Estudiantes más motivados: estas son las claves de un reconocido colegio bogotano para fomentar la innovación, creatividad y buena convivencia en las aulas
El Colegio Nuevo Gimnasio se caracteriza por su enfoque humanista y una preocupación permanente porque los estudiantes logren identificar sus talentos y habilidades para potencializarlas con ayuda de nuevas estrategias y tecnologías.
Una educación integral, con enfoque humanista y un énfasis especial en el desarrollo de competencias y habilidades para las futuras generaciones de ciudadanos es la esencia del Proyecto Educativo Institucional del Colegio Nuevo Gimnasio. Desde hace 83 años, cuando fue fundado por Celia Duque Jaramillo, esta institución ha centrado su propuesta en la formación en valores, principios y habilidades blandas que les permitan a sus estudiantes destacarse no solo en el ámbito académico, sino en otras esferas del ser humano, igual de importantes, como el arte, los deportes, la música, la creatividad, la innovación y el trabajo colaborativo.
Por ejemplo, en asignaturas como ciencias sociales y ciudadanas el colegio fortalece los conocimientos sobre las ciudadanías globales, el respeto por las opiniones diversas y la generación de argumentos que permiten ejercicios de resolución de conflictos y participación en la sociedad, esto a partir de ejercicios de democracia que favorecen el reconocimiento de los derechos.
El colegio también desarrolla habilidades investigativas que en un futuro les sirven para el ámbito académico y laboral. Entre ellas, sobresalen las áreas STEM (Science, Technology, Engineering, Math).
La institución ha dotado su infraestructura con tecnología de punta: pizarras digitales, una sala de computadores Mac y Windows, nuevos laboratorios y próximamente un aula itinerante de chromebooks. – Foto: Cortesía Nuevo Gimnasio
Así mismo, desde el área de bienestar se promueven estrategias y herramientas que favorecen la salud mental y la construcción de la espiritualidad para fomentar procesos de convivencia y valores.
Fabio Moreno, rector del Colegio Nuevo Gimnasio, explicó que todo lo anterior es parte fundamental para la formación integral que brinda el proyecto educativo, la cual se complementa con un trabajo liderado por los docentes para generar de manera permanente conexiones con los estudiantes y así motivarlos a encontrar temas de interés e incidir de esta manera en su formación académica, personal, social y espiritual.
“Como institución tratamos de que los estudiantes se conecten con nuestra propuesta, que tengan una motivación clara. Buscamos estar cerca, reconocerlos como personas y como individuos, encontrar sus talentos y capacidades, y desarrollarlos en la medida de las posibilidades”, precisó Moreno.
Conexión con el futuro
Consciente de que está formando a los ciudadanos del mañana, el Colegio Nuevo Gimnasio fortaleció sus componentes tecnológicos para brindarles a los estudiantes las herramientas conceptuales y prácticas que les permitan adquirir las habilidades que les exigirán en el mundo laboral.
A través de retos de ingeniería este colegio motiva a sus estudiantes a encontrar soluciones a los desafíos del mundo
Para ello la institución ha dotado su infraestructura con tecnología de punta: pizarras digitales, una sala de computadores Mac y Windows, nuevos laboratorios y próximamente un aula itinerante de chromebooks.
Adicionalmente, estableció un convenio con las plataformas de Innovamat, y en la asignatura de tecnología incorporaron la robótica y la programación, soportadas en la plataforma Arukay y los kits de robótica adquiridos, para formar a sus alumnos en inteligencia artificial e internet de las cosas.
“No es algo reciente, cuando comenzó la pandemia, al segundo día ya estábamos transmitiendo las clases por canales virtuales, pues nos habíamos preparado y teníamos esa capacidad. A los estudiantes hay que darles esas herramientas tecnológicas, pero también permitirles tener libertad de pensamiento y que sientan que pueden abarcar más, por eso tratamos de desarrollar en ellos la investigación, la creatividad, la innovación y el emprendimiento, que son elementos importantes en esas nuevas ciudadanías”, concluyó el rector.
*Contenido elaborado con apoyo del Colegio Nuevo Gimnasio»
Fuente de la Información: https://www.semana.com/hablan-las-marcas/articulo/estudiantes-mas-motivados-estas-son-las-claves-de-un-reconocido-colegio-bogotano-para-fomentar-la-innovacion-creatividad-y-buena-convivencia-en-las-aulas/202300/
Nuestro Quehacer Docente y la Ética Robinsoniana, como Modelo para enfrentar la Crisis Axiológica Actual.
Autor: Dioni Valladares
Bolívar, quien es uno de los más grande personajes de la historia y nuestro Libertador, mencionaba en el célebre Congreso de Angostura: “…Moral y luces son nuestras primeras necesidades, en esa frase el Padre de la Patria nos invitaba a la imperiosa necesidad de ser seres éticos para salvar la Patria en aquel entonces de la garras del imperio español; pero no solo eso, sino también de nosotros mismos.
