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Solidarios pero machistas: ¿por qué el ‘software’ libre no escucha a las mujeres?

14 de diciembre de 2016 / Fuente: http://www.eldiario.es/

Por: Marta Sofía Ruíz

La comunidad del código abierto se caracteriza por su solidaridad: los desarrolladores realizan, de forma gratuita, modificaciones de ‘software’ para mejorar proyectos ajenos. Sin embargo, a pesar de su espíritu colaborativo, esta sociedad ‘online’ es machista y prejuzga las aportaciones femeninas. Las programadoras solo son tratadas como iguales si no se identifican como mujeres.

Los sesgos de género en el campo de la ciencia y la tecnología se han documentado en distintos estudios. Recientemente, un  análisis sobre el proceso de selección para un puesto de laboratorio demostró que, ante un mismo currículum, tanto hombres como mujeres evalúan las habilidades del candidato más positivamente si el solicitante es varón. Las mujeres obtienen puntuaciones más bajas por currículums con exactamente las mismas características que las de sus compañeros hombres y tienen menos posibilidades de ser contratadas porque son percibidas como “menos competentes”.

Por desgracia, parece que estos sesgos de género también están presentes en la comunidad de código abierto, en la que el primer indicador de discriminación es el dato de la baja presencia femenina: solo un  11,2 % de los programadores son mujeres.

 Github, una plataforma de desarrollo colaborativo que facilita el alojamiento de ‘software’, la reutilización de código y la participación en proyectos de terceros, se caracteriza por un supuesto espíritu de solidaridad y colaboración. A pesar de ello, un  estudio reciente sobre esta página indica que las contribuciones de mujeres tienden a ser rechazadas por los creadores de las iniciativas con más frecuencia. Eso sí,  solo cuando su género es reconocible.

“Nuestro análisis indica que las contribuciones de las mujeres suelen ser más aceptadas que las de los hombres. Sin embargo, cuando su género es identificable, son rechazadas más a menudo”, explica a HojaDeRouter.com Emmerson Murphy-Hill, investigador de la universidad de Carolina del Norte (EE.UU.)

Las contribuciones de las mujeres tienden a ser rechazadas más habitualmente.
Las contribuciones de las mujeres tienden a ser rechazadas más habitualmente.

Este contraste entre el nivel de aceptación cuando publican desde el anonimato y el de rechazo cuando se identifican como mujeres ha llamado especialmente la atención de los investigadores. Entre las posibles causas, señalan que las desarrolladoras que han logrado vencer todos los obstáculos podrían ser especialmente competentes.

“Estamos sorprendidos de que las peticiones sean mucho más aceptadas en el caso de las mujeres», afirma el científico. «Sospechamos que tiene que ver con la autoselección: las mujeres que están en GitHub son más competentes, quizás porque otras fueron desanimadas por una gran variedad de razones y no llegaron a conseguirlo”.

El estudio sobre esta comunidad basada en ‘software’ libre es uno de los primeros que se han llevado a cabo en este campo, pero un reflejo de lo que es habitual en internet. “Trabajos previos habían documentado de forma cualitativa los sesgos de género en la comunidad de código abierto. Y conocíamos casos personales, así que era una buena oportunidad para examinar estos sesgos con una gran base de datos y asignar cifras a los resultados anteriores”, destaca  Murphy-Hill.

INTERNET, UN LUGAR INHÓSPITO PARA LAS MUJERES

En su libro ‘Unspeakable things’, la periodista británica  Laurie Penny explica que, desde los comienzos de internet, la retórica imperante ha defendido que la Red derribaría las barreras de género: ser hombre o mujer no tendría importancia ‘online’. Sin embargo, la activista señala la trampa: para ser tratada como una igual hay que ocultar que eres mujer, en una especie de «armario del género», un término acuñado por Clay Shirky, autor de ‘Here Comes Everybody’ y teórico de internet.  

La autora profundiza además en la narrativa del ‘geek’ como triunfador del siglo XXI, una historia en la que las mujeres solo representan un papel secundario. Aunque con variaciones, la estructura siempre es la misma: chico ‘geek’ que lo pasa fatal en el colegio, no tiene amigos —o pocos— y sufre el acoso de parte de sus compañeros. Nadie le comprende y la chica popular pasa de él. Sin embargo, es realmente inteligente. Al final usa su ingenio para conseguir un montón de dinero y a la chica sin tener que renunciar siquiera a su camiseta con eslogan. La chica solo es el objeto a conseguir, no la protagonista.

