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Libro: Deshacer el género de Judith Butler

Link de descarga: http://www.caladona.org/grups/uploads/2014/02/butler-judith-deshacer-el-genero-2004-ed-paidos-2006.pdf
Fuente de la reseña: http://www.lecturalia.com/libro/41343/deshacer-el-genero
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Danza, identidad y guerra

Por: Rebelión/Amyra El Khalili

La milenaria historia beduina-palestina de la danza por el agua en misión de paz.

¡Yo solamente podría creer en un Dios que supiera danzar! (Nietzsche)

Raks el Chark fue popularmente denominada en Brasil como “danza del vientre” por consecuencia de los movimientos de dobladura de la moneda en el abdomen, imagen que ha impresionado a los latinoamericanos y los estadounidenses. En inglés, “belly dance” (danza del vientre), y por los franceses, con mucho más distinción, como “bella danza” (belle danse). La “danza del este”, o “danza oriental”, traducción del árabe para el portugués se ha desarrollado en Brasil de forma muy distinta de las auténticas técnicas orientales, mezclando samba, bolero, ballet y aun lambada, sin la necesaria base técnica. Algunas danzarinas, mal-orientadas, llegaron a confundir músicas folclóricas y religiosas con músicas de danza. Para los eufóricos laicos ¡todo es lindo!

Son necesarios unos quince años para formar una danzarina profesional en el Medio Oriente. Es una danza milenaria, registrada alrededor de 5.000 a.C., desde el reino de la antigua Mesopotamia. Tiene alrededor de 3.000 movimientos posibles de ser ejecutados por el cuerpo femenino. Su base histórica tiene origen en las danzas beduinas, en rituales a los ecosistemas habitados por los pueblos nómades. Esa historia empieza alrededor de 11.000 a.C., en Jericó-Palestina, cuando las beduinas pasaron a desarrollar la cultura agro-pastoril y la fijación del ser humano en el campo.

Ellas observaban con atención a los reptiles –yacarés y cocodrilos- pues siempre que subían en cardumen el río Jordán (y en otras regiones, el Nilo, el Tigre y el Éufrates), traían las lluvias que, por su vez, dejaban humus en las orillas de los ríos. Observando que en esas orillas crecía el trigo, pasaron a manejarlo, sembrándolo en otras áreas, juntando el humus como abono.

Fue así que las beduinas, con sus compañeros empezaron a desarrollar la agricultura. Esos reptiles pasaron a ser considerados dioses, una vez que traían el mensaje de cuando podrían realizar el manejo del trigo en función de la crecida de los ríos. En ese periodo también desarrollaron el almacenamiento del cereal por largos periodos de sequía; posteriormente el Occidente adoptó este sistema. Los graneleros, hay también conocidos como silos, representaron la solución para la preocupación conceptuada como “seguridad alimentaria”.

La fertilidad de Gaya – Madre Tierra

¿Serían los siete años de vacas gordas y flacas una preocupación de nuestros ancestrales con la seguridad alimentaria?

Las beduinas podían, a partir del almacenamiento del trigo proporcionada por el período de siembra y cosecha, realizar la planificación familiar. Así, en ese período optaban por el embarazo, pues había la garantía del alimento necesario por los cinco primeros años de vida de sus niños. Esta decisión, la de tener hijos, de orden exclusivamente femenina, era compartida por el compañero en todo ritual de siembra, plantación y cosecha. La planificación familiar estaba íntimamente ligada a los ciclos hidrológicos. Agua, el bien sagrado que fertiliza la tierra permite que las mujeres decidan sobre su fertilidad, dándoles la opción de tener cuántos hijos la tierra pudiese alimentar. Agua !el semen de Alá!

Las beduinas, agradecidas, danzaban a las orillas de los ríos de aguas dulces mientras realizaban la siembra y la cosecha del trigo y cantaban para los dioses. La prosperidad de la tribu era determinada por los ciclos hidrológicos, así como el equilibrio entre riquezas naturales y seres humanos. ¿Qué ocurrió desde entonces con la humanidad?

Las mujeres perdieron su relación íntima con los ciclos hidrológicos y, consecuentemente, entre tantos otros factores (guerras, enfermedades, empoderamento patriarcal), sucedió lo inevitable: desequilibrio entre riquezas naturales y seres humanos. Hoy día, hay recursos naturales de menos e demasiada gente.

Las danzas beduinas aplicadas en el taller “Danza por el agua en misión de PAZ” tienen por objeto rescatar la memoria ancestral que todas las mujeres poseen de sus relaciones con el ciclo hidrológico y menstrual por medio de los movimientos ejecutados por las beduinas cuando agradecían a los dioses el regalo que les enviaban de buenos vientos, buenas aguas y buenas cosechas.

