23 de julio de 2016 / Por: Jenyree Alvarez / Fuente: http://revistaeducacionvirtual.com/
El activismo digital es la participación y organización de los ciudadanos utilizando las TIC para difundir, promover y defender diversas causas civiles, políticas, sociales y culturales, muchas veces buscando un objetivo particular relacionado a las políticas o decisiones de las autoridades. En el activismo, las TIC pueden usarse en su forma más sencilla, para informar; de una segunda manera, para concientizar, denunciar y movilizar a otros ciudadanos y en su función más sofisticada, como herramienta para incidir en políticas públicas.
El activismo digital es un mecanismo poderoso mediante el uso de herramientas tecnológicas como las redes sociales, ha ayudado a dar voz a causas que en los medios de comunicación tradicionales no son muy visibles. El activismo en plataformas digitales ha permitido:
Crear nuevas comunidades en espacios virtuales que persiguen causas comunes y se identifican entre sí y comparten los mismos objetivos.
Facilitar intercambios, formación de consensos y procesos de coordinación dentro de un grupo, así como la gestión de la información y contactos de manera efectiva. [Una] red social (…) transforma radicalmente las posibilidades de los usuarios, permitiéndoles ser a la vez consumidores y creadores, compartir, reinventar y conformar redes de acción”. Paola Ricaurte (2010)
Los actores y sus acciones son interdependientes (no actúan como unidades autónomas). • Los lazos relacionales entre los actores transfieren recursos, tanto materiales como no materiales.
Los modelos contemplan estructuras de relaciones como entornos que o bien proporcionan oportunidades, o bien coaccionan la acción individual.
De allí que, el tema de internet y libertad de expresión de las comunidades indígenas en su lengua materna toma mayor relevancia como pieza fundamental de preservación de estas lenguas, lo cual contribuye a proteger el conocimiento y los conceptos que constituyen frecuentemente expresiones únicas, al mismo tiempo que se resguarda la cultura e identidad de sus hablantes.
Internet ofrece a las comunidades indígenas la posibilidad de expresarse en su propio idioma. Varias cartas recientes de derechos en Internet, como por ejemplo la Carta de Principios y Derechos en Internet y la Carta de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones reconocen este derecho y enfatizan la necesidad de promover y apoyar los esfuerzos hacia una comunidad digital multilingüística con un foco en lenguas indígenas y minoritarias.
«El desafío radica en asegurar no solo el acceso a la información sino también a las herramientas que les permitan crear y compartir contenido multilingüístico».
Generar contenido que asegure la diversidad cultural en línea es el primer paso para ayudar a las comunidades indígenas a tener un rol más activo en la articulación y defensa de políticas relevantes para los derechos de internet, así como la expresión en línea y la inclusión social. A menudo, los grupos indígenas quedan excluídos de los deliberaciones políticas que los afecta directamente. Al fomentar y apoyar su participación digital, las tomas de decisiones podrán ser más inclusivas.
Dentro de las comunidades indígenas en Latinoamérica existe un movimiento emergente en el uso de la tecnología digital para expresarse en sus lenguas nativas. Muchas de estas iniciativas están dirigidas por jóvenes que actúan como “puentes” quienes son guiados por el deseo de generar contenido digital disponible en su propio idioma. Con frecuencia, su activismo digital no es remunerado o no obtiene el reconocimiento debido. Su gratificación es saber que incrementan la presencia de sus lenguas y cultura en Internet y sientan las bases para que las generaciones futuras tengan acceso y la posibilidad de comunicarse.
Estos esfuerzos de base son necesarios para comenzar, pero los cambios en las políticas gubernamentales, internacionales y corporativas son indispensables para lograr un cambio real a nivel social.
Construyendo ciudadanía desde el activismo digital. Disponible en: http://www.alternativasycapacidades.org/sites/default/files/publicacion_file/GuiaDeActivismo%20201403.pdf
Red de Activismo Digital de Lenguas Indígenas. Disponible en: https://rising.globalvoices.org/lenguas/investigacion/
La Xunta de Galicia -a través de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega),- se ha comprometido a dotar a los centros educativos públicos gallegos de una conexión a Internet de banda ancha de 100 megas (los contratos para una red doméstica en el ámbito urbano suelen contar con una media de 20), con un plazo máximo hasta el 31 de diciembre del 2017.
Por lo que, según esto, a principios del 2018, todos los colegios e institutos de la comarca dispondrán de esta velocidad en sus instalaciones. Además, antes de que acabe este ejercicio, el CEP Salustiano Rey Eiras de A Pobra y el CEIP Felipe de Castro de Noia verán aumentado su acceso a la Red hasta alcanzar una velocidad de 200 megas. En la actualidad, estos dos colegios cuentan con una media de entre 4 y 8 megas.
Y lo cierto es que este proyecto -denominado Escolas Conectadas- ya tiene su convenio firmado entre el ejecutivo autonómico y la entidad pública estatal Red.es. Solo falta que se completen las fases de licitación y adjudicación a las empresas operadoras para iniciar las actuaciones pertinentes.
Mejoras realizadas
Estas medidas de mejora de la conectividad forman parte de un programa llevado a cabo desde 2010 a 2014 -Plan de Banda Larga de Galicia- así como a una partida de seis millones de euros incluida en el contrato de la Red corporativa de la Xunta. De esta forma, varios centros de la zona ya se han visto beneficiados de este aumento.
