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Entrevista a José E. Muratti Toro, escritor, docente e investigador puertorriqueño: “He buscado un balance entre escribir sobre nuestro pasado lejano y cercano mediante una narrativa que integre la ficción a los hechos históricos”

José E. Muratti Toro (Mayagüez, Puerto Rico) es historiador, docente e investigador, adscrito a la Universidad Carlos Albizu. Además, es ensayista, poeta, novelista, traductor, documentalista cinematográfico, productor y autor teatral. Muratti Toro ostenta un grado de Bachillerato en Humanidades de la Universidad de Puerto Rico (B.A.), una Maestría en Educación (M.Ed.) de CUNY, realizada en su Centro de Estudios Graduados. Realizó estudios doctorales en Sociología en SUNY-Stony Brook, y en Historia de Puerto Rico y el Caribe (Ph.D., 2017) en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Muratti Toro fue miembro de la Junta de Directores de la Asociación de Industriales y presidió el P.E.N. de Puerto Rico Internacional. José es autor de, entre otros trabajos creativos: La víbora del desierto de Kavir y otros cuentos (Cuentos, 2012), En la punta de los dedos (Poemario, 2013), Utopías descifradas (Poemario, 2014), La ruta de la seda… de tu piel (Poemario, 2015) y Mensajeros de los Dioses (Novela, 2017).Muratti Toro ha respondido a mis preguntas, y todas sus respuestas son para compartirles con vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – En el 2020 se publicó El Caribe en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Es el primer volumen de una obra que contiene un segundo volumen titulado Historiografía, historicismo y rescate de lo invisible: Reflexiones sobre el acercamiento teórico al Caribe en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. ¿De qué trató o tratas en estos dos volúmenes de trabajo investigativo? ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

– José E. Muratti Toro (JEMT, en adelante) – En primer lugar, muchas gracias por la entrevista. El texto de referencia es la adaptación para libro de mi tesis doctoral del mismo título (Volumen I) para el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. El segundo tomo recoge mis reflexiones sobre el Historicismo como teoría de acercamiento a dos autores contemporáneos entre sí que escribieron sobre el Caribe en el contexto histórico de la Revolución de las Trece Colonias. El último libro de Barbara Tuchman, ganadora de dos Pulitzers, se titula The First Salute, y trata sobre la primera vez que una nave de guerra, con la nueva bandera de las Trece Colonias, recibió un saludo oficial en el puerto de Sint Eustatius, una colonia holandesa entre Anguila y St. Kitts. Esta servía de puerto de contrabando para los imperios europeos con colonias en el Caribe. El saludo le confirió a las colonias en rebelión, el estatus de nación entre naciones con presencia en el Caribe.

El historiador cubano Herminio Portell Vilá publicó Historia de Cuba en sus relaciones con los Estados Unidos y España, Tomo I en 1938, y Los otros extranjeros en la Revolución Norteamericana, en 1978. En ambos libros, Portell pormenoriza la relación de las Trece Colonias con España y el Caribe previo a la Revolución y relata el rol que jugaron ambas en la Guerra de Independencia. A pesar de que Portell emigró a Florida tras la Revolución Cubana y su biblioteca fue destruida por los milicianos, en los documentos que pudo retener y publicaciones posteriores, el historiador denunció la invisibilización del Caribe y España en dicha guerra por parte de los historiadores y agencias gubernamentales estadounidenses.

Mi acercamiento a estos hechos históricos fue el tema de disertación sugerido por mi director de tesis, el Dr. Jorge Rodríguez Beruff. El mismo pretendió demostrar lo denunciado por Portell mediante un análisis del historicismo como marco teórico que asigna un (o el) significado de los eventos de acuerdo al lugar y momento histórico en que tienen lugar. La historia narrada (o documentada por cada una de las sociedades en conflicto), las corrientes filosóficas que influyen en las ideologías de los protagonistas de dichos eventos, las condiciones económicas, políticas y militares que dan paso a las acciones por dichos protagonistas, y el significado que tienen dichas acciones en el continuo de la historia, permiten entender tanto por qué ocurrieron dichos acontecimientos y no otros, así como el rol que habrían de jugar en el recuento sobre el pasado de cada sociedad o nación. En el contexto de dicho análisis, el historicismo confronta el positivismo de uno de sus principales exponentes, Leopold von Ranke. Su aserción al efecto de que la historia es “lo que realmente ocurrió“ domina la narrativa de Barbara Tuchman para describir los hechos históricos, sin tomar en consideración los aspectos ideológicos, económicos y contextuales que influyeron en los acontecimientos que tuvieron lugar. Portell, por su parte, adoptó una posición que podríamos catalogar de ideológica de confrontar la actitud imperialista de los Estados Unidos al relatar su historia, a pesar de que abrazó el rol histórico de la potencia norteamericana frente a la Revolución Cubana, que él prefirió rechazar y lo llevó a exiliarse precisamente en los Estados Unidos.

El segundo volumen, Reflexiones sobre el acercamiento teórico al Caribe en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, contrasta las corrientes teóricas basadas en los planteamientos filosóficos de Giambattista Vico, Friedrich Hegel, Georges Lefebvre, R.G. Collingwood y Walter Benjamin, y pretenden insertar los roles de la ideología, y el discurso (inevitablemente ideológico) elaborado por Michel Foucault, en la reconstrucción del pasado desde la perspectiva moderna. Este tomo también referencia el rol de la literatura en la narrativa histórica, sin entrar en el determinismo que cataloga la historia como una disciplina de la literatura, según ha planteado el posmodernismo.

– WRS – ¿Qué relación tiene su trabajo creativo-investigativo previo a El Caribe en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos y vuestro trabajo creativo-investigativo posterior? ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de puertorriqueño y su memoria personal o no de/ con lo caribeño o no dentro de Puerto Rico y Estados Unidos?

– JEMT – Uno de los efectos que ha tenido esta investigación en mi rol como investigador, docente y ensayista, es mi disposición a distanciarme de ciertos cánones ideológicos al momento de mirar hacia el pasado, así como a los acontecimientos presentes, comprensibles en gran medida, por la forma en que han sido influenciados por las ideologías. El uso del materialismo-histórico como herramienta para comprender el pasado resulta ineludible e indispensable para deconstruir el actual sistema-mundo, así bautizado por Immanuel Wallerstein, como normalizador de una ideología más prevalente y determinante que la tradicional dicotomía socialismo/capitalismo y derecha/izquierda.

Las democracias liberales del sistema-mundo occidental se apropiaron de una serie de iniciativas consideradas “socialistas” por sus opositores cuando fueron introducidas y posteriormente establecidas. A la vez que países socialistas como China y Vietnam han adoptado modelos de producción capitalista para complementar su control de los bienes de producción por parte del estado. En este contexto internacional cobra pertinencia el planteamiento de Max Weber sobre el rol del carisma como catalizador y, en algunos casos, detonante de los movimientos que determinan quién llega a ostentar el poder, con sus efectos usualmente nefastos para su sociedad o nación. Algunos ejemplos de la aspiración y obtención del poder por el poder mismo, partiendo y ejerciendo el poder desde la personalidad y el carisma, van desde Julio César, Genghis Khan y Pedro I de Brasil, hasta Mussolini, Hitler y Trump, a pesar de la lascivia por el vil metal de este último.

Desde esta perspectiva mi acercamiento a la realidad puertorriqueña como nación caribeña frente a su relación con los Estados Unidos, es fundamentalmente materialista-histórica pero, a la vez, crítica de la ausencia de una definición operacional de la soberanía y la indispensable auto-sustentabilidad de las fuerzas que combaten la relación colonial de nuestras islas-naciones del Caribe con el imperio estadounidense. La aparente inhabilidad de nuestras sociedades y naciones de defender nuestros propios intereses y los de nuestros ciudadanos, obedecen en gran medida a la dependencia que fomenta el colonialismo y las consecuentes luchas fratricidas que impiden un desafío amplio y coherente ante el poder imperial. De igual forma, resulta ineludible reconocer que aún cuando se tiene plena consciencia del dominio mediante los mercados de la opinión y la política pública, incluso durante una etapa poscolonial, resulta sumamente difícil descolonizar la conceptualización del desarrollo y el crecimiento, para idear y formular procesos conducentes a la autosuficiencia.

Desde el punto de vista de escritor, me provoca escribir ficción que revele o desenmascare las contradicciones de nuestros conceptos de libertad condicionada, sin depender de tratados y ensayos historiográficos reservados para la academia que no le resultan pertinentes a una sociedad incrementalmente subyugada a las comunicaciones mediáticas enfocadas en el mercadeo y el consumo.

– WRS – Si compara vuestro crecimiento y madurez como persona, docente, investigador y escritor con su época actual en Puerto Rico, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo-investigativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?

– JEMT – Un poco como extensión de mi respuesta a la pregunta anterior, considero que mi madurez como persona, docente, investigador y escritor me ha distanciado bastante de las corrientes de análisis crítico de nuestra realidad política y económica, y de las vertientes ideológicas que delimitaron el discurso anticolonial de mediados de los siglos XIX y XX. He llegado a la conclusión, lo cual me ha ganado enemigos y detractores, de que de la misma forma que el sistema-mundo se ha reinventado para neutralizar, cooptar y deslegitimar muchas de las exigencias de justicia social de nuestra condición colonial y de marginación económica, quienes aspiramos a transformar dicho sistema necesitamos reinventarnos en nuestros planteamientos y alternativas para un futuro alterno. No es posible hablar de desarrollo económico sustentable sin hablar de empresarismo y, por lo tanto, de propiedad privada, en cuyo caso necesitamos reconstituir el estado, paradójicamente, en armonía con políticas tales como “El Nuevo Trato” de Franklin Delano Roosevelt, que establecieron procesos, sistemas y agencias para reducir, aunque si pretender eliminar, la disparidad de recursos y la injusticia social.

Necesitamos pactar con el sector privado qué tipo de desarrollo económico queremos y podemos establecer en un estado soberano que resulte provechoso para ambas partes. Esto implica que ambas partes necesariamente tendrían que ceder parte de sus prerrogativas y expectativas de desarrollo y crecimiento. De igual forma, me parece indispensable realizar un nuevo tipo de educación política que combata el tribalismo entre quienes aspiramos a una sociedad y futuro post neoliberal, de suerte que podamos vencer en primer lugar la lucha fratricida de quienes aspiramos a ese futuro alterno para poder vencer al poder económico y político que ha fomentado y se ha lucrado de la corrupción durante los pasados siglos, para crear una sociedad equitativa y justa.

