El Salvador: Investigación educativa

Investigación educativa

La inclusión de la investigación educativa como una de las grandes áreas de trabajo del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) encuentra sentido en el principio de creación de política pública fundada en la producción de conocimiento, es decir, en la generación de conocimiento contextualizado a partir de investigación rigurosa que oriente el accionar de las diversas instancias y actores involucrados. Precisamente, el propósito del área de investigación educativa del INFOD es el planteamiento de indagaciones fundamentadas, plurales y críticas sobre la formación docente y en general sobre el sistema educativo.

Para ello, desde 2018 se comenzó a construir la plataforma de procesos de investigación educativa que el INFOD coordinaría en articulación con académicos, expertos nacionales e internacionales y actores clave. Este proceso se encuentra en un momento de consolidación en el año 2019, enfocado en fortalecer el trabajo del área y de la comunidad académica vinculada a la investigación educativa del INFOD.

El eje principal de trabajo de esta área es la elaboración de estudios sobre el sistema educativo desde el equipo del área de investigaciones, de equipos externos asociados y de esfuerzos interinstitucionales. En 2018 esto se tradujo en una agenda de investigaciones (vínculo) en la cual se estudiaron aspectos críticos de la formación docente y la condición docente en El Salvador. En 2019, nos encontramos implementando una nueva agenda de investigaciones (vínculo) que incluye una profundización de los problemas explorados con anterioridad y la adición de otras temáticas novedosas.

El segundo eje de trabajo de esta área es la formación en investigación educativa (vínculo). En el entendido de que la generación de resultados de investigación encuentra una respuesta óptima dentro de comunidades académicas robustas en las que circule el conocimiento, de las que carecemos en El Salvador, el INFOD emprendió la tarea de actualizar y fortalecer las competencias de docentes y formadores de docentes en la misma.

En 2018, se organizaron los diplomados sobre investigación educativa: “Tendencias y desafíos de la investigación educativa” y de “Investigación educativa en el aula”. En ellos, los participantes pudieron entrar en contacto con las formas de hacer investigación educativa más novedosas y de punta en América Latina. En 2019, se continúa con la formación de los participantes de éstos con programas de fortalecimiento de la investigación educativa para formadores de docentes y para la investigación en el aula, así como el acompañamiento a los módulos de investigación del plan de formación de formadores.

Los retos en el trabajo de investigación educativa en El Salvador son cuantiosos. No obstante, resulta necesarios atajarlos para plantear una transformación educativa desde un conocimiento y compromiso profundo con la realidad salvadoreña.

Fuente de la Información: https://infod.edu.sv/investigacion-educativa/

 

 

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La formación Docente: un debate actualizado y propositivo. Lic. Gabriela Azar.

Argentina / 4 de marzo de 2018 / Autor: Gabriela Azar / Fuente: Revista El Arcón de Clío

En el marco de los nuevos cambios y transformaciones sociales, económicas, culturales, tecnológicas en el nivel internacional, regional y local, la formación docente asume nuevas exigencias que requieren de un nuevo modelo pedagógico adecuado a las demandas actuales. Se sigue, sin embargo, formando docentes con una lógica obsoleta que no logra superar las dificultades del sistema, que sigue generando exclusión y segmentación en gran parte de la población escolar, y que no genera aprendizajes significativos en los estudiantes.
En este marco, la Política educativa Argentina a través de la Ley de Educación Nacional N° 26.206/06 y la normativa emanada desde el INFD (Instituto Nacional de Formación Docente) ,exige criterios y lineamientos comunes para los diseños curriculares de formación docente, que contemplan la acreditación de saberes y el desarrollo de competencias, aptitudes y procedimientos, lo cual torna imprescindible un serio replanteo de los formatos de enseñanza actuales.
Sin embargo estos esfuerzos sostenidos en estos últimos años, por mejorar los diseños curriculares de formación docente, no logran mejorar la práctica de aula. Se continúa hoy en los Profesorados, priorizando la transmisión acrítica de contenidos conceptuales escindida de habilidades procedimentales, fomentando una enseñanza enciclopédica con una bajísima exposición a la práctica de aula desde el inicio de la carrera, y al uso de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación como recursos ordinarios del desarrollo de las clases.
Es por ello que es necesario repensar la formación docente, dimensión clave para una transformación educativa superadora. Es prioritario redefinir el modelo pedagógico-didáctico vigente, para orientarlo a la formación de profesionales en educación que estén capacitados para enfrentar la enseñanza en contextos de alta complejidad y de permanente cambio. Es imperiosa una nueva identidad docente para el siglo XXI, que avance hacia la enseñanza para el aprendizaje inclusivo y efectivo de todas las poblaciones infantiles, jóvenes y adultas.
Es necesario redefinir la identidad y rol docente, pensar en renovados objetivos y desafíos, desarrollar nuevas aptitudes que permitan adecuarse a las nuevas necesidades y demandas formativas de la población escolar. El docente, es quien tiene un rol central y para ello es necesario desde el estado y la sociedad brindarle un espacio, un reconocimiento, los valores y las herramientas necesarias para su labor como profesionales de la educación.
El sistema educativo actual es altamente demandante para el docente, que necesita de cada vez más aptitudes y herramientas para la solución de emergencias y para la educación de las nuevas generaciones. Sin embargo, la formación docente sigue manteniendo un paradigma obsoleto, brinda pocas herramientas para resolver los grandes y diversos problemas con los que se enfrentan los docentes cotidianamente en las aulas.
Bajo esta lógica, varios han sido los esfuerzos de reforma, tanto a nivel mundial, como local. Lamentablemente todas las acciones terminan siendo un aggiornamiento al modelo preexistente, modernizándolo con temáticas actuales, materiales didácticos o incluyendo recursos tecnológicos, pero que no logran el cambio educativo profundo, real y radical que se necesitan.

