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Tolerancia o dictadura

Por: Diógenes Díaz Carabalí

Llaman con impotencia a manifestarse en contra de la política educativa,  que busca implementar el presente gobierno, en defensa de una minoría, los homosexuales. Si bien hay que incluir y no discriminar, como tal no representan a la mayoría de la población pues la inmensa población del mundo es heterosexual. Con habilidad han ido tomándose diversos estamentos sociales y del gobierno, para imponer su estilo de vida, su forma de comportarse, su manera de relacionarse. Con absoluto irrespeto, con absoluta dogmatismo y terquedad engañan, porque detrás se cocina una política que se ha querido implementar desde la década de los cincuenta del siglo anterior, como manera de reducir drásticamente la natalidad, por el mero concepto egoísta y avaro de dejar la riqueza concentrada en unos pocos. Como en el cruel chiste, “la forma de acabar con los pobres es matándolos”, sin ningún escrúpulo los miembros de esas misiones plantearon formas aberrantes de reducción como fomentar las guerras nacionales, cambiar la estructura de la familia, fomentar la homosexualidad.

Como decían los abuelos, “esa política viene de arriba”, dirigida a los países que en la época denominaban “del tercer mundo”; los puntos de lanza eran India, en Asia; Indonesia, en Oceanía; África Central, y en América Latina, Colombia. Nunca se plantearon reducciones poblacionales en Holanda (406.26h/K2), Japón (336.33h/K2), sino en los lugares donde la materia prima era importante, donde los recursos naturales eran abundantes.

A eso responde la política que hoy dejan ver con claridad nuestros dirigentes cuando hablan con términos atrayentes como inclusión, tolerancia, cuidado medioambiental. No se refieren a la inclusión como forma de igualdad social porque entonces ¿Dónde está la igualdad de oportunidad para grupos tradicionalmente discriminados como los negros, los indios u otros grupos raizales? Hoy con políticas agresivas y de total irrespeto a la inmensa mayoría de la población tratan imponernos modelos de comportamientos propios de una minoría, y hasta quieren moldear a nuestros hijos para llevarlos a esos comportamientos, escudados en la igualdad de género y negando el tradicional concepto de los sexos. Bastaría saber cuántos niños o niñas, en la pubertad o adultos, optan por otras opciones sexuales. Me atrevo a afirmar que ni al 1% se arrima.

La ministra de educación es un simple instrumento de la Teoría de Géneros, política promovida por grandes intereses para reducir drásticamente la población (Informe Rockefeller, Kissinger, Plan de Roma). El objetivo principal es destruir el modelo social imperante basado en la Familia, por eso su postura abierta contra la heterosexualidad y la organización familiar. Postura, mundial entre otras cosas, advertida desde diversos ángulos ideológicos y credos consecuentes. Con claros representantes en Colombia desde los mazones, los medios de comunicación al servicio de monopolios, miembros de la comunidad LGTBI que ven oportunidad de normalizar su situación, en política desde el partido Verde y miembros adeptos a los diferentes partidos y movimientos, para llevarnos a una dictadura de los homosexuales, cuando son, repito, la inmensa minoría. ¿Será que hombres y mujeres tenemos que defendernos y defender las instituciones que soportan nuestra estructura social?

Fuente: http://www.diariodelhuila.com/opinion/tolerancia-o-dictadura-cdgint20160811130533107

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Entrevista a Fabiana Tuñez: «El Plan nacional contra la violencia de género va a marcar un antes y un después»

07 Agosto 2016/Fuente: La voz /Autor: Patricia Cravero

La presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres, Fabiana Tuñez, llegó este jueves a la ciudad de Córdoba para encabezar la tercera reunión del Consejo Federal de las Mujeres. En ese marco, y apenas una semana después del lanzamiento del esperado Plan de Acción contra la Violencia de Género, el encuentro sirvió como marco para compartir con las consejeras federales de todo el país los detalles del plan. 

“Era importante encontrar un camino común, con estrategias y protocolos comunes, con la posibilidad de unificar la política pública detrás de un plan nacional que pueda llegar de Ushuaia a La Quiaca. Hasta ahora, lo que había eran políticas segmentadas, aisladas. Cada provincia hacía lo que podía”, dijo Tuñez a La Voz.

La titular del Consejo enfatizó que el plan era una deuda del Poder Ejecutivo desde 2010 y uno de los principales reclamos del #NiUnaMenos del año pasado. “Creemos que va a ser un antes y un después, porque es la primera vez que tenemos un plan. Hasta ahora no lo había, y esto de alguna manera va a generar una política pública por parte de los Estados más presente y activa, y mucho más permanente en la vida de las mujeres que están atravesando violencia de género”, apuntó.

– El Plan prevé la construcción de 36 hogares de protección para mujeres en todo el país que funcionen en forma de red federal. ¿Alguno será en Córdoba? 

