El “Rap de la Educación 2.0” de Fundación Telefónica pone nueva música a la educación.
■ Un grupo de jóvenes ha puesto voz y ritmo en forma de rap a las reflexiones que el mundo educativo iberoamericano realiza durante estos meses.
■ El rap de Fundación Telefónica habla de valores, emociones y de un centro educativo inteligente que abra sus mentes: “Nosotros somos el futuro, y juntos seguro que podemos avanzar. 2.0 es la Educación que quiero”.
■ Los jóvenes raperos hablan en el vídeo de una educación que una a la gente, que permita que cada uno pueda aprender con un ritmo diferente; en definitiva, una nueva escuela para la nueva gente que crea y piensa.
■Para Fundación Telefónica, las aulas constituyen la base de esta aventura educativa y el lugar de encuentro de dos generaciones y un encuentro que buscan las fronteras del conocimiento.
Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 12 de mayo de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.
00:00:00 – España: La mitad de los catedráticos y el 15 por ciento de los profesores universitarios se jubilarán en los próximos siete años
06:00:00 – Lineamientos curriculares para la aplicación del eje transversal educación y perspectiva de género en séptimo, octavo y noveno grado de educación básica general (PDF)
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Argentina / 7 de abril de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Infobae
Lucian Alonso dirige el programa que busca convertir el aula en un espacio de construcción del saber. Es una alianza entre la Vicaría Episcopal de Educación, la Fundación Telefónica y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que cuestiona la enseñanza actual y apunta a preparar a los chicos, desde hoy, para la sociedad que van encontrar dentro de quince años.
Luciana Alonso líder del proyecto Eutopía sostiene con convicción seis puntos que no va más en la escuela:
1. «La clase tradicional, basada en la idea de reproducción del conocimiento. Tenemos que lograr que el alumno se haga preguntas poderosas, que lo movilicen». 2. «Creer que los alumnos aprenden porque los docentes hablamos. Nuestras propuestas de enseñanza deben ser desafiantes, despertar curiosidad y ansias de búsqueda». 3. «La centralidad en el profesor. ¡El centro es el alumno, tiene que poder implicarse!». 4. «Que el aula sea un espacio aburrido y los chicos padezcan. ¡La educación tiene que ser emocionalmente convocante!». 5. «Que pueda faltar, porque ‘total no me pierdo nada’. Lo que pasa en clase tiene que ser tan fuerte que el ausente sienta que se lo perdió». 6. «Que sólo importen los resultados. Y no digo no mirarlos, porque hablan de la eficiencia de la escuela, pero nuestros alumnos son mucho más que una nota. La escuela debe ayudar a los jóvenes a desarrollar sus talentos y descubrir sus proyectos de vida, entre otras cosas».
Se le iluminan los ojos cuando habla del aula, porque no la ve como un ámbito limitado, sino como un espacio de aprendizaje colaborativo. Luciana Alonso estudió Psicopedagogía en la Universidad del Salvador e hizo un Master en Educación y Tecnología en la UNED (Madrid), pero lo más importante que le dejó su formación académica es intentar despejar un interrogante que la desvela: «Los chicos que hoy empiezan sala de dos y van a terminar su educación básica en 2035, ¿con qué sociedad se van a encontrar?». Ella misma esboza la respuesta:
«Los sociólogos predicen que van a trabajar en profesiones que aún no conocemos. No podemos pedirles que repitan modelos. Sería una estafa. Tenemos que promover la capacidad de adaptación a esos cambios». De eso, contará, se trata Eutopía, el programa que dirige y busca revolucionar la educación en la Argentina. Un proyecto ambicioso cuyo nombre, de raíz griega, significa «un buen lugar». Y hacia ese sueño va.
«Es una alianza institucional entre la Vicaría Episcopal de Educación, la Fundación Telefónica y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Lo que hagamos hoy será la escuela de mañana. Empezamos a transformarla ahora para que tenga impacto social», explica Alonso. Éste es el tercer año de Eutopía. De acuerdo al cronograma previsto para este modelo, los dispositivos diseñados por directivos, docentes, alumnos y padres durante los últimos dos años, ya están llegando a los chicos.