Estas mujeres construyeron mundos riquísimos como el de los faraones, la matemática, la agricultura, la astrología, la medicina, la economía, en fin, los valores culturales, políticos y sociales que son los pilares del Occidente, al lado dos sus compañeros, peregrinando por el mundo árabe, en África, Leste Europeo y Asia

La verdadera esencia de esta danza también navega por otros mares. Es, especialmente, para la mujer madura, aquella que vivió todas las alegrías y frustraciones del amor, transformando sus experiencias de vida afectiva en movimientos. Movimientos que sólo son posibles con la explosión de sentimientos honestos y sinceros. Sentimientos plenamente cantados e visibles a los ojos del pueblo de nuestro origen: el árabe.

Son necesarios muchos años de audición para captar las constantes alteraciones rítmicas de las músicas orientales, apurado sentido del significado de lo que se está danzando y una buena dosis de conocimiento de lo que representan los sufrimientos de las guerras y los prejuicios en la vida del pueblo árabe.

Esencialmente femeninas, esas danzas pueden ser acompañadas por hombres, con movimientos masculinos, destacándose el tórax, los hombros y los brazos. La danzarina debe ser soberana, elegante, mantener postura antes, durante y después de la presentación. Tener simpatía, charme y, principalmente, mucha humildad.

Cuánto más versada la danzarina, mayor es su éxito. La cultura árabe respeta a la mujer madura, la exalta y admira. No discrimina a la mujer mayor. Prefiere la más gordita, del tipo sabrosa, pícara y vanidosa. En casas nocturnas, restaurantes y fiestas árabes es común que los hombres inviten las mujeres a danzar. Es el desafío en provocar la sensualidad de la mujer. Una forma árabe de flirteo, una vez que las costumbres y valores morales de la cultura son extremadamente rígidos.

El pueblo árabe es totalmente contrario a los patrones estéticos del Occidente, que impone a la mujer ser joven y delgada, haciendo que la mayoría se sienta infeliz. ¡Eso es sumisión! Los valores espirituales de la cultura abominan la vulgaridad, considerándola ofensiva. Enaltecen la autoestima femenina. Exaltan la virilidad masculina con sus músicas y danzas de mucha sensualidad.

Raks el Chark en Brasil

En Brasil, en 1979, las danzas étnicas árabes han sido introducidas por la maestra armenio-palestina Shahrazad Shahid Sharkid, que entonces iniciaba un trabajo único en el mundo, por la Raks el Chark. La meta de su trabajo era la investigación y el estudio minucioso del cuerpo femenino por el registro de las mutaciones ocurridas a partir de la aplicación de ejercicios que creaba. Hay también, en el trabajo de Shahrazad, enorme preocupación con la formación de niñas y adolescentes para la danza del vientre, buscando no confundir el trabajo corporal adultos con el infantil, al respetar sus espacios y mentes, teniendo el cuidado de aplicar cronológicamente ejercicios de fisioterapia para no provocar el universo infantil con el estímulo prematuro para la vida sexual.

Esas mutaciones son parte del cuidadoso trabajo de anatomía de la maestra artesana, una escultora de cuerpos, teniendo siempre la preocupación de establecer límites al cuerpo, lo que no sucede con algunas danzas occidentales cuando, para alcanzar la desenvoltura exigida, es necesario provocar contusiones, quebrar huesos, forzar tendones, tensionar músculos más allá de lo soportable, lo que vuelve cartesiano (recto, linear, cuadrado) el cuerpo femenino, colocándolo en un marco donde todas quedan iguales.

Toda danza tiene, evidentemente, un cuño sagrado, a pesar de que el Occidente se apropia indebidamente de la técnica y la historia para vender sexo, imponer patrones estéticos y para la exploración del cuerpo de la mujer y las niñas, profanando los arquetipos religiosos. El hombre siempre ha deseado lo que era de Dios y intenta adquirir, por el mito de la “mercancía erotizada”, valores que no le pertenecen.

Danzas folclóricas y de raíces

Las “danzas folclóricas y de raíces” poseen un poder indiscutible de aglutinación, pues constituyen la manifestación del comportamiento cultural, histórico y social de los individuos. Reflejan en su construcción coreográfica la soberanía, el derecho a vivir dignamente, la cultura y hábitos de los pueblo de las diferentes etnias, razas y credos, además de contribuir directamente, por el placer que proporcionan, para la integración de niñas y adolescentes, Esas danzas rescatan y elevan la autoestima.

Por lo tanto, debemos tener mucho respeto por esas manifestaciones, que, por su importancia de trabajo en grupo, son verdaderos cimientos para el desarrollo social. Son instrumentos necesarios para la formación del carácter cultural e intelectual, además de apurar el sentido crítico por la observación y audición como formas de sensibilización.

