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Argentina: Los jardines maternales deberán incorporar Educación Emocional

América del Sur/Argentina/14.10.2017/Fuente: www.elsantafesino.com.

La intención es desarrollar, mediante la enseñanza formal, cada una de las habilidades emocionales, conocimiento de uno mismo, autorregulación emocional, motivación o aprovechamiento productivo de las emociones, empatía y habilidades sociales de los infantes..

La Ordenanza aprobada incorpora en el desarrollo curricular de la Educación Inicial de los Jardines Maternales o de Infantes de gestión estatal municipal los contenidos de Educación Emocional a los fines de desarrollar, mediante la enseñanza formal, cada una de las habilidades emocionales, conocimiento de uno mismo, autorregulación emocional, motivación o aprovechamiento productivo de las emociones, empatía y habilidades sociales.

“Actuales investigaciones corroboran que el éxito obtenido en la vida de las personas es debido a un 70 u 80 % de las habilidades emocionales. La Ley Nacional de Educación Nª 26.206 establece un desarrollo integral de la infancia en todas sus dimensiones, promover el aprendizaje y desarrollo de un proceso de formación integral de la familia y de una comunidad, promover en los niños y niñas la solidaridad, confianza, cuidado, amistad y respecto a sí mismo y a los demás”, explicó la concejala Marcela Aeberhard, autora de la Ordenanza.

Definición

“La educación emocional es el proceso de enseñanza de las habilidades emocionales mediante el acompañamiento y apuntalamiento de la personas en el ejercicio y perfeccionamiento de las mismas”, dice la Ordenanza aprobada. La promoción de la educación emocional es la “implementación de un enfoque de corte salutógeno-educativo de dinamización de recursos y habilidades emocionales, sociales y actitudinales en el marco de una política de promoción de la salud para el sano desarrollo personal y cumplimiento de un proyecto de vida”.

Capacitación para docentes

Entre los artículos aprobados se establece que, los docentes deberán realizar una capacitación en torno a la temática y el municipio deberá realizar dicha capacitación y actualización especializada en los educadores, trabajadores sociales, docentes, psicólogos y demás operadores comunitarios. También, deberá desarrollar la investigación sobre la temática y la evaluación y monitoreo de los resultados y progresos realizados a partir de la aplicación de la Ordenanza.

“Es una realidad absolutamente viable, ya que las capacitaciones que se realicen en forma masiva a toda la comunidad educativa ya han sido implementadas y trabajadas en educandos docentes mediante un curso de formación docente semi presencial como, por ejemplo, en la provincia de San Juan que cuenta con los avales ministeriales correspondientes”, ejemplificó Aeberhard.

Fuente noticia: http://www.elsantafesino.com/educacion/2017/10/13/21637

 

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Exclusión incluyente.

Mientras la educación sea una mercancía, los avances en escolaridad no nos harán mejores personas.

Por: Oscar Sánchez.

Pablo Gentili introdujo este concepto, que parece un oxímoron, para describir el proceso de escolarización en América Latina en los últimos cincuenta años, en el que se ha expandido notablemente el acceso de las masas recién urbanizadas (y por lo tanto, del grueso de la población) a la matrícula del ciclo básico en instituciones educativas precarias.

Es un proceso incluyente, pues sería necio negar el valor de esa presencia de los chicos en la escuela. Para entender la importancia del acceso y la permanencia que se han logrado en las ciudades de Colombia, solo hay que compararlas con el mundo rural disperso, donde la mitad de la población se queda por fuera de la secundaria y solo una cuarta parte llega a ser bachiller. Las condiciones de la población en ambos mundos son muy diferentes.

Pero en las ciudades, aun con el aumento de la cobertura, hay exclusión. No se puede llamar de otra forma a la desigualdad aberrante con la cual se ha hecho la expansión: mientras las clases medias pagan una educación con buenas condiciones, los pobres, con excepciones que confirman la regla, se quedan con el bagazo. Frente a ese hecho hay tres enfoques.

