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Un centenar de familias denuncia que España vulnera el derecho fundamental a la educación inclusiva

Un centenar de familias de niños con necesidades educativas especiales, profesionales de educación y activistas han hecho pública un escrito en el que denuncian que España vulnera el derecho fundamental a la educación inclusiva y reclaman la aprobación de una Ley Básica Integral de la Educación Inclusiva.

«España aún no tiene un sistema pleno de educación inclusiva», lamentan en el documento dirigido a los poderes públicos, Gobierno central, comunidades autónomas, partidos políticos, asociaciones educativas sobre inclusión y al conjunto de la sociedad.

En concreto, explican que las evaluaciones que se efectúan a alumnos con necesidades educativas especiales «constituyen, por el enfoque, metodología y orientación, una de las causas determinantes de la exclusión y segregación de tales alumnos del sistema educativo».

A su juicio, son «una prueba incontestable de que España mantiene un sistema dual educativo y unas prácticas administrativas discriminatorias».

En este sentido, sostienen que los alumnos que no tienen ningún tipo de discapacidad «no se someten a ninguna evaluación psicopedagógica ni, por tanto, se les analizan sus capacidades y competencias».

«Por el contrario, a los alumnos con diversidad funcional se les somete a pruebas inadecuadas basadas en tests psicométricos de tal manera que se convierten las evaluaciones psicopedagógicas en instrumentos de legitimación de la atribución de incompetencias al alumno que presenta diversidad funcional, lo que determina su segregación o separación del sistema educativo», argumentan.

Asimismo, el escrito, realizado por el abogado Juan Rodríguez Zapatero, destaca que en 2018 el Comité de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad instaba a España a «eliminar la excepción de la educación segregada en la legislación educativa incluyendo la evaluación psicopedagógica y el dictamen de escolarización».

Por todo ello, reclaman una Ley Básica Integral de la Educación Inclusiva, y la supresión de los informes psicopedagógicos y los dictámenes de escolarización en su configuración y orientación actual (enfoque clínico). En su lugar han de establecerse informes de actuación educativa.
Fuente: https://www.europapress.es/epsocial/igualdad/noticia-centenar-familias-denuncia-espana-vulnera-derecho-fundamental-educacion-inclusiva-20200708173731.html

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Carla A. Carvalho Gómez: «Es muy difícil reflejar con un simple número el esfuerzo que la mayoría de los niños han realizado este año»

Por: Carlota Fominaya

Entrevista con Carla A. Carvalho Gómez, psicóloga general sanitaria con formación específica en Neuropsicología y fundadora del portal web Hablemos de Neurociencia.

Llega el verano y con éste el final del curso escolar. Un curso que, sin duda, quedará enmarcado en nuestra memoria por el esfuerzo que ha supuesto para los menores y los docentes. Niños que, sin lugar a duda, nos han demostrado una fuerza, valor y entereza realmente admirable.

Muchos padres están expectantes por las calificaciones que sus hijos van a recibir este año. Esperan, realmente ansiosos, las notas que, en la mayoría de los casos, supondrá el paso a un nuevo curso e, incluso, el fin de una etapa escolar. ¿Qué debemos tener en cuenta? Hablamos con Carla A. Carvalho Gómez, psicóloga general sanitaria con formación específica en Neuropsicología y fundadora del portal web Hablemos de Neurociencia.

Las calificaciones numéricas, en nuestro país, son la forma en la que los docentes reflejan el esfuerzo y desempeño en niños y niñas a lo largo del curso escolar, pero ¿son realmente válidas este año, que han perdido tantas clases presenciales?

Es muy difícil reflejar con un simple número el esfuerzo que la mayoría de los alumnos han realizado durante este año. Los docentes evalúan el esfuerzo académico basándose en variables observables, y este año con la crisis del coronavirus, esto ha sido imposible de realizar.

En una videollamada, es decir, a través de las pantallas es muy difícil observar determinadas cosas. Variables que, sin duda, en algunos casos suponen un punto de inflexión para los docentes.

El trabajo colaborativo ha sido uno de los grandes olvidados. ¿cómo vamos a evaluar este aspecto cuando los niños han trabajado solos desde casa? Otra de las cuestiones que no se han podido «medir» son las materias no correspondientes al ámbito curricular, pero que tienen grandes implicaciones posteriormente en el desarrollo de los niños. Por ejemplo, las habilidades sociales que se puedan desarrollar en el entorno escolar (en una clase, en el patio…). Habilidades que, en la mayoría de los casos, no se han trabajo dado el nulo o limitado contacto con sus iguales.