En cuanto a mi obra, podemos decir que mis artículos y ensayos de fondo, pretenden plantear estas alternativas como punto de partida para un diálogo desamarrado de preconcepciones metodológicas de lucha aunque sin renunciar a sus lecciones. En el contexto literario, he buscado un balance entre escribir sobre nuestro pasado lejano y cercano mediante una narrativa que integre la ficción a los hechos históricos, y escribir sobre experiencias humanas que no pertenecen necesariamente a nuestra realidad inmediata de Puerto Rico o el Caribe, sino a que podrían ocurrir en gran parte del planeta, con sus obvias salvaguardas culturales.

– WRS – José, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo-investigativo con el de su núcleo generacional de docentes, investigadores y estudiantes con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico, Estados Unidos y fuera? ¿Cómo ha integrado vuestro trabajo creativo-investigativo a su quehacer de docente e investigador y vuestro trabajo escrito de interés y cruce entre Puerto Rico, Estados Unidos, América Latina y el Caribe?

– JEMT – Observo dos tendencias entre docentes e investigadores contemporáneos. Hay un renovado entusiasmo por investigar el pasado, inmediato y pre-moderno o antiguo, e incluso revisitar conceptos y preceptos establecidos por la historiografía y las ciencias políticas del siglo XIX y XX. Esta nueva mirada, a mi entender, pretende tanto comenzar a descartar parte de ellos, sobre todo por sus justificaciones posmodernas fuertemente vinculadas al neoliberalismo, como con la inclinación a aflojarse un poco el cuello de la camisa de corte materialista histórico. Vemos nuevos ensayos y artículos sobre los clásicos que, un poco como el acercamiento lúdico de Sartre y Beauvoir, identifican y reconocen sus inconsistencias sin necesariamente descartar sus aciertos.

Esta actitud viene acompañada de un nuevo secularismo que le remueve la aureola y la sotana a los pensadores de los pasados dos siglos que jurábamos habían “dado en el clavo”, definido lo que se debía saber y, sobre todo, acuñado un canon del cual no era posible distanciarse sin correr el peligro de la excomunión académica e ideológica. Sin renunciar al reconocimiento del materialismo como motor de gran parte de la actividad humana, y sin caer en los positivismos y la micro-historiografía que desvirtúa causas y efectos a nivel nacional y transnacional, muchos ensayistas procuran entender hasta qué punto todavía las corrientes de pensamiento actuales siguen siendo influenciadas por credos, religiosos y seculares, y cuestionamientos filosóficos sobre una nueva exploración del ser en la era del materialismo y el consumismo epidémicos. Simultáneamente, se examina de forma crítica la insuficiencia de las herramientas que han promovido diversas corrientes ideológicas para sustentar proyecciones futuras en el plano conceptual, sobre todo si se someten al análisis riguroso de una praxis documentada, cuantificada y privilegiada como indicador fiable del desarrollo humano, económico y político, en lo prospectivo.

En cuanto a los estudiantes, tengo limitado acceso a estudiantes graduados pero a nivel de escuela superior y bachillerato, parecería que el ejercicio de la razón ha sido sustituido por el ejercicio de la medición de resultados, sobre todo los que han sido propiciados por el estado y el sector privado para favorecer el empleo y el empresarismo. No son pocos los colegas que enseñan a nivel subgraduado que batallan cada día no solo la carencia de datos e información que tal vez una generación atrás parecía incomprensible, sino la falta de curiosidad, el desinterés y la pereza por obtener un conocimiento medular incluso para las ocupaciones y profesiones a que aspiran con demasiado frecuencia como futura fuente de ingresos y no como oficio o profesión en los cuales invertir sus talentos.

Hay un tercer elemento que me parece vale la pena contemplar: el estado de anomie, acuñado por el sociólogo francés Emile Durkheim, que sufre la sociedad moderna. Más que una “ausencia de normas” como la definió la sociología tradicional, cada vez más estamos sufriendo como sociedades, como raza humana, un desajuste (dérèglement) colectivo e individual. Cada vez más las reglas que guiaban la conducta de diversos sectores se han ido flexibilizando, descartando por imprácticas o demasiado costosas, o sustituyendo por otras que obedecen a las demandas de los mercados tanto ocupacionales como de producción. Este desajuste nos ha atomizado y continuamente nos desvincula de nuestras raíces y comunidades hasta el punto de no tener un sentido de pertenencia robusto a nada que no sea nuestras individuales insuficiencias y búsqueda de gratificaciones. Esta anomie multiplica la angustia existencial que se asociaba con el cambio de siglo del XIX al XX, solo que en el presente la auto-enajenación mediante licores y drogas, se “complementa” con la dependencia psicológica del consumo y de unas plataformas de comunicación que, paradójicamente, nos distancian aún más de nuestros pares y otros significativos. A esto es necesario añadir la “universalización” y “legitimación” de la corrupción que ha convertido las reglas en escollos, en obstáculos de movilidad social y en trampas que atentan contra la libertad de acción individual que desemboca en una criminalidad sancionada, ignorada o sujeta a las probabilidades del azar y, con frecuencia, exacerba la angustia de la soledad compartida.

– WRS – Ha logrado mantener una línea de creación-investigación enfocada en Estados Unidos y sus relaciones con Puerto Rico, América Latina y el Caribe en y desde Puerto Rico y Estados Unidos. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo-investigativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?

– JEMT – En el contexto de la vorágine política que han estado experimentando los Estados Unidos y Puerto Rico, he concentrado mis ensayos, artículos y comentarios en-línea, en los Estados Unidos por dos razones primordiales. Hay mucha gente mucho más conocedora que yo de nuestros procesos políticos que constantemente publican y no me parece sensato invertir tiempo en un terreno que otros ya dominan y reseñan magníficamente.

En el caso de la situación actual de los Estados Unidos, me parece importante estudiarla, analizarla y reseñarla, en parte porque mi tema de tesis me llevó a explorar muchas de las raíces de las desigualdades e injusticias que han desembocado tanto en la elección del anterior presidente, como de las condiciones que prevalecen en la nación. Pero también en parte porque los acontecimientos allá pueden tener mitigantes o catastróficos efectos acá, tanto en momentos de crisis como de cara a la relación futura de la isla con la metrópolis.

Un segundo término de Donald Trump podría haber tenido serias repercusiones dada su abierta hostilidad y prejuicio contra la isla y los puertorriqueños. De igual forma, un primer término de Joe Biden, podría dar paso al planteamiento de que la mejor o única forma de brindar “reparaciones” o compensación a la isla por 122 años de colonia, sería la estadidad que, al menos la mitad de los boricuas y la mitad de los estadounidenses, rechazarían. Por otro lado, las medidas para mitigar los efectos del Covid destinadas a Puerto Rico bajo la actual administración se anticipa no encontrarán los escollos que se confrontaron durante el pasado cuatrienio.

Pero hay una tercera razón. Además del resentimiento que tiene un segmento tal vez minoritario, pero no por eso menos significativo por la invasión y colonización de la isla por los Estados Unidos, a un sector significativo le provoca indignación su intervención directa e indirecta en todos los países de la América Latina y muchos otros por todo el mundo. Dicho esto, resulta innegable reconocer que, para gran parte de los países del planeta, los Estados Unidos representan un ejemplo de un sistema en el que supuestamente imperan las leyes y no los políticos, algo que Trump estuvo a punto de destruir. La “estatura moral” con que los Estados Unidos han combatido las dictaduras que amenazan sus intereses comerciales y militares, le han creado la impresión a gran parte de las poblaciones de dichos países que los Estados Unidos es el paraíso de libertad y democracia de que se ufana. Claro, si uno vive en una choza en Somalia, Honduras o Syria, o bajo un régimen militar o protofascista como el de Filipinas, Turquía o Egipto, la posibilidad de que una mujer somalí pueda ser electa al Congreso de los Estados Unidos o de que una hija de inmigrantes de Jamaica y la India, pueda llegar a la vicepresidencia, convierte en superficiales o irrelevantes todas las desigualdades, prejuicios y marginaciones de las minorías en los Estados Unidos. Millones de inmigrantes, aun los que provienen de los más empobrecidos países latinoamericanos, africanos o asiáticos, obtienen hogar, trabajo o establecen pequeños negocios, envían sus niñas a la escuela y, los más educados, logran acceso a prestigiosas universidades, remunerables profesiones y hasta un megáfono lo suficientemente resonante para denunciar injusticias.

Los Estados Unidos es un experimento de amplias aspiraciones y contradicciones. Las iluminadas palabras (tanto en el sentido de la transformación filosófica y política del medioevo a la modernidad como en las innegablemente justas aspiraciones de equidad y justicia de sus fundadores), que han servido de faro para el mundo dos cientos treinta y siete años después de la ratificación de su Constitución, han sido desvirtuadas, maculadas, traicionadas, tanto por su aferramiento a la esclavitud y la servidumbre como únicas formas de vida para las poblaciones no-blancas, como por su falta de escrúpulos al momento de socavar, sabotear y derrocar gobiernos, democráticos y totalitarios, por todo el mundo, para servir las exigencias de sus corporaciones y sus mercados. Ni Satanás, ni la Madre Teresa.

Ante la posibilidad de que se invalidara el discurso de los Estados Unidos a favor de la democracia liberal que ha librado del fascismo y el totalitarismo a tantos países, pero que ha mantenido a la mayoría de sus ciudadanos sujetos a la voluntad de las clases dominantes y sus intereses económicos, gran parte del mundo contuvo la respiración ante lo que sería la mayor amenaza contra la humanidad en su historia (tal vez con la excepción de la de Genghis Khan y Adolph Hitler): el fascista Donald Trump con el poder del Pentágono para imponer sus caprichos cualquier mañana, cualquier tarde, cualquier noche.

¿Qué sería de Puerto Rico bajo su poder absoluto? Desafortunadamente, y como demostraron los miembros del Partido Nuevo Progresista y tantos hispanos y boricua-descendientes desde Florida hasta la novia de Donald Trump, Jr. en California, demasiados puertorriqueños no se percataron o prefirieron ignorar la amenaza que representó Trump, no solo para los Estados Unidos sino para el resto del mundo. Ante esa apatía o ignorante endoso, me ha parecido pertinente documentar y detallar las formas y procesos en que el expresidente representaba un peligro para todo el planeta.

– WRS – Sé que vos es de Puerto Rico. ¿Se considera un historiador puertorriqueño o no? O, más bien, un historiador caribeño, sea este puertorriqueño o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?

– JEMT – Soy historiador puertorriqueño primero y caribeño después. Recientemente, mi tesis fue tema de discusión en la XX Jornada del Libro Caribeño de la Asociación Mexicana de Estudios Caribeños, y anticipo participar en las próximas Conferencias de la Sociedad de Estudios Caribeños y la Conferencia de Historiadores del Caribe. Sin embargo, aspiro a ampliar y profundizar en los temas de investigación sobre el Caribe que, con honradísimas excepciones, no conforman un área de investigación tan amplia como nuestro rol amerita en la trayectoria del Caribe como puente colonial y fuente de financiamiento de las metrópolis europeas y estadounidense.

– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género, y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo-investigativo y su formación en Puerto Rico y Estados Unidos?

– JEMT – Esta pregunta resulta sumamente compleja. Comienzo por lo más sencillo. Desde el punto de género, soy un hombre puertorriqueño identificado con el feminismo y militante en favor de los derechos de la mujer así como de la comunidad LBGQI+. El concepto étnico es complicado. Soy lo que la hegemonía blanca llama un “mulato”, lo cual se traduce en una reservada aceptación entre la élite blanca puertorriqueña y una marcada suspicacia entre su versión estadounidense y de gran parte de Europa. Me identifico como negro en el Censo, pero reconozco que a muchos de mis pares, familiares y amistades negras, les parece una parejería de mi parte pues no me consideran como tal. El limbo es de los mestizos. Para mí, obviamente, la mirada a ambas características de mis compatriotas está matizada por mi auto-percepción y experiencia percibiendo y acotando las reacciones y actitudes de quienes han discriminado en contra de quienes lucen como yo, abierta o solapadamente durante 50 años.

El asunto “ideológico-político” es más complejo aún. Soy independentista. Dicho esto, mi análisis “ideológico” de nuestra condición colonial no está exenta de confligir con algunas de las aspiraciones de muchos independentistas y algunos soberanistas para con un Puerto Rico soberano. Creo que las herramientas de análisis tradicionales desde la perspectiva de mi generación y los colectivos que promueven la independencia siguen siendo indispensables para entender nuestra realidad presente pero necesitan evolucionar para idear, concebir y, sobre todo, proponer un futuro alterno que no deberá estar alineado con ninguno de los dos polos representados por la Guerra Fría en su versión del tercer milenio.

La condición colonial puertorriqueña prácticamente imposibilita una transición hacia un sistema exento de la propiedad privada, de la misma forma que carece de las condiciones para abrazar proyectos de gobierno centralizado que provocarían terror a la pobreza y el autoritarismo que la inmensa mayoría de nuestra población asocia con el socialismo. Entonces, si bien la libertad política representa un estado ideal anclado en los conceptos de identidad, dignidad y autosuficiencia, una significativa mayoría de nuestro pueblo está dispuesta a sacrificar dicha libertad a cambio de unos escalonados niveles de seguridad económica sujetos a ingresos y a las posibilidades de obtenerlos o aumentarlos. Este es un tema que me fascina y sobre el cual he comenzado a investigar para compartir reflexiones que inviten al diálogo.

Las libertades asociadas con la democracia y los derechos civiles que esta suele cobijar: libertad de palabra, de asociación, de culto, de prensa, de reclamación por daños incurridos por parte del estado, todas contenidas en la Primera Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, y compartidas por la mayoría de las democracias liberales, no se ven como aseguradas en algunos de los estados que combaten la hegemonía del sistema-mundo capitalista en el hemisferio y el mundo. La ausencia de garantía de estas libertades en Cuba, Nicaragua y Venezuela, por ejemplo, atestiguadas por millones de detractores de estos sistemas, ejerce una enorme presión sobre el grueso de la población. Incluso, esta ha redundado en el apoyo de grandes sectores de nicaragüenses, venezolanos y cubanos a un proto-fascista como Trump. Y no se trata de que Trump sería capaz o tendría el interés de mejorar las condiciones de vida de estos expatriados, sino porque lo ven como el antídoto a las condiciones de las que huyeron en sus propios países. El análisis de cuánto los Estados Unidos, Trump y el sistema estadounidense han contribuido a crear las condiciones de desigualdad prevalentes en todos ellos, no atraviesa la coraza de temor y rechazo que influye en una opinión pública constantemente avasallada por la seducción y la unidimensionalidad de mercado de producción y consumo.

En este contexto, la respuesta ideológica al colonialismo necesita denunciar y renunciar el neoliberalismo a la vez que abraza el robustecimiento de un empresarismo predominantemente nativo que contrapese el dominio y la dependencia del capital extranjero y los estilos de vida que este alimenta. Ese desafío no forma parte de un diálogo nacional hacia la soberanía como al parecer atestiguan las pasadas elecciones y tantas otras desde mediados del siglo pasado.

– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo-investigativo a su experiencia de vida tras su paso por la Universidad de Puerto Rico? ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de docente, investigador y escritor en Puerto Rico hoy?

– JEMT – Haber estudiado en la Universidad de Puerto Rico me formó como ser humano y me proveyó la oportunidad para insertarme en el ejercicio de mirarnos por dentro como sociedad y explorar el resto del planeta desde las perspectivas económicas, políticas, religiosas, literarias y artísticas, sociológicas e históricas. Los principios de la “revolución pacífica” de los 60 del pasado siglo, influenciaron mis posiciones ante el sistema-mundo, ante la hegemonía blanca, masculina y religiosa de occidente, y me familiarizaron con los pensadores y escritores que han influenciado mis perspectivas, dudas y conclusiones sobre el pasado y el futuro. Así que, en cierto modo, resultaría imposible comprender mi visión de mundo sin la “iupi”, sin el 1968, sin el concierto de Joan Manuel Serrat en el teatro del Recinto de Rio Piedras en el 1971, sin el 11 de marzo y la muerte de Antonia Martínez en dicho recinto, sin los macanazos en el cuartel de Rio Piedras, los arrestos, y la migración forzada por la persecución del independentismo posterior a estos eventos.

He incluido parte de estas experiencias en algunos de mis cuentos de mi primer libro de relatos “La víbora del desierto de Kavir y otros cuentos” de 2014, y tengo una novela en ciernes que se nutrirá de muchas de esas memorias.

– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo-investigativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?

– JEMT – Diría que a medida que he pulido el oficio, y gracias a tantos maestros como Luis López Nieves, Emilio del Carril, Ángela López Borrero, Ana Luisa Sierra, Mario Cancel Sepúlveda, Jaime Rodríguez Cancel, Jorge Rodríguez Beruff, Rubis Marilia Camacho, lo que escribo objetivamente ha mejorado lo suficiente para que editoriales como Isla Negra y las Revistas del ICP, Quadrivium, Medium y L’Espill, rotativos como 80 GradosEl Nuevo Día y El Post Antillano, me hayan honrado con sus publicaciones.

He intentado mantener un balance entre mi trabajo creativo, y mis ensayos y artículos periodísticos sobre temas contemporáneos. Me gustaría alcanzar el nivel de proficiencia en la redacción historiográfica de una Barbara Tuchman o el periodístico de un Chris Hedges que logran fundir contenido con un estilo narrativo que invita al lector a pasar a la próxima página y leer hasta el final, como dijo Tuchman. Por otro lado, la imperiosa necesidad de documentar las fuentes de reflexiones historiográficas y periodísticas sirve en cierta medida de taller para la narrativa creativa. La ambientación de los contextos resulta descriptivamente seductora en el contexto de la narración y, a la vez, una ambientación visual del contexto para el historiador o el analista político.

Estudié historia a nivel graduado para escribir la historia que no aparece en los libros de la disciplina, para intentar reconstruir “lo que verdaderamente ocurrió” como pretendía el historiador positivista Leopold von Hanke, pero con las herramientas de la narrativa creativa. La única diferencia es que me interesa reconstruir mediante la ficción aquello que no podemos documentar de manera confiable. Le tengo que agradecer a mis profesoras Ana Irizarry y Loliannette Emmanuelli que en su curso sobre “Historia y Literatura” (mi preferido de todo el doctorado) me topé con “El imperio eres tú” de Javier Moro, sobre Pedro I, el emperador que ofició la independencia del Brasil. Otro excelente ejemplo de esta incursión en la ficción histórica es “La fiesta del chivo” de Mario Vargas Llosa, “Sara, la historia verdadera” de Rubis Marilia Camacho, y la “Brevísima y verdadera historia del Almirante y su primer viaje” de María Zamparelli. Los cuatro permiten conocer y comprender tres momentos históricos medulares de nuestra formación como cultura latinoamericana, desde una ficción que resulta lo suficientemente confiable como para corroborarla en libros de historia o no tener que hacerlo.

– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?

– JEMT – En el 2020, publiqué mi tesis en dos tomos, un libro de cuentos que llevaba varios años conformando titulado “Las regalías de Stephen King y otros cuentos”, y una novela que surgió de un cuento que no sabía cómo terminar, titulada “Retrato de mujer con turbante”. Esta novela se presta para una continuación, al igual que mi primera novela “Mensajeros de los dioses”, sobre cuatro chicos que coinciden en los dos meses anteriores a la llegada de Colón a Boriquén en 1493. Dicha continuación se titulará “Herederos de los dioses” sobre los descendientes de estos en el siglo XVI. También trabajo el poemario “Pétalos de un rojo profundo”, un libro de cuentos a titularse “Sin jonrón no hay paraíso y otros cuentos necios” (el título revela la naturaleza lúdica de los mismos) y una novela sobre la relación de Muñoz Marín y el Almirante William D. Leahy, que antecedió a Rexford G. Tugwell, lo cual me devuelve al contexto de la ficción histórica. Finalmente, en el contexto de la historia, anticipo completar un libro comenzado sobre Muñoz Marín y la periodista Ruby Black.

Muchas gracias Wilkins, por una de las entrevistas más provocadoras que me han hecho y que me ha llevado a reflexionar sobre cuánto me falta por hacer.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Fuente: https://rebelion.org/he-buscado-un-balance-entre-escribir-sobre-nuestro-pasado-lejano-y-cercano-mediante-una-narrativa-que-integre-la-ficcion-a-los-hechos-historicos/

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Sobre ideología y ciencia en el pensamiento

 

Por: Alan Luna

Hay que insistir, porque es fundamental, que las ideas abstractas son poco certeras y, por lo tanto, poco científicas. Hay, por lo tanto, una línea muy delgada entre las ideas abstractas y el uso ideológico que se le puede dar a dichas ideas. Uno de los problemas del pensamiento abstracto, dice ya Aristóteles desde los primeros años de la filosofía tradicional, es que en su generalidad no dice nada concreto a cerca de los fenómenos particulares. Dice verdades que por universales son poco exactas. He ahí la necesidad de estudiar los fenómenos tomando en cuenta todo lo que lo determina; Hegel el gran filósofo alemán, ve necesario este tipo de estudio para poder construir un pensamiento verdaderamente científico.

En la historia de las ideas es común la utilización de pensamientos universales con apariencia de verdad, como uno de tantos tipos de falacias que existen para hacer pasar como verdaderos razonamientos falsos. Esto desemboca en una utilización a modo de las ideas abstractas, es decir, una utilización de algún pensamiento con el fin de servir a intereses particulares.