A trece colegios e institutos se les ha aumentado la velocidad de conexión hasta los 200 megas en los últimos cursos. Es el caso de los boirenses: Praia Xardín, Santa Baia, Praia Barraña y Santa María do Castro. Mismo resultado recibieron los institutos noieses Virxe do Mar y Campo de San Alberto o el pobrense EEI Fernández Varela.
En Rianxo recayó en el Rodríguez Castelao y en el Félix Muriel, mientras que en Ribeira afectó a O Grupo, CIFP Coroso, IES Número Un y el CEIP Deán Grande. Por su parte, los colegios mazaricanos de A Picota y Pino de Val pasaron de tener 8 megas a 20 y 30 durante este último curso, respectivamente.
Problemas actuales
Recientemente, varios centros educativos de Barbanza manifestaron su desagrado con la velocidad de conexión a Internet que poseen en la actualidad, con una fuerte predominancia de los ubicados en áreas rurales. Las principales quejas se circunscribían a que, a pesar de que esas velocidades sí figuran en sus respectivos contratos con las operadoras, en la práctica no les llegan estos índices cuando realizan lecturas mediante el test de velocidad de la Xunta de Galicia.
Fuentes de Amtega explicaron que este hecho se debe a que dicha aplicación no mide la velocidad del centro en términos generales y se ve afectada por circunstancias como el número de equipos conectados en el momento o la antigüedad de los ordenadores. Por otro lado, también aclararon que las empresas que se presenten a la licitación deben garantizar la instalación de la velocidad acordada para resultar beneficiarias de la adjudicación.
Desde este ente afirmaron ser conscientes del elevado coste de implantar esta iniciativa, y para este, la única forma viable de asumirla es aplicando economías de escala a proyectos globales como en el Plan de Banda Larga.
Tomado de: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2016/07/14/xunta-habilitara-internet-cien-megas-centros-educativos/0003_201607B14C1995.htm
03 Julio 2016/Fuente: lavanguardia/Autora: EVA MILLET
El perfil deSusan Wojcickien LinkedIn —la red social de contactos laborales— es breve pero contundente. Bajo el epígrafe “experiencia” se listan únicamente dos trabajos: consejera delegada de YouTube desde febrero del 2014 y responsable de publicidad en Google durante “14 años y 10 meses”. Por lo que respecta a su educación, aparecen las universidades de Harvard (cum laude en Historia y Literatura), y sendos másters en Económicas en Santa Cruz y UCLA, en California. En el estado que inventó la industria digital reside esta mujer de 47 años, madre de cinco hijos y considerada por la revista Time la ejecutiva más poderosa de internet. Forbes estima su fortuna personal en 350 millones de dólares.
Lo que no aparece en este currículum es el dato —anecdótico pero significativo— que Susan Wojcicki fue la casera deLarry PageySergey Brin. En 1998 los fundadores de Google le alquilaron el garaje y dos habitaciones de su casa en Menlo Park, cerca de Palo Alto. Wojcicki y su marido, Dennis Troper, acababan de casarse y los 1.700 dólares mensuales de alquiler les ayudarían a pagar la hipoteca.
Alquiló el garaje de su casa a los fundadores de Google por 1.700 dólares que usó para pagar la hipoteca Wojcicki fue la empleada dieciséis de Google y la primera de la empresa en pedir la baja maternal después, cuando Google ya se había trasladado a otras oficinas, Wojcicki entró a trabajar en la empresa. Como explicó en una entrevista en el Financial Times, lo hizo atraída por el potencial de internet, un medio que ya le interesó en Harvard, donde combinó las humanidades con el aprendizaje del código informático y la ingeniería. Google, compañía que conocía bien, cumplía con sus requisitos de ser innovadora e interesante. De todos modos: “Tenía mis reservas respecto a trabajar con dos estudiantes. Así es como los veía en ese entonces: dos estudiantes que estaban montando su primera compañía”, relató al Financial Times.
Le encantan los niños, y siempre tuvo claro que iba a combinar maternidad y trabajo. Tener unafamilia numerosano ha afectado en absoluto a su brillante trayectoria. Al contrario: asegura que existe una clara asociación con sus cinco bebés y los avances en su carrera. “El primero es el bebé Google, ya que me uní a Google como directora de marketing durante mi primer embarazo”, enumeró en una entrevista en Fortune TV. Fue durante la baja maternal del segundo cuando decidió especializarse en la publicidad on line, donde destacó por su visión de negocio. El tercer embarazo coincidió con la adquisición de YouTube —impulsada por ella—, por 1.600 millones de dólares, mientras que el cuarto bebé llegó cuando Google compró la compañía de publicidad online DoubleClick por 3.100 millones de dólares (“¡Fue todo un poco demasiado!”, observó en esa misma entrevista). “El último llegó poco después de que entrara en YouTube, así que es el bebé YouTube. Cada uno ha significado una era de oportunidad”, resume, para a continuación añadir que, quizás: “Debería encontrar un modo de avanzar en mi carrera sin necesidad de tener bebés. ¡La casa ya está llena!”.
Defensora de la conciliación familiar
Por razones obvias, la ejecutiva se ha convertido en una activista de la conciliación familiar, que ella trata de llevar a cabo. ¿Su fórmula? Procura guardarse el tramo de 18 a 21 horas para estar en casa con sus hijos, algo que insta a hacer a sus empleados. En YouTube ha instaurado la flexibilidad laboral y una baja maternal remunerada de 18 semanas, algo muy inusual en Estados Unidos. Activista por el derecho a una baja maternal digna en su país, también ha instalado áreas de parking para embarazadas, además de cocinas surtidas con alimentos saludables y salas de descanso.