En el artículo del semanario Al-Ahram, el coreógrafo Omar Barghouti discute el significado de la cultura y la educación en la preservación de la identidad nacional y el espíritu humano al mismo tiempo. La creatividad y el aprendizaje son vitales al proyecto de sobrevivencia, argumenta Barghouti, describiendo como, aún bajo el cesar fuego, el pueblo del vecindario de Ramallah precisa de libros, música y juegos. Aún en los campos de refugiados, los padres, cuyas vidas y posesiones han sido diezmadas, están preocupados en restaurar las escuelas para sus hijos. Aunque la ciudad esté ocupada y destruida, Omar Barghouti mantiene su actuación en la danza.

Barghouti pone esos valores en un contexto histórico. Los palestinos, forzados a huir de sus casas en 1948, son asombrados por su fracaso en resistir, dice. Explica que ese fracaso se atribuye a la “conciencia limitada” del tiempo, “la que, en ese contexto, se entiende como una combinación de ignorancia, analfabetismo, falta de aptitudes esenciales, como también falta de un sentido claro de identidad. Por lo tanto, cultivar una tradición de educación y la práctica de la cultura son la clave para la sobrevivencia de los palestinos como un pueblo: “los palestinos no pueden darse el lujo de no hacer parte de la rehabilitación cultural en su batalla amplia de reconstrucción y lucha por la emancipación”, escribe. En ese ensayo conmovedor, Barghouti nos suple con la imagen de la danza como símbolo de la sobrevivencia y renovación palestina.

Nuestra historia sobre las danzas étnicas árabes es mucho más larga, pero dejo esta contribución para la reflexión y cuento con todos y todas para acompañar ese rescate de la memoria ancestral en búsqueda de la equidad social, los valores comunitarios y colectivos y la determinación de construir una economía justa y equilibrada como ha sido la de nuestros antepasados, cuando la felicidad era pautada por una “seguridad alimentaria” ordenada y coordinada por las fuerzas de la naturaleza con sus ciclos hidrológicos, cultivando la sensualidad como una dádiva de Deus y exorcizando lo erótico profanador e degradador de la naturaleza humana.

¡En un tiempo tempo en que el ser humano era parte del ambiente y no lo partía al medio!
 

Notas:

1.Raks = danza Charq = leste, oriente. Charki = oriental, por lo tanto, Raqsa Ach-Charq (o Ash-Sharq) es Danza del Oriente, Danza del Leste; Raqsa Charqyi = Danza Oriental. Raqsa Ash-Sharq es la pronuncia correcta siendo Raqsa Al Sharq, para los egipcios y Raqsa Charkyi para los libaneses. Agradecimientos a Carlos Tebecherani Haddad, profesor e investigador del idioma árabe.

2. Belle Danse en francés = bella danza y Belly Dance en inglés = danza del vientre.

3. Son consideradas semitas todas las tribus beduinas, inclusive la etnia hebrea, cuya religión es el judaísmo. Con la migración de estas tribus nómades entre otras que se mezclaron, se originan los gitanos del Occidente; con la persecución de los hebreos en el Medio Oriente, adviene la expresión “judío errante” que se refiere a los judíos que parten en búsqueda de una tierra, una nación. (Lactho Drom – Michele Ray-Gravas. La Musique des tsiganes du monde de l’Inde à l’Espagne).

4. El histórico de las tribus beduinas está registrado en la cultura oral. Se encuentran narrativas en sus músicas, danzas, en los cuentos que pasan de padres a hijos, en los libros sagrados como El Corán, en las escrituras Baha’i, en la Biblia, en el Talmud etc.; se encuentran también en los poemas de Rumi, Gibran Khalil Gibran, entre otros poetas árabes y persas. Los cantos beduinos enaltecen al medio ambiente y a la mulher; relatan el amor del pueblo nómade por los ecosistemas desérticos y sus pasiones. La cantora egipcia Oum Kalthoum expresó con toda la esencia de su bellísima voz la historia de esos pueblos que encantan al mundo por su pasividad, benevolencia y profunda sabiduría milenaria. Oum Kalthoum fue considerada la “Madre del Egipto”. Una activista femenina amada y respetada. ¡Jamás lograron callar su voz!

5. Documentario que muestra el trabajo de Amyra El Khalili con el Movimiento Mujeres por la P@Z!, de la serie MICRO DOC.

Realización: Micro Mundo, 2009, Brasil. Dirección: Buca Dantas. Finalización: Mathieu Duvignaud.

Vea en https://www.youtube.com/watch?v=E2ZutMOzRPA

6. El taller ya fue ministrado en estados brasileros como Minas Gerais, São Paulo, Rio de Janeiro, Mato Grosso, Rio Grande do Norte, Rio Grande do Sul, Bahía, Santa Catarina, Paraná, Distrito Federal, Acre y Amazonas. Enfocada en el intercambio de experiencias, el taller es gratuito y abierto a las mujeres de todas las edades, principalmente las que trabajan con movimientos populares, artistas e profesionales de cultura. En Rio Branco fue realizada en el pacto indígena-andino-palestino con la participación de mujeres y hombres, con líderes indígenas y campesinos en “Tributo a los pueblos de la Amazonia”.
 

