La Covid, los gobiernos de la UE y las multinacionales farmacéuticas

Por: Ángeles Maestro

En un escenario de profunda crisis general, de hegemonía capitalista en la lucha de clases y cuando el espacio para las reformas hace tiempo que se agotó, se constata que, a pesar de que la pandemia reveló las dramáticas insuficiencias de la sanidad pública, los recursos públicos se han destinado exclusivamente a la empresa privada.
Comparte este contenido:

«Política exterior de EE.UU. sigue sin cambiar pues Biden mantiene las sanciones contra países que no se doblegan a sus intereses»

El politólogo y activista estadounidense, Noam Chomsky, resaltó este lunes durante el Conversatorio «Peligros y posibilidades de nuestros tiempos», que la política exterior del gobierno de los Estados Unidos, liderado por Joe Biden continúa en la misma dirección, pues siguen manteniendo las sanciones contra los países que no se alinean a sus demandas.

“Estados Unidos hace lo que debe hacer para poder controlar el mundo, Cuba es víctima de las peores sanciones, comparable con Venezuela,  Irán y algunos otros pueblos que han sido exitosos en su desafío de la dominación de EE.UU, … Estados Unidos es el padrino que no acepta este tipo de desobediencia, incluso de los países más pequeños… Se ha endurecido la política contra Irán, se presionan a países para que no reciban a médicos cubanos”

Recalcó que a Cuba se le ha torturado casi desde su independencia, desde 1959, “es víctima de las peores sanciones. El gobierno de los Estados Unidos la califica como una amenaza e impide que sean enviados médicos y medicinas cubanos a los países”. Asimismo, manifestó que, a pesar del horrible bloqueo, Cuba ha creado cuatro vacunas para combatir la pandemia por la COIVD-19 y  estas son totalmente gratuitas para el pueblo.

De igual manera, denunció que Estados Unidos ha venido torturando al pueblo haitiano  por años a través de las intervenciones que han abonado para que actualmente sea un símbolo de pobreza y miseria,  “esto es algo que tiene que ver con el imperialismo”.

Criticó además que la Unión Europea siga sumisa a las sanciones impuestas por Estados Unidos contra las naciones a pesar de que sean contrarias a los derechos universales, “”La Unión Europea rechaza las sanciones contra Irán pero deben respetarlas, de lo contrario serán echados del sistema financiero”.

“Si continuamos como venimos vamos directo al suicidio. Si alguien viera el mundo desde afuera vería una tendencia suicida por mantener las ganancias, no importa cuál sea el efecto”, puntualizó.

Por su parte, el canciller de la República, Jorge Arreaza rechazó contundentemente las herramientas que ha utilizado el gobierno de los EE.UU. para someter a los pueblos digno y soberanos, “EE.UU. no tiene autoridad moral y legal para imponer medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos”.

Recordó que Venezuela ha sufrido “una agresión sin parangón en nuestra historia. Duele ver a niños y adultos sufrir con enfermedades crónicas a causa del criminal bloqueo… No importa quién esté en la Casa Blanca, sea Trump o Biden es un entramado corporativo, militar, industrial que busca eternizar el sistema capitalista”.

Multilateralismo

Arreaza aseguró que el multilateralismo “bien concebido, bien llevado, no es útil para los imperios, por el contrario, representa para ellos una amenaza y un riesgo”.

Por ello, destacó que se ha concebido un grupo de países que apoya el multilateralismo entre los estados que son sujetos de medidas coercitivas unilaterales, de EE.UU. y  la EU, con el objetivo  de compartir experiencias y crear mecanismos “para que ese gran poder de Estados Unidos no pueda hacerle daño a los pueblos, o por lo menos sea mucho más difícil y el sufrimiento de los pueblos sea menor”.

De igual manera, indicó que desde las Naciones Unidas se seguirá denunciando y rechazando las sanciones, contra Cuba, Venezuela e Irán y contra cualquier país.