Según Penny, la cultura de internet se crea sobre esta narrativa ‘geek’, sobre la idea de que los hombres que construyeron la Red eran los marginados de la pirámide social tradicional, en el sentido del orden social de cafetería de instituto. Esto implica que muchos de estos jóvenes que construyeron el mundo ‘online’ tenían una incapacidad para conectar con las mujeres o eran ignorados por ellas. Por ello, la Red aún actúa bajo la premisa de que las chicas son invasoras, el enemigo.

La organización Girls who Code busca inspirar a las jóvenes para que persigan oportunidades en el campo de la informática
La organización Girls who Code busca inspirar a las jóvenes en el campo de la informática

Otras voces en la Red, como la de Bruce Perens, uno de los fundadores de la comunidad del código abierto, también apuntan a la falta de empatía como el motivo para esta brecha de género ‘online’.  En su web, el fundador y primer líder de los proyecto Linux Standard Base y UserLinux explica que a los chicos no se les enseña a trabar amistades sanas con las mujeres ni a buscar interacciones socialmente respetuosas, lo que les conduce a tener muy poca empatía.

“Si el ambiente escolar no segregaba a los chicos y las chicas de manera activa, se segregaban de manera natural, y no está bien. Hemos terminado teniendo otra generación de chicos que no han pasado mucho tiempo al lado de compañeras mujeres, no las entienden y no sienten empatía por ellas. Además, cuando la atracción sexual se convierte en un factor, la falta de empatía hace que los chicos tiendan a cosificarlas”, defiende.

El informático señala también las características poco habituales de esta comunidad como otro de los factores que contribuyen a crear un clima particular, adecuado para aquellos que no están cómodos en el mundo ‘offline’ y que prefieren las interacciones a través de un ordenador. “Se trata de un ambiente que atrae a gente con problemas sociales, que quizá les conducen a una falta de empatía con las mujeres, y también tenemos a hombres que no tienen ninguna patología pero que no han sabido socializar con las mujeres de la forma adecuada”.

LUCHANDO POR CERRAR LA BRECHA

Gobiernos y organizaciones siguen trabajando para que la brecha de género en el campo de la ciencia y la tecnología disminuya. En el sector de la programación, en Estados Unidos hay organizaciones como  Girls who Code que intentan inspirar a las jóvenes para que persigan vocaciones en el campo de la informática.

Por su parte,  Black Girls Code pretende aumentar el número de afroamericanas en el espacio digital, ofreciendo herramientas a mujeres negras de entre 7 y 17 años para que puedan convertirse en líderes innovadoras que sirvan de modelo a sus comunidades.

Sin embargo, estos esfuerzos aún no tienen un reflejo claro en las estadísticas, que siguen mostrando las dificultades que tienen las mujeres para acceder a las carreras técnicas. El documental ‘CODE, Debugging the gender gap’ busca concienciar sobre este problema. La directora y productora, Robin Hauser, decidió rodarlo cuando su hija le llamó para decirle que iba a dejar la ingeniería informática que estaba cursando. “Soy muy mala, soy la peor de la clase, no encajo”, comentó a su madre. En la web del documental, Hauser explica que su confianza estaba bajo mínimos y que era una de las dos únicas mujeres en una clase de 25 personas. Dejó la carrera, pero hasta su abandono estaba sacando notable en todas sus asignaturas.

A través de entrevistas, animaciones y ‘flashblacks’, CODE trata de entender por qué las mujeres y la población negra no reciben oportunidades suficientes en la ciencia, y el papel que los estereotipos, el sexismo y los obstáculos educacionales juegan en esta crisis. Puede que la respuesta sea que, tal y como se decía en los comienzos de la Red, “no hay chicas en internet”. O, simplemente, que puede que internet no quiera reconocerlas.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/internet/software_libre-codigo_abierto-comunidad-mujeres-genero_0_504299654.html

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Machomáticas

Miguel Lorente Acosta

Sin duda se trata de un gran descubrimiento, algo así como la Piedra Rosetta del machismo, las claves que permiten descifrar parte de su lenguaje. Hablamos de las “Machomáticas”, el conjunto de reglas y procedimientos que utiliza el machismo para alcanzar los números exactos y las conclusiones necesarias para que todo encaje en su universo XY, desde el que poder hacer pasar una realidad por otra con la fuerza de su palabra.

El tema viene de lejos. ¿Recuerdan aquello de “…y el verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros?, pues algunos lo han seguido al pie de la letra, y desde su deidad han elaborado un sistema propio de cálculo con el que concretar lo abstracto de sus ideas en números enteros y decimales con los que cuadrar las cuentas. Y claro, como las palabras tienen sinónimos, estos hombres tan divinos, en su omnipotencia y omnipresencia, no se han cortado un pelo para dar también “sinónimos” a los números en ese lenguaje “machomático”.

