, sobre todo, para ya no tolerar más la pobreza y la desigualdad en el acceso a lo que se requiere para vivir con dignidad.

¿Cuándo será el día en que la voz del magisterio será escuchada, y se acallarán por fin las palabras de quienes dicen hablar por él, ostentando un sitio de autoridad educativa o laboral inmerecida, producto de la soberbia del ladrillo en que se encaraman, ignorantes, y la antidemocracia que han hecho costumbre y privilegio?

¿Cuándo será el día en que a las y los docentes se les dejará de concebir como apóstoles menesterosos o rufianes que distan de ser o parecer finlandeses?

¿Cuál será le fecha en que reconoceremos, todos, su labor como una profesión en todo el sentido de la palabra, y dejarán de ser vistos como operadores de los designios y consignas que emiten quienes ocupan un escritorio burocrático apolillado y confunden educar con instruir satisfechos con que millones aprendan a repetir a costa de dejar de preguntar?

¿Cuándo amanecerá el día en que las instituciones en que se forman serán las más importantes en la educación superior, habida cuenta de la enorme complejidad del saber que implica contar con el dominio pedagógico del contenido a enseñar, ese saber teórico y práctico, la forma más alta del conocimiento humano, que genera ambientes donde el aprendizaje es posible?

¿Cuándo será el día en que el pago sea justo, puntual, adecuado y la organización de la docencia no equivalga al sistema administrativo propio de repartir latas de atún?

¿Cuándo –hay que decirlo– los que nos dedicamos a esto haremos un esfuerzo crítico para mejorar nuestros conocimientos, la capacidad de abrir espacios para la educación como práctica de la libertad, y anudaremos demandas con compromisos de hacernos cargo de nuestras fallas y carencias, no menores?

El verdadero día de las maestras y maestros está por venir. No será fecha precisa, sino un proceso largo y complicado. Ojalá sea hoy ocasión de iniciarlo. Urge.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/cuando-sera-el-dia-de-las-y-los-maestros/

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Argentina: Es el último muerto por coronavirus desde que volvieron las clases presenciales en CABA

América del Sur/Argentina/21-05-2021/Autora: Romina Calderaro/Fuente: www.pagina12.com.ar

Era tan querido en el colegio salesiano en el que trabajaba desde hace 25 años que la muerte de Ramón Núñez hizo que las autoridades publicaran un mensaje lleno de dolor y reconocimiento: se sumaron decenas de posteos de quines lo conocieron a lo largo de tantos años.

«En nuestra época rompíamos los zapatos jugando al fútbol y sabíamos que estaba Ramón para pegarlos mejor que un zapatero. Eso sí: te hacía esperar media hora de oreo del pegamento para que quede bien». «Hay personas que hacen su trabajo cumpliendo con las tareas que se le asignan y otras que lo hacen con entrega generosa, responsable y de manera cooperativa. Gracias Ramón por los años compartidos en el colegio León XXIII». «Siempre una sonrisa para recibirnos a la mañana, solucionaba todo, una excelente persona, cuánto te vamos a extrañar». Basta con ingresar a la página de facebook del colegio Casa Salesiana León XIII para saber cuánto querían los que lo conocieron a Ramón Núñez, era responsable de mantenimiento y maestranza desde hace 25 años en la institución, que se convirtió en el, hasta ahora, fallecido número 15 por coronavirus desde que volvieron las clases presenciales a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por decidió del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

El colegio está ubicado en Palermo. Ramón murió a causa de un virus hospitalario, el jueves, después de contraer covid. No era sólo un empleado: era un símbolo de la escuela.

«Nos despedimos de Ramoncito»

«Hoy se despidió de su familia y de su otra familia del León el señor Ramón Núñez, «Ramoncito» para grandes y chicos. Ramón entró en esta casa hace 25 años y todos los que formamos parte sufrimos esta pérdida con mucho pesar. Ramón, responsable del sector de mantenimiento y maestranza, se convertía con su equipo en el motor de nuestros proyectos, los pedidos insólitos y de última hora para la Expoleón, la parrilla de las interminables jornadas en el patio; los arreglos interminables de absolutamente cualquier cosa. Todo lo resolvía con profundo amor hacia el León y con la alegría de saber que sólo él y todo su equipo estaban allí para «salvarnos» una vez más…Porque en esta casa nos queremos mucho, nos cuidamos, nos divertimos, nos peleamos, crecemos y hoy nos juntamos en oración para recordar lo que todavía sentimos tan presente. Abrazamos a su esposa, sus hijos, sus nietos y nos condolemos todos en este día tan difícil, que sólo en familia que hace comunidad podemos transitar. Ramoncito, vas a estar siempre en el patio, en las aulas, en el taller que es tan tuyo y en cada lugar del León que te vio hacer cada día el mejor que se podía vivir. Fuiste un ejemplo para todos. De trabajo, de lucha, de superación y de fe. Tu comunidad del León».

