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Un falso dilema educativo

Por: Luis Armando González

La situación de crisis suscitada por el coronavirus –que al parecer seguirá presente, aunque con menor virulencia, a lo largo de 2020 — ha puesto en uno de los primeros lugares del debate académico el asunto de lo virtual y presencial en la educación. Y es que la crisis aludida forzó la entrada en vigor de estrategias formativas no presenciales, en prácticamente todos los niveles educativos; en ellas, se recurrió –por lo general de manera improvisada y abrupta— a los distintos recursos ofrecidos por Internet y la telefonía celular: desde las plataformas que permiten realizar videoconferencias grupales, pasando por el correo electrónico y los mensajes en Messenger y WhatsApp, hasta las llamadas telefónicas.

Salvo los procesos educativos diseñados previamente para ser impartidos virtualmente –y que continuaron, y aún continúan, con una lógica previamente establecida—, las actividades docentes que habían sido planeadas según criterios presenciales tuvieron que ser implementadas de manera no presencial. En la práctica, esto generó distintas complicaciones no sólo en razón de la disponibilidad de los recursos tecnológicos (personales o institucionales), sino en razón de las deficiencias en las habilidades técnicas por parte de docentes –no todos, por supuesto— no preparados para atender cursos, materias, seminarios, talleres o grupos de tesis de manera virtual. Aunado a ello, estaban (y siguen estando presentes) dos temas nada secundarios: primero, la pedagogía y la didáctica virtuales son distintas de las presenciales; y segundo, los contenidos (teóricos y metodológicos) presenciales no se trasiegan automáticamente hacia lo no presencial.

Al calor de esas y otras dificultades –que, cabe sospechar, se han tenido en distintos sistemas educativos alrededor del mundo— se fue generando un interesante debate acerca de lo virtual y lo presencial en la educación, debate en el cual se pueden identificar distintas posturas. Una especialmente llamativa consiste en proponer que la educación virtual ha llegado para reemplazar totalmente a la educación presencial, a la que se le reprochan las más variadas fallas y debilidades. Quienes abanderan esta posición, además de ver en lo virtual-tecnológico algo extraordinario para la educación, entienden que las pruebas de ello se encuentran en la actual experiencia en la cual lo presencial fue suspendido drásticamente y las actividades educativas virtuales pudieron ensayarse a plenitud. Hay quienes piensan que se trató de una novedad absoluta, como si antes de la actual situación no se hubiesen impulsado interesantes experiencias formativas virtuales, en las cuales si bien ya se visualizaban sus virtudes –lo virtual tiene ciertamente virtudes—, también se visualizaban sus limitaciones que no son únicamente técnicas o de procedimientos, sino que muchas veces involucran aspectos sustantivos.

En el polo opuesto se sitúan quienes opinan que la educación presencial es irremplazable, y que lo virtual no tiene (o no debe tener) un lugar importante en los procesos educativos que en verdad quieran ser tales. En favor de quienes creen esto está la ya milenaria tradición educativa que se remonta cuando menos a Sócrates y cuyos logros culturales (científicos, filosóficos, literarios) sólo una persona escasamente informada puede poner en duda. Es indiscutible que un nervio de la educación, entendida como un proceso de asimilación crítica de nuevos conocimientos, es el diálogo, la dialéctica, el contraste de ideas y opiniones, en lo cual intervienen la razón y la pasión.

Y el espacio privilegiado, durante cientos de años, para ese ejercicio es el espacio ocupado físicamente por los actores principales del proceso educativo (maestros y alumnos): el aula o salón de clases, el auditórium o, como prefería Aristóteles, el jardín de su Liceo. Ciertamente, la educación presencial, dialógica, tiene un largo recorrido histórico, pero no es por eso que se la debe considerar valiosa, pues que algo sea antiguo no lo hace bueno o positivo y, obviamente, tampoco lo nuevo o reciente es, sólo por eso, positivo o bueno. Son los logros los que cuentan; y la educación presencial tiene en su haber los suficientes como para tomarse con reservas las propuestas de su supresión total por mecanismos, estrategias y prácticas educativas virtuales. Los logros de la educación presencial no deben ocultar sus limitaciones o sus posibilidades de mejora; no deben impedir determinar qué áreas de ella pueden ser asumidas y tratadas de una mejor manera por mecanismos y estrategias virtuales. No es cierto que no se tengan pistas sobre esto último: tanto las experiencias previas a la crisis sanitaria como las experiencias suscitadas durante la crisis ofrecen información relevante sobre áreas o ámbitos educativos en los cuales lo virtual puede convertirse en un soporte de primera importancia para lo presencial. Y por supuesto que también las experiencias apuntadas revelan lo que no se puede pedir o esperar de lo virtual en materia educativa. Ni se tiene que ser extremadamente fantasioso con las posibilidades de lo virtual ni excesivamente pesimista o escéptico sobre sus potencialidades.

Lo prudente es sopesar, con honestidad y realistamente, los pros y contras. Por lo apuntado hasta ahora, es claro que la visión antitética de lo virtual y lo presencial en educación nos enfrenta a un falso dilema.

No se trata de elegir entre lo uno y lo otro –de abolir la educación presencial y poner en su lugar una educación virtual; o de cerrar las puertas a lo llegada de modalidades o prácticas virtuales en la educación—, sino de situarse en una postura intermedia, viendo a lo virtual como un buen complemento de unos procesos educativos que no deben renunciar a uno de sus nervios fundamentales: la dialéctica, el diálogo, el contraste y lucha de ideas entre interlocutores que interaccionan físicamente; el tensionamiento racional y pasional que permite la muerte de ideas inservibles y el surgimiento de ideas mejores, y que hasta ahora, después de 2,500 años, no encontrado mejor espacio para su desarrollo que ese espacio en el cual maestro y alumnos se las ven cara a cara. Y es partir de estas dinámicas que se han fraguado y se fraguan habilidades y capacidades investigativas que, tanto en las ciencias naturales como en las ciencias sociales, permiten explorar el mundo natural y social –es decir, plantearse problemas e indagar sobre los mecanismos que los explican— de modo fáctico, no virtual. Esas capacidades y habilidades, asimismo, requieren en gran medida, aunque no en exclusiva, actividades prácticas en el aula y fuera de la misma –por ejemplo, en comunidades, museos, archivos, empresas, mercados, hospitales o laboratorios— que son vitales para la formación de los estudiantes y para el cultivo de un saber que se problematiza sobre la realidad, y no sólo sobre abstracciones mentales matemática o conceptuales.

