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República Dominicana: Los niños y niñas no deben trabajar para sostener el hogar

Los propios niños y adolescentes aseguran que sus progenitores les obligan a buscar dinero, ya sea vendiendo o pidiendo

Francis Williams es psicólogo especializado en terapia familiar. Actualmente, es encargado de la Sección de Niños, Niñas y Adolescentes en Situación de Calle y Peores formas de Trabajo Infantil en el Conani. De su experiencia, comparte para este especial de Diario Libre: “Trabajo infantil, la invisibilidad de un delito cotidiano”, los riesgos de una niñez que es empujada por la pobreza y, en ocasiones, por la negligencia de los padres, a salir a las calles en busca de un sustento para sí o de toda la familia.

El trabajo infantil se refiere a cualquier trabajo o actividad que priva a los niños y niñas de su infancia plena, limitando el desarrollo adecuado de sus facultades, ya que estas actividades son perjudiciales para la salud física y mental, haciéndoles vulnerables.

Al hablar de trabajo infantil es necesario enfatizar qué es “infancia” y qué es “trabajo”, pues hay una amplia variedad de posiciones relativas a estos dos conceptos. Aunque el concepto trabajo tiene varios significados, para el caso que nos ocupa, el término suele emplearse con referencia a la actividad que se realiza a cambio de una remuneración. Mientras que infancia es la etapa de la vida que va desde el nacimiento hasta la pubertad.

El concepto de trabajo infantil hace alusión a que los niños realicen ciertas actividades con fines lucrativos. Por tanto, suele asociase con la explotación infantil, también llamada esclavitud infantil. Es la utilización de niños en trabajos normales o peligrosos, para fines económicos familiares o de otra índole, de menores de edad por parte de adultos, afectando con ello el desarrollo personal y emocional de los niños, niñas y adolescentes y el disfrute de sus derechos.

En algunos casos, los niños, niñas y adolescentes van a las calles por negligencia de sus padres, madres o tutores, ya que, en ocasiones, los niños y adolescentes aseguran que sus progenitores les obligan a buscar dinero, ya sea vendiendo o pidiendo en espacios públicos o en las inmediaciones de las plazas comerciales. En otros casos, se van a las calles a hurtadillas de sus padres por vivir en situaciones de maltrato o abuso en cualquiera de sus manifestaciones, experimentados en su seno familiar.

Bajo otras circunstancias, se han identificado desde bebés en brazos hasta adolescentes, los cuales son utilizados por personas adultas para pedir y luego quitarles lo que reciben. Así también niños, niñas y adolescentes en espacios públicos, huérfanos o abandonados por sus progenitores o expulsados de sus casas por conflictos familiares.

Para visualizar globalmente la situación en la que se encuentran millones de niños y niñas en relación a este tema, el 12 de junio de cada año se conmemora el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil. Éste se centra en el impacto de la crisis, desde la perspectiva garantista de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.

En ocasiones, los niños y adolescentes aseguran que sus progenitores les obligan a buscar dinero, ya sea vendiendo o pidiendo en espacios públicos o en las inmediaciones de las plazas comerciales.

En la actualidad, la pandemia producida por el COVID-19 ha tenido un impacto tanto económico como en el mercado laboral y, por consiguiente, en los medios de vida de las personas. Desafortunadamente, los niños suelen ser los primeros en sufrir. Esta crisis puede llevar a cientos de niños en nuestro país a ser más vulnerables frente al trabajo infantil.

Con miras a proteger y garantizar los derechos de los niños en el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes se articulan todas las instituciones gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (Asociaciones Sin Fines de Lucro), comprometidas en la provisión, protección y participación de derechos de niños, niñas y adolescentes.

Una de las estrategias utilizadas en la actividad, con resultados muy favorables es la implementación de la Campaña Nacional de Crianza Positiva, la cual se efectúa a través de la participación activa que realizan las instancias locales y los más de dos mil (2,000) facilitadores, quienes por medio de los talleres muestran a padres, madres y tutores que existen modos de disciplinar a los hijos con un estilo de crianza basado en el respeto a los hijos, criándolos con amor, a través de una corrección no maltratante, ni abusiva.

Por medio de esta campaña se han sensibilizado más de setenta mil (70,000) familias en toda la geografía nacional, llegando a cada rincón de la geografía nacional. Actividad que a pesar de la pandemia no ha cesado, ya que, en tiempos de pandemia, permaneciendo un tiempo en casa, es cuando más se necesita contar con herramientas que fomenten el buen trato a los niños, niñas y adolescentes.

La Ley 136-03 (Código para el Sistema de Protección de los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes) es el norte para actuar frente a las situaciones del trabajo infantil en sus peores formas.

Tomando en cuenta que en nuestro país existe el Sistema Nacional de Protección, compuesto con varias instituciones, como son Ministerio de Trabajo, Ministerio Salud Pública y Asistencia Social, la Procuraduría General de la República, entre otros, en el caso que nos ocupa, el Ministerio de Trabajo como entidad que preside el conjunto de instituciones pertenecientes al Comité Directivo Nacional de Lucha Contra el Trabajo Infantil (CDN), establecido mediante el Decreto 144-97, tiene la responsabilidad de coordinar las estrategias y acciones llevadas a cabo por el Estado dominicano para la prevención y erradicación del trabajo infantil en la República Dominicana.