Todo comenzó en 2017, cuando se invitó a las escuelas de la Ciudad que quisieran participar del proyecto. Hubo capacitaciones para directivos y docentes, con especialistas en pedagogía de nuestro país y el mundo. Para esta primera etapa se seleccionaron 16 escuelas, procurando que toda la Ciudad de Buenos Aires estuviera representada (figuran desde la María Madre del Pueblo, que funciona en la Villa 1-11-14, hasta el colegio San Tarsicio, de Palermo) y que hubiera diversidad de proyectos educativos (con instituciones que sólo tienen nivel medio y otras que reciben alumnos desde sala de dos hasta quinto año). «La comunidad escolar se sintió muy implicada», cuenta Alonso.
«Hay algo innegable, y es que estamos respondiendo a una necesidad. Todos nos damos cuenta de que la escuela, así como está, no va más. Y nosotros, en vez de quejarnos, preferimos transformarla», remarca.
La primera etapa fue con los directivos, que convocaron a los docentes y más tarde a los alumnos. «Lo que hicimos fue compartir con ellos un sueño. Tuvimos jornadas de mejora educativa –seis a lo largo del año–, en las que hablamos de hackear la escuela. Trabajamos en diversas líneas: empatizar, idear, definir, prototipar y testear. Pensamos con ellos cómo íbamos a construir esta Eutopía. ¿Qué llevó a los docentes a comprometerse? El hecho de que tenga sentido su tarea», explica Alonso.
«Salimos de la zona de confort y ya no hay retorno. Esto que estamos haciendo es tan necesario como desafiante. No podemos quedarnos de brazos cruzados, sin accionar. ¡Tenemos que hacer algo! Enseñarles desde un lugar de testimonio que hay cosas que podemos cambiar para transformar el mundo», se emociona.
Aurora Lucero, psicóloga y asesora pedagógica del colegio San José, de Villa del Parque, coincide con ella: «Es urgente la transformación, especialmente en educación media, por los cambios que se dan en el mundo. La escuela se convirtió en un dispositivo para socializar y acreditar. Con Eutopía le devolvemos la capacidad de ser un espacio de creación de conocimiento».
Ambas son conscientes de que el camino no es fácil: en el transcurso de los últimos dos años se enfrentaron con cuestionamientos por parte de padres, docentes y alumnos.
«Cuando estamos en la zona de confort –a pesar de las incomodidades que encontremos allí–, tendemos a resistirnos a lo nuevo. Incluso los alumnos: siempre vieron el conocimiento como algo que les era dado, que aprendían y luego reproducían. Los modelos de Eutopía implican construir conocimiento, confrontar. La búsqueda de la verdad y la justicia social son dos valores clave. Respetar al otro, abrirse a la diversidad, valorar las diferencias, son aspectos fundamentales. Tenemos que hacer un espacio que dé lugar a dudas, a educar gente crítica, sin renunciar al conocimiento. Debemos encarar las cosas desde la ciencia, escuchar qué dicen los diversos actores sociales y tener argumentos que permitan dar cuenta de por qué pensamos esto. No hagamos opinología barata: promovamos el pensamiento crítico», sostiene. Santiago Cabrera, rector del colegio San José, entiende que el valor de Eutopía reside en que en lugar de imponer un modelo, los protaognistas deben analizar su entorno, imaginar mejores escenarios y trabajar para construirlos.
«A diferencia de otros proyectos, que bajan modificaciones desde el Ministerio, éste da herramientas a las escuelas para ver qué cambio necesitan», dice, al tiempo que explica que en su establecimiento se está llevando a cabo un modelo en el que los alumnos de los dos cuartos años (uno con orientación en Economía y el otro en Ciencias Sociales) interactúan en dos materias de cada especialidad, y comenta que los docentes de las mismas ya están armando proyectos fuera del dispositivo.