Muchas familias este año se han visto desbordadas y han dicho: «hasta aquí hemos llegado». Lo han intentado pero no lo han conseguido porque o bien no han tenido los medios suficientes, o los niños no han tenido ese acompañamiento de los profesores, tan necesario. ¿A qué puede dar lugar esto?

Por lo que vemos en consulta, hay muchos casos de alumnos que han visto sus expectativas truncadas por no alcanzar el rendimiento esperado. Situación que puede dar lugar a que este año aumente de forma significativa el fracaso escolar en nuestro país. Tendremos que observar los datos de final de año.

Es importante señalar que cuando hablamos de fracaso escolar, la pandemia, sin duda, ha agravado los casos de niños con necesidades educativas especiales quienes, en ocasiones, no han podido hacer frente a las demandas escolares por no disponer de los recursos necesarios.

En el aula, estos menores tienen garantizado el acceso a un trato más personalizado e individualizado algo que, durante el confinamiento, se ha visto limitado. Esto ha supuesto que, en muchos casos, los niños no hayan podido hacer frente a la situación; atravesando, incluso, algunos de ellos por graves situaciones de estrés y ansiedad ante las tareas escolares.

¿Cuál es el papel de la familia en este sentido?

La familia también tiene un rol muy importante en torno a este problema. Aunque si bien es cierto que la mayoría de ellas han respondido lo mejor que han sabido y podido a la situación, no debemos olvidar que no son expertos en la materia. Por lo tanto, no es de extrañar que en alguna que otra ocasión hayan tirado la toalla.

Sin embargo y, tal y como hemos explicado previamente, en esta crisis del coronavirus la familia ha ocupado un papel clave, pues han sido los padres los que han estado acompañando en todo momento a los niños durante este último periodo escolar.

Hecho que, ha desencadenado graves situaciones de estrés familiar. Situaciones que han dado lugar, entre otras cuestiones, a un mayor número de discusiones entre parejas, entre hermanos, etc. Padres y madres desbordados por tener que conciliar el trabajo junto a las labores del hogar… y al final, un menor no tan estimulado como debería. No ha resultado fácil para nadie, pero para familias con niños con ciertas necesidades educativas, menos.

De alguna forma, ¿qué es lo que más ha preocupado a las familias? Muchas se han quejado del modelo educativo que han visto estos meses en sus colegios.

A la situación inédita del coronavirus hemos tenido que añadir la utilización de métodos obsoletos y la falta de conocimiento de los docentes acerca de las Dificultades y/o Trastornos del Neurodesarrollo. Quizás, sea este último factor el que más ha preocupado a las familias que nos han llamado durante el confinamiento.

No obstante, hay que tener en cuenta que durante esta crisis los docentes han tenido que reinventarse. Hay que valorar que hayan utilizado herramientas e instrumentos para hacer frente a esta nueva situación y lo hayan hecho lo mejor que han podido. El sector de la educación se ha dado cuenta de que estas herramientas han llegado para quedarse, y transformar la educación por completo.

¿Qué es lo mejor que podemos hacer si somos una familia que se encuentra con unas malas calificaciones?

Como hemos repetido en más de una ocasión, no se trata de buscar culpables. No sé trata de saber sobre qué o quién recae el peso, más bien todo lo contrario. Ante esta situación, profesionales y familias debemos unir nuestras fuerzas con el fin de prevenir el fracaso escolar de los más pequeños y garantizar de esta forma un acceso a la educación centrado en las características y necesidades de los menores.

Por lo tanto, si estás esperando las notas de tus hijos e hijas, antes de nada, trata de responder a las siguientes preguntas: ¿ha hecho todo lo que estaba en su mano? ¿se ha esforzado lo suficiente? ¿podemos hacer en casa algo para mejorar la situación? ¿y en el colegio? Solo así podremos actuar en consecuencia.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-dificil-reflejar-simple-numero-esfuerzo-mayoria-ninos-realizado-este-202006300214_noticia.html

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El aporte del magisterio

De acuerdo con lo establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la tecnología ha demostrado ser una herramienta útil y necesaria para ayudar a garantizar que los gobiernos locales y regionales respondan en la primera línea de la emergencia, situación que se convirtió en el primer elemento de respaldo a las acciones gubernamentales generando una estrategia, que luego se convirtió en un proceso que en su conjunto se le denominó educación a distancia porque incluyó otros factores como cuadernillos impresos, radio, televisión, entre otros medios alternos para poder llegar al estudiantado.