Podría parecer algo imposible, pero no lo es. Hay que recordar que el poder del machismo se concentra en dos grandes elementos; por una parte, en la capacidad de condicionar la realidad para que las cosas sean como tienen que ser según el orden, las ideas y valores que ellos han decidido que deben actuar como referencia. Y por otra, en la capacidad de dar significado a la realidad, especialmente cuando se aparta de su modelo, que es cuando podría ser cuestionada. Por ejemplo, cuando un hombre agrede a otro hombre es una agresión, pero cuando un hombre agrede a la mujer con la que mantiene una relación es un asunto privado y algo normal, a no ser que el resultado sea especialmente grave. Y cuando se produce ese resultado y las consecuencias traspasan el umbral de la normalidad, pues recurren a otro significado, y si el hombres es un anciano dicen que se le fue la cabeza, si es un joven fue por celos, y si se trata de un hombre adulto comentan que fue por el alcohol consumido.

De ese modo la violencia de género no existe, y cuando se comprueba que sí existe y que está presente como parte de las relaciones, se dice que no es así, que es producto de determinadas circunstancias que afectan a algunos hombres o, incluso, de la provocación de la mujer, del famoso “algo habrá hecho”. Y ese significado está construido sobre el valor de la palabra de los hombres, de esa capacidad de crear realidades sólo con pronunciarlas o de borrarlas al silenciarlas. La palabra de los hombres se convierte así en el instrumento más poderoso del machismo, y por ello la idea de “palabra de hombre” o de un “hombre de palabra” se presenta como referencia del valor de una cultura patriarcal asentada en esa combinación “hombre-palabra” hecha voz. Y para darle un reconocimiento añadido, la propia cultura no sólo le quita ese significado a la palabra de las mujeres, sino que es presentada como lo contrario, como algo falso, pasajero e interesado, cuando no directamente dirigida contra ellos, como recogen algunas expresiones que tanto me repetían los maltratadores cuando actuaba como médico forense: “sí, yo le he pegado… pero es que mi mujer se empeña en llevarme la contraria”.

Todo forma parte de las combinaciones y significados que han instaurado como claves para que la realidad tenga sentido y sea armónica con su concepción de modelo de sociedad. Por ello utiliza la fuerza y su influencia a través de la capacidad de darle significado para presentarse como merecedores de su superioridad al hacer creer que “tener razón” es ser inteligente. Y para conseguirlo imponen su razonamiento a través de la violencia (explícita o como amenaza), y concluyen que son muy inteligentes al ver que todo el mundo asiente ante sus posiciones. Por eso luego se producen tantas sorpresas cuando algunos destapan el “tarro de las esencias” y no sale nada. Pero esa construcción, como tantas otras, es falaz.

Ya lo expresó Don Miguel de Unamuno con aquello del “vencer y el convencer”; el machismo podrá vencer con la violencia e influir con su poder, pero no convencer con la razón que no tiene. Y en su desesperación han llegado a los números y a las “machomáticas” para intentar callar las palabras que los cuestionan, de ahí que hayan inventado un lenguaje particular a base de cifras para que luego las letras les sigan dando la razón. Es una lengua muerta que ni siquiera ellos entienden, pero la presentan como una divinidad, como algo en lo que necesitan creer para darle sentido y trascendencia a unas vidas construidas sobre la mentira del machismo.

Y al margen de sus cálculos y de sus cuentas, como decía antes, han cambiado la literatura por la aritmética para darle sinónimos a los números y, de ese modo, convertir esas cuentas en cuentos. Así, por ejemplo, para el 0’014% de las denuncias falsas utiliza el sinónimo del 80%, y cuando hablan de que este tipo de denuncias representan el 80% en verdad no están mintiendo, sólo que aplican un sinónimo.

Otro ejemplo, al hablar de hombres asesinados por sus parejas dicen que cada uno de estos últimos años han matado a 30, cuando los datos del CGPJ hablan de cifras entre 4 y 8, pero no debemos entender sus palabras como una falacia, tan sólo que han aplicado otro sinónimo numérico dentro de su lenguaje “machomático”. Es algo similar a cuando hablan de que se producen más de 8000 suicidios de hombres por “divorcios abusivos”, a pesar de que el número total de suicidios masculinos está alrededor de 3500; no piensen que es un intento de manipular, nada de eso, es otro sinónimo dentro de su literatura aritmética que convierte las cuentas en cuentos.