«Entre los profesores hay un clima como de cierta primavera, la sensación de que todo se puede hacer. Tenemos otros siete proyectos en marcha y una apertura a entrecruzar asignaturas», se entusiasma.
Quien concluye es Alonso: «Educamos para lo incierto. No debemos temer las preguntas de los alumnos; muchas veces, las respuestas están en construcción. Tenemos que darles herramientas para que puedan reinventarse tantas veces como sea necesario«.
España / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Paula Clemente / Fuente: El Mundo
El debate sobre la entrada de los dispositivos tecnológicos en el aula está más vivo que nunca, tanto, que ya se discuten ramificaciones del mismo: ¿Inteligencia Artificial en la gestión de contenidos? ¿Tienen sentido los métodos clásicos de enseñanza? ¿Cuáles son las claves para sobrevivir?
Francia. Diciembre del año pasado. Se anuncia la prohibición del teléfono móvil en el colegio. Incluso en el recreo. 2018. Empieza el nuevo curso. La prohibición se hace efectiva. Y el debate, consecuentemente, estalla. ¿Es lógico apartar a los adolescentes de la que hoy es su mano derecha? ¿No estábamos hablando de introducir tecnología en el aula como nueva fuente de aprendizaje?
Una investigación llevada a cabo por encargo de Norton by Symantec revela que casi la mitad (49%) de los padres españoles considera que la tecnología y los dispositivos móviles pueden ayudar a reforzar las capacidades de aprendizaje y resolución de problemas de sus hijos, pero que el 53% piensa que el tiempo frente a la pantalla del móvil afecta la calidad del sueño de sus hijos.
Si se mira hacia Europa, el planteamiento es parecido: gran parte de los padres creen que las tecnologías llevadas al aula fomentan la creatividad y la felicidad de los niños y, al mismo tiempo, se manifiestan preocupados por el impacto perjudicial de los dispositivos sobre sus niveles de energía, sus habilidades sociales y su salud mental.
«Vamos a poner sentido común: el dispositivo móvil se ha convertido en la pantalla que concentra todas las demás pantallas», expone el fundador y Director General de Outliers School (escuela de ideación ágil para resolver retos de cultura digital), Hugo Pardo. «Hace diez años que decimos que tenemos que incorporar las TIC al aula y hemos acabado pasando de un extremo a otro».
Según el mismo, existe un punto intermedio que tiene que ver con que el móvil es a veces una herramienta súper apropiada para resolver algunas didácticas y, a la vez, completamente inapropiado para trabajar con otras, porque puede ser distractiva. «Si entendemos que todo espacio es un aula, que cualquier espacio es un espacio de aprendizaje, entonces el móvil también ayuda», prosigue. «También es una cuestión de empatía: entender que el nivel de atención se ha reducido, y que si el nivel de atención baja, es el momento de pasar a otro tipo de dinámicas».
Hugo Pardo es uno de los ponentes en Edutec 2018, un encuentro celebrado en Lleida esta semana y dirigido a profesores cuyo ámbito de interés es la tecnología educativa o investigadores que saquen partido de las tecnologías digitales en educación. Un evento que quiere, precisamente, poner luz sobre todas estas nuevas dinámicas en las que, inevitablemente, la tecnología es factor clave.
«Es importante ver la tecnología como un elemento que favorece la inclusión y que facilita que la educación llegue a cuanta más gente mejor: la tecnología de la que hablamos no es una herramienta con una mirada elitista o hecha solo para algunos, sino que esté inmersa en un contexto social«, señala el responsable de la organización del evento, Xavier Carrera. «La tecnología permite, además, que haya espacios abiertos a coste reducido o incluso cero en cuanto a oferta formativa».