Bien es sabido en las ciencias históricas que el Congreso de Angostura sentó las bases de una nueva República y esto se logró sólo, mediante la discusión de los motivos que habían conllevado al fracaso de las Repúblicas anteriores, y que habían nacido del proceso independentista. Uno de los problemas que Bolívar analizó e hizo referencia en ese magistral discurso, fue el problema moral que enfrentaban los ciudadanos de la nueva República, y para ello propuso la creación de un nuevo poder que se añadirá a los tres poderes tradicionales y que tenía como función principal velar por el correcto comportamiento de los funcionarios públicos y del comportamiento ético de la sociedad en general. La mención a este hecho histórico se hace para denotar la importancia que tiene la formación, en lo seres humanos, pues, Bolívar para lograr tal elocuencia debió transitar por un proceso formativo donde tuvo la oportunidad de encontrarse con varios maestros que fueron forjando su personalidad.
La historiografía resalta con especial valor a uno de ellos : Simón Rodríguez, de quien hay pruebas fehacientes de la influencia que ejerció sobre el Libertador de las naciones del continente Sudamericano, para demostrar el respeto y admiración que sintió Bolívar por quien fuese su maestro, basta remitirnos a una carta que este le dirigiera a Rodríguez y de la cual se extraerá el párrafo siguiente: “…usted maestro mío, ¡cuanto debe haberme contemplado de cerca, aunque colocado a tan remota distancia! ¡Con que avidez había seguido usted mis pasos, dirigidos muy anticipadamente por usted mismo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló. (Bolìvar, 1824).
La anterior frase sustraída de la aludida carta que fue escrita en Pativilca, Bolivia en 1824 denota el gran respeto y admiración que sentía Bolívar por Rodríguez, lo que hace pensar que es irrefutable lo que con la praxis docente de Simón Rodríguez logró con el Libertador, tal hazaña hubiese sido imposible sin que Rodríguez no tuviese la ética necesaria para conducir a aquel niño a convertirse en la persona que fue, años más tarde.
Es importante observar qué contexto histórico ocurrieron estos hechos ya finalizando el siglo XVIII , cuando imperaba una sociedad que estaba en crisis, una sociedad donde la falta de escrúpulo era tal, que se veía normal la esclavitud, el racismo, el desconocimiento a la mujer como sujeto igual al hombre, y tantos otros males del colonialismo; por lo tanto la ética exigía que se debía vencer esos abusos para una mejor sociedad, y por lo tanto, maestros como Rodríguez, con su noble compromiso ético y moral, encontró en la docencia el medio idóneo para influir en los jóvenes de la época, entre ellos Bolívar, quien vio la necesidad de romper con los esquemas de aquella sociedad.
Como en la época colonial, hoy nuestra sociedad esta en crisis, los problemas éticos y morales son otros pero se hace necesario que emulemos a ese espléndido docente que fue Bolívar, y que con nuestro ejemplo inspiremos a nuestros estudiantes a que se conviertan en los agentes de cambios que hoy la sociedad requiere; por supuesto ubicándonos en el momento histórico que vivimos, pues, la sociedad actual no es la misma del siglo XVIII y XIX en la cual vivió Bolívar, por lo que nuestro quehacer docente necesariamente debe adecuarse a los nuevos tiempos.
Ser Docente hoy en día implica una enorme responsabilidad, un compromiso formidable y esto debe ir acompañado de que seamos referentes éticos y morales para esta generación que estamos formando, que han estado influenciados por valores negativos que se transmiten como normales, pero que tiene como objeto crear un ser que, además de no practicar valores éticos, sea un ser no pensante, un ser no crítico y que actué según lo impongan los medios de comunicación.
Como Docentes, debemos ser capaces en nuestro quehacer pedagógico, de ser los sembradores de esa semillita que reclama con urgencia nuestra sociedad, pero ¿qué reclama la sociedad de hoy al Educador?, la respuesta puede tener muchas aristas pero la más clara, sin duda alguna, es que con nuestros ejemplo seamos lideres que transcendamos el modelo de la vieja escuela que aún predomina y de la que muchos niegan salirse; debemos dejar de ser simples dadores de clase, para mutar hacia un nuevo modelo docente que eduque al joven para ser sujeto activo en la construcción d una nueva sociedad.
Es menester que el educador transmita con su ejemplo la imperiosa necesidad se ser sujetos éticos y morales, que muy a pesar de la crisis que enfrentamos no nos corrompamos; esto sin duda es un punto difícil hoy en nuestro país, pues, podemos observar Docentes que debido a la situación salarial están desmotivados, cuestión que representa una situación grave, aunque es entendible que el Docente como ser humano, está lleno de sentimientos, resulta terrible que en un aula estén Docentes desmotivados, ya que un docente bajo esas condiciones, difícilmente transmite actitudes positivas a sus estudiantes y aún mas difícil es que influyan en ellos para que cambien.
En referencia a esto la PhD. Emilia Ferrera en una entrevista realizada en mayo de 2018 manifestaba lo siguiente:” …cuando un maestro está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante algo que da esperanza.
Partiendo de lo que plantea Ferriera nuestro quehacer docente debe necesariamente tener la convicción necesaria para poder transformar nuestro medio, por eso es de vital importancia que nuestra moral y nuestra ética se mantengan en alto muy a pesar de las situaciones que se puedan vivir; como Maestros estamos llamados a cambiar esas condiciones que afectan a nuestra comunidad, existen diversas maneras de hacerlo y cada Maestro, siempre y cuando tenga la vocación, la moral, la ética y la praxis necesaria, estará contribuyendo a ese cambio tan necesario.
Un maestro es un líder y un líder debe predicar con el ejemplo; el contexto actual exige de nuestra parte que, como Simón Rodríguez en su tiempo, formemos a nuestros estudiantes para lo hermoso, para la justicia, para lo grande, para la libertad y para lo que Bolívar señaló en su carta que había logrado su maestros. Así que es grande el reto que nos corresponde.
