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Algunos delirios de la izquierda sobre la escuela

Por: Dayron Roque

A propósito del artículo “Educación y autoritarismo”, de Miguel Alejandro Hayes.

No parece tener que preocuparse la derecha por hacer labor de convencimiento ideológico, cuando cierto sector de la izquierda se dedica casi con mayor ahínco a embelesar a la gente mientras dice que la combate. Ese parece ser el caso del artículo Educación y autoritarismo, publicado de manera reciente en algunos medios digitales. El asunto se enmarca en la inexistencia de un debate público acerca de la filosofía de la educación en nuestro país —en tanto es enmascarado en «debates» sobre algunas de sus manifestaciones más prácticas y puntuales—.

Lo que parece ser el tema central del texto en cuestión es cómo la educación tiene determinada influencia en la política —¿o la política en la educación?—. El carácter político de la educación es incuestionable: la escuela es una zona política compleja y contradictoria; esto es que, es un espacio donde viven mecanismos de reproducción de la dominación y, a la vez, un campo donde se construyen estrategias y alternativas de oposición, contestación y resistencia. Toda escuela tiene su «contraescuela», y ello es un asunto que interesa a la política.

Como cabe suponer, en el análisis de tal realidad, existe un abanico muy amplio de posiciones desde la extrema derecha hasta la extrema izquierda. Cada una, incluso, ha tenido la oportunidad de «ensayar» su tipo de escuela en determinados momentos y condiciones concretas. Mientras unos ven a la escuela bajo un manto de santidad y neutralidad, otros la observan «vigilantes» como «cómplice del adoctrinamiento» estatal y/o privado.

No creo que la razón esté en el «medio» de ambos posicionamientos: sería una solución salomónica muy fácil, pero errada; sobre todo si se toma en cuenta que en un extremo y otro del panorama político se repiten iniciativas, concepciones y prácticas educativas.

La derecha —que incluye, de paso, a la disfrazada de «centroizquierda»— ha logrado popularizar determinados discursos sobre la escuela que han sido «comprados» con mucho entusiasmo por la izquierda: entre ellos, la escuela como un «aparato ideológico del Estado», o que la autoridad deviene, «naturalmente» en autoritarismo en la escuela. Lo grave no es que haya personas que tengan el criterio —incluso demostrado con hechos de infelices ejemplos, que pretenden hacer pasar por la «regla»— de que la escuela solo sirve para «vigilar y castigar»; lo grave es que esas personas se hagan llamar de izquierda —y «marxista»— y que, además, que presenten su discurso como «progresista».

No es reciente la idea de ciertos sectores de la izquierda ejercer la crítica de la educación escolarizada, en el entendido de que reproduce estructuras de dominación, inherentes a toda sociedad organizada, incluyendo —dicho sea, con humildad— las que se han llamado «socialistas», a lo largo de la historia universal —la tradición anarquista, con tesis de indudable valor, ha estado en el «borde delantero» de tales esfuerzos—. El asunto en sí no es menor, pues se ubica en el centro de una de aquellas famosas tesis marxianas —sobre el tal Feuerbach— de que «el educador necesita ser educado», quizás dejada inconclusa al faltarle —por lo menos— una pregunta: ¿y cómo?

El artículo de referencia da pie para profundizar en varios aspectos de la vida en las escuelas y de la necesidad de profundizar en la misma, como parte de la necesidad de reflexionar sobre toda la vida en nuestro país. Con independencia de que trataré de profundizar en los nudos más conflictivos del mismo, en principio me permito señalar algunas cuestiones puntuales que son, cuando menos, inexactitudes de «forma»:

  • dice el autor que la «educación en Cuba no pudo zafarse de los tipos decimonónicos que llegaban de la metrópoli española». Sobre el particular cabe apuntar que la educación que persiste en Cuba tiene sin dudas, origen hispano; pero agotarlo ahí es, cuando menos, insuficiente. En realidad, le debe, y no poco, a la influencia estadounidense — a partir de finales del siglo xix y durante la primera mitad y poco más del xx; quienes fueron los primeros en convertir cuarteles en escuelas en 1899 y además de traernos tazas sanitarias para las escuelas, nos legaron una organización del sistema escolar más moderna y que, en esencia subsiste hasta el día de hoy — y; con posterioridad, a la influencia proveniente del extinto campo socialista — en especial la antigua URSS y la desaparecida RDA, quienes nos legaron una muy desarrollada psicología y didáctica de la matemática, por poner un ejemplo — . En la base de todo ello hay una versión muy criolla de lo que es la educación y la escuela que se vino fermentando desde inicios del siglo xix, se consolidó en la primera mitad del xx y tuvo su esplendor en la época revolucionaria — lo que permitió hacer una campaña de alfabetización en 1961, con un programa y manual hechos, en su totalidad, por educadores cubanos, que sin sonrojo ninguno ubicaba como las primeras letras a aprender «A», «E» y la «O», para formar una frase bien retumbante como «Con OEA, o sin OEA ganaremos la pelea», experiencia que estaría en el germen de lo que años después sería el movimiento de la educación popular latinoamericana, según Paulo Freire; de los logros de la educación revolucionaria un organismo tan poco sospechoso de simpatizar con la Revolución Cubana, como el Banco Mundial no tuvo más remedio que reconocerlo en los años ¡ochenta! — . El carácter repetitivo y memorístico de la escuela cubana no es responsabilidad exclusiva de ninguna de las raíces educativas de nuestro sistema: esos males se pueden apreciar en cualquiera de ellos, desde el siglo xviii hasta la actualidad, en Cuba se «acriollaron».
  • «la repetición es la madre de la enseñanza», y es cierto; lo que no es «madre absoluta» o «madre despótica». No hay — a riesgo de ser totalizador — ningún aprendizaje que no se produzca sobre la base de determinadas dosis de repetición que varían en dependencia del objeto de estudio y los sujetos cognoscentes. Ahora bien, ni toda enseñanza es, solo, repetición; ni toda repetición, determina, per se, aprendizaje. Lo perverso no es que haya repetición en la enseñanza, lo perverso es que la enseñanza se reduzca a la simple repetición.
  • lo que se entiende por «escuela tradicional» es un complejo cada muy amplio de experiencias y prácticas educativas, que no se reducen — ni con mucho — a las catequesis, ni al aprendizaje de los productos básicos en la educación primaria. Hay, al día de hoy, escuela «contemporánea» donde se memoriza, y escuela tradicional donde la memorización ocupa un papel menor. En cualquier caso, no son las prácticas memorísticas las que determinan el carácter tradicional de la escuela. La falsa dicotomía entre memorizar y aprender, o entre memorizar y aprehender; soslaya el hecho de que la memoria es un nivel del conocimiento, ni mejor ni peor que los otros niveles del conocimiento — la sensopercepción, la imaginación, y el pensamiento mismo — ; sino que solo eso: un nivel por el que se transita en el conocimiento. Sobre la «escuela tradicional» comentaré en detalles más adelante.
  • el autoritarismo no se reproduce porque el profesorado intente «trasmitir» un «paquete de información». Hay «paquetes de información» que son imprescindibles «trasmitir» a otras personas; a lo que hay que poner atención, es cómo se determina el contenido del «paquete» — porque lo que es innegable es que en no pocos casos la enseñanza se ha llenado de respuestas a preguntas que los estudiantes no se han hecho; lo cual no sería grave si fueran respuestas a preguntas que nunca se harán a no ser por una buena educación, por ejemplo, «¿gira el sol alrededor de la Tierra?» o «¿es natural que existan personas ricas y pobres?»; sino que lo es porque le enseñan cosas de la que jamás tendrán conexión o explicación con su vida, o que, en el peor de las casos los entretiene en cuestiones colaterales — y cómo se comparte. Autoridad y autoritarismo no es lo mismo; ni dirección del aprendizaje es autoritarismo.
  • un descubrimiento notable del marxismo — y más que del marxismo, de las prácticas revolucionarias en los últimos doscientos cincuenta años, de lo que lo mejor de la tradición marxista ha bebido — , en materia de liberación, es que nadie libera a nadie, las personas se liberan en comunión: el educador autoritario se libera por la acción mancomunada de los educandos, que al liberarse, lo liberan.
  • el sentido común — en la concepción gramsciana, que lo comprende como la «filosofía de los no filósofos», y que suele ser el peor de los sentidos, por oposición al «buen sentido» — es cierto que se forma en la escuela, pero no solo ahí — lo cual es señalado por el propio Gramsci y luego por Althusser — ; de hecho, en los tiempos que vivimos, ya mucho menos de lo que se formaba hace un siglo o hace incluso cincuenta años — y el asunto de cómo la escuela pública ha sido puesta bajo ataque, ha sido deslegitimada y su influencia disminuida frente a otros «productores de sentido común», excede los propósitos de estas líneas y es un tema a investigar con profundidad — . Y ello ha sucedido, en un entorno en el que, de manera paradójica, ha crecido la población escolarizada en el mundo — el «ejército de reserva» mundial no está formado, en su mayoría, por analfabetos sino por graduados universitarios de carreras que no logran encontrar trabajo — . Sin embargo, ya, cada vez menos, se cumple la idea aquella — de inspiración althusseriana — de que ninguna institución «dispone durante tantos años de la audiencia obligatoria, cinco a seis días a la semana, a razón de ocho horas», y no solo en términos cuantitativos de horas en un aula docente, sino por la influencia real que ejerce.

Como algunos de los puntos anteriores merecen una explicación más detallada que un párrafo, voy a exceder el límite del análisis y desarrollar algunas ideas enunciadas como titulares.

Sobre la «escuela tradicional»

En época de indudables avances tecnológicos que llegan a las escuelas, y, sobre todo, de proliferación de teorías de toda laya sobre la educación puede ser difícil discernir entre lo que es escuela «tradicional», y lo que no lo es.

Aunque existe educación desde que el ser humano se alzó sobre sus pies y tuvo necesidad de trasmitir a las nuevas generaciones determinados saberes ordenados, de forma sistemática — lo que explica la idea de la educación como «categoría eterna» — ; la escuela, en su concepción moderna y occidental — la que nos llega a nosotros en Cuba, pero que, dicho sea con pena, deja por fuera la experiencia educativa de las culturas organizadas orientales, en especial, la china que, sin embargo, legó a la educación occidental un instrumento «imprescindible»: los exámenes — ; es una construcción nacida entre el fin de la Edad Media y el inicio de la Modernidad capitalista — su origen aparece en las órdenes religiosas que se dedicaron al asunto de la educación: jesuitas, claretianos, salesianos — . Cuando muchos hacen referencia a la «educación tradicional» — o, con más exactitud a la «escuela tradicional» — , en realidad señalan a esa institución que nació como parte del movimiento de la Ilustración europea, en sus diversas variantes — hace rato quedó claro que no es lo mismo el modelo educativo inglés, la escuela prusiana, o la escuela francesa, por pensar en una comparación rápida — .