Esa vitalidad en el conocimiento debe ser –y tiene que ser—potenciada por cualquier recurso, estrategia o práctica, que esté disponible o que sea accesible a los sistemas educativos, en sus distintos niveles. Aunque no sus capacidades más óptimas, la tecnología que permite acceder a recursos educativos virtuales ha llegado a un país como el nuestro. Hay instituciones que están utilizando esos recursos para el desarrollo incluso de cerreras completas al nivel de maestría. Algunas lo han hecho de manera meditada, ponderando bien los objetivos formativos que se persiguen y planeando con suficiente tiempo y meticulosidad los contenidos y las metodologías de enseñanza adecuadas para procesos educativos virtuales. Otras quizás no tanto, aunque esto debería ser objeto de un estudio detallado y profundo.

Lo que aquí se quiere destacar es que, en El Salvador, se tiene (o se va consiguiendo) una buena experiencia en estrategias educativas de carácter virtual que deberían ser tomadas en cuenta, en sus virtudes y en sus limitaciones, a la hora de realizar los ensambles entre los virtual y lo presencial, sin perder de vista que uno de los propósitos irrenunciables de la educación en todos sus niveles, pero especialmente a nivel superior, es formar personas con una concepción bien fundamentada –desde criterios científicos— de la realidad social y natural, lo mismo que con las capacidades y habilidades para explorar-investigar las dinámicas que hacen que las cosas naturales y sociales se comporten de la forma en que lo hacen.

La pregunta es cómo (de qué manera) determinadas estrategias formativas virtuales pueden contribuir a una educación integral y de calidad. Y, complementado con ello, la otra pregunta es cómo lo virtual puede ayudar a corregir, mejorar o potenciar lo que se hace en las estrategias educativas presenciales. De alguna manera, fue la pregunta que se hicieron los investigadores del CERN, a cuya cabeza estaba el físico Tim Berners-Lee, cuando decidieron crear la WEB: se trataba facilitar, entre los físicos, el intercambio de ideas, artículos, documentos, resultados de experimentos mediante una red ágil de comunicación e intercambio de información. A estas alturas, las potencialidades y eficacias de la WEB para distintas actividades educativas y de investigación son indiscutibles. El reto es hacer, en cada país y sistema educativo particulares, el mejor ensamble entre los recursos virtuales disponibles (o que se puedan diseñar) en Internet (que es algo más amplio que la WEB) y las estrategias educativas presenciales de forma tal que, en lugar de la anulación o exclusión de uno de las dos instancias, se logre una integración provechosa entre ambas.

Como en el presente, y visto desde El Salvador, es lo presencial lo predominante, lo virtual debería irse definiendo, e implementando, a partir de aquello que requiera mejora, o incluso supresión, en ese ámbito. Pero no a tientas ni a ciegas, o usando criterios de rentabilidad o de ahorro, sino teniendo en mente el objetivo de lograr una educación integral, en lo científico, lo técnico y lo humano. Si sucediera lo contrario, es decir, si fuera lo virtual lo predominante en educación, lo recomendable sería buscar en lo presencial recursos de apoyo, corrección o mejora. Pero no es el caso. Así que es lo virtual lo que debe contribuir a mejorar la educación presencial. En cada nivel educativo deben hacerse los análisis y estudios que indiquen los modos en los que se apoyo puede ser más eficaz y oportuno; y es que lo que puede ser potable y viable en educación superior (en algunas carreras, materias, seminarios, trabajos de investigación o debates teóricos o metodológicos) puede ser inviable o ineficaz, por ejemplo, en educación básica. Lo contrario también es cierto: lo viable y potable en educación básica (o en bachillerato) puede no serlo en educación superior.

En fin, lo que debería promoverse, en educación, es una articulación potenciadora de los virtual en lo presencial, y no un reemplazo total de lo presencial por lo virtual o un blindaje de lo presencial ante lo virtual. Hay quienes están trabajando, con seriedad y profesionalismo, en lograr esa articulación potenciadora. Hacen gala de sentido común, criterio racional y equilibrio en el juicio. Los hay también quienes están atrapados en las garras de la desmesura en su apreciación de lo virtual, y que están dispuestos a hacer todo lo que esté a su alcance por hacer que la educación presencial deje de existir. Si llegaran a salirse con la suya –nunca se sabe— lo más probable es que la formación integral de las personas (una formación de naturaleza crítica, reflexiva, fundamentada científicamente, investigativa, racional y pasional) se resentiría tremendamente. Y es que, en definitiva, lo virtual, por definición, no puede dar a las personas las vivencias, las experiencias, los tensionamientos y los desafíos que ofrecen las interacciones sociales efectivas, dentro y fuera del aula, y los problemas reales naturales y sociales. Sin esas vivencias, experiencias, tensionamientos y desafíos (no virtuales, sino reales porque tienen su raíz en las interacciones que las personas tienen con la realidad natural y social) no hay educación propiamente dicha, sino un remedo “virtual” de la misma.

San Salvador, 6 de septiembre de 2020

Fotografía: Fundación Telefónica Ecuador.

Fuente e Imagen: https://insurgenciamagisterial.com/un-falso-dilema-educativo/

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Las tendencias en la definición de los nuevos estilos de desempeño docente

Por: Miguel Ángel Pérez

A los alumnos y alumnas de Pedagogía de la UPN Guadalajara,

Que con entusiasmo y creatividad construyen el rostro de la docencia para el siglo XXI.

