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Entrevista a Ramos Grau: «Aprendemos cuando entendemos lo que sucede en el entorno»

Por: Carolina Blázquez. EducActívate. 24/02/2017

¿En qué consiste el Trabajo Globalizado (TG)?

Es un modelo transdisciplinario, lo que hacemos es trabajar todo al mismo tiempo alrededor de una sola lógica y lo importante es que las materias aparecen a través de la realidad. Es una forma de conexión con los contenidos curriculares, dando importancia a la vida real.

¿Podría ponernos un ejemplo?

Un TG que hacemos es el del bosque, donde podemos encontrar animales, plantas, flujos de energía o materias primas, y cada asignatura tiene una visión diferente que nos puede servir para explicar los contenidos del currículum. El bosque sería un centro de interés que se puede explicar desde muchas realidades. Cada día dedicamos dos horas a este trabajo y lo desarrollamos con un solo profesor, que trabaja varias asignaturas en torno al centro de interés.

En la mesa redonda organizada por Pedagogías de Fricción explicaba que la educación está alejada de la realidad. ¿Es la realidad la forma más efectiva de educar?

Nosotros aprendemos cuando entendemos lo que sucede en nuestro entorno. En la escuela tradicional se memorizan contenidos para hacer un examen, aprobar y seguir avanzando para cumplir un programa, pero no se da sentido a lo que se aprende. Muchos conocimientos que se adquieren de los 6 a los 16 años nunca más se recuerdan. Es más fácil acordarte de algo que aprendes cuando lo puedes relacionar con un recuerdo o una vivencia emocional.

En Quatre Cantons no se trabajan asignaturas como Geografía, Historia o Tecnología de forma convencional. ¿Su alumnado sale preparado para las pruebas estandarizadas?

Los resultados de Quatre Cantons en las Competencias Básicas están muy por encima de la media de Catalunya. El pedagogo Benjamin Bloom jerarquizó los procesos mentales y situó a la creación como el más elevado y a la memoria como el más sencillo. Nosotros fomentamos la creación, por lo que los alumnos no fallan cuando han de recordar materia para los exámenes, que es un proceso mental inferior.

¿Cómo se evalúan los resultados de los alumnos entonces?

Todos los proyectos que realizan los alumnos son cualificados para llevar un seguimiento de su progreso. Valoramos aspectos que no se tienen en cuenta en los exámenes tradicionales, en los cuales sólo se evalúan conocimientos superficiales. Estoy en contra de los exámenes como la única forma de evaluación, la clave está en qué se aprende más allá de las pruebas estandarizadas.

El exceso de deberes es una polémica a la orden del día. ¿Se hacen deberes en el instituto Quatre Cantons?

Nosotros no somos partidarios de los deberes diarios ni de la semana de exámenes. A veces, si es para una investigación, tiene sentido que se lleven trabajo a casa para seguir avanzando, pero no las tareas que se dan normalmente. Habitualmente, los deberes suelen plantearse como rutinas y se dan muchos ejercicios para aplicar lo impartido en clase, pero nosotros preferimos enseñar para crear.

¿En qué consiste el Trabajo Globalizado de Propuesta Externa (TGPE)?

Consiste en dar un contexto a todo lo que se trabaja. Nuestros alumnos realizan proyectos dos veces al año para entidades externas. Los alumnos obtienen todos los conocimientos necesarios gracias a la elaboración de trabajos para museos o teatros, por ejemplo, ya que tendrán que comunicar, leer y analizar las conclusiones de cada experiencia.

¿Qué aceptación tiene su proyecto en la comunidad educativa?

Nuestro centro abrió en el curso 2011/2012 con 60 plazas disponibles, y recibimos 37 peticiones para entrar. Poco a poco fuimos aumentando las plazas, hasta que este año hemos recibido 170 solicitudes para 90 plazas. Afortunadamente, las familias que traen a sus niños están muy satisfechas, así que el reconocimiento es bueno. A veces cuesta convencerlas de nuestro proyecto porque es algo muy innovador, pero al final ven cómo están sus hijos y están contentos.

¿Qué papel tienen las nuevas tecnologías en Quatre Cantons?

Son un instrumento más. Usamos, por ejemplo, el Google Drive para compartir y crear documentos y el iMovie para editar vídeos. Nuestro proyecto pasa por la capacidad de creación de nuestros alumnos, y las nuevas tecnologías les sirven de soporte. Aún así, también usamos otros materiales más tradicionales como cartulinas y papel, ya que son fundamentales para la creatividad.

¿Qué entiende entonces por innovación en la educación?

Para mí innovar es llevar ideas creativas a la práctica. Pero las ideas que hoy se consideran innovadoras son de hace medio siglo. Hace muchos años ya se hablaba de modelos como el de TG.

¿Cómo definiría la educación actual?

Estamos en un momento de replanteamiento. Cuando miras a tu alrededor puedes observar que se están produciendo algunos cambios en la educación, y es que la gente se está dando cuenta de que el mundo se está transformando. De todas formas, hay escuelas que no se han adaptado a las nuevas necesidades de la sociedad. Aún así, el modelo educativo debe cambiar, y las familias ya ven con buenos ojos proyectos como el nuestro. Las escuelas deben ser un reflejo del momento social en que se vive.

Entonces, ¿la escuela es una herramienta para dar respuesta a las necesidades de la sociedad o tiene que ser parte del cambio en la sociedad?

