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República Dominicana: ¡J´accuse!… El 4% del PIB destinado a la educación está cayendo en saco roto

¡J´accuse!… El 4% del PIB destinado a la educación está cayendo en saco roto

“Yo acuso” (J´accuse) a quienes, pudiendo defender el 4%, se convierten en cómplices de quienes lo usan y, a veces, lo usurpan como si se tratara de un “saco roto” o un botín sagrado.

Los que lucharon  por el aumento del presupuesto a la educación a un 4% del PIB (entre los cuales me encuentro) jamás imaginamos que este “milagro”, que este logro, que esta conquista, iba a crear tantas desgracias al sistema educativo dominicano.

Como “ladrones que asechan en la noche oscura”, los avivatos del sector público y del sector privado fueron y van “por lo suyo”, que no es de ellos, sino del pueblo dominicano ya que proviene de los impuestos y otros ingresos públicos que pagamos. ¡J´accuse!

Aunque en honor a la verdad, hay que reconocer que las autoridades educativas actuales vienen defendiendo el buen uso del “milagroso 4%”, aunque no llega a la aplicación del 4% completo, excepto en el 2021 y en el 2023.

Amigos y enemigos del gobierno, de dentro y de fuera del mismo, le dañan la percepción socio-política en materia educativa. Contaminan el deseo y el compromiso de transparencia del Sr. presidente Luis Abinader, celoso vigilante de la transparencia en el uso de MM y de centavos. ¡Pruebas y evidencias sobran!

Como si se tratara de una piñata “de muchos colores”,  llena de cientos de millones de pesos (US$); suplidores, instituciones “becadas”, (entre ellas universidades públicas y privadas, la ADP, “embotellados”, “asesores” y otros muchos suplidores “suertudos” (menos la Asociación de Editores de República Dominicana, y otros pocos). Los poseedores de una suerte trampeada van a cobrar (o le “transfieren”) su “loto cada mes”, tratando de evitar la foto que se convierte en  evidencia de la gran suerte tramposa de los agraciados (o su antónimo)! J´accuse!

La ceguera y sordera educativa y social es tan tal que algunos, incluyendo políticos y candidatos, llegan a decir que el problema de la Educación consiste en “tiene demasiado dinero”, que es un ministerio pobre que se sacó la lotería (consignado en una ley que hay que revisar urgente), y que según dice el dicho popular “el pobre que se saca la lotería vuelve a ser pobre”. ¡J´accuse!

Y en los gastos e inversiones del MINERD, que deberían ser “sensatizados” por el Consejo Nacional de Educación (CNE), está ausente su verdadera labor de centinela, de veedor del 4%, Hay dispendios que no se le pueden achacar al Sr. presidente. Que son fallas o distracciones del MINERD y del Consejo Nacional de Educación. Solo 5 ejemplos:

  • Inversión en autobuses para estudiantes. Que dicho sea de paso es un programa virtuoso. Sólo en San José de Ocoa hay cuatro autobuses, pese a ese pueblo, bello y trabajador, solo tiene cuatro calles (llenas de gloria). 
  1. Desayuno y comida escolares. La prensa recoge, de todas las administraciones del MINERD, docenas de casos de envenenamiento causado por mala manipulación de alimentos. Uno de los programas más controversiales, sin que las controversias sean reflexionadas por un “think tank”: muchos niños llevan su propia merienda. Los estudiantes comen sentados en el suelo, no hay inversión en comedores. Los estudiantes comen y desayunar sin desarrollar competencias sociales y buenos hábitos. No hay mesas, ni servilletas, ni tenedores. Y en este renglón hay muchas acusaciones más.
  1. Formación de maestros. Pese a contratar, mediante “becación” a 16 universidades que tienen la carrera de Pedagogía, la formación de profesores por parte del MINERD es de baja calidad. Allá adentro tampoco tienen “las cosas claras” sobre lo que van a exigir a los “suplidores pedagógicos”. Mientras los avances en la formación docente habla de STEAM, el MINERD todavía habla de STEM (que no es la misma cosa, la A hace la diferencia). No se habla de investigación-acción en el aula, Filosofía para niños, creatividad, niños con habilidades de superdotados, aulas inclusivas, Enfoque basado en Competencias, Aula 4.0, Maestro 4.0, Inteligencias múltiples, Objetivos de Desarrollo Sostenible y otras obligadas innovaciones que deben asimilar y aplicar los docentes del siglo xxi.
  1. Libros de textos vs. Computadoras. Ignorando el sabio equilibrio de utilizar ambos medios proporcionalmente, un exministro amenazó con “quemar libros” para llenar las aulas de computadoras, sabedor de que ni habría suficientes computadoras para los estudiantes y los profesores y que muchos de ellos no sabían usarlas (analfabetos digitales). Libros de textos: ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre! ¡Todo niño tiene derecho a tener un buen libro de texto! Se le otorgó a 15 universidades y Ongs, sin licitación y sin capacidad para elaborar libros de texto, “el privilegio excesivamente bien pagado” para elaborar los libros de texto para las escuelas públicas con el doctor el doctor Manuel Núñez a la cabeza. ¡Tremenda aberración, los hechos hablan!
  1. Construcción de escuelas: Muchas las construidas, muchas más por construir. ¡Sin calidad, sin imaginación, infraestructura poco moderna, con alambres de púa, desvinculadas de la comunidad, sin comodidades para los docentes y los estudiantes, sin huertos (hidropónicos) y muchísimos defectos más (oportunidades de mejora, ¡No tienen nada que envidiar a una cárcel moderna de las construidas aquí!