Surge otra interrogante ¿cómo lograr esto en los tiempos actuales?, la respuesta a estas inquietudes no se debe tomar a la ligera; pero en primer lugar para poder cumplir con este objetivo es necesario que dentro de nuestras escuelas seamos un referente ético, moral y profesional: es de suma importancia cumplir con estos requisitos, ya que solo de esta manera nuestros estudiantes podrán tomarnos como ejemplo y de esta forma es que podemos influir en ellos.
Nuestro quehacer se enfrenta a un poderoso enemigo como son los medios de comunicación en donde nuestros estudiantes pasan muchísimas horas de su vida, y al decir medios de comunicación en la actualidad debemos referirnos necesariamente a redes sociales, internet, televisión por suscripción, etc., generalmente son influenciados por programas que están dirigidos al sector de la juventud y que precisamente, muchos de ellos, no están diseñados para fomentar, valores positivos en el individuo; de allí que surge la necesidad que en nuestro día a día, si queremos luchar contra este flagelo, promovamos el pensamiento crítico y analítico en nuestros estudiantes, promover debates que finalicen con proceso reflexivo y que provoque en el estudiante la necesidad de cambiar esos valores negativos por valores positivos. Pero insisto, solamente esto lo lograrán los Maestros con la vocación docente, que sean ejemplos de ética y moral para sus estudiantes; no con esto digo que el docente debe ser especie de un santo, sino que con su ejemplo dentro de la labor educativa, pueda ser lo suficientemente digno de promover la ética y la moral en sus alumnos.
Nuestro quehacer docente exige igualmente que promovamos además de valores, la educación para la vida, que el sujeto que estamos educando aprenda a ser una persona que produzca para la sociedad, que sea útil, y en esto los docentes jugamos un papel fundamental, el mismo Simón Rodríguez fue un apasionado defensor de una escuela con docentes distintos; veía Rodríguez a la escuela como un centro de producción y de trabajo. La denominó Casa de Industria Pública y por sus propios esfuerzos conformó un medio de escuela experimental, Simón Rodríguez estaba convencido de que había que unir la cultura con el trabajo, la formación académica con la manual; esto era muy importante debido a que las nacientes Repúblicas ameritaban de carpinteros, albañiles, agricultores, en fin, obreros que sepan producir y respetar.
Nuestra sociedad actual amerita también de este tipo de personas, por lo tanto, como maestros, es nuestra responsabilidad formar a los estudiantes, no solo en lo académico, sino en algún oficio. Las escuelas en nuestro país están llenas de Docentes que saben hacer algún oficio, por lo que se puede aprovechar la oportunidad de enseñar a nuestros estudiantes distintas labores. En la actualidad existe dentro de la malla curricular de la educación media general los Grupos de Creación, Producción y Recreación que, sabiéndolo aprovechar, serian una oportunidad valiosa de lograr dicho objetivo; para ello se requiere de un compromiso enorme por parte del docente.
Para que se tenga éxito en la labor, es importante proyectarnos a futuro, de comprometernos con nuestra labor docente en este objetivo. En tiempos de Rodríguez las personas sin conocimientos eran blancos de convertirse en servidumbre de la clase dominante de la época, hoy un joven que no esté en la escuela, que no tenga buenos Maestros, que no sepa hacer oficios y que aparte tenga una muy mala base moral en el hogar, es sin duda una persona vulnerable en medio de la delincuencia; por ende que nuestro compromiso ético y moral es precisamente evitar eso; las herramientas las tenemos, pues, somos Docentes, lo que hace falta es que las utilicemos y que día a día crezcamos académica y moralmente a fin de que, como he venido insistiendo, seamos los ejemplos a seguir de los futuros Bolívar de nuestra nación.
Fuentes de investigación
Calzadilla, Juan (2007). Moral y luces son los polos de una República. Primera Edición. Editorial el perro y la rana. Guarenas, Venezuela.
Cano, María del Carmen (2015). Ética social, profesional, profesoral y de la ciencia. Universidad de la Habana. Medisur vol.13 no.6, La Habana, Cuba. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-897X2015000600003
Pérez Esclarin, Antonio (2010). Se llamaba Simón Rodríguez luces y virtudes americanas. Segunda Edición. Editorial Distribuidora estudios. Caracas, Venezuela
Prieto Figueroa, Luis Beltrán (2007) El concepto de líder, e maestro como líder. Decima quinta edición. Fondo editorial Ipasme. Caracas, Venezuela
Japón – Argentina / 24 de marzo de 2019 / Autor: Miguel A Knecht / Fuente: Río Negro
La idea de copiar de los demás Países todo aquello que resulta provechoso para nosotros, ciudadanos Argentinos, no nos debería avergonzar.
En ese sentido, lo que puede generar la evolución de una idea original sería el mejoramiento de la misma, ya que la innovación nunca debe ser excluida y su imitación, -como el caso de copiar a Japón- nos debería interesar como País y para ellos, los japoneses, la posibilidad de auto producirse una profunda satisfacción al sentirse imitados.
A Japón no le interesa que le quieran robar sus ideas, lo que más le aflige es que los demás países no desarrollen ideas propias.
Pero comparando el sistema educativo argentino existe una enorme brecha que nos diferencia del sistema educativo nipón desde su misma concepción.
