Entrevista a: Basha Changuerra (Cup) Y Jess González (En Comú Podem): “El racismo es como el agua, toma la forma de allí por donde te mueves”

Por: Meritxell Rigol 

Basha Changuerra, hija de migrante ecuatoguineano, y Jess González, migrada colombiana, son las primeras afrodescendientes que entrarán como diputadas en el Parlament de Catalunya. Allí nos encontramos, a pocos días de tomar posesión de sus escaños por la CUP y En Comú Podem, respectivamente. Desde partidos distintos, y en numerosos aspectos distantes, comparten el propósito de visibilizar el racismo que afecta a todos los ámbitos: de la atención sanitaria a la educación, pasando por las políticas de seguridad y los servicios sociales. Su elección ha despertado felicitaciones y expectativas entre organizaciones del movimiento antiracista y ambas afirman recogerlas con fuerza y responsabilidad. El salto a la política catalana es un paso más en un camino que tienen claro que va más allá de sí mismas.

Que resulte algo excepcional y novedoso que dos mujeres afrodescendientes entren en el Parlament habla de la grandísima infrarrepresentación de personas migrantes y racializadas en las instituciones. ¿Vuestra presencia, per se, transforma ya algo? 

J.G: No, igual que el hecho de que haya mujeres haciendo política no implica que se feminice la política. Las instituciones, que están en este mundo racista, perpetúan el racismo. En los titulares hemos visto estos días “El Parlament con más escaños independentistas”, “El Parlament más escaños de izquierdas” e incluso “El Parlament con más escaños de mujeres”, pero nada sobre la diversidad cultural infrarepresentada. ¡No ha habido ninguna diputada ni diputado gitano tras 600 años aquí! Continuamos sin hacernos la pregunta de quiénes faltan en las instituciones. Nosotras somos hijas de luchas que vienen de hace muchos años. La presencia es un paso. Pero la mera presencia de representantes racializadas no supone una apuesta firme antirracista.

B.C: No, claro que no. La única representación de personas racializadas que ha habido en anteriores legislaturas no ha implicado apostar por el eje antirracista. Hemos visto a Najat [Driouech] de ERC, pero no se ha traducido en una ERC tirando adelante políticas en clave antirracista. Y esta legislatura tenemos a Ignacio Garriga [de Vox], que no es una anomalía.

¿No es una anomalía que una persona afrodescendiente, hijo de migrada, encabece una formación de ultraderecha? 

B.C: Se tiene que entender muy bien el contexto colonial. Cuando me dicen: ¡Es que Ignacio Garriga también es de origen guineano! Yo les digo que no conocen nada de Guinea. No conocen los estragos que hizo el franquismo en Guinea Ecuatorial, la inoculación del pensamiento de derechas y españolista que se hizo en toda una generación de guineanos y guineanas. Y, además, España contribuyó a aniquilar a todas aquellas pensadoras e intelectuales que podían romper con esto. Las mataron, directamente. Y ha quedado lo que ha quedado. Ignacio Garriga es parte de una realidad que existe. Ser una persona no blanca no significa ser antirracista, ni hablar en clave comunitaria ni velar por los intereses de nuestra comunidad, del mismo modo que ser una mujer no implica ser feminista.

J.G: Visibiliza la heterogeneïdad frente a la homogeneidad con la que se nos ve a las migradas y a las marrones, como si todas tuviéramos la misma clase, la misma orientación sexual y el mismo objetivo en la vida. Ignacio Garriga es un hijo sano del sistema y también forma parte de la foto de nuestras comunidades.

Vox superó los 200.000 votos el 14-F, que son más de los que lograsteis tanto en el caso de la CUP como en el de En Comú Podem. La misma noche electoral lanzaron a redes sociales el mensaje “Ya hemos pasado”, burlándose de la consigna antifascista “No pasarán”. Efectivamente, ya han pasado, en unos días estarán dentro de un parlamento más. ¿Y ahora qué? ¿Qué parte de responsabilidad a la hora de articular una respuesta antifascista tienen las instituciones? 

B.C: Mucha. Primero, la responsabilidad de la autocrítica del trabajo no hecho. Ellos han pasado porque no estábamos preparados institucionalmente. Se ha ignorado culturalmente y educacionalmente el franquismo y lo que hemos pasado en tierras catalanas. Y esto ha generado ignorancia durante generaciones, en lugar de mantener la consciencia antifascista arraigada en la población. Esto ha permitido que partidos como Vox, Plataforma per Catalunya o Front Nacional Català puedan ser legales. Este es el primer problema. Han entrado porque no hay un marco legal que suponga un cordón sanitario frente al fascismo. La memoria histórica ha fallado. ¿A partir de aquí? Pues mucho trabajo

J.G: A partir de aquí no hay una única respuesta sobre cómo combatir a la extrema derecha porque no es una cuestión ni de barrios obreros ni de barrios de renta alta, es una cuestión transversal. Hace falta mucho diálogo. Hay casos en los que se les tiene que ignorar pero hay casos en los que hace falta un ataque frontal. No hay una fórmula única pero va en la línea de revisar lo que no hemos hecho, escuchar también a quienes han votado a Vox y hacer un cordón sanitario desde muchos lados.

¿Es el antifascismo la única vía amplia que no dudáis encontrar esta próxima legislatura en Catalunya? 

B.C: Espero que sea una vía amplia, pero espero y deseo que no sea la única. Esta es imprescindible pero la anti-represión tiene que ser también un punto de encuentro importante. ¿Qué estamos viendo estos días? Por cómo están respondiendo los cuerpos policiales, una constatación de que hay un sistema que se protege a sí mismo cuando pones en duda que la actuación policial haya sido proporcionada y correcta. Hay que atacarlo, porque no son unos errores. Llega un punto en el que tienes que poner el cuerpo políticamente para traspasar el límite, claramente insuficiente, en la responsabilidad de gestionar los Mossos d’Esquadra. La directriz política tiene que partir del Govern y llevarse adelante hasta las últimas consecuencias. No hay excusa para no haberlo hecho antes.