Dos ejemplos nos pueden clarificar al respecto, uno antiguo y otro reciente. En los primeros capítulos de la obra de Victor Hugo Los miserables se describe una escena peculiar. Un obispo visita a un viejo rebelde de la revolución francesa condenado por el pueblo a una vida en soledad como pago por su atrevimiento a intentar cambiar la vida de los franceses. El obispo intenta hacer recapacitar a esa ala desviada de los valores morales elevados diciendo que nadie puede desear la muerte del prójimo y el bien de los seres humanos, pero para el revolucionario no es tan fácil aceptar las abstracciones del obispo. ¿Qué vidas son las que debemos salvar?, ¿por cuáles debemos luchar?, ¿cuáles son los reproches que se le hacen al intento de cambiar la sociedad? Se habla de la sed de sangre que estos procesos desatan en algunos que tienen bien presente las malas condiciones en que han sido obligados a vivir, pero de todo lo que ha ocasionado esa ira —dice el rebelde— no se menciona nada. Está bien luchar por todas las vidas que sufren, pero en la vida real hay que tomar partido y, siendo así, procurar el mejoramiento de la vida de los pobres, que llevan sufriendo más tiempo.

El ejemplo reciente lo podemos encontrar en las manifestaciones en Cuba que se han difundido por los medios de comunicación internacionales como un grito de protesta del pueblo cubano por su liberación. Dejando de lado la comprobada falsificación de las notas en contra del régimen cubano, salta a la vista la utilización tendenciosa de las ideas abstractas de libertad y emancipación. El pueblo cubano puede querer liberarse, ¿de qué?; puede estar inconforme, ¿con quién? Todo esto se pasa por alto para introducir la idea de que el reclamo es con la revolución cubana, como si estuviera deseosa de emanciparse de un yugo que ya no soporta y con las ansias de volver a un pasado que considera mejor. Gente de este tipo seguramente habrá, sobre todo aquella que no conozca bien la historia del pueblo cubano o que no la acepte por intereses personales, pero aquellos que no olvidan su historia deberán reconocer que antes de la revolución Cuba no era un paraíso, salvo para los estadounidenses que hacia de la pequeña isla su lugar de recreo. Por lo tanto, es importante investigar científicamente el problema de la falta de recursos en Cuba, es decir, estudiar cuál es el verdadero origen de la desgracia de su pueblo así como cuáles son los intereses que se ocultan en la campaña en contra de su revolución difundida por los medios de comunicación del imperio, a riesgo de contribuir a la campaña internacional de desinformación.


Alan Luna es filósofo por la UNAM e investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.

 

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Los mensajes ocultos en los superéxitos del pop

Cuando la premiada cantante y compositora de 19 años Billie Eilish anunció el lanzamiento de su segundo álbum, muchos seguidores en las redes sociales empezaron hablar de un posible «mensaje oculto» que unía los distintos títulos de sus canciones.

Juntando en inglés tres de ellas: My Future, Everything I Wanted y Happier Than Ever, los fans han querido leer: Mi futuro [es] todo lo que quería; [por tanto, soy] más feliz que nunca.

Esto podría ser una mezcla selectiva del catálogo de Eilish, pero la idea de una «nota secreta» dedicada a los oyentes en la que la cantante expresa su felicidad es poderosa.

Sobre todo si tenemos en cuenta que su música ha abordado varias veces la salud mental y la vulnerabilidad personal.

La música pop es universal e intensamente subjetiva.

Una melodía pegadiza capta nuestra atención, pero son los elementos codificados (lírica y visualmente) los que realmente conectan con nosotros, y en su forma más poderosa, son positivamente transformadores.

 

Luis Fonsi y Daddy Yankee

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Pie de foto,Luis Fonsi y Daddy Yankee triunfaron en 2017 con su tema «Despacito».

El músico y escritor estadounidense Ted Gioia sostiene en su excelente libro Music: A Subversive History (2019) que «en cada etapa de la historia de la humanidad, la música ha sido un catalizador para el cambio, desafiando las convenciones y transmitiendo mensajes en clave o sin ambigüedades».

«Ha dado voz a individuos y grupos que no tienen acceso a otras plataformas de expresión», añade.

La música pop a menudo ha sido calificada como «ligera» debido a su audiencia joven, su simpleza y su estatus de corriente principal, pero esos elementos son donde realmente se esconde su fuerza.

Las canciones pop no originan temas de bienestar mental, igualdad, libertad, activismo, pero sí los transmiten a las plataformas más amplias posibles.

En la era digital, las superestrellas de la música pueden hacer que sus seguidores se sientan próximos.

MTV Video Music Awards

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Pie de foto,
Así fue la actuación de Taylor Swift en los premios MTV en 2019.
El ejemplo pueden ser los likes de Taylor Swift dando pistas sobre nuevos lanzamientos o mensajes escondidos en sus canciones.

Es posible que las publicaciones en las redes sociales no hayan conseguido unir a los fans del pop de generaciones mayores, pero al menos podíamos leer entre líneas en una rica variedad de revistas de música.

Entre ellas destaca la publicación quincenal sobre pop británico Smash Hits, que se vendió desde 1978 hasta 2006.

Uno de sus exeditores, Alex Kadis, le dijo a BBC Culture: «Mientras me hacía mayor, escuchar música pop me ayudó a crear un segundo mundo en el que podía encajar».

«En Smash Hits, la escritura tenía que ser lo suficientemente incisiva y humorística para enganchar a los lectores mayores, pero también tenía que ser lo suficientemente emotiva y directa para los más jóvenes», añadió.

El productor de la BBC John Walters leyendo la revista Smash Hits.

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Pie de foto,El productor de la BBC John Walters leyendo la revista «Smash Hits».

Incluso las letras y poses más espumosas pueden evocar un mensaje secreto.

Aquí se puede incluir a la banda de chicos de principios de los 90, New Kids on the Block (NKOTB).

Al igual que con las letras de las canciones, esta inmersión en la música pop operó en más de un nivel a la vez.

Y aunque el mensaje subyacente tenía un sentido de camaradería demostró que el pop es esencialmente una fuerza unificadora.

«NKOTB trajo una especie de expansión que no habíamos visto en el pop británico desde hacía un tiempo», argumenta Kadis, quien ahora es gerente y consultor en la industria musical.

«Su música se resumía a una fórmula. Era muy repetitiva, una especie de mantra. Tenían cierta arrogancia y cuando los veías actuar, se te quedaba algo de eso. La idea era: ‘puedes ser parte de esta pandilla'», dice.

«Este fenómeno lo vi de nuevo, años después, trabajando en el marketing inicial del grupo One Direction».

«Ahora, la banda de K-pop BTS también encarna gran parte de esa mentalidad de colegas, y la conexión con sus fans es muy poderosa. Mucha música pop es realmente importante porque te invita a convertirte en parte de un movimiento, no importa lo que sea. Es un poco como una red de apoyo», afirma.

El grupo One Direction

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Pie de foto,One Direction se volvió un fenómeno de masas.

Cuando era niño y adolescente, no entendía el concepto de resistencia o conceptualización que llegaba a través de las noticias.

Aprendí todo a través del pop.

La corriente occidental dominante de la década de los 80 parecía a la vez desenfrenadamente materialista y extrañamente puritana.

Abundaban los excesos estilísticos, desde la moda hasta las producciones musicales.

Pero también había un tono muy crítico contra los gobiernos conservadores de Reino Unido y Estados Unidos, así como la cobertura de los medios, particularmente en lo que respecta a la expresión social y sexual.

Esta tensión resultó ser un semillero para el pop de mensajes escondidos, desde la política de género de las bandas británicas Eurythmics y Culture Club, hasta las contundentes protestas de los obreros en las canciones del álbum de Bruce Springsteen, Born in the USA.

Bruce Springsteen

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Pie de foto,Bruce Springsteen ya era una estrella en la década de los 80.

Por su parte, Smash Hits ofreció artículos a sus lectores de la banda de pop hábilmente pegadizaThe Blow Monkeys, cuyas melodías suaves y frías transmitían el mensaje de ser unos aliados de las comunidades LGBTQ.

Un buen ejemplo de esto es su canción de 1986 Digging Your Scene.

Oposición a gobiernos

Pero también mostraban su oposición al gobierno de derecha de Margaret Thatcher en Reino Unido en numerosos detalles, incluido su dúo de 1987 con Curtis Mayfield, con la canción Celebratethe Day After You(Celebraré el día después de ti).

Mientras tanto, el grupo de Liverpool Frankie Goes to Hollywood se mostraban como brillantes y despreocupados rebeldes, infames por su «prohibido» éxito de 1984 Relax.

En las notas de su álbum debut, el bajista de la banda Mark O’Toole admitió que cuando salió por primera vez fingían que se trataba de motivación y en realidad se trataba de tener relaciones sexuales.

Pero también de hacer referencias furtivas a la Guerra Fría, el arte y la filosofía de vanguardia en sus siguientes singles en horario estelar.

Holly Johnson

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Pie de foto,Holly Johnson posando fuera de la Casa Blanca con una figura falsa de Ronald Reagan.

Two Tribes estaba repleto de guiños visuales y de audio de los líderes occidentales, incluidos Lenin, Reagan y Thatcher, así como clips de trozos de películas sobre la guerra nuclear.

Welcome tthe Pleasuredome trajo a los admiradores del pop la influencia del poema de 1797 de Samuel Taylor Coleridge, Kubla Khan.

Y hasta hace poco, el líder de FGTH, Holly Johnson, conservaba su estilo acorde con el pop codificado.

Efecto subversivo

Su sencillo en solitario de 2015 Dancing with No Fear, captura la euforia instantánea de la pista de baile, pero también deja entrever una esperanza subyacente: la de vivir sin las restricciones tóxicas de la homofobia y otros prejuicios.

Generaciones de músicos han empleado letras ambiguas e insinuaciones para conseguir un efecto subversivo.

La década de 1990 produjo melodías de rave pop que se enfrentaban a una clase dirigente dispuesta a tomar medidas drásticas contra la cultura de los clubes y las referencias a las drogas.

Dos ejemplos: la canción Ebeneezer Goode, de la banda The Shamen, que encabezó las listas de éxitos en 1992 y el embriagador single de Madonna Bedtime Story de 1995 y coescrito con Bjork.

Madonna

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Pie de foto,La letra de Bedtime Story, de Madonna, es un himno a las alegrías de la inconsciencia.

Identidad sexual y liberación

En el siglo XXI, las letras con mensajes secretos también transmiten identidad sexual y liberación, ya sea que la cultura dominante capte o no el mensaje de inmediato.