Referencias:

El KHALILI, Amyra. Commodities ambientais em missão de paz: novo modelo econômico para a América Latina e o Caribe. Editora Nova Consciência. São Paulo. 2009.

VIRGÍLIO, Tiziane. Mulheres na dança pela água em missão de paz na Amazônia. Manauscult. http://port.pravda.ru/sociedade/cultura/25-01-2015/37985-mulheres_amazonia-0/ . Acceso en 25 enero.2015. Capturado en 14 dic. 2017.

ORIENTE MÍDIA. A dança que emociona a lutahttp://www.orientemidia.org/a-danca-que-emociona-a-luta/ . Acceso en 06 dic.2017. Capturado en 14 dic. 2017.

 

Amyra El Khalili, Colaboradora de Diálogos del Sur – Amyra El Khalili es beduina palestino-brasilera, del linaje del Shayk Muhammad al-Khalili*. Es profesora de economía socio-ambiental y editora de las redes Movimiento Mujeres por la P@Z! y Alianza RECOs – Redes de Cooperación Comunitaria Sin Fronteras. Es autora del e-book: Commodities ambientais em missão de paz: novo modelo econômico para a América Latina e o Caribe.

Shayk Muhammd al-Khalili – Nacido en el primer mes musulmán del Shaban del Hijra del año 1139, que corresponde al año A.D. 1724, era el líder de la Hermandad Qadiri Sufi y quizás el “hombre santo” más famoso de su tiempo en Palestina.

Fuente original: http://operamundi.uol.com.br/dialogosdelsur/danza-identidad-y-guerra/15012018/#prettyPhoto

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=236800&titular=danza-identidad-y-guerra-

 

 

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Panamá: Innovación educativa en la primera infancia es impulsada por la municipalidad

Panamá/08 de Enero de 2018/Panamáon

El Programa Centros de Desarrollo Infantil (CEDI) de la Sub Dirección de Desarrollo Social, que ejecuta la Alcaldía de Panamá, la Fundación Casa Taller y la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), llevaron a cabo la presentación del proyecto «Innovación Educativa Municipal para la primera infancia y el acto de entrega del álbum «Crecer en la Ciudad: Ciudad y Primera Infancia, Panamá 2017».

La presentación contempló todo el trabajo que se estuvo haciendo durante un año en los 4 primeros centros: Santa Ana, Panamá Viejo, Pueblo Nuevo y La Siesta en Tocumen, donde inició la primera fase del proyecto. En la segunda fase se desarrolló en los parvularios de El Chorrillo, Betania, Alcalde Díaz y Pedregal.

Para la tercera fase se tiene previsto en el mes de febrero, donde se incluyen los CEDIS de Calidonia, Río Abajo, Las Mañanitas, Juan Díaz y San Martín.

Esta idea nace del Encuentro Internacional de Universidades por la Primera Infancia, donde surge la iniciativa con el apoyo de la UNICEF, de lo importante que es invertir en la primera infancia desde los gobiernos locales, así lo explicó Ana Melissa Rojas, subdirectora de Desarrollo Social Municipal.

Este proyecto educativo de gestión municipal es parte del Plan de Acción de esta administración, que impactará a 1.7 millones de personas de los distritos de Panamá, Arraiján, San Miguelito y La Chorrera. Además forma parte de la perspectiva de la descentralización con un trabajo pedagógico orientado a la identidad, diversidad, equidad a través del amor, del juego y la creatividad.

Con esta innovación educativa se podrá lograr un desarrollo biológico, neurocientífico, sostenible y de interacción en nuestros niños panameños. Porque los niños son el futuro de una nación, de su distrito y de sus comunidades.

«Crecer en la Ciudad » es un álbum que elaboraron los niños de los CEDIS Municipales, donde expresaron su creatividad dibujando, pintando y coloreando en cada recorrido que hicieron en los espacios públicos de la ciudad, donde los niños interactuaron, ampliaron e intercambiaron conocimientos.

Las giras además consistían en visitar empresas como La Prensa, Museos, Patrimonio histórico de las Ruinas de Panamá Viejo, Ferias y parques, donde los infantes de los CEDIS municipales desarrollaron nuevos estímulos en compañía de sus padres y maestras.

El álbum «Crecer en la Ciudad» es una iniciativa que promueve la innovación educativa en la primera infancia, donde cada una de las educadoras de los Centros de Desarrollo Infantil fueron capacitadas por la UNICEF.

Al acto asistieron Miriam Preket, representante de la UNICEF, Gloria Bejarano por parte de la Fundación Casa Taller, educadoras, niños, padres de familia, directores y funcionarios municipales.