Nuevos perfiles docentes para el siglo XXI – Modelo del Alverno College

El Alverno College(Milwaukee, Estados Unidos) viene trabajando, desde la década del 70, un modelo de formación docente novedoso, con una mirada que logra adecuar el rol docente a las nuevas necesidades actuales, y que fue ganando terreno, a partir de teorías, estudios y experiencias, que demuestran que es posible replantear la formación y la carrera docente sin recaer en reduccionismos. Este surgió cuando la institución se replanteó su forma de enseñar para superar el enciclopedismo clásico y reordenar todo su accionar en función del perfil humanista y profesional que buscaban para sus graduados. De esta forma, se logró combinar adecuadamente la tradición institucional y sus valores, una formación destinada a consolidar aptitudes y competencias (ability-based learning) en el estudiante, los procesos de evaluación reflexivos e integrados en el aprendizaje, una nueva ética de la responsabilidad del equipo docente y la inclusión de sectores desfavorecidos.
El principio del Alverno College se basa en una formación profesional basada en habilidades. Se fundamenta tanto en el desarrollo de los conocimientos profundos de las áreas de contenidos como en la comprensión pedagógica eficaz. Se plantea como un conjunto de contenidos espiralados y transversales que se introducen y se refuerzan en múltiples entornos: incluyen la comprensión de las necesidades del desarrollo del alumno, la diversidad, la naturaleza del profesionalismo, la escuela y la sociedad, la educación y tecnologías.
Este modelo es reconocido, premiado y estudiado en los Estados Unidos y también afuera de sus fronteras por conseguir que tanto sus docentes como sus graduados y estudiantes obtengan logros educativos relevantes aún en escuelas insertas en ambientes poco integrados y con dificultades socio-culturales.
En este marco el Departamento de Educación de la Pontificia Universidad Católica Argentina, inspirado y orientado desde el 2010 por el Alverno y por el mandato institucional de renovar innovativa y creativamente la oferta académico educativa, se encuentra en un profundo proceso de reforma conducido bajo los siguientes principios:
– Asunción de un nuevo modelo pedagógico centrado en aptitudes (orientado por el AlvernoCollege) valioso por ser afín a la identidad que se pretende: nueva ética docente, perspectiva social, presencia de la visión humanista, efectividad en los aprendizajes.
– Especial atención a la dimensión de justicia social e inclusiva del modelo, a través de la promoción de una ética que postule que todos pueden aprender óptimamente y que hay que organizar la enseñanza para desarrollar todas las estrategias necesarias hasta lograr este objetivo. Esto implica superar viejos planteos de modelos educativos para diversos sectores sociales (lo que puede conllevar estrategias de discriminación) por una visión de la enseñanza efectiva para y en la diversidad.
– Desarrollo de estrategias para reclutar, renovar y consolidar de forma sistemática y permanente un claustro docente con un carácter fuerte y la asunción del modelo pedagógico centrado en aptitudes
– Concentración en la formación y la carrera docente efectiva, que atienda simultáneamente (para que el sistema converja en este objetivo) a la formación de directivos, profesionales, funcionarios e investigadores de la educación.
– Consolidación de una visión que permita intervenir distintivamente en los debates educativos, político-institucionales y académicos desde un humanismo social-cristiano, abierto al diálogo y actualizado.
– Gestión en red con otras instituciones.Esto permitirá la consolidación de una comunidad de referencia necesaria para desarrollar un modelo pedagógico intensivo, inclusivo y efectivo y, a su vez, que proveerá recursos y alumnos para los programas que se ofrezcan.
– Evaluación por aptitudes y niveles de alcance: los maestros deberán evidenciar haber alcanzado las aptitudes necesarias para ejercer la docencia y ganarse su oportunidad de merecer el trabajo de enseñar.
– Diseño de programas formativos semi-presenciales y virtuales, a fin de ampliar la cobertura a diversos públicos e instituciones, renovar el modelo pedagógico mediante la inclusión sistemática de la tecnología y el uso de entornos virtuales de aprendizaje, y responder a las demandas que llegan de distintas provincias.