Fuente: https://rebelion.org/politica-exterior-de-ee-uu-sigue-sin-cambiar-pues-biden-mantiene-las-sanciones-contra-paises-que-no-se-doblegan-a-sus-intereses/

Comparte este contenido:

Boaventura de Sousa Santos: O Brasil tem dois problemas de saúde pública: a pandemia e o presidente Jair Bolsonaro

Presenta: CLACSO

Falo de Portugal, da minha aldeia, do isolamento voluntário em que me encontro, para mandar duas mensagens muito rápidas. A primeira é que essa grande crise humanitária que estamos vivendo deixa claro duas coisas; em primeiro lugar a total falência dos governos de direita e de extrema direita para salvar vidas, poupar vidas, num momento de crise tão grave porque põem seus interesses econômicos acima dos interesses da vida, exemplos: Inglaterra, Estados Unidos, Índia e o Brasil. Mostram também duas coisas, independentemente da urgência, os países menos atingidos pela lógica neoliberal do capitalismo selvagem e bárbaro, disposto a sacrificar vidas para salvar os seus lucros, resolvem melhor os problemas da crise que todos os outros: Singapura, Taiwan e China. Mas o Brasil tem um caso especial porque o Brasil não tem um problema de saúde pública, tem dois problemas de saúde pública: a pandemia e o presidente Jair Bolsonaro.

Jair Bolsonaro é obviamente um homem transtornado mentalmente, um louco que deve sair do poder o mais rápido possível. Mas a sua loucura não é indiscriminada, a sua loucura serve para aquilo que os interesses econômicos das elites brasileiras, que o puseram no poder, querem continuar possuindo. É aproveitar essa crise para destruir toda a lógica da proteção do trabalho e dos trabalhadores do Brasil, toda a lógica social, de políticas sociais, aproveitando a crise para criar um Estado completo de um capitalismo totalmente selvagem. É isso que ele está fazendo.

Mas é verdade que há lutas importantes e urgentes. A luta importante é evitar que essa política siga adiante, a luta urgente é impedir Bolsonaro de continuar no poder, são as duas crises que estão relacionadas. A pandemia é importante obviamente e é a mais importante de todas, mas a mais urgente é que Bolsonaro deixe de ser o presidente do Brasil.

E depois, as forças de esquerda que tem estado perturbadoramente silenciosas nesse caso, apesar dos panelaços, é evidente que é muito importante saber que a luta depois começa. Uma luta muito forte porque o próximo presidente, nesse caso o Mourão, certamente vai querer continuar seguindo as políticas de proteção dos interesses econômicos da burguesia que puseram em primeiro lugar o Bolsonaro no poder.

E aí tem que ver uma luta obviamente, tem dois problemas depois: um problema econômico que é Paulo Guedes e um problema político que é Sérgio Moro. São as lutas que é preciso travar a seguir. Mas a luta mais urgente é essa. Eu peço a todos os brasileiros e as brasileiras a realizarem o quanto antes seja de esquerda ou de direita, o exemplo dos governadores é um bom exemplo, é preciso tirar esse homem do poder e toda a sua família, e toda a corja de máfia miliciana que está à volta dele e que querem destruir o Brasil. É essa a missão de agora.

Um grande abraço solidário aqui de Portugal.


Brasil tiene dos problemas de salud pública: la pandemia y el presidente Jair Bolsonaro

Boaventura de Sousa Santos

Compañeros y compañeras,

Hablo de Portugal, de mi pueblo, del aislamiento voluntario en el que me encuentro, para enviar dos mensajes muy rápidos. Lo primero es que esta gran crisis humanitaria que estamos viviendo deja en evidencia dos cosas; en primer lugar, la falencia total de los gobiernos de derecha y extrema derecha para salvar vidas en un momento de crisis tan grave porque ponen sus intereses económicos por encima de los de la vida. Ejemplos: Inglaterra, Estados Unidos, India y Brasil. También muestran dos cosas, independientemente de la urgencia: los países menos afectados por la lógica neoliberal del capitalismo salvaje y bárbaro, dispuestos a sacrificar vidas para salvar sus ganancias, resuelven mejor los problemas de la crisis que todos los demás: Singapur, Taiwán y China. Pero Brasil tiene un caso especial porque Brasil no tiene un problema de salud pública, tiene dos problemas de salud pública: la pandemia y el presidente Jair Bolsonaro.

