Libro: El niño que quería construir su mundo

Reseña: Autor: Keith Stuart.

Alex es un padre de treinta y tantos años. Quiere a su esposa, Jody, pero ha olvidado cómo demostrárselo. Quiere a su hijo, Sam, pero no lo entiende. Su matrimonio va a la deriva.
Jody es una mujer cansada de educar sola su hijo. Recrimina a Alex que solo viva para su trabajo. La ruptura no tiene vuelta atrás.
Sam tiene ocho años. Es maravilloso, sorprendente…, pero para él, el mundo es un rompecabezas que tiene que aprender a montar solo. Sus problemas de comportamiento han provocado muchas tensiones entre sus padres que llegan a separarse.
La vida de Alex carece de sentido. Busca desesperadamente la manera de reconstruirla y de relacionarse con Sam. Para su sorpresa, descubre la pasión de Sam por el videojuego Minecraft. El juego les va a permitir encontrar a ambos un lugar en el que comunicarse y entenderse, redescubrirse cada uno; un lugar en el que establecer una relación más profunda entre los dos y cada uno consigo mismo.
¿Podrá esta familia fragmentada reconstruirse poco a poco, ladrillo a ladrillo? «El niño que quería construir su mundo» es una novela llena de emociones y muy divertida a la vez, a pesar del tema que aborda. Escrita con el corazón, inspirada en la experiencia personal del autor con su hijo, es una novela que hace reír y llorar al mismo tiempo.

Link de descarga: https://www.alianzaeditorial.es/catalogos/capitulos_promocion/LG00227301_9999971840.pdf

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“Una infancia feliz garantiza un adulto seguro”

Por: Mariana Tello

La infancia siempre debe ser reflejo de felicidad, de bondad y de inocencia y es que los beneficios de la risa y del juego son interminables, que una sola carcajada oxigena la vida, favorece la  toma de aire y se logra disfrutar de los pequeños detalles diarios.

Los niños que crecen en ambientes familiares felices se convierten en personas más abiertas, interesadas por los estudios, más seguras y con un elevado grado de autoconfianza, por lo que suelen alcanzar el éxito más rápido.

Tener una infancia feliz es determinante en el éxito y el grado de satisfacción de una persona. Un estudio llevado a cabo por la Universidad College London, en el Reino Unido, así lo demuestra: “Los pequeños que viven en un entorno que desborda felicidad tienen más posibilidades de alcanzar el éxito de adultos”. ¿El motivo? Crecer en un ambiente feliz te hace ser una persona más abierta, estudiosa, muy segura en el trabajo y, por lo tanto, con más facilidades para llegar al éxito.La risa es una señal de buena salud psíquica y física para niños. Es una acción que se debe practicar, fomentar y disfrutar.

Explica la psicóloga Marlene Finol que “la sonrisa es el mejor regalo que podemos recibir de un niño, cuando se sienten bien, es el reflejo de su estado de ánimo. Por el contrario no hay nada más angustiante que ver a un niño apagado”.

Por su parte, la docente Liomar Ramírez destaca que una infancia feliz se traduce en un adulto seguro.

«Los padres son moldeadores de la vida del niño, debemos inculcar valores, dar mucho amor, apoyo y compañía para que al crecer sean adultos seguros de si mismo, con metas claras y sentido de superación».

 

 

 

«Como madre no hay nada más gratificante que ver a mi hija reír. Busco siempre alternativas que me permitan ser cercana a ella con límiles y normar, pero que se sienta cómoda, que disfrute del juego, de la fantasía porque una infancia feliz me garantiza una mujer independiente, decidida y con menos complejos».

 

“Cuando una persona sonríe se activan miles de nervios sensitivos que estimulan la secreción de una hormona que produce una sensación muy agradable no solo en la persona q sonríe sino también quien la recibe, por eso SONRIE vale más que cualquier palabra y este tipo de conductas de alegría, felicidad o simplemente buen humor también la imitan nuestros niños”, precisó a PITOQUITO la psicóloga.

 

 

 

 

Pitoquito y sus amigos comparten con ustedes un décalogo para una infancia feliz publicado por Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) para disfrutar de la crianza de tu hijo.