Aunque ya es un lugar común afirmar que el contexto de la pandemia, ha “zarandeado” a la mayoría de las instancias y las estructuras de la sociedad; han sido las instancias educativas las más frágiles ante la llamada “nueva normalidad” debido a que la atención educativa ha migrado de esquemas y modelos de atención presencial al interior de un aula de clases en escuelas públicas o privadas, a la atención remota con el uso de diversos aparatos y conectados básicamente con el apoyo de la televisión o del internet.

Estos nuevos formatos de atención escolar (por llamarles de alguna manera), están exigiendo también una serie de cambios en la formación y en el ejercicio docente. Si bien el asunto de la formación docente es uno de los temas más abordados por estudiosos e investigadores, es el tema del cual se generan mayores retos y desafíos para la sociedad y para el diseño y curso de acción de las políticas educativas.

Ligado a lo anterior, el asunto de la formación y el desempeño docente es uno de los temas más importantes, debido a que se coloca por encima del amplio escenario del sistema educativo y es ahí en donde se articulan la vinculación entre las políticas y las acciones educativas. Los docentes de cierta manera son los interlocutores en la acción de lo que se piensa o se desea en el seno de la racionalidad política, su sensibilidad o irreverencia (según el caso y el contexto especifico), se colocan en la práctica en los hechos y la generación de resultados educativos. De ahí su importancia.

En este campo de la formación y el ejercicio docente, los especialistas distinguen tres grades modelos históricos:

a) El de la vocación y el apostolado.

b) El del docente como trabajador asalariado, sindicalizado y empleado al servicio del Estado benefactor. Y

c) El del profesional reflexivo con autonomía y autodeterminación.

En el origen, la vocación estuvo ligada con el apostolado, a los maestros y maestras se les asocia con el cura, el párroco o el sacerdote del pueblo por su capacidad de convertirse en líder o dirigente de las causas sociales, su vocación estaba definida a partir de la entrega, el compromiso de dar todo a cambio de muy poco. Estas imágenes están relatadas en el ideario de la escuela Rural mexicana y en algunos testimonios de los pedagogos clásicos del siglo XIX e inicios del siglo XX, en toda América Latina.

De ahí pasamos al modelo del docente empleado, trabajador, asalariado como una pieza más de la gran maquinaria burocrática de los gobiernos postrevolucionarios. Para el caso nuestro el sistema se sostiene con cerca de 900 mil docentes de educación básica de todos los niveles y las modalidades educativas, docentes que en su mayoría fueron formados en las Escuelas Normales (públicas y privadas) y que, a cambio de un salario quincenal o mensual hacen el mayor esfuerzo, por cumplirle a la patria, a la comunidad donde están y a sí mismos. Este ejercito de docentes no se exige mucho en cuanto al rigor profesional de su tarea, este rubro ha pasado por varias etapas y en la última de ellas, se colocan las reglas cada vez más complejas y confusas para ingresar al sistema y ganar una plaza en el sector público. Hoy en día no basta estudiar para ser maestro, no basta pasar las pruebas de ingreso o selección, hoy en día, también hay que superar las reglas de la nueva regulación que se ha impuesto, para ocupar un cargo en el entramado y burocrático mundo del sector público en educación.

Y tenemos un tercer modelo que está ligado con la profesionalidad y la autonomía, aquí entran los docentes destacados, que reflexionan e innovan su práctica que trabajan en equipo y construyen propuestas desde colectivos redes y agrupamientos por zonas escolares, por regiones o por estados. La profesionalidad no se reduce a un asunto de salario digno, (este se incluye en su esquema) ni tampoco con condiciones institucionales adecuadas y suficientes para realizar la tarea. No, tienen que ver también con la autoimagen y la proyección que difunden los sujetos docentes ante la sociedad como sujetos, comprometidos, sensibles y capaces. La profesionalidad está relacionada con la mejora continua de la práctica, con la innovación, la creatividad, como un rol de un docente animador que sabe acompañar a sus estudiantes y que garantiza estrategias para favorecer y consolidar aprendizajes.

En este recuento apretado en la revisión de modelos y propuestas de formas de ser docente y de asumirse en la profesión, está un elemento reciente vinculado con el llamado enfoque por competencias. Los docentes deben definir y clarificar las competencias básicas, genéricas, específicas y transversales que deberán desarrollar para formar parte del ejercito de profesionales de la educación en tareas de enseñar. El enfoque por competencias, sin embargo, ha sido fuertemente criticado por su perversidad tecnológica y por las intencionalidades ideológicas que de manera oculta tienden a formar y validar a sujetos que le hagan el juego al sistema y a todo el engranaje reproductivista.

En la contraparte poco se habla del desarrollo de competencias de solidaridad, de cooperación, de inclusión y justicia, de participación política de avanzada, por citar solo pocos ejemplos.

Desde la sociología de las profesiones se define al sujeto docente como un sujeto colectivo, el cual se encuentra atrapado bajo fuertes hilos y tradiciones que vienen del pasado, incuso el modelo de las Escuelas Normales en su versión del Plan 2018, no tiene nada de novedoso en cuanto a definir con claridad y compromiso el poder un salto y trascender del siglo XX para arribar al siglo XXI con toda la claridad de lo que significa formar docentes para responder a los retos de in presente cargado de profundos cambios en un mundo convulsionado y que nuevos desafíos.

Los modelos de formación, los estilos de práctica y las tradiciones en la docencia se siguen moviendo, pero en torno a espacios acotados. La pregunta persiste ¿Cuál es el rol, el perfil y los rasgos ideales de un modelo de docencia que responda a los retos de este mundo de profundos cambios y de amenazas de pandemias repentinas?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/las-tendencias-en-la-definicion-de-los-nuevos-estilos-de-desempeno-docente/

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Por qué están cerrando escuelas en Costa Rica (y qué dice eso del mejor sistema educativo de Centroamérica)

En Costa Rica, el país con el mejor sistema educativo de Centroamérica, se están cerrando escuelas: en promedio, nueve centros de educación primaria al año en lo que va de la década.