Si permanece el debate en el campo de la educación infantil y juvenil, todo eso se traduce en mucha más flexibilidad a la hora de encontrar momentos para el aprendizaje y un importantísimo avance en la personalización de la educación: «estamos empezando a ver que estos sistemas de plataformas de Inteligencia Artificial pueden ser capaces de avanzar en este sentido, no estamos en el momento óptimo, ni aun hemos llegado, pero es una línea emergente que hay que vigilar y ver cómo se desarrolla en los próximos años», añade Carrera.
El futuro, coincide Rafael Villalón, se deriva cada vez más hacia la búsqueda de la formación personalizada. Este es el CEO de la start up de desarrollo de metodologías y creación de contenido, Didáctica Digital. Empresa hoy significada por la herramienta digital Supertics para apoyar la comprensión lectora y el aprendizaje de matemáticas.
Se trata de una herramienta que evalúa si un niño está preparado física e intelectualmente para empezar a aprender el proceso lector, que propone ejercicios para realizar el aprendizaje, que mediante Inteligencia Artificial adapta el contenido que le muestra al niño al ritmo que la máquina percibe que tiene y que comparte con el docente toda la estadística que genera el alumno con su actividad. Sobre todo, para que él conforme así toda la serie de dinámicas que propondrá en clase.
«No todo es tecnología, la tecnología apoya la tarea de los docentes, que reciben información individualizada para luego realizar sus actividades en el aula», señala Rafael Villalón. «Muchas personas dicen que se tienen que eliminar los libros en papel, y yo no lo creo: son un recurso más y cada recurso tiene su momento».
Misma perspectiva que secunda Babble, una plataforma para aprender idiomas, cuyo sistema de aprendizaje combina métodos de educación que se han probado efectivos con la tecnologías más puntera en el sector y que lleva ya más de diez años en el mercado. «Nadie aprende un idioma solo con un libro o una App, la gente usa la App, escucha podcasts, lee libros… por eso creemos que la clave es integrarlo todo para que las experiencias combinen bien unas con otras«, plantea el cofundador y CTO de la compañía, Thomas Holl. «Lo bueno es que por primera vez tenemos datos para ver cómo y a qué ritmo está aprendiendo la gente y adaptar el currículum a cómo lo está haciendo».
La clave de futuro, coincide Holl, es combinar la tecnología con la interacción humana, por eso tienen claro que la Inteligencia Artificial debe introducirse gradualmente y siempre apoyada por un laborioso trabajo de investigación, sobre todo en una herramienta online pensada para usarse en casa.
Lingokids, otra plataforma de aprendizaje de inglés, en este caso para niños, y que acaba de recibir premio a la start up con mayor impacto social en educación en los enlightED Awards 2018, otorgados por Fundación Telefónica, IE University y South Summit, parte del mismo objetivo.
«Hay padres que llevan a los hijos a academias de idiomas, pero eso no quita que muchas veces estén en casa y le pongan un rato nuestros contenidos en el móvil; tampoco queremos que el niño se enganche al móvil, pero si está 15 o 30 minutos al día, mejor que sea con contenido didáctico», reflexiona el cofundador y CEO de la empresa, Cristóbal Viedma.
«El tema es encontrar el equilibro», apoya la investigadora principal del grupo de investigación consolidado de la EMA, Begoña Gros. «De hecho, aunque se hable mucho de la digitalización de las escuelas, esto es un poco falso en el sentido de que no hay escuelas en las que un niño esté todo el día en frente de la pantalla«,
Y se ha demostrado que con poco, ya se puede disponer de información de seguimiento que se ha tornado imprescindible para el profesor. Siempre y cuando (y ahí otro gran debate) la tecnología permanezca subyugada al humano. Porque la Inteligencia Artificial en este campo también ha sido colocada en pleno centro de discusión: ¿qué ocurre si, dejando en manos de robots inteligentes el contenido, la atribución de notas y la decisiones importantes respecto a su avance, se perpetúan sesgos?