Para ser efectiva en su trabajo, prioriza: “Trato de gestionar bien mi tiempo en la oficina y salir a una hora razonable, como las seis de la tarde”. Una vez en casa, se concentra en la familia y procura no contestar a ningún e-mail hasta las nueve de la noche (“Lo que es difícil”, admitió en un programa de la NBC). Está firmemente convencida que ser madre la hace aún mejor en su trabajo: “Para mí, estar en casa para cenar es fundamental para lograr un equilibrio. Además, me ha forzado a priorizar y ver lo que tiene más impacto. De este modo he conseguido los mejores resultados para YouTube”.
Otro de sus caballos de batalla es incrementar la presencia de las mujeres en la industria digital. Entre otros, lanzó el proyectomade with codepara animar a las jóvenes a aprender código informático. También es una de las responsables de que, en una industria predominantemente masculina, el 30 por ciento de la plantilla de YouTube sean mujeres.
Lo que hace, dice, le apasiona. A los que sugieren que la plataforma de vídeos de internet más grande del mundo, donde se suben hasta 400 horas de material por minuto, es una infinita sucesión de tonterías, ella responde: “Al haber tanto, hay algo de interés para todo el mundo”. Define YouTube como “una plataforma que da voz a la gente” y que permite que “nuestros hijos puedan ser creadores desde su habitación”. Sus hijos, usuarios mucho más veteranos que ella, le han ayudado a entender cómo funciona este medio. Aunque la publicidad le apasiona, confiesa que “de vez en cuando” se salta los anuncios previos a los vídeos.
Su padre, Stanley Wojcicki, es físico de origen polaco y su madre es educadora y descendiente de judíos rusos Sus hijos, usuarios más veteranos que ella, le han ayudado a entender cómo funciona YouTube. A su madre, Esther, educadora y descendiente de judíos rusos, la define como una mujer muy divertida: “Creo que tengo cosas suyas por ambos lados”. Las Wojcicki son tres hermanas, muy talentosas. Janet es epidemióloga y doctora en Antropología, mientras que Anne fue una de las fundadoras de 23andme, empresa pionera en el diagnóstico genético. Anne estuvo casada con Sergey Brin, del que se separó en el 2013. El divorcio no afectó las relaciones de Susan con su poderoso jefe en Google. “Nunca mezclo mi vida personal con la profesional”, añade
Fuente de la noticia: http://www.lavanguardia.com/gente/quien/20160702/402916740144/susan-wojcicki-mujer-poderosa-internet.html
Fuente de la imagen: http://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p3/WebSite/2016/07/02/Recortada/img_ajimenez_20160625-164412_imagenes_lv_getty_susan1-kuEC-U402916740144PwG-992×558@LaVanguardia-Web.jpg
México/29 de Junio de 2016/Fuente y autor:/rasainforma /Cadena Rasa
Entre las actividades programadas destacan 35 charlas, 29 workshop, cuatro exhibiciones y tres paneles. Las actividades programadas en el pabellón tratarán temas como el Internet de las cosas, El arte digital, La minería de datos y Las aplicaciones biomédicas (Foto;@campusparty)
Guadalajara, Jalisco (Rasainforma.com/Mar Pérez).- Este miércoles 29 de junio, arrancó la Campus Party 2016, considerada la actividad tecnológica más grande del país que tiene el fin de conectar a estudiantes con el mundo laboral.
Teresa Rodríguez Jiménez, jefas de la Unidas de Apoyo a la Academia y la Investigación, afirmó que todo está listo para el arranque del evento que tendrá lugar en la Expo Guadalajara y este año cuanta con un espacio más grande, con una dimensión de 300 metros cuadrados, donde se montarán cinco módulos para exhibición, un área de workshops con espacio para 50 personas, un foro de conferencia y una plataforma para la presentación de proyectos.
“No queremos que sea sólo un espacio exclusivo de exhibición, sino que los estudiantes que acudan al pabellón, encuentran las herramientas que les sirvan para conectarse con el mundo laboral, porque finalmente ese es uno de los objetivos de Campus Party”.
Entre las charlas, destacó ‘Creando negocios perfectos en 5 pasos’, que será impartida por el profesor del Centro Universitario de los Valles, Erick Macías, donde los estudiantes podrán aprovechar los conocimientos del panelista en la ejecución de negocios.
Las actividades programadas en el pabellón tratarán temas como el Internet de las cosas, El arte digital, La minería de datos y Las aplicaciones biomédicas.
En el pabellón también se llevará a cabo la defensa de los retos ‘Mejora tu campus’ y ‘Wearable Design’, lanzados por la Universidad de Guadalajara (UdeG) para los estudiantes y profesores que solicitaron una de las cuatro mil becas que fueron otorgadas.
“Todavía estamos analizando el tema de las becas para el camping, queremos aumentar a 200 casas más, ya que este año tuvimos mucha demanda, porque a diferencia del año pasado, ahora tenemos mucha participación de profesores, quienes vienen acompañando a sus estudiantes”, comentó Rodríguez Jiménez.
El Campus Party iniciará este 29 de junio y permanecerá hasta el 3 de julio.