Con estas “acusaciones” no busco enrostrar irresponsabilidades no solicitadas o denostar al gobierno, al MINERD o a la Escuela Pública” (estudié en escuelas públicas, que eran diferentes). “Yo acuso” (J´accuse) a quienes, pudiendo defender el 4%, se convierten en cómplices de quienes lo usan y, a veces, lo usurpan como si se tratara de un “saco roto” o un botín sagrado.

Deseo que el 4% nos permita “crear una escuela pública de calidad” a cual manden sus hijos todos los funcionarios públicos, todos los funcionarios del MINERD y todos hijos de los maestros que componen la ADP (cosa que no sucede ahora).

Una escuela pública donde los hijos de los trabajadores y los pobres no reciban una educación de segunda o tercera categoría, una escuela pública democrática y de calidad garantizada para los que tienen menos.

Una escuela  pública tan efectiva y atractiva que evite que el 50% de los egresados del bachillerato no abandonen los estudios y se queden en las calles con las esperanzas acribilladas por la exclusión, convertidos en Ni Nis y en candidatos a la delincuencia.

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Mariátegui y el maestro

Por: Gustavo Espinoza M.

 

El Maestro Primario está más cerca del pueblo, que el profesional que dedica sus esfuerzos a otras actividades.

 

Confirmada la victoria electoral de Pedro Castillo Terrones, un Maestro rural nacido en Puña, provincia de Tacabamba en octubre de 1969, vale remitirse a algunas de las reflexiones que nos legó José Carlos Mariátegui, referidas al Maestro de Escuela.

 

Como se recuerda. el Amauta sostiene que “ninguna categoría de trabajadores intelectuales aparece tan naturalmente destinada a dar su adhesión a las nuevas ideas, como los maestros de Primera Enseñanza”

 

Y es así. El maestro de primeras letras proviene en nuestros países de los segmentos económicamente más deprimidos en la sociedad. Hijo de obreros, de artesanos, o de campesinos; se siente más próximo a una actividad modesta y humilde, como es la de enseñar las primeras letras. Por eso se dice que el Maestro Primario está más cerca del pueblo, que el profesional que dedica sus esfuerzos a otras actividades.

 

Probablemente por eso, la clase dominante se ha resistido   siempre a considerar al Magisterio como una profesión, y le ha dado más bien la connotación de un oficio. En el extremo, ha considerado que la preparación que debe tener quien atiende a los infantes, debe ser elemental, no académica, ni calificada.

 

Por eso, en nuestra patria, la Escuela Normal o el Instituto Pedagógico resultaron casi la prolongación del colegio, y proporcionan a quienes se educan en ellos, una educación incompleta y más bien elemental.

 

Esta tendencia hizo que durante muchos años, se considerará en el Perú que los Maestros no tenían derecho a formación universitaria. Así se introdujo una separación artificial entre el Profesor de Educación Primaria –“el Normalista”- y el Profesor de Educación Secundaria, a quien se le ubicó, de todos modos, en una suerte de escalafón superior.