El CDN está integrado por el Ministerio de Trabajo, Conani, la Organización Internacional de Trabajo (OIT), los Ministerios de Salud Pública, Ministerio Público, Ministerio de la Juventud, Ministerio de Deportes, Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, Ministerio de la Mujer, el Fondo de las Naciones Unidas, sector empresarial, entre otras instituciones. Este Comité se reúne bimensualmente de manera ordinaria y cuantas veces sea necesario de manera extraordinaria.

En el Protocolo de Actuación de Lucha contra el Trabajo Infantil, del año 2014, se contemplan algunas acciones para el trabajo articulado con las instituciones que inciden en este flagelo y forman parte del SNP (Ministerio Trabajo, Educación, Deportes, etc.).

Hay una coordinación importante con el Ministerio de Trabajo para el referimiento de los casos que detectan en trabajo infantil, con la intención de que sean remitidos al Conani para restitución de los derechos vulnerados y seguimiento, considerando que el Ministerio de Trabajo aborda la sanción al empleador. De igual forma, las demás instituciones del SNP participan a través de los Directorios Municipales y Directorio Nacional.

Por otro lado, se ha organizado una Red de Servicios con las organizaciones que trabajan con la protección de NNA en situación de calle y víctimas de las peores formas de trabajo infantil, con la intención de aunar esfuerzos y estrategias para la prevención y asistencia de los casos.

Además de apoyar los programas infantiles, el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia participa activamente en la protección y promoción de los derechos de la infancia.

Francis Williams es psicólogo especializado en terapia familia.
Francis Williams es psicólogo especializado en terapia familia. ( )

Conani, como órgano rector del Sistema Nacional de Protección, contempla una respuesta multisectorial entre los actores que intervienen estos casos. Es importante destacar la eficacia en el engranaje interinstitucional, pues cada institución involucrada de manera directa lleva a cabo acciones cónsonas con el rol que cada una debe jugar en el marco de la protección integral de los niños, niñas y adolescentes.

El trabajo infantil es un problema global que afecta el desarrollo de millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) debido a la asignación de tareas, remuneradas o no, que sustrae a esta población de aquellas actividades y experiencias propias de su edad, y que además son necesarias para una vida saludable y plena. A pesar ello, el trabajo infantil se encuentra desproporcionalmente más acentuado en los países en vías de desarrollo, donde los derechos de NNA son vulnerados de manera consuetudinaria, y el problema no se visibiliza en la magnitud que lo amerita por razones fundamentalmente culturales, socioeconómicas, políticas, así como por una débil institucionalidad.

Si bien es cierto erradicar el trabajo infantil es una tarea difícil y compleja porque muchas familias no cuentan con un ingreso o dinero suficiente para pagar los gastos de atención médica o las matrículas de la escuela, suplir las necesidades básicas de los niños, más bien es cierto que los niños y niñas no deben trabajar para sostener el hogar. Por esto es favorable que los ciudadanos denuncien cuando un niño, niña o adolescente se encuentre en una situación de vulnerabilidad, tal como el trabajo infantil en sus peores formas.

Por esto, en la actualidad el Conani, bajo las instrucciones de la Presidenta Ejecutiva, Paula Disla, se encuentra en el proceso de fortalecer las acciones protectoras, con miras a brindar una respuesta eficaz.

Garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes es tarea de todos.

Fuente: https://www.diariolibre.com/afondo/los-ninos-y-ninas-no-deben-trabajar-para-sostener-el-hogar-BD23647402

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Humanizar desde la inmediatez de los cuerpos.

Infancias y educación, desafío y oportunidad de transformación social.

Por: Alejandra Castiglioni

Humanizar…Muchos de nosotros reiteramos en estos tiempos -y enfáticamente- la necesidad de humanizar nuestros vínculos, nuestras perspectivas, nuestros horizontes, nuestro hacer. Implica un gran debate que invita a un diálogo sensible e interdisciplinar.

Quizás esta pandemia nos sitúe ante la oportunidad de desarmar la hegemónica deshumanización y en verdad, la educación y la infancia son los territorios privilegiados para intentarlo.

Boaventura de Sousa Santos menciona la necesidad de desmonumentalizar el conocimiento hegemónico, yo creo que mucho tiene que ver con la posibilidad de humanizar (2009). Siglos de modernidad en que una deliberada disociación entre razón y emoción, cuerpo y alma -entre otras escisiones- ha fragmentado la integridad humana, deshumanizándonos. Desde la perspectiva blanca, occidental, patriarcal y colonial se ha organizado la producción del conocimiento y las estructuras de poder, el hacer, es decir, el ser.

Nos inspira la utopía impulsada en las urgencias para descubrir un futuro en la complejidad del presente. Los umbrales de lo desconocido y los malestares de la incomodidad, que surgen cuando una pandemia revela las profundas inequidades  de las infancias del mundo, nos convocan a transformaciones creando paulatinamente la esperanza de un nuevo orden. Una nueva organización basada en el principio ético de la vida, como hemos escuchado mencionar a Enrique Dussel en estos días.