Con ese texto, el colegio –que dijeron las fuentes consultadas por este diario es una escuela con un abordaje muy bueno de la educación, progresista y popular– despidió a «Ramoncito», que se transformó en la víctima fatal número 15 entre docentes y no docentes que perdieron la vida desde que en CABA volvieron las clases presenciales, que Horacio Rodríguez Larreta se obcecó en continuar a pesar del decreto presidencial que establecía mayores restricciones en el AMBA por la escalada de casos hasta el 21 de mayo en el AMBA que incluían la suspensión de las clases en su modalidad presencial. Su decisión provocó el fallecimiento hasta ahora 15 docentes y no docentes que dejaron a sus familias con un dolor infinito y que en muchos casos fueron a trabajar contra su voluntad por los descuentos por día de paro que aplica CABA.

La lista de fallecidos

*Silvina Flores, Vicedirectora de la Escuela 24 «Dr Pedro Avelino Torres».

*Ramón Juárez, portero del colegio Galileo Galilei.

*Sergio Vicino de la EET N17 DE13

*Marcelo Mendoza, preceptor del CENS 62

*Juan Carlos Ramírez auxiliar de la escuela 21 del distrito escolar 3.

*Marcelo Becker, de la EET N° 35

*Sergio Nieto Casero de la Tecnica 14

*Daniel Bravo auxiliar de portería escuela primaria 13 del 21

*María Josefa Milioni auxiliar de portería comercial 31 del 9no

*Fanny Flores liceo 5 DE 11

*Mónica Suárez de la escuela infantil 11 de 20 de Lugano

*Jorge Langone, de la E.T N° 13 DE 21

*Graciela Romero auxiliar de portería escuela técnica 18.

*Emilio Gutiérrez profe de educación física de la escuela Dickens

*Ramón Nuñez, personal de maestranza de la escuela León XIII de Palermo.

Fuente e Imagen: https://www.pagina12.com.ar/342555-ramoncito-el-trabajador-de-maestranza-de-la-escuela-leon-xii

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La digitalización en las aulas, una necesidad del presente

Por: Educación 3.0

La formación en competencias digitales es clave para el cambio que necesitan las escuelas tras la pandemia. Esta fue una de las cuestiones abordadas en el ‘VI Encuentro de profesores de Samsung Smart School’. Nos lo cuenta Elena Diaz-Alejo, Manager de Relaciones Institucionales de Samsung.

La llegada del coronavirus obligó a la sociedad a reinventarse y adaptarse a un nuevo escenario para el que solo unos pocos estaban preparados. En la educación, docentes, estudiantes y familias tuvieron que hacer un gran esfuerzo para adaptar y trasladar la actividad educativa a las plataformas digitales. Pese a que esta adaptación supuso un gran reto para todos, el resultado fue extraordinario y tanto alumnado como profesorado estuvieron a la altura de las circunstancias.

Gracias a la tecnología la educación no se detuvo durante los primeros meses de confinamiento. Así lo muestran los datos recogidos en un estudio realizado por IPSOS para Samsung sobre los hábitos de los españoles durante ese periodo y sus perspectivas de futuro. Según el informe, el 82% de los hogares con niños en edad escolar disponían de los medios necesarios para facilitar la formación online escolar. La pregunta que se hace la comunidad educativa un año después es: ¿cuál será el modelo para los próximos años postpandemia?

Un camino hacia la digitalización

En la actualidad la situación es muy cambiante y seguirá marcada por la incertidumbre hasta que podamos vencer al virus, pero lo que es una realidad es que la digitalización en las aulas ha llegado para quedarse. En estos momentos se han podido retomar las clases 100% presenciales, pero los colegios ya están preparados y dotados de los medios necesarios para hacer frente a los confinamientos puntuales de estudiantes y las posibles nuevas olas de contagios gracias, por ejemplo, a las clases en ‘streaming’.

«En definitiva, la tecnología es siempre un medio que te ayuda a mejorar el aprendizaje, pero nunca puede convertirse en un fin «

Seguramente en el futuro habrá que trabajar en un sistema híbrido que alterne la docencia física con la telemática. Y, no cabe duda, de que esto supone un reto: hay que incrementar las competencias digitales tanto de alumnos como de docentes. Aunque es cierto que cada vez más la tecnología se integra en los procesos educativos, hay que formar continuamente en habilidades digitales. Un profesorado formado, será capaz de abordar cualquier tipo de proyecto educativo con sus estudiantes dentro y fuera del aula. De hecho, un 95% de los docentes que ya venían trabajando con tecnología antes de la pandemia, como es el caso de los centros del proyecto Samsung Smart School, afirman que pudieron acometer este cambio de manera sencilla, puesto que siguieron trabajando de la misma forma que lo venían haciendo hasta el momento, pero desde casa.