A la escuela tradicional se le endilgan, por igual, muchos aciertos y perversiones; en dependencia de quien lo apunte. También, cabe decir, hay diversas gradaciones en cuanto a la «tradición» de que se trate y el papel asignado al profesorado, el estudiantado, el contenido de la educación, y el papel del Estado y la sociedad, entre otros. No obstante, hay un número de características que, de manera común, la tipifican, entre otras:

  • la escuela es el lugar por excelencia en el que las «viejas» generaciones educan a las «nuevas» generaciones y le trasmiten su corpus de valores morales, habilidades sociales y conocimientos esenciales.
  • la educación es función del Estado, porque la sociedad «educa» a través del Estado; pero es, a la vez, ¡neutral! [Hay que reconocer, que, en rigor, desde la educación tradicional, o, con más exactitud, desde la pedagogía que la sustenta, es donde menos se reconoce el papel del Estado como un instrumento de represión y legitimación ideológica, con probabilidad, como veremos más adelante, porque no se propone «desmontar» — en términos analíticos, no de acción política — tal Estado, ni distingue entre un Estado tiránico, uno monárquico, y uno demorrepublicano.]
  • la confianza y el respeto son la base de la educación, aunque para ello haya que apelar al terror y el autoritarismo. Aquí lo curioso es que, en teoría, no se trata de una escuela autoritaria, el autoritarismo sería una «desviación», un «exceso», en determinadas condiciones. En cualquier caso, se trata de un «delicioso despotismo» que sería agradecido por el estudiantado, como parte de su educación para la vida: una versión del «no muerdas la mano que te da de comer».
  • las diferencias sociales existen de manera «natural», y son «asimiladas» por la escuela, ya sea vía diferenciación entre estudiantes «aventajados» y «desaventajados», vía expulsión escolar directa — llamada, con gentileza, «deserción escolar» — , o vía diferenciación en los tipos de escuelas, en atención a diversos criterios — escuelas técnicas o de oficios, escuelas religiosas, escuelas privadas de pago, escuelas para niños pobres, entre otras — .
  • la escuela es un mecanismo de ascenso social, de movilidad, que, al preparar «para la vida», realiza una «inversión» en ¡capital humano! [Para que no nos llamemos a engaño, en el año 2000, un documento de la ¡Unesco!, conocido como Informe Delors, se llama, en realidad, La educación encierra un tesoro. Y bien que sí, ya lo saben en la OMC y el Banco Mundial que vigilan los índices de escolaridad con la misma atención que el PIB.] En esta versión de la escuela como inversión, o como bien de consumo — que hay para todos los gustos y posibilidades… económicas — ; la educación es una mercancía, susceptible de ser privatizada, sino en todo, por partes. Lo curioso es que ciertos sectores de la izquierda han «comprado» este discurso de la educación como un «tesoro», una «inversión», que produce «capital humano». En rigor, se ha de apuntar, que ha sido vendida — y no ha tenido poca aceptación en el «mercado» — esta idea a países empobrecidos como un «boleto» para salir del subdesarrollo estructural, sobre la base de la presunta posibilidad del mismo para «capacitar la mano de obra» que necesita la economía trasnacional. [En este punto, como otra aparente digresión, he de anotar que esta concepción de escuela y de educación, no es, ni con mucho, «memorística», ni «mecanicista» ni, en apariencia pasa por «autoritaria», ni produce «dolor emocional»; antes bien, impulsa la «creatividad», las «competencias», las «destrezas», las «habilidades» técnicas y «emocionales», busca… ¡la «educación integral»!]

Un análisis detallado de las anteriores características y, sobre todo, de sus reales gradaciones en la práctica; permiten, en principio, apuntar que:

  • no hay «una» escuela tradicional, sino múltiples
  • cualidades de la escuela tradicional pueden ser la memorización y el autoritarismo; pero solo eso, pueden ser. De hecho, en las «versiones» más contemporáneas de la escuela, hay poco de memorística, y el autoritarismo ha sido sustituido por formas más sutiles de dominación — en el mejor de los casos se ha intentado crear una «burbuja» que deja el autoritarismo «fuera» de la escuela; y en el peor, se ha llegado a confundir autoridad con autoritarismo, llamando a «experimentos» de supresión de toda organización — . Cierto sector de la izquierda ha asumido que la autoridad es per se algo perverso, germen de la tiranía. Confundir autoridad con autoritarismo es como confundir el fondue de queso con el queso fundido.

La reacción frente al autoritarismo es lógica, pero no basta para llenar un proyecto educativo distinto, diferente, no solo opuesto al del capitalismo.

Aquí sucede algo parecido con la cuestión de la consideración de la escuela como «aparato ideológico del Estado»: el origen de la confusión está en la concepción que se tenga de la organización de la sociedad y el papel de los dirigentes. Se ha puesto muy de moda la concepción de «movimientos» que pretenden ser más «horizontales» que un ángulo de 180º, y tal idea se ha pretendido llevar a la educación — ¿o fue de ciertas corrientes educativas que salió esa concepción? — . Pero la práctica ya ha demostrado dónde terminan esas ideas.

La crítica a la «escuela tradicional» desde la izquierda: algunos equívocos

La escuela tradicional ha sido criticada desde su propio nacimiento, y a la misma se le han opuesto numerosos movimientos que han tenido mayor o menor éxito, en dependencia de determinadas condiciones. En algunos casos, las «contraescuelas» — por ejemplo, las «Montessori» — han sido «absorbidas» por el movimiento revolucionario del turbocapital y la han hecho parte del sistema dominante. En otros casos, «nuevas escuelas» y «nuevas pedagogías» — por ejemplo, la soviética y las de su inspiración — que ocuparon un espacio hegemónico importante desaparecieron bajo oprobiosas acusaciones — con razón en algunos asuntos, dígase con pena — . En no pocos ejemplos, se han mantenido, de manera «marginal», algunas experiencias «contraescolares» — «escuelas» de inspiración anarquistas, por poner un caso — .

Una de las cuestiones más comunes en la crítica, desde la izquierda, a la escuela — y que ya veremos, ha sido, en los últimos decenios, un discurso muy afín a las pretensiones de la derecha — es el de su conflictiva relación con el Estado. Ello pudiera explicar que, no pocas de las posiciones se han ubicado en un ámbito antinstitucional, como expresión de un posicionamiento antiestatalista.

Con probabilidad, uno de los asuntos más censurables de la crítica que se hace desde cierta zona de la izquierda es aquella que reduce la Ilustración como el movimiento que fundamenta, en términos ideológicos, la educación o los «mitos educativos», a partir de dos argumentos esenciales: la escuela como camino hacia una sociedad de «iguales» — por oposición a la sociedad estamental, típica de las formaciones precapitalistas — y la escuela como espacio de igualdad de oportunidades. Aquí solo cabe decir que ambos argumentos no son incorrectos, a lo sumo, son incompletos — y, de paso, que el proyecto educativo de la Ilustración no se reduce, ni con mucho a lo anterior, pero eso es asunto de otro momento — . Lo que no alcanzó la educación de la Ilustración no ha sido por exceso de aquella, sino, en rigor, por su falta; de la misma manera que lo que tuvo de burguesa la revolución francesa fue su ¡contrarrevolución! [Dicho sea de paso, las recordadas críticas que los «padres fundadores» de la nación cubana hicieron a la educación decimonónica se basaba, en rigor, en los términos y fundamentos de la Ilustración.]

En esta visión, la escuela misma es un límite a la capacidad de crecimiento y mejoramiento humanos, al convertirse en un sistema-monstruo, atado a intereses estatales o privados — otro ¡Leviatán! indomable — . Considerar, a la altura del siglo xxi, que, los indudables logros que la clase trabajadora ha arrancado a la burguesía durante los últimos doscientos cincuenta años en materia de educación masiva, pública y con ciertos mínimos de calidad, es parte de una perversa conspiración para darle más poder y afianzar al Estado, es, cuando menos, un desvarío.

Lo que sucede es que no pocos quieren pedirle «peras al olmo», y que la escuela resuelva lo que no ha podido resolver, por sí misma, la sociedad. [Por eso, entre otras razones, no bastaba con el «tengamos el magisterio y Cuba será nuestra», de don Pepe de la Luz y Caballero; hacía falta una revolución de sacrificio masivo para hacer «Cuba nuestra», y aun así no alcanzaron los primeros treinta años.]

En relación con la concepción presente en las críticas, desde la izquierda, al Estado como un instrumento de dominación, como un medio institucionalizado con el cual se impone, se inculca y se legitima los intereses de la clase dominante comentaremos en el epígrafe siguiente, dada su centralidad en el asunto.

Sobre la escuela como Aparato Ideológico del Estado

Como ya he apuntado al inicio, al parecer los enemigos del marxismo no tienen que dedicarse mucho a combatirlo cuando, en nombre del propio marxismo — y con más ahínco que aquellos — , una parte no despreciable de los marxistas se dedican a defender lo mismo que defienden sus enemigos. Hay múltiples ejemplos, pero, el relacionado con la escuela — como institución pública — es paradigmático.

Y esta confusión parte de una confusión mayor: la concepción del Estado. En relación con el Estado moderno — entendiendo como tal el de la época del capitalismo — , no poco de la tradición marxista ha fallado en delimitar varias cosas: desde qué es, de verdad, el Estado, hasta cuál es la diferencia entre Estado, como sociedad política y la sociedad civil, y cuáles son las diferencias entre el poder del Estado y el aparato del Estado, por hablar de algunos casos; Marx dejó esbozadas algunas ideas, Lenin, en lo que pudo las continuó, pero más allá de Gramsci no ha habido un desarrollo, esencialmente nuevo. Uno de esos fallos ha sido al delimitar dónde comienza la Ilustración y dónde el capitalismo — sí, porque aunque algunas personas les cueste trabajo creerlo, el derecho de las masas populares a participar, incluso donde ha sido apenas a nivel representativo, de la vida política de la nación, no fue un dócil regalo de la burguesía empoderada, ha sido, como otros tantos derechos, arrancado con no pocas luchas; y en algunos lugares, todavía hoy, ni eso — ; en el entendido perverso de que Ilustración y capitalismo son dos caras de la misma moneda. La cuestión no es menor porque las confusiones entre el proyecto de uno y otro y la presunción de que el Estado moderno era consustancial del capitalismo económico — su «superestructura» — regaló a los enemigos del marxismo un caudal teórico — sin contar realizaciones prácticas — del que aun adolecen todos los que se ubican en un «antiestatalismo», que presume de izquierdas — y en rigor histórico hay que reconocer que no mejor les fue a los que intentaron ir «más allá del Estado y del derecho», yendo justo a más Estado y más a la derecha — .