Cuando utilizamos un iPhone o móvil en particular, simplemente nos remitimos al uso, a la aplicación que descubrimos, al GPS o al juego interactivo que descargamos, mas no ubicamos el trasfondo social y ‘cultural’ que este genera en nosotros y sobre aquellos con quienes estamos conectados; ni tampoco aprovechamos su potencialidad con fines educativos. Para conocer una respuesta más cercana a lo planteado: ‘cultural digital en la educación’, conversamos conCristóbal Suárez Guerrero, profesor de la Universidad de Valencia e investigador en tecnología educativa, en cultura en red y digital. Para Cristóbal la realidad de Latinoamérica, en cuanto a tecnologías aplicadas a la educación, se remite a una sola palabra: ‘uso’. ¿Es negativo esto a la larga? Sí.
-Sabemos que tus trabajos de investigación sobre educación van por la línea de la pedagogía virtual, la cultura digital, entre otros. Pregunta. ¿Cómo entender el desarrollo sociocultural de Latinoamérica en estos últimos años en cuanto a TICs aplicadas en la educación?
Creo que la región tiene dos miradas en cuanto a las tecnologías. La primera se centra en el hecho mismo del ‘artefacto’, en la tecnología; y lo segundo, en el residuo cognitivo, en las consecuencias. Latinoamérica, a nivel de trabajos, es muy dispersa como la realidad misma. Y existen algunas universidades e instituciones que están dando prioridad no tanto al desarrollo de Internet, sino al desarrollo de los conceptos sobre Internet. Entonces, la captura de lo social y cultural de Internet es un valor añadido a la percepción educativa que se puede tener sobre los usos de la tecnología. Y esta dimensión es ‘fundamental’, pues nos hace ver que no es el aparato necesariamente la causa y el móvil de los cambios que se le pueda adjudicar a la tecnología en educación, sino a las consecuencias de representación y acción que uno puede desarrollar. Es decir, se trata de pensar como la tecnología y lo que hacemos es centrarnos, sobre todo los sistemas educativos latinoamericanos, en el uso propiamente de la tecnología, más que en la representación educativa con tecnología.
Y de acuerdo a esto último que mencionas. ¿Qué consecuencias puede tener el hecho de solo ver, en esta parte del continente, a la tecnología como un uso pero no tanto observando el trasfondo social?
Toda acción tecnológica tiene una consecuencia social. Ninguna acción, ningún impacto tecnológico puede estar al margen de sus consecuencias sociales, culturales, políticas o económicas. Todas las tecnologías, en realidad, se validan a nivel social y cultural y dejan consecuencias sociales y culturales entre nosotros. En otras palabras, lo que puede ocurrir en Latinoamérica a nivel tecnológico está mucho en la mano de las personas quienes piensen esas tecnologías y traten de resolver situaciones concretas con su aplicación. Estamos muy atentos más a las soluciones tecnológicas en educación y no estamos muy atentos a las soluciones educativas con tecnología. Si nosotros distinguimos que lo tecnológico implica conocimientos, actitudes, valores y una serie de prácticas y hábitos y costumbres, entenderemos que usar la tecnología en educación no es solo tener un iPad sino una forma de representar la acción educativa, los agentes educativos, los entornos educativos; repensar las finalidades educacionales, entre otros.
-¿Qué tipo de competencias y de habilidades digitales presentes en los estudiantes en la actualidad, consideras, se debe tomar en cuenta en la escuela para poder llevar a cabo proyectos TIC con utilidad?
Más que hablar de proyectos TIC, se debe revisar el tema de las competencias. Por ejemplo, el concepto de competencia no solo te permite ser hábil para desarrollar un contenido con tecnología. Considero que el tema de competencias digitales tiene que ver mucho más allá de las habilidades para informarse, para comunicar, para estar seguro en Internet y para resolver problemas o plantear estrategias. Creo que hay una competencia que deberíamos desarrollar en paralelo o antes que es la ‘competencia crítica’. Es decir, la capacidad crítica que debemos tener en una lectura sobre los medios, sobre el poder, sobre los contenidos, sobre lo ‘abierto’. Si tenemos esa mirada podemos ser mucho más productivos, porque ya no estaríamos buscando denodadamente usar la tecnología, sino que ya nuestras finalidades serían otras. Podemos hacer algo con tecnología o sin tecnología, pero ese algo será una sustancia que se convertirá en una meta tecnológica de uso. La finalidad de la educación no es usar Internet. La finalidad de la educación es el desarrollo de las potencialidades del ser humano.
¿Esta parte de ‘la crítica’ tendría que ver mucho con la idea de aquello que se trata de brindar en la actualidad con mayor fuerza en algunas instituciones, como la resolución de problemas?
Claro. Siempre digo: cuando tienes una lavadora en casa tienes un artefacto. Tú posees la tecnología si y solo si sabes cómo usarla. ¿Cómo? Identificas su finalidad, los procesos, los elementos. Es decir, si no la usas para resolver una situación concreta tienes un artefacto, mas no una tecnología. Una tecnología no es solo un artefacto, es modos de actuar, de pensar y que transforman tu vida cotidiana.
-¿Qué debe conocer hoy un maestro que aplica TICs en el aula sobre la pedagogía en Internet?
Debería conocer bien su aula y entender qué puede resolver Internet en su aula. La finalidad no es incorporar la Internet a toda costa, sino sencillamente ser un profesor capaz de evaluar las necesidades educativas de sus alumnos, y si en parte dentro de esas necesidades cabe la Internet, entonces sería buena realizarla. ¿Para esto qué debe hacer? Debe replantear su pedagogía o por lo menos su didáctica. Considero que el profesor podría replantearse en sus características desde que se funda su conocimiento. Entonces, la tarea para el docente es cómo construir una teoría e identificar una práctica sobre los nuevos flujos de comunicación que se insertan en la acción educativa cuando utilizamos Internet.