Por otra parte, mucha tinta se ha trazado en los diferentes medios y redes sociales sobre las perspectivas negativas que tienen que ver con el alcance de dichas medidas sobre todo en los hogares de menores ingresos, que decir eso en nuestro país, equivale a casi la mitad de la población, con los efectos que ello tiene en el impacto del derecho a la educación de nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

El derecho a la educación, el derecho a la información, al igual que el derecho al acceso a internet, son pieza fundamental si es que estamos ciertos que nuestro país debe de transitar por caminos en los que dichos derechos se lleven a quienes más lo necesitan, sin embargo, el atraso y la falta de inversión en muchos años, hace que dicho planteamiento no se encuentre previsible en el corto o mediano plazos.

En este sentido, es necesario que se tome en consideración el esfuerzo desarrollado por el magisterio para generar, en un tiempo por demás breve, la adaptación que tuvo que hacer para migrar no solo al aprendizaje de tecnologías, en donde, una vez más, la capacitación docente, corre por su propia cuenta, sin embargo en esta ocasión, además, fue a costas de su propia persona, de su presupuesto y de sus pertenencias, puesto que para los diferentes niveles de gobierno, la forma más sencilla de resolverlo, fue pedirle que, a partir de que se dictaron las medidas de distanciamiento social, debería de contar con herramientas tecnológicas, con elementos para su aplicación, además de tener que aplicar otra serie de medidas al interior del hogar para resolver las problemáticas que surgieron a la par de tener que contar con aparatos para que el resto de las y los integrantes de la familia respondieran a la emergencia en el trabajo, escuela, etc.

En este sentido, vale la pena hacer un reconocimiento al esfuerzo desarrollado por el magisterio, que haciendo uso de sus equipos tecnológicos, buscando su capacitación, pagando su electricidad, su servicio de internet, su equipo y plan de servicio telefónico, adaptar el plan de estudios, exceder sus horas de trabajo, el estrés, etc. con lo que ha respondido y con la frente muy en alto a la emergencia, y que decir con lo que ha hecho para hacer llegar a quienes no cuentan con dicho servicio y se ha buscado hacer llegar para sostener el derecho a la educación que está establecido en nuestra legislación nacional.

Blog: https://manuelnavarrow.com

Fuente: https://profelandia.com/el-aporte-del-magisterio/
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Mundo: ¿Cómo educar a través de radio y TV en tiempos de la Covid-19?

Mundo/28-06-2020/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

La mayoría de los países tienen infraestructuras de educación a través de la radio y la televisión.

Más del 90 por ciento de la población estudiantil mundial ha sido afectada por la pandemia del nuevo coronavirus, calificada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como “uno de los mayores trastornos de la educación que el mundo ha conocido”.

En este contexto, explica la UNESCO que numerosos países optaron por la educación a distancia en línea para garantizar la continuidad del aprendizaje. Sin embargo, una investigación reciente del Instituto de Estadística de este organismo internacional (UIS) y la Teacher Task Force, refiere que cerca de unos 826 millones de los estudiantes que se quedaron en casa durante la pandemia, no tienen acceso a una computadora.

Mientras, explican que aproximadamente unos 706 millones de alumnos no pueden acceder a Internet y otros 56 millones viven en regiones de silencio de redes móviles.

Advierte la UNESCO que ante esta situación, tanto Gobiernos, instituciones y organizaciones del mundo, han debido encontrar “rápidamente soluciones eficaces a esta situación, y la televisión y la radio han demostrado ser una buena alternativa cuando el aprendizaje en línea no es posible”.

Educación a través de radio y televisión

Como medio de educación a distancia, la televisión tiene una tradición en países con una infraestructura de transmisión o satélite bien desarrollada. I Foto: UNESCO

Un reporte del Banco Mundial, afirma que los países de bajos y medianos ingresos han estado utilizando la televisión educativa desde la década de 1950, “incluidas las lecciones de televisión interactiva más recientemente”, y en el contexto de la pandemia del nuevo coronavirus, se ha desarrollado una programación de televisión educativa que hace frente al cierre de las escuelas.