Uno que podemos llamar cínico, niega la exclusión y afirma que simplemente estamos haciendo lo que se puede. Que la desigualdad educativa es una condición temporal y que por el camino que llevamos llegaremos a la educación buena para todos, cada quien en su propia realidad. Y que cualquier esfuerzo adicional atentaría contra la sostenibilidad fiscal y la iniciativa privada. Es común escucharlo, expresado con crudeza, en boca de funcionarios a cargo de las finanzas públicas, y camuflado con eufemismos, en boca de buena parte de quienes manejan la educación.

Un segundo enfoque, que es el que venimos poniendo en práctica algunos convencidos del poder de la razón emancipadora y el empoderamiento popular, es el del desarrollo de las capacidades humanas. Este consiste en buscar gobernantes dispuestos a alimentar altas expectativas y apoyar con ingentes recursos públicos a los educadores y comunidades ejemplares en escuelas pobres, para cerrar brechas dando más al que tiene menos, sin forzar a los poderosos a una igualdad impuesta. Hemos apostado por formar a una nueva generación que entienda que la inclusión tiene que ser plena y que la buena educación, como el empleo decente, la salud preventiva y la seguridad ciudadana son derechos y no pueden ser desiguales, o dejan de serlo.

¿Seremos ingenuos quienes atribuimos a la educación en sí misma la capacidad de transformar el sistema ofreciendo a los débiles un lugar en el mundo?

Gentili, que ha sido dirigente del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, de Flacso y del Foro Mundial de Educación, propone un tercer enfoque que profundiza el anterior. Afirma que la inserción institucional, si bien es un avance, está muy lejos de marcar el camino del goce efectivo de los derechos y las relaciones humanas igualitarias que constituyen las bases de una sociedad democrática sustantiva. Lo que este autor llama ‘universalización sin derechos’ va más allá de la idea hoy aceptada en el mundo de que no basta con el acceso y hay que apostar a la calidad.

Gentili introduce tres reflexiones: i) existen la pobreza y la desigualdad educativas, aunque haya mayor acceso a la escuela, porque la universalización de la matrícula no cambia las estructuras sociales; ii) una educación con igualdad formal ante la ley y brutal desigualdad frente al mercado da como resultado un sistema segregado, en el que la educación no es un bien común, sino uno excluyente y, por lo tanto, no es pública, aunque se haya aumentado la oferta oficial, y iii) se ha impuesto recientemente una tendencia economicista que hace ver la educación predominantemente como un factor de producción, y se ha perdido su sentido como base de la humanización planetaria, planteado en las declaraciones de derechos humanos de hace 70 años.

En algo estamos de acuerdo con Gentili: mientras la educación sea una mercancía más, la formación integral de calidad sea un privilegio y prime el fin de educarse para ganarse la vida, antes que para construirse una vida, los avances en escolaridad no nos harán mejores personas ni nos llevarán a la justicia social.

Me queda la inquietud: ¿seremos ingenuos quienes atribuimos a la educación en sí misma la capacidad de transformar el sistema ofreciendo a los débiles un lugar en el mundo? ¿El cambio de las estructuras políticas, económicas y culturales es una condición para tener un derecho efectivo a la buena educación, o cambiando las mentes con un mayor esfuerzo político y pedagógico dentro del sistema actual podemos hacer que cambien esas estructuras?

Fuente:  http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/oscar-sanchez/exclusion-incluyente-discriminacion-educativa-135392

Imagen: http://elsalvadortrespuntocero.com/wp-content/uploads/2015/06/chica.jpg

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Colombia: “Las escuelas no pueden construirse como ejércitos”

Por: Revista Semana Educativa

Los expertos que participaron en los debates de la CLE coincidieron en que los colegios deben ser más flexibles en la formación de sus estudiantes.