Cuando a principios de este año Lil Nas X fue criticado por el contenido «inapropiado» de su cántico gay Montero (Call Me by Your Name) -Montero (Llámame por tu nombre)-, atacó desde su cuenta de Twitter a la hipocresía conservadora.

Argumentó que su gran éxito de 2019, Old Town Road, era una oda al adulterio. «Decidiste que tu hijo podía escucharlo. Cúlpate a ti mismo».

Un mural de David Bowie.

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Pie de foto,El legendario músico inglés David Bowie murió apenas días después de lanzar al mercado su último álbum «Blackstar».

Algunos artistas pop se vuelven cada vez más intrépidos cuando se vuelven superfamosos.

Otros han demostrado una fuerte inclinación por los mensajes codificados en su música que perduran más allá de sus notas finales.

El glorioso álbum Blackstar de David Bowie (2016) ha seguido revelando secretos desde su lanzamiento.

Pasó en el 69 cumpleaños del cantante y también un par de días antes de su muerte.

Además de las referencias del disco a la mortalidad, hay una cualidad mágica en su obra de arte abstracta: un fan descubrió que cuando la funda monocromática se exponía a la luz solar directa, aparecía la vasta galaxia de Starman.

Mientras tanto, los videoclips de Beyoncé han incluido imágenes de archivo de líderes inspiradores, incluido Martin Luther King, y ha sido emocionante verla usar progresivamente su plataforma para encarnar temas del poder negro, la herencia africana y la igualdad.

El ejemplo más claro fue su homenaje a las Panteras Negras a través de la coreografía y accesorios de su actuación en el Super Bowl 50 (2016).

Super Bowl 50

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Pie de foto,Beyoncé actuó con Chris Martin, de Coldplay, y Bruno Mars en el medio tiempo de la Super Bowl 50.

Y ha seguido enviando mensajes de esta manera, en una progresión intuitiva hasta el lanzamiento de su película y banda sonora de 2020 Black Is King, con la que la cantante quiso celebrar: «Todos los hermosos reyes y reinas negros que continúan inspirándome e inspirando al mundo entero», según dijo en su discurso de los Grammy 2021.

También hay que reconocer a los talentos musicales emergentes que incorporan mensajes en sus ritmos pegadizos.

La joven cantautora londinense Poppy Ajudha crea melodías seductoras que comunican temas profundos a partir del espíritu suave pero resistente del sencillo de 2020 Black Joy. Black Peace. Black Justice y su versión del Watermelon Man de Herbie Hancock.

En las cálidas escenas del vecindario que aparece en el video, vemos detalles de fondo que incluyen carteles de protesta con lemas como «Fin del racismo sistémico».

Poppy Ajudha

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Pie de foto,«Un artista contemporáneo debería escribir sobre lo que está pasando en el mundo», dice Poppy Ajudha.

«La música debería hablar de los tiempos. Mi música habla de lo que está sucediendo ahora», le dice Ajudha a BBC Culture.

«Un artista contemporáneo debería escribir sobre lo que está pasando en el mundo, porque eso queda para siempre marcado en la historia; no puedes borrar una canción que a la gente le encanta. Gran parte de la historia se desvanece, pero la música pop es subversiva. Une a la gente para crear cambio», añade.

«Cuando fui a la universidad, y estudié género, antropología y las tendencias contemporáneas de la sociedad, conocer el pensamiento de escritores y filósofos increíbles me hizo darme cuenta de lo que quería escribir y cantar: sobre feminismo, problemas sociales, mi herencia mestiza«.

«Se trataba de identidad, porque juega un papel muy importante en cómo nos vemos a nosotros mismos y en cómo nos ve la sociedad. Y esta visión fue creciendo conforme más escribía canciones y veía cómo la gente reaccionaba a ellas», afirma.

Menos soledad

«Sentí que estaba haciendo que la gente se sintiera menos sola. Me di cuenta de que de esto se trata la música. Se supone que debemos conectarnos, compartir experiencias y superar la mierda juntos», dice.

«No quiero que mi música solo comente lo difíciles que son las cosas. Quiero que mis canciones empoderen para hacer algo, sin importar lo que el mundo les diga, para cambiar las dificultades a las que se enfrentan».

En temas como Strong Woman, Ajudha también argumenta que hay una fuerza codificada en la expresión de desafíos personales.

La banda BTS

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Pie de foto,Los surcoreanos de BTS son un fenómeno mundial.

«Los artistas transmiten mucha emoción; permitimos que las personas sean vulnerables a través de nuestra vulnerabilidad. Es una especie de bendición y una maldición; significa que somos muy dramáticos, pero también significa que llegamos a sentir la plenitud de la vida, que a veces puede ser abrumadora, pero también muy hermosa», dice Ajudha.

A medida que el pop contemporáneo se vuelve cada vez más globalizado, sus mensajes codificados y sus conexiones parecen más expansivas que nunca, más allá de una cosmovisión occidental.

Aunque el inglés ha sido tradicionalmente la lengua franca de la cultura pop dominante, el significado del pop tiene posibilidades más amplias que nunca para los fans contemporáneos.

Ya sea que estén aprendiendo vocabulario nuevo y perspectivas sociales mientras siguen a sus estrellas favoritas de K-pop, Afrobeats o latinos, o publican respuestas al «mensaje oculto» de Billie Eilish en una multiplicidad de plataformas.

«El pop aprovecha el idealismo de la juventud; aumenta la conciencia de género, raza, emoción, con elementos que puedes interpretar como quieras», dice Kadis.

«El hecho de que se traduzca en todo el mundo, en diferentes idiomas y culturas, ese es el poder de la música pop».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/vert-cul-57231231

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Entrevista a Enrique Javier Díez Gutiérrez “Pocos manuales de secundaria explican que la represión franquista fue sistemática, orquestada legalmente y con carácter retroactivo”

Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León, doctor en Ciencias de la Educación, licenciado en Filosofía y Diplomado en Trabajo Social y Educación Social.

Ha trabajado como educador social, maestro de primaria, profesor de secundaria, orientador en institutos y responsable de atención a la diversidad en la administración educativa.

Especialista en organización educativa, desarrolla actualmente su labor docente e investigadora en el campo de la educación intercultural, el género y la política educativa.

Es vicepresidente del Foro por la Memoria de León.

Entre sus últimas publicaciones, cabe citar Neoliberalismo educativo (Octaedro, 2018), La revuelta educativa necon (Trea, 2019), La educación en venta (Octaedro, 2020) y La asignatura pendiente (Plaza y Valdés, 2020). En este último ensayo, centramos nuestra conversación.

¿Cuál es nuestra asignatura pendiente? ¿De quién, de quiénes?

La memoria histórica sigue siendo una asignatura pendiente en el currículum escolar. La memoria histórica democrática de las y los vencidos, de las y los fusilados, de las y los torturados y humillados por el fascismo civil y militar, que auspició un golpe de estado y una dictadura consentida y auspiciada por los países supuestamente democráticos que habían derrotado al fascismo en Europa.

El subtítulo: “La memoria histórica democrática en los libros de textos escolares”. ¿Qué debemos entender por memoria histórica democrática?

La memoria de quienes lucharon y defendieron los valores democráticos de la II República, de quienes fueron derrotados y cuya memoria se ha tratado de olvidar y silenciar con el pacto de la transición y la ignominiosa ley de amnistía, con la excusa del miedo al ruido de sables que siempre ha existido y siempre existirá mientras haya ejércitos y armamento para la guerra.

Cuando hablas de libros de textos escolares, ¿de qué libros hablas? ¿De qué etapas educativas?

De los libros de texto que utilizan todas las generaciones durante su etapa de escolarización y en torno a los cuales se centra la mayor parte del tiempo de trabajo escolar. Estos libros de texto, controlados por unas pocas grandes editoriales, muchas de ellas vinculadas a la jerarquía católica, son los que determinan los contenidos que se estudian durante la única etapa de la vida en la que muchos de los estudiantes tienen contacto con la historia académica, la educación obligatoria, hasta los 16 años.

¿En qué cursos de la formación preuniversitaria se estudia la asignatura de Historia? ¿Cuántas horas?

En concreto, 4º de la Educación Secundaria Obligatoria y, quienes continúan estudiando, 2º de Bachillerato, que son los dos cursos escolares donde se estudia o se debería estudiar esta etapa de la historia contemporánea de España. Muchos estudiantes confiesan (y algunos profesores y profesoras también) que a este tema no se llega o, si se llega, se trata de “pasar de puntillas” porque, como decía una jefa de estudios, “es que en este pueblo hay de los dos bandos”. Para el profesorado de Historia es prácticamente imposible dar todos los contenidos que se pretende en tan poco tiempo y, menos en 2º de Bachillerato, que está centrado y presionado por la prueba de acceso a la Universidad.

Señalas en la Introducción que desde tu punto de vista el alumnado, como sujeto de ciudadanía, debería vincularse en y desde la escuela con el ejercicio de la democracia y con el compromiso activo por la justicia social y la igualdad entre los seres humanos, tanto en la perspectiva de clase como de género. ¿Y cómo se consigue una finalidad así? ¿No hay riesgo de adoctrinamiento aunque sea en finalidades y valores que tú y yo podamos compartir?

En absoluto. La educación persigue formar a las personas para el bien común y para implicarse de forma activa en la construcción de un mundo más justo y mejor, de acuerdo con lo que hemos convenido colectivamente como valores mínimos esenciales comunes: los derechos humanos. Este es el objetivo irrenunciable de la educación. Si no sirve para esto, no tiene sentido la educación. Enseñamos lengua para convivir, comunicarnos y dialogar, no para mentir, engañar y difundir fake news, por ejemplo.

Esto es aplicable a todas las materias y asignaturas, aunque la derecha siempre asegura demagógicamente que en la escuela se adoctrina cuando no es su “ideología” la que se imparte. Véase, la religión católica, que según ellos no es adoctrinamiento, mientras que los derechos humanos, sí que son adoctrinamiento o la ciencia con la que no están de acuerdo desde sus prejuicios, sea la evolución o la diversidad sexual, ante lo cual promueven “vetos parentales”.

Comentas, críticamente, que el mito de la neutralidad y la objetividad de las ciencias sociales aún parece pervivir en el ámbito escolar. ¿Por qué es un mito la pretensión de objetividad en esas disciplinas? En general, el intento de objetividad es un ideal deseado en el ámbito de las ciencias físicas o naturales.

No hay objetividad ni neutralidad en las ciencias. Pero se sigue utilizando este mito para asegurar que es neutral y objetivo lo que está establecido por el establishment, por el poder, por el status quo. Y a fuerza de repetirlo se convierte en algo que se normaliza. El neoliberalismo promueve esta falsa neutralidad y objetividad para asegurar que se necesitan gobiernos de “técnicos”, como si estos no tuvieran una ideología.