Ocurre que mientras en nuestro país se preocupa por brindar una educación formativa de conocimientos, Japón intensifica su formación educativa mediante la transmisión de valores humanos, lo que conlleva a un mejoramiento cultural progresivo de sus habitantes.
En las escuelas japonesas no existe el personal de limpieza, son los propios alumnos quienes se encargan de limpiarlas, arribando a una simple ecuación: cuando menos ensucian su escuela, menor será el tiempo dedicado para su limpieza.
Ellos predican un culto de la limpieza, del orden, de la disciplina, ya que consideran que sin ella no puede existir calidad, no puede haber salud, tampoco hay ecología sino está presente la limpieza.
No consideran el hecho de recoger la basura en una escuela como un castigo, (algo que ocurre en nuestro país), sino que constituye una obligación inherente al alumno ejecutar eficientemente dicha tarea.
Esto explica que Japón con una superficie de 337.972 km2 (un poco más grande que la provincia de Buenos Aires) tenga 127.000.000 de habitantes, y se ha convertido en la tercera potencia mundial, después de EEUU y China.
Todo ello obtenido sin la generación de recursos naturales propios, pero disponiendo de una tecnología de avanzada que los jerarquiza en la fabricación de electrodomésticos, automotores y motocicletas de alta gama.
Los valores
Por lo expuesto se considera que los logros alcanzados, después de sufrir las consecuencias de la II Guerra Mundial, están directamente relacionados con la educación de valores, impartida desde el Estado.
Una educación esencialmente inspirada en la reivindicación de los valores humanos de las personas, que lamentablemente supera a la educación formal de nuestro país, basada en una enseñanza de apropiación de contenidos.
Tal vez reconvertir nuestra educación, imitando aquello que produzca profundos cambios culturales en las personas, nos podrá conducir hacia un final victorioso, emergiendo de la crisis cultural en la que nos encontramos inmersos.
Por supuesto que la propuesta no resultará en la inmediatez, sino después de transcurrir varias décadas de haber modificado hábitos costumbristas de la Sociedad Argentina.
Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 24 de marzo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
00:00:00 – Puerto Rico: Viva la lucha contra las escuelas chárter
13:00:00 – Estados Unidos: La lucha por la Universidad Hampshire: cómo la calamidad financiera de una escuela expone una crisis en la educación superior
En nuestro portal Otras Voces en Educación (OVE) encontrará noticias, artículos, libros, videos, entrevistas y más sobre el acontecer educativo mundial cada hora.
Como decía Marx, repitiendo a Hegel en su Filosofía de la Historia: “… la historia se repite dos veces: primero como tragedia, luego como farsa” (Ricardo Espinoza Lolas)
Por Rodrigo J Garcia
Nuestro entorno relacional y de comunicación se encuentra secuestrado por relatos, mensajes ‘atiborrados’ de intereses de parte, profusamente difundidos… en los que la referencia al ‘bien común’ es solo aparente.
Las nuevas generaciones necesitan, sin embargo, construirse como sujetos autónomos en ideas, creencias, actitudes y comportamientos, precisando espacios de libertad y escenarios de aprendizaje social, formalmente configurados. Contextos en los que imaginar y elaborar el destino deseado.
En esta andadura la reflexión y construcción individual y colectiva, y el ejercicio de la capacidad de pensar son herramientas imprescindibles.
El actual distanciamiento relacional entre jóvenes y personas mayores, más allá de los contextos familiares, no es el mejor de los escenarios para el ejercicio del pensamiento y la confrontación dialogada.
Para Trinidad Andrés Labrador, profesora de Filosofía del Instituto Público de Educación Secundaria ‘Pradolongo’ de Madrid, este aislamiento de unos y otros es una gran pérdida. La humanidad a lo largo de la historia ha colocado a las personas mayores en un lugar de referencia, reconociendo y apreciando su potencialidad en el apoyo a los más jóvenes.
En una sociedad orientada por el principio de eficacia y rentabilidad, cuando una persona deja de ser rentable para el sistema económico, se la relega a un plano marginal, incorporándola a la categoría de ‘clases pasivas’. De la ‘persona mayor’ se espera que asuma un ‘rol’ de observador inactivo, sobrellevando las consecuencias de una determinada evolución social, de la que poco debería decir, tan solo puede deambular por un camino más o menos entretenido hacia la muerte. En otros casos, se la utiliza y carga con la responsabilidad de cuidar de los nietos para facilitar que sus hijos ejerzan de productores y consumidores, en un contexto laboral precario y ausente de políticas decididas de conciliación familiar.
Estas circunstancias hacen de la materia de Filosofía una poderosa herramienta de construcción de identidad, de pensamiento y de acción y, según la manera de desplegar su enseñanza, una ventajosa vía de construcción de red social-vecinal, de barrio… y mejora de las relaciones humanas.
El proyecto de innovación educativa que nos ocupa, denominado ‘Genera Filosofía’, consciente de esta situación y del cometido formativo de la labor docente, elabora y desarrolla una experiencia de aprendizaje intergeneracional, en la que jóvenes y personas mayores comparten juntos, a lo largo de todo el curso escolar, un recorrido por los grandes interrogantes, escuelas de pensamiento (Helenismo, Cristianismo, Escolástica, Ilustración, Escuela de Frankfurt…) y filósofos que han participado en su elaboración (Aristóteles, Platón, Rousseau, Nietzsche, Kant, Hume, Descartes, Santo Tomás, Maquiavelo, Ortega…).