No es, sin embargo, por falta de profesores ni de recursos: lo que les falta a cada vez más colegios ticos son alumnos.

Efectivamente, en los últimos 10 años el presupuesto del Ministerio de Educación Pública (MEP) de Costa Rica se duplicó y actualmente equivale al 7,4% del PIB.

Se trata del promedio más alto entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), «el club de los países más desarrollados del mundo» al que el país centroamericano está a punto de ingresar.

Pero la caída de la natalidad ha ido reduciendo el número de niños en edad escolar, y con ellos el número de los que asisten a la escuela.

Y según un reciente informe de auditoría citado por el diario costarricenseLa Nación, la tendencia ya obligó al cierre de 92 escuelas públicas entre 2010 y 2019, y el MEP tiene previsto cerrar cuatro más este año.

Otros 30 centros educativos públicos tienen un único estudiante y 616 escuelas tienen menos de 10 alumnos.

Escolares costarricensesDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionComo cada vez nacen menos niños en Costa Rica, hay cada vez menos alumnos.

«Siempre se va a mantener una escuela abierta donde haya un alumno», promete Guiselle Cruz, la ministra de Educación de Costa Rica.

«Pero sabemos que por la baja de la natalidad hay un porcentaje importante de escuelas que en los próximos cinco, 10 años no van a tener casi alumnos», le confirma a BBC Mundo.

Cobertura universal

La situación no podría contrastar más con la del resto de países centroamericanos, donde lo que faltan son colegios.

Y, como destaca la ministra Cruz, en buena medida es resultado de los esfuerzos por garantizar una cobertura educativa universal que Costa Rica viene haciendo desde la década de 1960.

Escuela en una zona rural de Costa RicaDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLa inmensa mayoría de las escuelas que han cerrado lo han hecho en zonas rurales de difícil acceso.

De hecho, la inmensa mayoría de las escuelas cerradas o con pocos alumnos están ubicadas en zonas rurales, de difícil acceso.

«Son zonas montañosas, zonas por las cuales pasa un río. Entonces, la idea fue, en vez de hacer que los chiquitos cruzaran el río para ir a otra escuela, hacerles una en su comunidad», explica Daniela Cerdas, del diario La Nación.

«Pero no se hicieron para que tuvieran solo un alumno. Son escuelas pequeñas que con la baja de la natalidad están quedando en cero», le dice a BBC Mundo.

Para Cerdas, lo más significativo de la historia es que «muestra que hay escuelas en cada rincón del país para no negarles el derecho a la educación a los niños».

Pero la periodista también reconoce que «el problema de que haya tantas pequeñas escuelas es que la calidad de la educación no es igual para todos«.

Y lo mismo dice Katherine Barquero, investigadora principal del capítulo sobre primaria del más reciente Informe del Estado de la educación (IEE), donde se destaca el gran porcentaje de escuelas «unidocentes» que todavía existen en Costa Rica.

Cantidad vs calidad

Como su nombre lo indica, las escuelas «unidocentes» -que en Costa Rica pueden llegar a tener hasta 30 alumnos- son centros donde un único maestro imparte todas las asignaturas, a todos los ciclos.

Y según el séptimo Informe del Estado de la educación, publicado el año pasado, tres de cada 10 escuelas primarias costarricenses pertenecen a esta categoría.

Profesora y estudiantes ticosDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEn muchas primarias ticas un único docente tiene que atender a todos los alumnos.

«Las escuelas unidocentes existen por la necesidad darles educación primaria a todos y alcanzar ese logro, del que estamos muy orgullosos, de tener una tasa de escolaridad muy alta en nuestra población», explica Barquero.

«Pero sus estudiantes están en desigualdad: tienen acceso a la educación primaria, pero la calidad es distinta (a la de las escuelas con más alumnos y maestros)», le dice a BBC Mundo.

De hecho, según las cifras que maneja el Banco Mundial, con un 97% de tasa neta de escolaridad en primaria Costa Rica es uno de los líderes educativos indiscutibles de América Latina, donde solo marcha por detrás de Uruguay y Cuba y muy por delante de vecinos como Honduras (80%), El Salvador (81%) y Guatemala (87%).

Pero el país centroamericano aún está por debajo del promedio de los países de la OCDE en las pruebas del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (conocidas como pruebas PISA, por sus siglas en inglés)., que evalúan el nivel de comprensión en matemáticas, ciencias y lectura.

Y la última edición del IEE también registra una importante caída en la tasa neta de escolaridad en primaria, que actualmente ubica en un 93,1%.

Cuadernos de estudiante ticoDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionLos retos de la educación tica no tienen que ver con la cobertura sino con la calidad.

Según Barquero, esta reducción puede explicarse por tres factores: un problema de eficiencia interna del sistema, expresado en más estudiantes repitiendo grado; un reciente cambio en la metodología de cálculo empleada por el MEP, o como efecto de la transición demográfica.

«Pero lo importante es que nosotros creíamos que era muy alta y se ha venido deteriorando. Ese es el problema, que hemos venido experimentado un deterioro», le dice a BBC Mundo la investigadora.

Cambio lento

Para Barquero, la situación también cada vez deja más claro que la estructura de las escuelas primarias en Costa Rica «es obsoleta«.

Pero la investigadora también reconoce que la misma también ha ido cambiando lentamente.

Escolar costarricenseDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEl número de escuelas unidocentes también se ha venido reduciendo.

En 2008, por ejemplo, las primarias unidocentes representaban el 49,9% del total y actualmente constituyen el 33,4%.

Y según la ministra Cruz, el actual gobierno tiene bastante avanzado un plan que permitiría «agrupar» a muchas de las actuales pequeñas escuelas en centros más grandes, ofreciéndoles así mejores condiciones a los alumnos.

«La idea es que el centro educativo que tenga las mejores condiciones agrupe a los centros educativos vecinos y dar transporte a los estudiantes, posibilidades de becas, etc.», explica.