«La idea no es automatizar nuestra imparcialidad, nosotros queremos usarla para entender patrones, y ver qué puede hacer exitoso a un alumno para introducir esa información en el sistema», responde la máxima responsable de ventas en Salesforce.org, Allyson Fryhoff. «Puede facilitar a los humanos su trabajo: si un tutor tiene 100 alumnos, es muy difícil estar al 100% para ellos, y ahí es donde Einstein [la propuesta tecnológica en este campo de Salesforce] puede ayudar».
Salesforce.org ha organizado, también esta semana, el evento Horizons 2018 con la Universitat Pompeu Fabra de Barcelona como partner y anfitriona, para reflexionar en torno a la transformación educativa.
«Piensa en padres con hijos de cinco, diez o 15 años: estos quieren interacciones con la escuela del mismo modo que las tienen con Amazon», prosigue la misma. «Hoy todos estamos muy ocupados, padres y estudiantes, y la tecnología está ahí para dejar que esta interacción ocurra de forma sencilla«. De hecho, en su portfolio de soluciones tecnológicas para el entorno de la educación, confluyen tanto herramientas relacionadas con el contenido y el progreso formativo tipo Einstein, como soluciones para hacer mucho más ágil la gestión documental referente a admisiones escolares, pagos y relaciones entre padres y docentes.
En base a toda su experiencia, Allyson Fryhoff plantea tres retos: introducir la tecnología en el aula de forma beneficiosa para todos, usar la tecnología para que gente con menos recursos no se quede fuera del radar de la educación y fomentar la formación en pequeñas piezas para facilitar que la gente pueda aprender nuevas profesiones de forma fácil.
Y es que, de hecho, el otro gran tema (si se traslada el foco a la formación adulta) es el amplio abanico que abren las nuevas tecnologías. Un informe de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) comparte que, desde el año 2000, la formación por Internet ha crecido un 900% a nivel mundial.
«Hoy existe la necesidad de formarse a lo largo de toda la vida, y en un mundo tan competitivo, dicha formación constante ha sido durante años un privilegio que no todos se han podido permitir, pero las tecnologías están democratizando el acceso a la formación». Quien reflexiona, en este caso, es Llibert Argerich, el Vicepresidente de Marketing de Udemy: un Marketplace global de enseñanza online donde más de 24 millones de estudiantes aprenden de unos 80.000 cursos impartidos por instructores expertos.
«Uno de los puntos por el que más nos preguntan es por si la educación online ha venido a sustituir a los sistemas de educación tradicional, y no es así: la formación online es un complemento que busca facilitar que una persona pueda formarse en lo que desee a lo largo de toda su vida«, argumenta Argerich. «La educación tradicional y las nuevas metodologías de enseñanza deben ir de la mano para adaptarse a la velocidad de los cambios del mercado laboral y de la sociedad y conseguir así la máxima efectividad».
La clave, coinciden todos, es que se forme a los docentes para que entiendan el potencial (y riesgos) de la tecnología. Que comprendan que es una herramienta más que no pueden obviar, siempre y cuando sepan sacarle el máximo partido sin que se convierta en una fuente de distracción más en el aula. Y que abrir semejante cuestión, desemboca en otras, como que quizás ciertas dinámicas han quedado obsoletas.
«Evidentemente, cuantas más interfaces tengas compitiendo por su atención, mayor esfuerzo deberás hacer para lograr el interés del otro: si eres una interfaz monopólica, hagas lo que hagas vas a tener la atención de la audiencia, que es un poco lo que les pasaba a los profesores de antes», concluye Hugo Pardo. «Si el profesor hoy juega a ser el más inteligente del aula, siempre va a tener el mismo problema: hoy hay un profesor que lo es más, que es el teléfono móvil, así que lo que debe lograr es que el aula sea un espacio de interacción y de creación de equipos y redes».
América del Sur/ Perú/ 30.10.2018/ Fuente: larepublica.pe.
