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España: El polémico paso a la educación infantil obligatoria

El polémico paso a la educación infantil obligatoria

¿Debería adelantarse la escolarización obligatoria a la etapa de infantil, al menos al segundo ciclo (de tres a los seis años)? La mayoría de los países europeos escolarizan, como España, a partir de los seis años. Pero 17 de los 38 que forman parte del programa Erasmus+ de la UE lo hacen antes, en general a los cinco. Y Francia ha implantado este curso la escolarización a los tres. La cuestión, tratada en el Foro de Educación de EL PAÍS, despierta opiniones encontradas en la comunidad educativa.

“La etapa de infantil es una garantía de acceso a la educación y la cultura, para la igualdad y la conciliación familiar. El ciclo de tres a seis años debería ser sí o sí obligatoria. Entre otras razones porque, al no ser obligatoria, se abre la puerta a que sea electiva no solo para los padres, sino para las Administraciones, que aunque sea gratuita pueden decidir no sufragar por ejemplo las becas de comedor y transporte”, afirma Vicent Máñez, presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos de Educación Infantil y Primaria. Máñez también es partidario de convertir en obligatorio el curso de dos a tres años siguiendo el modelo de las aulas de dos años que regiones como el País Vasco y la Comunidad Valenciana han empezado a implantar en las escuelas públicas de infantil y primaria.

Igual que también sucedía en Francia antes del cambio de regulación, la escolarización de tres a seis años está muy extendida en España: alcanza entre el 96,5% según el Ministerio de Educación. Siendo alto, ello implica que unos 40.000 niños de esa edad que no van a la escuela. En el ciclo anterior, de cero a tres años, la tasa de escolarización es muy inferior (38%) y las diferencias entre comunidades, acusadas. Si se toman los seis cursos que forman la etapa de infantil, un niño del País Vasco pasa escolarizado un año más (4,5 años en total) que uno canario. La ministra Isabel Celaá en una entrevista este domingo en este diario no se mostraba partidaria de la obligatoriedad: “Está matriculado el 96,5% de los niños en esa etapa. La familia que no lleva a su hijo es porque no quiere”.

La prioridad, cree, Miguel Soler, secretario de Educación valenciano, es universalizar y convertir en gratuito “todo, incluido comedor y transporte, en toda la etapa”. “Y después lo deseable sería que el ciclo de tres a seis años también fuera obligatorio. Que ese 3% que nos falta se escolarice, porque posiblemente sea el que más lo necesita”, afirma. Aparte de padres con tiempo y recursos socioculturales, que prefieren tener a los hijos en casa, apunta que otra parte de las familias que no escolarizan pronto se halla más bien cerca de la exclusión.

Implantar la obligatoriedad en el segundo ciclo de infantil no sería muy caro. Adelantarla aún más, sí. Y Francisco García, secretario de Educación de Comisiones Obreras, recuerda que hay muchas urgencias educativas aguardando respuestas. “Avanzar en la universalización de infantil a través de la red pública es razonable, porque genera equidad y cohesión social. Pero también tenemos que reparar los daños causados por los recortes en el sistema público, que han sido especialmente graves en las medidas de atención a los alumnos más expuestos al fracaso escolar, como los programas y profesores de apoyo o los desdobles”, afirma.

Otras voces advierten de que, siendo valiosa, la etapa no es la panacea, sobre todo antes de los tres. “El lado positivo de la escuela es que cuida, socializa, educa y enseña. El negativo es que es una institución, y no siempre está a la altura de las necesidades ni de las posibilidades. La escolarización infantil es estupenda…, con moderación. No puede sustituir a la familia, ni ofrecer el mismo nivel y calidad de cuidados que una familia ordinaria, pero sí es un complemento importante y puede ser una tabla de salvación para niños en situación de desventaja. En consecuencia: oferta obligatoria, sí; obligatoriedad, en ningún caso”, zanja Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense.

Espacios familiares

Una opinión que comparten padres como Montse Rodríguez, psicóloga y madre de un niño de 18 meses. “Deberíamos dejar a los niños jugar. ¿De qué sirve institucionalizarlos tan pronto? Debería haber menos escuelas infantiles y más espacios compartidos por educadores, familiares y criaturas, disponibles hasta los seis años”, afirma Rodríguez, que hasta que el horario laboral la empujó a matricular a su hijo en una escuela infantil ordinaria estuvo yendo con su bebé a “espacios familiares” de este tipo, como los centros Cotxeres Borrell y Aurora en Barcelona.

No hay duda de que la universalización contribuiría a reducir la desigualdad en primaria, asegura Leire Salazar, profesora de Sociología de la UNED especializada en primera infancia: “Las familias con menos recursos escolarizan en menos medida a sus hijos en esta etapa” y cuando lo hacen tienen menos capacidad en términos de “información, tiempo y dinero” a la hora de elegir.

Pero incluso si la universalización fuera acompañada de unos estándares exigentes en capacitación del profesorado, dotación de los centros y reducción de la segregación escolar, prosigue Salazar, la capacidad igualadora de la educación infantil seguiría siendo limitada porque hay otros factores que alimentan las diferencias. Abordar las condiciones materiales de los hogares, “por ejemplo a través de transferencias monetarias”, tendría seguramente un impacto mayor, afirma la profesora, que insta a abrir el debate sobre “cómo garantizar el bienestar infantil en un sentido amplio, superando el énfasis obsesivo en las competencias escolares”.