Puede parecer complejo en una primera aproximación, pero no lo es tanto. Si se dan cuenta es lo que sucede cuando nos acercamos a cualquier lengua extranjera, que al principio no entendemos nada, pero en cuanto aprendemos algunas palabras y algunas claves sobre su gramática y significado ya somos capaces de ir avanzando por su entramado. Por eso he elaborado una primera “tabla” que nos ayude a entender sus cálculos y sus cuentas, con las que comprender la historia de fondo que aparece en sus cuentos, y la moraleja que tratan de hacernos llegar para que no lleguemos muy lejos de la mano de la Igualdad.

Es una tabla que puede parecer sofisticada, como la propia cultura, pero en realidad es muy simple. En ella se mezclan todo tipo de operaciones, tanto la suma como la multiplicación, la resta y la división, pues el objetivo es que todo encaje.

Echémosle un vistazo a una parte de esa “Tabla de las Machomáticas”:

  • Uno por uno = Diente por diente .
  • Uno más uno = “Mis cojones” .
  • Uno más una = Uno .
  • Una y una = Ninguna .
  • Dos entre uno = Tres .
  • Cinco por una = Burundanga .
  • 19 entre 130.000 = 80% .
  •  90 hombres, 10 mujeres = Igualdad .
  •  50 hombres, 50 mujeres = Discriminación
A partir de esta tabla se puede hacen las operaciones más diversas bajo sus reglas. Un par de ejemplos rápidos. El primero, cuando un factor determinado se multiplica por el factor “mis cojones”, el resultado tiende a infinito. De manera que cuando alguien dice “eso no lo hago” y un machista lo multiplica por su factor testicular y apunta, “por mis cojones que lo vas a hacer”, el resultado es que tenderá a hacerse siempre.
El segundo, con independencia de que el resultado de una operación sea un número positivo, en realidad puede ser igual a cero cuando se acompaña del decimal “de eso nada”. Así, si se dice que la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 20% y se pone detrás, como si fuera un decimal, “de eso nada”, para las “machomáticas” la brecha salarial es igual a cero.No traten de entenderlo, es “machomática pura”. 

Fuente del articulo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=218633&titular=%93machom%E1ticas%94-

Fuente de la imagen: http://radio.uchile.cl/wp-content/uploads/2013/11/genero.jpg

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Ecuador: Las mujeres ganan espacios en el terreno educativo

Ecuador / www.eltelegrafo.com.ec / 26 de Octubre de 2016

El informe de ONU Mujeres Ecuador analiza el avance femenino en 2 décadas.
Uno de los mayores avances que experimenta la mujer ecuatoriana en los últimos 20 años está en la educación, según el informe ‘Mujeres ecuatorianas, dos décadas de cambio’, elaborado por ONU Mujeres. De acuerdo con dicho documento, el acceso a la educación básica es una de las dimensiones con mayor progreso y está muy cerca de establecer una igualdad de género. “En 20 años la población de entre 5 y 14 años acude casi en su totalidad a la educación básica, siendo la tasa de asistencia en las niñas ligeramente superior a la de los niños”, refiere el estudio desarrollado por la compatriota Alison Vásconez, especialista de la organización internacional. Otro de los aspectos que se destaca es la tasa de asistencia de la población rural a la educación básica. Hasta 2013 había 5 puntos de diferencia en relación a la población urbana que cursaba sus estudios. Esa diferencia disminuyó 2 puntos en promedio para 2014. El informe establece también que a 2014, el 22% de los hombres y mujeres mayores a 18 años tiene acceso a la educación superior sin brechas de género; y el 62% de esta misma población tiene título universitario.

La población femenina en edad escolar accede a la educación en un 98%. Opta por cargos y funciones en entidades como la Policía Nacional y el Ejército, que antes eran exclusivas de hombres. Foto: Jhon Guevara / El Telégrafo

Vanessa Jácome tiene 22 años y rindió 3 Exámenes de ingreso a la Educación Superior (ENES) para acceder a la educación pública, la única forma para prepararse. “Somos 4 hermanos y mis padres no tienen posibilidades de costearme estudios en universidades privadas. Por fortuna y luego de varios intentos logré ingresar a la carrera de Administración Turística y Hotelera que era mi sueño”. Hoy Jácome cursa el segundo semestre en la Universidad pública de las Fuerzas Armadas (ESPE); y aunque debe atravesar todo Quito para llegar hasta el Valle de Los Chillos, cree que eso es lo de menos si se trata de su formación profesional. Según datos de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), el 72% de estudiantes que logran conseguir un cupo en las universidades públicas constituye la primera generación en sus familias que tiene acceso a este nivel educativo. De acuerdo con el informe de ONU Mujeres, hace 20 años la formación profesional de mujeres correspondía principalmente a carreras como Trabajo Social, Educación, Comunicación, Enfermería, Diseño, Medicina y Administración. A 2014 se incrementó el número de mujeres en áreas como Economía y Ciencias Políticas, Arquitectura y Derecho. “La presencia de la mujer pasa a ser mayoría en Economía y en Ciencias Políticas y se incrementa en Arquitectura y Derecho; pero disminuye en carreras de Sistemas y Ciencias Exactas donde siempre han sido minoritarias las mujeres”. El acceso de la población indígena a la educación superior mejoró relativamente. En 2005 el 2,3% de las mujeres y el 4,6% de los varones cursaban la educación superior. Estos valores se elevan a 5,4% y 6%, respectivamente en 2014.