En particular, humanizaremos habitando la integridad de nuestro ser, legitimando la experiencia sensible de los cuerpos y en el espesor de la corporalidad; esto implica una mirada ética y estética de  un hecho social y político.

En los cuerpos se vivencia e inscribe la efectivización de derechos desde la más temprana edad, esto implica una perspectiva insoslayable para entender a la niña, niño y niñe como sujetos de derecho desde el nacimiento, ciudadanxs de hoy, ciudadanxs interculturales.

Parafraseando a Tonucci, lo cierto es que la cotidianeidad del hogar es hoy, la Escuela de la vida.  Construir diálogos es un desafío coyuntural, también alojar las nuevas interacciones que operan actualmente en la experiencia de enseñar y aprender, las del hogar. Además, erupcionan emociones diversas, incertidumbre, inquietud, temor, desconocimiento, entre otras, presentes en cada contexto, en cada gesto.

¿Por qué pensar desde los cuerpos?

Nuestro cuerpo en tanto construcción social y política situada en un aquí y ahora, es la superficie donde se inscribe nuestra historia y la de generaciones pasadas, nuestra vida y también nuestra muerte.  El hilo de vida que entrama la existencia humana mientras se conforma en los distintos vaivenes del saber, del poder, del ser.

Cuando el cuerpo es considerado como envase, como límite de la individualidad, como recinto del sujeto y por ello, objeto, es que aparece un cuerpo escindido del hombre, deshumanizado.

O bien, un cuerpo encorsetado en disciplinamientos que a veces invaden la cotidianeidad de la educación infantil, formateando tiempos, estereotipando juegos, técnicas corporales o danzas, gestos y emociones según el género, la clase o las más diversas categorías con la que se pretende organizar el mundo.

Indagar en la conversación educativa y en la posibilidad de transformación social pensando en los cuerpos, implica comprenderlos como portadores y productores de cultura y de conocimiento. Cultura en clave relacional, como entramado de estrategias para habitar el mundo y dar sentido a nuestra relación con cada uno de los mundos que habitamos. Esto sedimenta en la memoria del hacer, que como diría Heidegger, es ante todo un habitar.

Ahora bien, ¿es posible trascender la materialidad de los cuerpos en este distanciamiento preventivo y más allá de él? Si. Existe una interfaz entre las fronteras de los cuerpos y en su espesor circulan gestos, voces y relatos, este es el espacio de la corporalidad. Es ese lugar donde podemos redescubrir la potencia del gesto, la intensidad de los diálogos para encontrarnos distinto, para abrazarnos y sostenernos de otros modos y construir así una trama de esperanza que no es ingenuidad sino espera crítica y comprometida. Tan necesaria hoy.

También, allí se desenvuelven diversas representaciones de la otredad que nos convierten en oportunidad o amenaza. Están las que valoran amorosamente y las que nos hacen vulnerables y nos desplazan hacia el abismo, manteniendo asimetrías sociales que desechan seres humanos -marcan niñxs desde la más temprana edad- expulsándolxs al abismo social y simbólico. Lxs niñxs las cuestionan, su voz nos guía y así crea rupturas.

Humanizar, implica apostar a la integración de sí y con lxs otrxs. Asimismo, cuestionar representaciones de la otredad -producto de imaginarios ajenos- que lo impiden; ellas siguen formateando la experiencia infantil y la mutua percepción de quienes compartimos el camino en la vida.

Sabemos que mediante las luchas de los pueblos, algunas representaciones mutan a lo largo del tiempo, allí está nuestra oportunidad y desafío.  Y en esa esperanza, vamos enunciando nuestros sentipensares, construyendo diálogos interdisciplinares que nos permitan repensarnos.

¿Caminos? La educación infantil. No sólo como derecho, sino como territorio para la descolonización del saber,  un camino inacabado de preguntas emancipadoras más que de respuestas. En particular, y en su dimensión política insoslayable, la educación intercultural critica como perspectiva encarnada para detectar adultocentrismos e impugnar instrumentos de homogenización de subjetividades, funcionales a la mercantilización del capitalismo depredador.

Y la potencia de la mirada de lxs niñxs. En estos tiempos -más aún- esa mirada nos conecta con la necesidad de recuperar lo más genuino de nuestro ser, quizás, la cultura de nuestros pueblos indígenas, adaptándola a nuestra realidad desde el hacer… lo que es descolonizar … el saber, el estar, el pensar, el soñar, es decir, el ser. Mientras sentipensamos nuestros cuerpos, revisando cómo los habitamos. Esto implica gestar una nueva corresponsabilidad de existir ampliando la experiencia de la infancia y alojando su impulso vital.

En lo adverso de esta pandemia, habita una oportunidad para honrar ese impulso vital, reinventando paisajes más justos, más humanos, donde de este caos surja un nuevo orden que nos encuentre disponibles amorosamente a la presencia singular de cada niñx, trayendo rupturas con sus gestos -claro- pero invitándonos siempre a un nuevo comienzo (Bustelo, 2011).