 La educación debe propiciar un proyecto de vida, la igualdad, inclusión, y especialmente garantizar el bienestar personal. Esa fue la gran conclusión de cada uno de los ponentes de la mañana, en la Cumbre Líderes por la Educación organizada por Semana Educación en el Cubo de Colsubsidio en Bogotá. Los expertos fueron enfáticos al afirmar que para hacer esto posible los maestros deben ser modelos de éxito, por eso, los gobiernos y la sociedad debe confiar en ellos. Además, los currículos deben incluir la formación en habilidades para la vida con espacio para la creatividad.

Alejandro Santos, director de la Revista Semana, abrió esta primera jornada con un recuento histórico de los problemas y avances que ha tenido el país. En ese contexto, resaltó que, “la educación es el trazo que escribe la sociedad de hoy. Tenemos que preguntarnos qué tipo de ciudadano queremos ser. Qué significa ser un ciudadano en un país que quiere reconciliarse y avanza a la modernidad, aún acechan los fantasmas del pasado”, expresó.

La siguiente intervención se dio a cargo de la ministra de Educación, Yaneth Giha quien aseguró que hoy, en Colombia, el lugar donde un niño nace define su futuro. “La educación es la única capaz de resolver las desigualdades que se puede medir en niños que no logran alcanzar sus sueños”. Y eso se refleja al comparar las cifras de cobertura de las zonas rurales y las ciudades. En 2015 el promedio de años de educación en zonas rurales fue de 5.5 años mientras que en las zonas urbanas fue de 9.2 años, según la ministra.

Además, la jefe de la cartera educativa reveló las cifras de cobertura, de deserción, de infraestructura que muestran cómo está y para dónde va la educación en Colombia. “La cobertura bruta en educación está en 97,4 % la neta en 85,8 %; hay 512.184 estudiantes en Jornada Única y se espera que para 2017 la cifra sea de 1’000.000;  en infraestructura se va cubrir el 60 % del déficit, por eso entregaremos un total de 30.000 aulas, y para mejorar la formación de los maestros entregamos 7.000 maestrías, porque maestros excepcionales hacen cosas excepcionales”, puntualizó.

Una vez se dio a conocer la realidad educativa del país, el rector de la Universidad Tecnológica de Tallin y exministro de Educación de Estonia, Jaak Aaviksoo, mostró a los asistentes cómo ha logrado Estonia ser ejemplo mundial en educación. “El sistema educativo es bastante simple. Empezamos en guardería de 2 a 6 años y más del 90 % de los niños asisten a los centros educativos.Tenemos un currículo a nivel nacional, algo básico. Pero empezamos a temprana edad para generar oportunidades iguales para todos. Luego viene la escuela por vocación. Después viene la superior que también es pública”, afirmó Aaviksoo.

Estonia se ha posicionado en los últimos 15 años como uno de los países con el mejor sistema educativo y eso lo demuestra en las pruebas Pisa, sin embargo para Aaviksoo, este tipo de evaluaciones no hay que tomarlas tan en serio. Aunque resalta que no hay una forma de enseñarles correctamente a otras naciones su modelo, menciona que en Estonia no hay reglas fijas. “Nos hemos movido de la educación clásica continental. Sí, es necesaria. Pero es importante promover la curiosidad y diversión en la educación. Aprender debe ser algo interesante y no esquemático y rígido. Hay que disfrutarlo, porque las escuelas no son ejércitos”.

«La educación la herramienta más poderosa frente al posacuerdo»

Esa fue una de las premisas de Inka Mattila, directora adjunta del Pnud en la primera conversación del día con Jaak Aaviksoo, rector de la Universidad Tecnológica de Tallin y exministro de Educación de Estonia. Estos dos expertos internacionales discutieron sobre cuáles son los retos que tiene la educación en un país que está pasando la página del conflicto armado para construir un nueva sociedad en donde la educación será la base para formar nuevos ciudadanos.

Estos expertos consideraron que, por un lado, según Mattila, se debe invertir en educación en las zonas rurales y lejanas de Colombia; y por otro lado, según Aaviksoo, es necesario generar las mismas condiciones laborales para todos los profesores. Además, aseguró que superar el dolor y trabajar en cooperación, es la clave.