1.  Demuestra siempre a tu hijo lo importante que es para ti. Exprésale tu amor incondicional a cualquier edad con palabras, sonrisas y gestos: besos, abrazos, caricias,…

2. Cuida de su salud y ayúdale a crecer sano. Tú eres su modelo. Enséñale estilos de vida saludables en alimentación,  actividad física, sueño, higiene,… y también en cómo vivir sus emociones. Usa el sentido del humor.

3. Dedícale tiempo a diario. Juega y disfruta con él, sin dirigir mucho sus gustos o preferencias. Procura que tenga tiempo libre, a su aire. Y disfrutad juntos de la naturaleza.

4. No hace falta acumular cosas materiales. El tiempo que le dediques, la educación y los valores que le trasmitas serán tu mejor herencia.

5. Educa con cariño. Elogia lo que hace bien y también los esfuerzos por intentarlo. Ponle normas que pueda y deba cumplir: pocas, claras y adaptadas a cada edad. Enséñale lo que está mal, sin violencia, castigo ni humillación.

6. Estimula y apoya su aprendizaje. Fomenta su autonomía desde pequeño para las actividades cotidianas, como vestirse, lavarse o comer. No le des todo hecho. Es bueno que poco a poco vaya teniendo sus responsabilidades.

7. Escucha y dialoga con tu hijo desde pequeño. Muestra interés por su mundo, adáptate a los cambios normales de cada edad y acéptalo y valóralo como es: único y diferente a los demás.

8. Trasmítele seguridad, tranquilidad, confianza. No fomentes miedos artificiales, apóyale y ayúdale a entender sus propias emociones. Así fortalecerá su autoestima, su motivación y capacidades.

9. Déjale ser niño. No le hagas partícipe antes de tiempo de las preocupaciones de los adultos. Pero no le ocultes los hechos importantes de la vida. Enséñale y ayúdale a entender que la enfermedad, el dolor o la muerte existen y forman parte de ella.

10. Favorece las relaciones con la familia y los amigos. Lo acompañarán a lo largo de su vida. Ayúdale a ponerse en el lugar de los otros. Aprenderá a convivir y amar.

 

 

Fuente: http://www.panorama.com.ve/pitoquito/Una-infancia-feliz-garantiza-un-adulto-seguro-20170712-0085.html

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Grafiteros y jóvenes sirios le dan color a un campo de refugiados en el Líbano

Líbano/22 de Mayo de 2017/Sinembargo.MX

“Painting On Camps Walls” formó parte de una iniciativa mayor llamada Cosmic Future que busca usar el arte como una herramienta terapéutica con los jóvenes sirios.

El campo de refugiados sirios en el valle de Beqaa, en el Líbano, donde viven casi un millón de refugiados, ahora tiene un toque de color gracias a un proyecto donde niños sirios ayudados por un dúo brasileño de grafiteros llamado Cosmic Boys decoraron una escuela con arte tecnicolor.

La campaña llamada “Painting On Camps Walls” (Pintando en los muros del campo) formó parte de una iniciativa mayor llamada Cosmic Future (Futuro Cósmico) que quiere usar el arte como una herramienta terapéutica con los jóvenes sirios. Participan Conexus Project, colectivo de arte nómada; Al Caravan, que organiza talleres educativos, de entretenimiento y culturales para niños y adultos sirios desplazados; Cosmic Boys, formado por Rimon Guimarães y Zéh Palito; encargada Sheila Zago; y la documentalista francesa Agathe Champsaur.

Todos lanzaron una campaña para financiar su trabajo y publican actualizaciones sobre el progreso de su trabajo en Facebook y YouTube.