Y durante esta noche, para programar un amanecer más humano, no debe faltar la ternura en nuestros modos de vincularnos, imaginar y habitar el mundo. Alejandro Cussianovich, expresa que la ternura debe ser entendida como una virtud política, como un componente insoslayable de nuestra práctica educativa, familiar, profesional sea cual fuere la que nos encuentre trabajando por un mundo más justo y significativo (2009). Sin dudas… la solidaridad es el rostro de la ternura de los pueblos.

Bibliografía:

Bonaventura de Sousa Santos (2009). Una epistemología del Sur. La reinvención del conocimiento y la emancipación social. México, CLACSO y Siglo XXI

Bustelo, Eduardo (2011). El recreo de la infancia. Argumentos para otro comienzo. Buenos Aires, Siglo XXIEditores.

Cussianovich, Alejandro (2009). Ensayos sobre infancia II. Sujetos de derechos y protagonista. Perú, Iflejant.

Buenos Aires. Agosto, 2020.

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Los niños confían en lo que escuchan y los adultos en lo que ven

Al percibir las emociones en una situación determinada, los niños pequeños muestran un fuerte dominio auditivo y priorizan aquello que pueden oír. Sin embargo, los adultos se desenvuelven más mediante información visual.

La percepción de las emociones está fuertemente guiada por estímulos auditivos en los niños, de acuerdo a una nueva investigación realizada en la Universidad de Durham, en el Reino Unido. Sin embargo, los adultos confían en mayor medida en aspectos visuales a la hora de desenvolverse en el mundo de las emociones.

Según un comunicado, los científicos descubrieron patrones que hacen posible profundizar en la forma en la cual los niños reconocen las emociones y las procesan. El estudio, publicado en la revista Journal of Experimental Child Psychology, puede ser de gran utilidad para padres y educadores, que necesitan “conectar” emocionalmente con los pequeños.

Al mismo tiempo, un mayor conocimiento sobre el procesamiento emocional infantil puede aportar nuevas y valiosas herramientas para estimular el desarrollo de niños con patologías como el autismo, entre otras problemáticas.

La investigación de los científicos británicos se dividió en tres grupos de edad diferentes: hasta los 7 años, entre los 8 y los 11 años y participantes con más de 18 años de edad.

Profundizando en el mundo de las emociones

El estudio incluyó la visualización de imágenes y la audición de material sonoro y vocal en el cual se transmitían emociones de todo tipo, como por ejemplo felicidad, tristeza, temor o enojo.

Tanto el contenido visual como el auditivo fueron presentados en forma independiente, intercalada, combinando o contrastando ambos registros. En cada caso, los participantes en el estudio fueron consultados acerca de la emoción predominante en cada ejemplo.

Al analizar los resultados, los especialistas británicos hallaron que los voluntarios adultos que se ubicaban en el grupo de más de 18 años de edad presentaban notables diferencias en las pruebas, con respecto a los niños que formaban parte de los otros dos grupos.

Dos acercamientos diferentes

Los adultos basaron su evaluación emocional en lo que podían ver, mientras que los niños pequeños confiaron en lo que podían oír. De esta forma, los participantes de mayor edad privilegiaron claramente el material visual presentado para definir a las emociones, en tanto que los niños se basaron en los contenidos auditivos aportados por los investigadores.

Los expertos remarcaron que su estudio es la primera evidencia de dominio auditivo en niños que utilizan estímulos emocionales, una característica que al mismo tiempo se logra confrontar con la elección visual de los adultos.

Además, la investigación demuestra que los niños no son capaces de procesar las incongruencias o divergencias entre la información auditiva y la visual, mientras que los adultos logran captar igualmente el contenido emocional, a pesar de esa discordancia.

Desconexión cerebral y reconocimiento de las emociones

Estudios previos en recién nacidos habían constatado, por otro lado, una falta de conexión entre las regiones visuales o auditivas y las áreas emocionales del cerebro, que hace imposible que logren relacionar tanto los estímulos visuales como los auditivos con emociones concretas.

En consecuencia, cabría preguntarse si el predominio de la información auditiva en los niños no supone un nuevo proceso que supera la desconexión inicial en los bebés. Un nuevo e interesante campo de investigación podría ser hallar las relaciones entre el comportamiento de los recién nacidos, los niños y los adultos en cuanto a la interpretación emocional.

Aunque el reconocimiento efectivo de las emociones es imperativo para desenvolverse con éxito en situaciones sociales, y precisamente no aparece en trastornos como el autismo, las investigaciones previas se han centrado principalmente en estudiar los estímulos emocionales de forma aislada. Con un enfoque multimodal, la nueva investigación aporta una mayor riqueza al momento de analizar estas cuestiones.

Referencia

Children cannot ignore what they hear: Incongruent emotional information leads to an auditory dominance in children. Paddy Ross, Beth Atkins, Laura Allison, Holly Simpson, Catherine Duffell, Matthew Williams and Olga Ermolina. Journal of Experimental Child Psychology (2021).DOI: https://doi.org/10.1016/j.jecp.2020.105068

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/los-ninos-confian-en-lo-que-escuchan-y-los-adultos-en-lo-que-ven.html

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Entrevista a Fernando Gómez: Pandemia, encierro y psicología: ¿Qué nos depara el futuro?