Esta iniciativa pedagógica ha supuesto la configuración de un escenario de aprendizaje que ofrece a las personas jubiladas del barrio de ‘Usera’ en Madrid, donde está ubicado el IES ‘Pradolongo’, la posibilidad de asistir a las clases de Filosofía, Historia de la Filosofía y Psicología junto a estudiantes de cuarto curso de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y de segundo de Bachillerato.
‘Genera Filosofía’, un proyecto de mejora curricular liderado por Trinidad Andrés, se inicia en el curso 2016-2017 con un colectivo de 18 jubilados, de edades comprendidas entre los 60 y los 80 años, que asisten a las clases de Filosofía del Instituto ‘Pradolongo’ junto a dos grupos de estudiantes de cuarto de la ESO.
Continúa en el siguiente curso 2017-2018, asistiendo a las clases de Historia de la Filosofía y, en el 2018-19, se amplía a otras materias, acudiendo a las clases de Historia de España, de segundo de Bachillerato, con la jefa del departamento de Historia, Rosa Isabel Pulido, y a las de Psicología, con Trinidad Andrés. En la actualidad avanzan en su cobertura institucional participando también en el proyecto los departamentos de Música, Lenguas Clásicas e Historia.
A lo largo de los tres cursos han continuado uniéndose mayores del barrio; para los estudiantes ya es habitual ver la imagen de los ‘abuelos’ con sus carpetas, entrando y saliendo de las aulas del instituto.
– Trinidad Andrés: “En el IES ‘Pradolongo’ creemos en la comunicación y en la necesidad de transmitir la memoria de lo vivido. Ha sido nuestra motivación a la hora de diseñar esta experiencia educativa.
En un contexto social en el que todo se banaliza, en el que la experiencia tiene valor solo en lo relativo a conocimientos de carácter técnico, que desprecia lo que se desconoce y en donde los dispositivos electrónicos sustituyen a la palabra como medio de relación interpersonal, creemos que la interacción de generaciones distantes en el tiempo puede aportar un enorme valor a todos, jóvenes y mayores.”
El IES ‘Pradolongo’ se encuentra situado en el distrito municipal de Usera. Un barrio de clase trabajadora, especialmente castigado por la crisis económica y con una de las mayores tasas de paro de la ciudad de Madrid.
GENERA FILOSOFÍA
TRINIDAD ANDRÉS LABRADOR
El proyecto “Genera Filosofía” parte de la necesidad que tenemos de la experiencia y de la memoria de los mayores.
Su principal objetivo es enseñar a escuchar. Hacernos preguntas, compartirlas, responderlas…
Necesitamos estar atentos a lo que sucede. Tomar conciencia de que si no escuchamos, ni prestamos atención: no estamos viviendo …
Crear y fomentar el espacio necesario para que lo habite el pensamiento crítico.
El instituto escolariza a una nutrida población estudiantil procedente de distintos países latinoamericanos, China y Rumania. Es pionero en programas de compromiso social y de cuidado, de construcción de un buen clima de acogida y de resolución pacífica de conflictos. Despliega actuaciones y pone en marcha estructuras de mediación entre iguales, promoviendo, además, una cultura de protección del medio ambiente y de desarrollo sostenible.
En el desarrollo del proyecto se ha contado con la colaboración y el apoyo entusiasta de la Asociación vecinal “Barrio Zofío” y de los técnicos de la Junta Municipal del Distrito de Usera, que trabajan con las personas mayores del Barrio.
Más allá de las referencias estructurales y de ideas, la experiencia en clase es realmente enriquecedora; los mayores aportan reflexiones que surgen de lo vivido y que calan profundamente en los estudiantes.
El caso de Julio, la persona “más mayor” del grupo, es paradigmático. En un instituto con mayoría de estudiantes inmigrantes, él es un español que ha sido inmigrante durante 40 años en Bélgica. Fue emocionante —cuenta Trinidad— oírle relatar sus experiencias de los primeros años fuera de España, en Alemania, al principio, y luego en Bélgica. Muchos estudiantes, procedentes de otros países, se sintieron identificados ¡Sus dificultades de aquí y ahora eran muy parecidas a las de Julio!
Al debatir sobre algunas de las páginas más oscuras de la reciente historia europea, Annemieken, una jubilada alemana que vive en nuestro país, desde hace más de treinta años, contaba su infancia en Alemania y su estancia en España, durante el franquismo, cuando llegó a nuestro país.
HACIA UNA REVOLUCIÓN DEL NOSOTROS
¿De qué forma podemos pasar al NosOtros de ese nosotros vacío que ya no dice nada?
«Conectándonos del singular al universal. Es decir, reconocer lo material de nuestro pasado histórico: la calle, los lugares donde nos reunimos, nuestros barrios y plazas, las formas en que cenamos, los sitios donde jugamos, donde nos enamorábamos, dónde comprábamos para comer, nuestras escuelas, etc. Eso produce nuevo tejido socio histórico y genera una potencia creadora para armar un modelo distinto: abre futuro.» (Ricardo Espinoza Lolas)
Todos los estudiantes, mayores y jóvenes, realizan las lecturas de textos y autores, de acuerdo con las referencias curriculares oficiales. Los más jóvenes se enfrentan a las habituales pruebas de conocimiento y sus resultados se reflejan en las evaluaciones, pero Trinidad desea de ir mucho más allá. Se ocupa de que los estudiantes se interroguen sobre lo establecido, lo obvio… y aplica los conceptos leídos a la realidad concreta (las redes sociales y su papel en la comunicación, la inmigración, los refugiados, la memoria histórica, la vida en el barrio…). Invita al ejercicio del pensamiento rebelándose ante el enmascaramiento, la hipocresía y la injusticia.