Además, en los libros de texto escolares, como reconocen los expertos, cada editorial conserva una línea ideológica. Los contenidos escolares, como toda elaboración social, se ven influenciados por los intereses y perspectivas de quien participa en su diseño y confección. Pero, además, en el caso de las editoriales, cada una de ellas tienen dueño, que es quien marca e influye en su línea ideológica y en las prioridades y enfoques que le interesa resaltar o consolidar.

Sostienes que lo que habitualmente se plasma en los contenidos de los libros de texto es la “historia de los vencedores” y que otros muchos acontecimientos y visiones permanecen ocultos, silenciados o, cuanto menos, minimizados. ¿Sigue pasando? ¿No son historiadores/as o científicos/as sociales los que elaboran esos manuales? ¿Escriben al dictado de la ideología de las editoriales?

No hace falta que se escriba al dictado de las editoriales. Las editoriales tienden a contratar a quienes están dentro de sus parámetros ideológicos. Como los medios de comunicación (se lo decía Guillermo Toledo en una entrevista a Risto Mejide: “no hace falta que te digan lo que tienes que decir, si estás ahí es justamente por eso”) o cualquier empresa (que se lo digan a los sindicatos).

No olvidemos que es una industria que vende 46 millones de libros a ocho millones de alumnas y alumnos no universitarios, con unos ingresos, según la OCU, de una media de 201 euros por alumno/a y curso.

Un grupo de investigadores de la Universidad de León, tú entre ellos, habéis analizado los contenidos de los libros de texto correspondientes a la historia que se ocupa de la posguerra, especialmente de la represión de la dictadura franquista y la lucha antifranquista que se prolongó hasta bien entrado los años sesenta. ¿Quiénes habéis compuesto ese equipo de investigadores? ¿Cuántos libros habéis analizado? ¿Editoriales? ¿Cuánto tiempo os ha llevado la investigación? ¿Está concluida? Muchas preguntas de una sola tacada.

Hemos participado un equipo de tres personas, especialistas en Historia y Educación, que durante tres años hemos analizado los libros de texto más utilizados en las diferentes comunidades autónomas, pues las competencias educativas están transferidas. Se hizo una revisión exhaustiva de los libros de texto de las editoriales con más venta y difusión en el ámbito educativo (Oxford, McGraw Hill, Santillana, Vicens Vives, ECIR, Anaya, Laberinto, Bruño, Edelvives, SM, Akal) desde el último ciclo de primaria, pasando por la ESO, hasta bachillerato. De estas editoriales se han examinado 21 libros de texto: 12 correspondientes a 2º de Bachillerato y 9 a 4º de la ESO.

¿Algún hilo conductor común en los libros analizados? ¿Existen temas tabú que nunca se tocan por ‘falta de tiempo’ o porque no están en los programas?

Parece que algunos libros de texto todavía siguen encubriendo, silenciando u ocultando de forma significativa esta parte de la historia y que la represión tras el golpe de estado franquista y la posterior lucha antifranquista, es decir, la memoria histórica de aquel período permanece invisibilizada e incluso tergiversada en buena parte del material curricular que utiliza el alumnado en ESO y Bachillerato.

No obstante, recientemente, alguna editorial sí que empieza a mencionar la represión, incluso incluye dentro de sus actividades alguna referencia a la lucha antifranquista y a las víctimas españolas de los campos de concentración nazis.

Existen lo que hemos denominado “temas tabú”, es decir, aquellos que ni siquiera se nombran, que se podrían condensar en 5 claves: 1. La incautación de bienes y el origen de grandes fortunas del IBEX 35. 2. El papel legitimador de la Iglesia dentro del aparato represor del franquismo. 3. No se nombra a los responsables y partícipes directos en la represión, muchos de los cuales siguieron en puestos clave de responsabilidad pública posteriormente. 4. La colaboración de parte de la sociedad civil que se sentía vencedora en la represión. 5. El reconocimiento, resarcimiento y reparación de las víctimas del franquismo y de la lucha antifranquista.

¿Y cuáles han sido vuestras principales conclusiones tras vuestra investigación? Por ejemplo, ¿se enfoca de forma históricamente documentada la etapa de la II República?

Las conclusiones más significativas se podrían sintetizar en las siguientes:

Extensión: Los contenidos se centran excesivamente sobre la Guerra Civil, mientras que la posguerra sigue en la sombra. Además, ¡los 44 años, el período que transcurre entre la II República, la guerra civil y el franquismo, que deberían ocupar cerca del 50% de los contenidos del siglo XX por estricto tiempo cronológico sólo ocupa el 9%!

Ocultamientos: Se presenta esta parte de la historia desde una visión supuestamente “neutral y aséptica”, pero encubre graves silencios y ocultamientos deliberados. Formas genéricas que, apenas dicen nada o que ocultan, más que aclarar, lo que parece no quererse abordar de forma clara y decidida.

Invisibilidad y minimización de la represión sistemática: donde el afán de venganza fue orquestado legalmente y con carácter retroactivo, prolongándose durante 40 años. Ni la mitad de los libros de 4º ESO y pocos más en 2º explican cómo hacían leyes a su medida para llevar a cabo fusilamientos, coacciones, expolios… de quienes se les oponían o contra quienes no mostraban la suficiente simpatía. No sólo la violencia física de los “paseos” o las torturas o los fusilamientos, el exilio interior de los topos, o los experimentos con las prisioneras para descubrir y erradicar el “gen rojo”, secuestrando y robando a sus hijos para traficarlos a manos de “familias adeptas al régimen” para que no les transmitieran el fanatismo marxista, sino también formas de represión específicas a las mujeres, como el rapado del pelo, la ingesta del aceite de ricino, las humillaciones públicas o la violencia sexual y las violaciones. O la depuración laboral… La represión se queda en un cuadro de detalle (se dedica a los “paseos” el mismo espacio que el dedicado a Mariquita Pérez “el juguete más ansiado en los cincuenta), sin explicar quién, cómo, ni por qué se fusilaba.

Tergiversación: Incluso se falsean las causas de la guerra civil. Según un texto de una de las editoriales más vendidas, la guerra civil fue un “conflicto entre hermanos”, “originado por el caos que produjo la segunda república”.

Lenguaje: Se utilizan términos que disminuyen la gravedad y, en cierta medida, siguen blanqueando el fascismo del golpe de estado y la dictadura: en alguna ocasión todavía se habla de “alzamiento” (no de golpe de estado), o se dice que se instauró una dictadura, explicando que una dictadura simplemente es “un gobierno no democrático” y donde parece que el único problema es que “no hubo libertad de expresión” durante su transcurso …

Equiparación: Se busca en muchas ocasiones hacer un paralelismo entre golpistas y defensores de la democracia, afirmando en algunos manuales que “uno y otro lado provocaron las mismas víctimas”, cuando los golpistas ejercieron durante cuarenta años una represión sistemática.

La misma pregunta te hago sobre el golpe militar fascista del 36 y la guerra civil.

El desarrollo sobre la Segunda República en los libros de texto suele concluir de forma generalizada con los acontecimientos de la primavera de 1936, presentada habitualmente como antesala de la Guerra Civil. Lo cual tiende a generar una visión en los manuales de texto de relación directa entre el período de la república y la guerra civil como fin inexorable de la misma. Idea que se plasma de hecho en el modelo curricular establecido por la Administración que junta ambos temas en una misma unidad, cuando lo lógico sería que la unidad o el bloque de contenidos fuera guerra civil y dictadura, pues ésta sí que fue una consecuencia de la guerra civil. En cuanto a la guerra civil los contenidos de los libros de texto tienden a centrarse más en el relato de las “batallas”, sobre todo en bachillerato.

Vuelvo a preguntarte lo mismo sobre el franquismo y la lucha antifranquista.

Se sigue evitando las alusiones a las fosas comunes, a los miles de desaparecidos sin identificar en España o a los Movimientos de Recuperación de la Memoria Histórica.

Sorprende que libros de texto de la ESO dedican a la represión franquista mayor porcentaje de páginas que los de Bachillerato. Aunque todos, de una forma u otra, hacen alusión a la represión fascista, solo una minoría en la ESO, la mitad en bachillerato, explican que la represión franquista fue sistemática, orquestada legalmente y con carácter retroactivo.

En cuanto a la lucha antifranquista, cada vez son más los libros de texto que dedican algunas líneas de texto a describir esa lucha, sobre todo en Bachillerato, aunque resaltando sobre todo los movimientos y organizaciones de resistencia de corte más moderado.

Pero es en el apartado de la mujer donde se muestran las mayores carencias a la hora de analizar la represión y la lucha antifranquista. Mujeres que fueron reprimidas triplemente: torturadas y fusiladas como “rojas”, agredidas sexualmente y violadas como campo de batalla en el que humillar y vencer al enemigo, a los parientes masculinos ausentes, y sometidas a humillación pública (rapar el pelo, ingesta de aceite de ricino que les provocaba diarreas constantes), al tiempo que eran paseadas por las principales calles de las ciudades, como castigo ejemplarizante de quienes habían roto moldes, normas y estereotipos del modelo de mujer tradicional durante la República y había que volverlas a “colocar en su lugar”. Y que ahora sufren también el olvido por gran parte de la historiografía oficial.

En cuanto a la transición política.

La transición se edificó sobre una “amnesia inducida”, con el resultado de una desmemoria que establecía una falsa equidistancia de responsabilidades entre vencedores y vencidos. La Ley de Amnistía de 1977 se amplió a crímenes cometidos por la dictadura de Franco, convirtiéndose en una auténtica “ley de punto final” que renunció a juzgar los crímenes contra la humanidad del régimen franquista de represores, del ejército o de la policía. Esta transición sin ruptura, que hizo surgir la ‘legalidad democrática’ directamente del aparato legal franquista, no permitía una condena de éste sin poner en cuestión los cimientos de la actual monarquía parlamentaria. Es decir, en este memoricidio, la falsa memoria del franquismo no se vio contrarrestada institucionalmente con una nueva política de la memoria sustentada en referentes democráticos pasados y presentes.

De esta forma los valores de los perdedores y las perdedoras de la guerra fueron excluidos del imaginario colectivo y de la representación social del pasado, quedando su memoria proscrita al ámbito individual. Mientras que otras democracias, como la italiana o la francesa, se fundaron sobre el paradigma del antifascismo, la española lo hizo sobre el de la “superación” del pasado.

¿Se explica adecuadamente el papel de la Iglesia nacional-católica en estos procesos históricos?