Dentro de los regalos que aceptó cierta zona de la izquierda está el concepto de «aparatos ideológicos del Estado» — en su versión althusseriana — , como una explicación que, aplicada a la escuela, permitiera desmontar una de las más grandes conquistas de las revoluciones de los siglos xviiiy xix: la educación pública. [Y quizás en 1968, en medio del mayo francés, parecía el asunto muy pertinente; pero en 2019 ya no «cuaja» la historia.]

En resumen, el concepto de «aparato ideológico del Estado» entiende que la escuela es, en los sistemas modernos capitalistas, lo que la Iglesia fue al feudalismo: es decir, un lugar donde se enseñan siempre ciertas «habilidades» — «competencias» pudieran decirse, para estar a tono con las circunstancias — , pero mediante formas que aseguran el sometimiento a la ideología dominante. No pocos podrán suscribir con entusiasmo esta afirmación superficial que, sin embargo, deja por fuera la cuestión del carácter público-estatal de la escuela moderna republicana, básico en su origen. En la modernidad — en la capitalista, pero también en la de la transición socialista — , los «aparatos» público-estatales están imaginados, como «aparatos» republicanos, quiere esto decir, antimonárquicos, anticlericales — no, en rigor, «antirreligiosos» — y antidespóticos. Ahora bien, entender que la sustitución, sin más, de los «aparatos ideológicos» feudales por los burgueses fue el resultado «natural» en el proceso de consolidación de la modernidad es pasar por alto que si ello sucedió así no fue a causa del éxito de la Ilustración, sino por su derrota.

En rigor, no es posible hablar, en abstracto, de «aparato ideológico del Estado», sin caracterizar, como mínimo, qué Estado es al que hace referencia. En un Estado republicano, la escuela pública es, justo, la vacuna necesaria, la «cura en salud» frente al «control ideológico» — y aquí se abriría otro debate sobre qué entender por «control ideológico» y por qué no refiere lo mismo que «hegemonía», pero, igual, es una deuda para saldar en otro momento — . Lo público-estatal es, hasta el día de hoy, el único antídoto que se ha encontrado contra el «control ideológico» privado, incluyendo el de los padres y las sectas religiosas, políticas y gremiales. Cualquier solución que no sea enseñanza estatal-pública, será enseñanza privada y privatizada para determinados estratos — sean estos determinados por su poder adquisitivo, su pertenencia ideopolítica, su origen territorial, étnico, racial, y otras de las agrupaciones posibles — ; cualquiera de ellos, incluso, muy disfrazados de métodos educativos «contemporáneos», «integrales», «democráticos», «horizontales» y «libertarios». Los experimentos, en uno y en otro sentido, a lo único que conducen son a formas de «privatizar» la educación — que no significa, en rigor, que sea «no-gratuita»; puede haber educación gratuita «privatizada» — . Si un grupo ultraizquierdista — o izquierdista a secas — decide desertar de la enseñanza estatal para tener su experimento de enseñanza «diferente», «libertaria», no es menos «control ideológico», ni menos nocivo que si los testigos de Jehová, los miembros de la Iglesia Católica Romana, el Talibán, los de la Alianza Evangélica, o los «nuevos ricos» decidieran hacer su propio experimento de enseñanza «distinta» — y no es que estos grupos no hayan hecho ya sus «experimentos» educativos; o que, ahora mismo no reclamen tal oportunidad — . [Como un paréntesis en este punto, se puede añadir que han existido ejemplos notables de experiencias educativas progresistas que procuraron y lograron en lo posible evitar tales defectos y alimentan nuestro caudal de la pedagogía crítica; y que, ante el panorama actual de la educación escolarizada, engrampada por acción u omisión en una crisis tremenda, no es que falten ganas de crear una «nueva escuela», pero eso es «harina de otro costal».]

Cada vez que se lanza un dardo contra la enseñanza estatal se hace en nombre de la «libertad de escoger» el «tipo de educación» y en el entendido — por algunos — de que la escuela estatal es un «germen de dictadura». Como ha apuntado alguien: «Lo malo no es que la escuela sea estatal, lo malo es que el Estado no sea un Estado de derecho». [Y en una pequeña digresión sobre la «libertad de escoger», no es ocioso apuntar que el abuso de la misma, en materias de interés público como la salud ha conducido, entre otros desvaríos, a los «movimientos» antivacunación y de ahí, en conjunto con otros factores, a la reemergencia de enfermedades que se pensaban erradicadas; y no fue en lugares de «atraso cultural».]

Ahora bien, ¿cómo impedir, en las condiciones de una sociedad en transición como la cubana, que las escuelas público-estatales devengan en «aparatos ideológicos»? Es un desafío tremendo, porque los caminos recorridos no han hecho, en no pocos casos, el mejor favor a ese propósito y porque más allá de determinadas certezas de principio, no todo está claro en términos de organización práctica.

Dos ideas básicas pudieran ser:

  • la existencia — real y no formal — de un Estado de derecho socialista: y esto quiere decir cosas que no se agotan en el «Estado de derecho burgués», incluso, quizás, ni siquiera en el «Estado de derecho» y punto. Quiere decir, imperio de ley, y que nadie — ni una persona, ni un grupo de personas — , puedan ocupar el lugar de las leyes. Para ello hace falta concebir una teoría de la dominación en el socialismo — porque está claro que existe dominación en el socialismo, pero sería, en términos teóricos y, sobre todo en términos de política real práctica muy necesario entender cuáles son sus manifestaciones y límites reales, posibles y necesarios — . La escuela es como un pequeño Estado, y como tal funciona: puede ir desde la más abierta dictadura a la más perfectible democracia republicana; en el espectro entre ambos puntos y en ellos mismos, muchas personas se encuentran cómodas por lo que habrá quienes no se inmuten con que la escuela funcione de manera despótica, pero una sociedad que busca una ciudadanía responsable que participa del poder del Estado — mientras exista el Estado, para cuando este no exista, habrá que ver — , la escuela debería ser el «reflejo adelantado» de la sociedad.
  • la consideración del magisterio y el profesorado como una clase de propietarios especiales: de propietarios de sus puestos de trabajo, en asociación libre y organizada en las instituciones público-estatales llamadas escuelas, sujetas a control popular. A esta clase de «propiedad» no se accede por privilegios de estrato, sino por oposición pública que garantice la presencia de los más capaces para ocupar ese cargo. El corolario de esta idea es la llevada y traída «libertad de cátedra», que tiene un «mapa» claro de los «límites» de la libertad y es el que establece la Constitución de la República. [Y habrá siempre una relación conflictiva entre los grados de libertad que impone la Constitución — o la práctica misma de la política en Cuba — y la libertad que se pueda experimentar en una escuela; lo que es poco probable que haya es una relación en forma de función lineal que empareje los límites de la libertad en uno y otro espacio.]

Estaba tentado a terminar con un decálogo — en realidad mucho menos de diez — ideas sobre cómo superar una educación autoritaria en las condiciones de Cuba, como país en transición socialista. Luego recordé que tales pretensiones — las de condensar un listado, unos requerimientos mínimos — pueden ser tan peligrosas y autoritarias como justo dicen no ser. Por eso, se me ocurrió que, con probabilidad, serían más útiles algunas interrogantes, para seguir el debate y, quizás, contribuir al propósito de educar en y para la libertad:

¿cuál debe ser la naturaleza de la relación entre el Estado socialista de derecho y la escuela cubana? ¿dónde se regulará tal relación? ¿quiénes controlarán su cumplimiento exitoso, cómo?

¿cuáles son los contenidos — en el sentido más amplio posible — de una educación en y para la libertad? ¿cuáles sus métodos?

¿cómo se forma el magisterio y profesorado para tales propósitos? ¿qué papel desempeña la «sociedad» — la civil y la política — en ese empeño?

¿qué papel se le reserva al estudiantado en su proceso de formación? ¿cómo lo ejerce?

¿cómo se mide el impacto de la educación en la sociedad?

¿cómo ensayar, desde la escuela, el alcance de una sociedad con la mayor suma de felicidad posible?

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=259961

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Interculturalidad, descolonización y educación intercultural para la independencia, la emancipación y liberación definitiva

Por: Saúl Rivas Rivas

Papel de trabajo para la discusión. Estas reflexiones forman parte de nuestros equipos de trabajo en los conversatorios periódicos en forma conjunta con la Dirección General de Interculturalidad, el equipo pedagógico, el Instituto Nacional de Idiomas Indígenas y la Comisión Presidencial contra el racismo y otras modalidades de discriminación (°)

1.-QUÉ HA APORTADO LA INTERCULTURALIDAD Y LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL A LA REVOLUCIÓN CULTURAL, EDUCATIVA, COMUNAL, COMUNICACIONAL Y ESPIRITUAL DENTRO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA:

2.-¿ QUÉ POTENCIALIDADES OFRECEMOS Y DENTRO DE ELLAS, QUÉ POSIBLES APORTES?

3.-¿ESTAMOS CONSCIENTES DE ESTOS APORTES, DE ESTAS POTENCIALIDADES Y DE LA NECESIDAD DE PONER EN TENSIÓN ANTE LA CRISIS TODAS ESTAS MÚLTIPLES POSIBILIDADES CREATIVAS?

Pero ante todo veamos por qué la interculturalidad es incompatible con los Estados Imperiales e Imperialistas y los Estados Nacionales colonizados y auto-colonizadores y atados al neoliberalismo y al consenso de Wáshington….

Veamos las notas más características de la interculturalidad en relación a los factores de la dominación mundial en la coyuntura política actual.

Primero: La interculturalidad es incompatible con toda conquista, sea cual sea su naturaleza. Toda conquista –del pasado y del presente- trata de inferiorizar y demonizar la cultura del conquistado.

Segundo: La interculturalidad es incompatible con el colonialismo. Al colonizado se le clausuran todas las vías del conocimiento para negar su cultura y educación propia: historia propia, ciencias y tecnologías, degradadas estas últimas como elementales, «rudimentarias» o «primitivas». Filosofías, para negar sus modos de vida, artes y espiritualidades. El conocimiento pasa así a ser patrimonio único de los padrastros conquistadores y colonizadores del territorio. Así surgieron las academias y universidades reales y pontificias para formar –en la colonia- sólo a los hijos de las castas dominantes y mantener en minoría de edad –crío o criados- no sólo a los indígenas, indodescendientes y afrodescendientes sino también a los mismos hijos de europeos nacidos en América, limitados en sus derechos políticos (situación que no se resuelve hoy con una doble nacionalidad, lo cual sigue teniendo un carácter instrumental para las grandes potencias y hacia adentro, un refuerzo del colonialismo interno mediante nacionalidades privilegiadas sobre los nativos).

Tercero: La inter-culturalidad o intercambio libre, equilibrado, respetuoso y equitativo entre pueblos y culturas diferentes, es incompatible con cualquier anexión imperial, contraria a independencia. Sin una buena cuota de autonomía cultural, educativa y espiritual, no hay espacio abonado para el cultivo fecundo de relaciones de convivencia inter-cultural y de grandes despliegues cosmo-vivientes, de consanguinidad con el universo, con los animales y las plantas, de importantes avances creativos, inter-civilizatorios en su vocación ecuménica: como indicadores de una descolonización en marcha.

Cuarto: Todo imperio y en grado más extremo, todo imperialismo proclama formas de universalidad vacías y de globalización estructural y virtual que pasan por encima de todos los pueblos, culturas y civilizaciones sometidas, desconociendo su existencia histórica, la convivencia con las macrosociedades en la contemporaneidad actual y por supuesto, sus derechos humanos (cósmico-antropológicos), culturales y educativos ( por lo cual es necesario superar antropo-centismos, cosmo-centrismos, eurocentrismos, patriarcalismos, formas de apartheid racista-clasistas. Apuntamos en que el racismo es inseparable de todas las formas de apartheid social y cultural).

a)-Destacamos que las grandes religiones monoteístas, cristianismo, islam, judaísmo y aquellas espiritualidades como el budismo, el taoísmo, cuando se casan con el Estado imperial y peor todavía con el imperialismo y el capitalismo neoliberal globalizado, niegan y desconocen el derecho a la existencia de las microsociedades en su convivencia con las macrosociedades y peor aún, en la fase del capitalismo occidental globalizado de la era digital. Lo cual significa la incompatibilidad con cualquier forma de inter-culturalidad y de ecumenismo inter-civilizatorio. En el caso del cristianismo, el prójimo, el próximo, el más cercano – vale decir el vecino en la familia grande o en la comunidad- desaparecen en concreto ante abstracciones como «la humanidad», «la universalidad», «la modernidad», «el progreso», «el desarrollo», «la globalización».

b).- En este orden de ideas, las religiones monoteístas de Occidente y otras manifestaciones espirituales, pierden autonomía de vuelo ante los grandes intereses materiales y espirituales del capitalismo financiero global. De allí la importancia de las iglesias de base, de las teologías y filosofías de la liberación en compromiso orgánico con los pueblos y comunidades.

c) También es importante, la constante actualización del bolivarianismo y del marxismo crítico entroncados en nuestras complejas realidades sociohistóricas y culturales dentro de los procesos de descolonización. Donde los procesos de construcción de la unidad continental-caribeña y la solidaridad internacional, no desconozcan las intermediaciones de lo local, regional, nacional, incluyendo las especificidades de los pueblos y culturas originarias, así como la indo-descendencia y la afrodescendencia dentro de la venezolanidad.

Pasemos a bocetear la primera pregunta generadora:

1.- Cuáles son esos aportes de la interculturalidad a una revolución cultural, educativa, comunicacional, comunal, diplomática de justicia y paz y al diálogo interreligioso y ecuménico: y por supuesto, al mundo político en tiempos de guerra no convencional.

a) Revolución cultural como complemento de la revolución política, económica y social. Sin lo cual no es posible promover la Independencia y la construcción del socialismo del siglo XXI por otros mundos posibles.

b) La interculturalidad si viene del fondo del reclamo de los pueblos indígenas frente a la negación radical del aborigen, no se queda sólo en los referentes de los pueblos originarios y de los afrodescendientes sino que transversaliza al sistema educativo bolivariano en todos sus niveles y modalidades. Resolviendo de fondo el diálogo inter-generacional y de civilizaciones, escapando a las tentaciones del modernismo unilateral y sus posmodernidades de romper el vínculo afectuoso y permanente entre jóvenes y adultos mayores y la trasmisión transgeneracional de la sabiduría de las distintas culturas, incluyendo los derechos trasnsgeneracionales al ambiente.

c) Transversaliza nuestro proceso constituyente actual, todas nuestras políticas públicas, desde nuestra política interior y nuestra política internacional, pasando por todo nuestro sistema de alianzas con el mundo emergente, el Sur Sur y los países no alineados. Tenemos la más acertada política internacional con todo el mundo emergente, pero en el orden de la descolonización cada vez sentimos más que necesitamos una política intercultural de la Cancillería y a lo interno, en nuestras políticas públicas: especialmente en cultura, educación, salud, y políticas de información y comunicación para enfrentar la violencia horizontal: el informe Bachelet –por ejemplo- es un expediente guerrerista, que oxigena en lo internacional y en lo interno al imperialismo y apuntala a la oposición terrorista al tratar de crear condiciones para la violencia horizontal. Le da continuidad a la política que venía cumpliendo desde la Fiscalía la prófuga de la justicia Luisa Ortega Díaz, pero ahora la impunidad se alienta desde el máximo foro internacional como paso necesario que antecede en la memoria de la humanidad todas las invasiones imperialistas ( Afganistán, Irak, Libia, Siria: la humanidad tiene memoria Señora Bachelet, hija de Pinochet por afinidad, quien gobernó Chile aplicando a los mapuche la Constitución y la ley antiterrorista de la sangrienta dictadura pinochetista).

d) Genera toda una metodología abierta en la inclusión y participación popular que puede permitir visualizar a tiempo para enfrentar las múltiples modalidades de violencia horizontal que frecuentemente está utilizando la derecha y el imperialismo al manipular desde los problemas interreligiosos hasta la problemática étnico-nacional, pasando por todo el desmontaje de las comunidades y los sutiles intersticios de la dominación sociocultural y el desclasamiento de los sectores populares.

c) Establece claramente que la familia grande y la comunidad son las micro- bases fundamentales para organizar la adaptación milenaria a los distintos ecosistemas, producir cultura, organización social y política. Y por supuesto, cambios y transformaciones históricas desde el mundo del trabajo en las distintas etapas de la humanidad hasta hoy, reconociendo al mismo tiempo el papel de los trabajadores y trabajadoras: las mujeres indígenas inventaron la agricultura, nos recuerda la investigadora Iraida Vargas.

d) La educación intercultural sirve y ha servido para cuestionar la actual lógica de la cientificidad del sistema global dominante y poner en claro las múltiples intermediaciones de la organización social y política de los pueblos y culturas, que hoy pretende desconocer de un plumazo la etnogenocida y ecocida planificación del capitalismo neoliberal. Las guerras no convencionales y asimétricas nos está obligando a reivindicar y revitalizar los idiomas indígenas y las ciencias y tecnologías de los pueblos, culturas y clases dominadas, descubriendo importantes potencialidades ocultas en la resistencia indígena. En este orden de ideas estamos llamados de urgencia a desarrollas aquellas áreas estratégicas prioritarias de la ciencia occidental dominante para no dejarnos acorralar y desarmar; pero al mismo tiempo –como le ocurrió en su tiempo a los vietnamitas- estamos obligados a continuar redescubriendo los múltiples modelos científicos y tecnológicos de nuestros pueblos, que nos permita combinar la resistencia indígena con la emancipación y liberación, lo cual pasa necesariamente por consolidar nuestra Independencia, como lo vieron en tiempos distintos Bolívar y Chávez y desde otros paradigmas pero en la causa común del socialismo, el mismo Fidel.

e) En relación a las revoluciones comunicacionales de las últimas dos o tres décadas, las relaciones de interculturalidad a pesar de sus asimetrías en una sociedad de clases, castas y estamentos (revalorización de sus patrimonios ancestrales, innovaciones y creatividades). Desde los años 80 en que se desarrollan algunos intentos de «autocrítica de la ciencia»(occidental), varios gobiernos y los mismos imperios comienzan a investigar sobre los sistemas de información y comunicación de los pueblos indígenas y particularmente, el papel que han cumplido en los procesos de liberación, pero también en el mismo desarrollo interno de las actuales revoluciones comunicacionales de la era digital, pasando por el estudio de los idiomas maternos, sus metalenguajes y la descomunal sabiduría chamánica de todos los tiempos. Todo ello a pesar del constante epistemicidio – o destrucción del conocimiento milenario- por parte del colonialismo occidental. En este sentido, la revolución bolivariana al desafiar la apestante «ideología del fin de la historia», ha abierto una serie de compuertas de entrada para refundar –por la vía de la descolonización progresiva- la interculturalidad del conocimiento y el restablecimiento de los derechos de la Madre Naturaleza, en una relación distinta del quehacer cultural, educativo y espiritual.

f) Frente al atrevimiento hiper-alienante de la dictadura mediática mundial de sustituir, hasta en la casa las relaciones familiares, comunales, solidarias y amorosas de la comunicación humana y las relaciones concretas con la gente y con el cosmos, los animales, las plantas, el paisaje, la educación intercultural viene ofreciendo una serie de alternativas, restableciendo la voz directa de los múltiples sujetos inmersos en los complejos procesos inter-societarios.

g) En el orden religioso, inter-religioso y espiritual, los pueblos indígenas, como lo ha reconocido el Papa Francisco y algunas Teologías de la Liberación, católicas, protestantes, islámicas, judaicas-no sionistas, algunas filosofías orientales como el budismo, el taoísmo, entre otros, vienen cuestionando las distintas manifestaciones de fundamentalismos e intolerancias, las agresivas cruzadas religiosas proselitistas de «la única verdadera» y los mitos de «pueblo escogido», «destino manifiesto», los cuales se asumen como los mitos-motores del colonialismo de los imperios y del imperialismo. En este sentido las espiritualidades de los pueblos, de naturaleza no-proselitistas y asumidos a lo interno más como con-vivenciales, cosmo-vivenciales, antes que expansivos-dominantes, pueden por tanto ser tomados como referencias para el diálogo inter-religioso, el diálogo inter-cultural fortaleciendo la diplomacia de los pueblos y la diplomacia de paz de los países emergentes frente al imperialismo norteamericano y los imperios occidentales.

En la revalorización de las microsociedades indígenas, caribes, arawacas y de lenguas independientes es necesario romper con esa visión eurocentrista de altas, medias y bajas culturas americanas. Lo cual favorece la perspectiva expansiva de Occidente, sin ningún respeto tampoco por las llamadas altas y medianas culturas mesoamericanas y andinas.

h) Los pueblos indígenas hemos aportado la mayor diversidad agroalimentaria del planeta. El reservorio de plantas alimenticias y medicinales se hace cada vez más penoso, cuando el niño y niña y la misma juventud indígena, desconocen todavía las potencialidades que ofrece su entorno para enfrentar la actual guerra asimétrica. Sin la papa no hay revolución industrial. Sin el maíz, el heroico Ejército Rojo no hubiese podido derrotar el nazi-fascismo de Hítler.

2 y 3. Las preguntas generadoras 2 y 3 las dejamos para la investigación y donde los proyectos educativos por pueblos indígenas y la educación intercultural bilingüe, la educación intercultural afro venezolana, la educación intercultural de nuestros campesinos, la agricultura urbana, como brazos de la descolonización de la revolución bolivariana –pero no los únicos- pueden arrojar sorprendentes resultados.

Fuente: https://www.aporrea.org/cultura/a280510.html

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Política, ideología y educación en Colombia

Por: Carlos David Martínez Ramírez

“Debemos exigir claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean agentes de cambio”

Mediante la educación se transmiten ideologías y posturas políticas. Esta es una realidad de la cual se habla muy poco en Colombia, excepto cuando algún grupo con poder siente que existe un riesgo de que esa transmisión pueda afectar sus intereses. Ejemplos recientes son el proyecto de ley con el que se intentó limitar la libertad de cátedra y cuando se acusó al Ministerio de Educación Nacional de querer transmitir una supuesta ideología de género.

Al igual que en el periodismo, quienes se desempeñan en el campo educativo no deberían jugar a ser neutros sino aclarar sus ideologías y plantear posturas que permitan contradicciones y discusiones críticas. De esta manera, vale aclarar que el hecho de que se transmitan ideologías y posturas políticas en la educación, no es equivalente a plantear que se pretenda siempre el adoctrinamiento de los estudiantes en función a las creencias del docente.

Napoleón fue uno de los primeros en hablar de un cuerpo docente como la punta de lanza para adoctrinar a la población mediante los procesos educativos. Incluso en la Francia contemporánea también se han hecho acusaciones relacionadas con la intención de transmisión de una ideología de género (allá la denominan teoría de género).

En el caso de la historia reciente colombiana, en la década de 1980 se reguló ampliamente los lineamientos curriculares que debían seguir las instituciones educativas; después, el Movimiento Pedagógico reaccionó exigiendo, entre otras cosas, libertad de cátedra; esta situación, unida con las políticas neoliberales en  la década de 1990, confluyó para que entre 1991 y 1994 se estableciera una normatividad que apostaba por la descentralización en la educación. De esta manera, resulta casi imposible pensar en el siglo XXI que el gobierno central pueda exigir una transmisión ideológica mediante las escuelas. Quien conoce esta historia no se come ese cuento de la ideología de género.

Un ejemplo muy claro de transmisión ideológica mediante la educación en Colombia lo podemos encontrar en el siglo XIX, cuando los liberales radicales buscaron promover mediante la educación convencional las bondades del federalismo en los Estados Unidos de Colombia (como se denominó el país en 1863). Paradójicamente se pretendía una educación descentralizada (con la lógica federalista), pero con la centralización en la ideología que se buscaba promover: que el federalismo era la mejor opción para el país.

En el caso de algunas élites ricas o la aristocracia, como se prefiera, en diferentes países se prefiere optar por la educación en casa, usualmente con excelentes profesores, los “mejores” de cada disciplina o haciendo énfasis en los campos que a la familia más le conviene de acuerdo a sus intereses económicos y/o políticos. Otrora una práctica común era el tour, un viaje mediante el cual los jóvenes conocían otras regiones, por lo general países más avanzados que el propio y aprendían las mejores prácticas administrativas o de gobierno, las cuales replicarían al volver a su país de origen en las empresas o los negocios familiares.

En el caso de Colombia recientemente se han adelantado investigaciones sobre la educación sin escuela. Algunos critican que los padres no deben reemplazar la labor de la escuela, otros critican que estos enfoques pueden buscar que la educación convencional pierda poder. Lo cierto es que el Estado debe garantizar diferentes opciones educativas para todas las familias, sin importar si sus decisiones se basan en criterios políticos o de otro tipo.

Pretender que la educación sea neutra políticamente es una muestra de desconocimiento e incluso de ignorancia con relación al funcionamiento de las lógicas políticas. Si exigimos una educación neutra estamos promoviendo una educación mediocre. Lo que debemos exigir es claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean verdaderos agentes de cambio.

Fuente: https://www.las2orillas.co/politica-ideologia-y-educacion-en-colombia/

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Adoctrinamiento comunista en escuelas chinas: educando a la nueva generación de leales comunistas (Video)

Redacción: Bitterwinter

El PCCh está intensificando el adoctrinamiento ideológico en las escuelas al glorificar el pasado revolucionario y hacer que los estudiantes se atiborren de las actuales doctrinas del Partido Comunista.

Tang Zhe

La adhesión a la ideología del Partido Comunista Chino (PCCh) se ha convertido en el contenido más importante de la educación en China. El PCCh está prohibiendo estrictamente que las religiones ingresen a los establecimientos educativos y utiliza una amplia variedad de medios para someter a los estudiantes a enseñanzas de adoctrinamiento a fin de asegurarse de que su ideología «roja» sea transmitida de generación en generación.

La ideología es lo primordial

A fines de marzo, la Agencia de Educación y Deportes del condado de Yugan, bajo la jurisdicción de la ciudad de Shangrao en la provinciasuroriental de Jiangxi, emitió una notificación sobre la necesidad de rectificar el trabajo ideológico en las escuelas luego de que una inspección del Gobierno central identificara problemas en este ámbito. Según el documento, el cristianismo está compitiendo con el Partido Comunista por el territorio y los corazones de las personas, y dicho trabajo es llevado a cabo a través de iglesias y lugares de reunión religiosos. Por lo tanto, es esencial que todas las escuelas primarias y secundarias, así como también los jardines de infantes, amplíen el trabajo ideológico sobre los jóvenes para mejorar su posición política.

 La notificación le exige a cada institución educativa que implemente actividades que promuevan la «gratitud al Partido, su obediencia y seguimiento», que boicoteen resueltamente la religión y se aseguren de que los niños no ingresen a los lugares de culto. Según la notificación, todos deben reconocer que «la única manera de salir de la pobreza, ser prósperos y avanzar hacia la felicidad es confiar firmemente en el Partido Comunista Chino y en sus buenas políticas».

«Educación roja»: una parte esencial del plan de estudios

En el mes de mayo, varias escuelas del distrito de Dongxiang de la ciudad de Fuzhou, en Jiangxi, organizaron una «gira de experiencias educativas rojas», durante la cual los estudiantes fueron llevados a Jinggangshan, una ciudad a nivel de condado que limita con la provincia de Hunan, considerada la «cuna de la revolución china».

Base de los comunistas chinos y del Ejército Rojo en la década de 1920, la ciudad se ha convertido en un centro de actividades que ofrece numerosos cursos de capacitación que glorifican la revolución proletaria china. Vestidos con los uniformes de la época, los maestros y estudiantes pueden experimentar la vida de los soldados del Ejército Rojo. El objetivo final de las actividades es inspirar a los nuevos comunistas, fortaleciendo la ideología y creencias políticas de los estudiantes, así como también promoviendo el orgullo patriótico por el pasado de China.

Durante los viajes a Jinggangshan, los estudiantes llevaban mochilas en las que estaba grabado un retrato de Mao Zedong.
Durante los viajes a Jinggangshan, los estudiantes llevaban mochilas en las que estaba grabado un retrato de Mao Zedong (proporcionado por una fuente interna).

Según uno de los maestros del distrito, a fines de mayo se organizó que más de 700 estudiantes de una escuela viajaran a Jinggangshan. Los mismos usaban uniformes del Ejército Rojo, llevaban mochilas escolares en las que estaba grabado un retrato de Mao Zedong, gritaban al unísono la consigna «Obedecer órdenes, obedecer al Gobierno», y recibieron educación sobre la revolución.

Video: Estudiantes gritando la consigna: «Obedecer órdenes, obedecer al Gobierno».

El 5 de abril, el director de una escuela primaria de Lingbao, una ciudad en la provincia central de Henán, exigió que los padres llevaran a sus hijos a la llamada «base educativa roja» de la ciudad, para que comprendieran la historia y las teorías del comunismo chino.

También se les exigió a los padres que alquilaran y vistieran a sus hijos con los uniformes del Ejército de la Octava Ruta –siendo la misma la principal fuerza durante la segunda guerra sino-japonesa, tal y como se conoce en China a la Segunda Guerra Mundial–. Mientras portaban cuchillos o armas de fuego de utilería, los niños se inclinaban y saludaban con respeto a una estatua de Mao Zedong. A los padres se les ordenó que tomaran fotos de sus hijos y las enviaran al grupo de WeChat de la escuela para ser inspeccionadas.

Castigados por no poder recitar los valores socialistas centrales

A principios de abril, la Agencia de Educación del condado de Yifeng, bajo la jurisdicción de la ciudad de Yichun, en Jiangxi, visitó todas las escuelas al azar para inspeccionar si los estudiantes podían recitar de memoria los valores socialistas centrales.

Dos estudiantes de una escuela primaria no pudieron recitar todos los valores, lo que provocó que su maestra fuera criticada por sus superiores. La maestra estaba tan enojada que les ordenó a los dos estudiantes pararse al lado del podio y los regañó brutalmente. Un estudiante de otra escuela primaria, que no pudo recitar los valores socialistas centrales, se vio obligado a barrer el piso de la escuela durante diez días a modo de castigo.

Aprovechando el Día del Niño para promover los ideales comunistas

El 25 de mayo, ocho ministerios nacionales emitieron una Notificación conjunta para celebrar el Día del Niño en el año 2019, exigiendo que cada Gobierno local y departamento de educación llevara a cabo una actividad de propaganda para los niños sobre el tema «Amar al Partido, amar al país y amar el socialismo», para «abrochar apropiadamente el primer botón de la vida«, tal y como afirmó en una ocasión el presidente Xi Jinping al hablar sobre la importancia de criar a la nueva generación de sucesores del socialismo chino.

Información sobre el Notificación conjunta para celebrar el Día del Niño en el año 2019 en WeChat.
Información sobre el Notificación conjunta para celebrar el Día del Niño en el año 2019 en WeChat.

Posteriormente, escuelas primarias, secundarias y jardines de infantes emplazados en el condado de Mianchi de Henán organizaron representaciones del Día del Niño, centrándose en la ideología del Partido, tituladas Sucesores Socialistas, Mi Patria y Yo, Recordemos Siempre los Valores Socialistas Centrales, Estrella Roja Brillante, Mi Sueño Chino y otros similares. Según algunos miembros de la audiencia, los estudiantes que cantaban sin cesar canciones revolucionarias se parecían a los Pequeños Guardias Rojos, una organización selectiva de niños sancionada por el Partido Comunista entre los años 1967 y 1978.

Niños en una actuación "roja", escenificada frente al retrato de Mao Zedong.
Niños en una actuación «roja», escenificada frente al retrato de Mao Zedong.

“En el pasado, en el Día del Niño se interpretaban canciones infantiles normales. Hoy en día, los niños cantan canciones rojas que ni siquiera pueden comprender», afirmó un padre cristiano con enojo. “El Gobierno adoctrina por la fuerza a los niños con la ideología de amor hacia el Partido. Eso no es más que un intento por convertirlos en sucesores del ateísmo comunista leal al Partido».