Fuente:http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/septimo-dia/51/las-mujeres-ganan-espacios-en-el-terreno-educativo

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Pistas sobre la educación en el mundo (10)

Por: Renato Opertti
En artículos anteriores señalábamos que la calidad de una propuesta educativa está en relación con la profundidad.

La perspectiva de género implica una serie de lecturas escalonadas que cruzan a la educación, la política y la sociedad civil. Veamos cuatro aspectos. En primer lugar, la visión de conjunto nos indica un panorama desolador en relación con el ejercicio efectivo de los derechos de la mujer. Entre otras cosas, a nivel mundial las mujeres solamente ocupan un poco más de la quinta parte de las sillas parlamentarias; ganan entre 10% y 30% menos que los hombres en la mayoría de los países; en más de 60 países tienen negado el derecho de adquirir, cambiar o retener su nacionalidad; y una de cada tres mujeres todavía experimenta violencia física y sexual (Unesco 2016).

Sin olvidar otros responsables, la educación tiene una enorme cuota de responsabilidad en bien asumir o no la modificación de valores, actitudes, conocimientos y prácticas que desde muy temprano en la infancia consagran la discriminación y perpetúan la inequidad. Resulta por demás necesario examinar las políticas educativas, así como las propuestas curriculares, pedagógicas y docentes para precisar cuán respetuosas e inclusivas son de los derechos humanos de la mujer.

En segundo lugar, la perspectiva de género muestra un panorama matizado respecto al acceso y al desempeño educativo. Por un lado, tres de cada cuatro países en educación primaria, y uno de cada dos en media, han logrado paridad de género en el acceso a la educación. En los restantes países las mujeres están en clara desventaja. Por otro lado, los resultados de PISA (2012) nos indican que a la edad de 15 años, son varones quienes tienen los desempeños más bajos en matemáticas, lectura y ciencias en el 60% de los países. Las adolescentes logran mejores desempeños en lectura en todos los países evaluados, mientras que en seis de cada diez países los adolescentes varones logran mejores desempeños en matemáticas. También se observa cómo las percepciones y los gustos influyen. Las adolescentes disfrutan más de la lectura y aun cuando logren un alto rendimiento en matemáticas, tienen falta de confianza en sus habilidades matemáticas. Mientras tanto, los adolescentes varones consideran cuatro veces más que sus pares femeninos cursar estudios de ingeniería y computación (OECD 2015).

Estos datos no pueden ser leídos desde una perspectiva biológica de mujer y hombre que no reconozca que la idea misma de género es una construcción cultural y social contextualizada a las realidades locales. Quizás nos debemos interrogar sobre si somos conscientes de que los contenidos educativos y las maneras de enseñarlos pueden estar lesionando oportunidades de educarse y de aprender. Acaso en las mentalidades y en las prácticas familiares y docentes, en los recursos de aprendizaje utilizados incluyendo los libros de texto, en los tipos de actividades planteadas por los docentes para trabajar diversos temas del currículo, y en los modelos de rol de las profesiones idealizados, pueden estar los indicios de una educación discriminatoria. Mientras que por ejemplo las niñas pueden ser abierta o sutilmente desestimuladas de estudiar las ciencias y las matemáticas, los varones pueden ser discriminados por una educación media que no conecta con sus motivaciones y preocupaciones.

En tercer lugar, un currículo y una pedagogía inclusiva de género materializa el derecho de la persona a ser respetada en su identidad y orientación sexual, así como asegura que la diversidad de propuestas de enseñanza y aprendizaje permita a los estudiantes alimentar sus curiosidades y experimentar sus gustos sin ser encasillados en determinados roles, ramas educativas y ocupacionales. El currículo puede, en efecto, incentivar concepciones y prácticas regresivas que propician una sociedad de roles segmentada por hombres/mujeres. O contrariamente puede exponer a los estudiantes a múltiples experiencias de aprendizaje donde puedan visualizar la necesidad de saber sobre diversos roles para poder gerenciar su vida y tomar decisiones autónomas de acuerdo a sus preferencias. Por ejemplo, el manejo de aspectos vinculados a la economía doméstica en la educación media debiera tener igual significación para mujeres y hombres y constituir un tema transversal de formación.