El papel de la iglesia católica, especialmente de la jerarquía eclesiástica, tampoco aparece claramente analizado y valorado en los libros de texto. No podemos olvidar que del mismo modo que ocurrió en Alemania, por parte de las dos Iglesias mayoritarias en la época nazi, la Iglesia en España animaba a una “rebelión en forma de cruzada patriótica y religiosa contra la república atea”, incluso años antes de que triunfara el Frente Popular.

Sí que aparece en buena parte de los libros de texto que la Iglesia fue uno de los apoyos legitimadores del régimen franquista, pero no se menciona explícitamente ni se analiza su participación en la represión sistemática y organizada legalmente por el régimen dictatorial franquista. No solo algunos obispos dieron apoyo material o una adhesión moral a los sublevados, entregando dinero y joyas o legitimando de palabra la sublevación, sino que la institución eclesiástica utilizó su ascendiente sobre la población y su influencia en la vida cotidiana, especialmente en las zonas rurales, al servicio del golpe de estado y posteriormente de la dictadura.

Las investigaciones reflejan que la postura de los obispos españoles a lo largo de la Guerra Civil y la represión franquista, fue “no proteger o delatar a izquierdistas o afiliados a sociedades marxistas”, colaborar con las autoridades golpistas y “darles informes sobre sus parroquianos”, así como la “participar en consejos de guerra”.

De las 60 diócesis españolas que había en 1936, 23 obispos apoyaron clara y abiertamente esta postura y el resto optó por el silencio, confiando, eso sí, en que sus sacerdotes colaborarían igualmente como confidentes de las autoridades militares. La Iglesia Católica nunca ha pedido perdón por sus numerosas implicaciones en los crímenes del franquismo, ni de indemnizar –aunque sólo fuera moralmente- a sus víctimas. De hecho, lo más habitual ha sido la postura contraria.

¿Habéis analizado los manuales de historia de las comunidades vasca y catalana? ¿Veis en ellos, si fuera el caso, alguna característica diferenciadora?

No hemos abordado este tema en nuestra investigación.

Aquí, en .Cat, algunas voces críticas han hablado (lo siguen haciendo) de adoctrinamiento nacionalista (del tipo: guerra de España contra Cataluña para hablar de la guerra civil, por ejemplo), tanto en lo que respecta a los manuales usados como a la forma de impartir la asignatura por parte del sector del profesorado más afín al nacional-secesionismo. ¿Vuestra investigación permite decir algo al respecto?

Tampoco hemos abordado este tema. Nada puedo decir sobre ello.

Señalas que el profesorado de Historia, buena parte de él, tienen una visión crítica respecto al trato de la memoria histórica en los libros de texto. ¿Elaboran entonces sus propios materiales? ¿Dónde se centran sus críticas?

Buena parte del profesorado de Historia, efectivamente, genera su propio material didáctico y utiliza fuentes originales para desarrollar su docencia. Por eso muchos nos piden continuamente que les facilitemos las Unidades para la Recuperación de la Memoria Histórica, que realizamos y que tratan de recuperar esa parte de nuestra historia que ha quedado relativamente olvidada o silenciada en el curriculum escolar. Aunque se han agotado en su edición en papel, y los hemos puesto en la red de acceso libre y con actividades interactivas para hacer con el alumnado, la Editorial Plaza y Valdés las editará en breve, pues cada vez recibimos más peticiones.

Pero el profesorado cuestiona especialmente la reducción del horario de historia establecida por la anterior ley educativa LOMCE en el último curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), algo que “choca” directamente con la amplitud del temario a tratar durante el curso, que abarca desde el siglo XVIII hasta hoy en día, resultando realmente complicado poder abordar la totalidad del temario de manera correcta.

Hablas en un capítulo de la teoría de la equidistancia. ¿Equidistancia entre qué posiciones y sobre qué?

Los defensores de la teoría de la equidistancia insisten reiteradamente en afirmar que hubo un “enfrentamiento fratricida”, como si dos partes se hubieran enfrentado en las mismas condiciones o legitimidad. La concepción de que “todos fuimos culpables” plantea que hubo un enfrentamiento entre dos bandos, una lucha fratricida entre hermanos, donde la “culpabilidad” se reparte por igual a las dos partes enfrentadas. Pero una democracia nunca es culpable de un golpe de estado y un gobierno democrático nunca es un bando. No se puede equiparar a las víctimas y a los victimarios. No se puede defender una visión equidistante entre el torturador y el torturado. Es indefendible esta teoría que acaba reproduciendo los tópicos de ‘olvidar el pasado y no repetir la barbarie’, como si todos hubieran sido responsables de la barbarie, ocultando y blanqueando a los militares golpistas responsables y a sus secuaces civiles y religiosos que los sostuvieron, alentaron y justificaron.

“La reconstrucción crítica de la memoria histórica” es el título de uno de los capítulos del libro. ¿Qué reconstrucción es esa? ¿En qué consiste? ¿No es eso precisamente lo que hace todo historiador que se precie?

La historiografía crítica no ha llegado a los libros de texto. Solo reproducen la “historia oficial” o “políticamente correcta” cuyas bases se asentaron en la transición. De ahí que sea un imperativo ético reconstruir un currículum escolar contra-hegemónico que garantice la justicia curricular y permita la emergencia de la memoria silenciada de las personas olvidadas y represaliadas. Un currículum que invierta la hegemonía. No para “dar la vuelta a la tortilla”, sino para proporcionar experiencias e informaciones desconocidas y olvidadas, para hacer un currículum más comprensivo, más representativo. Esto supone replantear la historia desde la perspectiva de los perdedores, de los grupos oprimidos, de los represaliados, de los olvidados. No podemos permitir que, como nos recuerda el escritor argentino y víctima de su dictadura militar, Juan Gelman: “Desaparecen los dictadores y aparecen inmediatamente los organizadores del olvido».

Hablas en el libro del deber de recordar. ¿Por qué crees que recordar es un deber? ¿Quiénes tenemos ese deber?

Llevamos más de 40 años esperando que, por fin, se repare con verdad y justicia la barbarie cometida. El olvido, minimización o relegación de la memoria histórica en la escuela ha supuesto que las generaciones que han llegado todos estos años a su etapa adulta carezcan de una formación con una mínima solvencia sobre lo que supuso la dictadura franquista y la lucha antifranquista que se mantuvo frente a ella. De este modo se ha configurado una sociedad bastante desconocedora de un pasado que cambió violenta y radicalmente el desarrollo del país, lo que facilita su manipulación mediática y política, con la vigencia de una mitología llena de lugares comunes como «reabrir viejas heridas», «revancha», «rencor», etc. Todo ello está generando el efecto que parece que se pretendía: insensibilidad, cierto hartazgo y falta de compromiso político por recuperar, dignificar y hacer justicia a esa memoria dolorida y ocultada, pese a las reiteradas advertencias de los más altos organismos internacionales sobre derechos humanos.

Por eso, probablemente, nuestros estudiantes y la sociedad adulta educada en esta “historia” sabe más del nazismo que del fascismo patrio. Ahora que el Gobierno ha manifestado la intención de llevar a los colegios el conocimiento de la represión franquista y la lucha antifranquista, a través de la nueva Ley de Memoria Histórica que reformará la norma impulsada por Zapatero en 2007, es crucial tener datos precisos de los límites y las tergiversaciones y ocultaciones que sobre esto se mantienen en los contenidos escolares y los libros de texto de las editoriales comerciales que los controlan.

¿Quieres añadir algo más?

El hecho chocante es que, en otros países, de Alemania a Inglaterra, de Italia a Francia, de Argentina a Polonia, esta temática se aborda de forma sistemática en las clases de Historia y se visitan regularmente los lugares de la memoria, de tal forma que en investigaciones similares lo que muestra el alumnado, justamente al contrario de lo que pasa en España, es que tienen una sensación de “saturación” por la constancia con la que aparece en los contenidos escolares en sus países.

No olvidemos que las dictaduras utilizan el olvido para imponer su visión de la historia. Es la democracia la garante y responsable del recuerdo y la memoria que se lega a las futuras generaciones.

Si un solo alumno o una alumna acaba el período de educación obligatoria sin conocer lo que supuso la represión franquista para varias generaciones, entre las cuales estuvieron sus padres, madres, abuelos y abuelas, o la historia de tantos jóvenes como ellos, que lucharon contra la dictadura y perdieron su vida por defender sus ideales, es una tragedia en pleno siglo XXI. Si además han hecho bachillerato y no saben que una generación de nietos y nietas está luchando denodadamente por recuperar la memoria y la dignidad de todas esas generaciones de represaliados y represaliadas, de guerrilleras y guerrilleros antifranquistas, reclamando verdad, justicia, reparación y no repetición, es que algo estamos haciendo mal en el sistema educativo. El derecho a saber debe ser desarrollado por todos los centros educativos y todos los libros de texto escolares.

Hay quienes dicen que no hay que remover el pasado, que no encarnizarse en reabrir viejas heridas. Están equivocados. El deber de memoria ha sido plasmado en el Derecho Internacional y en los Derechos Humanos. Las heridas no están cerradas. Su único tratamiento es la verdad, la justicia y la reparación. Sospecho, como decía Juan Gelman, el renombrado poeta argentino, que no pocos de quienes preconizan el olvido del pasado, en realidad quieren el olvido de su pasado en particular.

Como advierten los historiadores «La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado». No se puede construir un futuro con un pasado basado en la impunidad. Para ser demócrata hay que ser antifascista.

Fuente: https://rebelion.org/pocos-manuales-de-secundaria-explican-que-la-represion-franquista-fue-sistematica-orquestada-legalmente-y-con-caracter-retroactivo/

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España: Movimiento contra la Intolerancia detecta 59 incidentes de delito de odio racial, xenofobia y otras formas en 2020 en Castilla y León

El Informe Raxen critica que el año pasado «no se avanzó» en la leyes ni planes de acción contra el racismo y la intolerancia por un Gobierno «escasamente proactivo»

El Informe Raxen elaborado por Movimiento contra la Intolerancia ha detectado en 2020 en Castilla y León 59 incidentes de delitos de odio racial, xenofobia, racismo, antisemitismo, islamofobia, antigitanismo, homofobia y otras formas de intolerancia, discriminación y violencia. Entre otros, en esta ocasión destacan casos de estigmatización por haber padecido el coronavirus o ejemplos de ‘madrileñofobia’ cuando esta Comunidad contaba con altos índices de COVID-19. Este informe, que se publica anualmente desde 1995, se ha consolidado y ofrece datos para «investigar, analizar incluso proponer políticas de prevención criminal y de apoyo a las víctimas».

A su juicio, durante el año pasado «no se avanzó» en objetivos como la Ley de Igualdad de Trato ni la Ley contra los Delitos de Odio, ni en un Plan de Acción contra el Racismo y la Intolerancia, todo ello a causa de un Parlamento y un Gobierno «escasamente proactivos al respecto». Estas reivindicaciones «no encontraron eco, pese a las advertencias de los organismos europeos que detectan como factores inquietantes en toda Europa: la xenofobia, el antisemitismo y la polarización ideológica».