Analizar el aquí y ahora, incorporando el relato y el debate sobre el pasado reciente, encierra un formidable valor educativo y en este formato es fundamental la explicación de los mayores, sobre la base de las experiencias vividas en primera persona.
– Trinidad Andrés: “Nada es más potente que estos relatos para los estudiantes… No hay libro o discurso del profesor o de la profesora que pueda compararse a la presencia, al testimonio de lo vivido. Ésta es la belleza de‘Genera Filosofía’.”
El proyecto encierra el valor añadido de promover y potenciar un trabajo curricular transversal y motivador, como ejemplo hacemos referencia a una de las tareas, realizada, en este caso, en colaboración entre los departamentos de Filosofía y Lenguas Clásicas y a la que denominan ‘Palabras-Puerta’.
Laura Lamata, profesora de Latín y Griego, comenta cómo acordaron, en el curso 2016-17, realizar esta tarea en colaboración, bajo el paraguas de ‘Genera Filosofía’. Parten de algunos de los términos utilizados en la clase de Filosofía como libertad, sabiduría, razón, ética, conocimiento, ciencia, verdad… y sobre la base de su origen latino los estudian, en su significado epistemológico, en clase de Latín. Este aprendizaje abre puertas de compresión insospechadas.
Entre otras actividades, se les pide que busquen palabras en castellano que, por derivación o composición, se hayan formado, partiendo de los mismos vocablos. Posteriormente expresan plásticamente sus descubrimientos presentándolos y compartiéndolos, a modo de producto final, con el resto de estudiantes de la clase.
“¿Realmente tienen el mismo origen naturaleza, nación o nada? Aunque parezca increíble todas proceden del verbo latino ‘nascor’ (nacer). Tanto naturaleza como nación son fáciles de relacionar con ‘nascor’, pues son orígenes, lugares en donde “nacen” seres vivos…” (Laura Lamata,Colaboración con ‘Genera filosofía’. Palabras-Puerta)
De la misma manera trabajan de manera trasversal ‘La Guerra’ con participación, además, en este caso, del departamento de Historia y de Jaime Buedo, profesor responsable de la materia de Valores éticos. Pero escuchemos mejor la explicación detallada que nos ofrece Laura Lamata en el siente audio.
En esta entrada hemos ofrecido el marco de fundamentación de un proyecto educativo y algunas referencias sobre su tratamiento interdisciplinar. Nos queda el relato de lo que acontece en la clase de Filosofía… pero de eso nos ocuparemos en el siguiente ‘post’.
Continuará…
(*) Versión para profesionales: ResearchGate (Descargar en PDF) (**)Trinidad Andrés Labrador, lleva treinta años impartiendo clase de filosofía, y va a hacer diez años que es la jefe del departamento de filosofía en el IES ‘Pradolongo’ de Madrid. Lleva, además, junto a tres compañeros, el proyecto de mediación escolar del que el Instituto es pionero y dinamiza una tertulia literaria con los padres y la gente del barrio de Usera, que se realiza en el instituto y que acaba de cumplir diez años. En el curso 2016-17 puso en marcha la idea de compartir sus clases de filosofía con los jubilados del barrio para que los estudiantes se beneficiaran de su experiencia y sabiduría vital. Era algo que deseaba hacer desde hace tiempo y ha implicado a algunos de sus colegas en esta tarea; a la profesora y jefe del departamento de música Cristina Gutiérrez Andérez que ha dirigido toda la parte artística del proyecto y ha colaborado en la parte del curso sobre la memoria, y a todos los invitados que han enriquecido con sus intervenciones las clases de filosofía. (***)Gracias a Rosa Isabel Pulido, Laura Lamata, Jaime Buedo… a los estudiantes de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato, a los estudiantes ‘más mayores’ y al resto de la comunidad educativa del IES ‘Pradolongo’ por su trabajo diario y mirada amplia y generosa, albergando y promoviendo este tipo de iniciativas educativas innovadoras.
Educar en valores también es promover el aprecio por el diálogo que nos permite vivir como si fuera posible el acuerdo a pesar de que no sea una realidad aquí y ahora.
A menudo se considera el diálogo como valor porque, cuando es auténtico, significa escucha, uso de argumentos para expresar nuestras ideas y sentimientos, aceptación del otro e interés por sus intereses. En sociedades diversas como la nuestra, con pluralidad de concepciones sobre la vida y el mundo muy diferentes, es importante buscar consensos, compartir mínimos y llegar a acuerdos para vivir y convivir dignamente. Pero el acuerdo no siempre es posible y el desacuerdo se convierte en algo natural y no necesariamente negativo. ¿Dónde radica en estos casos el valor del diálogo?