Jair Bolsonaro es obviamente un hombre mentalmente trastornado, un loco que debería salir del poder lo antes posible. Pero su locura no es indiscriminada, su locura sirve a lo que los intereses económicos de las élites brasileñas, que lo pusieron en el poder, quieren seguir teniendo. Es aprovechar esta crisis para destruir toda la lógica de la protección del trabajo y de los trabajadores de Brasil, toda la lógica social, de políticas sociales, aprovechando la crisis para crear un Estado completo de capitalismo totalmente salvaje. Eso es lo que está haciendo.

Pero es cierto que hay luchas importantes y urgentes. La lucha importante es evitar que esta política siga adelante; la lucha urgente es evitar que Bolsonaro permanezca en el poder. Las dos crisis están relacionadas. La pandemia es obviamente importante y es la más importante de todas, pero lo más urgente es que Bolsonaro deje de ser el presidente de Brasil.

Y luego, las fuerzas de izquierda que han estado inquietantemente calladas en este caso, a pesar del “cacerolazo”, es evidente que es muy importante saber que la lucha comienza. Una lucha muy fuerte porque el próximo presidente, en este caso Mourão1, seguramente querrá continuar las políticas de protección de los intereses económicos de la burguesía que pusieron a Bolsonaro en el poder.

Hay que ver una lucha obviamente, hay dos problemas más adelante: un problema económico que es Paulo Guedes y un problema político que es Sergio Moro. Estas son las luchas que se deben combatir a continuación. Pero esta es la pelea más urgente. Pido a todos los brasileños y brasileñas que lo hagan lo antes posible, ya sea de izquierda o de derecha. El ejemplo de los gobernadores es un buen ejemplo, es necesario sacar a este hombre del poder y a toda su familia, y a toda la mafia miliciana que está a su alrededor y que quieren destruir a Brasil. Esa es la misión ahora.

Un gran abrazo solidario desde Portugal.

Fuente: https://www.clacso.org/o-brasil-tem-dois-problemas-de-saude-publica-a-pandemia-e-o-presidente-jair-bolsonaro/

Comparte este contenido:

¿Interracialidad o amor afrocentrado?

Por: Esther Pineda. 

Las mujeres africanas y afrodescendientes fueron hipersexualizadas, así como, subordinadas mediante la sistemática y repetida violación por parte de los hombres europeos.

El periodo de colonización europea en América no solo supuso un proceso de trastocamiento y desarticulación de los procesos organizativos, económicos, políticos y culturales de los pueblos originarios y africanos, sino también una trasformación de sus procesos relacionales, principalmente aquellos de carácter interpersonal y sexo-afectivo.

En el caso específico de la población africana secuestrada y esclavizada se les prohibió de forma taxativa el involucramiento afectivo y sexual con sus coetáneos, prohibición extendida a sus hijos nacidos en las Américas y, cuyas posibilidades de casamiento o procreación estaban determinadas por la aprobación de los esclavistas; esta la más de las veces estuvo supeditada a sus intereses económicos, es decir, a la necesidad de acrecentar la disponibilidad de pequeños nuevos cuerpos negros para poner a disposición del mercado de la esclavitud. De acuerdo a ello, la prohibición de relacionamiento y cohabitación entre los sujetos esclavizados cumplió una importante función social: 1) Evitar la rearticulación familiar africana y afrodescendiente destruida por el proceso esclavista y el comercio triangular. 2) Limitar la reconfiguración cultural africana y su transmisión transgeneracional. 3) Impedir el fortalecimiento de la identidad africana y afrodescendiente que representaba una amenaza al poder político, económico y social europeo esclavista.

En este contexto las mujeres africanas y afrodescendientes fueron hipersexualizadas, así como, subordinadas mediante la sistemática y repetida violación por parte de los hombres europeos. Esta violencia corporeizada y sexualizada infringida contra las mujeres negras no solo tuvo como motivación la necesidad de satisfacción de los deseos e imaginarios sexuales de los esclavistas en torno a ellas construidos; sino que también fue utilizada como herramienta bélica, es decir, como mecanismo del hombre blanco europeo para afirmar su poder y dominio, como medio para desmoralizar a los hombres negros, pero también, como forma de desarticulación de la resistencia de los esclavizados pues, se creía que la mezcla de la sangre del dominador con la del grupo dominado disminuiría el riesgo de alzamientos contra el poder colonial constituido.

