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La dialéctica del Che como arma de la juventud

“La Unión de Jóvenes Comunistas alza sus símbolos, que son los símbolos de todo el pueblo de Cuba: el estudio, el trabajo y el fusil […] en esta hora de construcción febril, de preparativos constantes para la defensa del país […] tiene que definirse con una sola palabra: vanguardia. Ustedes, compañeros, deben ser la vanguardia de todos los movimientos. Los primeros en estar dispuestos para los sacrificios que la Revolución demande, cualquiera que sea la índole de esos sacrificios. Los primeros en el trabajo. Los primeros en el estudio. Los primeros en la defensa del país. […] La juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía, realmente. Y a la Unión de Jóvenes Comunistas le ha faltado un poco de espíritu creador. Ha sido a través de su dirigencia, demasiado dócil, demasiado respetuosa y poco decidida a plantearse problemas propios”.

Che Guevara: Qué debe ser un joven comunista, 1962

  1. PRESENTACIÓN
  2. DIALÉCTICA
  3. ESTUDIO
  4. TRABAJO
  5. DEFENSA
  6. CREATIVIDAD

1.- PRESENTACIÓN

Compañeras y compañeros del movimiento juvenil del Colectivo Alexis Vive, tenéis aquí la transcripción de lo expuesto en los videos que os he enviado. Antes que nada, os agradezco que me hayáis dado la oportunidad de, aunque a distancia, colaborar con vuestra lucha por la Revolución Bolivariana. La Comuna Panal 2021 de la parroquia 23 de Enero, como ya se la conoce internacionalmente, es un ejemplo de creatividad popular, de exploración y desarrollo del enorme potencial emancipador que el pueblo comunero genera en su auto de organización diaria. Como veremos, la Comuna Panal 2021 y en especial su juventud, es un ejemplo de dialéctica, es decir, de opción diaria por la libertad en medio de muy duros conflictos en los que nos jugamos la vida.

Me permitiréis que haya escogido al Che para nos sirva de compañero en este tema, y en todos. Lo he hecho por, al menos, tres razones obvias: una, el Che había estudiado medicina y obtenido la titulación de médico. Si hay algo en este mundo que confirme en todo momento los principios de la dialéctica, eso es la vida, el nacimiento, la salud y la muerte que siempre y por mil vericuetos da paso a otras formas de vida. Dos, Venezuela y Cuba se enfrentan a los mismos enemigos mortales demostrando una impresionante capacidad creativa, activa, no solo de resistencia pasiva. Y tres, la dialéctica aparece desarrollada en el texto del Che dedicado a la juventud cubana que, saltando las diferencias formales, sirve también para la juventud del Colectivo Alexis Vive y de Venezuela, de hecho, para la juventud mundial que se encuentre en las mismas circunstancias.

Vamos a dividir este espacio en cinco partes fundamentales. La primera será un adelanto imprescindible de qué es la dialéctica utilizando la educación y pensamiento del Che, formado en buena parte por la rica interacción entre método médico, conocimiento económico, conciencia política, valores éticos, etc. Las otras cuatro partes explicarán la dialéctica utilizando los puntos en los que centra el Che en el escrito dedicado a la juventud: el estudio, el trabajo, la defensa y la creatividad.

2.- DIALÉCTICA

Las primeras referencias escritas sobre el concepto de dialéctica aparecen en la cultura de la Grecia Antigua de alrededor de hace 2700 años. Entonces el término dialéctica designaba el proceso de hablar, pensar, debatir colectivamente para resolver problemas de interés común; a la vez y por ello mismo, era un término con una carga positiva, de solucionar problemas graves mediante el análisis colectivo, es decir, tenía un sentido positivo porque hacía referencia al método de buscar soluciones de problemas para encontrar alternativas nuevas. Es por tanto un término inseparable del avance hacia la libertad que se obtiene al resolver los problemas que empeoran la vida.

Es en la Ilíada en donde el término de dialéctica adquiere una concreción precisa: no sólo es el método de estudiar a fondo los problemas para encontrar las soluciones, sino que sobre todo es el método para determinar qué solución hay que tomar por dura y radical que sea para resolver ese problema. Pero lo fundamental de la dialéctica es la exigencia inapelable de llevar esa solución a la práctica, llevarla a la acción, no limitarse a la palabrería: es el método que lleva a elegir la opción práctica más efectiva una vez que se han estudiado y se han rechazado el resto de opciones.

Llegados a este punto tenemos que volver al Che, un lector empedernido que devoraba innumerables libros con verdadera hambre intelectual. Como médico, el Che aprendió que la salud está siempre en movimiento, aunque, en apariencia, una persona no necesite ir con urgencia al hospital. Aprendió que la salud es el resultado de multitud de factores no solo biológicos, sino también psicológicos, sociales, climáticos, alimentarios, etc., cada uno con su propio movimiento específico, pero todos actuando imperceptible y conjuntamente sobre la salud humana. El estudio riguroso de tantos factores invisibles a primera vista es fundamental: hay que estudiar para descubrirlos cuanto antes.

Es decir, todo está en movimiento y todo está relacionado con todo mediante vericuetos difíciles de ver, de modo que, si no hay un seguimiento preventivo, puede surgir la enfermedad cuando menos se la espere, y lo más probable es que se agrave si no se la trata. Por tanto, llega el momento en el que hay que intervenir: el o la médica ha de optar sobre qué tratamiento prescribir. Sabe los efectos secundarios de cada tratamiento, pero aun así debe intervenir porque está en juego la salud de la persona. El Che conocía todo esto, pero dio un paso más: sabía que la humanidad es una sola, que las injusticias golpean y destrozan la salud de la humanidad para enriquecer al imperialismo. Lo vivió en persona en su largo viaje por Nuestramérica y se lo confirmaban las profundas lecturas que nunca abandonó.

Su paso adelante consistió en aplicar el método aprendido no solo a la persona enferma, sino a los pueblos oprimidos, y no solo en lo que atañe a salud en sentido estricto sino a lo fundamental: la salud colectiva en su sentido absoluto, es decir, hay que acabar con la explotación para recuperar la salud general. Ahora, con la Covid-19 y otras muchas enfermedades que no se tratan –empezando por las causadas por el hambre y la sed que se propagan por el mundo– porque sus curas no son rentables para la industria imperialista de la salud burguesa, sabemos que el Che tenía razón. Aquí mismo, en la Comuna Panal 2021 tenéis la dura experiencia de cómo el imperialismo quiere destruir la salud popular impidiendo la llegada de vacunas a Venezuela. Además de la salud individual de cada persona, también se trata de la vida en Venezuela.

Lo mismo está haciendo contra Cuba y otros muchos pueblos que no se arrodillan. Cuba también demuestra que el Che, y que decenas de miles de personas, estaba en lo cierto porque aplicó la mejor medicina de todas: la revolución socialista y la independencia obrera y popular unida a ella. La salud burguesa, que trata a la clase obrera como una mula de carga que hay que explotar hasta que se agote, fue erradicada de Cuba. Los médicos burgueses, que más que médicos son veterinarios a las órdenes del patrón, no tienen cabida en la Isla, mientras que la medicina cubana ayuda a los pueblos, pero es rechazada por las burguesías imperialistas. La medicina cubana es internacionalista como lo era el Che, porque aplica la dialéctica de la unidad y lucha de contrarios, como veremos luego.

El Che sabía que la dialéctica nos descubre la verdad cruda: hay que intervenir sobre la enfermedad sobre todo cuanto más grave es, y que la vida, la salud humana, depende de una complejidad de factores en los que, en última instancia y en sentido general, domina el poder económico, político, cultural y militar de la minoría burguesa enriquecida con la explotación de los pueblos trabajadores. Es esa opresión generalizada la que pudre su salud. La felicidad, la cultura, las risas y juegos de la infancia de estos pueblos, dependen de que sean dueños de su libertad y no esclavos del imperialismo. Por esto el Che dio el paso a la lucha revolucionaria. Se negaba a ser un simple veterinario obediente pagado por la industria imperialista de la salud: quería que la salud socialista salvara al mundo.

Se ha dicho con razón que dialéctica significa el proceso de lucha por la libertad, aunque ello implique asumir los peligros extremos. Este es el sentido esencial de la dialéctica tal cual aparece en la Ilíada: los troyanos, cercados por los griegos, saben que van a ser exterminados y esclavizados si no ganan la guerra. Estudian, debaten, analizan todas las salidas y las descartan, menos una: «hay que luchar», es la única pero muy difícil forma de seguir vivos. Luchan y son exterminados, aun así, aportan una lección vital a la humanidad: la dialéctica también tiene otras dos acepciones, una, no hay que malvivir como esclavas y esclavos, y otra, siempre hay que prepararse con antelación para la lucha en la que se decide la libertad o la muerte. La esencia revolucionaria de la dialéctica fue y es –seguirá siendo– la razón que explica por qué desde entonces hasta ahora todas las clases dominantes hacen titánicos esfuerzos para desacreditarla, para impedir su conocimiento, para silenciarla…

3.- ESTUDIO

El primer consejo que da el Che a la juventud es el del estudio. Dominar la dialéctica es a la vez fácil y difícil. Es fácil, nuestra especie la practica desde sus orígenes: si no, se hubiera extinguido porque no hubiera podido responder al cambio permanente de la realidad, a los nuevos problemas, a la complejidad en aumento. La bipedestación es ya un ejemplo de dialéctica porque exige la evolución permanente de todo el organismo socio humano como una totalidad que debe crear lo nuevo a partir de lo viejo en el mismo proceso evolutivo, sin detener el movimiento.