 

De ahí que las Facultades de Educación de las Universidades formarán profesores de ese nivel, pero no Maestros Primarios, cuya preparación lucía más precaria y menos formal, y se relegaba a la Escuela Normal.

 

Ese mismo criterio se afirmó siempre, negando la existencia a de la Carrera Docente. Y asegurando que, en definitiva, no tenía por qué ser un maestro de Escuela el que tuviese el monopolio de la formación de los escolares.

 

Cualquier estudiante de ingeniería, por ejemplo, podría enseñar matemáticas; o cualquier biólogo, hacerse cargo de cursos de zoología, o anatomía; cualquier abogado podría estar en capacidad de enseñar historia, o literatura; y cualquier estudiante universitario, pergeñar nociones de economía política.

 

Incluso, cualquier mujer en su casa, podría enseñar las primeras letras a los niños, sin ser Maestra ¿Para qué, entonces, invertir en establecimientos de formación de maestros? ¿Para qué incubar la idea de una Carrera Magisterial que podría engendrar derechos y beneficios, que perjudicarán finalmente al Estado?

 

Tras esa valoración, se escondía siempre una discriminación de clase. La idea,  se afirmaba en el concepto que la Escuela era una suerte de adorno social;  y no un centro de formación cultural y humana.

 

La formación -se dijo- viene del hogar, sin considerar que éste no era una unidad armoniosa ni solvente en todos los casos, que muchas veces el hogar estaba atravesado por los efectos de la crisis, o que reflejaba las consecuencias del atraso y la miseria que afectaba a la mayoría de la sociedad.

 

Curiosamente, esta concepción mantuvo vigencia muchos años, acuñada por los políticos de turno y los gamonales de horca y cuchillo que mandaban en “sus tierras” libremente. Y sólo fue contrastada por las reflexiones de Mariátegui, y por el esforzado trabajo de profesionales de la educación que percibieron el problema desde otra óptica.

 

Fue, en efecto, otra, la manera de enfocar las cosas, de educadores como José Antonio Encinas, y sus conceptos de la Escuela Nueva; Walter Peñaloza, y su experiencia en La Cantuta, entidad que en su momento fuera virtualmente destruida por marchar contra la corriente en la materia, y cuestionar la metodología deformadora impuesta por la clase dominante; y Omar Zilbert, quien también aportó ideas novedosas y conceptos renovados.

 

Ellos estuvieron, objetivamente, más cerca del pensamiento de Mariátegui, que de la escuela tradicional, e hicieron suya la idea de que el Maestro,  tendría que ser un actor en la lucha por la transformación radical de la sociedad.

 

Dignificar al Maestro, es decir, darle el papel que le corresponde, y ayudarlo a enfrentar los retos de nuestro tiempo, fue una manera de recuperar en la segunda parte del siglo XX, el sentido de la Carrera Docente.

 

En nuestro tiempo, esa batalla no ha concluido. Al calor de las orientaciones del neoliberalismo, la Clase Dominante buscó retroceder la historia y retornar a los viejos tiempos del dómine empecatado y déspota que hacía de las suyas en el aula, traicionando su calidad de docente y su compromiso con la vida.

 

Para enfrentar esta idea, es indispensable volver a Mariátegui. “El maestro peruano quiere ocupar un puesto en la obra de reconstrucción social. No se conforma con la supervivencia de una realidad caduca. Se propone contribuir con su esfuerzo a la creación de una realidad nueva”. Por eso -añadía- “De todas las victorias humanas, les toca a los maestros en gran parte el mérito. De todas las derrotas, les toca en gran parte la responsabilidad”

 

Pedro Castillo, el Maestro rural de primeras letras tendrá la posibilidad de asumir esta tarea. Para ello, deberá exaltar el papel de Mariátegui como formador de la peruanidad; y colocarlo en el sitial que le corresponde. A partir de allí, reivindicar al Maestro Peruano, y transformar la educación nacional.

 

Fuente e imagen:  alainet.org

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Castigo a los docentes en el 2021

Por: Nasser Cervantes


En días pasados se dio a conocer el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2021, como ya se esperaba aumentó en dos rubros que para el Ejecutivo Federal son prioridades; programas sociales y proyectos de infraestructura, este último tradúzcase en más recursos para el tren maya.