Quienes apostamos por una ética de mínimos como fundamento de una educación democrática en valores reconocemos el diálogo como uno de estos mínimos que hay que compartir y cultivar desde la escuela, la familia y los medios de comunicación. El mundo en que vivimos es diverso, cambiante y de comprensión compleja, y la educación no es ajena a estos hechos. La diversidad propia de la sociedad actual es enriquecedora, pero no todas las diversas maneras de entender el mundo son igualmente legítimas, ni tampoco todas las propuestas de educación en valores.
Lo son aquellas propuestas que cultivan como mínimo y, al mismo tiempo, la autonomía de la persona que se está educando, el diálogo y el respeto y el reconocimiento de la “diferencia” -no de la desigualdad- como valores. Es deseable, y probablemente necesario, que toda propuesta de educación en valores incorpore más valores, como compromiso con el bien común, defensa de los valores de una cultura, forma de pensar, ideología o religión… Pero en todo caso que en su práctica pedagógica educadores, familias y medios de comunicación respeten y cultiven estos valores que proponemos como necesarios y mínimos en sociedades plurales que quieren conservar y profundizar en los valores de la democracia, en los que nos hacen más libres e iguales.
Esta igualdad y libertad sólo es posible si aceptamos la “diferencia” como valor. Aceptar la diferencia como valor significa reconocer al otro con las mismas condiciones que quiero que se me reconozcan. Y una de las prácticas que conduce a esta aceptación, una de las que forma el hábito de la convivencia en sociedades plurales como la nuestra, es la práctica del diálogo. Cuando el diálogo busca consensos y lo consigue respetando al otro y su autonomía, es potencialmente muy rico y ciertamente un valor.
Pero ahora quiero destacar su valor como factor de una determinada manera de vivir y convivir cuando no estamos de acuerdo, como una forma de vida, de respeto y enriquecimiento humano cuando discrepamos, como una forma de pactar los desacuerdos y de compartir algo menos que consiste en respetar la libertad del otro y su criterio, y de reconocer que sólo mediante el diálogo se pueden abordar las diferencias y los desacuerdos y convivir.
En el séptimo principio del Manifiesto por una educación democrática en valores se afirma que, en una sociedad plural, la educación democrática considera el diálogo como un instrumento necesario para favorecer la comprensión y mejorar la convivencia. El diálogo favorece el conocimiento mutuo, la comprensión y el entendimiento y amplía el consenso. Pero ¿hay que llegar siempre a consensos?
La convivencia y la construcción de ciudadanía y de comunidad está en función de los actores que coexisten en un territorio, con tradiciones diferentes y expectativas también diversas. Es necesario que la cultura de una comunidad sea viva, por eso siempre está en construcción. Y en esta construcción el logro de acuerdos es clave, pero pactar los desacuerdos también, y no es tan fácil. En educación hay que ser beligerante con la defensa de los mínimos valores que son condición necesaria y suficiente de una democracia, como los antes mencionados, y tolerante activo con los valores propios de las diferentes concepciones que conviven -en acuerdo o en desacuerdo- en el seno de una comunidad.
Lejos del pensamiento único al que puede conducir una búsqueda de consensos no respetuosa con la autonomía de la persona y el respeto y reconocimiento de la diferencia como valor, una propuesta de educación democrática en valores debe propiciar las condiciones pedagógicas adecuadas para que las generaciones más jóvenes amen el diálogo como la única forma legítima de abordar los desacuerdos.
Educar en valores también es promover el aprecio por el diálogo que nos permite vivir como si fuera posible el acuerdo a pesar de que no sea una realidad aquí y ahora.
Europa/España/05.06.18/Por: Ingrid Mosquera Gende/ Fuente: www.unir.net
Japón se sitúa en los primeros puestos en PISA, junto a países como Hong Kong o Singapur. Realizando una revisión general del sistema educativo japonés, no parece que haya demasiadas diferencias en cuanto a la distribución de las etapas mirando a esos países ya comentados. Hay un periodo preescolar (con jardines de infancia, yochien, y guarderías, hoikuen), una etapa de primaria (el 99% son públicas y mixtas), una de secundaria (elemental y superior, también con más de un 90% púbicas y mixtas) y la etapa universitaria.
La etapa de primaria cuenta con un profesor que imparte casi todas las asignaturas, excepto música y arte, y en secundaria el núcleo de asignaturas incluye matemáticas, lengua japonesa, geografía e historia, ciencias, educación física y para la salud, arte, lengua extranjera, economía doméstica, informática y educación cívica. Quizás en esta selección ya se puedan vislumbrar ciertas diferencias con otras culturas.
Las universidades pueden ser de ciclo corto, dos años, o largo, de cuatro. La práctica prima sobre la teoría en una proporción de más del 75%, con conexión directa con las empresas, en las que intentan aplicar sus investigaciones. También encontramos escuelas para extranjeros, con idiomas como chino, inglés o coreano, y centros de educación especial.
Las escuelas pueden ser nacionales, municipales o privadas. En el nivel de secundaria superior, hay otras posibilidades, como escuelas profesionales, vocacionales, de oficios o de especialidades. El currículum, al igual que los libros de texto, es evaluado y aprobado por el Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, y las directrices del sistema educativo son revisadas cada diez años, por lo que se puede considerar una legislación estable y duradera.