En cuarto lugar, una perspectiva transformacional de género es un asunto de la sociedad en su conjunto que compromete a las comunidades y familias a revisar mentalidades y prácticas. Las familias tienen que ser convocadas y formadas para visualizar en la igualdad de género un activo de una sociedad democrática y de un proceso de socialización saludable de las generaciones jóvenes. También se debe entender que el potencial del talento de una persona y de la sociedad en su conjunto pueden verse severamente limitados si costumbres culturales regresivas direccionan a las personas a formarse según su condición biológica socialmente definida.

En suma, aunque con pesos diferentes, la desigualdad y la discriminación educativa tienen rostros de hombre y mujer. No van en un solo sentido. Se requiere de renovadas lecturas y políticas para apuntalar y auditar al sistema educativo en el logro de una efectiva igualación de oportunidades.

Tomado de: http://www.elobservador.com.uy/pistas-la-educacion-el-mundo-10-n984066

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ONU: Lidera México las estadísticas de género en América Latina

América del Norte/México/29 de septiembre de 2016/Fuente: rotativo

Nueva York. Estados Unidos, septiembre (SEMlac).- La Organización de Naciones Unidas (ONU) reconoce el liderazgo de México en la producción de estadísticas de género en la región de América Latina y el Caribe y México.

Esto fue dado a conocer durante los trabajos del 71º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York que culminaron el pasado día 22.

La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), Lorena Cruz Sánchez, participó en los debates sobre diversas estrategias para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.

Entre los principales temas, se incluyó el empoderamiento económico, la lucha contra la violencia de género, el rol de la ciencia y la tecnología para la inclusión de mujeres y niñas en la economía del conocimiento.

En el panel de alto nivel “Haciendo que cada mujer y cada niña cuente”, la ONU reconoció el liderazgo que ese país ha tenido en la producción de estadísticas de género en la región de América Latina y el Caribe.

En su participación, la canciller Claudia Ruiz-Massieu anunció la creación de un Centro Global de Excelencia en esta materia.

Los países manifestaron la importancia de unir sinergias entre los diversos actores como los gobiernos, las Organizaciones de la Sociedad Civil y el sector privado para trabajar hacia una misma dirección que permita el progreso de las mujeres y niñas, a partir de dichas alianzas.

Para ello, se mencionó que es requisito fundamental asegurar un enfoque integral que enfatice la importancia de los derechos y servicios básicos como la educación, la salud, la higiene, el agua potable y la seguridad alimentaria.

Entre otros, la presidenta del INMUJERES participó en un evento convocado por los Gobiernos de Finlandia y Tanzania y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), con el fin de conocer sobre casos exitosos realizados en diversos países para impulsar la inclusión de mujeres en áreas del conocimiento no tradicionales, como ciencia y tecnología.

Particular acento se puso en prácticas que deben desarrollarse en la educación formal y no formal desde la niñez para superar las brechas tecnológicas y digitales que aún siguen enfrentando las mujeres en el mundo.

Cruz Sánchez asistió también al evento sobre “El costo de la violencia contra las mujeres”, convocado por la presidenta de Chile, Michelle Bachellet, y de Lituania, Dalia Grybauskaite.

En él, se habló sobre las alarmantes cifras de violencia física y psicológica contra las mujeres que se registran aún en todas las regiones del mundo, reconociendo, sin embargo, la urgente necesidad de continuar invirtiendo en estudios que den cuenta del impacto económico de la violencia en las cuentas nacionales de cada país. Se discutió sobre el papel fundamental de las estadísticas desagregadas, la recolección de datos para la medición de la violencia y el diseño de estrategias y políticas adecuadas para luchar contra este flagelo.

La titular del INMUJERES refrendó el compromiso de México con la iniciativa lanzada por el Reino Unido en relación con los estigmas derivados de la violencia sexual en los conflictos y participó en un panel de Alto Nivel del Secretario General sobre Empoderamiento de la Mujer, donde compartió junto al presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís; la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, y la embajadora de Estados Unidos para Asuntos Internacionales de la Mujer, Catherine Russell, algunas de las buenas prácticas que México ha puesto en marcha para el desarrollo sostenible.