Sus motivaciones aparecen a continuación:

“En un momento de fuerte flujo de inmigración debido a los conflictos internacionales, la gente busca oportunidades para sobrevivir, lugares para vivir –para esperar o comenzar una nueva vida. Muchos terminan viviendo en condiciones no ideales entre campamentos de refugiados y asentamientos, donde no se accede fácilmente a la educación y los niños y adolescentes a menudo dejan de estudiar.
[…]
Creemos que el arte puede traerles un poco de alivio, perspectiva y habilidades para hacer su espera menos dolorosa –y darles una voz para expresar lo que están experimentando, junto con la visibilidad internacional. Por lo tanto, nuestro objetivo es participar con niños y adolescentes refugiados que viven en estos espacios, tratando de convertir sus expectativas de vida baja, ¡en la esperanza de un brillante Futuro Cósmico!

Zeh Palito (delante), Rimon Guimarães (centro) y Khaldoun Al Batal (atrás). Foto: Facebook de Conexux Project.

AL CARAVAN 

Desde 2013, Al Caravan ha estado llevando arte y otros esfuerzos educativos a los sirios desplazados. Para la organización, la idea nació un año antes, cuando la fuerza aérea del régimen sirio lanzó bombas sobre la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, durante el día, lo que obligó a sus habitantes a escapar y a abandonar sus hogares temporalmente.

Khaldoun Al Batal, cofundador de Al Caravan, contó a Global Voices la historia completa:

 “Éramos dos amigos, Kasem Hammad y yo, que sentimos el potencial de un lugar móvil para restaurar los bienes de la gente mientras estaban lejos de sus hogares, idealmente caravanas distribuidas en esa área para miniproyectos agrícolas. Piden a un fabricante que haga una “Caravana Mágica” para las actividades para niños. Nuestro equipo quedó roto cuando mi amigo murió en una incursión de las fuerzas sirias, pero insistí en continuar con el proyecto.

En enero de 2013, Al Caravan se dedicó a recorrer las zonas remotas para proporcionar aprendizaje básico, educación y actividades de entretenimiento a los niños desplazados. No sustituye a la escuela, sino que es una especie de refuerzo de la sociedad civil. El equipo creció a 15 activistas que sirven a cerca de mil 500 niños en tres provincias sirias, Idlib, Aleppo y Latakia. Hoy en día, Al Caravan está actuando en varias zonas de Siria y algunos campamentos de refugiados en Turquía, Líbano e incluso Alemania”.

A pesar de contar con una financiación limitada, Al Caravan reunió a un equipo de alrededor de 100 voluntarios dentro y fuera de Siria, junto con activistas del campo educativo para ofrecer su experiencia y trabajo a niños sirios y utilizar las redes sociales para comunicarse con el mundo exterior.

Los objetivos del proyecto son crear una generación que disfrute de las artes como parte esencial en la formación de la personalidad de los niños, lejos de la violencia, y también apoyo psicológico.

El trabajo de alrededor de 3 mil niños que participan en estas pinturas se expuso en París y Montreal, con planes de formar a 25 niños para presentar un espectáculo sobre los derechos de la niñez de las Naciones Unidas con sol vocal y canciones folclóricas.

En una reciente publicación en Facebook, Zeh anunció su visita a Damasco, Siria para pintar más paredes de esperanza:

“Cuarto día en Siria: En medio de la guerra, comenzamos a pintar nuestro mural en el centro de la capital del país. Un día muy importante en mi vida por la importancia que este mural lleva y por toda la situación que enfrenta este país. No quiero ser pretencioso pero, tal vez, también sea un día muy importante para el momento que vive el país. La chispa que inició la guerra en 2011 fue un grafiti hecho por adolescentes. Hoy, 2017, estamos aquí pintando un mural con el objetivo de difundir el amor y la esperanza a través del arte. Si conseguimos cumplir nuestra misión de pintar este mural sin ningún problema, este mural será el más grande del país. Algo que nos anima mucho y nos da la energía para seguir pintando en medio de todos los riesgos que corremos y toda la dificultad a la que nos enfrentamos por estar aquí. Pequeño detalle: llegamos al país en coche blindado y pintamos rodeados de seguridad armada.