– A eso tenemos que charlarlo. La idea es que haya uno por provincia como mínimo. En algunas provincias por una cuestión de necesidad puede haber dos. Pero eso va a ser hablado con cada uno de los gobernadores. Obviamente que en Córdoba tiene que haber uno, pero vamos a verlo.

– Actualmente en Córdoba hay dos refugios. ¿Está previsto incorporar los refugios ya existentes a esa red federal?

– Bueno, esa sería la idea porque nos ayudaría mucho a trabajar con protocolos únicos de actuación, con bases de datos únicos. Esto tiene que ver con las estadísticas oficiales: todavía es una asignatura pendiente el poder unificar a nivel nacional todos los datos. Pero sí, seguramente si hay de parte de los gobernadores aceptación de ir incorporando a esta red los demás refugios, seguramente se logrará.

Tobilleras y prevención

Una de las medidas previstas en el plan es la implementación de tobilleras electrónicas para monitorear a agresores. La prueba piloto de estos dispositivos se hará en cuatro ciudades, y Córdoba es una de ellas. También estarán en Tucumán, Salta y una localidad de Buenos Aires. Según Túñez, la fecha de implementación será definida por las autoridades provinciales.

Consultada por la cantidad de tobilleras que podrían llegar a implementarse, la extitular de la ONG La Casa del Encuentro indicó que el Ministerio de Justicia de la Nación está hablando con cada una de las provincias para tener un estimado del número de medidas cautelares que hay en cada lugar. «No nos olvidemos que para las tobilleras hay que hacer una licitación», añadió.

– Una de las medidas del plan es incorporar perspectiva de género en las currículas escolares. ¿Cuáles son las expectativas, teniendo en cuenta que depende de varias voluntades que se ponga en práctica?

– Eso va a depender de la decisión política de cada provincia. En el plan están incorporados los contenidos, de hecho ya hay un convenio firmado con el ministro de Educación Esteban Bullrich y la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley en ese sentido. Luego el ministro de Educación lo hablará en la reunión de ministros para incentivar esta posibilidad. No hay manera de erradicar la violencia sino modificamos la educación, sino empezamos desde el jardín, la primaria y al secundaria. Esta es una medida a largo plazo. Recién dentro de 20 años vamos a ver las nuevas generaciones con otros parámetros, pero en algún momento hay que empezar, arriesgarse y entender que el único responsable de la violencia es la cultura machista que nos atraviesa a mujeres y varones.

– Aún cuesta que la ley de Educación Sexual Integral se aplique en las escuelas. ¿Cómo se va a hacer para que la perspectiva de género también llegue?

– Nada es imposible. Obviamente que hay resistencias en algunos temas que salen de lo que está establecido, pero desde el Consejo Nacional de las Mujeres tenemos un compromiso muy grande dentro del plan con el cumplimiento de la ley de educación sexual y con la incorporación en las currículas de la perspectiva de género. Por eso ponemos un monitoreo en medio término, en 2018, para hacer una evaluación de hasta dónde se está aplicando el plan.

– Los últimos femicidios en Córdoba y casos graves de violencia fueron en localidades muy  pequeñas. ¿Cómo hacer para llegar ahí?

– Antes no podíamos llegar. Está dentro del plan el fortalecimiento de las áreas Mujer en cada una de las localidades de nuestro país. Esto es central. Hay lugares donde ni siquiera hay áreas Mujer. La idea es fortalecerlas para que se garantice el cumplimiento del plan. Pero también es cierto que va a depender de la voluntad política de cada uno de los representantes, ya sean provinciales y locales, de aplicar el plan. Porque la realidad es que van a estar los recursos y las herramientas. Nosotras en el Consejo empezamos a viajar ahora por todo el país pidiendo esto, el compromiso, que sabemos que existe. Lo que hay que ver es de qué manera ampliamos ese compromiso porque lo que está en juego es la vida de las mujeres. No nos pueden seguir matando como nos matan, y el Estado tiene que tener una actitud muy activa.

Presupuesto

El plan prevé 750 millones de pesos para la creación de los hogares de protección y otras medidas que emanen del Consejo Nacional de las Mujeres. Túñez aclaró que no es el presupuesto total para el plan, sino que a eso hay que sumarle lo que destine cada ministerio afectado. “En 30 o 40 días vamos a tener el presupuesto total. Es un número importante y tenemos que aprovecharlo”, dijo durante el encuentro en el Consejo Provincial de las Mujeres.