Asimismo, Lorena Cruz asistió al evento convocado por el secretario de Estado de Estados Unidos de América, John Kerry y la presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, para refrendar el compromiso de México en la “Alianza para un futuro igualitario: expandiendo la participación política y las oportunidades económicas de las mujeres”.

De la Redacción
(redaccion@semexico.org)

Fuente: https://rotativo.com.mx/mujer/563444-onu-lidera-mexico-las-estadisticas-de-genero-en-america-latina/

Imagen: iknowpolitics.org/sites/default/files/onu_mujeres_lac.jpg

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Libro: Igualdad de género en Educación Secundaria

Igualdad de género en Educación Secundaria

  • Autores: Antonia García Luque,  Matilde Peinado Rodríguez
  • Editorial: Octaedro
  • ISBN 978-84-9921-767-3
  • Nro. páginas: 128 pp.

Sinopsis:Investigar, desde la perspectiva de género, la influencia de la ideología y la cultura, así como su proyección social en el siglo XX, en el ámbito educativo español nos ofrece nuevas herramientas de reflexión para entender la pluralidad de caminos recorridos por las mujeres.

Las lagunas en el análisis de la historia del colectivo femenino son aún inmensas en el currículum escolar y, consecuentemente, en la sociedad. Por ello, el objetivo prioritario del presente trabajo es educar en igualdad de género al alumnado de la Educación Secundaria Obligatoria. Para ello ofrecemos al profesorado una propuesta didáctica centrada en el cine de ficción y el documental, por su potencial motivador y conceptual, además de su capacidad para generar análisis y debate en torno a la cultura e ideología de una sociedad determinada. Además estamos convencidas de que es una herramienta útil e idónea para la investigación histórica y el aprendizaje de las ciencias sociales fundamentado en la innovación educativa.

Fuente de la reseña: http://www.octaedro.com/OCTart.asp?libro=13151&id=es&txt=Igualdad%20de%20g%E9nero%20en%20Educaci%F3n%20Secundaria

Fuente de la imagen: http://www.octaedro.com/images/13151.jpg

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Entrevista Argentina Casanova:“El papel que desempeñan los medios no es pasivo ni inocente”

04 Septiembre 2016/Fuente: Rebelión/Autora:Fernanda Sánchez Jaramillo
Argentina Casanova, comunicadora profesional, activista mexicana contra la violencia de género.En esta entrevista que aborda el papel y uso del lenguaje de los medios de comunicación sobre la violencia de género.
Fernanda Sanchez Jaramillo (FSJ): ¿Qué papel cumplen los medios de comunicación en la multiplicación de la violencia contra la mujer? 

-Andreina Casanova (AC)
: Junto a quien comete el feminicidio o la tortura, un medio que le da cobertura – la mayoría de las veces- con un discurso cuyo efecto es sembrar terror en otras mujeres alecciona y multiplica su efecto a través de las redes sociales. Por sí mismo, el “terrorismo sexista” de los medios debe ser visibilizado para ser desmontado. El papel que desempeñan los medios de comunicación no es pasivo ni inocente.-FSJ: ¿Qué elementos se requieren para informar con rigor sobre violencia contra la mujer? 

-AC: Identificar los elementos que criminalizan a las víctimas de la violencia feminicida y evitar hacer uso de estos; además, comprender y asumir que existe responsabilidad social de los medios de comunicación como reproductores de la violencia, pero también entender su rol en la prevención, evitando la reproducción de modelos, estereotipos y figuras sexistas o discriminatorias que naturalizan la violencia contra niñas y mujeres. -FSJ: ¿Qué se debe evitar al reportar sobre violencia contra la mujer? 

-AC: Exhibir los cuerpos desnudos, sus rostros, ofrecer datos personales que faciliten su identificación y de familiares, ya que esto contribuye a la violencia comunitaria. Evitar aportar elementos que contribuyan a la criminalización en la sociedad y, por el contrario, ocultar o minimizar aquellos que permiten comprender los contextos de violencia e identificar las intersecciones de la discriminación. Los medios “ocultan”, por ejemplo, los datos cuando son menores de edad, su situación de discapacidad y violencias previas para evitar que haya una “idenficación o empatía” con la víctima y, en cambio, generan morbo y enjucian con frases como estas: “era puta”, “era bailarina”, era “mala madre”, “era drogadicta”, todo lo que apunta a justificar la violencia y al agresor.

-FSJ: ¿Es “epidémica” la violencia contra la mujer en México? 