Los sirios en general son gente muy receptiva, muy amistosa, siempre nos tratan de la mejor manera posible. En las calles, muchos soldados armados, revistas de autos y personas en todas las avenidas y varios puntos estratégicos de la ciudad. Sonido de bombas, aviones, disparos durante el día que se intensifican por la noche. Creo que ahora podemos “abstraer” los ruidos de la guerra que tiene lugar a seis kilómetros de donde estamos. La tensión está en todas partes, pero la alegría también. Algo difícil de explicar. El casco antiguo es magnífico y lleno de historias, el mercado, la arquitectura, la comida, todo muy único. La gente es hermosa y cariñosa a pesar de los pesares. Hoy el secretario de Cultura del país hizo un hermoso discurso público diciendo que llevamos “armas”… nuestros pinceles traen esperanza”.

Fuente: http://www.sinembargo.mx/14-05-2017/3216639

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Maturana: “El futuro de la humanidad no son los niños, son los mayores”

Entrevista a: Humberto Maturana

Por: Alejandra Jara

De visita en la Región del Biobío, el Premio Nacional de Ciencias conversó sobre la importancia de que los niños crezcan en un espacio que acoja, escuche, se diga la verdad y donde sus preguntas sean contestadas. “Sólo así se transformará en una persona reflexiva, seria y responsable”, aseguró.

“Cuando uno aplaude a alguien sin haber escuchado nada, entonces uno aplaude las expectativas”, dijo un sorprendido Maturana apenas subió al escenario de la escuela Hipólito Toro y Salas de Chiguayante, en la región del Biobío, donde fue invitado ayer miércoles a inaugurar el año académico.

La noticia de que visitaría la región se masificó rápido y decenas de personas, ajenas a la comunidad educativa del establecimiento, llegaron hasta el colegio para escuchar al Premio Nacional de Ciencias, arriesgándose incluso a que no las dejaran entrar.

Bastó que lo mencionaran como el invitado de honor de esta ceremonia, donde también se premió a los profesores destacados de Chiguayante, para que el público estallara en aplausos mientras las cámaras, que transmitieron en directo su presentación vía streaming, enfocaron a varios jóvenes y adultos que se acomodaron como podían al interior del auditorio donde reinó el silencio durante los poco más de 20 minutos que duró su presentación.

“Pero las expectativas nunca se cumplen, ni las propias, ni las ajenas. Lo cual es bueno. Uno puede escuchar sin prejuicios, sin supuestos, sin exigencias y uno puede hablar también desde la espontaneidad”, recordó el biólogo y autor de El árbol del conocimiento (1984), antes de comenzar a hablar de “Amar educa”, el tema central de su ponencia.

El futuro de la humanidad

“Los niños, niñas y jóvenes se van a transformar con nosotros, con los mayores, con los que conviven, según sea esa convivencia. El futuro de la humanidad no son los niños, somos los mayores con los que se transforman en la convivencia”, dijo Maturana en la mitad de su presentación.

El biólogo se dio cuenta de lo sorprendidos que quedaron los auditores con esta aseveración y continuó: “Nosotros hoy somos el futuro de la humanidad. Los niños se transforman con nosotros. Van a reflexionar, van a mentir, van a decir la verdad, van a estar atentos a lo que ocurre, van a ser tiernos, si nosotros los mayores, con los que conviven, decimos la verdad, no hacemos trampa, o somos tiernos”, explicó.

Por lo tanto, el enseñar, como parte de la convivencia, es indicar, apuntar la mirada, guiar la reflexión, pero “en cualquier caso los niños se van a transformar con los mayores con los cuales conviven”, agregó el biólogo.

“Cuando decimos que amar educa, lo que decimos es que el amar como espacio que acogemos al otro, que lo dejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio, supuesto, o teoría, se va a transformar en la educación que nosotros queremos. Como una persona que reflexiona, pregunta, que es autónoma, que decide por sí misma”, sostuvo.

Maturana explicó que una de las cosas que surge del lenguaje es la conciencia. Y que existen dos preguntas fundamentales que los niños viven. Una de ellas es “¿mamá cómo se hace?, lo que revela que el niño quiere hacerlo bien. “Todos queremos hacer bien las cosas que sabemos y por eso preguntamos”, aclaró el biólogo.