Con razón se cita al lenguaje y a la domesticación del fuego como otros tantos ejemplos de dialéctica, y es cierto, sobre todo cuando integramos la bipedestación, el lenguaje, el fuego, el arte, etc., en la dialéctica entre la mano y la mente, entre el trabajo y el pensamiento. Podemos hablar, así, de una dialéctica espontánea, natural, que es la misma que usamos en nuestra primera infancia cuando no paramos de preguntar cosas, de comparar las respuestas con la realidad, de experimentar, de probar ante una novedosa realidad diaria que debemos ir racionalizando.

Pero a la vez es difícil por dos razones: una a la que ya nos hemos referido, las clases opresoras siempre han limitado e incluso prohibido la difusión, el conocimiento de la dialéctica marxista. Dentro de esta primera razón hay que introducir la oposición de las fuerzas reformistas a la dialéctica, no educando en ella a su militancia, manteniéndola en la ignorancia teórica y en las limitadas capacidades del pensamiento mecanicista, formal, que puede llegar sólo a la superficie de los problemas aislados unos de otros. Desde finales del siglo XIX, el reformismo ataca con odio a la dialéctica porque defiende la paz con el capital mientras que la dialéctica demuestra que es imposible esa paz social, excepto si el proletariado acepta pasivamente la explotación.

La segunda razón es que el aprendizaje del método dialéctico requiere al menos dos condiciones: estudiar lo más rigurosamente posible la creciente complejidad en la que vivimos, y además hacerlo desde dentro de esa realidad, nunca abstractamente desde fuera de ella. Saber a qué se enfrenta Venezuela nos exige estudiar el capitalismo en sí y su forma actual, el imperialismo yanqui y sus alianzas con burguesías latinoamericanas, sobre todo la colombiana, y con la burguesía venezolana, etc. Descubrimos así la contradicción fundamental entre capitalismo y socialismo a escala mundial, que afecta a todos los continentes al margen de su grado de desarrollo en cada zona, al margen de qué grado de conciencia de ella tienen sus pueblos.

Pero debemos saber que nos resultará muy difícil aprenderlo si no lo estudiamos colectivamente en nuestra Comuna Panal 2021 o en cualquier otra expresión del poder comunal. La intelectualidad individualista se atraganta con la dialéctica porque al vivir en su cómoda burbuja idealista tampoco descubre que esa contradicción fundamental que determina la vida mundial tiene en Venezuela la forma de contradicción antagónica la burguesía y la clase trabajadora. La primera quiere recuperar todo el poder perdido desde la Revolución Bolivariana y derrotar del todo al proletariado, para lo que pide la ayuda yanqui y hasta la invasión extranjera de su país.

La burguesía sabe que esa invasión causaría centenares de miles de muertes atroces a manos del terrorismo yanqui, colombiano e israelí, tal vez también brasileño y ecuatoriano, y que ella incluso perdería parte de su poder expropiado por los invasores, pero lo acepta gustosamente con tal de exterminar la Revolución Bolivariana. Esto enseña que en todo problema lo decisivo es su contradicción interna, es decir y siguiendo con este ejemplo: el odio de la burguesía venezolana al Estado comunal es la decisiva contradicción interna que le lleva a entregarse al imperialismo para aplastar así a su pueblo, siendo el imperialismo la forma externa de la contradicción antagónica entre burguesía y proletariado. La dialéctica entre lo interno y externo ha de ser estudiada atentamente porque su conocimiento permite a Venezuela construir vitales alianzas internacionales que aumentan sus fuerzas de resistencia y avance.

Una de las cosas buenas que tiene el estudio colectivo de la dialéctica en medio de la unidad y lucha de contrarios, por ejemplo, en la vida diaria de la Comuna Panal 2021, es que se aprende in situ qué es la contradicción no antagónica: aquella que sólo separa, que no enfrenta a muerte a una parte de los explotados de otras partes, impidiendo su unidad, etc. El dicho romano divide et impera, divide y vencerás, demuestra cómo el explotador manipula las contradicciones no antagónicas del pueblo para, mediante toda serie de presiones, ataques, trampas, promesas, corrupciones y sobornos, convertir esas diferencias puntuales resolubles fácilmente en irresolubles contradicciones antagónicas dentro del pueblo para que una parte luche contra la otra cumpliendo el dicho popular que, a río revuelto, ganancia de pescadores.

Cualquier poder comunal ha aprendido en su praxis diaria a tratar las contradicciones no antagónicas para desarrollar la unidad del pueblo obrero, impidiendo así su desunión y el crecimiento de las fuerzas reaccionarias. Una de las maneras más efectivas de tratar las contradicciones no antagónicas es saber qué son, cómo aparecen y actúan, y cuando desaparecen las formas principales y secundarias de las contradicciones. Las principales son las que hay que resolver cuando antes, por ejemplo: la introducción de drogas y prostitución por delincuentes organizados por la contrarrevolución, que si logran afianzarse pueden dar el salto a terroristas armados con cierta base de apoyo de mafias y malandros en la parte menos concienciada del pueblo, etc. El poder comunal ha de movilizarse en estas y otras formas principales de la contradicción porque si crecen llegarán a ser extremadamente dañinas como se ha demostrado tantas veces.

Las secundarias son aquellas que en esos momentos no suponen un peligro mayor como el anterior pero sobre las que también hay que intervenir a cierta distancia para preparar su erradicación posterior, por ejemplo, cuando se sabe que una extraña secta religiosa con mucho dinero ha abierto legalmente un local en el barrio y empieza a hacer proselitismo ambiguo repartiendo dinero o bienes; se sabe que el imperialismo las subvenciona y utiliza, pero hay que tener más datos, hay que ver cómo actúan, etc., no vaya a ser por un error de precipitación en la denuncia popular pase a ser la sede legalizada de los malandros y contrarrevolucionario dificultando la lucha contra la secta.

Tratar bien estas formas secundarias para que no salten a principales es tanto más urgente en lo relacionado con las creencias religiosas dada su carga irracional que puede llegar a ser fanática, pero también el hecho cierto de que hay grupos religiosos que actúan decididamente a favor de la Revolución Bolivariana. Debemos ser pedagógicos en lo relacionado con creencias que por su abstracción idealista se mueven en un universo mental ajeno cuando no contrario al pensamiento materialista y dialéctico, científico-crítico, y a los valores que defiende: derechos sexuales, derechos de aborto y divorcio, etc.

Tarde o temprano, la negación de estos y otros derechos básicos pasa a ser la contradicción principal para la mayoría de la población que los necesita para mejorar cualitativamente sus condiciones de vida, su felicidad y su salud. Cuanto antes nos preparemos y cuantas más masas movilicemos en pos de esos y otros derechos, más se reforzará la Revolución Bolivariana. La contrarrevolución dedica muchos medios para manipular las creencias reaccionarias, patriarcales, racistas, movilizándolas contra la libertad de los pueblos, de las mujeres trabajadoras fundamentalmente.

Estos y otros muchos casos nos demuestran que el aprendizaje del método dialéctico ha de hacerse «sobre el terreno», que exige disciplina, debate y estudio colectivo. Démonos cuenta, además, que sólo hemos tratado lo inmediato, la acción sociopolítica, económica, cultural, etc., de la Comuna Panal 2021, y que no hemos entrado a contradicciones más complejas, profundas y abarcadoras, en los que la dialéctica es tan intrincada como las contradicciones que la alimentan. El desarrollo de la ciencia-crítica crea nuevos conceptos para facilitar sus avances, y tanto la creciente variedad de conceptos científicos cómo los descubrimientos logrados confirman la dialéctica de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento.

El Che sabía de la complejidad extrema y creciente de la vida, de la salud y de la sociedad, y por eso era un estudioso sistemático para encontrar colectivamente las soluciones no sólo a las formas principales y secundarias de las contradicciones, sino también aprender para los problemas que surgirán cuando profundicemos de las formas a los contenidos, de las contradicciones no antagónicas a las antagónicas, y de a sus formas externas a la internas, teniendo siempre en cuenta la primacía última y decisiva de la contradicción principal entre capitalismo y socialismo, entre la muerte y la vida.

4.- TRABAJO

Los estudios de medicina, historia, economía, filosofía… habían enseñado al Che que dentro de la salud humana bulle la lucha de clases, presionan los terribles efectos de la explotación asalariada, del trabajo impuesto por las clases explotadoras, trabajo duro y agotador que mina nuestra salud física, mental y moral segundo a segundo. Esto lo saben hasta los veterinarios más reaccionarios e inhumanos, los que ayudan en las torturas, por ejemplo, los que se dicen «neutrales y apolíticos» que atienden sólo a quienes pueden pagar los tratamientos abandonando a su suerte a los demás, y los que mienten al decir que no existen relaciones entre la salud y el trabajo explotador, etc.

La lucha de clases está dentro de nosotros mismos, aunque lo ignoremos. Aunque no lo sepamos e incluso aunque no lo queramos, somos partícipes pasivos de la lucha de clases en general y en la que se libra en nuestra salud. Se trata de convertirnos en agentes conscientes, activos con visión a corto, medio y largo plazo. La lucha de los pueblos trabadores por reducir el tiempo de trabajo explotador y aumentar el tiempo de libertad, de ocio liberador, de trabajo propio no explotado, recorre la historia humana desde que se impuso la propiedad privada, cuya primera forma fue la opresión de la mujer por el hombre. Desde entonces siempre luchan a muerte dos conceptos de trabajo antagónicos: el que debemos hacer porque en el capitalismo no tenemos más remedio para no morirnos de hambre, lo que nos lleva a malvivir en la injustica y para enriquecer a la minoría, al imperialismo a costa de nuestra vida colectiva.

La otra forma y esencia irreconciliable con el trabajo anterior, con el explotador, es el trabajo libre que hacemos para ser más libres, más dueños del destino de nuestra Comuna Panal 2021 y de la Venezuela comunera. Este segundo trabajo es el único verdaderamente humano, el único capaz de crear cosas nuevas porque tiene la creatividad del valor de uso, como veremos al exponer la última de las tareas que el Che propuso a la juventud cubana en 1962: la juventud tiene que crear.

El Che se refiere al trabajo verdaderamente humano, al creativo y estético, en su texto sobre la juventud. Lo hace porque sabe que siempre es imprescindible pensar y actuar según la dialéctica de la unidad y lucha de contrarios, dialéctica inseparable de lo que es Venezuela ahora mismo. Desde el siglo XVI, por poner una fecha, los pueblos de la Venezuela de entonces iniciaron la lucha contra los invasores españoles; luego, desde comienzos del siglo XIX conquistaron con infinitos sacrificios la primera independencia al expulsar a los españoles; desde finales del siglo XX la Revolución Bolivariana avanza en la segunda independencia, la del Estado comunal e internacionalista, una de cuyas expresiones es la Comuna Panal 2021.

Es un avance heroico, lleno de sacrificada lucha y a la vez felicidad, alegría y fiesta popular. En la lengua de los antepasados del Libertador Bolívar, el euskara, practicamos los lemas de jaiak eta borroka (fiestas y lucha), y jaiak bai eta borroka ere bai (fiestas sí y luchas también) Es la misma filosofía de la dialéctica de la liberación venezolana: los sacrificios para acabar con el esclavismo eran inseparables de la alegría de conseguirlo; los sacrificios para derrotar el golpe de Estado de 2002 y vencer luego la contrarrevolución petrolera, eran inseparables de la alegría al saborear los frutos de la victoria, y otro tanto debemos decir de las sucesivas derrotas que Venezuela ha dado a todas las guarimbas, al terrorismo, a las quemas de personas vivas por los fascistas, a los sabotajes energéticos e informáticos, a los intentos de invasión, al cerco económico y sanitario para rendir a su pueblo por enfermedad, hambre y muerte, mientras preparan otra invasión que pretenden sea la definitiva…

Jaiak bai eta borroka ere bai, desde luego, y si no que se lo pregunten al pueblo cubano, pero estos principios son una parte del potencial de la dialéctica de la unidad y lucha de contrarios porque lo fundamental consiste en demostrar que la Venezuela de hoy es el logro de haber vencido a la alianza capitalista entre los imperialismos extranjeros y las minoritarias clases burguesas unidas y vendidas a los imperialismos, como se confirma día a día. La unidad y lucha de contrarios también está en el presente venezolano porque está en su historia y porque esa alianza imperialista necesita aplastar a la Venezuela chavista, comunera, explotar impunemente sus recursos destruyendo la vida del pueblo. El Che, al igual que cualquier marxista, sabía que el principal recurso de un pueblo es su fuerza de trabajo, su cultura, el excedente que ha atesorado y no sólo las riquezas naturales de su país, y en especial su juventud consciente.

Dado que la Comuna Panal 2021 se caracteriza entre otras muchas virtudes por impulsar el avance del trabajo creativo, el trabajo estético y libre, no alienado ni explotado, por eso es una fuerza consciente decisiva en el desarrollo de la dialéctica de la liberación. La juventud comunera ha de seguir avanzando por esa vía, por la senda que lleva a que el pueblo obrero sea propietario de su Venezuela, que no lo sea el imperialismo. Y es que la unidad y lucha de contrarios, que tiene su núcleo en el choque a muerte entre el mortecino trabajo explotado y la creatividad emancipadora del trabajo libre.

Cuba es la única propietaria del sí misma porque la juventud comunista –comunera– de 1962 sabía que sólo su militancia organizada podía expandir el trabajo sin explotadores, lo que haría libre a su Cuba y ayudaría a la libertad humana. La libertad de ser poseedores de su propio trabajo y de los recursos comunes que con él obtienen, ha permitido a la Isla impresionantes avances médicos, vacunas que sorprenden por su efectividad y maravillan a la inteligencia humana. Si Cuba hubiera seguido siendo esclava explotada por el amo yanqui, como lo era antes de la Revolución, ahora mismo su pueblo malviviría en condiciones inimaginables.

Los logros llenarían de orgullo al Che, y las y los jóvenes de la Comuna Panal 2021 debéis empezar a sentir el mismo orgullo que en estos mismos momentos vuelve a resistir otro brusco endurecimientos del ataque imperialista que sufre desde su independencia, brutalidad que no debiera sorprender a nadie que domine la dialéctica de la unidad y lucha de contrarios.

5.- DEFENSA

El tercer consejo que ofrece el Che a la juventud es el de prepararse para la defensa de la libertad, del socialismo. Es un consejo plenamente actual en Venezuela, en Cuba y en todos los pueblos dignos, que se niegan a ser esclavos. Hemos visto que en la Ilíada de hace +/- 2700 años el término dialéctica denotaba el razonamiento de por qué hay que luchar en defensa o en conquista de la libertad. El Che sostiene en su texto que hay muchas formas de defensa del socialismo, que no todas tienen que ser armadas sino que también y en ciertos períodos sobre todo ha de ser una defensa que se plasme en el desarrollo de socioeconómico, cultural, técnico y científico… del socialismo, dotándolo de una poder popular tan fuerte que nadie se atreva a atacar la Isla. Exactamente lo mismo vale para Venezuela y para la Comuna Panal 2021.

La conclusión lógica del método dialéctico no es otra que el prepararse para la lucha, sea defensiva u ofensiva. Sus tres leyes –unidad y lucha de contrarios, aumento cuantitativo y salto cualitativo, y negación de la negación– parten y terminan en la constatación de que no hay cambio, avance, desarrollo, vida, novedad, etc., sin la ruptura de la continuidad evolutiva, sin el estallido más o menos brusco del siempre precario y fugaz equilibrio inestable de los procesos que dan el salto a la emergencia de algo nuevo. En esta dinámica lo viejo siempre se resiste a ser superado por lo nuevo.

Los ritmos del cambio en la dialéctica de la naturaleza son bastante más lentos que en los de la sociedad y pensamiento, son imperceptibles para el corto tiempo humano, pero existen y van de lo simple a lo complejo. La devastación capitalista los está acelerando poniendo a la naturaleza y por tanto a la especie humana al borde de la sexta gran extinción de las formas de vida. De hecho, la catástrofe socioecológica es una demostración irrefutable de la concatenación de las dialécticas de la naturaleza, de la sociedad y del pensamiento bajo la irracionalidad del capitalismo.

En la dialéctica de la sociedad esa resistencia puede llegar a ser terrible, criminal, genocida incluso, y en la dialéctica del pensamiento, la resistencia de lo viejo se expresa mediante el mantenimiento de la incultura y del analfabetismo funcional impuesto con una educación autoritaria, con la propaganda, mentiras, dogmas, censuras, prohibiciones y hasta torturas. Peor aún, el capitalismo está frenando el desarrollo de la ciencia-crítica porque ésta descubre su irracionalidad estructural: la industria de la matanza de seres humanos según la conceptualización de Marx y Engels, confirma el fanatismo destructor del capital. El imperialismo intenta negarlo o suavizarlo hablando de «complejo industrial-militar», término divulgado por el imperialista Eisenhower, para ocultar el verdadero papel del militarismo.

La defensa de Venezuela, por ceñirnos a la juventud del Colectivo Alexis Vive, debe responder a las tres grandes formas de brutalidad capitalista que el método dialéctico saca a la luz. Empezando por los ataques burgueses a la ciencia-crítica, al pensamiento creativo y libre, la juventud comunera ha de multiplicar el estudio y el debate en las masas con la pedagogía del ejemplo, mostrando cuan peligrosa y dañina es la ofensiva irracionalista del capital a nivel mundial y en Venezuela. El método dialéctico, la ciencia-crítica, es un arma revolucionaria especialmente valiosa para la juventud obrera porque le capacita para conocerse a sí misma, a su conciencia, a su cuerpo, a sus necesidades.

La defensa de las conquistas sociales, de los derechos y del avance al Estado comunal debe ser simultánea a la defensa del método dialéctico interviniendo especialmente en el antagonismo entre el trabajo alienado, explotado, consustancial al capitalismo y el trabajo libre, creativo. Esta lucha servirá de poco si no se orienta a reducir en lo posible el tiempo de trabajo capitalista aumentando el tiempo de trabajo comunal y con él, el tiempo de trabajo libre, de ocio creativo, colectivo. La lucha por el tiempo propio, socialista, y contra el tiempo burgués, machista, racista, eurocéntrico, dogmático e ignorante, esta lucha decide junto con otras, primero, la supervivencia de la Revolución Bolivariana ante el recrudecimiento de las agresiones imperialistas, y segundo, amplía las fuerzas de avance mediante la prefiguración del futuro en el presente.

La defensa de la naturaleza, es decir, de la vida y de la salud del planeta y de nuestra especie es ya una urgente necesidad como lo vemos no sólo en la pandemia, sino en los efectos de la catástrofe socioecológica sobre los pueblos trabajadores. Aquí tenemos que recordar y reforzar, además del internacionalismo del Che, también el internacionalismo solidario de Chávez teorizado en sus textos sobre el empleo del crudo y de las grandes riquezas venezolanas en la solidaridad con otras naciones. El mundo en uno, y la acción de la Comuna Panal 2021 en esta problemática beneficia al conjunto de la humanidad y con ello refuerza a Venezuela. Como vemos, el principio dialéctico de la concatenación universal de los procesos nos explica por qué la defensa de cualquier avance comunero, por pequeño que aparente ser, es a la vez reforzamiento del avance del internacionalismo antiimperialista en el mundo.

6.- CREATIVIDAD

El cuarto consejo del Che a la juventud es el más duro y crítico, y el más cargado de dialéctica: si la juventud no crea cosas nuevas, no abre horizontes, entonces es una juventud anómala porque es dócil, respetuosa con la tradición y temerosa de enfrentarse a problemas nuevos. Es una juventud prematuramente envejecida, pero la revolución debe ser siempre joven. Recordemos que el Che escribió estas palabras en 1962, muy poco después de la victoria revolucionaria: ya detectó indicios de acomodación al nuevo estatus y de debilitamiento de iniciativa juvenil.

Es el más cargado de dialéctica porque, según esta filosofía, no puede existir creatividad sin crítica de lo establecido. Crear algo es introducir una novedad cualitativa que no existía antes, es decir, que llena un hueco, un vacío o que mejora cualitativamente algo que ya estaba envejecido, superado; más aún, en medio de la lucha de clases, crear algo nuevo es atacar las raíces del capitalismo, todo lo cual exige de una capacidad crítica que descubra lo viejo y construya lo nuevo.

La buena crítica es creativa porque además de descubrir lo viejo también ofrece la solución concreta materializada en la creación de lo nuevo. Por ejemplo, la juventud de la Comuna Panal 2021 se da cuenta que hace falta intensificar la lucha teórica y ética porque se está abriendo un vacío peligroso entre sectores juveniles poco o nada concienciados, manipulables por la contra, y la juventud comunera, y tras el estudio crítico de la esa contradicción organiza, crea un medio de comunicación integral que no existía antes. De hecho, la vida cotidiana está llena de ejemplos sobre la interacción entre la crítica y la creatividad, y esa interacción es esencial al avance del conocimiento, de la ciencia-crítica, de las artes, por no hablar de la vida sociopolítica, económica y militar. Posiblemente sea en la ciencia y en la guerra en donde más importancia adquiere esa unidad tanto para la bueno, como para lo malo, cuando no se aplica, cuando se repiten dogmas y errores que cuestan vidas humanas.

La ley del aumento cuantitativo y salto cualitativo explica perfectamente este proceso. Por aumento cuantitativo entendemos aquí la progresiva constatación de que algo anda mal, de que no obtenemos los resultados buscados, de que repetimos errores, etc., de modo que intensificamos nuestra investigación crítica, superando creencias e hipótesis hasta que, llegado un momento, saltamos de la crítica a la solución creando lo nuevo. Se dirá que es una explicación muy simple, y es cierto porque la hacemos muchas veces en nuestra vida pero sin una sistematización teórica que nos ahorraría mucho tiempo en la detección de los fallos y en la creación de las soluciones nuevas. Lo básico de ese sistema teórico es la dialéctica.

La importancia del sistema teórico que nos ahorra tiempo estriba en que nos advierte que sólo hemos dado el primer paso con la creación de lo nuevo, que no podemos parar ahí, quedarnos dormidos, porque si detenemos el movimiento permanente de la crítica creativa más temprano que tarde nos sucederá lo que le sucedió a la juventud cubana en 1962 como ya lo detectaba el Che: sin esa crítica perdemos creatividad y ganamos docilidad, vicio impropio de la juventud. La solución a ese peligro no es otras que asumir la ley de la negación de la negación, es decir, que algo de lo viejo se integra en lo nuevo creado que, a su vez, entrará casi al instante en una propia lucha interna pero a otra escala superior.

Por ejemplo, la juventud comunera ha creado un sistema integral de intercomunicación crítica y creativa con los sectores menos concienciados de juventud del pueblo. La Comuna Panal 2021se equivocaría si cometiese el error de creer que el problema está ya solucionado para siempre. El movimiento permanente es una de las características esenciales de la unidad y lucha de contrarios, y si la revolución se duerme o se relaja de inmediato la contrarrevolución ataca con más fuerza. La juventud del Colectivo Alexis Vive lo sabe perfectamente y por eso toma medidas para impedir el triunfalismo suicida, siendo una de ellas el mantener siempre activa la crítica y la autocrítica.

De este modo, lo nuevo, ese medio de comunicación, asume en su novedad la vieja experiencia del adormecimiento y la docilidad, e integra la permanente crítica y autocrítica con ellas como elementos esenciales de ese medio de comunicación. Así, la creatividad se expandirá más y más, pero este proceso no es tan automático ni tan fácil porque, por un lado, dentro mismo del grupo surgirán diferencias, oposiciones y contradicciones, y fuera del grupo, en la calle, se verá cómo la contra reacciona con otras innovaciones y con más medios de alienación. Y es la lucha de clases nunca se detiene, siempre está en movimiento, lo que exige a la crítica estar siempre despierta.

La ley de la negación de la negación, explica por qué la juventud comunera debe saber al menos dos cosas: una, que la lucha nunca se detiene y que siempre se complejiza, se ramifica, crea problemas nuevos a los que hay que responder; y otra, que la creatividad y la crítica siempre molesta a los sectores oportunistas que pudiera haber en la dirección revolucionaria. Ambas lecciones son fundamentales: la negación de la negación es el proceso por el cual lo peor de lo viejo es excluido de la creación de lo nuevo, echado al basurero de la historia, mientras que lo mejor de lo viejo sí es integrado en lo nuevo, continuando su proceso.

Por ejemplo, la crítica descubre que varios compañeros son indolentes, vagos, que no desarrollan todas sus potencialidades, siendo en parte o en todo responsables de los fracasos. La crítica sabe que lo nuevo no puede integrar a esos compañeros porque volverán a repetir los mismos comportamientos, así que los aparta, los excluye. Estamos aquí ante la primera parte de la negación de la negación: descubrir lo que no sólo no sirve para lo nuevo sino que además lo haría fracasar si siguiera dentro de lo creado. La dialéctica muestra que ha llegado el momento de optar, de decidir sobre si contar con ellos o no, o sea, estamos en la primera negación del pasado.

Lógicamente se les excluye de lo nuevo, pero a la vez se pide ayuda a las compañeras que sí han trabajado y muy bien en el pasado, que sí saben, pueden y quieren aportar en lo nuevo; es más, algunas o todas ellas han participado en la investigación critica de los errores cometidos, y lógicamente se pide a las compañeras que sigan y hasta que dirijan en la creación nueva. Es la segunda negación, la que se aplica a los compañeros vagos e indolentes. Pero, además, la negación de la negación advierte que siempre hay que estar en guardia porque, mientras exista el capitalismo, existirán los monstruos. Así comprendemos fácilmente que esta dialéctica es intolerable para los burócratas, oportunistas, pesebreros, advenedizos, corruptos… que pululan alrededor de los puestos y sillones de mando queriendo apropiárselos para siempre.

Aunque fue escrita en 1962, la dialéctica presente en la carta del Che a la juventud sigue manteniendo todo su poder revolucionario en la Venezuela de hoy.

Nota: texto para para el programa de formación de las y los militantes del colectivo “Alexis Vive” de la Comuna del 23 de Enero “Panal 2021”.

Fuente: https://rebelion.org/la-dialectica-del-che-como-arma-de-la-juventud/

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Una biblioteca virtual de ciencias sociales en formato digital y con acceso libre

El Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales lanzaron una colección de libros en formato digital y de acceso libre. La colección abarca por el momento un total de 17 publicaciones originales e inéditas del campo de las Ciencias Sociales que pueden ser descargadas a través de la biblioteca virtual de Clacso. Algunos de los temas posibles son reflexiones en torno al neoliberalismo, el arte, el fútbol, la ecología, la metodología, la movilidad social, las clases sociales, la desigualdad, la teoría política, el psicoanálisis, la historia latinoamericana, la cultura popular y el pensamiento de diversos autores, como Hegel, Simmel y Althusser.

La Colección IIGG-Clacso es una iniciativa conjunta entre el Instituto Gino Germani, que aporta todos los contenidos, y Clacso, que incorpora estos libros a su biblioteca virtual, con el objetivo de aumentar la difusión local e internacional de las producciones de las y los investigadores del instituto, valorizando la actividad científico-académica realizada en las universidades públicas.

El proyecto editorial se inició en 2013 y, al día de hoy, tiene en su catálogo 17 libros de los cuales 10 se publicaron durante 2020. La colección recorre distintas problemáticas de las ciencias sociales y cuenta con un amplio abanico de autores. Hay publicaciones tanto colectivas como individuales. Los libros son de acceso libre y se distribuyen en toda América Latina desde el IIGG y Clacso. Para recorrer virtualmente toda la colección hay que ingresar aquí.

Algunos de los títulos y autores que aparecen en la colección son los siguientes:

* Asedio del tiempo. Estudios políticos althusserianos, Carolina Collazo y Natalia Romé (compiladoras)

Georg Simmel, un siglo después, Esteban Bernik y Hernán Borisonik (editores)

La identidad se forja en el tablón. Masculinidad, etnicidad y discriminación en los cantos de las hinchadas argentinas, Javier Sebastián Bundio

Profesores, científicos e intelectuales. La Universidad de Buenos Aires de 1955 a su Bicentenario, Martín Unzué

La política y lo político. En el entrecruzamiento del posfundacionalismo y el psicoanálisis, Miguel Rossi y Elena Mancinelli (compiladores)

Políticas terapéuticas y economías de sufrimiento. Perspectivas y debates contemporáneos sobre las tecnologías psi, María E. Epele (compiladora)

El análisis de clases sociales. Pensando la movilidad social, la residencia, los lazos sociales, la identidad y la agencia, Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Rodolfo Elbert (editores)

* Arte y ecología política, Gabriela Merlinsky y Paula Serafini (editoras)

Contraofensiva neoliberal. La Escuela Austríaca de Economía en el centro estratégico de la disputa, María Paula de Büren

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7 mujeres empoderadas que están cambiando el mundo

Existen diversas mujeres empoderadas al rededor del mundo que merecen ser reconocidas por el increíble trabajo constante que hacen, modificando conductas, dandole vuelta a los estereotipos sociales, acabando con la desigualdad, revolucionando el empoderamiento femenino, CAMBIANDO EL MUNDO.

Ser mujer siempre resulto un reto muy grande, pero a lo largo del tiempo el poder femenino ha sabido enfrentarlo y superarlo y al día de hoy las mujeres empoderadas se han involucrado en muchas actividades importantes con grandes puestos, eliminando la brecha de género y fomentando la equidad.

Malala Yousafzai

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Malala Yousafzai recibió un disparo en la cabeza mientras viajaba en autobús en su regreso de la escuela a casa ¿el motivo? se atrevió a levantar su voz para defender el derecho a la educación de las niñas. Y a pesar de tantas amenazas ella no se dió por vencida, convirtiéndose en la mujer más joven en recibir un Premio Nobel de la Paz. Actualmente es autora de 2 libros y cofundadora de «Malala Fund«, la cuál tiene el fin de asegurar el derecho de las niñas a la educación de calidad rompiendo las barreras que les impiden ir a la escuela.

Jane Goodall

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Es una de las primatólogas, etólogas y antropólogas mas reconocidas a lo largo de la historia. Es una de las mujeres empoderadas que han dedicado su vida a la naturaleza, contando con más de 50 años de experiencia en la que ha estudiado y demostrado la naturaleza de los chimpancés, y para comprenderlos más, decidió seguirlos muy de cerca para entender sus juegos y su comunicación (la cuál resultó muy parecida a la nuestra). Al día de hoy es una de las activistas por los derechos de los animales más seguidas y admiradas.

Patricia Ireland

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Es una administradora estadounidense y feminista quien fue presidenta de la Organización Nacional de Mujeres (NOW), movimiento que tiene el fin de construir una red efectiva de mujeres fuertes. Es además considerada una de las líderes feministas más influyentes a nivel mundial. Escribió una autografía: «What Women Want» que al día de hoy es uno de los libros más leídos gracias a el nivel de inspiración que ha generado entre las mujeres.

Yusra Mardini

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Pasó de ser una refugiada a una atleta olímpica. Yusra nació en Siria y luego de que su casa fuera destruida durante la guerra decidió huir hacia Grecia junto con algunos refugiados más, sin embargo el motor del bote en el que viajaba falló y ella junto con 3 personas más empujaron el bote por más de tres horas hasta llegar a tierra firme. Al día de hoy se ha convertido en miembro del equipo de Atletas Olímpicos Refugiados.

Sabrina Pasterski

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Sabina Pasterski es una joven física teórica, la cuál es catalogada como la «Nueva Albert Einstein» gracias a su intelecto y capacidad es considerada como una genio. Ya que a sus apenas 13 años construyó su propio avión de motor y algunos años después se convirtió en piloto de pruebas. El día de hoy sus investigaciones están centradas en la naturaleza de la gravedad y el espacio -tiempo, los cuales podrían cambiar por completo nuestra comprensión del cómo funciona el universo.

Ellen Ochoa

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Ellen es una de la mujeres empoderadas más admiradas en la ciencia, pues es una ingeniera y ex astronauta. Realizó al rededor de cuatro vuelos espaciales en transbordadores convirtiéndose en la PRIMERA MUJER hispana en volar al espacio. Entre los muchos premios y reconocimientos que recibió, destaca la Medalla de Servicio Excepcional de la NASA gracias a su creación de ópticos para realizar el procesamiento de información.

Andrea Ghez

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Andrea recibió el premio Nobel de Física al haber comprobado junto con dos físicos más la existencia de los hoyos negros y su relación con la Teoría de la Relatividad; hoy su nombre se posiciona en la lista de las 3 mujeres que han recibido este galardón con anterioridad. Este premio lo ganó luego de la explicación más viable acerca del porqué las estrellas de la Vía Láctea se mueven tan rápido.

Fuente: https://thehappening.com/mujeres-empoderadas-mundo/

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Entrevista a la profesora e investigadora Natasha Gómez: «La enseñanza no puede ser apologética, tiene que ser crítica»

Redacción: Rebelión

Natasha Gómez: «Nos ha tocado recoger una cosecha, proveniente de la siembra de generaciones anteriores de profesores, estudiantes, intelectuales y teóricos»

La carrera de Filosofía que se estudia en tres universidades cubanas, acaba de defender de manera pública, el nuevo plan de estudios «E». El camino aquí, la presencia del marxismo en el nuevo plan, los desafíos de su enseñanza en la universidad y su presencia en la sociedad cubana; han sido parte de los temas de los cuales La Tizza conversó en esta ocasión con Natasha Gómez, Profesora Titular, Doctora en Filosofía, y presidenta de la Comisión Nacional de la Carrera de Filosofía.

Natasha comienza haciendo algo de historia: «Esta carrera, denominada, hasta ahora, ‹Filosofía Marxista-Leninista› se imparte en tres universidades: la Universidad Central de Las Villas —que comenzó en 2008—, y en las universidades de Oriente y La Habana, desde 1976. Más allá de su nombre, el concepto siempre fue el de una carrera de filosofía, en la cual se estudian todas sus áreas de saber, tradicionales y actuales; así como los distintos autores, escuelas, conceptos, teorías, obras, entre otras; desde luego, siempre es una selección pedagógica de toda esa disciplina. Desde 1976, y así ha sido hasta el día de hoy.

La Tizza (LT): Es curioso eso que apuntas… El sentido común hace pensar que, al abrirse en 1976, esa carrera tendría más que ver con «filosofía marxista-leninista» —con todas sus implicaciones—, y, en menor medida con «filosofía». Cuando revisas el impacto mediático-noticioso después del 28 de enero, en que se defendió el nuevo plan de estudios —el «E»—, parece ser que lo más llamativo es la cuestión nominal: el paso de «Filosofía Marxista-Leninista» a «Filosofía». Eso me lleva a la pregunta: ¿Por qué filosofía a secas?

Natasha Gómez (NG): En realidad, lo que se acaba de aprobar es el nuevo Plan de Estudios, lo cual incluye un rediseño y actualización de los sistemas de contenidos, las habilidades a formar, asignaturas, agrupaciones de asignaturas —que llamamos disciplinas—, estrategias curriculares, objetivos, selección bibliográfica; todo lo que compone el sistema de formación. Los aspectos científicos y metodológicos sustentan ese plan. Sucede que, en este caso, el nuevo plan fue propuesto con la denominación de «Filosofía», porque su objeto de estudio es toda la filosofía. Pero no es, en rigor, el cambio de un nombre lo que se aprobó en el acto de defensa de la carrera, sino el nuevo Plan de Estudios.

El Ministerio de Educación Superior (MES) tiene, como sistema de trabajo, que todas las carreras, cada cierto tiempo se actualicen, y esa «actualización» se expresa en cada nueva generación de planes de estudio. Esto que se acaba de defender el 28 de enero, es el Plan «E»; lo que supone que ya hemos atravesado por los planes «A», «B», «C», «D», con sus adecuaciones. Yo soy de la segunda generación —el plan «B»— y puedo dar testimonio —además de que hemos efectuado investigaciones documentales, de archivo, que lo sustentan— que, a pesar del nombre, se estudiaba toda la filosofía, o, al menos, toda la filosofía que era posible estudiar. Lo curioso es que la carrera, en los documentos oficiales, se denominó «Filosofía Marxista-Leninista», incluso cuando ni siquiera en la Unión Soviética —donde se generó después de la muerte de Lenin, el «marxismo-leninismo»— tuvo nunca ese nombre. Los graduados cubanos en universidades de los antiguos países socialistas, recibieron siempre titulaciones en Filosofía.

Era necesario no postergar más la decisión de poner en correspondencia el objeto de estudio de la carrera con su denominación. Ahí existía un error metodológico que se arrastraba casi por cuarenta y cuatro años: el nombre era mucho más reducido que su objeto. Y, con independencia de lo que se entienda por «marxismo-leninismo», la carrera llevaba el nombre de una sola expresión filosófica, y más estrecho aún, el nombre de una corriente específica dentro de ella: es decir, tampoco abarcaba todo el marxismo.

Por otra parte, constituye una práctica académica nacional e internacional, la denominación genérica de toda carrera: Física, Química, Derecho, Artes, Historia, Sociología, y así las demás. Esta debe ser: Filosofía.

En resumen, no es que el nuevo plan de estudios plantee, por primera vez, una carrera de «Filosofía». Siempre fue así desde 1976. Ahora solo se corrige su denominación.

Por otra parte, al interior de los sucesivos planes de estudios implementados en Cuba, se ha atendido de modo especial el estudio del marxismo, diseñado a partir de un conjunto de asignaturas. Hasta fines de los años ochenta, ese segmento de marxismo tenía limitaciones, entre ellas: uno, se reducía al marxismo originario, es decir, no se consideraba el resto de la tradición marxista —entre otros: Rosa Luxemburgo, G. Lukacs, K. Korsch, A. Gramsci—; dos, no se relacionaba con suficiencia el contexto histórico con su producción teórica; tres, la interpretación crítica de las proposiciones marxistas no estaba en primer plano; y cuatro, apenas se disponía de información actualizada acerca de las investigaciones marxistas generadas fuera de los países socialistas.

En todos los planes de estudios se mantuvo esa disciplina de marxismo la cual asumió distintos nombres a lo largo del tiempo; quizás desde fines de los ochenta o los años 90 se denomina «Teoría e Historia del marxismo», justo porque incorpora la contextualización de una teoría, que se nutre no solo de premisas intelectuales, sino de modo especial de motivaciones sociales y políticas. Esta perspectiva histórica —reclamada alguna vez por un segmento de profesores de Filosofía de la Universidad de La Habana, e implementada en un programa docente en los sesenta— es una de las fortalezas de la carrera, y se mantiene en el Plan «E».

En otras palabras: se estudia toda la filosofía; y una de sus disciplinas es «Teoría e Historia del marxismo»; quiere decir no hay una renuncia al marxismo —ni al leninismo, que forma parte de su tradición—. Y en ese sentido, asume los principios que recoge la nueva Constitución cubana en su artículo 5.

¿Cómo aparece en el nuevo plan de estudios? Contempla 256 horas en total —cuatro semestres, cada uno con 64 horas—. Un primer semestre dedicado al estudio de la obra de Marx y Engels, el marxismo originario. Un segundo semestre dedicado al marxismo de Lenin, en el que se han incorporado, desde planes de estudio anteriores, todo un conjunto de marxistas que le fueron contemporáneos, y en particular aquellos que dialogaron críticamente con él, para que el estudiante comprenda la esencia heterogénea y hasta contradictoria de la producción teórica del marxismo en la etapa de la Segunda Internacional, que sentó bases definitivas para la conformación de las distintas corrientes: entre esos teóricos y militantes trabajamos a Lev Trotski; Rosa Luxemburgo, los comunistas de izquierda, la teoría y la política al interior de la socialdemocracia alemana, entre otros. Un tercer semestre que estudia el marxismo posterior a Lenin —téngase en cuenta que siempre es una selección—. Y un cuarto semestre que repasa ciertas cuestiones teóricas. Esta es una asignatura abierta a la actualización.

Entre las novedades de este plan, se sitúa el estudio de la ética en un lugar más destacado de la estructura disciplinar, así como se actualizan contenidos relativos a bioética, medioambiente, género, filosofía de la mente, entre otros. Asimismo, los cursos optativos privilegian la filosofía latinoamericana y caribeña, y debates culturales cubanos. Por cierto, desde los años noventa el «Pensamiento filosófico cubano y latinoamericano», constituye toda una disciplina del currículo básico.

En ese sentido, la carrera tiene una voluntad anticolonialista, pues no solo comprende la filosofía occidental y su racionalidad: tenemos incluso «Filosofía oriental» y estamos incorporando cada año novedades investigativas al respecto.

LT: Por tu respuesta, entiendo que el anterior, y en este mismo nuevo plan de estudios, hay «marxismo», hay «leninismo, incluso hay «marxismo-leninismo» —en las maneras en que eso se concibió en un momento dado como ya has apuntado, con todas sus deudas—. En este sentido, la pregunta es cuánto de «marxismo-leninismo» —con las implicaciones que eso tiene, ya sabidas— hay en este nuevo plan de estudios; ya sea porque subsisten contenidos, prácticas, formas de pensar, tradición pedagógica —porque los profesores están acostumbrados a ello—, o por cualquier otra razón. ¿Cuánto se parece este marxismo y este leninismo a los contenidos de marxismo-leninismo de hace treinta años, antes del derrumbe de la Unión Soviética?

NG: Una de las novedades es que, por primera vez, se va a estudiar el «mapa» de las tendencias heterogéneas del marxismo —eso va a estar en una de las asignaturas—; y una de esas tendencias es el marxismo-leninismo. Ese es su lugar dentro del actual plan. Por supuesto, que se va a analizar críticamente, al igual que se aborda el análisis de todos los discursos filosóficos.

LT: Para llegar a ese cambio, porque sin dudas es un cambio, ¿cómo ha incidido el debate intelectual, académico de los últimos veinte o treinta años alrededor del marxismo y del marxismo-leninismo? ¿En qué medida estos cambios son deudores de esos debates?

NG: El nuevo plan de estudios que ha sido aprobado no es el logro de la generación actual de profesores de filosofía. Esto ha sido el resultado de un proceso acumulativo en el cual tienen mérito desde los primeros profesores del primer Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, allá en los años sesenta, hasta las sucesivas y actuales generaciones de profesores. Es un efecto acumulativo, el cual a la generación actual le ha correspondido conducir a este punto, que es también un punto de continuidad porque habrá que seguir actualizando, incorporando resultados investigativos a la docencia, y siempre prevenirnos críticamente frente a dogmas propios y ajenos. Nos ha tocado recoger una cosecha, pero hay siembras de mucha gente anterior, de generaciones anteriores, de profesores e incluso de estudiantes que tuvieron conciencia de que el marxismo que se estudiaba había que ampliarlo y que había que tener una concepción más plural, fundamentada en investigaciones científicas, a lo cual todas esas generaciones han ido contribuyendo con una obra intelectual muy importante desde los años sesenta, incluso los setenta y ochenta y, sobre todo a partir de los años noventa.

Sin embargo, la comunidad académica cubana dedicada al marxismo, no ha tenido una posición unánime, a través de la historia, sobre la apertura crítica, investigativa y docente hacia la pluralidad de marxismos.

En este momento existe una correlación —pudiéramos decir «favorable»— para esos cambios: una conciencia crítica de que no existe una sola tendencia del marxismo que pueda representar la diversidad de marxismos o que pueda considerarse como única legítima. La premisa de que el marxismo es, en rigor, un conjunto de corrientes heterogéneas y contradictorias en su interior, ha ido ganando espacio.

LT: Natasha; tú llevas muchos años ya desarrollando la docencia del marxismo lo cual te ha permitido acumular una invaluable experiencia en ese campo. En tu perspectiva, ¿cuál es la salud de la enseñanza oficial del marxismo —que ya sabemos que no es lo mismo que el marxismo oficial, son cosas distintas— en las universidades, en tu condición de presidenta de la Comisión Nacional de Carrera, pero sobre todo como profesora? ¿Qué valoración tienes en relación con la enseñanza del marxismo en los niveles anteriores al universitario?

NG: Hay dos dimensiones en tu pregunta. En cuanto al marxismo que se imparte en la carrera, considero que, desde luego, hay cosas que están por hacer. Sin embargo, este claustro está realizando investigaciones efectivas, está produciendo cada año en términos de publicación de artículos y libros de interés —en particular en nuestro contexto—, y cuyos resultados deben ser, por cierto, más socializados —porque se conocen apenas en determinados grupos, determinados segmentos—. ¡Y todo eso ha ido a parar a la docencia! La docencia actual en la carrera incluye también algo que por décadas en Cuba apenas se estudió: la historia del marxismo; el enfoque crítico de su historiografía, la contextualización histórica de los distintos autores, de las distintas teorías, de las distintas obras; todo eso se ha ido incorporando.

En términos temáticos también hay avances notables: por ejemplo, estamos trabajando en los últimos años por el enfoque de género, incluso a partir de marxismo clásico; también cuestiones relativas a la ecología. Este es un proceso, debemos avanzar más en nuestras investigaciones; en recuperar autores que no han sido trabajados. Como parte de una comprensión más realista, nos hemos interesado por la presentación de contradicciones, polémicas, teorías alternativas, teorías inconclusas, y todo eso, ejercitando una apreciación crítica, para que pueda ser prospectiva. No podemos pensar que eso está terminado. Pero sí hemos avanzado bastante.

En relación con la enseñanza general del marxismo en Cuba, creo que debe seguir avanzando. Incorporar la idea de esa pluralidad: existen diversas teorías para un mismo problema y debemos apropiarnos de esa diversidad. Presentar el marxismo como una tradición, y no solo reducirlo a tres personalidades. Esa vida real del marxismo, debe ser llevada a los estudiantes. La enseñanza no puede ser apologética, tiene que ser crítica. La crítica señala la distancia entre lo que es y lo que debe ser. Si no somos críticos, no se identifica el objetivo, prevalece el conformismo, y muere la voluntad de revolución. También debe pensarse en la segmentación artificial del marxismo con fines docentes. El marxismo nació como una teoría unitaria que integraba saberes e investigaciones distintos: empíricos y teóricos, históricos, económicos, políticos, de activismo, filosóficos, científicos, entre otros. Asimismo, hay que hacer uso de las investigaciones. Las universidades deben ser escenarios sistemáticos de debates y de presentación de resultados, por parte de académicos, e intelectuales nacionales y extranjeros. Hay que recuperar la voluntad por el estudio —estudio, digo— del marxismo y sobre todo en la gente joven. Puede ser que los jóvenes estén saturados de un tipo de marxismo, de una codificación, de una manera de presentarlo, de una envoltura pedagógica. La recuperación de ese interés no puede ser, y no es, responsabilidad exclusiva de una asignatura escolar; tiene que ser una necesidad orgánica de la gente, de la sociedad y de la política cubanas. Tiene que experimentarse como una necesidad individual y social, para que ese estudio se convierta en motivación real. De manera que el marxismo no puede ser, porque no es, una materia como la Lengua Española o la Química, que se imparte en determinada hora de la semana. Hay que repensarse de manera radical el marxismo escolar y sus procesos regulares de institucionalización.

LT: Filosofía, y en especial Filosofía marxista-leninista, no es solo una carrera; es también una disciplina que se estudia en todas las carreras universitarias, incluso en ocasiones bajo el nombre de «Marxismo para los servicios»… Estos cambios en la propia carrera, en su concepción, en sus contenidos ¿tendrán algún impacto en la docencia del marxismo en otras carreras?

NG: En cuanto a los estudios de marxismo en otras carreras, se han desarrollado programas de perfeccionamiento y con seguridad conducirá a cambios. Sin embargo, debe haber una reconsideración radical del asunto.

Los debates que se generaron alrededor de la presentación del Plan de Estudios de la carrera de Filosofía y la socialización de argumentos en el ámbito institucional y académico —incluso han tenido cierto impacto fuera de esos márgenes—, así como la producción científica del claustro que lo ha acompañado, pudieran tener alguna influencia en otros espacios escolares.

LT: Se acaba de defender una carrera de «filosofía»… Y uno se pregunta, en el contexto actual, «¿Para qué una carrera de filosofía hoy?». Parece que puede entenderse la presencia de determinadas carreras, pero no deja de ser llamativo esto ¿filosofía hoy, carrera de filosofía, por qué, para qué?

NG: ¿Para qué una carrera de filosofía? Yo te pudiera dar una explicación muy formal. Y es que en casi todas las universidades se estudia la filosofía, casi siempre como parte del área de las ciencias humanísticas o sociales —con independencia de que su estatus científico esté sujeto a una profunda discusión—. Pero sí se le reconoce a la filosofía como un saber académico tradicional; de hecho, de la filosofía griega partieron el resto de lo que hoy llamamos ciencias según la racionalidad occidental. Te pudiera dar esa explicación: «en casi todas las universidades del mundo hay una carrera de filosofía, como de matemáticas, de física, como la ingeniería, entre otras». Así que: «¿por qué debía faltar en Cuba una carrera de Filosofía?». Pero esa sería la respuesta formal.

A pesar de que el mundo de la filosofía es limitado —pues la vida filosófica en cualquier lugar tiene un espacio limitado— y que su funcionalidad no es evidente para todos ni para la sociedad; a pesar de eso, la filosofía es un saber necesario para la sociedad y los procesos revolucionarios. Porque formar un filósofo es formar un pensamiento crítico —la filosofía, en su esencia, es un saber crítico; que comienza siendo crítico consigo mismo y además es crítico con el mundo en que se desenvuelve—. Si partimos de una definición de la filosofía como un pensamiento crítico en general, autorreflexivo y reflexivo, entonces eso significa que tiene como objetivo central —no quiere decir que el resto de los saberes no lo tenga, pero la filosofía lo tiene en sí misma— la comparación entre lo que es y lo que debe ser. Por eso es que tiene un sentido crítico. No argumenta o legitima lo que es, sino argumenta lo que debemos ser y lo que debe ser. Y en ese sentido, yo considero que cualquier sociedad y también la sociedad cubana y su proyecto político, necesitan tener una conciencia crítica formada en la academia, que ejerza la crítica sistemática, con investigaciones científicas que la sustenten, que proyecte, imagine y establezca la distancia entre lo que somos y tenemos, y lo que debemos ser.

Otra cosa es ver cómo un filósofo se integra a la sociedad de manera efectiva para realizar este ejercicio: en términos institucionales es muy difícil situar un filósofo. Pero su ejercicio, aunque sea en apariencia intelectual —y nunca lo es, siempre se mueve en la dimensión social y práctica—, pudiera llegar a situarse en las coordenadas decisivas para la transformación de la sociedad, en el sentido en que Marx lo expresó.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=265458

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Argentina: Infancia hoy. La mitad de los niños no tiene libros en su casa y a 2 de cada 10 no le festejan el cumpleaños

Redacción: mdzol

Estos datos se desprenden del informe «Futuro de la infancia en la Argentina: mapa actual y políticas pendientes». Los especialistas que participaron del trabajo coincidieron que si bien el hambre es el mayor problema, la estimulación también es clave.

A dos de cada diez niños en Argentina no le festejaron su último cumpleaños y un 45,5% no tiene libros en sus casas. Son algunos de los datos que se difundieron en el contexto de la conferencia anual del Centro para la Evaluación de Políticas basadas en Evidencia (CEPE).

La especialista indicó que desde el Observatorio consideran el festejo del cumpleaños «muy importante en la estimulación emocional y social del niño y en la construcción de su identidad, ya que tiene la posibilidad de reconocer a otros y en otros roles».

Un niño pobre tiene cinco veces menos posibilidades que uno de sector medio de que le festejen su cumpleaños».

En relación a otros indicadores de estimulación intelectual y emocional, Tuñón describió que el 45,5% de los niños hasta 4 años no tiene libros infantiles en su casa y que al 34,3% no les leyeron un cuento en el último año«.

La estimulación es sólo una de las patas de los indicadores que la especialista del Barómetro presentó en la apertura de la Conferencia Anual del CEPE, perteneciente a la Universidad Torcuato Di Tella, que este año se convocó bajo el nombre «Futuro de la infancia en la Argentina: mapa actual y políticas pendientes».

Desde el Barómetro recordaron otros datos como que el 51,8% de los hogares de niños menores de 4 años se encuentran bajo la línea de pobreza mientras que uno de cada diez está en pobreza crítica o grave, lo que implica que el 12,9% tiene inseguridad alimentaria severa.

En ese contexto, el neurocirujano Facundo Manes recordó la «importante evidencia que hay sobre el impacto de la pobreza en el desarrollo cognitivo de la persona», y aseveró que «en un contexto de escasez, los recursos cognitivos se ponen al servicio de la supervivencia y no se puede proyectar».

El fundador de la Fundación Ineco reafirmó, a través de evidencia, que «tanto la alimentación como el estímulo» son clave en el desarrollo intelectual del niño, y desterró el mito de que «lo que no se hizo en los primeros 1.000 días de vida ya no se podrá hacer» porque, explicó, «el cerebro tiene plasticidad hasta el último día de vida de una persona».

Presente en el panel de apertura, el diputado Daniel Arroyo, una de las personas que suena más fuerte como futuro ministro de Desarrollo Social, reiteró ante el auditorio el proyecto de la creación del Plan Nacional Argentina contra el Hambre, que conformaría un Consejo y un Observatorio que planifiquen y controlen que la política sea efectiva.

Paralelo a atacar el hambre hay que generar políticas que permitan mejorar los ingresos de las familias a través de acciones concretas en la construcción, producción de alimentos, textil, cuidados y reciclado, que son los que emplean a los sectores más vulnerables».

El diputado señaló que «para llevar adelante estas propuesta no hay que hacer nada fundacional sino, por el contrario, trabajar con lo que ya está en marcha porque en Argentina hay una enorme red de organizaciones de la sociedad civil y la iglesia».

Fuente: https://www.mdzol.com/sociedad/infancia-hoy-la-mitad-de-los-ninos-no-tiene-libros-en-su-casa-y-a-2-de-cada-10-no-le-festejan-el-cumpleanos-20191115-52276.html

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Libro (pdf): Insistir con la esperanza. El compromiso social y político del intelectual

Reseña:

Pablo Pozzi. Paula Godinho. [Coordinadores] 

Eugenia Meyer. Igor Goicovic Donoso. Luis Felipe Falcão. Paula Godinho. María García Alonso. Pablo Pozzi. Gerardo Alberto Médica. Laura Pasquali. Sergio Nicanoff. Carina Capobianco. Joana Craveiro. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
Colección Grupos de Trabajo. 
ISBN 978-987-722-411-5
CLACSO.
Buenos Aires.
Mayo de 2019

En tiempos caracterizados por una concentración inaudita de capital, por un concomitante empobrecimiento de camadas sociales intermedias, y por la marginación creciente de aquellos que provienen del mundo obrero, empujados por situaciones de tremenda precariedad, las clases se reestructuran, pero no desaparecen. Entonces, lejos de “perfumar” al capitalismo, está emergiendo toda una generación de intelectuales y artistas cuyo objetivo es comprenderlo para poder superarlo, también a través de la fuerza material de las ideas. 

Link de descarga: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1517&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1408
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Tahar-Benn-Jellou: el abandono del pensamiento crítico

Redacción: El Espectador

Cuando el pensamiento crítico abandona la partida, dejando el campo libre a todas las extravagancias, y cuando la duda, sea metódica o estratégica, se ausenta, es el individuo el que renuncia a su condición de tal, se pierde en la muchedumbre y se convierte en elemento insignificante, ahogado y no reconocido.

DEBATE

Tahar-Benn-Jellou: el abandono del pensamiento crítico

Tahar Ben Jelloun

Cuando el pensamiento crítico abandona la partida, dejando el campo libre a todas las extravagancias, y cuando la duda, sea metódica o estratégica, se ausenta, es el individuo el que renuncia a su condición de tal, se pierde en la muchedumbre y se convierte en elemento insignificante, ahogado y no reconocido.

El diálogo se torna imposible. 

El integrismo ideológico, de carácter religioso o político, o ambos a la vez, incluye en su funcionamiento el rechazo al diálogo. El Otro sólo existe en la medida en que entra en la ciudadela de las certidumbres y no se le ocurre salir de ellas y menos aun expresar un rechazo o denunciar un error. La sociedad es un bloque monolítico, cuyas salidas están cerradas ante el presentimiento de un peligro, de una amenaza venida del exterior y canalizada por elementos extraviados.

Esta casa donde uno se parapeta designa de manera simplista a sus enemigos: se trata del individuo como entidad singular, como persona libre de sus actos y de sus pensamientos, y todas las concepciones diferentes -filosofías, religiones, literaturas, arte, poesía. También la risa.

La risa es propia del hombre, del hombre libre. Reír es dudar, es admitir que existen otras maneras de pensar y de vivir. El humor, que supone una autocrítica, es el rostro menos crispado de la desesperación. Es por esencia antitotalitario. Se burla de lo sagrado y ayuda a los prisioneros del sistema autoritario a cobrar conciencia de su condición. Como sugirió Umberto Eco en El nombre de la rosa, la capacidad de reír a carcajadas pone en jaque al fanatismo religioso; irrespetuosa del dogma, la risa es inadmisible.

Otro enemigo sistemático del integrismo: la subjetividad. Expresar su subjetividad, manifestarla a su modo, según sus propias reglas, convertirla en una ventaja, una identidad, he ahí algo intolerable para el integrismo, cuya meta siempre ha sido uniformizar la sociedad, agruparla bajo sus banderas y excluir la más mínima manifestación de voluntad. Están condenados todos los artistas, que encuentran en la subjetividad los elementos de su creación, todos los rebeldes y todos los que aspiran a tener una vida privada.

A partir del momento en que le dicen a uno cómo vestirse, lo que hay que llevar, en que se fija el largo de las faldas de las mujeres o el color del pensamiento de los hombres, a partir del momento en que se arrogan el derecho de inmiscuirse en la vida íntima de cada cual, que le hacen saber que está sometido a vigilancia y que en cualquier momento pueden intervenir para llamarle al orden, la subjetividad se convierte en subversión, ¡e incluso en ofensa al pudor!

En toda religión monoteísta existe una lógica totalitaria a la que se termina por ceder, por fe o por temor, remitiéndose únicamente al juicio de Dios. Pero cuando los hombres suplantan a Dios y toman la iniciativa de hablar y de actuar en su lugar, es el fundamento mismo de la religión el que se ve cercenado por esa usurpación.

El islam en toda época ha sido atravesado por varias corrientes. Ninguna lo perjudica tanto como la llamada corriente «fundamentalista» o «integrista». Ciertamente los valores de la cultura musulmana pueden consolidar una identidad maltratada por la historia y a la que le cuesta adaptarse a la vida moderna. Pero todo depende de cómo se analizan y se interpretan esos valores.

Durante mucho tiempo se los ignoró o descuidó, y por es hoy día una parte de la juventud los exalta y se identifica con ellos. Por desgracia, el islamismo es  un movimiento cuyas motivaciones son más políticas que religiosas.

Si los islamistas están cerrados al diálogo, ¿es posible forzar esa puerta blindada? Hay que quedarse de brazos cruzados y adoptar una actitud de impotencia, de rechazo y de cansancio? A los adalides del totalitarismos no les gustan las personas moderadas y des precian  a los que procuran establecer vínculos y aproximar puntos de vista divergentes. Así lo demuestra el asesinato d e intelectuales en Argelia.

Es muy grande la responsabilidad de los sistemas políticos establecidos en el auge que ha cobrado la oposición de origen islamista. Entonces, ¿habrá que callarse, replegarse  y presenciar lo que ocurre sin reaccionar? El papel del intelectual, consiste en buscar y encontrar nuevas pistas para el triunfo de la inteligencia, para el avance de las ideas de progreso y libertad. Hay que tener imaginación e ir más allá de las constataciones en que la trivialización de la violencia perturba los puntos de referencia.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/cultura/tahar-benn-jellou-el-abandono-del-pensamiento-critico-articulo-852806

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