Video: Los niños bailaban con la canción roja Estrella Roja Brillante.

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CLACSO: Encuentro Pensamiento y Praxis: el derecho ante la reconfiguración del capital. Del 20 al 27 de mayo, México

Redacción: CLACSO

Organizan el Grupo de Trabajo “Derecho, clases y reconfiguración del capital” y la Asociación Nuestramericana de Estudios Interdisciplinarios en Crítica Jurídica

Sede: Centro de Difusión Cultural Casa Rafael Galván, Ciudad de México

LUNES 20 DE MAYO

10:00 A 13:00
Auditorio:
Mesa de trabajo 7 “Pluralismo Jurídico y Derecho de los Pueblos” (Coord. Alma Melgarito, UACJ-México)

• Leonilson Rocha dos Santos Rocha (Núcleo Interdisciplinar de Direitos Humanos da UFG, Brasil) y Vilma de Fátima Machado (Programa de Pós-Graduação em Direito Agrário, UFG, Brasil)
“O poder Judiciário Brasileiro e a Construção das Sociedades Indígenas como Sujeitos de Direito”
• Alicia Hopkins Moreno (Universidad del Claustro de Sor Juana, México)
“Cartografía conceptual en la comprensión filosófica de la justicia comunitaria”
• Carmen Ventura Patiño (El Colegio de Michoacán, México)
“Tierras comunales, regulación agraria y la costumbre en la Cañada de los Once Pueblos en Michoacán”
• José Rubén Orantes García (CIMSUR-UNAM, México)
“Prostitución y enganchadores sexuales en los Altos de Chiapas: entre el narcomenudeo, la seducción y los usos y costumbres.

Sala 1: 
Mesa 11. La obligación de garantizar el derecho de acceso a la información a través de los medios de comunicación indígenas

Sala 3:
Mesa de trabajo 6 “Perspectivas feministas del derecho ante la violencia sexo-genérica en la sociedad capitalista” (Coord. Alma Melgarito, UACJ, México)

• Camilha Barbalho (Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, PUC-RS, Brasil) y Helga María Martins de Paula, UFG, Brasil)
“Violência patriarcal no direito penal: a invisibilidade da condição de gênero diante do crime comissivo por omissão”
• Bruna Balbi Gonçalves (Pontifícia Universidade Católica do Paraná, Brasil)
“De como as mulheres foram expulsas da modernidade”
• Katya Regina Isaguirre Torres (Universidade Federal do Paraná, Brasil
“Território-corpo e Território-terra no debate do feminismo popular camponês”
• Helga Maria Martins de Paula (Universidade Federal de Jataí, Brasil) y Larissa Carvalho de Oliveira (UFG, Brasil)
“Teoria marxista da dependência, campesinato, gênero e classe: primeiras aproximações para uma leitura do aprofundamento da crise do capital no contexto brasileiro”
• Camila Passos Barbalho (Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Brasil)
“Violência patriarcal no direito penal: a invisibilidade da condição de gênero diante do crime comissivo por omissão”
• Camila Passos Barbalho (Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Brasil)
“O sequestro do movimento feminista pela lógica do capital: uma análise do fenômeno popfem”

13:00 A 14:30 
RECESO PARA ALMUERZO


MARTES 21 DE MAYO

10:00 a 13:00
Sala 1: 
Mesa de trabajo 1 “Violencia, ideología y derecho”
• Juan José Martínez Volkmar (Red de Colectivos de Estudios en Pensamientos en Latinoamérica, Red Cepela, Colombia)
“Derecho, hegemonía y violencia: la constitución como arma de combate”
• Juan Antonio Mújica García (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México)
“La vida humana entre ruinas. Acerca de la violencia urbicida en el mundo contemporáneo”
• Aída Figueroa (Facultad de Derecho y Criminología, Universidad Autónoma de Nuevo León, México)
“Violencia psicológica en el ámbito laboral de las Universidades Públicas. Su necesario enfoque muldisciplinar”
• Rodrigo Alessandro Sartoti (Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil)
“Entre Francisco Campos e Carl Schmitt: a base teórica autoritaria do Ato Institucional n. 1 da ditadura militar do Brasil”
• Gabriel Cerqueira Leite Martire, Isadora D’Avila Lima Nery Gonçalves y Ramon Silva Costa, (Universidade Federal Fluminense, Brasil)
“Crianças de guerra: o jogo do fazer viver e do deixar morrer, num recorte racial de crianças na cidade de Niterói, Rio de Janeiro”
• Isaac González Ruiz (Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, México)
“¿Genocidio o prácticas sociales genocidas? México, nuevo paradigma de exterminio humano; elementos para una rabdopolítica?”
• Jaime Ortiz Leroux (Universidad Nacional Autónoma de México, México)
“Las ficciones de la soberanía moderna”
• Aurelio Morales Posselt (Programa Posgrado en Estudios Lationoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de México, México).
“Discriminación y control social a través de la política tecnocrática punitiva”
• Enrique G. Gallegos (Universidad Autónoma Metropolitana, Cuajimalpa, México)
“El «dispositivo del “capital”» y la violencia estructural-estructurante. Hacia una genealogía crítica de la destrucción de las personas en el altocapitalismo”
• Javier Cuestas-Caza (Escuela Politécnica Nacional, Quito, Ecuador)
“Estudio formal del idioma Kichwa: decolonialidad y justicia epistémica”

Sala 2:
Mesa de trabajo 4 “El derecho a la ciudad ante la reconfiguración del capital”
• Heloisa Helena Gonçalves Abegão (Fórum Magé Cidadania. Geógrafa, com doutorado pela Universidade Federal Fluminense, UFF).
“O direito de estar e ser na cidade: construindo a sensação de segurança a partir da reconstrução das territorialidades”
• Mónica Montalvo Méndez y Marlene Montalvo Méndez (Vecinas de Alfonso XIII)
“Mapeo Comunitario Alfonso XIII. Una apuesta para enfrentar las problemáticas de inseguridad, tejiendo comunidad en la Ciudad de México”
• 3. Sergio Gonzales Zepeda (0660 Plataforma Vecinal y Observatorio de la Colonia Juárez)
“La historia organizativa de la colonia Juárez y los juaricas en defensa del territorio contra la gentrificación”
• 4. Delphine Prunier (Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad – UNAM)
“Agricultura, alimentación y ciudad: justicia social y espacial en el acceso a la alimentación”
• 5. Colectivo de Mujeres Cerveceras del Barrio de Tepito
“Tejiendo comunidad y Resistencia desde el barrio de Tepito” (título provisorio)
• Jaime Rello (Movimiento Urbano Popular – MUP, Ciudad de México)
“La historia de lucha del Movimiento Urbano Popular en la Ciudad de México” (titulo provisorio)

Sala 3: 
Mesa de trabajo 9 “Uso alternativo del derecho” (Coord. Alma Melgarito, UACJ, México)
• Marlene Duprey Colón (Departamento de Ciencias Sociales Universidad de Puerto Rico)
“Gramáticas de reconciliación y políticas restaurativas: el problema de la tierra en el contexto de la Justicia Transicional en Colombia”
• Karenn Alejandra Díaz Campos (Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Arturo Prat, Chile) y Sefora Natalia Sidgman Zuleta (Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Chile)
“Sobre la teoría del uso alternativo del Derecho y los desafíos de la Convergencia. Derecho y revolución”
• Carlos Del Valle Cruz (Universidad del País Vasco)
“La contra-conducta: resistencia y subjetividad alterna ante la administración bio-política y hegemonía neoliberal del estado de derecho”
• Akuavi Adonon Viveros (Departamento de Ciencias Sociales, UAM-C)
“Repensar el derecho desde la antropología”

13:00 a 14:30
Receso para almuerzo
14:30 a 16:30
Presentación de libros


MIÉRCOLES 22 DE MAYO

10:00 a 13:00

Sala 1:
Mesa de trabajo 13 “Aportes del pensamiento crítico para la creación de programas de estudios jurídicos alternativos”
• Liusvimar del Valle Flores Flores (Universidad Bolivariana de Venezuela, Venezuela)
“Reflexiones para la superación docente en la aplicación de técnicas jurídicas: como uso alternativo del derecho para fortalecer las habilidades discursivas orales del nuevo jurista orgánico”
• Alex David Said Díaz Padrón (Universidad Bolivariana de Venezuela, Venezuela)
“Aspectos Didácticos Esenciales en un Programa de Estudios Jurídicos Alternativo: Experiencia Universidad Bolivariana de Venezuela”
• Omar Enrique Salas Camacho (Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú)
“Constitucionalismo: ¿Concepto de exclusividad liberal o ideológicamente neutro? Una mirada crítica a la doctrina actual constitucional”
• Thania C. Navas Ramírez (Universidad Bolivariana de Venezuela, Venezuela)
“Innovaciones y desafíos del diseño curricular para la enseñanza-aprendizaje del derecho del trabajo en el Programa de Formación de Grado en Estudios Jurídicos de la Universidad Bolivariana de Venezuela”
• Gabriel Cerqueira Leite Martire, Isadora D’Avila Lima Nery Gonçalves y Ramon Silva Costa (Universidade Federal Fluminense, Brasil)
“Problemas de regulamentação do ensino brasileiro: quem é o quem do acesso e da permanência no nível de pós-graduação, e como isso repercute no campo jurídico?”