«Esto nos permitiría mejorar la calidad de la educación, porque en estas escuelas de menos de 30 estudiantes es muy difícil que estos tengan probabilidades de (aprender) un segundo idioma, el tema de la conectividad y la tecnología son otra limitante, la socialización es muy poca…», le dice a BBC Mundo.

Según la funcionaria, después de analizar las condiciones geográficas, la infraestructura vial y las instalaciones de numerosas escuelas ubicadas en áreas de no más de cinco kilómetros, el MEP ha identificado «más de 500 escuelas que podrían reagruparse».

Y Cruz espera concluir las necesarias consultas y negociaciones con pobladores y sindicatos antes del final del mandato del presidente Carlos Alvarado.

LápizDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEl agrupamiento de pequeñas escuelas permitiría mejorar las condiciones de aprendizaje de muchos alumnos.

«Tenemos que avanzar con cuidado, porque muchas de nuestras escuelas, por no decirte que la mayoría, han sido una obra de amor de la comunidad y son muy importante para ellas», explica la ministra.

«Pero también tenemos que hacer que todos -sociedad, maestros, políticos- entiendan que una reducción en el número de escuelas no tiene por qué significar menos maestros», subraya.

Y agrega: «Lo que yo veo es una gran oportunidad para la mejora de la calidad (de la educación), porque sabemos que la reducción de los grupos y la atención individualizada hace la diferencia».

Más retos

El futuro de las pequeñas escuelas, en cualquier caso, no es el único reto que debe ser salvado para conseguir el salto de calidad al que aspira Costa Rica.

Según Katherine Barquero, la gran mayoría de las escuelas públicas del país, el 93%, todavía «no ofrece el currículum completo».

Y durante años, el Informe del Estado de la Educación también ha señalado problemas en el proceso de formación e incorporación de los docentes.

Es algo que las actuales autoridades están tratando de solucionar con una actualización de los perfiles de contratación y la institución de una prueba de idoneidad.

Escolares costarricensesDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEn las escuelas costarricenses, además de educación los estudiantes tienen la alimentación garantizada.

La ministra Cruz también también le dijo a BBC Mundo que ya está en discusión un proyecto de ley que institucionalizaría un sistema de evaluación y acompañamiento de los profesores del sistema de educación pública del país.

Mientras, el MEP también está haciendo esfuerzos por mejorar significativamente la conectividad de sus centros educativos, para ayudar a compensar los límites y desigualdades en el acceso a internet que ha dejado en evidencia la pandemia de covid-19.

«Del millón cien mil estudiantes que hay en Costa Rica, tenemos a la mitad con posibilidades de conexión buena o media y con dispositivos, y la otra mitad de los estudiantes sin conectividad, aunque algunos tienen dispositivos», le dice la ministra Cruz a BBC Mundo.

Escolares costarricensesDerechos de autor de la imagenAFP
Image captionEn el acceso a tecnología también hay profundas desigualdades.

Esto plantea un reto para un sistema educativo que, sin embargo, ha logrado importantes avances en materia de educación a distancia espoleado por la pandemia.

De hecho, para Daniela Cerdas, esta podría y debería ser la alternativa para aquellos estudiantes de zonas remotas y de difícil acceso en las que no sea viable el proyecto de agrupación de escuelas.

«Esto de unificar escuelas lo vería un poco complicado si por ejemplo pasa un río en medio de las comunidades, porque eso puede poner en riesgo al estudiante«, valora Cerdas.

«Pero en lugar de invertir en toda una infraestructura que tal vez no tiene todas las condiciones, mejor invertir en darle la herramienta tecnológica al estudiante, el internet, y que la educación se dé a distancia», le dice a BBC Mundo.

La periodista, sin embargo, también reconoce las dificultades económicas por las que atraviesa el país.

«Las finanzas ya venían deprimidas y con la pandemia empeoraron», dice.

«Pero yo sé que el país no va a dejar a ningún estudiante sin educación, viva donde viva. Eso sé es algo que el país garantiza», concluye.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-53976051

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¿Hacia dónde va el humo? Educación a distancia o modelo híbrido

Por: Gonzalo Erubiel Roblero Velázquez

El coronavirus o COVID-19 llegó a México convertido en pandemia e inició el recorrido en febrero de este año, inmiscuyéndose en la cotidianidad de la vida, desenmascarando a los gobiernos en las formas de organización, economía, política, salud y educación.

Quédate en casa, sana distancia, cubre bocas son palabras que se hicieron del argot de la ciudadanía mexicana. Las actividades se paralizaron en diversos ámbitos de la vida del país, la educación no fue excepción, marzo-abril fue el parteaguas de una estrategia de educar y aprender desde casa, el Secretario de Educación Pública, (SEP) anunciaba que sería “aprende en casa” una posibilidad, para que la niñez no perdiera el ciclo escolar 2019-2020, soslayando la multiculturalidad y la accesibilidad de las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) en contextos marginados y de bajos recursos económicos, sustituyendo la educación presencial.

Dejando los contenidos, tareas y los procesos de aprendizaje  en manos de las familias, olvidando factores laborales, sociales y económicos  en que vive la sociedad mexicana, padres que tienen que velar por la comida, que no tienen trabajo, pensar en educar a sus hijos en un confinamiento desigual, es una tarea limita. Una foto a distancia dio el portazo final del periodo escolar 2019-2020, abriéndole paso a la incertidumbre del nuevo periodo escolar (2020-2021). El bombo sonó anunciando el uso de la televisión y la radio, como apertura del modelo híbrido.  Educación a distancia, estrategia desde la SEP como arranque de clases en escuelas del país. Sigamos las controversias del modelo propuesto.

¿Qué es educación a distancia?