Por: Marina Artese Grillo 

Cuando el COVID-19 llegó en febrero del 2020, no sabíamos que íbamos a permanecer la mayor parte del año en nuestros hogares. La pandemia y su consecuente cuarentena han modificado nuestros hábitos. Cambió el trabajo, cómo estudiamos, nos relacionamos y hasta desarrollamos nuestros hobbys y momentos de ocio. Por lo tanto, en esta ocasión, entrevistamos a Fernando Gómez, psicólogo rosarino. Él nos cuenta de qué modo podemos superar las distintas situaciones que estamos atravesando en esta pandemia.

Fernando Gómez, una breve presentación

Fernando Javier Gómez es rosarino y psicólogo graduado de la Universidad Nacional de Rosario (2002). Es docente universitario, desde el año 2004, en la Facultad de Psicología (UNR). En el ámbito público, trabaja para la Dirección Provincial de Salud Mental en un Equipo de Salud Mental. Dicho equipo forma parte de un Programa de Protección a Testigos y Querellantes en Causas por Delitos de Lesa Humanidad en nuestra provincia. Por otro lado, en el ámbito privado, practica el psicoanálisis en su consultorio. Trabaja con grupos y, en algunos casos, supervisa la práctica de jóvenes colegas. Además, es miembro del Colegio Estudios Analíticos, con sede en Buenos Aires. Finalmente, en el último año, formó – junto a otros profesionales de la salud – un Equipo interdisciplinario que aborda el difícil tema de las Alergias Alimentarias Infantiles.

¿De qué modo impactó la pandemia y su consecuente cuarentena en tu trabajo?

“El mayor impacto, en el caso de mis pacientes, fue el pasaje del consultorio a las sesiones por videollamadas. De todos modos, rescato la posibilidad de incorporar algunas herramientas tecnológicas a nuestro campo. Antes, sólo las utilizaba con pacientes de otras provincias (o en el exterior del país) pero siempre por tiempo limitado”, explica Fernando. Por supuesto, también ha cambiado mucho y significó un gran esfuerzo continuar con la docencia a través de las distintas plataformas virtuales. Esto se observa en todos los niveles educativos.
Pero no todo es negativo. Fernando reconoce qué estrategias y herramientas continuará usando postpandemia: “la virtualidad me permitió crear o reforzar vínculos con colegas (u otros profesionales) de todo el continente. La virtualidad, paradójicamente, nos acercó bastante”.

Durante el último tiempo, ¿qué tipo de consultas son las que más recibís?

“En este tiempo y en relación con la pandemia, ha subido el nivel de angustia en general. El aislamiento ha sensibilizado a mucha gente. En estos casos, la preocupación por el futuro y cierta sensación de incertidumbre angustiosa han sido motivo de consulta. Por supuesto, las pérdidas y la difícil situación de no poder velar a familiares o seres queridos afectó a mucha gente. Con la cuarentena, se exacerbaron también muchos conflictos pre-existentes”. Durante este tiempo, Fernando – junto a un grupo de profesionales – ha estado trabajando en un Taller para Familias. “La virtualidad nos permitió sumar participantes de varias provincias. Sinceramente, no sé si esto hubiera sido posible fuera de este contexto”.

pandemia - Fernando Gomez
Fernando Gómez es un psicólogo rosarino. Autor: Fernando Gómez

¿De qué modo influyó la pandemia en el comportamiento y la psiquis humana?

“Es claro que ciertos comportamientos han cambiado abruptamente. Se ha transformado el lugar, el escenario de nuestra vida. No sólo por el aislamiento, sino que – al salir – ese mundo, que conocíamos, ya no es el mismo. Creo que hay razones para tener miedo pero no para paralizarse. El miedo al contacto con el otro no puede dejar a nadie indiferente. Todos necesitamos de la cercanía de nuestros afectos y eso se cortó de golpe. Al respecto, creo que hubo múltiples reacciones. He escuchado bastante negación al principio. Luego, se ha podido trabajar y cambió bastante, pero no deja de ser preocupante”.

“Preocupa la imagen del mundo que puedan hacerse los niños”

La situación de los niños no es menor. Muchos bebés han nacido en plena pandemia y no conocen más que las cuatro paredes de sus hogares. “Creo que se debería mirar más de cerca lo que pasó en casa, con los niños y niñas. Es decir, cómo vivieron y qué efectos podrían esperarse de la experiencia del confinamiento. Sobre la pandemia y el virus, cuenta no sólo lo que hayamos podido explicarles, sino de qué modo lo internalizaron. Preocupa, en principio, la imagen del mundo que puedan hacerse. A mí me impresiona que, en el inicio, si dos nenes se encontraban en la calle, era algo confuso para todos. Uno debía explicarles que no se toquen y que mantengan distancia. Me sorprende y me preocupa el tema de perder el contacto. Es algo así como una sobreadaptación”.

pandemia - Psicologo Fernando
En medio de la pandemia, Fernando – junto a un equipo de profesionales – brindó un Taller para Familias. Autor: Fernando Gómez

La educación también se vio afectada

Cuando en marzo, las escuelas debieron adaptar la modalidad presencial a la virtualidad, se modificó la relación de los niños y jóvenes con sus compañeros y docentes. “En ese momento, se cortó la posibilidad de encuentro con sus pares y maestros. Todo el trabajo de crear vínculos se complicó mucho. Esto es fácilmente racionalizado por los adultos. Pero no puede considerarse – sin caer en el error – que los niños tienen las mismas posibilidades elaborativas que los mayores. Esto se dificulta no solo para los gobiernos sino también para la sociedad en general. Quizá, la escuela debe orientarse a pensar los aspectos emocionales. El futuro de muchas instituciones estará gravemente afectado por problemáticas ligadas al confinamiento”.

¿Cómo puede ayudar la psicología en la “nueva normalidad” y/o “post pandemia”?

“Nosotros ya estamos ayudando, somos parte de esa ‘primera línea de batalla’ ya que estamos en el sistema de salud, tanto público como privado. Hay colegas trabajando en sesiones virtuales pero también acercando viandas o medicación a quienes se ven imposibilitados de movilizarse hasta los distintos efectores. La palabra es vehículo para la elaboración de estas situaciones que podemos llamar ‘catastróficas’. En el futuro inmediato, habrá muchas tareas para nuestro campo. Mucha de la angustia y el temor tiene que ver con cierta falta de ‘puesta en palabras’ de algunas situaciones traumáticas. Tenemos que aportar en el sentido de ayudar a transitar y a configurar ese futuro tan difícil que parece esperarnos en el post pandemia”.

Por último, Fernando, ¿qué consejos les darías a nuestros lectores?

“Les diría que por favor se sigan cuidando. Es importante que miren dentro de cada uno. Intenten encontrar aquello que más les preocupa y traten de hacer algo con eso. Les diría que también miren a su alrededor y traten de re vincularse con aquellos que tienen cerca. Muchos están sufriendo. Los podemos ayudar con una palabra de aliento o escuchándolos. Ayudar acompañar a otros, en estas circunstancias, puede ser reparador para uno mismo”.

Fuente: https://rosario.italiani.it/pandemia-encierro-y-psicologia-que-nos-depara-el-futuro/

Originalmente fue escrita esta nota para itRosario

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Niños de la caravana migrante regresan a Honduras heridos y traumatizados

Los motores fundamentales de la migración en los países del norte de América Central, como la pobreza, la falta de empleo y la violencia, no son nuevos, pero se han visto exacerbados por acontecimientos recientes, en particular la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta e Iota. La ONU se moviliza para ayudar a los migrantes retornados y a aquellos estancados en Guatemala y llama a las autoridades a que no empleen la fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante.

Las agencias de la ONU están atendiendo a los hondureños que han abandonado la caravana de migrantes y han retornado a su país. UNICEF ha asistido a más de 100 niños, el 80% de los cuales viajaban solos.

Algunos de los menores están heridos, extremadamente cansados o con traumas psicológicos, informó el sistema de la ONU en Honduras.

Se calcula que unos 3000 hondureños han regresado y en Guatemala aún hay pequeños grupos dispersos.

Según informaciones de prensa, unos 7000 hondureños partieron hace una semana hacia el norte huyendo de la violencia, la pobreza y los estragos causados por los huracanes Eta e Iota.

IOM Guatemala/Jonathan Mazariegos
Caravana migrante en Guatemala.

Ayuda para los migrantes

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desplegó dos equipos para brindar asistencia humanitaria y monitorear la situación de las aproximadamente 7500 personas migrantes que decidieron migrar en una caravana desde Honduras hacia México y los Estados Unidos.

La OIM informó en un comunicado difundido este jueves que ha entregado 1000 kits de asistencia humanitaria a la Casa del Migrante de ciudad de Guatemala. “Estos elementos servirán para atender las necesidades básicas de agua y saneamiento, higiene y abrigo de migrantes vulnerables que acuden a esta institución en búsqueda de asistencia”, afirma la declaración.

La agencia también ha puesto a disposición de las personas migrantes su programa de Retorno Voluntario Asistido para aquellos que han quedado varados en Guatemala y desean retornar a su país de origen. Este programa brinda ayuda humanitaria, atención médica y psicosocial, albergue, y transporte para quienes libremente toman la decisión de regresar y solicitan personalmente el apoyo de la Organización.

“Nos hemos acercado a las personas migrantes que se encuentran en Guatemala para brindarles información sobre opciones de migración regular, y asistencia humanitaria inmediata. Preliminarmente podemos atestiguar que la mayoría de las personas migrantes lamentablemente no considera que migrar en caravana represente riesgos adicionales a su salud física o mental”, indicó Ugo Ramos, experto en salud de la Misión de la OIM para El Salvador, Guatemala y Honduras.