Sala 2: 
Mesa 8 “Conflictos socioambientales: naturaleza, comunidades y estados en América Latina”
• Valérisa Damasceno Coelho (Universidad do Estado da Bahía, Brasil)) y Katya Isaguirre-Torres (Universidad Federal do Paraná, Brasil)
“A importância da práxis para a educação ambiental”
• Renata Carolina Corrêa Vieira (Programa de Pós-Graduação em Direitos Humanos e Cidadania, Universidade de Brasilia, Brasil)
“A luta dos povos indígenas e comunidades tradicionais no conselho de gestão do patrimônio genético”
• José Benitez y Marieudil López, Programa de Formación de Grado Gestión Ambiental, Universidad Bolivariana de Venezuela, Venezuela
“Modelo ecosocialista de desarrollo sustentable en el pensamiento de Hugo Chávez”
• Horacio Almanza Alcalde, Colectivo Epistémico de Teoría Crítica de Chihuahua, Instituto Nacional de Antropolotía e Historia
“Las luchas de las comunidades Rarámuri contra el despojo: Estrategias múltiples de defense del territorio”
• Bruna Balbi Gonçalves, Pontificia Universidade Católica do Paraná, Brasil
“Os beiradeiros têm direitos: insurgências socioambientais na luta pela terra e pelo rio”
• Fernando Alan López Bonifacio, Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional Autónoma de México
“Megaproyectos, ecocidio-etnocidio y continuidad del régimen en el capitalismo colonial mexicano”
• Patricia Martínez Esparza, Centro de Capacitación y Defensa de los Derechos Humanos e Indígenas A.C. (CECADDHI), México
“La resistencia Indígena en un contexto de megaproyectos en la Sierra Tarahumara: ¿Lucha por el poder o la construcción de poder para seguir luchando?”
• Rocío Hernández Vite (Doctorado en Ciencias Sociales y Humanidades, UAM-C)
• Carlos Marés, Pontificia Universidade Católica de Paraná, Brasil.
“Naturaleza y Pueblos en la génesis del constitucionalismo latinoamericano”
• Juliana Monteiro Pedro y Célia Souza da Costa, Pontificia Universidade Católica de Paraná, Brasil.
“A violação de direitos humanos pelas empresas hidrelétricas na Amazônia: o caso dos pescadores artesanais do Rio Araguari no Amapá”
• Amanda Ferraz da Silveira, Heline Sivini Ferreira y Manuel Munhoz Caleiro, Pontificia Universidade Católica de Paraná, Brasil.
“A reconfiguração do capital e seu avanço sobre os espaços territoriais especialmente protegidos”

13:00 a 14:30
Receso para almuerzo

14:30 a 16: 30
Explanada
Conversatorio “La reconfiguración del capital panorama general por país: Venezuela, Colombia y Puerto Rico”

16:30 a 18:00
Conferencia “Desaparición forzada en México ‘Nos faltan 40 mil’: el caso de Ernesto Serna García y Bruno Avendaño”


JUEVES 23 DE MAYO

10:00 a 13:00
Sala 1: 
Mesa 3 “Mundo del Trabajo y Forma Jurídica”

• Aleida Azamar Alonso (Departamento de Producción Económica, Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, México).
“Riesgos laborales de la minería en América Latina”
• Luis Henrique Abegão (InTECSOL – Incubadora Tecnológica de Empreendimentos de Economia Solidária do Médio Paraíba, Instituto de Ciências Humanas e Sociais da Universidade Federal Fluminense).
“Inclusão socioprodutiva de catadores de materiais recicláveis: um direto em disputa”
• Marco Zurru, Università degli Studi di Cagliari; Alessia Contu; Barbara Barbieri
(Università degli Studi di Cagliari– Italia; Department University of Massachusetts – Boston USA; Università degli Studi di Cagliari – Italia)
“Maneras de salir de la crisis económica en Italia: “empresas recuperadas” o “empresas regeneradas”?”
• Miriam Olivia Knopik Ferraz y Ariê Scherreier Ferneda (Doctorando en Derecho por la PUC/PR, Maestro y Graduada en Derecho por la PUC/PR. Posgrado en Derecho Constitucional por la Academia Brasileira de Direito Constitucional. Profesora del Centro Universitario Unifacear. Editora Adjunta de la Constitução, Economia e Desenvolvimento: Revista da Academia Brasileira de Direito Constitucional. Directora de Investigación del Instituto Nexus Law & Society; estudiante en Derecho por la PUC/PR. Miembro Núcleo de Estudos Avançados em Direito do Trabalho e Socioeconómico. Becario de Iniciación Científica 2018-2019)
“Constitucionalismo en fase de protección: estructuración del derecho fundamental social al/del trabajo y el papel defensivo de la constitución”
• Pedro Alem Santinho (Coordenador de la fábrica ocupada Flask)
“La fábrica ocupada Flasko”
• Tainã Góis (GPTC-USP: Grupo de Pesquisa Trabalho e Capital, da Faculdade de Direito da Universidade de São Paulo)
“Crítica Interseccional à Neoliberalização da Legislação Trabalhista: aportes de gênero e de raça na análise da limitação ao Acesso à Justiça”
• Tania Rodríguez (Observatorio de trabajo y Derechos Humanos, Universidad de Buenos Aires)
“Representación sindical en resistencia. Estrategias de las centrales obreras frente a las reformas económicas y laborales”
• Thania Coromoto Navas Ramírez (Universidad Bolivariana de Venezuela, Venezuela)
“La forma-jurídica: ¿obstáculo para las economías alternativas?”

Sala 2: 
Mesa de trabajo 2 “Capitalismo, mundialización y regulación energética”

• Víctor Rodríguez-Padilla (Posgrado de la Facultad de Ingeniería, UNAM)
“Capitalismo, transición energética y cambio climático”
• Rosío Vargas (Centro de Investigaciones sobre América del Norte, UNAM)
“La regulación en el sector energético mexicano: mecanismo legal para el traspaso y concentración del poder de los corporativos energéticos trasnacionales”
• Daniel Sandoval Cervantes (Departamento de Estudios Institucionales, UAM-C)
“Democracia energética en condiciones dependientes”
• Santiago Álvarez Herrero (Department of Geography, King’s College London)
“Finanzas Climtáticas: continuidades y ruptruas de la financiarizacion y los retos de la transicon energética”
• Herwin Andrés Corzo Laverde, Henry Forero-Medina, Mariana Angélica Berbeo Flórez (Semillero y colectivo de investigación Comuna Quilombo; Universidad Industrial de Santander, Colombia)
“La regulación en el sector energético mexicano: mecanismo legal para el traspaso y concentración del poder de los corporativos energéticos trasnacionales”
• Isaac Roberto Martínez Barraza (Red Iberoamericana Juvenil de Derecho Administrativo)
“Derechos, democracia y neoliberalismo, aproximaciones críticas a una contradicción”
• César Agustín Díaz Olin (Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales, UNAM)
“Capitalismo Fósil y Colapso Ambiental Global”

Sala 3: 
Mesa de trabajo 5 “Seguridad, criminología crítica y economía política del castigo” (coord. Alma Melgarito, UACJ, México; Esteban Rodríguez, UNQ, Argentina)

• Erandi Villavicencio (Red Latinomericana Feminista, México)
“Paradigmas de la política total o de la violencia de estado en democracia.”
• Josefina Napal (Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP, Argentina)
“Análisis críticos del instituto del Juicio por Jurados en la Provincia de Buenos Aires” a 4 años de su implementación.
• Daniel Cieza (Universidad de Buenos Aires, Argentina)
“Economía ilícita y poder político. Un estudio preliminar de dos genealogías”
• Adrian Barbosa e Silva (Faculdade Estácio do Pará, Brasil)
“¿Criminología con seguridad? Balance y perspectivas sobre el postneoliberalismo brasileño en el umbral de la ascensión autoritaria”
• Adrian Barbosa e Silva (Faculdade Estácio do Pará, Brasil)
“Los enlaces entre criminología crítica y política de drogas en Brasil, en la mesa de trabajo Seguridad, criminología crítica y economía política del castigo”
• Lucas Vianna Matos (Universidade Federal Fluminense, Brasil) y Ana Luisa Leão de Aquino Barreto (Universidade do Estado do Rio de Janeiro)
“Guerra às drogas e produção do espaço urbano: uma leitura sócio-espacial da criminalização do tráfico de drogas em salvador-Ba”
• Marco Alexandre de Souza Serra (Instituto de Pesquisa, Direitos e Movimentos Sociais – IPDMS, Brasil)
“História da infância criminalizada: uma comparação entre Brasil e Argentina.
• Instituto de Pesquisa, Direitos e Movimentos Sociais – IPDMS, Brasil
“Mutações nas legislações penal e processual penal brasileiras: o “pacote anticrime” do ex-juiz e atual ministro da justiça”
• Esteban Rodríguez Alzueta (LESyC-UNQ, Argentina)
“Reclutamiento policial, delitos callejeros y economías ilegales”
• Edgar Sánchez González. Defensor Público
“La pobreza como elemento fundamental para determinar el Internamiento Preventivo en el sistema de justicia penal para adolescentes en México.”

13:00 a 14:30
Receso para almuerzo

14:30 a 15:00
Conversatorio “La reconfiguración del capital. Panorama general por país: México”

15:00 a 18:00 
Sala 1:
Proyección de documental y mesa de discusión La Cooperativa LF del Centro del SME: un testimonio documental
Participantes:
• Edgar Belmont (Universidad Autónoma de Querétaro)
• Claudia Loredo (Equipo realizador del documental)
• Xiconténcatl Santana (Equipo realizador del documental)
• Blas Islas (Cooperativa del SME)
• Alejandro Vázquez (Cooperativa del SME)
• Isabel de la Rosa (Cooperativa del SME)

VIERNES 24 DE MAYO

10:00 a 13:00 
Sala 1:
Asamblea general
GT CLACSO. Lectura de las minutas por eje y sistematización de propuestas. Creación y aprobación del programa de trabajo para el GT 2019-2022

13:00 a 14:30 
Receso para almuerzo

14:30 a 16:30 
Conversatorio “La reconfiguración del capital. Panorama general por país: Argentina, Brasil y Chile”


[+] Consultas: encuentro.nuestroamericano@gmail.com

gtclacso2016@gmail.com

[+] Información

 Fuente: https://www.clacso.org/actividad/encuentro-pensamiento-y-praxis-el-derecho-ante-la-reconfiguracion-del-capital-2/

 
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¿Crisis de dirección o Crisis de dirigentes?

Por: Fernando Buen Abad

Con el surgimiento de la Revolución Bolchevique, y la Unión Soviética, el mundo experimentó (también) una transformación cultural y comunicacional que sacudió todos los cimentos históricos. Por negarlas o combatirlas, por valorarlas y seguirlas… en todos los ámbitos de la teoría o de la práctica, se dejó sentir un viento “nuevo” que conmocionó las formas de pensar y hacer política –en su sentido más amplio- y de transformar al mundo. Un pueblo organizado de mil maneras (obreros y campesinos) decidió no seguir siendo oprimido… y una clase opresora no pudo seguir oprimiendo. Cambió el rumbo, cambió la dirección y cambiaron los dirigentes. ¿Qué falló?

Había que remover instituciones y costumbres, preconceptos y definiciones, instauradas por la ideología de la clase dominante como ejes rectores de la vida y del papel de cada persona en su relación con la riqueza toda y especialmente con la riqueza producida por el trabajo. Había que sacudir escombros y telarañas, momias y creencias tan hondas como la parálisis fatalista y de resignación que se generaba en pueblos acosados por una guerra económica de saqueo y privación escoltadas con armas y represión permanente. Incluso armas ideológicas. Había que construir un imaginario social “nuevo” (o dicho de otro modo actualizar la historia de las luchas emancipadoras) con seres humanos dispuestos a rehacer en su cabeza, su corazón y su panza un modo distinto de relacionarse para producir lo que necesitamos todos y distribuirlo para el bien de todos. Cambiar la dirección de todos los beneficios.