Anteriormente la educación a distancia se hacía por correspondencia. Pues no se tenían los medios para una educación presencial, ordenabas tu curso y te llegaba por Correo Postal Aéreo o en algunos casos acudías a las escuelas a recoger  las guías y el material con el cual tenías que trabajar y al final comparecer tu aprendizaje mediante examen, las personas interesadas en estudiar en su mayoría eran adultas. Con el paso del tiempo y con la llegada de las TIC, esta modalidad de aprendizaje fue quedando en desuso. La educación a distancia se ha caracterizado por estar cerca de las universidades y de las empresas (Nueva Zelanda, Inglaterra y Estados unidos), fueron quienes iniciaron, posteriormente llego a América. Lo cual da lugar a universidades abiertas, para ofertar capacitación y ampliar la cobertura en los aprendizajes. La educación a distancia surge con la necesidad de expandir  los horizontes  de atención apuntando a las universidades como beneficiarias de esta modalidad.

La educación a  distancia es aquella en donde las y los maestros con los estudiantes no se encuentran frente a frente, como se hace tradicionalmente o en una educación presencial, y el proceso de enseñanza y aprendizaje se da mediante medios electrónicos TIC (Internet, vídeos, tv, radio, Cd, vídeo conferencias, chats en plataformas etc).

La educación a distancia por su principio está confeccionada para adultos, siendo fundante el  aprendizaje autónomo y  aprendizaje regulado, la autoformación que se basa en una conciencia-necesidad del ser humano. Aprendizaje basado en el tiempo. Tiempo real y tiempo diferido, lo cual es alarmante que en educación básica (inicial, preescolar primaria y una parte de secundaria) se quiera implementar la educación a distancia, sin considerar contextos, contenidos, roles y oportunidades de niñas, niños, maestras, maestros y otres, comprometiendo los procesos de aprendizaje y de contacto humano.

 

Televisión, Radio, Niñas, Niños y otres.

Con el correr del tiempo,  los avances tecnológicos incrementaron, se inició el uso de la televisión y radio como medios electrónicos, para trasmitir programas educativos que primero fueron unidireccionales, es decir, su uso fue para llegar a lugares más alejados del país e interactuar desde la casa. Fue hasta finales del siglo pasado que la televisión y radio se convierten en bidireccionales con la llegada de las TIC y del  internet, modernizando las formas de la educación a distancia.

A lo largo del tiempo la televisión y la radio han jugado el papel de entretenimiento social, en donde las niñas, niños y otres pueden recrearse a través de la programación. No se puede negar que la televisión y la radio enseñan, pero las y los estudiantes no aprenden contenidos formales (saberes elaborados, científicos) en donde involucre el contacto humano con su alter, las experiencias que obtienen de mirarse a los ojos con su profesor, rompe con la comunicación de ida y vuelta que permite aprender, como producto de una construcción social dinámica. La tv y la radio no tienen contenidos educativos que coadyuven con el proceso de enseñanza aprendizaje, en donde el profesor de grupo pueda referirse como soporte pedagógico y enriquecer los procesos áulicos.

En la educación básica no se usa  a la tv y radio como fuentes primarias de aprendizaje, como lo es el libro de texto, un fichero, que son insumos de soporte para enriquecer los procesos. En México la mayoría de la población tiene una televisión y radio, sin embargo existen familias extensas (papá, mamá y cinco hijos) en donde una tv no es suficiente, las injusticias para el objetivo que es aprender, no son viables. Es necesario referirse a los intentos de México por hacer televisión educativa, la Unidad de Televisión Educativa (UTE), la educación vía Satélite (EDUSAT) y sin olvidar el canal once dependiente del (IPN) todas, dirigidas a formular programación con contenido de ayuda a la educación, sin embargo, este tipo de televisión está restringida para la inmensa mayoría de los mexicanos, solo la clase con mayor poder adquisitivo, los ricos, tienen acceso a estos beneficios, continuando con la línea abisal entre pobres y ricos.

 

El rol de las y los  profesores  en  educación a distancia.

Los porcentajes de niñas, niños y otres que escuchan radio son bajos en zonas urbanas y zonas rurales, la tv solo sirve para ver películas, deportes, caricaturas y telenovelas. Las y los profesores quedan excluidos de los procesos de aprendizaje de las y los estudiantes, serán los medios quienes brinden contenidos, ya que la profesora o el profesor no le preguntan ¿qué contenidos abordar? Las y los estudiantes estarán sujetos a los contenidos que el estado dictamine, la interacción emisor –receptor, será vaga, considerando a la retroalimentación como un elemento indispensable en el aprendizaje. Desvinculando al sujeto del contacto social y dejando el desarrollo de la enseñanza – aprendizaje, bajo la responsabilidad de personas con quienes la o el estudiante no tiene contacto.

Los estados motivacionales y emocionales, estarán cautivas y se resolverán mediantes las familias, las y los  profesores, meros espectadores de la educación a distancia o al margen de ella, se perderá de lo sensorial sobre lo conceptual y de lo espectacular sobre lo cognitivo, reacciones que dan cabida a los procesos de aprendizajes en una educación presencial. La educación a distancia puede tomar el camino de unidirecionalidad y el capitalismo reproducir aún más su poder, educando las conciencias de la sociedad.

 La educación a distancia es especulativa, ya que poner tras una tv, radio o internet a niñas, niños y otres de preescolar, primaria y secundaria, aumenta los riesgos de fracaso escolar masivo; como efecto domino de las carencias en recursos materiales, económicos, desintegración familiar y padres que trabajan, termina por ser un fracaso personal al no alcanzar los procesos madurativos e intelectuales.

Las y los maestros están situados a la mitad  del camino. Una educación a distancia que lo paraliza de su labor educativa, en tanto la niña, niño y otres estén tras un televisor o escuchando la radio, envuelto en la Internet, la profesora o el profesor no tendrán la oportunidad de brindar un seguimiento idóneo y eficaz de los procesos de aprendizajes de las y los estudiantes. Volviéndose confuso, dejando que sus estudiantes reciban y acumulen información y no tengan el andamiaje necesario para ir en determinado sentido del aprendizaje. El modelo de educación a distancia es excluyente que solo beneficia a las empresas que diseñan programación por televisión, radio e Internet.

 

Educación a distancia, preludio de la hibridación.