Asimismo, esta agencia de la ONU ha coordinado con las autoridades del gobierno la atención en salud y asistencia psicosocial a las personas migrantes, en el contexto de la pandemia por la COVID-19.

“Hemos observado que hay un significativo número de personas migrantes en situación de vulnerabilidad ante grupos criminales que pudieran estar aprovechando la coyuntura para el tráfico ilícito de migrantes o para la trata. Es muy importante que la población tenga acceso a fuentes de información verificada sobre los requisitos para migrar, sobre la protección contra la COVID-19, y que puedan acceder a las instituciones que pueden proveer asistencia humanitaria. Por ello, la OIM ha reforzado su estrategia de comunicación para prevenir la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, así como para facilitar el acceso de las personas migrantes a servicios de protección apropiada”, indicó Jorge Peraza, jefe de la misión de la OIM.

IOM Guatemala/Jonathan Mazariegos
Caravana de migrantes hondureños en Guatemala.

De Honduras a Guatemala

Numerosos migrantes, especialmente provenientes de Honduras, entraron a Guatemala en forma masiva durante los días 15 y 16 de enero. El avance de unas 5000 personas fue detenido en un punto de control en Chiquimula (Guatemala) desde el día 16.

Al verse imposibilitado continuar con su trayecto, el contingente de las personas migrantes que conformaban la caravana se disgregó en este punto el pasado 19 como consecuencia de las medidas tomadas por las autoridades guatemaltecas, que incluyeron el uso de la fuerza.

“La OIM, en coordinación con el Sistema de las Naciones Unidas en la región, hace un llamado para que no se emplee fuerza injustificada o excesiva contra ningún migrante, solicitante de asilo o refugiado durante las acciones de control migratorio, policial o sanitario, y que los Estados se adhieran a los instrumentos internacionales aplicables. Al mismo tiempo, pedimos a los migrantes que hagan todo lo posible por respetar y cumplir las leyes de migración, así como las órdenes legales del personal encargado de hacer cumplir la ley”, pidió Michele Klein Solomon, directora regional de la OIM para Centroamérica, Norteamérica y el Caribe.

De acuerdo con las últimas cifras disponibles del Instituto Guatemalteco de Migración, al 20 de enero el gobierno de ese país había realizado el retorno de 3962 personas procedentes principalmente de Honduras, e incluyendo grupos más pequeños de salvadoreños y nicaragüenses.

Mientras tanto, se estima que pequeños grupos de migrantes hondureños que hacían parte de la caravana han llegado hasta la localidad guatemalteca de Tecún Umán, fronteriza con México.

“Los motores fundamentales de la migración desde los países del norte de América Central, como la pobreza, la falta de empleo y la violencia, no son nuevos, pero se han visto exacerbados por acontecimientos recientes, en particular la pandemia de COVID-19 y los huracanes Eta e Iota”, explicó Klein Solomon. “En este contexto, la desesperación combinada con información falsa y engañosa, incluso sobre posibles cambios en las políticas migratorias, a menudo difundidos intencionalmente por contrabandistas de personas y otras organizaciones delictivas, alimenta grandes movimientos irregulares de personas en caravanas que buscan acceso a la seguridad y a las oportunidades en el extranjero”.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2021/01/1486952

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Más recreo para la niñez que regresa a las aulas

Alberto Barrantes C

Repensar la forma de aprender en el siglo XXI implica incluir más espacios dentro de las  aulas y los hogares en los que se fomente la libertad, el pensamiento crítico, la capacidad de dudar, jugar, proponer, crear, e innovar desde la niñez. Educar en este siglo demanda la necesidad de ‘aprender a aprender’.

Los entornos educativos del siglo XXI tienen el desafío re-orientar sus prácticas en función al juego, la experiencia y el disfrute por aprender. Menos repetición de contenidos y más acción y resolución de problemas en las aulas.

En otras palabras, que niñas y niños se sientan dentro de cada clase tan felices como cuando corren, gritan e inventan sus propios juegos durante sus recreos. La educación tiene que ser esencialmente motivación y recreación.
Como dice el profesor Eduardo Bustelo, “en el recreo, los movimientos son horizontales y comunicantes: es un estado igualitario de mínimas diferencias. Es un tiempo esencialmente diacrónico. El ‘re’ de recreación hace alusión a renovar, a ponerse continuamente en una actitud innovadora”.

¿Por qué no hacer del recreo una práctica constante en las aulas, donde el disfrute y la acción sean elementos indispensables para construir conocimiento? Re-crear personajes, situaciones de la cotidianidad y reescribirlas desde la mirada de niñas y niños es una oportunidad para formar en libertad.

Un reporte de McKinsey citado por el Foro Económico Mundial afirma que para afrontar los retos del mercado laboral durante la próxima década es preciso el desarrollo de una una habilidad fundamental: el “aprendizaje intencional”, es decir, aprender a aprender. Esto implica, que no todo esté dado en el aula, sino que exista ese deseo por ampliar sus conocimientos de forma autónoma y crear nuevas conexiones.