La escuela es un subsistema de la sociedad, es decir, la educación no puede transformar la realidad. Pero no debemos olvidar que la escuela forma parte de un contexto socioeconómico, y lo más que puede hacer es fomentar el cambio, pero la transformación no saldrá de las escuelas. Al fin y al cabo, la educación debe servir para preparar a los alumnos para una realidad concreta, y si la escuela trata de modificarla los jóvenes no estarán correctamente preparados.

En su entrevista, Nuccio Ordine nos explicaba que no existen los niños con necesidades especiales, sino que existen las escuelas no inclusivas. ¿Cómo tratan los casos de niños con capacidades diferentes a los demás?

El modelo que nosotros planteamos implica que ningún niño tenga que salir del aula. Así pues, todos los refuerzos que un alumno pudiera necesitar se dan dentro de la clase. Además, intentamos hacer los mismos ejercicios para todos, pero cada niño, con sus capacidades, trabaja un aspecto concreto.

Suena bien…

Todo esto hizo que tuviéramos que reducir las ratios en las aulas, así que suprimimos algunas reuniones administrativas para que los profesores se dedicaran a las 20 horas de docencia y dieran clase. Incluso el jefe de estudios y el director damos clase.

¿De qué forma se llevan a cabo los refuerzos en el aula?

Lo que nosotros hacemos es personalizar. Os pondré un ejemplo: el análisis del mito de Pandora en el aula. El profesor sabe a quién le fallan los acentos, quién tiene problemas de comprensión lectora o quién necesita reforzar la puntuación. En estos casos, el contenido del mito no es lo importante. Al alumno que escriba frases muy largas, el profesor le pedirá que intente escribir un párrafo con seis oraciones, para que practique la puntuación. En cambio, a otro se le hará reflexionar sobre la influencia de este mito en las religiones cristiana y musulmana. La idea es que cada uno refuerce lo que necesita.

¿Qué le diría a un equipo docente que quiere cambiar su metodología pero no sabe por dónde empezar?

En primer lugar, la dirección del centro debe saber cuántos profesores están dispuestos a iniciar un cambio. No es necesario que todo el equipo quiera innovar, en ocasiones basta con que la mitad tenga predisposición a hacerlo. Una vez consensuado, se debe iniciar el cambio en niños que entran al centro en el primer curso, por ejemplo a los 11 o 12 años. En esta clase hay que decidir qué materias queremos añadir o cómo conseguiremos que creen y no solo memoricen.

Interesante. ¿Cuál sería el siguiente paso?

Si el primer año funciona, se podría probar en otros cursos, y, poco a poco, se acabaría implantando en toda la escuela. Por otro lado, desde la dirección se debe facilitar que los docentes lleven a cabo las actividades que pidan como parte de la innovación, por ejemplo organizando excursiones.

Fuente: http://www.educactivate.com/ramon-grau-aprendemos-cuando-entendemos-lo-sucede-entorno/

Fotografía: EducActívate

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España: ¿Funciona la innovación educativa?

Europa/España/24 de febrero de 2017/Fuente y autor: elperiodico.com/María Ibáñez

Catalunya abre el debate para evaluar los efectos de las nuevas metodologías docentes.

La transformación educativa, aseguran quienes la abanderan, ya no tiene vuelta atrás. Los cambios que cada vez más escuelas e institutos están introduciendo en las maneras de enseñar, en la organización de horarios y espacios, en los materiales de trabajo de profesores y alumnos han llegado para quedarse. No se trata, agregan las entidades, maestros y directores que han apostado por la innovación, de formar solo a alumnos para que sean buenos en Matemáticas, en Lenguas o en Ciencias, sino para que sepan también trabajar en equipo, que tengan autonomía personal y que sean capaces de resolver problemas complejos, entre otras habilidades. Queda, sin embargo, un asunto todavía por resolver: ¿cómo saber si todos estos cambios dan buen resultado?

«Este es uno de los debates más importantes abiertos ahora mismo en Catalunya», constata Joan Mateo, presidente del Consell Superior d’Avaluació del Sistema Educatiu. Cierto es que el fenómeno es relativamente reciente en Catalunya, pero convendría empezar a crear ya las herramientas para medir, para evaluar, si la innovación funciona. «Y hay un interés especial de la Administración por participar en el debate y por tratar de buscar fórmulas», anuncia Mateo. Es importante encontrar el modo de hacerlo, prosigue el que fuera secretario de Políticas Educativas de la Generalitat, «porque desde el momento en el que se evalúa algo, empieza a ser valorado por la población y tomado en consideración».

La misma OCDE, impulsora del informe PISA sobre educación, es consciente del problema. Su departamento de Estrategias de Innovación tiene un centro específico dedicado a la investigación y la innovación educativas (CERI, en sus siglas en inglés), que ha constatado que una de las razones por las que la creatividad y el sentido crítico «no se promueven de manera sistemática en las escuelas es porque rara vez se han establecido formas de evaluarlos formalmente». Otra razón, añade, es que, «más allá de un acuerdo sobre el objetivo general, no está claro cómo estas habilidades pueden ser articuladas por profesores, estudiantes y responsables políticos, especialmente como parte del plan de estudios».

EVALUAR LO QUE NO SE EVALÚA

Aquí, lo que urge es «comenzar a evaluar lo que ahora no se evalúa», insiste Pepe Menéndez, director adjunto de Jesuïtes Educació. La organización religiosa, que hace tres años puso en marcha un plan de innovación educativa en sus escuelas en Catalunya, presentará en las próximas semanas los primeros resultados de la evaluación hecha al programa, bautizado como Horitzó 2020. En el proyecto evaluativo están implicadas las universidades Pompeu Fabra (UPF) y Ramon Llull (URL) y la Northwestern University de Chicago y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, detalla Enric Masllorens, director de las escuelas jesuitas.