Fuente de la entrevista: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/tunez-el-plan-nacional-contra-la-violencia-de-genero-va-marcar-un-antes-y-un-despues

Fuente de la imagen:  http://staticd71.lavozdelinterior.com.ar/sites/default/files/styles/landscape_642_366/public/nota_periodistica/fabiana3.jpg

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Un Cura del S. XVII más feminista que tú

Por Marina Pibernat

En general, poco se habla de lo que conocemos como “querella de las mujeres”; ya sea en la enseñanza obligatoria, en las universidades o en los medios de comunicación. Esto es así a pesar de que la querella de las mujeres fue un intenso debate en los campos filosófico, político y literario que abarcó toda Europa durante la segunda mitad de la Edad Media y toda la Edad Moderna. El objeto de debate era la supuesta inferioridad natural de la mujer y, lo que es lo mismo, la supuesta superioridad natural del hombre. Como es de esperar, los participantes fueron mayoritariamente hombres. Pero allá por 1400 una mujer, Christine de Pizan, intervino con La Ciudad de las Mujeres, aportando por primera vez ideas ya propiamente feministas, reivindicativas de la igualdad entre hombres y mujeres.
Puede que a veces nos cueste pensar en términos de feminismo en períodos anteriores a la Ilustración, pero lo cierto es que las demandas de justicia social por parte de las mujeres – y hombres, como veremos – son muy anteriores a la articulación de lo que denominamos feminismo. ¿Tan raro sería que así fuera? ¿Debemos asumir las feministas que las mujeres que nos preceden asumieron impertérritas su destino subalterno? Si hubiera sido así, ¿en dónde se habría podido gestar el feminismo?
Precisamente este largo pasado “pre-feminista”, que entronca con la Ilustración y que vemos recogido en la extensa querella de las mujeres, es mantenido en los márgenes de la oficialidad; en el enésimo intento de hacer de las mujeres una especie de presencia fantasmagórica, que está pero no está, en toda la historia del pensamiento filosófico y de la acción política. De este modo, a las vivas no nos queda otra que dialogar con unos fantasmas que sólo parecen manifestarse ante nosotras para movernos los muebles que la oficialidad ha puesto en nuestras cabezas.
Unos siglos antes de que Chistine de Pizan escribiera La Ciudad de las Mujeres, muchas ya habían decidido llevar una existencia material y espiritual al margen de las estructuras de subordinación de la época, y a pesar de los discursos médicos y filosóficos que las concebían como física y moralmente débiles respecto de los hombres. Las llamadas Beguinas – Beatas, en el Reino de Castilla – si bien eran mujeres de espiritualidad y conocimiento, eran también laicas, ya que no eligieron la vida monacal porque rechazaban formar parte de la jerarquía de la iglesia, o de cualquier otra, como el matrimonio. Existieron beguinatos, como llamamos a las comunidades informales que constituyeron esas mujeres, en toda Europa, naciendo en Flandes a finales de s.XII.
Las mujeres de los beguinatos no sólo se dedicaban a la vida contemplativa y espiritual, también a la enfermería, la enseñanza y a otras actividades comerciales e industriales para poder vivir, incluyendo el pedir limosna. El origen social de las beguinas era muy diverso, desde campesinas hasta nobles, pasando por las hijas de la incipiente burguesía que se empezaba a conformar en las ciudades. Con el tiempo, hacía finales de la Edad Media, las beguinas serían perseguidas por la Inquisición, y muchas de ellas se integrarían en la Orden Jerónima; otras seguirían su camino de independencia, y continuarían siendo perseguidas.
Muchas de ellas pudieron intervenir en la querella de las mujeres a través de la escritura desde la corriente humanista – que supuso el acceso a la educación para muchas mujeres – o plasmando sus propias experiencias. Así, las beguinas representaron la vertiente más social de la querella de las mujeres, en contraposición a su vertiente académica, dominada por hombres y basada en los textos clásicos que se referían a la mujer como un ser incompleto, un hombre castrado. Los textos aristotélicos se había convertido en lectura obligatoria en las universidades desde el s. XIII.
En la segunda mitad del s. XVII, un joven parisino destinado por su familia burguesa a la carrera eclesiástica, llamadoFrançois Poulaine de la Barre y nacido en 1647, tuvo que hacer lo que cualquier estudiante de la historia conoce bien y tragar con los contenidos oficiales del programa. Pero todo aquello que caía fuera del ámbito académico era discutido igualmente en los salones literarios de la ciudad, organizados por mujeres aristócratas cultas del movimiento preciosista. Él participó en ambos espacios de debate intelectual.
Pronto se sintió atraído por la nueva filosofía cartesiana, y en 1673 hizo su aportación a la querella de las mujeres conDe la Igualdad de los Sexos, discurso físico y moral en el que se destaca la importancia de deshacerse de los prejuicios. En ella, Poulaine de la Barre aplicaba el racionalismo cartesiano llevándolo más allá, hasta el ámbito social y de las costumbres, político al fin y al cabo. Así, se anticipó a la Ilustración, y lo hizo desenmascarando el prejuicio según el cual la razón de las mujeres es naturalmente inferior a la de los hombres.
La desigualdad de bienes y de condiciones de vida hace que muchas personas juzguen que los seres humanos no somos iguales. Si buscamos en qué se fundan estas opiniones hallaremos que sólo están basadas en el interés o en la costumbre”.
Ciertamente esto parece encajar con una visión materialista de la conciencia, según la cual el contexto social, cultural y económico determinan nuestras visiones sobre el mundo y sobre los seres humanos. Además de hacer notar la influencia del medio social, este filósofo apuntó a lo que mucho más tarde llamaríamos interseccionalidad diciendo que:
No hemos observado lo que pueden hacer en nosotros los hábitos, las prácticas, la educación y el estado exterior, es decir, la combinación de factores como el sexo, la edad, la fortuna o el cargo que nos ubican en la sociedad”.