Necesitamos currículos con habilidades para la vida

Por otro lado, Alejandro Adler, director de Educación Internacional del Centro de Psicología Positiva, expresó que los entornos y modelos escolares no han cambiado al mismo ritmo que lo han hecho las tecnologías.  A pesar de que su país está sufriendo en este momento por el terremoto en México, donde una de las escuelas con las que ha trabajado se derrumbó dejando a varios niños bajo escombros, logró llegar a su presentación en la Cumbre Líderes por la Educación 2017.

Para Adler, la formación en habilidades para el siglo XXI se puede incentivar en las escuelas para mejorar el desempeño escolar y para hacernos más cívicos. Además, expresó que es el  ingrediente necesario para la paz. De esta forma, “podemos aspirar a un nuevo paradigma global de sociedad”, dice Adler.

Otra de las necesidad por las que hay que tratar de hacer entender a los gobierno que la formación en competencias del siglo XXI no es un peso más en sus gestiones, es porque se necesita más héroes en las aula. Los docentes son los que logran promover el bienestar integral. Una de las experiencias en las que ha trabajado y que le sirvió como ejemplo son los jardines botánicos que crearon en algunas escuelas para enseñar sobre perseverancia, civismo, entre otros valores que deben aparecer con más frecuencia en el aula.

Frente a este tema Diana Hincapié, Asociada Sénior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) dijo que las habilidades necesarias para que los países de América Latina progresen son las que permiten el desarrollo de los individuos en el mercado laboral y se que llevan a cabo a lo largo de la vida.

En este espacio, Hincapié realizó el lanzamiento oficial del libro “Aprender mejor: Políticas Públicas para el Desarrollo de Habilidades”, una investigación en la que se evidencia que  los retornos en educación superior son altos y positivos. Sin embargo, la clave para el desarrollo de habilidades es que los gobiernos no gasten más, sino mejoren sus políticas públicas.

“En un mundo rápidamente cambiante, algunos trabajadores pueden sentirse amenazados. Pero el cambio tecnológico y la robotización también ofrecen oportunidades laborales para quienes hayan desarrollados habilidades que les permitan aprender mejor, como por ejemplo, tener capacidades de resolución de problemas, o el pensamiento abstracto y creativo. Los empleadores buscan trabajadores responsables, capaces de trabajar en equipo. Esto es válido para todos los países, incluyendo Colombia”.

Finalmente, en el panel  “¿Por qué es indispensable formar hoy a mejores ciudadanos?” que tuvo como ponentes a Alexander Strebel, director del Centro de Mindfulness de la Universidad del Rosario; Alejandro Adler, director de Educación Internacional del Centro de Psicología Positiva, Diana Hincapié, Asociada Sénior de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); el presbítero Jorge Iván Ramírez, presidente de la Organización Salazar y Herrera, se debatió cómo debe ser el modelo educativo en Colombia para formar ciudadana.

Para el presbítero Jorge Iván Ramírez, presidente de la Organización Salazar y Herrera, cualquier actividad no puede olvidar la integralidad de la educación. “Hay que definir un currículo de familia. Como industria, la educación no puede ser una mera fábrica que dé solo créditos a una empresa”.

Para Alejandro Adler, fue más importante resaltar que la sociedad debe romper con las dicotomías falsas, como la de suponer que la educación no tiene el poder de unir la productividad con el bienestar y  la igualdad. “Hay que romper con las diferencias y con todo lo que nos separe para construir bienestar. La economía debe estar al servicio de las personas y no al revés”, afirmó.

Para el cierre, Alexander Streubel, director Centro de Mindfulness Universidad del Rosario es necesario profundizar en la comprensión de la condición humana para saber qué anhelamos. “No debemos perder el norte en lo que hacemos en nuestras vidas diarias y cultivar relaciones más satisfactorias. Debemos educar mañana, tarde y noche. La vida es un espacio de desarrollo humano. Cada espacio es una oportunidad para saber cómo reaccionamos”.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/multimedia/las-escuelas-no-pueden-construirse-como-ejercitos/541120

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Hay que enseñar a los niños a ser felices

Por: Revista Semana Educativa

La educación positiva es una metodología pedagógica que se fundamenta en el bienestar de los estudiantes. Estas son algunas de sus ventajas si se implementara en Colombia, como recomiendan los expertos.