Sansung Smart School Elena

La tecnología es un factor clave para impulsar el cambio en las aulas, pero hay que poner el foco en la innovación de las técnicas educativas en su conjunto más que únicamente en los dispositivos.

Además, este cambio metodológico debe complementarse con una formación continua en competencias digitales de los docentes que permita una mayor innovación en las técnicas educativas. Durante el ‘VI Encuentro de profesores de Samsung Smart School’, el profesorado señaló que este cambio debe realizarse de manera paulatina e ir acompañado de formación y desarrollo de contenidos multimedia que fomenten una mayor participación e interés entre el alumnado.

«Debe impartirse una formación de calidad y con carácter abierto, para que cada centro pueda acometer el proceso de cambio metodológico adaptado a su propia realidad y circunstancias «

En este sentido, gracias a la integración de esta, los docentes han podido ofrecer contenidos más ricos y temáticas innovadoras con proyectos de Realidad Virtual, robótica o sostenibilidad, así como acercar la cultura a los alumnos, ofreciéndoles la oportunidad de visitar virtualmente museos o exposiciones. Todos los profesores han recibido la misma formación, pero los resultados han sido proyectos totalmente distintos.

La formación continua, clave en el cambio metodológico

Otro de los puntos que señaló el profesorado fue la necesidad de integrar a las familias en este proceso haciéndoles partícipes a través de una comunicación fluida y constante que les permita involucrarse en el aprendizaje de sus hijos. También se hizo hincapié en la importancia de generar un ambiente de trabajo en equipo en el claustro que implique e ilusione a los docentes en el proceso de transformación; Para ello, destacaron la necesidad de contar con espacios de colaboración, como Samsung Smart School, en los que compartir sus propias experiencias, conectar con otros profesores o conocer las realidades de otros centros educativos.

«Este cambio metodológico no es cuestión de un solo profesor, sino que tiene que formar parte de un proyecto de centro «

Dentro de diez años, las tecnologías permitirán una mayor personalización de los contenidos curriculares adaptándose en mayor medida a los ritmos de cada alumno. Además, con la mediación del canal digital, cambiará el concepto de aprendizaje tradicional y los pupilos se convertirán en sujetos activos de su propia educación, aumentando tanto su motivación como su autonomía. Por su parte, el profesorado debe ir más allá de su labor de transmisores de conocimiento y asumir un nuevo rol de coordinadores o facilitadores para ayudar a los estudiantes a adquirir los conocimientos y capacidades necesarias, además de fomentar los ambientes multidisciplinares y el trabajo en equipo. Por ello, y para que puedan afrontar este cambio metodológico con éxito, la formación debe ser continua, al igual que sucede en otros sectores.

Durante la pandemia el sector sanitario ha sido el que más ha sufrido, ellos han tenido que salvar vidas, pero el siguiente colectivo que más se ha sacrificado y que también merece nuestro reconocimiento ha sido el profesorado. Gracias a esos profesores que han trabajado duro con ilusión y perseverancia para salvar la educación y no dejar que sus alumnos se quedaran atrás. Los grandes cambios requieren tiempo y consenso social, pero como ha evidenciado la situación actual, la implementación de la tecnología en la educación es una necesidad del presente y del futuro.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/digitalizacion-en-las-aulas/

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El Salvador: Un maestro ambulante que enseña por placer

América Central/El Salvador/Autor(a) y Fuente: www.elsalvador.com

Guillermo es un catedrático universitario jubilado que actualmente da clases de lenguaje y matemática a los hijos de comerciantes informales de San Salvador.

En la Universidad de El Salvador, Guillermo Urrutia impartía clases de Matemática y Física avanzada, entre otras materias de alto nivel. Al jubilarse decidió seguir dando clases. Ahora trabaja en el Instituto Nacional Gral. Francisco Menéndez por las mañanas y en la tarde se dedica a e educar a hijos de vendedoras del centro histórico capitalino.

Durante la pandemia, Guillermo comenzó a utilizar tecnología en línea para poder seguir ayudando a sus alumnos, pero notó que al estar en una computadora, estos se distraían mucho y no lograban comprender los temas.

“Yo lo que hice fue ir de casa en casa preguntando si algún niño necesitaba repasar sus materias”, comenta entre risas, ya que en ese momento había una cuarentena obligatoria en el país.