Pero, ¿Qué pasa con el rubro que en campaña se prometió nunca más traicionar?, me refiero a las y los docentes mexicanos. Porque fue el mismo Andrés Manuel López Obrador quien en campaña aseguró que este sector sería su prioridad en el proyecto educativo y que nunca más volverían a sufrir injusticias ni se les faltaría al respeto, este sector que comprende cerca de dos millones de personas dedicadas a la enseñanza de niñas, niños y adolescentes.

La respuesta se las dio con un recorte del 60% para las Escuelas Normales del país, es decir las escuelas que se encargan de la formación de los futuros docentes. Duro golpe al normalismo mexicano, ese que desde hace años se siente agraviado y desilusionado por sus autoridades.

Súmele ahora dentro del terrible golpe a la educación del país, el recorte a la formación de maestros, con un 42% menos destinados a la capacitación y la formación de las y los maestros en México, total incongruencia cuando el propio proyecto del PEF determina el papel fundamental de los maestros como agentes de cambio en la transformación educativa, pero además asegura que será con programas de actualización y capacitación que les permitirá acceder a mejores y mayores oportunidades de desarrollo. El presupuesto dice lo contrario.

Si contextualizamos este recorte en la práctica diaria para la formación continua de las y los maestros, esto se sitúa en reducir las oportunidades para adquirir mejores herramientas formativas justo ahora en plena pandemia donde se requiere formar en nuevos estilos de enseñanza con la entrada del conectivismo como nuevo estilo de aprendizaje, en concreto, cada docente en el país recibiría tan solo 108 pesos para su formación.

Ante tal recorte, el primer grito de auxilio que debiera tener la formación continua, sería con el apoyo en las escuelas normales, buscando que la oferta formativa se brinde como estrategia desde esos espacios, pero ya dábamos cuenta del brutal recorte que también sufrieron, es decir no habrá manera de virar como apoyo a esta instancia.

Nada sencillo tendrán las autoridades estatales el próximo año para formar a sus docentes, ojalá, por el bien de la capacitación, que la estrategia sea considerar a todos los involucrados en la formación y capacitación de Maestros y diseñar juntos una ruta formativa acorde a las necesidades reales y considerando los bajos recursos que tendrán de la federación. Es momento pues, ante la negativa federal de poner en práctica estrategias útiles de la política educativa de conciliación y apertura de los actores involucrados… claro, si es que las autoridades consideran importante la capacitación de sus maestros.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/castigo-a-los-docentes-en-el-2021/

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Bolivia: El salario de los profesores subió hasta en 188% en 12 años

Bolivia / 16 de junio de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: FM Bolivia

En 12 años, entre 2006 y 2018, el salario de los maestros subió hasta en 188,2%, según datos del director general de Formación de Maestros, Fernando Carrión.

La autoridad explicó que, en 2006, un maestro de 5ta. categoría, recién egresado de la Escuela Superior de Formación de Maestros, percibía 1.179 bolivianos por 88 horas de trabajo.

Ese mismo docente en 2018 cobró 3.398 bolivianos por las mismas horas de trabajo en el área urbana. Lo que representa 188,2% más que en 2006, año de la instauración del Proceso de Cambio, liderado por el presidente Evo Morales.

En el otro extremo, un docente de categoría al mérito que trabaja 120 horas en el área rural, ganaba 3.991 bolivianos en 2006. Ese mismo profesor, 12 años después, se embolsa 10.296 bolivianos. Es decir, 157,9% más.

Carrión explicó que de esa manera los maestros bolivianos mejoraron sus ingresos de manera «sustancial».

También indicó que entre el año 2000 y 2006 el promedio de los incrementos salariales para el sector era de 4,9%, mientras que en el periodo 2006 y 2015, el porcentaje de aumento fue de 8,7%. El más alto fue de 14%, en 2009.

A la par del incremento salarial, los profesores bolivianos mejoraron su nivel académico, debido a las oportunidades brindadas por el Estado.

Carrión comentó que la formación de los maestros dejó de ser de nivel de técnico medio para convertirse en licenciatura, ya que se cuenta con la Unidad Especial de Formación Continua, donde se imparte diplomados.