Una de las grandes críticas a los sistemas educativos contemporáneos es que no forma el carácter, ni preparan a las mentes para los retos de la vida, sino que se centra más en la obtención de resultados cuantificables. Los recién graduados de los colegio salen a las universidades sin saber cómo llevar sus vidas o darles un propósito. Es por eso que la necesidad de formar a los jóvenes en competencias blandas se ha convertido en una tendencia que va a en aumento.

Dentro de estas nuevas tendencias se han fundado nuevas metodologías y filosofías de enseñanza, entre ellas la educación positiva, la cual se basa en la psicología cognitiva, la neurociencia y las mejores prácticas del aprendizaje. Esta se diferencia de otros enfoques que incluyen las habilidades socioemocionales y las competencias ciudadanas, ofreciendo herramientas para la formación del carácter y el desarrollo de los procesos emocionales y motivacionales para que los estudiantes se conviertan en agentes de cambio para el desarrollo de sus comunidades.

“En días como hoy la educación está sintiendo una fuerte necesidad en cambiar el camino a seguir para formar a las personas del mañana. Pasa en los colegios y pasa al interior de las familias en donde se ha presentado un mayor interés en formar personas con base en la integridad, la honestidad y la compasión”, señaló en entrevista con Semana Educación Tom Harrison, director de Educación del Jubilee Center of Character and Virtue de la Universidad de Birmingham (Reino Unido), institución pionera a nivel mundial en la investigación y aplicación práctica de la ética y los valores en los colegios, universidades y empresas.

Según el experto que estará en el país gracias al Instituto Florecer, la educación positiva se basa en crear en las aulas un ambiente caracterizado por una mayor atención y pensamiento positivo y holístico. “Los niños tienen la necesidad de sentirse queridos, por eso es necesario que estimulemos su sentimiento de autosuficiencia y expectativas de éxito en la vida”, agregó.

 Para él, los modelos tradicionales de educación se han anclado en evaluar a los estudiantes mediante pruebas, pero lo que realmente importa es cómo lograr desarrollar y potenciar las habilidades de los estudiantes. Y es que esta tendencia, ligada a la inteligencia emocional ha comenzado a ser uno de los rasgos más valorados por las empresas. La razón tiene que ver con que muchas veces el éxito profesional o familiar tiene más que ver con la forma cómo las personas se enfrentan a la vida que con el coeficiente intelectual o las calificaciones académicas.

Harrison recalcó que es importante formar el conocimiento de los jóvenes desde el carácter y competencias como la lealtad y la ética en los estudiantes más jóvenes, pero también en los profesionales.

La inteligencia emocional hizo su aparición en 1995, cuando el psicólogo estadounidense Daniel Goleman publicó su libro del mismo nombre.. La obra acaparó la atención tanto de sus colegas, como también de los publicistas  y los empresarios. Para Harrison, que ha trabajado con los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido en desarrollar metodologías encaminadas a formar el conocimiento y competencias como la lealtad, asegura que la gestión adecuada de las emociones permite a las personas ser más creativas e innovadoras. “Cuando uno se siente pleno y feliz con sus emociones es mucho más fácil enfrentar el fracaso. La clave está en el ensayo y el error”, concluye Harrison.

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/educacion-positiva-que-es-la-educacion-positiva/519847

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Vulnerables, frágiles… humanos

Por: Xavier Besalú

Necesitamos una educación cargada de referentes sólidos para navegar en este mundo líquido, que apele fundamentalmente a la razón sin descuidar los sentimientos.

Ante los atentados de Barcelona, cometidos por chicos muy jóvenes, con toda la vida por delante, es inevitable preguntarnos qué hemos hecho mal en el sistema educativo, qué ha fallado en el proceso de socialización y formación de estas personas. Al haber sido reivindicados por Estado Islámico, por otra parte, parece lógico también que la atención se haya centrado en saber cómo se producen determinados procesos de radicalización dentro del mundo musulmán y en las medidas para prevenirlos, detectarlos y afrontarlos desde los centros escolares.