Fuente de la Información: https://elpais.com/sociedad/2020/02/23/actualidad/1582490744_619121.html

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Libro(PDF): «La formación de docentes en América Latina. Perspectivas, enfoques y concepciones críticas»

Reseña: CLACSO

El libro centra su atención en los análisis de la formación desde la investigación. En este sentido, es necesario destacar la relación que el grupo establece entre formación docente y pensamiento crítico, ya que existe una tendencia a considerar este tipo de formación desde la perspectiva del deber ser; se ve a la formación de los profesores a partir de modelos normativos o prescriptivos, lo que provoca un vaciamiento de su complejidad y obtura la posibilidad de reconocer la formación en sus diversas aristas (pedagógica, didáctica, ontológica, ética, etc.) y a los docentes en sus múltiples espacios de construcción de significaciones: la región, la localidad o el barrio, como escenarios donde se despliega su experiencia, su práctica y sus saberes.

Interesa reconocer las perspectivas y enfoques de la formación docente en la región Latinoamericana. En este sentido, son parte de este libro textos que aportan elementos para nuevas lecturas desde la pedagogía de la memoria, la mirada decolonial, la educación para la paz, entre otras. Asimismo, se recuperan las tradiciones del pensamiento de América Latina que, como en el caso de Paulo Freire, contribuyen al desarrollo del pensamiento crítico en el ámbito educativo. Así, se ratifica que la formación implica un saber hacer, pero también requiere adquirir marcos de pensamiento y juicio.

Autores (as):
Rosa María Torres Hernández; Daniel Lozano Flórez. (Editores académicos),

Luis Bonilla-Molina; Jorge Hernán Marín Maya; Orlando Pulido Chaves; Rodrigo Castillo Aguilar; Laura Arese; Johana Méndez Sarmiento; Catalina Rodríguez-Amaya; María Dolores Covacevich; Catalina Rodríguez-Amaya; Mario Ramírez-Orozco; Mariana Frechtel; Rafael Lucio Gil; Marco Fidel Vargas Hernández; Daniel Lozano Flórez; María Eugenia Parodi Bartora; Elizabeth Castillo Guzmán; Paulo Emilio Oviedo: Rosa María Torres Hernández; Marcela Contreras Avellaneda; Lorena Chacón Ortiz; Mauricio Páez Ochoa; Esperanza Hernández Delgado. (Autores y Autoras de capítulos).

Editorial/Editor: CLACSO, CRESUR

Año de publicación: 2019

País (es): Argentina

Idioma: Español.

ISBN: 978-607-8671-15-1

Descarga: Libro Fomacioěn Docente. CLACSO. CRESUR

Fuente e Imagen: CLACSO

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España: Los nuevos profesores tendrán que hacer un año de prácticas obligatorias en la escuela antes de ejercer

Europa/España/20 Febrero 2020/elpais.com

El Gobierno quiere mejorar la formación de los docentes, puesta en entredicho, con el “programa de inducción a la profesión”

El Gobierno ha anunciado este jueves en el Congreso una novedad para mejorar la formación del profesorado, puesta en entredicho. La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, ha explicado que los que quieran dar clase de infantil, primaria o secundaria, además del título universitario, pasarán un periodo de prácticas tuteladas en el aula de un año antes de ejercer. Pocos políticos en el Parlamento ponen en duda la necesidad de mejorar la formación de quienes educan a las nuevas generaciones, aunque discrepan en la forma de hacerlo. El periodo de prácticas que realizan actualmente los aspirantes a maestro es de tres a cinco semanas por curso, mientras que para los que cursan el máster en formación del profesorado, obligatorio para dar clase en secundaria, suponen 12 de 60 créditos.

“En colaboración con el Ministerio de Universidades y la Conferencia de Decanos de Educación, hemos comenzado a revisar la formación inicial de los docentes, tanto los grados de Educación Infantil y Primaria, como el Máster de Formación del Profesorado de Secundaria, para garantizar las competencias que requiere enseñar en una escuela inclusiva”, ha afirmado la ministra durante la presentación en la Comisión de Educación de las líneas maestras de su política. “La mejora de la formación práctica de nuestros futuros enseñantes se traducirá en la propuesta de un año de práctica tutelada que permitirá incorporarse a los nuevos docentes a su tarea con las garantías de una adecuada supervisión. Un programa de inducción a la profesión”.

En España sobran graduados en Educación. Las universidades públicas y privadas ofrecen un 50,5% más de plazas que los puestos de trabajo que se crean, según alertó la conferencia de rectores (CRUE) en su penúltimo informe La universidad en cifras, del curso 2016-2017. Hoy basta con contar con el grado en Educación Infantil o Primaria (de cuatro años de duración) para ejercer en una escuela y, antes del Plan Bolonia, la carrera era una diplomatura, Magisterio, de tres años. Quienes quieren trabajar en un colegio público tienen además que opositar.

Por contra, los profesores de secundaria son graduados universitarios, normalmente de la materia de la que son docentes, y están obligados a cursar un máster en formación del profesorado. Este posgrado obligatorio, de 1.500 horas entre teoría y prácticas sustituyó al Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), vigente desde 1971 a 2009, que los aspirantes a profesores obtenían en pocas semanas y con escaso esfuerzo.