Además, los profesores pueden asistir a la Universidad Pedagógica para estudiar maestrías y especialidades, o actualizarse mediante el Programa de Formación Complementaria para Maestros (Profocom).

Según Carrión, con estas alternativas, el 90% de los maestros tiene un nivel de licenciatura, 32.038 de ellos cuentan con diplomados y 7.474 con una especialidad.

«Maestros con mejores niveles de formación significan mejores procesos en el aula, por tanto, mejores resultados», subrayó la autoridad educativa.

Una de los resultados de esas opciones de actualización fue que en 2018 se declaró que el país tiene cero de docentes interinos, que son aquellos que ingresaron al sistema sin haber estudiado para ser profesores, la mayoría de los cuales eran solo bachilleres.

A este logro, contribuyó el incremento de ítems durante la gestión del presidente Evo Morales, pues en 12 años se crearon 49.083 puestos laborales, con los que la plantilla de maestros está actualmente en 168.631, dijo Carrión.

De esa cantidad, 102.302 son mujeres, es decir el 60,6%, y 66.329 varones o 39,4%, según información del viceministro de Educación Regular, Valentín Roca.

Fuente de la Noticia:

https://fmbolivia.com.bo/el-salario-de-los-profesores-subio-hasta-en-188-en-12-anos/

ove/mahv

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Escenario incierto para la formación de maestros en nuevo Plan Nacional de Desarrollo

Por: Leonardo Fabio Martínez.

 

La Universidad Pedagógica Nacional (UPN) ha jugado un papel relevante en el análisis de políticas y normas colombianas en materia educativa. Especialmente ha realizado estudios y recomendaciones al Ministerio de Educación para generar políticas de Estado que permitan el mejoramiento de la formación de maestros y educadores en Colombia y que incentiven la producción de conocimiento para la solución de problemas estructurales del sector.

Claro ejemplo de esta labor se expresó en las discusiones que lideró la institución en el 2017 que junto a las facultades de Educación alertaron sobre los riesgos de la implementación del artículo 222 de la Ley 1753 de 2015 por la cual se expidió el Plan Nacional de Desarrollo del segundo periodo de gobierno del expresidente Juan Manuel Santos, que obligó a todos los programas de licenciatura del país a tramitar y obtener su acreditación de alta calidad en un plazo perentorio de 32 meses, contados desde la expedición de dicha ley, so pena de perder su registro calificado, tener que suspender inscripciones y cerrar su oferta.

La UPN, basada en un estudio llevado a cabo por expertos de la institución, argumentó que la obligatoriedad de la acreditación en programas de licenciatura terminaba ampliando la brecha entre las universidades presentes en las grandes urbes y las del contexto regional, ya que las exigencias planteadas no podían alcanzarse sin un plan estratégico que contemplara condiciones financieras y técnicas para aumentar el número de docentes de planta dedicados a la formación e investigación de las licenciaturas, fomentar la investigación y la divulgación de conocimiento, mejorar la infraestructura, asignar recursos concretos para la realización de planes de formación en lengua extranjera e implementar la práctica pedagógica progresivamente a lo largo de la carrera, de tal forma que los licenciados contaran con una formación de excelencia. Efectivamente la Ley 1753 de 2015 y las resoluciones 2041 del 2016 y 18583 del 2017 plasmaron iniciativas en favor de la calidad, desafortunadamente sin partidas presupuestales concretas y sin un plan de gobierno para su realización, lo cual terminó sobrecargando a las instituciones con más gastos y responsabilidades y en el escenario regional desencadenó un cierre inminente de oferta educativa para la formación de maestros.

La universidad continuó participando críticamente en distintos escenarios nacionales convocados por el actual Gobierno sobre el tema de la calidad educativa e insistió sobre la impertinencia de mantener la obligatoriedad de la acreditación para los programas de licenciatura. Además cuestionó enfáticamente la expedición apresurada y poco concertada del decreto 1280 del 2018 que pretendía reglamentar aspectos centrales del Sistema de Aseguramiento de la Calidad en materia de registros calificados y acreditación; afortunadamente consideramos que, en parte, los planteamientos hechos fueron tenidos en cuenta en el Plan Nacional de Desarrollo aprobado por el Congreso de la República, el cual deja sin efectos la obligatoriedad de acreditación de alta calidad para las licenciaturas. Sin embargo, no versa sobre aportes esenciales que hicimos en mesas de trabajo llevadas a cabo con el MEN a propósito de rescatar, revitalizar y poner en marcha del Sistema Nacional de Formación de Maestros que articule todas las facultades de Educación del país que trabajan en la formación de licenciados, extienda y fortalezca vínculos con las Escuelas Normales y plantee estrategias sustentadas financieramente para la cualificación permanente del profesorado que dignifique la profesión docente, acompañada del debido reconocimiento social y la mejora sustantiva de sus condiciones laborales.