Con la llegada a México de la tercera revolución industrial y el Neoliberalismo en los años 90´  se permitió el ingreso  inminente de la informática y la tecnología, el control de la información y de los medios TIC (computadoras, Internet) ocupando intereses tanto del Estado como la iniciativa privada, profundizando las injusticias y concentrando la riqueza en unos cuantos. La radio y la tv ya habían comprobado  su utilización y aceptación en la conciencia y entretenimiento de  la sociedad. Como medios educativos formales en algún momento e informales en otros, a distancia. Es notable que uno anteceda al otro sin dejar de ser lo mismo, educación basada en TIC. Los antecedentes de la radio y tv en su momento fueron los medios modernos que se tenían.

¿Existe cierta correspondencia entre educación a distancia y la posibilidad de una educación híbrida en México? Las diferencias son mínimas si ya nos dimos por enterados que la educación a distancia, es. una estrategia que tiene que ver con las TIC de forma total, con  maestras, maestros y  estudiantes  que no están presentes; como consecuencia de la pandemia y del confinamiento que nos causó, en donde hace referencia a la tv y radio como medios de transportación de contenidos educativos.

El modelo híbrido por su parte, es la dualidad entre la educación presencial o tradicional y el uso de los medios tecnológicos que brinda las TIC (tv, radio, redes sociales, Internet etc.) denominada también virtualización entendiendo como algo que no está, solo está en un ordenador o espacio; Internet y ciberespacio. El hecho es que la educación a distancia juega un papel de iniciación de entrenamiento de estudiantes, profesoras, profesores y sociedad en general, para el tránsito hacia el modelo de enseñanza- aprendizaje híbrido, que se quiere imponer en México. Pese a una esfera de desigualdad social, en donde no se tiene accesibilidad a la red del Internet y las familias no cuentan con los insumos (computadoras), para un aprendizaje idóneo. Es una imposición de modelo excluyente a todas luces, que no concuerda con la complejidad social, económica y cultural que tiene México; afectando de forma desproporcionada a las niñas, niños, jóvenes y otres más vulnerables.

 

Consideraciones finales

“Enseñar no es transferir conocimiento” (Freire, 2002). El acto de educar va más allá de la idea de mover algo de un lado a otro. La educación está basada en experiencias, en los diálogos colectivos como procesos de aprendizaje. No en la deshumanizante forma de los modelos híbridos o virtuales, propuestos por capitalistas que solo ven la competitividad y la  individualización humana, basada en los valores y comportamientos  que enmarca el libre mercado. El enfoque pedagógico híbrido enmascara las intenciones de las empresas generadoras de contenido y de un Estado capitalista, que busca ensanchar las brechas entre pobres y ricos. Ocultando el millonario rescate económico de las empresas televisoras. Convirtiendo a la educación en ganancias millonarias y privatizando aún más la educación, no perdamos de vista que la estrategia o modelo “aprende en casa” estaba desde el periodo escolar pasado.

El Estado se encuentra en una simulación de atención educativa, con certeza los niños de 3 a 15 años no cuentan con la autonomía suficiente para hacerse cargo de su propio aprendizaje (buscar información, atención al contenido) además de las insuficiencias que se presenten, padres que tengan que trabajar, niños con Necesidades Educativas Especiales (NEE), falta de equipo de cómputo, tv, radio y conectividad eficaz para atender los aprendizajes. Los contextos educativos son diversos (escuelas multigrado, unigrado, rurales, urbanas, marginadas) en extrema pobreza, bajo estas condiciones el derecho a la educación se encuentra lacerado. Aunado a esto, las y los profesores son marginados y excluidos de los procesos de enseñanza – aprendizaje, perdiendo la parte sustancial de su labor que es el contacto humano y dialógico vis a vis que se da en el hecho educativo.

El capitalismo continuara con su desequilibrio social, económico, ecológico, cultural y humano, aumentando la pobreza, devastando y estandarizando el tipo de las y los ciudadanos que le convenga producir, para sostener el poder nacional y mundial.

¡El capitalismo llegará, hasta donde nosotres se lo permitamos! Es conveniente no perder las esperanzas ante los cambios que se aproximan, uniendo fuerzas con Las posturas anti- sistémicas y de izquierda que están caminando hacia el horizonte de un mundo distinto y en la construcción de un ser humano consiente de su devenir histórico.

 

Referencias

Freire, P. (2002). Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. México: Siglo XXI.

Fuente: El autor escribe para OVE

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Panamá: Aumenta el crimen con el fracaso escolar a causa del cierre de escuelas por la Covid-19

Por: La vanguardia 

El ejemplo de la crisis de la educación en Panamá es un toque de alerta: la pobreza impide el acceso a clases por internet, con lo que se incrementa la delincuencia juvenil.

El pasado mes de marzo fue confuso para la educación panameña y lo sigue siendo. El sector educativo fue el primer afectado, al darse a conocer que el director de un reconocido colegio había fallecido como consecuencia de la Covid-19. Esto llevó al cierre de los planteles escolares, tanto públicos como privados, medida que aún se mantiene.

La pandemia ocasionó que los administradores del sector pedagógico se enfrentarán a sus propias carencias, un sistema educativo obsoleto, en el que se mantiene la memoria y repetición como método garantizado de aprendizaje.

No encontraban alternativas para salvar el año escolar, su objetivo era evitar, a toda costa, interrumpir el proceso de enseñanza a los más de 800.000 estudiantes y 50.000 maestros.

Las instituciones formativas no estaban preparadas para abordar la instrucción virtual. Los sectores más conservadores auguran hasta hoy una catástrofe a nivel de educación, un año perdido.

La pregunta: ¿cuál será el método adecuado para preparar a los maestros en esta nueva normalidad? Lo tradicional, el pizarrón y la tiza, quedaban atrás”

Otras de las graves dificultades que afronta la educación lo son los padres de familia, muchos de ellos poco involucrados en el proceso educativo de sus hijos, en su mayoría, con niveles de preparación elemental muy baja ¿Cómo podrán convertirse en sus guías? Es el problema central.