Y la otra pregunta es la que le hace la mamá o el papá al niño: “¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?”. “Esa es una pregunta maravillosa, lleva la mirada sobre sí mismo. Abre el espacio de la reflexión”, dijo Maturana.

Y enfatizó: “Amar educa. Si creamos un espacio que acoge, que escucha, en el cual decimos la verdad y contestamos las preguntas, nos damos tiempo para estar allí con el niño o niña, ese niño se transformará en una persona reflexiva, seria, responsable que va a escoger desde sí”.

Porque el acto de escoger es fundamental y constituye un acto de conciencia, aseguró el Premio Nacional de Ciencias Exactas. “El poder escoger lo que se hace, el poder escoger si uno quiere lo que escogió o no, ¿quiero hacer lo que digo que quiero hacer?, ¿me gusta estar dónde estoy?”, son algunas de las preguntas que aparecen”, explicó Maturana.

El origen de los problemas

En su ponencia, Maturana también abordó que los problemas humanos nunca son de inteligencia, sino corresponden a conflictos de emociones. “Son todos conflictos de deseos y se resuelven con la reflexión”, dijo el experto.

También explicó que los humanos hacemos teorías, es decir, constructos lógicos que se fundan en premisas básicas aceptadas a priori desde la emoción. Y para resolver las discrepancias con los otros “hay que ver las coherencias del ámbito en el cual estamos hablando”, agregó el Premio Nacional de Ciencias.

Si no nos podemos poner de acuerdo, es porque estamos en ambos teóricos distintos. Estamos argumentando desde premisas básicas diferentes. “Y la única solución es mirar desde donde estamos diciendo lo que estamos diciendo”, sostuvo Maturana.

En este tema, el ex académico del MIT fue consultado por uno de los asistentes sobre cómo transformar la política pública en educación que está volcada a los indicadores.

“Conversando”, respondió el experto y agregó que “El colegio de profesores se transformó a lo largo de la historia en un sistema gremial, pero en su origen era un sistema de reflexión académica sobre la educación. Un modo de conversar sobre lo que hacemos. Porque si no conversamos ¿qué diremos ante las autoridades gubernamentales?”, se preguntó.

Por lo tanto, lo que hoy hay que responder es “¿qué queremos con la educación”, dijo el biólogo. Es decir, saber si queremos formar jóvenes que se preparen para la competencia del mercado laboral o para una convivencia democrática, honesta, de mutuo respeto, en la colaboración, en la reflexión.

“Ese es nuestro tema, tenemos que conversar. Pero no tenemos que tratar la conversación como algo banal (…) Tenemos que atrevernos no en una huelga, sino en la conversación y la reflexión”, aseguró el Premio Nacional de Ciencias.

Amar educa

“Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores”, sostuvo Maturana.

Por eso, la educación es la tarea más importante de un país. “Define el ámbito de convivencia en el que ese país se va constituyendo, momento a momento, día a día”, agregó el biólogo.

Como yo lo había mencionado anteriormente, en este ámbito la reflexión juega un rol fundamental porque permite mirar dónde estamos. “Si no reflexionamos vamos a caer en un fanatismo, en un ámbito de autoridad absoluta para el que otro obedezca”, aseguró Maturana.

Pero a nadie le gusta obedecer, porque es una negación de sí mismo. Sin embargo, en el colaborar “tengo presencia, soy libre, escojo”, lo que recordó que es importante aplicar en la crianza de los niños.

“La educación es una transformación en la convivencia y seguirá un camino u otro según la teoría desde las cuales actuemos. Las teorías no son superfluas, definen el espacio en el que nos movemos y las aceptamos. Pero si aceptamos las teorías aceptamos las premisas básicas desde donde se constituyen, de modo que tenemos que ser siempre, o deberíamos ser capaces, de preguntarnos las premisas básicas desde donde se construyen las teorías, el sistema lógico con el cual fundamentamos lo que hacemos”, concluyó el Premio Nacional de Ciencias.

https://www.facebook.com/municipalidadchiguayante/videos/646777745508622/

Fuente: http://culto.latercera.com/2017/03/23/maturana-la-humanidad-los-ninos-los-mayores/

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