«Hay habilidades difíciles de medir, como el espíritu crítico», señala un experto

«La autonomía personal de un alumno es tan importante como su dominio de la lengua. Ahora estamos evaluando solo lo académico, pero tendríamos que ser capaces de encontrar cómo evaluar lo transversal, lo personal», subraya Menéndez. Y recuerda que la autonomía personal, las competencias digitales y emocionales y el denominado aprender a aprender «están en el currículo de habilidades y competencias que deben adquirir los estudiantes catalanes… Igual que las Mates o las Lenguas».

«Necesitamos nuevos mecanismos que permitan saber si un alumno ha adquirido habilidades que son difíciles de medir, como el espíritu crítico o la capacidad de trabajar en equipo, pero que son competencias que le serán necesarias en la vida adulta», clamaba Boris Mir, exdirector del instituto-escuela Les Vinyes de Castellbisbal, en la presentación del programa Escola Nova 21 al que se han adherido más de 500 escuelas.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/evaluacion-funciona-innovacion-educativa-5800936

Imagen: estaticos.elperiodico.com/resources/jpg/7/3/undefined37210211-barcelona-2017-sociedad-nuevo-libro-texto-las-e170211114803-1486810227037.jpg

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España: Peñacorada inaugura un innovador proyecto de Aula de Tecnología

Europa/España/21 de febrero de 2017/Fuente: www.leonoticias.com

Pedro Luis Merino expuso en el acto de inauguración los fines y objetivos de esta aula de tecnología en donde «se impartirán enseñanzas desde el nivel más básico hasta el que los alumnos sean capaces de asimilar»

En el Colegio Internacional Peñacorada ha tenido lugar el acto de inauguración de un nuevo e innovador aula de tecnología patrocinado e impulsado por el ingeniero y empresario Pedro Luis Merino, autentico promotor de los proyectos de investigación que comienzan hoy mismo a realizarse en esta.

Se contó con la presencia de Alfonso Aguiló, presidente nacional de la patronal de la enseñanza privada Cece y de la Fundación Arenales, entidad en la que está integrado el colegio Peñacorada. Estuvo acompañado por todos los directores de los colegios con los que cuenta este grupo educativo en España.

Pedro Luis Merino expuso en el acto de inauguración los fines y objetivos de esta aula de tecnología en donde «se impartirán enseñanzas desde el nivel más básico hasta el que los alumnos sean capaces de asimilar». «Dicha aula, afirmó Merino, impartirá la enseñanza básica necesaria y adicionalmente se proporcionará una enseñanza avanzada a aquellos alumnos que deseen aprender más».

«Al alumno de Peñacorada se le transmitirá pasión por la tecnología, pero no como un usuario, sino como un creador de tecnología», esto solamente se puede conseguir actuando desde la base y dirigiendo los esfuerzos a que «tengan pasión por la Ciencia», manifestó Merino.

«La forma de conseguir que el alumno tenga un profundo conocimiento y un mayor interés por la Ciencia (matemática, física,…), solo resulta posible, llevando a la práctica una aplicación real de los estudios teóricos que permita a aquellos alumnos con mayor iniciativa, creatividad y capacidades, comprender el ‘por qué y para qué’ son necesarios esos conocimientos científicos», siguió exponiendo el ponente.

El Aula de Tecnología cuenta con estaciones de trabajo, autómatas programables de Siemens, arduinos, equipos de telecomunicaciones, equipamiento electrónico, equipos de soldadura, equipos de medición de laboratorio, osciloscopios, robots, componentes para drones, etc….

 

Peñacorada inaugura un innovador proyecto de Aula de Tecnología

El profesor de Peñacorada, Alberto Sanz, presentó ante los padres y directivos de la Fundación Arenales los objetivos del aula tecnológica, entre los que se encuentran aportar otra forma de ver el conocimiento tecnológico que no quede limitado al simple usuario o potenciar las capacidades de aquellos alumnos que tengan interés por la Ciencia, creatividad, inquietudes, inventiva.

Este aula hará hincapié en hacer ver a los jóvenes que la Ciencia no es algo que se estudia, únicamente para superar un examen, sino que les sirve para llevar a la realidad sus sueños de crear, hacer, construir o solucionar.

Fuente: http://www.leonoticias.com/colegios/penacorada/201702/20/penacorada-inaugura-innovador-proyecto-201702201806

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España: Innovación educativa creatividad para aprender a aprender

Europa/España/14 de febrero de 2017/Fuente: ABC

Los responsables de los premios a la innovación docente otorgados por la Consejería de Educación explican cómo estas nuevas alternativas dan un giro a la enseñanza y motivan a los alumnos de Castilla y León.

¿Qué pintan Picasso, Miró o Kandinsky en una clase de matemáticas? Cuando miras la Catedral de Salamanca, ¿qué ves? Estas y otras preguntas se hicieron profesores y alumnos en el IES Federico García Bernalt de Salamanca, para acabar por responderse que mucho más de lo que una mirada simple observe. Artistas y grandes obras de arte son los mejores «maestros» para que un alumno pueda aprender matemáticas, expresarse bien escribiendo o comprender el legado de las personas que un día habitaron su ciudad y les precedieron. Es otra forma de enseñar, otra forma de aprender, pero también otro modo de aprender a aprender.