Fuente: http://www.panamaon.com/noticias/educacion/37264-innovacion-educativa-en-la-primera-infancia-es-impulsada-por-la-municipalidad.html

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Libro: El segundo sexo

Reseña: El segundo sexo (Le Deuxième Sexe) es un libro escrito en 1949 por Simone de Beauvoir.

Es una de las obras fundacionales del Feminismo y utiliza los conceptos existencialistas para indagar acerca de la vida de la mitad de la humanidad. También es considerada una obra enciclopédica, pues aborda la identidad de las mujeres y la diferencia sexual desde los puntos de vista de la psicología, la historia, la antropología, la biología, la reproducción y la relación afectivo-sexual.

La teoría principal que sostiene Beauvoir es que «la mujer», o más exactamente lo que entendemos por mujer (coqueta, cariñosa, etc.) es un producto cultural que se ha construido socialmente. La mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija, hermana… Así pues, la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios. Muchas de las características que presentan las mujeres no les vienen dadas de su genética, sino de cómo han sido educadas y socializadas. La frase que resume esta teoría es muy célebre: «No se nace mujer: llega una a serlo».1

Link de descarga: http://users.dsic.upv.es/~pperis/El%20segundo%20sexo.pdf

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El museo de Hermitage y la UNESCO trabajarán juntos para proteger y restaurar bienes culturales en zonas de conflicto

13 octubre 2017/Fuente y Autor:espanarusa

Este lunes, el director general del Museo Estatal del Hermitage, Mijaíl Piotrovski, y el jefe de la UNESCO, Irina Bokova, firmaron un memorando, que prevé la cooperación en materia de protección de los bienes culturales en lugares de conflicto armado, especialmente en el Medio Oriente.

El museo ruso y la organización mundial colaborarán para la evaluación de los daños, la elaboración de planes operativos para medidas urgentes de protección, restauración y supervisión, y capacitación técnica para las autoridades nacionales de los países donde se encuentran los bienes culturales.

“Estamos muy agradecidos por esta alianza y por todo lo que el Hermitage nos brindará en términos de conocimiento y experiencia. La firma de este acuerdo representa nuestro compromiso de preservar la historia para las futuras generaciones”, expresó la directora de la UNESCO en la ceremonia de firma del acuerdo de París.

“Tenemos en este momento muchos proyectos concretos para preservar el patrimonio de países afectados por el conflicto y proteger los museos en particular, ya que son los hogares de la cultura, la educación y la historia. La protección y la recuperación están entre las principales prioridades de nuestro tiempo”, comentó ella.

El jefe de Hermitage subrayó que “todos coinciden en que el patrimonio cultural debe defenderse… La cultura tiene sus derechos, es necesario proteger. Y esto debe ser el centro de atención de la humanidad”.

También Mijaíl Piotrovski explicó que “aunque se trata de un memorando de cooperación en relación con la protección de los monumentos en las zonas de conflicto, en este caso, se dedica precisamente a Siria”. “Este es el primer paso, con el que estamos entrando en una campaña internacional”, añadió

En los últimos años, los terroristas destruyeron una gran cantidad de patrimonio cultural, tal como la Gran Mezquita de Al Nuri y el Minarete Jorobado en Mosul, también el templo de Bel y de Baalshamin, un arco de triunfo, columnas del valle de las tumbas y la parte del teatro antiguo y del tetrápilo en Palmira.

Fuente de la noticia: http://www.espanarusa.com/es/news/article/620448

Fuente de la imagen: http://www.espanarusa.com/files/autoupload/67/22/77/q4ahhdni419828.jp

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La danza como ritual de resistencia identitaria

Por: Rebelión

La editorial Sudestada acaba de publicar “Mujeres de Kurdistán. La revolución de las hijas del sol”, un libro compilado por Roma Vaquero Diaz y Leandro Albani. En El Furgón publicamos como adelanto el artículo “La danza como ritual de resistencia identitaria”, de Roma Vaquero Diaz.

En enero de 2015, milicianos y milicianas kurdas de las YPG/YPJ celebran la victoria en Kobanê danzando sobre los escombros de la ciudad. Tomados y tomadas de las manos sonríen y festejan mientras cantan. ¿Por qué eligen esta manera de celebrar? ¿Por qué la música y la danza se encuentran presentes en cada uno de los momentos de la vida del pueblo kurdo?

El Kurdistán es un pueblo que se ha establecido durante miles de años en la parte septentrional de Medio Oriente, entre los ríos Tigris y Éufrates, y en las alturas de las montañas de Anatolia y los montes Zagros. Después de la Primera Guerra Mundial este territorio se repartió entre Turquía, Siria, Irán e Irak, naciones que desde ese entonces intentaron e intentan separar y desaparecer al pueblo kurdo.