Todo esto, pues, influye en la forma de observar las verdades que se nos presentan, y es por esto que Simone de Beauvoir, más de tres siglos después, encabezaría su obra El Segundo Sexo (1949) con dos citas. La primera, de Pitágoras: “Hay un principio bueno que ha creado el orden, la luz y el hombre, y un principio malo que ha creado el caos, las tinieblas y la mujer”. Y la segunda: “Todo cuanto han escrito los hombres sobre las mujeres debe ser sospechoso, pues son a un tiempo juez y parte”, de Poulaine de la Barre.
Con su obra de 1673, pues, nuestro cura francés fue el primero en toda la historia de la filosofía en convertir a la mujer en el sujeto epistemológico de referencia para así desvelar el prejuicio de la naturalización de la desigualdad sexual, es decir, la subordinación de la mujer. Y es precisamente relevante el hecho de que atribuyera a la cultura la desigualdad social entre hombres y mujeres, mientras que afirmaba que naturalmente son iguales en capacidades, virtud o inclinación al vicio.
En 1674 se editó un París otra obra suya, La Educación de las damas para la formación del espíritu en las ciencias y las costumbres, en la que profundizó en la cuestión de que la inteligencia no tiene sexo; y, consciente de la influencia de ese “estado exterior” al que se refirió, en la idea de una necesaria educación e instrucción de las mujeres. Se trataba de una propuesta cartesiana de método educativo como base de una educación igualitaria y universal.
Uno de los grandes filósofos de la Ilustración, ya en el sigo XVIII, que trató la cuestión de la educación en relación con la igualdad fue el misógino Rousseau – que aquí no merece negritas -. Es bien sabida la segregación con la que este filósofo trató la cuestión de las mujeres y su educación, especificado en el capítulo “Sofía” de su “Emilio” de 1762. Es por esto que Celia Amorós ha definido la obra de Poulaine de la Barre como la senda perdida entre Descartes y Rousseau. Unos planteamientos radicales y muy novedosos de igualdad entre hombres y mujeres, que tristemente parece que cayeron en saco roto, por lo menos en cuanto al discurso académico y político oficiales.
Poulaine de la Barre siguió pensando y escribiendo fiel a sus planteamientos filosóficos, lo que le llevó a enfrentarse con la jerarquía eclesiástica, a dejar el catolicismo y a pasarse al calvinismo, a casarse y tener hijos. Esto le costó el repudio de su familia y el exilio en Ginebra, donde murió en 1725. Aristóteles – que tampoco merece negritas aquí – sigue siendo lectura obligatoria en todas la universidades. No así nuestro cura francés, cuyos radicales postulados forman parte de esta fantasmagórica presencia femenina pero también feminista – en la que encontramos mujeres pero también hombres – por ser permanentemente expulsada del hilo oficial de cualquier rama del conocimiento filosófico, histórico y socio-cultural.
No hace falta detenernos extensamente en la necesidad feminista de reconstruir los hilos genealógicos de la acción política de las mujeres y del pensamiento filosófico feminista que el discurso oficial se ha encargado de ir cortando. Indudablemente Poulaine de la Barre formaría parte de estas genealogías. Si hemos querido traer aquí algunas de las tesis de este cura del s. XVII es por rescatar un importante referente entorno al debate entre cultura y naturaleza en relación al estudio del género. Somos unas cuantas personas las que percibimos un aumento de los postulados que naturalizan unas diferencias sexuales que son en realidad diferencias sociales, y en parte lo hacen apelando a la biología, al cuerpo o a la reproducción.
Poulaine de la Barre dejó claro que las diferencias biológicas no suponían racionalmente ninguna diferencia que explicara las desigualdades sociales entre hombres y mujeres, que creerlo provenía de prejuicios erróneos; aunque quienes lo sustentan pasen por grandes sabios, cuando en el fondo dicen lo mismo que cualquier ignorante. Incluso en el mismo seno del feminismo encontramos ahora visiones que definen a la mujer en función de su corporeidad y su biología antes que por su historia y sus concepciones filosóficas y antropológicas. Así, caen en el mismo error una y otra vez, probablemente por simple desconocimiento; relegando otra vez a la mujer al ámbito de lo natural, de lo biológico y, en última instancia, de lo inmutable. Y es en esta supuesta inmutabilidad, lógicamente ahistórica, que el prejuicio patriarcal lleva aferrándose miles de años. Y es que si partimos de lo inmutable, jamás podremos pensar en realizar cambios. Que todo esto sea así es más fácil cuando a la sociedad se le niega la historicidad de las concepciones sociales de lo que es la mujer o el conocimiento de la participación femenina en las revoluciones políticas, sociales y culturales.
No deja de ser irónico que un cura parisino de la Edad Moderna, de cuando aún no existía propiamente el feminismo, fuera más feminista que muchos – ya no digamos curas – hombres y mujeres, algunas hasta autodenominadas feministas, que en la actualidad siguen haciendo gala del mismo prejuicio que Poulaine de la Barre hirió de muerte sin otra herramienta que su razón. La conocida antropóloga Margaret Mead, una relevante personalidad en las teorías de la construcción del género como producto socio-cultural, ya dijo que frente al cambio social y al temor que éste provoca es fácil recurrir a explicaciones de tipo biológico que dan sensación de inmutabilidad.
Ninguna teoría o explicación científico-filosófica que no parta de la idea de cambio o que no pueda asumir la historicidad de sus propios términos tiene nada que ver con el feminismo. Es necesario que el feminismo combata este tipo de concepciones; ya que precisamente la teoría feminista debe esforzarse en obligar al conocimiento a replantearse a si mismo y a sus objetos de análisis. Dejaremos para otro día la cuestión del feminismo como epistemología, cuya primera muestra podemos ver en los textos de este contestatario cura parisino del s. XVII, François Poulaine de la Barre.
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Fuentes:
De Beauvoir, S. (1949) El Segundo Sexo. Ediciones Cátedra, Universitat de Valencia, 2014, Madrid.
Mead, M. (1977) Cultura y Compromiso. Gedisa Editorial, 1990, México.