Este instituto y la Escuela de Arte y Superior de Diseño «Casa de los Picos» de Segovia son los galardonados con el primer premio en la última edición de los galardones que la Consejería de Educación de Castilla y León concede a proyectos de innovación docente puestos en marcha en centros educativos de la Comunidad. En total, se han desarrollado 86 proyectos educativos en los que han participado 1.232 profesores y 16.628 alumnos de Castilla y León. Finalmente, 15 centros recibieron uno de los premios de innovación, que son una buena muestra de la renovación metodológica que se vive en las aulas de una Comunidad que se sitúa a la cabeza de informes internacionales como PISA.

Joan Miquel Sala, director del IES Federico García Bernalt, explica que decidieron desarrollar durante el curso pasado el proyecto «Las matemáticas en el arte salmantino» retomando experiencias anteriores y creando un trabajo en el que estuvieron involucrados 25 profesores no sólo del área de matemáticas, sino de una forma «interdisciplinar y transversal entre varios departamentos», coordinados por dos profesoras: Dori Egido (matemáticas) y Ana Díaz (Educación Plástica y Visual). De este modo, y con «el pretexto del recurso que tenemos en Salamanca, que es el patrimonio histórico y artístico, enlazar los aprendizajes de varias materias para que los alumnos fueran conscientes de esa riqueza y que nos permitiera aprendizajes como el número áureo, la arquitectura, la historia y el trabajo tecnológico de cada época», comenta Sala.

Los niños salmantinos haciendo mediciones
Los niños salmantinos haciendo mediciones

Durante un tiempo, en las plazas más significativas de Salamanca, al pie de edificios de fama mundial como sus catedrales, el Palacio de Anaya o la Casa de las Conchas, se pudo ver a los alumnos de 1º a 3º de Secundaria hacer mediciones y recibir explicaciones que luego plasmaron en sus trabajos. En ellos dejaron volar su imaginación y también por sus relatos paseó el Lazarillo de Tormes, tan ligado a la ciudad, como también aprendieron inglés a partir de esa mirada particular a su ciudad.

Asimismo, pudieron asistir a charlas en clase con expertos y profesionales que trabajan con ese arte, como el autor de uno de los medallones de la Plaza Mayor salmantina. Por sus aulas pasaron artesanos y canteros y los alumnos hicieron alzados, plantas de edificios.

Sala se emociona al recordar los trabajos que fueron dejando los alumnos: «Hay que ver qué trabajos más chulos y qué muestra de cómo se puede sacar rendimiento de una fachada por la que pasas a diario y que no reparas en que detrás hay tanto conocimiento y tanto arte; estoy admirado del trabajo que han hecho».

Para Sala, «es difícil medir el impacto que esta metodología puede tener en unos resultados traducidos a calificaciones concretas, pero sí venimos apreciando que hay una alta tasa de titulación en ESO y del 86% de media regional, nosotros nos situamos en el 89% en los últimos tres cursos». Su centro, de hecho, es muy demandado cuando llega la hora de matricularse en ESO.

Para este director, la «interdisciplinariedad es natural en el aprendizaje humano, recibimos los conocimientos como un todo, pero la enseñanza formal se encasilla por materias y se trata de vencer esa contradicción; rompemos y buscamos proyectos que globalicen el proceso educativo».

Atrapar el interés del alumno

Sala también pone de manifiesto que «es de sentido común, no hace falta ningún estudio de la OCDE, para apreciar que cuanta más actividad, más saber hacer utilices en tu metodología, mayor interés y finalmente, mayores resultados de tus alumnos. El interés del alumno hace tanto…».

Pero también resalta el trabajo de los docentes de este centro de 670 alumnos: «Hay que echar mucho esfuerzo supletorio y puedes empezar tus clases diciendo abrid el libro por la página 26, pero no es lo mismo que teniéndotelas que ingeniar para articular estas actuaciones que implican coordinación de tantos profesores, salidas de los alumnos, llamadas a un profesional, muchas horas de reuniones fuera del horario lectivo para pensar en ideas, alternativas…».

Por eso, dice estar «orgulloso de un trabajo como el hecho por el profesorado, que no tiene obligación de emprender algo así, pero que obtiene mayor motivación y respuesta de los alumnos y la satisfacción del trabajo bien hecho».

«El profesorado, que no tiene obligación de emprender algo así, pero que obtiene mayor motivación y respuesta de los alumnos y la satisfacción del trabajo bien hecho»

A 170 kilómetros de Salamanca, los profesores de la Escuela de Arte y Superior de Diseño «Casa de los Picos» idearon otro proyecto sugerente y ganador para sus alumnos: «Investigación y diseño: menaje para la nueva cocina», que llevaron a cabo junto al CIFP «Felipe VI» y la Escuela Superior de Vidrio de La Granja de San Ildefonso, con la colaboración puntual de la Comunidad de Aprendizaje del CEIP «La Pradera», de la localidad segoviana de Valsaín.

También se desarrolló a lo largo de todo el curso pasado por profesores de esos centros y alumnos de varios cursos y de los distintos niveles educativos que se imparten en los mismos, coordinados todos ellos por la profesora Victoria Sevilla.

El argumento que sirvió de hilo conductor al proyecto fue la obra de Lewis Carroll «Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas», puesto que se cumplía el 150 aniversario de su publicación, y a partir de ese motivo, desde el departamento de Proyectos e Investigación de la Escuela de la Casa de los Picos se diseñaron bandejas y soportes para presentar las propuestas gastronómicas que se harían y tras diseñarlos, se crearon moldes que se trasladaron a la Fábrica de Vidrio de La Granja, donde se realizaron en cristal. Asimismo, los alumnos también participaron en el diseño de la parte textil que vestiría las mesas, así como la decoración que las rodearía. El departamento de Tapices y Alfombras de la Escuela de Arte planteó distintas formas de estampación sobre telas y se realizaron en las «I Jornadas de Diseño y Pico» que celebraron entre el 21 y el 27 de abril de 2016.