La mayoría de los estudiantes de Educación son mujeres (76%) y proceden de familias con bajos ingresos, ya que el 69,5% de ellos solicitaron beca en el curso 2016-2017 frente al 58,1% de media de las otras carreras. Aprueban casi todas las asignaturas: el 89,6% de los créditos, frente al 78,6% de media en los grados. Y hay muchas vocaciones, porque solo el 9% de los alumnos abandona la carrera, la mitad que el promedio de estudios. Eso explica que el 70% se gradúe en el año que le corresponde cuando la media es del 49%.

En muchos grados de Educación se accede en España con apenas un cinco, el mínimo, a diferencia de Finlandia, el gran referente educativo. En el país nórdico a cada plaza como alumno se presentan nueve candidatos. Se evalúa el expediente y hay una exigente prueba de acceso, pero la parte más dura es una entrevista y una práctica, porque es vital una aptitud excelente para la docencia, no solo demostrar conocimientos.

La formación de los maestros, más que la de los profesores de secundaria, está en entredicho. Cataluña, que no tiene un excedente de estudiantes de Educación Infantil y Primaria, es la única comunidad que cuenta con una criba previa de sus alumnos de este grado. Una especie de segunda selectividad llamada Pruebas de Aptitud Personal (PAP). Se estableció en 2017 y consta de pruebas específicas de competencia matemática y comprensión lectora. Entre un 30% y un 40% de los aspirantes suspenden cada año este examen pese a que el 96% de los bachilleres aprueba Selectividad. El curso que viene Baleares copiará el modelo catalán.

Celaá se plantea también “una revisión del proceso de acceso a la función pública docente”, lo que supondría un cambio en las oposiciones objeto de polémica en cada convocatoria. El 9,6% de los puestos de las oposiciones a secundaria en 2018 (son cada dos años) quedaron vacantes y se sabe que las faltas de ortografía y errores gramaticales, aunque nunca sea algo generalizado, lastraron la calificación de un número no despreciable de candidatos.

EL GOBIERNO RETRASA EL PROMETIDO CAMBIO DEL MODELO DE BECAS

El Gobierno se compromete a bajar de 5,5 a 5 la nota mínima para acceder a las becas de estudios no universitarios (Bachillerato y FP Superior). Pero es más cauto en el caso de las ayudas universitarias, las más cuantiosas. La ministra Isabel Celaá solo ha prometido, en su intervención este jueves en el Congreso, “reducir gradualmente a 5 la nota de acceso a las cuantías fijas de becas universitarias”, pero no ha detallado en cuánto tiempo. Tampoco se ha comprometido a retirar ya la parte variable de la beca (la que reparte un monto cerrado entre el total de becados con cuantía fija ese año) que impuso el ministro José Ignacio Wert (PP). Un modelo que fue muy combatido en las calles por la marea verde. El acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Podemos incluye quitar esta cuota variable.

Wert también endureció mucho las condiciones para reintegrar la beca cuando el estudiante no aprueba, y Celaá asegura que se cambiará el modelo, pero no ha pormenorizado de qué manera.

Celaá se ha felicitado porque su ministerio ha agilizado el pago de becas: “Hemos podido alcanzar las 664.336 becas en febrero, cuando el año pasado en estas fechas fueron 479.496”. La partida de becas, ha recordado, ha subido en 30 millones de euros este curso, desde los 1.470 millones iniciales, pese a prorrogarse los Presupuestos al cambiar los umbrales de renta para obtener la ayuda.

La universalización de la educación infantil de cero a tres años va a ser también más lenta de lo esperado. El Gobierno se plantea instaurarla, en sintonía con las autonomías, en ocho años “priorizando el acceso del alumnado en riesgo de pobreza y exclusión social”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2020/02/20/actualidad/1582188892_749257.html

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36 universidades de Ecuador forman la Red de posgrados en Educación

América del sur/Ecuador/20 Febrero 2020/https://www.eluniverso.com/

Aportar a la formación de los maestros, ampliando la oferta académica para ellos, lo que sin duda va a redundar en el mejoramiento de la calidad de la educación del país, es el objetivo de la Red de Posgrados en el campo de la Educación, que la conforman 36 universidades del país por iniciativa del Consejo de Educación Superior (CES), y cuyo convenio se firmó la semana pasada con la presencia de las autoridades de esas universidades en la Universidad Casa Grande (UCG).

Según datos del CES, en el Ecuador se imparten actualmente unas mil maestrías, de las cuales solo el 12% son en Educación.

“Esta red surge por la responsabilidad que tenemos frente a la sociedad y sobre todo ante el sistema de educación nacional, tanto las universidades como el Consejo de Educación Superior; y en la actualidad hay un número importante de profesores de educación básica y de bachillerato que salen a estudiar a ciudades de la zona fronteriza, sobre todo a Perú, y nos dicen que lo hacen porque en el país no hay mucha oferta de maestrías en Educación y las que hay son caras”, dice la doctora Catalina Vélez, presidenta del CES.

Las 36 universidades tienen uno o varios posgrados en Educación. “Hay universidades con programas muy exitosos y lo que nos gustaría es que funcionen en modalidad espejo, es decir que si una universidad de Quito tiene un excelente posgrado en la formación de lectura, esta se replique en otra universidad del país, lo que evitaría desplazamientos y abarataría costos”, dice Vélez.