Rivera Garretas, M. M; (1996). La querella de las mujeres: una interpretación desde la diferencia sexual. Política y Cultura, primavera, 25-39.

Los textos de Poulaine de la Barre son difíciles de encontrar tanto en edición física como digitalizada. En este enlace se puede acceder a parte de su obra «De la Igualdad de los Sexos» de 1673.

Fuente: http://ladyaguafiestington.blogspot.com/2016/06/un-cura-del-s-xvii-mas-feminista-que-tu.html
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México: Resistencia con rostro de mujer

Resumen:

 la maestra Angélica García Pérez le tocó estar al frente de la lucha de los profesores oaxaqueños en un momento muy difícil. El gobierno federal está empecinado en acabar con su organización sindical y no ha escatimado recursos para hacerlo. Ella ha sufrido este embate en carne propia.

Lejos de amilanarse, la profesora, que participa en las pláticas con la Secretaría de Gobernación como parte de la comisión negociadora nacional de la CNTE, saca fuerzas de la persecución gubernamental para resistir. Esa rabia, ese coraje ante el ensañamiento en contra nuestra es lo que nos ha mantenido firmes, dice.


Sindicalista de base desde 1995, activista hormiga, Angélica siempre ha estado muy comprometida con la vida de la sección 22. En 2006, fue delegada a la APPO, donde vivió un intenso proceso de formación política. Actualmente es la representante del sector Etla, uno de los más combativos y mejor organizados del estado. Hace un año fue elegida como integrante de la comisión política seccional.
Aunque la situación en que se encuentra como dirigente sindical es inédita, tener que remar a contracorriente no lo es. Nada le ha sido fácil en la vida. Siempre ha tenido que enfrentar grandes obstáculos. Una y otra vez los ha superado.
La profesora García Pérez nació en Teococuilco de Marcos Pérez, Ixtlán, Oaxaca, en 1975. Municipio mayoritariamente indígena, de apenas unos mil 100 habitantes y 300 viviendas, muchos de sus pobladores emigran a Estados Unidos para ganarse la vida.


Angélica es la sexta de nueve hermanos de una familia campesina. Durante largo tiempo su papá fue mojado. Cada dos años regresaba brevemente a su comunidad para convivir con su parentela. De hecho, ella casi no lo conoció hasta que cumplió ocho años.
En casa de la profesora se hablaba zapoteco y español. Ella comprende la lengua indígena, la habla, pero no la domina. Su padre, que tenía dificultades para comunicarse cuando iba a la ciudad, insistió en que sus hijos debían manejar perfectamente el español.
Cuando Angélica terminó la primaria, a los 11 años, se mudó a casa de una hermana en Etla para estudiar la secundaria. Su padre tenía la ilusión de que sus hijos fueran profesionistas. Fue una decisión dolorosa que la separó de su casa y de su mamá. “Para mí –narra la maestra– fue un impacto bastante grande. Tenía que salir, dejar el pueblo, todo, para construir algo diferente.”