J.G: Esto tiene que ver con una reforma del modelo policial de arriba a abajo. Hay que asumirlo con mecanismos de control y que los abusos policiales no sean tratados como casos aislados.

Las identificaciones por perfil étnico son una de las formas de racismo institucional más denunciadas públicamente en los últimos años. ¿Os preocupan? 

Ser una persona no blanca no significa ser antirracista, ni hablar en clave comunitaria ni velar por los intereses de nuestra comunidad

B.C: Tratar con los cuerpos de policía las identificaciones por perfil étnico para mí es una prioridad. Es muy habitual la criminalización. Yo, que soy madre y tía, tengo ganas de poder dejar de decir a mis niños: cuidado con ponerte la capucha, cuando te pare la poli tienes que actuar así… ¡Ya no si te para la poli, cuando te pare la poli! Porque tienen que ser conscientes de que esto les pasará. Hay programas cómo fue el PIPE [Protocolo de Identificación Policial Eficaz], que fue una prueba piloto y allí se quedó. La persona parada tenía que recibir un papel que justificara esa parada y esto ya te da una tranquilidad, porque no queda en el aire.

J.G: También la protección de menores es urgente. Es impresionante que en debates electorales sobre infancia o juventud no salieran los menores extranjeros no acompañados. ¿Entonces dónde salen? ¿Solo salen si delinquen?

Más allá de las actuaciones policiales, ¿consideráis que la perspectiva antirracista está ausente en otros ámbitos de la acción pública? 

J.G: En un momento en el que tenemos que reconstruir a nivel económico y social, se habla de no dejar a nadie atrás, pero a la gente migrada sin papeles siempre se la ha dejado atrás. Pondremos esta perspectiva encima de la mesa. Tocará picar mucha piedra y juntar fuerzas porque esta perspectiva no es central en la agenda política. Algo tan sencillo como garantizar el empadronamiento, como puerta de acceso a derechos básicos, no se ha hecho. Además, a veces vemos que se inmigracionalizan problemas, como el incendio de la nave en Badalona, que lo que fue es un problema de acceso a la vivienda.

B.C: Cuando hubo el incendio de la nave de Badalona, la Generalitat decretó tres días de duelo. De acuerdo. ¿Pero tu contrato de pesca con Senegal cómo va? España es uno de los principales extractores y Catalunya está participando en la negociación de este contrato y de ello se beneficia. Las políticas antirracistas van más allá de la urgencia de cómo acogemos. Cuando hablamos de políticas antirracistas también hablamos de relaciones internacionales con los países del Sur global, de las relaciones de la Generalitat con los países de origen de los flujos migratorios, territorios a los que se desprovee de sus recursos y se propicia que su gente se tenga que ir.

¿Qué otras prioridades os fijáis como diputadas en relación al racismo institucional?

J.G: El antirracismo en la educación. El PRODERAI (Protocolo de prevención, detección e intervención de procesos de radicalización islamista)  pone al profesorado a hacer de policía. Es un protocolo que no ha contado con las comunidades, que son las primeras interesadas en prevenir la radicalización. La obligación de empadronar: no lo podemos dejar al libre albedrío de los municipios. La contratación de gente no blanca: tiene que aumentar porque si no la gente que está educando, que atiende en la sanidad o en servicios sociales y toma decisiones sobre nuestras vidas no tiene otras perspectivas. También está la Dirección General de Infancia y Adolescencia…

B.C: Esta dirección tiene que ser fiscalizada hasta la última fotocopia. Es una institución criminalizadora de la pobreza y de la migración, gestionada de manera opaca y corrupta. Las madres migradas están perseguidas por esta institución y sus tentáculos en los servicios sociales. En cuanto a la educación, los currículos escolares no incorporan la visión para que las criaturas puedan ver el lugar de sus comunidades en la historia de Catalunya y de España. Cuando en las aulas de primaria ves una diversidad que no ves en aulas universitarias, algo pasa. En algún momento nuestros niños se caen del sistema. Es imprescindible un censo racial porque no puedes legislar si no tienes una base de datos. Necesitamos contarnos para saber las afectaciones en ámbitos como sanidad y educación.

J.G: El racismo es como el agua, que va tomando la forma de allí por donde te mueves. De aquí a unos meses podremos explicar cómo funciona el racismo en el hemiciclo o en las comisiones parlamentarias o cosas que nos encontremos en los pasillos. Pero ya lo estamos viviendo.

B.C: Lo que ya nos encontramos son las consecuencias del racismo aplicadas a nuestro ejercicio político. Tú sabes que estás ocupando un espacio que se supone que no te corresponde. Esto te genera inseguridad, sensación del síndrome del impostor, que a las mujeres tanto nos pasa. Pues siendo no blancas ocupando espacios nos pasa aún más. Convertirte en un muermo antirracista genera dinámicas de rechazo, porque saltan fragilidades y privilegios, porque es otro marco mental que te interpela, que te dice que a eso o lo otro le tienes que dar una vuelta. Es una confrontación constante y como dice Jéssica, cuando empecemos a participar en las comisiones todavía lo veremos más.

JG: Además, que a mí no me hayan pegado en un ataque racista en la RENFE no significa que no me afecte. Es un yo colectivo. Yo no he trabajado como empleada del hogar pero es una lucha de mi comunidad.

B.C: La identidad colectiva es la base de nuestra identidad. Y el individualismo occidental juega muy fuerte en contra.

Fuente e imagen: https://ctxt.es/es/20210301/Politica/35243/Meritxell-Rigol-entrevista-Basha-Changuerra-CUP-Jess-Gonzalez-En-Comu-Podem-diputadas-Parlament-Catalunya-racismo.htm

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Feminismo y nacionalismo

Por: Francesc de Carreras

La creencia en una identidad colectiva es el hilo que conecta feminismo y nacionalismo

¿En qué se parecen hoy feminismo y nacionalismo? A primera vista podría decirse que en nada. Sin embargo, si lo pensamos con detenimiento, podemos encontrar ciertas coincidencias. La primera, el carácter crecientemente dogmático y fundamentalista de ambos movimientos al convertirse en ideologías y creencias cerradas que no admiten discusión.