De acuerdo con la Alianza Global para la Educación, afortunadamente, la mayoría de los países tienen algún tipo de infraestructura técnica de educación a distancia, y entre las más empleadas se encuentran la radio y la televisión.

En el caso de la radio, en medio de una era móvil digitalmente saturada, continúa siendo “la tecnología más comúnmente disponible y accesible en todo el mundo”. En este sentido, refiere la UNESCO que el “75 por ciento de los hogares a nivel mundial tienen acceso a la radio, y en África subsahariana, entre el 80 por ciento y el 90 por ciento de los hogares tienen acceso a un equipo de radio que funciona”.

En ese escenario, explica la Alianza Global para la Educación, que la transmisión de lecciones de radio sería la opción más rápida para continuar la escolarización, pues la mayoría de los países tienen estaciones de radio estatales, privadas y comunitarias que se están usando para educar a los estudiantes que se encuentran fuera de la escuela.

Por su parte, la televisión, si bien tiene más altos costos de producción, también existen otras ventajas como su amplio alcance y el hecho de ser visual, familiar y atractivo. Como medio de educación a distancia, explica la Alianza Global que esta posee una tradición en países con una infraestructura de transmisión o satélite bien desarrollada, como por ejemplo, Cuba y el Reino Unido, y que cubren una gran extensión geográfica como Canadá, Australia, China, México, Brasil, Indonesia y Estados Unidos.

Argumenta la UNESCO, que el interés de las emisiones educativas difundidas por la televisión va más allá de las necesidades de los estudiantes, pues en algunos países, “estos programas han sido elaborados para proporcionar un aprendizaje intergeneracional, en el que figuran las lenguas locales, y que incluyen también cuestiones tales como la salud y el bienestar psicosocial, dos elementos importantes para respaldar a las poblaciones afectadas por la amenaza que representa el Covid-19”.

Desafíos y recomendaciones

La radio continúa siendo la tecnología más comúnmente disponible y accesible en todo el mundo. I Foto: ONU

Para la UNESCO, la utilización de la radio y la televisión como herramientas educativas en el contexto de la pandemia, implica desafíos como la ausencia de contenido educativo en formatos audiovisuales; las dificultades de algunos países para elaborar en poco tiempo informaciones significativas en cantidad y calidad; la comunicación y colaboración entre especialistas del ámbito educativo y profesionales del sector audiovisual para elaborar planes de estudio, así como la poca práctica y experiencia en el seguimiento de la evaluación del aprendizaje.

Ante estos desafíos, instituciones como el Banco Mundial recomiendan emplear una combinación de transmisiones en vivo, contenido pregrabado, bajo demanda y programas de entretenimiento educativo.

Además, sugieren identificar canales para programas de transmisión, desarrollar horarios para la programación educativa de televisión, así como brindar apoyo a estudiantes, padres y educadores, quienes requerirán asistencia, apoyo pedagógico y socioemocional.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/coronavirus-educacion-distancia-radio-television-20200625-0057.html

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Bajar la ratio y afianzar una educación inclusiva para “que nadie quede atrás”: la opinión de las familias y los estudiantes

Por: Katherine Gajardo Espinoza y Enrique Diez

A raíz de los debates y la confrontación de posiciones que supusieron buena parte de esas políticas educativas adoptadas durante el tiempo de confinamiento, decidimos realizar una investigación a partir de una encuesta a la que han respondido 3.400 familias y estudiantes de toda España durante los meses de marzo y abril de 2020. Queríamos saber la visión de una parte de la comunidad educativa que se suele tener en cuenta mucho menos de lo que sería necesario.

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 obligó a la suspensión de la educación presencial en numerosos países, entre ellos España. Ante esta situación sobrevenida, las administraciones educativas establecieron una serie de medidas e instrucciones de cara a finalizar el curso actual y comenzar el siguiente curso escolar 2020-2021.

A raíz de los debates y la confrontación de posiciones que supusieron buena parte de esas políticas educativas adoptadas durante el tiempo de confinamiento, decidimos realizar una investigación a partir de una encuesta a la que han respondido 3.400 familias y estudiantes de toda España durante los meses de marzo y abril de 2020. Queríamos saber la visión de una parte de la comunidad educativa que se suele tener en cuenta mucho menos de lo que sería necesario.