Ella hizo entonces un compromiso con su papá: cuando terminara sus estudios, iba a apoyar económicamente a sus tres hermanos pequeños para que cursaran los suyos.
Al legar a Etla, debió hacer a un lado sus miedos y comenzar una vida nueva. Tímida, serrana, le era muy difícil hacer amistad con niñas que se conocían de siempre. Rompió esa situación cuando en la secundaria el maestro la puso a debatir sobre la Revolución Mexicana con un niño que tenía el mejor promedio de la escuela. Aunque ni siquiera sabía bien a bien qué era eso de debatir, se preparó con esmero para explicar lo que ella entendía del tema. Su desempeño fue sobresaliente. El profesor les puso 10 a ambos. El episodio fue un parteaguas en su vida. Desde ese momento se sintió con más confianza y se dijo: sí puedo.
Cursó el bachillerato técnico en contabilidad en Suchilquitongo. Aunque deseaba seguir estudiando, tuvo que trabajar para cumplir el compromiso que hizo con su padre.


A los 18 años consiguió su primer empleo en el Banco de Oriente, donde le pagaban un sueldo miserable por una jornada agotadora. No le importó. “Lo hacía con mucho amor –cuenta– porque me daba cuenta de que era útil para poder apoyar a mis hermanitos.”
Un año después tuvo la oportunidad de trabajar de administrativa en una secundaria técnica en Tamazulapam del Espíritu Santo. Comenzó así su vida en las filas del magisterio, pero debió abrir un paréntesis en sus sueños de estudiar más. En la Sierra Mixe no había universidad.
En esa escuela vivió su primera experiencia sindical: defender con genuina indignación a una compañera a la que el autoritario director de la escuela quería despedir injustamente.


Casi al finalizar el ciclo escolar le ofrecieron colaborar con un programa de crédito a la palabra organizado por la sección 22. Llena de dudas, aceptó. Su participación fue un éxito. Entre 1995 y 1998 triplicaron el fondo del programa. Al terminar su comisión laboró en cooperativas escolares de secundarias técnicas. Simultáneamente, estudiando los fines de semana, cursó la normal superior en la especialidad de inglés.
Su primera experiencia docente la realizó en San Pablo Etla como maestra de inglés, donde trabajó sin cobrar nueve horas a la semana, por seis años. Luego comenzó también a enseñar informática.
Angélica es sencilla. No le gustan los reflectores. Como dirigente es de una firmeza fuera de serie. No le gusta andarse por las ramas. Habla claro, directo y preciso. Frente a las autoridades es indoblegable.


Madre soltera de un hermoso hijo de ocho años, se da tiempo para sacar adelante todo lo que tiene que hacer con responsabilidad y eficacia. Su gran preocupación es no entregar cuentas negativas al movimiento. La motiva la lucha. Cree que la actual movilización magisterial está haciendo historia. Está convencida de que el pueblo de México puede transformar la realidad para tener mejores condiciones de vida.
En el centro de su compromiso con el movimiento está su vocación se servicio. “Tengo la claridad –asegura– de que servir a los demás engrandece. Esa es la mayor de las satisfacciones como ser humano.” Añade: “Esa concepción del servicio viene de mi cultura. Así nos educó mi papá. Es algo que traigo muy dentro, muy fijo, que me mueve, me identifica. Eso me ha motivado a poner un granito de arena para que las cosas cambien.
“Tengo claro –advierte– que no podemos fallar a los compañeros de base, a nuestros alumnos y al pueblo de Oaxaca. Defender la educación pública es defender el empleo, liberar a los presos políticos y hacer justicia al pueblo de Nochixtlán”

 

Fuente. http://blogantimperialista.blogspot.com/2016/07/mexico-resistencia-con-rostro-de-mujer.html

fuente imagen: http://otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2016/07/descarga-3-1.jpg

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España: El Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres de la Ull Celebra en Julio su Seminario de Investigación

Europa/España/Julio de 2016/Fuente: El Periódico de Canarias

Consta de tres actividades, la primera de las cuales es un simposio sobre conceptos como las fronteras y la migración bajo la perspectiva de género

El Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres de la Universidad de La Laguna (IUEM) celebrará en julio su seminario de investigación. Este programa formativo está subdividido en tres eventos que se desarrollarán a lo largo de todo el mes: los días 7 y 8 de julio tendrá lugar el II Simposio Internacional “Las fronteras del Sur. Vulnerabilidad, género y enfoques interseccionales”; el 18 de julio, el seminario “La incorporación de la perspectiva de género al conocimiento y la investigación”; y el 21 de julio, el 2º Seminario de investigación en Estudios Interdisciplinares de Género”.

Todos los encuentros se celebrarán en el Salón de Grados de la Sección de Filosofía de la Facultad de Humanidades, en el Campus de Guajara. El programa general con los tres encuentros está disponible en el banner ubicado en la portada de la web institucional (www.ull.es), mientras que el programa específico del II Simposio Internacional que comenzará el jueves 7 de julio está disponible en la web: http://eventos.ull.es/5588/detail/ii-simposio-internacional_-las-fronteras-del-sur.-vulnerabilidad-genero-y-enfoques-interseccionales.html.

Simposio Internacional

El II Simposio Internacional “Las fronteras del Sur. Vulnerabilidad, género y enfoques interseccionales”. En él se plantean nuevas tareas de investigación-acción en el contexto de la crisis migratoria y de refugiados que se están produciendo en las Fronteras del Sur. El interés se centra en hacer efectivos los análisis desde la perspectiva de género y los enfoques interseccionales en los actuales contextos sociales y políticos de las fronteras.

Como explica la organización del encuentro, las fronteras son espacios geográficos, pero también imaginarios y simbólicos, modulados por políticas e intervenciones que generan exclusiones, desplazamientos y violaciones de los derechos humanos. El género, la clase o la raza-etnicidad, entre otros, son variables relevantes para analizar y comprender las dinámicas crecientes de militarización de las fronteras y de proliferación de prácticas y actuaciones que no son compatibles con los principios del derecho internacional.

El simposio se articula en tres ejes temáticos: Exclusiones, desplazamientos y crisis de refugiados y refugiadas; las fronteras del Sur (género, intersección de opresiones y vulnerabilidad migratoria); y exclusiones, brechas y desplazamientos: narrativas de la precariedad y respuestas desde el activismo.

Se abordarán tanto a través de varias sesiones de comunicaciones a las que se han presentado 37 trabajos procedentes de universidades españolas, italianas y mexicanas, y ponencias plenarias a cargo de especialistas nacionales e internacionales en diversas áreas.

Otras actividades

La segunda actividad incluida en este seminario de investigación es la sesión “La incorporación de la perspectiva de género al conocimiento y la investigación”, que se celebrará el 18 de julio. Las ponentes serán Anne Pepin, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS), y Ana Puy Rodríguez, directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía y Competitividad.

Finalmente, el 21 de julio se celebrará el 2º Seminario de investigación en Estudios interdisciplinares de Género. Durante el mismo se presentará el programa general de doctorado y estudios de posgrados de la ULL, y se hará una sesión especial centrada en el programa de doctorado interuniversitario en Estudios Interdisciplinares de Género. A continuación, habrá dos sesiones de presentaciones: una sobre el plan de investigación de proyectos sobre género, y otra de presentación de avances de investigaciones en curso.

Fuente: http://www.elperiodicodecanarias.es/el-instituto-universitario-de-estudios-de-las-mujeres-de-la-ull-celebra-en-julio-su-seminario-de-investigacion/

 

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«Mujeres con paso de gigante»

México/ 03 de Julio de 2016/AM

Por: María Guadalupe Salas Lugo

No sé de donde lo leí, pero también predico y sostengo que somos parte de construcciones sociales, que actuamos conforme a nos lleva la mayoría y que la educación se demuestra en cada acto de acuerdo a cada una de nuestras historias personales de formación o deformación en familia. Cuando nos detenemos a mirar atrás y vemos que no somos borregos y “nos arriesgamos a salir “del rebaño”, de ahí que luego nos convertimos en “ovejas negras” para la mayoría de la colectividad o quienes no aceptan que así lo hayamos decidido, nos excluirán de su manada y de ahí en adelante seremos los más vistos y criticados de la sociedad y condenados a ser llamados especímenes raros o de plano ni merecedores de algún tipo de etiqueta.

Dentro de todas esas construcciones se encuentran el papel o rol que debemos desempeñar tanto hombres como mujeres; desde vestirnos de azul o de rosa, de trabajo externo o en el hogar, llegando a ponerle género, incluso hasta la carrera por estudiar.

Todo lo que somos es producto de esta sociedad que supuestamente nos construye en un rol, sólo hasta que nos damos cuenta y nos convertimos en seres libres de decisión y que, queramos o no, los tiempos deben cambiar y que poco a poco se van haciendo presentes la igualdad y la equidad en todos los aspectos que nos constriñen en nuestra formación.

Soy de las que piensan que no existen las casualidades, y a mis manos llegó uno de los libros de poesía de Irma Guerra, mujer a la cual admiro y reconozco como una gran señora de letras, y ahí leí el poema “Mujer de a pie”. En éste poema ella hace referencia a esas mujeres que caminan su mundo y son valientes al caminar el propio, un mundo que no está marcado con pasos de otras personas, habla de esas mujeres que siempre corren y que piensan que no han avanzado mucho pues siempre es poco para ellas, habla de esas mujeres imperfectas pero que así se aceptan, sedientas de todo, y que aunque cansadas siguen sin rendirse, habla de las mujeres entregadas a lo que hacen y a quienes tienen, habla de la mujer libre en su actuar y siempre buscan la verdad.