El calendario también es distinto al que solemos estar acostumbrados. Se compone de tres trimestres, comenzando en abril: de abril a julio, con unos cuarenta días de vacaciones de verano, de septiembre a diciembre y de enero a marzo, con dos semanas de vacaciones tanto en invierno como en primavera
En la elección de las asignaturas se sustenta uno de los puntos básicos de la educación japonesa. La tradición, la poesía antigua y su caligrafía se encuentran presentes desde la primera infancia. Estas materias forman parte de los tres pilares fundamentales de su educación: conocimiento, moral (respeto por la familia, por las tradiciones, por los animales y la naturaleza) y cuerpo (el deporte se considera fundamental, junto con unos buenos hábitos alimenticios). Los niños dedican el tiempo a desarrollar su personalidad y a interiorizar principios morales, aprendiendo códigos para la convivencia.
La formación en valores es muy importante. Para ello no solo se tienen en cuenta las materias. Son los propios alumnos los que limpian los colegios, comen en el aula con su profesor, con un menú estandarizado, revisado por especialistas, y visten con uniforme. Disciplina y sentimiento de grupo forman parte de la mentalidad japonesa. Exigirse a uno mismo y respetar a los demás es fundamental en su cultura.
Los docentes tienen un papel fundamental en el entramado educativo. Son respetados socialmente y parecen estar muy bien remunerados. Se encuentran en constante formación. Sus horarios suelen extenderse desde las ocho y media de la mañana a las cinco de la tarde, pero ellos mismos indican que es muy frecuente llegar sobre las siete y media y marcharse alrededor de las diez de la noche, debido a actividades extra escolares y clubs de alumnos en los que participan para supervisarlos y dirigirlos. Se consideran servidores públicos y ven su trabajo como una misión. En su mente no cabe manifestarse o ir a la huelga, tanto por su consideración de servicio público como por la prohibición por parte de la propia legislación. Las profesoras cuentan con tres meses de permiso por maternidad y la posibilidad de salir una hora o dos antes para atender a sus hijos. Uno de los temores actuales de los docentes es la influencia de internet, aunque creen que no conseguirá diluir la tradición y valores japoneses.
Los padres tienen el deber social de educar a sus hijos. El fracaso escolar se considera una vergüenza para la familia. Por ello la mayoría de los niños acuden a escuelas de tutoría (para mejorar de forma general y recibir ayuda ante la cantidad de deberes) o de preparación de exámenes, con la finalidad de poder superar la prueba a la que tienen que enfrentarse al terminar secundaria y que marcará sus posibilidades de acceso a la universidad. El 76% de los alumnos superan esa prueba. También hay centros que preparan para la admisión en determinadas escuelas, incluido el jardín de infancia.
Hay contrapartidas, otros puntos de vista acerca de este sistema educativo. El psicólogo social Masao Miyamoto denuncia el estrés y el acoso en las escuelas, para los que no se prepara a los docentes. Los niños no pueden desarrollar su personalidad en un entorno que promueve la uniformidad y la subordinación: la armonía del grupo es el resultado más deseado. Los niños, dicen, son como bonsáis que deben ser podados y no crecer libremente, clavos en una tabla, que deben ser totalmente uniformes y no sobresalir.
En la línea de las denuncias de Miyamoto: uno de los libros más vendidos en Japón es Cómo educar a un genio. Algunas mujeres embarazadas de tres meses ya se prestan a que profesionales hablen a su bebé, enseñándoles las letras y otros conocimientos. Como decíamos anteriormente, hay academias para preparar a los niños en las pruebas de admisión… ¡a jardines de infancia! Cada día se suicida una media de cien japoneses, entre los que se encuentran niños.
Es difícil, sin haberlo experimentado de primera mano, tener una opinión fundada y objetiva de este sistema educativo. Propongo el hashtag #charlassobreeducacion para debatir sobre el tema en Twitter. Algunas preguntas que lanzo: ¿Sería necesario un cambio de contenido y de materias en nuestro sistema educativo? ¿Estamos otorgando un papel demasiado importante a las nuevas tecnologías en el aula? ¿A qué edad debemos empezar a examinar a nuestros alumnos? ¿Veríamos factible que nuestros hijos limpiasen sus colegios? ¿Podría resultar positivo para su educación? ¿Son los menús en nuestro sistema educativo tan supervisados como parecen serlo en el japonés? ¿Convendría el cambio en este sentido? ¿Cómo afecta la nutrición a los estudiantes? ¿Le damos el suficiente protagonismo a la actividad física en nuestro sistema? ¿Podemos ver el sistema educativo japonés como un sistema en el que en el colegio no se enseña, únicamente, sino que también “educa”? ¿Qué podemos decir a ese respecto de nuestra situación? ¿Tienen los profesores prestigio en nuestro país? ¿Se puede hacer algo al respecto? ¿Cómo? ¿En qué aspectos de los comentados radica el éxito del sistema educativo japonés? ¿En “aspectos positivos” o en “aspectos negativos”? ¿Qué puntos de los tratados podrían ser extrapolables a nuestro sistema educativo? ¿Crees que la importancia de la tradición y la familia son claves en el éxito del sistema? ¿Te parecen adecuados los tres pilares del sistema japonés (tradición, conocimientos y cuerpo)? ¿Cuáles son los pilares de nuestro sistema educativo?
Quizás, respondiendo a alguna de estas cuestiones, o al menos reflexionando y debatiendo sobre ellas, podríamos mejorar nuestra propia educación y, por qué no aventurarse, también nuestra sociedad.
Fuente del artículo: https://www.unir.net/educacion/revista/noticias/charlas-para-la-reflexion-educativa-japon/549202267492/
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