Había un programa y un partido con un marco (digamos provisionalmente filosófico) que organizaba democráticamente todos los esfuerzos con rumbo a una sociedad sin clases sociales. Sin opresores y sin oprimidos, donde además de modificar el modo de producción, tendría que cambiar las relaciones de producción en manos de personas dispuestas a ser felices -con toda la dificultad que ello implicaba- en una realidad sometida históricamente a todas las infelicidades. O, dicho resumidamente, tomar una dirección nueva –realmente nueva- para la humanidad y para el planeta. Claro que no sería fácil y claro que no sería “rápido”.

La sola idea de tomar una dirección distinta para los seres humanos y todos sus hábitat, que a muchos parecía imposible, utópico, mesiánico o loco…y a otros parecía esperanzador, deseable, posible y realizable; exigió claridad meridiana en el qué hacer y en el cómo hacerlo. Exigió -y exige- mucha precisión en el orden de las prioridades y los plazos, en la profundidad y en la amplitud de las transformaciones. Exigió y exige un cambio de raíz en la mentalidad y una disposición proactiva a toda prueba. Exigió y exige desarrollar instrumentos capaces de movernos hacia delante en la ciencia, en las artes, en la teoría y en la praxis. Era imposible transitar hacia la nueva dirección con un mapa del pasado a menos que tal mapa sirviera, críticamente, para recordar a dónde no debería irse. En ese campo de exigencias nuevas se tensó fuertemente la relación entre la dirección y los dirigentes. Y el problema nos dura hasta la fecha.

En algunos lugares (y frentes ideológicos) el concepto “dirección” se entiende como un genérico que incluye, necesariamente, a los dirigentes. Pero la práctica ha demostrado que, entre el proceso que implica la creación de una sociedad donde lo más importante sea el bienestar de la sociedad misma y la integridad ético-política de los dirigentes; entre lo que se dice y lo que se hace… es decir “del dicho al hecho”, hay un “trecho” plagado con problemas de orden muy diverso, incluyendo el de identificar con minucia los verdaderos intereses y compromisos de los dirigentes para alcanzar los objetivos marcados por la dirección del programa revolucionario. Muchas desviaciones, muchas traiciones, muchas limitaciones -de todo tipo- han demorado y frustrado el avance del trayecto.

Se cuentan a raudales los reformismos, los conciliadores, los disfraces, las revolturas ideológicas y las guerras mediático-psicológicas diseñadas principalmente para demorar, abortar, deformar y asesinar todo aquello que implique pasos (así sean pequeños) en la dirección emancipadora. Algunos dirigentes descarrilaron el viaje y quemaron el mapa de lo nuevo. Lo viejo no superado y lo nuevo que no termina de nacer. En esa disputa (explicada así muy apretadamente) nos hemos visto inmersos muchas décadas y eso nos ha costado vidas y recursos incalculables expresados en daños severos a la naturaleza misma y a la especie humana en su totalidad. Los enemigos de la nueva dirección, en sus delirios propagandísticos han dado por muerto todo lo que suene a transformación y, así, dan por muerto el marco filosófico, sus logros incipientes, sus beneficios y aportes…han llegado a dar por muerta la historia misma.

Pero lo esencial del rumbo nuevo no pueden borrarlo. Está en vivo en la revolución permanente que el pueblo trabajador despliega en cada una de sus rebeldías y revoluciones (grandes o pequeñas) que no resienten más el sometimiento a una clase que nos depreda y nos deprime, que nos expolia y nos humilla. De esa revolución permanente que ocurre en miles de ámbitos distintos, más visibles o menos, de esa lucha pertinaz e incesante esperamos el nacimiento de los dirigentes de nuevo tipo, de los que no traicionen y de los que hagan, de la dirección marcada por el pueblo trabajador, un arte nuevo de la dirigencia. Que manden obedeciendo, que no quepa en su cabeza, ni en su corazón, otra premisa que seguir el rumbo que se mandata desde las bases. Que sean vasos comunicantes para la creación de una cultura y una comunicación de lo común, de lo comunitario, de las comunas como fase superior de la felicidad humana.

No se trata de un simple “conflicto de intereses” porque está en juego la degradación, la desmoralización y la ruina de los pueblos. Es una situación de vida o muerte para la clase que representa el único futuro viable de la Humanidad. La contradicción entre dirigentes y dirección comprende peligros inaceptables que no pueden ser resueltos con simples “concesiones” ni espejismos de “unidad” de coyuntura. Si los dirigentes no responden a la dirección marcada por las bases, y no se producen cambios, el pueblo trabajador queda expuesto a peligros históricos cada vez mayores, como el neo-fascismo. Un antídoto necesario es que la dirección transformadora, mandatada por la comunidad de las bases, sea la cultura y la comunicación que profesen los dirigentes permanentemente. No aceptemos otro camino.

Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Crisis-de-direccion-o-Crisis-de-dirigentes-20190102-0003.html

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Crisis ética y moral en los campos de la educación superior

Por: Fernando Buen Abad

Un sistema corrupto no respeta ciencias ni conciencias. En la práctica, una multiplicidad de mafias burocráticas (que se adueñaron del gobierno) ejercen con toda impunidad su fuero de ignorantes y su estulticia de ladrones. Avasallan todo escudados en “políticas” y “protocolos” “de Estado”, diseñados para esquilmar, reprimir o aniquilar todo intento de desarrollo académico e intelectual que tenga por “alma mater” servir a los pueblos en su emancipación. Y hemos debido soportar tal canallada bajo el imperio de las amenazas y desplegué delincuencial, impúdico e impune, de funcionarios gubernamentales entrenados para fabricar esclavos de consciencia -con títulos universitarios- al servicio del “sistema”. “Mundo patas arriba”, clamaba Galeano.

Sálvense aquí todas las excepciones pero no por eso quede silenciado lo que es una demanda sentida e inmensa, que vive en el hartazgo y en la desesperación de los pueblos, porque no han existido políticas rigurosas capaces de impartir justicia verdadera a la hora de juzgar el papel del Gobierno en el tutelaje de la Educación Superior. No pocas veces se ha puesto en manos de funcionarios ignorantes, inoperantes y delincuentes el destino de la ciencia y el instrumental académico con que un Estado pretende desarrollar las capacidades intelectuales de los pueblos. No pocas veces hemos visto componendas, cohechos, malversaciones y persecuciones protagonizadas por los funcionarios responsables de la educación universitaria y no pocas veces hemos visto fraudes variopintos relacionados con la aprobación o el rechazo de planes de estudio, contenidos científicos y prácticas profesionales. Vivimos una crisis ética de alcances descomunales en el campo de las políticas publicas para la educación de los pueblos. Lo dicho… sálvense las excepciones.

No es una corrupción sólo de “mordidas”, “coimas”… o dinero. Es una corrupción de contenidos y de formas, de impostaciones y defraudaciones que abarcan desde el perfil de los funcionarios hasta su currículo o el papel que han jugado en el terreno de la educación. Muchos carecen de experiencia mínima (eso nada tiene que ver con sus títulos) y carecen de respeto alguno por su papel como defensores de una u otra metodología científica para el perfeccionamiento de Educación Superior. Pero incluso muchos de los que tienen todos los “papeles” y los oropeles, tampoco han sido “blancas palomas” y hemos padecido, con dolor intenso, los asaltos desembozados de peleles burócratas, bañados en prestigio de clase, pero infectados por el veneno del robo contra el presupuesto educativo que no es otra cosa que dinero del pueblo. Historia, por lo demás, tristísima.

Ya no podemos seguir guardando silencio aunque el miedo nos transite por los huesos. Ya no podemos seguir callando las canalladas de la corrupción gubernamental que, en todas sus escalas, ha dejado huellas indelebles para la historia de la educación en nuestros países. No podemos ni debemos tragarnos la denuncia por más amenazas o insultos recibidos (directa o indirectamente) por los funcionarios aludidos… ni podemos fingir “normalidad” cuando el fracaso general de la educación, en todas sus modalidades, salta a la vista como resultado de un modelo económico y político excluyente, racista, selectivo, injusto… expresado en contenidos manipulados para traficar modelos ideológicos opresores disfrazados “academia” o de “ciencia”.

No podemos ser cómplices del avasallamiento de grandes y buenas iniciativas gestadas en las refriegas del trabajo intelectual honesto, que quieren encontrar los mejores caminos para multiplicar y democratizar los mejores saberes. No podemos ser aliados del exterminio de la creatividad pedagógica y didáctica de los grandes proyectos educativos incluyentes que anhelan derribar los muros entre las nuevas tecnologías y las mejores filosofías del desarrollo humano y humanista. No queremos ser cómplices de la barbarie burocrática de funcionarios incapaces de entender la dinámica magnifica, ni la fuerza transformador de la educación, pensada para seres humanos cultos que anhelan ser libres. Basta de caciques burocráticos en las tareas de la educación, de la ciencia y del pensar riguroso.

No hay manera de imaginar países libres infestados con burócratas ladrones medrando con la educación de los pueblos. No hay manera de convertir las universidades en fuente nutricia de la transformación social si desde el gobierno se infiltran agentes de la corrupción económica e ideológica. No hay manera de anhelar una humanidad renovada en las fuerzas de sus fuerzas creadoras si las ciencias viven acosadas por mafias de burócratas empeñados en destruir toda buena nueva idea emancipadora de los pueblos. No hay manera de democratizar los saberes si hay gobiernos y funcionarios empeñados en destruirlos, ignorarlos o resecarlos con todo tipo de crímenes burocráticos.

Esos burócratas corruptos que infestan no pocos territorios de la Educación Superior no sólo han esquilmado a las universidades con vocación de justicia social para el saber, sino que han manchado su prestigio, les han inventado expedientes espurios, han hecho campañas difamatorias, han manoseado la vida privada de los científicos, de los intelectuales y de los académicos más honestos y más plenos de sentido popular. Han escupido sobre las mejores obras revolucionarias en la metodología y han hecho reinar la calumnia como forma de sistemática de amedrentamiento y castigo contra todos los que no quieren ser cómplices ni siervos de la estulticia gubernamental.

Pero llegó la hora de los límites y toda la paciencia, que muchos han tenido, se agotó. Llegó la hora de confrontar abiertamente en todos los campos pertinentes o adyacentes. Llegó la hora de la denuncia renovada que se hermana con la gran tradición de otras denuncias y luchas, contra la corrupción en todas sus expresiones y contra la condena a la ignorancia, injusta y criminal, a que han sometido a los pueblos esos corruptos investidos como “funcionarios gubernamentales” para la educación del pueblo. Ya basta. Tenemos nombres y apellidos, tenemos casos concretos y fechas precisas, tenemos estudios a fondo y tenemos la solidaridad internacional de miles de científicos, intelectuales y académicos hartos también de la corrupción infiltrada contra la educación. Y, por si fuese poco, tenemos también la razón de nuestro lado.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252975

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