De ahí la pregunta obligada: ¿Cuántas mujeres de a pie conocemos? Tal vez muchas, tal vez pocas, pero cuántas que le inspiren respeto -incluso temor-, o que le causen alegría, que sean dinámicas, amorosas, trabajadoras, valientes; la cantidad se va reduciendo al ir descartando cualidades porque ni ellas mismas saben que las tienen.

México en su pasado cuenta con una lista incompleta de miles de mujeres como las descritas –faltándome cualidades para describirlas-, y si digo incompleta es porque cientos de ellas murieron sin que alguien se ocupara de grabar sus nombres en la historia.

Y hablando de valentía en mujeres en este siglo, encontré información en la página de Forbes México que dedica su edición de junio 2016 a ese poder que construye, que sirve para inspirar y transformar. No al que se concibe como un activo para concentrarlo en beneficio de unos cuantos, sino al que sirve como un instrumento para convertir positivamente nuestra realidad. Se trata de las 100 mujeres más poderosas de México, ellas impulsan el cambio. Ellas ayudan. Ellas han evolucionado. Son las que promueven proyectos a pesar de los obstáculos, las que construyen posibilidades para los que no imaginaban un futuro distinto. Son las que creen que el poder es para compartirse. y en ella se señalan a mujeres como Mayra González, quien a partir de julio se convertirá en la primera mujer en conducir a Nissan Mexicana; Olga Medrano Martín del Campo, la joven que conquistó las redes sociales como “LadyMatemáticas” tras ganar la Olimpiada Europea de Matemáticas; Martha Debayle, la conductora y empresaria de medios que cree que aún existe un gran mercado de lectura en papel; y Samantha Ricciardi, la directora ejecutiva de BlackRock México que ha logrado crecimientos de dos dígitos. También forman parte de esta categoría Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Relaciones Exteriores; Melanie Devlyn, presidenta del Consejo de Administración de Ópticas Devlyn; María Guadalupe Morales, vicepresidenta de Operaciones de Walmart Supercenter.

Mujeres de a pie son las que incrementan las oportunidades de desarrollo para otros y otras y construyen posibilidades para aquellos sectores cuyas condiciones les habían impedido imaginar un futuro distinto. Son mujeres que nos ponen la muestra de que se pueden logran lo que parecía imposible para nuestro género. Por falta de espacio no se nombran a decenas más, pero cabe mencionar que ellas tienen algo en común: sus voces se escucharon y siguen trabajando día con día dignificando su papel rompiendo roles y estereotipos arriesgándose a ser llamadas “raras”.

Como lo mencioné, de las mujeres de a pie existe una lista interminable, y vienen esas que no salen en los medios, pero que día con día luchan desde su trinchera por dignificar nuestro género, ¿cuántas más me hacen falta?: ¡Muchísimas! Me falta la madre soltera que adelante saca a sus hijos por ella misma, la profesionista que desde temprano se integra a su actividad dejando en casa todo listo para que ahí no falte nada, la obrera que llega a casa después de ocho horas mal pagadas a continuar con otra actividad que no es reconocida ni mucho menos remunerada, la que trabaja fuera de casa limpiando otras más y que llega a hacer lo mismo a la suya. Mujeres que siendo invisibles dejan lo visible en todo lo que hacen. Reconocimiento o no a lo que hagan, necesitamos siempre existan más mujeres de a pie, que donde pisan dejarán huella de gigante, porque así de gigante somos como raza humana y como hermoso género.

Fuente: http://www.am.com.mx/2016/07/02/lagos-de-moreno/opinion/mujeres-con-paso-de-gigante-295856

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La construcción de la identidad de género desde la perspectiva intercultural

23 junio 2016/Fuente: Aula Intercultural

Autoras: Andrea García-Santesmases Fdez, Carolina Herrero Schell, Julieta Olaso y Luz Martínez Ten

Con el objetivo de conocer la visión que tiene el alumnado y el personal docente respecto a estos procesos de negociación identitaria, se procede a elaborar una metodología en la cual los métodos cuantitativos se complementan con los cualitativos, dando como resultado una triangulación de los datos recogidos que permite un acercamiento más preciso a la realidad social. A partir de entrevistas en profundidad de carácter semi-estructurado y grupos de discusión se recoge la percepción del alumnado. En cuanto al personal docente, se llevan a cabo cuestionarios y entrevistas en profundidad.

Posteriormente se desarrolla el análisis de los datos obtenidos a partir de los cuales se hallan los resultados. Dichos resultados quedan expuestos en las conclusiones del estudio que reflejan la síntesis de la información resultante y resaltan las cuestiones más novedosas e interesantes halladas en el transcurso de esta investigación.

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La construcción de la identidad de género desde la perspectiva intercultural

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