Al relajarse las medidas de confinamiento, salió de nuevo a la ciudad. Al ver a los niños vendiendo en las calles se le vino a la mente la idea de que podía, de alguna forma, ayudarlos a superarse. Preguntó a las madres si los pequeños necesitaban refuerzos en su aprendizaje y la mayoría de las señoras le dijeron que sí. “Comencé allá en el palo de hule, como le dicen (predio Exbiblioteca en la calle Delgado). De ahí ya tengo cinco niños graduados, todos ellos ya saben leer y escribir”, comenta Guillermo.

Foto EDH/ Francisco Rubio

Madres vendedoras

“Yo le pedí a Dios que me enviara a alguien para que nos ayudara de alguna manera”, dice Marlen, madre de Elmar de 11 años. Su hijo está en cuarto grado, pero debido a problemas con la actitud del menor fue expulsado de su centro de estudio. Marlen pasó a su hijo en otro colegio, pero al no saber leer ni escribir a su edad, los demás alumnos se burlaban de él.

“Él me decía que mejor le diera dinero para comprar dulces e irlos a vender, que ya no iba a estudiar porque mucho lo molestaban”, asegura la madre.

Dolores de Jesús es madre de otro de los clientes de Guillermo; Bryan, de siete años, quien acaba de iniciar su escolaridad. Ella dice que con gusto le ayudara a su hijo a repasar, pero no tiene la paciencia para enseñar. Bryan es un niño muy listo que se distrae con facilidad, pero desea superarse. “Mamá, esas clases que me dan en el colegio no son para niños chiquitos como yo”, asegura el menor.

Detrás de los puestos de venta informal del centro de San Salvador, el profesor Guillermo, instala una mesa para poder impartir clases a Bryan, quien esta aprendiendo a leer y escribir.
Foto EDH/ Francisco Rubio

Clases en la calle

El profesor Guillermo Urrutia dice no seguir el mismo procedimiento Montessori, que es asignado en los centros de estudio, debido a que no están adaptados a los niños más pequeños. “A mí me encanta trabajar con los niños porque una vez ellos aprenden a leer y escribir, ahí despegan y no se detienen”, expresa.

La mayoría de sus alumnos son inquietos o a veces no están acostumbrados a estar bajo el orden de un salón de clases, por lo que el profesor busca maneras de llamar su atención. “Sé que a un niño no le va a interesar si me pongo a hablar de política, pero si le hablo de su caricatura favorita cambia todo”, explica.

Actualmente, el profesor da clases a cuatro niños, a Marlon, un joven de bachillerato, cuya madre no logró estudiar más allá del segundo grado de primaria. Marlon es un joven muy interesado en el estudio y ante cualquier duda siempre hace preguntas a Guillermo.

Su caso más complicado es Elmar, quien, a consecuencia del bullying vivido anteriormente, había perdido por completo el deseo de aprender, pero Guillermo ha descubierto en él que tiene una gran capacidad para los números. “Denle un billete de lo que sea, de $100 puede ser, y él te trae hasta el último centavo del vuelto”, asegura el profesor.

Tiene otros alumnos, como Bryan y Diego, que demuestran mucho interés por aprender y ambos ya están desarrollando la capacidad de leer.

Foto EDH/ Francisco Rubio

Recompensa para ambos lados

Las madres le dan un pago simbólico, de dos dólares, por dos o tres horas de clase que en realidad no genera una ganancia significativa para el profesor e igual lo gasta en comprar alimentos, galletas o sodas para los niños, como una recompensa de su esfuerzo. También los motiva platicando con ellos sobre temas que les gustan. A veces, una plática puede servir para educarlos y alejarlos de las calles.

“Mi mayor satisfacción es ver que ellos se superen”, concluye con una gran sonrisa el profesor Guillermo Urrutia.

Foto EDH/ Francisco Rubio

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/eldiariodehoy/guillermo-urrutia-maestro-ambulante-ninos-san-salvador/838492/2021/
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Uruguay: ANEP realizará encuesta con las familias con el fin de construir la educación del futuro de niños y adolescentes

«Nos importa conocer la opinión de las familias en todo el país, y queremos que nos ayuden a construir la educación del futuro», afirmó Silva.

La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) convoca a madres, padres y referentes a completar una encuesta sobre sus hijos o niños y jóvenes a cargo, para conocer sus opiniones y sugerencias acerca de aspectos vinculados a la Educación Inicial, Primaria, Secundaria y Técnico Profesional de la que forman parte. La consulta se extenderá hasta el 30 de mayo, informaron a LA REPÚBLICA desde la ANEP.

La ANEP inicia un proceso de intercambio con las familias que se extenderá hasta el 30 de mayo, en el que solicita la realización de una breve encuesta para conocer las opiniones y sugerencias de las familias acerca de la Educación Pública de sus hijos o niños, niñas y jóvenes a cargo, en los niveles Inicial, Primario, Secundario y Técnico Profesional.