Las expresiones culturales kurdas se han prohibido infinitamente, pero el pueblo las retoma y resiste a través de ellas. La música y danza kurda no existen una sin la otra. Ambas son la expresión del sentir, de la lucha y de la historia del pueblo kurdo. Ambas son una facultad de resistencia para proteger la identidad de su sociedad. Ante todo intento de prohibición y de destrucción contra su cultura, el arte es la herramienta constituida a través de la herencia. Los pueblos de Kurdistán bailan y cantan porque el arte y la cultura son la transferencia testimonial de su historia y de su identidad.

Cuando en los hogares la música y la lengua kurda estaban prohibidas, las mujeres les cantaban a sus hijos para transmitirle sus raíces. Históricamente, las mujeres han sido quienes mantuvieron vivo el arte, transmitiéndolo de generación en generación.

Para el pueblo kurdo la expresión cultural es un arma de autodefensa, por este motivo en Rojava se crearon centros culturales donde se coordinan talleres –que estaban prohibidos antes de la revolución– de música, danza, dibujo, poesía, teatro y escultura. En cada centro cultural se creó una coordinación de mujeres y una academia por y para la cultura y el arte de las mujeres, ya que estas, más allá de haber sido las transmisoras históricas, se enfrentan a formas de represión patriarcales y capitalistas que subestiman sus haceres.

Existen diferentes estilos de danzas kurdas en las cuatro regiones del Kurdistán: algunas tratan acerca del amor, de la belleza de la naturaleza, de las escenas de la comunidad; de tareas cotidianas como preparar el pan, el ordeñe de las vacas, la relación con los animales y el trabajo en el campo. Cada una de las danzas representa los elementos propios de la cultura y en sí mismas son la historia viva del pueblo. Aquí nos interesa adentrarnos en las Govend, para entender cómo estas danzas funcionan no sólo como poder identitario sino también como construcción política y colectiva.

Espirales colectivas y fraternas

Todos los 21 de marzo, con el equinoccio de primavera, se celebra el Newroz que indica el año nuevo para los pueblos de la Mesopotamia. En este festejo, los y las participantes danzan alrededor del fuego como símbolo de vida y de resistencia.

Recuerdo mi primer Newroz en la ciudad de Buenos Aires: luego de que los kurdos residentes en Argentina pronunciaran palabras de acompañamiento a la lucha de su pueblo y en demanda por la liberación para Abdullah Öcalan, uno de ellos tomó un pañuelo y salió a bailar; espontáneamente, los y las presentes comenzaron a sumarse, y yo decidí hacerlo también: al acercarme al círculo, este se abrió y me brindaron un espacio. Al dar el primer paso, los dedos meñiques se encontraron sujetos y las manos tomadas comenzaron a dibujar círculos en el aire y cerca del pecho. Los pies, por su parte, como si conocieran los pasos de lo colectivo, se dejaron guiar por el flujo del corro. Así, más despierta y presente, percibí cómo mi energía se modificaba y se sentía reflejada en cada una de las sonrisas de este cuerpo comunitario en celebración.

Las danzas Govend, presentes en cada Newroz, afirman el tiempo circular de renovación de la vida y de los lazos sociales, pero sobre todo sostienen la identidad del pueblo.

La manera en que cada pueblo danza con los integrantes de su comunidad, en que aproximan sus cuerpos y se organizan en el espacio, da cuenta de la cosmovisión en la que se encuentran sumergidos en su presente y denota aquellos elementos sobre los cuales pudieron sostenerse a lo largo de la historia como identitarios de su cultura. En las danzas kurdas no existe segregación por sexo ni por edad como si, de alguna manera, en la rítmica ritual de una Govend, ya se encontraran latentes las ideas con las cuales Öcalan pensó el Confederalismo Democrático. El líder del Movimiento de Liberación de Kurdistán sostiene que no puede lograrse una sociedad libre de todas las formas de opresión mediante la continuación de las estructuras existentes del Estado-nación, el patriarcado y el capitalismo; y que la alternativa a estos sistemas existentes es el Confederalismo Democrático. Este modelo basado en la idea de una sociedad construida sobre la democracia, la ecología y la liberación de las mujeres, y una coexistencia pacífica entre todas las etnias y religiones, es evocado a través de las Govend, donde la mirada está puesta en la comunidad y en lo colectivo. Así, unidos y unidas entre sí, a través de la danza, la revolución del pueblo kurdo forma círculos inmensurables que se acrecientan al compás del erbane, pandero percutido principalmente por las mujeres.