Fundación Telefónica realizó conferencia con Nohemí Lugo, experta internacional en gamificación, y con expertos peruanos de la PUCP
Se estima que el 90% de niños peruanos entre 12 y 17 años se conectan a internet en promedio 32 horas semanales ¿Cómo aprovechar este interés para la educación? La Fundación Telefónica trajo a Lima a Nohemí Lugo, especialista e investigadora en gamificación, quien hace años promueve una de las más innovadoras formas de enseñar en la era digital: los juegos de «Realidad Alternativa» o “ARG”.
Este modernos juegos desafían los límites del mundo real y virtual al introducir a los jugadores en una narrativa donde -para resolver un problema- deben interactuar y encontrar pistas en diversas plataformas virtuales (redes sociales, códigos QR, correo electrónico, celulares, realidad aumentada) y en el mundo físico (carteles, una banca, productos de una tienda) y de acuerdo a sus acciones varía la historia.
Ejemplos exitosos de «ARG» son las campañas de marketing para la quinta versión del famoso videojuego de supervivencia «Fortnite» y «Halo» de Microsoft. También, fueron usados para la promoción de la segunda temporada de la serie “Lost” o para la película “El caballero oscuro” (Batman).
Durante la conferencia, Nohemí Lugo explicó cómo los juegos de “Realidad Alternativa” pueden ser útiles para promover involucramiento, diversión y aprendizaje en los estudiantes. Además, dio pautas para que profesores y alumnos de diferentes niveles educativos puedan diseñar sus propios “ARG”; y contó exitosas experiencias educativas como el juego World Without Oil, que incentivó que se trabaje en soluciones para un mundo sin petróleo.
“La ventaja principal de los ARG es que fomenta la colaboración, la inteligencia colectiva y conocimientos y competencias de acuerdo al diseño pedagógico y lúdico que realicen los profesores”, afirmó Lugo.
Experiencias lúdicas en Perú
Uno de los principales creadores de videojuegos educativos en el país es el grupo Avatar de la PUCP. Dos de sus principales investigadores: Axel Muñoz y Augusto Madalengoitia detallaron los potenciales beneficios de aplicarlos adecuadamente en el aprendizaje.
Entre sus cinco videojuegos educativos, sobresale el Oráculo Matemágico, una app que es utilizada por más de 30 mil escolares peruanos para aprender de manera divertida magnitudes numéricas, cálculo mental, geometría, comprensión matemática, figuras geométricas y otros conceptos de la ciencia de los números.
Fuente de la noticia: https://larepublica.pe/tecnologia/1345690-promueven-juegos-realidad-alternativa-innovar-educacion
Guatemala / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Chapin TV
Como una manera de devolver a la sociedad la confianza que se ha depositado en ellos, Fundación Telefonica, ha adquirido un compromiso por realizar proyectos en alianzas con ONG’s, organismos internacionales y gobiernos de los 14 países latinoamericanos en los que opera.
El principal enfoque es la mejora de la calidad educativa a través de la educación digital, tanto para docentes como para jóvenes y niños.
Actualmente ProFuturo trabaja en mejorar la formación de los niños de entornos vulnerables de Guatemala y llevarlos al nivel que la sociedad globalizada exige.
ProFuturo es un programa educativo impulsado por Fundación Telefónica y Fundación Bancaria “la Caixa”, que tiene como misión reducir la brecha educativa en el mundo, para ello proporciona educación digital de calidad a niños de entornos vulnerables de África, Asia y América Latina.
Para ello, este programa se basa en siete pilares:
Educación de calidad contra la brecha educativa.
Niñas y niños de países en vías de desarrollo puedan llegar a obtener educación de calidad, haciendo uso de la tecnología.
Inclusión digital.
Cerrar esta brecha a la que están expuestas las personas de países en vías de desarrollo.
Personalización y seguimiento.
El proyecto pretende enseñar a través de diferentes herramientas digitales, haciendo un seguimiento individual y personalizado.
Motivación de niños y adultos.
Aumentar la motivación de estudiantes y profesores.
Empoderamiento local.
Busca formar, dotar de tecnología, y empoderar a docentes y escuelas, de manera que se garantice la continuidad del proyecto.
Contribución al crecimiento económico y a la convivencia.
Proporcionar las herramientas necesarias, contribuye a acelerar el progreso, la inclusión y la convivencia desde la educación.
Contribuir a la comprensión del problema y de la oportunidad.
Algo importantísimo para maximizar el programa y su continuidad es sensibilizar a las sociedades más desarrolladas sobre la problemática y la oportunidad para contribuir a resolverla.
Perú-España / 22 de julio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Gestión
El 3, 4 y 5 de octubre se llevará a cabo enlightED, organizado por Fundación Telefónica, IE University y South Summit en el marco de South Summit 2018. Como parte del evento, en el que se conocerá las nuevas formas de educación en base a la tecnología, se abre una ventana y un espacio de networking para startups EdTech.
Así se abrió una convocatoria especial para premiar a las diez mejores startups internacionales del sector, en cualquier fase de desarrollo. Las startups seleccionadas estarán entre las finalistas de South Summit y tendrán la oportunidad de contar con un espacio propio en el encuentro, aumentar su visibilidad, acceso a formación, reuniones con potenciales inversores o corporaciones en búsqueda de innovación y mentoring.
Los emprendedores interesados en participar en la competición pueden inscribirse hasta el 17 de agosto en la web de southsummit.co. Las startups finalistas viajarán a Madrid para presentar sus proyectos y optarán, además de los premios de la competición de South Summit, a los enligthED Awards que incluyen 3 premios especiales
Estos son: premio enlightED de IE University a la mejor startup en educación superior; premio enlightED de Fundación Telefónica a la startup con mayor impacto social en educación y el premio enlightED de Wayra y Telefónica Educación Digital a la startup con mejor solución tecnológica para el aprendizaje y formación.
Entre los criterios de evaluación para seleccionar a los proyectos finalistas se valorará su carácter innovador, viabilidad, escalabilidad, perfil del equipo y capacidad de atracción de inversión.
El comité de selección estará integrado por una red internacional de inversores, emprendedores y expertos en distintas industrias. Los ganadores podrán acceder a la aceleradora de startups de Edtech IE Rockets; a la red de emprendimiento internacional de Wayra; a todo el sistema inversor del South Summit así como la posibilidad de colaboración con sus partners y colaboradores.
Evento
¿Cómo está transformando la tecnología la educación?, ¿qué oportunidades ofrece para facilitar el acceso y la mejora del aprendizaje?, ¿quiénes son los máximos exponentes de la innovación educativa del momento? estas y otras dudas serán analizadas el 3,4 y 5 de octubre en enlightED.
“Creemos que la educación es la mejor herramienta para lograr una sociedad más justa y equitativa y la tecnología la palanca para conseguirlo”, explicó José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, organizador y participante en enlightED.
“La educación es clave para responder en tiempo y forma a la revolución tecnológica y digital en la que nos encontramos y el mejor pilar para conseguir una sociedad más igualitaria y con mayores oportunidades”, explicó María Benjumea, fundadora y CEO de Spain Startup – South Summit.
Con un enfoque transversal y participativo, enlightED reunirá en torno a mesas redondas y conferencias a líderes empresariales, académicos, innovadores, estudiantes y futuristas en un debate sobre nuevas oportunidades de aprendizaje y desarrollo del mundo EdTech y propuestas que faciliten a cualquier persona su participación de manera plena en la sociedad digital.
Para Santiago Íñiguez de Onzoño, presidente de IE University, otro de los organizadores del encuentro, “la educación del futuro se centrará en nuevos contenidos, nuevos formatos y un papel protagonista de la tecnología para tener un mayor impacto en las personas, para afrontar nuevos retos en un mundo digital. En enlightED plantearemos estos desafíos y buscaremos nuevas respuestas”.
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