-Consideras que es necesario que exista un curso en el colegio sobre cultura digital, y de ser así, ¿Qué temas son necesarios conocer?
Por ejemplo en Europa se ha asumido las competencias digitales como parte de las competencias básicas. Es decir, está presente en los currículos, es una acción importante que se toma en cuenta, de forma nítida, para el desarrollo de la competencia digital. Personalmente considero que la competencia digital es importante. No obstante, la misma debería tener dos etapas. Una etapa marcadamente clara que se pueda desarrollar desde la educación primaria, a través de una identidad y que tenga un terreno propio a nivel curricular. Ya en la educación secundaria podría ser una competencia transversal a todas las competencias.
-Imagina que vas a dictar tu primera clase de cultura digital en el colegio. Pregunta. ¿Con qué tema empezarías?
Mmm. Preguntaría: “¿Usas Facebook?” Y la mayoría me contestaría que sí. Esa sería mi hipótesis. Y la siguiente pregunta. “¿Usas Facebook para aprender algo?”. Y seguro que ahora solo habría dos o tres alumnos que levantan la mano. Y a partir de ahí comenzaría a reflexionar sobre los límites, las posibilidades del uso educativo de Internet. Facebook es una experiencia que potencia nuestra capacidad para poder relacionarnos. Ahí vamos dejando nuestras huellas, vamos dejando quiénes somos. Cada clic es un dato que deberíamos cuidar y también aprovechar.
-Una escuela, para poner en práctica un proyecto TIC con utilidad de aprendizaje en el aula, primero, ¿debe modificar su cultura digital en sus procesos de dirección?
Sin duda. La dirección es sustancial. Sin embargo, antes de ver el tema de cultura digital en la escuela, es necesario observar la cultura educacional que se pone en práctica en la escuela, en la actualidad. Es decir, los procesos de gestión, del aprendizaje están impregnados o se desarrollan bajo una cultura educativa que ponemos en práctica. Nos referimos a conceptos de jerarquía, los hábitos, los valores, la forma de organización, el tiempo, el espacio, el lenguaje, entre otros, son parte de una forma de entender la escuela. Esa forma de entender la escuela a nivel mundial tiene un conjunto de parámetros comunes, pero también un conjunto de elementos que la diferencian. Entonces, para entender mejor lo que puede dejar Internet en la cultura escolar, es preciso analizar bien cuál es la cultura que está desarrollando una escuela y entender bien la cultura que se va a solapar una escuela. Porque si la escuela se hibrida con Internet está hibridando a nivel cultural. Tú no puedes tener una forma de gestión vertical con Internet porque ya Internet tiene una capacidad horizontal de entender las relaciones. En otras palabras, si no se entiende bien esa figura lo único que se va a tener es una página web o algún artilugio añadido al aula. Entender Internet, como parte de una cultura digital para el aula, te permite hibridar dos formas de entender el acceso y la comunicación que no son contradictorios, sino más bien complementarios.
Fuente de la entrevista:http://repensareducativo.com/la-finalidad-de-la-educacion-no-es-usar-internet/
Fuente de la imagen:http://repensareducativo.com/wp-content/uploads/2014/08/cristobsl-700×325.png
En 1994 China se conectaba por primera vez a la World Wide Web. Sucedía como colofón de un cambio político que ya había comenzado con Deng Xiaoping, un líder pragmático que parecía querer abandonar en parte el maoísmo para lograr la efectiva inserción económica internacional a través de la participación en el libre mercado, manteniendo, eso sí, la lógica de partido único. Sumarse a la era de la información era, a ojos de este dirigente, una cuestión esencial para avanzar en el desarrollo económico y para asemejarse a los países occidentales que estaban virando de un modelo industrial hacia una sociedad de la información. Sus sucesores siguieron la tónica marcada por su liderazgo.
En cuanto a la entrada en la era de la información, Deng Xiaoping no se equivocaba: internet iba a marcar el ritmo en las próximas décadas en lo social, lo económico y lo político. Lograr una sociedad conectada devenía una necesidad para las potencias emergentes. No olvidemos además que el desarrollo, ligado al crecimiento económico, es uno de los pilares legitimadores del Partido Comunista Chino (PCCh).
En suma, la inversión en tecnologías de la información puede explicarse a través de razones geopolíticas. China quiere convertirse en un líder regional y global equiparable a sus socios comerciales occidentales, así como por la búsqueda de legitimación interna: el acceso a nuevas tecnologías se veía como parte del desarrollo económico. Esta apuesta política podía solucionar además un problema candente en la sociedad china, que es el de la discordancia entre el discurso socialista del PCCh y las malas condiciones laborales de su población. La falta de sindicatos no oficiales se traducía además en el enquistamiento de un conflicto que prometía agudizarse. Invertir en tecnologías de la información y reorientar la economía hacia sectores que requieren mayor cualificación y menos riesgos laborales, aminoraría en parte esta tensión.
Esta decisión supone sin embargo importantes riesgos para el gobierno central: el control del relato político, de la disidencia y de las informaciones que provienen de otros países se convierte en una difícil misión si se logra una sociedad plenamente conectada. ¿Cómo pensaba lograr Pekín mantener un régimen autocrático con una ‘red abierta’?