Piezas creadas sobre «Alicia en el país de las maravillas»
Piezas creadas sobre «Alicia en el país de las maravillas»

En el departamento de Revestimientos Murales se centraron en elementos como un bastidor con una imagen realizada con la técnica del esgrafiado y otros vegetales ornamentales para la decoración final del evento en que se presentó el resultado del proyecto, en mayo del pasado año. También desde distintas asignaturas se diseñaron unos percheros basados en la iconografía de la obra de Lewis Carroll.

Posteriormente, fueron los alumnos del Ciclo Formativo de Grado Medio en Cocina y Gastronomía del «Felipe VI» los que se metieron en los fogones y diseñaron y realizaron los platos que se sirvieron.

Un buen «guiso»

El director de la Escuela de Arte, Alberto Albarrán, señala que todos estos estudios de los distintos centros educativos implicados en el proyecto les permitieron «sacar adelante una idea y coordinar todos los ingredientes para conseguir que al final nos saliera un buen guiso». Albarrán considera que con estos proyectos «se consigue mayor motivación del alumno y cuando este tiene una meta, el aprendizaje es más rico».

En esta escuela piensan que «el profesorado es cada vez más consciente de que la metodología tiene que cambiar, que a un lado están las metodologías del siglo XIX, en las que el profesor llega a clase y vuelca su discurso y luego los alumnos ‘vomitan’ el resultado en un examen y después se les ha olvidado; y por otro están las metodologías más activas, en las que el alumno ve que puede poner en práctica lo aprendido, y el aprendizaje se enriquece».

Los proyectos implica al alumno y le animan a ser creativo

También valora especialmente el esfuerzo de los docentes que se han implicado en este proyecto, puesto que «sin ellos no se pueden hacer trabajos de este tipo porque todo depende de la buena voluntad del profesorado», pero afirma que «se podrían hacer más cosas pero hay muchas horas lectivas, mucha burocracia para muchas administraciones, hacer una memoria final…». Y también insisten estos docentes en que, aunque la Consejería les financia el proyecto cuando es aprobado en el inicio de curso, «también este premio podría venir acompañado de una mayor financiación» para gastos de funcionamiento del centro como material informático, etc., especialmente tras los años de austeridad vividos hasta ahora.

Albarrán también destaca que estos premios ayudan a conocer el trabajo que hacen los centros: «Ayuda a que me llaméis los medios y nos ayudéis a dar conocer la escuela, el trabajo que en ella se hace, que es muy interesante», y lo mismo opina Joan Miquel Sala desde Salamanca, para quien este galardón le sirve para reivindicar que proyectos como este «son vida y nuestro trabajo cotidiano», y que «la vida de los centros es distinta a lo que sale en los medios por distintas polémicas».

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La grandeza de las escuelas multigrado

Por: Jaume Carbonell

Los centros de tamaño reducido, donde el alumundo de distintas edades comparte espacio y aprendizaje, favorecen la innovación según muestran varias investigaciones.

Un encuentro entre amigos me hizo evocar las conversaciones que escuchaba a principios de los setenta entre los maestros de la Escuela Heura, un centro barcelonés muy innovador que primero funcionaba como una cooperativa y más adelante se integró en la red pública. Lo que me sorprendía era, sobre todo, el conocimiento que tenía cualquier maestro de todos los alumnos y también de sus familias. El secreto era muy sencillo: el tiempo que dedicaban a observar a los pequeños en el jardín y otras espacios y actividades, y a hablar de ellos en las reuniones; la proximidad y colaboración de padres y madres;  y el tamaño reducido del centro: solo existía una línea con ratios más que aceptables. Es evidente que estas tres ventajas pedagógicas, que testifican la existencia de un equipo docente y de una cultura de centro,  se daban y siguen dándose en otras escuelas urbanas, aunque son mucho más perceptibles en las escuelas rurales. Lo he comprobado en mis numerosas visitas y reportajes por la geografía española y así lo atestiguan los estudiosos de este modelo escolar. En este caso, al tamaño reducido del centro se añade la organización del centro en aulas multigrado que suelen reunir, respectivamente, a los pequeños, medianos y mayores -aunque las agrupaciones son diversas en función de cada contexto específico-. En cualquier caso, se trata de grupos de alumnos y alumnas de distintos grados que conviven y aprenden juntos en ese lugar llamado aula, con un solo maestro y a veces con especialistas que imparten algunas materias como inglés, música o educación física.

Estas escuelas muestran una especial preocupación por mantener el tamaño reducido del centro -no solo por las ratios del grupo-clase- y la mezcla de edades porque entienden que se trata de dos criterios de calidad que pueden reportar diversas y poderosas ventajas educativas. Las oportunidades que brindan han sido analizadas a fondo, entre otros autores, por Laura Domingo, Jordi Feu y Roser Boix, quienes han realizado la tesis doctoral y publicado unos cuantos textos sobre esta temática. Todos ellos coinciden, grosso modo, en estos factores potencialmente ventajosos: la heterogeneidad del alumnado como factor de enriquecimiento de las relaciones y aprendizaje; la experimentación didáctica y metodológica; la integración o globalización de los diversos saberes y asignaturas; el clima más familiar de aula y la convivencia; la flexibilidad en el currículo, tiempos y espacios; el seguimiento y evaluación del alumnado; la relación con las familias y con el entorno; la construcción de la identidad individual y colectiva, y la  cohesión del grupo.

Conviene detenerse en el cambio de rol del alumnado. La mezcla de edades responde al orden natural de la sociedad. ¿Acaso en las distintas manifestaciones y escenarios de la vida real se separa a la infancia y juventud por su edad?  ¿Qué importancia tiene preguntarles constantemente cuántos años tienen?  La escuela es la única institución que los agrupa por su estricta edad cronológica. ¿Qué razones lo justifican cuando se sabe que los ritmos de crecimiento, como  evidencian numerosas investigaciones, muestran el valor pedagógico del aprendizaje entre iguales y de las interacciones entre alumnos mayores y menores?  Ya no se trata únicamente de los razonamientos superiores y el mayor caudal de experiencias que reciben unos, o del compromiso y aprendizaje que les reporta a otros tener que ayudarles a entender un texto o a explicar un concepto de forma clara y precisa, sino del amplio abanico de posibilidades que abre el conjunto de interacciones cambiantes que se van sucediendo. ¡La de cosas que pueden aprender unos de otros! Porque, siguiendo la estela de Vygotsky, la interacción social favorece la mejora del aprendizaje. Sobre todo, cuando la cooperación sustituye a la competición, otra de las singularidades de este proyecto educativo multinivel.

También se modifica el rol del profesorado, que transita hacia un perfil más polivalente y que le proporciona una visión más global de la educación. Por otro lado, le exige una atención más personalizada del alumno para atender su diversidad, respetando sus procesos madurativos, intereses y ritmos de aprendizaje. El tipo de ayuda docente, que se traduce en una tarea de acompañamiento y facilitación de las tareas, es clave para avanzar hacia la inclusión escolar y social. En estas pequeñas escuelas se recupera la imagen del maestro artesano de que nos habla Richard Sennett y que se ha popularizado, con un registro un tanto idealizado, en novelas y películas de distintas geografías protagonizadas por maestros. A la postre, se trata humanizar y hacer más estimulante y cercano el trabajo docente.

En algunas escuelas urbanas innovadoras de Catalunya y de otras comunidades autónomas, que tratan de mantener un crecimiento sostenible con una sola línea, se va introduciendo la agrupación multi o internivel. En un par de ellas, que he visitado recientemente, los grados de Infantil y Primaria se reparten en tres grandes espacios -las comunidades de los mayores, pequeños y medianos- donde el alumnado trabaja en grupo, por parejas o individualmente, compartiendo proyectos o concentrándose en diversos espacios de aprendizaje tanto interiores como exteriores.  En Inglaterra y Estados Unidos -sobre todo en California con la red AltSchool– ya hace tiempo que existen este tipo de centros, formando parte de dos movimientos que se entrecruzan: el de las multiage classrrom y el de las small schools. Las características son similares a las descritas anteriormente: acercamiento al alumno; atención intensiva a la diversidad; currículum abierto, integrado y flexible; concepción del profesor como orientador… Asimismo, el referente teórico es Vigotsky, especialmente la noción de zona de desarrollo próximo, entendida como la ayuda y el conjunto de interacciones sociales que se producen entre personas adultas y menores y entre estos en un determinado contexto. Para ello se prevén un montón de estrategias y recursos, con la  pertinente formación docente, para llevarlas a cabo. Este mismo movimiento de reforma e innovación educativa se plantea en algunos países latinoamericanos.

Un par de reflexiones a modo de conclusión y para el debate. La primera tiene que ver con el modelo educativo. Hemos hablado de las ventajas y oportunidades que ofrecen estos centros pero siempre andan condicionadas a que se fundamenten en una opción pedagógica para construir una escuela diferente de futuro y no para perpetuar un modelo escolar de presente-pasado. Así, por ejemplo, la mezcla de alumnos puede obedecer simplemente a razones meramente estructurales y administrativas, y el tamaño reducido del centro a la baja matrícula. La apuesta por el modelo multigrado innovador requiere una opción educativa a favor de una de infancia que pueda crecer en libertad, autonomía y responsabilidad; de un proceso de enseñanza que favorezca el protagonismo y la curiosidad del alumnado por el aprendizaje; de una escuela que sea respetuosa y exigente con la atención a la diversidad para allanar el camino hacia la equidad y la inclusión, y de un profesorado debidamente formado y comprometido con esta manera de entender la educación.

La segunda tiene que ver con edificios escolares enormes y masificados, donde se instala el anonimato del alumno y la complicada relación y participación democrática de los diversos agentes educativos. Estamos hablando de macrocentros de hasta dos mil alumnos y más de un centenar de profesores, que subsisten por tradición o que han sido construidos por necesidades urgentes de escolarización. Quizás en algunos lugares y momentos sea inevitable en un primer momento pero, como ha ocurrido también, más adelante puede atenderse a criterios de calidad y partirse en dos o más centros. En sentido contrario, cabe señalar los problemas que comportan a menudos las ampliaciones y fusiones de centros. Algunos movimientos y expertos, al referirse a las escuelas pequeñas multigrado, manejan cifras de entre 50 y 150 alumnos en el caso de las escuelas rurales y de hasta 300-350 en el caso de las urbanas. Sin entrar en detalles numéricos, lo realmente importante es poder convertir las oportunidades innovadoras en realidades tangibles y sostenibles. Y eso es pertinente y necesario en cualquier contexto. Porque es la escuela del futuro.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/02/01/la-grandeza-de-las-escuelas-multigrado/

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“El profesor del siglo XXI tiene que enseñar lo que no sabe” Entrevista al profesor Peter Senge

Europa/España/28 Enero 2017/Autora: Ana Torres Menárguez/Fuente: El país

El experto cree que para innovar en educación hay que crear un modelo pedagógico en el que docente y alumno aprendan a la vez

 

Peter Senge, californiano de 69 años, cree que el principal problema del sistema educativo es que se basa en el modelo de la revolución industrial. Este profesor de la escuela de negocios del Massachusetts Institute of Technology critica que los colegios en diferentes partes del mundo continúan replicando un modelo de aprendizaje pasivo, en el que los docentes hablan y los estudiantes permanecen sentados y callados, “como si se les estuviese entrenando para trabajar en una fábrica”.