La directora del CES añade que otro objetivo de la red es que las ofertas se adecúen a las necesidades del sector docente del país, y considera que hay dos fundamentales: la una tiene que ver con la actualización de los contenidos y la otra acceder a programas de formación para enseñar, “porque se puede conocer mucho de una disciplina, pero a lo mejor no sabe transmitirla”, apunta Vélez, quien considera que dos áreas fundamentales, en ese sentido, para maestrías son: Matemáticas y Lenguaje, “ya que en muchas pruebas alcanzamos bajos niveles en comprensión lectora”.

Vélez apunta a que las maestrías que surjan en la red pueden ser presenciales, semipresenciales y on line.

La doctora Marcia Gilbert de Babra, ex rectora fundadora y presidenta del Consejo de Regentes de la UCG, señala que esta iniciativa del CES es “interesante, pertinente y muy necesaria, pues la academia, como credo, debe compartir sus conocimientos, sus investigaciones, lo que tiene, porque no puede vivir solo en una lógica pura de mercado y comercio de vender maestrías”.

Además de mejorar la formación de los maestros y por ende la calidad de la educación, Gilbert señala que la propuesta se genera por la preocupación de que hay una multiplicidad de ofertas de maestrías de baja calidad desde varios países y del Ecuador, “unas rapiditas, baratitas y sin mucho rigor”, puntualiza la educadora”.

Gilbert añade que hay que considerar una realidad, que es “que el estrato de los maestros no es precisamente el grupo de profesionales que más ingresos tiene, y por ello obviamente van a buscar ofertas que sean compatibles con sus posibilidades económicas y por ello se multiplican las ofertas de baja calidad”.

Gilbert considera que a la propuesta del CES deben sumarse otros estamentos del sector público y del sector privado con responsabilidad social para crear un soporte financiero que otorgue becas y facilidades de préstamos a bajo costo y más plazos, así como que se den condiciones especiales para los profesores extranjeros de calidad que vienen para dar maestrías, pero deben pagar altos impuestos.

La educadora cree, sin embargo, que podría presentarse el riesgo de que si se amplía mucho la oferta se fuerce a una baja calidad, lo que sería una competencia dura para las universidades que se autoexigen mucho, y por tanto un aspecto que se debe cuidar.

En el caso de la UEES, se suma a una nueva red en este caso, ya que mantiene tres grandes grupos en sus maestrías: educativas, de administración y en criminalística. “Son sectores especializados a los cuales servimos con nuestras maestrías”, dice el rector, Joaquín Hernández.

Solo en las dos maestrías en Educación tienen 18 en total, hay 2000 alumnos, en modalidad presencial y on line. “Siempre hemos tenido vocación de servicio con los sectores que carecen de recursos que quizás otros tienen para posgrado, por eso aplicamos las maestrías cruzadas, por las cuales unas subsidian a otras”, explica Hernández.

Universidades que conforman Red de Posgrados en Ecuador:

1. Pontificia Universidad Católica del Ecuador

2. Universidad Andina Simón Bolívar

3. Universidad Católica de Cuenca

4. Universidad Casa Grande

5. Universidad Central del Ecuador

6. Universidad de Cuenca

7. Universidad de Especialidades Espíritu Santo

8. Universidad de Guayaquil

9. Universidad del Azuay

10. Universidad del Pacífico

11. Universidad Estatal de Bolívar

12. Universidad Estatal de Milagro

13. Universidad Estatal Península de Santa Elena

14. Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí

15. Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil

16. Universidad Metropolitana

17. Universidad Nacional de Chimborazo

18. Universidad Nacional de Educación

19. Universidad Politécnica Estatal del Carchi

20. Universidad Politécnica Salesiana

21. Universidad San Francisco de Quito

22. Universidad San Gregorio de Portoviejo

23. Universidad Técnica de Ambato

24. Universidad Técnica de Babahoyo

25. Universidad Técnica de Cotopaxi

26. Universidad Técnica de Machala

27. Universidad Técnica de Manabí

28. Universidad Técnica del Norte

29. Universidad Técnica Particular de Loja

30. Universidad Tecnológica Ecotec

31. Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil

32. Universidad Tecnológica Indoamérica

33. Universidad Tecnológica Israel

34. Universidad de las Américas

35. Universidad Internacional del Ecuador

36. Escuela Superior Politécnica del Litoral (I)

Fuente e imagen tomadas de: https://www.eluniverso.com/noticias/2020/02/18/nota/7744569/36-universidades-pais-forman-red-posgrados-educacion

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Perú: Minedu contratará a 4300 docentes, asistentes y auxiliares para institutos tecnológicos públicos

América del sur/Perú/20 Febrero 2020/https://peru21.pe/

Los postulantes deberán presentar en el instituto su ficha de postulante, los documentos que acrediten la formación académica y profesional, así como aquellos referidos a la formación continua.

El Ministerio de Educación (Minedu) anunció que contratará a 4300 docentes, asistentes y auxiliares para que laboren en los Institutos de Educación Superior Tecnológica (IEST) de sector estatal, a fin de garantizar la oferta educativa en favor de los estudiantes de todo el país.

El Minedu detalló que las plazas, destinadas a las 24 regiones, son para docentes regulares, docentes altamente especializados y extraordinarios, así como asistentes y auxiliares. Los contratos serán para este año académico.