El ‘Great Firewall’
Dado que los inicios de internet en China coincidieron con un contexto marcado por la caída de la URSS, los hechos ocurridos en Tiannanmen y la actividad de Deng Xiaoping como presidente, el desarrollo de su modelo fue muy diferente del que quizá se hubiera realizado en la época de ortodoxia comunista. En 1993 se pasó de un modelo de monopolio a uno de oligopolios semiprivados y a una mercantilización de la red. Aún así, ésta no fue nunca ‘libre’, como sucedió en un principio en Estados Unidos, y su desarrollo fue acompañado de avances en un sistema de censura paralelo. Con el objetivo de asegurar que internet no pusiera en riesgo la legitimidad de su gobierno, Pekín puso en marcha en 2006 el ‘Great Firewall’, un sistema que, a través de diferentes métodos, filtra, bloquea y censura la información que circula por internet.
Los métodos son diversos, desde directamente la supresión de contenidos, hasta la regulación de servidores de internet o la identificación de disidentes, lo que también se traduce en promoción de la autocensura. Las empresas de telecomunicaciones que operan en China terminan colaborando en la ceción de información al gobierno, algo que sucede en mayor o menor medida en todos los países, pero que es duramente criticado en el caso chino por el tratamiento que reciben en éste los disidentes. Viene a la mente el caso de la detención de Shi Tao de 2014, un periodista que envió un email anónimo a una organización de derechos humanos a través de Yahoo!, empresa que cedió los datos al gobierno y a ello le siguió una sentencia de diez años en prisión.
Comenzaban los años 90 cuando Bill Clinton, no sin una buena dosis de mordacidad, deseaba suerte al gobierno chino en sus intentos de controlar internet, a sus ojos algo imposible. Sin embargo, el modelo de censura que ha ido desarrollando el régimen chino ha ido logrando controlar la mayor parte de la información que circula en la red, por los menos aquella que lo hace dentro de lo que pudieran considerarse ‘sus fronteras’. Las inversiones en sistemas de seguridad y control, desde cámaras CCTV hasta software de reconocimiento de caras, están en auge tanto en China como en Estados Unidos. La monitorización de las conversaciones telefónicas, de las visitas a páginas web o del recorrido que hacen los usuarios diariamente son técnicas ya empleadas por numerosas agencias de seguridad. China avanza hoy en la unificación de las bases de datos, procurando además dotar al sistema de la suficiente velocidad.
Shenzen, una de las principales ciudades comerciales, se ha convertido en un experimento de muestreo de estas técnicas: sus habitantes están constantemente filmados y su vida virtual casi completamente monitorizada. Lejos de desconcertarse ante esta sobrevigilancia, numerosas empresas y países aguardan con expectación los avances en este campo listos para invertir y exportar esta tecnología al resto del mundo en un sector que se considera puntero. La sofisticación del modelo de censura chino ha sido en gran medida exportado a otros sistemas autoritarios, pero sus vanguardistas productostampoco dejan indiferentes a muchos sistemas democráticos.
Todos estos procedimientos de censura y vigilancia se enmarcan dentro de un proyecto general llamado Golden Shield Project o Proyecto del Escudo Dorado, basado en una red de vigilancia centralizada en el Ministerio de Seguridad y en la que participan numerosos actores a diferentes niveles. Uno central es el Ministerio de Industria y Tecnología, que obliga por ejemplo a que las industrias de producción de microchips y software introduzcan en estos variaciones que permitan rastrear a los usuarios que los utilicen. También encontramos como colaboradores en esta red de seguridad a empresas extranjeras, a dueños de cibercafés, ciudadanos regulares que ceden información al gobierno, unidades especiales de la policía, sistemas de grabación en las calles…
En cuanto al control de contenidos en internet, las páginas consideradas ‘peligrosas’ bien son directamente suprimidas, bien aparecen monitoreadas; cuando esto último sucede aparecen en la pantalla dos policías virtuales, Jingjing y chacha, que advierten a los usuarios de que están siendo supervisados.
El control sobre internet en China se establece a través de la regulación directa de contenidos, pero también a través de una co-regulación con el sector privado. Los proveedores de servicio que se establezcan en China, deben filtrar la información ‘ilegal’, monitorizar la actividad cibernética y reportar a las autoridades actividades irregulares. Básicamente, el gobierno diferencia entre red global y red doméstica. Diez agencias aprobadas por el gobierno vigilan la conexión entre la ‘intranet’ china y la red global.
De acuerdo con las encuestas del Pew Research Center, un think tank estadounidense, algo más del 80% de la población en China apoya la labor de filtración, monitoreo y control que el gobierno ejerce en internet. Asimismo, muchos ciudadanos consideran más fiables las páginas web del PCCh y entienden que se vigile y persiga a la disidencia, especialmente si se trata de activistas de Falun Gong y del Tíbet. Evidentemente, el gobierno chino encuentra resistencia entre muchos ciudadanos y hay tensiones internas que prometen ir en aumento en los próximos años pero, ¿cómo se explica esta aquiescencia?
Discurso de legitimación interna
Pocos son ya los que mantienen una concepción de la red como espacio global sin fronteras al que las soberanías territoriales no pueden extenderse. China, desde su primera conexión, entendía internet como un espacio nuevo, pero en el que se mantenían sus fronteras tradicionales. La soberanía china no busca un control de toda la red, pero sí a las conexiones que tengan lugar dentro de sus fronteras.