La consulta podrá ser respondida por la madre, padre o referente del estudiante en unos pocos minutos. Se podrá acceder a un único cuestionario a través de distintos medios y plataformas (como la web de la ANEP, GURÍ familia, mensajes de texto con link y redes) en el que se realizarán preguntas concernientes a la experiencia educativa cotidiana de sus hijos o menores a cargo.

La encuesta consulta si existieron dificultades o inconvenientes para atender las clases durante 2020 y a qué las atribuyen, qué integrantes de la familia están más pendientes de la actividad curricular de los estudiantes, qué seguimiento y apoyo recibe el alumno en su hogar, y relevará hábitos cotidianos y de convivencia además de otras cuestiones propias del quehacer educativo.

Las familias podrán contestar por todos los alumnos a su cargo que estén cursando en la Educación Pública. La encuesta tiene como objetivo comenzar un proceso de intercambio periódico con las familias, con el fin de conocer sus opiniones y recoger sugerencias en diversos aspectos relativos a la educación de los estudiantes.

Proceso de consulta

Durante el lanzamiento, el presidente del Codicen, Robert Silva, invitó y exhortó a todas las familias para que colaboren con la educación de sus hijos y/o referentes que integran sus núcleos familiares, aportando su opinión a través de la encuesta.

«La Administración de la Educación Pública del Uruguay quiere escuchar a las familias, quiere contar y tener la opinión de cada uno de los integrantes de los núcleos familiares, ya sea que asistan al nivel Inicial, Primario, Secundario o Técnico Terciario. Nos importa conocer la opinión de las familias en todo el país, y queremos que nos ayuden a construir la educación del futuro. Hoy estamos atendiendo a lo urgente, pero lo importante son esos cambios impostergables que tenemos que promover», manifestó.

Silva valoró que durante lo que va de la pandemia «las familias, en su enorme mayoría, han hecho un gran esfuerzo, y por ello conocer su opinión nos parece fundamental».

Por último, afirmó que para la ANEP es «fundamental tomar decisiones sobre bases informadas, por lo que siempre recurrimos a nuestros equipos técnicos y generamos espacios de trabajo, para tener información que nos permita la toma de decisiones en base a evidencias y no a sensaciones».

Relación histórica

La directora sectorial de Planificación Educativa del Codicen, Adriana Aristimuño, reflexionó acerca de la evolución de los centros educativos desde el siglo XIX y su relacionamiento con las familias en paralelo. «No es lo mismo haber estado en contacto con aquellas familias, las del siglo XIX y comienzos del siglo XX, con sus costumbres, características y composición, que con las actuales, ya que existen diferentes maneras de constituir familias. Los sistemas educativos han ido acompañando esa evolución y esos cambios, apelando a una relación más fluida y profunda».

Aristimuño se refirió al enorme impacto generado por la pandemia en la vida de las familias, «que para el sistema educativo significó cambiar la manera de relacionarse, de mantener el vínculo, y de asegurar aprendizajes, trayectorias y egresos».

En este sentido, indicó que las familias han estado expuestas a altos niveles de estrés, y están mostrando síntomas de fatiga ya que «han sido puestas a prueba profundamente».

«Esta encuesta llega en un muy buen momento para completar la visión acerca de la realidad de todos los actores, ya que el año pasado realizamos relevamientos a docentes y estudiantes y nos faltaba la visión de las familias. Se trata de una encuesta muy relevante, que no solo quiere conocer lo que ha sucedido desde la pandemia en las familias, sino también saber cómo estas están acompañando a los estudiantes», concluyó.

Fuente: https://www.republica.com.uy/anep-realizara-encuesta-con-las-familias-con-el-fin-de-construir-la-educacion-del-futuro-de-ninos-y-adolescentes-id831581/
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Inclusión e igualdad, claves de la educación virtual en pandemia

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Si algo nos ha dejado claro el último año es que toda nuestra vida ha cambiado de un momento para otro, y cada vez es más evidente que muchas de esas transformaciones han venido para quedarse.

Lo vemos en la forma en que nos relacionamos con amigos y la familia, en el trabajo, en los cambios en nuestras prioridades vitales, y aunque no se hable tanto de ello, también en la educación.

Bien porque seamos docentes, estudiantes de cualquier nivel y ámbito educativo, como padres o madres, o por tener algún conocido estudiando: la pandemia ha hecho que la educación tal como la conocíamos hasta el año pasado nunca más volverá a ser igual.

Como ya explicaron las investigadoras María del Mar Sánchez y Paz Prendes, la educación virtual tiene sus propias reglas y dinámicas que la convierten en un modelo pedagógico que no es efectivo para emular el aprendizaje en entornos presenciales y síncronos tradicionales.