Los postulantes a docentes deberán tener como mínimo grado académico o título equivalente, además de dos años de experiencia laboral en su especialidad o en la temática que desempeñó en los últimos cinco años. También tendrán que contar con un año de experiencia como formador en la especialidad a la que postula.

Los aspirantes a asistente o auxiliar de educación superior tecnológica deberán acreditar ser egresado de la especialidad o afín a esta; haber realizado prácticas preprofesionales en funciones o tareas vinculadas al cargo; y, por lo menos, un año con jornada no menor a 20 horas semanales o un año de experiencia laboral en el área a desempeñarse.

Trámite

Como parte del proceso, los postulantes deberán presentar en mesa de partes del instituto su ficha de postulante, los documentos que acrediten la formación académica y profesional, así como aquellos referidos a la formación continua.

También tendrán que demostrar su experiencia profesional docente y no docente y adjuntar la declaración jurada de no incurrir en los impedimentos mencionados en la normativa vigente.

El Ministerio de Educación enfatizó que se ha establecido una bonificación del 30% sobre el puntaje final obtenido en el cuadro de méritos para aquellos docentes que lograron acceder a una plaza de encargatura a directores y puestos de gestión pedagógica en los IEST en el presente año fiscal.

Fuente: https://peru21.pe/lima/minedu-contratara-4300-docentes-asistentes-y-auxiliares-para-institutos-tecnologicos-publicos-ministerio-de-educacion-nndc-noticia/

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Perú: ¡Atención docente! Minedu ofrece cursos virtuales gratis y con certificación

América del sur/Perú/13 Febrero 2020/https://andina.pe/

Puedes participar incluso desde tu celular

El Ministerio de Educación (Minedu) ha puesto a disposición de los docentes de todo el Perú más de 30 cursos virtuales que se dictarán de manera gratuita y en los que se puede participar desde una computadora o incluso un teléfono móvil.

En el Martes Educativo de la Agencia Andina, Nancy Martínez, directora de Formación Docente del Minedu, explicó que pueden inscribirse docentes de cualquier modalidad, sea Educación Básica Regular, Especial, Básica Alternativa, Cetpros, docentes sin trabajo e incluso profesores de escuelas privadas.
Los cursos (en formatos MOOC-Massive Online Open Courses) responden al énfasis que el ministerio está poniendo en la formación docente. «Se quiere alcanzar mejores aprendizajes en los estudiantes, como desarrollar el pensamiento crítico, fortalecer la convivencia escolar, evaluar formativamente en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, el trabajo colaborativo, la autonomía y las habilidades digitales», dijo.
Una característica de los cursos MOOC es la flexibilidad y tiempo, de manera que el docente puede acceder a su aula virtual según la disponibilidad de sus propios horarios. Los interesados acceden a las clases a través del portal Perú Educa.
Estos cursos se lanzaron desde el 2019, año en el cual hubo 120 mil docentes (la mayoría nombrados) y directivos inscritos. Este año (enero/marzo) arrancó con un paquete formativo relacionado al Currículo Nacional, la Evaluación formativa y Pensamiento Crítico. Unos 42 mil docentes lo están siguiendo.
«La oferta formativa para el año 2020 es para docentes a nivel nacional, de la Costa, Sierra o Selva. Hay oferta formativa presencial, semipresencial y virtual como en este caso. En todos ellos, el ministerio brinda una certificación por el curso, que puede tener hasta 260 horas de duración», dijo Martínez.
Los cursos cuentan con materiales audiovisuales interactivos y se desarrollan con ejercicios lúdicos a lo largo de todo el año. No solo pueden participar docentes sino directivos y especialistas de las DRE (Dirección Regional de Educación) y UGEL (Unidad de Gestión Educativa Local).
La representante del Minedu recomendó a los interesados inscribirse con 20 días de anticipación antes del inicio del curso. El certificado se entregará vía correo electrónico y formará parte del legajo del docente.
Algunos de los datos que se requieren para registrarse son nombre, DNI y ubigeo, correo electrónico, entre otros. Quienes deseen mayor información pueden llamar a los siguientes números proporcionados por el ministerio: 0800 40210 (desde provincias) 615 5890 (Lima).
Fuente: https://andina.pe/agencia/noticia-atencion-docente-minedu-ofrece-cursos-virtuales-gratis-y-certificacion-784782.aspx
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Sistemas educativos, formación docente y desenfoque epocal

Por: Luis Bonilla-Molina 

Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe, especialmente escuelas, liceos, universidades y ministerios de educación fueron concebidos y construidos para responder a las necesidades y requerimientos de la primera y segunda revolución industrial, en un contexto de dinamización del capitalismo.  El desarrollo desigual y combinado de las economías nacionales, le daba a la escolaridad su “toque” nacional dentro de marcos y parámetros mundiales.

¿Cuál fue el papel de las primeras legislaciones educativas y los ministerios de educación?   Las legislaciones educativas de primera generación en América Latina y el Caribe (ALC), así como la conformación de los ministerios de educación, tenían como tareas centrales la homologación epistemológica, conceptual y paradigmática de los individuos.  La divulgación del conocimiento científico asociado a la primera y segunda revolución industrial era una de sus tareas centrales, a lo que se añadía el desarrollo de una cultura de consumo y la construcción de ciudadanía para el impulso del modelo de democracia liberal que caracterizó a la ideología capitalista en sus inicios. El llamado desarrollo integral de la personalidad estaba asociado a las anteriores premisas.