Este intento de reterritorializar la red tiene que ver con la gobernanza global de internet, marcada en gran medida por la supremacía estadounidense, y con la voluntad de filtrar y controlar la información en circulación. China quiere un internet libre de injerencia extranjera en el que además pueda seguir inspeccionando los contenidos. Para lograrlo, ha desarrollado un modelo de internet con mecanismos de control y censura respaldados por un discurso nacionalista y defensivo.
El modelo de internet chino se conforma en parte en referencia al de Estados Unidos, el cual defiende discursivamente un modelo de internet libre y global en el que el que primen la libertad de expresión y el respeto por los derechos humanos, y que económicamente esté dirigido, o más bien conducido, por el mercado. Aunque este ‘modelo’ sea implementado en parte, no es desconocido el intrusivo papel que ha tenido este estado en la privacidad de los internautas. Estados Unidos tiene una de las políticas más laxas con respecto a la protección de datos del mundo occidental y el peso de la seguridad ha primado sobre el de la protección de datos y la privacidad.
China defiende un modelo de internet en el que las fronteras nacionales sigan operando con su lógica, dirigido desde el estado y en el que los ciudadanos teóricamente puedan expresarse libremente, pero eso sí, sin perjudicar el bienestar general. Con el pragmatismo de Deng Xiaoping, se instaura el argumento de hacer primar los derechos económicos sobre los civiles y políticos. Esta idea se traslada a internet, que se ve como un derecho económico al que todos debieran tener acceso, razón por la cual debe asignarse desde el estado, pero cuya utilización no debe en ningún caso hacer peligrar el interés general, representado por la estabilidad del régimen político.
El PCCh se identifica con el Estado, con la estabilidad del sistema y con el desarrollo económico, luego cualquier ataque al primero supone un ataque a la nación, a la economía y a la estabilidad, valor crucial en China. De hecho, su particular entrada en el sistema de libre mercado internacional bebe de principios confucianos que se contraponen al individualismo occidental y que se utilizan para disculpar el déficit democrático. La importancia del orden social, del trabajo duro y sobre todo de la armonía, forman parte del argumentario político del PCCh, prueba de ello es la referencia al modelo chino como ‘sociedad de armonía socialista’ por Hu Jiantao.
Dentro de este cuerpo teórico, aparece el ensalzamiento de la nación y la utilización del enemigo externo. Así, se culpa a los poderes extranjeros de los males que asolaban a China. A través de referencias a las injerencias extranjeras, ya sea al imperialismo occidental o al de su vecino Japón, se genera un discurso defensivo que se traslada a la red. Se entiende que la utilización de productos extranjeros puede dañar al estado chino y servir de flanco para el espionaje, especialmente el de Estados Unidos.
Por el momento, para un usuario medio chino, resulta muy difícil acceder a la red global, y páginas como YouTube, Facebook o Twitter son generalmente inaccesibles. China sabe que las nuevas estrategias de seguridad y defensa en la actualidad pasan por un uso mas intensivo de la minería de datos, el hackeo y las redes. Esto supone un giro en los asuntos militares en el que China no quiere quedar atrás, por ello ha lanzado su propia versión de estas páginas para que la información no llegue a ‘territorio enemigo’.
El nacionalismo, la búsqueda de armonía y la estabilidad económicas sirven como columnas discursivas al modelo de internet chino, pero a su vez el gobierno ha sabido hacer uso de la red para legitimarse. Para empezar, China se ha convertido en el país con más usuarios de internet en el mundo, y busca conseguir una sociedad conectada, objetivo que liga al desarrollo económico. Bien es verdad que la penetración de internet ha sido dispar territorialmente, llegando especialmente a ciudades y no tanto a zonas rurales del interior, y que presenta aún una tasa de penetración relativamente baja, de alrededor del 50%. Ello no obsta para que el número de internautas siga creciendo y que esto sea visto como una consecución del prometido desarrollo económico.
Asimismo, el Comité Central ha utilizado la red para limpiar de corrupción el PCCh a ojos de la ciudadanía, favoreciendo las denuncias de líderes corruptos a nivel local a través de la red. Muchos argumentan que se han utilizado chivos expiatorios para lavar la imagen general del partido, pero ello ha servido para fortalecer la imagen de estar realizando un ejercicio de higienización. La lucha contra la corrupción y la meritocratización de la política, es decir, la idea de un gobierno de los mejores que consiguen crecimiento económico y desarrollo, y, como consecuencia, el bienestar general, son puntos clave de legitimación para el PCCh, e internet ha servido en parte a la hora de reforzar esta imagen.
Por último, otra estrategia que Pekín ha sabido dirigir con gran inteligencia es la de las discusiones veladas en la red. De nuevo a través del ámbito local y abriendo debates y formas de votación en la red, ha permitido a los internautas opinar sobre políticas del PCCh, generalmente bajo vigilancia y con participación de personal del partido encargado de reconducir la discusión en favor de la postura del PCCh.
Evidentemente no se trata de una democratización del sistema sino de maniobras de legitimación del partido, pero que sí han servido como feedback al gobierno central dando así cierta apariencia, por lo menos a ojos de la ciudadanía, de apertura democrática. En los últimos años, se han realizado cambios que, si bien no dejan de ser cosméticos, van en la línea de la democratización, como por ejemplo la eficiencia burocrática o la movilidad dentro del partido. Junto con esta nueva línea, se enuncia otro de los pilares, la gobernanza, ya que si bien parece completamente centralizado, lo cierto es que el sistema chino consta de numerosas administraciones locales y sectoriales que, aunque obedecen las órdenes del gobierno central, juegan también su papel en la elaboración e implementación de políticas. El tamaño de este país no se puede gestionar en un modelo centralizado completamente vertical.