Así, de este modo, a partir del año 2016 el Departamento de Educación de la UCA, dicta con nuevas carreras planificadas, gestionadas, evaluadas bajo este nuevo modelo de Aprendizaje Inclusivo y Efectivo (AIE), a saber:

– Profesorado universitario en educación Inicial
– Profesorado universitario en educación primaria
– Licenciatura en Educación
– Especialización en Gestión educativa efectiva
– Maestría en Gobierno de la Educación

Es un desafío profundamente necesario pensar, diseñar e implementar este nuevo modelo pedagógico para garantizar el cambio cualitativo que necesitamos, para poder posicionar a la formación docente como una sólida profesión orientada a la mejora de los aprendizajes en todos los niveles y modalidades de nuestro sistema educativo, en orden a garantizar calidad educativa, equidad social y legitimidad moral.

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La formación Docente: un debate actualizado y propositivo. Lic. Gabriela Azar.

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Instituto de Formación Docente llama a concurso

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El Salvador: Asamblea aprueba la creación del Instituto Nacional de Formación Docente

El Salvador / 25 de febrero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: El Urbano News

Con 58 votos la Asamblea Legislativa aprobó la creación del  Instituto  Nacional de Formación Docente  (INFOD) que tendrá por objeto la formación inicial y permanente de profesionales para el ejercicio de la carrera docente, la formación postgrado en diferentes especialidades  y la actualización de sus conocimientos.

El INFOD garantizará la calidad educativa mediante la aplicación de métodos pedagógicos, tecnológico s y de investigación novedosa y de aprendizaje continuo, que permita alcanzar  altos estándares profesionales.

El  Instituto contará con un Consejo Superior de Directores que estará compuesto por un representante del Ministerio de Educación, que ejercerá la presidencia del Consejo y quien tendrá voto de calidad , un representante de la Universidad de El Salvador , un representante de las instituciones de educación superior autorizadas para impartir formación docente, un representante del sector magisterial , el cual será elegido por votación directa por los docentes en servicio del sector público  y un profesional independiente calificado del sector educación, seleccionado por el Ministerio de Educación previa convocatoria pública

La comisión de Cultura y Educación, responsable del dictamen favorable que dará vida al INFOD, llevó a cabo un proceso intenso de consulta con todas aquellas instituciones vinculadas al tema, tales como universidades, asociaciones y gremiales, cuyos insumos fueron tomados en cuenta para la redacción de la Ley  en cuestión.

Las diputadas y diputados dieron su beneplácito a  este cuerpo legal que está encaminado a mejorar la calidad educativa de los presentes y futuros maestros del país.

Fuente de la Noticia:

Asamblea aprueba la creación del Instituto Nacional de Formación Docente

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¿Es necesaria una nueva universidad?

Por: Juan María Segura.

Los anuncios realizados días pasados por las autoridades de gobierno de CABA sobre la reforma del sistema de enseñanza público de esa jurisdicción, en particular en lo referente a la formación y la preparación de los docentes, en principio, me parecen orientados en la dirección adecuada. Además, no sólo son consistentes con uno de los principios de la Declaración de Purmamarca de febrero de 2016, firmada por todos los ministros educativos del país («mejorar la formación inicial y continua de los docentes»), sino que además están en sintonía con los cambios y las adaptaciones que se están impulsando desde el Instituto Nacional de Formación Docente (Infod) a nivel nacional.

La práctica docente adolece de problemas pedagógicos (teoría), didácticos (prácticas de aula) e instrumentales (integración de nuevos recursos al proceso de enseñanza-aprendizaje), con impacto negativo en el aprendizaje de los niños. Por lo tanto, replantear la organización de los recursos públicos con el fin de lograr egresados docentes con más herramientas y mejores condiciones para enseñar me resulta acertado. Diría, hasta obvio. ¿Acaso alguien podría estar en desacuerdo con este principio?

No obstante, al igual que el debate de la nueva escuela secundaria del futuro de la misma jurisdicción, vuelvo a percibir algunas omisiones importantes en el proceso que lleva adelanta CABA desde esta cartera.