Sin incluir, lo costoso que es el sistema de internet, y el tener en casa un celular de alta generación que deberán compartir más de dos estudiantes”

Para el politólogo Ramiro Vásquez Chambonett, “la educación pública sufre de las mismas falencias que el resto del Estado”, además de “un proceso de retraso de la enseñanza y aprendizaje fríamente calculado para fortalecer su privatización”.

A los más favorecidos se les imparten clases virtuales. Han cambiado su manera de aprendizaje, son nativos digitales, poco se les complica sus horas de clase. Desaparece el antiguo método —memoria y repetición— para dar paso a otra realidad, la investigación y compresión de lo que se estudia, están conscientes de que la ciencia es importante.

De acuerdo a varios maestros consultados, esta nueva modalidad facilita el intercambio de conocimiento y la responsabilidad del alumnado en la enseñanza-aprendizaje.

Sin embargo, existe otra verdad paralela, el impacto de la diabólica pobreza, que se agudizó con la pandemia, producida por la Covid-19, está ocasionando el abandono escolar, el fracaso, para todos aquellos que son tratados como enfermos de penuria. Para ellos, la varita mágica se extravió, puesti que para esta carencia todavía no se encuentra una solución.

En este entorno, los adolescentes se criminalizan en la indigencia del gueto, en la que se traza una cultura y un nuevo lenguaje”

Intentan cambiar sus vidas por una mejor, sustentada en el dinero fácil y que les dará, según ellos, un status que la educación no les brinda.

La cultura del gueto se manifiesta tan violenta al remontarse a finales del pasado julio, en una zona boscosa del Atlántico panameño, fueron encontrados asesinados seis jóvenes entre 13 y 22 años, con tiros certeros por arma de fuego.

La Policía Nacional logró detener a tres de los supuestos autores; uno de ellos, que no sobrepasa los 20 años, de acuerdo a su abogado, poco sabe de leer y de escribir.

Su comunicación se le dificulta al no poder comprender ni analizar las preguntas que le son formuladas por la parte investigadora. No concluyó sus estudios primarios, desertó de la escuela, y poco le importó a uno de sus progenitores su futuro.

Como consecuencia de la pandemia, en Panamá, la tasa de criminalidad ha aumentado en los últimos meses”

Se pierden la distinción entre el crimen común y el crimen organizado, se convierte en una línea difusa que afecta a la sociedad al ser magnificada por los medios de comunicación social que, ante esta crisis sanitaria, manejan líneas editoriales poco comprensibles.

Intento ser optimista, busco a Paulo Freire, su pedagogía de la esperanza, al decir:

— “La pedagogía del oprimido, como pedagogía humanista y liberadora, tendrá, pues, dos momentos distintos, aunque interrelacionados. El primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación, y, el segundo, en que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación”.

Ojalá, así sea.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/participacion/lectores-corresponsales/20200809/482719664782/cronica-aumento-crimen-juvenil-fracaso-escolar-cierre-escuelas-covid-19-panama.html

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Mundo: OIT destaca «brecha digital» en análisis de efectos de COVID-19 sobre educación

Mundo/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

La pandemia de COVID-19 sacó a la luz la «brecha digital» entre regiones al interrumpir la educación de jóvenes en todo el mundo, según un informe publicado hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Desde el inicio de la pandemia, más del 70 por ciento de los jóvenes que estudian o que combinan estudio con trabajo han resultado afectados negativamente por el cierre de escuelas, universidades y centros de capacitación, indicó el informe.

El informe, llamado «Los jóvenes y la pandemia de COVID-19: Efectos sobre los empleos, la educación, los derechos y el bienestar mental» , señaló que la situación ha sido aún peor para los jóvenes que viven en países de bajos ingresos porque no tienen acceso a internet, no cuentan con equipos y en ocasiones tampoco tienen espacio en casa.

El informe explicó que mientras el 65 por ciento de los jóvenes en países de altos ingresos recibió clases por videoconferencia, sólo el 18 por ciento de los jóvenes en países de bajos ingresos pudo seguir estudiando en línea.

«La pandemia está propinando múltiples golpes a los jóvenes. No sólo está destruyendo sus empleos y perspectivas de empleo, sino que también está afectando su educación y capacitación y está teniendo serios efectos sobre su bienestar mental» , dijo el director general de la OIT, Guy Ryder.

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/2020-08/12/c_139283563.htm

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República Dominicana: Roberto Fulcar: Se hará uso de la radio y la televisión para educación a distancia

América Central/República Dominicana/09-08-2020/Autor(a): Lounelsi Mateo /Fuente: acento.com.do

Esta iniciativa mediática de apoyo para la educación se mantendrá aun después de volver a las aulas como parte del plan para la reducción de costos de conectividad y la adquisición de equipos tecnológicos.

Roberto Fulcar, designado Ministro de Educación, dijo que se hará uso de la radio y la televisión para la educación a distancia como herramienta para los estudiantes que no tienen acceso a internet.

Explicó que esta iniciativa mediática de apoyo para la educación se mantendrá aun después de volver a las aulas como parte del plan para la reducción de costos de conectividad y la adquisición de equipos tecnológicos.

“Estamos trabajando en una articulación de medios como apoyo a la educación, de televisión, de radio, de cable, etcétera…inicialmente, cuando comencemos a poner conectividad donde todavía no hemos llegado, vamos a llegar con la televisión y con la radio, eso significa que todo el mundo va tener oportunidad educativa”, argumentó.

Asimismo, informó que existen unas 32 comisiones de ingenieros y arquitectos realizando un inventario de todas las escuelas para la reparación y acondicionamiento de las mismas y tenerlas listas para el regreso a clases cuando sea posible, y que dentro de la agenda de su gestión estará presente un plan de capacitación docente sobre las tecnologías aplicadas a la educación.

Será en las próximas semanas cuando se anuncie la modalidad e inicio del nuevo año escolar 2020-2021

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/actualidad/roberto-fulcar-se-hara-uso-de-la-radio-y-la-television-para-educacion-a-distancia-8847067.html

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