Sigue pendiente la deuda histórica con los maestros en materia de política gubernamental y educativa. Desde el inicio de la actual cartera del Ministerio de Educación hemos expuesto nuestras recomendaciones en sesiones de trabajo e incluso entregamos el estudio denominado  “Entre las exigencias de calidad y las condiciones de desigualdad: formación inicial de profesores en Colombia”, con el objetivo de contribuir con el direccionamiento político del sector educativo. Esta labor es concreta y da cuenta de nuestra responsabilidad consignada en la Ley 30 de 1992 de ser asesores del Estado en materia de formación docente.

Esperamos que la expedición del nuevo decreto que reemplaza el 1280 tenga en cuenta las recomendaciones que también hicimos de forma escrita y que se sintetizan en lograr articular —y sobre todo unificar— el lenguaje y los procedimientos tanto para el registro calificado como para los procesos de acreditación. Se entendería que los procesos siguen siendo paralelos e independientes con discursos semejantes, pero disímiles (v. gr. factores vs. condiciones de calidad). Sugerimos retomar el asunto de la articulación tanto en el número y denominación de condiciones/factores, formas de verificación y/o rubricas de evaluación para validar el cumplimiento en cada proceso. Así mismo se requiere una revisión cuidadosa de los aplicativos SACES y SACES-CNA, en cada caso, que resuelva vacíos existentes en los sistemas de información. Todo esto debe quedar claro y subsanado antes de la entrada en vigencia del nuevo decreto, de tal forma que se garantice el principio de coherencia entre los diferentes procedimientos del sistema de aseguramiento de la calidad.

Pese a los avances tanto en el Plan Nacional de Desarrollo como en la actualización del decreto 1280, es necesario que se tome en serio el papel central de la formación de maestros y educadores para el país si se quiere favorecer una transformación social basada en la equidad y en el papel predominante que juega la educación.

Fuente del articulo: https://www.elespectador.com/opinion/escenario-incierto-para-la-formacion-de-maestros-en-nuevo-plan-nacional-de-desarrollo-columna-864717

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México: La reforma educativa no tuvo éxito porque se enfrentó a maestros: Batres

Redacción: El Financiero

La reforma educativa no pudo tener éxito en México debido a que se centró en castigar a los maestros en lugar de apoyarlos, indicó Martí Batres, senador electo de Morena, en entrevista con El Financiero Bloomberg TV.

“El principal problema de la reforma educativa es que se centró en privilegiar la persecución de los maestros antes que apoyar a los maestros. Esa reforma no pudo tener éxito porque se enfrentó a los maestros y realizar la reforma en contra de los maestros es prácticamente imposible, una reforma educativa debe tener el apoyo de los maestros son los maestros los que pueden llevar a cabo una reforma educativa”, detalló.

Señaló que por ello, Morena ha propuesto, eliminar la evaluación punitiva, es decir, vincular la propia evaluación a la permanencia en el empleo.

“No estamos en contra de que haya evaluación, todo proceso para mejorar, debe ser evaluado, pero la evaluación debe verse con miras a una mejor formación de los maestros. Hay que escuchar a los maestros, padres de familia, para hacer la corrección necesaria. Necesitamos reformar esa parte del artículo tercero que excluye a la educación superior de las responsabilidades del Estado”, argumentó.

Indicó que una de las quejas de los maestros es que no se les escuchó para hacer la reforma educativa.

«Hay que abrir los foros y los espacios para escuchar a los maestros y a todos los sectores de la sociedad e incorporar sus opiniones», describió.

Fuente: http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/la-reforma-educativa-no-pudo-tener-exito-porque-se-enfrento-a-maestros-batres

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