En primer lugar, nuevamente los anuncios no van acompañados con información detallada que permita a los expertos, los medios y la opinión pública en general hacer un juicio de valor mejor fundamentado sobre los méritos y los deméritos de la propuesta. Los reclamos gremiales ahora, y los de padres y alumnos al momento de presentar la secundaria del futuro semanas atrás, son una consecuencia directa de esta forma de concebir e impulsar reformas. Por supuesto que la política siempre juega un partido aparte, así que es necesario separar los reclamos genuinos de participación de aquellos que sólo son estrategias político-partidarias mezquinas impulsadas únicamente para mostrarse combativos frente a sus grupos (cada vez más pequeños) de influencia. Política aparte, es importante que en este tipo de reformas estén consideradas una gran multiplicidad y variedad de voces y actores. La reforma gana en calidad, riqueza, contextualización, relevancia, aceptación y, finalmente, implementabilidad, cuando se gesta de esa manera, a través de un diálogo amplio, generoso, abierto y adecuadamente liderado desde el gobierno.

En segundo lugar, percibo, y espero estar equivocado, una mayor atención e interés por la figura del órgano certificador del proceso de formación docente (la «nueva universidad») que por el tipo de contenidos enseñados o impartidos. La discusión central y la principal política de Estado de CABA en esta materia debería ser la cuestión de los contenidos y no tanto el lugar institucional en donde se adquieran. Me pregunto, por ello, si no existe una instancia intermedia, menos engorrosa, más económica y más fácil de implementar que la creación de una nueva universidad. ¿Realmente necesitamos una nueva universidad? ¿Acaso no es posible hacer funcionar bien los institutos de formación y profesorados actuales? Una carrera no se jerarquiza por dictarse en tal o cual casa de estudios, ni por durar dos o equis años, sino por la relevancia de sus contenidos, la excelencia de sus maestros y el prestigio de sus egresados.

Es importante tener en cuenta que, de acuerdo con información suministrada por el Anuario de Estadísticas Universitarias de 2013, el último que existe disponible, CABA centraliza el 34% de las instituciones universitarias del país, con 32 instituciones privadas, 8 públicas y 2 extranjeras. Es la jurisdicción educativa que más instituciones posee, muy por encima de las 30 de la provincia de Buenos Aires, que es la que le sigue, y ni que hablar en comparación con las 8 de Córdoba, las 6 de Santa Fe y Mendoza. Hay 10 provincias en el país que sólo poseen una institución universitaria pública y ninguna privada. Por lo tanto, creo que es bueno repensar el formato universitario institucional del país, aunque no estoy tan seguro de que en CABA sea condicionante la creación de una nueva universidad para llevar adelanta la reforma educativa en lo que se refiere a la formación de los docentes.

Adicionalmente, es importante recordar que para crear una universidad jurisdiccional se necesita una ley local que la aloje, así que supongo que el proyecto de creación de la nueva universidad también deberá sortear un proceso de discusión parlamentaria y de aprobación de dicha ley. Nuevamente, ¿no habrá una forma más práctica e inmediata de mejorar la calidad de la formación de los docentes? Me asusta un poco que, por pensar en grande, hablemos del 2023 como si fuese mañana. ¿Y mientras tanto? Me fuerzan a desconfiar, situación con la que me siento incómodo.

Así y todo, a pesar de la poca información y de las objeciones señaladas, recibo con buen ánimo los anuncios realizados por el jefe de gobierno y su ministra de Educación. Sin embargo, animo a que seamos prudentes y a que no nos conformemos con el anuncio. Necesitamos más detalles, necesitamos conocer los matices y las particularidades de las ofertas académicas que allí se impartirán. Asumo que ya las han pensado, quisiera creer que existe algún borrador con los detalles de lo anunciado. Si es así, ¿no podremos interiorizarnos?

Un detalle no menor, en general pasado por alto: necesitamos conocer el camino crítico del acople en el tiempo entre lo que hoy existe y aquello que nace. En este tipo de reformas, las cláusulas transitorias y los decretos reglamentarios de las nuevas leyes son, tal vez, más importantes que los principios mismos de las leyes, en general vagos, genéricos y aspiracionales.

Por último, resultaría un importante acto de madurez política recibir la garantía de parte de las autoridades del gobierno de CABA de que esta iniciativa no aumentará aún más la presión fiscal de los porteños.

Como se puede apreciar, lo anunciado días atrás no debería ser interpretado como la etapa final de un proceso de pensamiento político interno, sino el inicio de una conversación pública informada y transparente. ¡Conversemos!

Fuente: https://www.infobae.com/opinion/2017/12/01/es-necesaria-una-nueva-universidad/

Imagen: http://2.bp.blogspot.com/_cH2cN_TIMY0/TOcbGOrJEAI/AAAAAAAAAaI/FzFhWpm9JIo/s1600/images.jpg

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