Las Govend son danzas comunitarias y grupales donde hombres y mujeres de edades disímiles bailan juntos en círculo, en semicírculo o en línea recta, direccionando el movimiento hacia la derecha; y se unen entre sí tomándose por las manos, en contacto hombro con hombro, entrelazando los dedos meñiques o mediante la colocación de las manos en la espalda. Las y los danzantes se encuentran siempre simbólicamente alrededor del fuego y dan cuenta de la forma de vida de los kurdos y de las kurdas a través de miles de años, ya que, al tomarse de las manos, entre sus dedos circulan siglos de cultura, lucha y resistencia. Al mismo tiempo, personifican la unión de los pueblos a través de la historia. Este tipo de danza se pone en acto para celebraciones especiales, compromisos, bodas, el Newroz y los momentos de victorias. En este tipo de manifestación, no hay diferencia de roles salvo con uno de los partícipes: el Serchopi´, quien se encuentra a la cabeza del círculo y es el encargado de guiar la danza y modificar la dinámica a lo largo de la práctica. En su mano derecha sostiene un objeto alusivo, generalmente un pañuelo donde se encuentran presentes los colores del Kurdistán, amarillo, verde y rojo que simbolizan el sol, la naturaleza y el fuego, respectivamente. Nadie puede ocupar su lugar hasta que haya completado una vuelta al círculo, de manera tal que quien entra a la danza se ubica entre el resto de las y los danzantes, llamados Gawaní.

La danza es la transformación de funciones y expresiones comunes en movimientos fuera de lo habitual para propósitos extraordinarios. Incluso una función básica de locomoción como el caminar se realiza en la danza de una forma mítica, en círculos o en un ritmo concreto y dentro de un contexto especial. Las Govend son cadenciosas, siempre a tempo, y quienes las danzan no sólo acompañan con el canto, sino también con las típicas vocalizaciones “Tilili” que se producen al vibrar las cuerdas vocales y movilizar la lengua rápidamente, dentro de la cavidad bucal, hacia arriba y hacia abajo. Ondulando en marcha acompasada, estas danzas pueden versionarse en Dilan, Sepe o Chapi: en las Dilan, el paso de danza se encuentra más cercano a la tierra y se realiza sincrónicamente, aunque la energía y calidad de movimiento se va modificando según la dinámica rítmica de la música; en las Sepe, los pies derechos acentúan la rítmica y se dirigen hacia el centro del círculo; y en las Chapi, el traslado consiste en dar dos pasos hacia adelante con el pie izquierdo y luego dos pasos hacia atrás con el pie derecho, mientras se mantiene el curso circular.

En este tipo de prácticas, la danza y la música van unidas de manera tal que la dinámica de una modifica a la otra. El ritmo binario se refleja en ambas, el pulso es marcado por la entrega de peso del pie derecho y del pie izquierdo alternadamente, mientras que las manos y el torso se unen a la subdivisión rítmica. Las danzas se desarrollan en series continuas y repetitivas de pasos cortos mientras se desplazan en el espacio. Los y las bailarinas discurren en la repetición de movimientos y en la reiteración de las células rítmicas, afirmándose a sí mismos y a sí mismas en su identidad, enfatizando la unidad y la continuidad donde ningún tiempo ni movimiento es más importante que otro, y donde la danza es una totalidad que los comuniona.

Por lo tanto, esta circularidad puesta en común a través de la danza se presenta tanto en el tiempo como en el espacio construyendo una sensación de comunidad, fraternidad e identidad.

Silvia Citro y Adriana Cerletti en Las danzas aborígenes siempre fueron en ronda, sostienen que “danzar colectivamente en círculo, repitiendo simultáneamente los mismos movimientos y unidades musicales, usualmente promueve sentimientos de fraternidad y cercanía entre los performers” (Citro – Cerletti, 2012, pág. 163). Así la acción colectiva se encuentra sobre la individual, idea que se presenta tanto en los haceres cotidianos de la agricultura o el amasado de pan, como en el paradigma del movimiento kurdo que busca una democracia colectiva y comunitaria. Siendo así, el foco de la danza es interno y se encuentra entre quienes danzan y el espacio que los contiene. No es para ser mirados ni miradas, no es para un público, sino que es para ellas y ellos mismos: un cuerpo colectivo para ser vivido y no para ser espectado.

Símbolo de identidad y práctica de resistencia

Las Govend nacieron junto al pueblo kurdo a través de su historia y de su geografía, son danzas que tienen más de 5.000 años de antigüedad. En su serpenteo colectivo y mixto, donde los pies se desplazan y las manos unidas se mueven como manivelas en el aire, se constituye una sensación de unidad y comunidad que aúna al pueblo y lo empodera. A través de este acto intangible y fugaz, los cuerpos se fusionan en desarrollo del respeto mutuo. Mediante el ritual, el pueblo y el territorio se vuelven continuos uno del otro. Esta acción que involucra al cuerpo les permite conectarse con su esencia trascendente y volver una y otra vez al origen de su civilización. Al mismo tiempo, todo ritual cultural permite vincularse con lo sagrado y tomar conciencia del sí mismo colectivo. De esta manera, el espacio cotidiano se torna espacio mítico y de autodefensa, creando un puente entre sociedad y vida, entre pasado y presente, reforzando la pertenencia cultural. Es decir, mito y ritual acompañan los momentos importantes de la vida del pueblo kurdo y ello sostiene su existencia, a la vez que actualiza los relatos propios de su sociedad.