Y aquí se impone una primera constatación: sabemos todavía muy poco de la vida, es decir, de los sentimientos y las dificultades, de los pensamientos y vínculos, de los dilemas y referentes, de los fracasos y expectativas, de los hijos e hijas de inmigrantes extranjeros, la mayor parte de los cuales ya han nacido en nuestro país o llegaron a él siendo niños. Utilizamos y adaptamos las conclusiones de investigaciones realizadas en Francia, en Gran Bretaña o en California, pero tenemos la certeza de que ni las condiciones, ni las circunstancias, ni los protagonistas, por activa y por pasiva, son replicables. Al haberse detenido en gran parte los flujos migratorios, a raíz de la crisis económica de este último decenio, algunos responsables mal informados han decretado, al parecer, que esta es una página del pasado que no conviene volver a abrir.

En segundo lugar, y en un sentido completamente distinto, habría que decir que el problema del mal, incluso del mal radical, no se refiere en exclusiva al mundo musulmán, sino que es una cuestión sencillamente humana. El mal no es una cualidad inherente a algunas personas, patológicamente enfermas, intrínsecamente crueles o predispuestas genéticamente o culturalmente al fanatismo, por más que tanto la medicina como el derecho o la religión actúen bajo este supuesto. La verdad es que para la sociedad sería enormemente tranquilizador que esto fuera así: la solución estaría en detectar e identificar tempranamente a estas personas, retirarlas de la circulación para curarlas, rehabilitarlas o sublimar sus pulsiones malignas, si fuera posible, o mantenerlas aisladas el resto de sus vidas.

Como han demostrado y escrito repetidamente psicólogos, antropólogos y pedagogos, las personas somos esencialmente vulnerables –y mucho menos fuertes y coherentes de lo que creemos-, profundamente ambiguas –capaces de lo mejor y de lo peor, ni buenas ni malas por naturaleza-, fácilmente maleables –por la propaganda, por la autoridad, por el grupo, por las emociones-, y condicionadas por las fuerzas situacionales y por factores externos propios del entorno, aunque no determinadas: nada nos exime de nuestra responsabilidad, porque no somos esclavos de ninguna circunstancia, por dura que sea, y como individuos siempre tenemos la posibilidad de hacer lo que es debido, de actuar conscientemente, de reaccionar con criterio propio.

Si el problema es la vulnerabilidad, la fragilidad humana, la solución ya no puede ser la de detectar y apartar a los malos, sino la de preparar a todos los niños y jóvenes para fortalecer su subjetividad, para que piensen y actúen como seres independientes, para que no disuelvan su individualidad en la masa informe, para que activen su capacidad reflexiva y su espíritu crítico en cualquier tiempo, espacio y circunstancia, para que abominen de la indiferencia ante lo que no les afecta directamente –tanto si se da en el propio grupo como si ocurre en las antípodas-, y para que combatan sin descanso el conformismo y la pasividad.

Reconocer que todos nosotros somos extremadamente vulnerables es un paso imprescindible para ello, porque nadie está a salvo de hacer el mal. Es un requisito tan necesario como la renuncia al yo controlo del adicto a las drogas, o al prepotente yo nunca caeré tan bajo que otorga una supuesta superioridad moral a quien lo enunciaEs una actitud humilde y sensata, porque no sabemos a ciencia cierta cual podría ser nuestra reacción ante situaciones extremas (un terremoto, una guerra, el asesinato de un ser querido…) y desde luego tampoco podemos dar por supuesta cual habría sido nuestra conducta de haber vivido en la Alemania nazi, en la Rusia soviética o en la España de los Reyes Católicos.

Si esa es la tarea, creo que no somos suficientemente conscientes del rumbo que hemos ido imprimiendo a nuestra educación al albur del mercado, sin unos referentes básicos, poniendo el foco en lo metodológico, con el actual énfasis en unas competencias que, si se definen como básicas, son de una ambigüedad o polisemia que las inhabilita y, por el contrario, si se formulan con pelos y señales, nos devuelven al jardín tecnológico de lo medible y cuantificable. En la sociedad española actual, plural desde tantos puntos de vista, en un mundo globalizado e interdependiente como el que nos ha tocado vivir, con todas las ideologías fuertes –políticas, religiosas o filosóficas- en crisis, con tantos modelos y formas distintas de ser autónomo y feliz, es más necesario y urgente que nunca empoderar a los individuos, fortalecer su subjetividad, para que sean capaces de actuar con libertad e independencia, a pesar de las circunstancias, de hacerse plenamente responsables de sus decisiones y de sus actos, y de resistirse al mal, por más seductora e ilusionante que sea su llamada.

En el mundo occidental es bastante evidente que, en el ámbito educativo, la técnica ha vencido a las ideas, como si nuestra misión fuera preparar a niños y jóvenes para vivir en un mundo posthumano, sin ideales ni ideologías, sin un sentido más allá de lo útil y lucrativo, estrictamente materialista y emocional. Necesitamos una educación cargada de referentes sólidos para navegar en este mundo líquido, que apele fundamentalmente a la razón sin descuidar los sentimientos. Y para ello es imprescindible la rehabilitación de las humanidades, una formación humanista que, más que una suma de materias y contenidos, es sobre todo una forma de enfocar lo educativo. Porque las humanidades son textos y los textos están ahí no para ser repetidos y memorizados, sino para ser interpretados; no están ahí con respuestas convergentes y prefijadas, sino para abrir interrogantes, para poner en crisis las certezas, para descubrir los matices y las razones de los otros; para establecer un diálogo con nosotros mismos, con nuestros compañeros y profesores, con nuestras familias y comunidades, arropados por el testimonio de seres lejanos en el espacio y en el tiempo, pero humanos al fin y al cabo.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/13/vulnerables-fragiles-humanos/

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Abogan Cuba y Unesco por formación integral de adolescentes y jóvenes

Cuba/26 de Junio de 2017/Prensa Latina

El trabajo conjunto del Ministerio de Educación de Cuba y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) resulta hoy fundamental en la formación integral de los estudiantes de la nación caribeña.
Así lo expresaron miembros del panel Contribución de las Escuelas Asociadas a la Unesco como parte del I Taller Internacional de Secundaria Básica, Por una educación inclusiva.

‘Es satisfactorio ver como los muchachos a partir de las actividades que desarrollamos en nuestras aulas no solo adquieren el conocimiento, sino que se sensibilizan y preocupan con los problemas ambientales y sociales presentes en su medio’, señaló el director de un centro escolar vinculado a la Unesco, Miguel Manuel Páez.

En este sentido, la coordinadora nacional de la Red de Escuelas Asociadas a la Unesco, Delia Vera, expresó que los esfuerzos de este organismo están encaminados a la construcción de una sociedad justa y sostenible.

La funcionaria antillana destacó además que el objetivo principal es perfeccionar cada vez más la calidad educativa inculcando en los estudiantes hábitos de diálogo inspirados en un espíritu de paz y aceptación.

En esa misma línea, explicó los proyectos que se realizan en el país basados en las principales preocupaciones de esa institución humanitaria en el mundo, como lo son la expansión del hambre, el contagio de enfermedades por transmisión sexual y la importancia de la paz para la supervivencia del hombre.

Vera destacó el apoyo y voluntad del gobierno de la isla en pos de beneficiar a otros centros educativos del país con las iniciativas de la Unesco.

Al concluir la intervención, varios directores de escuelas de enseñanza secundaria, asociadas a dicho organismo internacional, subrayaron el impacto positivo de este vínculo en la formación académica y personal de los estudiantes.

El I Taller Internacional de Secundaria Básica sesionó en el capitalino Palacio de las Convenciones del 19 al 23 de junio.

En el evento participan 208 delegados de Cuba, México, Angola, Brasil, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Puerto Rico, Ecuador, Guinea Ecuatorial, Colombia y Santa Lucía.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=95747&SEO=abogan-cuba-y-unesco-por-formacion-integral-de-adolescentes-y-jovenes

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Cambios necesarios en la praxis del docente universitario

Por: Aporrea

En momento de crisis es cuando el ser humano se fortalece y permite resurgir el hombre nuevo, es por ello que en los momentos de controversia que atraviesa nuestra querida Venezuela, se presenta una oportunidad ideal para generar cambios necesarios en la praxis del docente universitario en cuanto a la enseñanza de la ingeniería, en virtud de impulsar cambios significativos y superar los embates de una crisis producto de factores externos e internos, como consecuencia de la complejidad de la crisis múltiple del capitalismo y muy en particular de los ataques a Venezuela en el contexto de la Guerra de IV Generación.

En este sentido, se busca indagar sobre algunos aspectos teóricos, a fin de proporcionar herramientas que permitan identificar las particularidades del proceso de autopoiésis vivido por los docentes en la mediación del aprendizaje de la ingeniería, con el fin de ofrecer una alternativa de conocimientos sobre el escenario donde se propone generar cambios. Para ello se puede partir indicando que todo proceso educativo proporciona el fortalecimiento de la personalidad a través del desarrollo de los aspectos moral, intelectual y físico, para formar profesionales con alta calidad humana, que sean capaces y consientes de su papel de elevar la calidad de vida del planeta y nuestro país en su conjunto; de aquí que, el proceso educativo conlleva una manera de proporcionar a los individuos, esas capacidades que necesitan para desenvolverse y sobrevivir en un mundo de complejas exigencias; en otras palabras, es una manera particular de dotar al ser humano con una serie de competencias necesarias para alcanzar los logros planteados en su vida de acuerdo a la realidad del mundo que lo rodea.

Es por ello que tenemos que ver a la enseñanza de la ingeniería como un acto complejo en donde los procesos de enseñanza / aprendizaje deben plantearse desde la transdisciplinariedad y la integralidad de los problemas que vive nuestro entorno social, para que podamos re-enrumbar y reimpulsar los procesos productivos de nuestra patria.

Finalmente, es importante señalar que si queremos cambios en el ingeniero egresado de nuestras universidades, debemos primero generar cambios en la forma en que realiza la práctica docente la planta profesoral de nuestras casas de estudio, en el que la inserción de su praxis debe ir inmersa el cambio de paradigmas viejos, por nuevas tendencias que le permitan tomar posturas más vanguardistas, como el de la teoría de aprendizaje enmarcada en el enfoque conectivista, que integra las teorías clásicas de aprendizaje y ofrece una manera de que el aprendiz adquiera competencias formativas autodidacticas para su formación permanente. Estas posturas de mediación del aprendizaje en los docentes traerá consigo un mejoramiento en su propia práctica de enseñanza, basadas en su formación, destreza y experiencia en la ingeniería que enseña, bajo la búsqueda de proveer al futuro egresado las competencias y cualidades del perfil requerido, pero que además forme al sujeto como un ser integral, sensible, con alto sentido crítico y ético y que sea capaz de dar respuestas a las crecientes exigencias a las que se enfrentará en su vida profesional como ciudadano y ser humano. No obstante, para que esto sea posible, es necesario en primer lugar, que el docente asuma una actitud crítica desde y en su propia formación, la cual, lejos de centrarse solamente en la actualización de los últimos avances del conocimiento de su materia específica, debe asumir desde la perspectiva de la formación integral los componentes: ético, pedagógico, científico, humanístico y tecnológico; no escapando de esta apreciación de formación integral la enseñanza de la ingeniería, que día a día presenta un incremento en la exigencia de egresados con altas habilidades y competencias técnicas, pero también humanísticas que le permitan desempeñarse en diferentes facetas.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9990064/Cambios-necesarios-en-la-praxis-del-docente-universitario-17052017

 

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