El modelo de internet chino y el discurso interno de legitimación muestran numerosas contradicciones que tienden a despistar a los analistas occidentales. Un factor crucial a la hora de prever cómo evolucionará el modelo de internet chino es el viraje económico que está dando su economía desde hace varios años, empezada en el 18º Congreso del Partido Comunista Chino (2012). Este giro consiste en fomentar el consumo interno en detrimento de una economía orientada hacia la exportación. En parte debido a la crisis de 2008, China temía contagiarse en el futuro de crisis internacionales que debilitaran su crecimiento por su gran dependencia de las exportaciones y buscaba dar salida a su producción. Un crecimiento en el consumo interno supondría un aumento de la clase media dentro del país y, como consecuencia, una mayor compra de productos TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación). Ello daría lugar a más usuarios, lo que sería positivo para los objetivos de desarrollo del PCCh, pero que dificultaría el modelo de vigilancia y censura de contenidos.
China no pretende controlar la red como tal, pero sí tiene una visión de ésta como parte de su esfera de influencia, al menos dentro de sus fronteras. Esto quiere decir que Pekín contempla internet como un espacio que debe extenderse bajo el ala de su soberanía. Hasta el momento, China ha tenido bastante éxito en su doble juego de libre mercado y régimen autoritario, contrariamente a lo que muchos teóricos que vinculan democracia y libre mercado predicaban. Incluso puede decirse que el estado y el mercado se han complementado orquestando un crecimiento económico sin precendentes. Pero la incipiente clase media con sus nuevas exigencias no es el único problema que tiene en puertas esta potencia.
Los avances en las negociaciones comerciales tanto de la Organización Mundial del Comercio, como en el Tratado Transpacífico, limitan en gran medida los márgenes de actuación de los estados aumentando el poder de las empresas. ¿Qué puede significar esto en el caso de China? Concretamente puede traducirse en una obligación para China de dejar de limitar las participaciones extranjeras en sus empresas, dando mayor poder y margen al sector privado en detrimento del control del PCCh. Que esto devenga en una mayor democratización está bastante en duda, pero desde luego China deberá resignarse a aceptar ciertas transformaciones. Es más, vincular un mayor poder del sector privado con una mayor democratización es tan capcioso como fácil de desmontar. Observemos si no, el ejemplo de Estados Unidos, donde la cooperación entre el sector privado y el público han afectado gravemente a los derechos de sus ciudadanos.
Volviendo a China, vemos que internet parecía una válvula de escape para aquellos opositores que quisieran libremente expresar su opinión, pero se ha dado muchas veces el caso de que internet puede ponerlos en más peligro aún. No podemos olvidar que los flujos de información son también un capital codiciado por el sector privado y los estados, democráticos o no, se debaten entre una mayor protección de datos y una mayor seguridad/control en la red, conscientes todo ellos de que la información es poder.
No obstante, el número de actores de la intranet china va a crecer y la división entre red global e interna puede llegar a difuminarse, tanto por un mayor número de empresas extranjeras en el país, como por una mayor penetración de la red en la población. Veremos si el PCCh sabe o necesita amoldarse a las nuevas circunstancias o si la estrategia actual puede seguir su curso sin la exigencia de grandes cambios.
Cuba abogó aquí por una gobernanza internacional, democrática y participativa de Internet, en especial en la generación de contenidos.
Que un pequeño grupo de empresas de muy pocos países, determinen lo que se lee, ve o escucha en el planeta no es aceptable, expresó la delegada de la isla, Belkis Romeu, al intervenir en un diálogo interactivo sobre el tema, efectuado como parte del 32O período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos que prosigue hoy sus sesiones.
Si bien estamos de acuerdo en que hay que velar por la promoción y protección de la libertad de expresión, varios son los ejemplos que ilustran la extrema necesidad de regular y hacer un uso adecuado de Internet, acentuó.
Romeu señaló que la casi total ausencia de regulaciones internacionales sobre la llamada red de redes, provoca efectos colaterales muy nocivos en el propósito de lograr un uso pacífico y orientado al desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Podemos mencionar desde la descubierta red de análisis y espionaje de casi todas las comunicaciones del mundo, incluyendo la de jefas y jefes de Estado y de Gobierno, hasta el proyecto ZunZuneo, dirigido a crear situaciones de desestabilización en Cuba para provocar cambios en nuestro ordenamiento político, enfatizó.
La delegada también agradeció al Grupo de Trabajo sobre la cuestión de los derechos humanos y las empresas transnacionales y otras empresas, por el exhaustivo análisis realizado sobre las empresas públicas.
Opinó que si bien éstas no son las de mayor impacto a nivel internacional, se le deben aplicar las mismas normas de derechos humanos al momento de desarrollar sus funciones, que a aquellas de carácter transnacional.
El instrumento internacional jurídicamente vinculante que ha comenzado a negociarse intergubernamentalmente en este órgano, debe tomar en cuenta a este tipo de empresas. Su adopción futura permitirá establecer un marco normativo más claro para el cumplimiento de las normas internacionales de derechos humanos, que los actuales Principios Rectores, concluyó.
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