El Informe Raxen admite que en España la situación relativa es «mejor» que en otros países europeos, pero sin embargo la monitorización realizada la sitúa en el entorno de los 700 incidentes o hechos relacionados con este tipo de delitos en 2020. Persisten signos «inquietantes», señala el documento, al que tuvo acceso Ical. La Comunidad con mayor cifra es Cataluña, con 129 incidentes, seguida de Andalucía (88), Madrid (85) y Valencia (70). Posteriormente, Castilla y León, con 59, País Vasco, con 46, Navarra, con 37, Baleares, con 30, Aragón, con 27, y Murcia, con 21. El resto suman en torno al centenar, si bien se observan casos en todas las autonomías. Movimiento contra la Intolerancia lamenta que «solo se denuncia entre un 10 y un 15 por ciento de los hechos», con lo que se estiman entre 4.000 y 6.500 en España al año.

Como conclusión, el Informe Raxen advierte de que a esta situación «no se está prestando la debida atención social e institucional», con lo que «aumenta la presencia del discurso de odio en internet y redes sociales; el mensaje xenófobo y de las organizaciones extremistas europeas se difunde en España; y se constata el crecimiento de odio ideológico y de hispanofobia».

Fuente: https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-movimiento-contra-intolerancia-detecta-59-incidentes-delito-odio-racial-xenofobia-y-otras-formas-2020-castilla-y-leon-202106101736_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

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Vídeo: ¿Por qué el uribismo odia a los profesores?

Cada vez son más comunes los ataques de los seguidores del expresidente hacia los docentes. ¿A qué se deben? Diez razones.

El uribismo y el magisterio colombiano no son para nada cercanos. De hecho, a lo largo de los años, especialmente los últimos, han tenido gran cantidad de encontrones. Pullas van y vienen de un lado al otro. ¿Qué pasa ahí? ¿Cuál es el origen de esta relación de discordia? En este video el Dibujante Caminante expone diez razones que explicarían esto.

Fuente: https://www.las2orillas.co/video-por-que-el-uribismo-odia-a-los-profesores/

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La semiología de la exclusión en un webcómic sobre la crisis del coronavirus en Guatemala

Elpidio Guillén

Profesor y académico universitario

“El futuro parece escribirse en las pantallas de las computadoras o de los móviles”

Este ensayo, es básicamente una exposición sintética entre la semiología y la semiología de la exclusión de un webcómic sobre el coronavirus en Guatemala; el cual fue publicado a través de la red virtual WhatsApp, el 28 de marzo del año pasado. El propósito principal es analizar los distintos componentes del webcómic en mención para encontrar las relaciones interpretativas entre las disciplinas en mención.

Ahora bien, conviene indicar que la caracterización se realizó a través de un análisis semiológico a partir de cinco niveles de pertinencia, seleccionados y jerarquizados por el autor de esta comunicación.

El webcómic analizado se basa en temas de actualidad y que se suceden en la vida real (el coronavirus) pero tratados en forma humorística y al poner de manifiesto en la temática, la relación entre explotadores y explotados, el webcómic establece un nexo con la semiótica de la exclusión y la teoría de la comunicación.

 A finales del siglo XX el Webcómic se ha ido desarrollando de manera independiente en los medios On line. Internet es un fenómeno que ha ayudado a escribir su historia; no cabe duda, con esta tecnología el género aumentó su expansión y adquirió nuevos brillos y popularidad. Internet ha servido de caldo de cultivo para la proliferación de éste género y de su encuentro con un nuevo público.

El webcómic analizado en este ensayo narra una historia actual en forma secuencial utilizando viñetas y textos. Los textos, como se verá más adelante, generalmente, sirven para reforzar la sátira y el humor que se observan en los íconos.

En el decir de Wikipedia (2020) un webcómic es una historieta que se publica en Internet o por las redes sociales virtuales y, que se puede mirar en las pantallas de cualquier dispositivo: computadora, tableta o teléfono móvil. El contenido puede ser informativo, satírico, político, histórico, juvenil, infantil, entre otros.

La inclusión del webcómic en el campo de la semiótica es reciente, por ende, ha sido poco estudiarlo en su globalidad.  Desde el punto de vista morfológico, dos aspectos, sin dudas, deben ser destacados: forma o estructura y recursos internos. Desde el punto de vista de la estructura puede utilizar distintos recursos visuales tales como: viñetas, figuras, globos con texto, diálogos, imitaciones de sonidos (onomatopeyas) con el fin de provocar ciertos efectos y distraer a los lectores. Las viñetas que sirven para delimitar los cuadros donde se desarrollan las acciones, ayudan a brindar algunas pistas sobre la historia que se está narrando.

Entre tanto, las figuras son los sustantivos icónicos que permiten dar un giro especial a la historia y, pueden ser figuras humanas o de animales. Éstas aparecen con sus respectivos códigos gestuales y expresivos (actitudes o estados de ánimo) y los ángulos de visión, que se refieren a los distintos puntos de vista en que se puede ver una acción.

El autor de una historieta utiliza entre los elementos internos, principalmente, el código cromático (colores) para dar mayor visibilidad a todos los recursos icónicos y lingüísticos, además, también para dotarlos de verosimilitud, provocar reacciones en el receptor y resaltar estados de ánimo.

En el webcómic, desde la óptica semántica, es frecuente el uso de metáforas visuales y metáforas convencionales, las cuales están presentes en todos los webcómics en mayor o menor grado en forma de diagrama o de ícono.   Con las metáforas se pueden expresar ideas de un modo particular, creando un efecto de trasnominación para hacer más fácil su interpretación y crear el universo semiótico del cómic.

El reto de realizar un análisis semiológico sobre este webcómic, inició un día, cuando al abrir un mensaje de WhatsApp, apareció en la pantalla del teléfono una historieta sobre un tema actual, presentado de una manera tan divertida; acompañada de un texto que a la letra decía: “hola licenciado.  Le comparto esta tira para que se ría un poco, en medio de tanta crisis”.

Desde la primera vista al autor de este ensayo, el webcómic le pareció interesante, divertid y reflexivo. La primera tarea fue investigar sobre el comic que se comparte por Internet y las redes sociales virtuales, y el primer descubrimiento fue saber que se les denomina webcómic.  Luego, aprovechando las herramientas de la semiología, decidió abrir una puerta poco conocida para él y, ofrecer al alumnado de la Escuela de Ciencias de la Comunicación un breve análisis semiológico sobre este creativo pero polémico género.

Se espera que el presente análisis semiológico del webcómic sobre el tema del coronavirus en Guatemala, motive a investigar y profundizar más sobe la temática y, en el mejor de los casos, sirva como punto de referencia para un debate entre alumnos y profesores de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Cabe destarar que el webcómic es un objeto semiótico tan particular, capaz de dirigir la mirada hacia distintas y variadas lecturas. Cuenta con sus propias reglas y sus propios códigos; por lo mismo, desde el inicio hasta el final, el análisis de este webcómic sobre el tema del coronavirus en Guatemala resultó para el investigador de esta comunicación, una experiencia singular, no solo por la coyuntura política y social del momento, sino porque era un camino nuevo por explorar.

Las pautas que se siguieron para el análisis semiológico del webcómic sobre el tema del coronavirus en Guatemala fueron: lectura general del texto, elección de los niveles de pertinencia, (todo aquello que es relevante, apropiado y congruente con el objeto de estudio) análisis de cada nivel de lectura elegido y redacción de conclusiones.

Una vez jerarquizados los niveles de pertinencia se fue avanzando en el análisis. Se tuvo que leer varios artículos y ensayos para poder encauzar el trabajo. Seguidamente, se estructuró un bosquejo (explicación tentativa) compuesto por las primeras ideas para abordar el análisis.  Poco a poco se afinaron detalles y se fue ampliando la propuesta inicial.

El análisis de cada uno de los niveles de pertinencia, ayudó a entender y resumir la idea central del webcómic, y a conocer los elementos semiológicos que subyacen en el texto objeto de estudio. A tenor de lo dicho, este webcómic analizado, tiene sus génesis en momentos complejos en la historia de Guatemala, un momento de gran tensión causado por la pandemia del coronavirus que afectó y sigue afectando al mundo.

Para poder evidenciar los contenidos latentes y ocultos en los mensajes que transmiten el objeto de estudio de este ensayo, la semiología fue una herramienta insoslayable.

Los niveles de pertinencia seleccionados para la lectura del webcómic en mención fueron:

  1. Argumento general del webcómic
  2. Descripción y análisis del nivel o componente icónico y descripción y análisis del nivel o componente verbal.
  3. Lectura de las principales oposiciones.
  4. Integración de los niveles icónico verbal.
  5. Lectura de las principales connotaciones sociales e ideológicas.

Ciertamente, existen más niveles de lectura, pero esta es la selección que el autor de este ensayo consideró oportuna por su fácil aplicación.

Análisis de los componentes semiológicos del webcómic sobre la crisis del coronavirus en Guatemala.

Objetivos propuestos

  1. General:

-Realizar un análisis semiológico de un webcómic que aborda el tema del coronavirus en Guatemala.

  1. Específicos:

-Identificar a través de los niveles de pertinencia (o de lectura) los principales elementos que integran el webcómic objeto de estudio.

-Analizar cada nivel de pertinencia seleccionado para la explicación semiológica del webcómic en mención.

PRESENTACIÓN

El texto “La semiología de la exclusión en un webcómic sobre la crisis del coronavirus en Guatemala” de nuestro colaborador Elpidio Guillén, profesor universitario y académico investigador de la Universidad de San Carlos, explora las claves interpretativas del webcómic desde la certeza de los significados que se alojan en esa propuesta visual.

Guillén echa mano tanto del método científico aplicado al objeto de su investigación como del talento de sus intuiciones para estudiar el webcómic.  Reconoce la narrativa que subyace en el género, en un discurso coherente, inadvertido a los ojos poco entrenados y críticos.  Su labor, por ello, es también hermenéutico.

El autor mismo lo establece cuando afirma que la finalidad de su trabajo consiste en “analizar los distintos componentes del webcómic para encontrar las relaciones interpretativas entre las disciplinas en mención”.  Su esfuerzo quedará plasmado en el Suplemento Cultural en tres entregas para comodidad de los lectores.

INGRESE PARA DESCARGAR EL SUPLEMENTO CULTURAL

Fuente: https://lahora.gt/la-semiologia-de-la-exclusion-en-un-webcomic-sobre-la-crisis-del-coronavirus-en-guatemala/

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