El nacionalismo, por ejemplo el catalán, se fraguó sigilosamente en los tiempos de Pujol con una intolerancia que hoy se hace visible, pero que ya entonces no admitía discrepancia alguna. Si se osaba criticar la política lingüística, aún en aspectos no esenciales, inmediatamente eras tachado de anticatalán y de nacionalista español. No se analizaban tus argumentos, sino se te descalificaba personalmente por atreverte a disentir. Así creaban una espiral de silencio: nadie debía opinar sobre esta cuestión.

Ahora tengo la sensación de que pasa lo mismo con el feminismo. La reacción ante el caso La Manada me lo ha recordado. Es discutible el fallo de la sentencia y también el voto particular. Pero hay que argumentar el disentimiento, no puede desacreditarse la resolución judicial sin haberla leído, entendido y meditado. Sin embargo, en el momento de pronunciar la sentencia, de 300 páginas por cierto, ya estaban montadas las manifestaciones para protestar contra la misma. Sin estudiar las pruebas, los manifestantes ya habían dictado el veredicto. ¿Por qué? Porque se presuponía que era un ataque al feminismo, entendido como una creencia fundamentalista y dogmática.

¿Cuál es el hilo que conecta feminismo y nacionalismo? La creencia en una identidad colectiva, sea el género mujer, sea la nación. En la tradición ilustrada y democrática, el feminismo defendía la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Tardó en triunfar pero al fin lo consiguió. De los ideales de mayo del 68, del que tanto se habla estos días, probablemente el feminismo es el más aceptado transversalmente, aunque falte un buen trecho para que la igualdad sea real. Pero los avances son mayores que en la igualdad entre clases sociales. Ahora bien, del feminismo de la igualdad hemos pasado al feminismo de la identidad: la mujer es igual a las otras mujeres, no a los hombres. Incluso, se dice, la identidad (colectiva) de la mujer se fundamenta en aquello que la diferencia del hombre y, en muchos casos se afirma, precisamente, contra el hombre. Esta deriva, pasar de la igualdad de derechos a la identidad colectiva, es lo que asemeja el feminismo con el nacionalismo. De la Ilustración hemos pasado al Romanticismo, de las ideas a las creencias.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/05/08/opinion/1525797638_469687.html

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Che, comandante, compañero, amigo

Por: Graziella Pogolloti

Para conocer las entrañas de la Tierra, consideró el Che la posibilidad de asomarse al cráter de un volcán. Durante años, me ha atenaceado la necesidad de indagar acerca del trasfondo humano palpitante tras las hazañas del constructor y del combatiente guerrillero. He perseguido el anecdotario conservado en la memoria de sus compañeros y colaboradores, las obras que nos fue dejando, los textos inconclusos, los testimonios personales dejados en crónicas, diarios y en la escasa correspondencia conocida. Puedo configurar una silueta, aun cuando muchos rasgos esenciales se me escapan. Apenas abocetada, esa dimensión humana ha de permanecer, como lava ardiente, en beneficio de la generación actual y de aquellas otras que están por llegar.

En su clásico ensayo sobre el socialismo y el hombre en Cuba, el Che comienza por recordar que los revolucionarios están movidos por profundos sentimientos de amor. Esa pasión lúcida no se dirige a un concepto abstracto de humanidad. Se reconoce en la persona concreta, inmersa en circunstancias históricas determinadas.

En ese contexto específico, hay que sembrar conciencia mediante la palabra, la acción y el sacrificio compartidos, así como por la indispensable superación.

Desde edad temprana, afrontó Ernesto Guevara su lucha personal contra la adversidad. El asma que siempre lo acompañaría lo apartaba de la escuela y del retozo junto a sus coetáneos. Con disciplina y voluntad férreas, con el estudio, con la práctica del deporte y el refinamiento de un artista, fue construyendo su perfil, su sentido de la vida y su destino. Fue médico, pero su experiencia personal y sus lecturas en el campo de las ciencias sociales y las humanidades le enseñaron que no bastaba con curar los males del cuerpo. Entonces, quiso tocar la realidad con las manos.

Se hizo viajero, nunca turista superficial acomodado al bienestar de los hoteles. Apegado a la tierra, con medios rústicos, recorrió la Argentina. Fascinado por el paisaje, en el andar azaroso, allí donde lo atrapaba la noche, descubrió a la gente común.

Comprendió así la necesidad de dar el gran salto hacia la América nuestra. Conoció el vivir de los portuarios de Valparaíso, de los mineros del norte de Chile y en las noches de frío compartió la manta con algún desheredado de la fortuna. Sin abandonar el contacto directo con los de abajo, indaga acerca de las culturas originarias ante la obra deslumbrante de los incas y de los mayas.

Está llegando a Guatemala, punto de partida del giro definitivo de su existencia. Vive desde dentro el proceso que conmovió a la juventud progresista en los 50 del pasado siglo cuando el movimiento popular y el proyecto de reforma agraria fueron aplastados por la intervención imperialista. Se apresta a servir en lo necesario. Ante la metralla de la aviación contra un país inerme, Jacobo Árbenz cede. Durante años, el pequeño país habrá de pagar un alto precio de sangre y sufrimiento. Es allí donde el Che establece su primer vínculo con los cubanos. Había encontrado su destino y su medida de hombre.

Como Martí y Fidel, el Che ejerció un ininterrumpido magisterio. Lo hizo en la lucha guerrillera, desde sus funciones en el Ministerio de Industrias y en el Banco Nacional. En todos los casos, la célula matriz estaba en el fundamento ético, siempre de cara a la verdad para afrontar, con clara conciencia, las más duras realidades y en equilibrado reconocimiento a los éxitos y a los méritos personales. Mantuvo así la cohesión de los combatientes acosados por el hambre, el enemigo y por la naturaleza hostil en la travesía invasora que los condujo de la Sierra Maestra al Escambray.

Para  sobreponerse a la adversidad y proseguir el camino, era indispensable la solidaridad incondicional entre los hombres, la confianza en el jefe y la firme convicción en el propósito común.

Con el triunfo revolucionario no había llegado la hora del reposo. Todo lo contrario. Ante la complejidad de los problemas, los días sin sueños imponían una conducta que compartiera la austera ejemplaridad, la permanente proximidad con la temperatura popular y un enorme desafío intelectual. Para los combatientes de ayer había llegado la hora de estudiar, tanto más cuando muchos técnicos calificados abandonaban el país. Porque vivimos una realidad planetaria cada vez más riesgosa e injusta, sus victimarios no pudieron asesinar al maestro. Al poder de las armas y de las finanzas, se suma ahora la sofisticada manipulación de las mentalidades con el propósito de convertir al ser humano en mercancía al servicio de las demandas del mercado. La batalla decisiva se está librando también en el terreno de la conciencia. Así lo comprendió el Che desde fecha temprana y, desde esa perspectiva, advirtió fisuras en el campo del llamado socialismo real. Contraponía entonces la necesidad de construir, mediante la crítica, la lúcida compenetración con el individuo concreto y el estudio, al sujeto protagonista de la historia. Por eso, política, ética, apego  a la verdad y lúcida comprensión de nuestras propias deficiencias resultaban inseparables.

Para fortalecer el vínculo solidario, el amor se convertía en impulso transformador. En lo más profundo, siempre pudoroso, tocaba la cuerda de la ternura, reconocible en los textos que escribió y en los fragmentos del epistolario que han pasado al dominio público. Tenemos que fijar la mirada en su semblanza del Patojo –el guerrillero guatemalteco–, del Vaquerito, anónimo y arrojado combatiente cubano y en el desgarrador relato del sacrificio del cachorro en los días de la Sierra Maestra.

En las efemérides y en la vida cotidiana, rindamos culto merecido al héroe. Profundicemos en el estudio de su pensamiento. Guardemos, en lo más profundo del corazón, al decir del cantor popular, «tu querida presencia, Comandante Che Guevara».  (Tomado de Juventud Rebelde)

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-10-08/che-comandante-companero-amigo-08-10-2017-20-10-59

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Un año antes de morir Zygmunt Bauman advirtio sobre la «Trampa» de la Redes Sociales.

Por: RT. 15/01/2017

El sociólogo polaco recientemente fallecido analizó el rol que cumplen las redes sociales en la formación de la identidad y relaciones interpersonales actuales.

Este lunes 9 de enero falleció en Leeds (Reino Unido) el sociólogo polaco Zygmunt Bauman. Había nacido el 19 de noviembre de 1925 en la ciudad de Poznan. Tenía 91 años.

De joven tuvo que escapar de su Polonia natal ante los avances del Ejército alemán de Adolf Hitler. Se refugió en la Unión Soviética para luego regresar a Polonia al finales de la Segunda Guerra Mundial, en la cual combatió para los aliados en las batallas de Kolberg y Berlín.

En 1968 debió exiliarse de su país tras ser expulsado del Partido Comunista. Tras pasar algunos años enseñando en Israel, EE.UU. y Canadá, se estableció definitivamente en el Reino Unido.

Las redes sociales como “zona de confort”

Exactamente un año antes de morir, el 9 de enero de 2016, Bauman brindó una entrevista al diario español ‘El País’ donde, aun su avanzada edad, brindó un análisis profundo de la sociedad actual. A partir del análisis del movimiento de los indignados, el periodista Ricardo De Querol le preguntó por el rol de las redes sociales en las nuevas formas de protesta. Además le consultó sobre si tienen un carácter “revolucionario” o si, por el contrario, son el nuevo “opio de los pueblos”.

Bauman no dudó en asegurar que las redes sociales esconden “una trampa”. “La cuestión de la identidad ha sido transformada de algo que viene dado a una tarea” donde “tienes que crear tu propia comunidad”, explicó. Pero desde su perspectiva “no se crea una comunidad, la tienes o no”, mientras que “lo que las redes sociales pueden crear es un sustituto”.

El reconocido sociólogo describió el hecho de que en Facebook, Twitter o cualquier plataforma similar “puedes añadir amigos y puedes borrarlos, controlas a la gente con la que te relacionas”. Si bien eso puede hacer sentir “un poco mejor porque la soledad es la gran amenaza en estos tiempos de individualización”, lo que termina sucediendo es que te relacionas sin necesidad de poseer “habilidades sociales”. A su juicio, estas solo se pueden desarrollar “cuando estás en la calle, o vas a tu centro de trabajo y te encuentras con gente con la que tienes que tener una interacción razonable”.

“Las redes sociales no enseñan a dialogar porque es muy fácil evitar la controversia”, analizó Bauman. De esta forma, muchas personas las utilizan “para encerrarse” en “zonas de confort, donde el único sonido que oyen es el eco de su voz, donde lo único que ven son los reflejos de su propia cara”. “Las redes son muy útiles, dan servicios muy placenteros, pero son una trampa”, concluyó.

En otra entrevista, Bauman profundizó esta mirada y afirmó que “las redes sociales son el terreno de una forma de vigilancia voluntaria, hecha en casa, preferible a las agencias especializadas en las que operan profesionales del espionaje”.

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/228198-ano-morir-zygmunt-bauman-advirtio-trampa-redes-sociales

Fotografía: actualidad.rt

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Juventud, cultura y universidad

Por: Pedro Rivera Ramos

Décadas hace que gran parte de la juventud panameña y dentro de ella, la universitaria, viene manifestando cambios cualitativos y sensitivos, no solo en aspectos que habitualmente no suelen despertar tanta preocupación social, como modas, música y gustos estéticos; sino en valores y ética, en identificación de la cultura emancipadora, en su rendición al consumo casi patológico, en una pérdida gradual del sentido e importancia de la colectividad y en una apatía peligrosa hacia el desarrollo del pensamiento crítico o el cuestionamiento otrora, hasta irreverente.

Es muy común entre nuestros jóvenes, el desdeño y desconocimiento sobre hechos y personajes históricos que han marcado indeleblemente la vida nacional; sin embargo, pueden delirar durante horas sobre las hazañas deportivas de un jugador desechable del momento o del último chisme de la farándula criolla o extranjera.

Lo que aquí acontece no es exclusivo de nuestra juventud. Esos rasgos pueden ser observados con facilidad en muchas otras latitudes. Factores internos y externos, junto a un formidable mecanismo mediático soportado básicamente en una cultura de la imagen, así lo han configurado y decidido. Hoy, lamentablemente para nuestros jóvenes estudiantes, todo lo que no sea estrictamente curricular, carece casi por completo de significado e importancia. Igual suerte viene padeciendo la adquisición del conocimiento en su carácter crítico y desmitificador, así como la valoración social de la utilidad de la educación superior.

Eso explica, en gran medida, la apatía e indiferencia que muestra gran parte de nuestro estudiantado hacia actividades extracurriculares, con independencia de la calidad o el buen gusto que pueda exhibir la obra cultural. El estudio y su finalización solo adquieren legitimización social, cuando garantiza la inserción inmediata al mercado del trabajo y los réditos generados pasan a ser exclusivamente para beneficio y disfrute personales.

Ahora solo se estudia pensando esencialmente en el símbolo de la instrucción y los beneficios mercantiles; renunciando así, a todo lo que pueda servir para revelar las grandes potencialidades que en el ámbito cultural, espiritual y humano, se encuentran en nuestra especie. Atrás han quedado las preocupaciones sociales legítimas de antaño, el romanticismo inserto en utopías humanas, la identificación plena con proyectos nacionales de emancipación y soberanía. El mundo de la frivolidad, el hedonismo, el utilitarismo y la insolidaridad, se han apoderado de las almas y corazones de vastos sectores de nuestra juventud y conspiran desde hace ya mucho tiempo, contra una educación más ética, comprometida y liberadora; que en el caso de la universitaria, debe estar encaminada hacia la creación, de un sujeto transformador desde una perspectiva social y humanística.

Al mundo que de veras existe y que indudablemente debe ser transformado, le urge que los jóvenes, y principalmente los estudiantes, adquieran consciencia de la extraordinaria responsabilidad que tienen por delante. Sin pretenderlo, les ha correspondido vivir en un país y en un planeta donde se incrementa la riqueza tan rápido como crecen las desigualdades e injusticias. Mucho pueden aportar si deciden luchar contra los contrastes inaceptables o las inequidades intolerables de nuestra vida cotidiana.

Para comenzar, nuestra juventud, y especialmente la estudiosa, debe ser capaz de revestir sus argumentos de toda la dimensión crítica posible; respetando otredades y pluralidades culturales, defendiendo con tenacidad sus ideales y principios y renunciando siempre, a la seducción del pernicioso conformismo o de la desmovilización ideológica.

No hay duda alguna de que la Universidad de Panamá es una institución compleja que tiene la misión y el compromiso de desempeñar roles muy diversos en nuestra sociedad. Debe formar profesionales suficientemente competentes, que sean capaces de intervenir con éxito en la solución de los grandes problemas que apremian a nuestro país. Pero es al mismo tiempo un pilar fundamental de nuestra identidad como Nación y su principal centro de producción intelectual y científico. Es aquí donde florece la cultura nacional y donde mejor interaccionan la academia con las necesidades y urgencias de las comunidades.

Por tanto, la Universidad no está ni puede estar confinada exclusivamente a dispensar enseñanza, como muchos a veces quisieran que fuera su única ocupación. Ella está obligada a penetrar con independencia en los contextos sociales existentes y a pronunciarse con responsabilidad ante los problemas políticos, económicos, sociales y éticos de la Nación. Ese rol histórico al que nunca debe renunciar, debe ser transmitido sin cortapisas a todos los jóvenes que se agitan en sus aulas en busca del saber.

Por eso toca a la Universidad de Panamá, en su condición de principal centro de estudios y cultura de la Nación, identificar, reconocer y actuar sobre estas manifestaciones de escepticismo, desmovilización e inercia que, con tanta frecuencia, solemos encontrar entre la inmensa mayoría de nuestro estudiantado. Es preciso que este gigantesco trabajo, que sin dudas debe emprenderse desde el terreno cultural y con la urgencia que las realidades exigen, tenga al aula de clases como el espacio más sustantivo donde estas conductas inicien su transformación más radical. Para ello se requiere cuanto antes el desarrollo de los instrumentos pedagógicos apropiados, la creación de las estructuras pertinentes y la generación de las instancias culturales necesarias, con el fin de abordar con la contundencia debida esta tarea de primer orden.

No obstante, este escenario que parece sumamente sombrío y desalentador, contiene, es justo reconocerlo también, a un sector minoritario de estudiantes universitarios que, por distintas razones, se ha rehusado a ser asimilados totalmente por la propaganda de la superficialidad, la inmediatez y la banalidad. En su lugar ha optado por cultivar sensibilidades sociales; estremecerse y actuar ante las injusticias y las desigualdades; preocuparse por las consecuencias perjudiciales del cambio climático; identificarse con procesos de renovación política y contra la guerra; desarrollar sus inclinaciones artísticas y literarias. Por eso que resaltar una visibilización mayor de sus talentos, como ejemplos a imitar por otros jóvenes, ha de ser una prioridad impostergable, si queremos realmente contribuir a transformar cualitativamente a nuestra juventud.

De modo que es imprescindible que se mejore y fortalezca la formación del estudiante desde una perspectiva humanista, solidaria y asentada en los más grandes valores universales. Como también es crucial que se renuncie, entre otras cosas, a cualquier forma abierta o disfrazada de cooptación de dirigentes o intervención o tutelaje de las organizaciones políticas estudiantiles. Es evidente que tal proceder, en cierta manera, ha contribuido a acelerar el colapso de las mismas y a la desprotección peligrosa de la propia Nación, al privarla de su sector social que en el pasado reciente de nuestra historia, ha sido el más consecuente y aguerrido a la hora de encabezar la defensa de los grandes intereses nacionales.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/juventud-cultura-universidad/23965987

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Principios Fundamentales del Núcleo de Investigación Gestión Educativa Local (NIGEL)

Por Mildred Heredia*

Resumen

Este ensayo es un intento por ir construyendo la ruta cognitiva, que nos ha ido definiendo como grupo de investigación consolidado. Para ello nos hemos planteado la hermenéutica de la investigación común, como la metódica que construimos desde las experiencias. De aquí que los principios fundamentales de Nigel sean la voluntad de aprender que la describimos con tres palabras, tendencia-determinación-acción, o con tres interrogantes ¿Qué? ¿Cómo? ¿Para qué? del aprendizaje, el aprendizaje significativo crítico que apunta a la creación de unas prácticas de aprendizaje común, que nos permiten ir construyendo los sentidos y significados del colectivo de investigación, la investigación colectiva y el diálogo que nos permite compartir con los otros lo que estamos pensando en torno a una temática de investigación. Estas acciones desarrolladas se mantienen como una constante dentro del colectivo. A través de los cuales se ha venido desplegando una praxis, un discurso sobre qué somos y cómo nos identificamos dentro de la comunidad ubevista. El Núcleo de investigación “Gestión Educativa Local” (Nigel) es un espacio de investigación, formación y autoformación permanente para los docentes, estudiantes y comunidades donde hacemos vida. Es un proceso de educabilidad, es aprender a ser libre, creativos, innovadores para la transformación de nuestra realidad, es crear conocimiento con conciencia. Esta reflexión tiene como propósito dar cuenta del quehacer del núcleo, y en qué nos basamos para nuestro desarrollo. Esto nos ha permitido ir tejiendo un discurso común, una subjetividad compartida, acciones reciprocas en torno a la investigación y la construcción del conocimiento colectivo. Es reconocernos como seres de conocimiento, que a través del diálogo horizontal reflexivo, crítico y argumentado, se produce un aprendizaje.

Descriptores: voluntad de aprender, aprendizaje significativo, investigación colectiva, diálogo.

Introducción

La praxis pedagógica del núcleo de investigación “Gestión Educativa local” es uno de los propósitos que nos hemos planteado los participantes de esta comunidad de aprendizaje, la cual consiste en poner por escrito nuestra praxis en la docencia-investigación-integración socio comunitaria, partiendo de las experiencias desarrolladas por el grupo de investigación. En este sentido asumimos esta tarea de reflexionar y argumentar lo que consideramos las características fundamentales del trabajo que estamos desarrollando: la voluntad de aprender, aprendizaje significativo crítico, la investigación colectiva, el diálogo como la base de nuestra praxis, la cual apunta hacia la construcción de conocimiento desde nuestro contexto y no la trasmisión del mismo. Nos planteamos el conocimiento como un medio de liberación del ser humano y no de dominación, ni de relaciones de poder como se ha venido implementando hasta ahora. Estas características están enrumbadas a la interacción sujeto-sujeto de investigación, de aprendizaje, diálogo, y conocimiento colectivo.

Praxis pedagógicas del Nigel

La praxis pedagógicas del núcleo de investigación en “Gestión Educativa Local” (Nigel), está basada en la experiencias que se vienen desarrollando en la docencia, la investigación y la integración socio comunitaria. Entendiendo que el proceso de acción-reflexión–acción es fundamental para la resignificación de nuestra praxis. Entre los principios fundamentales de este proceso podemos mencionar; la voluntad de aprender, aprendizaje significativo crítico, la investigación en colectivo, el diálogo; lo cual es una interacción tal como se señala en el siguiente esquema.

La voluntad de aprender es la capacidad que tiene el ser humano para decidir en libertad que desea aprender y que no, en el Nigel nos hemos planteado la importancia de que los procesos de aprendizaje sean gratificantes tanto para el responsable del proceso como para los participantes del mismo. Es el establecimiento de una relación sujetos–sujeto de aprendizaje centrado en la persona como fuente de conocimiento y constructor del mismo. En este proceso se realiza el acompañamiento, pero el aprendizaje es autónomo, de formación y autoformación. La voluntad de aprender la podríamos describir con tres palabras, tendencia-determinación-acción, o con tres interrogantes ¿Qué? ¿Cómo? ¿Para qué? del aprendizaje.

En cuanto al aprendizaje significativo crítico nos lo planteamos como un elemento fundamental del proceso de aprendizaje como praxis del núcleo. El aprendizaje significativo como lo proyecta Romero debe ser:

Un comportamiento de responsabilidad pública, que desde nuestro punto de vista, se ancla en un aprendizaje socio cultural, orientado a fortalecer el saber cómo conocimiento e intercambio de información que el ser humano realiza, además del saber hacer, como comportamiento, habilidades y destrezas, afirmándose en el ser social, mediante reforzamientos en las estructuras mentales y en sus compromisos sociales con actitudes y valores adquiridos responsablemente mediante el aprendizaje reciproco y común, y el desarrollo social, personal, afectivo y profesional del aprender haciendo1.

Este aprender haciendo apunta a la creación de unas prácticas de aprendizaje común, que nos permiten ir construyendo los sentidos y significados del colectivo de investigación. Estos procesos dialógicos nos conduce a la conformación de múltiples perspectivas en cuanto a los enfoques de investigación, los procesos de aprendizaje significativo crítico2, el cual tiene una visión antropológica de la educación, donde los elementos socioculturales son fundamentales para el proceso de aprendizaje. Lo cual como colectivo nos ha permitido ir construyendo una metódica3 de trabajo común, donde los encuentros de aprendizaje se realizan con la participación de varios docentes, donde los foros, los grupos de discusión, conferencias, conversatorios, asambleas cognitivas forman parte de la cotidianidad del grupo de investigación, en los diferentes escenarios donde particípanos en la universidad, en la comunidad, en las instituciones, se ha ido tejiendo los principios y valores que identifican al Nigel.

La investigación colectiva es otra de las características de la praxis pedagógica que estamos implementando, entendiendo la investigación como el eje central de la docencia y la integración socio comunitaria. Tal como lo plantea Figuera: “Los sujetos en un  colectivo piensan, enuncian y significan con toda la comunidad de autores4.” En nuestro caso hablamos de colectivos de investigación que van adquiriendo autonomía, porque son sujetos de aprendizaje que construye su praxis a través de las experiencias investigativas. La investigación colectiva en América Latina tiene sus orígenes en los proyectos de acción comunitaria y en la educación de adultos, entre sus principales representantes tenemos a Luis Antonio Bigott5 “maestro agitador, investigador venezolano”, Orlando Fals Borda6 investigador Colombiano. Estos dos investigadores estaban convencidos de que la investigación colectiva es una de las vías para la trasformación social.

Para Bigott la metódica de investigación nace de la realidad, al respecto señala:

Esa metódica, a su vez traduce en actividad los planteamientos que implican una concepción del hombre y de la historia; en consecuencia trae consigo una teoría de la acción. El militante de esta concepción necesita tener una conciencia abierta y sensible y una conciencia libre y dinámica; en él predomina el desarrollo del sentido crítico, la comunicación alternativa dialógica, la desmitificación de los medios masivos, la organización popular, el reconocimiento de la capacidad del pueblo para generar conocimientos, la horizontalidad, la igualdad, la modestia y la coherencia con el proceso transformador7.

Esta metódica nos plantea los principios éticos de la investigación colectiva como un proceso de reciprocidad donde se reconoce el conocimiento, la sabiduría del otro donde el contexto histórico es una categoría central para la investigación colectiva. Por su parte Fals Borda hace énfasis en la construcción de una ciencia propia, donde la experiencia y la participación son fundamentales, esta ciencia propia (comprometida-subversión-cambios social)8. Estos dos pensadores de la investigación colectiva, Bigott desde la investigación militante, y Fals Borda desde la IAP, hicieron de la investigación una herramienta de lo político, para la construcción de pensamiento y un conocimiento autónomo que dan cuenta de la realidad a partir del territorio y la cultura, como elementos centrales de la investigación.

Desde este enfoque tal como lo señala Alvarado:

La investigación, más que escuela de pensamiento, es un pensamiento en acción, de acción colectiva, sustentado por las características particulares y las relaciones de los participantes de esta. Así, la diversidad de pensamientos o heterogeneidad de cada miembro del colectivo se constituye en el fundamento de la construcción del tejido que da la identidad colectiva9.

En cuanto a la construcción ontológica, epistemológica, metodológica como en los principios y valores de la ética de la investigación del colectivo, creemos y trabajamos con la construcción colectiva del conocimiento a través de la investigación con los otros, para la trasformación del pensamiento nuestro y de los otros con respecto, reciprocidad y libertad de pensamiento y autonomía de creatividad, innovación. Es romper con la cultura de la reproducción de conocimiento descontextualizado de nuestras realidades.

La investigación colectiva apunta hacia una praxis de la investigación, de interacción entre los sujetos protagónicos de la investigación ¿Qué somos? un nosotros, con muestras particularices, en un proceso de desarrollo permanente, de formación y autoformación, lo cual requiere una constante reflexión sobre que somos, lo que hacemos, los sueños, las dificultades, y las posibilidades de superarlas tanto a nivel individual como colectivo.

Por eso destacamos la voluntad de aprender como una de las características fundamental para la investigación colectiva. Es romper con la visión individualista, homogénea, por una visión colectiva, plural, diversa, crítica, reflexiva, propositiva, creadora, innovadora, es a atrevernos a pensar y cuestionar lo que hacemos en la docencia, investigación e integración socio comunitaria. Es la construcción del tejido común de la investigación, el cual esta plasmado en el programa de investigación10 al cual tribunas el área de académica y las líneas de investigación del colectivo las cuales están articuladas con el proyecto país.

En cuanto al diálogo como otro de los principios fundamentales del Nigel para el trabajo colaborativo contributivo, ¿Cómo nos comunicamos? ¿Cómo nos atrevemos a escucharnos? Es un reto constante para el grupo de investigación donde la comunicación la entendemos más allá de trasmitir una información, es participar en común, poner en relación, compartir con los otros lo que estamos pensando en torno a una temática de investigación. Es generar una ruptura tal como lo plantea Gerstlé con:

La concepción epistemológica, todavía dominante, concibe la comunicación como producción y trasmisión de conocimiento sobre el entorno; se trata de la comunicación–representación. La concepción praxeológica, por el contrario, la considera como la construcción de un mundo común por la acción reciproca que hace concebible el espacio público11.

En este sentido, la comunicación reciproca hace del diálogo, ese espacio de discusión, argumentación, tomar posturas, enfoques para la construcción del aprendizaje significativo crítico y el conocimiento colectivo. El cual se expresa a través del tejido de aportes cognoscitivos en el contexto de una lógica de sentido y significados en el diálogo intersubjetivos que produce (percepción-pensamiento-acción) basadas en las diversidad de posiciones y miradas que se entrecruzan que pueden ser contradicciones, opuestas, complementaria en el intercambio hermenéutico de la investigación en común.

La hermenéutica de la investigación en común tal como lo sostiene Vattimo es “un evento dialógico en el cual los interlocutores se ponen en juego por igual y del cual salen modificados; se comprenden en la medida en que son comprendido12”. De aquí de la importancia de escuchar con atención, expresarnos de manera adecuada para la construcción del discurso común del grupo de investigación.

En este sentido hacemos referencia al educador-investigador-agitador13 que plantea Bigott que comprende la realidad, para la construcción de otras formas, modos, ¿Cuáles? hay que construirlos, ¿Con quiénes? nosotros mismos, pensando, saber, mirando, escuchando, sintiendo, existiendo, para la libertad de pensamiento, la creatividad, la construcción de nuestros referentes que den cuenta de lo que vivimos, hacemos, sentimos, es por ello que nos planteamos el Nigel como un espacio de formación y autoeducación no de instrucción, de cumplir tareas. El reto está en seguir construyendo con alguien, sin imponer a nadie, seguir aprendiendo con los otros sin desconocer sus conocimientos.

Reflexiones finales

El colectivo de investigación Nigel como grupo consolidado de investigación en los cinco de años de investigación, nos identificamos como un espacio para la construcción de investigación colectiva, espacios de aprendizajes significativos crítico, dialógico. Desde mi opinión particular es un espacio para soñar y hacer la universidad revolucionaria, de subversión del conocimiento. Somos una alternativa de creación, unos modos, formas de hacer la investigación- docencia-integración socio comunitaria. En el colectivo Nigel no tenemos una organización jerárquica, pero creemos en el compromiso, la participación protagónica de cada uno de las personas que formamos parte del grupo de investigación.

Estos principios fundamentales han surgido de las experiencias vividas en los procesos de investigación y de acompañamientos pedagógicos desarrolladas. Los cuales apuntan a hacer de la investigación un proceso placentero, de descubrimiento y creatividad. En donde el investigador como sujeto de aprendizaje resignifica su praxis a partir de la realidad, forma, autoforma y transforma su modo de pensar porque está en una relación dialógica entre la teoría y la praxis, somos militante de la investigación del conocimiento común.

Referencias Bibliográficas

Alvarado, Luis (2008). Investigación Colectiva: Aproximaciones Teórico-Metodológicas. Brasil: Estudio Pedagógicos XXXIV, Nº 1: 157-172. P. 163. Disponible: Consultada 25 de marzo de 2016.

Bigott, Luis (2011). Redes socioculturales investigación y participación comunitaria. Caracas: CIM/OPSU.

Bigott, Luis (2011). ¿Qué es un educador intercultural? 4 Foro del Futuro Tema: Didáctica Critica. Educación para la emancipación y la liberación. Caracas: Ipasme.

Figuera, Edgar (2012). Epistemología e Investigación Cualitativa Antropología Estructural de las Prácticas Sociales. Mimeografiado Caracas: UBV.

Gerstlé, Jacques (2005). La comunicación política. Santiago de Chile: LOM.

Moreira Marco (2005). Aprendizaje significativo crítico. Lisboa: Indivisa, Bol Estud. Investigación, Nº 6, pp 83-101. Disponible. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1340902. Consultada 25 de marzo de 2016.

Romero, Lenin (2014) El aprendizaje solidario y el diseño de proyectos comunitarios. Caracas: Universidad Bolivariana de Venezuela. Cuadernillo: Los Núcleos Académicos de investigación de Investigación. Origen y aportes. Caracas: Imprenta UBV.

Vattimo, Gianni (1991). La ética de la interpretación. España: Paidós.

1 Romero, Lenin (2014). El aprendizaje solidario y el diseño de proyectos comunitarios. Caracas: Universidad Bolivariana de Venezuela. Los Núcleos Académicos de investigación de Investigación. Origen y aportes. Caracas: Imprenta UBV. p. 17.
2 Aprendizaje crítico “es aquella perspectiva que permite al sujeto formar parte de su cultura y al mismo tiempo estar fuera de ella se trata de una perspectiva antropológica en relación a las actividades de su grupo social que permite al individuo participar de tales actividades, pero al mismo tiempo, reconocer cuando la realidad se está alejando tanto que ya no se está captando por parte del grupo”. Moreira Marco (2005). Aprendizaje significativo crítico. Lisboa: Indivisa, Bol Estud. Invest, N° 6, pp 83-101. pp, 87, 88. Disponible https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1340902. Consultada 25 de marzo de 2016.
3 La metódica nos permite la posibilidad de utilizar distintos  método para organizar nuestro proceder de investigación el contexto y los según los sujetos de investigación.
4 Figuera, Edgar (2012). Epistemología e Investigación Cualitativa Antropología Estructural de las Prácticas Sociales. Mimeografiado Caracas: UBV
5 Nunca he creído en la investigación académica cuyo paradigma teórico es el alto nivel de “objetividad” y “neutralidad”. Luis Antonio Bigott.
6 Sustituir las definiciones discriminatorias entre lo académico y lo popular y entre lo científico y lo político. Orlando Fals Borda.
7 Bigott, Luis (2011). Redes Socioculturales Investigación y Participación Comunitaria. Caracas: CIM/OPSU. p. 32.
8 Fals Borda, Orlando (2013). Socialismo raizal y el ordenamiento territorial. Colombia: Desde abajo. p. 8.
9 Alvarado, Luis (2008). Investigación Colectiva: Aproximaciones Teórico-Metodológicas. Brasil: Estudio Pedagógicos XXXIV, Nº 1: 157-172. p. 163. Disponible: http://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052008000100009. Consultada 25 de marzo de 2016.
10 Programa de Investigación es una “plataforma de trabajo colectivo que permite construir un proceso de formación humana, académica y política en el contexto de la contracultura que emerge institucionalizada en la UBV como “crítica radical”. Tiene el propósito de generar procesos reflexivos a partir de la experiencia de la investigación colectiva participativa”. Figuera, Edgar (2016). Programa de Investigación. Saber –hacer contar la modernidad/colonialidad desde la UBV: Los desafíos históricos del CESYC–NIGEL. Mimeografiado Caracas. Pp. 15-16.
11 Gerstlé, Jacques (2005). La comunicación política. Santiago de Chile: LOM. p. 42.
12 Vattimo, Gianni (1991). La ética de la interpretación. España: Paidós. Pp. 61-62.
13 Bigott, Luis (2011). ¿Qué es un educador intercultural? 4 Foro del Futuro Tema: Didáctica Critica. Educación para la emancipación y la liberación. Caracas: Ipasme. p. 211.
Articulo enviado por su autora a la redacción de OVE
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