Uno de los primeros resultados de esta investigación, titulada “Educar y Evaluar en tiempos de coronavirus”, muestra que se quiere un retorno a las clases para el próximo curso escolar, no en turnos alternos como se propone por algunas administraciones educativas, sino con más profesorado y menos alumnado por aula, para poder hacer una enseñanza más personalizada y atender a la diversidad, respetando además la distancia social mientras sigan los efectos de la crisis del coronavirus, pero recuperando la cercanía personal y la convivencia emocional.

Figura1. Nivel de acuerdo con la acepción “A partir del próximo curso escolar debería haber más profesores y profesoras y menos alumnos y alumnas por aula para resguardar la atención personalizada y respetar la diversidad”

De los resultados se extraen cinco ideas fundamentales: 1) la brecha digital se suma y amplifica la brecha social, aumentando la desigualdad en épocas de crisis; 2) las tecnologías, que han sido un aliado esencial en la crisis, no son una alternativa a la relación educativa presencial, pero son una herramienta cada vez más enriquecedora para apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje; 3) es necesario repensar el actual currículum enciclopédico para discriminar lo prescindible de lo imprescindible y priorizar los contenidos relevantes; 4) evaluar no es calificar, es entender cómo ha sido el proceso de aprendizaje para ayudar a cada alumno y alumna a seguir mejorando y al profesorado cómo apoyarles, y 5) es necesario que una de las prioridades educativas sea también “cuidar a las personas” y primar su bienestar integral, para “que nadie se quede atrás”.

La labor de compensación educativa que realiza la educación pública de forma presencial se ve radicalmente reducida y recortada en tiempos de confinamiento. A la brecha digital (familias sin recursos tecnológicos ni conexión: un 38% manifestaban tener dificultades para seguir el curso académico) se le suman otras muchas brechas que aumentan la desigualdad y amplifican la falta de oportunidades para los sectores más vulnerables: la brecha de las condiciones materiales y de espacios adecuados para trabajar en el hogar, la brecha de capital cultural y de formación del entorno familiar, la brecha económica de la precariedad o el paro o la brecha emocional que supone el impacto de la crisis y el estrés de todas sus consecuencias vividas en confinamiento. Muchas brechas que la escuela intentaba amortiguar y compensar presencialmente, pero que ahora se han visto multiplicadas en la soledad del confinamiento.

Una segunda conclusión es destacar el valor de la educación online como una herramienta complementaria a la educación presencial pero no sustitutoria de esta. El contacto, la relación directa, la comunicación, la interacción, la convivencia y la emoción son claves y esenciales en el proceso de enseñanza y aprendizaje en el periodo escolar de la vida. La fría interacción de una pantalla, nada tiene que ver con la calidez emocional de un encuentro. Sabiendo que la capacidad de autorregulación para mantener la motivación y ser constante en continuar una educación a distancia es reducida, sobre todo en estudiantes de menores edades, pues las evidencias muestran que incluso entre población más adulta menos del 5% de los inscritos completan los cursos online abiertos y masivos ofrecidos por Universidades como Harvard y el MIT.

Una tercera conclusión es la demanda (67,3%) de centrarse en los conocimientos necesarios y fundamentales, en esta situación excepcional, en vez de seguir avanzando en el temario. Esto nos puede llevar a replantear los actuales currículos enciclopédicos que la LOMCE y las editoriales han impuesto en la dinámica escolar y aprender a discriminar lo prescindible de lo imprescindible en los contenidos, priorizando aquellos realmente relevantes. Ya no solo en un momento de crisis, sino como replanteamiento general en la educación.

Una cuarta conclusión es apostar por una evaluación para el aprendizaje y la mejora. El 76% de las personas participantes rechazan el seguir haciendo exámenes sobre nueva materia durante el confinamiento y el 65,4% apoyan claramente un modelo de evaluación «continua, formativa e integradora» en positivo, es decir, donde se tenga en cuenta la valoración de los trimestres presenciales, o se valoren las tareas realizadas en confinamiento en todo caso para mejorar la nota (73%), no penalizando en cualquier caso al alumnado en esta situación tan anómala. Y se centre en el diagnóstico de las dificultades de cara a orientar la acción educativa y la atención a la diversidad de cara al inicio del curso siguiente.

Finalmente, los resultados apuestan claramente por iniciar el curso planificando medidas de apoyo y refuerzo (85%) a partir del diagnóstico de las dificultades que han tenido; que se desarrollen actividades dedicadas a abordar pedagógica y emocionalmente la situación vivida (89%) como también se resalta en otras investigaciones; así como una reducción del número de alumnado por clase y el aumento consiguiente de profesorado (81%: 76% completamente de acuerdo y 15% de acuerdo). Está claro, por tanto, que hay una abrumadora mayoría de familias y estudiantes que, frente a la intención del Ministerio de Educación y de las Comunidades Autónomas de un sistema mixto que combine la escolaridad presencial con la ‘online’, la comunidad educativa reclama más recursos para cambiar el modelo educativo con una orientación más comprehensiva e inclusiva.

Obligar a hacer la mitad del curso escolar en casa, además, supone dificultar la conciliación de las familias con su vida laboral, aumentar la tensión de convertir a las familias en tutores y orientadores escolares, sin tener formación ni recursos para ello, o no contribuir a paliar la brecha social y cultural que la escuela contribuye a compensar en cierta medida. Esto parece obedecer no a criterios pedagógicos, sino a prioridades economicistas derivadas del recorte de 9.000 millones de euros que los últimos gobiernos han aplicado a la educación.

Lo que refleja esta investigación, en definitiva, es que esta crisis sí puede ser una oportunidad si se decide, por fin, destinar los recursos públicos al bien común para poder desarrollar una educación personalizada presencial y cercana, atenta al desarrollo de cada estudiante, con retroalimentación constante y donde se puede atender a la diversidad de una forma realmente inclusiva, poniendo en marcha las medidas individualizadas necesarias nada más detectar las posibles dificultades de cada alumno o alumna.

La comunidad educativa pide a los responsables políticos que miren hacia el futuro y replanteen de una vez por todas el modelo de escolaridad “hacinada”, heredado de la época industrial, perpetuado con la única finalidad de concentrar y ahorrar costes en educación, en lo que siempre se debería haber concebido como una inversión.

Necesitamos políticas educativas que apuesten por plasmar presupuestariamente la viabilidad real de la educación inclusiva que proclaman en los discursos. Esto pasa por destinar en España el 7% del PIB a la educación pública e inclusiva, como llevan haciendo tanto tiempo los países más avanzados educativamente, para “que realmente nadie quede atrás”.

No se pueden seguir priorizando las razones económicas en vez de las educativas. Un plan de reconstrucción de este país necesita cambiar radicalmente de prioridades. Y la educación es el futuro de un país. No solo el presente, sino sobre todo el futuro.

Se puede ver la investigación completa publicada en:
https://hipatiapress.com/hpjournals/index.php/remie/article/view/5604

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/06/23/bajar-la-ratio-y-afianzar-una-educacion-inclusiva-para-que-nadie-quede-atras-la-opinion-de-las-familias-y-los-estudiantes/

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Educación física: experiencias que llegaron para quedarse

América del Sur/Uruguay/21-06-2020/Autor(a) y Fuente: www.republica.com.uy

Los docentes del área han creado iniciativas pedagógicas y lúdicas para estar presentes como área de conocimiento en tiempos de crisis sanitaria.

Además del trabajo en las plataformas educativas, los docentes de Educación Física han creado iniciativas pedagógicas y lúdicas para estar presentes como área de conocimiento en tiempos de crisis sanitaria. Algunas de esas iniciativas llegaron para quedarse en el retorno a la presencialidad. Una radio escolar, canales de Youtube, juegos adaptados al hogar, en esta nota aparecen apenas algunos ejemplos de las decenas de experiencias que se están realizando en todo el país, informaron a LA REPÚBLICA desde el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP).

El estado de situación sanitario actual en nuestro país obliga hoy a todos los actores y agentes educativos directos e indirectos a repensar y replanificar la educación. Ésta debe y deberá por gran tiempo adecuarse a una “nueva realidad”, pero en definitiva el proceso educativo debe continuar porque es un derecho fundamental.

En ese sentido el CEIP ha elaborado una batería de estrategias y herramientas que han permitido que el proceso educativo de enseñanza-aprendizaje no solo no se interrumpiera, sino que por el contrario continuara y se transformara. En ese proceso, se ha tomado como buque insignia la virtualidad, gracias al uso generalizado de las nuevas tecnologías y recursos de la información y la comunicación.

Ahora bien, en el entendido que la Educación Física es Educación amparada bajo la Ley General de Educación, la Convención de los Derechos del Niño/a y el Adolescente y la Ley de Obligatoriedad de la Educación Física en las escuelas públicas, además de integrar el Programa de Educación Inicial y Primaria 2008, desde el área de Educación Física se entiende que se debe seguir funcionando más que nunca en la búsqueda siempre constante de una educación de calidad e integral.

En la cuarentena y más allá

Además del trabajo en la plataforma CREA, los docentes de Educación Física de todo el país han explotado su creatividad en estos meses y han creado propuestas lúdico-pedagógicas para continuar enseñando la educación física en tiempos de crisis sanitaria.

En el departamento de Rocha, las docentes del área han impulsado un canal de Youtube y desarrollado divertidos juegos para hacer en casa, entre ellos el “Juego de la Oca” adaptado a los hogares.

También convocaron a través de Whatsapp a todos los docentes a realizar videos de juegos y desafíos con actividades para que cada familia pueda hacer con sus hijos de acuerdo a sus posibilidades de cada familia. Por otra parte, se invitó a filmar con los celulares aquellas actividades que consideran importantes para visualizar la realidad de los alumnos y la comunidad, y los mismos fueron compartidos entre todos los docentes de la jurisdicción.

La convocatoria fue un éxito y recibieron más de 80 vídeos como devolución.

Como tantas otras, la jurisdicción de Rocha ha comenzado el proceso de retorno a la presencialidad y los docentes consideran seguir con la edición de los vídeos, pero ahora con una temática volcada hacia la vida en el centro escolar, para los alumnos que no asisten a clases y también para darle una continuidad a las actividades de los niños que voluntariamente asisten a la escuela.

Fuente e Imagen: https://www.republica.com.uy/educacion-fisica-experiencias-que-llegaron-para-quedarse-id771355/

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Los pediatras apuestan por un sistema de «burbujas socializantes» en la vuelta de los menores de 6 años a las aulas

Por: ABC

Se propone también un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad.

La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha actualizado sus recomendaciones para la reapertura de centros educativos de edad infantil (menos de 6 años) en la que se incluyen medidas específicas a considerar en relación con la vuelta a las aulas de los más pequeños. Esta actualización, que se redacta acorde a las nuevas evidencias científicas, así como a la evolución en nuestro medio de la pandemia y a la situación epidemiológica en el momento actual de la epidemia COVID-19 en nuestro país, pone el acento en la importancia de la socialización en la enseñanza en los más pequeños y en que también ellos puedan volver a su «nueva normalidad», lo que incluye la vuelta a las escuelas infantiles. Este documento complementa a la propuesta anteriormente elaborada por la AEP en el mes de mayo 2020, que incluía pautas para la vuelta al colegio en todos los niveles educativos.

La nueva sociedad en la que vivimos, con la incorporación muy temprana de las mujeres tras la maternidad al trabajo y los amplios horarios laborales, ha propiciado la necesidad de muchas familias de incorporar a los niños muy tempranamente a la Escuela Infantil. Por ello debe considerarse, como un entorno educativo prioritario que debe prevalecer al aspecto puramente de guardería o cuidado como se entendía clásicamente. Pero, además, la Escuela infantil, nos ofrece la oportunidad de detectar y compensar posibles carencias de las familias en relación con la estimulación de los aspectos del desarrollo del niño, así como otro tipo de necesidades de carácter nutricional, afectivas o sociales. «La edad comprendida entre los 0 y 6 años es extremadamente vulnerable y sensible a los cambios, además de ser una etapa fundamental para el desarrollo emocional, educativo y la implantación de hábitos de vida saludables. Muchas familias, por diversas circunstancias familiares, económicas, sociales o formativas, no pueden ofrecer a los pequeños los estímulos adecuados para este desarrollo», asegura la doctora María José Mellado, presidente de la AEP.

« La evidencia científica, más reciente, nos ha demostrado que los pequeños no son los “grandes contagiadores” como se pensaba al inicio de la pandemia y, como ya sabíamos, la COVID-19 representa en los niños alrededor de 1% de los casos globales y cursa en la inmensa mayoría de los casos de manera leve en la edad pediátrica. Otro aspecto determinante para esta nueva directriz, es el momento epidemiológico, en el que se propone la reapertura que es claramente favorable en cuanto a número de casos de nuevos diagnósticos», explica la doctora Mellado.

Desde la AEP se considera que las propuestas generales emitidas anteriormente se mantienen válidas, en los menores de 10 años. En este sentido, la AEP propone, que, si se mantiene en el aula la distancia entre alumnos al menos de entre 1,5 metros como recomienda la OMS, puede contemplarse la retirada durante la clase de las mascarillas, que en muchos casos serían desplazadas del lugar óptimo y manoseadas; perdiendo así su efecto preventivo y flexibilizar los horarios de entrada y de salida de forma que se permita una mejor distancia física entre alumnos y se eviten aglomeraciones en la puerta de la escuela.

Para las entradas y salidas, estancia en las aulas, y, sobre todo; para las pausas de recreo y de comidas, nos planteamos crear grupos fijos de compañeros de un número reducido de niños, una especie de «burbujas socializantes» con un mismo profesor que facilite el contacto mínimo con otros grupos. Estos grupos facilitarían también el aislamiento posterior y trazabilidad de la infección en caso de aparición de algún caso. La burbuja debe ser lo suficientemente pequeña para que puedan observarse una normas claras de comportamiento. Esta medida posiblemente sea más efectiva cuanto más se complemente con medidas de higiene. Es recomendable también la actualización del calendario vacunal antes de la reincorporación a las aulas.

No llevar al niño a la escuela con fiebre

Se propone un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad o que ha estado en contacto con algún familiar enfermo o personas posiblemente infectadas, en cuyo caso debe ser atendido por el pediatra para que valore el aislamiento. Es importante tener en cuenta que este grupo de edad es el que presenta una mayor frecuencia de procesos febriles, y una menor capacidad de comunicar sintomatología, por lo que el profesor debe estar atento a inicio de fiebre en la escuela y a cuadros compatibles con la enfermedad.

Para el personal que trabaja en la escuela debe seguirse el mismo protocolo de vigilancia de temperatura, síntomas y aislamiento si ha contactado con personas sospechosas de enfermedad, además de asegurar el uso de mascarillas y todas las medidas de prevención rigurosas entre el personal educativo. Debería habilitarse una zona de «aislamiento» por si la aparición de la fiebre ocurre una vez los niños o los profesores ya están en la escuela.

Otro aspecto clave es maximizar el tiempo en el exterior, al aire libre, dado que la transmisión del virus es claramente más frecuente en ambientes interiores o cerrados, y relativamente infrecuente en el exterior. Se recomienda, por tanto, que aquellos centros que dispongan de espacios al aire libre trasladen una parte o la totalidad de actividades docentes al exterior. En cuanto a la comida, lo ideal sería que cada grupo pudiera comer en la propia aula, minimizando así el contacto con otros niños y el de compartir superficies o material de comedor. Los comedores, si se utilizan, deberán ser muy rigurosos en cuanto a la higiene, uso individual de utensilios y mantener la distancia de seguridad (puesto que no se puede usar mascarilla comiendo). La alimentación debe ser sana, adecuada a la edad y con nutrientes de alto valor biológico. En los centros en los que sea jornada continua se podría recomendar que, en la medida de lo posible, coman en sus domicilios, al igual que en guarderías.

Se deberán articular protocolos para trabajar conjuntamente con los equipos de Pediatría de Atención Primaria y con los Servicios Sociales Comunitarios de referencia, para atender de forma integral y prioritaria a los niños con necesidades especiales y apoyar a sus familias. También habría que tener implantados canales de evaluación del funcionamiento adecuado del centro, la implantación en el inicio de tareas en casa mediante la tecnología digital (dibujos, letras etc.); así como valorar ayudas a las familias más vulnerables (maternidad reciente, monoparentales, extensos horarios laborales, cambios de horario en jornada de trabajo etc.) que precisen ayuda concreta en este periodo de reincorporación de los más pequeños a las escuelas infantiles.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-pediatras-apuestan-sistema-burbujas-socializantes-vuelta-menores-6-anos-aulas-202006161318_noticia.html

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