Redacción: Clarissa Neher/BBC
El genocidio de unos 6 millones de judíos realizado por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial es uno de los episodios más sombríos de la historia.
Sin embargo, aún hay personas que lo niegan.
Por eso, el gobierno alemán, desde hace décadas, tiene como prioridad en sus políticas públicas garantizar que la verdad sobre la historia del nazismo no se pierda entre mentiras y rumores diseminados tanto entre adultos como niños.
En Alemania, el Holocausto no se ve como un hecho histórico común.
Y este enfoque se refleja, incluso, en la manera y la frecuencia con que el tema es tratado en el aula.
Cuando tenían 15 años, los alumnos berlineses Willy Hanewald y Franz Kloth tuvieron las primeras clases sobre el Holocausto.
Sus profesores de Historia presentaron el tema en el aula y posteriormente organizaron excursiones a sitios donde en la actualidad se recuerda qué fue lo que pasó.
Willy, que estudia en una escuela pública, fue con su clase al campo de concentración Sachsenhausen, ubicado en las afueras de Berlín.
La escuela privada donde Franz estudiaba organizó un viaje a Auschwitz, en Polonia.
«La excursión fue una experiencia mucho más marcada que el enfoque en el aula», dice Willy, de 17 años.
«Creo que es imposible comprender profundamente la dimensión del Holocaustosin haber estado nunca en un campo de concentración», agrega.
Franz, de 18 años, tuvo la misma impresión que Willy y destacó otra experiencia que lo marcó: una conferencia de un sobreviviente del Holocausto.
«Esas actividades son importantes porque sólo imágenes en blanco y negro no son suficientes para comprender completamente lo que sucedió», subraya.
Los dos jóvenes forman parte del Comité de Alumnos de Berlín que impulsa la implementación de la obligatoriedad de la visita a campos de concentración en el programa escolar con financiamiento del gobierno, que actualmente no sucede.
«Vivimos actualmente un período cultural muy frágil, necesitamos siempre recordar lo que sucedió y cómo sucedió para que nunca vuelva a pasar», dice Franz.
Equivocaciones y falta de información
«La enseñanza sobre el Holocausto recuerda a las personas de los peligros a los que ellas mismas son vulnerables si están expuestas a propaganda intolerante, prejuicios, injusticias, humillación y violencia potencial«, afirma Peter Carrier, coordinador de un proyecto de investigación de la UNESCO sobre el Holocausto en la Educación, promovido por el Instituto alemán Georg Eckert.
Y en las escuelas de Alemania, el enfoque pedagógico sobre este capítulo histórico busca promover una reflexión crítica sobre el pasado y la sociedad, además de tratar de evitar que esos crímenes vuelvan a ocurrir en el futuro.
Actualmente el Holocausto forma parte del programa de estudio en noveno o décimo grado, cuando los alumnos tienen cerca de 15 años.
«La temática del Holocausto y del Nazismo es una parte obligada en el programa de Historia en todos los Estados de Alemania», destaca Detlef Pech, profesor de pedagogía en la Universidad Humboldt de Berlín.
Y es que si bien la política educativa en Alemania corresponde a los gobiernos estatales, la Conferencia de Secretarios de Educación, órgano nacional que hace recomendaciones sobre la enseñanza, comenzó a sugerir en la década de 1960 un enfoque más profundo sobre el Holocausto en el aula.
Los profesores tienen libertad para desarrollar diversas actividades pedagógicas sobre el tema, entre las cuales están las visitas a los campos de concentración.
Sin embargo, esas actividades no son obligatorias y su realización depende exclusivamente de la voluntad y el empeño de los educadores.
Controversia y resistencia
El modelo pedagógico actual es el resultado de un debate público que floreció a finales de la década de 1970 en Alemania Occidental, con la exhibición de la serie estadounidense Holocausto, que retrata la historia del genocidio desde la perspectiva de una familia de judíos alemanes que contó con la participación de Meryl Streep y James Woods.
Además de contribuir al debate sobre el tema en el aula, la serie introdujo el término Holocausto en el país.