¿Cómo lograrlo? Adquirir esta habilidad implica despertar curiosidad y motivar la independencia en los aprendizajes. Una persona con ‘aprendizaje intencional’ es aquel que en cada experiencia cotidiana, conversación, tarea, encuentra una oportunidad para desarrollarse, crecer, conectar, crear. Es decir, aprender a aprender significa darle más importancia al proceso que el resultado, sin miedo a ser señalado por los errores.

Bajo este enfoque, la escuela no debería estar diseñada para asustar con exámenes, sino para ser un espacio que propicie experiencias novedosas, retadoras para el individuo, que le permitan re-crearse, re-construirse y re-significar su entorno para convertirlo en un lugar mejor para sí mismo y para las personas que le rodean.

Según el informe de McKinsey, “la curiosidad es la semilla de la inspiración, y es el primer paso hacia el auto aprendizaje”. En el recreo, el niño y la niña inventan juegos nuevos, roles, actúan en equipo, articulan un pensamiento complejo, la pasan bien, actúan como lo que son: niños y niñas. Las aulas deben romper filas y adoptar esa re-creación como parte de sus prácticas habituales, donde la curiosidad sea la chispa que incite a articular nuevos conocimiento.

El propósito final es que el niño o la niña no se canse de aprender. Con más re-creación dentro del aula, encontrará más motivaciones para hacer del aprendizaje un proceso autónomo, divertido, capaz de ampliarle su mentalidad y de establecer conexiones con el entorno que le rodea, con sus miedos, necesidades, gustos y anhelos.

Este enfoque no es una moda ni un discurso poético, significa el dominio de una habilidad que será fundamental para conseguir mejores oportunidades laborales en el futuro. Solo aquellos que puedan crecer en sus competencias de un modo más rápido serán capaces de capitalizar mejor las oportunidades (nuevas ocupaciones) que surjan en el futuro.

El regreso a clases en febrero próximo es oportunidad para repensar el cómo aprender a aprender, incorporando más tiempo para la re-creación, la curiosidad, el aprendizaje autonómico; rompiendo filas y adaptándose de forma creativa a los desafíos acelerados por esta pandemia.
Fuente: https://www.nacion.com/blogs/cambio-educativo/mas-recreo-para-la-ninez-que-regresa-a-las-aulas/LOBL4DLGGZBWXDGACNNRAMBJFU/story/
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El COVID-19 puede haber dejado una generación de niños sin vacunar en África y América Latina

Un artículo publicado en The Lancet calculó que cientos de niños en Africa y América Latina no serían vacunados por la pandemia. Hoy los datos confirman sus sospechas.

En un estudio publicado en octubre de 2020, el investigador Kaja Abbas y sus colegas afirmaban que la inmunización infantil de rutina está “en riesgo de suspensión” y “debe mantenerse en África tanto como sea posible durante la pandemia de COVID-19”.

Han pasado más de 6 meses desde que el documento se publicó por primera vez como documento de trabajo, aproximándose al período de riesgo de COVID-19 de 6 meses modelado por los autores. Ahora sabemos que los programas de inmunización en África (y más allá) se vieron gravemente interrumpidos.

De acuerdo con la revista The Lancet, los dos escenarios de los autores muestran cuán incierto es nuestro entendimiento de los efectos indirectos de la pandemia en la salud de los servicios de inmunización. Se estimó que las muertes debidas a la interrupción de la inmunización rutinaria se encontraban entre 25.584 en el escenario de bajo impacto y 701.828 en el escenario de alto impacto. Esa es una diferencia de 27 veces, impulsada exclusivamente por si se realizan actividades de recuperación.

Los países con registros electrónicos de inmunización pueden proporcionar información sobre cuántos niños que no se vacunaron durante el encierro son finalmente vacunados, como Colombia. Pero países como Liberia o República Democrática del Congo no.

Los vacunadores en algunos países utilizaron las listas de incumplidores del registro electrónico de inmunizaciones para rastrear y vacunar a los niños. Sin embargo, aunque el programa está rastreando y vacunando con éxito a algunos de los niños perdidos, los datos de Pakistán por ejemplo muestran un grupo de niños perdidos en constante expansión desde el período de cierre. La mayoría de los países africanos no cuentan con registros electrónicos de inmunización, por lo que se desconoce el número de niños que no fueron vacunados debido a la pandemia y que mueren prematuramente.

De acuerdo con la OMS, solo el 55% de los 105 países habían asignado fondos gubernamentales adicionales para garantizar servicios de salud esencial. Esta respuesta fue más común en los países de ingresos altos y medianos altos (70% en ambos grupos) que en los países de ingresos bajos y medianos bajos (41% y 42% respectivamente).

Limitar el acceso a servicios seleccionados o en áreas seleccionadas del país era más común que la suspensión total de servicios. Más de la mitad de los países tenían políticas que afectaban parcial o totalmente a los servicios ambulatorios (61%), la atención comunitaria (54%), los servicios hospitalarios (53%) y las clínicas móviles (47%). Los servicios de atención de emergencia prehospitalaria y los servicios de las unidades de emergencia se vieron afectados en una minoría de países (12% y 8% respectivamente).

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/salud/covid-19-puede-haber-dejado-una-generacion-de-ninos-sin-vacunar/

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