-AC: Recientemente la ONU consideró la violencia contra la mujer como una “pandemia mundial”, que afecta a algunos países, entre ellos México. Esto se relaciona con las anquilosadas estructuras de género que contribuyen a la violencia; además de ser, en sí mismas, formas de violencia contra las mujeres pues restringen el pleno desarrollo y la libertad de elegir sobre las vidas y los cuerpos de las mujeres. La ONU estima que 70% de las mujeres sufren violencia en su vida. 

-FSJ: ¿Los medios revictimizan a la mujer, a su familia y a las supervivientes de violencia?

-AC: Sí, por supuesto. En el ensayo Los derechos humanos de las mujeres y la criminalización de las identidades femeninas en las coberturas periodísticasi expongo este proceso de victimización. Cuando las mujeres son víctimas de un hecho de violencia que vulnera su dignidad, lo que tenemos son páginas de periódicos, notas en radio o en televisión en las que entrevistan a familiares o a las mismas víctimas, se replica información en la que sus datos personales son expuestos con la consecuente sobre-victimización y riesgo de discriminación en sus espacio de trabajo y convivencia social. Incluso en casos de víctimas de violencia sexual la información se convierte en un factor detonador de violencia comunitaria y/o escolar. 

-FSJ: En México varios medios de comunicación parecen haberse especializado en la necrofilia, relatan el número de muertes y de muertas, pero… ¿Analizan la violencia machista contra las mujeres? 

-AC: Creo que se ha abordado una cobertura necrofílica, pero no con perspectiva de género. Por eso proponemos una metodología más allá del “uso del lenguaje incluyente” o que evite la criminalización. Proponemos una pauta de análisis que identifique, y elimine, los elementos de la criminalización y la discriminación y la cobertura periodística que contribuyen al terrorismo sexista. El terrorismo sexista de los medios se manifiesta en cinco formas: por un lado, está lo que Rita Segato ha llamado “pedagogía de la crueldad”; una segunda forma es la criminalización de las identidades femeninas; la tercera, la reproducción de los discursos patriarcales de control, especialmente sobre el cuerpo de las mujeres; la cuarta es la propaganda-proclama de los hechos violentos contra el cuerpo de las mujeres y, la quinta, violenta y alecciona. Así las he clasificado para el análisis para “desmontar” estas formas de redacción, edición, estilo y diseño periodístico. 

-FSJ: ¿Qué impacto tiene en una niña o en una adolescente la información que recibe a través de los medios? 

-AC: La propaganda-proclama de la violencia ocurre cuando la cobertura hace apología de los hechos violentos, que se cometen contra el cuerpo de las mujeres, naturalizándolos, e incluso utilizando palabras que las despojan de su identidad y su condición de persona para referirse a ellas como cosas sin vida y sin valor. Un ejemplo son los títulos de noticias como: “Encuentran enmaletada”. Los medios pueden ser reforzadores de estereotipos/roles y las coberturas-enfoque-lenguaje, son distintas formas de una violencia, estableciendo causas-efectos ligadas a conductas femeninas, es decir, plantean lógicas de castigo frente a ciertos actos de las mujeres. Por eso encontramos portadas ilustradas con hechos que relacionan una mujer desnuda tipo playboy y, simultáneamente, la fotografía de una víctima de violación o feminicidio desnuda. El impacto de esos enfoques es el terror en el cual vivimos las mujeres en México en donde hemos aprendido que transgredir tiene consecuencias que se pagan con la vida. 

-FSJ: ¿Pueden los medios contribuir a disminuir la violencia contra la mujer?

-AC: Sí. Creo que el trabajo de análisis, observación, monitoreo y documentación tiene como fin encontrar esos “hilos conductores” que atraviesan estas coberturas y plantear su deconstrucción a partir de nuevas propuestas y ejercicios. Personalmente creo que no se trata solo de incorporar un lenguaje incluyente o evitar la discriminación, ya que la información visual, el lugar que se otorga a las notas, la forma como se aborda, lo que se enuncia y lo que se omite contribuye a la criminalización y al terrorismo en las coberturas periodísticas. 

-FSJ: Finalmente ¿Qué impacto tienen las guías para periodistas que muchas veces permanecen en los escritorios sin ser utilizadas? 

-AC: He mirado muchas guías y creo que cada una tiene sus propios aportes, pero no bastan. Se requiere el compromiso de los propietarios de los medios, la aprobación y aplicación de leyes que sancionen la apología a la violencia y los discursos de odio; además el compromiso del profesional de la comunicación. En México hemos formado redes y alianzas de comunicadoras feministas, periodistas con perspectiva de género.

Fernanda Sánchez Jaramillo periodista colombiana, maestra en relaciones internacionales.

Fuente de la entrevista: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216011
Fuente de la imagen:http://www.rebelion.org/imagenes/0_98.jpg
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