Considerado por The Economist como uno de los 50 pensadores más influyentes del mundo en el ámbito de la gestión empresarial, Senge se empezó a interesar por la educación tras el éxito en diferentes universidades de Estados Unidos de su best-seller La Quinta Disciplina. Publicado en 1990, el libro contiene las claves para hacer competitiva cualquier institución con una estrategia de aprendizaje diseñada por el propio Senge.

En 1991, fundó la Society for Organizational Learning(SOL), una red de innovación en el aprendizaje en la que participan más de 19 empresas y organizaciones y mil escuelas públicas y privadas de diferentes parte del mundo. Senge ha visitado Madrid para impartir un seminario de liderazgo a los profesores de la Institución Educativa SEK.

Pregunta. ¿Cuáles son las principales transformaciones que debe afrontar la escuela?

Respuesta. Lo más importante es que llegue el final de la escuela tal y como la conocemos. Todos hemos ido al mismo tipo de colegio, no importa si el centro educativo está en España, Reino Unido o China. La fórmula siempre es la misma: los profesores tienen el control y los alumnos no son proactivos. Nadie sabe a ciencia cierta cómo debería ser, de hecho no creo que haya un modelo único, pero sí un principio claro: adultos y niños aprendiendo a la vez. La idea de que los profesores tienen las respuestas y por eso lideran el aprendizaje ya no sirve, nadie sabe cómo se resolverán los problemas que ya nos afectan hoy, como, por ejemplo, el cambio climático. Los niños lo saben y por eso no se enganchan a la escuela, porque el profesor actúa como si tuviese todas las respuestas. El aprendizaje en el colegio se centra en evitar cometer errores. El contexto autoritario dentro de la escuela es tal que los chicos solo quieren complacer al maestro.

P. ¿Cómo puede funcionar una escuela pretendiendo que alumnos y profesores tengan los mismos intereses?

R. Los docentes tienen que crear nuevas fórmulas pedagógicas para que los niños aprendan cosas sobre las que no hay respuestas claras. Singapur comenzó en el año 2000 su proceso de transformación del modelo educativo y el eje fue crear un entorno en el que todo el mundo aprendiese: profesores, alumnos y padres. Supuso un cambio radical, teniendo en cuenta que habían heredado el modelo británico, muy profesor-céntrico. El aprendizaje giraba en torno a la figura del experto. Dijeron basta y ahora los profesores plantean retos reales y los estudiantes aportan soluciones. No solo se plantean problemas artificiales para resolver en el aula. A los alumnos les motiva ayudar a su comunidad a ser más efectiva. La forma de hacerlo con un niño de ocho años o un adolescente de 18 es distinta, pero el principio es el mismo.

P. ¿Cómo tiene que afrontar el profesor su día a día en el aula?

R. Solemos decir que el profesor del siglo XXI tiene que enseñar lo que no sabe. Ahí empieza la innovación. Lo primero que tienen que hacer es desaprender, olvidar los métodos pedagógicos tradicionales. Es muy difícil porque tienen una identidad muy fuerte y se sienten orgullosos de estar al frente de la clase. Creen que mantener el orden y la atención en su discurso es lo que les hace buenos profesores y tal vez sea ese el problema, las lecciones magistrales brillantes. Para que se produzca el cambio tiene que haber una masa crítica de esos adultos en las escuelas que diga basta. Esto no va sobre decidir buenas o malas respuestas, sino sobre afrontar problemas reales. Conseguir que un niño de 12 años entienda por qué hay problemas de drogadicción en su barrio.

Hay que crear nuevas fórmulas para que los niños aprendan cosas sobre las que no hay respuestas claras

P. ¿Qué papel tiene la tecnología en la transformación del modelo?

R. Tecnología moderna y pedagogía anticuada, ese suele ser el patrón. Muchas escuelas están gastando grandes cantidades de dinero en comprar ordenadores para los alumnos porque creen que la tecnología lo cambia todo, y no es así. Hay que innovar en las técnicas de aprendizaje.

P. ¿Cree que los contenidos estáticos como las matemáticas o la literatura se deberían modificar dentro de los programas académicos?

R. Hay que enseñar esos contenidos de forma distinta. Los buenos profesores de matemáticas saben la diferencia entre el aprendizaje mecánico, en el que los chicos aprenden a escribir ecuaciones, y el profundo, en el que entienden el porqué. Uno de los docentes de nuestra red SOL, que trabaja en un colegio público de Boston, ha desarrollado un método en el que los niños se enseñan álgebra entre sí. Ha dedicado más de 20 años a crear problemas muy complejos y ni los mejores estudiantes de álgebra pueden resolverlos por sí solos. En el primer mes del curso imparte clases magistrales cortas para enseñar los fundamentos básicos, y el resto del año los alumnos trabajan en grupos de cuatro. El docente es importante porque ha diseñado la metodología, no actúa como un profesor sino como un facilitador.