Desequilibrios educativos

Precisamente ese rápido, abrupto y desestructurado paso de la enseñanza presencial a la educación en confinamiento ha provocado profundos desequilibrios en el sistema educativo: desde la falta de acceso a ordenadores y conexión a internet hasta la ausencia de conocimientos y competencias por docentes y estudiantes para adaptarse adecuadamente al modelo en línea, pasando por los riesgos de una digitalización capitalista de la educación, entre otros.

Este panorama nos muestra la complejidad del traspaso de los modelos educativos presenciales a las diferentes modalidades en línea y, por tanto, la necesidad de una mirada amplia que permita analizar e intervenir de manera holística en la resolución de estos problemas.

Desde hace décadas, una rama importante de la sociología de la ciencia y la tecnología se dedica a desvelar la “magia” que hay detrás de los experimentos tecnocientíficos y las discusiones políticas, concluyendo que aquella compleja fórmula matemática para describir un agujero negro o la presentación final de una nueva y farragosa ley, en realidad son el resultado de una compleja relación laboral y académica entre científicos y becarios, el descarte de decenas de experimentos anteriores que salieron mal, la obtención (o no) de una nueva financiación o el éxito en el convencimiento de otros grupos para que apoyen la iniciativa.

Ni buena, ni mala, ni neutra

La conclusión de estos estudios es que necesitamos atender y comprender las pequeñas acciones locales en detalle para poder dar cuenta de fenómenos tan globales y complejos como los científicos o los políticos. Así lo acabaría resumiendo uno de los fundadores de la sociología de la ciencia, Melvin Kranzberg: la tecnología no es buena ni mala, pero tampoco es neutra, es decir, cualquier innovación o hito científico o político no es bueno ni malo a priori, necesitamos comprenderlo en su complejidad y en su contexto para poder valorarlo.

Este punto es relevante para analizar lo ocurrido durante este año con la educación y la pandemia. Extrapolando el argumento de Kranzberg a lo que ya hemos explicado y que todas y todos hemos vivido de diferentes modos, podemos afirmar que la educación virtual no es buena ni mala, pero tampoco es neutra. Y para analizar el cambio educativo sin reducirlo a ese proceso mágico y abrupto, necesitamos analizar la complejidad de los sistemas educativos y atender a las comunidades educativas locales.

Igual que ocurre con los análisis sociológicos de laboratorios o parlamentos, resulta ingenuo reducir el traspaso de la educación presencial a la virtual a la conexión de estudiantes y profesores a una pantalla y una conexión a internet.

Algunos juegan con ventaja

Para evitar la brecha digital o para garantizar la igualdad de oportunidades en el nuevo modelo educativo debemos tener en cuenta la existencia de condiciones que sitúan “en ventaja” desde la línea de salida a algunas personas frente a otras: la mayor habilidad con las nuevas tecnologías, la posibilidad de dedicarse a las labores educativas sin atender a la familia o a un trabajo, el apoyo económico y cultural de los convivientes a la óptima adecuación del estudiante al contexto virtual o la mayor capacidad para atender durante un largo periodo a las indicaciones de una pantalla.

No todas y todos los estudiantes y docentes tienen algunas de esas ventajas, porque no todas las personas somos iguales y, por tanto, el cambio en el modelo educativo debe partir del reconocimiento de esta diversidad.

Pero ¿cómo hacer esto? Si bien existen diversas maneras, enfoques y alternativas, todos ellos deberían pasar por la escucha de las necesidades que docentes, estudiantes, madres, padres, equipos directivos y técnicos educativos han tenido durante este proceso.

Nadie es más experto en un proceso educativo, en enseñar y aprender y en las características de sus estudiantes que aquel docente, aquella alumna o aquel tutor que diariamente hacen el esfuerzo por enseñar y aprender virtualmente en un contexto pandémico sobrevenido. Estos actores forman las comunidades educativas locales, y deben formar parte de las actuaciones políticas educativas que les están afectando e interpelando directamente.

Aprovechemos esta situación

Solo así se puede juzgar el papel de la educación virtual. No es buena ni mala (a priori), pero tampoco es neutra. Por tanto, nada es más prioritario que aprovechar este acontecimiento tan relevante a nivel mundial para hacer un análisis profundo con el fin de garantizar la inclusión y la igualdad en cada contexto y en cada comunidad educativa particular.

Ningún momento es mejor que el actual, en el que el reparto de los fondos europeos para superar la pandemia mediante la transformación digital nos brinda la oportunidad de hacer de la nuestra una sociedad más responsable, justa y democrática para con su sistema educativo y alineada con los objetivos de desarrollo sostenible de la agenda 2030.