En sus orígenes el funcionamiento de los sistemas educativos, las escuelas, liceos y universidades estaban mediados por el patriarcado, la homofobia, el racismo, la segregación por origen de clase, que eran expresiones residuales en la educación de la transición entre el feudalismo y el capitalismo moderno.

¿Cuál fue el modelo de escuela qué  se impuso y su relación con el mundo productivo desde la construcción de conocimiento?

La escuela en el capitalismo de la primera y segunda revolución industrial, funcionó como una emulación de la fábrica, de la producción industrial en lo que respecta a la generación y reproducción de conocimientos.  Los grados de primaria o bachillerato y, las secciones de ellos, eran concebidos como grupos de trabajos y tareas, con dinámicas estructuradas (horarios, recesos, carga horaria, actividades de aprendizaje) a la usanza de una cadena de producción. La “escuela-máquina” funcionaba como un engranaje productivo. La promoción y la repitencia funcionaban como mecanismos de control de calidad en la reproducción del conocimiento.

La escuela, como fábrica, era vista dentro de una cadena productiva, en este caso de cultura. La escuela fue impactada por los distintos enfoques fabriles; por ello, vivió sus periodos de taylorismo, fordismo, toyotismo pedagógico, entre otros. Esta correspondencia armónica entre escuela y fábrica funcionó de manera relativamente eficaz para el capitalismo, en el marco de las dos primeras revoluciones industriales (1730-1960).

No obstante, en este periodo no todo era plano, por el contrario, las resistencias de maestros(as) y estudiantes creaban fisuras en la homogenización cultural y la hegemonía ideológica del capital.  En muchos casos, estas resistencias fueron el campo de cultivo para la construcción de mentalidades críticas. El pensamiento crítico fue construyendo el corpus epistémico y de identidad de las pedagogías críticas.

Esta escuela requería un modelo de docente reproductor, de pedagogía estructurada como insumos/productos, de formación docente centrada en la alienación del trabajo pedagógico y un enfoque de perfil de egreso orientado a una dócil inserción laboral.

¿Cuál fue la relación del modelo de formación docente con este tipo de escuela?

La formación docente, si partimos de las definiciones conceptuales, debió tener como columna vertebral a la pedagogía.  Sin embargo, el concepto fabril de segmentar y evaluar los procesos en sus partes fragmentó la formación docente al desarticular las pedagogías. En consecuencia, los componentes de las pedagogías fueron desarticulados y enseñados cada uno, como técnicas auto contenidas.  La formación docente convirtió a los componentes de las pedagogías en materias separadas, desarticulados entre sí. Se enseñó currículo como técnica de construcción de relaciones entre contenidos, mientras la didáctica se convirtió en tecnología de la enseñanza y la evaluación en control de procesos de enseñanza-aprendizaje; la planeación y la supervisión se estructuraron alrededor del seguimiento de los objetivos instruccionales o conductuales, con un tiempo y duración de cada uno, determinado previamente. Cada uno por su lado sin un espacio de integración epistémico, disolviendo la perspectiva pedagógica integral e integradora.

El modelo de formación docente llegó a tal nivel de desarticulación que lo que se enseñaba como “novedad” didáctica no tenía correspondencia con el modelo curricular o el enfoque de la supervisión, menos aún con los criterios evaluativos. Esto fue generando una pérdida de sentido, de orientación estratégica de la actividad pedagógica. El sistema sostuvo y reforzó este caos en el marco de la primera y segunda revolución industrial, porque ello favorecía la enseñanza reproductora y el aprendizaje mecánico, que requería el modo de producción y el modelo de gobernabilidad en ese momento histórico.

La especialización, la multiplicación exponencial de campos del conocimiento, cada uno dedicado a un detalle de cada “cosa”, fue el rasgo distintivo de la formación docente en los dos primeros ciclos de innovación científico tecnológica.

¿Cuál fue el rol de la pedagogía?

Las pedagogías recibieron el impacto de un conjunto de modas que expresaban la desarticulación señalada en el punto anterior. A comienzos del siglo XX, el psicologismo se convirtió en un torpedo contra el carácter científico de las pedagogías. Los aportes de la psicología para comprender cómo aprende el cerebro pretendieron no ser integrados a las pedagogías, sino, colocados en su contra, lo cuál no tenía otra razón de ser que quebrar el carácter holístico e integrador de las ciencias pedagógicas.

A pesar de ello, las pedagogías se mantienen en el centro del debate educativo como lo evidencian los documentos fundacionales de la UNESCO a mediados del siglo XX. Pero esta recuperación del papel protagónico de las pedagogías colocaba en riesgo los esfuerzos por convertir la escuela, el liceo, la universidad en epicentros de la reproducción del conocimiento, la cultura y la ideología.