La danza kurda en el contexto de la guerrilla, de la lucha y de las victorias, es un poderoso símbolo de identidad, es una práctica de resistencia y complicidad que da cuenta de lo que el imperialismo cultural no pudo deshacer. Si en la danza se reflejan las características de un pueblo y de su tierra, la regularidad de sus ciclos y la temperatura de sus días; las danzas colectivas kurdas reflejan no sólo el movimiento del sol y la sabiduría de las montañas, sino también el deseo de fraternidad y de libertad, el anhelo de un paradigma basado en la igualdad y el respeto; el saber vivencial, la alegría y la lucha.

Para consultar sobre el libro: http://www.revistasudestada.com.ar/edicion/316/mujeres-de-kurdistan/

Fuente original: http://elfurgon.com.ar/2017/08/31/la-danza-como-ritual-de-resistencia-identitaria/

Fuente de publicación: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=231030

 

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España: Un grupo de investigadores universitarios estudia cómo las series de televisión influyen en la construcción de identidad

España/17 de Julio de 2017/20 Minutos

El grupo de investigación, que hace diez años que trabaja en este campo, ha puesto en el punto de mira de su último proyecto -‘El papel de la ficción televisiva en los procesos de construcción identitaria del siglo XXI’ (2014-2017)- series destacadas de la ficción norteamericana como ‘House of Cards’ (Netflix, 2013-), ‘Orange is the New Black’ (Netflix, 2013-), ‘Orphan Black’ (BBC America, 2013-), ‘Girls’ (HBO, 2012-), ‘Masters of Sex’ (Showtime, 2012-), ‘Person of Interest’ (CBS, 2011-), ‘Boardwalk Empire’ (HBO, 2010-2014), ‘Fringe’ (Fox, 2008-2013), ‘Bionic Woman’ ( NBC, 2007), ‘Mad Men’ (AMC, 2007-) y ‘Westworld’ (HBO, 2016).

Los investigadores partían de la idea de que la ficción audiovisual en general y la televisiva, en particular, «tienen un papel importante en la remodelación y la reconducción de actitudes sociales individuales y colectivas, en la medida en que actúan como elemento conector entre las audiencias y la realidad». Además, «son un medio fundamental a través del cual los públicos contemplan el mundo».

En este sentido, los investigadores del Rirca han servido de estas series para analizar los procesos de construcción de identidades en el siglo XXI. Desde la perspectiva de que la identidad -o las identidades- no es un fenómeno inmutable, el equipo de la UIB ha estudiado la ficción televisiva como un producto cultural que influye en el imaginario colectivo.

Este análisis se ha realizado básicamente sobre tres ejes: la identidad sexual y de género; las repercusiones de los avances tecnológicos y científicos sobre la construcción de la identidad; y el fenómeno ‘fandom’ y la cultura participativa. Fruto de este proyecto, el equipo ha destacado que la ficción televisiva tiene como característica principal su «estrecha relación» con el imaginario de la contemporaneidad «no sólo por los temas que desarrolla sino también por su grado de hibridez estética y conceptual».

La ficción contemporánea resulta, así, «una especie de espejo donde se cuestionan los discursos hegemónicos ofreciendo, en la mayoría de los casos, discursos contrahegemónicos y críticos que inciden especialmente en una reflexión en torno a la identidad en el sentido más amplio del término y la memoria como parte fundamental en la construcción identitaria».

El equipo del Rirca que participa en este proyecto lo forman la doctora Marta Fernández Morales, investigadora principal del proyecto hasta 2016; la doctora Patricia Trapero Llobera, investigadora principal del Rirca y actual investigadora principal del proyecto; y el doctor Rubén Jarazo Álvarez. También participan la doctora María Dolores Narbona Carrión, de la Universidad de Málaga; la doctora María Isabel Menéndez Menéndez y el doctor Ignacio Fernández de Mata, de la Universidad de Burgos; el doctor Iván Bort Gual y el señor Ignacio Bergillos García, del Cesag-Universidad Pontificia de Comillas. Además, también han colaborado la doctora Astrid Maria Fellner, de la Universidad de Saarland (Alemania); la doctora Viera Novakova, de la Universidad Pavol Josef Safárik (Eslovaquia); y la doctora Meritxell Esquirol Salom, de la Universidad de Girona.

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/3090617/0/grupo-investigadores-universitarios-estudia-como-series-television-influyen-construccion-identidad/

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