Fuente: https://theconversation.com/inclusion-e-igualdad-claves-de-la-educacion-virtual-en-pandemia-158007

Imagen:  mmi9 en Pixabay

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Emancipación a través de la experiencia

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  • El plato fuerte de Xcèntric, el cine del CCCB, ha sido la doble proyección de la miniserie italiana Diario di un maestro, de Vittorio de Seta (xcentric@cccb.org). Se trata de la crónica cotidiana de un aula, a modo de poema pedagógico, que muestra hasta dónde puede llegar un grupo de alumnos cuando se confía en ellos, trabaja en cooperación y se le ofrece herramientas para interpretar la realidad.

El maestro les invita a tomar las medidas del estrado y de la pared. ¿Para qué estarán haciendo? Para algo tan sencillo como revolucionario, sobre todo hace cincuenta años: convertir la tarima en una estantería-biblioteca de aula. Previamente han juntado los pupitres en mesas para trabajar en equipo. El aula se pone patas arriba y los paseos por el barrio, por la Roma monumental o por la naturaleza se convierten en lugares de aprendizaje.

Asimismo, se modifican los tiempos, porque aquí no rige el horario compartimentado por asignaturas sino un tiempo prolongado -a veces más allá la hora de salida-, para desarrollar sus proyectos de investigación globalizados. Estas son alguna de las cartas de presentación del maestro protagonista que acaba de llegar a la escuela de Piedralata, un suburbio de Roma, con una maleta cargada de libros.

La visión y la práctica solitaria de este docente contrasta con la de los otros colegas del centro que siguen enseñando al modo más convencional, sin salirse un ápice de lo que dicta el programa oficial y el libro de texto, con exámenes absurdos, porque así lo han hecho toda la vida y no hay manera de que salgan de su zona de confort. Son los fieles servidores de una escuela autoritaria que burla el entorno y castiga, expulsa y fomenta el absentismo escolar. Bruno, el maestro protagonista, tiene que lidiar con este panorama, en un barrio de emigrantes del sur golpeados por la pobreza y la desigualdad. ¿Por dónde empezar? ¿Cómo poner orden en un aula dónde las peleas son continuas y poco o nada de lo que les ofrece la escuela les interesa? Y, sobre todo, ¿cómo lograr la asistencia de estos dieciséis alumnos de doce años?

Bruno empieza haciéndoles algunas preguntas para hacerse una idea de sus conocimientos previos y, acto seguido, les invita a hablar de lo que quieran, escribir sobre sus familias y expresar pensamientos y emociones en sus textos: para despertar su curiosidad y para que se sientan más seguros. Le sigue una inmersión en el barrio, un entorno degradado y hasta ruinoso, y las visitas a las familias. Fruto de sus salidas es el enorme mural que cuelgan a la pared sobre la lucertole, tras un estudio a fondo a fondo de la lagartija y la construcción de un vivero donde van colocando los animalitos que encuentran. Otro día asiste a la clase un antiguo ladrón al que los chicos acribillan a preguntas durante unas cuantas horas: ¿Por qué robaba? ¿Por qué dejó de hacerlo? ¿Cómo era la vida en la cárcel.

La delincuencia se convierte en un centro de interés y, como todas las actividades, terminan con la confección de un periódico y un mural: “Contra la ley”, un título decidido entre todos. Una de las palabras clave de este relato pedagógico es Insieme: en común o todos juntos. Así se toman las decisiones, se organiza la clase, se gestiona un pequeño presupuesto y se va construyendo comunidad con la participación activa y responsable de todos.

El tercer episodio (lo componen cuatro en total) arranca con una escena dramática y muy actual: la demolición de unas casas, de las que han sido expulsados sus habitantes que restan a la espera de lograr una nueva vivienda. La lista de espera es larga. Los alumnos, junto a su maestro, presencian la acción de la grúa. Una experiencia tan vivida en carne propia es una excelente ocasión para trabajar a fondo el problema de la vivienda. Tras los dibujos individuales para representar este acontecimiento, el maestro les sugiere que elijan el que les parezca mejor para hacerlo colectivamente en grande, no sin antes preguntarles -como suele hacer siempre- los porqués. Le sigue una lluvia de manos alzadas para entrar en el análisis, y no faltan las propuestas que aconsejan integrar aspectos de unos y otros.