Y comienza un proceso de despedagogización del hecho educativo que tiene dos aristas claras.  La primera, el quiebre en las dinámicas de recuperación colectiva del saber pedagógico que habían caracterizado la praxis educativa y segundo, descentrar definitivamente los componentes de las pedagogías de su estructura integradora. En el primero de los casos, se desvaloró la noción de colectivos pedagógicos, de equipos pedagógicos de escuelas, liceos y universidades que discutieran y analizaran los “cuellos de botella” en el ejercicio profesional y encontrarán en la fusión de teoría y práctica el mecanismo de seguir aprendiendo juntes, mejorando la práctica pedagógica y afirmando el carácter científico-reflexivo-práctico-analítico-generador de teoría y praxis alternativas de la profesión docente.

En el segundo, las modas educativas fueron desdibujando la pedagogía como epicentro. En la década de los cincuenta del siglo XX, se señaló que, las pedagogías eran en realidad didácticas, es decir, se pretendió simplificar las pedagogías a uno de sus componentes. A pesar de lo avieso de esta afirmación, causo confusión en el magisterio y los formadores de formadores; aún muchas tesis replican esta premisa señalando de manera errónea que pedagogías es igual a didácticas. En los sesenta del siglo XX, la moda de la planeación y la dirección escolar pretendieron convertirse en sinónimo de eje de las pedagogías y hasta en su sinónimo.

En los setenta, el debate sobre evaluación cualitativa versus evaluación cuantitativa colocó a lo evaluativa como el corazón y la razón de ser de las pedagogías.  Ya casi nadie hablaba de pedagogías como la ciencia de la convergencia de cada uno de sus componentes en el que hacer educativo.

Para colmo, en los ochenta desembarca la moda de más larga duración, la curricular; se nos dice que el corazón de lo educativo, de los pedagógico está en el currículo, que el currículo contiene todo, pero al final se enseña por currículo tecnología de correlaciones y ordenamiento de contenidos.

Los institutos pedagógicos no hablan de pedagogías en un sentido integrador y los ministerios de educación tienen direcciones de planeación, currículo, didácticas, gestión, pero no un espacio de integración pedagógica. En medio de esta pulsión disolutiva de la pedagogía desembarca en el año 2008, la moda es la calidad educativa, una denominación sin conceptualización, pero que sirve para justificar todo cambio irracional de lo educativo.

Cada vez que se habla de una reforma educativa, ello suele terminar en nuevos contenidos a adicionar en manuales que ya apenas si dejan espacio para lo contingente.  Cada día tiene marcado lo que se debe enseñar y el cambio no es una dinámica que se trabaja en el aula. Los modelos didácticos están centrados en paradigmas del pasado y no en la complejidad y el caos del presente.

Los perfiles de egreso, el orgullo de los sistemas escolares, muestra su absoluto desfase: hoy un profesional lineal es una especie en desuso, pero aún cuesta que los perfiles de egreso contengan elementos disímiles como la biología digital, metadatos y la programación informática en carreras como sociología que hoy, se hacen obsoletas como muchas profesiones estructuradas para otro momento histórico.

La física que se enseña en los liceos es la newtoniana, no la cuántica, la química que aprenden los muchachos está centrada en los requerimientos de la primera y segunda revolución industrial no en el presente, la biología que se enseña en muchos casos ya ha sido rebasada por el nuevo conocimiento científico.  Por primera vez, las escuelas no son capaces de enseñar cómo funcionan la mayoría de cosas que tenemos en casa: control remoto, DVD, vídeo juegos, microondas, inteligencia artificial en el teléfono.  No enseña el presente porque su lógica está en el pasado.

La pedagogía recibe la tercera revolución industrial en medio de un caos de fragmentación, propio de la primera y segunda revolución industrial. Pero la burocracia timorata es incapaz de escuchar las voces de las pedagogías críticas, de los colectivos pedagógicos que plantean rutas compartidas para salir del atolladero en el cual esta la escuela y la formación docente.

¿Cuál fue la perspectiva progresista sobre estas dinámicas?

En el periodo (1810-1960) la progresiva expansión de la cobertura escolar fue expresando las tensiones entre necesidades de orientar el consumo y construir ciudadanía para el modelo de gobernabilidad liberal versus la lucha por el derecho a la educación, entendido este último por los revolucionarios y progresistas como un mecanismo para democratizar el conocimiento y garantizar la movilidad social[1].  Sin embargo, el progresismo educativo pecó muchas veces de carencias para tener una visión de la escuela integrada a la economía y la política.

¿Y la mirada religiosa qué música toca en esta fiesta?

En el interciso, entre el paso de la primera y segunda revolución al tercer ciclo de innovaciones científicas y tecnológicas, las religiones y el neo empirismo presionaban para restarle el papel de divulgación científica asignado a la escuela, a la cual culpaban del ocaso de la otrora hegemonía de la fe y el imperio del practicismo. En ese sentido y dirección, la fragmentación de las pedagogías se convierte en uno de los blancos preferidos del oscurantismo religioso.