Hasta entonces, el episodio era tratado como persecución y muerte de judíos. Esta discusión pública también impulsó cambios en el enfoque pedagógico sobre el tema.
«Fue un proceso que comenzó a finales de la década de 1970 con la adopción de la perspectiva de las víctimas en los libros escolares, pero varió bastante entre los Estados y dependió mucho de los gobiernos que tenían en la época», afirma la historiadora Juliane Wetzel, del Centro para la Investigación Antisemita de la Universidad Tecnológica de Berlín.
Según Peter Carrier, hay dos maneras principales de contextualizar el tema en las escuelas: en el marco de sistemas políticos en un bloque clasificado como «Democracia y Dictadura», como ocurre en Berlín; o en el marco de regímenes políticos históricos llamado «Nacionalsocialismo», como en el Estado de Hessen.
Formación del profesor y desafíos
La transformación en la visión de la enseñanza sobre el Holocausto a lo largo de las últimas décadas reflejó también cambios en la formación de los profesores.
Actualmente, organizaciones de defensa de la memoria e instituciones de enseñanza ofrecen diversos cursos extracurriculares para educadores sobre el abordaje pedagógico del tema.
Sin embargo, a lo largo de este proceso de adopción de esta visión más crítica, no siempre este enfoque fluyó perfectamente.
Wetzel cuenta que en el pasado hubo casos de exageraciones cometidos por profesores, que acabaron enfrentando a alumnos con los horrores del Holocausto, lo que llevó a algunos jóvenes a no querer tocar el tema.
Además de estos percances, esa transformación pedagógica enfrentó, desde el principio, resistencias de conservadores de derecha, que argumentan contra la cultura de memoria alegando que el tema pertenece al pasado y debería ser colocado un punto final en la cuestión.
Actualmente, con el avance de populistas de derecha, que poseen representantes en 14 de las 16 asambleas estatales y también en el Parlamento alemán, ese enfoque fue puesto nuevamente en duda.
En junio, el líder del partido alternativo para Alemania (AfD), Alexander Gauland, minimizó el nazismo.
«Hitler y los nacionalsocialistas no fueron más que una caca de pájaro en mil años de una historia alemana de éxito», dijo.
Otro integrante, Björn Höcke, llegó a llamar al monumento a los judíos de Europa asesinados, situado en Berlín, el «monumento de la vergüenza».
Ante estos intentos de minimizar el pasado, para muchos educadores esa visión de enseñanza se hace más necesaria que nunca.
«El Holocausto es un punto central de la historia de Alemania, en una época en que el país trajo mucha desgracia al mundo. El significado central de este período no debe ser subestimado. Las amenazas de la democracia y lo que ocurre con el fin democrático también son aspectos importantes «, destaca Tobias Funk, director en la Conferencia de Secretarios de Educación.
Carrier, de la Unesco, resalta que la enseñanza sobre el Holocausto es importante para recordar a la gente de los peligros a los que son vulnerables.
La historiadora Wetzel destaca que el conocimiento sobre este pasado es fundamental para el entendimiento de debates y decisiones políticas actuales de Alemania.
La investigadora añade que la comprensión sobre el Holocausto, el nazismo y el asesinato de minorías practicadas en esta época puede ayudar a desarrollar empatía por temas actuales, como la crisis migratoria y los refugiados que vinieron al país.
Noticias falsas
El avance de la extrema derecha y la divulgación de noticias falsas representan, sin embargo, un desafío para los educadores.
«Los profesores necesitan aprender cómo ayudar a los jóvenes a no creer en todo lo que leen en los medios y cuestionar», afirma Carrier.
Para ello, diferentes organizaciones en defensa de la memoria ofrecen excelentes materiales didácticos, muchos disponibles en internet.
Para Wetzel, el enfoque pedagógico sobre el Holocausto es un proceso en constante transformación.
«A cada nueva generación, el enfoque y la transmisión de este tema a los jóvenes debe ser repensado, en la actualidad, es más histórica, pero no debe ser tratada como el Imperio Romano, por ejemplo, la responsabilidad alemana debe dejarse clara, sin embargo, sin sobrecargar los alumnos y sin declararlos culpables», evalúa la investigadora.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-45897950