En los debates y textos se investigan cuestiones como estas: ¿Cómo y dónde vivimos? ¿Por qué se dan estas situaciones? Se consultan estadísticas, crónicas periodísticas y se invita a un par de padres para que cuenten la historia del barrio. Todo ello es aprovechado para que los textos definitivos se puedan corregir en el encerado, para aprender a comunicarse, para descubrir nuevas palabras y algunas estructuras sintácticas. Para el título del mural se inventan una palabra muy llamativa: “Las casas de los malestantes”. Como colofón, Bruno introduce una imprenta -una de las técnicas introducidas por el maestro francés Celéstin Freinet- para imprimir los textos y juntarlos en una revista de la que se editan cincuenta ejemplares: para todos los alumnos y para sus familiares. La pasión del maestro se contagia a los chicos. Hay momentos de silencio absoluto y otros de un ruido muy educativo, porque todos quieren tomar la palabra para participar, para dar la opinión o para hacer preguntas y más preguntas.

Este modo de trabajar se repite a la hora de orientar todos los proyectos: desde los oficios del barrio hasta la Segunda Guerra Mundial y el fascismo. En este punto alguien toma un libro de texto y Bruno lee lo que se dice, y al final suelta este comentario: “Apenas nada se dice de la resistencia”. Por ello la investigación se traslada de nuevo a sus vivencias. ¿Cómo la vivieron sus familias? Y Ahí sale todo: el hambre, los campos de concentración, los bombardeos sobre la población civil, la lucha antifascista, etc. Escuchan un disco donde Mussolini, el duce, proclama la intervención de Italia en la contienda y, como otras veces, algunos padres hacen de profesores para contar sus historias. Estos chicos, en un ambiente escolar en el que se sienten escuchados, reconocidos y estimados, toman conciencia de sus capacidades y se convierten en verdaderos productores de conocimiento.

En la dirección de Vittorio de Seta se descubre la huella del cine neorrealista italiano -Luigi Comencini fue su maestro- y de Pier Paolo Passolini, en su interés por retratar el mundo de los olvidados que viven en los extrarradios y en los márgenes de la sociedad. Se filmaron cincuenta horas en cámara de 16 mm y sonido en directo, y el rodaje duró año y medio. Para el papel de maestro se eligió al actor Bruno Cirino, pero los alumnos se escogieron entre los chicos de estos barrios populares: por la mañana asistían al rodaje y por la tarde recibían sus clases habituales. Se dejó un gran margen de improvisación y espontaneidad; y a diferencia de lo que suele hacerse en los rodajes las escenas casi nunca se repetían. La RAI, la radiotelevisión italiana, lo emitió en 1972 como una miniserie de cuatro capítulos de casi cinco horas de duración. La emisión de este historia, que bascula entre la ficción y el documental, tuvo un gran impacto -en el cuarto episodio se alcanzó la cifra de veinte millones de telespectadores- y levantó una fuerte polémica entre los partidarios de democratizar y dignificar la escuela pública mediante alternativas renovadoras y los que veían en ella un mero invento que cuestionaba los cimientos del orden establecido que no conducía a ninguna parte. Al año siguiente se preparó una versión reducida de 135 minutos para la proyección en salas. Y poco después la programó televisión española para la segunda cadena.

Pero si este proceso fue laborioso, también lo fue la fase previa de documentación. La cinta se inspira en el libro de Albino Bernardini: “Diario de un maestro. Un año en Piedralata” (Barcelona, Fontanella, 1974). De Seta tuvo largas conversaciones con su autor, pero también las tuvo con Mario Lodi, autor de El País errado. Diario de una experiencia pedagógica (Barcelona, Laia, 1973) y de Insieme. Un diario de clase ((Barcelona, Laia, 1974), y miembro destacado del Movimento de Cooperazione Educativa (véase el título homónimo de Francisco Imbernón, Barcelona, Laia, 1981), grupo de educadores que, inspirados en la pedagogía Freinet, centran su actividad en la cooperación, en el hacer juntos la escuela y en la investigación del niño y del entorno. Este movimiento, con un fuerte componente comunista y cristiano radical, fue pionero en la renovación de la escuela italiana de las décadas del sesenta al ochenta, con un fuerte compromiso en la recuperación de memoria histórica antifascista. Otros muchos de sus textos fueron traducidos al castellano en aquellos tiempos. Sin duda, cabe destacar la aportación de Francesco Tonucci, asesor de esta serie, muy conocido por la comunidad educativa por sus numerosas conferencias y aportaciones en castellano en defensa del protagonismo de la infancia y por sus libros de viñetas firmados por su alter ego Frato.

Diario de un maestro pude leerse tanto en clave histórica: la de unos años de efervescencia educativa tanto en la Italia democrática como en la España de la transición, como en clave actual: ¿Acaso no hay secuencias en la película que siguen siendo plenamente revolucionarias? Siempre me asaltó una duda: ¿Por qué estas experiencias fueron y siguen minoritarias? Un día el propio Tonucci me dio la respuesta: porque la formación inicial del profesorado se mantiene igual. ¿Sólo en Italia?

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2021/05/04/emancipacion-a-traves-de-la-experiencia/

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