De repente, muchas escuelas de ALC se convirtieron en escenarios de oficios religiosos, de cánticos de fe, de oraciones, en cuya dinámica la ciencia comenzó a ser arrinconada. Con un discurso de la escuela como espacio para escuchar todas las formas de pensamiento, se desdibujó el papel asignado a la escuela en el marco de la primera y segunda revolución industrial, se abandonó cualquier iniciativa para entender las instituciones educativas en las nuevas dinámicas de la tercera revolución industrial y se puso en riesgo la utilidad social de la escuela.  La falta de comprensión de la relación de la economía, la política, las dinámicas sociales con la escuela, liceo y universidad ha colocado a las instituciones al borde su colapso que amenaza su propia existencia

A ello se le adiciona,  el creciente neo empirismo impulsado por sectores que se auto definen como progresistas, cuyas premisas centrales residen en un localismo entrópico revestido de “pertinencia” que desubica a la escuela como espacio de democratización del conocimiento científico.  La escuela debe recuperar y trabajar todos los elementos de la memoria histórica local, pero ello no lo debe llevarla a abandonar su tarea de espacio privilegiado para democratizar el conocimiento. Una escuela que construye pensamiento crítico construye las habilidades necesarias para vincular armónicamente saber comunitario con saber científico. Esto adquiere especial relevancia en el marco de la tercera revolución industrial.

Tercera revolución industrial, sistemas escolares, pedagogía y formación docente

A la crisis civilizatoria actual y la incapacidad de los sistemas escolares para construir alternativas, se le adiciona el desfase de lo escolar con el performance del modo de producción y el consumo que traen la tercera y cuarta revolución industrial. Tenemos una escuela que trabaja con las rutinas, estética, discurso e imaginario de la primera y segunda revolución industrial y un mundo externo a ella, que sufre las viejas y nuevas opresiones en el contexto de una realidad que expresa el giro inherente a los nuevos ciclos de estas revoluciones industriales.  Veamos

En 1960 se inicia la tercera revolución industrial, la cual se caracteriza por el uso de la informática, la robótica de segunda generación, la automatización a una escala singular, el emerger de los paradigmas binarios y cuántico para la construcción de equipos y maquinarias, la contingencia en la producción derivada de la aceleración de la innovación, la internet, redes sociales digitales, la inteligencia artificial, la big data, el procesamiento para diversos fines de los metadatos, entre otros elementos.

El requerimiento del capital para los procesos de enseñanza aprendizaje, está asociada con la ruptura de la fragmentación y el inicio de la transdisciplinariedad como elemento de trabajo en la complejidad del cambio incesante.

El problema es que la formación docente, las escuelas y liceos entienden que lo que está en juego es un tema de equipamiento de las escuelas, con computadoras e internet y, no una ruptura con los formatos de enseñanza aprendizaje. Ahora el capital requiere una convergencia caótica en permanente mutación y no procesos estructurados, fijos e inamovibles en corto plazo.  Pero, este requerimiento está también asociado a la defensa del mundo del trabajo, a la formación para evitar o disminuir el impacto del desempleo por desfase formativo.

Un ejemplo patético del desfase escolar lo constituye el currículo. El viejo modelo de currículo por objetivos está obsoleto, se corresponde a un modelo de producción fabril caduco y en proceso de desaparición.  Es urgente retomar el sentido común pedagógico que nos permita identificar que es lo que se debe enseñar en un año escolar, semestre o curos.  Los viejos modelos curriculares parecieran que deben ser sustituidos por estándares (no estandarización), es decir por los enunciados centrales de lo que se debe aprender.  Un currículo así no solo cabe en media hoja, sino que demanda una nueva forma de enseñar y aprender (en otro artículo profundizaré al respecto).  Sin embargo, la universidad que forma docente tiene que aprender a trabajar de esa otra forma que recoloca a la pedagogía y a la actividad del docente como científico social en el centro del que hacer educativo.

Cuarta revolución industrial una agenda que nos encuentra sin comprensión de la historia y sin horizonte

La primera y segunda revolución industrial enfatizaron en la especialización, en la atomización del saber. La tercera revolución industrial demandó transdisciplinariedad, complejidad en la integración de saberes, aprendizaje en caos y modelos de enseñanza-aprendizaje disruptivos.  La cuarta revolución industrial pareciera demandar simplificación de saberes, caos convergente del conocimiento y las disciplinas (mucho más allá de la transdisciplinariedad), así como un nuevo papel del docente como integrador de conocimientos que los estudiantes ya traen al aula.

Pero es imposible que la escuela, el liceo, la universidad emprendan esa ruta si quienes modelan, los formadores de formadores no inician una revolución epistemológica y paradigmática en su hacer. Esta no es una discusión menor, en ello nos estamos jugado el futuro de las instituciones educativas

Epílogo: la era de las pedagogías de la autoayuda evidencian una formación docente eclipsada por la ignorancia supina

Para concluir, quiero llamar la atención sobre las modas:  ”nueva era” de pedagogías que solo son una frase bonita, de sentido común.  Una nueva forma de despedagogizar lo constituye el emerger de seudo pedagogías, o pedagogías de auto ayuda, que se hacen llamar del abrazo, de la ternura, del salto, de la caricia, y pare de contar.  Estas propuestas recuperan algún sentido común de las pedagogías, pero evidencian una absoluta desarticulación con sus correlatos en materia de evaluación, didáctica, currículo, gestión, supervisión. Lo triste es que, ante la pérdida de orientación y sentido estratégico de las instituciones de formación docente, estos textos están pasando a ser de referencia y consulta en la formación inicial y continua.  Es menester denunciar su carácter anti pedagógico, a la par que recuperamos el sentido común de estas categorías manoseadas por los mercaderes de ideas.

[1] En este artículo no entraré en el debate sobre movilidad social, solo enunciare la caracterización que al respecto se hace

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*Fuente:https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/02/10/sistemas-educativos-y-desenfoque-epocal/

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