Peter Senge tras impartir un curso en la Universidad Camilo José Cela.
Peter Senge tras impartir un curso en la Universidad Camilo José Cela. KIKE PARA

P. ¿Con qué escuelas está trabajando?

R. La Society for Organizational Learning, que fundé en 1991, es una red de investigadores y profesores en activo de diferentes partes del mundo. Sobre todo trabajamos con colegios públicos de Estados Unidos, porque es ahí donde están las carencias más graves, pero también colaboramos con colegios privados que sean innovadores. Estamos en contacto con más de mil escuelas en el mundo. Nuestra misión es buscar innovadores para conectarlos entre sí, para que entiendan que no están aislados. Hay una revolución que está ocurriendo, cientos de profesores usan Flipped Classroom (clase invertida) o el aprendizaje por proyectos. El problema es que no hay vías de comunicación entre ellos.

P. La clave para el cambio, ¿la tienen los gobiernos o las escuelas?

R. En Singapur, por la naturaleza del país, el Gobierno lideró la transformación. Pero no es una buena referencia, es un territorio muy pequeño, casi como una ciudad. En la mayoría de lugares, los líderes han sido los directores de los centros y los docentes, grupos pequeños que han querido dar un giro a su cultura de aprendizaje. El cambio tiene que arrancar en la escuela, que funciona como una institución local.

Es un error ser tan rígidos con la edad porque los niños avanzan a distintas velocidades

P. ¿Qué modelo educativo actual cree que debería replicarse?

R. No se trata de copiar a Finlandia o Singapur. Hay que ser menos rígidos con la edad porque los niños avanzan a distintas velocidades. No tiene sentido dividirles en cursos por edad. La escuela industrializada, ese es el problema. En las líneas de ensamblaje todo el mundo se movía al mismo ritmo y precisamente fue la era de la industrialización la que hizo a los lentos estúpidos. Hace unos años conocí en Los Alpes a un físico austríaco que había trabajado con el Nobel de Física danés Niels Bohr -le concedieron el premio de 1922-, probablemente el físico más brillante de la historia. Le pregunté cómo era trabajar con él y me dijo que era muy lento, pero que cuando entendía algo, realmente lo entendía. La mayoría de científicos son pacientes, reflexionan, se toman su tiempo. Durante décadas se les ha hecho creer a los niños que no poder avanzar al ritmo que marca la escuela es sinónimo de ser idiota.

P. ¿Cree que la certificación supone un freno para el aprendizaje?

R. La evaluación más efectiva es la del propio alumno analizando su progreso, la autoevaluación. Pero ahora ese rol lo asume el profesor. Los buenos docentes crean un entorno en el que los estudiantes mejoran constantemente y pueden juzgar de forma objetiva cómo están evolucionando. En Estados Unidos, a los profesores se les coloca en rankings en función de los resultados que sus alumnos obtienen en los exámenes estándar. Todo lo que está demasiado mecanizado carece de sentido. El problema no es la herramienta, sino el uso que se hace de ella. El objetivo debería ser estudiar qué técnicas de enseñanza funcionan mejor que otras y por qué.

P. El pedagogo británico y conferenciante Ken Robinson critica que la escuela mata la creatividad. ¿Cuál cree que es la explicación?

R. Los niños dejan de ser curiosos por el miedo a cometer errores, y como consecuencia de eso, también dejan de ser creativos. En mis clases suelo preguntar a mis alumnos cuántos de ellos decidieron a los diez años que no se les daba bien cantar, o que no eran muy buenos en dibujo. La gran mayoría levanta la mano. Entre los cinco y los diez años se internalizan esos miedos a no dar la talla y los chicos simplemente dejan de hacerlo. Hace unos años, un educador me dijo que no tenemos ni idea del drama que sufren los niños en la escuela. Los profesores están en una posición de autoridad y pueden hacer mucho daño si no se dan cuenta del impacto que pueden tener sus mensajes.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2017/01/15/actualidad/1484514194_176496.html

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Libro: Innovación,cultura y poder en las instituciones educativas

Autor: Rodrigo Juan García Gómez
2006
SEGUNDO PREMIO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN EDUCATIVA 2004
El trabajo de investigación que se presenta en esta monografía pretende poner de manifiesto la relevancia de las interacciones entre los distintos componentes sistémicos de la realidad social y escolar a la hora de entender y promover los procesos de innovación.Este propósito general se ha materializado en el análisis de las singularidades del denominado «mundo de la vida» de las instituciones educativas. Con este concepto, se hace referencia a los enunciados, las decisiones y las realizaciones de los grupos y profesionales que forman parte delas estructuras organizativamente formalizadas de los centros. Se ha prestado especial atención a la identificación de las distintas formas de influencia o «colonización»que ejercen los
subsiste-mas sociales sobre ese «mundo de la vida», así como a poner de relieve la capacidad de reelaboración por parte de las personas y colectivos. Esta recreación no previsible resulta especialmente alentadora, ya que constituye un fenómeno gracias al cual es posible una evolución de las organizaciones que no está totalmente determinada por los «efectos colonizadores». Como resultado de este proceso de indagación se pone de manifiesto que la innovación educativa es una construcción  poliédricamente compleja y, a la vez, contextualmente posible, que debe estar presidida por un sentido profundamente ético sobre la mejora de las prácticas de enseñanza y la calidad de los aprendizajes.
Descargar en: https://es.scribd.com/doc/111989613/Rodrigo-J-Garcia-2006-Innovacion-Cultura-y-Poder-en-las-Instituciones-educativas
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