De acuerdo a ello, es posible afirmar que durante el periodo colonial la interracialidad se dio en un contexto de relaciones de poder, en el cual generalmente las mujeres africanas y afrodescendientes fueron requeridas sexualmente por sus amos, abusadas bajo coacción o chantaje. Empero -y aunque no estuvieron exentas de relaciones de poder y desigualdad- también es cierto que existieron formas de relacionamiento sexual y afectivo entre europeos, africanos y afrodescendientes que trascendieron la dinámica comercial y violenta, es decir, organizadas como formas de enamoramiento; no obstante, estas formas de relacionamiento y vinculación entre personas de distintas razas fueron explicita y fuertemente prohibidas a través de los ordenamientos jurídicos de los países colonizados.

Amor afrocentrado

Pero la ley no bastó para evitar las relaciones interraciales, y por tanto, la institucionalización del mestizaje no violento y colonizador. Por esta razón, para el sostenimiento y perdurabilidad de esta prohibición se hizo necesario el desarrollo de otras formas de dominación de carácter simbólico, entre ellas: 1) Se construyó una narrativa en la que se desproveyó a la población africana y afrodescendiente de belleza y atractivo físico. Se les asocio a la fealdad, al displacer visual, por lo cual se naturalizó y cotidianizó el rechazo y repulsión a sus cuerpos, su piel, su fenotipo. 2) Se desproveyó a la población afrodescendiente de valores, ética y moral; con ello se hizo imposible su consideración para propósitos formales, duraderos, y por tanto, para la conformación familiar. Esto se logró a través de la configuración de una narrativa en la cual las mujeres afrodescendientes fueron concebidas como mujeres de fácil acceso, de una sexualidad exacerbada, insaciable, lo cual explicaba su supuesta promiscuidad; por su parte a los hombres afrodescendientes  se les atribuyó una capacidad y deseo sexual incontenible lo cual los hacia aparentemente violentos, y por tanto, un peligro para las mujeres blancas quienes estaban en riesgo de ser violadas por ellos.

De este modo, los sujetos racializados fueron excluidos y desestimados de la narrativa amorosa al no responder a los estereotipos y patrones de belleza impuesto por los imaginarios e intereses europeos; pero además rechazados al ser convertidos en sujetos inmorales y sexualmente peligrosos. Estos imaginarios tuvieron una mayor efectividad que las prohibiciones estatuidas en las leyes, propagándose y naturalizándose en el tiempo, las cuales se mantienen vigentes aún en la actualidad.

En nuestras sociedades contemporáneas gran parte de la población eurodescendiente aún considera impensable involucrase en una relación sexo-afectiva con un hombre o una mujer afrodescendiente, al seguir siendo estos considerados como un grupo social inferior, al no responder al canon y expectativas de belleza, pero sobre todo, al anidar prejuicios sobre una supuesta conducta sexual libertina, promiscua e irresponsable. Además, como consecuencia de la profunda penetración social del racismo, esta perspectiva también ha sido asumida y reproducida por hombres y mujeres afrodescendientes, quienes se niegan a mantener una relación sexo-afectiva con personas pertenecientes a su mismo grupo étnico, basados en los criterios antes expuestos, pero también, en criterios endorracistas; es decir, en el deseo de abandonar y trascender el grupo de origen, ascender socialmente, pero sobre todo de “mejorar la raza”.

Pero esta discriminación ejercida por hombres y mujeres eurodescendientes racistas, pero también por parte de hombres y mujeres afrodescendientes endorracistas, que rechazan con vehemencia la sola posibilidad de establecimiento relacional con una persona racializada, no es inofensiva; por el contrario, ha favorecido que las relaciones afectivas de las personas afrodescendientes sean significativamente breves, ha tenido como consecuencia menores índices de matrimonio y establecimiento en pareja en este grupo social, y finalmente, ha generado altos índices de embarazo adolescente y ausentismo paterno entre esta población estigmatizada…

Fuente: https://iberoamericasocial.com/interracialidad-o-amor-afrocentrado/

Fotografía: Iberoamérica Social

Comparte este contenido: